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Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
caami escribió:Nueva Lectora!
Me encantó la novela (:
Emma está en la friendzone ):
Siguela Pronto Besos ♥
¡BIENVENIDAAAAAA!
Ya la sigo :D
Besos.
SCARLET.
Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
Abrí los ojos sabiendo que ya era de noche, me estiré en la cama y me fui al baño del cuarto. Cuando mis ojos ven mi reflejo en el espejo de al frente me doy cuenta de los hinchados que están, mi nariz está igual y con un toque rojizo, que da a entender a cualquiera lo mucho que había estado llorando.
Era la hora de comer pero que no quería hacerlo, ni siquiera quería ver a mi padre, estaba muy molesta con él. Me siento en la cama y las lágrimas avisan con salir de nuevo cuando estoy recordando lo ocurrido esta mañana.
Estaba feliz de estar con Zayn, más aún por encontrarme en su espalda con mis brazos aferrados a su cintura. El viento era fresco, mientras íbamos a una velocidad prudente. No quería tener la necesidad de despedirme de él.
Le agradecía mucho por haberme salvado del peligro del antro, después de aquél lío decidí no ir a ningún lugar de manera ilegal, ya me bastó con lo que pasó y seguir haciéndolo sería muy masoquista de mi parte.
Me gustó lo amable que fue conmigo en cuanto se despertó, preguntándome cómo había dormido. Lo demás fue reírnos y hablar de cosas triviales. Me preparó un rico desayuno de Hotcakes con mermelada y ahora estábamos de camino a casa.
Me dejó a una cuadra como la vez pasada, él insistía en negarse, lo cual de todas maneras no sirvió porque mi papá estaba en la ventana del apartamento viendo cuando me iba acercando. Pude escuchar la moto marchándose a mis espaldas. Y me lamento por no darle las gracias. La cara de mi papá era amenazante, daba mucho, mucho miedo y no quería saber lo que me esperaba en casa.
Lo demás fue una pesadilla, gritos en el apartamento que podrían escucharse en todo el vecindario, mi mamá tratando de tranquilizar a mi papá, mi hermana llorando por lo que sucedía y de pronto entré en un ataque de histeria, lo que hizo que sacara todas mis fuerzas para darle un empujón a mi padre. Este cayó al suelo y me arrepiento de haberlo ocasionado.
Luego unos regaños por parte de mi madre y una cachetada para reprenderme por mi falta de respeto. La miré directamente a los ojos para que viera el dolor que tenía por lo que había hecho ¿no le bastaba con regañarme y ya? Pero era lo que se suponía que debía recibir por empujar a mi padre, que aún se estaba intentando parar.
Antes de que lo hiciera salí de allí y corrí por el pasillo hasta llegar a mi cuarto y trancar la puerta con seguro. Me aventé en la cama. Entonces lloré hasta quedarme dormida.
Ahora estoy sin ánimos de hacer algo, el castigo había sido claro. Un mes sin salir, solo a clases, cuando me fui corriendo me lo gritó mi mamá y pude escucharlo antes de azotar la puerta.
Respiré hondo y me acosté de nuevo en la cama, no había comido después del desayuno que me preparó Zayn y la verdad es que hambre no tenía.
Tocan la puerta de mi cuarto y pido que pase.
– Si no estuviera trancada con seguro –escucho la voz de mi hermanita y sonrío. Ella es con la única que por los momentos estoy contenta.
Al abrirse la vi con una bandeja de comida, me da una sonrisa que transmite tristeza y yo trato de devolverle una de alivio. Agarré la bandeja y la puse en un pequeño mesón que estaba al lado de mi cama.
Me senté en ella y se quedó parada frente a mí, esperando que le dijera algo. Le di las gracias por la comida.
Recuerdo como mi papá, entre los tantos gritos, me dijo que tenía que venirme del instituto con él, cuando días antes pensaba lo contrario, ahora iba a tenerme controlada día y noche, sin descanso, salvo cuando estuviese en mi cuarto, como lo estoy ahora.
Cuando recuerdo las palabras de mi papá al entrar al apartamento, me pregunto cómo estarán los demás. Qué será de Josefa, Harry, Cheryl, Aída, Niall…
Mi hermana se sienta a mi lado y apoya su cabeza en mi hombro.
– Mi papá me dijo que cuando fuera grande no me comportara tan mal como tú.
– ¿Te dijo eso? –Le pregunto algo sorprendida, aunque ya nada debería sorprenderme.
– Eeem… sí –respondió insegura.
Nos quedamos calladas por un buen rato, yo le dejaba caricias en el cabello.
– Creo que tiene razón –ella volteó a mirarme confundida–. Soy muy contestona Ari, no he sido buena hija.
– Claro que lo eres... Lo de buena hija –entonces se quedó pensativa, como si estuviera recordando algo–. Eso quiere decir que… ¿No va haber sorpresa por el aniversario de nuestros padres? ¿Verdad?
Bajé la cabeza, no creía que mi papá quisiera que le diera un regalo después de lo que pasó, en vez de interpretarlo como una manera de disculparme pensaría que quiero sobornarlo para que cambie de opinión y me quite el castigo.
– Me temo que no –le respondí sinceramente a mi hermana.
Nos quedamos un rato hablando y le propuse ver una película, ella aceptó gustosa, me insistió a que comiera y le hice caso, todo por verla feliz. Comí y nos quedamos viendo una película que pasaban en la tv.
Era muy reconfortante pasar un rato con mi hermana luego de todo lo ocurrido, el sueño logró dominarnos y nos fuimos quedando dormidas así como estábamos, acostadas y abrazadas.
Al amanecer el despertador me sobresaltó, ella seguía durmiendo junto a mí y me levanté, la dejé dormida y me fui a prepararme para ir al instituto, mi mamá se encargaría de despertarla.
Esa mañana quise llevarme dinero para comprar en la cafetería del instituto, ya que como me lo imaginaba mi mamá ni se inmutó en hacerme un desayuno.
En el camino en el carro de mi padre todo fue silencioso, un silencio incómodo. Lo único bueno de todo es que no había tráfico, así que la llegada fue rápida. Me despedí de él con un simple ‘chao’ y me bajé del auto. Cuando me bajé vi al moreno, estaba afuera con su moto y unos amigos, supongo que esperaba a que fuera la hora para entrar, cuando fijó la mirada en mí la esquivé inmediatamente. Seguí caminando hacia la entrada y su mirada estaba fijamente clavada en mí.
Volteé hacia donde estaba el carro de mi papá y este todavía no había arrancado, volteo de nuevo al frente y entro al instituto. No me gustó ignorar a Zayn, pero mi papá debe acordarse perfectamente de él y no quería tener problemas por eso. Lo más seguro es que el moreno se moleste por lo que hice.
