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Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
hola soy jess!
soy nueva aca y me pase a leer esta nove y me encantoooooo la empiezo a seguir!!
kiero masssssss
soy nueva aca y me pase a leer esta nove y me encantoooooo la empiezo a seguir!!
kiero masssssss
jessnt
Re: Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
Chicas hola
¡¡Mil disculpas por dejarlas tanto tiempo sin nove!!:sad:
De verdad que mi intención era seguir subiendo cuando pudiera, pero mi madre es muy mala :lloro: en cuanto veía que prendía la compu me decía estamos de vacaciones, te enojas por que no salimos y cuando salimos estas pegada a esa computadora.
Y yo así de FUUUCK :muere: y no me dejaba :misery:
de verdad lo siento mucho no sé como compensarles tanto tiempo, díganme ustedes que les gustaría que hiciera y yo hago lo que ustedes quieran ;)
Por cierto; por si les interesa y tenían duda :3 me fue muy bien en Mazatlan, es un lugar muy bonito, pero yo me estaba muriendo de calor todo el tiempo :calor: si viven en México (y si viven fuera también, ¿porque no? :P) y tienen oportunidad les recomiendo mucho que vallan les va a encantar :happuy: (ademas de que hay muchos chico guapos por aya :ilusion: ;)
Andrea P. Jonas:)
Re: Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
Mire escribió:Me siento una pésima lectora, siento no haber comentado antes, pero estaba en finales en la universidad y no tenía tiempo para nada. Ahara ya estoy de vacaciones y me tendrás por aqui muy seguido.
Esos capítulos, Dios, los amé
Nicholas, tonto, sigue negándose a creer que quiere a rayis, has caso a tu instinto hombre!
Síguela pronto (:
No te preocupes :D te entiendo yo salí mucho antes de la uni pero se que los finales de semestre son los peores :misery:. Me alegro mucho de que ya estés de vacaciones disfrútalas mucho :D y que bueno que te gustaron los capítulos :corre:
Andrea P. Jonas:)
Re: Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
Pamm Jonas escribió:Andy!! Holissss ya estoy por aquí!!
Woww q bueno q regresaste!!
No mr había podido pasar por como dos semanas!!
Esta genial la nove la amooooo!!!
Gracias por regresar!! Missed You!!!
¡¡Pamm!! que bueno tenerte de nuevo :ilusion: muchas gracias yo también ya extrañaba subir y por supuesto que a ti también :enamorado: de verdad no sabes como agradezco que estés aquí espero que esta nove te guste tanto como las anteriores :aah:
Andrea P. Jonas:)
Re: Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
jessnt escribió:hola soy jess!
soy nueva aca y me pase a leer esta nove y me encantoooooo la empiezo a seguir!!
kiero masssssss
¡¡Hola Jess!!
BIENVENIDA :canto:
Que bueno que te guste la nove, gracias por comentar :corre:
Andrea P. Jonas:)
Re: Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
Chicas no sé si no han visitado la nove o ya me abandonaron :xd: (espero que no :misery:) ya que tengo la necesidad de ya subirles algo les diré que ya se que hacer para compensarles tanto tiempo sin caps :D que es esto: por día estaré subiendo 3 caps que vendría siendo un tipo maratón y uno más que sería el cap del día :omg:y se preguntarán (o no, no sé :P) ¿por que demonios subirá tantos caps en un día? (ok tal vez no tan así como yo me lo preguntaría :fiu:) y la respuesta es que yo ya tengo medio más o menos el tiempo que me llevara subir la nove entera porque quiero que termine antes de que entre a la universidad (por el tema de que no tendré tiempo y ajam) y por eso son tantos capítulos para no a trazarme, en el futuro tal vez suba más maratones más largos, no sé, ya el tiempo lo dirá y pues ya termine mi discurso :calor:espero seguir contando con todas y si no pues lo entendre ;)las amodoro mucho y en un ratito subo los cap :corre::bye:
Andrea P. Jonas:)
Re: Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
Capitulo 13
Cuando _______ despertó otra vez, entornó los ojos. ¿Estaba en una cueva? Sí, y Cade estaba justo delante de ella, echando madera a un fuego nuevo, su espada yacía fácilmente a su alcance.
Frunció el ceño al notar que él tenía el torso desnudo, hasta que comprendió que su cabeza reposaba sobre la camisa apiñada de él. Cuando las llamas crecieron, las sombras comenzaron a arrastrarse por las oscuras paredes. La luz hizo destellar la amplia banda de oro sobre su enorme bíceps e hizo brillar sus orgullosos cuernos.
_______ siempre encontraba los cuernos de un demonio muy atractivos. Había peores vistas a la hora de levantarse.
Como si sintiera sus ojos sobre él, se dio la vuelta y le dirigió una sonrisa.
—Recuérdame no enojarte, bruja —dijo él, repitiendo las palabras de su primera noche en la tumba.
Hild, Tierney y Tera entraron luego, los brazos cargados con plátanos verdes y otra clase de fruta pequeña y redonda que olía como a melón.
—Mira quién despierta —dijo Tera, apartando de su cara su pelo castaño almendrado. Estaba tan enmarañado y enredado como _______ sabía que estaba el suyo.
Aunque los demás obviamente estaban tensos por el agotamiento y el hambre, ellos eran los típicos inmortales, olvidándose del pasado y mirando hacia adelante, animosamente regresando a sus vidas.
¿Alguna vez _______ poseería ese talento? Se sentía como si hubiera sido cogida por un tornado y dado un sinfín de vueltas.
—¿Qué pasó?
—Detonaste la tumba, fuiste secuestrada por un hombre lobo, luego te curaste tu misma —contestó Tera.
¿Curado? Sus heridas se habían ido, el vértigo y el agotamiento que ella había sufrido durante semanas... desaparecido. Lentamente la calma se fue mientras se sentaba contra una húmeda pared. Había ido desde la tumba a la cueva. Y ahora tenía que esperar alrededor de diez horas hasta el alba antes de que ella pudiera ver el sol otra vez.
Abrazó las rodillas contra su pecho e intentó dar sentido a todo lo que acababa de pasar. Todo lo que sabía era que tenía mucho que hacer.
Las preguntas la golpeaban duramente. ¿Cómo había volado ella la tumba entera? Sí, la demolición parecía ser su especialidad, pero la estructura había sido del tamaño de un pequeño estadio. Nunca antes había desatado aquella clase de poder.
Además reflexionó sobre si hubiera seguido atacando a MacRieve si Rydstrom no la hubiera detenido. ¿Y aún deseaba seguir intentando matarlo un poquito más?
Cuando levantó una mano hacia su cara y acarició sus heridas, se preguntó si se había curado completamente de todo el daño durante las últimas semanas.
—¿Estás segura de que me curé a mí misma?
Tera cabeceó.
—MacRieve dijo que estas vides te cubrieron y que te sanaste dentro de ellas.
—¿Vides?
—Todo pareció muy... Wicca-telúrico.
_______ nunca había sido capaz de curarse antes. Incluso no podía librarse de una resaca con cuatro Advil y una varita mágica prepago.
Desde luego, ella no había sido capaz de ver el futuro antes tampoco. Aunque justo antes del crepúsculo, se había despertado de un sueño inanimado, y de algún modo sabía que tendría que ir abajo. Finalmente había realizado ese clavado suicida, porque sabía que MacRieve había vuelto por fin. ¿Pero cómo?
—¿Dónde está MacRieve ahora?
Cade contestó:
—Rydstrom lo está interrogando.
—¿Notaste la mirada en los ojos del Lykae cuándo ella lo apuntaló? —dijo Tierney mientras le daba un mordisco a una fruta—. Él sabía que iba a matarlo. —Él miró con el ceño fruncido a _______—. Es difícil verte ahora y creer que eres quien destruyó la tumba. —Como los demás, Tierney la miraba, como si ella fuera una curiosidad, con una mezcla de admiración y cautela—. No estabas bromeando cuando dijiste que explotas cosas, ¿verdad?
