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Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
16. Matrix
Parte 2
Especial 1/3
Pasado el funeral de su padre, Nicholas se quedó en Londres tres días más para resolver algunos asuntos. Miriam Potts no volvió a preguntarle por (_Tn), ni siquiera cuando no la vio en la ceremonia. A sus amigos Zac y Amanda, a los que Nicholas les había pedido explícitamente que no le dijeran nada a Kevin acerca de la muerte de Harrison, les bastó con mencionar el nombre de ella una sola vez para saber que no tenían que volver a hacerlo.
Antes de regresar a su pueblo, Miriam lo acusó de ser un cobarde y trató de sonsacarle por última vez qué había sucedido entre él y Harrison para que se pusiera de aquel modo. Pero no lo consiguió.
La noche antes de regresar a España, Nicholas estaba sentado en el sofá en el que casi le hizo el amor a (_Tn) por primera vez cuando cogió el teléfono y marcó su número. Le había prometido que lo haría antes de volver, y esa promesa sí podía cumplirla. El móvil de ella sonó y sonó, hasta que al final le salió el buzón de voz, pero fue incapaz de dejar un mensaje. ¿Qué podía decirle? ¿Que la echaba de menos pero que ella estaba mejor sin él? Seguro que su (_Tn) se reiría y lo reñiría. «Su (_Tn).» Más le valía ir haciéndose a la idea de que no, de que ya no era suya y, a juzgar por la llamada que había quedado sin responder, iba a tener que asumirlo a marchas forzadas. A la mañana siguiente, se despertó y fue solo hacia el aeropuerto. Se pasó todo el vuelo con la nariz metida en su cuaderno, sin dibujar, pero mirando todos los retratos que había hecho de (_Tn) durante los pocos días que habían pasado juntos.
El avión aterrizó en El Prat veinte minutos más tarde de lo anunciado, pero como a Nicholas no iba a ir a buscarlo nadie no se preocupó lo más mínimo. Recogió la maleta y conectó el móvil, éste tardó menos de un minuto en sonar. Descolgó sin mirar y recibió una bronca monumental.
—¿Se puede saber qué demonios te pasa, Nicholas ?
—Tranquilo, Kevin , no me grites. —Dejó la maleta en el suelo y se frotó los ojos con la mano.
—¡Que no te grite! Tu padre ha muerto, mejor dicho, murió hace cuatro días, o no sé cuántos, y no me llamaste, así que, repito, ¿se puede saber qué demonios te pasa?
—¿Cómo lo has sabido?
—¿Que cómo lo he sabido? ¿Eso es lo único que tienes que decir? Joder, Nicholas creía que éramos amigos. Mierda, eres mi mejor amigo, tú y mi estúpido cuñado. —Soltó aire exasperado y añadió algo más calmado—: Me lo dijo (_Tn).
Nicholas notó que le daba un vuelco el estómago y que el corazón le dejaba de latir.
—¿(_Tn)?
—Sí, (_Tn). Ágata fue a verla porque estaba preocupada por ella, por lo del suspenso y por esa gripe estomacal que no termina de curársele.
Un sudor frío le corrió por la espalda. ¿(_Tn) seguía encontrándose mal y había suspendido una asignatura? Dios, qué ganas tenía de verla y abrazarla.
—Nicholas , ¿sigues ahí? —preguntó Kevin al no oír nada.
—Sí, sigo aquí.
—¿Y dónde diablos estás?
—Acabo de llegar a Barcelona. Mira, Kevin , siento no haberte llamado, pero... es complicado —se limitó a decir—. Te prometo que luego te telefonearé y te lo contaré todo, incluso dejaré que me insultes un par de veces, pero ahora tengo que colgar.
—Está bien —dijo el otro, pasados unos largos segundos—. Pero conste que sigo muy enfadado. Eres mi amigo, Nicholas , y sé lo difícil que es perder a un padre. Y no me vengas ahora con que en tu caso es distinto. Habría ido para estar contigo.
—Lo sé —contestó él, emocionado—. Luego te llamo.
—De acuerdo, pero deja que te advierta que a Ágata no la convencerás tan fácilmente.
Nicholas se despidió y colgó, y fue corriendo en busca de un taxi.
