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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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This Lullaby |Harry Styles|
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 4 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Re: This Lullaby |Harry Styles|
~Alejandra~ escribió:Puaj! No me gusta nada Sam.... En cambio Harry ay es un encanto! (: me encanta que siga a Remy y no la deje Hahaha se ve tiernamente obsecionado pero encantador Siguela pronto y espero el maratón con ansias! Para cuándo? xx(:
Sam es un fastidio!
imagina que Harry te conoce y es asi <3 todo un amor
ahora va la maratonnn :)
Kingdom
Re: This Lullaby |Harry Styles|
Haroldo es adorablemente insorportable :)Pepaa escribió:Aaaaaaaaay!
me encanta!
wuiasjdlkasjdk Harry :') es un chiste!
Tienes que seguirla babe!
me encanta..
Sam no me agrada 77
Ahora la sigo xx
Kingdom
Re: This Lullaby |Harry Styles|
adhaksjdhaksjdhkasjdhasjdh <3
Mierrrrrrrda , que hermoso !
Harry es todo un loquillo :3
Espero el proximo e.e
Roochi.1D
Re: This Lullaby |Harry Styles|
we're over 1/ 3
- Okey, mira - dije, empujándolo - Tenemos que hablar.
- Ahora?
- Ahora.
Él suspiró luego se sentó en la cama, dejando su cabeza reposar contra la pared.
- Okey - dijo él - adelante.
Me puse de rodillas en la cama, luego me acomodé mi top, “ir a buscar algo rápido” se convirtió rápidamente en “hacer algunas llamadas” y luego él estaba sobre mí, empujándome contra las almohadas antes de que pudiera siquiera comenzar mi movida en lo de terminar. Pero ahora,tenía su atención.
- La cosa es - comencé - las cosas están empezando a cambiar para mi ahora
Esta era mi línea.
Había aprendido a través de los años, que había una serie detécnicas en lo que respecta a terminar con alguien.
Hay diferentes clases: algunos chicos se indignan y se molestan, algunos gimen y lloran, algunos actúan fríos e indiferentes, como si no loshubieras dejado lo suficientemente rápido. Tenía la idea de que Sam era de estos últimos, pero no podía estar completamente segura.
- Así que, como sea - continué - he estado pensando que-
Y luego el teléfono sonó, un chillido electrónico, y perdí mi momento
otra vez. Sam contestó - Hola? - luego hubo algunos umm-hmmm un par se sí, y él se levantó, caminando a través de la habitación, y entrando a su baño, todavía murmurando.
Deslicé mis dedos por mi cabello, odiando el hecho de que parecía no encontrar el momento adecuado. Aún escuchándolo hablar, cerré los ojos y estiré los brazos hacia arriba sobre mi cabeza, luego deslicé mis dedos por el lado del colchón más cercano a la pared. Y sentí algo.
Cuando Sam finalmente colgó, se miró a sí mismo en el espejo, y volvió a la habitación, yo estaba sentada allí, con las piernas cruzadas, con un par de bragas rojas de satén extendidas en la cama frente a mí.(Las había agarrado usando una toalla de papel: como si hubiera podido tocarlas). Se acercó a mi todo seguro y confiado, y, las vio, casi se muere, tuvo que agarrarse.
- Ummpthz - dijo él, o algo así, mientras succionaba aire, sorprendido, luego rápidamente se acomodo - Hey, um, que-
- Que demonios - le dije, con mi voz normal - son estás?
- No son tuyas?
Miré al techo, sacudiendo la cabeza. Como si yo fuera a usar unas baratas bragas de poliéster rojas. O sea, yo tenía principios. O no? Mira con quien desperdicié los últimos seis meses.
- Cuánto tiempo? - dije.
- Qué?
- Cuánto tiempo te has estado acostando con otra?
- No fue-
- Cuanto? - repetí golpeando las palabras.
- Yo solo no-
- Cuánto?
Tragó saliva, y por un momento ese fue el único sonido en la habitación. Luego dijo - Solo un par de semanas.
Me eché para atrás, presionando los dedos en mis sienes. Dios, esto era genial. Ahora no solo me habían sido infiel, sino que la gente seguro lo sabría, lo que me convertía en la víctima, lo que odiaba más que cualquier cosa. Pobre, pobre Remy. Quería matarlo.
- Eres un imbécil - dije. El estaba colorado y tembloroso, y me di cuenta que pudo haber sido de los que gimen y lloran, las cosas habían resultado diferente. Increíble. Uno nunca sabe.
- Remy, déjame - se inclinó hacia delante tocando mi brazo, pero por una vez, finalmente, podía hacer lo que quería y me eché hacia atrás como si su toque me quemara.
- No me toques - le espeté. Tomé mi chaqueta, colocándola alrededor de mi cintura, y fui a hacia la puerta, sintiéndolo paralizado detrás de mí.
Azoté puerta tras puerta, mientras me movía por la casa, saltando a la acera del frente con tal impulso que estaba junto al buzón del correo antes de darme cuenta.
Lo podía sentir observándome desde la entrada mientras me alejaba, pero él no me llamó ni dijo nada. No que quería que lo hiciera, o que eso me hubiera hecho reconsiderar. Pero la mayoría de los chicos hubieran tenido al menos la decencia de intentarlo.
Así que ahora, estaba caminando por su vecindario, realmente enojada, sin carro, en un viernes por la noche. Mi primer viernes por la noche como una adulta, graduada de secundaria, en el mundo real.
- Ahora?
- Ahora.
Él suspiró luego se sentó en la cama, dejando su cabeza reposar contra la pared.
- Okey - dijo él - adelante.
Me puse de rodillas en la cama, luego me acomodé mi top, “ir a buscar algo rápido” se convirtió rápidamente en “hacer algunas llamadas” y luego él estaba sobre mí, empujándome contra las almohadas antes de que pudiera siquiera comenzar mi movida en lo de terminar. Pero ahora,tenía su atención.
- La cosa es - comencé - las cosas están empezando a cambiar para mi ahora
Esta era mi línea.
Había aprendido a través de los años, que había una serie detécnicas en lo que respecta a terminar con alguien.
Hay diferentes clases: algunos chicos se indignan y se molestan, algunos gimen y lloran, algunos actúan fríos e indiferentes, como si no loshubieras dejado lo suficientemente rápido. Tenía la idea de que Sam era de estos últimos, pero no podía estar completamente segura.
- Así que, como sea - continué - he estado pensando que-
Y luego el teléfono sonó, un chillido electrónico, y perdí mi momento
otra vez. Sam contestó - Hola? - luego hubo algunos umm-hmmm un par se sí, y él se levantó, caminando a través de la habitación, y entrando a su baño, todavía murmurando.
Deslicé mis dedos por mi cabello, odiando el hecho de que parecía no encontrar el momento adecuado. Aún escuchándolo hablar, cerré los ojos y estiré los brazos hacia arriba sobre mi cabeza, luego deslicé mis dedos por el lado del colchón más cercano a la pared. Y sentí algo.