—Déjenla sola. —Tera se sentó al lado de _______ y acarició su pelo enredado—. ¿No puedes distinguir que _______ está conmocionada por la batalla?
Conmocionada, confusa, y disgustada por cuan inmunda era ella. Podía oler el íncubo sobre ella y sabía que apestaría aún después de ser empapada en la lluvia torrencial. También se preguntaba cuál sería el plan ahora...
MacRieve y Rydstrom entraron en la cueva. Todo el mundo excepto _______ se puso en pie.
—¿Qué demonios está haciendo él aquí? —exigió Cade, su mano se disparó a la empuñadura de espada.
—Cade, hablaré contigo afuera —dijo Rydstrom, su tono decía que no soportaría ninguna discusión. Tan majestuoso—. Para todos ustedes. Tengo noticias de las que quiero hablar.
Tera puso cara de pocos amigos en dirección a MacRieve.
—¿Y MacRieve?
—Déjenlo.
—¿Qué si el Lykae intenta algo con _______? —preguntó Tierney.
Sin levantar la mirada, _______ contestó en un tono suave:
—Si el Lykae intenta algo con _______, ella terminará lo que empezó antes.
Rydstrom levantó las cejas ante esto, luego se volvió hacia la entrada de la cueva. Los demás lo siguieron de mala gana.
A solas con ella, MacRieve paseó la miraba furtivamente mientras murmuraba en gaélico. Ella entendía un poco de la lengua —su madre era un druida, después todo— y conocía bastantes palabrotas y el término para bruja para comprender a grandes rasgos lo que quería decir.
Sobre el refunfuño de MacRieve, ella podía oír la conversación de los demás afuera. Rydstrom comenzó explicando que pasaría si _______ no llegaba a su aquelarre antes de la luna llena y que a MacRieve se le había dado la tarea de escoltarla de regreso.
Los demás decidieron que ellos serían quienes velarían su regreso a casa por una miríada de motivos. Primero, planeaban matar a MacRieve sin demora y así no estaría disponible para el papel de escolta. En segundo lugar, ellos deseaban proteger a "la pequeña mortal", los arqueros, porque los tres la veían como una entre los fey, y Cade, porque, como él dijo:
—Tengo la puñetera sensación que debe ser así.
En aquel caso, Rydstrom quería que tuvieran piedad del Lykae para permitirle ser una espada extra. Lo necesitarían, razonó él, para proteger a _______ en el viaje a la civilización porque era más peligroso ahora que cuando había venido sola. Los ejércitos humanos se habían desplazado y planteaban una verdadera amenaza.
Pero los demás despreciaban a MacRieve, no podían confiar en él, y todos estaban de acuerdo con que "Nicholas el Amargo exactamente no jugaba bien con otros”.
¿Nicholas el Amargo? Cuan apropiado.
Ellos también convinieron que no conocían a un inmortal más brutal, despiadado y rastrero que Nicholas MacRieve.
MacRieve frunció el ceño en dirección de ellos, luego se giró, como si esperara que ella no hubiera oído eso. Él abrió su boca para hablar, pero la cerró. ¿Qué quería decirle? ¿Qué podría decir? Ah, mi error fue abandonarte a la tortura y al terror, y sé que nunca serás la misma otra vez, pero...
—Creí que serías capaz de escapar —dijo él finalmente—. Nunca tuve la intención de que quedaras atrapada tanto tiempo.
Ella lo ignoró, mirando fijamente a la pared lejana de la cueva.
—Y si no pude regresar más rápido fue porque también estaba atrapado en otro sitio. Sin ni siquiera alimento o agua.
Bueno. Cuando no le dio ningún signo de reconocimiento, su frustración se hizo palpable. Él pasó su nueva mano sobre su cara, pareciendo sorprendido al encontrarla restaurada. Luego, como si no pudiera detenerse a sí mismo, el realmente se sentó de golpe al lado de ella.
Estaban sentados allí a la luz de la lumbre. Enemigos. Él casi la había destruido. Ella casi lo había asesinado. Y por cualquier razón, este instante se sentía el momento más irreal de toda la enloquecida noche, porque ella reconoció que en algún nivel su presencia era... consoladora.
—Tienes que levantar esta maldición de mí, _______.
Ella finalmente lo encaró con las cejas levantadas.
—Lo hice.
—Aye, realmente la levantaste, pero sé que me hechizaste más de una vez.
Ella se presionó el puente de la nariz con el índice y el pulgar.
—¿De qué estás hablando?
—Ese día cuando nos besamos, me cautivaste. Lo has hecho así... de modo que yo sienta que tú eres mi compañera.
—¿Por qué piensas que he hecho eso? —preguntó ella, tratando de recordar esa noche nebulosa.
—Porque has mostrado que no eres nada tímida sobre probar hechizos en mí. Y la valquiria Nïx lo confirmó, ella también dijo que lo removerías de mí.
_______ tragó. Ella conocía a Nïx y confiaba en ella.
Él estudió su expresión.
—¿Niegas esto?
Quiéreme con la misma ferocidad con que yo te quiero... Apenas si pudo impedir que sus ojos se ensancharan. ¿Ah, Hekate, lo había hecho quererla? ¿De forma que él creyera que era su compañera? Ella enrojeció con aire de culpabilidad.
Entonces sus labios se separaron. La predicción.
Comenzó con el obligatorio "Esto vendrá a pasar... ", luego básicamente decía que si un guerrero inmortal reconocía a la Esperada como suya, él la llevaría lejos de la Casa de Brujas. Ninguna magia sería lo bastante fuerte para derrotar su abrazo sobre ella.
¿Era MacRieve el de la predicción?
¿Un inmortal? Comprobado. ¿Un guerrero? Comprobado. ¿Quién la había reconocido como su compañera? Maldición.
¿Podría haberlo causado ella con sus erráticos poderes? Aparentemente así era.
—Si no hiciste esto, entonces sólo niégalo. Jura por el Lore que no lo has hecho, y luego resolveremos lo que está pasando.
Ella no podía decir que lo había hecho, pero con seguridad tampoco podía negarlo rotundamente.
—Probablemente estás demasiado débil para quitar el segundo hechizo ahora mismo. Reconozco esto. Pero lo exijo por tu propio bien además. La necesidad de tratarte como mi compañera es fuerte en mí. Casi aplastante.
—¡Tienes que estar bromeando! —Ella gateó lejos de él, dirigiéndole una mirada horrorizada.
—No, no, no es broma. —Él levantó sus palmas cuando aún se alejaba de él.
—¡No tendría sexo contigo aunque fueras el último inmortal sobre la tierra!
Él frunció el ceño.
—Hay mucho más en ser un compañero que sólo eso.
Ella le dio dirigió una incrédula expresión.
—Sólo dime que lo quitarás después de que descanses. Entonces no tendré que explicar mis intenciones. —Él se puso de pie y comenzó a pasear otra vez—. No tendremos que hablarnos el uno al otro otra vez. Sé que lo deseas tanto como yo.
—No tienes ni idea.
—Soy tacaño en paciencia cuando no comprendo en absoluto las cosas. Entiendo que hayas pasado por un infierno, pero no tenía la intención de dañarte tan malamente. Tú en cambio sí lo intentaste conmigo. ¿Ahora, tengo que ponernos en una situación similar a la primera vez que retiraste el hechizo?
—¿Situación similar? —gritó ella—. ¿Cómo en dónde me provocaste el miedo de mi vida, luego liberaste esa maldita vid para causarme despiadadamente miedo? —¡El, bastardo insensible!—. MacRieve, espero haberte cautivado. Así podrías pudrirte deseando que fuera tuya.
Algo atemorizante destelló en sus ojos.
—Dices eso tan fácilmente porque no tienes ninguna idea del daño que ya has hecho con tus trucos.
—¿Como qué?
—Estuve a pulgadas de volver junto a mi verdadera compañera, para evitar su muerte, y confiaba que sería así. Pero a causa de que estaba tan herido y no podía regenerarme, me vi forzado a tomar una decisión que me costó el Hie. Por tu causa, _______, no pude salvar la vida de una joven inocente. Nunca la tendré, lo que quiere decir que me has robado su vida y la mía, la oportunidad de un futuro, una familia, o cualquier clase de existencia significativa.
