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Íntimos enemigos Joe J & (_Tn) (TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Íntimos enemigos Joe J & (_Tn) (TERMINADA)
POOOOORRFIIIINNNN!!!! POOOOOORRRFIIIINNNNN SON NOOOVIIOOOSSS!!!!
chelis
Re: Íntimos enemigos Joe J & (_Tn) (TERMINADA)
aw al fin!
Estan juntos!
Espero que no se pelien despues!!
Siguela!!
Estan juntos!
Espero que no se pelien despues!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Íntimos enemigos Joe J & (_Tn) (TERMINADA)
Holaaaa! chicas como están, espero que bien aquí les dejo el capitulo de hoy disfrútenlo xD gracias x la espera y x sus grandiosos comentarios ... ah y si quieren seguirme en Twitter aqui se los dejo vale:
click Sigueme
ah y solo faltaría el epilogo chicas :S
_____________________________________________________________________________________________________
Capitulo 29
Lo primero que hizo (_TN) cuando regresó a Madrid fue ir a casa de sus padres,
quería hablar con Jorge y decirle lo que había decidido en el avión que la traía de
regreso a Madrid.
Tal y como habían planeado se acercaron hasta la famosa fuente. (_TN) era
incapaz de borrar la sonrisa de felicidad de su rostro; comieron en un barecito
típicamente italiano y cumplieron con todas las normas aplicables para la primera cita:
se besaron entre plato y plato, compartieron la comida, se alimentaron el uno al otro y
no dejaron de hablar como si quisieran recuperar en unas horas los diez años que
habían pasado alejados. Desde ese día, (_TN) siempre asoció el aroma del orégano y
el tomillo a Joe y a la felicidad más absoluta que había sentido nunca.
—¿Por qué te dejaste el pelo largo? —preguntó Joe muy serio—. Estaba
seguro de haber cometido un error. Creía que no ibas a hacerlo nunca, solo porque te lo
había pedido yo.
—No ibas desencaminado. La verdad es que me lo llegué a plantear, pero te lo
había prometido y yo siempre cumplo mis promesas.
En el avión siguieron con la conversación y los besos.
—¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Se lo vas a contar a Sergio? —(_TN) empezaba a
sentirse otra vez insegura. En ningún momento habían hablado de qué iba a pasar
después de abandonar Roma. La ciudad había sido una especie de burbuja en la que se
habían sentido cómodos y desinhibidos.
—Por supuesto. Se lo voy a contar a todo el mundo. Sobre todo a Alberto —
comentó mirándola fijamente para evaluar su reacción.
—Alberto… No me acordaba de él. Le escribiré un email en cuanto llegue a casa,
no creo que sea buena idea esperar a que regrese para contárselo. No sería justo.
—No lo sería, es demasiado buena gente para que le guarde rencor.
—¿Rencor?
—Por su culpa me he pasado casi una semana creyendo que había
perdido la oportunidad de ser feliz a tu lado. Creía que había esperado demasiado tiempo y tú
habías seguido con tu vida.
—¿Por qué pensaste eso?
—Te levantaste temprano para hablar con él… Lo sé. Dicho así, suena un poco
paranoico. —Se rió ahora que sabía que todo estaba bien.
—Alberto siempre ha sido un buen amigo. Nada más.
—Lo sé. Aunque ahora lo que más me preocupa y molesta, a partes iguales, es
Mónica —confesó divertido por la expresión desconcertada de su novia—. Estoy
seguro que fue ella la que lió a Sergio para organizar el numerito con las suites.
—Te aseguro que fue ella. —(_TN) intentaba mostrarse seria acorde con la
expresión de Joe , pero le resultaba complicado, dada la comicidad de su rictus
mortificado.
—Esta noche lanzaré la bomba informativa durante la cena en casa de mis padres,
¿quieres venir? Seguramente necesite apoyo moral. Ya sabes, he confraternizado con el
enemigo, por no hablar de lo pesada que se pondrá mi hermanita atribuyéndose el
mérito de nuestra reconciliación.
—Creo que no, mejor iré a ver a mis propios padres y haré lo mismo que tú.
Confesarles que he confraternizado con el enemigo. De todos modos la competición ya
no me resulta tan importante desde que nos informaron que podíamos conservar el
puesto en la revista. Me siento muy cómoda en Chic, para mí no ganar tampoco sería el
fin del mundo…
—Para mí sí que lo sería —dijo con sinceridad—. El equipo es maravilloso, pero
ese no es mi lugar. No me veo toda la vida dirigiendo una revista de novias, si fuera
deportiva o de coches me lo pensaría. Mi sueño siempre ha sido dirigir una empresa
como Von, aunque por ti estoy dispuesto a sacrificar mi sueño. Tú eres mi sueño
irrenunciable; el otro es canjeable, tú no. —La declaración iba mucho más allá de las
palabras. Sus ojos eran tan expresivos y brillantes que la verdad se leía en ellos.
El corazón de (_TN) latió desbocado en su pecho. Sin importarle el lugar en el
que se encontraban acercó sus labios a los de él. Emocionada y dichosa, atrevida y
tímida; las emociones emanaban de ella con tanta fuerza que se sentía aturdida. El beso
comenzó cálido y suave, como una caricia breve que los dejaba con ganas de más. Los
sentimientos tanto tiempo reprimidos por ambos estallaron en ese pequeño bar en el
que se sintieron aislados del mundo.
Se separaron con promesas no pronunciadas y deseos que no tardarían en quedar
satisfechos. Sumida en sus recuerdos, (_TN) no volvió a hablar durante el largo rato
que Joe aprovechó para transcribir su entrevista a Gobanelli. El avión despegaba y
aterrizaba mientras el corazón y la cabeza de (_TN) se dedicaban a tomar decisiones
importantes.
Cuando esa misma tarde (_TN) llegó a casa de sus padres, se topó con que Jorge no
estaba, a pesar de ser domingo su padre había ido a su despacho a resolver unos temas
urgentes.
Impaciente por compartir su felicidad con alguien le contó a su madre lo que había
decidido.
—Cariño, creo que antes de tomar ninguna decisión deberías saber un par de
cosas.
—¿Qué sucede mamá? —preguntó con el corazón en la garganta. ¿Qué sabía su
madre que la tenía tan pálida y nerviosa? No podía tratarse de nada relacionado con
Joe , él la quería, no se lo había dicho con todas las letras pero lo había dicho,
inconscientemente sí, pero en cualquier caso esa confesión tenía más valor porque no
había sido racionalizada.
—Es sobre la propuesta para la vicepresidencia de Von.
—No voy a cambiar de opinión, para mí era más importante ganarle que el premio
en sí. Yo estoy muy contenta con Chic…
—Me parece muy bien, (_TN) . Solo necesito que me escuches unos minutos,
¿crees que podrás hacerlo? —preguntó exasperándose y mostrando a la Nora decidida
e impredecible que su hija tanto quería.
—Claro, mamá. Puedes dejar el sarcasmo.
—No sabía que lo había cogido… Y eso que dices que no puedo ser ingeniosa —
comentó para sí, con una sonrisa radiante dispersándose de la conversación.
