Keep smiling (Harry Styles y tú)

CAPÍTULO 8: Adiós.
SIGUE NARRANDO HARRY
-Zayn necesito que me despistes, entretenme, por favor. Aleja mis pensamientos-desde que salí por la puerta de la casa de Spencer no había podido dejar de pensar en ella, en sus manos recorriendo mi cuerpo, en las mías recorriendo el suyo, en nuestras bocas insaciables explorándose sin descanso. Mierda, lo estaba volviendo a hacer.
+ ¿Qué ha pasado tío? ¿Dónde te metiste ayer? Tu madre estaba preocupada…
-¿Mi madre? Vamos Zayn, eso no hay quien se lo crea…
+Sabes que si se preocupa por ti. Nunca dejó de hacerlo
Resoplé rendido ante el comentario de Zayn. ¿Cómo podía estar tan seguro de que mi madre se preocupaba por mí? Desde lo de mi padre todo se ha transformado. Nunca me castiga ni riñe, siempre me deja hacer todo lo que quiero. Jamás pensé que eso pudiera ocasionarme un problema, es más, es lo que siempre había deseado. Pero, ahora sentía que nada de lo que hacía le preocupaba.
-Zayn, si me drogase me preguntaría qué tal fue la experiencia e incluso igual me daba dinero para que comprase más material…
Oí la risa de Zayn al otro lado del teléfono. Ni tan siquiera había extrañado a Zayn durante el día de ayer. Zayn siempre había sido un pilar en mi vida, al igual que Niall y Ed, gracias a ellos puedo reír y sentir de vez en cuando y me ayudan continuamente con mi situación familiar. Me conocen y saben cómo tratarme y cómo hacerme sentir bien. Pero el día de ayer estuvo lleno de sentimientos, sentimientos olvidados en mi interior como la alegría, y la ilusión volvió a florecer dejando que volviera el verdadero Harry. ¿Quién había hecho que todo volviera a la normalidad en tan solo unas horas y estando tan lejos de mi ciudad? Sabía la respuesta, pero no lo quería admitir. Así es, solo fue atracción, solo atracción. Repetía en mi interior, ese era mi nuevo mantra.
-Mal amigo, te dejo, en unas horas estaré allí. No estás ayudando, voy a perderme con mi única gran amiga, la que siempre me entiende y me da los mejores consejos, la que…
+Si, ya Harry, basta- dijo interrumpiéndome- sé que te refieres a la música, piérdete, espero tu llamada en unas horas, buen viaje “amigo”- dijo colgando y subrayando la última palabra haciéndome reír por su repentino “ataque de celos”…
NARRA SPENCER:
Sentí como los rayos de sol iban inundando e iluminando mi habitación, golpeándome sobre la cara. Odiaba despertarme así, a causa de la luz. ¿Quién había levantado la persiana? Quizás ayer se me olvidó bajarla…Ayer. Harry. Sonreí impulsivamente y sin abrir los ojos todavía moví mi brazo derecho, dirigiéndolo a donde debería de estar Harry. Como he dicho, debería. Ya no estaba. Supongo que se habría ido a su habitación. Muy precavió Styles, si mis padres nos vieran despertarnos así…Fruncí mi ceño, había demasiada tranquilidad en casa, ¿qué hora sería? Ni siquiera se oían los dibujos por lo que Javier aun no se había levantado, debía ser muy pronto entonces…Abrí mis ojos poco a poco con gran pesadez. Maldito Harry, me entretuvo demasiado anoche… ¿A qué hora caeríamos dormidos? Me estiré intentando desperezarme, sentí como mis labios me dolían. Maldito Harry, de nuevo. No pude evitar sonreír, no me importaban que me dolieran los labios durante los próximos días, semanas, ¿años? Me reí ante mis estúpidos pensamientos y entonces mi sonrisa se borró al instante. Hoy se marchaba. Ni tan siquiera sabía a qué hora “me abandonaría”, con un poco de suerte podríamos seguir complaciéndonos hasta la noche. Finalmente salí de mi habitación, vi que la puerta de la “habitación de Harry” estaba cerrada y decidí dejarle descansar un poco más, después de todo ayer había sido una noche muy movidita además de que debía de estar cansado por el viaje y nadie tenía la culpa de mi insomnio. Me dirigí a la cocina y tomé mi usual desayuno, agua. Sí, ridículo, ni tan siquiera desayunaba leche, solo agua, a esa hora no entraba nada en mi estómago. Pero con el almuerzo calmaba todo rastro de hambre. Tomé la botella del frigorífico junto con un vaso y me senté en la mesa.
“Señores Black, muchas gracias por haberme permitido alojarme durante este día en vuestra casa. Solo quería expresar mi agradecimiento y para ello os escribo esta pequeña carta. Sé que no es gran cosa, y desearía tener algo más de dinero aquí para poder regalarles algún detalle, pero desafortunadamente no llevo suficiente dinero conmigo y tampoco tengo suficiente tiempo. Señora Black: un placer poder haber disfrutado de su exquisita comida. Señor Black: no se preocupe que la próxima Champions se la llevará el Madrid. Pequeño Javier: algún día volveré para la revancha de la wii. Spencer: simplemente gracias. ¡Cuidaos!- Harry”
¿¡Pero qué coño!? Mi cara era un verdadero poema y me había quedado estática con mi vaso de agua sobre mi mano y mis ojos sin tan siquiera parpadear. ¿Se había ido sin despedirse? El muy hijo de puta se había ido sin despedirse. ¿¡Se podía ser más cerdo!? Ni tan siquiera me levantó para decirme adiós y en la carta un simple “Gracias Spencer”. ¡Qué locuaz! Podría haber sido más considerado, no sé una carta individual para mí. Simplemente me había dejado un pequeño agradecimiento unido al de mis padres y mi hermano. No lo podía creer. Es decir, no esperaba que me levantase llevándome el desayuno a la cama junto con una rosa y un casto beso en los labios, pero esto era demasiado ¿absurdo? ¿Frustrante? ¿Tan poco le había importado? Yo sabía que no había sido la mejor de sus experiencias y que no iba a dejarle un hondo hueco en su corazón, es decir, tan solo habíamos pasado un día juntos, y solo era tracción, simple atracción. Pero…una vez más no conseguía entender nada. ¿Qué habré hecho yo para merecer esta suerte? Maldito karma. Quizás en otra vida había sido una zorra muy poco considerada con los hombres para que ahora ellos me trataran así. El calor junto con esta “buena” noticia matutina empezaron a marearme. Comencé a sentirme pegajosa, irritada, impotente, estafada. Bueno, una vez más. De todas formas, afortunadamente solo pasé con él un día. No hay nada que no puedas superar Spencer. Cosas como estas te harán fuerte. Y con estos últimos pensamientos y devaneos de cabeza tomé mi “desayuno” y me dirigí a la ducha dispuesta a limpiar todo rastro de Harry Styles de mi cuerpo.

