Re: You make me happy (Harry Styles)

por **Buttercup.** Jue 23 Oct 2014, 1:33 pm

Magui Styles Malik escribió:Ehhhhhhhh????????
Como que Harry sufre de todo eso? De que me perdí??
Omg.. Seguila pronto y aclarame todo esto por favor!!

No te perdiste de nada, en los que siguen sabrás todo D:

por **Buttercup.** Vie 31 Oct 2014, 7:07 pm

Capítulo 38

♥

Levanto la vista y Elijah sostiene el teléfono de mi oficina balbuceando algo que apenas alcanzo a entender, luego cuelga. Me dirige una mirada interrogatoria y se la devuelvo. No debería estar en mi oficina, no debería contestar la extensión del teléfono que me corresponde. Ambos hablamos al mismo tiempo, yo preguntando qué hace aquí, él, no sé. Levanta un dedo pidiendo permiso para hablar.

— ¿Estás bien?

—Sí —respondo como si fuera la cosa más obvia del mundo.

—El teléfono estuvo sonando por varios minutos y no lo atendías. Vine para saber qué sucedía, te estuve llamando pero no respondías, estabas allí parada sin moverte.

Carajo, ignoré lo que sucedía a mi alrededor todo este rato.

—Lo lamento —agarro mi bolso y en un movimiento rápido guardo dentro de un cajón las dos carpetas de expedientes de Harry y Frida. —Todo esto es nuevo para mí, me acostumbraré.

—Vale. Para la otra levanta ese auricular, no es que sea mi sonido favorito en el mundo.
Dicho esto me da una palmadita en el hombro y se encamina a la salida.

— ¡Oye! Espera… —Elijah se da la media vuelta —necesito que me ayudes con algo.

(…)

— ¿Te gustó tu hamburguesa? —Asiento dándole el último mordisco, él sonríe.

¿Cómo se supone que tengo que enfrentar lo que vi cuando él está sonriendo de esa manera? ¡¿Cómo?! Hacerme entender a mí misma que quizá Harry no es… ¿normal? Ay, Dios. No sé si deba esperar o hablar ya.

— ¿La conoces?

—No, es simple curiosidad. Quiero estar familiarizada con todo de esta clínica.

—Pues —Elijah sostuvo el expediente de Frida y lo volvió a examinar luego de haberlo hecho ya varias veces —no estoy muy seguro si se trata de esto, pero Philips había mencionado a su anterior asistente que había unos expedientes de ciertos pacientes que se habían escapado de una clínica en Inglaterra donde ella antes trabajaba. Padecen de una enfermedad mental que con el tiempo puede agravarse, si te das cuenta. Creo que esta chica escapó hace unos años, no lo sé. Lo que sí sé es que no fue la única.

La pegatina roja significaba que el paciente era peligroso y que había dejado las instalaciones sin autorización. En cualquier caso, Harry nunca lo mencionó. Ahora sé que había perdido la memoria y que procede de una familia acaudalada, pero haberse escapado de una clínica mental ¡nunca!

Me mira y poco a poco sus cejas se van juntando al igual que la curva de sus labios se convierte en una sola línea.

—Quiero terminar mis papas en paz.

—No, tienes algo qué decirme y sé que tiene que ver conmigo. ¿Qué ocurre? —Levanto una papa bañada en kétchup y me la meto a la boca. No quiero hablar ahora. Parece que no es el tiempo adecuado para haberme comido una hamburguesa gigante, papas, un refresco y seguir teniendo en mente el comprar un helado luego de lo que ahora sé, pero tenía hambre y no me puedo permitir saltarme una comida por su causa.

—Lana —y allí va de nuevo. Estoy comenzando a creer que debajo de toda esa linda fachada está el embaucador que siempre creí que fue. ¿Pero qué digo? Él no es así, prometió no mentirme nunca más y confío en él. Tengo que.
—Solo una papa más, Harry. —La mastico lo más despacio que puedo, como cuando el Profesor Utonio de Las chicas superpoderosas es amenazado con terminar de comerse el último maldito guisante por ese malvado vecino suyo llamado Harold, para variar.