Me senté en la sala de espera cuando alguien me asusta, era Cheryl con una sonrisa.
– ¿Y esa felicidad?
– Amé el fin de semana –contestó con una sonrisa cargada de complicidad–. ¿Cómo saliste de allí?
– Zayn me llevó a su casa –se sorprendió.
– Bueno, tú debes haber visto con quién me fui –se mordió el labio. Trataba de recordar con quién la había visto pero ni una pista, solo recuerdo a Zayn llegando hacia donde nosotras y luego ella me abandonó. Negué la cabeza ante su pregunta–. Tú sabes quién, él es amigo de Zayn y llegó con él ¿no lo viste?
Su mirada era de incredulidad.
– Creo que cuando Zayn está a tu lado te olvidas del mundo.
Sonreí inevitablemente y me negué a responder. Luego de que al rato llegaran Aída y Niall subimos a el salón. Faltaban 5 minutos para que que fueran las 7, y llegara el profesor.
Nos sentamos como de costumbre, por mi parte estaba adelante y tras mío Cheryl, Aída quiso irse para atrás, porque odiaba estar delante, todo lo contrario a mí.
Mi amiga me hablaba de diferente cosas, la verdad es que no prestaba ninguna atención a lo que me decía, solo estaba pensando en lo que había pasado ayer. ¿Zayn se habrá dado cuenta de lo molesto que estaba mi papá o ni siquiera lo vio? Todas estas cosas me ponían algo nerviosa porque no quería que Zayn malinterpretara las cosas y pensara que no quisiera hablarle, o que no quisiera hablar con él en público, cuando en realidad quería salvarlo de mi padre.
Si se llegase a enterar de mi amistad con Zayn, lo odiaría profundamente y a mí me encerraría de por vida.
Alguien se dejó caer en el asiento de al lado.
– ¿Cómo estás? –Alcé la mirada y me confundió su comportamiento, no estaba molesto, estaba sonriéndome.
– Bien –asentí y riendo; y en ese momento llegó el profesor de literatura, todos abrimos nuestros cuadernos y traté concentrarme en la clase.
Tuvimos que formar parejas asignadas por el profesor. Me tocó con una chica llamada Samantha, era muy agradable e inteligente, fue buena suerte haber quedado junto a ella, mientras resolvíamos la tarea que nos asignaron me llegó a contar gran parte de su vida y yo hice lo mismo. Le hablé de los estrictos que eran mi padres, de que tenía una hermanita. Ella me contó de su relación con un chico que estudiaba aquí en el instituto.
Seguimos así hasta que terminó la clase, le entregamos la tarea al profesor y salimos a la cafetería, le presenté mi compañera a Cheryl y Aída, ella por su parte me presentó a su grupo de amigos y me di cuenta que eran los chicos callados del grupo, los que estaban la otra vez en el salón.
De camino a la cafetería alguien me jaló del brazo, me asusté hasta que vi a Zayn sonriente.
– ¿Qué pasó? –Lo miré sorprendida.
– Tu papá se enteró ¿verdad? –Eso me sorprendió aún más, no hizo falta explicarle nada, él solo comprendió con lo que pasó en la mañana.
– ¿Cómo lo supiste?
– Cuando entraste tu papá no me dejó de mirar y arrancó durísimo, recordé cuando le rayé el carro –soltó una leve risa, así que sí recordaba que era mi padre, me puse seria ante el recuerdo y cambió su expresión–. ¿Qué te dijo?
– Solo se enteró que fui al antro, porque la mamá de Aída llamó preocupada a la casa.
– ¿Y por qué hizo eso?
– Como Aída llegó sin mí, se preocupó –me encogí de hombros.
El resto del día fue excelente, lo invité a comer con mi grupo y asintió, Cheryl todavía no se llevaba bien con él y la notaba algo tensa ante la presencia de Samantha, lo cual me extrañó ¿será que ella también le caía mal?
A la salida me despedí de mis amigas y fui al carro de mi padre.
Toda la semana fue igual, llegaba con mi padre, me juntaba con mi pareja de clase, almorzaba con Zayn, a veces con mi grupo y a veces con el de él. Nuestro trato fue mejorando con el paso del tiempo y eso me preocupaba, porque mientras más pasaba el rato con él, más eran los sentimientos confusos. Lo que tenía claro era que para él yo era su amiga, él también era mi a amigo, pero en mi mente soñaba con que fuera distinto.
Su actitud agresiva y a la vez simpática me llamaba la atención, su humor era único y su mirada hipnotizante. Lo que más me gustaba era verlo sonreír cada vez que decía algo, me hacía sentir especial de alguna manera.
A la tercera semana de clase consiguió mi número de teléfono, al principio me asusté y le pregunté cómo lo había conseguido. Solo se limitó a responder que en la dirección se encontraba mis datos de inscripción, y de allí lo sacó.
Fue bueno que consiguiera mi número porque ahora tenía la oportunidad de hablar con él cuando llegase a casa. Ahora no solo teníamos la libertad de hablar en el almuerzo sino por mensajes.
Cada vez que llegaba mi casa el me escribía, era como si calculara el tiempo que me tomaba en llegar. Siempre me pasaba el mismo mensaje, llegué hasta pensar que lo que hacía era reenviarlo.
¿Ya llegaste?
Y luego nos quedábamos rato hablando hasta la noche, parábamos cuando yo comía y él también, cuando me bañaba calculábamos quien tardaba menos, a veces hacíamos unas especie de competencia, y siempre peleábamos por ganar, él me decía que cómo iba a comprobar que le estaba diciendo la verdad.
Nos volvimos como una especie de confidentes, ahora éramos muy cercanos, los únicos momentos que me disgustaban era cuando tenía que ignorarle en la entrada para que mi papá no sospechara nada de nuestra gran amistad, lo bueno era que Zayn lo entendía y no le molestaba, aunque un día me pasó en mensaje intrigante e incómodo.
¿Qué tiene de malo qué seamos amigos? Tu papá debería dejarte tranquila.
Ese mensaje no lo respondí y cambié de tema rápidamente, luego de eso no me lo volvió a mencionar. Aunque él tuviese la razón.
Era el segundo chico con quien me llevaba bien, casi como Angel, quien era como mi hermano. La única diferencia entre él y Zayn, era que yo no sentía lo mismo por los dos. Con Angel no era más que un sentimiento de hermandad, con Zayn todo era diferente.
Y me frustraba.
Era estresante que sentir que yo también le gustaba pero no me decía nada, una vez llegué temprano y no estaba en la entrada sino adentro del instituto. Hablamos buen rato esperando que sonara el timbre para entrar a clases y nuestras miradas se cruzaron, nos quedamos así por buen rato, sentía como mis mejillas ardían. Su mano se posó en una de ellas y una sonrisa se escapó de sus finos labios.