Cuando Sam finalmente colgó, se miró a sí mismo en el espejo, y volvió a la habitación, yo estaba sentada allí, con las piernas cruzadas, con un par de bragas rojas de satén extendidas en la cama frente a mí.(Las había agarrado usando una toalla de papel: como si hubiera podido tocarlas). Se acercó a mi todo seguro y confiado, y, las vio, casi se muere, tuvo que agarrarse.
- Ummpthz - dijo él, o algo así, mientras succionaba aire, sorprendido, luego rápidamente se acomodo - Hey, um, que-
- Que demonios - le dije, con mi voz normal - son estás?
- No son tuyas?
Miré al techo, sacudiendo la cabeza. Como si yo fuera a usar unas baratas bragas de poliéster rojas. O sea, yo tenía principios. O no? Mira con quien desperdicié los últimos seis meses.
- Cuánto tiempo? - dije.
- Qué?
- Cuánto tiempo te has estado acostando con otra?
- No fue-
- Cuanto? - repetí golpeando las palabras.
- Yo solo no-
- Cuánto?
Tragó saliva, y por un momento ese fue el único sonido en la habitación. Luego dijo - Solo un par de semanas.
Me eché para atrás, presionando los dedos en mis sienes. Dios, esto era genial. Ahora no solo me habían sido infiel, sino que la gente seguro lo sabría, lo que me convertía en la víctima, lo que odiaba más que cualquier cosa. Pobre, pobre Remy. Quería matarlo.
- Eres un imbécil - dije. El estaba colorado y tembloroso, y me di cuenta que pudo haber sido de los que gimen y lloran, las cosas habían resultado diferente. Increíble. Uno nunca sabe.
- Remy, déjame - se inclinó hacia delante tocando mi brazo, pero por una vez, finalmente, podía hacer lo que quería y me eché hacia atrás como si su toque me quemara.
- No me toques - le espeté. Tomé mi chaqueta, colocándola alrededor de mi cintura, y fui a hacia la puerta, sintiéndolo paralizado detrás de mí.
Azoté puerta tras puerta, mientras me movía por la casa, saltando a la acera del frente con tal impulso que estaba junto al buzón del correo antes de darme cuenta.
Lo podía sentir observándome desde la entrada mientras me alejaba, pero él no me llamó ni dijo nada. No que quería que lo hiciera, o que eso me hubiera hecho reconsiderar. Pero la mayoría de los chicos hubieran tenido al menos la decencia de intentarlo.
Así que ahora, estaba caminando por su vecindario, realmente enojada, sin carro, en un viernes por la noche. Mi primer viernes por la noche como una adulta, graduada de secundaria, en el mundo real.
Bienvenida
.Kingdom
Re: This Lullaby |Harry Styles|
estas lista? 2/3
- Donde demonios has estado? - me preguntó Chloe cuando finalmente volví a Bendo, con la ayuda del transporte público, más o menos veinte minutos después.
- No vas a creer- empecé.
- Ahora no - Ella me tomó del brazo, jalándome a través de la multitud y me sacó afuera, donde vi a Jess en su carro, con la puerta del conductor abierta - Tenemos un problema.
Cuando caminé hacia el carro, no vi a Lissa al principio. Ella estaba acurrucada en el asiento trasero, sosteniendo un fajo de esas toallas de papel del tipo de baño público de restaurante. Su cara estaba roja y llena de lágrimas, y estaba gimiendo.
- Qué demonios sucedió? - pregunté, tirando de la puerta de atrás para abrirla y deslizándome al lado de ella.
- Adam t-t-terminó conmi-mi-migo - dijo ella, tragando aire - El solo me d-d-dejó.
- Oh, dios mío - dije mientras Chloe se subía en el asiento delantero, azotando la puerta detrás de ella. Jess, se había volteado hacia nosotras, me miró y sacudió la cabeza.
- Cuando?
Lissa respiró profundo, luego se echó a llorar de nuevo - No puedo - murmuró limpiándose la cara con una toalla de papel - Ni si-qui-e-ra…-
- Esta noche, cuando ella lo recogió del trabajo - me dijo Chloe - Ella lo llevó a su casa, para que él tomara una ducha y ahí lo hizo. Sin advertencia. Ni una.
- Tuve que caminar f-f-frente a sus p-p-padres - Lissa añadió, lloriqueando. - Y ellos sabían. Ellos me miraron como si fuera un perro ab-b-bandonado.
- Que dijo él? - le pregunté.
- Él le dijo - dijo Chloe, claramente en su rol de portavoz - que él necesitaba su libertad porque era verano y la secundaria terminó y él no quería que ninguno de los dos perdiera ninguna oportunidad en la universidad. El quería asegurarse que ellos—
- d-d-disfrutaran su vida al máximo - terminó Lissa, secándose los ojos.
- Idiota - gruño Jess - Estás mejor sin él.
- Yo-o lo a-amo! - Lissa sollozó, y me agarró, deslizando mi brazo alrededor de ella.
- Está bien - le dije.
- Y yo no tenía ni idea - dijo ella, respirando profundo, lo que la hizo sacudirse, mientras dejaba caer a un lado la toalla de papel que sostenía, dejándola caer en el suelo. - Cómo pude no darme cuenta?
- Lissa, vas a estar bien - Le dijo Chloe, con voz suave.
- Es como si yo fuera Sam - sollozó apoyándose en mi - Estábamos solo viviendo nuestras vidas recogiendo la ropa de la tintore-
- Qué? - dijo Jess.
- .......Ignorando - terminó Lissa - que h-h-hoy nos dejarían
- Hablando de eso - me dijo Chloe - Como salió eso?
- No preguntes - dije.
Lissa lloraba ahora completamente, con su cabeza enterrada en mi hombro. Sobre la cabeza de Chloe pude ver que Bendo estaba abarrotado, con una fila en el frente - Vámonos de aquí - le dije a Jess y ella asintió. - Esta noche apesta de todas formas.
Chloe se hundió en el asiento delantero cambiando la estación de radio, mientras Jess encendía el motor. Lissa sopló su nariz en la toalla de papel que yo le tendí, luego se instaló en pequeños y rápidos sollozos apoyada en mí. Mientras arrancábamos acaricié su cabeza, sabiendo lo muchos que debía doler. No había nada peor que la primera vez.
Obviamente tuvimos otra ronda de Coca-Colas en Zip. Luego Chloe se fue, y Jess procedió a llevarnos a Lissa y a mí a mi casa.
Estábamos a punto de entrar en mi vecindario cuando Jess de repente redujo la velocidad y me dijo en voz baja - Ahí está Adam.
Mire hacia la izquierda, y efectivamente, estaban Adam y sus amigos en el estacionamiento del Café Shack. Lo que realmente me molestó fue que él estaba sonriendo. Idiota
Miré hacia atrás, pero Lissa tenía los ojos y estaba tendida en el asiento trasero, escuchando radio.
- Entra - le dije a Jess. Y me volteé - Hey Liss?
