Lluvia {Louis Tomlinson}

Lluvia.

Hacia demasiado frío y las calles estaban resbaladizas. Acababa de salir del supermercado. Estaba comprando unas cosas para la cena de Navidad y lo que no podía faltar en mi nevera, las zanahorias.

— Que frío, que frío, que frío. -dije mentras frotaba mis brazos de arriba a bajo mientras corría para llegar a un lugar donde resguardarme de la fría lluvia.

Más adelante, pude ver una pequeña carpa de esas que hay en los pequeños negocios. Decidí detenerme ahí.

— Ahh esto esta mucho mejor.

Me estaba quitando el agua del cabello cuando escuche algo arrastrarse. Miré a todos lados buscando el extraño sonido. Entonces, fue cuando la vi. Una chica, acurrucada a mi lado sentada en el suelo. Estaba tiritando.

— ¿Pero que haces ahí con esta lluvia y este horrendo frío? -le pregunto preocupado.

Me doblo un poco para ayudarla a levantarse del suelo, pero me percato que sus mejillas estaban mojadas.

— ¿Estabas llorando? -pregunto mientras me ponía en cuclillas delante de ella.
— N-no, no, no, claro que no. ¿Cómo crees? -dijo nerviosa mientras se secaba la lagrimas con el dorso de la mano.
—Entonces, ¿porque te limpias las mejillas? -pregunto con amabilidad.
— Pu-pues, es sólo la lluvia... -dice nerviosa- Si eso, la lluvia. Sólo venía corriendo y me mojé.
— Ah, entiendo. -digo no muy convencido- ¿Vives lejos?
— Si. -dijo apenada.
— Mira, yo vivo muy cerca de aquí. -digo y la ayudo a levantarse del suelo- ¿Que te parece si me acompañas, te presto algo de ropa seca y esperas a que acabe la lluvia para ir a tu casa?

La chica no contesba y sólo me observaba. Se sonroja un poco y aparta la mirada. Era muy tierna.

— ¿Te parece bien? -volví a preguntar.

Ella aun no contestaba, así que me apresuré a decir algo.

— A menos que tengas un mejor plan o algo. -ella me observa nerviosa.
— Es que... -dijo mientras bajaba la cabeza.
— Pasa algo? -pregunto, no entendía cual era el problema.
— No te conozco. -dijo la chica tímida.
— Me llamo Louis, ¿y tu? -dije tendiéndole mi mano.
— ______. -dijo la chica mientras estrechaba mi mano.
-Bueno ______, ¿que te parece si nos vamos a mi casa?
— Pero no te conozco. -volvió a decir cohibida.
— No te voy a hacer daño ni nada por el estilo, si eso es lo que te preocupa. Además, en mi casa vivimos yo y mis cuatro amigos. Somos muy respetuosos, muy tranquilos y humildes. -dije en tono de molestia.
— No lo se. -dijo algo dudosa.
— Bien entonces, yo si me voy. -dije ya algo molesto, me estaba haciendo perder mi tiempo.
— No, no, está bien. Iré contigo. -dijo agarrando mi brazo delicadamente.
— Bien, así esta mejor. -le sonrío- ¿Vamos? -pregunté.
— Si, antes de que llueva más fuerte. -dijo mirando al cielo.
— Bien, agárrate fuerte de mi brazo y no te caigas.

Ella paso su brazo por el mío como hacen las parejas cuando van a bailar o para alguna actividad importante.

— Bien, ¡aquí vamos!

Agarro las bolsas con fuerza y salimos corriendo. Al cabo de siete minutos nos encontrábamos frente a la puerta de mi casa. Saco las llaves de mi bolsillo delantero y abrí la puerta.

— Las damas primero. -digo dejándole espacio para pasar.
— Gracias. -dice sonrojada y tímida.

Entro y cierro la puerta. Todo estaba demasiado silencioso.

— ¡¡Chicos!! -grito.

Como no hubo contestación volví a llamarlos mientras entraba a la cocina y a la sala de estar. Coloco las bolsas en

— ¿Chicos? -dije mirando a todos lados.

Regreso con ______ y observaba todo con atención.

