Los Merodeadores (tercera generación)

por **Mayrabeitia** Mar 08 Oct 2013, 7:08 pm

Título: Los merodeadores- Tercera generación
Adaptación: Ninguna
Autor: YO!
Descripción: Se basa en el primer año de Albus Potter, el segundo Hijo de Harry. Descubrirá que las cosas no son como se las contaron sus padres y querrá tomar cartas en el asunto.
Aventura, romance, magia.
Advertencia: Ninguna

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por **Mayrabeitia** Mar 08 Oct 2013, 7:14 pm

Capitulo 1- Haciendo nuevos amigos

Cansado de las burlas de su hermano James, Albus salió para alejarse de él y se dirigió a otro vagón. Se encontraban viajando en el expreso Hogwarts, era su primer año de hechicería y estaba muy nervioso, no sabía en que casa iba a estar, que compañeros nuevos tendría y si haría nuevos amigos. Lo consolaba la idea de que su prima Rose tenía su misma edad y también cursaba primer año.

Caminó por el pasillo buscando un compartimentó vacío, no estaba de animo para estar con nadie y necesitaba estar solo para pensar.

Se había enojado con James porque le había dicho que ni en Slytherin lo aceptarían, que era demasiado idiota como para ser malvado. Pero su padre le había dicho, antes de despedirse en el ande de la estación King Cross, que hubo magos buenos que fueron de Slytherin y que su segundo nombre era en honor a uno. Albus se preguntó que clase de persona sería Severus Snape y que clase de personas entran en Slytherin.

Encontró un compartimento vacío al final del vagón. Al abrir la puerta se encontró con que había un niño mirando por la ventana completamente solo. Lo miró unos momentos.

-¿Puedo sentarme aquí? Los demás vagones están llenos...- Preguntó cauteloso. El niño levantó la vista dejando ver sus brillantes ojos grises. Su cabello era rubio muy claro, casi blanco, peinado hacia atrás, su piel era muy blanca y su nariz puntiaguda. Su expresión era entre seria y aburrida.

-Claro... ¿Porque no?- dijo sin darle importancia y volvió a mirar hacia la ventana.

Albus entró y se sentó frente a él.

-M-me llamo Albus, Albus Severus Potter- se presentó.

-Mi nombre es Scorpius Hyperion Malfoy...- miró a Albus como esperando algo y luego continuó- por favor dime Scopius, así me llaman todos mis allegados.

Albus sonrió.

-Mucho gusto Scorpius.

El rubio sonrió aliviado.

-El gusto es todo mio Albus.- Después de decir esto comenzó a balbucear pensativo- Albus, Potter... Potter, ese nombre me suena... Potter. ¿De donde me suena? Creo... que mi padre lo mencionó alguna vez...

-¿Sucede algo?- preguntó Albus confundido. Scorpius miraba hacia abajo con los brazos cruzados mientras intentaba recordar en donde había escuchado ese nombre.

-Potter... Potter. Albus Potter...

Albus comenzó a sentirse incomodó cuando de pronto Hyperion levantó la cabeza.

-¿Cual es el nombre de tu padre?

-Harry Potter...

-Harry Potter, entonces de ahí era. Si, no es gran cosa. Mi padre me dijo que fue con él a la escuela y que se odiaban, ya que mi padre era de Slytherin y el tuyo de Gryffindor-Albus frunció el entrecejo .

-¿Solo por estar en casas distintas debían odiarse?- preguntó desafiante.

-No- contestó Scorpius con toda naturalidad- Se odiaban porque eran totalmente diferentes. Mi padre un sangre pura, que odiaba la impureza de sangre. Tu padre, un mestizo hijo de un sangre pura y una sangre sucia, que era famoso por todo lo que hacía... Había demasiadas buenas razones para odiarse como para que la diferencia de casas interfiriera entre ellos- Sentencio apático.

Albus sentía como la ira brotaba por su cuerpo. Su tía era una "sangre sucia", sus padres eran muggles pero ella había nacido con magia, y era la persona mas admirable que conocía, tan dulce y maternal en ocasiones y tan dura en otros momentos.

Se levantó del asiento de un salto.

-¡¿Tienes algún problema con los sangre sucia?!- le gritó furioso.

Scorpius sonrió satisfecho, le divertía sacar de quicio a la gente, pero en realidad estaba buscando un tema de conversación. Y ese dio resultado.

-No, en absoluto- admitió pícaro- Creo que es así como nacieron los primeros magos, de familias

muggles, y al estos casarse tuvieron hijos brujos y magos...- se detuvo pensativo- a mi parecer nunguna familia es totalmente pura- terminó al fin satisfecho con su conclusión.

Albus lo miraba desconcertado. Era la persona mas extraña que había conocido: altanero, provocativo, burlón, pero aún así muy sincero y natural.

-Eres extraño- Confesó mientras volvía a tomar asiento.

Scorpius sonrió, con su sonrisa altanera.

-Si, me jacto de eso. Pero es divertido ver la expresión de las personas cuando no entienden lo que estoy diciendo- Notó que Albus se ofendía y agregó- Lo siento, no pretendía ofenderte. Creo necesario que sepas que no pienso como mi padre, y que tampoco me interesa la división de las casas...

Parecia avergonzado de admitirlo, lo que a Albus lo tranquilizó.

-Que bueno que sea así. Entonces no te importa a que casa podrías pertenecer.

-No, bueno. En realidad un poco si. Mi familia pertenece a Slytherin desde hace siglos... decepcionaría a mi padre si no fuera allí.

-¿Pero tu quieres ir a Slytherin o no?

-Si- Afirmó serio- al principio dudaba, ya que había escuchado... ciertos rumores acerca de sus miembros...- bajó la cabeza y miró a Albus de soslayo, luego la levantó y dijo- pero averigüé que los magos más grandes de la historia fueron de Slytherin, magos muy inteligentes y habilidosos. Sería un honor para mi compartir la casa donde estudió el gran Merlín.

Albus se sorprendió al oír el nombre del mago mas grande de todos los tiempos, ya que no sabía que había pertenecido a Slytherin. Entonces comprendió lo que le había dicho su padre...

-¿Tu, en que casa quieres estar?- preguntó Scorpius al verlo pensativo.

No esperaba la pregunta pero respondió seguro.

-No me importa, toda mi familia ha ido a Gryffindor... hablo de TODA. Pero me sentiría honrado de pertenecer a Slytherin o a cualquier otra casa si soy elegido.

Ambos se miraron por unos minutos sonriendo satisfechos, cuando la puerta se abrió estrepitosamente.

-¡Albus Severus Potter! ¿Puedes decirme porque me abandonaste en ese compartimento con el insoportable de tu hermano?- Rose estaba enloquecida, su cabello rojizo llameaba como el fuego.

-L-lo lo siento- Balbuceo Albus temblando, mientras de levantaba del asiento.

-¡Nada de lo siento!¡Si te ibas a ir por lo menos me hubieras avisado, yo...- no terminó la frase porque en ese momento Scorpius se estaba descostillando de la risa. Rose se puso más roja de lo que estaba y se tapó la boca, conteniendo un grito.