—¡Mamá!
—Tienes razón, me he dejado llevar por el entusiasmo —concedió y procedió a
contarle la verdad que se ocultaba tras la propuesta.
Cuando Nora le confesó el engaño de su padre y de David, (_TN) no tuvo muy claro
si ponerse a reír o a llorar. ¿Se trataba todo de una transacción comercial?
¿Simplemente les preocupaba que todo quedara en familia? Durante casi un cuarto de
hora se mantuvo en silencio, atando cabos: la repentina decisión de su madre de
acompañarla de vuelta, que su piso estuviera en la misma finca que el de Joe …
Las náuseas la invadieron cuando se planteó la posibilidad de que Mónica también
estuviera implicada en la farsa, pero en seguida descartó la idea. Su amiga siempre le
había aconsejado que se olvidara de él y que escribiera una nueva historia con Alberto.
—Tu padre no lo hizo de mala fe —explicó Nora—. Realmente creían que podía
haber algo entre vosotros. Cariño, para nadie es un secreto que pasó algo en Italia.
—Mamá…
—No intentes negarlo. Fue extraño que él regresara en mitad de las vacaciones y
que tú te negaras a volver a España. Tu padre tuvo que viajar cada vez que tenías
vacaciones para poder verte. Y Joe nunca te visitó, ni te llamó jamás. Pero si hasta
cuando Sergio vino a Londres a examinarse del First Certificate se quedó en casa. Y
luego cuando te licenciaste solo vinieron Mónica y Sergio de nuevo, sin Joe .
—No sabía que sospecharas nada. ¿Por qué no me preguntaste?
—Esperaba que me lo contaras tú.
Así que cuando después de acostarse nuevamente con Joe había recurrido a su
madre, ella había fingido no entender lo que pasaba, esperando que ella le contara toda
la historia. Darse cuenta de ello la hizo sentir mal. Nora siempre había sido una madre
comprensiva y abierta, más que una madre, era una amiga y ella había guardado durante
tanto tiempo silencio respecto a lo sucedido en Roma con Joe que lo había hecho
una costumbre.
—Mamá, lo siento. No sé por qué no te lo conté —le dijo intentando contener el
llanto.
—Cuéntamelo ahora —le pidió mientras le acariciaba el pelo con cariño—. Si
quieres, claro.
—Sí quiero…
Y fue entonces cuando se liberó de la carga que había sostenido durante tanto
tiempo. Del temor de volver a equivocarse, de tomar la decisión incorrecta.
—Voy a renunciar a la vicepresidencia, no es una venganza contra papá y sus
tejemanejes. Simplemente es que Joe me importa más que el puesto.
—Estoy orgullosa de ti. Ojalá yo hubiese sido tan valiente como tú y no me
hubiese ido sin luchar por tu padre.
—Gracias mamá. Pero ahora tengo que hacer lo más difícil, decírselo a papá y a
mi novio.
Joe llegó a casa de sus padres como cada domingo impaciente por cenar y
marcharse a casa aunque en esta ocasión fuera por otras razones mucho más
interesantes que escapar de su mordaz hermana. (_TN) no había aceptado su
proposición de acompañarle a la cena de modo que estaba impaciente por volver a
verla y disfrutar de su nueva relación.
Se había propuesto llegar pronto para tener unos minutos a solas con su padre, pero
para su consternación y sorpresa, Mónica ya había llegado cuando él entró por la
puerta. Con el ceño fruncido por la molesta intromisión, saludó a sus padres y a su
desesperante hermana.
—¿Por qué pones esa cara? ¿No me digas que has vuelto a meter la pata? —pidió
con los ojos abiertos de sorpresa.
—(_TN) y yo estamos juntos —dijo de golpe, lo suficientemente alto para que
sus padres se enteraran.
—Eso es maravilloso, cariño. Es una chica estupenda. —Aplaudió Marina riendo
de felicidad. Siempre había esperado que su hijo y la hija de su amiga Nora terminaran
juntos.
—Lo es mamá.
—Muy bien, hermanito.
—Gracias por tu intervención —le dijo a Mónica con sinceridad—. Por muy
exasperante que seas, he de reconocer que tu ayuda me vino muy bien.
Su hermana le ofreció una sonrisa exultante, no estaba acostumbrada al
reconocimiento de Joe .
—Papá, en realidad necesito que hablemos sobre Von. Estoy enamorado de
(_TN) y no me parece justo competir con ella por un puesto. Quiero retirar mi
candidatura a la vicepresidencia.
—¿Os habéis puesto de acuerdo o qué? ¿Es vuestra venganza por nuestra intromisión? —preguntó David nervioso.
—¿De qué hablas papá? —preguntó Mónica.
—Os dije que no estaba bien —se quejó Marina al tiempo que se iba a la cocina
murmurando sobre preparar tilas para todos.
Antonio ya no estaba en la portería, de modo que si quería estar informada del regreso
de Joe no tenía más remedio que bajar ella misma a su piso y llamar a la puerta. El
reloj de la cocina anunciaba que eran las once y media. Cogió las llaves y el móvil de
la mesita del comedor y salió disparada por la puerta.
Joe tenía el móvil apagado así que no había otra forma de hablar con él. Abrió
la discreta puerta que conducía a las escaleras y comenzó a bajarlas entre impaciente y
asustada. ¿Se habría enterado Joe de que había rechazado la vicepresidencia de
Von? ¿Se lo habría tomado mal?
Aceleró el descenso y el sonido de sus pasos quedó amortiguado por las preguntas
que vagaban en su cabeza. Perdida en sus cavilaciones topó con Joe a mitad del
tramo del segundo piso. Era evidente que él subía a su casa.
—¡Joe ! —exclamó sorprendida.
Él no contestó, la acercó más hasta su cuerpo y la besó con ansias. Las luces de la
escalera se apagaron pero ninguno de ellos hizo nada por volver a encenderlas. El beso
cambió cuando Joe la empujó con delicadeza contra la pared, (_TN) se colgó de
su cuello y enroscó sus piernas a la cintura de él.
—¿Qué pasa? —preguntó jadeante por sus besos.
—Te quiero, (tn). Te necesito.
—Yo también te quiero y te necesito. Estaba preocupada porque no me cogías el
teléfono —se quejó.
—Me quedé sin batería. Y después mi padre me contó lo que habían hecho y lo
que habías hecho tú y yo…
—Lo he hecho porque tú también eres irrenunciable para mí.
—No voy a aceptarlo. Yo también he renunciado a vicepresidir Von, lo hice antes
de saber que tú lo habías hecho y no hay nada que puedas decir que haga que acepte el
cargo si tú no lo compartes conmigo.
—No creo que nuestros padres necesiten dos vicepresidentes. —Se rio (_TN) .
—Pues van a tener que hacerlo. Sobre todo si quieren compensarnos por la
encerrona. Y si no lo hacen nos negaremos a darles nietos —dijo inclinándose de
nuevo sobre sus labios.
(_TN) sintió cómo el estómago le daba un vuelco, hijos con Joe …
Cuando (_TN) abrió los ojos eran más de las nueve de la mañana del lunes. Se
habían dormido y llegaban tarde al trabajo.