El momento fue interrumpido por Cheryl y Niall y eso me molestó de alguna manera, quería saber qué pasaría después, aunque era claro que no podíamos besarnos, gracias a lo estricto que era el instituto y lo comprendía.
Estaba comenzando la cuarta semana de clase, otra vez a lo mismo, ignoré a Zayn en la salida, entré, pero me sorprendió ver a mi compañera de clases, Samantha, junto a Liam. Fruncí el ceño confundida.
– ¡Hola Emma! –Me saludó.
– Hola –me acerqué algo nerviosa.
– Liam, ella es mi amiga Emma. Emma él es mi novio Liam.
– Es un placer –estiró su mano hacia mí y yo asentí. Entonces recordé cuando mi amiga me había prohibido mencionarlo en clase, allí comprendí todo.
En clases no dejaba de sentirme mal por Samantha, si tan solo supiera que su novio tenía algo con mi amiga, eso sin duda me hacía sentirme peor, no podía decirle de una vez lo que estaba pasando, porque tampoco podía dejar Cheryl al descubierto, pero me irritaba lo que hacía.
Cuando salimos al almuerzo me la llevé al baño para poder hablar mejor. Me confesó todo y me rogó que no le dijera nada.
Ahora cada vez que me sentaba junto a Samantha para realizar algún trabajo me sentía pésimo, y peor aún cuando me hablaba de él, siempre trataba de cambiar el tema de conversación para no verme tan afectada y no se diera cuenta de lo que estaba sucediendo.
Noviembre había llegado, hoy era 2 exactamente, solo faltaba un mes para que llegara Diciembre y con ella la navidad, lo que significaba ¡vacaciones!
Todas mis materias ya estaban aprobadas, eximí dos materias, Matemática y Sociales, eso me alegró ya que la primera materia fue la que hizo que me largara de mi anterior institución. Ahora no me arrepentía de haber luchado por mi nota, de haber sido grosera con aquella profesora, ya que no estaría aquí, compartiendo un gran momento con él.
Ese día no quise entrar a clases, porque ya no tenía nada que entregar. De todos fui la primera en pasar la materia. Zayn tampoco entró porque le dio flojera. Pero no iba aplazado como otros de los que estudiaban con nosotros.
Yo estaba recostada en su hombro, y cada uno tenía un audífono, él me estaba mostrando sus canciones, y a pesar de ser muy movidas para mi gusto, muchas me agradaron.
Me decía algunas cosas que me causaban risa y la señora que servía los platos de comida nos miraba raro, estábamos en la cafetería y no dejábamos de reír.
– No deberías burlarte de mí –le pegué.
– Es que... ¿Cómo te vas a ir por una bajada así?
– Gracias a esa bajada me gané la cicatriz de mi hombro –señalé mi hombro aunque no estuviese al descubierto.
Se quedó serio y otra vez nos quedamos mirándonos fijamente, pero el momento fue interrumpido de nuevo por los estudiantes que bajaban a comer.
Le había contado a Zayn lo que me había pasado de pequeña, de hecho muy pequeña para recordarlo pero mi mamá se cansó de contármelo, tenía 1 año y estaba tratando de caminar, así que me tenía en andadera, no vivíamos en Leeds, sino en Manchester, en una especie de subida. Ese día mi mamá fue a casa de la vecina y dejó la casa abierta. Adentro me encontraba yo y andando y andando me salí de la casa, en una de esas llegué a la bajada y fui cayendo empinada, al llegar abajo un señor trató de agárrame pero por mala suerte me rompí el hombro.
Mi mamá asustada tuvo que llevarme al hospital y allí fue cuando me cocieron, dejándome la cicatriz en dicho lugar.
Luego de que naciera mi hermana nos mudamos, el sitio era algo peligroso y mi mamá no quería tener un bebé de nuevo allí. Así que desde hace 7 años estoy viviendo en Leeds y gracias a eso conocí a Josefa y a mis demás amigas.
El grupo de los callados; Samantha, Lougie, Sebasatián y Charlie se fueron acercando a nosotros junto a Cheryl, Aída y Niall. Se sentaron en la mesa que estábamos y nos saludaron. Era raro ver a Samantha y a Cheryl juntas, me hacía sentirme culpable.
– Adivinen –comentó Samantha emocionada.
– ¿Qué? –Pregunté.
– ¡Tendremos un viaje! –Chilló emocionada y luego prosiguió–: Es antes de irnos a vacaciones definitivas, pero solo hay dos opciones de viaje…
– Una es para la montaña y otra para el parque de atracciones –interrumpió a Niall mientras miraba a Aída para luego repartir besos por su mejilla.
–Tú no estudias con nosotros –bromeo.
–Pero mi novia sí -me sacó la lengua–. ¿Qué te parece?
– Me parece bien –comento volteando a ver a Zayn para ver si él opinaba lo mismo, me sonrió y dio un leve movimiento de cabeza afirmando.
La hora del almuerzo se pasó y esta vez si entramos a clase. Mañana serían las votaciones del lugar a donde iríamos, en realidad a mí no me importaba a dónde fuéramos, solo con saber que él iba a ir era feliz.
Esta clase se pasó más rápido y me despedí de todos antes de cruzar la salida, vi el corsa de mi padre y llegué rápidamente hacia él. Nuestra relación había mejorado bastante, ahora los silencios no eran incómodos. Al final mi hermana decidió darles un regalo por su aniversario, a pesar de que no me dijo nada igual lo hizo, diciendo que había sido entre las dos.
Ahora trataba de no causar problemas y realizar los quehaceres de la casa. Quería que mis padres poco a poco volvieran a tener confianza en mí y así me dejaran venirme sola, no solo tendría algo más de libertad, sino podré estar más rato con Zayn.
Recuerdo que una vez me pidió que hiciera como si entrara a clases y luego nos escapáramos, pero no quise. Me daba mucho miedo que mi padre nunca se fuese de allí y se quedara en el carro hasta la hora de salida, así que me negué.
Pero me prometió que algún día tendría que aceptar y compartir un gran tiempo los dos, me dijo que éramos grandes compañeros y tenía ganas de que conociera a sus hermanitas, también me contó que tenía un gato y un perro. Eso me hizo acordarme de mi carencia de mascota. Tal vez si tuviera una no me sintiera tan sola cuando no hubiera nadie en el apartamento.
Cuando llegué a el subí a mi cuarto, pasaron cinco minutos y me llegó su mensaje.
¿Ya llegaste?
Y así comenzó nuestra conversación por teléfono de todos los días. Era feliz, este instituto fue mejor de lo que esperaba.