CAPÍTULO 9: El verano siempre empieza con una fiesta
-¿Vendrás esta noche? No acepto un no por respuesta-la cohibidora voz de Pilar llegaba hasta mis oídos a través de mi teléfono móvil, ¿cómo decirle que no? Ahora no podía poner ninguna excusa, el colegio se había acabado... No quería ir. No tenía ánimo de fiesta. Maldito Harry Styles. Si ayer no se hubiera cruzado por mi camino ahora estaría emocionada por la fiesta que esta noche daba mi mejor amiga en su casa celebrando el fin de exámenes.
+Pilar, verás, no es mi intención faltar, pero…
-No existen peros-dijo sin dejarme continuar con mi excusa- vamos Spencer. Supongo que estás así por el chico de ayer, ¿no funcionó? No importa, mañana tendrás todo el día para pudrirte en tu cama y llorar por él si así lo deseas, pero hoy vas a venir a mi fiesta, sabes que sin ti no es lo mismo…-podía ver su cara de cachorro a pesar de no tenerla en frente…Mierda. Pilar sabía cómo usar sus herramientas para convencerme. Era mi mejor amiga y no la podía dejar “sola” esta noche. Habíamos estado semanas preparando la espectacular fiesta.-Además adivina quien vendrá…-este último tono más irritante que el anterior, plagado de emoción.
+Esta vez estoy perdida, no tengo ni idea de a quién te refieres-utilicé su mismo tono de voz, no quería fastidiarle este día, a pesar de que yo desde que me había levantado tenía un humor de perros, ¿quién sería el culpable?... Y por supuesto que sí, sí sabía a quién se refería, a Cristian, ¿quién iba a ser sino? Asistiría prácticamente toda la población de este queridísimo pueblo, nótese mi ironía y mi exageración. De todas formas habría demasiada gente, de eso estaba segura nadie medianamente “popular” de esta ciudad se perdería una fiesta en una casa particular, sin padres y teniendo a la deseada Pilar como anfitriona.
-Sé que me estás tomando el pelo, idiota, te conozco desde hace años-reí ante su tono de reproche- sí, vale, ya lo sabías, supongo que él te lo habrá dicho, es Cristian, bravo Spencer ya lo habías adivinado-escuché unos aplausos al otro lado del teléfono, no pude evitar reír
+Dios, eres genial-dije con total sinceridad, era el primer momento del día en el que había vuelto a reír, sí, adiós Harry.
-¿A qué viene este sentimentalismo ahora? No juegues con mis sentimientos…sabes que estoy enamorada de ti-esta vez mi risa fue más estrepitosa-Por Dios Spencer, para, me vas a dejar sorda
+Lo siento-dije aun riendo- ha sido tu culpa. Ahora de verdad gracias, no sé qué haría sin ti.
-Me acabo de pintar y no quiero fastidiarlo todo llorando así que más te vale que muevas ese culo y te prepares si tanto me quieres, te espero aquí en 30 minutos, necesito que alguien me ayude a prepararlo todo.
+Pero…
Vale, me había colgado, perfecto. ¿30 minutos? Pilar debía de estar loca si pensaba que en tan poco tiempo iba a estar preparada…
“¿30 minutos? Ni lo sueñes. En 1 hora me tienes allí, dame un poco de tiempo-Spencer”
“Como quieras…Ni un minuto más tarde o te sacaré de tu casa por los pelos-Pilar”
¡Qué delicada era mi mejor amiga! Bueno, no hay tiempo que perder, a la ducha. Tras 15 minutos bajo el agradable chorro que me da vida, me envolví en una toalla y me recogí el pelo con otra. Cogí mi móvil para vestirme con más motivación dispuesta a poner música.
“Tacones y vestido, ya sabes, no me gusta ir vestida así sola-Pilar x”
Eso estaba hecho. Cogí mi vestido negro que terminaba un poco más arriba de mis rodillas. Simple, ajustado, supongo que debería marcar mis curvas, si acaso tuviera y no estos pequeños michelines. Zapatos azul celeste al igual que la americana y el bolso. Perfecta, bueno, ya me entendéis, lo mejor posible…Me dirigí al baño, me sequé el pelo y me convertí en una leona de pelo rizado. ¡Yo siempre había querido el pelo liso! Recogí algunos mechones con unas horquillas. Tomé de nuevo mi móvil revisé la hora, aun me quedaban 20 minutos. Apliqué una finísima capa de maquillaje sobre mi cara intentando parecer algo bronceada, y sin un buen resultado, ¿existía alguien más blanca que la leche? Sí, esa era yo…En fin. Apliqué un poco de rímel sobre mis pestañas y un rojo pasión sobre mis labios, no demasiado, tampoco quería parecer una fulana…Me deslicé hasta el espejo de mi habitación al ritmo de “She wolf” de David Guetta. Me paré frente al espejo observándome.
-Bueno, no estás tan mal…Quizá hoy nos podamos divertir después de todo… ¿Quién es Harry? ¡Disfrutemos, ha comenzado el verano!
Apagué la música de mi móvil y me eché un poco de colonia “212” sobre mi cuello y muñecas. Salí de mi habitación decidida a olvidarlo todo por una noche. Sí, ese era sin duda el mejor plan. Repentinamente me había entrado ganas de fiesta y nada ni nadie lo estropearían.
***
Verdaderamente hacía frío. Había venido caminando desde mi casa hasta la de Pilar, aun no tenía el carnet de coche y el camino me había dejado tiritando y cansada por los tacones.
-¡Quieres abrir ya Pilar! Me voy a convertir en un cubito de hielo-era la tercera vez que llamaba al timbre, probablemente no lo había oído hasta entonces, la música estaba a todo volumen
+Lo siento, lo siento, lo siento. ¿Llevas mucho esperando? No te oía por culpa de la música-Pilar se encontraba abrazándome para que la perdonara. Una vez más sabía como utilizar sus armas de convicción.
-Sí cansina, ya te puedes separar-dije “haciéndome la dura” rechazando su abrazo mientras reía
+Estás estupenda, cualquiera diría que has pasado una mala noche…
-Precisamente la noche fue espectacular, una de mis mejores
+ ¿Acaso me he perdido algo, “amiga”? ¡Suéltalo!
- Supongo que estás así por el chico de ayer, ¿no funcionó? No importa, mañana tendrás todo el día para pudrirte en tu cama y llorar por él si así lo deseas, pero hoy vas a venir a mi fiesta-dije mientras imitaba su voz repitiendo la oración que me había dicho hace apenas algo más de una hora, dándole a entender que no se lo iba a contar hoy.
+Capto la idea imbécil, mañana espero todos los detalles-Oh incansable Pilar…Le di un pequeño golpe en su hombro-¿Quieres dejar de insultarme ya por hoy?
+De acuerdo imbécil-la miré arqueando mis cejas esperando sus disculpas-ese era el último lo prometo-sonrió- ahora ayúdame a terminar de preparar todo esto.
***
Y en menos de una hora la casa estaba infestada de gente ebria deambulando de un lado a otro, besando a cualquiera que se ponía en su camino y bailando descontroladamente sobre mesas, sillas y cualquier otro objeto que estuviera por encima del nivel normal del suelo. Y yo no podía ser menos, por lo menos por hoy, me lo merecía después de todos los exámenes. Me permitiría perder la cabeza por una noche, quizás por más…
-¡Spen, Spen!-miré a todos los lados, o eso intenté, ¿quién coño me llamaba? Solo oía una voz de hombre…bueno mejor dicho de un producto de hombre. Una mano estiró de mí y perdí el equilibrio, afortunadamente antes de llegar al suelo la misma mano acompañada ahora por su correspondiente brazo me abrazó impidiendo que cayera.
+Oye estaba bailando-levanté mi vista y vi a Cristian, lo había olvidado…Rió por mi comentario y mi cara de niña pequeña-deja de reírte de mí, casi beso el suelo por tu culpa.