- Hmmm? - dijo ella.
- No te muevas, Okey? Quédate abajo.
- Okey - dijo con incertidumbre.
Nos miramos la una a la otra. Jess dijo - Tú o yo?
- Yo - le dije, tomando el último sorbo de mi bebida - Necesito esto esta noche.
Jess aceleró el motor en neutro.
- Estás lista? - me preguntó ella.
Asentí, mi bebida se balanceaba en mi mano. Perfecto.
Jess metió fuertemente el acelerador. Para el momento en que Adam nos vio venir ya era demasiado tarde.
No fue la mejor. Pero tampoco fue mala. Mientras pasábamos, el vaso atravesó el aire, como si no pesara nada. Lo golpeó justo en la parte de atrás de la cabeza, vertiendo Coca-Cola de dieta y hielo por toda su espalda.
- Maldita sea! - nos gritó mientras terminábamos de pasar - Lissa! Demonios! Remy! Tu perra!
Todavía estaba gritando cuando lo perdí de vista.
* * *
Luego de medio paquete de Oreos, cuatro cigarrillos, y suficientes Kleenex para cubrir el mundo, finalmente logré que Lissa se durmiera. Ella cayó instantáneamente, respirando por la nariz, con las piernas enrolladas alrededor de mi colcha.
Yo tomé una manta, una almohada, me metí en mi closet, donde me tiré en el suelo. La podía ver desde donde estaba, y asegurarme de que estaba dormida mientras empujaba a un lado las cajas de zapatos que tenía en la esquina derecha de mi armario y los ponía todos en una pila, escondiéndolos.
Tuve una noche terrible. No hacia esto todo el tiempo, pero algunas veces solo necesitaba hacerlo. Nunca se sabe.
Me acurruqué, cubriéndome con la manta, y saqué mi reproductor de CD y mis audífonos. Luego me los puse, apagué la luz y salté a la pista siete. Había un tragaluz en mi armario, y si me colocaba en el lugar adecuado, la luz de la luna caía justo sobre mí. A veces incluso podía ver las estrellas.
La canción empezó lento. Un poco de guitarra, solo unos cuantos acordes. Luego una voz que conocía muy bien. Nadie tiene que saber. Pero sabían
This lullaby is only a few words
A simple run of chords
Quiet here in this spare room
But you can hear it, hear it
Wherever you may go
I will let you down
But this lullaby plays on. . . .
Me quedé dormida con su voz como siempre lo hacía.
Siempre.
- No vas a creer- empecé.
- Ahora no - Ella me tomó del brazo, jalándome a través de la multitud y me sacó afuera, donde vi a Jess en su carro, con la puerta del conductor abierta - Tenemos un problema.
Cuando caminé hacia el carro, no vi a Lissa al principio. Ella estaba acurrucada en el asiento trasero, sosteniendo un fajo de esas toallas de papel del tipo de baño público de restaurante. Su cara estaba roja y llena de lágrimas, y estaba gimiendo.
- Qué demonios sucedió? - pregunté, tirando de la puerta de atrás para abrirla y deslizándome al lado de ella.
- Adam t-t-terminó conmi-mi-migo - dijo ella, tragando aire - El solo me d-d-dejó.
- Oh, dios mío - dije mientras Chloe se subía en el asiento delantero, azotando la puerta detrás de ella. Jess, se había volteado hacia nosotras, me miró y sacudió la cabeza.
- Cuando?
Lissa respiró profundo, luego se echó a llorar de nuevo - No puedo - murmuró limpiándose la cara con una toalla de papel - Ni si-qui-e-ra…-
- Esta noche, cuando ella lo recogió del trabajo - me dijo Chloe - Ella lo llevó a su casa, para que él tomara una ducha y ahí lo hizo. Sin advertencia. Ni una.
- Tuve que caminar f-f-frente a sus p-p-padres - Lissa añadió, lloriqueando. - Y ellos sabían. Ellos me miraron como si fuera un perro ab-b-bandonado.
- Que dijo él? - le pregunté.
- Él le dijo - dijo Chloe, claramente en su rol de portavoz - que él necesitaba su libertad porque era verano y la secundaria terminó y él no quería que ninguno de los dos perdiera ninguna oportunidad en la universidad. El quería asegurarse que ellos—
- d-d-disfrutaran su vida al máximo - terminó Lissa, secándose los ojos.
- Idiota - gruño Jess - Estás mejor sin él.
- Yo-o lo a-amo! - Lissa sollozó, y me agarró, deslizando mi brazo alrededor de ella.
- Está bien - le dije.
- Y yo no tenía ni idea - dijo ella, respirando profundo, lo que la hizo sacudirse, mientras dejaba caer a un lado la toalla de papel que sostenía, dejándola caer en el suelo. - Cómo pude no darme cuenta?
- Lissa, vas a estar bien - Le dijo Chloe, con voz suave.
- Es como si yo fuera Sam - sollozó apoyándose en mi - Estábamos solo viviendo nuestras vidas recogiendo la ropa de la tintore-
- Qué? - dijo Jess.
- .......Ignorando - terminó Lissa - que h-h-hoy nos dejarían
- Hablando de eso - me dijo Chloe - Como salió eso?
- No preguntes - dije.
Lissa lloraba ahora completamente, con su cabeza enterrada en mi hombro. Sobre la cabeza de Chloe pude ver que Bendo estaba abarrotado, con una fila en el frente - Vámonos de aquí - le dije a Jess y ella asintió. - Esta noche apesta de todas formas.
Chloe se hundió en el asiento delantero cambiando la estación de radio, mientras Jess encendía el motor. Lissa sopló su nariz en la toalla de papel que yo le tendí, luego se instaló en pequeños y rápidos sollozos apoyada en mí. Mientras arrancábamos acaricié su cabeza, sabiendo lo muchos que debía doler. No había nada peor que la primera vez.
* * *
Obviamente tuvimos otra ronda de Coca-Colas en Zip. Luego Chloe se fue, y Jess procedió a llevarnos a Lissa y a mí a mi casa.
Estábamos a punto de entrar en mi vecindario cuando Jess de repente redujo la velocidad y me dijo en voz baja - Ahí está Adam.
Mire hacia la izquierda, y efectivamente, estaban Adam y sus amigos en el estacionamiento del Café Shack. Lo que realmente me molestó fue que él estaba sonriendo. Idiota
Miré hacia atrás, pero Lissa tenía los ojos y estaba tendida en el asiento trasero, escuchando radio.
- Entra - le dije a Jess. Y me volteé - Hey Liss?
- Hmmm? - dijo ella.
- No te muevas, Okey? Quédate abajo.
- Okey - dijo con incertidumbre.
Nos miramos la una a la otra. Jess dijo - Tú o yo?
- Yo - le dije, tomando el último sorbo de mi bebida - Necesito esto esta noche.
Jess aceleró el motor en neutro.
- Estás lista? - me preguntó ella.
Asentí, mi bebida se balanceaba en mi mano. Perfecto.
