"Sinopsis (Lo que sucede luego de despertar)" (Lenin y Helen)

Me encantaron los cap

SIGUELA....PLIS!!!

SIGUELA
SIGUELA

QUIERO CAP

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Capitulo 8

Abrí los ojos gracias a un golpe que me di en la cabeza.

Cuando recobré levemente la conciencia, noté que el golpe me lo di contra la puerta del automóvil de Lenin, mientras pasábamos un desnivel en la calle, lo que hizo saltar el auto y como acto seguido golpearme.

Mire a mi izquierda para ver a Lenin conduciendo, mirando fijamente al frente.

Me senté bien en el asiento sujetando mi cabeza con una de mis manos.

-Auch-dije bajo cerrando por un instante los ojos

-¿Estás bien?-Lenin me miro de reojo

-Tan solo tengo un horrible huevo en la cabeza-pase mi mano por sobre mi pelo para notar el golpe que me di en cuanto caí de la motocicleta

-¿¡Por qué demonios te subiste a esa motocicleta, en especial con Chris!?-

-¿Chris?-pregunte

-El chico del cabello en punta-dijo Lenin

Suspire y observé a Lenin

-Me obligo-dije bajo

Él también suspiro.

-Debes irte hoy mismo con tu padre-

-¿¡Que!?-chillé

-Es lo mejor para ti-vi como apretaba uno de sus labios con sus dientes.

-¿Crees que te dejaré a solas con Chris atrás tuyo?-negué con el dedo de mi mano libre-¡Claro que no!-

-¡Y yo no te permitiré que te quedes aquí!-gruño él

-¡Y yo no te dejaré solo!-grite más fuerte

-¡No te pienso poner en peligro!-detuvo el Jeep

-¡No pienso dejarte en peligro!-la sangre dejo de circular por mi cuello.

Sabía que eso era una señal de que pronto lloraría

-¡No seas terca, Helen, haz lo que digo!-me miro con furia

-No te quiero dejar solo-respondí intentando tragar aire

Lenin miro a través del parabrisas, con ambas manos aún en el volante

-Te has involucrado más de lo que debías-esta vez su voz fue leve.

-Te amo-dije sin más excusas que dar para permanecer a su lado

Él apoyo su cabeza en el volante

-Yo igual, pero tú no puedes seguir arriesgando todo-

Bien, sentí unas gotas nublar mi visión.

Lenin me observó por un momento, tomó mi cara entre sus manos y limpió las gotas que saldrían de mis ojos con ayuda de su pulgar

-Tan solo ve con tu padre, te prometo que todo estará bien- una leve sonrisa tomó posesión de sus labios

-Prométeme que no tendré porque preocuparme, que nada te sucederá, que no tendrás problemas en estos dos días-pedí con lágrimas aún brotando desde mis globos oculares

Sonrió una vez más y acercó su cara a la mía, besando mi mejilla hasta llegar con leves toques a los labios, regalándome un beso que parecía de despedida.

Tomé su cara en mis manos igual como él tenía la mía, nos separe por un segundo

-¿Me lo prometes?-

Cerró los ojos

-Soy un imán al peligro-mordió su labio inferior

Solté su cara de la jaula en la cual se habían convertido mis manos.

-Inténtalo-pedí

-Lo haré-me sonrió una vez más, para dejarme tranquila.

Baje del Jeep con Lenin a mi lado, mientras sentía como la lluvia que había tomado lugar en el cielo, caía sobre nuestros cuerpos, empapándonos por completo.

Cuando llegué al lado de la puerta recordé porque subí a la motocicleta en un principio: Las llaves

-Lenin…-

Él me interrumpió

-Lo sé-sonrió de medio lado, sacó unas llaves de su chaqueta manteniendo su brazo sobre mis hombros.

Seguramente esas llaves se las pasó mi madre cuando la fue a dejar al aeropuerto, ya que estaban sujetas por el peculiar oso panda pequeño del llavero que había comprado mi madre para si misma.

Abrió la puerta y nos hizo entrar a ambos.

Me acerqué a la cocina, aún con Lenin, y saqué mis llaves.

-Escúchame-ordenó él, tomándome esta vez desde los hombros

Asentí

-Llama a tu padre, ve y dúchate. Yo prepararé tu bolso-

Lo abracé por un minuto

-¿Por qué?-preguntó recibiendo mi abrazo, cruzando sus brazos por mi espalda

-Son uno de mis últimos minutos contigo-recordé

-¿Qué?-

Levanté la cabeza de su camiseta mojada para ver su rostro

-Sé que te meterás en problemas, que tendré que ir a buscarte-

-¡Hey!-me interrumpió-Lenin Wells cumple sus promesas-

-Está bien-suspire y volví a acomodarme en su pecho.

-Todo estará bien- acarició mi húmedo cabello, para luego soltarme y correr hasta el living, volvió con mi celular entre sus manos-Llámalo-

Suspire y recibí el celular de mala forma, marqué el número de papá mientras Lenin se sentaba en una de las sillas de la cocina, con las piernas abiertas y un dedo en su labio inferior, apoyando el codo en la mesa y sus ojos posesionados sobre mí.