-¡Qué afortunado sería entonces el suelo!
Vale, al parecer él también iba borracho. Quizás hasta más que yo, si eso era posible en estos momentos…Reí sin saber que decir, volviéndome loca en mi interior, ¿qué quería ahora Cristian?
+Por cierto, ¿tú de fiesta? ¿En la calle?-puse mi mano sobre su frente- ¿tienes fiebre verdad?
-¿Cómo sino iba a estar hablando contigo ahora? Para ello lo mínimo que debo estar es enfermo…
+Idiota…-le golpee en su hombre mientras ambos reíamos
-Oye vayamos afuera, aquí hay demasiado ruido-cogió mi mano y me dirigió al exterior de la casa, ¿para qué quería silencio Cristian?
+En serio, sigo sin creerme que estés aquí, quizás me haya vuelto loca y seas un fantasma-estábamos afuera sentados sobre el borde de la piscina, la noche se había apaciguado y ya no tenía ni una pizca de frío, o quizá esto fuera a causa del alcohol…
-¡Creetelo!-dijo pizcándome
+¡Aaah!, ¡me has hecho daño!-dije mientras le goleaba el pecho concentrándome al máximo en mis “golpes” intentando ejercer algo de fuerza sobre sus marcados pectorales.
-Ves, no estás soñando ni soy una fantasma ni nada por el estilo, por cierto Spen, no me estás haciendo daño-agarró mis puños y los envolvió con sus manos, le lancé una mirada asesina para que me soltara, pero aun así no lo hizo y me empujó hacia atrás, ahora sí soltando mis manos.
Genial. Ahora estaba empapada. Bueno, en realidad, el agua estaba a la temperatura perfecta. No le daría el gusto para hacerle ver que me había fastidiado. Juguemos si es lo que quiere.
+ ¿Está rica el agua?-dijo mientras se reía en mi cara
-Más que eso, a la temperatura perfecta y tooooda para mí-sonreí con suficiencia, en realidad el agua estaba empezando a hacer que tiritara. El primer contacto me hizo creer que estaba caliente, pero no, mis dientes iban a empezar a castañear en momentos, tenía que engañar a Cristian para que se tirara y segundos después dejarlo solo en la piscina.
+ ¿Quieres compañía?
Esto iba a ser más fácil de lo que creía. ¿Este era el Cristian que yo conocía?
-La verdad, no me importaría.
Se quitó rápidamente la camiseta y los pantalones quedándose en unos tentadores calzoncillos azules de Calvin Klein. No, Spen, no vas a picar. Cristian ya está olvidado, recuérdalo. Saltó a la piscina en bomba haciendo que tragara una gran cantidad de agua. No paraba de toser y él seguía riéndose de mí nadando a mi alrededor. Brr, lo iba a matar. Fingí que seguía teniendo el ataque de tos acercándome poco a poco a donde se encontraba ahora. Boca arriba en el agua con los ojos cerrados, flotando sobre la superficie. Já, esta era mi oportunidad. Rápidamente e intentando hacer el mínimo ruido posible, me abalancé sobre él, empujándolo hacia el interior del agua. Acto seguido y sabiendo que él vendría detrás de mí en cuanto sacara la cabeza al aire, comencé a nadar a toda velocidad y conseguí salir de la piscina antes de que me alcanzara.
Corrí hacia la casa como si me fueran a secuestrar sin poder para de reír, pero no, no llegue. Una mano agarró mi tobillo e hizo que me diera de bruces contra el suelo.
-¡Mi cara!-intenté sonar seria, pero no funcionó, no podía dejar de reír. Llámenlo alcohol, un juego estúpido o lo poco que necesita Spencer para disfrutar. Así era yo. Tenía a Cristian sobre mí, se había caído encima mío cuando alcanzó mi tobillo. Yo estaba frente al suelo y me estaba costando respirar...-necesito respirar
Cristian se movió y me dejó libre, al fin, pero permaneció sentado a mi lado mientras ambos recuperábamos el aliento tras la carrera.
-Mi querido amigo Cristian, ¿cómo se supone que voy a volver ahora a mi casa? Si mis padres me ven así, no sé, quizás me maten…
+Si quieres les puedo ahorrar trabajo, te mataré ahora mismo con mis propias manos-río y su absurdo comentario provocó que yo hiciera lo mismo
-No, ahora hablo en serio, ¿qué hago?
+Spen, estamos en casa de Pilar, no hay de qué preocuparse.
Tenía razón. Solté un largo suspiro al darme cuenta, pero a pesar de todo no podía entrar así a casa de Pilar, quizás alguna de las zorritas que andaban por ahí pensaba que quería jugar al concurso de las camisetas mojadas…
-Sí, es una buena idea
Lo miré extrañada + ¿De qué me hablas?-fruncí mi ceño sin entender.
-Lo de las camisetas mojadas, sé que lo estabas pensando
+ ¿Cómo?-aun más extrañada, ¿ahora Cristian también era adivino?
-Digamos que te conozco lo suficiente para saberlo
Ah claro, ahora Cristian también me conocía… +Si acaso me conocieras sabrías que odio que me ignoren, creo que en eso todo el mundo estaría de acuerdo conmigo, a nadie le gusta que le ignoren ¿verdad?- mierda, ¿había dicho eso en alto?
Abrió los ojos por la sorpresa, no se esperaba mi comentario de eso estoy segura. –Tienes razón a nadie le gusta que le ignoren, ¿te gustó mi mensaje de ayer verdad? De todas formas, creo que estás demasiado borracha, deberíamos volver a la fiesta.
El mensaje, se me había olvidado por completo, ni tan siquiera lo había abierto, mierda + Sí, el mensaje fue muy bonito la verdad...pero ¿Es que de esto no te interesa hablar?- ¡Cállate ya Spencer!- no quieres hablar de cómo me has estado ignorando durante más de un año desde que tu querida princesa entró en tu vida- Mañana te vas a arrepentir de todo Spen, y yo me voy a reír…¡Cállate maldita conciencia!
-De acuerdo, hablemos, de todos modos mañana no recordarás absolutamente nada. Mira Spen, ya no estoy con Kate-aunque él no me conocía a mí, yo sí que sabía cómo era él y sonaba parcialmente hundido. No me esperaba para nada esta noticia y mucho menos que la soltara con tanta naturalidad después de todo lo que Kate había significado para él, estaba segura de que aun la amaba.
+ ¿Y has venido aquí para…?
-Ey, yo también merezco diversión después de todo, y te recuerdo que me ofreciste tu hombro para llorar si era necesario-me guiñó un ojo
Mierda, era verdad, se lo prometí y no me gusta romper mis promesas.
+ En mi defensa, he de decir que eso te lo prometí cuando éramos amigos, por lo que supongo esa promesa quedó invalidada hace mucho tiempo-genial cerebro, a pesar del alcohol sigues funcionando
-Me temo Spen, que la amistad nunca se rompe si es verdadera
+Con ello adivino que la nuestra nunca lo fue, y te recuerdo que tú fuiste el que la rompió-sonreí victoriosa, segura de que había ganado y me dispuse a levantarme. Cuando estaba en ello su mano agarró mi brazo impidiéndome avanzar.
-Por favor.
Dos palabras bastaron para que me doliera el corazón. Por supuesto que aun la amaba, estaba completamente enamorado de ella, y desafortunadamente me pedía ayuda a mí. ¿Por qué habría prometido algo que no creo estar capacitada de cumplir? Sus ojos ahora tristes me miraban expectantes. Sonreí, o al menos lo intenté y con eso quedó sellada mi aceptación. ¿Por qué nunca sabía decir que no?
Me adentré en la casa todavía empapada, el agua se pegaba a mis huesos haciendo que el frío me desgarrara por dentro, pero yo sabía bien que no era el frío físico el que producía esto en mí, sino peor aun, el frío en mi interior, que cada vez estaba más vacío de todo aquello que le podía proporcionar calor, amor.