Jess metió fuertemente el acelerador. Para el momento en que Adam nos vio venir ya era demasiado tarde.
No fue la mejor. Pero tampoco fue mala. Mientras pasábamos, el vaso atravesó el aire, como si no pesara nada. Lo golpeó justo en la parte de atrás de la cabeza, vertiendo Coca-Cola de dieta y hielo por toda su espalda.
- Maldita sea! - nos gritó mientras terminábamos de pasar - Lissa! Demonios! Remy! Tu perra!
Todavía estaba gritando cuando lo perdí de vista.
* * *
Luego de medio paquete de Oreos, cuatro cigarrillos, y suficientes Kleenex para cubrir el mundo, finalmente logré que Lissa se durmiera. Ella cayó instantáneamente, respirando por la nariz, con las piernas enrolladas alrededor de mi colcha.
Yo tomé una manta, una almohada, me metí en mi closet, donde me tiré en el suelo. La podía ver desde donde estaba, y asegurarme de que estaba dormida mientras empujaba a un lado las cajas de zapatos que tenía en la esquina derecha de mi armario y los ponía todos en una pila, escondiéndolos.
Tuve una noche terrible. No hacia esto todo el tiempo, pero algunas veces solo necesitaba hacerlo. Nunca se sabe.
Me acurruqué, cubriéndome con la manta, y saqué mi reproductor de CD y mis audífonos. Luego me los puse, apagué la luz y salté a la pista siete. Había un tragaluz en mi armario, y si me colocaba en el lugar adecuado, la luz de la luna caía justo sobre mí. A veces incluso podía ver las estrellas.
La canción empezó lento. Un poco de guitarra, solo unos cuantos acordes. Luego una voz que conocía muy bien. Nadie tiene que saber. Pero sabían
This lullaby is only a few words
A simple run of chords
Quiet here in this spare room
But you can hear it, hear it
Wherever you may go
I will let you down
But this lullaby plays on. . . .
Me quedé dormida con su voz como siempre lo hacía.
Siempre.
Kingdom
Re: This Lullaby |Harry Styles|
Ohhhhhhhhh, que capitulos ehhhhhhhhhhhh .
Espero el proximo e.e
Roochi.1D
Re: This Lullaby |Harry Styles|
Aaaaaay estuvieron geniales!
tienes que seguirla babe!
Que mal todo lo que sucedió, me encantó la venganza de Remy ajaa!
tienes que seguirla babe!
Que mal todo lo que sucedió, me encantó la venganza de Remy ajaa!
Pepaa
Re: This Lullaby |Harry Styles|
Ringo 3/3
"¡Aiiiieeeeeee!"
"¡Por todos los cielos!"
"¡¡¡Oh, Diiiiiiiooooossssss!!!"
"¡Por todos los cielos!"
"¡¡¡Oh, Diiiiiiiooooossssss!!!"
En la sala de espera, las dos señoras en las mesitas para manicuras se miraron unas a otras, luego a mí.
- Depilación del área del Bikini - le expliqué.
- Oh - dijo una, y volvió a su revista. La otra se sentó allí, oyendo como si fuera un perro de caza, esperando a por el grito que venía. No había pasado mucho tiempo antes de la cita mensual de la Sra. Michaels.
La Sra. Michaels era la esposa de uno de los ministros locales, y amaba a Dios, casi tanto como tener un buen cuerpo sin vello. En el año que había trabajado en el Salón de Joie, había escuchado maldecir más de la trastienda, donde Emma trabajaba con sus bandas de cera que en todas las demás habitaciones combinadas.
Y eso incluye las malas manicuras, cortes de cabello estropeado, e incluso una mujer que estaba cerca, perturbada porque las algas marinas en las que estaba envuelta, empezaban a volverse del pie de limón.
No que Joie fuera un mal lugar. Era sólo que no se puede complacer a todos, especialmente a las mujeres, cuando se trata de su apariencia. Es por eso que Lola, la dueña de Joie, me había dado un aumento con la esperanza de que quizá, sólo quizá, me gustara darle la espalda a Stanford y quedarme en su recepción para siempre, manteniendo a la gente bajo control.
Había obtenido el puesto porque quería un auto.
Mi madre me había ofrecido darme su coche, un bonito Camry, y comprarse uno nuevo, pero era importante para mí conseguirlo por mi cuenta. Yo amaba a mi madre, pero aprendí hace mucho tiempo a no entrar en acuerdos con ella más allá de los que TENIA que hacer. Sus caprichos eran legendarios, y yo ya la veía pedirme el coche de vuelta cuando ella decidiera que ya no era feliz con su nuevo coche.
Así que vacié mi cuenta de ahorros —que consistía mayormente de cuidar a niños y el dinero que había acumulado desde siempre en Navidad— obtuve el reporte de créditos, e hice toda la investigación que pude de los nuevos modelos antes de llegar a los concesionarios. Y discutí me burlé y aguanté tanto del vendedor de carros de mierda que casi me mata, pero al final tuve el coche que quería, un nuevo Civic con techo solar y automático, a un precio que el fabricante sugería como un robo.
El día que obtuve el carro, me dirigí a Joie para llenar una solicitud, después de haber visto el anuncio de SE NECESITA RECEPCIONISTA no menos de una semana antes. Y así, tenía el pago inicial del coche y un trabajo, todo antes de que mi último año de escuela, incluso comenzara.
Ahora, el teléfono de como la Sra. Michaels sonó mientras salía de la habitación de depilación con cera. Al principio me había asustado por lo mal que la gente la miraba después de eso: como víctima de guerra, o víctima de un incendio. Ella estaba caminando con dificultad —la ceras de bikini eran especialmente brutales—, mientras se acercaba a mi escritorio. ´
- Joie Salón - dije en el teléfono - Remy le contesta
- Remy, hola, soy Lauren Baker - la mujer en el otro extremo dijo en una voz apresurada. La Sra. Baker fue siempre sonaba sin aliento. - Oh, sólo solo tienes que colocarme una cita para una manicura. Carl tiene algunos clientes grandes y nos vamos a La Corolla esta semana he estado limpiando la mesa de café y mis manos están justo…
- Un momento por favor - dije, en mi, “oh-soy-tan-profesional” voz, y pulsé el botón de pausa. Frente a mí, la Sra. Michaels hizo una mueca mientras sacaba su billetera, deslizando una tarjeta de crédito de oro para mí - Eso es setenta y ocho, señora
Ella asintió, y cogí la tarjeta, se la devolví. Su rostro estaba tan rojo, el área alrededor de las cejas, prácticamente en carne viva. Ouch. Ella firmó el recibo, y luego se miró en el espejo detrás de mí, haciendo una mueca.
- ¡Ay, Dios! – dijo - Creo que no podré ir a la oficina de correos con este aspecto
- ¡Tonterías! - Emma, la depiladora, dijo mientras campante, ostensiblemente por una buena razón, pero en realidad quería asegurarse de la propina que la señora Michaels dejaba en su sobre fuera suficientemente grande - Nadie se dará cuenta. Nos vemos el mes que viene, ¿vale?
