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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Gracias! ♥ Si,este haroldo es todo un pervertirijillo (?) besos xxmrs.horanbiebs escribió:el cap me encanto!
harry eres un pervertido!
siguela!
besos:XX
Srta Corazón
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Capítulo 3
for every dream fulfilled I have to pay with pain?
La voz excitada de ____ cantaba en sus oídos. ¿Cómo podía haber esperado tanto tiempo? Parecía que había estado atraído por ella siempre, pero no se le había acercado debido a la política de la oficina. No había una regla para que él no pudiera salir con ella, sólo un aire general que no debía. Además, en el trabajo todo el mundo lo consideraba un tipo de ogro. La gente se aprovechaba de los chicos buenos y él no tenía tiempo para eso.
Pero ___... Quería mostrarle cuán bueno podía ser. Por mucho, mucho tiempo.
Él la sacó de sus brazos y luego la puso encima de su hombro, caminó por la casa hacia su habitación mientras ella se echó a reír. Podía escuchar esa carcajada durante días. Le gustaba escucharla feliz.
Con un gruñido exagerado la tiró sobre la cama e inmediatamente se arrastró sobre ella, peleando con su cuerpo con los brazos y las piernas.
- Mía,- afirmó él enseñando los dientes. Vio cómo un escalofrío pasó por ella. Esta era la mujer que había esperado durante todos estos años. Una persona que no era fácil de intimidar, pero totalmente dispuesta a someterse totalmente a él y ofrecerle hasta el culo para sus placeres. No era en el culo en lo que estaba interesado en ese momento. - Te quiero desnuda,- le dijo, - Con las manos esposadas a la cabecera. Quiero joderte mientras gimes y te golpeo debajo de mí, y me ruegas que me detenga, pero me vas a decir con tu cuerpo que me quieres en ti, duro.
Los labios de ella se separaron y respiró entrecortadamente mientras lo miraba. - Sé mi palabra de seguridad,- dijo ella en voz baja. El sabía que le estaba diciendo que haría exactamente lo que le había dicho, porque los excitaba a los dos tanto sin dejar el ámbito de lo aceptable. Ambos lo deseaban, incluso si actuaba como otra cosa.
Agarrando las muñecas, él las sostuvo con una mano. La otra desgarró la falda y la metió por sus muslos.
- Para,- exclamó ella tirando de los brazos para alejarse de él. Casi lo hizo hasta que lo miró en los ojos y vio su profunda necesidad. Su cuerpo se movía sinuosamente en su contra, incluso mientras continuaba fingiendo un intento de fuga.
- Quédate quieta. Eres mía, toda mía,- le dijo. Saqueó su boca mientras ella se retorcía debajo de él. Una pierna se acercó alrededor de sus caderas y su coño contra su entrepierna. Llegando entre ellos, él empujó para abrir sus pantalones y sacó su polla. Sin molestarse en empujar sus pantalones por las piernas se metió en ella necesitando su coño.
Su pasaje caliente se cerró a su alrededor sujetando su eje y tirando de él dentro de ella.
- No,- susurró ella aunque su gemido era lleno de sí, sí, sí.
- Oh, sí - respondió él sintiendo el cien por ciento, un pirata con una doncella lujuriosa. El fácil deslizamiento de su pene a través de sus pliegues lo endureció más y tuvo que sacar todas sus reservas de control relación a ella para hacerlo lento, profundo, poderoso y completamente a su maestría.
- Más, oh por favor, más,- rogó ella.
- Sólo así,- respondió él negándoselo.
- Por favor - intentó ella de nuevo. - Señor... por favor...
- No. Sólo siente. Siente mi polla empujar dentro de ti. Abrirte. Llenar tu apretado coño.
- Oh Dios... - Los ojos de ella se cerraron cuando su coño se cerró alrededor de él mientras reaccionaba a sus palabras. Él sonrió sabiendo que estaba en control de las reacciones de ella. Que la podía llevar hasta el borde y empujar a los dos a la dicha.
- Mmm...,- suspiró ella.
- Estás tan húmeda. Te gusta lo que estoy haciendo. Te gusta que te mantenga cautiva y hacerte doblegar por desearme.
- No...
- Oh, sí, lo haces. Eres una chica mala. Intentando ser buena, pero eres mala. La forma en que estás succionando mi polla, ordeñándome, tratando de hacer venirme... La forma en que estás empujando las caderas hacia arriba y frotando tu clítoris y sus rizos húmedos en mi ingle. Estas tan húmeda y tan necesitada de esta polla.
Él empujó duro y ella gritó yendo contra sus caderas. Los dedos de ella flexionados en el vacío mientras él empujaba sus muñecas en el colchón, maldita sea su fuerza. Su coño lo apretó más.
- Deténgase. Por favor pare,- murmuró a medias mientras empujada sus caderas hacia él. Un empuje enorme parecía una oleada de catapulta a través de su cuerpo, él empujó por última vez y se perdió en su interior.
- Dulce madre de la misericordia,- jadeó él apretando la frente en su hombro, justo por encima de la curva de su dulce pecho. Sus brazos se deslizaron por debajo de ella para estrecharla entre sus brazos mientras su mano acariciaba su cabello húmedo. No podía pensar. No pudo contemplar lo que había sucedido o donde todo esto los llevaba. Era tan visceral, tan absolutamente e inesperadamente correcto.
- ¿____? - dijo él inclinando la cabeza para que su barbilla descansara sobre ella y poder mirarla a los ojos.
- ¿Sí, Harry?
A él le gustaba que ella sabía cuando llamarlo por su nombre y no "señor". Eso era importante si tomaba lo que estaba a punto de ofrecerle. - Necesito más de ti.
- ¿Más?