CAPÍTULO 10: ¡Sólo fue atracción!
NARRA HARRY:
-Harry, ¡quieres volver a la vida de una maldita vez!
Zayn ¿podrías callarte de una santa vez? Eso era lo que deseaba decir, lo más amable que podría articular en este preciso momento. Menudo día… ¿Por qué seguía Spencer en mi cabeza? La odiaba… Ojalá… Pero solo fue atracción, solo fueron besos de pasión. No había nada más. No podía haber nada más. Sí, la chica fue muy amable, alentándome con mi problema familiar, escuchándome, comprendiéndome y abrazándome cuando lloré. Mierda, había llorado delante de alguien, y no simplemente de alguien, sino delante de una mujer. JAMÁS me había ocurrido aquello. Y tampoco le había contado a nadie todo lo de mi padre, exceptuando a Zayn, Ed y Niall. ¿Por qué narices se lo contaste Styles? Igual era por eso, quizás solo seguía pensando en ella porque sabía todo lo de mi familia. De todas formas, ¿qué importaba? Quiero decir, ella estaba en España y yo en Londres… Necesitaba sacarme a esa maldita persona de mi mente y cuanto antes fuera posible mejor. No podía seguir así. El día de mi vuelta a Londres lo dejé pasar, pensé que era justo pensar en ella un día, ya que había pasado ese mismo tiempo con ella. Pero ya llevaba tres días así, mierda Styles, ¿qué cojones te pasa?
-Harry, lo digo en serio, ¿necesitas hablar de algo? No me has contado nada sobre tu viaje
+Jamás lo he hecho. Me he ido otras veces y nunca me has preguntado, ¿por qué hacerlo ahora?- no iba a hablar de Spencer, de este modo lo único que haría sería seguir recordándola aun más…si era posible…o quizás, solo quizás si dejo salir esta confusión hablándolo con Zayn todo desaparezca de una vez…
-Nunca antes habías estado así, bueno en realidad solo con…
+Sí, con Alice, no hace falta que lo recuerdes por cierto, ¿fuiste tú quien le dijiste que me había ido?
Flash Back
De nuevo en casa. Genial, supongo. Bajé del avión y encendí mi Iphone. 3 llamadas perdidas-Alice. ¿Nunca se iba a cansar de llamar? ¿No entendía que no le iba a perdonar? Si no contestas llamadas ni mensajes ni abres la puerta de tu casa a una persona, ¿no debería la susodicha darse cuenta de que no quieres saber nada de ella? Alice podía ser muy persistente, lo sabía por propia experiencia. No, no se iba a cansar, iba a tener que hablar con ella... Marqué su número y esperé a que contestara mientras me dirigía al primer taxi que divisé, sentándome en el asiento de atrás e indicándole al taxista la dirección de mi casa.
-¿Harry?-su voz de pito me trajo a la realidad, odiaba su voz, ugh, ¿cómo la había podido aguantar durante tanto tiempo? El amor, supongo…Reí ante mis pensamientos, claro amor…
+Ajá, ¿qué quieres Alice?-mi voz sonaba realmente cansada, ¿cuándo se iba a acabar esta situación?
-¿No pensabas decirme que te habías ido a España?-su voz tenía un tono de reproche
+ ¿Por qué debería haberlo hecho Alice?
-¿Desde cuándo me llamas así? Yo soy Al, ¿recuerdas?
+Dios Alice, ¡estoy cansado para tus juegos!
-¡NO! No cuelgues Harry por favor. Lo siento de verdad, te lo he dicho mil veces…Todo era genial, y lo sabes, ¿no puedes simplemente dejarlo pasar? Fue un error…-Ah claro, dejarlo pasar, como si fuera tan fácil olvidar la escena de mi supuesta novia en tanga y sujetador encima de un tipo, que a saber quién era, en MI propia casa…
+ ¡EN MI CAMA ALICE, EN MI CAMA! Al menos podrías haber pagado un hotel
-Si me dejas, te lo explicaré todo. Llevamos semanas así, déjame explicártelo, en persona
+No.-Sabía que si nos veíamos me soltaría cualquier excusa que hubiera maquinado durante estos días, y ¿para qué escucharla? No quería ni verla en pintura, ni tan siquiera quería estar hablando en estos momentos con ella.
-Harry, no seas tan testarudo.
+Mira Alice no pasa nada, ya no somos novios, no tienes que darme ninguna explicación
-¿Cuándo decidiste que no somos novios? ¿Vas a tirar dos años a la basura? Sin mí no vas a poder continuar, y mucho menos con todo lo que tienes encima.- ¿Por qué le habría contado a Alice también lo que ocurrió con mi padre? Por su insistencia y su continua queja de que nos faltaba comunicación, de que no confiaba en ella…Además se creía el centro del mundo… ¿Cómo nunca me di cuenta de ello? Zayn me había comentado varias veces que solo me utilizaba y que yo siempre estaba a su sombra…Supongo que era verdad…Per no me di cuenta
+Te agradecería que dejases ese tema a un lado de una maldita vez. No quiero que me lo recuerdes, quiero que sepas que me arrepiento de habértelo contado.-se oyó un silencio al otro lado, sí, al fin parecía que se estaba rindiendo- ¿Sabes? Ayer conocí a una persona que no me presionó, que me hizo reír, sentir, divertirme y olvidarme de toda esta mierda, y no eras tú querida.
-¿Q-qué? ¿Quieres decir que ya no…
+Exacto, ya no somos novios. Desde hace semanas, desde tu “error”. Así que métetelo ya en la cabeza y déjame en paz.-el taxista me miró divertido, usted siga atento a la carretera y no se meta en mis problemas personales imbécil. Relájate Harry. Al menos, eso no lo había dicho en alto
-Está bien Harry. Te entiendo, te sientes mal por lo que pudiste llegar a hacer ayer. Te perdono. Mi error por tu error, estamos en paz.- ¿Es que Alice nunca se iba a cansar? En qué momento le llamé… ¿Cómo podía pensar que estábamos en paz? En mi cama…bff…aun recuerdo que ese día me puse como una fiera, echándolos a ambos de mi casa, en ropa interior, tirando sus ropas al suelo mojado de Londres. Resoplé cansado de la situación
-Hagamos un trato. ¿Si quedamos un día y dejo que te expliques dejarás de molestarme?
+ De acuerdo-podía ver su sonrisa al otro lado, ¿acaso creía que le iba a volver a sus brazos?- adiós cariño, te llamaré para quedar.
Colgó. Al menos no espero mi despedida. Unas semanas atrás me hubiera “obligado” a despedirme con un te quiero. Alice, siempre tan insistente y controladora. Con ella me sentía atrapado, cohibido y encarcelado. Me di cuenta de ello cuando pude volver a experimentar la libertad después de pillarle infraganti en mi cama. Mi cama. Ugh. Afortunadamente había comprado sábanas nuevas. Lo importante es que al menos algo tenía claro, no volvería con ella jamás, la libertad era genial. Supongo que el destino quiso que presenciara esa escena para que me diese cuenta de todo lo que me estaba perdiendo y de que Alice no era realmente para mí. Bajé del coche pagándole al conductor y entrando en mi querida mansión. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, desde que se fue mi padre estaba todo tan vacío.
250 metros cuadrados, 10 habitaciones, 6 baños con 2 jacuzzis, 2 despachos, 2 cocinas, 1 terraza de 70 metros cuadrados con una piscina grande, otra pequeña y un jacuzzi y toda ella cubierta por una capa de un muy cuidado césped y varios sauces llorones esparcidos en él. Las piscinas, por supuesto, se podían climatizar. Y… ¿todo esto para qué? Mi padre se empeñó en que todo empresario debía tener una casa a su altura agregando que además proporcionaba privacidad, pero a la vez tenía el calor de un hogar familiar…Privacidad… Al principio me preguntaba para qué querría privacidad mi padre, lo primero que pensé fue que para sus negocios, que ingenuo fui… Cuando mi padre aún vivía aquí, se podía sentir ese calor del hogar, porque esto antes era un hogar, no importaba cuán grande fuera la casa. Al entrar en ella se respiraba cariño, amor y paz. Sin embargo, ahora todo eso se había esfumado junto con mi padre.
-Hola cariño, ¿cómo has estado? Me tenías preocupada-
Ya claro mamá…-Bien, ya sabes necesitaba relax.
-Te entiendo-intentó sonreír, pero un gesto que antes le salía con tanta naturalidad y me aportaba tanta fuerza y ánimo para continuar, ahora se había convertido en una mueca.
Estaba harto de esta situación, solo quería largarme…Quizás España sería un buen lugar para vivir…Reí ante mis pensamientos mientras me dirigía hacia mi habitación. No, no podía irme, no sería como papá. Iba a recuperar a mi madre, la traería de cualquier lugar en el que se encontrara. Y todo volvería a la normalidad. ¿Por qué mi padre arrasó con todo lo bueno que tenía? Se lo llevó todo, ahora estaba lleno de vacío…Hasta ayer Styles, hasta ayer. Oh, cállate conciencia, ¡Spencer fue solo atracción!

