Re: Inocencia Impetuosa (Joe Jonas & _______ ) [Adaptación Terminada]

por **Pao Jonatica Forever :3** Mar 28 Mayo 2013, 9:47 pm

PasE pagina xD wiii

por **chelis** Miér 29 Mayo 2013, 12:47 pm

Otroooo

por **Pao Jonatica Forever :3** Miér 29 Mayo 2013, 9:21 pm

Se de pagina sube!

por **NiinnyJonas** Miér 29 Mayo 2013, 10:28 pm

Para resumir, cuando llegó, se encontró a su primo Charles en posesión de todo. Sólo necesito añadir que Charles es un sinvergüenza rematado, y ya puedes suponerte lo que ha ocurrido —Bella extendió las manos y miró a su marido.
—¿Y cómo se ha involucrado Joseph en todo esto?
—Parece que _______________ se vio obligada a huir del Place esta mañana, de madrugada. No conoce a nadie en absoluto. Fue al pueblo y preguntó en la posada, y por supuesto, los Tadlows la enviaron a Candlewick. Ya sabes la adoración que tiene esa gente por Joseph.
Lord Winsmere asintió con una sonrisa vaga en los labios, al pensar en el estatus de dios que ostentaba su cuñado en sus tierras, cuando estaba tan lejos de serlo.
—Bueno, ella fue a la finca y Duckett le abrió la puerta, y después, Joseph la convenció de que se lo contara —de repente, Bella se interrumpió—. Oh, ¿estás imaginando que es una mala persona? De verdad, Arthur, no lo es. Es la cosa más encantadora del mundo. Tan inocente y tan confiada...
Lord Winsmere arqueó las cejas de nuevo.
Bella se puso de rodillas y le abrazó las piernas a su marido. Sonrió seductoramente y le pidió:
—Por favor, Arthur. Por favor, dime que puede quedarse. Ya sabes lo aburrida que estoy. Ella es buena persona, te doy mi palabra. Podría sacarla y presentársela a todo el mundo... ¡Oh, me divertiría tanto! Los bailes y las fiestas son muy aburridas, si uno no forma parte del juego de la alta sociedad. Por favor, amor mío. Di que puede quedarse.
Lord Winsmere sonrió a su mujer mientras consideraba las posibilidades que presentaba la recién llegada. El único hijo del matrimonio se estaba criando en el campo, feliz. No era un niño enfermizo, pero no le venía bien el aire de la capital. Sin embargo, él tenía que estar en Londres por asuntos de trabajo, así que Bella había tenido que elegir entre los dos hombres de su vida. Y había elegido a su marido. Como él dudaba que pudiera vivir sin ella, haría de buena gana cualquier sacrificio para aliviar el aburrimiento de su esposa. Pero... ¿una muchacha desconocida? Y, conociendo a Bella, seguro que querría vestir esplendorosamente a la chica. Aunque no era el gasto lo que verdaderamente lo preocupaba, sino si la chica era tan inocente como pensaba Bella, en realidad.
Alargó la mano para dibujar con un dedo la ceja de su esposa. Impulsivamente, ella le tomó la mano y se la besó, y después continuó sonriéndole.
—No tienes que preocuparte por los gastos. Joseph ha dicho que él se haría cargo de todo.
—¿De verdad? ¡Qué magnánimo! —lord Winsmere se preguntó por qué su hedonístico cuñado, aunque hubiera heredado una fortuna que le permitía cubrir los gastos de cualquier damisela, querría hacer tal cosa.
—Creo que quizá debiera conocer a ese dechado de virtudes.
—¿Estás pensando que es una de las amantes de Joseph? Tengo que admitir que yo también lo pensé al principio. Pero nadie podría imaginarse que Joseph tuviera contacto con una chica tan joven e inocente. Además, tal y como él ha dicho, está completamente perdida... Me atrevería a decir que no tiene ni la más mínima idea de cómo funcionan las cosas, al haber pasado casi toda su vida en Italia.
En el fondo, lord Winsmere sabía que su cuñado, a pesar de su reputación de mujeriego encantador y peligroso, actuaba de acuerdo a un código de conducta honorable. Sin embargo, la sociedad sólo veía la fachada que él había erigido para esconder el aburrimiento de un hombre que nunca había tenido que luchar para ganar ningún premio. Había nacido en una familia noble y opulenta, y además era guapo y atlético. Había pocas cosas que Joseph Jonas necesitara en la vida. Todo lo que quería le llegaba con facilidad. La gente lo adoraba, y sus amantes caían a sus pies. Con encanto, Joseph pasaba a través de todo aquello, y con los años, su hastío y su melancolía aumentaban.
—¿Qué ha dicho, exactamente, Joseph?
Bella sonrió.
—Bueno...
Unos quince minutos después, lord Winsmere pensó que conocía los hechos Lo único que no entendía eran los motivos de su cuñado. ¿Un capricho? No lo creía. Las muchachas tan jóvenes e inocentes no eran de su estilo. Involuntariamente, pensó en algunas de sus amantes, y la expresión de su rostro reflejó su desagrado.
Bella lo notó, y ella misma se puso seria.
—¿No te gusta la idea?
Lord Winsmere reaccionó, sonrió y confesó:
—Estaba pensando en otra cosa —dijo, y continuó—: Si la chica es como la describís Joseph y tú, no tengo ninguna objeción a que se quede. Sin embargo, creo que tendrá que ser muy inocente para tragarse esa historia vuestra de que tiene que presentarse en sociedad para conseguir un puesto de trabajo como dama de compañía.