Al día siguiente en clases ganó la montaña por mayoría de votos, algo que molestó a Aída porque no veía el campo nada romántico para estar con Niall, él iba ya que en este paseo podías invitar a quién quisieras, pero yo no quise invitar al igual que Zayn y eso me gustó. Por un momento pensé que me diría que llevaría a una de sus conquistas.
Últimamente ya no me cuenta nada de eso, es raro, pero me alegra, ya que duele que el chico que te gusta te diga que quiere tener algo de diversión con una chica que recién acababa de conocer.
– ¿Te atreves? –Me dijo Zayn a la hora del almuerzo–. Solo son dos horas de clase no me tardaré lo prometo. Tanto insistió que tuve que acceder, aunque en realidad eso era lo que quería hacer, pero mi padre me daba miedo.
– Estás loco –le dije mientras íbamos saliendo del instituto.
Me monté en su moto y condujo a una velocidad prudente mientras íbamos a dónde vivía. El aire era fresco y no había tráfico, se estacionó en un mirador.
Nos quedamos observando la ciudad en un agradable vista.
– Ese es nuestro instituto –señaló hacia la mitad y cuando lo reconocí sonreí. Luego lo miré a él.
– ¿Para qué me trajiste aquí? –Lo miré fijamente y no quise apartar la mirada cuando él clavo la suya en mí. Ahora si podría decir que estábamos completamente solos.
– Solo quería que conocieras más de mí. Este mi lugar favorito y suelo venir aquí cuando estoy molesto y quiero sentirme mejor, mi padre siempre me traía aquí cuando… era pequeño.
– ¿Ya no vienen para acá? –Pregunté.
– Es solo que… yo vivo es con mi mamá y mi padrastro.
– ¿Los abandonó? –Bajé la cabeza apenada.
– No. Emma… él... murió.
Me sentía horrible por lo que acababa de hacer, fue un comentario muy imprudente de mi padre quería arreglarlo de alguna manera.
– No te pongas así Emma –me subió la cabeza–. Mi padrastro me cae bien y se ha convertido en un padre para mí, cuando mi papá biológico murió fue triste pero ahora lo recuerdo en los momentos felices que vivimos, no tienes por qué sentirte así, no eres culpable –soltó una risa ante mi expresión de incomodidad.
– ¿Y si cambiamos el tema?
– ¿De qué quieres hablar? –Se sentó en el césped con las piernas al pecho y los brazos en las rodillas–. Ven, siéntate.
Hice lo que me pidió y me quedé un buen rato en silencio observando la hermosa vista.
– Eres una gran persona, al principió pensé que eras un imbécil –sonreí ante mi sinceridad. Todavía miraba la ciudad.
– Y tú una niña de Papi, aunque… si lo eres Emma –de reojo pude ver su gran sonrisa.
– Pero eres mejor de lo que pensé –confesé esta vez mirándolo.
– Tú también –sus ojos se encontraron con los míos y nos quedamos buen rato mirándonos. Mi corazón fue cambiando el ritmo de su velocidad a medida que pasaban los segundos y nuestras miradas no se apartaban, entré en otro mundo donde nada más me importaba que mirarlo y estar aquí junto a él.
– Hay algo que quiero… preguntarte –Solté. ¿Será que era lo correcto? ¿Y si era muy temprano para hacerlo? Técnicamente ya había pasado un mes desde que nos conocimos, pero la duda me carcomía. ¿Será que si me veía como una amiga o era mentira de él? ¿Será qué me arriesgaba y le preguntaba? ¿Qué perdía con intentarlo? Probablemente la confianza de él si me veía como su gran amiga y confidente, porque así lo era ¿no? Él me contaba todo lo que sentía. Aunque si ya no me cuenta que sale con chicas… ¿Eso quiere decir de alguna manera que yo le gusto?– Zayn… yo-o –tartamudeé.
– Dime –susurró mientras su rostro estaba a escasos centímetros del mío ¿será que le preguntaba? ¿y si solo dejara que me besara y ya? Aunque si me besara después me daría miedo preguntarle acerca de eso. Pero era obvio, él me quería besar, se notaba en sus ojos. Ahorita no me veía como su amiga, ahorita me veía como algo más y no, no precisamente mejor amiga. Entonces me dejé llevar y me aproximé más a él.
Su manó tocó mis mejillas y nos quedamos mirando rato más.
Sonreí nerviosa y el momento se vio interrumpido por una llamada. Del susto apoyé mi frente en su clavícula mientras maldecía en mi mente a el inoportuno que quiso llamar justo en este momento tan mágico.
– Deberías contestar –dijo susurrando, evidentemente tenía la respiración tan acelerada como yo.
Pero mi cara de frustrada pasó a una de miedo cuando vi el número de mi padre en la pantalla.
Era la hora de comer pero que no quería hacerlo, ni siquiera quería ver a mi padre, estaba muy molesta con él. Me siento en la cama y las lágrimas avisan con salir de nuevo cuando estoy recordando lo ocurrido esta mañana.
Estaba feliz de estar con Zayn, más aún por encontrarme en su espalda con mis brazos aferrados a su cintura. El viento era fresco, mientras íbamos a una velocidad prudente. No quería tener la necesidad de despedirme de él.
Le agradecía mucho por haberme salvado del peligro del antro, después de aquél lío decidí no ir a ningún lugar de manera ilegal, ya me bastó con lo que pasó y seguir haciéndolo sería muy masoquista de mi parte.
Me gustó lo amable que fue conmigo en cuanto se despertó, preguntándome cómo había dormido. Lo demás fue reírnos y hablar de cosas triviales. Me preparó un rico desayuno de Hotcakes con mermelada y ahora estábamos de camino a casa.
Me dejó a una cuadra como la vez pasada, él insistía en negarse, lo cual de todas maneras no sirvió porque mi papá estaba en la ventana del apartamento viendo cuando me iba acercando. Pude escuchar la moto marchándose a mis espaldas. Y me lamento por no darle las gracias. La cara de mi papá era amenazante, daba mucho, mucho miedo y no quería saber lo que me esperaba en casa.
Lo demás fue una pesadilla, gritos en el apartamento que podrían escucharse en todo el vecindario, mi mamá tratando de tranquilizar a mi papá, mi hermana llorando por lo que sucedía y de pronto entré en un ataque de histeria, lo que hizo que sacara todas mis fuerzas para darle un empujón a mi padre. Este cayó al suelo y me arrepiento de haberlo ocasionado.
Luego unos regaños por parte de mi madre y una cachetada para reprenderme por mi falta de respeto. La miré directamente a los ojos para que viera el dolor que tenía por lo que había hecho ¿no le bastaba con regañarme y ya? Pero era lo que se suponía que debía recibir por empujar a mi padre, que aún se estaba intentando parar.