- Por la mañana, al mediodía en las noches sobre todo en las noches. Contigo a mi merced. Tu dulce parte trasera para castigar. Tu coño para joder. Tu boca para llenar. Tu cuerpo para explorar y conquistar.
Ella se mordió el labio, de nuevo, de esa manera encantadora que le dieron ganas de luchar por su derecho de morderlos.
- ¿Qué pasa si no quiero ser conquistada?
- Lo quieres. Definitivamente lo quieres.
Ella vaciló y él podía ver a su mente reflexionando.
- Tengo mucho que aprender, - ella ofreció.
- No tanto. Tú quieres lo que yo quiero. Y no quiero nada complicado. Sólo tu sumisión, tu voluntad de ofrecerte a mí, tu necesidad de dolor para llevarte al placer. Y quiero darte eso.
Quería ser el único que se lo daría. Y eso lo sobresaltó. Él la abrazó más.
- Y ahora, te quiero en mis brazos durante toda la noche.- Ella sonrió.
- Sí,Harry. Sí a todo.- Ella lo besó en su frente cerca de su oído. - Señor.
* * * *
____ frunció el ceño cuando se despertó, su cuerpo estaba dolorido y el sol daba en su rostro desde la dirección equivocada. Cuando sus ojos parpadearon se acordó de dónde estaba. En la cama de Harry…. ¡en la cama con su jefe! Donde paso una buena parte de la noche desnuda y esposada a la cabecera.
Dulce cielo ¿que había hecho?
Someterse. Dándose a sí misma. Follar con él como una ninfómana en una carrera. Reprimió un gemido. ¿Qué iba a pensar él de ella? Primero la fantasía de la obra en El Calabozo, luego joder con él como un conejo muerto de hambre sexual. De alguna manera ella no se arrepentía. Sufría por más de él.
Pero el sol brillante de la mañana reconoció la profundidad de su idiotez. También reconoció que si no se ponía en marcha iba a llegar tarde al trabajo.
¡Caray! No tenía ropa aquí. No tenía coche. Su bolso y su teléfono celular aún estaban en el suelo de su coche donde se había olvidado de ellos cuando…
No, ella no iba a repetir eso ni subiría por todo el cuerpo de él.
Con cuidado se deslizó de la cama. Se iba a vestir y luego iría por su bolso al Lexus. La avenida central Estaba a dos calles de aquí. Por mucho que ella no quisiera hacer ese tipo de caminata por vergüenza, tenía que hacerlo y encontrar un taxi.
Decidida a hacer su plan, salió de puntillas de la habitación y se dirigió a través de la sala de estar para encontrar su falda y su blusa de camino.
- ¿Dónde diablos crees que vas? - Harry gruñó detrás de ella cuando estaba a medio camino de la puerta principal.
Oh, mierda. No había duda de su tono. Ella estaba en un gran problema. Grande.
Ella se volvió para encontrarlo desnudo en la puerta detrás de ella, su expresión enojada. - Bueno, yo...
- ¿Qué? ¿Pensaste en salir a hurtadillas? No es aceptable, ____.
Ella le tendió una mano implorante. - Tengo que llegar a casa para que pueda estar lista para ir al trabajo.
- ¿Y qué estabas… - Sus palabras se cortaron y él la miró su rostro cada vez más oscuro mientras su disgusto se hacía más amplio.
- Ibas a caminar hasta Madison, ¿Verdad?
Ella temblaba por la orden en su voz. - Estaba...
- Ven aquí. Ahora.
Ella hizo una pausa congelándose en el lugar. Él se trasladó a la butaca y se sentó.
- A menos que lo que quieras hacer terminar con lo nuestro, vas a venir aquí ahora, ____.
-Sí, señor- susurró con un poco de miedo y emoción a su orden. No había duda de que estaba decepcionado y triste con ella. Caminó hacia él con pies de plomo, preguntándose qué iba a suceder. No le quedaba mucho tiempo para especular. Tan pronto como estuvo lo suficientemente cerca, él la agarró de la muñeca y tiró de ella sobre su regazo. Su falda estaba por encima de su cadera, su brazo la sujetaba a su alrededor para mantenerla en su lugar y su mano golpeó abajo en el culo.
-¡Harry, no!- exclamó ella.
-Tienes que aprender a comportarte-, dijo con calma. Su mano golpeó abajo en su sensible culo otra vez.
Ella temblaba con cada golpe, la misma carne que había azotado ayer por la noche. El calor comenzó a fluir a través de ella y se mordió el labio sabiendo que pronto se transformaría en placer.
-No puedes escaparte de mí-, le dijo con otro palmada. -Vas a pensar más allá de ti misma. Vas a tener en cuenta tu seguridad. Dependes de mí para cuidar de ti.
Su mano cayó sobre ella con cada declaración, con varias nalgadas más en trasero como buena reprimenda. Las lágrimas corrían por sus mejillas por la quemazón allí y se retorcía para alejarse avergonzada por el placer que le dada. Un orgasmo se estaba contrayendo sobre ella y sabía que iba a encontrar su liberación con unos más golpes de sus palmas.
Como si sintiera esto, de repente él se detuvo y la levantó a sus pies. Con los labios finos, contempló su rostro herido. – Ahora - dijo él señalando a sus espaldas. -Vas a ir a quedarte de pie en esa esquina. Deja tu falda como está y pon las manos en la parte baja de la espalda y no te frotes el trasero….o cualquier otra cosa. Las niñas malas no obtienen liberación.
- Señor... - Ella lo dijo débil por su necesidad y la sangre circulando a través de ella. Su orgasmo latía en su vientre casi doloroso por el gran deseo de una liberación explosiva.
- Ahora, ____. Haz lo que digo.