— ¿Sabes? Perdón, no debí hablarte de esa manera. Haz comenzado una nueva etapa en ese empleo y te estoy cuestionando por algo estúpido. Lo siento.

—Está bien —un suspiro de dos horas se forma en mi interior —tampoco es que fuera a contestarte otra cosa.
¡Deja de sonreír, maldita sea!

— ¿Está todo bien, no? Quiero decir, con tu trabajo.

—Casi, es mucho papeleo. —No he mentido, no todo está bien. — ¿Y tú? ¿Has hablado con tu prima?

No viene al caso pero quiero recopilar más información sobre Frida. Sé cómo es Harry, pero ella no.

—No, no desde hace días.

— ¿Días? Pero si ayer fue su cena de compromiso, ¿no?

— ¡Cena de compromiso! Caray, lo había olvidado, tienes razón —baja la mirada y empieza a dibujar círculos con los dedos en el mantel —fue algo pequeño, y casi familiar, ni siquiera parecía una cena de compromiso por eso lo olvidé.

— ¿Están tus padres en Nueva York?

—Emm, no. Lo decía por la familia de su esposo.

—Ya veo. —Respiro hondo y saco la cartera de mi bolso.

—No seas ridícula, yo pago la cuenta.

—Cómo quieras.

Estoy siendo dura con él, pero qué otra cosa puedo hacer si se dedica a únicamente ocultarme cosas de su pasado. No puedo vivir en base a lo que otras personas en un futuro me digan de Harry, “Lastimó a un perrito”, “Encerró a una anciana en un baño”, “Inculpó a un niño de haberse robado un dulce cuando él mismo fue quién lo robó”. ¿Qué más? Ya no sé qué esperar.

En cuanto salimos de esa infernal puerta Harry busca mi mano y la entrelaza con la suya tan fuerte como si pensara que voy a escapar en cualquier segundo.

—Oye.

— ¿Mmm?

—Bree habló conmigo.

— ¿Enserio? —Despego la mirada del suelo y busco los ojos de Harry. — ¿Qué te dijo?

—Bueno, sólo para darme una cordial invitación a su boda.

—Oh. —Es todo lo que digo. Él carraspea y puedo ver por el rabillo del ojo que niega con la cabeza, dirige la vista a lo más mundanal que Nueva York puede ofrecerle y quedamos en silencio.

En todo el rato estoy pensando como interceptarlo llegando a casa. Me muerdo los labios, enrosco mechones de cabello en un dedo, jugueteo con los dedos de Harry. Pensando, pensando, pensando. Sólo basta un grito a la distancia para hacernos detener y visualizar a lo lejos una multitud reunida al centro de la calle.

— ¿Pasa algo malo? —Harry me acerca hacia él en actitud protectora mientras analiza la situación desde nuestro punto. Yo me aferro a su figura mirando y escuchando con terror los murmullos de la gente.

—No lo sé. Regresemos. ¿Puedes llamar a tu oficina para avisar que llegarás tarde?

—Es mi primer día, no me puedo dar ese lujo. —Nos damos la vuelta y tomamos rumbo contrario al camino más cercano a la clínica. Estamos esquivando personas que se han reunido detrás nuestro esperando morbosos comentarios de lo que ha sucedido.

—Pues tendrás que hacerlo, no vamos a pasar por allí, pudo ser algo peligroso.

Cuando nos alejamos lo suficiente y escuchamos a lo lejos las sirenas, Harry lanza un suspiro. Algo en mi pecho se retuerce y empieza a moverse rápido.

—Hey, ¿estás bien? —Me detengo y observo su expresión. Sus labios se mueven en un intento nervioso por sonreír pero no lo consigue. —Harry, ¿qué sucede?

—No es nada.

—No me digas que no es nada. Parece que estás a punto de llorar, claro que es algo, dime qué es.

—No deberías escucharlo, soy estúpido al siquiera haberlo pensado.

