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Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
MARATON 3/7
Capitulo 10
Capitulo 10
Cuando Isabel le dijo a Kevin que le mostrara lo peor de él y la dejara ver al hombre real, no había tenido ni idea en lo que se estaba metiendo.
Él raras veces hacía algo normal y ella comenzaba a comprender cuanto se había esforzado por permanecer en el mundo “normal” cuando había fingido ser su lobo.
Después que Ash se marchara, ellos habían ido abajo a recoger a Fury. En un momento le había estado diciendo a Amanda que la llamaría y al siguiente estaban dentro de otra casa.
—Realmente desearía que me dieras alguna advertencia antes hacer esto —le dijo a Kevin mientras miraba alrededor para conseguir orientarse.
Ellos estaban en una enorme sala de estar que era dos veces más grande que la de la casa de Nick. La casa entera era completamente oscura y parecía una tumba. Estéril. Fría. El sitio tenía un caro revestimiento de caoba tallado a mano y estaba lleno con más antigüedades de las que Isabel más hubiese visto antes en un lugar. Por no mencionar el piso de mármol con un intrincado dibujo estilo romano. Este parecía un paseo por algún castillo europeo. O una mansión. Todo lo que ella podía ver exudaba educación aristocrática y gusto.
A diferencia de la casa de Nick, no había nada moderno o confortable aquí. Ningún mullido sofá, ni televisión, ni, obviamente, teléfono u ordenador. Nada. Incluso los libros alineados en las exquisitas estanterías parecían ser antigüedades encuadernadas en cuero. El sofá era obviamente de la era georgiana y tenía muy poco acolchado debajo de la tela borgoña.
Pero la cosa más extraña de todo era lo relativo a las estatuas. Las estatuas de dos mujeres que parecían ser ninfas romanas desnudas flanqueaban la serpenteante escalera. El hecho de que fueran antigüedades no era lo extraño, era que pastelillos color rojo brillante cubrían sus pezones de piedra blancos.
—¿Qué demonios? —preguntó ella.Fury se echó a reír cuando los vio.
—Jesús, Kevin, se llama antes de presentarse. Tienes suerte que no te pegara un tiro en el culo.
Isabel se dio vuelta para ver un alto, y misteriosamente hermoso hombre entrar al cuarto. Él tenía el largo cabello negro hasta los hombros, agudos ojos marrón oscuros, y barba de aproximadamente tres días.
Vestido con una chillona camisa hawaiana naranja y vaqueros rasgados, él se movía como un hombre que sabía que podría matar a cualquiera que se le acercara.
—¿Él es el vampiro? —preguntó Isabel en tono bajo.
—No —dijo Vane mientras miraba al hombre con incredulidad—. Él es de la Mafia. ¿Otto, qué diablos haces aquí? ¿Vestido así? ¿Qué le pasó a tu ropa? Parece como si te hubieras convertido en Jerry Gautier.
—Sufriendo la condenación eterna —dijo Otto, rascando su barba mientras se acercaba a ellos—. Ellos transfirieron mi culo aquí, contra mis deseos podría agregar, para servir al Rey de los Cabrones, porque él tiene que tener a alguien que hable latín e italiano. Dios no permita que el hombre tenga un normal escudero plebeyo que sólo hable inglés. Oh no, debemos tener uno con educación —Otto sonó muy como Alfred Hitchcock con esa última palabra.
—¿Entonces porqué estás vestido como Jerry? —preguntó Kevin.
—Solamente para molestarlo. Esa es realmente la única cosa que me mantiene cuerdo por aquí.
Kevin se echó a reír. —Déjame adivinar, ¿tú eres el hombre de los pastelillos rojos?
—Oh, demonios, sí. No puedo esperar hasta que se levante y le dé un ataque por esto —Otto profundizó su ya baja voz de barítono y le sumó un acento que era casi italiano, pero no exactamente—. No toques, ni siquiera respires encima de las estatuas, Escudero. A diferencia de ti, esto no tiene precio —su voz volvió a ser normal—. Nah, su cara no tendrá precio cuando lo vea esta noche.
Esta vez fue Fury quien se rió. —No te conozco —dijo, caminando hacia Otto con su mano extendida— pero ya puedo contar con que vamos a ser amigos. Fury Kattalakis.
—Otto Carvalletti —Él estrechó la mano de Fury, luego miró de uno a otro lobo—. ¿Ustedes dos están emparentados?
—Hermanos —dijo Kevin.
—Genial —dijo Otto, dándose vuelta hacia Isabel con una sonrisa encantadora—. Tu debes ser Isabel —Él tomó su mano al mismo tiempo que ella notaba que tenía él tenía un tatuaje de una tela de araña negra la parte de atrás de sus nudillos—, bienvenida a la locura que es nuestro mundo, mi señora, aunque personalmente, pienso que estás loca para querer estar aquí.
Otto besó su mano y se inclinó ante ella. La acción obtuvo un profundo gruñido de Kevin al que Otto decidió hacer caso. —A propósito, Isabel, puedes relajarte. Soy técnicamente humano, aunque mi multitud de hermanos lo negaría. Y excluyendo los pastelillos, no estoy realmente sicótico. Cuando conozcas a mi jefe, entenderás totalmente por qué tengo que agitar su jaula.