Con una inclinación de cabeza ella se trasladó a la esquina y tomó la posición que él le había pedido. Su cabeza apoyada contra la pared mientras el aire fresco le acarició su enrojecido culo. Le dio vergüenza por un momento el saber que ella estaba así, pero lo que la tenía mas incómoda era su excitación que salía de su coño para bañar sus muslos.
Ella oró para que él la follara pronto. La había disciplinado. Le había dado exactamente lo que había necesitado, casi. Ella necesita su pene en ella, también.
Detrás de ella oyó un movimiento en el dormitorio y se preguntó qué estaba haciendo. Se abrió una puerta y luego se cerró, luego cajones se deslizaron de un aparador. Un minuto más tarde, ella escuchó la ducha. ¿Él se estaba preparando para ir al trabajo? ¿Mientras que él le había pedido que se quedara parada aquí?
Ella respiró estremeciéndose, tratando de alejar el deseo que se había construido en ella. Él se estaba bañando. Ella sólo podía irse se dijo con enojo. ¡Cómo se atrevía! Pero sus pies no se movieron. No podía. No porque él le había dicho que se quedara, sino porque necesitaba esto. Ella lo necesitaba a él y la disciplina que le daba. Sus órdenes. Someterse a él.
Ella cerró los ojos y esperó preguntándose qué le pasaba. ¿Había perdido algo vital cuando era una niña? ¿Era algún tipo de desviación masoquista? Siempre había sido tan normal. No le gustaba ningún dolor, pero el tipo de palmadas que Harry le dio o le pellizcaba los pezones y clítoris. Ella se mordió el labio. O cuando él le mordía el labio. A ella le gustaba eso.
Ella olió su colonia a bosque antes de que lo escuchara. Se había movido en silencio detrás de ella mientras que había estado pensando. Su cuerpo bloqueaba la luz de las ventanas de la sala y su calor se metió en ella.
- Buena chica - la tranquilizó él mientras sus manos pasaban sobre sus brazos poniéndolos a los costados. Ella veía los pliegues agudos de su traje a sus espaldas y la parte posterior de sus muslos. Vestido. Maldita sea. Ella debía saberlo pero ahora estaba claro. No estaba en libertad. Y ese era su verdadero castigo.
Él le bajó la falda a la posición correcta, entonces la volvió a sus brazos. Apretó aún la húmeda mejilla a su camisa blanca almidonada, mientras él la sujetaba con fuerza, su mejilla contra la parte superior de su cabeza.
- ¿Aprendió la lección? - preguntó él suavemente.
- Sí, señor. Lo siento, traté de irme. - Y así fue. No porque la habían atrapado o porque él le había palmeado, sino porque sabía que lo había decepcionado y aunque él no lo había demostrado, sospechaba que lo había herido.
Él asintió con la cabeza contra su cabello. - Vamos a llevarte a casa para que puedas arreglarte, entonces vamos a coger el desayuno de camino a la oficina.
* * * *
En el apartamento de ____, Harry se sentó en la taza del servicio y la escuchó mientras ella se bañó. Habían estado en silencio hasta aquí. Una vez en su casa, él había elegido la ropa para el día y la instruyó que se bañara con una amonestación estricta de no tocarse su coño. Ella no iba a encontrar liberación sin él.
El agua se cortó, ella salió a la alfombra y él cogió una toalla. Sacudió la cabeza y puso la toalla en su lugar. Poco a poco, él quitó el material de su piel rosada por el calor. ____ en silencio gimió cuando él la seco. Sin piedad, frotaba los pechos asegurándose de despertar sus ya arrugados pezones. Ella gimió mientras él secaba su vientre y las piernas. Agachándose ante ella le separó las piernas y separó los pliegues con los pulgares. Sacando la lengua lamió los jugos en su coño.
La dulce miel, fuerte y picante se quedaría con él durante todo el día, tentándole a tirarla en su oficina y follarla a cada oportunidad. Él ya sabía que no había calma, su polla estaba dura como una roca. Nada la iba a ayudar excepto estar dentro de ella. No iba a suceder.
Sus bolas latían mientras se metía profundamente en sus pliegues y él empujaba a su paso. Ella se estremeció a su alrededor y se obligó a detenerse. ____ no iba a recibir su liberación hasta más tarde.
Se había horrorizado cuando despertó solo en la cama esta mañana. Y cuando la cogió saliendo furtivamente en la sala de estar, primero se sintió aliviado y luego tuvo la anticipación de volver a imponer su dominio sobre ella. De disciplinarla. Era su inclinación, pero nunca había sentido tal necesidad con otra mujer. Había sido casi difícil ser severo con ella.
- Ve a vestirte - le dijo mientras se paraba.
- Señor, yo necesito…
Él sacudió su cabeza. Sabía lo que necesitaba, él lo necesitaba también. Pero no iba a ocurrir. Para ninguno de ellos.
- ¿Qué estás haciendo? - preguntó él mientras se dirigía a su tocador.
- Mi... - Ella parpadeó. - ¿No hay ropa interior?
- Creo que lo puse claro anoche. Nada de bragas a mí alrededor.
Ella se mordió la esquina del labio de la manera adorable que disparó su excitación y tuvo que hacer algunas muecas.
- La falda del vestido que has elegido es un poco... volada.
El miró el vestido negro estrecho y la falda amplia. Él la había visto antes usarlo y siempre le había subido su presión arterial. Era bastante recatado, pero la vista de su piel a través de las mangas y la forma en que el borde llegaba justo por encima de las rodillas ponía a su corazón latir con fuerza.
- Supongo que tendrás que tener cuidado, - dijo él encogiéndose de hombros. Sobre todo a mí alrededor.
- Necesito usar sostén.