— ¿Qué es?

—Perdona, es sólo que me cruzó por la cabeza que algo malo pudo haberte pasado en ese bullicio. No sé qué fue lo que pasó, pero entré en pánico al sólo imaginar que… Lana, olvídalo, estoy asustándote, mejor cierro la boca.

—No, no, no —aprieto fuerte su mano y le sonrío —es muy dulce de tu parte preocuparte así por mí. Pero estoy bien, no ha pasado nada, ¿de acuerdo?

—Me volvería loco si algo te pasara —me rodea completo con sus brazos y yo lo estrecho pegando mi mejilla a su pecho. Puedo oír como su corazón bombea rápido, está preocupado.

—No pasa nada.

— ¿Podemos quedarnos así, abrazados por el resto de nuestras vidas?

—No me gustaría nada más, cariño.

Lo quiero, lo quiero, lo quiero y lo quiero.

Quiero quedarme ciega para no ver la realidad, quiero quedarme con la idea de que Harry no me oculta nada malo, que todo está bien, que podemos formar un futuro juntos, ese que yo tanto había querido. Que nos vamos a casar en una bonita tienda en el bosque donde reine el color blanco y el violeta, dónde mamá llorará de felicidad y papá me sonreirá con orgullo, mi hermano me dará consejos sobre el matrimonio y será feliz por mí, donde todo será maravilloso, donde puedo soñar que Harry me amará para siempre y cada día será un granito más de alegría. Donde haya pequeñas versiones en miniatura de Harry, pero más delicados, llenando nuestra casa de risitas. Quiero esa vida y vivirla con él, lo quiero a él.

—Te veré en casa, ¿sí?

—Voy a acompañarte.

—No —le sonrío —tienes que recoger mi escarabajo, ir a casa, cuidar a Hana y dormir un poco. Estás alterado, Harry y necesito que estés bien para cuando yo regrese. Tenemos que hablar.

—Me lo suponía —él asiente, se acerca y me da un beso en la frente —te veo en casa, entonces.
No pasa mucho antes de que Elijah asome esa cabeza llena de resortes pequeños.

— ¿Te fue bien?

—Mi hamburguesa estaba deliciosa y tenía hambre, creo que me fue bien. —Suelta una risita dejándose caer en mi silla, como es giratoria no tarda en dar vueltas como niño en un parque nuevo. — ¿Alguna mosca en tu sopa hoy?
—Para serte sincero ni siquiera me di cuenta si se me escapó alguna. —Deja de girar y se dedica a jugar con los lápices y plumas que hay regadas en el escritorio. —Pero fue una excelente sopa. Deberías venir con nosotros la próxima vez.

—Por supuesto.

—Es muy divertido. Además me gustaría presentarte a mi novia.

—¿Trabaja aquí? —Reviso rápidamente el cajón donde he dejado los archivos. Siguen intactos.

—No, es enfermera del hospital Lincoln. Cuando tenemos oportunidad de comer juntos lo hacemos.

—Debe ser muy brillante si ha llegado tan lejos. No me alcanzaría la vida para pagarme una noche de reposo en el Lincoln.

—Es mitad coreana, siempre le atribuyo que su genialidad viene de sus raíces. Pero siempre recibo un golpe en la cabeza cuando lo digo. —Se encoge de hombros. —Pero tienes razón, Mae es maravillosa. Cuando la conozcas lo sabrás.

—Me encantaría. —Hago una mueca cuando detrás de Elijah diviso una nueva pila de papeles. La Dra. Philips debió dejarla allí mientras salí a almorzar. —Elijah, me agradas bastante.

—Oh, muchas gracias. —Hace un ademán sobreactuado de sonrojarse.

—Pero tengo mucho trabajo qué hacer y quiero irme a casa temprano.