-¡No, por favor! ¡Sigue, sigue!¡Esto no tiene precio!- Scorpius no paraba de reír y Rose moría de la vergüenza- ¡Por favor Rose, jamás te vi tan enojada!

-¿La conoces?

-Su padre es el jefe de mi madre- Dijo Rose desconsolada- nos conocimos en una ocasión que fui a acompañar a mi madre.

-Y yo fui a ver a mi padre. Desde entonces nos encontramos un par de veces mas. Siempre nos mandan a ser trabajos de secretaria- Scorpius se contenía para no reír, pero se le estaba haciendo muy difícil.

-¿Entonces él es el chico insoportable del que me hablaste?- Preguntó Albus con toda naturalidad. Rose casi le da un ataque cardíaco y Scopius comenzó a reír otra vez.

-¡Le has hablado de mi!-Lanzó una carcajada-¡ La señorita que cree que lo sabe todo le ha hablado al mundo entero sobre el increíble Scopius Malfoy! -dejo de reír y la miro con una sonrisa seductora- El hombre que la deja sin palabras...No hay discusión en la que no gane- sentenció con su sonrisa altiva.

-¡Cállate!¡ Eres imposible!-Gritó ella y se sentó junto a Albus de brazos y piernas cruzadas. Este y Scorpius se miraron y comenzaron a reírse a , que había llevado todo su equipaje, sacó un libro y comenzó a leer. Entonces Albus advirtió que él había olvidado sus maletas, pero no quería buscarlas solo, ya que James se burlaría de él. Scorpius se ofreció a acompañarlo y salieron al pasillo.

-¿Quieres jugarle una pequeña broma a tu hermano y sus amigos?- le ofreció sonriendo maliciosamente.

-¿Qué clase de broma?- Malfoy saco una bomba de Humo de los hermanos Weasley de su bolsillo. Albus asintió cómplice.

El compartimento donde estaba James comenzó a llenarse de un intenso humo negro. Todos los alumnos que allí estaban salieron corriendo. Albus y Scorpius entraron a hurtadillas y sacaron las maletas del primero. Cuando el humo se disipó ellos ya estaban en su compartimento guardándolas, muertos de risa.

-No se que le ven de gracioso- Comentó Rose espiándolos por encima de su libro.

-Tu eres una A-GUA-FI-ES-TAS- Sentenció Scorpius burlón y siguió riendo.

-¡Vamos Rose tienes que divertirte un poco en la vida!- La animó Albus entre risas. Ella lo miró con recelo y volvió a su libro, Scorpius se encogió de hombros.

Tal vez tirar una bomba de humo para vengarse de su hermano no era la conducta más apropiada, pero hacía tiempo que quería hacerlo y nunca pudo. James tuvo once años de ventaja ahora le tocaba contraatacar a él.

Sus conversaciones con Scorpius se volvieron mas fluidas y encontraron que tenían muchas cosas en común como que ambos adoraban elQuidditch; Albus era buscador, como su padre, y Scorpius era guardián, claro hablando de Quidditch casero, nunca jugaron en una cancha real. Estaban ansiosos por sus clases de vuelo en el colegio.

Rose se integró a la conversación cuando comenzaron a hablar de que materias tendrían ese año y que profesores en cada una. El tiempo pasó rápidamente y cuando se dieron cuenta estaban llegando a Hotsmade, el único pueblo completamente habitado por magos que se encontraba a unos kilómetros de Hogwarts.

Por fin el tren se detuvo y los alumnos del colegio Hogwarts de magia y hechicería descendieron.

-¡LOS DE PRIMER AÑO CON MIGO!

Albus, Rose y Scorpius siguieron la gruesa y potente voz, hasta que se encontraron con un gigante de unos tres metros de altura, con abundante cabello rizado, algo canoso, y un abrigo de piel hasta las rodillas.

-¡Hagrid!- Gritaron Albus y Rose al unimismo, corrieron a abrazarlo haciendo se paso entre todos lo alumnos que cursaban primero como ellos.

-¡Albus!¡Rose!¡Como han crecido!- Hagrid los abrazó alegremente mientras el resto de los niños se situaban a su alrededor.

Hagrid guió al grupo por un sendero angosto. Mientras lo seguían una niña muy hermosa, de largo cabello dorado y grandes ojos azules, se acercó a Rose y la abrazó alegremente.

-¡Rose! ¡Te he extrañado!- La saludo con una vos muy dulce.

-¿Cómo has estado Adda?- Preguntó con una sonrisa Rose.

-Muy bien, gracias. Lamento no haberlos visitado este verano, he estado muy ocupada perfeccionando mis rutinas artísticas. Por otro lado, mi madre ha intentado enseñarme pociones para estar preparada en caso de cualquier cuestionario... pero yo sabía que mientras mi querida amiga Rose estuviera a mi lado ninguna materia se me dificultaría.

Rose sonrió ante el alago pero se puso seria al instante.

-¡Pero Adda no puedes depender de mi para todas las clases, algún día no podre ayudarte y no sabrás como desenvolverte sola!

-Si, ya lo se- dijo bajando la mirada.

El resto de los alumnos permanecían en silencio, el sendero era tan obscuro que debían tener mucho cuidado por donde pisaban. Pero Adda parecía muy tranquila y desenvuelta en oposición a sus compañeros.

-Mi madre dijo lo mismo, así que estudié de todo un poco, aunque ciertas cuestiones no me quedaron en claro- Aclaro Adda volviendo la vista a su amiga.

-En ese caso debiste preguntar le tus dudas a ella- Le espeto esta.

-Lo se, pero estaba muy ocupada...- se acerco un poco para susurrarle- no le digas a nadie pero mamá ha descubierto una nueva especie, aún no esta segura de donde salió pero parece una mezcla de gnomo con duendecillo, ya que vuela y es algo ruidoso. También...

Mientras Adda y Rose hablaban Albus las observaba con detenimiento, tratada de adivinar que veía diferente en Adda. Tal vez su cabello le había crecido un poco en esos meses, tal vez se había vuelto mas largo que lo usual, tal vez sus ojos azules se veían distintos bajo la la penumbra de la noche, tal vez había crecido unos centímetros, sea lo que sea lo hacia sentir inquieto.

Scorpius lo codeó para llamar su atención.

-¿ Y esta quién es?- Le susurró.

-Es la hija de unos amigos de nuestros padres. Su padre, Theodore Nott, es profesor de dofensa contra las artes oscuras y su madre es científica o algo así, busca especies nuevas o en extinción, inventa pociones y cosas por el estilo...

-¿Es tu amiga?- Preguntó, ahora mirándolo de frente.

-Si- Albus no lo miraba, se enfocaba cada vez más en el bello rostro de la rubia.

-¿Entonces porque no la saludas?

Albus lo miró bruscamente con los ojos bien abiertos. No se había dado cuenta que desde que llegó no se había referido a él en ningún momento. Scorpius sonrió con satisfacción al ver la perturbada expresión de su amigo.

-D-di- disculpa, Adda...- Ella levantó la vista algo distraída, al verlo esbozó una enorme sonrisa.

-¡Albus! ¡No te había visto allí!- su sonrisa desapareció y la remplazo una mueca de preocupación- ¡Por Merlin que vergüensa!¡Lo lamento tanto! ¿Cómo has estado?