_______ comprendió que en el exterior los demás se habían callado y probablemente escuchaban disimuladamente.
—¿Así que todavía estás contenta con seguir atormentándome con tu hechizo? ¡Ya no puedes hacerme más daño que cuándo perdí a mi compañera... no una, sino dos malditas veces!
La furia la bañó, y ella también se puso de pie.
—¿Y qué sobre cómo tú me hiciste daño? —preguntó ella en un bajo y enfurecido tono—. Día tras día me esforcé por yacer entre los putrefactos cadáveres del íncubo, donde he estado sin ver la luz del día durante tres semanas. Y cada vez que ellos me cogían en la oscuridad y me obligaban a tragar la sangre para mantenerme viva, soportaba eso imaginando como te lo haría pagar. —La mandíbula y los puños de Nick se apretaban a la par que aumentaba su cólera, pero ella estaba más allá de la preocupación—. ¡Me encerraste en ese vil lugar para morir sin echar una mirada hacia atrás y sólo regresaste porque querías algo de mí!
Él se acercó aún más, forzándola a estirar el cuello para estar a su altura.
—Me convenciste de que podías abrir la tumba, y creía que escaparías tarde o temprano. ¡Y no sabía que la cripta estuviera ocupada o que fueras una puñetera mortal! —Él le agarró los hombros.
Ella trató de soltarse de su apretón, pero él la sostuvo firme. ¡Dioses, ella quería lanzarlo a través de la cueva y con la misma fuerza que cuándo lo había apuntalado antes!
—¿En qué demonios pensabas para entrar en una competencia como el Hie? —Él le dio un empujón en los hombros—. Sabías en lo que te estabas metiendo, y aún así seguiste. ¡Podrías haber muerto! —rugió, sacudiéndola fuertemente.
Ella levantó las manos empujándolas contra su pecho; él voló a través de la caverna, como si lo hubieran estampado contra la lejana pared.
Cuando aterrizó, se veía tan sobrecogido como ella se sentía. MacRieve era como un pararrayos para sus poderes. Siempre que quería usarlos contra él, éstos funcionaban perfectamente.
Cuando él estuvo otra vez sobre sus pies, una expresión de pura amenaza torció su gesto, esto hizo que ella pensara que la mataría.
Su réplica, dado que ella había estado a punto de matarlo.
—¡Por lo mismo, MacRieve, también sabías muy bien en lo que te metías! —gritó ella—. ¡Así que deja de lloriquear sobre cualquier maldición que te haya puesto! Si entras en una competencia mortal contra una bruja, deberías esperar que usara las armas que me son propias.
Él la señaló, mientras abría y cerraba la boca, sabiendo que ella tenía razón.
—¡No me proponía que pasara esto! Arremetiste contra mí con malicia.
—¡Sólo cuándo estabas a punto de encerrarnos!
—¡Lo cual hice porque has puesto tu asqueroso hechizo sobre mí!
—Tal como tú no tuviste la intención de que fuera atrapada y que sufriera todas esas cosas horribles que pasé, yo no tuve la intención de que perdieras a tu compañera, eso no se lo desearía a nadie, ni siquiera a ti. Así que tienes muchas agallas para decir que mi pesadilla fue involuntaria, y luego culparme directamente de tus problemas. ¡Durante un período de tres semanas perdiste el Hie, y porque tú perdiste el Hie, perdiste a tu compañera, y en conclusión todo esto es mi culpa! Podrías tratar de culpar a la persona que en última instancia te derrotó, estoy segura que no lo hicieron correctamente. ¡O podrías tratar de culpar a la persona responsable de su muerte en primer lugar!
—Yo fui el responsable —rechinó él, sus ojos de repente tan tristes que la asombraron—. Yo. Y los dioses saben que lo fui. —Entonces salió fieramente de la cueva, golpeando a su muda audiencia fuera del camino.
Andrea P. Jonas:)
Re: Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
Capitulo 14
—¡Esa pequeña, estupida bruja! —Nick restalló cuando llegó a la meseta. ¿Quién se creía ella para gritarle así? ¿Y, jodidamente, lanzarlo a él?
Mientras Nick asestaba un puñetazo contra un árbol, Rydstrom apareció.
—¿Entonces te pusiste en su pellejo?
—¿Qué quieres?
—Decirte lo que hemos decidido hacer.
—¿Lo que ustedes han decidido? La bruja es mi carga.
Rydstrom lo ignoró.
—Hild comenzará el viaje esta noche, adentrándose en el conflicto. Él se moverá solo más rápidamente y será capaz de escabullirse de los ejércitos para conseguir la palabra a las facciones cuanto antes. Cade, Tera, Tierney, y yo viajaremos al este con ella y la devolveremos a los Estados.
Nick flexionó su sangrante puño.
—¿Y qué propones que haga yo?
—Queremos que te marches. Tu presencia obviamente la trastorna.
—Oh, aye, la pobre, muchachita, aquella que me sacudió como a una piedra dando tumbos. Quieres que me marche, y créeme, también lo quiero. Pero te olvidas, que es mi cabeza la que está en juego si ella no llega de una pieza. Considerando que esto acaba de convertirse en un juego de “protege a la mortal” a través de la selva, creo que me quedaré y me aseguraré de que ella viva.
—Tu trabajo ha terminado. Hild informará a todos que yo tomo toda la responsabilidad sobre _______. Si algo le pasa, es mi problema, no el tuyo. —Como Nick no se movió, Rydstrom dijo—: Creemos que si te quedas, se matarán el uno al otro.
Probablemente
—No puedo abandonarla hasta que ella deshaga la segunda maldición. Entiéndeme, no iré a ningún lado.
—Y estoy seguro de que estará encantada de hacer algo ahora que se lo has pedido. ¿Nicholas, en qué estabas pensando?
—En nada.
—Conoces a las mujeres mejor que esto.
—Conozco mujeres, no brujas. Y créeme, demonio, hay una diferencia.
—Nunca te he visto perder los estribos así. Y he visto tu ira muchísimas veces —dijo Rydstrom, su tono se volvió ensimismado—. Espero que estés seguro de que ella no es tu compañera reencarnada.
Nick se congeló. La idea había cruzado su mente, desde luego, pero había docenas de motivos para desechar tal pensamiento. Aunque...
—¿Por qué dices esto?
Rydstrom cojeó hasta un árbol caído y dejó caer su gigantesca forma sobre el tronco.
—¿Qué pasa si _______ no te encantó? Si aceptas la creencia de que nadie en el Lore encuentra a una segunda compañera, entonces la reencarnación es la única otra explicación que tienes para que creas en ella como tuya.
Nick sabía que la curiosidad de Rydstrom podría rivalizar con la de cualquier Lykae, y él disfrutaba solucionando misterios y planteando problemas. Rydstrom obviamente consideraba esta situación dentro de lo uno o lo otro, o en ambos. Adquirió ese aire analítico, tan contrario a su estado de demonio cuando perdía la razón, incluso peor que Nick en su forma de hombre lobo.
Y allí residía el problema con Rydstrom. Cuando él era demoníaco, realmente lo era.
Él continuó:
—Las reencarnaciones son extremadamente raras, cierto, pero existen.
—No, la bruja realmente me encantó —insistió Nick—. La pitonisa de las Valquirias ha confirmado mi presentimiento. Incluso me dijo que _______ tarde o temprano lo quitaría de mí.
—¿La valquiria pitonisa? —Las cejas de Rydstrom se unieron—. ¿No querrás decir Nïx? ¿Sabes como la llaman?
Nïx la Puñetera Chiflada.
—Lástima que una belleza como esa tenga los sesos blandos. ¿Por qué confiarías en una loca criatura con algo tan importante?