Luego de incontables señales con el dedo hacia la puerta Elijah me deja terminar mi trabajo. Al final del día termino agotada física y mentalmente. La Dra. Philips me hace una llamada disculpándose por no estar presente para mi salida, le digo que no se preocupe para luego darle el reporte del resto del día. Al final me voy a casa un poco contenta. Pese a esos papeles que me decían que Harry y su prima eran prácticamente unos fugitivos, no podía evitar respirar ese sentimiento de satisfacción por hacer bien las cosas. Mi primer día de trabajo había finalizado y yo regresaba a casa satisfecha con eso.

Cuando llego a casa abro la puerta sin tocar. Hana me saluda con su habitual contoneo y lengüetazos, pero de Harry no hay señal. Me siento en el sillón totalmente cansada y creo que me quedo dormida un momento porque cuando vuelvo a abrir los ojos Harry está aún lado de mí observándome.

— Me quedé dormida, estoy cansada. —Él alarga el brazo y pasa su mano por mi cabello.

— ¿Quieres ir a dormir ya?

—No. —Suspiro. —Necesitamos hablar.

Puedo sentir como las fibras sintéticas del sillón vibran bajo mi tacto a causa del casi imperceptible movimiento de Harry al escuchar la última frase.

—Muy bien, hablemos entonces.

—Okay.

—Bien.

Silencio. Más silencio. No hay palabras. Me estoy durmiendo de nuevo. Esto es agotador.

— ¿Puedo empezar yo? —Parpadeo bruscamente. Carajo, ni siquiera tengo energías para enfocar la vista. —Lana, necesitas descansar. Dejemos esto para mañana.

—Quiero hablarlo ahora. —Bostezo, luego coloco una mano en su rodilla. —Es muy importante.

—Okay. —Levanta las manos, me sonríe y luego busca algo detrás de él. Bajo un cojín encuentra algo, luego sobre su palma me muestra ese “algo” brillante, tan brillante que me quema los ojos. —Por tu expresión supongo que arruiné algo. ¿Puedo preguntar qué significa esto?

¡El anillo! ¡El maldito anillo!

Le arrebato la pequeña caja afelpada y la arrojo al otro lado de la habitación. Siento cómo las mejillas me arden, arden, arden. Como leña al rojo vivo. Harry no parece sorprenderse ni por el jodido anillo ni por mi arrebato emocional. Nada. Sólo me mira con cierta curiosidad bañándole los ojos.

—Me hubiera matado la preocupación si el anillo tuviese una piedra brillante en medio, pero no la tiene y que yo sepa tus dedos siguen igual de delgados. Este anillo no es para ti y nadie te lo dio, ¿no es cierto?

por **JavieraSmileee** Sáb 01 Nov 2014, 1:18 pm

Hola nueva lectora!, me llamo Javiera y tu novela es hermosa, en varias ocasiones me hizo soltar un par de lagrimas!, sobretodo cuando Harry se fue :cccc
Dios es hermosa esta novela, tienes que seguirla! ♥

por **Buttercup.** Sáb 01 Nov 2014, 1:39 pm

JavieraSmileee escribió:Hola nueva lectora!, me llamo Javiera y tu novela es hermosa, en varias ocasiones me hizo soltar un par de lagrimas!, sobretodo cuando Harry se fue :cccc
Dios es hermosa esta novela, tienes que seguirla! ♥

HOLAAAAAAAA<3 oh que bonito, una nueva lectora : D graciaaaaaaaaaas y perdón por esas lágrimas ): akjskdhlask

por **Magui Styles Malik** Dom 02 Nov 2014, 10:46 am

Ahhhhh tenes que seguirla cuanto antes..
Quiero saber que es lo que pasa con Harry

por **Buttercup.** Mar 04 Nov 2014, 7:39 pm

Magui Styles Malik escribió:Ahhhhh tenes que seguirla cuanto antes..
Quiero saber que es lo que pasa con Harry

YEEEEESSSSSSSS You make me happy (Harry Styles) - Página 30 961472736

You make me happy (Harry Styles) - Página 30 1922094727

You make me happy (Harry Styles) - Página 30 1477071114

por **JavieraSmileee** Vie 07 Nov 2014, 4:18 pm

O.O
Mierda....
Siguela hermosa estoy sin palabras...