La Sra. Michaels movió sus dedos, luego salió por la puerta, todavía moviéndose con rigidez.
Una vez que llegó a la acera Emma agarró su sobre, hojeó los billetes allí, e hizo una especie de ruido como “hmmph” dejándose caer en una silla y cruzando las piernas a la espera de su próxima cita.
- La que sigue - dije, presionando el botón de la línea uno. Podía oír a la jadeante señora Baker antes de que empezara a hablar - Vamos a ver, podría colocarla a las tres y media, pero tiene que estar aquí puntualmente, porque Amanda tiene una cita a las 4
- ¿Tres y media? - La señora Baker dijo - Bueno, verás, antes sería mejor, en realidad, porque tengo este…
- Tres y media – repetí - Tómelo o déjelo
Hubo una pausa, un respiro ansioso, y entonces ella dijo: "Estaré allí".
- Está bien. Nos vemos luego
En cuanto colgué el teléfono, la anoté, Emma me miró y dijo: "Remy, chica eres un tipo duro".
Me encogí de hombros. La verdad era que yo podía hacer frente a estas mujeres, porque la mayoría de ellas acostumbraba -a-tener-todo, esa mentalidad del yo-yo-yo, que yo conocía muy bien a causa de mi madre. Ellas querían romper las reglas, para hacer las cosas de gratis, para entrar en las citas de otras personas y aún así mantener el amor de todos. Así que yo era bueno en este trabajo, aunque sólo sea porque tuve una vida con experiencias previas.
En la siguiente hora tuve a las dos mujeres esperando a sus manicuras, ordené el almuerzo para Lola, organicé los recibos del día anterior, y entre dos depilaciones de cejas y un trabajo bajo el brazo oí todos los detalles sangrientos sobre la reciente cita a ciegas más desastrosa de Emma. Sin embargo, a eso de las dos, las cosas habían ralentizado un poco, y yo estaba allí sentada en la mesa, bebiendo una Coca-Cola Light y con la mirada fija en el estacionamiento.
Joie se encontraba en un centro comercial llamado Pueblo Mayor.
Todo era de concreto, a la derecha en la carretera, pero había algunos árboles bonitos de paisaje y una fuente para que parezca de más alto nivel. A nuestra derecha estaba el mercado de Mayor, que vende cara comida orgánica. También estaba el Saltar Java, un café, así como una tienda de videos, un banco, y una casa de fotografía de sola una hora.
Mientras miraba, vi a una destartalada furgoneta blanca detenerse en el aparcamiento, de Deja a las Aves, la tienda de alimentos para aves. Las puertas delanteras y laterales de la camioneta se abrió y tres hombres salieron, todos de mi edad, en camisas de vestir, corbata y pantalones vaqueros. Se agruparon por un segundo, a discutir algo, y luego se separaron, cada uno partió a una tienda diferente. Un tipo con el pelo rubio teñido vino hacia nosotros, metiéndose la camisa a medida ue avanzaba.
- Oh Chico – dije - Aquí vienen los vendedores - A pesar de que tenía un letrero muy bonito en la ventana que decía NO SE ADMITEN VENDEDORES, siempre tenía que ahuyentar a las personas que venden golosinas o Biblias. Tomé un sorbo de Coca-Cola Light, y me preparé mientras la campana sonó en la puerta y entró.
- Hola - dijo, caminando hacia mí. Tenía unos ojos de un azul intenso, agradables y tenía una sonrisa decente. Su camisa de vestir, ya que la examinaba de cerca, tenía una mancha en el bolsillo, y parecía de una tienda de segunda mano. Además, la corbata era de quita y pon. Quiero decir, era obvio.
- Hola – dije - ¿Puedo ayudarle?
- ¿Me preguntaba si tal vez estaban contratando?
Le miré. Ningún hombre trabajaba en Joie: no era una cosa consciente por parte de Lola, sólo que, francamente, el trabajo no le gustaba a la mayoría de los hombres.
Habíamos tenido un estilista hombre, Eric, pero se había ido a Sunset
Salón, nuestra mayor competencia, a principios de año, teniendo uno de nuestros mejores manicuristas con él.
Desde entonces todo fue de estrógeno, todo el tiempo.
- No – dije - No estamos contratando
- ¿Estás segura?
- Segura
No parecía convencido, pero él seguía sonriendo - Me pregunto - dijo, todo encantador - ¿si tal vez podría llenar una solicitud en caso de que una apertura estuviera disponible?
- Claro - le dije, abriendo el cajón de la mesa, donde teníamos las hojas de aplicaciones.
Arranqué una y se lo entregué, junto con una de mis plumas.
- Muchas gracias - dijo, tomando asiento en la esquina de la ventana. Observe de donde yo estaba, mientras él escribía su nombre en la parte superior en letras de imprenta clara, a continuación, frunció el ceño, contemplando las preguntas.
- Remy - Lola gritó, entrando en la sala de espera, - ¿ya nos llegó ese envío de Redken?"
- Todavía no - le dije. Lola era una mujer grande que llevaba ajustada, ropa brillante.
Tenía una sonrisa enorme que coincidía con su cuerpo enorme e inspiraba respeto y temor en sus clientes que ni siquiera llegaban con una foto o algo cuando tenía una cita: simplemente la dejaban decidir. Ahora, ella echó un vistazo al tipo de la esquina.
- ¿Por qué estás aquí? - le preguntó.
Miró hacia arriba, apenas sorprendido. Tuve que admirar eso - Aplicando para un puesto de trabajo - le dijo.
Ella lo miró de arriba abajo - ¿Es eso una corbata de quita y pon?
- Sí, señora - dijo, moviendo la cabeza hacia ella - Así es
Lola me miró, luego a él, luego se echó a reír - Oh, Señor, mira a este chico. ¿Y tu deseas trabajar para mí?
- Sí, señora, seguro que sí. - Era tan cortés le veía ganando puntos, rápidamente. Lola era grande en el respeto.
-¿Puede darme una manicura?
El consideró esto. - No, pero soy un aprendiz rápido
- ¿Puedes con cera de bikini?
- Nop
- ¿Corte de pelo?
- No, estoy seguro que no puedo
Ella ladeó la cabeza hacia un lado, sonriéndole – Cariño - dijo finalmente - eres inútil
Él asintió con la cabeza. - Mi madre siempre decía eso - le dijo - Pero estoy en esta banda y todos tenemos que conseguir un trabajo hoy, así que estoy tratando en cualquier cosa
Lola se echó a reír de nuevo. Sonaba como si esa risa viniera todo el camino desde su estómago, burbujeando - ¿Estás en una banda?
- Sí, señora. Acabamos de venir desde Manchester, para el verano. Y todos tenemos que conseguir un trabajo al día, así que vinimos aquí y nos separamos
Así que no son vendedores, pensé. Son músicos. Aún peor.