-¿Papá?-pregunté después de que contestó a tres pitazos del celular.

Comencé a dar vueltas alrededor de Lenin, con el celular en las manos.

-¡Helen!-exclamó, supuse que tenía una sonrisa en su rostro.

-Sí-sonreí-¿Puedes venir por mí?-pregunté asustada

-Ahora se me hace algo difícil-murmuró

-¿Por qué?-pregunté juntando mis cejas.

Lenin se sobresaltó en la silla, dio vuelta en esta para verme

-Estoy fuera del país, en Sudamérica-

Abrí mis ojos como dos grandes platos

-¿!Que!?-chillé

-¿Qué sucede?-preguntó Lenin, tapé su boca con una de mis manos

-Bueno, ya estoy más cerca, de hecho, voy para allá, pero el avión hace escala en México, me quedare aquí por la noche, llegaré mañana en la tarde-

-¿No puedes apurarte?-pedí

-El avión hará escala-dijo él, con su voz ronca

-Toma otro ahora-

Él suspiro a través del micrófono del teléfono

-Veré que puedo hacer, pero deberás esperar-

Sonreí triunfante

-¡Gracias papá!-grité

Presentí que él había quitado el celular de su oreja.

-Hasta luego, Hel-

-Adiós, papá-colgué el celular-Debo pasar la noche aquí-me dirigí a Lenin, el comenzó a caminar de un lado a otro

-Debemos hacer algo-murmuró mientras empezaba a rascar su nuca

-¿Acaso no me puedo quedar aquí?-

Lenin no me respondió y siguió con su pequeño recorrido alrededor de la mesa de la cocina

-¡Summer!-dijo dando media vuelta para observarme, luego de no hablar nada durante unos 3 minutos-¿Summer dejaría que te quedes con ella por hoy?-

-Eso creo-dije confusa-Pero es muy tarde como para que le diga-observé por la ventana de la cocina, ya era de noche.

El vuelo de mamá partía en la tarde, por lo cual ya debía estar en el avión rumbo a Hawái.

-¡Es tú amiga, debe ayudarte!-

-¡No le puedo pedir pasar una noche con ella sin avisarle antes!-grite mientras veía como su expresión de entusiasmo caía-¡Sum tiene una madre responsable!-

Nos quedamos en silencio, a excepción del eco de mi voz y el viento golpeando todo, con la ayuda del agua que caía desde el cielo, afuera en las calles.

-Ahora no podré protegerte, serán demasiados-

-Creo en ti-susurré

Lenin miro hasta el techo y posó sus ojos sobre mí

-Ven-me extendió sus brazos.

Lenin me recibió en su pecho, mientras gotas caían desde nuestra piel y nuestra ropa, formando un charco bajo nosotros. Sentía como el agua del pelo de Lenin mojaba mi rostro.
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Había sido tan egocéntrica, pensando que todos ellos venían por mí en vez de Lenin.

Yo tan solo era la carnada en la caña de pescar, a quienes querían de verdad era al pescador sobre el bote, mi novio.

Me detuve en uno de los callejones mientras escuchaba pasos tras de mí.

El silencio que se produjo fue interrumpido por un latido de corazón desbocado, el mío. Presione mi pecho con mi brazo, intentando callarlo.

Un estruendo sonido rebotó en mis oídos, algo había caído, luego pude escuchar pasos acercarse hasta mí.

Tan solo me resigne a correr lo más rápido que pudiera a través del callejón.

Salté de la cama mientras Lenin atajaba mi cuerpo.

-¿Qué demonios te sucedió, Hel?-preguntó tomando mi cuerpo desde un brazo, se sentó bien a mi lado.

-Tuve una pesadilla-mis ojos estaban fijos sobre la colcha. Sentí los labios de Lenin en mi mejilla

-Está todo bien-su voz calmada me ínsito a recostarme otra vez. Lenin se recostó a mi lado.

Suspiré y cerré otra vez los ojos, intentando dormir una vez más.

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-Agradezco demasiado tu amistad, Hel-dijo Summer mientras veníamos de vuelta de la escuela, como siempre, la iría a dejar a su parada de autobús antes de ir a la mía.

-¿Por qué?-pregunté tomando atención por primera vez en la conversación.

En un día normal, habría escuchado cada oración de Sum, pero últimamente andaba más preocupada de Lenin.

-Por escucharme y guardar cada uno de mis secretos-

¡Maldición! Yo no podía confiarle un secreto.

-No es nada-simule una sonrisa a la vez que asomaba un poco la cabeza hasta la calle, para ver si es que el siguiente bus era el de Summer-¡Allí viene tu bus!-grité hacia mi amiga.

Besé su mejilla a la vez que la empujaba dentro de la gran maquinaría de transporte. Vi como me sonreía luego de que el bus haya cerrado sus puertas. Sonreí una vez más y decidí largarme hasta mi parada de bus, aunque tal vez Lenin pasará por mí hoy.

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siguela :!:

siguela

SIGUELA