-Bien, muy bien- Scorpius carraspeo a su lado- Eh... este es Scorpius, lo conocí en el vagón...

-Pues es un verdadero placer Scorpius, mi nombre es Adda Nott. Lamento no haberme presentado antes- estrecho su mano grácilmente. Scorpius se asombró de sus modales, podría decirse que ella pertenecía a la nobleza sin problemas.

-Albus...- Le susurró al oído- ¿Es ella de una familia sangre pura?

-Si, lo es. ¿Por qué?

-Es notable que pertenece a un linaje noble.

-¿A que te refieres?- Albus lo miró desafiante.

-Quiero decir que es muy bien educada, nada más.

La conversación concluyó cuando todo el grupo miró asombrado como el camino se abría y dejaba a la vista un imponente castillo que emergía desde una montaña. Frente a él un enorme lago negro reflejaba la luz de la luna, y en el muelle unos botes.

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Hola a todos!! Bueno les traigo esta historia que es muy linda. Espero les guste y dejen muchos comentarios :))

May :hug:

por **Mayrabeitia** Jue 17 Oct 2013, 12:26 pm

No hay lectores... Ahora subo otro cap a ver si aparecen.

por **Mayrabeitia** Jue 17 Oct 2013, 1:01 pm

Capitulo 2- El sombrero seleccionador

-Cada cuatro en un bote- Dijo Hagrid. Los cuatro niños se subieron a uno y cuando todos estuvieron sentados Hagrid gritó:¡ ADELANTE! Y los botes zarparon al mismo tiempo hacia el castillo.

Pasaron por un peñasco que los llevo a través de una cortina de hiedra que escondía una ancha abertura en el frente del risco. Avanzaron por un túnel subterráneo hasta llegar a una especie de muelle, donde treparon entre las rocas. Luego ascendieron por un pasadizo en la roca, y finalmente salieron al césped suave y húmedo a la sombra del castillo.

-¿Están todos aquí?¿Nadie quedo atrás? Bien.

Hagrid golpeó con su gigantesco puño la puerta del castillo tres veces.

La puerta se abrió de inmediato. Un mago alto de cabello negro y una túnica azul obscuro, esperaba allí. Su rostro era amable, aunque las cicatrices en el le daban cierto aspecto atemorizante.

-Los de primer año profesor Longbottom- Dijo Hagrid.

-Muchas gracias Hagrid yo los llevaré desde aquí.

Abrió bien la puerta y dejó ver un gran vestíbulo iluminado con resplandecientes antorchas, un cielo raso tan alto que no se veía y una magnifica escalera de mármol frente a ellos, que conducía a los pisos superiores. Se podía oír el ruido de cientos de voces desde un portal a la derecha. Albus pensó que allí debía estar el gran salón y que James, junto con sus primos, Victorie, Fred, Cassie, Roxanne, Caroline, Louse, Dominique, Molly y Lucy, estarían sentados en la mesa de Griffindor.

El profesor Longbottom los llevó a una pequeña cámara vacía, fuera del hall. Se juntaron allí, muy cerca unos de otros, ya que no había mucho espacio, mirando con nerviosidad.

-¡Bienvenidos a Hogwarts!- Dijo mostrando una enorme sonrisa- El banquete de comienzo de año empezará dentro de poco, pero ustedes deberán ser seleccionados para sus casas antes de ocupar sus lugares en el Gran Salón. La selección es muy importante, porque a partir de entonces sus casas serán como su familia. Compartirán las clases, dormirán en los dormitorios y pasaran su tiempo libre en la sala común de la casa que les toque.

El profesor Longbottom les explicó que existen cuatros casas; Gryffindor, Hufflepuff, Revenclaw y Slytherin. Que a medida que logracen triunfos se sumarían puntos a sus respectivas casas, y que a fin de año la casa que tenga más puntos se llevará la copa de las casas.

-Voy a regresar cuando estemos listos para ustedes. ¡Oh, recuerdo cuando entré por primera vez a Howars estaba tan nervioso! Habia perdido mi sapo y...- Una niña pecosa, de mejillas redondas y ojos negros carraspeó- Si, lo lamento. Por favor esperen unos momentos.

Le sonrió a la niña en agradecimiento y se retiró.

-¡Papá siempre tan efusivo! ¡No puede evitar contar anécdotas y cosas por el estilo!- Se quejo la niña cruzando los brazos.

-Pues a mi me parece muy agradable. El hecho que sea así le quita a uno, aunque sea un poco, los nervios- Le aseguró Albus.

Ella le agradeció con una tímida sonrisa.

-¿Cómo has estado Alice? No te había visto, lo lamento- Rose se acercó a saludarla.

-Estoy un poco nerviosa.

-¿Dónde está Frank?- Le preguntó Albus mientras levantaba la cabeza para buscarlo entre los nuevos alumnos.

-Mejor voy a buscarlo... El muy despistado se perdería en su propio baño.- Diciendo esto se perdió de vista.

-Que niña extraña.- Afirmó Scorpius.- Me cae bien.

-Y eso que no conoces a su hermano Frank, el si es un caso especial...- Se mofó Albus.

-No digas eso Albus. El es ... un poco torpe solamente.

-¿Un poco torpe? ¡Por Merlin Rose! ¡Una vez creyó que el ratrato de Albus Dumbledore que está en casa era su abuela! No su abuelo, ¡Su abuela!

-Solo tenía siete años, Albus.

Pero ya era tarde Scorpius y Adda se estaban descostillando de la risa y no la oian. Luego Adda se acercó a Rose, aún sonriendo.

-¿En que casa crees que entrarás?- Le preguntó cambiando rotundamente de tema.

-Pues mi padre me dijo que si no entro a Gryffindor me deshereda.

Adda comenzó a reír pero Rose estaba hablando en serio.

-¿Y tu quieres ir allí?

-¡Claro! Pero Revenclaw es una buena opción también.

-¿Y tu Albus?- Se dirigió de nuevo a él.

-Cual sea para mi esta bien.

-Así se habla. No hay que tener preferencias- Adda sonreía y sus ojos azules destellaban de alegría. Dejo de mirar a Albus y fijó la vista en Scorpius- ¿y tu, a que casa quieres ir?

-A Slytherin.

Algunos de los niños que estaban en la habitación, al escucharlo lo miraron de reojo. A Scorpius no pareció importarle.

-¡Increíble!¡Tienes que ser muy habilidoso para entrar en esa casa! Mi padre fué un Sytherin y el mejor de su clase.

Albus y Scorpius se miraron cómplices y una sonrisa picara se formó es sus rostros. El hecho de que durante el viaje ambos concordaron en ese punto y que ella lo reconociera tan fácilmente los llenaba de satisfacción.

-¿y tu? ¿A dónde piensas que entrarás?- le preguntó Scorpius arrastrando las palabras.

-Creo que a Hufflepuf- sentenció seria.

-¿Hufflepuf?- se extrañaron los tren niños.

-Si, yo soy inteligente como una Revenclaw, y valiente como una Gryffindor, pero no es mi mayor característica, o por lo menos eso creo yo... Mi principal característica son mis dotes artísticos.- Aclaró por si no era obvio- Mi madre dice que todos los grandes artistas son de Hufflepuf, por lo que yo seguramente entraré a esa casa.