por **aranzhitha** Jue 30 Mayo 2013, 5:32 am

ahhh que lindos!
La van a ayudar!
Yo digo que Joseph siente algo por la rayiz

por **chelis** Jue 30 Mayo 2013, 8:56 am

Creo que el la vera como a una hija!!!!!!.... Y también dudo un poco de Joseph!!!!!... Pero esperemos que no sea nada malo!!!!!!!... Así que siguela poooorfiiiiiiissssss

por **Ciin :)** Jue 30 Mayo 2013, 11:27 am

awwnnn
joe es un verdadero encanto..
se hizo cargo de todoo... !
mas le valia al tal arthur ejarla quedarse a la rayis :P
buenisimoo el cap
siiguelaaaaaaaaaaaaaaa

por **chelis** Jue 30 Mayo 2013, 11:58 am

otRoooooo

por **vania0107** Jue 30 Mayo 2013, 3:55 pm

siguela

por **NiinnyJonas** Jue 30 Mayo 2013, 3:59 pm

Bella sonrió alegremente ante su escepticismo.
—Oh, me las arreglaré. Ya lo verás.
Cinco minutos después, lord Winsmere volvió a su escritorio a ordenar los documentos antes de retirarse. Recordó el brillo de los ojos de Bella. Estaba muy animada. Quizá la damisela de Joseph fuera de verdad un ángel. Ya estaba deseando conocer a la protegida de su esposa.
El grito de los vendedores de naranjas en la calle despertó a _______________.
Confusa, miró a su alrededor, y recordó dónde estaba y cómo había llegado allí. A pesar de la evidencia de lo que veía, le parecía que estaba en un sueño. Todavía seguía tumbada en la cama cuando Cruickshank entró en la habitación con un chocolate.
_______________ esperó silenciosamente a lo que tuviera que decir su doncella.
No hubo ningún reproche, ni ningún comentario desdeñoso.
Mientras le ponía la bandeja en el regazo, Cruickshank sonreía.
—Este es un buen lugar, señorita _______________. No hay que enseñarles nada. La señora Biggins, el ama de llaves, es muy seria, pero buena. Lleva la casa exactamente como debe llevarse. Y Johnson, el mayordomo, y Jilly, la doncella, son como se debe ser. Un alivio, después del Place.
—¿Así que estás cómoda?
Cruickshank asintió con énfasis. Sacó del armario un vestido violeta de encaje italiano, lo dejó sobre la silla y después fue por los complementos.
_______________ tomó un sorbo de su chocolate y al hacerlo, recordó la terraza de su casa de Ravello, con su padre, desayunando en el jardín. Tuvo que hacer un esfuerzo para reprimir las lágrimas. Su padre había querido que tuviera una vida tan buena como la suya, y le había prohibido que llorase y que guardase luto. Aquello era lo que le había dicho poco antes de morir. Y por eso había vuelto a Inglaterra, para tener una buena vida con su familia. Sin embargo, se había encontrado con que su familia era Charles. Al acordarse, _______________ se sintió aliviada. La idea de su primo buscándola por todo el campo y volviendo al Place sin haberla encontrado, cansado y polvoriento, le causó satisfacción. Le estaba bien empleado.
—¿Cuánto tiempo nos vamos a quedar aquí? — le preguntó Cruickshank.