(_Tn) estaba sentada al escritorio, tratando de leer unos apuntes, cuando sonó el timbre. Alguien debía de haberse dejado abierto el portal de la calle, y su visita, fuera quien fuese, había decidido subir directamente. Miró por la mirilla y retrocedió al instante, como si la persona que había al otro lado de la puerta pudiera verla. El timbre sonó otra vez, y entonces abrió. De nada serviría eternizar aquella situación.
—Nicholas , ¿qué haces aquí?
—He vuelto.
—Ya veo.
—Te llamé anoche.
—Lo sé. No te cogí el teléfono.
Se quedaron mirándose el uno al otro; él se dio cuenta de que ella se aferraba al marco de la puerta con fuerza, y ella de que a él le temblaba ligeramente la mandíbula.
—¿Puedo entrar?
—No.
—Por favor —añadió, tras recuperar los latidos de su corazón.
—Está bien. —(_Tn) accedió y se dio media vuelta para dirigirse hacia el interior del apartamento.
Se dijo a sí misma que había accedido a su petición porque no quería organizar una escena en medio del rellano, pero la verdad era que necesitaba sentarse, así que fue directa al sofá. Él la siguió, y, después de dejar la maleta apoyada contra la mesa, se sentó a su lado, a escasos centímetros de distancia.
—¿Cómo te encuentras? —fue lo primero que le preguntó.
Estaba algo más delgada y tenía ojeras, pero para Nicholas seguía siendo la mujer más preciosa del mundo. Un mechón le caía por la frente, y él sentía un cosquilleo en las yemas de los dedos de tantas ganas como tenía de apartárselo, aunque, a juzgar por la mirada de ella, corría el riesgo de perder la mano si lo intentaba. Además, ahora ya no tenía derecho a hacerlo.
—Bien —respondió lacónica—. ¿Y tú?
—Bien. —La recorrió con la mirada y luego volvió la cabeza para mirar el resto del piso. Había una mesa con apuntes y varios libros, y una taza de café al lado. Junto a la tele, vio una montaña de DVD, todos de películas en blanco y negro, y recordó que, meses atrás, ella le había prometido que miraría esos «rollos» que a él tanto le gustaban. Sintió un nudo en el estómago y en la garganta, pero se forzó a ignorarlos—. ¿Cómo te enteraste de lo de mi padre?
—Me lo dijo Juan, Juan Alcázar. Estaba preocupado porque no conseguía dar contigo, y me llamó creyendo que yo sabría algo más de ti.
(_Tn) se había imaginado esa escena miles de veces y, en casi todas, ella le gritaba y lo insultaba, pero ahora que lo tenía delante, lo único que quería hacer era preguntarle cuándo se habían perdido el uno al otro. Y como sabía que de nada serviría, quería que se fuera y la dejara sola. Al menos, así podría llorar y empezar a olvidarlo.
—Ah, comprendo. ¿Qué le dijiste?
—Nada. ¿Qué vas a hacer, vas a quedarte en Barcelona? —Jugó nerviosa con el cojín que tenía en el regazo.
—Unos días. Después de la presentación del edificio Marítim regresaré a Londres.
—¿No te quedarás para la boda de Ian ? —El hermano mayor de (_Tn) iba a casarse con Emma al cabo de poco. «Menos mal que algunas historias de amor sí terminan bien», pensó (_Tn)—. Los dos se enfadarán mucho si no estás, y por... —movió una mano entre los dos—... lo nuestro no tienes que preocuparte. Mis hermanos no saben nada.
(_Tn) estaba convencida de que los cinco tendrían sus teorías, pero no les había confirmado nada, y seguro que cuando vieran que ella y Nicholas apenas se hablaban dejarían de hacer cábalas.
—Asistiré a la boda de Ian y Emma —dijo. Ni siquiera se había planteado la posibilidad de no ir. En todo ese tiempo, Ian Martí se había convertido para él en un gran amigo—. ¿Nunca le has contado a nadie lo nuestro?—le preguntó ofendido.
Quizá se había equivocado con (_Tn) si para ella lo sucedido entre los dos no era lo bastante importante como para merecer algún tipo de comentario.
—¿Cuándo? ¿Para qué? —dijo en voz baja—. Tengo que estudiar —añadió entonces, desviando la vista hacia el escritorio.
—Por supuesto. —Nicholas iba a ponerse en pie, pero se lo pensó mejor—. Kevin me ha dicho que has suspendido un examen. Me ha llamado hace un rato —explicó—. Lo siento.