Él asintió con la cabeza. Una cosa era saber que su coño estaba desnudo para él. Otra muy distinta era otros hombres comiéndola con los ojos.
- El más sexy que tengas. Y sé que estaré pensando en quitártelo todo el día.
- Casi puede hacerme venir con solo sus palabras.
- Bueno, no podemos hacer eso.
Ella frunció el ceño obviamente descontenta. - Sí, me lo imaginé.
Con un resoplido ella fue a la cómoda y abrió el cajón superior. Por un segundo, se quedó mirando el contenido. Sacó una tanga roja de encaje y la colgó de su dedo índice. - ¿No puedo hacer que te intereses en esto?
- Llévalo para salir con tus amigas.
- No es el material para la noche de chicas.- Ella sonrió maliciosamente. - Pensándolo bien, tal vez
-¿Quieres otra paliza?
-Probablemente.
- Puedo ver que tendré que vigilar tus opciones de vestirte cuando salgas con tus amigas.
Ella se echó a reír cuando sacó el sujetador negro que apenas podía contener sus pechos.
- No te preocupes. Tengo algunas bragas de abuela que puedo usar. Muy Bridget Jones . Tengo algunas otras de color rosa con volantes en la parte trasera. Apuesto a que te gustan.
-Sólo cuando estamos jugando.- La boca de él se secó cuando se puso el semi-sujetador que apenas contenía sus pechos. Sus areolas se asomaban por la parte superior de las copas y los encajes de la moldura tocaban sus pezones erectos, instándolo a la acción. Su polla se sacudió. Styles iba a morir hoy.
- Este sujetador siempre me hace sentir tanto calor,- le dijo. - Los encajes tocándome siempre que me muevo. Es como si tuviera dedos en mí
- Ponte el vestido - dijo con voz áspera. ¡Ella era tan mala! Se merecía cada azote que podría darle. Le encantó aunque era una verdadera tortura.
Ella sonrió mientras terminaba de vestirse, arreglando su pelo y luego deslizó sus pies en el medio de unos tacones negros que él había seleccionado.
- ¿Starbucks ? - murmuró él dirigiéndose a la puerta. Tenía que llegar al coche o llegarían muy tarde al trabajo.
____ siguió a Harry fuera de su apartamento disfrutando de la poderosa sensación de feminidad que la inundó. Prácticamente lo tenía en su dominio de lo mucho que la quería. Pasar este día sería un tormento, pero ella esperaba que esta noche tuviera cada momento de tormento.
Él condujo a través de la cafetería por las bebidas y sándwiches para el desayuno de camino al trabajo. En la oficina, entró a la plaza de parking al lado de su coche, se bajó del Lexus y se dirigió al edificio sin mirarla. Sorprendida miró detrás de él. ¿Qué demonios?
No fue hasta que se paró entre los coches que se dio cuenta que estaba dando la impresión de que habían llegado por separado. A menos que alguien estuviera muy atento, a simple vista, no se daría cuenta de que había llegado en su coche y no en el suyo. Tomando un momento, ella se compensó y luego se dirigió al interior del edificio luchando contra la brisa, como la representación completa Marilyn Monroe… Sólo Harry sabía que no llevaba bragas.
En su escritorio, encendió el ordenador y abrió su correo electrónico. El rizado ya había enviado una nota.
Planeé un almuerzo conmigo. Sala de conferencias 10.
Ella había tenido reuniones antes de almorzar con él. ¿Sería esto en realidad negocios? Apretó los muslos y trató de aliviar la abrumadora excitación. Si ella se ponía muy cerca de su escritorio podía tocarse sin que nadie lo viera. Una imagen de sus dedos o un zumbido momentáneo del pequeño cohete de bolsillo que guardaba en su bolso y se sentiría mejor. Sí... Ella sólo tenía que correr rápidamente al baño. Harry nunca lo sabría. Estaba en el borde, no tomaría mucho tiempo más que ir comúnmente al baño.
Febrilmente, ella buscó en su bolsa el pequeño bolsillo de la parte inferior del compartimento central.
- ¿Qué estás haciendo? - Ella oyó al mismo tiempo que cerraba sus dedos alrededor de su premio y dejó caer su mochila al suelo.
Sorprendida miró a Harry. -Nada.
-¿Qué hay en tu mano?
Ella consideró decir "nada" de nuevo, pero ella no iba a mentir. No a él.
De mala gana, le tendió la mano con la palma hacia arriba y suspiró mientras miraba por encima de su hombro izquierdo. A través de las horquilla sus dedos rozaron su piel. Miró su rostro cuando él abrió la bolsa y lo sacó del tamaño de una pulgada de largo en su mano. Sus labios se apretaron en una línea delgada, miró hacia ella luego y de nuevo al dispositivo.
- Hmm, - lo cogió y lo torció para iniciar en un discreto zumbido que parecía inusualmente alto en su oficina. - ¿Quieres explicarme esto?
La mortificación se apoderó de ella y oró para que nadie estuviera por casualidad en la zona. - Creo que más o menos sabes lo que es,- respondió ella.
- No estoy seguro de saberlo. - Sacudió la cabeza apagando el juguete y lo deslizó en la bolsa del vibrador y luego metió la mano a su bolsillo. Ella miró a su antebrazo por encima de la tela. Se había arremangado la camisa revelando el vello ligeramente enroscado sobre su piel y el músculo. Ella apretó los muslos, por la forma que la crema inundo su coño, debido a la necesidad que cualquier vibración podía hacerle.
- Hary, por favor - le rogó. Su cabeza se sentía tan mareada, incapaz de concentrarse en otra cosa que su excitación extrema.
- Necesito el archivo de Barker, - dijo él.
- ¿Barker? - ¿El qué?