— ¿Donde están?
— ¿No están? -pregunta ______ un poco horrorizada.
— Parece que no.
— Oh. -dijo nerviosa.
—Ummm quieres algo de tomar. -pregunto algo tímido.
— ¿Agua? -dijo ella dudosa.
— Claro. -ella se aleja- Eh, ¿______?
— ¿Si? -pregunta mirándome.
— Arriba hay seis cuartos y el tercero de la izquierda es el mío. El perchero que está junto a la ventana creo que hay ropa mía vieja que te quedará a bien. También hay un baño por si quieres bañarte.
-Bien, ¡gracias! -dijo ______ sonriente.

Continúo haciendo el caldo de pollo y la lluvia empeora. Miro hacia la ventana y no se podía ver absolutamente nada. Frunzo el ceño mientras pensaba, cuando la luz se va y se escucha un relámpago. Escucho el grito de ______ y voy corriendo a mi habitación. Milagrosamente no me tropecé.

— ¿______? -pregunto llamándola.
— ¿L-Louis? -dice asustada.
— Quédate quieta ______, voy hacia ti.

Comienzo a caminar con mis brazos hacia adelante, para asegurarme de no caerme. Sentí un poco de cabello y escuhco el grito de ______. Se tropieza y cae sobre mi. Suelto un pequeño gruñido al darme en la cabeza con el suelo.

— Oh Dios. L-lo siento tanto Louis. -dijo nerviosa.
— No es nada.

Ella se levanta y puedo ponerme de pie. Siento su pequeña y delicadas manos aferrarse de mi brazo como si su vida dependiera de ello. Vuelve a escucharse otro relámpago mucho más fuerte que el anterior. Siento las manos de ______ apretar con fuerza mi brazo.

— ¿Tienes miedo? -le pregunto dulcemente.
— S-si. -dice tímida.
— Iremos abajo. Agárrate bien.

Comienzo a caminar lentamente fuera de mi habitación. Comienzo a tocar con mis manos la pared hasta sentir el pasamanos de la escalera. Bajo con cuidado para asegurarme de que no nos cayéramos. Voy a la cocina y me detengo.

— Bien, creo que ya no habrán más relámpagos. -le digo.

Siento como su agarre me suelta lentamente. Suelta un pequeño suspiro y vuelve a escucharse otro relámpago. Ella grita y la abrazo. Estaba temblando y sollozando. Me acomodo en el suelo y ella se acurruca en mi pecho mientras lloraba. Acariciaba su cabello mientras le susurraba palabras para calmarla. Tomo su rostro entre mis manos y con cuidado quito sus lagrimas con mis pulgares. Aún le era un poco difícil respirar, pero había dejado de llorar y estaba un poco más calmada.

— ¿Estás bien?

En ese instante, vuelve la luz. Sus ojos almendrados estaban rojos e hinchados. Se veía tan frágil, que extrañamente activaba mis instintos protectivos.

— Si.

La manera en que movió sus labios hizo que quisiera besarla en esos instantes. Quería probar y saber a que sabrían sus labios. Decido preguntarle algo antes de que la asuste por querer besarla. O quizás le oreja preguntar. No. Mejor hablo con ella. Me alejo un poco y ella suelta un pequeño suspiro.

— Le tengo miedo a ellos. -dice interrumpiendo el silencio- A los relámpagos. Mamá trabajaba la mayoría del tiempo y cuando estaba sola siempre llovía y.. -sus ojos se cristalizan.
— Ey, no llores. -digo abrazándola- Como me has dicho algo muy secreto, yo te diré algo sobre mi.
— Ok.
— Estoy obsesionado con las zanahorias. -le susurro.

Ella se aleja de mi y comienza a reír.

— Bien, ya que has vuelto a la normalidad puedo terminar de hacer el caldo de pollo. -digo levantándole- Y usted señorita, puede ir y darse un baño. No querrás resfriarte. La ayudo a levantarse y ella me sonríe. Se aleja y comienza a subir las escaleras. Cuando yo termino de cocinar y de servir la comida, ______ se acerca a la mesa. Comemos en silencio y cuando terminamos ponemos los platos en el fregadero. Me volteo y accidentalmente tumbo los cubiertos. Maldigo entre dientes y comienzo a recogerlos. ______ comenzó a ayudarme.

— No deberías. -le digo.
— Sólo quiero ayudar. -dice tímida.