por **lauradflores** Miér 26 Nov 2014, 5:27 pm

Por favor seguila! Hace mucho que no actualisas , porfaaaaa

por **Buttercup.** Miér 03 Dic 2014, 12:06 am

Ya sé que soy una pésima escritora irresponsable ): pero es que no me he sentido bien últimamente en muchos aspectos y como que no sale nada de mi cerebro para escribir, siento que no me va a gustar lo que voy a escribir y mejor lo dejo así. Además todavía no sé que rumbo quiero dejarle a la historia, por eso no he actualizado, por qué no sé que final dejaré y porque no me siento de lo mejor como para escribir algo. Necesito tener ánimos y por ahora no los tengo, lo siento ): trataré de arreglar esto pronto y subiré más de un capítulo para ustedes. Gracias, las/os quiero un montón♥

por **1Dsusi1D** Sáb 06 Dic 2014, 4:40 pm

HOLA!!!!!!!!
Perdoname por haber tardado tanto en comentar
La historia esta cada vez más interesante!!!
Por favor tienes que seguirla pronto!!!!
Te ama Sara❤❤

por **Diana Rojas** Sáb 13 Dic 2014, 11:13 am

O Por dios... You make me happy (Harry Styles) - Página 30 961472736

Y luego que paso..... ase mucho que no subes capitulo ..!!
Siguela por favor.... en verdad es una de las mejores ... You make me happy (Harry Styles) - Página 30 2018004571

You make me happy (Harry Styles) - Página 30 2018004571

Quiero saber mas...!!!!!
Saludos

por **Buttercup.** Lun 29 Dic 2014, 3:40 pm

Capítulo 39

♥

Tienes razón. De nada sirve contradecirte, pero tampoco estoy de humor para aplaudir tu sarcasmo.

Con un lánguido gemido dejo caer la cabeza sobre el cojín que nos separa. Basta de abismos, basta de palabras ocultas, de vidas pasadas. No necesito más de eso. Esto de despertar gritando en periodos interminables de confusión me está destrozando. Es como vivir anclada en la agonía.

Todos los días me despertaba con una ilusión nueva. Ya sea esperar un rico café recién preparado, una llamada de papá para reportar el importantísimo comunicado que ha cogido un resfriado o un email para una entrevista aceptada. Cualquier detalle que a mis ojos era dar un giro completo a mi vida aferrada a los hilos de esas pequeñas y a la vez grandes esperanzas. Soy un asco si de ordenar mi vida se trata, pero me empeño en tratar de hacerlo bien. Al fin y al cabo, nadie va a reparar los pedazos que queden de mi, por más difícil que sea aceptarlo.

Pero todo mi universo siempre ha girado en torno a Harry. Desde el momento en que lo conocí sabía que ya nada podría ser igual. Es estúpido, lo reconozco, esto de utilizar palabras y oraciones completas robadas de libros que hablan de amoríos, pero ni siquiera el propio escritor va a lograr nunca ponerse en mi piel.

Todo iba bien cuando él desapareció de mi vida y pude ponerme en pie yo sola sin perder el equilibrio en el mundo real, o por lo menos logré aparentarlo de maravilla en ese tiempo. Luego aparece así como si nada, y cómo no, le vuelvo a entregar todo de mí. ¡Caramba! Sí que soy una tonta. Vulnerable y tonta. Pero qué puedo hacer si dependo de cada fragmento de él.

Allí en su puño está un recuerdo vívido que le recuerda a cada latido de mi corazón lo mucho que estuve dispuesta a hacer por él. Significa aún todavía un sinfín de cosas para mí. Ese anillo representaba el amor que le tenía en aquel entonces. Era una niña pero sabía que jamás iba a encontrar a nadie más como él.