Otto se dirigió a la escalera. —Si alguno de ustedes dos buenos lobos aullaran, yo podría decir el discurso “criaturas de la noche, que hacen música” completo —Él los miró de nuevo cuando ni Kevin ni Fury aullaron—. O no. Bien, tomo nota mental que los lobos no tienen ningún sentido del humor o nunca han leído Drácula o nunca han visto una de las películas. Ningún problema. Síganme y les mostraré sus cuartos. Una pasada rápida de las reglas. Intentamos estar lo más silenciosos posibles a la luz del día para no despertar al Conde Penicula.
—¿Penicula? —preguntó Isabel.
—Mi insulto favorito para Zayn. Como el buen General Romano es dueño de esta casa, es una combinación de pene y Drácula.
Isabel se habría reído, pero tenía la sensación que esto sólo animaría a Otto a ser malo.
Ellos siguieron a Otto, subiendo la escalera.
—¿Cuándo te hiciste tan hablador, Carvalletti? —preguntó Kevin—. Yo siempre pensé que eras un hombre de pocas palabras.
—Normalmente lo soy, pero he estado encerrado en esta mansión tanto tiempo que me estoy volviendo chiflado. Pienso que debería haberme quedado en Alaska. Infiernos, si hasta he estado hablando con Jerry sólo por romper la monotonía.
Otto hizo una pausa en la escalera para mirarlos. —Zayn no es un Dark Hunter, es un Daimon que me desangra hasta quedarme seco. No es asombroso que su última escudero se marchara. Me reservo el derecho de pedir mi transferencia y mi padre sigue diciéndome que sea hombre y asuma mi asignación con dignidad. Lo juro, mejor que ese hombre no se debilite o lo encierro en la peor casa de retiro que pueda encontrar.
—Caray, y yo creía que tenía problemas con mis padres —dijo Fury detrás Isabel—. Los míos solamente quieren matarme y sacarme de mi miseria, nada más.
—Sí —dijo Otto desde la cima de la escalera—. Tienes suerte. Desearía que el mío quisiera matarme.
Otto les condujo por un pasillo mientras Kevin se inclinaba y hablaba en el oído de Isabel. —No dejes que las actuales tonterías bizarras de Otto te confundan. Él era valedictorian en Princeton. (Estudiante con las mejores notas)
issadanger
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
MARATON 4/7
Capitulo 10 Parte 2
Capitulo 10 Parte 2
Ella quedó sin habla.
—Y yo tenía un cerebro hasta que este lugar lo mató. Intenten tratar con Zayn y Jerry y también se encontrarán con una regresión a la primera infancia en una cuestión de días. Pero por lo que más quieran, no digan al Amo Zayn que alguna vez puse el pie en suelo de Princeton. Él piensa que abandoné Barbizon, Escuela de Modelaje.
Isabel se rió, luego miró hacia Kevin. —¿Entonces este es el mundo al me que estás trayendo? No te ofendas, pero esta gente realmente está chiflada. Tenemos un graduado de Princeton quien se viste como Don Ho poniendo pastelillos sobre estatuas, un cuñado que es un perro...
—Sí, pero no olvides, Tabitha viene contigo —le recordó Kevin—. Tu tienes tu propia parte de chiflados.
Ella levantó sus manos en señal de rendición. —Bien, pero es solo una chiflada la que viene conmigo.
—Y tu papá castra para vivir —dijo Fury detrás de ellos—. Pienso que es la cosa más enferma de la que jamás me he enterado.
—¿Quieres ir a visitar a mis padres, Fury? —preguntó Isabel.
—Pasaré.
Otto abrió una puerta que condujo a un enorme dormitorio con la más elaborada cama antigua con dosel que Isabel alguna vez hubiera visto. Cortinas de terciopelo azul profundo colgaban alrededor de querubines y ángeles tallados a mano que decoraban la madera antigua. —Esto es magnífico.
—Zayn insiste en lo mejor. Usted dos pueden acostarse aquí, y llevaré al muchacho perro más lejos por el pasillo.
—¡Hey! —protestó Fury con indignación.
—Relájate —dijo Otto—. Esto no es como si te hiciera dormir en el garaje o algo así.
Los dos dejaron a Isabel y Kevin solos en el cuarto.—Así que, aquí estamos —dijo Isabel, insegura de sí misma.
Kevin tiró de ella para acercarla. —Es extraño no tener que ocultarme de ti.
—¿Entonces puedes hacer de todo?
—Más o menos cualquier cosa. Puedo viajar en el tiempo en cualquier dirección. Yo podría dirigirnos de aquí a París o a cualquier lugar que quisieras visitar.
Isabel consideró esto. Ella podría tener cualquier cosa, pero había sólo una cosa que la haría realmente feliz. —¿Puedes hacerme delgada?
Kevin parecía menos que contento. —Yo podría.
—Hazlo.
Él la miró con el ceño fruncido como si el pedido lo confundiera completamente. —¿Por qué?
—Por que siempre quise ser una de esas pequeñas mujeres diminutas y nunca lo he sido.
Él se movió para pararse detrás de ella así poder empujarla contra él y abrazarla muy cerca. —No te quiero delgada, Isabel. Me gustas como eres —Su aliento cosquilleó en su cuello mientras él hablaba y envió el calor por todo ella—. Mi gente tiene un refrán. La carne es para el hombre, el hueso para el perro.
—Sí, pero tú eres ambos.
—Y cuando me dan a elegir entre costillas y filete, voy por la opción superior siempre.
Isabel siseó mientras él colocó sus labios contra su cuello y lo mordisqueó. Ella cerró sus ojos e inhaló el cálido aroma masculino de él. Lo sentía tan bien sosteniéndola. Eso la hizo sentir débil y sin aliento.