- ¿Qué tocas?- Lola le preguntó.
- Batería - dijo.
- ¿Al igual que Ringo?
- Exactamente - Él sonrió, y añadió en voz baja - ¿Sabes que siempre ponen al rubio, atrás? De lo contrario todas las damas serían para mí
Lola estalló en risas, tan fuerte que Emma y una de las manicuristas, Amanda, asomó la cabeza.
- ¿Pero que en el mundo…? - Preguntó Amanda.
- ¡Dios mío! ¿es una corbata de quita y pon? – pregunto Emma.
- Mira - dijo Lola, recuperando el aliento - No tenemos nada para ti. Pero ven conmigo al café y te conseguiré un trabajo. Esa chica me debe un favor
- ¿En serio?
Ella asintió. - Pero vamos. No tengo todo el día
Dio un salto, el bolígrafo que sostenía cayó ruidosamente al suelo. Se agachó para recogerlo, y después trajo la aplicación de nuevo a mí. - Gracias de todos modos - dijo.
- No hay problema
- ¡Vamos, Ringo! - Lola gritó desde la puerta.
Saltó, sonriendo, se inclinó un poco más y me dijo - Sabes, sigue hablando de ti
- ¿Quién?
- Harry
Por supuesto. Solo es mi suerte. El no está sólo en una banda, está en esa banda.
- ¿Por qué? – Dije - Ni siquiera me conoce
- No importa - dijo, encogiéndose de hombros - Eres oficialmente un desafío. Nunca se rendirá ahora.
Me quedé allí sentada, sacudiendo la cabeza. Ridículo.
Él no parecía darse cuenta, en lugar apenas dio unas palmaditas en su mano sobre la mesa, como si hubiéramos llegado a un acuerdo o algo así, antes de caminar hacia Lola
.
Una vez que se había ido, Emma me miró y dijo - ¿Lo conoces?
- No - le dije, agarrando el teléfono, ya que volvía a sonar. Un mundo pequeño, un pequeño pueblo. Era sólo una coincidencia – No.
Kingdom
Re: This Lullaby |Harry Styles|
Pepaa escribió:Aaaaaay estuvieron geniales!
tienes que seguirla babe!
Que mal todo lo que sucedió, me encantó la venganza de Remy ajaa!
Seguida! :)
Tirarle coca-cola al ex de tu amiga debe ser lo mejor jajajaja
Roochi.1D escribió:
Ohhhhhhhhh, que capitulos ehhhhhhhhhhhh .
Espero el proximo e.e
Acabo de subir el ultimo de la maratonnn :)
Kingdom
Re: This Lullaby |Harry Styles|
Me encanto! Es una malota Remy jajaja y el rubio me mato Hahaha síguela pronto ame el maratón xx(:
~Alejandra~
Re: This Lullaby |Harry Styles|
Diooooooooooooooos!
Que chico es el mundo jajajajaja!
Tienes que seguirla babe!
Que chico es el mundo jajajajaja!
Tienes que seguirla babe!
Pepaa
Re: This Lullaby |Harry Styles|
shitttttttttttttt asdhkashdkajsdhakjsdhk <3
Amé estos capitulos !
me encanta esta novela :3
Espero el proximo e.e
Roochi.1D
Re: This Lullaby |Harry Styles|
Gracias Ro! :)Roochi.1D escribió:
shitttttttttttttt asdhkashdkajsdhakjsdhk <3
Amé estos capitulos !
me encanta esta novela :3
Espero el proximo e.e
Ahora la sigo
El rubio es un vago! jajajaja~Alejandra~ escribió:Me encanto! Es una malota Remy jajaja y el rubio me mato Hahaha síguela pronto ame el maratón xx(:
ya la sigo :)
Pasa en la vida real, todos se conocen jajajaPepaa escribió:Diooooooooooooooos!
Que chico es el mundo jajajajaja!
Tienes que seguirla babe!
Ya la sigoooo xx
Kingdom
Re: This Lullaby |Harry Styles|
i'm Remy Starr
En la semana desde que Sam y yo nos habíamos separado, casi no había pensado en él o Harry, el músico o cualquier otra cosa que no sea la boda de mi madre. Era una distracción que necesitaba, no es que nunca lo hubiera admitió en voz alta.
Sam había llamado un montón, al principio, pero después de un rato, sólo paró, sabiendo que nunca volvería a él. Chloe señaló que yo había conseguido lo que quería de verdad: mi libertad. Pero no exactamente de la manera que yo quería. Pero aún ardía en mí que me había engañado. Era el tipo de cosa que me despertaba en la noche, cabreada, incapaz de recordar nada de lo que había estado soñando.
Afortunadamente, tenía a Lissa para tratar esto también. Ella había pasado la última semana completa en la negación, asegurando que Adam iba a cambiar de idea. Era todo lo que podía hacer para impedirse llamarlo—conducir hasta el—e ir a su trabajo, que todos sabíamos nunca llevaría a nada bueno en una situación de ruptura. Si él quería verla, tenía que encontrarla. Si él quería volver a estar juntos, debía hacerle trabajar por ella. Y así sucesivamente.
Y ahora, la boda estaba aquí. Terminé de trabajar temprano, a las cinco, y regresé a casa para prepararme para la cena de ensayo. Mientras caminaba hasta la puerta de entrada, me di cuenta de que la casa estaba como yo la había dejado. En caos.
"¡Pero simplemente no hay forma de que las tengan a tiempo!" mi madre estaba gritando mientras yo caminaba y dejaba caer mis llaves sobre la mesa. "¡Se supone que estarían aquí en una hora o no seremos capaces de hacer la cena!"
"Mamá", grité, reconociendo al instante su voz próxima al colapso. "Cálmate".
“Entiendo eso”, dijo, su voz todavía aguda. "¡Pero esta es mi boda!"
Eché un vistazo a la sala, que estaba vacío salvo por Deborah, ya vestida para la cena, sentada en el sofá leyendo un libro titulado ‘Haciendo planes, Haciendo los Sueños’, que tenía la foto de una mujer luciendo pensativa en su cubierta. Ella me miró, a través de las páginas.
"¿Qué está pasando?" Dije.
"El servicio de limusina está teniendo algunos problemas". Se batió el pelo. "Parece que uno de sus coches tuvo un accidente y el otro se ha quedado atascado en el tráfico".
"¡Eso es inaceptable!" gritó mi madre.
"¿Dónde está Louis?"
Miró hacia el techo. "En su habitación", dijo. "Aparentemente, tiene un par de huevos que incubar".
Luego hizo una mueca y volvió a su libro.
Mi hermano reproduce lagartos. Arriba, al lado de su habitación en la que había sido un closet, tenía una fila de acuarios en la que criaba lagartos. Incluso había una incubadora, que mantenía en el piso de su habitación. Cuando tuvo huevos en ella, corría en ciclos todo el día, dando taconazos para mantener la temperatura necesaria para llevar a los bebés a la madurez.