Antes de que lo hiciera salí de allí y corrí por el pasillo hasta llegar a mi cuarto y trancar la puerta con seguro. Me aventé en la cama. Entonces lloré hasta quedarme dormida.
Ahora estoy sin ánimos de hacer algo, el castigo había sido claro. Un mes sin salir, solo a clases, cuando me fui corriendo me lo gritó mi mamá y pude escucharlo antes de azotar la puerta.
Respiré hondo y me acosté de nuevo en la cama, no había comido después del desayuno que me preparó Zayn y la verdad es que hambre no tenía.
Tocan la puerta de mi cuarto y pido que pase.
– Si no estuviera trancada con seguro –escucho la voz de mi hermanita y sonrío. Ella es con la única que por los momentos estoy contenta.
Al abrirse la vi con una bandeja de comida, me da una sonrisa que transmite tristeza y yo trato de devolverle una de alivio. Agarré la bandeja y la puse en un pequeño mesón que estaba al lado de mi cama.
Me senté en ella y se quedó parada frente a mí, esperando que le dijera algo. Le di las gracias por la comida.
Recuerdo como mi papá, entre los tantos gritos, me dijo que tenía que venirme del instituto con él, cuando días antes pensaba lo contrario, ahora iba a tenerme controlada día y noche, sin descanso, salvo cuando estuviese en mi cuarto, como lo estoy ahora.
Cuando recuerdo las palabras de mi papá al entrar al apartamento, me pregunto cómo estarán los demás. Qué será de Josefa, Harry, Cheryl, Aída, Niall…
Mi hermana se sienta a mi lado y apoya su cabeza en mi hombro.
– Mi papá me dijo que cuando fuera grande no me comportara tan mal como tú.
– ¿Te dijo eso? –Le pregunto algo sorprendida, aunque ya nada debería sorprenderme.
– Eeem… sí –respondió insegura.
Nos quedamos calladas por un buen rato, yo le dejaba caricias en el cabello.
– Creo que tiene razón –ella volteó a mirarme confundida–. Soy muy contestona Ari, no he sido buena hija.
– Claro que lo eres... Lo de buena hija –entonces se quedó pensativa, como si estuviera recordando algo–. Eso quiere decir que… ¿No va haber sorpresa por el aniversario de nuestros padres? ¿Verdad?
Bajé la cabeza, no creía que mi papá quisiera que le diera un regalo después de lo que pasó, en vez de interpretarlo como una manera de disculparme pensaría que quiero sobornarlo para que cambie de opinión y me quite el castigo.
– Me temo que no –le respondí sinceramente a mi hermana.
Nos quedamos un rato hablando y le propuse ver una película, ella aceptó gustosa, me insistió a que comiera y le hice caso, todo por verla feliz. Comí y nos quedamos viendo una película que pasaban en la tv.
Era muy reconfortante pasar un rato con mi hermana luego de todo lo ocurrido, el sueño logró dominarnos y nos fuimos quedando dormidas así como estábamos, acostadas y abrazadas.
Al amanecer el despertador me sobresaltó, ella seguía durmiendo junto a mí y me levanté, la dejé dormida y me fui a prepararme para ir al instituto, mi mamá se encargaría de despertarla.
Esa mañana quise llevarme dinero para comprar en la cafetería del instituto, ya que como me lo imaginaba mi mamá ni se inmutó en hacerme un desayuno.
En el camino en el carro de mi padre todo fue silencioso, un silencio incómodo. Lo único bueno de todo es que no había tráfico, así que la llegada fue rápida. Me despedí de él con un simple ‘chao’ y me bajé del auto. Cuando me bajé vi al moreno, estaba afuera con su moto y unos amigos, supongo que esperaba a que fuera la hora para entrar, cuando fijó la mirada en mí la esquivé inmediatamente. Seguí caminando hacia la entrada y su mirada estaba fijamente clavada en mí.
Volteé hacia donde estaba el carro de mi papá y este todavía no había arrancado, volteo de nuevo al frente y entro al instituto. No me gustó ignorar a Zayn, pero mi papá debe acordarse perfectamente de él y no quería tener problemas por eso. Lo más seguro es que el moreno se moleste por lo que hice.
Me senté en la sala de espera cuando alguien me asusta, era Cheryl con una sonrisa.
– ¿Y esa felicidad?
– Amé el fin de semana –contestó con una sonrisa cargada de complicidad–. ¿Cómo saliste de allí?
– Zayn me llevó a su casa –se sorprendió.
– Bueno, tú debes haber visto con quién me fui –se mordió el labio. Trataba de recordar con quién la había visto pero ni una pista, solo recuerdo a Zayn llegando hacia donde nosotras y luego ella me abandonó. Negué la cabeza ante su pregunta–. Tú sabes quién, él es amigo de Zayn y llegó con él ¿no lo viste?
Su mirada era de incredulidad.
– Creo que cuando Zayn está a tu lado te olvidas del mundo.
Sonreí inevitablemente y me negué a responder. Luego de que al rato llegaran Aída y Niall subimos a el salón. Faltaban 5 minutos para que que fueran las 7, y llegara el profesor.
Nos sentamos como de costumbre, por mi parte estaba adelante y tras mío Cheryl, Aída quiso irse para atrás, porque odiaba estar delante, todo lo contrario a mí.
Mi amiga me hablaba de diferente cosas, la verdad es que no prestaba ninguna atención a lo que me decía, solo estaba pensando en lo que había pasado ayer. ¿Zayn se habrá dado cuenta de lo molesto que estaba mi papá o ni siquiera lo vio? Todas estas cosas me ponían algo nerviosa porque no quería que Zayn malinterpretara las cosas y pensara que no quisiera hablarle, o que no quisiera hablar con él en público, cuando en realidad quería salvarlo de mi padre.
Si se llegase a enterar de mi amistad con Zayn, lo odiaría profundamente y a mí me encerraría de por vida.
Alguien se dejó caer en el asiento de al lado.
– ¿Cómo estás? –Alcé la mirada y me confundió su comportamiento, no estaba molesto, estaba sonriéndome.
– Bien –asentí y riendo; y en ese momento llegó el profesor de literatura, todos abrimos nuestros cuadernos y traté concentrarme en la clase.
Tuvimos que formar parejas asignadas por el profesor. Me tocó con una chica llamada Samantha, era muy agradable e inteligente, fue buena suerte haber quedado junto a ella, mientras resolvíamos la tarea que nos asignaron me llegó a contar gran parte de su vida y yo hice lo mismo. Le hablé de los estrictos que eran mi padres, de que tenía una hermanita. Ella me contó de su relación con un chico que estudiaba aquí en el instituto.
Seguimos así hasta que terminó la clase, le entregamos la tarea al profesor y salimos a la cafetería, le presenté mi compañera a Cheryl y Aída, ella por su parte me presentó a su grupo de amigos y me di cuenta que eran los chicos callados del grupo, los que estaban la otra vez en el salón.