Él asintió con la cabeza.
- Creo que lo has archivado. ¿Puedes conseguirlo?
¿Lo entendía? Estaba en su maldita oficina. El conocía el sistema alfabético como ella lo hacía.
- Sí, claro, - respondió ella. Poniendo sobre sus pies ella irrumpió en su oficina y al banco de la pared de al lado de su escritorio. No era inmediatamente visible desde la puerta y él se aprovechó de eso, vino detrás de ella mientras ella abría el cajón. Su cuerpo bloqueo la vista de ella y deslizó el brazo alrededor de su cintura rozando la parte delantera de la falda y apretó los dedos en el coño. Agarrando su clítoris, él le dio un suave, pero duro apretón que la dejó sin aliento. Fuego una vez más pasó a través de ella. ¡Ella nunca iba a lograr pasar todo el día! Ni siquiera estaba segura que sus piernas la sostuvieran el tiempo suficiente para poder regresar a su escritorio.
- Compórtate, - murmuró él. - No vas llegar a la liberación por ti misma. A partir de ahora, será conmigo y solamente conmigo. ¿Comprendes? -Le dio otro pellizco y ella gimió.
- Sí, señor. Dios, señor... ¿hasta cuándo?
- Hasta que yo lo diga.
Ella dejó caer su frente en el borde del cajón y respiró agitadamente. Estaba tan al borde que era como si se hubiera tomado diez tazas de café en corto tiempo. El gabinete, las paredes, el piso, todo parecía tener un impulso.
- No puedo tomarlo mucho más tiempo, - declaró ella.
- Sí puedes. Vuelve a tu escritorio. Tengo trabajo que hacer. Ve a almorzar a las doce en punto.
- Sí, señor - murmuró ella. Sus piernas se tambalearon al caminar pero llegó de nuevo a su escritorio sin contratiempos.
______________________
Acá la pobre rayis siendo chantajeada por Harreh (?) JASJAJAJAJA en fin,AMO QUE COMENTEN ♥ asi que espero muchis muchis comentarios si? :3 besos ♥ xx
Última edición por Srta Corazón el Miér 15 Mayo 2013, 7:01 pm, editado 2 veces
Srta Corazón
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
el cap esta tan sdhjkhgdfjk
Harreh eres un chantajsta de´primera!
pobre rayis
siguela!
besos:XX
Harreh eres un chantajsta de´primera!
pobre rayis
siguela!
besos:XX
mrs.horanbiebs
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Me encanto el capitulo!
Siguela :3 Harry la matara xD
Besos.
Siguela :3 Harry la matara xD
Besos.
Littlepotato_RockMe1D
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Si la verdad,este Hazza todo picarón,aunque yo me dejaría chantajear por el JAJAJAJAJAAJ xd' en fin GRACIAS POR COMENTAR,un beso xxmrs.horanbiebs escribió:el cap esta tan sdhjkhgdfjk
Harreh eres un chantajsta de´primera!
pobre rayis
siguela!
besos:XX
Srta Corazón
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Littlepotato_RockMe1D escribió:Me encanto el capitulo!
Siguela :3 Harry la matara xD
Besos.
Harry la castigará oh si 1313 JAAJAJAJAJ besos para ti xx
Srta Corazón
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Me encanta mucho la novela. Me fascinaron los caps kajhdfjlskd tienes que seguirla. La amo.
inspirebyuandi
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
inspirebyuandi escribió:Me encanta mucho la novela. Me fascinaron los caps kajhdfjlskd tienes que seguirla. La amo.
Muchas gracias :D ahora mismo la sigo,besos xx
Srta Corazón
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Capítulo 4
It feels so good but you're so bad for me...
El mediodía pareció que tardaba una eternidad en llegar. Con cada llamada que ____ trasfería al despacho de Harry, ella crecía más y más en el borde hasta que estaba lista para gritar de frustración. Se negó un descanso para tomarse un café con sus amigas, alegando la necesidad de trabajar en un proyecto que estaba llegando al límite de plazo.
Esquivó una llamada de su madre - su santa madre recatada que nunca entendería las necesidades de ____, que hasta ahora habían estado fuera de su trillado camino. Bueno, quizá camino trillado no fuese la expresión correcta. Pero su madre podría escuchar la voz entrecortada mientras trataba de sonar natural. Ella le preguntaría a ____ qué iba mal hasta que ____ se rompiese.
Así que no sucedería.
A cinco minutos para las doce, ella dejó su escritorio, tomando un cuaderno y una pluma con ella. Estar encerrada en una sala de juntas con Harry iba a ser un infierno, pero estar cerca de él podría ayudar. Un poco.
Impaciente, esperó por él. Diez minutos después, entró con una bandeja de cartón con bebidas y una bolsa de papel blanco que asumió era la comida. Sin decir palabra, lo puso todo en la mesa, empujó la puerta, la cerró y luego dio la vuelta a la mesa. La sacó de la silla y tiró con fuerza de ella contra su cuerpo. Su polla rígida presionando contra su vientre mientras le agarró el culo con una mano empujándola más cerca de él y metió los dedos en su pelo. Con hambre devoró su boca. La lengua empujaba hacia su interior mientras ella gemía.
Sus dedos se cerraron sobre su chaqueta. Se puso de puntillas para acercarse más a él. Su lengua se batió en duelo con la de él mientras las lágrimas pinchaban en sus ojos. Las emociones y la necesidad atravesándola. Sus pezones estaban tan apretados contra el corpiño de su vestido, y su coño tan húmedo como si estuviera pidiendo que él lo llenase. Hebra tras hebra de excitación empujaban a través de ella, clavándose en sus centros del placer como pequeños estallidos de liberación.
- Lo siento, llego tarde – murmuró sobre sus labios.