Doborah odiaba a los lagartos. Eran, en efecto, la única cosa que Louis no daría por ella. Como resultado, se negó a ir a ninguna parte cerca de su habitación, o lugar ocupando el tiempo en nuestra casa en el sofá, o en la mesa de la cocina, por lo general leyendo algún libro de auto-ayuda o de motivación y suspirando lo suficientemente fuerte para todos, excepto Louis, que por lo general estaba arriba, atendiendo a sus animales, como para escucharla.
Pero ahora, tenía problemas mayores.
“Entiendo eso”, dijo mi madre, su voz ahora vacilando al borde del llanto, “¡pero lo que tu no estás oyendo es que tengo un centenar de personas que me van a estar esperando en el hotel Hilton y yo no voy a estar allí!”.
"Whoa, whoa, whoa", le dije, viniendo detrás de ella y cerrando suavemente mi mano sobre el teléfono. “Mamá. Déjame hablar con ellos”.
"¡Es absurdo!" farfulló ella, pero ella me dejó tomarlo. "Es…"
"Mamá", dije en voz baja, "ve a terminar de vestirte. Yo me encargaré de esto. ¿Está bien?"
Ella se quedó allí por un segundo, parpadeando. Ya tenía el vestido y llevaba medias en la mano. Sin maquillaje, ni joyas. Lo que significaba otros veinticinco minutos, si teníamos suerte.
"Bueno, está bien", dijo, como si me estuviera haciendo un favor. "Voy a estar arriba".
"OK". Vi como ella salía de la habitación, cepillando su cabello con los dedos. Cuando ella se fue, me puse el teléfono a la oreja. "¿Eres Albert?"
"No", dijo la voz, con cautela. "Soy Thomas".
"¿Está Albert allí?"
"Espera". Hubo un ruido sordo, la mano de alguien que cubre el receptor. Entonces, "Hola, habla Albert".
"Albert, soy Remy Starr".
"Hey, Remy! Mira, esa cosa con los coches es un desastre, ¿de acuerdo?"
"Mi madre está al borde del colapso, Albert".
"Lo sé, lo sé. Pero mira, esto es lo que Thomas estaba tratando de decirle. Lo que vamos a hacer es..."
Cinco minutos más tarde, subí las escaleras y llamé a la puerta de mi madre. Cuando llegué, ella estaba sentada en frente de su vanidad. No lucía diferente, excepto que ella había cambiado su vestido y ahora estaba sentada secándose la cara con un pincel de maquillaje. ¡Ah, progreso!
"Todo arreglado", le dije. "Un coche estará aquí a las seis. Es un coche de ciudad, no una limusina, pero estamos listos para mañana y eso es lo que realmente importa. ¿Está bien?"
Ella suspiró, poniendo una mano sobre el pecho, como si, finalmente, se calmaran los latidos de su corazón.
"Maravilloso. Gracias".
Me senté en la cama, para sacarme los zapatos, y miré el reloj. Eran 5:15.
Yo podría estar lista en dieciocho minutos exactos, incluido secándome de pelo, así que me tumbé y cerré los ojos. Podía oír a mi madre haciéndome llegar los ruidos: tintineo de las botellas de perfume, cepillos secándose, pequeños recipientes de crema y gel para los ojos que se movían en el tocador en frente de ella.
Mi madre estaba glamorosa mucho antes de que ella se diera cuenta. Siempre había sido pequeña, delgada y fuerte, llena de energía y propensa a los arrebatos dramáticos: a ella le gustaba llevar un montón de pulseras que sonaban mientras agitaba sus brazos, barriendo el aire mientras hablaba. Incluso cuando enseñaba en el colegio de la comunidad y la mayoría de sus estudiantes estaban medio dormidos
después de trabajar días enteros, ella se arreglaba para la clase, con maquillaje completo, perfume y sus trajes de marca en colores brillantes. Ella mantenía su pelo teñido de negro azabache, ya que era gris, contundente, espeso, de corte recto. Con sus largas faldas y el pelo casi podría haber sido una geisha, excepto que era demasiado ruidosa.
"Remy, cariño", dijo de repente, y me levanté, dándome cuenta de que casi me había quedado dormida. "¿Puedes venir a ayudarme con el cierre?"
Me puse de pie y caminó hacia donde estaba sentada, tomando el collar
que me entregó.
"Te ves hermosa", le dije. Era cierto. Esta noche ella llevaba un vestido largo de color rojo con un escote como gota, pendientes de amatista, y el gran anillo de diamantes que Don le había dado. Olía como L'Air du Temps, que, cuando yo era pequeña, yo creía que era el olor más maravilloso del mundo. Toda la casa olía a él: se aferraba a las cortinas y las alfombras como el humo del cigarrillo lo hace, tenaz y siempre
presente.
"Gracias, cariño", dijo mientras le ayudaba con el cierre del collar. Mirando a nuestro reflejo en el espejo me sorprendí de nuevo por lo poco que nos parecíamos entre sí: yo, rubia y delgada, ella más oscuro y más voluptuosa. No me parecía a mi padre, tampoco.
No tenía muchas fotografías de él, pero las que yo había visto, siempre lucía canoso, en 1960, en el decenio que el rock apareció, con barba y pelo largo. También lucía permanentemente drogado, y mi madre nunca me desmintió cuando lo señalé. Oh, pero tenía una voz hermosa, me decía, ahora que él se había ido.
Una canción, y yo estaba perdida.
Sam había llamado un montón, al principio, pero después de un rato, sólo paró, sabiendo que nunca volvería a él. Chloe señaló que yo había conseguido lo que quería de verdad: mi libertad. Pero no exactamente de la manera que yo quería. Pero aún ardía en mí que me había engañado. Era el tipo de cosa que me despertaba en la noche, cabreada, incapaz de recordar nada de lo que había estado soñando.
Afortunadamente, tenía a Lissa para tratar esto también. Ella había pasado la última semana completa en la negación, asegurando que Adam iba a cambiar de idea. Era todo lo que podía hacer para impedirse llamarlo—conducir hasta el—e ir a su trabajo, que todos sabíamos nunca llevaría a nada bueno en una situación de ruptura. Si él quería verla, tenía que encontrarla. Si él quería volver a estar juntos, debía hacerle trabajar por ella. Y así sucesivamente.
Y ahora, la boda estaba aquí. Terminé de trabajar temprano, a las cinco, y regresé a casa para prepararme para la cena de ensayo. Mientras caminaba hasta la puerta de entrada, me di cuenta de que la casa estaba como yo la había dejado. En caos.
"¡Pero simplemente no hay forma de que las tengan a tiempo!" mi madre estaba gritando mientras yo caminaba y dejaba caer mis llaves sobre la mesa. "¡Se supone que estarían aquí en una hora o no seremos capaces de hacer la cena!"
"Mamá", grité, reconociendo al instante su voz próxima al colapso. "Cálmate".
“Entiendo eso”, dijo, su voz todavía aguda. "¡Pero esta es mi boda!"