—¿Es esto todo lo que hay entre nosotros, Kevin? ¿Sólo sexo?
Él puso su mejilla contra la suya con tal gesto de cariño que le atravesó el corazón. —No, Isabel. El sexo es solamente la demostración física de lo que siento por ti —Él tomó su mano y la condujo hacia su corazón donde ella lo sintió palpitar contra la palma de su mano—. Nadie jamás me ha tocado como tu lo haces. Eres como un susurro. Apacible, suave. Calmante. En mi mundo, la gente sólo grita y da alaridos. Pero tu... tú eres mi paraíso.
Ella tembló ante sus poéticas palabras. —Dios, eres bueno.
—Esto no es una frase, Isabel. Puedo ser humano, pero también soy un animal y el animal en mí no miente o engaña. Nunca pensé que una parte de mí sería domesticada, pero ahora lo está. Esta parte no quiere repartir golpes a diestra y siniestra a alguien. Esta parte solamente te quiere.
¿Cómo una mujer podría decir no a esto?
Isabel jadeó mientras su ropa desaparecía. —¿Kevin?
Antes de que ella pudiera terminar de decir su nombre, ambos estaban desnudos en la cama, bajo las sábanas.
—Es un talento lo que tienes ahí —dijo ella mientras él hocicaba su cuello.
—No tienes ni idea —él sopló en su oreja antes de lamerla.
La cabeza de Isabel se arremolinó en el éxtasis de su contacto. Por una vez él no perdió nada de tiempo con ella. Él se deslizó dentro de Isabel con una estocada poderosa.
Ellos gimieron al unísono.
Isabel alzó la vista hacia el crudo placer en su cara. Este no era tiempo de jugar para él, Kevin se tomaba en serio el tomarla.
Ella deslizó sus manos sobre su espalda, sintiendo la ondulación de los músculos mientras él empujaba dentro ella, fuerte y poderoso. Él era el lobo y estaba hambriento. Sus ojos verdes la devoraron.
Kevin no podía pensar claramente mientras sentía su suavidad bajo él. El animal en él quería la completa posesión. Quería acoplarse y dominar.
El hombre en él quería su ternura. Su corazón.
Sobre todo, quería pasar el resto de su vida mirando dentro de sus ojos color ámbar. Ellos ahora estaban oscuros por la pasión. Sus labios estaban ligeramente separados mientras ella jadeaba de placer.
Kevin reclamó aquella boca. Él gruñó ante su sabor. Con la sensación de su lengua contra la suya mientras se empujaba profundamente dentro de ella una y otra vez.
Hambriento de ella, se obligó a ser suave con su cuerpo. Por recordar que ella era humana y frágil.
Él moriría si alguna vez le hiciera daño.
Pero oh... la sensación de sus manos sobre su espalda. La forma en que ella asía su trasero. Ella no solo estaba follando con él. Ella hacía el amor con él. Y esto significaba para él más que cualquier otra cosa.
Incluso si él fuera inmortal, nunca sentiría nada mejor que sus largas y suaves piernas entrelazadas con las suyas.
Isabel estaba sin aliento mientras Kevin la devoraba. Ningún hombre jamás había hecho el amor con ella como este... como si él no pudiera conseguir lo suficiente de ella. Como si estuviera desesperado para estar dentro de su cuerpo.
Había tanto poder y fuerza en los brazos envueltos alrededor de ella. Los brazos que la sostenían tiernamente. Con cuidado.
Cada poderoso golpe pulsaba placer a través de ella.
—Amo la forma en que tus manos se sienten sobre mí —él respiraba entrecortadamente mientras ella tomaba entre sus manos su trasero—. Y amo ser capaz de tomarte así.
—¿Cómo así?
—Cara a cara —dijo él, puntuando cada palabra con un golpe profundo, exuberante—. Así puedo sentir tus pechos sobre mi pecho. Ver tu expresión cuando te corres por mí.
Entonces la besó. Esto fue imperioso y devorador. Satisfactorio.
issadanger
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
MARATON 5/7
Capitulo 10 Parte 3
Capitulo 10 Parte 3
Isabel fue completamente arrastrada por él. Por el intenso placer de él tan grueso y amplio dentro de ella. Por la forma en que lo sentía deslizarse contra su cuerpo.
Kevin dejó que sus poderes fluyeran a través de ambos. No había ninguna necesidad de refrenarlos o enmascararlos. Él dejó a su pasión abastecer de combustible a sus poderes, cargándolos a su nivel más alto.
La sensación de ello lo atravesó como un relámpago, aumentando cada aspecto de la carne de ella contra suya.
Él supo el instante en que ella sintió la elevación de sus poderes. Ella tiró su cabeza hacia atrás en el último éxtasis. Con su respiración desigual, ella respondió cada golpe con uno propio.
Y cuando ella se corrió, él tuvo que tapar su grito con sus poderes para impedir que los demás supieran lo que hacían.
Él sonrió ante la imagen de ella perdida en las convulsiones de su orgasmo. Ante la sensación de sus manos sobre su espalda mientras lo asía fuertemente.
Entonces Kevin se permitió unirse a ella. Gruñó mientras se liberaba dentro de ella. Yació sobre ella, jadeando mientras su cuerpo continuaba temblando y estremeciéndose.
Todo el tiempo ella jugó con el cabello de él y lo acercó contra sí.
—Eso fue increíble —suspiró Isabel. Entonces frunció el ceño— ¿Tu realmente te vuelves más grande hacia el final, verdad?
—Sí —dijo él, mordisqueando sus labios— y no puedo salir de ti durante unos minutos más sin hacerte daño.