—Todos en los que confío en el mundo confían en ella —dijo Nick—. Eso es suficientemente bueno para mí. —¿Pero era esto, real? Maldición, Mariah y Mariketa, aparte de ser nombres fey similares y tener orejas puntiagudas, eran totalmente opuestas. Mariah había sido tan etéreo e inocente, la bruja tan sensual y taimada, y tan... valiente. No. _______ no podía ser ella. Simplemente era imposible.
Rydstrom estudió a Nick.
—No importaría ahora si _______ fuera ella de todos modos.
—¿Qué significa eso?
—La animosidad probablemente ya se ha convertido en odio. Y no hay nada como el candente odio como para que una hembra se desanime en aceptar a su compañero. Especialmente cuando no es de su especie. —Rydstrom ignoró el ceño fruncido de Nick y dijo—: Sólo me pregunto si la bruja realmente es capaz de lanzar un hechizo tan enmarañado sobre ti. Piensa en ello, no puede ser un sencillo hechizo de amor para provocar esta clase de reacción en ti.
Una cosa de la que Nick estaba sin lugar a dudas seguro era que él no la amaba. La deseaba, tenía fuertes impulsos por protegerla y llevarla a la cama. Dioses, como deseo llevarla a la cama.
Pero aún así no le agradaba ella. Lo cual era recíproco. Considerando que ella acababa de atacarlo. Dos veces.
—Aunque su poder es grande —siguió Rydstrom—, es volátil, y ella es torpe con la magia. Aún para hacerte esto, tendría que haber afectado el Instinto de Lykae en ti. Y no simplemente intentarlo. De algún modo tendría que haber engañado a una fuerza que ha sido afilada por más de cientos de miles de años. Entonces, dices que se las ingenió en esto, en vez de por casualidad hacerte explotar, lo que ella nos ha admitido hacer noventa y nueve veces de cien oportunidades. ¿Crees que podría haber quitado sólo un hechizo de ti esa noche, dejando el otro? ¿Y en su condición?
Nick sintió el sudor cayendo por su frente. ¿Qué si... qué si Mariketa la Esperada en realidad era... suya? ¿Su hembra, devuelta a él? Suya para reclamar, para proteger... para reclamar. Sintió una salvaje emoción ante la idea de poseerla y doblegarla fuertemente a su voluntad.
¿Qué si el destino finalmente se había compadecido de él después de todos esos desgraciados años?
Él sacudió su cabeza con fuerza.
—Mi capacidad de curar se ha agudizado con el tiempo, pero ella logró embrollar eso.
—¿Alguien le habrá enseñado el hechizo de la mortalidad, pero crees que le habrán enseñado a cómo afectar al Instinto Lykae? —dijo Rydstrom—. ¿Déjame preguntarte, no existe forma alguna en que puedas demostrar sin duda que ella es tuya?
Nick dudó en responder, luego refunfuñó:
—Si puedo preñarla con mi hijo.
—¿Estás jodidamente bromeando? —chasqueó Rydstrom, luego estrechando sus ojos, añadió—. ¡Es cierto! Recuerdo eso ahora.
Nick pasó la palma de su mano por su cuello.
—Puesto que encontramos la prueba que tú necesitas, sé lo que implica eso, un esfuerzo tan agradable que no puedo imaginarme.
—¡Ni siquiera te lo imagines, o te arrancaré la garganta!
Rydstrom levantó sus cejas.
—¿Así que si tú fueras yo, te guiarías por el Instinto, la tratarías como tuya durante posiblemente años hasta que estuvieras seguro?
—Si esto significa que conseguiré disfrutar de la curvilínea pelirroja en esa cueva por posiblemente años, entonces sí.
—¡Maldición, no hables puñeteramente así de ella!
Rydstrom le miró con una expresión que le dijo a Nick que eso demostraba su teoría. Otra vez.
—¿Y luego supón que tarde o temprano llegaré a la conclusión de que era un encantamiento? —preguntó Nick—. ¿Qué si después tanto tiempo, no puedo dejarla?
—¿Si tampoco ella pudiera dejarte, sería tan malo? —dijo Rydstrom—. Algunos hombres tomarían la felicidad donde la encontrasen. —Había algo parecido a la compasión en sus ojos. Rydstrom, también, llevaba mucho tiempo sin encontrar a su hembra demonio destinada—. Especialmente cuando no tienen absolutamente ninguna promesa de ella en ninguna parte. —Él se levantó para marcharse—. Sea lo que sea que hagas, toma una decisión sobre ella, Nicholas, de una u otra manera, y atente a ello.
—¿Me ayudarás con ella? ¿Aunque Cade la quiera? ¿Haces esto debido a una vieja amistad o para frustrarlo?
Si era lo último, Cade se lo merecía.
La relación entre los dos demonios era complicada. No sólo eran sus personalidades opuestas —si Rydstrom tomara un escalpelo para tratar un problema lo cortaría sistemáticamente, Cade en cambio tomaría un martillo y lo dejaría caer caóticamente— estaba también el asunto de la perdida de la corona de Rydstrom por parte de Cade.
Rydstrom contestó:
—¿Cualquiera sea la razón te beneficia, no es así?
—Cierto. —Si la historia de los demonios era complicada, la de Nick y Cade era conflictiva. Se parecían demasiado, ambos eran asesinos al servicio de reyes, líderes obligados por la fortuna a seguir a otro. Nick seguía a Lachlain porque era como un hermano y era digno de servir. Cade seguía a Rydstrom porque, desde su propia perspectiva violenta y equivocada, se afanaba en compensar la pérdida—. ¿Así que cuál es?
—Mi hermano cree que desea a _______ porque es hermosa...
—¿La encontró así cuando estaba en ese estado de bruja sedienta de sangre, estrangulándome? —gruñó Nick—. O cuando explotó aquella tumba y a todos sus inquilinos.
—La muchacha meramente hacía su trabajo en el último caso.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Las brujas son mercenarias, esto sólo es un hecho de la vida, y creo que el íncubo quería que ella los matara. Creo que por eso es que la sacudían cuando ella estaba inconsciente fuera de la entrada y por qué trataban de darle ese tocado de oro. Querían pagarle. Desesperadamente.
Pagarle con piezas de oro que Nick actualmente tenía en su mochila.
—De todos modos, Cade probablemente piensa que es hermosa en ese estado. A diferencia de ti, le gusta ese algo peligroso en ella y que tenga el potencial para causar una grave destrucción. Aún así ella no es para él. Cade ya ha visto a la hembra que será suya, aún está en fase de negación. La historia es larga, pero basta decir que la primera vez que la espió, perdió la capacidad del habla por algunos momentos.
—Cade usará a la bruja sólo para vengarse de mí —dijo Nick.
Hace setecientos años, Cade había decidido intentar ligar con una bonita moza de taberna. Había estado esperanzado. En cambio, ella había avanzado inexorablemente hacia la cama de Nick. Después de una noche de bebida, Nick no había recordado que ella era la susodicha camarera.
En un tono seco, Rydstrom dijo:
—Sí, naturalmente lo intentará. Obviamente no hay ningún otro incentivo para querer a _______. —Antes de girarse para marcharse, dijo—: Recuerda tomar una decisión. Empezarás cosas con ella que difícilmente se olvidan. Y algo me dice que tu bruja no es de la clase que toleran la indecisión de un Lykae, uno que no pueda decidir si la quiere o no.
Cuando Nick estuvo solo una vez más, percibió el latido de su corazón. ¿Podría él entregarse al Instinto? ¿Dejar que su cuerpo y alma lo guiaran, ignorando lo que su mente le decía?
¿Podía ignorar su pasado con la especie de _______?
¿Qué si no estaba contemplando entregar su voluntad a la bruja, sino simplemente investigando cada posibilidad cuando había esperado incansablemente durante dieciocho décadas? Aparte de la predicción de Nïx sobre el Hie, esto era la más prometedora pista que nunca había tenido.
Sus cejas se juntaron cuando recordó exactamente lo que la Valquiria le había dicho “Por el Hie, tendrás a tu compañera”. No, que su compañera le sería devuelta o que Nick la recuperaría. Y nunca en realidad dijo que _______ le había echado un encantamiento... sólo que se lo quitaría.
Nick tragó. Era... posible.