Fin Flashbalck

-Em…em…yo…sí, Harry fui yo…Sabía que habíais reñido, pero lo tienes que solucionar tío. No es que Alice me guste, pero con ella estabas contento
Por supuesto Zayn no sabía nada sobre el “error” de Alice… Era mi mejor amigo, pero ¿cómo contarle eso a alguien? Toda mi dignidad desaparecería…
-Harry, ¡ríñeme o haz algo de una puta vez!
+Zayn, en realidad, nunca voy a volver con Alice, la encontré en mi cama con otro.
-¿¡QUÉ!?- los ojos casi se le salen de sus órbitas, su boca estaba completamente abierta, asentí sin saber que decir con total indiferencia. Ya no me afectaba, lo había superado, pero una nueva cicatriz se había formado en mi alma, una de esas que nunca se consiguen cerrar, que solo hacen que tu desconfianza en el resto aumente. Durante las 4 últimas semanas he estado verdaderamente deprimido, simplemente porque no entiendo qué he podido hacer mal para que Alice haya llegado a esta situación. Me negaba a creer que lo había hecho más de una vez, me negaba a creer que no me quería, me negaba a creer que me había mantenido engañado durante tanto tiempo, me negaba a creer que se tiraba a otros mientras estaba conmigo, en definitiva, me negaba a creer que nada de lo que habíamos tenido había sido real. Pero supongo que todo fue un engaño, un juego desde su punto de vista, que ya había llegado a su fin, y aunque la cicatriz se iba a quedar grabada en mí para siempre, no la volvería a abrir. Ni ella ni nadie. A partir de ahora seré como el hielo, frío, insensible e intocable, solo dejaré que me derrita el fuego de la pasión, tal y como hice con Spencer. Sí conciencia, escuchaste bien, solo fue pasión.

Siento no haber subido antes, os prometo que lo he intentado. Siempre consigo sacar una pequeña parte del día para escribir, pero no doy para más...Acabo de terminar los exámenes finales, y en nada empiezo la PAU así que ya debería estar estudiando....A pesar de todo intentaré subir lo más rápido y seguido posible. GRACIAS POR LEER, AUNQUE NO PONGÁIS COMENTARIOS :) Espero que todo les vaya bien y que les esté gustando. Besos!!