- Está bien.
Sacudió la cabeza y la besó de nuevo, las manos enmarcando su rostro.
– ¿Estás bien? – preguntó.
- Creo que sí.
- Lo sé… esto… puede ser intenso.
- Me siento como si estuviese a punto de explotar – confesó ella. Sus dedos se deslizaron bajo la chaqueta para masajear uno de los tensos pezones. Él cerró los ojos, quedándose sin respiración, y ella supo que lo tenía justo en el límite. Un plan embriagador se fue formando en su mente.
Poco a poco, dejó que sus manos se deslizaran por sus firmes abdominales hasta su duro vientre, luego bajó hasta su rígido pene. Lo palmeó, apretando suavemente.
- ¿Me permites decir que lo siento mucho?
En silencio, él asintió con la cabeza y se dejó caer hacia atrás en una silla. Ella se dejó caer de rodillas. Él abrió el cinturón, mientras ella abría el cierre de su pantalón oscuro. Se los sacó una vez abiertos, y empujó hacia abajo su ropa interior lo suficiente para que su polla saltara libre. Sin dudarlo, se lanzó hacia adelante y la envolvió con su boca. Acunó la suave cabeza con su lengua, lamiendo el semen salado que se le escapaba, rodeando la gran superficie. Poco a poco, ella lo atrajo más profundo. Y más profundo. Trazó la dura cresta de su longitud, adorando su olor almizclado mientras se acercaba a su raíz. Sus rizos cortos le hicieron cosquillas en el labio superior y se echó hacia atrás, chupando duro, haciéndole gemir y unir los dedos sobre su pelo, mientras ella ejercía presión sobre su punta y apretaba su lengua en el punto justo debajo de la cresta.
Mostrando misericordia, ella se hundió de nuevo en él, tomando todo lo que pudo, mientras sus caderas se movían en el asiento. Dándole tanto placer como el que ella sentía también. Ella separó las piernas mientras se arrodillaba. Cada movimiento hacia debajo de él, cada curva, ella tiraba de sus pliegues, provocando que gimiese alrededor de él.
Él se retorcía, mientras ella chupaba duro su polla otra vez.
-Nena… vas a hacer que me corra – jadeó. Ella se defendió con una sonrisa, no dispuesta a abandonar la presión que tenía sobre él. Moviéndose más rápidamente, trabajó de arriba abajo su eje mientras sus dedos se apoderaban de los tensos muslos. Luego con un grito ahogado, él empujó hacia arriba y un chorro caliente se derramó en su garganta. Ella tragó lo más deprisa que pudo sin querer dejar nada.
Tomándolo completamente, su disculpa fue que tomaría todo de él.
Ella apenas tuvo la oportunidad de lamer el camino de regreso a su longitud cuando él la levantó y la puso sobre la mesa delante de él. Separando sus muslos, le subió la falda y se hundió en su coño. Ella se echó hacia atrás sobre sus manos y dejó caer la cabeza mientras se vanagloriaba en el regazo húmedo de su implacable lengua a lo largo de su carne recalentada. Con un ligero cosquilleo de la barba que le había crecido desde la mañana arañaba sus tiernos pliegues. A ella le encantaba. Le encantaba la sensación de tenerlo lamiendo, mordiendo y empujando. Sus dientes atraparon su clítoris, ella reprimió un chillido que podría echarlos fuera. Temblaba mientras él chupaba duro en su centro. Tres dedos entraron es su canal, y ella se derrumbó. Su espalda se estrelló sobre la mesa mientras presionaba sus manos sobre su boca para reprimir sus gritos de placer. Una avalancha se precipitó sobre su boca y él se mantuvo en ella hasta que otra ola de éxtasis amenazó con separarle de ella con su intensidad. Ella se retorcía con un silvestre salvajismo sobre la mesa de la sala de conferencias, altar de su placer carnal.
Ella temblaba como las bifurcaciones de un débil rayo, seguido de un cosquilleo a través de ella mientras bajaba de la cima de la liberación que él le había dado. Él dio un paso entre sus muslos y tiro de ella para ponerla en posición vertical, besándola con tal ternura, con la intensidad de un necesitado, que ella pensó que llegaría otra vez. Su propio fuerte sabor hizo explosión en su lengua llena de la felicidad que él acababa de darle. Hambrienta, ella lo saboreó hasta que se separaron, jadeando.
- Si no nos detenemos, voy a follarte – rechinó.
- No me importa.
- Sólo tengo la sala durante cuarenta minutos más. No es suficiente tiempo. Y no está suficientemente insonorizada para amortiguar los gritos que obtendría de ti.
Ella se mordió el labio.
- Oh Dios, no hagas eso nena – se quejó él – Apenas mantengo el control así.
Ella se lamió los labios en su lugar y él gimió.
- Te he traído una de esas hamburguesas vegetarianas que te gustan – Dijo. Obviamente desesperado por mantener el control, se empujó dentro de los pantalones y luego se volvió hacia la comida. Ella se tomó un momento más para recuperarse, antes de enderezar su ropa y bajarse de la mesa.
- ¿Y una Coca-Cola? – Preguntó débilmente. – No sirve de nada ser saludable sin estar siendo totalmente insalubre.
- Por supuesto. Sé cómo eres – Empujó una pajita en uno de las tazas y a continuación, sacó un emparedado envuelto en papel de aluminio de la bolsa.
____ se sentó en una de las sillas. -¿Tenemos trabajo real que hacer mientras estamos aquí?
Él negó con la cabeza – No, y no me siento mal por ello tampoco. Tengo una reunión tarde con Kingman esta noche.