_______________ se levantó y pensó en la mejor manera de contestar a aquella pregunta mientras su doncella la ayudaba a vestirse. Todavía no había hablado con ninguno de sus dos sirvientes sobre su intención de conseguir un trabajo, pero estaba segura de que se opondrían en cuanto lo supieran. Y ella no quería perderlos, porque eran lo único que le quedaba del hogar feliz de sus padres.
Así, esperando pacientemente mientras Cruickshank le ataba el lazo del vestido, respondió con ligereza:
—Tengo que hablar con lady Winsmer... con Bella sobre eso. Parece que quiere que nos quedemos durante una temporada.
Cruickshank soltó una risa seca.
—Eso pensaba yo. Ella parece una señora de verdad, y no tiene la misma altanería que usted.
_______________ sonrió al recordar cómo la había tratado Bella la noche anterior. Hacía mucho tiempo que nadie la mimaba, aparte de Cruickshank.
Después de que su doncella le arreglara el pelo en un elegante moño, bajó las escaleras y Johnson la acompañó hasta la sala del desayuno, con vistas a los jardines de atrás de la mansión.
— ¡Aquí estás, querida!
_______________ tuvo la sensación de que Bella la había estado esperando, y le devolvió una sonrisa cariñosa.
—¿Estás segura de que te has recuperado de tu terrible experiencia?
_______________ se ruborizó ligeramente y asintió. Un hombre mayor que Bella se había levantado de la mesa y las estaba observando con una sonrisa en los labios.
Ella se sintió obligada a exclamar:
— ¡No fue tan terrible, milady!
—¿Milady? Creía que te había dicho que me llamaras Bella —dijo lady Winsmere, y sonrió con picardía—. Y por supuesto que fue horrible. Huir de Charles siempre era un suplicio espantoso.
_______________ se quedó sorprendida.
—¿Conoce... conoces a Charles?
Bella abrió unos ojos como platos.
—Por supuesto. ¿No te lo conté ayer?

por **chelis** Jue 30 Mayo 2013, 4:24 pm

Jajajajajajajajajajajjajaja........... Creo que se llevaran de maravilla!!!!!!..... Y eso es bueno!!!!!!

por **Ciin :)** Jue 30 Mayo 2013, 7:36 pm

nop... no le conto nada...
de donde lo conocera ? :/
y como le habra caido la rayis a arthur?
bueniisimo el cap
siiguelaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **Augustinesg** Jue 30 Mayo 2013, 9:18 pm

Oh!! Bella es tan fresca ''
Van a ser buenas amigas creo
Muchas gracias por subir la novela !!!

