→ live every moment.

Después de varios intentos fallidos, después de tantas noches en vela; Vanessa Woolf, al fin había encontrado las respuestas lógicas que coordinaban a todo, como ella lo esperaba. Su primer libro, al fin terminado. Los suspiros, las sonrisas, el llanto, la desesperación, al fin se daban la mano. Su sonrisa era hermosa, sus ojos con un total brillo, y sus manos se movían al compás de su mente. Sin duda, Vanessa se sentía orgullosa de lo que había logrado, a pesar de que, en su primer intento, todo le salio patas arriba.
Nessa, como sus progenitores le llamaban, siempre había soñado desde muy pequeña, escribir su primera novela, por supuesto, de romance y drama. Nunca pensó llegar tan lejos, ya que después de su estreno, muchos la miraban pasear por las calles de Seattle, como una total heroína de la literatura. Todo era perfecto, no deseaba mas, estaba mas o menos completa. ¿Mas o menos?, pues como muchas personas lo dicen: "Si no tienes amor... ¿para que vives?". Había que admitir que aquella castaña, nunca pudo sentir amor hacia alguien, sino es su amor platónico, su mas preciado héroe del arte; Liam Payne, un gran amante del arte, y la escultura. ¡Santo cielos! era como un dios griego que, a pesar de su situación amorosa, siempre ah inculcado a las personas que lo visitan en el museo, que lo mas importante en el mundo... son las mujeres. ¡Que hombre!, ¿no creen?, y tras de buena personas, un buen pintor y escultor, se esconde un hombre promiscuo y deshonesto, que al cabo de un tiempo, se volvió un demonio del sexo. Pobre, Vanessa, que después de que ambos tengan la oportunidad de conocerse, lo primero que a Liam se le cruce por la mente sera: "Ella sera mía, cueste lo que cueste".

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