-¿Qué dice tu padre?.-Preguntó Scorpius.

-Dijo que no le importaba. Dijo que soy perfecta y que cualquier casa sería afortunada al tenerme. Aunque creo que exagera un poco... no soy tan perfecta.

Los tres sonrieron ante la falta de modestia de la rubia y continuaron hablando de otros temas.

Minutos mas tarde Nevile volvió y los condujo hasta el Gran Salón. Las puertas se abrieron y entraron en fila mirando con asombro el interior de la estancia.

El Gran Salón era identico a como se lo había descrito su padre: una amplia estancia con cuatro mesas largas, una para cada casa, el techo que reflejaba el cielo nocturno, las miles de velas flotando e iluminando el lugar. Al final la mesa de los profesores, pero antes un banquillo con un viejo y remendado sombrero.

-El sombrero seleccionador- Pensó Albus.

Los alumnos de primer año se pararon frente al descosido sombrero y el profesor Longbottom se paró frente a ellos y abrió un pergamino:

-Morgan Zabini- Leyó, como si tomara asistencia.

Una niña morena de cabello corto y ojos negros, se aproximo vacilante hacia el profesor. Nevile

tomó el sombrero y le indico que se sentara. Cuando esta lo hizo colocó el sombrero sobre su cabeza, al instante este cobró vida y Morgan se estremeció.

-¡SLYTHERIN!- Gritó de pronto el sombrero. Todos los alumnos comenzaron a aplaudir dándole la bienvenida a la nueva alumna de Hogwarts, los alumnos de Slytherin recibieron a su nuevo miembro con apretones de manos y movimientos de cabeza cuando Morgan fue a sentarse a su mesa.

-Rose Weasley- Leyó el profesor, y una media sonrisa se formó en su rostro.

Albus apretó la mano de su prima para darle animo, esta se acerco lentamente hacia el banquillo donde estaba el sombrero y cuando lo tubo puesto sus nervios se incrementaron aún más.

-¡GRYFFINDOR!- Anunció el sombrero seleccionador y todos comenzaron a aplaudir fervientemente. Rose corrió a su mesa eufórica.

Así continuaron pasando los alumnos y parecía que jamás sería el turno de Albus.

-Scorpius Malfoy- Continuo Nevile, luego que Rupert Manson tomara su lugar en la mesa de Revenclow.

El sombrero se acomodo en la cabeza de cabello platino de niño y tras unos segundos de suspenso grito:

-¡SLYTHERIN!

Scopius sonrió satisfecho y le guiñó un ojo a Albus para inspirarle confianza. Era increíble lo rápido que se habían hecho amigos.

-Alice Longbottom- Nevile miró a su hija con orgullo y le sonrió cariñosamente cuando se aproximó a él decidida.

-¡REVENCLAW!- Grito el sombrero y la chica salto de la banqueta y abrazó a su padre antes de salir corriendo a sentarse con los suyos.

-Franck Longbottom.

Franck caminó torpemente hasta su padre y se sentó sobre el taburete.

-¡GRIFFINDOR!- El niño abrió sus pequeños ojos negros y miró a su padre con incredulidad. Este asintió y Franck corrio a la mesa donde, años antes, se había sentado su progenitor.

-Adda Nott.- Al bajar el pergamino sonrió con picardía a un hombre muy bien parecido que vestía una elegante tunica negra en la mesa de los profesores. Theodore Nott no le prestó atención y observó como su hija se acercaba al sombrero selecciónador muy seria, en una expreción nada propia de ella.

Adda se sentó y el profesor Longbotton le colocó el sombrero.

-¡HUFFLEPUFF!- La niña bajó de un salto y sonriendo de oreja a oreja corrió a la mesa de los tejones.

Aún riendo el profesor miró una vez mas el pergamino y leyó: Albus Potter

Albus se tensó al oír su nombre, se acercó temblando al viejo sombrero. Nevile lo colocó en su cabeza y este se sacudió un poco... entonces lo oyó, la voz del sombrero como un susurro dentro de su cabeza...

-Interesante...- decía- tienes la misma mente que tu padre... oh si... tienes talento, tienes poder y la astucia para conseguir lo que quieres... creo que te pondré en...- permaneció en suspenso por unos segundos y grito: ¡SLYTHERIN!

El Gran Salón quedó en silencio. Ante la mirada atónita de todos los alumnos, Albus se bajo del banquete y se dirigió a su nueva mesa. Entonces Fred, hijo de su tío George, que estaba en cuarto año, comenzó a aplaudir, luego su hermana gemela Roxanne, siguida por Cassie quien era un año menor y Caroline que cursaba segundo año. Se les unió Victorie, hija mayor de sus tíos Bill y Fleur, y sus hermanos Louis, de quinto año, y Dominique, de tercer año. Así todos los miembros de Gryffindor se nieron al aplauso, incluidos Molly y Lucy, hijas de Percy, y Rose y James . Fué entonces que el resto de las casas comenzó a aplaudir la inesperada elección del sombrero selecciónador. Los Slytherins apludian absotos y algunos todavía anonadados por que el hijo de Harry Potter, "El elegido", "El niño que vivió", "El príncipe de Gryffindor", hubiera entrado en Slytherin.

Albus se sentó junto a Scopius y muchos de sus nuevos compañeros se presentaron y le dieron la bienvenida, otros lo saludaron con una simple mueca o un asentimiento de cabeza.

-¡El hijo de Harry Potter en Slytherin! ¿Qué pasará despues? ¿ Nos sentaremos a comer las cuatro casas juntas?- Dijo un chico de cuarto año con voz potente para que toda la mesa lo escuchara, solo a unos pocos le pareció gracioso. A Albus le pareció una buena idea...

-No les hagas caso Albus- Le dijo Scopius mirando con recelo al chico de cuarto.- Pronto cambiaremos la mala reputación de esta casa.

Albus le sonrió pensando que con una actitud así podrían lograr cualquier cosa que se propucieran. Pero esta noche no, había sido un viaje largo y solo quería comer e irse a dormir.

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Acá el capitulo 2. Espero les guste y comenten!!! Ahora subo el 3.

May <3

por **Mayrabeitia** Jue 17 Oct 2013, 1:10 pm

Capitulo 3- ¿Guerra?¿Qué guerra?

Al terminar la selección de las casas la directora Mcgonagal dio la bienvenida a los nuevos alumnos y advirtió que el baño de mujeres de segundo piso estaba clausurado, que estaba prohibido salir de las habitaciones por las noches y por último tampoco se podía entrar en la biblioteca del tercer piso.

-Dicho esto ¡Que empiece el banquete!- Fue entonces cuando las mesas de las cuatro casas se llenaron de manjares y todos los alumnos comieron en constante conversación unos con otros.