—¡Joe ! Nos hemos dormido.
—Humm
—Es tarde —se quejó mientras se levantaba de la cama a toda prisa.
—(tn).
Oh no, ahora no, pensó (_TN) al escucharle llamarla así.
—Cariño, llamaremos a la oficina. No es tan grave. Pero antes de dejarte marchar
quiero hacer una cosa con la que llevo soñando desde hace semanas.
Ella rió al comprender por dónde iban los pensamientos de su novio.
—¿Qué quieres hacer?
—Dúchate conmigo. Me lo debes.
—De acuerdo, pero… No estoy lo suficientemente sudada para hacerlo.
Joe arqueó una ceja, travieso.
—Creo que en eso puedo ayudarte —dijo sonriendo.
Con agilidad la cogió por la cintura y la arrastró hasta sus brazos.
—Pero si quieres sudar… Vas a tener que hacer ejercicio, ¿no crees?
—Por supuesto. —Accedió ella tomando las riendas de la situación y sentándose a
horcajadas encima de él—. Ahora tienes que ser un niño bueno y dejar que yo haga mis
ejercicios.
Joe gimió bajito cuando ella se removió sobre su vientre. Pero en ese momento
llamaron a la puerta. Los dos se sorprendieron, pero ninguno hizo el gesto de
levantarse para abrir.
—¡(_TN) , sé que estás con mi hermano! —gritó Mónica a través de la puerta—,
me lo ha dicho Antonio.
—Ignórala, se cansará y se irá —aconsejó Joe .
—No pienso irme —anunció la rubia.
—Te dije que era bruja —se quejó su hermano—. Deshazte de ella. Te espero en
la ducha.
—Vale.
(_TN) cogió la camiseta que Joe había llevado la noche anterior y se la puso
para abrirle la puerta a su amiga.
—Buenos días, Mónica.
—Déjate de buenos días. Estoy muy enfadada contigo. ¿Cuándo pensabas venir a
hablar conmigo?
—Bueno iba a invitarte a comer, pero nos hemos dormido y…
—¿Ibas a invitarme a comer? —la interrumpió.
—Sí.
—Bueno, en ese caso… Supongo que puedo esperar más que mi hermano, que ya
ha asomado la cabeza dos veces —dijo encaminándose a la puerta.
—¡Qué magnánima eres, hermanita! —la felicitó Joe desde el baño.
—Lo sé. No lo olvides y ponle mi nombre a tu primera hija —pidió
Mónica riendo.
(_TN) se sorprendió de que en menos de veinticuatro horas los dos hubiesen
hecho referencia a los hijos. Le sorprendió lo mucho que le gustaba la idea, pero claro
hasta llegar a ellos había mucho que practicar. Se dio la vuelta con una sonrisa y se
dirigió hasta la ducha que tenía pendiente con el hombre de su vida.
—No puedo creer que por fin esté a punto de ducharme contigo —comentó parado
frente a ella en el cuarto de baño.
—Lo que yo no puedo creer es que hables tanto en un momento como este —dijo
(_TN) al tiempo que iba despojándose con sensualidad de la ropa.
—Estoy nervioso.
—¿De verdad?
—Humm —las palabras se le quedaron atascadas cuando la última prenda que
(_TN) llevaba tocó el suelo.
—Te espero en el agua.
Más tarde (_TN) se preguntaría cómo había sido capaz Joe de desnudarse con
tanta rapidez pero en ese momento ni siquiera se planteó la pregunta.
(_TN) fingió no notar su enorme presencia y abrió el chorro del agua.
Deliberadamente se agachó rozándose contra él para coger el gel. Sin mirarle siquiera
lo abrió y depositó una pequeña cantidad en sus manos.
—Así no es como lo había soñado —se quejó Joe .
Aguantándose una sonrisa se frotó las manos para que saliera jabón y con
delicadeza las posó sobre el sexo de él, embadurnando y lavando con cuidado.
—¿Se va acercando a tu sueño? —preguntó con picardía.
—Humm.
(_TN) cogió el teléfono de la ducha y acercó el chorro hasta Joe para aclarar
el jabón que le cubría. Joe alzó los brazos hasta sus pechos, pero ella se lo impidió.
—Es tu sueño. Tú eres el protagonista, ¿recuerdas? —con cuidado le empujó
contra la fría pared de azulejos y sin darle opción a responder se arrodilló frente a él y
le tomó con su boca. La reacción de Joe fue automática, primero gimió al notar la
calidez que lo envolvía y después dirigió sus manos al cabello de ella para intentar
controlar la situación, algo que (_TN) no pensaba permitir. Con la firme decisión de
volverle loco de deseo comenzó marcando un ritmo sensual y lánguido para ir
incrementándolo después. Succionó, lamió y mordisqueó y cuando notó que Joe no
aguantaba más, relajó su garganta y engulló todo su miembro. El gemido de Joe
mientras se derramaba en su boca hizo que su sangre ardiera como fuego.
Joe la ayudó a levantarse del suelo y la instó a que apoyara las manos sobre la
pared de azulejos de la ducha. Mediante caricias hizo que abriera las piernas y se
colocó tras ella, no habían pasado ni dos minutos y ya estaba bien dispuesto.
—¿Joe ? —preguntó (_TN) al ver que no hacia ningún movimiento.
—Cariño, déjame gozar de mi sueño. —Pidió pegándose al cuerpo mojado de ella.
Sus manos se dirigieron hasta los pechos mientras que su boca se centró en su
cuello y en el hueco de su oreja, Joe presionó su dureza contra el trasero de su chica
y esta gimió ansiosa por tenerle. Soltando uno de sus senos llevó su miembro hasta la
cálida entrada y la penetró. El deseo estalló con tanta fuerza en ellos que acabaron
sentados en el suelo cuando las fuerzas terminaron por abandonarles.
—(tn)—llamó Joe cuando por fin pudo hablar.
—¿Sí? —contestó con voz queda.
—Gracias por mi sueño.
—Cuando quieras.
*******
Madrid, 14 de febrero 2012
—No puedo creer que hayas organizado la tan mentada fiesta del reencuentro un
martes —se quejó Mónica a su novio mientras bajaban los cuatro amigos en el
ascensor.
—¡Es San Valentín! —se defendió Sergio.
—Lo sé. Aunque no estaba segura de si tú lo sabrías —dijo con cara triste.
—Tranquila cariño —lo celebraremos después a nuestra manera.
—A mí me encanta la idea de celebrar la fiesta hoy. Al fin y al cabo os quiero a
los tres —comentó (_TN) sonriente.
—Espero que a mí me quieras un poco más que a estos —pidió Joe
controlando el impulso de aplastarla contra la pared del ascensor y besarla hasta que
se les doblaran las rodillas a los dos.
—Por supuesto. Tú eres mi favorito —sentenció (_TN) de excelente humor.
—¡Traidora! —se quejó Mónica guiñándole un ojo.
Una vez en el garaje, Sergio se empeñó en que fueran en un solo vehículo con la
intención de mantener la intriga del lugar de la cena por más tiempo. Ninguno se
sorprendió cuando le vieron tomar la ruta del centro, ni tampoco cuando le vieron
aparcar frente a la misma hamburguesería de siempre.