Eché un vistazo a la sala, que estaba vacío salvo por Deborah, ya vestida para la cena, sentada en el sofá leyendo un libro titulado ‘Haciendo planes, Haciendo los Sueños’, que tenía la foto de una mujer luciendo pensativa en su cubierta. Ella me miró, a través de las páginas.
"¿Qué está pasando?" Dije.
"El servicio de limusina está teniendo algunos problemas". Se batió el pelo. "Parece que uno de sus coches tuvo un accidente y el otro se ha quedado atascado en el tráfico".
"¡Eso es inaceptable!" gritó mi madre.
"¿Dónde está Louis?"
Miró hacia el techo. "En su habitación", dijo. "Aparentemente, tiene un par de huevos que incubar".
Luego hizo una mueca y volvió a su libro.
Mi hermano reproduce lagartos. Arriba, al lado de su habitación en la que había sido un closet, tenía una fila de acuarios en la que criaba lagartos. Incluso había una incubadora, que mantenía en el piso de su habitación. Cuando tuvo huevos en ella, corría en ciclos todo el día, dando taconazos para mantener la temperatura necesaria para llevar a los bebés a la madurez.
Doborah odiaba a los lagartos. Eran, en efecto, la única cosa que Louis no daría por ella. Como resultado, se negó a ir a ninguna parte cerca de su habitación, o lugar ocupando el tiempo en nuestra casa en el sofá, o en la mesa de la cocina, por lo general leyendo algún libro de auto-ayuda o de motivación y suspirando lo suficientemente fuerte para todos, excepto Louis, que por lo general estaba arriba, atendiendo a sus animales, como para escucharla.
Pero ahora, tenía problemas mayores.
“Entiendo eso”, dijo mi madre, su voz ahora vacilando al borde del llanto, “¡pero lo que tu no estás oyendo es que tengo un centenar de personas que me van a estar esperando en el hotel Hilton y yo no voy a estar allí!”.
"Whoa, whoa, whoa", le dije, viniendo detrás de ella y cerrando suavemente mi mano sobre el teléfono. “Mamá. Déjame hablar con ellos”.
"¡Es absurdo!" farfulló ella, pero ella me dejó tomarlo. "Es…"
"Mamá", dije en voz baja, "ve a terminar de vestirte. Yo me encargaré de esto. ¿Está bien?"
Ella se quedó allí por un segundo, parpadeando. Ya tenía el vestido y llevaba medias en la mano. Sin maquillaje, ni joyas. Lo que significaba otros veinticinco minutos, si teníamos suerte.
"Bueno, está bien", dijo, como si me estuviera haciendo un favor. "Voy a estar arriba".
"OK". Vi como ella salía de la habitación, cepillando su cabello con los dedos. Cuando ella se fue, me puse el teléfono a la oreja. "¿Eres Albert?"
"No", dijo la voz, con cautela. "Soy Thomas".
"¿Está Albert allí?"
"Espera". Hubo un ruido sordo, la mano de alguien que cubre el receptor. Entonces, "Hola, habla Albert".
"Albert, soy Remy Starr".
"Hey, Remy! Mira, esa cosa con los coches es un desastre, ¿de acuerdo?"
"Mi madre está al borde del colapso, Albert".
"Lo sé, lo sé. Pero mira, esto es lo que Thomas estaba tratando de decirle. Lo que vamos a hacer es..."
Cinco minutos más tarde, subí las escaleras y llamé a la puerta de mi madre. Cuando llegué, ella estaba sentada en frente de su vanidad. No lucía diferente, excepto que ella había cambiado su vestido y ahora estaba sentada secándose la cara con un pincel de maquillaje. ¡Ah, progreso!
"Todo arreglado", le dije. "Un coche estará aquí a las seis. Es un coche de ciudad, no una limusina, pero estamos listos para mañana y eso es lo que realmente importa. ¿Está bien?"
Ella suspiró, poniendo una mano sobre el pecho, como si, finalmente, se calmaran los latidos de su corazón.
"Maravilloso. Gracias".
Me senté en la cama, para sacarme los zapatos, y miré el reloj. Eran 5:15.
Yo podría estar lista en dieciocho minutos exactos, incluido secándome de pelo, así que me tumbé y cerré los ojos. Podía oír a mi madre haciéndome llegar los ruidos: tintineo de las botellas de perfume, cepillos secándose, pequeños recipientes de crema y gel para los ojos que se movían en el tocador en frente de ella.
Mi madre estaba glamorosa mucho antes de que ella se diera cuenta. Siempre había sido pequeña, delgada y fuerte, llena de energía y propensa a los arrebatos dramáticos: a ella le gustaba llevar un montón de pulseras que sonaban mientras agitaba sus brazos, barriendo el aire mientras hablaba. Incluso cuando enseñaba en el colegio de la comunidad y la mayoría de sus estudiantes estaban medio dormidos
después de trabajar días enteros, ella se arreglaba para la clase, con maquillaje completo, perfume y sus trajes de marca en colores brillantes. Ella mantenía su pelo teñido de negro azabache, ya que era gris, contundente, espeso, de corte recto. Con sus largas faldas y el pelo casi podría haber sido una geisha, excepto que era demasiado ruidosa.
"Remy, cariño", dijo de repente, y me levanté, dándome cuenta de que casi me había quedado dormida. "¿Puedes venir a ayudarme con el cierre?"
Me puse de pie y caminó hacia donde estaba sentada, tomando el collar
que me entregó.
"Te ves hermosa", le dije. Era cierto. Esta noche ella llevaba un vestido largo de color rojo con un escote como gota, pendientes de amatista, y el gran anillo de diamantes que Don le había dado. Olía como L'Air du Temps, que, cuando yo era pequeña, yo creía que era el olor más maravilloso del mundo. Toda la casa olía a él: se aferraba a las cortinas y las alfombras como el humo del cigarrillo lo hace, tenaz y siempre
presente.
"Gracias, cariño", dijo mientras le ayudaba con el cierre del collar. Mirando a nuestro reflejo en el espejo me sorprendí de nuevo por lo poco que nos parecíamos entre sí: yo, rubia y delgada, ella más oscuro y más voluptuosa. No me parecía a mi padre, tampoco.
No tenía muchas fotografías de él, pero las que yo había visto, siempre lucía canoso, en 1960, en el decenio que el rock apareció, con barba y pelo largo. También lucía permanentemente drogado, y mi madre nunca me desmintió cuando lo señalé. Oh, pero tenía una voz hermosa, me decía, ahora que él se había ido.
Una canción, y yo estaba perdida.
___________________
personalmente me gustan mas las "" que las "-"
Nuevo cap, aburridisimo lo se, pero tal vez suba un adelanto de prox.. ;)
Kingdom
Re: This Lullaby |Harry Styles|
Aburrido? No, seguro bromeas. Me encanto, Lucho es un extraño criador d lagartos y aún así me gusta... Emm aja *-* en fin Remy es una arreglaproblemas profesional Siguela pronto xx(:
~Alejandra~
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