Isabel todavía podía sentir su cuerpo temblando. —¿Por qué haces eso y cómo es que me mantuviste...?
—Usé un hechizo de tiempo para que no fueras consciente de cuanto tiempo me tomo para terminar —Él siseó mientras otra ola de orgasmos lo atravesaba.
Kevin casi esperó que ella lo rechazara. No lo hizo.
En cambio, ella acunó su cabeza contra ella y jugó con su cabello hasta que él hubo terminado completamente.
Cuando él finalmente acabó, él se deslizó fuera de ella y se derrumbó a su lado.
Ella se dio vuelta para enfrentarlo. —¿Entonces así es como eres realmente?
Kevin asintió y esperó que su corazón dejara de palpitar. Ella se deslizó sobre su pecho y besó el duro pezón derecho de él. Él gruñó mientras ella le daba una ligera y juguetona lamida.
—Si sigues haciendo eso, estaremos en esta cama por el resto del día.
Isabel se burló. —Los conozco a ustedes, hombres. Necesitarás al menos unas horas para... —Su voz se desvaneció cuando lo sintió endureciéndose contra su muslo.
—No soy humano, Isabel. El sexo nos vigoriza. No nos hace que estemos más cansados.
Ella levantó la sábana para ver la verdad de aquella declaración. Él ya estaba duro otra vez. —¿Entonces puedo jugar contigo tanto como quiera?
—Um-hmmm. Soy todo tuyo, querida.
Mordiendo su labio, Isabel deslizó su mano hacia abajo para tomarlo con cuidado y explorar la entera longitud de él. Ya que Taylor nunca había hecho el amor con ella con las luces encendidas o a la luz del día, realmente nunca había tenido la posibilidad de examinar a un tipo de cerca.
Él flexionó una pierna y no dijo nada mientras ella con cuidado aprendía cada matiz de su cuerpo.
Kevin la miró de muy cerca mientras jugaba con los rizos de su cabello. Él nunca había tenido una mujer con tanta curiosidad sobre él. A las lobas no les preocupaba como lucía en cuanto pudiera satisfacerlas. Una vez que el acto estaba terminado, sus hembras los apartaban y se marchaban. No había ningún compartir de cuerpos. Ninguna importancia por acariciar o amar. Por abrigar un sentimiento.
Eso era lo que más apreciaba de Isabel.
Sus dedos lo examinaron tiernamente. Ella con cuidado masajeó su saco y su pene. Escalofríos se diseminaban sobre él. Su pierna extendida en realidad se movía nerviosamente.
Isabel se rió tontamente mientras continuaba acariciándolo. —Te gusta, ¿verdad?.
—Sí —dijo roncamente mientras sentía que su pene se endurecía aún más.
Ella alzó la vista hacia él, luego hizo lo inimaginable. Ella lo tomó en su boca.
Kevin tiró su cabeza hacia atrás y enterró su mano en su cabello mientras el placer lo atormentaba. Él apretó su mandíbula para impedirse aullar mientras ella lo lamía y provocaba de la base a la punta. Ella lo deslizó profundamente en su boca mientras lo chupaba y jugaba.
Él ahuecó sus manos en su cara mientras su cuerpo entero ardía. La generosidad de este acto...
Él no sabía que tal cosa existiera. Una hembra Katagari antes moriría que tocar a un hombre de esta forma. Era el trabajo del macho satisfacer a la hembra, no de otra manera.
Isabel gimió profundamente en su garganta mientras probaba la misma esencia de Kevin. Ella miró hacia arriba para verlo mirándola, sus ojos encapotados por el placer y la incredulidad. Esta era una combinación embriagadora.
Él lucía como si ella le estuviera mostrando el cielo. Él retiró el cabello de la cara de ella, luego acarició su pómulo con su pulgar mientras ella pasaba la lengua por el lado interior de él.
Isabel sintió que el aire alrededor de ellos literalmente chisporroteaba. Hizo una pausa ante el sonido.
—Está bien —dijo Kevin jadeando—. Eso es solamente mis poderes surgiendo. A veces lo hacen.
Ella regresó a él.
Kevin rechinó sus dientes mientras su placer se volvía increíblemente alto. En cualquier momento, él se correría otra vez. Con miedo de lastimar a Isabel, él la separó de él un instante antes de que su cuerpo explotara.
Eso no fue lo único. Cada lamparilla en el cuarto se hizo trizas con la fuerza de su pasión, mientras sus poderes jugaban a su antojo en el cuarto.
Él se cubrió con la manta y usó su mano para ayudar a su cuerpo mientras tenía el orgasmo.
Él sintió la mano de Isabel sobre sí. Abriendo sus ojos, él miró mientras ella lo tomaba en su mano y con cuidado lo apretó hasta que su cuerpo quedó completamente drenado.
—No tenías que separarte de mí, Kevin —dijo ella después de unos minutos.
—Me doblo en tamaño cuando me corro, Isabel. No quise verte lastimada por eso.
Ella separó su mano de él y besó sus labios.
Kevin la sostuvo cerca de él, atesorando este nuevo momento con ella.
Ella se retiró para mirar las lamparillas hechas trizas. —Espero que nuestro anfitrión no sea también... —Ella se detuvo mientras él reparaba cada lamparilla con sus poderes.
—Ese es otro talento que tienes por ahí...
Él le rió maliciosamente. —Prefiero el tuyo.
Ella estaba confundida por eso. —No tengo ningún talento.