—¿Os ha gustado la sorpresa? —preguntó ante el silencio de sus acompañantes.
Joe que iba sentado en el asiento del copiloto se giró para hablar con su
hermana.
—Lo siento Moni, ahora eres su novia. Te toca a ti darle las malas noticias.
—¿Qué malas noticias? —preguntó Sergio cada vez más descolocado.
Mónica miró a Joe airada, pero cambió su expresión para mirar a su chico.
—Cariño, no sé cómo decirte esto con delicadeza. Verás, no ha sido una sorpresa
para nadie. Todos sabíamos adónde nos llevabas, pero —añadió intentando animarle—
estamos encantados de comer una hamburguesa e ir después al cine.
—¿También sabéis lo de la película? —exclamó Sergio llevándose las manos a la
cabeza—. Aunque al menos habéis fallado en lo del cine, la veremos en mi casa, me
han prestado un home cinema que os va a encantar.
(_TN) rezó para que en su trabajo Mónica mostrara un poco más de tacto, porque
era pésima para las sutilezas.
—Seguro que sí, ya nos encanta que te hayas tomado tantas molestias por nosotros
—le dijo (_TN) intentando animarle.
—Hombre, tanto como que nos encanta —Joe se calló de golpe al ver las
miradas asesinas que le dirigieron las mujeres—. ¡Nos encanta!
click Sigueme
ah y solo faltaría el epilogo chicas :S
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Capitulo 29
Lo primero que hizo (_TN) cuando regresó a Madrid fue ir a casa de sus padres,
quería hablar con Jorge y decirle lo que había decidido en el avión que la traía de
regreso a Madrid.
Tal y como habían planeado se acercaron hasta la famosa fuente. (_TN) era
incapaz de borrar la sonrisa de felicidad de su rostro; comieron en un barecito
típicamente italiano y cumplieron con todas las normas aplicables para la primera cita:
se besaron entre plato y plato, compartieron la comida, se alimentaron el uno al otro y
no dejaron de hablar como si quisieran recuperar en unas horas los diez años que
habían pasado alejados. Desde ese día, (_TN) siempre asoció el aroma del orégano y
el tomillo a Joe y a la felicidad más absoluta que había sentido nunca.
—¿Por qué te dejaste el pelo largo? —preguntó Joe muy serio—. Estaba
seguro de haber cometido un error. Creía que no ibas a hacerlo nunca, solo porque te lo
había pedido yo.
—No ibas desencaminado. La verdad es que me lo llegué a plantear, pero te lo
había prometido y yo siempre cumplo mis promesas.
En el avión siguieron con la conversación y los besos.
—¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Se lo vas a contar a Sergio? —(_TN) empezaba a
sentirse otra vez insegura. En ningún momento habían hablado de qué iba a pasar
después de abandonar Roma. La ciudad había sido una especie de burbuja en la que se
habían sentido cómodos y desinhibidos.
—Por supuesto. Se lo voy a contar a todo el mundo. Sobre todo a Alberto —
comentó mirándola fijamente para evaluar su reacción.
—Alberto… No me acordaba de él. Le escribiré un email en cuanto llegue a casa,
no creo que sea buena idea esperar a que regrese para contárselo. No sería justo.
—No lo sería, es demasiado buena gente para que le guarde rencor.
—¿Rencor?
—Por su culpa me he pasado casi una semana creyendo que había
perdido la oportunidad de ser feliz a tu lado. Creía que había esperado demasiado tiempo y tú
habías seguido con tu vida.
—¿Por qué pensaste eso?
—Te levantaste temprano para hablar con él… Lo sé. Dicho así, suena un poco
paranoico. —Se rió ahora que sabía que todo estaba bien.
—Alberto siempre ha sido un buen amigo. Nada más.
—Lo sé. Aunque ahora lo que más me preocupa y molesta, a partes iguales, es
Mónica —confesó divertido por la expresión desconcertada de su novia—. Estoy
seguro que fue ella la que lió a Sergio para organizar el numerito con las suites.
—Te aseguro que fue ella. —(_TN) intentaba mostrarse seria acorde con la
expresión de Joe , pero le resultaba complicado, dada la comicidad de su rictus
mortificado.
—Esta noche lanzaré la bomba informativa durante la cena en casa de mis padres,
¿quieres venir? Seguramente necesite apoyo moral. Ya sabes, he confraternizado con el
enemigo, por no hablar de lo pesada que se pondrá mi hermanita atribuyéndose el
mérito de nuestra reconciliación.
—Creo que no, mejor iré a ver a mis propios padres y haré lo mismo que tú.
Confesarles que he confraternizado con el enemigo. De todos modos la competición ya
no me resulta tan importante desde que nos informaron que podíamos conservar el
puesto en la revista. Me siento muy cómoda en Chic, para mí no ganar tampoco sería el
fin del mundo…
—Para mí sí que lo sería —dijo con sinceridad—. El equipo es maravilloso, pero
ese no es mi lugar. No me veo toda la vida dirigiendo una revista de novias, si fuera
deportiva o de coches me lo pensaría. Mi sueño siempre ha sido dirigir una empresa
como Von, aunque por ti estoy dispuesto a sacrificar mi sueño. Tú eres mi sueño
irrenunciable; el otro es canjeable, tú no. —La declaración iba mucho más allá de las
palabras. Sus ojos eran tan expresivos y brillantes que la verdad se leía en ellos.
El corazón de (_TN) latió desbocado en su pecho. Sin importarle el lugar en el
que se encontraban acercó sus labios a los de él. Emocionada y dichosa, atrevida y
tímida; las emociones emanaban de ella con tanta fuerza que se sentía aturdida. El beso
comenzó cálido y suave, como una caricia breve que los dejaba con ganas de más. Los
sentimientos tanto tiempo reprimidos por ambos estallaron en ese pequeño bar en el
que se sintieron aislados del mundo.
Se separaron con promesas no pronunciadas y deseos que no tardarían en quedar
satisfechos. Sumida en sus recuerdos, (_TN) no volvió a hablar durante el largo rato
que Joe aprovechó para transcribir su entrevista a Gobanelli. El avión despegaba y
aterrizaba mientras el corazón y la cabeza de (_TN) se dedicaban a tomar decisiones
importantes.
Cuando esa misma tarde (_TN) llegó a casa de sus padres, se topó con que Jorge no
estaba, a pesar de ser domingo su padre había ido a su despacho a resolver unos temas
urgentes.
Impaciente por compartir su felicidad con alguien le contó a su madre lo que había
decidido.
—Cariño, creo que antes de tomar ninguna decisión deberías saber un par de
cosas.
—¿Qué sucede mamá? —preguntó con el corazón en la garganta. ¿Qué sabía su
madre que la tenía tan pálida y nerviosa? No podía tratarse de nada relacionado con
Joe , él la quería, no se lo había dicho con todas las letras pero lo había dicho,
inconscientemente sí, pero en cualquier caso esa confesión tenía más valor porque no
había sido racionalizada.
—Es sobre la propuesta para la vicepresidencia de Von.