De camino a la cafetería alguien me jaló del brazo, me asusté hasta que vi a Zayn sonriente.
– ¿Qué pasó? –Lo miré sorprendida.
– Tu papá se enteró ¿verdad? –Eso me sorprendió aún más, no hizo falta explicarle nada, él solo comprendió con lo que pasó en la mañana.
– ¿Cómo lo supiste?
– Cuando entraste tu papá no me dejó de mirar y arrancó durísimo, recordé cuando le rayé el carro –soltó una leve risa, así que sí recordaba que era mi padre, me puse seria ante el recuerdo y cambió su expresión–. ¿Qué te dijo?
– Solo se enteró que fui al antro, porque la mamá de Aída llamó preocupada a la casa.
– ¿Y por qué hizo eso?
– Como Aída llegó sin mí, se preocupó –me encogí de hombros.
El resto del día fue excelente, lo invité a comer con mi grupo y asintió, Cheryl todavía no se llevaba bien con él y la notaba algo tensa ante la presencia de Samantha, lo cual me extrañó ¿será que ella también le caía mal?
A la salida me despedí de mis amigas y fui al carro de mi padre.
Toda la semana fue igual, llegaba con mi padre, me juntaba con mi pareja de clase, almorzaba con Zayn, a veces con mi grupo y a veces con el de él. Nuestro trato fue mejorando con el paso del tiempo y eso me preocupaba, porque mientras más pasaba el rato con él, más eran los sentimientos confusos. Lo que tenía claro era que para él yo era su amiga, él también era mi a amigo, pero en mi mente soñaba con que fuera distinto.
Su actitud agresiva y a la vez simpática me llamaba la atención, su humor era único y su mirada hipnotizante. Lo que más me gustaba era verlo sonreír cada vez que decía algo, me hacía sentir especial de alguna manera.
A la tercera semana de clase consiguió mi número de teléfono, al principio me asusté y le pregunté cómo lo había conseguido. Solo se limitó a responder que en la dirección se encontraba mis datos de inscripción, y de allí lo sacó.
Fue bueno que consiguiera mi número porque ahora tenía la oportunidad de hablar con él cuando llegase a casa. Ahora no solo teníamos la libertad de hablar en el almuerzo sino por mensajes.
Cada vez que llegaba mi casa el me escribía, era como si calculara el tiempo que me tomaba en llegar. Siempre me pasaba el mismo mensaje, llegué hasta pensar que lo que hacía era reenviarlo.
¿Ya llegaste?
Y luego nos quedábamos rato hablando hasta la noche, parábamos cuando yo comía y él también, cuando me bañaba calculábamos quien tardaba menos, a veces hacíamos unas especie de competencia, y siempre peleábamos por ganar, él me decía que cómo iba a comprobar que le estaba diciendo la verdad.
Nos volvimos como una especie de confidentes, ahora éramos muy cercanos, los únicos momentos que me disgustaban era cuando tenía que ignorarle en la entrada para que mi papá no sospechara nada de nuestra gran amistad, lo bueno era que Zayn lo entendía y no le molestaba, aunque un día me pasó en mensaje intrigante e incómodo.
¿Qué tiene de malo qué seamos amigos? Tu papá debería dejarte tranquila.
Ese mensaje no lo respondí y cambié de tema rápidamente, luego de eso no me lo volvió a mencionar. Aunque él tuviese la razón.
Era el segundo chico con quien me llevaba bien, casi como Angel, quien era como mi hermano. La única diferencia entre él y Zayn, era que yo no sentía lo mismo por los dos. Con Angel no era más que un sentimiento de hermandad, con Zayn todo era diferente.
Y me frustraba.
Era estresante que sentir que yo también le gustaba pero no me decía nada, una vez llegué temprano y no estaba en la entrada sino adentro del instituto. Hablamos buen rato esperando que sonara el timbre para entrar a clases y nuestras miradas se cruzaron, nos quedamos así por buen rato, sentía como mis mejillas ardían. Su mano se posó en una de ellas y una sonrisa se escapó de sus finos labios.
El momento fue interrumpido por Cheryl y Niall y eso me molestó de alguna manera, quería saber qué pasaría después, aunque era claro que no podíamos besarnos, gracias a lo estricto que era el instituto y lo comprendía.
Estaba comenzando la cuarta semana de clase, otra vez a lo mismo, ignoré a Zayn en la salida, entré, pero me sorprendió ver a mi compañera de clases, Samantha, junto a Liam. Fruncí el ceño confundida.
– ¡Hola Emma! –Me saludó.
– Hola –me acerqué algo nerviosa.
– Liam, ella es mi amiga Emma. Emma él es mi novio Liam.
– Es un placer –estiró su mano hacia mí y yo asentí. Entonces recordé cuando mi amiga me había prohibido mencionarlo en clase, allí comprendí todo.
En clases no dejaba de sentirme mal por Samantha, si tan solo supiera que su novio tenía algo con mi amiga, eso sin duda me hacía sentirme peor, no podía decirle de una vez lo que estaba pasando, porque tampoco podía dejar Cheryl al descubierto, pero me irritaba lo que hacía.
Cuando salimos al almuerzo me la llevé al baño para poder hablar mejor. Me confesó todo y me rogó que no le dijera nada.
Ahora cada vez que me sentaba junto a Samantha para realizar algún trabajo me sentía pésimo, y peor aún cuando me hablaba de él, siempre trataba de cambiar el tema de conversación para no verme tan afectada y no se diera cuenta de lo que estaba sucediendo.
Noviembre había llegado, hoy era 2 exactamente, solo faltaba un mes para que llegara Diciembre y con ella la navidad, lo que significaba ¡vacaciones!
Todas mis materias ya estaban aprobadas, eximí dos materias, Matemática y Sociales, eso me alegró ya que la primera materia fue la que hizo que me largara de mi anterior institución. Ahora no me arrepentía de haber luchado por mi nota, de haber sido grosera con aquella profesora, ya que no estaría aquí, compartiendo un gran momento con él.
Ese día no quise entrar a clases, porque ya no tenía nada que entregar. De todos fui la primera en pasar la materia. Zayn tampoco entró porque le dio flojera. Pero no iba aplazado como otros de los que estudiaban con nosotros.
Yo estaba recostada en su hombro, y cada uno tenía un audífono, él me estaba mostrando sus canciones, y a pesar de ser muy movidas para mi gusto, muchas me agradaron.
Me decía algunas cosas que me causaban risa y la señora que servía los platos de comida nos miraba raro, estábamos en la cafetería y no dejábamos de reír.
– No deberías burlarte de mí –le pegué.
– Es que... ¿Cómo te vas a ir por una bajada así?