Un día, mientras volvía a casa después de la escuela una pareja que se miraba bobaliconamente me impedían el paso en esa reducida calle, iba apresurada porque Liam dejaría a mi cargo a Kayley y no había nadie en casa. Sin embargo esa pareja llamó mi atención cuando el chico soltó una frase que me marcó de por vida “Hice bien en elegirte”, no es del todo increíble ni tampoco es que vaya a cambiar la situación caótica del mundo, pero para mí fue como un abrir de ojos. Me quedé de pie y contemplé cómo tomados de la mano entraban a un local que por fuera de sus cristales tenía dibujados cientos de diamantes en las esquinas superiores. No esperé un segundo y entré. Entonces lo vi y supe lo que quería. Recordé esa frase día y noche y cuando tuve el dinero suficiente ese anillo fue mío. Sin intenciones de quedármelo organicé un viaje sorpresa para Harry, con el único objetivo de darle ese anillo bajo la sombra de aquel árbol gigante, como petición a quedarse a mi lado sin importar las circunstancias. No fue hasta que le oí titubear su última decisión, pues su familia estaba de por medio; a guardar el anillo todos estos años. Representa mucho para mí y había sido una chalada ocultárselo, aún así me sentía frágil ahora que él parecía estar atando cabos.

El sueño se esfumó al igual que mis ganas de retener lo que sentía y pensaba. Decido sacar el resentimiento fuera y contárselo todo.

A mitad del relato voy a la cocina a preparar algo de té. Estaba perdiendo esa costumbre inglesa pero ahora que vivían dos amantes de lo tradicional bajo el mismo techo y una pequeñaja vieja y gorda mascota que me recordaba a aquellas tardes, no había más remedio que ceder a las memorias.

Harry parecía estar viajando entre la sorpresa y la incertidumbre. Nunca lo había visto tan pensativo. Asentía de vez en cuando pero no soltaba palabra alguna, siempre en silencio. Incluso cuando le invité una taza de té, sólo negó con la cabeza y esperó a que terminara con el mío. Una vez que hube terminado de contarlo todo, sus ojos se fueron directo al suelo, como un imán atraído por el metal. Dejó de observarme durante un buen rato y sin decir nada. La noche parecía consistir en incesantes parloteos por mi parte y largos suspiros apesadumbrados por la de él.

No fue hasta que el rompecabezas mental se ordenó en el cerebro de Harry cuando se dirigió a mí tomando mi mano de forma delicada y ensanchando la comisura de sus labios en una sonrisa. De repente creí que su cara sería una mueca exorbitante y la cabeza le daría vueltas. En cambio, fue la ternura personificada.

—Gracias.

—No es que fuera a pedirte matrimonio ni nada por el estilo.

—Gracias.

—Deja de decir gracias, me estás alterando. Además, nunca fue tuyo y ya perdió el sentido.

— ¿Acaso has dejado de quererme?

—No es el caso y lo sabes perfectamente. —Tuve que reunir las fuerzas suficientes para mitigar el dolor que significaba soltarme de su mano, me sentía feliz de estar así, piel con piel, pero lo que se avecinaba eran como nubes negras a punto de estropear lo lindo de la situación. —Sigues ocultándome cosas, Harry.

— ¿Qué dices?

—No sé qué crees que soy para ti o si no significo tanto como yo quisiera, pero no haces más que vivir oculto de mí. Eres un libro que no está dispuesto a abrirse, ni siquiera para mí. Te quiero, pero ya me cansé de esto.

Su ceño se frunce en cuestión de segundos y comienza a respirar a una velocidad increíble. Si no estuviera tan frío el clima juraría que ese humo que sale de su nariz es debido al enojo. Está furioso y me temo que no pasará mucho tiempo para que yo también lo esté.

— ¿De qué estás hablando?

—Sé que has tenido problemas, Harry, lo comprendo, pero desde que te dimos refugio y cariño teníamos el derecho de saber lo que sucedía con tu vida, pero te has empeñado en ocultar tu pasado ¡Y de mí! Yo que siempre he estado para ti, que te he brindado cada segundo de mi puta vida. Me engañas pretendiendo ser alguien que no eres, dime, ¿de quién me enamoré? ¡Dímelo!