—No voy a cambiar de opinión, para mí era más importante ganarle que el premio
en sí. Yo estoy muy contenta con Chic…
—Me parece muy bien, (_TN) . Solo necesito que me escuches unos minutos,
¿crees que podrás hacerlo? —preguntó exasperándose y mostrando a la Nora decidida
e impredecible que su hija tanto quería.
—Claro, mamá. Puedes dejar el sarcasmo.
—No sabía que lo había cogido… Y eso que dices que no puedo ser ingeniosa —
comentó para sí, con una sonrisa radiante dispersándose de la conversación.
—¡Mamá!
—Tienes razón, me he dejado llevar por el entusiasmo —concedió y procedió a
contarle la verdad que se ocultaba tras la propuesta.
Cuando Nora le confesó el engaño de su padre y de David, (_TN) no tuvo muy claro
si ponerse a reír o a llorar. ¿Se trataba todo de una transacción comercial?
¿Simplemente les preocupaba que todo quedara en familia? Durante casi un cuarto de
hora se mantuvo en silencio, atando cabos: la repentina decisión de su madre de
acompañarla de vuelta, que su piso estuviera en la misma finca que el de Joe …
Las náuseas la invadieron cuando se planteó la posibilidad de que Mónica también
estuviera implicada en la farsa, pero en seguida descartó la idea. Su amiga siempre le
había aconsejado que se olvidara de él y que escribiera una nueva historia con Alberto.
—Tu padre no lo hizo de mala fe —explicó Nora—. Realmente creían que podía
haber algo entre vosotros. Cariño, para nadie es un secreto que pasó algo en Italia.
—Mamá…
—No intentes negarlo. Fue extraño que él regresara en mitad de las vacaciones y
que tú te negaras a volver a España. Tu padre tuvo que viajar cada vez que tenías
vacaciones para poder verte. Y Joe nunca te visitó, ni te llamó jamás. Pero si hasta
cuando Sergio vino a Londres a examinarse del First Certificate se quedó en casa. Y
luego cuando te licenciaste solo vinieron Mónica y Sergio de nuevo, sin Joe .
—No sabía que sospecharas nada. ¿Por qué no me preguntaste?
—Esperaba que me lo contaras tú.
Así que cuando después de acostarse nuevamente con Joe había recurrido a su
madre, ella había fingido no entender lo que pasaba, esperando que ella le contara toda
la historia. Darse cuenta de ello la hizo sentir mal. Nora siempre había sido una madre
comprensiva y abierta, más que una madre, era una amiga y ella había guardado durante
tanto tiempo silencio respecto a lo sucedido en Roma con Joe que lo había hecho
una costumbre.
—Mamá, lo siento. No sé por qué no te lo conté —le dijo intentando contener el
llanto.
—Cuéntamelo ahora —le pidió mientras le acariciaba el pelo con cariño—. Si
quieres, claro.
—Sí quiero…
Y fue entonces cuando se liberó de la carga que había sostenido durante tanto
tiempo. Del temor de volver a equivocarse, de tomar la decisión incorrecta.
—Voy a renunciar a la vicepresidencia, no es una venganza contra papá y sus
tejemanejes. Simplemente es que Joe me importa más que el puesto.
—Estoy orgullosa de ti. Ojalá yo hubiese sido tan valiente como tú y no me
hubiese ido sin luchar por tu padre.
—Gracias mamá. Pero ahora tengo que hacer lo más difícil, decírselo a papá y a
mi novio.
Joe llegó a casa de sus padres como cada domingo impaciente por cenar y
marcharse a casa aunque en esta ocasión fuera por otras razones mucho más
interesantes que escapar de su mordaz hermana. (_TN) no había aceptado su
proposición de acompañarle a la cena de modo que estaba impaciente por volver a
verla y disfrutar de su nueva relación.
Se había propuesto llegar pronto para tener unos minutos a solas con su padre, pero
para su consternación y sorpresa, Mónica ya había llegado cuando él entró por la
puerta. Con el ceño fruncido por la molesta intromisión, saludó a sus padres y a su
desesperante hermana.
—¿Por qué pones esa cara? ¿No me digas que has vuelto a meter la pata? —pidió
con los ojos abiertos de sorpresa.
—(_TN) y yo estamos juntos —dijo de golpe, lo suficientemente alto para que
sus padres se enteraran.
—Eso es maravilloso, cariño. Es una chica estupenda. —Aplaudió Marina riendo
de felicidad. Siempre había esperado que su hijo y la hija de su amiga Nora terminaran
juntos.
—Lo es mamá.
—Muy bien, hermanito.
—Gracias por tu intervención —le dijo a Mónica con sinceridad—. Por muy
exasperante que seas, he de reconocer que tu ayuda me vino muy bien.
Su hermana le ofreció una sonrisa exultante, no estaba acostumbrada al
reconocimiento de Joe .
—Papá, en realidad necesito que hablemos sobre Von. Estoy enamorado de
(_TN) y no me parece justo competir con ella por un puesto. Quiero retirar mi
candidatura a la vicepresidencia.
—¿Os habéis puesto de acuerdo o qué? ¿Es vuestra venganza por nuestra intromisión? —preguntó David nervioso.
—¿De qué hablas papá? —preguntó Mónica.
—Os dije que no estaba bien —se quejó Marina al tiempo que se iba a la cocina
murmurando sobre preparar tilas para todos.
Antonio ya no estaba en la portería, de modo que si quería estar informada del regreso
de Joe no tenía más remedio que bajar ella misma a su piso y llamar a la puerta. El
reloj de la cocina anunciaba que eran las once y media. Cogió las llaves y el móvil de
la mesita del comedor y salió disparada por la puerta.
Joe tenía el móvil apagado así que no había otra forma de hablar con él. Abrió
la discreta puerta que conducía a las escaleras y comenzó a bajarlas entre impaciente y
asustada. ¿Se habría enterado Joe de que había rechazado la vicepresidencia de
Von? ¿Se lo habría tomado mal?
Aceleró el descenso y el sonido de sus pasos quedó amortiguado por las preguntas
que vagaban en su cabeza. Perdida en sus cavilaciones topó con Joe a mitad del
tramo del segundo piso. Era evidente que él subía a su casa.
—¡Joe ! —exclamó sorprendida.
Él no contestó, la acercó más hasta su cuerpo y la besó con ansias. Las luces de la
escalera se apagaron pero ninguno de ellos hizo nada por volver a encenderlas. El beso
cambió cuando Joe la empujó con delicadeza contra la pared, (_TN) se colgó de
su cuello y enroscó sus piernas a la cintura de él.
—¿Qué pasa? —preguntó jadeante por sus besos.
—Te quiero, (tn). Te necesito.
—Yo también te quiero y te necesito. Estaba preocupada porque no me cogías el
teléfono —se quejó.
—Me quedé sin batería. Y después mi padre me contó lo que habían hecho y lo
que habías hecho tú y yo…
—Lo he hecho porque tú también eres irrenunciable para mí.
—No voy a aceptarlo. Yo también he renunciado a vicepresidir Von, lo hice antes
de saber que tú lo habías hecho y no hay nada que puedas decir que haga que acepte el
cargo si tú no lo compartes conmigo.