Quedaba un tenedor y cuando lo voy a coger, los dedos de ______ se encuentran con los míos. Sentí una corriente cruzar mi cuerpo y levanto la mirada. Ella me observaba cuidadosa y por una razón, comienzo a acercarme a ella. ______ también se acercaba lentamente hacia mi. Su nariz roza con la mía y estuvimos a unos centímetros de unir nuestros labios, cuando se cae otro cubierto. Ella se separa sonrojada y se levanta. Coloca los cubiertos en su lugar y se aleja velozmente de la cocina. Pongo los cubiertos en su lugar y comienzo a alejarme de la cocina. ______ estaba esperándome y frunzo el ceño. Ella me observa nerviosa y comienza a jugar con sus dedos.

— ¿Sucede algo?
— Eh, bueno yo.. -dice nerviosa- Me preguntaba donde iba a.. dormir.
— Ah. Bueno eso es obvio. -me observa confundida- Dormirás en mi cama.
— ¡¿Que?! -grita horrorizada- P-pero y-yo no puedo do-dormir cont-tigo. -dice nerviosa- Yo no te conozco y.. -dice nerviosa.
— Ey, tranquila. Tu dormirás en mi cama y yo en el sofá. Pero puedo sacar un colchón y dormir en el suelo.
— Ah. -dice sonrojándose- Ok. Eso está bien.

Subimos a mi habitación y ella se sienta en la cama. Saco lo que me voy a poner y entro al baño. Me doy una ducha caliente, salgo y me visto. Salgo del baño y veo que aún está sentada en la cama.

— No creo que deberías dormir en el suelo. -susurra- Duerme en la cama en tu lado y yo en el mío.
— Ok.

Se veía tan tierna cuando se sonrojaba. También cuando se ponía tímida. Me acuesto en mi lado de la cama y ella en el suyo.

— Buenas noches ______.
— Buenas noches Louis y muchas gracias.
— No hay de que.

(----)

— ¡Buenos días! -escucho una voz masculina gritar- ¿Louis?

Era Harry. Pero estaba demasiado cansado como para despertarme tan temprano. Debía ser el mediodía. Pero quería seguir durmiendo. Debo seguir durmiendo. Escucho numerosas pisadas que se acercaban hacia mi puerta. Entran a mi habitación y luego no eschuché nada.

— ¡Louis hay una chica en tu cama! -grita Harry.

Me levanto de un salto ante el inesperado grito de Harry. A mi lado, estaba ______ igual de asustada que yo. Se sonroja y se cubre con las sabanas. Creí haber escuchado un "aww" de alguien, pero no estaba seguro.

— Eh, chicos ella es ______. -digo señalándola.

______ asoma su rostro y les sonríe.

— ______, ellos son Harry, Zayn, Liam y Niall. -dije mientras señalaba uno a uno y ellos saludaban.
— Un placer. -dijo ______ casi en un susurro.
— Chicos, ¿porque no van abajo? ______ necesita bañarse.

Harry enarca una ceja y sale con los chicos.

— Puedes usar el baño mientras hablo con ellos.
— Ok. -dice tímida.

Bajo a la sala y los chicos me esperaban impacientes.

— ¿Quién es ella? -pregunta Niall.

Suelto un suspiro y les cuento todo a excepción de nuestro casi beso. Los chicos me contaron que tuvieron que dormir en un hotel por el fuerte aguacero y no había señal para avisarme.

— Pero al parecer no va a volver a llover. -dice Liam.
— Mejor. -comenta Zayn- Así no se nos arruina la Navidad.

Los chicos siguen conversando y vuelvo a subir a mi habitación. ______ ya estaba vestida y se iba a acercar a la puerta.

— Puedes llamar a tu madre. -le comento- Ya no volverá a llover. Y tu ropa debe estar ya seca.
— Oh. Vaya, gracias.

Entré al baño, me duche y me vestí cuando salí. ______ no estaba así que supuse que debió haberse cambiado y está abajo. Estaba conversando con Liam y podía notar su nerviosismo e incomodidad. Se había vuelto a poner su ropa y sostenía su celular entre sus manos.

— ¿La has llamado? -le pregunto.
— Si. Ya viene de camino. Está por llegar.

Dicho esto, se escucha una bocina.

— Debe ser ella. -dice con..¿melancolía?
— Fue un placer conocerte ______. -le dice Liam.
— Te acompaño afuera. -le digo.