Demonios, Rydstrom podría tener razón, podría ser muy tarde. ¿Qué si había hecho demasiado daño?
No, Nick sabía que las hembras podían ser criaturas propensas a perdonar. Lachlain había admitido a Nick que en los días enloquecidos después de que se había liberado de la tortura, había tratado mal a Emma, y ella fue capaz de perdonarle.
Desde luego Lachlain nunca había sepultado a Emma.
Pero Nick tenía que creer que _______ podía ser engatusada a dejar atrás el pasado. Después de todo, no era inmune a él, o no lo había sido durante su primer encuentro. Cuando recordó la respuesta de su cuerpo, en cuan mojada había estado, en cómo sus caderas se movieron en su mano, él siseó un juramento y se dio golpecitos en el frente de sus vaqueros.
¿Así que cómo explotar la debilidad de ella? Él estaba profundamente desentrenado en la práctica del cortejo. Desde la muerte de Mariah, su única interacción con hembras disponibles había sido una mofa si ellas hubieran tenido el valor para acercarse a él. Aunque había solido ser llamado “encantador” por hembras. ¿No lo era él? Apenas si podía recordar mujeres antes de Mariah.
El sentido de urgencia que lo azotaba constantemente durante estos largos años ahora se había redoblado. No podía albergar en su mente la idea de que existiera siquiera la posibilidad más remota de que su compañera estuviera a menos de una milla de él, aunque fuera en la forma de un enemigo que lo quería muerto.
Ahora que tenía su fuerza de regreso después de semanas de debilidad, quería correr en la noche, pero nunca se apartaría lejos del premio que tenía la intención de tomar. En cambio, subió al pico de la montaña, inspeccionando el área circundante.
Desde esta ventajosa posición, espió río tras río desplegándose hacia el este, luego captó la esencia de agua salada. La costa beliceña no estaba demasiado lejos en aquella dirección. Al oeste, él podía ver humanos afanándose invadiendo la tierra como hormigas, continuando la siembra del campo con minas.
_______ definitivamente tenía que viajar al este. Nick era capaz de sobrevivir a la explosión de una mina, pero sabía que no podía arriesgar a un mortal dentro del radio de una milla, una mortal que posiblemente era suya. El viaje sería más largo, pero demostraría ser más seguro para ella al final.
A no ser que no lo lograran antes de la luna llena...
Él inmediatamente sofocó ese pensamiento. No, alcanzarían la costa antes del viernes.
Directamente debajo de él yacía el lugar de la explosión, recordándole lo que _______ era y el poder que poseía, llenándolo de dudas con respecto a ella. ¿Incluso si daba por cierto que era su compañera, podría aceptar a una bruja como suya? ¿Presentarla al clan como su hembra?
Otra vez él se imaginó sus estremecimientos y su abandono bajo él, y su cuerpo se aceleró por ella.
Maldición imagina algo más.
A unas millas lejos del nuevo cráter, Nick espió la hilera de vehículos arruinados. Las pertenencias de ella probablemente aún estarían dentro de estos. Y en su presente situación, aún la comodidad más pequeña sería atesorada.
Podría salir esa noche, recuperar sus cosas, y cazar para ella. Podría usar su fuerza y habilidad para proveer para una hembra, una hembra que lo necesitaba. La idea lo hizo temblar con anticipación.
Proteger. Proveer.
El Instinto lo dirigía una vez más. Listo a obedecer, Nick se sumergió en la selva.
Durante la siguiente hora, cazó bajo la intermitente lluvia, recorriendo la ladera de la montaña y los ríos con una ferocidad renovada. Por fin, después de una vida de espera, hacía lo que había nacido para hacer, y quiso aullar al cielo con satisfacción.
Sí, Nick sabía que todo esto podría ser falso. Con su cuerpo y alma, sentía una cosa, aún cuando su mente temía la verdad. Pero por mucho tiempo, no había conocido nada más que miseria y el anhelo.
Incluso Mariah habría entendido que la atracción de la bruja era demasiado fuerte para resistírsele...
Las nubes se apartaron, revelando la luna creciente. Levantó el rostro a la luz que controlaba a los de su especie, y el poder de ésta lo llenó de temor, tal como había hecho todos sus años. Aún ahora la luna provocaba tanto temor y ansía guerreando en su interior.
Cuando bajó el rostro, estrechó sus ojos en dirección de _______.
Si ella realmente le perteneciera... la bruja haría bien en temer lo que era.
Andrea P. Jonas:)
Re: Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
Capitulo 15
Después que Hild se marchara, claramente reacio en dejar a Tera, aunque ella parecía ser inconsciente de su atracción, los cinco restantes comieron tanta fruta sin madurar como pudieron tolerar, y tomaron sus lugares alrededor del fuego para el reparto.
Cade se había trasladado a dormir al lado de _______, y ella estaba de acuerdo, pero Rydstrom había dicho algo cortante en Demonish que hizo que Cade entrara ceñudo a la cueva, y luego se apartara de ella.
Cuando los demás se dispersaron para dormir uno por uno, _______ permaneció del todo despierta, además de helada y hambrienta. Aunque estuvieran en una selva, esta cueva se ubicaba en la elevación más alta. El aire nocturno en el interior era húmedo y fresco, y su largo cabello aún no se había secado.
Rydstrom también permaneció despierto, y después de echar más madera al fuego, cojeó hacia donde ella yacía.
—¿Cómo está tu pierna? —preguntó ella.
—Curándose rápidamente.
—Me alegra oírlo —dijo, recordando otra vez todo lo que había hecho por ella—. Escucha, Rydstrom, gracias por ayudarme esta noche. Por toda tu ayuda.
—No fue nada. —Cuando se sentó a su lado, su atención vagó hacia los cuernos dañados de él. Uno tenía un trozo astillado, y al otro le faltaban cuatro pulgadas desde el extremo.
El primer, y único novio a largo plazo de _______, Acton, había sido un demonio de tormenta. Después de salir con él durante años, sabía cuán importante eran los cuernos para un demonio macho. Incluso las hembras eran vanidosas con sus diminutos y suaves cuernos que parecían más bien lindos accesorios de pelo.
Y los demonios de furia, cuando sus cuernos estaban erectos y afilados, las puntas segregaban un veneno mortal. Su clase no siempre conseguía saltar desde atrás. Perder un extremo sería un impedimento para un guerrero.
—¿Qué pasó aquí? —Ella apenas se impidió extender la mano y rozar con su dedo sobre este, eso habría sido totalmente tabú—. ¿Dolió?
—Como el infierno. Luché un poco cuando era más joven.
—Apuesto que fue con Cade.
Él negó con la cabeza.
—No vivimos en la misma casa al crecer. El heredero siempre es separado de los demás.
Eso explicaría las diferencias en sus acentos y portes.
En una obvia tentativa de cambiar de tema, él dijo:
—Sabes, algo me impactó curiosamente esta noche.
—¿Sólo una cosa te impactó curiosamente?
Él levantó una ceja, luego continuó;
—Antes, cuando mencioné que le había dicho al Lykae que nos dejara, creía que estarías más contenta. —¿Por qué estaba Rydstrom estudiando su reacción así?
—Estuve sumamente contenta. —Completamente—. De buena me libré.
—Si no lo supiera, pensaría que incluso ahora deseas que él hubiera vuelto.
—Ah, pero tú realmente lo sabes. MacRieve está rabioso, y necesita que lo pongan en su lugar. Aunque tal vez no debería decir nada malo de él ya que obviamente son amigos. Lo salvaste esta noche, de mí.
—Lo hice también por ti. No quería que te arrepintieras de tomar su cabeza.
—Soy una bruja, estoy segura que habría encontrado un modo de continuar. —Ella inclinó su cabeza hacia él—. Y en verdad diste la cara por MacRieve ante los demás.
Asintió.
—Nicholas y yo luchamos juntos muchos años. Y en una batalla salvó la vida de mi hermana más joven.
—¿MacRieve? —Ante el grave asentimiento de Rydstrom, ella preguntó—: ¿Entonces cómo pudo atraparte en primer lugar?