—No creo que nuestros padres necesiten dos vicepresidentes. —Se rio (_TN) .
—Pues van a tener que hacerlo. Sobre todo si quieren compensarnos por la
encerrona. Y si no lo hacen nos negaremos a darles nietos —dijo inclinándose de
nuevo sobre sus labios.
(_TN) sintió cómo el estómago le daba un vuelco, hijos con Joe …
Cuando (_TN) abrió los ojos eran más de las nueve de la mañana del lunes. Se
habían dormido y llegaban tarde al trabajo.
—¡Joe ! Nos hemos dormido.
—Humm
—Es tarde —se quejó mientras se levantaba de la cama a toda prisa.
—(tn).
Oh no, ahora no, pensó (_TN) al escucharle llamarla así.
—Cariño, llamaremos a la oficina. No es tan grave. Pero antes de dejarte marchar
quiero hacer una cosa con la que llevo soñando desde hace semanas.
Ella rió al comprender por dónde iban los pensamientos de su novio.
—¿Qué quieres hacer?
—Dúchate conmigo. Me lo debes.
—De acuerdo, pero… No estoy lo suficientemente sudada para hacerlo.
Joe arqueó una ceja, travieso.
—Creo que en eso puedo ayudarte —dijo sonriendo.
Con agilidad la cogió por la cintura y la arrastró hasta sus brazos.
—Pero si quieres sudar… Vas a tener que hacer ejercicio, ¿no crees?
—Por supuesto. —Accedió ella tomando las riendas de la situación y sentándose a
horcajadas encima de él—. Ahora tienes que ser un niño bueno y dejar que yo haga mis
ejercicios.
Joe gimió bajito cuando ella se removió sobre su vientre. Pero en ese momento
llamaron a la puerta. Los dos se sorprendieron, pero ninguno hizo el gesto de
levantarse para abrir.
—¡(_TN) , sé que estás con mi hermano! —gritó Mónica a través de la puerta—,
me lo ha dicho Antonio.
—Ignórala, se cansará y se irá —aconsejó Joe .
—No pienso irme —anunció la rubia.
—Te dije que era bruja —se quejó su hermano—. Deshazte de ella. Te espero en
la ducha.
—Vale.
(_TN) cogió la camiseta que Joe había llevado la noche anterior y se la puso
para abrirle la puerta a su amiga.
—Buenos días, Mónica.
—Déjate de buenos días. Estoy muy enfadada contigo. ¿Cuándo pensabas venir a
hablar conmigo?
—Bueno iba a invitarte a comer, pero nos hemos dormido y…
—¿Ibas a invitarme a comer? —la interrumpió.
—Sí.
—Bueno, en ese caso… Supongo que puedo esperar más que mi hermano, que ya
ha asomado la cabeza dos veces —dijo encaminándose a la puerta.
—¡Qué magnánima eres, hermanita! —la felicitó Joe desde el baño.
—Lo sé. No lo olvides y ponle mi nombre a tu primera hija —pidió
Mónica riendo.
(_TN) se sorprendió de que en menos de veinticuatro horas los dos hubiesen
hecho referencia a los hijos. Le sorprendió lo mucho que le gustaba la idea, pero claro
hasta llegar a ellos había mucho que practicar. Se dio la vuelta con una sonrisa y se
dirigió hasta la ducha que tenía pendiente con el hombre de su vida.
—No puedo creer que por fin esté a punto de ducharme contigo —comentó parado
frente a ella en el cuarto de baño.
—Lo que yo no puedo creer es que hables tanto en un momento como este —dijo
(_TN) al tiempo que iba despojándose con sensualidad de la ropa.
—Estoy nervioso.
—¿De verdad?
—Humm —las palabras se le quedaron atascadas cuando la última prenda que
(_TN) llevaba tocó el suelo.
—Te espero en el agua.
Más tarde (_TN) se preguntaría cómo había sido capaz Joe de desnudarse con
tanta rapidez pero en ese momento ni siquiera se planteó la pregunta.
(_TN) fingió no notar su enorme presencia y abrió el chorro del agua.
Deliberadamente se agachó rozándose contra él para coger el gel. Sin mirarle siquiera
lo abrió y depositó una pequeña cantidad en sus manos.
—Así no es como lo había soñado —se quejó Joe .
Aguantándose una sonrisa se frotó las manos para que saliera jabón y con
delicadeza las posó sobre el sexo de él, embadurnando y lavando con cuidado.
—¿Se va acercando a tu sueño? —preguntó con picardía.
—Humm.
(_TN) cogió el teléfono de la ducha y acercó el chorro hasta Joe para aclarar
el jabón que le cubría. Joe alzó los brazos hasta sus pechos, pero ella se lo impidió.
—Es tu sueño. Tú eres el protagonista, ¿recuerdas? —con cuidado le empujó
contra la fría pared de azulejos y sin darle opción a responder se arrodilló frente a él y
le tomó con su boca. La reacción de Joe fue automática, primero gimió al notar la
calidez que lo envolvía y después dirigió sus manos al cabello de ella para intentar
controlar la situación, algo que (_TN) no pensaba permitir. Con la firme decisión de
volverle loco de deseo comenzó marcando un ritmo sensual y lánguido para ir
incrementándolo después. Succionó, lamió y mordisqueó y cuando notó que Joe no
aguantaba más, relajó su garganta y engulló todo su miembro. El gemido de Joe
mientras se derramaba en su boca hizo que su sangre ardiera como fuego.
Joe la ayudó a levantarse del suelo y la instó a que apoyara las manos sobre la
pared de azulejos de la ducha. Mediante caricias hizo que abriera las piernas y se
colocó tras ella, no habían pasado ni dos minutos y ya estaba bien dispuesto.
—¿Joe ? —preguntó (_TN) al ver que no hacia ningún movimiento.
—Cariño, déjame gozar de mi sueño. —Pidió pegándose al cuerpo mojado de ella.
Sus manos se dirigieron hasta los pechos mientras que su boca se centró en su
cuello y en el hueco de su oreja, Joe presionó su dureza contra el trasero de su chica
y esta gimió ansiosa por tenerle. Soltando uno de sus senos llevó su miembro hasta la
cálida entrada y la penetró. El deseo estalló con tanta fuerza en ellos que acabaron
sentados en el suelo cuando las fuerzas terminaron por abandonarles.
—(tn)—llamó Joe cuando por fin pudo hablar.
—¿Sí? —contestó con voz queda.
—Gracias por mi sueño.
—Cuando quieras.
*******
Madrid, 14 de febrero 2012
—No puedo creer que hayas organizado la tan mentada fiesta del reencuentro un
martes —se quejó Mónica a su novio mientras bajaban los cuatro amigos en el
ascensor.
—¡Es San Valentín! —se defendió Sergio.
—Lo sé. Aunque no estaba segura de si tú lo sabrías —dijo con cara triste.
—Tranquila cariño —lo celebraremos después a nuestra manera.
—A mí me encanta la idea de celebrar la fiesta hoy. Al fin y al cabo os quiero a
los tres —comentó (_TN) sonriente.