CAPÍTULO 11: Insomnio
NARRA SPENCER
-¡Spen! ¿Qué tal te ha ido todos estos días? No te has dejado ver desde la fiesta…
Se podría decir que fatal, al día siguiente de la fiesta tuve que recordar cada detalle de la maravillosa tarde que pase junto a Harry para contárselo a mis queridas amigas cotillas y ayer todo se me vino encima, han sido demasiadas sensaciones y noticias en dos días, primero Harry y su viaje, luego tú y Kate... Mi cabeza estaba demasiado colapsada, simplemente tomé el consejo de Pilar, acurrucándome en mi cama, dando paso a las lágrimas, adentrándome en el mundo del dolor y dejando que este me llevara sin que me importara... +Geniaaaal, y ¿qué tal lo has llevado tú? ¿Va mejorando con el tiempo?-tomé asiento frente a Cristian. Ambos sentados en una pequeña heladería de Calahorra, desgraciadamente había llegado el tiempo de cumplir mi promesa…
-La verdad que poco a poco va mejorando, supongo-sus ojos se cristalizaron y su tono de voz disminuyó, eran pequeños detalles casi imperceptibles, pero yo los conocía bien, todo de él era perfectamente conocido por mí, lo había observado minuciosamente tiempo atrás, cada uno de sus detalles me fueron gustando cada vez más y más, pero en el mejor de los momentos llegó Kate. ¿Cuánto tardarían en volver? Lo habían dejado y vuelto más de una vez, pero nunca había venido a por mí ayuda y yo me sentía obligada a dársela. A pesar de todo, hace apenas algo más de un año éramos grandes amigos, no podía dejarle solo, él no había estado ahí para mí, pero yo no le fallaría, no podía. ¿Qué habría pasado para que necesitara mi ayuda? Debía estar verdaderamente mal…La preocupación me empezaba a carcomer por dentro y sentía la necesidad de preguntarle acerca de lo que había pasado. Pero, nunca me había gustado presionar a alguien para que me contara sus problemas, si alguien quiere contarte algo, lo hará sin tan siquiera necesidad de que le preguntes.
+Estaré aquí para ti, tal como te prometí, ya sabes que siempre cumplo mis promesas, no tienes de que preocuparte.-Y estaba siendo totalmente sincera, nunca le dejaría solo, sabía que como me ocurría a mí, la soledad era su mayor miedo. Se levantó de la silla y me dio un tierno abrazo. Hacía tanto que no estaba entre sus brazos, sintiendo su contacto, absorbiendo su cariño, embriagándome con su perfume. Parecía que todo iba volver a la normalidad con él, no tarde en corresponder ese abrazo, sintiéndome como en casa. Tan solo un abrazo suyo fue necesario para olvidar todos los momentos en los que no había estado para mí, todo el daño que me hizo su “huída”. Se podía decir que yo no era nada rencorosa.
***
Entré en casa sintiendo, una vez más, como mi cabeza daba vueltas. No, no era por el alcohol y tampoco estaba mareada. Simplemente era por toda la información que acababa de recibir. Estaba cumpliendo mi promesa, pasando una bonita tarde de verano junto a Cristian. Traté de hacerle reír, olvidar y mi esfuerzo estaba dando resultados, hasta que en un determinado momento Cristian comenzó a hablar sobre Kate y todo mi plan de alejarle del sufrimiento se desvaneció.
No era un problema inusual, nada extraño, muchas parejas se habían desquebrajado por ello. Todo eran problemas, no pasaba un día sin que al menos riñeran una vez. Al principio las discusiones eran escasas, pero poco a poco aumentaron y se hicieron habituales. Cualquier tontería servía de pretexto para que comenzara la guerra. Habían perdido el norte, pero lo peor era que no sabían cómo encontrarlo. Lo habían intentado separados, dándose un tiempo (más de una vez), pero tampoco funcionaba. Se necesitaban, la necesitaba, y acababan volviendo. Después de ello la primera semana volvía a ser inigualable, pero poco tardaban en llegar de nuevo los problemas, y las situaciones volvían a repetirse. No les quedaban fuerzas, se había cansado de todo ello, no podían más, su relación les estaba consumiendo y habían quedado por mutuo acuerdo en dejarlo, definitivamente. No existiría vuelta atrás. Pero haberlo hecho porque sabían que era la mejor opción (a mi parecer la opción más fácil, no la más correcta), no significaba que no doliera.
Agité mi cabeza intentando alejar mis pensamientos de todo el tema de Cristian y Kate. Perfecto, no había nadie en casa. Eso no solía ser un problema para mí, me gustaba la libertad que conllevaba, pero odiaba comer o cenar sola. Siempre había estado acostumbrada a comidas de mínimo cinco personas, al desorden y alboroto que significaba pertenecer a una familia tan numerosa. Además cada uno de mis hermanos y mis padres me distraían, aunque fuera durante unos minutos, alejando de mis pensamientos y tristeza con su locura. Y eso era lo que necesitaba ahora, y desgraciadamente no podía tener. ¿Dónde se habían metido mis padres? Me adentré en la cocina y observé una nota encima de la mesa.
“Cariño estamos cenando por ahí, te he dejado la cena en la nevera. Volveremos pronto.-Mamá”
Bueno, al menos, había dejado mi cena preparada.
***
Odio el insomnio. Lo peor es sentir que estás cansada y no poder dormir. Mis pensamientos no dejan de divagar entre Cristian, Kate y Harry. Dios, al menos Harry podría desaparecer de ellos, ni tan siquiera podré volverlo a ver. No sabía ni dónde vivía, Inglaterra es muy grande…Cada vez que conseguía perderme en el mundo de la oscuridad, veía ojos verdes esmeralda combinados con el azul del mar, cercanos a los míos, observándome con una tierna mirada, rodeados de césped y acariciados por radiantes rayos de sol. Me despertaba acalorada, odiándome por volver a la realidad, ni en sueños lo podía tener, se escapaba en los últimos momentos de este, sin siquiera darme un beso de despedida. Entonces el odio y el rencor volvían a ser mis sentimientos más fuertes, la ira me consumía y los recuerdos del dolor que me produjo su huída volvían a instalarse en mi interior. ¿Por qué tenía que ser todo tan difícil?
Me giré para mirar la hora en el pequeño reloj que permanecía en mi mesilla. Las 6 am. ¿Todavía? Rendida y cansada por la situación que se había repetido desde el día que conocí a Harry me levanté de la cama. ¿Qué puedo hacer? Mi móvil comenzó a vibrar y “More than friends” de Inna inundó la habitación. Corriendo contesté sin mirar para no despertar al resto de mi familia.
-¿Quién es?
+ ¿Qué haces levantada?
-Podría decir lo mismo
+ ¿Puedes quedar o te he despertado?
-¿Despertarme? Creo que hoy tengo que dar gracias por haber conseguido dormir tres horas
+ Lo siento Spen, esta tarde he sido demasiado egocéntrico y egoísta. Quiero que sepas que yo también estoy para ti, sé que no lo estuve, pero no volverá a pasar. Voy a enmendar mis errores.
-La verdad, es que creo que necesito hablar y no creo que haya nadie más despierto a estas horas, sino ya sabes que elegiría a otra acompañante-dije haciéndolo sonar como una broma, aunque era exactamente lo que sentía.
+ Muchas gracias por tu consideración, echaba de menos tu sentido del humor. Te doy 20 minutos, creo que ya sabes dónde.

CAPÍTULO 12: ESTO YA EMPIEZA A PARECERSE AL VERANO QUE ESPERABA
SIGUE NARRANDO SPENCER
-¡MENUDO CABRÓN!- reí impulsivamente. Cristian y yo nos encontrábamos sentados en nuestro escondido rincón de Calahorra, donde siempre solíamos quedar. La ira, angustia y dolor que se habían implantado en mí durante la noche, estaban desapareciendo gracias a Cristian. Me sentía cómoda, como en los viejos tiempos. Le había contado toda la historia de Harry intentando que, como las palabras, desapareciera el sentimiento que había dejado en mí.
+ ¿Es mucho pedir que lo olvide?
-Ojalá fuera fácil hacerlo-sabía que en este momento Kate rondaba por sus pensamientos
+Es diferente Cristian, y lo sabes. ¡Tan solo fue un día! ¿Por qué desde que se fue sueño con él? ¿Por qué no deja de rondar por mis pensamientos? ¿Por qué me siento diferente, como vacía?
-Spen, tú eres más fuerte que todo esto. Yo lo sé, y tú también. Lo superarás, y yo estaré junto a ti para ayudarte. No importa cuánto tiempo pasaste junto a él, aunque tan solo fue un día te hizo volver a sentir y a ilusionarte, y eso es todo un logro.
+ ¿Y de qué sirve un logro si se desperdicia?
-¿Lo ves? Eres mejor que todo esto. La herida no se va a cerrar, pero se secará y llegará un momento en que se volverá indolora. Simplemente es cuestión de paciencia.
+ ¿Pero cómo me puedo hacer una herida con algo que ni tan siquiera fue cortante? Cristian, fue un maldito día- chillé, simplemente por desesperación, porque no entendía cómo Harry había calado tanto en mí.
-Siempre habrá cosas que no entendamos. Pero aun nos queda mucho por vivir, somos jóvenes, lo mejor aún está por llegar, no te desesperes.- Sonreí por inercia, los consejos de Cristian eran realmente buenos, se los podría aplicar.-Ves, así mucho mejor, sonríe.
***
Tras haber pasado una hora y media desahogándome con Cristian, volví a casa antes de que mis padres se despertaran, haciendo el mínimo ruido al entrar a casa y dirigiéndome directamente a mi cuarto, poniéndome el pijama e intentando dormir.
***
-¡MIRIAM DESPIERTA, ES HORA DE COMER!
Odio que me despierten a gritos, supongo que como todo el mundo. Pero, ¿había oído bien? ¿La hora de comer? Miré el reloj de mi mesilla comprobando que eras las 2pm y una sonrisa se dibujo en mi cara. Era la primera vez desde que Harry apareció que había dormido más tres horas seguidas, es más había dormido algo más de seis horas y sin ningún sueño. Sí, parecía que todo volvía a mejorar.
“Tengo una buena noticia, he dormido más de seis horas seguidas. Supongo que fue gracias a tus sabios consejos, creo que deberías aplicártelos ;) x-Miriam”
“Siempre ha sido y será un placer ayudarte. Espero que todo empiece a mejorar. Procuraré aplicármelos. Gracias por lo de ayer, por escucharme y tratar de alegrarme x-Cristian”
“No tienes que agradecer nada. ¿Para qué están los amigos sino? x-Miriam”
“Me encanta que todo vuelva a ser como antes, te he echado de menos. x- Cristian”
Bajé a comer con una sonrisa dibujada en mí. Sí, todo iba a mejorar. Cristian tenía razón, yo era más fuerte que todo esto.
***
-Estás loca, te ocurrirá lo mismo Spencer, y lo sabes.
+ ¿No puedes simplemente alegrarte de que vuelva a estar bien?- Estas veces en las que Pilar no me comprendía, hacían que mis nervios se crispasen. Tras la charla con Cristian, al menos todo estaba bien entre nosotros, habíamos vuelto a ser esos viejos amigos que tiempo atrás fuimos. La confianza volvió con suma facilidad, contra todo pronóstico, pues nunca pensé que pudiera volver a confiar en él después de todo lo ocurrido. Sin embargo, parece que aunque estuvimos separados, nuestra unión fue demasiado fuerte y nunca se rompió.
-Por supuesto que me alegro por ti, eres mi mejor amiga idiota, pero no quiero que vuelvas a pasarlo mal por su culpa
+Te lo he dicho más de mil veces Pilar, ¡Cristian está completamente olvidado, solo somos amigos!
-¿Sabes? Te puedes autoengañar, pero yo sé que te ocurrirá lo mismo. Tú volverás a estar coladita por él y él se volverá a marcharse con Kate
+Lo de Kate ya es pasado para él, se prometieron que no volverían. Además, no es como antes, si quiere volver con Kate a mí no me supone ningún problema. Solo somos amigos.
-Si eso es lo que quieres creer, adelante…Ya sabes que yo siempre estaré ahí para ti, pero no quiero volverte a ver como esos meses… ¿No podías simplemente seguir odiándolo?
+Lo haría, si no hubiera cambiado.
-¿Y quién te hace creer que no volverá a hacerlo?
+Bueno, entonces te diré “me lo dijiste” y podrás regodearte por tener la razón…
-Oh vamos, Spencer, yo no quiero tener la razón.
+ Tú siempre dices que todo el mundo se merece una segunda oportunidad, ¿por qué no puedes pensar lo mismo con Cristian?
Resopló-De acuerdo, es tu vida, de los errores también se aprende.
+No será un error, esta vez no…-Y si lo es no habrá ningún problema, ya no sentía nada por Cristian. El dolor que me había causado su indiferencia y olvido seguían calados en mí. Se puede decir que le perdono, pero no pienso olvidar lo que me hizo. Es imposible hacerlo, y sería un error porque entonces siempre tropezaría con la misma piedra. Afortunadamente ni tan siquiera sentía esa atracción que un tiempo atrás me resultaba difícil controlar.-Y te recuerdo que si no le hubieses invitado a tu fiesta, no estaríamos ahora en esta situación
-Al final seré yo la culpable…
+ ¿Acaso lo dudas? Siempre y en todo tú la culpable- le guiñé un ojo añadiéndole humor a la conversación, intentando alejar la tensión que había creado el tema de Cristian.
-Tengo ganas de irme de aquí, deberíamos planear algo, aparte de ir a Salou-Salou era una ciudad de Cataluña muy conocida por su fiesta y un gran lugar turístico de España por ello. Siempre habíamos querido ir todas las amigas allí cuando terminásemos el colegio y ese momento había llegado. Teníamos el viaje ya preparado, solo faltaba que llegara el día. Una semana en la playa, tenía muchas ganas de que llegara.
+Estoy deseando ir a Salou. Pero aún quedan unas semanas. Creo que deberíamos hacer un pick-nic un día, otro podemos ir a un camping…
-Sí, yo había pensado en ir a una casa rural todas juntas durante un fin de semana-una gran sonrisa se dibujó en sus labios, me encantaba ver a mi mejor amiga contenta, sé que en el fondo lo estaba pasando mal, por problemas ya pasados que es mejor no recordar, pero el verano le traía alegría, como a mí.
+Me parece perfecto. Pensemos en fechas.

