El Tornado de Oklahoma *Louis Tomlinson y Tú*

Capítulo 4:

Entonces fue que antes de dar un paso fuera del hospital pregunté.
Saben donde están los niños que rescatamos de la escuela primaria? No los vi adentro.
Pues ellos están en el primer piso –mi compañero señaló y mi jefe concluyó hablándome en boz baja solo a mi-
Si tienes que buscar a esa familia en la que estás a cargo anda, yo luego te mando el auto para que te recoge en una hora. –le sonreí y agradecí, entré de nuevo al hospital-
Disculpe. –la enfermera me miró de manera pesada estaba cansada de verme a cada rato creo yo- Dónde esta el dormitorio de los niños rescatados? –le pregunté a secas-
Me señaló unos tres cuartos después de mi y fui hasta allí, apenas entré vi a los niños que me reconocieron pues habían hablado conmigo y mis compañeros.
Disculpen dulzuras. –me agaché hacia ellos y algunos se acercaron- Saben donde están Phoebe y Felicite?
Somos nosotras. –dos pequeñas una rubia y la otra castaña se acercaron un poco a mi, era una extraña para ellas no les culpé por verme con miedo-
Hey vengan, yo conozco a su familia están bien y están aquí en el hospital. –el dúo sonrió ampliamente y me suplicaron que las llevara con ellos, las tomé de la mano-
Caminamos y subimos el ascensor hasta el dormitorio donde estaba Louis, 512. Al llegar corrieron hacia su hermano y su hermana Daysi, supuse que su madre estaba con Lottie. Se le tiraron encima a él no le causó ningún dolor se podía notar que tenía mucha fuerza en sus brazos, las besaba en sus frentes sin parar a las dos y ella le hablan.
__________ no sabes cuanto te lo agradezco eres nuestro Ángel guardián, te debemos la vida.
Louis me hablaba con las lágrimas en sus mejillas coloradas, sonreía y cerraba sus ojos con fuerza, se me salieron un par de lágrimas.
Alégrate eres una heroína, no llores. –Phoebe me tomaba la mano y me abrazaba-
Ya te aman –exclamó Louis y sus ojos verdes me miraban, sentía el impulso de suspirar profundo cada vez que lo veía, me era inevitable-
Ahora me puedo ir tranquila a seguir trabajando.
Regresarás? –Felicite me jaló mi polo delicadamente y yo asentí-
En una hora me iré.
Perfecto siéntate con nosotros hablaremos. -Louis jaló una silla y me senté a su lado pero el en su cama-
Daysi se sentó encima de mis piernas, y Lottie con Felicite a los extremos de Louis.
Conversamos muy amenamente una hora entera, las niñas hablaban de lo que vieron con sus amiguitos, Louis y yo las escuchabamos como si contaran unas historias de ficción pero reales. Al ver mi reloj de mano me tuve que despedir, las pequeñas me besaron mi mejilla y Louis me besó la mano.
Adiós, nos vemos mañna y gracias nuevamente.-Acariciaba mi mano mientras me decía eso y yo sonreí soltando mi mano suavemente de la suya-
Salí del hospital sin dejar de pasar su rostro, sus ojos verdosos, sus labios rojizos de mi mente, era como un retrato colgado en el mural de mis memorias, se me quedó grabado su mirada no podía evitarlo y no solo eso en estas horas creo que he visto una faceta paternal y tierna que así no más la sociedad no ve de uno y yo lo he visto de él.