—Espero que a mí me quieras un poco más que a estos —pidió Joe
controlando el impulso de aplastarla contra la pared del ascensor y besarla hasta que
se les doblaran las rodillas a los dos.
—Por supuesto. Tú eres mi favorito —sentenció (_TN) de excelente humor.
—¡Traidora! —se quejó Mónica guiñándole un ojo.
Una vez en el garaje, Sergio se empeñó en que fueran en un solo vehículo con la
intención de mantener la intriga del lugar de la cena por más tiempo. Ninguno se
sorprendió cuando le vieron tomar la ruta del centro, ni tampoco cuando le vieron
aparcar frente a la misma hamburguesería de siempre.
—¿Os ha gustado la sorpresa? —preguntó ante el silencio de sus acompañantes.
Joe que iba sentado en el asiento del copiloto se giró para hablar con su
hermana.
—Lo siento Moni, ahora eres su novia. Te toca a ti darle las malas noticias.
—¿Qué malas noticias? —preguntó Sergio cada vez más descolocado.
Mónica miró a Joe airada, pero cambió su expresión para mirar a su chico.
—Cariño, no sé cómo decirte esto con delicadeza. Verás, no ha sido una sorpresa
para nadie. Todos sabíamos adónde nos llevabas, pero —añadió intentando animarle—
estamos encantados de comer una hamburguesa e ir después al cine.
—¿También sabéis lo de la película? —exclamó Sergio llevándose las manos a la
cabeza—. Aunque al menos habéis fallado en lo del cine, la veremos en mi casa, me
han prestado un home cinema que os va a encantar.
(_TN) rezó para que en su trabajo Mónica mostrara un poco más de tacto, porque
era pésima para las sutilezas.
—Seguro que sí, ya nos encanta que te hayas tomado tantas molestias por nosotros
—le dijo (_TN) intentando animarle.
—Hombre, tanto como que nos encanta —Joe se calló de golpe al ver las
miradas asesinas que le dirigieron las mujeres—. ¡Nos encanta!
ElitzJb
Re: Íntimos enemigos Joe J & (_Tn) (TERMINADA)
awwww me mato por fin estan juntos!!
me encantan Sergio y Monica!
son tan lindos!!
y toda la familia enterada de sus amorios!! jajaja :jojojo:
siguela!!!
me encantan Sergio y Monica!
son tan lindos!!
y toda la familia enterada de sus amorios!! jajaja :jojojo:
siguela!!!
aranzhitha
Re: Íntimos enemigos Joe J & (_Tn) (TERMINADA)
jajjajajaja sisisisi... fue increible este cap... asi que todo el mundo queria que ellos dos esten juntos !
espero que todo termine bien con lo de la vicepresidencia :P
aunque era obvio lo que sentian y que algo habia pasado... amoo su pareja..
lo que si me entristece que solo falte el epilogo... esta nove es genial u.u
pero bueno.. please! siiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
espero que todo termine bien con lo de la vicepresidencia :P
aunque era obvio lo que sentian y que algo habia pasado... amoo su pareja..
lo que si me entristece que solo falte el epilogo... esta nove es genial u.u
pero bueno.. please! siiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Ciin :)
Re: Íntimos enemigos Joe J & (_Tn) (TERMINADA)
JAJAJAJAJJAJAJAJAJJA CAAAYAAA JOEEE.. O SI NO TE ENFRENTAS A TU NOVIA Y A TU HERMANAAA!!!!
chelis
Re: Íntimos enemigos Joe J & (_Tn) (TERMINADA)
AHORA TODOS SON NOVIOS VERDAD? :love:
amo la nove , en serio síguela!
amo la nove , en serio síguela!
fernanda
Re: Íntimos enemigos Joe J & (_Tn) (TERMINADA)
•Epílogo•
Roma, Julio de 2012
—Sabía que no me equivocaba. Eres una novia bellísima —aplaudió Mario Gobanelli
al tiempo que abandonaba el saloncito en el que esperaban que comenzara la
ceremonia—. ¡Voy a buscar al padrino!
—De acuerdo.
—Es cierto cariño, estás preciosa —corroboró Nora con la voz estrangulada por
la emoción.
(_TN) inspiró varias veces para contener las lágrimas. Había vuelto a Roma, esta
vez para casarse con el hombre al que amaba. Joe le había sorprendido con una
romántica petición. Tras muchos años sin jugar al ajedrez, la había retado tras cenar en
casa. Como siempre (_TN) había escogido las negras. Jugaba tan concentrada que no
se había dado cuenta de que la reina blanca llevaba una corona diferente hasta que su
torre no la derribó. Sin apartar sus ojos de su chica Joe le quitó la corona a su reina
y la deslizó con cuidado en el dedo de la mujer que amaba, (_TN) estaba tan
sorprendida y emocionada que no supo qué decir.
—¿Me dejarás compensarte cada día por estos últimos diez años alejados?
—Sí, sí. Te quiero.
—Te quiero, (tn). Desde que reapareciste en mi vida todo tiene sentido.
Me levanto cada mañana con una sonrisa porque eres lo primero que veo cuando abro los
ojos y me acuesto con la misma sonrisa, porque tu imagen es la que me acompaña
cuando duermo. He aprendido muy rápido a necesitarte, pero sé que seré incapaz de
aprender a dejarte ir. Te necesito para siempre…
—¿A qué no sabéis qué acabo de ver? —preguntó Mónica entrando como un
torbellino en el saloncito y sacando a (_TN) de golpe de su ensoñación.
—No cielo, ¿qué has visto? —Marina se secó disimuladamente las lágrimas
mientras esperaba que su hija les contara.
—A Alberto y a Alba, la secretaria de Joe …
—¡Qué encanto de chico! —interrumpió Nora
para preguntar inmediatamente
después— Por cierto Mónica, ¿cuándo os casáis tú y Sergio?
—Nosotros no creemos en la institución. Está obsoleta y es asfixiante para la
mujer —explicó Mónica con la nariz levantada.
—¡Mónica! —la regañó Marina
—El año que viene, nos casaremos
el año que viene, cuando yo termine mi
residencia.
Marina sonrió de nuevo de buen humor.
—Muy bien. Por cierto, Mónica ¿qué sucede porque hayas visto hablar a Alba y a
Alberto? Ais, contigo siempre me pierdo —se quejó después de cambiar abruptamente
de conversación.
Mónica se mordió la lengua, consciente de que Nora no lo hacía apropósito y de
que era la boda de su mejor amiga y de su hermano y contestó con su mejor sonrisa.
—Me refiero a que los he visto coqueteando muy sonrientes.
—Pues me alegro mucho. Alba es muy buena chica y Alberto es maravilloso…
No pudo seguir porque Mario Gobanelli entró dando órdenes a Jorge para que
cogiera a su hija del brazo y desfilaran hasta el altar.
—Vamos bella, tu uomo te espera —le dijo Gobanelli con una sonrisa cómplice.
(_TN) notó el perfume de las violetas en cuanto comenzó a andar con su padre
por el salón camino del altar. Solo dos colores inundaban la sala, el crema y el violeta
en toda su gama cromática.