– Gracias a esa bajada me gané la cicatriz de mi hombro –señalé mi hombro aunque no estuviese al descubierto.
Se quedó serio y otra vez nos quedamos mirándonos fijamente, pero el momento fue interrumpido de nuevo por los estudiantes que bajaban a comer.
Le había contado a Zayn lo que me había pasado de pequeña, de hecho muy pequeña para recordarlo pero mi mamá se cansó de contármelo, tenía 1 año y estaba tratando de caminar, así que me tenía en andadera, no vivíamos en Leeds, sino en Manchester, en una especie de subida. Ese día mi mamá fue a casa de la vecina y dejó la casa abierta. Adentro me encontraba yo y andando y andando me salí de la casa, en una de esas llegué a la bajada y fui cayendo empinada, al llegar abajo un señor trató de agárrame pero por mala suerte me rompí el hombro.
Mi mamá asustada tuvo que llevarme al hospital y allí fue cuando me cocieron, dejándome la cicatriz en dicho lugar.
Luego de que naciera mi hermana nos mudamos, el sitio era algo peligroso y mi mamá no quería tener un bebé de nuevo allí. Así que desde hace 7 años estoy viviendo en Leeds y gracias a eso conocí a Josefa y a mis demás amigas.
El grupo de los callados; Samantha, Lougie, Sebasatián y Charlie se fueron acercando a nosotros junto a Cheryl, Aída y Niall. Se sentaron en la mesa que estábamos y nos saludaron. Era raro ver a Samantha y a Cheryl juntas, me hacía sentirme culpable.
– Adivinen –comentó Samantha emocionada.
– ¿Qué? –Pregunté.
– ¡Tendremos un viaje! –Chilló emocionada y luego prosiguió–: Es antes de irnos a vacaciones definitivas, pero solo hay dos opciones de viaje…
– Una es para la montaña y otra para el parque de atracciones –interrumpió a Niall mientras miraba a Aída para luego repartir besos por su mejilla.
–Tú no estudias con nosotros –bromeo.
–Pero mi novia sí -me sacó la lengua–. ¿Qué te parece?
– Me parece bien –comento volteando a ver a Zayn para ver si él opinaba lo mismo, me sonrió y dio un leve movimiento de cabeza afirmando.
La hora del almuerzo se pasó y esta vez si entramos a clase. Mañana serían las votaciones del lugar a donde iríamos, en realidad a mí no me importaba a dónde fuéramos, solo con saber que él iba a ir era feliz.
Esta clase se pasó más rápido y me despedí de todos antes de cruzar la salida, vi el corsa de mi padre y llegué rápidamente hacia él. Nuestra relación había mejorado bastante, ahora los silencios no eran incómodos. Al final mi hermana decidió darles un regalo por su aniversario, a pesar de que no me dijo nada igual lo hizo, diciendo que había sido entre las dos.
Ahora trataba de no causar problemas y realizar los quehaceres de la casa. Quería que mis padres poco a poco volvieran a tener confianza en mí y así me dejaran venirme sola, no solo tendría algo más de libertad, sino podré estar más rato con Zayn.
Recuerdo que una vez me pidió que hiciera como si entrara a clases y luego nos escapáramos, pero no quise. Me daba mucho miedo que mi padre nunca se fuese de allí y se quedara en el carro hasta la hora de salida, así que me negué.
Pero me prometió que algún día tendría que aceptar y compartir un gran tiempo los dos, me dijo que éramos grandes compañeros y tenía ganas de que conociera a sus hermanitas, también me contó que tenía un gato y un perro. Eso me hizo acordarme de mi carencia de mascota. Tal vez si tuviera una no me sintiera tan sola cuando no hubiera nadie en el apartamento.
Cuando llegué a el subí a mi cuarto, pasaron cinco minutos y me llegó su mensaje.
¿Ya llegaste?
Y así comenzó nuestra conversación por teléfono de todos los días. Era feliz, este instituto fue mejor de lo que esperaba.
Al día siguiente en clases ganó la montaña por mayoría de votos, algo que molestó a Aída porque no veía el campo nada romántico para estar con Niall, él iba ya que en este paseo podías invitar a quién quisieras, pero yo no quise invitar al igual que Zayn y eso me gustó. Por un momento pensé que me diría que llevaría a una de sus conquistas.
Últimamente ya no me cuenta nada de eso, es raro, pero me alegra, ya que duele que el chico que te gusta te diga que quiere tener algo de diversión con una chica que recién acababa de conocer.
– ¿Te atreves? –Me dijo Zayn a la hora del almuerzo–. Solo son dos horas de clase no me tardaré lo prometo. Tanto insistió que tuve que acceder, aunque en realidad eso era lo que quería hacer, pero mi padre me daba miedo.
– Estás loco –le dije mientras íbamos saliendo del instituto.
Me monté en su moto y condujo a una velocidad prudente mientras íbamos a dónde vivía. El aire era fresco y no había tráfico, se estacionó en un mirador.
Nos quedamos observando la ciudad en un agradable vista.
– Ese es nuestro instituto –señaló hacia la mitad y cuando lo reconocí sonreí. Luego lo miré a él.
– ¿Para qué me trajiste aquí? –Lo miré fijamente y no quise apartar la mirada cuando él clavo la suya en mí. Ahora si podría decir que estábamos completamente solos.
– Solo quería que conocieras más de mí. Este mi lugar favorito y suelo venir aquí cuando estoy molesto y quiero sentirme mejor, mi padre siempre me traía aquí cuando… era pequeño.
– ¿Ya no vienen para acá? –Pregunté.
– Es solo que… yo vivo es con mi mamá y mi padrastro.
– ¿Los abandonó? –Bajé la cabeza apenada.
– No. Emma… él... murió.
Me sentía horrible por lo que acababa de hacer, fue un comentario muy imprudente de mi padre quería arreglarlo de alguna manera.
– No te pongas así Emma –me subió la cabeza–. Mi padrastro me cae bien y se ha convertido en un padre para mí, cuando mi papá biológico murió fue triste pero ahora lo recuerdo en los momentos felices que vivimos, no tienes por qué sentirte así, no eres culpable –soltó una risa ante mi expresión de incomodidad.
– ¿Y si cambiamos el tema?
– ¿De qué quieres hablar? –Se sentó en el césped con las piernas al pecho y los brazos en las rodillas–. Ven, siéntate.
Hice lo que me pidió y me quedé un buen rato en silencio observando la hermosa vista.
– Eres una gran persona, al principió pensé que eras un imbécil –sonreí ante mi sinceridad. Todavía miraba la ciudad.
– Y tú una niña de Papi, aunque… si lo eres Emma –de reojo pude ver su gran sonrisa.
– Pero eres mejor de lo que pensé –confesé esta vez mirándolo.