Siento haber estado desaparecida durante estos días, y lamento decirles que no subiré capítulo hasta el 8. La causa es la PAU me imagino que en vuestros respectivos países también existirá. Es una prueba que consta de 6 exámenes de 6 asignaturas que se hace en 3 días y te examinas de todo el curso...Por ello no he podido subir, estoy estudiando y seguiré haciéndolo hasta ese día. Lo siento, gracias por leer y por tener paciencia. ¡UN BESO!

Muchas gracias Laura ;) Estoy en ello, ahora que ha empezado mi verano espero poder tener suficiente tiempo para seguirla y para ponerme al día con tus novelas :) Gracias por pasarte!

Laura.est escribió:Hola, lamento no haberme pasado antes! Esta super! Debes seguirla!

CAPÍTULO 13: bye bye conciencia
-Vamos Miriam, a este paso perderemos el bus. ¡Date prisa!
+Ya vooooy, solo me falta ponerme los zapatos
Me observé una vez más en el único espejo de este cuchitril que teníamos como apartamento, ya llevábamos tres días en Salou, y sinceramente tres días inigualables. Llevaba un vestido azul marino de Pilar, sin mangas que caía en forma de cascada hasta mis tobillos por la parte trasera mientras por la parte delantera llegaba hasta encima de mis rodillas. Lo combiné con unas cuñas marrones y un bolso del mismo color.
-Lista
+Ya era hora, lentaaaa
Miré a mi amiga lanzándole una de mis miradas asesinas
+No creas que les tengo miedo a esas miradas, me sé todos tus trucos, llevo contigo casi 18 años…-me sonrió revolviendo mi pelo
-Desgraciadamente….
+Inutil…
Reímos como idiotas mientras salíamos del apartamento dirigiéndonos al autobús que nos llevaría a “Pachá”  la más famosa discoteca de España.
-OOOOOH así se hace amiga, la pista es tuya
Bailaba sin parar, y así llevaba desde que salimos del apartamento, incluso en el autobús lo hice. Estaba contenta, me sentía bien, el verano me traía una alegría y tranquilidad difícil de explicar con palabras. Simplemente todo era perfecto, el tiempo era más caluroso  y agradable (yo odiaba llevar chaquetón), el pelo se volvía más brillante, la piel más oscura, las bebidas más frías, los paisajes más alegres, los colores más vivos, se oían las olas del mar, la brisa del viento y los pájaros cataban más alto de lo habitual, incluso la gente era más amable y acogedora. Todo cambiaba con el verano, y del mismo modo lo hacía yo, contagiándome por esa repentina felicidad que se escondía y era más difícil de hallar cuando llegaba el frío del otoño, que solía llenar nuestra mente con todos los recuerdos y vivencias, creando un clima nostálgico y melancólico que en cierto modo también era mágico.
+Vamos, ven aquí Pilar, ¿es que acaso no sabes seguir mis movimientos?
-Oh sabes que te supero…
+Esta noche no, ¡esta noche soy la reina de la pista!
Sí, quizás el alcohol empezaba a ser más abundante en mis venas y arterias que la propia sangre, pero ¿acaso eso suponía un problema? Estaba en una ciudad en la que nadie me conocía y en la que yo no conocía a nadie. Sin padres, con amigas y en este momento rodeada de un inmenso número de personas que impedían que encontrara a Pilar. Vale, igual eso también es consecuencia de que no llevo gafas y debería o quizás el alcohol también tiene algo que ver, aunque si así fuera la vería doble. ¿Dónde se habrá metido? Oficialmente me acababa de quedar sola, una hora antes había perdido a todas mis amigas menos a Pilar, pero ahora estaba completamente sola. Afortunadamente, ese no es un problema si voy en este estado, suelo ser  algo más extrovertida…
Cuando me dirigía hacia la barra para pedir un nuevo trago, me encontré lo que andaba buscando…
-¿Qué haces ahí?...Quiero decir sin mí
+Vamos, sube
Y ahí nos encontrábamos las dos, Pilar y yo, bailando en la barra de Pachá. Quizás nos estábamos pasando. Debíamos dejar de beber.
-¡Camarero pon unos chupitos de tequila aquí!-mierda Spen, ¿qué no entiendes de que no debes  beber más?
+Eso es lo que quería oír amiga
Adiós conciencia. Por hoy puedes perderte. Chupito tras chupito, cubata tras cubata. El alcohol seguía llenando mis arterias con el paso del tiempo. Mi conciencia había desaparecido por completo. Así como también lo hicieron mis reflejos, mi intransigencia, mi rectitud a la hora de no provocar determinadas situaciones…Estábamos solas mi imaginación, mi borrachera, mis ganas de bailar sin descanso, mis repentinas ganas de sexo y yo. No creo que esta sea una buena combinación...
En ese preciso instante retumbó “We are Young” de Fun.
-Toniiiiiight we are young so let’s set the world on fireee, we can be brighteeer than the suuuuuuuun
+La noche es nuestra querida- rió Pilar mientras se dirigía hacia mí por la estrecha barra. Pero antes de que llegara a mi lado perdió el equilibrio, yo intenté sostenerla para que no cayera pues se iba a caer de cabeza al suelo y no quería que esta noche la terminásemos en un hospital. En contra de todo pronóstico mis reflejos actuaron y con una gran velocidad llegué antes de que mi amiga se cayera. La agarré de la cintura y conseguí que su cuerpo volviese a estar completamente sobre la barra, pero calcule mal la velocidad que debía de emplear y mientras dejaba a Pilar por completo sobre la barra yo era la que caía y veía como en breves instantes mi cara chocaría contra el suelo en un duro golpe, de modo que cerré los ojos poniendo mis brazos sobre mi cabeza intentando protegerme del terrible golpe que me esperaba.
+Ya puedes abrir los ojos señorita, estás sana y salva
¿Qué estaba sana y salva? ¿Quién me estaba hablando? Esa voz no me resultaba para nada familiar…Abrí mis ojos poco a poco por miedo a quién tendría en frente mío. Al abrirlos por completo dudé si me encontraba en el cielo y este era un perfecto Dios del Olimpo que me tenía entre sus brazos, salvándome así del terrible golpe que hubiera sufrido. Dos perfectos ojos color miel me observaban con sorpresa y diversión. Una sonrisa completamente blanca me recibían, una sonrisa acogedora que parecía contagiarse con suma facilidad.
-¿Puedes bajarme, por favor?- puse ojitos de perro
+ ¿Es que no te gusta estar entre mis brazos?- dijo guiñándome un ojo
-Creo que no existe un lugar más parecido al paraíso en este mundo, pero no quiero que hagas más pesas por hoy.
Río por mi ocurrencia haciendo que la risa se implantara también en mi rostro.
+De acuerdo, no era necesario ser sarcástica, ya te bajo-dijo mientras aun sonreía.
Mientras me bajaba apoyé una de mis manos en uno de sus brazos mientras que la otra permanecía sobre su abdomen para no caerme. En ese momento pude sentir como un conjunto de escalofríos y temblores recorrían todo mi cuerpo y más especialmente mi zona íntima, como no había ocurrido de nuevo desde hace exactamente un mes cuando conocí al que creo que ahora estaba completamente olvidado, sí, aquel chico llamado Harry.
Parecía que mis ganas de sexo aun estaban latentes y comenzaban a crecer cada vez que miraba a esos ojos ahora dotados con cierta oscuridad color miel. La tensión sexual era casi palpable y no conseguíamos dejar de observarnos.
Sin poder aguantar la tentación y con mi conciencia encerrada en algún lugar recóndito de mi mente, lo besé. Sus labios eran suaves y aun sabían a tabaco. Beso tras beso. Mis manos se enredaron entre su pelo y sus labios no dejaban de recorrer mi cuello mientras sus manos bajaban por  mi cintura. Presioné mi cuerpo contra el suyo soltando un pequeño gemido que daba por constancia que quería más, que necesitaba más. La temperatura comenzaba a subir y la ropa empezaba a molestar. Nos separamos brevemente dejando que nuestras lenguas volvieran a su respectivo lugar y dejasen de investigar durante un momento. Abrí los ojos encontrándome con esos ojos miel, sentí una sonrisa bajo mis labios y de nuevo esa sonrisa se me contagió.
-Oye-dijo en un susurro- ni tan siquiera sé tu nombre
+ No doy mi nombre tan fácilmente, amigo-respondí en su mismo tono de voz
-¿Y qué he de hacer para conseguirlo?
+Por ahora bailar, amo esta canción