La ceremonia fue preciosa. El hotel se volcó con la boda, Giacomo Casanova
acudió con su esposa como invitado y no como director del hotel en el que se
celebraba el enlace. Los asistentes disfrutaron de la comida, de las vistas y de la
posterior fiesta.
Incluso Meredith pareció hacerle ojitos a un tío de Marina que la miraba muy
sonriente y se mostraba solícito con ella.
Los novios iban a retirarse a su suite cuando sus padres les llevaron a parte.
—Jorge y yo hemos estado pensando y vamos a retirarnos definitivamente de Von
—anunció David.
—Ahora que tu madre ha vuelto y que ha aceptado casarse conmigo de nuevo, no
voy a volver a cometer el mismo error —explicó Jorge.
—Me parece bien que queráis disfrutar de vuestra vida. Aunque solo mamá sea
capaz de casarse dos veces con el mismo hombre —comentó la novia riendo por la
excentricidad.
—Pienso lo mismo que mi esposa. —Mi esposa, pensó Joe , qué bien suena.
—Perfecto, porque necesitaremos un presidente, ya sé que tenemos dos estupendos
vicepresidentes —dijo David sonriéndoles— pero habíamos pensado comprobar cuál
de los dos era más idóneo para el cargo de presidente.
—¡Oh no! Otra vez no —dijeron los novios al unísono.
—Disfrutad de la boda. Nosotros haremos lo mismo —pidió Joe . Y sin añadir
nada más tomó a su esposa en brazos y se dirigió hasta los ascensores sin dejar de
besarla.
FIN
Roma, Julio de 2012
—Sabía que no me equivocaba. Eres una novia bellísima —aplaudió Mario Gobanelli
al tiempo que abandonaba el saloncito en el que esperaban que comenzara la
ceremonia—. ¡Voy a buscar al padrino!
—De acuerdo.
—Es cierto cariño, estás preciosa —corroboró Nora con la voz estrangulada por
la emoción.
(_TN) inspiró varias veces para contener las lágrimas. Había vuelto a Roma, esta
vez para casarse con el hombre al que amaba. Joe le había sorprendido con una
romántica petición. Tras muchos años sin jugar al ajedrez, la había retado tras cenar en
casa. Como siempre (_TN) había escogido las negras. Jugaba tan concentrada que no
se había dado cuenta de que la reina blanca llevaba una corona diferente hasta que su
torre no la derribó. Sin apartar sus ojos de su chica Joe le quitó la corona a su reina
y la deslizó con cuidado en el dedo de la mujer que amaba, (_TN) estaba tan
sorprendida y emocionada que no supo qué decir.
—¿Me dejarás compensarte cada día por estos últimos diez años alejados?
—Sí, sí. Te quiero.
—Te quiero, (tn). Desde que reapareciste en mi vida todo tiene sentido.
Me levanto cada mañana con una sonrisa porque eres lo primero que veo cuando abro los
ojos y me acuesto con la misma sonrisa, porque tu imagen es la que me acompaña
cuando duermo. He aprendido muy rápido a necesitarte, pero sé que seré incapaz de
aprender a dejarte ir. Te necesito para siempre…
—¿A qué no sabéis qué acabo de ver? —preguntó Mónica entrando como un
torbellino en el saloncito y sacando a (_TN) de golpe de su ensoñación.
—No cielo, ¿qué has visto? —Marina se secó disimuladamente las lágrimas
mientras esperaba que su hija les contara.
—A Alberto y a Alba, la secretaria de Joe …
—¡Qué encanto de chico! —interrumpió Nora
para preguntar inmediatamente
después— Por cierto Mónica, ¿cuándo os casáis tú y Sergio?
—Nosotros no creemos en la institución. Está obsoleta y es asfixiante para la
mujer —explicó Mónica con la nariz levantada.
—¡Mónica! —la regañó Marina
—El año que viene, nos casaremos
el año que viene, cuando yo termine mi
residencia.
Marina sonrió de nuevo de buen humor.
—Muy bien. Por cierto, Mónica ¿qué sucede porque hayas visto hablar a Alba y a
Alberto? Ais, contigo siempre me pierdo —se quejó después de cambiar abruptamente
de conversación.
Mónica se mordió la lengua, consciente de que Nora no lo hacía apropósito y de
que era la boda de su mejor amiga y de su hermano y contestó con su mejor sonrisa.
—Me refiero a que los he visto coqueteando muy sonrientes.
—Pues me alegro mucho. Alba es muy buena chica y Alberto es maravilloso…
No pudo seguir porque Mario Gobanelli entró dando órdenes a Jorge para que
cogiera a su hija del brazo y desfilaran hasta el altar.
—Vamos bella, tu uomo te espera —le dijo Gobanelli con una sonrisa cómplice.
(_TN) notó el perfume de las violetas en cuanto comenzó a andar con su padre
por el salón camino del altar. Solo dos colores inundaban la sala, el crema y el violeta
en toda su gama cromática.
La ceremonia fue preciosa. El hotel se volcó con la boda, Giacomo Casanova
acudió con su esposa como invitado y no como director del hotel en el que se
celebraba el enlace. Los asistentes disfrutaron de la comida, de las vistas y de la
posterior fiesta.
Incluso Meredith pareció hacerle ojitos a un tío de Marina que la miraba muy
sonriente y se mostraba solícito con ella.
Los novios iban a retirarse a su suite cuando sus padres les llevaron a parte.
—Jorge y yo hemos estado pensando y vamos a retirarnos definitivamente de Von
—anunció David.
—Ahora que tu madre ha vuelto y que ha aceptado casarse conmigo de nuevo, no
voy a volver a cometer el mismo error —explicó Jorge.
—Me parece bien que queráis disfrutar de vuestra vida. Aunque solo mamá sea
capaz de casarse dos veces con el mismo hombre —comentó la novia riendo por la
excentricidad.
—Pienso lo mismo que mi esposa. —Mi esposa, pensó Joe , qué bien suena.
—Perfecto, porque necesitaremos un presidente, ya sé que tenemos dos estupendos
vicepresidentes —dijo David sonriéndoles— pero habíamos pensado comprobar cuál
de los dos era más idóneo para el cargo de presidente.
—¡Oh no! Otra vez no —dijeron los novios al unísono.
—Disfrutad de la boda. Nosotros haremos lo mismo —pidió Joe . Y sin añadir
nada más tomó a su esposa en brazos y se dirigió hasta los ascensores sin dejar de
besarla.
FIN
mis chicas espero q les alla gustado el final...
gracias x sus agradables comentarios son nlas mejores lectoras que tengo
se les quiere full besitos se me portan mal ... ah y FELIZ DIA DEL NIÑO
aqui en mi país es hoy asi que felicidades...
arrivederchi nos leeremos pronto en una próxima nove que coloque vale estén pilas
gracias x sus agradables comentarios son nlas mejores lectoras que tengo
se les quiere full besitos se me portan mal ... ah y FELIZ DIA DEL NIÑO
aqui en mi país es hoy asi que felicidades...
arrivederchi nos leeremos pronto en una próxima nove que coloque vale estén pilas
ElitzJb
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