—Sí lo tienes. Esa boca tuya definitivamente es mágica.
—Mmm —dijo ella, besándolo otra vez—. Pero esta sólo trabaja para ti.
—Bien.
Isabel se retiró mientras comprendía algo. —Espera un minuto. Tu no puedes engañarme jamás, ¿verdad?
Él sacudió su cabeza. —Sin ti, soy un eunuco total. Mis poderes disminuirían, también. Una vez que el sexo es alejado de nosotros, no tenemos ningún modo de recargar nuestra energía. Eventualmente perdemos toda nuestra magia.
issadanger
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
Faltan dos? :c oh vamos vamos vamos:c pero 1313 mas intenso xd
Feer :)x.
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
MARATON 6/7
Capitulo 10 Parte 4
Capitulo 10 Parte 4
Él la besó por eso.
Alguien llamó a la puerta.
—¡Eh!, Kevin —dijo Otto del otro lado—. Pensé en decirles que la cena es en una hora, solo si ustedes muchachos desean comer con Zayn, estén en el salón puntualmente o él tendrá una fusión nuclear.
—¿Él quiere que nos vistamos para la cena? —preguntó fuerte Kevin.
—Desde luego, pero llevaré unos pantalones cortos y una camiseta.
Kevin sonrió. —Él va a matarte, Otto.
—Eso espero. Los veo más tarde muchachos —. Ella oyó los pasos de Otto que retrocedían por el pasillo.
Isabel yacía de espaldas en la cama, asombrada al comprender que no estaba para nada preocupada por esconder su cuerpo, cerca de Kevin. Ella debería estarlo, considerando lo bien formado que él estaba. Pero no lo estaba.
Era tan extraño estar con un hombre que la aceptaba con defectos y todo. Él no intentaba cambiar nada en ella. Esto era un gran cambio.
Ella puso su mano contra su mejilla con patillas y bebió con los ojos su delgada y lánguida belleza.
Pero en el fondo de su mente estaba esa horrible voz que seguía susurrando... “Todas las cosas buenas deben terminar”.
—¿Crees en el amor eterno, Kevin?
Él asintió. —Cuando vives durante cientos de años, ves toda clase de cosas.
—¿Cómo alguien conoce la diferencia entre eso y un enamoramiento?
Él se sentó entre sus piernas, luego la jaló a su regazo para abrazarla. —No creo que haya una diferencia. Pienso que el enamoramiento se parece a un jardín. Si te ocupas y lo cuidas, se convierte en amor. Si lo descuidas o abusas se muere. El único modo de tener amor eterno es no dejar nunca que tu corazón olvide lo que es vivir sin él.
Su sabiduría la dejó pasmada. Isabel se tiró hacia atrás para mirarle fijamente con incredulidad. —Eso es profundo, especialmente viniendo de un hombre.
—Era lo que Anya siempre decía —La tristeza en los ojos de él hizo que su corazón se encogiera.
—Siento no haber podido conocerla. Suena como si ella fuera una mujer maravillosa.
—Lo era.
Isabel frunció el ceño mientras una idea la golpeaba. —¿Tu no puedes volver al pasado y visitarla? ¿O aún mejor, salvarla?
Él colocó su cabeza bajo su barbilla y acarició su brazo. —En teoría, sí. Pero se supone que no. El tiempo es un objeto muy delicado y no es algo que debería ser embrollado ligeramente. En cuanto a salvarla, no. Los Destinos tienen un modo repugnante de tratar con quien viola su territorio. Una vez que una vida termina, tienden a estar realmente enfadados con cualquiera que los desafié.
—Suena como si ya hubieras cometido el error.
—Yo no. Pero conozco a alguien que lo hizo.
—¿Fang?
—No, y no traicionaré a esa persona nombrándola. El destino es el destino y ningún mortal debería desafiarlo.
—¿Pero cómo sabemos cual es nuestro destino? ¿Debo estar contigo o no?
—No lo sé, Isabel. El único que conozco que podría contestar eso es Ash y él no lo hará.
Ella encontró eso difícil de creer. —¿Ash tiene cuantos... veintiún años?
—No. Él tiene once mil años y es más sabio que cualquiera que haya conocido. No hay nada, pasado, presente, futuro, que él no sepa. El único problema es que no compartirá ese conocimiento. Eso realmente me cabrea la mayor parte del tiempo. Tiene la tendencia a decir que hacemos nuestro futuro por nuestras decisiones, pero él sabe lo que vamos a decidir antes que nosotros lo decidamos así que, por qué él no nos lo dice no lo entiendo.
—Porque aprendes de tus errores —dijo ella mientras comprendía la razón—. Y si tu escoges mal y resulta mal, no puedes culparlo porque él te dijo qué hacer. De la misma manera, si resulta bien, tu puedes tomar el crédito de haber tomado la decisión correcta. Bueno o malo, esta es nuestra vida para hacer lo que creamos adecuado. Jesús, ese mocoso es inteligente.
Kevin se rió de sus palabras. —Él no es un mocoso, pero el resto es bastante verdadero.
Ella esperó que le preguntara que decisión estaba contemplando pero no lo hizo.
En cambio, él la sostuvo entre sus brazos, como si estuviera simplemente satisfecho con este momento. Parte de Isabel también estaba contenta, pero la otra parte asustada. ¿Cuál sería la cosa correcta de hacer?
¿Ella quería quedarse con él, pero dónde? Ella no era un lobo para vivir fuera en el hábitat natural y él no era la clase de hombre que estaría contento con poseer un negocio en el French Quarter.