Pude ver como sus facciones se volvían más duras y la sonrisa desaparecía. Estaba claro que no era la respuesta que se imaginaba, pero aunque mi grado de ebriedad era sumamente alto, mi forma de ser predominaba y yo no era una de esas chicas que se van a la cama con el primero que encuentran.
***
LO SIENTO. MI ORDENADOR NO VA  Y HE TENIDO QUE ESPERAR VARIAS SEMANAS PARA QUE ME LO ARREGLEN. AUN NO VA EN SUS PERFECTAS CONDICIONES, PERO SEGUIRÉ INTENTANDO SUBIR. ESPERO QUE LES VAYA TODO BIEN.

Tengo serios problemas con el ordenador y la conexión a internet. Ahora mismo estoy en casa de mi hermana que me dejó unos segundos su ordenador. Les pido paciencia y perdón. En cuanto me lo arreglen subiré tanto como pueda...
Por cierto, a veces me confundo y pongo Miriam, quiero que sepan que me refiero a Spencer...Me meto demasiado en el papel jajaj CUÍDENSE!

CAPÍTULO 15: ¿CASUALIDAD?
 Un grandioso mes había pasado desde que decidí ser “el hombre de hielo”. Verdaderamente un mes inigualable, lleno de fiestas, señoritas, diversión, pasión…Y lo mejor de todo cero sentimientos. A pesar de todo me sentía vacío y no entendía el por qué. En realidad, sabía que eso estaba relacionado por toda la situación familiar que estaba pasando. Mi madre seguía perdida en algún mundo paralelo y yo empezaba a hartarme. No podía contener mis nervios y para que estos no desencadenasen situaciones atroces, me encerraba en mi habitación. Cada semana conseguía a una nueva chica y la llevaba a mi casa. Mi madre ni tan siquiera se enteraba. Siempre que llegaba a casa estaba  dormida y con las múltiples habitaciones de las que disponía no suponía ningún problema traer a alguien sin ser descubierto. Con todo ello, no creo que mi madre se escandalizara...o bueno, quizás eso le haría volver a la realidad, no, no lo creo…
Zayn no dejaba de repetirme una y otra vez la misma charla, que parecía que ya la tenía ensayada. “Harry no trates así a las mujeres” “Harry ellas también tienen sentimientos” “¿Qué te ocurre amigo? Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, yo sé que no eres así”. Yo simplemente disimulaba ante él, haciéndole creer que tenía razón y que me había convencido, pero en cuanto se me presentaba la oportunidad, volvía a las andadas. Así que un buen día Zayn dejó de darme esas charlas, cosa que agradecí, porque verdaderamente me estaba cansando que se estuviese comportando como mi madre debería. Él no era mi madre, y no tenía por qué reñirme. Sé que es mi mejor amigo y por ello no entiendo por qué no me deja libre si ve que ahora estoy volviendo a sonreír.
Todo ello lo tenía muy claro, ahora yo era más feliz, o eso creía hasta que Niall empezó a rogar por que fuésemos a España de vacaciones. Vamos, ¿España? ¿Es que no había otro lugar en el mundo al que prefiriera ir? Había infinidad de países y justo tuvo que elegir ese. Intenté mostrarme imparcial, pensé que las suplicas de Niall no serían tomadas en cuenta por Ed y Zayn, pero me equivoqué. Por lo que yo sabía Zayn y Ed en un principio querían ir a Brasil, ¿por qué cambiaron de opinión? Bueno eso era fácil de deducir, maldito e incansable duende verde de ojos azulados… Cuando Zayn y Ed se dieron por vencidos y aceptaron ir a España, yo comencé a protestar. Por nada del mundo querría volver a España, no podría volver a encontrarme con ella. Un día fue suficiente y tras varias semanas y algunas mujeres parecía que mis pensamientos ya no recorrían su persona, al fin había conseguido sacarla de mis sueños gracias en gran parte al alcohol que permitía que durmiera como un tronco aunque al día siguiente lo pasara mal…Pero Niall fue imposible de convencer, además no podía dar argumentos por los que no visitar España. Todos estaban al tanto del  viaje que realicé hace algunas semanas, pero ninguno sabía lo que ocurrió y lo que conllevó todo lo que ocurrió… Y ahora no lo contaría, porque ya estaba olvidado…O eso quería creer.
Sea como fuere, aquí nos encontrábamos los 4 amigos que habíamos permanecido unidos desde la infancia a pesar de todo. Hoy no tenía ánimo de salir, estar en España me estaba haciendo sufrir, temía encontrarme con ella, no quería hacerlo, no quería volver a pensar en ella, pero aquí estaba de nuevo haciéndolo de pie sobre la barra de una famosa discoteca de España, sin dejar de beber a solas, intentando ahogar mis penas y sin conseguirlo del todo… De todas formas, esto no es Calahorra, ella estará allí con sus amigas, disfrutando del verano, sin acordarse de mí. No tenía de qué  preocuparme, no me la encontraría, sería demasiada casualidad que estuviera en Salou y aun más que estuviera los mismos días que yo me estaba alojando aquí.
-Harry, ¡¡no sabes la que te acabas de perder!!
+Vamos Niall, no habrá sido para tanto…
-Oh sí, te encantaría. Dos preciosidades bailando sobre aquella barra del fondo, bebiendo, riendo…
+ ¿Qué? ¡Mierda! Oh no, ¿dónde se ha metido Zayn?
-¡ADIVINA!-dijo Ed- no pudo resistirse, se comportó como un héroe rescatando a  una de las damiselas que estaba a punto de golpearse contra el suelo y ahora mismo está bailando con ella…
Lo sabía, sabía que Zayn se había ido con una de ellas. Una de las cosas que teníamos en común era que nos gustase ver como  las chicas perdían la cabeza y se desmelenaban, pero nunca nos aprovecharíamos de ellas, ni tan si quiera yo lo he hecho durante este mes. Solo he compartido mi cama con aquellas que han querido y que no se encontraban bajo los efectos del alcohol o la droga. Aunque había una cosa que si era permitido, los besos y caricias. Supongo que ahora Zayn estaría disfrutando de ello. No le culpo por lo que está haciendo, necesita olvidarse de Perri, está claro que no son el uno para el otro y no meterse en una relación seria cuando acabas de salir de una no es una buena idea, por lo que creo que está haciendo lo correcto. Estas vacaciones se merece disfrutar, de todas formas aquí nadie nos conoce y no nos pueden tachar de nada. Así que yo también disfrutaré aunque hoy no es el día indicado…
-¡Hola ojazos!
Miré a mi derecha y vi a una chica despampanante a mi lado. Dos altas piernas, una delgada cintura, unos abundantes pechos y un cabello largo y rubio. Exactamente como me gustan, quizás hoy si me puedo divertir…
+Hola preciosa, ¿Cuál es tu nombre?
-Mi nombre es he perdido a mis amigas y me gustaría encontrarlas especialmente a una de ellas ya que está un poco ebria y me da miedo lo que pueda hacer aunque sé que sus creencias y propia forma de ser no le permitiría hacer…
+Tranquila, puedes coger aire o probablemente te desmayes y creo que tu amiga no es la única bajo la influencia del alcohol…
-Sí, tienes razón, tú también estás bajo sus influencias. Tus preciosos ojitos están rojos a causa de ello…
Reí ante la naturalidad con la que soltaba los piropos. +Y, si te ayudo a encontrar a tus amigas ¿me dirás tu nombre?
-Quizás algo más que eso…
+Entonces vayamos a encontrarlas, quiero ver como cumples tu promesa
-No te confundas, no he prometido nada…
Se rió y pude ver su perfecta dentadura, ¿podría ser más perfecta? A lo que al físico se refiere… Estaba entusiasmado por encontrar a sus amigas, quería ver que me podría deparar la noche…
+Oh Dios, ¡ya estoy cansada! ¿Dónde se pueden haber metido? Llevamos media hora buscándolas y me duelen los pies por los zapatos, necesito un chupito para paliar el dolor…
-¡Camarero, dos chupitos de tequila aquí por favor!
+ ¿Tequila?
-¿No te gusta? Es mi preferido, lo podemos cambiar si quieres…
+No, no te preocupes, no es que me entusiasme, pero  me lo puedo tomar. Conozco a alguien con la que te llevarías genial por el simple hecho de que sea tu chupito preferido…
-Ahora ese alguien no me importa, con la preciosa chica que tengo ante mis ojos me es suficiente- intentaba que sucumbiera a mis cumplidos para dejar de buscar a sus malditas amigas que no sé donde se habían metido y poder  por fin llevármela a la habitación de nuestro “acogedor” apartamento…
+Creo que sí que te importa, es a la que estamos buscando…
El chupito llegó y nos los bebimos rápidamente tras haber chupado la sal de nuestras manos. Cuando acabamos de tomárnoslo junto con el limón emprendimos de nuevo la búsqueda.
-Mucho mejor, ya no siento casi los pies, es lo bueno de no ir en perfectas condiciones- me sonrió ampliamente y yo empezaba a cansarme de todo esto, nunca había estado tanto tiempo intentando llevarme a alguien a la cama, normalmente caían mucho más rápido…Entonces, me di cuenta de lo que acababa de decir. No iba en sus perfectas condiciones, no podía llevármela a casa de ninguna forma, no fallaría a mis principios, aun me quedaban algunos y a ese no le podía fallar.
+Oye, y si encontramos a tu amiga y así puedes marcharte con ella. No creo que sea una buena idea que te quedes sola o con ella en estas condiciones…- dije con total sinceridad- ¿Dónde crees que puede estar?
-¿Y esa repentina consideración? Realmente estoy totalmente de acuerdo contigo, aunque no sé a dónde pensabas que iba a ir, no soy de esa clase de chicas, ni aunque vaya borracha…Me gusta conocer a una persona antes de realizar un contacto más íntimo con ella…
+Estoy de acuerdo contigo-o al menos hasta hace un mes lo estaba-venga sigamos buscando.
En ese momento vi a Zayn de espaldas bailando sobre la pista de baile. Parece que la discoteca estaba a punto de cerrar ya que habían comenzado a poner canciones lentas.  Miré a la chica que tenía de mi mano, para que no se cayera ni se perdiera entre la multitud, intentando averiguar su nombre
+Es Pilar, mi nombre digo-vaya parece que ha adivinado mi pensamiento.
-Genial. Pues verás Pilar, en vista de que no encontramos a tus amigas y de que la discoteca está cerrando, creó que lo mejor será que te lleve a tu casa, quizás ellas ya estén en las suyas…
+Me parece una buena idea, los pies han comenzado a dolerme de nuevo, además no creo que ya estén por aquí, se habrán ido a desayunar. Tienes que llevarme al apartamento estamos allí todas, estamos de vacaciones.
-Oh, de acuerdo, pensé que vivías aquí. Ven un momento, acabo de ver a un amigo y le avisaré de que nos vamos. ¿Vale?
Movió la cabeza a modo de aceptación así que me dirigí hacia Zayn. No quería interrumpir su diversión, pero quería avisarle de que me marchaba.
- Tío, están cerrando, nos vamos a casa, ¿vienes?
Zayn se volvió y cuando lo hizo no daba crédito a lo que veían mis ojos. Como mucho existía una posibilidad entre un millón de que volviera a encontrarme con ella, y desgraciadamente se dio la casualidad. Pero lo que aun llamaba más mi atención era que ¡estaba con Zayn!
+De acuerdo Harry, gracias por avisar, nos vemos en el apartamento.
Volvió su cabeza hacia ella, dándole un corto beso en el pelo. Noté como me tiraban de la mano y entonces me di cuenta de que me había quedado estático miré hacia atrás y me encontré con Pilar que me miraba con el ceño fruncido intentando adivinar porque no me movía para abandonar de una vez por todas la discoteca. Así que, consiguiendo que mi cerebro funcionara y diera las órdenes necesarias a mis extremidades, conseguí moverme y seguir los pasos de Pilar.
Tras 20 minutos me encontraba solo en el apartamento. No había ni rastro de Ed ni de Niall. Yo había llevado a Pilar al apartamento. Durante el camino intentó sonsacarme información, preguntándome porque no me movía después de despedirme de Zayn, preguntándome a quién había visto con él. Ella se había quedado atrás y no había conseguido ver ni a Zayn ni a Spencer. Yo simplemente cambiaba de conversación comentando cosas sin importancia. Finalmente llegamos a su apartamento y me dio las gracias de corazón, como dijo ella, por haber hecho que ella estuviera sana y salva en su apartamento de nuevo. Yo le sonreí y le tomé el pelo diciéndole que mañana ni tan siquiera se acordaría de mí, así que me pidió el móvil y prometió llamarme.
Pero ahora mismo eso me daba igual. No sé cómo ni tan siquiera fui yo el que le pidió el móvil a aquella preciosidad, no sé cómo no le robé un beso antes de dejarle en el apartamento. Bueno, en realidad sí que sabía porque nada de eso había sucedido. Y ese porque tenía un nombre y  un apellido, o mejor dicho, dos nombres y dos apellidos, Spencer Black y Zayn Malik. Entonces la imagen de ellos dos juntos volvió a mi mente. Ella ni tan siquiera me había visto, se encontraba acurrucada sobre el pecho de mi mejor amigo, con los ojos cerrados, balanceándose de lado a lado junto a él, sonriente, relajada. Tal como se había mostrado conmigo aquel día. Y miles de recuerdos vinieron a mí. Sus finos labios, sus pequeños ojos saltones de ese color marrón intenso que con la luz del sol se volvía verde oscuro, su largo pelo con sus perfectos rizos, las mil y una pecas que cubrían sus pómulos y nariz, su sonrisa imborrable, su bonito trasero, su suave piel, su “pijama” que consistía en unas braguitas y una camiseta ancha, sus caricias de aquella noche, sus tirones en mi pelo, sus insaciables besos, sus abrazos cuando me derrumbé por primera y espero que última vez frente a una mujer, sus ojos comprensivos cuando le conté lo de mi familia, sus intentos por sacarme una sonrisa, los juegos de ese día, su miedo irracional al pastor alemán, nuestro primer beso, cómo me perdí en su mirada durante aquello, cómo eché a correr como un inútil cuando rompimos la bolsa, como me choqué contra ella, como en cuanto la vi no pude marcharme tan solo pidiéndole perdón por nuestro choqué, cómo sentí que quería conocerla más, cómo vi en su mirada miedo cuando le dije que me marchaba, cómo noté que se tensaba cuando lo conté en medio de la cena con sus padres, su enfado posterior, y nuestra reconciliación, nuestra perfecta reconciliación y finalmente, mi movimiento más ruin y rastrero, como la “abandoné” sin tan siquiera despedirme.
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bueno aun tengo problemas con el ordenador, muchos muchos muchos...y quiero que sepan que he venido a casa de mi hermana solo para escribir y subir este capítulo. Espero que alguien esté leyendo la novela...sino no sé para quien doy las explicaciones jajaja ¡Cuídense!

porfavorrrrrrrrrrrrrrr tenes que seguir. :( :(