Ella frunció el ceño. Kingman era su jefe. Las reuniones con él siempre estresaban a Harry. El hombre justamente no tenía ni idea y de lo frustrado como el infierno que Harry estaba. – ¿Quieres venir a mi apartamento después?
- Sí. Creo que me va a enviar fuera de la ciudad por la cuenta Baker.
- Australia… - murmuró. Eso significaba un viaje largo. La última vez que había enviado a Harry fuera, había estado ausente casi dos meses. Ella apretó los labios y jugó con la pajita para ocultar sus emociones. Esta cosa entre ellos era tan nueva, no quería que él se fuese volando al otro lado del mundo.
Harry le cogió la barbilla y la giró para que lo mirase. – No va a cambiar lo que siento por ti.
- A mí tampoco – Simplemente sería difícil.
- Ven aquí – dijo sentándose en la silla junto a ella y arrastrándola a su regazo. Ella se acurrucó en su pecho y apretó el rostro a su cuello. Él frotó su espalda. De alguna forma, entre anoche y hoy, ella había llegado a pertenecerle, y antes de eso, toda la tensión y la camaradería en el trabajo habían sido los juegos previos para ese clímax.
- No quiero que te vayas – le dijo.
- No quiero ir… No te preocupes, cariño. Todo irá bien. Y, ¿quién sabe? Tal vez quiera hablar de otra cosa. – Pero Harry no lo creía. Ella lo podía oír en su voz, y ese sonido le producía terror donde su excitación había sido turbulenta todo el día.
Horas más tarde, ____ estaba en su apartamento, necesitando a Harry, necesitaba saber dónde estaba. A las siete, no se preocupó mucho. La reunión con Kingman podría haber durado mucho. A las ocho, comenzó a mirar el reloj. Él debería aparecer en cualquier momento. A las nueve, estaba muy preocupada, y a las diez, estaba desesperada.
¿Le habría ocurrido algo? Si no lo conociese bien, pensaría que ya estaba harto de ella. De hecho. Pero ese no era el Modus Operandi de Harry y ese no era el hombre que la había abrazado con tanta fuerza durante casi veinte minutos en el almuerzo de hoy.
A las once, se resignó al hecho de que no iba a ir. Malhumorada y confundida acerca de qué había sucedido, paseó por el apartamento y apagó las luces.
Durmió de forma intermitente, y cuando llegó a trabajar al día siguiente, sabía que parecería el infierno. Con los ojos entrecerrados, miró en la oficina de Harry y vio que aun no había llegado. ¿Qué tipo de jueguecito estaba jugando con ella? Apostaba a que él había dormido muy bien.
Un pitido lamentable la atrajo de su ira. Genial. Y su móvil se estaba muriendo también. No lo había cargado anoche con toda la preocupación. Gracias a Dios que tenía un cable de repuesto allí.
Estaba buscando en su bolso, tratando de encontrarlo, cuando otro pitido sonó, y se dio cuenta de que el teléfono no estaba en absoluto en su bolso. El sonido venía de debajo de su escritorio. Sobre manos y rodillas tanteó a su alrededor. Después de varios intentos, finalmente lo encontró. La maldita cosa debía haberse escapado de su bolso y caído en la parte de atrás del cajón de su escritorio cuando Harry la había asustado ayer. Y…
¡Oh, no! Tenía diez llamadas perdidas, todas de Harry.
Después de conectar el teléfono, marcó el número de su buzón de voz.
- Hola nena, Kingman es un idiota. Me marcho esta noche. El idiota tuvo al departamento de viajes haciendo todos los arreglos y nunca se molestó en decirme nada hasta esta noche. Te juro que está tratando de molestarme lo suficiente como para que me largue. Tengo que estar en el aeropuerto en una hora y apenas tengo tiempo para meter algunas cosas en una bolsa e irme. Mira, eh, te llamo desde el aeropuerto después de facturar.
Ella cerró los ojos, devastada por haber perdido todas sus llamadas.
- Hola soy yo. Estoy sentado en el aeropuerto. Siento mucho no hacer lo de esta noche. Dios, ya te echo de menos. Lo intentaré otra vez dentro de un poco, antes de embarcar. Me gustaría poder abrazarte. Bueno, adiós.
- Soy yo de nuevo. Bueno, parece que no voy a ser capaz de hablar contigo mientras estamos en el mismo estado. Tengo una escala en Indianápolis. Te llamaré desde allí.
- ¿Dónde estás? No tengo el número de tu casa conmigo. Necesito hablar contigo y saber que estás bien. Estaré en Indy durante un par horas, así que llámame cuando oigas esto.
Varias llamadas obsesivamente seguidas. Entonces:
- Maldición, ¡nena! ¿Dónde estás? Dios, espero que estés bien. Llámame. No me importa la hora que sea con el cambio de horario. Solamente llámame. Necesito saber de ti.
- Oye, ____ – decía en el mensaje final – Estoy en Los Ángeles. Estaré en el avión en unos minutos y en el aire durante diecisiete horas. Sólo tienes que dejarme un mensaje. Simplemente… ____, deja un mensaje.
Las lágrimas pinchaban en sus ojos por la frustración en su voz. Ella puso los codos sobre el escritorio y se cubrió la cara en las manos. Ciegamente, cerró el teléfono y lo colocó en el gabinete cerca de su mesa. Él estaba en el aire pensando que ella estaba molesta con él. En vista de esto, la duración de su viaje ni siquiera parecía un problema. Tenía que hablar con él – bueno, al menos dejar un mensaje. Él no lo conseguiría hasta que ella dejase el trabajo hoy.