Al fin del día, Kevin era salvaje e indomable. Él no era solamente un hombre. Él era un guardián.
Y un lobo.
Ella se retiró para mirarle. Todo lo que ella quería era mantenerlo así para siempre.
¿Pero ella realmente podría domesticar a este hombre? ¿Y ella en serio, realmente, quería pasar el resto de su vida mirando hacia atrás por sobre su hombro con miedo que sus padres o su hermano Dare vinieran por ellos o por sus niños?
Esa era una proposición escalofriante.
Y el reloj hacía tictac para ellos. En unos pocos días tendría que tomar una decisión que podría hacerlos sumamente felices o completamente miserables, o...
Podría matarlos a ambos.
issadanger
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
espero el ultimo del maraton :c aunque deberia estar durmiendo :c siguelaaa
Feer :)x.
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
MARATON 7/7
Capitulo 11
Capitulo 11
Una hora después Isabel bajaba sola. Kevin había “creado” un vestido muy bonito de terciopelo color verde esmeralda oscuro. Él la había dejado en lo de Zayn con Fury mientras él iba a El Santuario a ver si uno de los Were-Hunters o cualquiera allí podría decirle algo de Fang o quizás rescindir su destierro el tiempo suficiente como para chequear a su hermano.
Isabel alisó su cabello nerviosamente mientras bajaba la escalera. No estaba segura de qué esperar de un vampiro que cazaba Daimons. A diferencia de Tabitha, ella nunca había conocido a uno antes. Y eso habría ayudado si Otto no se hubiera marchado de la casa tan pronto después de Kevin.
Mientras bajaba la escalera, notó que los pastelillos no estaban en las estatuas. Ella sonrió, a su pesar.
Entró en el elegante salón para encontrar a un hombre alto, de cabello negro que estaba de pie dándole la espalda mientras miraba fijamente por los ventanales el jardín trasero. Su postura era rígida, inflexible. Él llevaba su cabello retirado en una perfecta cola de caballo y estaba vestido con un traje negro de seda hecho a medida, obviamente caro.
Él ladeó su cabeza como si sintiera su presencia.
Mientras se giraba, ella se detuvo.
Él era un hombre increíblemente hermoso. Los ojos negros miraban fijamente desde una cara esculpida cuidadosamente por la clase correcta de genes. Tenía una nariz larga, aquilina y los labios estaban apretados en una línea firme que era inflexible y áspera. Él era, sin duda, la persona más intensa que Isabel jamás se hubiera encontrado.
No era asombroso que Otto le diera tal mal rato. Era obvio que este hombre no tenía ningún sentido del humor y tomaba todo muy seriamente.
—Usted debe ser Isabel —dijo en aquel extraño acento italiano que Otto había marcado perfectamente—. Soy Zayn Magnus. Bienvenida a mi hogar.
Con su porte real, ella sintió un momentáneo impulso de hacer una reverencia ante él.
—Gracias por dejarnos quedar aquí.
Él inclinó su cabeza con la tiesa formalidad de la realeza.
—Por favor —dijo él, indicando una butaca de terciopelo negro—. Siéntese. La cena estará servida puntualmente sobre la mesa en cinco minutos. Haré que un criado le traiga su vino mientras esperamos.
Isabel nunca había estado más acomplejada en su vida que cuando iba caminando a través del cuarto para sentarse en aquella silla. Este vampiro realmente parecía antiguo y poderoso.
Sobre todo, tenía buenos modales y era la encarnación de la crianza patricia.
Zayn se movió hacia un intercomunicador donde presionó un botón y, en efecto, ordenó el vino para ella.
Una vez que terminó, él volvió a su lado. —Pido disculpas por que mi casa no estuviera en orden cuando llegaron.
Ella miró alrededor del cuarto perfectamente acomodado —¿Cómo que?
—Las estatuas —dijo él con sólo un leve gesto de desprecio en su labio—. Puede estar tranquila que Tony Manero ha sido apropiadamente castigado por sus acciones —Ella lo oyó refunfuñar por lo bajo— Es una pena que en estos días y época no se pueda golpear a los sirvientes.
—¿Tony Manero? —preguntó ella, asombrada de que un hombre como Zayn conociera el personaje de una película como Saturday Night Fever.
—Otto —dijo él con desdén—. Todavía no puedo creer que el Consejo me lo enviara. Les pedí un Escudero italiano, no un ojo-italiano.
Isabel se echó a reír. Ella no pudo contenerse. Oh, Zayn tenía buen sentido del humor. Sólo que era uno muy, pero muy, seco.
Su cara se ablandó un grado ante el sonido de la risa de ella, y en ese momento, Isabel sospechó que Zayn no era ni tan frío y ni tan formal como parecía. Que a una parte secreta de él en realidad le gustaba compartir la risa, pero que su comportamiento helado mantenía a todos alejados de él.
Fury destelló en el cuarto, justo delante de ellos. Como ella, él todavía se movía nerviosamente con su ropa, que estaba un poco arrugada.
—Maldición —dijo Fury por lo bajo—. Un día dominaré esta mierda si no me mata —Él alzó la vista y se ruborizó como si no fuera consciente que ya había llegado —. Lamento llegar tarde —Él aclaró su garganta y se enderezó.
Zayn arqueó una majestuosa ceja al Were-Hunter.
—Tú debes ser Z —dijo Fury, extendiendo su mano.
—Zayn —le corrigió con una mirada de fulgor ártico. Él miró irónicamente la mano de Fury y no hizo ningún movimiento para tomarla.