Rydstrom se encogió de hombros.
—Creo que sintió una pizca de sobresalto al verme dentro, pero francamente, yo le habría hecho lo mismo. Era una competición, y él deseaba desesperadamente esa llave.
En un tono indiferente, ella dijo:
—Supongo que debió haber amado muchísimo a su compañera.
—No puedo asegurarlo. Nunca tuve la oportunidad de verlos a Mariah y él juntos. Sólo estuvieron juntos durante unas semanas antes de que ella muriera.
—¿Mariah? ¿Era fey?
—Sí. Una princesa de los fey. Muy hermosa, según todas las historias.
¿Princesa? Pensó _______, pasando una mano por su enmarañado cabello. ¿Hermosa?
Desconcertada. Pero su aspecto de Pig Pen(Personaje de la tira cómica, "Peanuts”. Este amigo de Charlie Brown, se caracteriza por ser sucio, su cabello desordenado y andar siempre desastroso con su estilo grunge.) la molestó aún más que un momento antes. Su mano se detuvo cuando Rydstrom la estudió socarronamente.
—¿Cómo murió ella?
—Escuché que fue un accidente en los bosques.
—¿Entonces qué quiso decir él cuando dijo que era responsable de su muerte?
—Estaba con ella y se culpa a sí mismo.
—Hay más hechos en esa historia que eso.
—Lo siento, _______, pero no es mi historia para contarla. Y lamentablemente, no puedo recomendar que le preguntes sobre eso tampoco.
—Ah. Bien, no es como si fuera a permanecer despierta todas las noches pensando en eso.
—¿No? Pareces sentir curiosidad por él.
—Es mi enemigo. Es una buena idea aprender sobre él.
—Tienes razón, desde luego. Contestaré cualquier pregunta que pueda.
Ella vaciló, luego no pudo evitar preguntar:
—¿Qué hace por lo general cuando no está luchando por algo?
—Una vez fue jovial, pero siempre hacía su propio camino. Desde la muerte de su compañera, ha estado muriendo lentamente, volviéndose frío e indiferente. Incluso, unos dicen que ha enloquecido. Admitiré que puede ser brusco, diciendo exactamente lo que piensa, pero los demás se equivocaron esta noche, nunca ha sido innecesariamente cruel.
—¿Por qué odia tanto a las brujas?
—No sé los hechos concretos, pero creo que su familia fue herida por una de algún modo. Además, todo Lykae desconfía de las brujas. Y creo que instintivamente las temen un poco.
—No puedo ver a MacRieve temiendo algo.
—Cierto, él siempre está en la primera línea de combate en una batalla, es el primero en encontrar al enemigo. Pero con tu clase... —Él se calmó y bajo la voz—. Lo he visto inconscientemente cruzar la calle para mantenerse lejos de una adivina. Fue totalmente inconsciente de eso.
—¡No puede ser! —Cuando alguien masculló dormido, suavizó su tono de voz para decir—: Entonces mi ataque de esta noche debió de desconcertarlo completamente, nunca mejor dicho.
Él sonrió abiertamente, mostrando sus dientes aún blancos y cortos colmillos.
—Sí, pero eso es una cosa sobre Nicholas, lo supera bastante pronto.
Cuando ella meditó lo que había aprendido, Rydstrom dijo:
—Hay una cosa que debes recordar si alguna vez tropiezas con él u otro Lykae. Si quieres la clave para entenderlos, entiende que realmente son como lobos. Si estás a su alrededor lo suficiente, podrás verlo claramente.
—¿Qué quieres decir?
—¿Alguna vez has escuchado algo del Instinto Lykae?
Ella asintió.
—Ellos tienen un espíritu de lobo dentro de ellos o algo así. Los hace aullar a la luna, morder a sus compañeras de cama, rasguñar de manera poco apropiada, bla, bla...
Él parecía, por alguna razón, contento por su impertinente respuesta.
—Es un poco más complicado que eso. Pero hablaremos más mañana. —Él se acostó a su lado y cerró los ojos—. Intenta dormir. El próximo viaje será arduo...
Horas más tarde, _______ aún estaba despierta, más hambrienta y ahora temblorosa. Aunque fuera abyectamente miserable, pensaba que dormiría por alguna...
—Ven a mí —escuchó desde la distancia.
Se puso de pie enseguida, entrecerrando los ojos a las sombras. En la entrada de la cueva, calientes ojos ámbar brillaban en la oscuridad. ¡Él había vuelto!
—Ah, así que te excita mi regreso —murmuró él—. Tu corazón se acelera ante el sonido de mi voz.
¡Qué cara!
—Sólo porque estoy impaciente por lanzarte contra algo más. Eso nunca me hartará.
—Tienes frío y aún estás empapada.
—Nada se te escapa.
—Tengo algo de comer para ti.
El pensamiento de más paquetes de gel o plátanos verdes, casi le hace sentir náuseas, pero entonces el olor de algo cocinado, algo divino, la asaltó.
—¿Qué es ese olor? —preguntó ella mientras los demás se despertaban uno a uno.
—Comida para ti, _______ —contestó él—. Un banquete. —A un lado de su posición en el extremo de la cueva, ella vislumbró algo parecido a pescado asado a la parrilla y cangrejo, así como una especie de carne tostada colocada sobre un suave ijar de madera. Suculentas frutas se apilaban en abundancia, sin un plátano verde entre ellos.
Con la boca hecha agua, Rydstrom murmuró:
—Creo que tu Lykae intenta impresionarte. Lo que no puede tomar, lo tentará.
—Cierra la boca, demonio —dijo ella, y él le dirigió una media sonrisa.
—Hay alimento suficiente para todos, y negociaré por ello —dijo MacRieve.
—¿Qué quieres? —preguntó Tera, frotándose los ojos.
—Como probablemente habrás escuchado por casualidad, parece que la pequeña bruja podría haber echado más que un hechizo sobre mí, un hechizo que me hace pensar en ella como mi compañera. Así que no la dejaré fuera de mi vista, yo seré su acompañante en su viaje por la selva y lucharé contra quien intente interponerse en mi camino. Cuando arregle mis planes para ella y ella esté de acuerdo, ustedes lo respetarán también. Ninguna interferencia.
—¿Qué planeas para mí? —exigió _______, cruzando los brazos sobre su pecho.
—Tienes tres opciones, _______. Primero, niega que hayas lanzado el hechizo. Segundo, admite la verdad y quítalo. O tercero, mientras que dure nuestra aventura harás un voto de no usar magia cerca, o en mí, otra vez y te prepararás a ti misma para tener un compañero.
—¿Qué significa eso exactamente?
—En pocas palabras, proporcionaré alimento para ti, te protegeré, y tú harás lo que te diga. —Cuando ella chisporroteó, le dijo—: Creo que una vez que hayas experimentado el gusto de tener a un avasallador, dominante Lykae, ordenándote lo que sea necesario querrás deshacerte de mí.
—¡Ya quiero deshacerme de ti! —gritó ella—. Elegiría a un enloquecido íncubo antes que ti, y lo recibiría con una alegre sonrisa y lo besaría.
—Auch, eso duele, brujita —dijo él, no pareciendo para nada herido.
—Incluso aunque haya hecho todo de lo que me acusas, no sé revertirlo. Has visto directamente el poco control que tengo sobre mis poderes.
—La necesidad es la madre de la invención. Si me enfermas al estar tan cerca de mí, estoy seguro de que te figuraras por qué. O simplemente puedes negar que lo hayas hecho.
—_______, sólo dile que no lo hiciste —dijo Tera.
¡Ella no podía!
—No creo haberlo hecho. Pero yo... no puedo realizar un voto sobre eso.
—Entonces tienes sólo otras dos opciones. Decide. —A Rydstrom le dijo—: Ganas un festín y otro macho para protegerte, si no interfieres cuando te trate como suya.
_______ recorrió con la mirada la cueva. ¡Lo estaban considerando! Todos excepto Cade, que tenía una calculadora e inquietante mirada en sus ojos.