Al acabar la cena los prefectos guiaron a los de primer año a la sala común. Salieron del Gran Salón y se dirigieron a unas escaleras que bajaban unos dos o tres pisos, giraron a la derecha por un pasillo iluminado por lamparas de gas, al final del pasillo no parecía haber nada, solo un muro de piedra. Entonces el prefecto, un chico alto de cabello castaño bien peinado, dijo: Abraxan. En ese momento el muro se abrió y dejó ver una gran sala de techo bajo, como una mazmorra, iluminado con lámparas de gas verdes y muebles del mismo tono, con vidrios que dejaban entrar la luz por las ventanas, una luz que formaba diversas formas en la sala, como si reflejaran agua, ya que la sala común de Slytherin se encontraba debajo del Lago Negro.

-¡Wow!- Se escucho suspirar a Merveille, un niño moreno que encabezaba la fila. Albus sonrió y asintió totalmente de acuerdo.

Los sillones eran de cuero negro con botones plateados y copas de madera oscura.

-La habitación de los niños es a la derecha y la de las niñas es la la izquierda, descubrirán que su equipaje ya está allí- Indico el prefecto.

Caminaron en silencio hacia la puerta de la derecha, que conducía a las habitaciones de los niños, admirando todo a su alrededor. Al llegar a su habitación los niños encontraron cinco camas, una para cada uno, ya tendidas y con su equipaje a un lado.

-¡Increíble!¡Miren esto!- Exclamaba Merveille mientras se acercaba rápidamente a su cama. Merveille Lonker era un chico corpulento, hijo de muggles. Su padre era de descendencia africana y su madre inglesa, era el tipo de chico que siempre dice lo que piensa... o lo primero que se le pasa por la cabeza, no demasiado brillante.

Christopher lo miró inexpresivo a través de sus anteojos ovalados, se acercó a su equipaje, sacó un libro y sin decir palabra se recostó en la cama y comenzó a leer. Christopher Mitchens era un chico alto de cabello oscuro y ojos de un celeste muy claro, de familia sangre pura provenientes de Alemania, se habían mudado a Inglaterra cuando este tenía un año. Era mas bien serio y poco comunicativo.

El último Slytherin, Mitch Hellberd, comenzó a rebotar en la cama mientras contaba lo emocionado que estaba por empezar las clases, que seguramente no podría dormir, que se alegrara que la mayoría de sus compañeras de Slytherin fueran bonitas y que seguramente enamoraría a todas en unos días. Mitch era un chico delgado mas bien pequeño de cabello rubio opaco y ojos miel, un mestizo hijo de un mago y una muggle.

Minutos mas tarde los niños se dejaron vencer por el cansancio y se fueron a dormir, ansiosos porque saliera el sol para comenzar el nuevo día.

A la mañana siguiente Albus y Scorpius se pusieron sus uniformes de Slytherin y subieron a desayunar. En la entrada al Gran Salon estaban Adda y Rose hablando, Adda parecía abatida, como si hubiera estado llorando...

-¿Qué sucede?- Preguntó rápidamente Albus tocándole el hombro a su amiga para reconfortarla.

-Esta mañana me di cuenta de algo...- Dijo con vos tomada- que ya no podremos ser más amigos...

-¿Qué? ¿Pero de qué estas hablando?

-Porque...yo soy de Hufflepuff y ustedes de Slytherin y Rose de Gryffindor... y... yo no comparto ninguna clase con Gryffindor ni Slytherin... y... y... ¡No es justo!- gritó de pronto, soltandose de su amigo- ¡¿Porque no podemos sentarnos a desayunar juntos?!¡El que seamos de casas diferentes no nos hace enemigos!¡ Deberían estimular la integración no la separación!¡El único momento que debe ser obligatorio sentarte con tu casa es en la cena!... y en el almuerzo de fin de año...¡Pero nada mas!- Adda caminaba con las mejillas encendidas de un lado al otro- ¡Y además! ¿Cómo pretenden que seamos buenos magos en el futuro si solo nos juntamos con "los de nuestra casa" ¡Es inconcebible!¡No voy a aceptar que me separen de mis amigos por una estúpida tradición!

Scorpius la miraba con los ojos como platos, Rose parecía tan disgustada como la Hufflepuf por la situación, aunque la actitud de su amiga le asustaba un poco. Albus ya había visto a Adda en ese tipo de arrebatos de "lo que debe ser y lo que no" o "lo que hay que hacer y lo que no"

-¡Vamos!¡Nos sentaremos los cuatro juntos!¡Y que se atrevan a decirnos algo!- Adda tomó a Rose del codo y la guió a la mesa de Hufflepuf. Albus la siguió con una sonrisa de lado, muy satisfecho.

-¿No vienes?- Le preguntó a Scorpius al ver que no se movía. Aún parecía algo mareado por el asunto.

-Claro- Dijo al fin moviendo la cabeza como para apartar una imagen- Que manera de decir las cosas... no se le puede refutar de ningún modo.

-Si... tiene esos momentos. Algo importante sobre ella, siempre quiere tener la ultima palabra.

-¿Cómo es que son tan amigas con Rose, entonces?- Comentó burlón mientras caminaban a la mesa.

-Rose siempre tiene la razón, pero Adda dice la ultima palabra- Al ver la expresión de su amigo agrego- si se equivoca trata de justificar su error por lo que siempre es la última que habla.

Se sentaron frente a sus amigas y desayunaron tranquilamente. Algunos alumnos los miraban con desconcierto. Un chico de Slytherin de tercer año, de estatura promedio, ojo de un color marrón rojizo y cabello castaño muy desarreglado, patió el banco donde estaban sentados Albus y Scorpius y provocó que derramaran el jugo de calabaza sobre la mesa, mojando las tostadas.

-¡Oye! ¿Tienes algún problema?- Lo desafió Scorpius levantandose de la mesa.

El chico se acercó desafiante, sus ojos brillaban de odio y su expresión era de absoluto desprecio.

-Tu y tu amiguito Potter son mi problema- Dijo con voz gruesa.

Albus se levantó de su asiento y se colocó junto a su amigo.

-¿A si?¿Y se puede saber qué te hemos hecho?

-Ustedes no, sus padres... ¡Por su culpa mi padre esta en Azkaban!- Gritó mientras tomaba a Scorpius de la camisa como para golpearlo.

-¡Angus Noir!- Gritó una voz a sus espaldas. Passus Noir, el prefecto de la casa de Slytherin se acercaba a grandes zancadas.

Angus giró la cabeza lentamente con los ojos entornados.

-Angus, suéltalo- le pidió su hermano serio. Angus soltó a Scorpius a regañadientes y miró a su hermano desafiante.

-¿Vas a defenderlos?¡Por su culpa nuestro padre...

-Lo se.-Lo interrumpió secamente- Pero ellos no tienen nada que ver con eso Angus...

-¿De qué están hablando?- Les espetó Scopius furioso.

-¡Que tu padre es un maldito traidor!- Gritó Angus y se abalanzó sobre él, pero Passus lo detuvo cuando su puño estaba a unos centímetros de la nariz de Scorpius.

-¡ Compórtate Angus!¡O le quitaré puntos a Slytherin!- Lo amenazó tajante.

Angus miró entonces a Albus.

-¡Y tu!¡Tu padre fue quien lo llevó a Azkaban!

-¡Si mi padre lo llevó a Azkaban ha de ser por algo Noir!- Albus no pudo dominarse estaba furioso y no entendía que le sucedía a ese sujeto.

-¡Maldito!