Fury levantó su brazo y olió su axila. —¿Qué? Me bañé —Sacudiendo su cabeza, Fury metió ambas manos en sus bolsillos—. Otto tiene razón. Alguien tiene que sacarte ese palo del culo y golpearte con él.
Isabel cubrió su boca para evitar reírse de algo que Zayn obviamente no encontraba gracioso. A él podría gustarle reírse, pero no de él mismo.
—¿Cómo has dicho? —gruñó Zayn, dando un paso adelante.
—¿Vino para la señora?
Isabel se dio vuelta para ver a un hombre mayor vestido con chaqueta negra y corbata, entrando con una copa de cristal con vino tinto para ella.
Zayn pareció mantenerse bajo control. —Gracias, Gilbert —dijo, volviendo de nuevo a su pomposa superioridad.
El criado inclinó su cabeza. —¿Su señoría quisiera otra copa para su nuevo invitado?
Isabel podría decirle que Zayn preferiría darle una patada en el trasero a Fury, pero los buenos modales dictaban lo contrario. —Sí. Pero tráela en un tazón.
El criado se marchó para completar su nueva diligencia.
—En realidad —dijo Fury— Isabel, en serio, no puedo quedarme aquí con él mirándome como si tuviera miedo que fuera a orinar sus alfombras o algo parecido. ¿No quieres venir conmigo por una hamburguesa?
Sí, quería, pero había algo en Zayn que decía que estaba herido por las palabras de Fury. Esto no tenía sentido. Mas había, definitivamente, un cierto dolor escondido en esos ojos de medianoche.
—Pienso que me quedaré.
—Bien, tu aburrimiento —Fury destelló del cuarto.
—No tiene que quedarse, Isabel —dijo Zayn calladamente—. Pediré el coche y seguridad si usted desea marcharse.
—No, está bien, en serio.
Ella podría haber jurado que el aire en el cuarto subió por lo menos treinta grados. Mejor todavía, Zayn pareció relajarse algo durante el curso de las siguientes dos horas. Él en realidad se volvió un poco humano.
Isabel descubrió un lado sumamente gracioso en las opiniones de Zayn sobre el mundo en nuestros días. Ella consiguió una recorrida completa de la casa y los jardines así como fascinantes imágenes de cómo la realeza romana vivía.
—¿Entonces este era usted? —preguntó ella mientras los dos estaban de pie afuera, en su atrio. Ella estaba delante de una estatua de mármol de un general romano lleno de insignias militares. No se podía negar la semejanza en los rasgos faciales entre la estatua y el hombre al lado de ella.
issadanger
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
EXTRA
Capitulo 11 Parte 2
Capitulo 11 Parte 2
—No —dijo él, su tono helado por primera vez en horas—. Él era mi abuelo y él fue el mayor general en sus días —Había orgullo en su voz, pero estaba ribeteado por algo que sonaba extrañamente cercano a la vergüenza.
—Él repelió a los Griegos y reclamó Roma para nuestra gente. De verdad, él fue quien destruyó la amenaza macedonia y quien sin ayuda de nadie aniquiló al mayor general griego que alguna vez haya vivido... Nick de Tracia —. Verdadero odio brillaba en sus ojos, pero ella no estaba segura a quien estaba dirigido. A su abuelo o a Nick.
—¿Usted quiere decir Nick Hunter? —preguntó Isabel—. ¿El tipo con una MiniVan que vive a unas calles?
Los ojos de Zayn brillaron ante esto. —¿Él conduce una MiniVan? —no había ninguna duda de sobre el humor en su tono.
—Bueno, sí. Yo lo vi estacionándola delante de su casa y sé por Tabitha que Amanda conduce un Camry.
Él no dijo nada más durante unos minutos y Isabel no tuvo ninguna pista en cuanto a su humor.
Entonces ella miró fijamente a su abuelo, quien demandaba atención incluso siglos más tarde. —Usted se parece mucho.
—Lo sé y esperaba seguir sus ilustres pasos.
—¿Usted?
Esta vez no hubo ninguna duda sobre la vergüenza en sus ojos antes de que él apartara su mirada de ella. —Cuando mi abuelo murió, hubo desfiles durante toda una semana de gente que lloraba su deceso —Él levantó su brandy hacia su abuelo en un saludo silencioso.
De todos modos ella vio a través de su fachada. —¿Usted no le quería?
Zayn pareció sorprendido por sus palabras. —Envidié cada aliento que él tomó —dijo tranquilamente, luego cambió el tema de discusión a su reciente mudanza desde Washington al antro de iniquidad que la mayoría de la gente llamaba cariñosamente Nueva Orleáns.
Mientras se dirigían de vuelta hacia la casa, Kevin destelló al lado de ella.
El corazón de Isabel se entibió al instante con su presencia.
—Siento haber demorado tanto tiempo —dijo Kevin antes de besarla en la mejilla. Su aroma la rodeó, haciendo que su corazón palpitara en su presencia. Era bueno tenerlo de nuevo con ella.
—¿Ellos te dejaron verlo?
Él asintió.
—¿Está mejor? —preguntó Zayn, sorprendiéndola con la profunda y sincera preocupación que escuchó en su voz. Mientras habían cenado, le había contado de la noche que los Daimons habían atacado la manada de Kevin y como él, Acheron, Kevin, y Fang los habían rechazado.
Sobre todo, Zayn le había contado como los dos lobos habían reaccionado ante la muerte de su querida hermana.
Cómo la última imagen que había tenido de Kevin era de él llevándose el cuerpo de su hermana para enterrarlo.