por **chelis** Jue 30 Mayo 2013, 9:52 pm

OOOTROOOOOO

por **NiinnyJonas** Vie 31 Mayo 2013, 3:46 pm

_______________ negó con la cabeza. Bella se acercó a ella, la tomó del brazo y la acompañó a la mesa.
—Pues éramos vecinos. Eso sí lo sabes. Por supuesto, Charles venía a jugar a casa algunas veces, pero nunca se llevó bien con Joseph y los otros niños. Era más pequeño, pero siempre intentaba imponerse. A mí me hacía la vida imposible, al menos, cuando Joseph no estaba por allí. Así que, ya ves, sé perfectamente lo que se siente al huir de tu primo. Y no creo que haya mejorado con la edad.
_______________ asintió.
—Supongo que tienes razón —dijo, y después miró expectante al hombre. Él sonrió e inclinó ligeramente la cabeza.
—Permítame que me presente, querida. Me temo que si esperamos a que Bella recuerde mi existencia, puede que no nos conozcamos formalmente hasta la hora de cenar.
—¡Oh, malo! —dijo Bella. Le tomó la mano y se la agitó suavemente—. Mi querida _______________, permíteme que te presente a mi marido, Arthur.
_______________ hizo una pequeña reverencia, disimulando su sorpresa. No se había imaginado que el marido de Bella fuera un hombre mucho mayor que ella. Sin embargo, cuando él sonrió con dulzura, no le pareció tan raro que Bella se hubiera casado con él.
—_______________, estoy encantado de que te quedes con nosotros.
_______________ le dio las gracias.
Durante el desayuno, lord Winsmere no habló mucho, más bien se dedicó a escucharlas mientras conversaban sobre asuntos femeninos. _______________ era consciente de que el marido de Bella la estaba observando, y en cierto modo, aprobatoriamente.
De hecho, lord Winsmere estaba encantado con la protegida de su esposa. _______________ Hartley, decidió, era una muchacha atractiva y agradable, y lo más importante, no era una señoritinga. Bella había acertado en su descripción. La señorita Hartley era más que aceptable.
Cuando las damas lo dejaron solo tomando café y leyendo el periódico, se quedó absorto durante un buen rato. Sin duda, Joseph había hecho bien al mandar a _______________ a Winsmere House. Había muy pocas posibilidades de que una señorita tan atractiva encontrara un empleo decente sin exponerse a un tipo de peligro en el que él ni siquiera quería pensar. El plan de Joseph de presentarla en sociedad era muy inteligente. Aunque no fuera aristócrata, su linaje era importante. Él mismo lo había comprobado en el Registro de Propietarios. Los Hartley habían sido una familia común y corriente durante generaciones, pero sin embargo, tenían posesiones. Sería una esposa excepcional para cualquier terrateniente joven.
Sin embargo, lo más importante para él era que aliviaría el aburrimiento de Bella. Su querida mujer había hablado sin parar, animadamente, desde que se habían levantado.
Lord Winsmere se retiró a la biblioteca con el periódico y una sonrisa. Por una vez, Joseph había tenido motivos filantrópicos para actuar. Su plan defendería los intereses de la muchacha y conseguiría que Bella estuviera contenta. No había ninguna razón para interferir. Todos saldrían beneficiados. Mientras su cerebro trabajaba febrilmente para seguir todas las ramificaciones del plan de su cuñado, lord Winsmere arqueó las cejas. Los labios se le curvaron en una sonrisa. ¿Quién sabía lo que podía salir de todo aquello, al final?

Al tercer día en Londres, _______________ había tenido que rendirse ante todos los argumentos que le había dado Bella para que se comprara vestidos nuevos.
—Tus vestidos son perfectamente apropiados, pero para moverse en sociedad en esta ciudad hay que vestirse de otra manera, necesitas cosas más... bueno, más a la moda. Esto es Londres, después de todo.
Finalmente, _______________ había consentido en acompañar a Bella al salón de Fancon, la modista más famosa de todo Londres. Pero, aunque había empezado a encontrarse completamente cómoda en la enorme mansión de Green Street, gracias a la amabilidad de sus anfitriones, no estaba dispuesta a dejar que Bella le pagara los vestidos.
—Si tengo que llevar vestidos nuevos para salir y que la gente me conozca, yo me los pagaré –le había dicho a Bella. Su amiga la había mirado con cierta preocupación.
—Pero, mi querida _______________, los vestidos, sabes... bueno, quiero decir que... —Bella se había quedado sin palabras.
Entonces, _______________ lo entendió.
—¡Oh! ¿Es que pensabas que no tenía dinero?

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