Angus se abalanzó sobre él y comenzó a golpearlo.

-¡Petrificus totalus!-Gritó Passus y su hermano quedo inmóvil, como una roca, como si lo hubieran congelado- ¡Maldición Angus!¡Mira lo que me haces hacer!¡Cincuenta puntos menos para Slytherin!- Movió a su hermano con dificultad para sacarlo de arriba de Albus. Se volvió hacia los dos amigos- Y ustedes... será mejor que vallan a la enfermería.

Scorpius levantó a Albus del suelo y acompañados por Adda y Rose se dirigieron a la enfermería,los

primeros dos maldiciendo por lo bajo.

-¿Traidor?¿Le dijo a mi padre traidor?- Scorpuis no cabía en si mismo, estaba tan enojado que habia destrozado las almohadas de una de las camas de la enfermería y la señora Pomfrey tuvo que repararlos con un Reparo.

-Mi padre es Auror es su deber atrapar a los criminales, su padre debía ser uno.

-¡¿Pero que tiene que ver mi padre?!- Gritó Scorpius y volvió a destrozar la almohada.

-Pues el señor Malfoy durante todos estos años se dedicó a entregar mortifagos prófugos...- Dijó distraídamente la señora Pomfrey mientras sanaba las leves heridas de Albus con gran facilidad.

-¿Mortifagos?- Preguntó Rose quien nunca había oído esa palabra en su vida.

La enfermera miró rápidamente para abajo notando que dijo algo que no debía.

-¡Oh nada!¡Estaba pensando en voz alta!- Dijo esquiva.

-No lo dijo porque si. ¿Que tiene que ver todo esto con lo que sea que son los mortifagos?- Scorpius se acercaba lentamente a la señora Pomfrey, intimidandola con su mirada.

-¡Bien, Potter ya no hay anda más que hacer! pueden ir a sus clases que deben estar por comenzar, no vallan a llegar tarde en su primer día...- La enfermera esquivaba la mirada de Scorpius y de los otros niños.

-No ha contestado mi pregunta... Señora.

-No hay nada que decir. Será mejor que se vallan a sus clases. Que tengan un buen día- Y se retiró.

Adda y Rose sacaron a Scorpuis de la enfermería a la fuerza, estaba tan furioso, se sentía como un idiota impotente viendo como todos parecían conocer a su padre mejor que él mismo. Albus estaba ensimismado en sus pensamientos y los siguió sin siquiera mirar por donde iba. Se separaron frente a la clase de hechicería, Rose y los dos Slytherins entraron al salón mientras que Adda se fue a su clase de botánica. Luego de la clase de hechicería tuvieron transformaciones y luego historia de la magia.

-¡Profeson Bins!- Lo llamó Scorpius despues de casi una hora de un monologo sobre Primeras guerras magicas- ¿Podría decirme, qué es un Mortifago?- Pregunto educadamente arrastrando las palabras. Albus miró de reojo a su amigo, habían pasado las últimas cuatro horas de cases sin hablar del tema pero ninguno de los dos se lo podían sacar de la cabeza.

El fantasma del profesor lavantó la vista de sus apuntes por primera vez en toda la hora y miró a Scorpius con parsimonia.

-Se llama Mortifago a los hechiceros que apoyaban al señor tenebroso, conocido también como Voldemort- Y volvió a leer sus apuntes sin la intención de profundizar sobre el tema.

Scorpius no estaba satisfecho pero sabía que no podría sacar al profesor Bins de sus apuntes por segunda vez, así que se quedo callado y no volvió a hablar en toda la clase. Albus estaba cada vez mas interesado en el tema: ¿Quién era Voldemort?¿Porqué el padre de Scorpius se dedicó a entregar a sus mortifagos durante años?¿Era un traidor por hacerlo?¿Acaso el señor Malfoy había sido un Mortifago?¿Y qué tenía que ver su padre en todo eso? Albus no podía dejar de hacerse esas preguntas y casi no escuchó cuando Rose se acercó para hablar con Scorpius.

-Vamos a buscar a Adda e iremos a tomar el te con Hagrid, ¿Quieres venir?- Le preguntó Rose tocandole el hombro. Albus se colocó a su lado mientras se alejaban del salón. Scorpius no le contestó, miraba para abajo con el ceño fruncido como si cada pensamiento que se le pasaba por la cabeza fuera peor que el anterior.

-Podemos preguntarle a él, yo también quiero sacarme algunas dudas...

Scorpius levanto la vista y aflojó el ceño.

-De acuerdo.

Pasaron a buscar a Adda por la clase de Astronomía y se dirigieron a la choza de Hagrid.

Mientras tomaban el té Adda les contaba a Hagrid y Rose algo aparentemente fascinante que había ocurrido durante la clase de Astronomía. Albus ya no pudo contenerse y preguntó:

-¿Hagrid, quién es Voldemort?

Hagrid casi escupe todo el te que se acababa de llevar a la boca, pero logró contenerse y tragó antes de mirar a Albus con expresión horrorizada.

-¿De donde sacaste eso?

-Primero contesta. Sabemos que los mortifagos son seguidores de un tal Voldemort, pero no sabemos quien es él.

Hagrid lo miro extrañado, aunque no le preció peligroso contestar a su pregunta, sin entrar en detalles claro.

-Voldemort fue el más grande mago tenebroso que ha existido, pretendía que los magos dominaran a los muggles y mató miles de personas... Los mortifagos cumplían con sus peticiones tanto de secuestrar, torturar y hasta matar personas.

Albus miró a Scorpius, su expresión era fría no lograba ver ningún sentimiento en sus ojos. Rose lo miraba se soslayo, en sus ojos destellaba la compasión.

-¿Pero porqué lo preguntan?

-Angus Noit quiso golpearnos diciendo que el padre de Scorpius era un traidor y que por su culpa su padre estaba en Azkaban.

Entonces Hagrid miró a Scorpius este le devolvió la mirada y se la sostuvo unos segundos pero al cabo terminó cediendo y tristemente bajó la mirada.

-¿Mi padre era un mortifago, verdad?

-Si, lo fue- Hagrid no sabía porque pero tenía la necesidad de contarle su historia, tal vez por la decepción que veía en los ojos de chico-Pero nunca mató a nadie, era un niño cuando lo convirtieron en mortifago. Tu abuelo, que fue un mortifago, había fallado en una misión y lo enviaron a Azkaban, por lo que tu padre tubo que suplir su lugar...- Respiró hondo y continuó, los cuatro niños lo observaban atentos a cada movimiento y cada palabra que pronunciaba- Tenía apenas dieciséis años y Voldemort le dijo que si no cumplía una peligrosa misión mataría a su familia... y no pudo hacerlo. Tu padre no era una asesino, y no es una mala persona... cuando era chico era un cobarde y un niño mimado que hacía todo para parecerse a su padre, pero por lo que veo te ha criado bien- Dijo mirando a sus amigos.

-¿Y por eso entregó a los mortifagos?¿Porqué es una buena persona?¿O para salvar su pellejo?- Scorpius se levantó de su asiento enfurecido.

-Por las razones que sean... hizo lo correcto.

-¿Todo el mundo sabe de esto verdad?¡¿Acaso somos los únicos que no sabemos nada?!