—No —dijo Kevin con un suspiro—. Él todavía está en coma.
—¿Me disculpan? —Zayn dio un paso atrás e inclinó su cabeza, hacia ellos—. Ya que ahora estás aquí, me despediré e iré a atender mis deberes.
Zayn dio tres pasos, luego hizo una pausa y se volvió hacia ellos. —A propósito, Kevin, tienes la más encantadora de las compañeras. De verdad sería una pena para el mundo perder un tesoro como ella. Mi espada está siempre a tu disposición para lo que ordenes y mi casa está aquí para ti mientras ella necesite protección.
Él se dio vuelta con un giro imperioso y rápidamente los dejó solo.
Isabel no sabía cuál de los dos estaba más atontado por la noble declaración de Zayn.
—¿Qué le hiciste? —le preguntó Kevin.
—Nada. Solamente cenamos y recorrimos la casa y los jardines.
Él sacudió su cabeza con incredulidad. —Ya veo, realmente eres mágica —Él asió su mano y colocó un dulce beso sobre sus nudillos que hizo que le temblara el estómago. Acomodando su mano en la curva de su brazo—, Luces encantadora esta noche —dijo, entonces hizo aparecer una rosa de tallo largo de ninguna parte.
Isabel la tomó y la olió. —Si estás intentando seducirme, Kevin, llegas un poco tarde. En este momento, soy una cosa bastante segura para ti.
Él se rió. —En mi mundo la única cosa sobre la que siempre estoy seguro consiste en que alguien muy probablemente está al acecho en la próxima sombra para intentar matarme.
Ella se paró y frunció el ceño. —No estás bromeando, ¿verdad?
—Desearía estarlo. Es que estar así contigo me asusta. No puedo quitarme la sensación de que voy a perderte de algún modo.
Ella colocó un dedo sobre sus labios. —No hables así. Ten fe.
—Bien —dijo él, besando su dedo— ¿Dime, qué quisieras hacer esta noche?
Ella se encogió de hombros. —No me preocupa, mientras esté contigo.
—¿Eres fácil, verdad?
—Shh —dijo ella, sosteniendo su dedo sobre sus labios—. No dejes que nadie más lo sepa.
Él sonrió. —Te diré que haremos. Aún no he comido. ¿Quieres ir a buscar algunos beignets y luego dar un paseo en carruaje por el Garden District conmigo?
Los ojos de Isabel en ese momento se llenaron de lágrimas por la oferta. Ella había vivido en Nueva Orleans toda su vida y nunca había dado un paseo en carruaje antes. Eran terriblemente caros. Su padre siempre había pensado que era tirar dinero a la basura para alguien que vivía en Nueva Orleans, y como adolescente, ella no podía permitirse ciento cincuenta dólares.
En cuanto a Taylor...
Él había estado demasiado preocupado porque alguien lo viera y se riera del "respetable" presentador que hacía algo tan infantil.
—Me encantaría.
—Bien —Él se agachó y la besó profundamente.
Cuando se retiró, ella se encontró de pie en la trasera área oscura del Mercado Francés, a unos pasos del legendario Café Du Monde.
—No te preocupes. Nadie nos vio —dijo, guiñándole un ojo.
—Tu realmente tienes una motocicleta. ¿La he visto, verdad?
—Sí. Pero Amanda y Grace dijeron que tu no querrías andar en ella conmigo mientras usaras vestido.
Ella miró hacia el caro terciopelo verde. —Pensando en eso, realmente no estoy vestida como para beignets, tampoco.
—No te preocupes. Puedo prometerte que no tendrás una sola mancha de polvo sobre tu vestido.
—¿Puedes hacer eso?
Él le dirigió una burlona y arrogante sonrisa. —Nena, no hay mucho que no pueda hacer.
—Entonces vamos, Sir Lobo.
Kevin la condujo a una pequeña mesa justo en un lado del restaurante. En cuanto ellos se sentaron un camarero vino para tomar sus ordenes.
—Yo tomaré una porción de beignets y chocolate con leche, por favor —dijo Isabel.
—Cuatro porciones de beignets y un café au lait.
Isabek quedó boquiabierta. —¿Vas a comer todo eso?
—Te dije que tenía hambre.
Ella tembló mientras el camarero se iba. —Espero que los Arcadianos no tengan diabetes.
—No la tenemos. Somos de una extraña manera inmunes a todo excepto el común resfriado y un par de enfermedades extrañas que son únicas en mi raza. issadanger
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
BNO MIS NIÑAS SIENTO HABERME DEMORADO EN SUBIR EL MARATON PERO HAY ESTA ESPERO LES HALLA GUSTADO ASI QUE COMENTE PORQUE SE ACERCA EL FINAL :(
issadanger
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
Todo lo bueno siempre termina :'( aish pero hasta el momento me convulsiooooonooooo bueno vere si en la semana aparesco por que esta lleba de pruebas que estudio la noche anterior ajosdasdñ tiren suerte:c y oh gosh como amo cada novela que subes ._. estas adaptaciones me matan siguela <3
Feer :)x.
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
aqui me paso en la mañana antes de almorzaaar ventaja de ir en la tarde xdd pero pero perroooooooooooooo debes seguirla :c
Feer :)x.
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
Fury me hace tanto reir y ahora Zaayn *-* si es mi gemelo ajsdojaspññ
Feer :)x.
Re: Juego de la Noche... Isabel y Kevin TERMINADA
si esperaremos mas caps :3somo insasiables xd
Feer :)x.
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