No tenía caso discutirlo, sabía que tenía razón y a saber de qué misterio estaría pensando que yo hablaba. Palidece un momento y como si perdiera fuerzas se desploma en el sillón.

Coloco en su regazo una copia de los expedientes y me pongo de rodillas frente a él.

—Harry —le hablo suavemente y acaricio su mano que cuelga a su lado —dime, ¿qué está sucediendo?

Como un loco aparta de un manotazo las hojas y éstas, desde lo alto caen en un dócil vaivén hasta el suelo.

—Cariño… —también hace aún lado mi tacto y con los codos incrustados en las rodillas esconde su cara entre las manos. Balbucea un torbellino de palabras interrumpido por espasmos debido al llanto. Me coloco aún lado y le acaricio la espalda.

—Sólo tienes que decirme qué ha pasado, Harry, es todo lo que te pido.

Tras media hora parece tranquilizarse. Esta vez acepta el té y se lo termina en pequeños sorbos. Luego lo abrazo para que sepa que estoy de su lado, que sigo enfadada por obvias razones pero haciéndole saber que no va a perderme por ello. Le repito tantas veces como puedo que necesita confiar en mí, que puede hacerlo. Él me dice que me quiere, muchas veces y se disculpa otro millar.

Accede un momento después a contármelo.

—Llegué a acostumbrarme otra vez a los lujos. —Comienza. — Para serte sincero fue como descubrir un nuevo mundo. Guardé mi dolor por mucho tiempo, el añorarte todos los días me agotaba pero mi salud mental requería de estar lejos de cualquier recuerdo tuyo, así que fui atenuando cada vez más esa parte vulnerable de mí. Te recordaba, sí, pero ya no me lastimaba, era como tenerte cerca amándote.

No sé como lo logré, pero lo hice. Después de eso, la situación de mi madre volvió a encerrarme en ese pozo de dolor. Torturándome todos los días, preguntándome qué sería vivir sin ella esta vez para siempre. Recaí. Había momentos en los que me quedaba en mi lugar y olvidaba dónde estaba, hasta que se puso peor y sucedía casi a diario con espacios de tiempo prolongados.

Nadie quería preocupar a mamá, así que me internaron en una clínica. Mi caso lo llevaba personalmente un doctor llamado Charles Hans, me visitaba todos los días y cuando no tenía dolor de cabeza, lo cual significaba que mi día sería estupendo; teníamos una larga charla en base a galletas y té. Me caía bien. Luego de un tiempo él mismo me instó a comenzar una carrera universitaria por internet. Fue solo un empujoncito para que yo accediera a ella. Gracias a mis avances y a tener la mente puesta en los estudios, me recuperé y fui trasladado a la clínica psicológica de Philips.

Me encontraba en el edificio C, en donde los pacientes no requieren de tanta atención como los del A, que padecían de enfermedades mentales casi peligrosas. Mi historial médico era bueno, así que dependía de un par de visitas por semana a la terapia psicológica y nada más.

Tras mi tercera semana, que sería la última en las instalaciones, en la hora del almuerzo una chica me interceptó y me contó toda su vida en sólo quince minutos. Estaba un poco consternado, pero adopté una actitud protectora hacia ella desde ese momento, sabía que la vida estaba siendo injusta para la chica.

Frida no es mi prima. Y tampoco va a casarse. Yo no escapé, pero ella sí lo hizo. Como te dije, mi historial no dejaba mucho que desear pues estaba a punto de terminar con mis terapias. En cambio Frida era paciente del edificio A, sabía que podría ser peligrosa, pero confié en ella y siempre lo he hecho. Juré guardar el secreto de su vida pasada, sólo puedo decirte que ella no está loca, sólo es un alma atormentada por lo sucedido. Por eso la ayudé. La ayudé a escapar porque sabíamos que si se quedaba allí jamás saldría, su familia la torturaría y sería infeliz por el resto de su vida.