Su corazón pesaba, se llevó el móvil a la oficina de él para poder cerrar la puerta. Enchufándolo a la toma cercana a su escritorio, se sentó en su silla e inhaló su olor. Tomando unas pocas respiraciones relajantes, marcó su número, agradecida de que él se hubiese cambiado a un plan internacional, la última vez que había tenido que viajar fuera del país. Tragó saliva mientras accedía directamente al buzón de voz, tal y como había esperado. Su voz profunda se envolvió alrededor de ella, mientras le escuchaba identificarse e invitar al llamante a dejar un mensaje.
- Harry – comenzó – Lo siento mucho. Lamento que no pudiéramos hablar antes de que te fueras y lamento haberte perdido y lo siento, siento tanto ser tan idiota y perder mi móvil bajo el escritorio ayer. Ya te echo de menos. Espero que puedas regresar muy pronto – hizo una pausa cuando se dio cuenta que de no lo enviarían a Australia sin esperar que estuviese allí durante al menos unas semanas. – Yo, umm, aguantaré firme aquí – le dijo – Humm, supongo que me llamarás o escribirás cuando tengas una oportunidad - Ella recitó su número de casa y dijo adiós.
Al regresar a su escritorio, conectó el ordenador. La secretaria de Kingman finalmente había enviado el itinerario de Harry. Dos meses. Él iba a estar fuera dos meses. Vale, bien, era una chica grande. Podía manejar esto. No es como si él fuera a estar ausente durante un año.
* * * *
El día pareció interminable. Con Harry viajando, el jefe acudía a ella para obtener respuestas sobre los proyectos de Harry. Por suerte, estaba al tanto del status de cualquier obra en cuestión, y fue capaz fácilmente de mantener la distancia con Kingman. Él le ponía los pelos de punta por lo que no lo quería cerca de ella.
Acababa de entrar en su apartamento aquella noche cuando su móvil – con su batería completamente cargada – sonó. Esperanzada de que fuese el hombre que consumía sus pensamientos, lo arrancó del bolsillo lateral de su bolso y lo abrió.
- ¿Hola? – preguntó con ansiedad.
- Hey, pequeña. Te echo de menos – dijo Harry.
Ella se deslizó por la pared junto a la puerta con el sonido de su voz. – Yo también te echo de menos. Lo siento tanto…
- No te preocupes – la interrumpió – Estoy contento porque llamaste – Debía acabar de bajarse del avión porque ella oía los sonidos del aeropuerto de fondo. – Recibí tu mensaje tan pronto como llegué. ¿Perdiste el móvil ayer cuando te sorprendí?
Ella se rió con el recuerdo, y de repente se sintió más ligera, el manto del día se desplazó fuera de ella. Hablaron amigablemente durante unos minutos, aclarando algunos asuntos.
Ella le oyó entrar en un taxi después de un tiempo y dar el nombre de su hotel. Su voz se hizo más profunda al hablar con ella de nuevo. – Mira, cariño. Me tengo que ir, pero intentaré estar online un poquito, siempre y cuando el hotel disponga de una línea de Internet decente. El calendario para esto no podía ser peor…
- Está bien. No te preocupes por mí, ¿de acuerdo?
Se despidieron con él diciéndole como la echaba de menos. Serían dos largos meses. Pocas horas después, descubrieron que le habían reservado un hotel de baja categoría sin Internet, mucho menos que un buen Internet. Ella habló con él unos minutos, la realidad naufragando. Era fiscalmente irresponsable para ellos que hablasen todos los días, él tenía Internet irregular – no privado - cuando estaba fuera de su habitación, y el cambio horario los tenía en polos opuestos en ese calendario.
____ se comprometió a darle una gran bienvenida cuando regresase.
Solo esperaba que no se hubiesen distanciado demasiado.
_________________________________
Holis! Acá otro capitulito bonito :D Hazza se fue :cccc y pobre rayis,quedó solita y desamparada (?) e.e en fin xd' Espero que lesg uste,y AMO SUS COMENTARIOS!!! ♥ muchas gracis.
Besos a todos xx
Última edición por Srta Corazón el Miér 22 Mayo 2013, 6:20 pm, editado 1 vez
Srta Corazón
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
eeeel cap me encanto!
___ enserio prefieres el trabajo que salir con tus amigas?
siguelaaaaaa!
besos:33
___ enserio prefieres el trabajo que salir con tus amigas?
siguelaaaaaa!
besos:33
mrs.horanbiebs
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Omg no sabes cuanto ame el capitulo!
Pobre rayis esta lejos de Hazza :( HAZZA VUELVE!
Espero que la sigas pronto!
Besos, Any.
Pobre rayis esta lejos de Hazza :( HAZZA VUELVE!
Espero que la sigas pronto!
Besos, Any.
Littlepotato_RockMe1D
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Para mi que rayis está media alone pobre ): aunque teniendo a un jefe a tus pies como Hazza....1313 JAJAJAJA besos para ti xxmrs.horanbiebs escribió:eeeel cap me encanto!
___ enserio prefieres el trabajo que salir con tus amigas?
siguelaaaaaa!
besos:33
Srta Corazón
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Littlepotato_RockMe1D escribió:Omg no sabes cuanto ame el capitulo!
Pobre rayis esta lejos de Hazza :( HAZZA VUELVE!
Espero que la sigas pronto!
Besos, Any.
Si,pobrecilla ): fucking jefe,TIENEN QUE ESTAR YA JUNTOS! besos para vos xx
Srta Corazón
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Mañana subo capítulo :) perdon por tardar tanto,la escuela me atosiga u.u
perodn perdon perdon,besos a todas ♥ xx
perodn perdon perdon,besos a todas ♥ xx
Srta Corazón
Re: Castigada. | Harry Styles & ____ Cooper. ♔
Mañana era 19 de mayo, ya estamos a 29!
10 DIAS!
10 DIAS!
Littlepotato_RockMe1D
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