—Tu gente se ha vuelto loca. Lo desprecio. —Ella encontró la mirada de MacRieve y exclamó—: Si piensas que dormiré contigo, estás chiflado, trastornado.
—No tengo ninguna necesidad de obligarte a dormir conmigo —interrumpió él, en tono muy satisfecho—. No es parte de este trato.
—Nunca estaré de acuerdo con esto. Nunca...
—Antes de que decidas —interrumpió MacRieve—, entérate que si tú fueras mi compañera me aseguraría que tuvieras lo que sea que necesitaras para estar cómoda. —Sus labios se separaron cuando él tiró del bolso de ella desde detrás suyo y empezó a rebuscar en él—. Como tu cepillo de dientes. —Sostuvo en alto su cepillo de dientes rosado.
¿Él había recuperado sus cosas del coche? Y se entretuvo husmeando entre sus pertenencias.
Ella había visto la ferocidad de MacRieve, y ahora conseguía un buen vistazo de su lado astuto, de su lado juguetón. Podía ver lo que Rydstrom había estado hablando. MacRieve parecía... lobuno.
Entonces recordó lo que tenía en su bolso. Ah, gran Hekate. El temor se instaló en el hueco de su estómago. _______ tenía cosas privadas allí, puñeteras cosas del tipo personales que llevas en un bolso. Como un tubo de pintalabios que no lo era realmente.
—O esto. —Él descuidadamente dio golpecitos en sus parches de control natal—. No tengo idea de qué hace esto, pero reconozco que las personas que usan parches sea cual sea el motivo podrían estar impacientes por uno nuevo. —Él mostró su iPod después—. A mi parecer las hembras de tu edad no pueden pasar mucho tiempo sin escuchar música o se vuelven irracionales e imposibles de tratar. ¿Y cuánto tiempo es para ti, entonces? —Él sacó una botella con etiqueta azul y la sacudió—. Tenías varias botellas de Orangina en tu Jeep. Debe gustarte, ¿no?
¡No el Orangina! Su boca salivo aún más.
—Y aquí está tu trozo de oro Maya el cual probablemente deseas conservar. —Él sostuvo en alto el pesado tocado. Bellísimo.
Ella vagamente recordaba haberlo visto en la mano cercenada de un íncubo, como si se lo ofreciera, pero había creído que esa pieza se había perdido en aquel cráter. Si MacRieve le entregara el tocado del íncubo, sería su primer pago como una mercenaria mística.
¡No, resístete! ¿Actuar como su compañera? ¿Seguir sus órdenes? Ella podría resistir la tentación del alimento y el Orangina. Aún podría resistirse al oro, pero allí estaba él socavando sus fuerzas una vez más.
Y lo encontraría. Pero quizás no reconociera lo que era...
—Y tu lápiz de labios —dijo él con un malicioso brillo en sus ojos. Ah, no, él lo sabía, y estaba jugando con ella. ¡Iba morirse de mortificación!
Su rostro se puso caliente cuando él añadió:
—Debes estar necesariamente dolorida por esto después de tres semanas sin él.
Jugando conmigo...
—Devuélveme mis cosas —dijo ella entre dientes—. ¡Ahora!
—Ven a mí, acepta mis planes, y lo haré. Tomará hasta el viernes alcanzar la civilización. Hasta entonces, te trataré como mía.
Alimento, ropa seca, un cepillo de dientes, ausencia de la abrasadora humillación...
—Un día —contestó ella.
Con voz firme, él repitió:
—Hasta el viernes.
Mientras dudaba largo tiempo, la actitud de él parecía desinteresada y distante, como si simplemente le diera igual que ella dijera que no. Pero cuando lo estudió minuciosamente mientras él esperaba, descubrió algo más.
Nicholas MacRieve retenía el aliento.
Si usaba magia contra él o no, no era importante en este intercambio. Por alguna razón, él quería ese maldito arreglo. Ella podía usar eso.
Cuándo se obligó a empezar caminar, Cade le preguntó:
—¿No estarás de acuerdo con esto? ¿Dormir con él por un poco de pescado? Si es ese el caso, espera media hora por mí hasta que regrese con mi pesca.
—He dicho que el sexo no forma parte de este trato —chirrió MacRieve—. Así que, Cade, ¿por qué negociaría para conseguir a una hembra en mi cama cuándo apenas puedo mantenerlas fuera de ella?
_______ levantó las cejas, siendo consciente de que ella sólo captaba la superficie de esta conversación. También sentía que Cade sencillamente esperaba la oportunidad para atacar.
Cuando ella se dirigió hacia MacRieve, él guardó sus cosas en su bolso y con aire de suficiencia acarició la tierra a su lado. Ella se sentó bruscamente más lejos de lo indicado, pero él simplemente la arrastró más cerca.
—Ella ha aceptado su parte —les dijo él a los demás mientras daba a _______ una amplia hoja cubierta con el pescado asado—. Aceptan que no interferirán en nuestro viaje. —Un rico aguacate cortado en rodadas siguió después.
—_______, no tienes que hacer esto —dijo Tera, a pesar de que miraba fijamente la comida.
_______ alzó la barbilla.
—No. Lo haré. Si sobreviví a algo tan desagradable como al confinamiento con el íncubo, debo ser capaz de aguantar incluso a un Lykae por un par de días.
Tierney dijo:
—Bien, no espero una invitación impresa. —Cuando él y Tera atacaron el ofrecimiento, Cade cruzó de un salto la cueva, viéndose sanguinario.
—Me vengaré de esto —le susurró _______ a MacRieve—. No tengo que usar la magia para hacerte lamentar el tratar de humillarme.
—Creí que el “tubo de lápiz de labios” podría persuadirte. Y ni siquiera tengo que conectarlo.
Sus mejillas ardieron de nuevo.
—¿Ya has terminado?
—No puedo decirlo. —Cuando el tiempo pasó, él se inclinó cerca del oído de ella para murmurar:
—Después de que comas, voy a disfrutar dándote un agradable y largo baño...
:twisted:
Andrea P. Jonas:)
Re: Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
Capitulo 16 (cap de hoy)
—Aún no entiendo por qué no podíamos dormir en esa cueva —dijo _______ mientras MacRieve la sacaba para adentrarse en la noche.
—Porque mi cueva es mejor que la suya.
—¿Lo sabes, o te lo imaginas? —La lluvia, el alboroto de las cigarras y las ranas resonando en la maleza circundante la forzaron a levantar la voz—. ¿Está lejos? —Cuándo él sacudió la cabeza, ella dijo—: ¿Entonces por qué tenemos que ir de la mano por la selva? Parece que por este sendero pasó un tractor averiado.
—Regresé por este camino mientras comías para asegurarme que estuviera despejado. También traje tus cosas —dijo mientras la llevaba hacia la entrada de una cueva iluminada.
Cuando cruzaron el umbral, unas alas se agitaron ruidosamente en las sombras antes de volver a calmarse. En el interior, un fuego ardía. Al lado de este, vio que él había desempaquetado algunas de sus cosas, y había arreglado un camastro.
—Bien, nadie puede decir que seas pesimista, MacRieve. —Dijo separando con fuerza su mano de la de él—. Aunque llamarte mentiroso sería más adecuado.
Él simplemente se apoyó contra la pared, pareciendo complacido al verla explorar por sí misma. Ella había leído sobre esta parte de Guatemala y sabía que aquí las cavernas de caliza se extendían por debajo de la tierra como una enorme red.
Sobre ellos se elevaba un techo abovedado del que colgaban estalactitas.
—¿Qué tiene esta cueva de especial?
—La mía tiene murciélagos.
Ella bufó:
—Si me pego a ti, conseguiré sólo lo mejor.
—Los murciélagos significan menos mosquitos. Y también hay una bañera para que disfrutes. —Dijo mientras hacía gestos con sus manos para dirigir su atención al área más profunda del interior. Una corriente subterránea con una playa arenosa serpenteaba por la caverna. Los ojos de ella se ensancharon. Una pequeña piscina se ubicaba a un lado, no mucho más grande que un jacuzzi extra grande, y alineados a lo largo del borde estaba sus artículos de aseo, su manopla, y su toalla. Su bolso, lleno con toda su ropa limpia, estaba justo al lado.