– Tú también –sus ojos se encontraron con los míos y nos quedamos buen rato mirándonos. Mi corazón fue cambiando el ritmo de su velocidad a medida que pasaban los segundos y nuestras miradas no se apartaban, entré en otro mundo donde nada más me importaba que mirarlo y estar aquí junto a él.
– Hay algo que quiero… preguntarte –Solté. ¿Será que era lo correcto? ¿Y si era muy temprano para hacerlo? Técnicamente ya había pasado un mes desde que nos conocimos, pero la duda me carcomía. ¿Será que si me veía como una amiga o era mentira de él? ¿Será qué me arriesgaba y le preguntaba? ¿Qué perdía con intentarlo? Probablemente la confianza de él si me veía como su gran amiga y confidente, porque así lo era ¿no? Él me contaba todo lo que sentía. Aunque si ya no me cuenta que sale con chicas… ¿Eso quiere decir de alguna manera que yo le gusto?– Zayn… yo-o –tartamudeé.
– Dime –susurró mientras su rostro estaba a escasos centímetros del mío ¿será que le preguntaba? ¿y si solo dejara que me besara y ya? Aunque si me besara después me daría miedo preguntarle acerca de eso. Pero era obvio, él me quería besar, se notaba en sus ojos. Ahorita no me veía como su amiga, ahorita me veía como algo más y no, no precisamente mejor amiga. Entonces me dejé llevar y me aproximé más a él.
Su manó tocó mis mejillas y nos quedamos mirando rato más.
Sonreí nerviosa y el momento se vio interrumpido por una llamada. Del susto apoyé mi frente en su clavícula mientras maldecía en mi mente a el inoportuno que quiso llamar justo en este momento tan mágico.
– Deberías contestar –dijo susurrando, evidentemente tenía la respiración tan acelerada como yo.
Pero mi cara de frustrada pasó a una de miedo cuando vi el número de mi padre en la pantalla.
SCARLET.
Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
Omg Omg Omg Omg Omg Omg Omg Omg Omg Omg Omg Omg Omg Omg Omg Omg :lloro:
Porque no pudo llamar aunquesea 1 minuto despues :wut:
Ahora estoy mas nerviosa que... no se (?) :imdead:
No me dejes asi mujeeer!... me quieres matar o que?... Siguelaaaa!... :lloro:
Porque no pudo llamar aunquesea 1 minuto despues :wut:
Ahora estoy mas nerviosa que... no se (?) :imdead:
No me dejes asi mujeeer!... me quieres matar o que?... Siguelaaaa!... :lloro:
Andrea_Horan
Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
Diooooooooooooooooooooooooos mio.
¿Tu quieres que me de un patatus?
Ese capitulo fue tan increíble, lo amé!
Esa última paarte fue tan laksjdlkasjdlksajdlkas!
Pero me da miedo la llamada de su padre :|
Espero que no quede la grande! Ay dios...
Tienes que seguirla babe!
Amo tu novela y a ti!
¿Tu quieres que me de un patatus?
Ese capitulo fue tan increíble, lo amé!
Esa última paarte fue tan laksjdlkasjdlksajdlkas!
Pero me da miedo la llamada de su padre :|
Espero que no quede la grande! Ay dios...
Tienes que seguirla babe!
Amo tu novela y a ti!
Pepaa
Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
Oh Dios adore el capitulo es que fue tan fkjskdjdk
me encanto! aja Liam tiene novia y anda ahi en algo con Cheryl pobre Samantha y Emma y Zayn dios es claro que a Zayn le gusta! seguila pronto me encanta besos!
me encanto! aja Liam tiene novia y anda ahi en algo con Cheryl pobre Samantha y Emma y Zayn dios es claro que a Zayn le gusta! seguila pronto me encanta besos!
{Maru.}
Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
OHHHHHHHHHHHHHHH
MY GOD
Olvidé todo lo que iba a decir a medida que avanzaba por el capítulo. Lo juro, tenía muchas cosas pero no recuerdo ninguna gracias a el final que me dejó un poco impactada y FRUSTRADA.
No puede ser, la iba a besar, por qué el mundo es tan crueeeel
¡Quería que se besaran! ):
Por ahora lo único que recuerdo que iba a decir era sobre Samantha/Liam/Cheryl
QUE HORRIBLE LO QUE HACEN.
Yo no podría omg y aún más sabiendo que él tiene novia. Imagínate que eso le pasara a uno mismo, obviamente dolería. No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti.
Nada más que decir -la verdad, no me acuerdo. Tan solo espero que la sigas pronto <3
Franny
Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
¡Las quiero tanto!
Luego respondo cada uno de sus mensajes.
Alguien está inspirada para escribir el próximo capítulo :3
SCARLET.
Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
Scar nena, ame el capitulo. Primero que nada, me encanta como la relación de Zayn y Emma se volvió tan linda, estan mas unidos y esto me encanta pero estoy segura que Emma no es la unica interesada en algo mas que amistad, Zayn le esta dando indirectas y ella poco y nada esta captando(?)
El papa me da miedo, no sé porque es tan controlador xd aunque es entendible porque Emma apenas tiene 14 años, se ve que es demasiado inexperta en muchos asuntos y solo la quieren proteger, es entendible.
Espero que la sigas cuando puedas, bebe Amo tu novela <3
El papa me da miedo, no sé porque es tan controlador xd aunque es entendible porque Emma apenas tiene 14 años, se ve que es demasiado inexperta en muchos asuntos y solo la quieren proteger, es entendible.
Espero que la sigas cuando puedas, bebe Amo tu novela <3
Jaeger.
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Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
¡Wow! Emma está en problemas u.u Gracias por el capítulo, hermosa. Escribes de lo mejor. Son tan hermosos ese par :oops: Síguela pronto babe, no sabes lo adictas que son tus sensuales palabras hahaha oknot ._. Ya me callo ;) Síguelaaa, cuídate y beshooos <3
*GinaAgredo
Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
Zayn es tan lindo. Cada vez está más cerca de Emma
Itzamara.
Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
Itzamara. escribió:Zayn es tan lindo. Cada vez está más cerca de Emma, adoro su relación c:
¿Por qué tuvo que llamar el papá justo cuando estaban a punto de besarse? ¡Quiero que se besen! Asdfghjklñ
Y también quiero saber por que llamó su papá D:
Síguela pronto :D
Itzamara.
Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
Aww! La relación de Zayn y Emma es muy tierna (:
Casi se besuquean xde
Siguela (:
Casi se besuquean xde
Siguela (:
caami
Re: Divina Locura || Zayn Malik y Emma Shelley.
omg omg omg omg omg omg omg omg omg!!! siguela!! me haras llorar!!!!!!! por fis siguela!!!!!! te mandare a Gary!!
maipg
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