-No lo creo, por lo que sé, ninguno de los hijos de las personas que participaron en la guerra saben nada.

Los cuatro amigos miraron al gigante a la vez y pronunciaron a unimismo:

-¿Guerra?

-Nada, no tiene importancia. Ya saben demasiado, no debería haberles contado nada.

Albus se levantó desafiante.

-¿Porqué no?¿Qué nos están ocultando?

Hagrid también se levantó como si buscara dentro de la casa alguna escusa.

-Nada, es un tema muy delicado... y sucedió hace casi veinte años, no tiene ninguna importancia para ustedes- Se acercó a la puerta para abrirla- Escuchen, no deben vivir a partir de las acciones de sus padres. Vivan sus acciones independientemente de las de ellos - Y agregó- Que no te avergüencen las acciones de tu padre en su juventud, debes estar orgulloso que se ha convertido en un gran hombre a pesar de ellas.

Scorpius asintió un poco más aliviado, aunque aún algo triste, fue un impacto muy grande el que recibió y debía digerirlo de a poco.

__________________________________________

AHORA SI SE PUSO EMOCIONANTE!!!!

por **mirnaa' de jonas miller** Jue 17 Oct 2013, 2:18 pm

Hola guapura, tengo el honor de decir que soy la primera y fiel lectora de esta guapa historia, ah.
¡Me encanta!
La acabas de seguir por lo que controlare mis instintos para no pedirte desesperadamente que la sigas, lol.
Besos :) xx

por **Mayrabeitia** Jue 17 Oct 2013, 2:53 pm

mirnaa' de jonas miller escribió:Hola guapura, tengo el honor de decir que soy la primera y fiel lectora de esta guapa historia, ah.
¡Me encanta!
La acabas de seguir por lo que controlare mis instintos para no pedirte desesperadamente que la sigas, lol.
Besos :) xx

Hola!! Bienvenida!! :))

Bueno, te cuento que esta nove esta casi toda escrita. 70 páginas. Pero le falta el desenlace y el final. Luego tiene un segundo volumen q es mas... adolescente.

Por ahí si tengo lectoras m inspiro y la termino :))

Por ahí a la noche subo más .

Besoss

por **Mayrabeitia** Jue 17 Oct 2013, 7:12 pm

Capitulo 4- Castigados

Los alumnos de Gryffindor y Slytherin se dirigieron a su primera clase de Quidditch, todos parecían muy ansiosos. Para Albus, Rose y Scopius, la clase fue un tanto aburrida ya que ellos ya sabían volar en escoba y esos era ejercicios básicos. Al terminar la clase la profesora Amare Hooch, una mujer apenas mayor que sus padres, sobrina de Madame Hooch la antigua profesora de vuelo, les indicó a todos los alumnos que se bajaran de sus escobas.

-Oye, Albus... ¿Quieres hacer una carrera hasta el campo de Quidditch?- Scorpius parecía más animado y una sonrisa maliciosa surcaba su rostro. Albus miró a la profesora Hooch pero esta estaba ocupada guardando las escoban de los alumnos que las iban trayendo.

-El último que llega se le declara a Mirtle la llorona- susurró Albus, que estaba desesperado por volar libremente- ¡Ya!- Gritó y despegaron a toda velocidad.

Albus iba un poco más adelante pero Scopius logró pasarlo.

-Nada mal, Potter- Sonrió burlón.

-Aún no vez nada, Malfoy- Lo contradijo copiando su acento y el modo en que arrastraba las palabras. Aceleró de tal manera que dejó a su amigo atrás y lo perdió de vista. Subió y subió hasta el techo del castillo y luego bajó en picada para dirigirse otra vez al campo de Quidditch. Aceleró aún más y antes que pudiera notarlo ya había llegado, paso por uno de los aros y aterrizó en medio del campo. La adrenalina corría por su cuerpo y no podía contener su enorme sonrisa, amaba volar.

Unos segundos después llegó Scorpius.

-¿A dónde te fuiste? Te perdí de vista en un momento- Le dijo bajando de su escoba.

-Volé hasta el techo de la escuela.

-Si que estas de mente, reza porque no te haya visto ningún profesor. Ahora volvamos antes que Hooch venga por nosotros.

-¿Estas enojado porque tendrás que declararte a Mirtle?- Se burló Albus haciendo un puchero. Scorpius lo empujó y este comenzó a reírse al ver su expresión de mal perdedor.

Cuando llegaron a la clase de vuelo de Amare Hooch, esta los estaba esperando junto con el profesor Slunhorn, el director de la casa de Slytherin...

-Caballeros, si hacen el favor de seguirme- Slunhorn los miro seriamente y luego los guió dentro del castillo. Su calva brillaba al sol y su barba blanca le llegaba al pecho dándole un aire eterno como si hubiera vivido cientos de años.

Albus y Scorpius lo siguieron hasta su despacho y se sentaron en dos sillas frente a su escritorio.

-Muy bien- Dijo- Lo que acaban de hacer es una falta muy grabe... pero por respeto a tu padre, Albus, solo les daré un castigo. ¿Tu padre fue alumno mio, sabes?- Cambió el tono serio a uno mas intimo mirando cariñosamente a Albus.

Scorpius miró ceñudo al profesor, como si hubiera perdido todo el respeto que le tenía en un instante.

-¡Un muchacho muy talentoso! Parece que heredaste sus genes para el vuelo.¡Que velocidad! A penas pude ver una rafaga pasar por mi ventana.

Albus no sabía que hacer, estaba completamente confundido, se suponía que debería estar dándole un extenso sermón o llamando a sus padre o algo, pero el viejo profesor parecía demasiado entusiasmado en sus talentos natos.

-¿Te gustaría entrar en el equipo de Quidditch?

-¿Puedo?

-¡Claro que puedes! Dentro de un mes, mas o menos, serán las pruebas. Preséntate como buscador, estoy seguro que entraras en el equipo... ¿Sabías que tu padre fue el jugador más joven en entrar en el equipo de Quidditch después de un siglo?

-No lo sabía señor- Su padre jamás le había mencionado eso, solo que fue buscador y que luego fue capitán.

-¿Tu juegas alguna posición en especial?- Le preguntó a Scorpius.

-Si, señor. Guardián.

-¡ Excelente! Puedes probarte también. Pero no te prometo nada esa posición es muy peleada.

Slunghorn los observó por unos segundos con cariño y luego recordó que debía castigarles.

-¡Debo castigarles! Un castigo... castigo... ¡Ya se! Es algo simple, no se preocupen, pero nos beneficiará a todos. Ayudarán en biblioteca por un mes. Hoy mismo hablaré con la bibliotecaria para avisarle y consultarle el horario de trabajo.

-¿Y qué sería ayudar en biblioteca?- Preguntó Scorpius, sacandole las palabras de la boca a su amigo.

-Pues organizarán libros, repararán los que estén dañados. No lo se, hay muchos trabajos posibles en la biblioteca: archivar, organizar, botar, limpiar, etc.

A ninguno de los dos le gustaba demasiado la idea pero sabían que tenían suerte de solo recibir ese castigo.