_______ gritó al verla, doblándose para dar un tirón a sus cordones. Liberada de sus botas, dio un saltito hacia adelante sobre un pie para quitarse uno de los calcetines y luego hizo lo mismo con el otro. No se detuvo en ningún momento hasta que estuvo a punto de desabrochar sus pantalones cortos.
Echándole un vistazo se le encontró mirándola con un destello de expectativa en los ojos.
—Te marcharás, desde luego.
—O podría ayudarte.
—He practicado un poco lo de bañarme por mi misma antes y no creo que vaya a tropezar en el camino.
—Pero estás cansada. ¿Por qué no me dejas ayudarte? Ahora que tengo dos manos otra vez, estoy impaciente por usarlas.
—O me das intimidad o no me baño.
—Muy bien. —Él se encogió de hombros—. Me marcharé, porque prescindir del baño no es una opción. Llámame si me necesitas.
Demasiado fácil. Sabía que él había capitulado con demasiada facilidad, pero la llamada del agua era irresistible. Se desnudó, lanzando los pantalones cortos, la ropa interior, la camiseta sin mangas, y el usado parche a una pila destinada a ser echada al fuego más tarde. Luego entró en el agua, y gimió con alegría.
El agua no estaba caliente, pero estaba tibia y se sentía deliciosa contra el húmedo aire de la cueva. Se zambulló para luego nadar hasta el borde. Él había pensado en todo, cepillo de dientes, dentífrico, champú y acondicionador. Cogió su cepillo de dientes y se cepilló cuidadosamente cada diente.
Después vertió jabón líquido en su manopla y la restregó sobre cada pulgada de su cuerpo. Acababa de terminar de lavarse por segunda vez y de aclararse el pelo cuando MacRieve se acercó, con los pies desnudos, sin llevar nada más que un par de vaqueros y el medallón colgando del cuello.
Ella se sumergió bruscamente hasta que el agua le llegó al cuello.
—¡Dijiste que me darías intimidad! —farfulló ella—. Lo prometiste. —En ningún caso se consideraba una persona tímida, pero no veía ninguna razón de tentarlo con los bienes que nunca conseguiría.
—Aye, y mantuve mi promesa. —A la luz del fuego, vio que su pecho era macizo, esculpido, espolvoreado con cabellos de oro contra su piel bronceada—. No hay forma en que los demás sean capaces de verte.
—Sabes muy bien que me refería a ti.
Frunció el ceño, como si ella hubiera dicho una tontería.
—Los compañeros tienen un concepto diferente de intimidad —dijo él, despojándose lentamente de los vaqueros, dejando a su espectacular cuerpo completamente sin ropas.
Sin habla, ella era incapaz de hacer algo salvo contemplar la extensión de piel y los abultados músculos. Su mirada bajó aún más, pasando del esculpido torso al rastro de pelo más oscuro que bajaba por su ombligo. Aún aturdida, ella buscó sus ojos tras haber visto su enorme erección.
Había sentido cuán grande era pero aún no estaba preparada para atestiguar su tamaño. Con cada segundo que se quedaba con la boca abierta, su pene se ponía más duro, hinchándose ante sus ojos. La respiración de él se hizo más rápida, aún más porque ella parecía no poder apartar la mirada.
La ancha cabeza que una vez había acariciado brevemente se puso resbaladiza, y su vista provocó una contracción de respuesta entre sus muslos, tan potente que casi lanzó un grito...
Sabía lo que estaba pasando, sufría el fenómeno inmortal de sobre estimulación.
La transición de mortal a inmortal era un momento de incómoda adaptación. La vista y el sentido del olfato mejoraban exponencialmente, e incluso la conciencia táctil aumentaba, pero llevaba tiempo para los mortales transformados acostumbrarse a la diferencia.
En resumen, sus sentidos la bombardeaban, y eso era un problema.
Porque sentidos sobrehumanos significaban lujuria sobrehumana.
—Dioses, _______ —dijo él con voz áspera—, puedo sentir tus ojos en mí.
Finalmente se obligó a sí misma a arrastrar la mirada lejos. Tan pronto como le dio la espalda, oyó que él entraba en el agua. Con un grito ahogado, se lanzó a un lado para salir, pero él la agarró de un brazo, pasando el otro alrededor de su cintura.
—¡Déjame ir! —exigió, luchando contra él, brevemente atontada por la dureza que se mecía dándole golpecitos.
—Disfruto con tu contoneo, pero no tanto con tus puntapiés. ¡Ach, cuida de no golpearme en los testículos! ¡Ambos vamos a necesitarlos en buen funcionamiento!
—¡Escoria! ¡Bastardo, deja de pincharme con... con eso!
—Continúa retorciéndote, bruja, y ni siquiera seré capaz de retener mis caderas.
Se congeló, sin aliento y entendió que no podía luchar contra él de todos modos. Él también respiraba con fuerza, pero no por el esfuerzo. Ella sentía su aliento caliente en el cuello y en el oído y tembló consiguiendo que sus pezones se endurecieran contra el brazo de él.
—¿Necesitas mi ayuda con esto, a pesar de no querer admitirlo?
—¿Crees que no puedo asearme?
—Te has cepillado los dientes durante unos buenos diez minutos, y te has lavado el pelo dos veces y probablemente lo harás una vez más para asegurarte así que seguro que tienes los brazos cansados.
—¡No lo están! —Lo estaban—. Estoy bien.
—¿Ah? Entonces déjame ver tus manos. —Ella puso los ojos en blanco y levantó sus manos. Ante el chasquido de él, ella bajó la mirada. ¡Sus uñas estaban sucias! Su cara enrojeció rabiosamente. ¡Maldito!
Cuando la hizo darse la vuelta, ella cubrió sus pechos con un brazo. Fulminando al techo con la mirada, permitió que él la lavara una mano a la vez. Usando la espuma, masajeó cada dedo desde la base hasta la punta.
Sus párpados comenzaron a ponerse pesados cuando él firmemente presionó sus pulgares en sus palmas, primero en una y luego en la otra.
—Tus manos son tan pequeñas —dijo él, su voz agradablemente baja y ronca—. Pero bellas. —Ella apenas si sofocó un temblor.
Finalmente le dejó ir, y de manera desconcertante, ella se tambaleó. Una vez que abrió los ojos, reunió la suficiente energía para arremeter de nuevo contra él, pero se encontró con él raspando la garra de su pulgar contra la piedra caliza.
—¿Qué estás haciendo?
—Quitándole el filo. Dame esas pequeñas manos otra vez. —Masajeó hasta que el ánimo de luchar se esfumó. Cuando con cuidado comenzó a limpiar con la garra sin filo bajo cada una de sus uñas, ella miró su rostro. Sus cejas estaban alineadas por la concentración mientras minuciosamente realizaba su tarea, como si esta fuera muy importante para él.
—Ahí tienes —dijo cuando terminó—. Ahora a limpiar todo ese pelo tuyo. —Dijo aflojando su apretón.
Todavía relajada y cooperativa, lo dejó recostarla. Con sus garras retraídas, masajeó su cabeza a fondo hasta que ella sintió que tenía la consistencia de la arcilla. Y sabía que él tenía esa mirada de concentración mientras lo hacía, porque quería acertar en esto. Lo que ella no sabía era el por qué.
Si esto era una forma de torturar y hacerla lo bastante miserable para quitar el hechizo, entonces él estaba haciendo un trabajo de pacotilla con ella.
Pero MacRieve no podía creer realmente que ella fuera suya. ¿Podía?
Nos leemos mañana :hug: :corre:
Andrea P. Jonas:)
Re: Ansia De Pasión (Nick Y Tú)
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!! NICK SE SALIO CON LA SUYAAA PERO FUE GRACIAS A !!!RYDSTROM!!!!!.... NO PUEDO ESPERAR HASTA MÑN!!!
chelis
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