Ambos salimos y su madre estaba afuera. ______ le hace señas para que esperara y ella regresa al auto.

— Gracias por haberme traído. -dice con timidez.
— De nada. -le sonrío.

La abrazo y beso su mejilla cariñosamente. Vuelve a sonrojarse y sonríe tímida. Entra al auto y se alejan. Entro a casa y me acerco a la cocina. Harry se acerca y me sonríe. Entonces, me percato de que no sé donde vive, ni tengo su numero.

— ¡Mierda! -maldigo en voz alta.
— ¡Louis! -grita Liam- Cero palabras obscenas.
— Lo siento.
— ¿Sucede algo? -preguntan Zayn y Niall.
— Se me ha olvidado pedirle su número. -digo apenado.
— ¡¿Que?! -grita Harry- ¡Eso es lo primero que debes pedirle! ¡Serás imbécil! -dice burlón.

Era Navidad y quería al menos verla y felicitarla. Pero no tenía su numero, ni dirección. Soy tan torpe. Los chicos dejaron de molestarme y cada cual se entretiene en algo. Ya eran las ocho de la noche y estábamos cenando entre risas y bromas. De repente, escucho un extraño pero familiar sonido.

— Está lloviendo otra vez.. -dice Zayn.
— Hmm. Navidad bajo la lluvia. -dice Harry- Romántico, ¿no?

Me levanto de un salto de mi lugar, captando la atención de los chicos y salgo corriendo por la puerta.

— ¡Louis! -grita Harry a mis espaldas- ¿A donde vas?

Continúo corriendo hacia el lugar donde la había visto. No me importaba si estaba mojándome. Tenía que verla. Cuando estoy llegando, veo a una persona con una sombrilla. Me siento decepcionado cuando pienso que no era ella, pero ella levanta la vista y me sonríe tímida. Una sonrisa que me encantaba. Voy corriendo y me detengo junto a ella. ______ levanta un poco la sombrilla para que me metiera debajo de ella. Tenía un pequeño rubor en las mejillas y sonrío ante ello.

— ¿Que haces aquí con esta lluvia y este horrendo frío? -le pregunto sonriendo.
— Esperando a un chico. -comenta tímida.
— ¿De verdad?
— Si. -dice y se sonroja- ¿Tu?
— Vine a buscar a una chica. Estuvo ayer en mi casa y se me olvidó pedirle su numero y su dirección. -comento divertido.
— Ah. -dice sonriente.
— ¿Vives lejos?
— No mucho. El chico que estaba esperando vive tres casas más arriba de la mía. -dice divertida.

Así que vive cerca de mi, ¿eh? ¿Porque nunca la había visto antes?

— Mira, yo vivo muy cerca de aquí. -digo sonriente y ella se sonroja- ¿Que te parece si me acompañas y esperas a que acabe la lluvia para ir a tu casa?
— No te conozco. -dijo la chica tímida mientras sonreía.
— Me llamo Louis, ¿y tu? -dije tendiéndole mi mano sonriente.
— ______. -dijo la chica mientras estrechaba mi mano con timidez.
-Bueno ______, ¿que te parece si nos vamos a mi casa?
— Pero no te conozco. -volvió a decir sonriendo.
— No te voy a hacer daño ni nada por el estilo, si eso es lo que te preocupa. Además, en mi casa vivimos yo y mis cuatro amigos. Somos muy respetuosos, muy tranquilos y humildes. -dije mientras le sonreía.
— No lo se. -dijo algo dudosa.
— Bien entonces, yo si me voy. -comento divertido. Me agradaba que me siguiera el juego.
— No, no, está bien. Iré contigo. -dijo agarrando mi brazo tímida.
— Bien, así esta mejor. -le sonrío- ¿Vamos? -pregunté.
— Si, antes de que llueva más fuerte. -dijo mirando A mis ojos.

Le sonrío y sus mejillas se sonrojan, pero no aparta la mirada. Coloco un mechón de cabello que se había salido de su coleta detrás de la oreja.

— Bien, agárrate fuerte de mi brazo y no te caigas. -digo sonriendo.

Gracias a la lluvia conocí a ______ y luego me separó de ella. Pero luego volvió a unirnos. Era una señal del destino que debíamos estar juntos. Algo que con gusto aceptaré.