-¡Muy bien! Ya pueden retirarse les enviaré una nota para avisarles cuando comenzarán a concurrir a su castigo y en que horario.

Los dos Slytherins se levantaron, se despidieron cortesmente del profesor y salieron de su despacho.

-Es un caza talentos- Dijo Albus.

-¿Qué?

-Mi madre nos habló de él a James y a mi. Es un caza talentos. Forma un grupo en el que participan los alumnos más talentosos o quienes sus padres son famosos...- Se detuvo, pensativo- y les brinda beneficios ya que sabe que al salir de Hogwarts serán gente importante y él podrá beneficiarse de ello.

-¿Crees que quiere reclutarte?- Scorpius lo miró escéptico.

-No lo se, parece que fué profesor de mi padre... tal vez por él.

-Seguro.¿Porqué te reclutaría a ti pudiendo reclutarme a mi?- Dijo con su tono mas pomposo. Albus dejó de caminar y le lanzó una mirada acertada- ¿Qué?¿No es cierto?- De verdad parecía no darse cuenta de lo que acababa de decir. Albus rió y siguió caminando , Scorpius lo miró contrariado unos segundos y luego lo siguió, aún sin darse cuenta:

-¿Qué?¿Qué dije?

Albus reía por lo bajo mientras su amigo trataba de alcanzarlo.

Los días pasaron y Albus fue comparado con su padre tantas veces que ya no podía contarlas. Estaba harto. Su padre era una persona y él otra ¿Porqué ese ensañamiento en compararlos?

Albus buscaba ser bueno en tanta materia tuviera, y gracias a la practica y los estudios en la biblioteca (la cual conocía casi de memoria por ayudar allí durante todo el mes) dominaba toda clase de hechizos y conjuros con gran facilidad, varios que ni siquiera habían aprendido es las clases aún. También gracias a la ayuda de Rose y Scorpius le iba bastante bien en la clase de pociones, a decir verdad era el tercero en la clase, incluso en Botánica le estaba yendo bien. Sus padres estaban orgullosos de sus avances y decidieron hacerle un regalo:

-¿Una Ninbus 3000?¡Faltaba más! No te regalaron la Zaeta de fuego de tu padre por gastar dinero.- Rose le había suplicado a sus padres que le comprasen esa escoba hacía un año, pero no había obtenido resultado, ni siendo la primera en casi todas las clases. Y ahora su primo obtenía buenas notas y se la regalaban, no era justo, pero Rose sabía que sus padres harían todo lo posible por comprar la mejor escoba que pudieran comprar, aunque no fuera la costosisima Nimbus 3000.- Debes probarte para el equipo de Quidditch ¡Ahora que tienes esta escoba nadie podrá ser más veloz que tu!

-Aunque odie admitirlo, y no sabes cuanto lo odio-Scorpius evito la mirada asesina de la chica- Rose tiene razón. Ahora o nunca amigo, este sábado son las pruebas.

-No lo se...

-¿Qué no sabes?- Adda apareció de la nada detrás de Albus. Estaban sentados en la mesa de Gryffindor almorzando. Otros alumnos, también, estaban sentados en mesas que no correspondían a sus casas.

-¿Dónde estabas? El almuerzo comenzó hace quince minutos- La reprendió Rose.

-Perdón, me distraje- Dijo inocentemente y se sentó junto a Albus, este se acomodó, algo incomodo, en su asiento- He estado hablando con un chico de Revenclow, su nombre es Luke Stevens, es hijo de muggles y me ha mostrado un aparato de lo más peculiar.

-¿Un artefacto muggles?- Preguntó Scorpuis fingiendo, sin éxito, desinterés.

-Si, un... reproductor de CDs. Un aparato en el cual colocaba un cilindro aplastado, con un agujero en el centro. Al parecer estos cilindros de plástico contienen de alguna manera música y al colocarlos dentro del reproductor puedes escucharla, ¡Pero no de cualquier manera! Debes colocarte sobre los oídos unas orejeras de plástico por las que sale el sonido.¡Es maravilloso!- Adda estaba fascinada, sus ojos brillaban y sus mejillas estaban encendidas.

-Para los muggles es algo muy natural- Comentó Rose sabionda- He visto muchas personas utilizando esos aparatos cuando viajamos a Londres con mi madre.

-Es sorprendente lo que han inventado los muggles para sustituir la magia- Scorpius miraba su plato pensativo. Rose lo miró como si acabara de conocerlo y una media sonrisa se formó en su rostro.

-¡Admirable!- Adda aún maravillada por su descubrimiento comenzó a comer soñando despierta. De imprevisto levantó la cabeza como si hubiera recordado algo alarmante-¡Lo lamento! Estaban hablando de algo antes que llegara.¿Qué era?

-A Albus le llegó esta mañana por el correo una Nimbus 3000, cortesía de sus padres. Y yo intentaba convencerlo...

-¿Tu solo?-Lo interrumpió Rose impaciente.

-Bien...- Aceptó el rubio a regañadientes- Rose y yo, intentábamos convencerlo para que participara en las pruebas de ingreso al equipo deQuidditch, que se realizarán mañana Domingo.

-Pues estoy de acuerdo.¿Albus, sabías que tu padre fue el buscador mas joven...?

-Si, lo se.-La interrumpió cortante el interpelado- Pero el hecho que mi padre lo haya hecho no quiere decir que yo deba hacerlo.

-Claro que no, pero aún así sería increíble que fueras el jugador más joven de este siglo. Sería un orgullo ser amiga de tan importante individuo.

Albus la miró ceñudo unos instantes y luego bajó la mirada, se había propuesto superar a su padre para que dejaran de compararlo con él... pero no era tarea fácil.

-Lo haré.

-Genial, ahora vamos- Scorpius se levantó de la mesa sin más.

-¿A dónde?

-A la biblioteca.¿No recuerdas? Como es nuestro último día la bibliotecaria nos ha cambiado el horario, dijo que debíamos clasificar y mover no quiero imaginar cuantos periódicos ¡Sin magia!

-Oh, ya lo recuerdo- Dijo Albus desanimado mientras se levantaba de la mesa.

-Los acompaño. Necesito buscar ciertos artículos periodísticos...

-¿Quien te ha invitado?- Bufó Scrorpius mirándola ceñudo.

-Dejala, puede servirnos de ayuda.

Scorpius no dijo nada, solo miró intensamente a Rose por unos segundos y luego dio media vuelta y siguió su camino. Cuando estuvo lo suficiente lejos como para que no pudiera escucharla Rose se acercó a su primo algo afectada.

-¿Hay alguna razón por la que me odie tanto?

-¿Odiarte?- La pregunta de su prima le desconcertó bastante- él no te odia, tu lo odias a él.

Ella se quedó pensativa y luego se levantó de la mesa como si nada y se dirigió a la salida. Albus la siguió y así se encaminaron hacia la biblioteca.

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Acá el siguien capitulo. ¿Qué le pasa a Scorpius?¿Porqué la trata así?

La verdad es que los corto cada 3 o 4 páginas porq en realidad cada capitulo en la novela tiene 10 u 11. Por eso tal vez no pasa mucho en algunos caps, pero todos son importantes y lindos.

Besotes!!
May ♥

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Los Merodeadores (tercera generación)

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