En ese entonces su nombre era Laura, adoptó mi apellido y un nuevo nombre. La policía nunca la buscó, la familia nunca puso cargos legales porque sabían que si la encontraban Frida sacaría a la luz la horrible verdad y las consecuencias fatales irían directo a ellos.

He cuidado de ella hasta hoy. Inventamos una historia para ella, no queremos que su familia la encuentre. Depende de ello para vivir. Y está bien, Frida está bien, trabaja en una cafetería aquí en Nueva York, tiene un departamento y está feliz. Cuando no estoy aquí me llama todos los días y está contenta con ello.

No voy a negar que fuera cómplice de su escape, por eso los expedientes me marcan como sospechoso. Pero no me arrepiento de ello.

De eso se trataba, Harry era sospechoso, no un paciente peligroso que había escapado de la clínica.

—No puedo abandonarla.

—Nunca te pediría que hicieras eso. Jamás. —Aprieto su mano para brindarle todo mi apoyo.

Harry nunca fue un criminal y tenía razón en ocultar esa parte de su vida. Nuestros caminos se habían separado, es verdad, qué derecho tenía yo de juzgarle.

—Marcas.

—¿Cómo dices?

—Por todos lados. —Su mirada se vuelve gris, el poco brillo pierde debilidad hasta quedar detrás de una sombra oscura llena de tristeza.

—Cariño.

—Ella está marcada —su mirada tenebrosa se encuentra con la mía —para siempre, Lana, ¿no lo entiendes?

—No, pero lo haría si me dejaras saber cómo.

En sus manos un puñado de cabello pide auxilio. Se está asfixiando en sus propios recuerdos y yo no puedo hacer nada más que abrazarlo y decirle que todo estará bien. Entre murmullos puedo escuchar su historia una y otra vez. Él no está bien. Harry no está bien y yo quiero que lo esté, pero es muy difícil entender lo que piensa. No sé qué hacer ni decir para arreglarlo todo.

—Hay sangre por todos lados.

—Cielo.

—Van a matarla…

—No, nadie va a matar a nadie. —Mis manos rodean sus mejillas pero él retiene con fuerza la conversación que mantiene con el suelo. —Mírame.

—La abandonarán… su propia madre la enterrará allí… sucia… triste…

—Harry.

— ¡NO! —Una punzada en centro del pecho hace mi mundo girar en interminables torbellinos. Estoy mareada pero logro ver cómo la mano de Harry se separa de mi pecho mientras yo caigo al suelo. Algo duele, un dolor incesante que ya había olvidado. Todo se está volviendo negro y me cuesta respirar.

—Lana. —Una voz lejana y preocupada llega a mis oídos, pero no puedo responder, me duele el pecho, el oxígeno no llega hasta mí. Estoy perdida. No otra vez.

por **Magui Styles Malik** Lun 29 Dic 2014, 7:40 pm

PUTA MADRE!!
DIOOOS AL FIN LA SEGUIS!!
Y AHORA QUIERO OTRO CAPÍTULO!!!
QUE LE PASO A LANA? POBRE DE MI HAZZA

por **xDLoLde1D** Mar 30 Dic 2014, 6:01 pm

Holi!!!!! Soy 1Dsusi1D desde otra cuenta, esa se me fastidio, y bueno, decidi crearme otra. Bueno vamos al grano.
QUE MIERDA LE PASO A LANA!!!!!!! LANA!!! LANA MIA!!! REACCIONA!!!!!
AYY POBRE HAZZ MI BEBE!!!!!
Por ciertp FELIZ AÑO NUEVO!!!!!
SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAA

por **Buttercup.** Vie 02 Ene 2015, 8:58 pm

Magui Styles Malik escribió:PUTA MADRE!!
DIOOOS AL FIN LA SEGUIS!!
Y AHORA QUIERO OTRO CAPÍTULO!!!
QUE LE PASO A LANA? POBRE DE MI HAZZA

Lo sé

You make me happy (Harry Styles) - Página 30 1054092304

pero he vuelto!

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