—¿El qué? ¿Que haya suspendido? —Lo fulminó con la mirada—. No es culpa tuya. Es culpa mía. —Estaba tan ofendida que se levantó de un salto. ¿Quién se había creído que era? Sería engreído...—. Sólo mía —repitió convencida. Ella era la única responsable de haberse dejado llevar y enamorarse.
—Será mejor que me vaya —dijo él, confuso, poniéndose ahora sí de pie—. Sólo quería ver cómo estabas.
—Pues ya ves que estoy bien. No hace falta que te preocupes por mí. —Caminó hacia la puerta y la abrió.
Nicholas cogió el asa de la maleta y la arrastró tras él; ya no tenía ninguna excusa para quedarse. Lo único que podría conseguirlo sería decirle la verdad, y eso no estaba dispuesto a hacerlo. «(_Tn) estará mejor sin ti», se repitió, pero esa parte egoísta que todas las personas tienen dentro le susurró que quizá podría retener algo de ella. Quizá podría convencerla de que al menos fuera su amiga. Iba a decírselo, pero la miró a los ojos y no abrió la boca. (_Tn) había levantado un muro entre los dos, y él le había dado las piedras para ello.
—Siento lo de tu padre —le dijo ella antes de que se fuera del apartamento.
Nicholas se detuvo en la puerta y la miró a los ojos, deseando que (_Tn) pudiera ver lo que se escondía en ellos.
—Yo no. —Y ésa era la terrible verdad. Ése era el motivo por el cual se estaba alejando de ella. (_Tn) era demasiado buena, demasiado preciosa, como para estar con un hombre que era incapaz de llorar la muerte de su padre.
Nicholas abandonó el edificio y caminó por las calles sin percatarse de nada de lo que sucedía a su alrededor. Llegó a su apartamento, un lugar que había empezado a considerar un hogar cuando ella se quedaba allí con él, pero que ahora eran sólo cuatro paredes que se le caían encima. Estaba cansado, muy cansado, y decidió tumbarse en la cama. Cerró los ojos y trató de no soñar con (_Tn).
Después de que Nicholas se fuera, (_Tn) volvió a llorar, aunque achacó la reacción al descontrol hormonal por el que estaba pasando su cuerpo, y no a que lo hubiera visto y las cosas no se hubieran arreglado entre los dos. Una diminuta parte de ella había soñado con que cuando él regresara la cogería en brazos y la besaría hasta dejarla sin aliento, para luego decirle que lo habían abducido unos extraterrestres y que por eso no la había llamado antes ni le había contado lo de la muerte de su padre. El estúpido e infantil sueño siempre terminaba con Nicholas de rodillas pidiéndole que lo perdonara y jurándole amor eterno.
Nada más lejos de la realidad. Él sólo había ido a verla porque se sentía culpable por lo del suspenso y porque quería ver si ya no estaba enferma. No había habido ninguna declaración de amor, ningún beso apasionado. Nicholas apenas la había mirado a los ojos. Cuando dejaron de caerle las lágrimas, fue al baño para lavarse la cara y despejarse un poco, y después hizo lo que llevaba días deseando hacer: llamó a su madre y se lo contó todo.
ElitzJb
Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
17. Sed de mal
Parte 1
Especial 2/3
Hacía casi un mes que no lo veía y, si era sincera consigo misma, tenía que reconocer que lo echaba de menos. En la universidad las cosas habían terminado por ponerse en su sitio y (_Tn) volvía a tenerlo todo bajo control. Estudiaba mucho, como siempre, pero sin excesos, y cada día salía a pasear un rato, o leía un poco, o miraba una película de cine clásico.
La conversación con su madre había sido terapéutica. Elizabeth había tardado unos minutos en reaccionar, y lo primero que hizo fue preguntarle si le estaba tomando el pelo. Lo segundo, coger el coche y plantarse en Barcelona en un tiempo récord, como seguro demostrarían las multas que tarde o temprano le llegarían. La madre de (_Tn) la riñó por no habérselo dicho antes y luego la abrazó mientras lloraba; después esperó pacientemente a que le contara toda la historia. (_Tn) le pidió que de momento no le dijera nada ni a su padre ni a sus hermanos, y ella accedió a regañadientes con una condición: que se lo dijera a Nicholas .
Elizabeth, aunque estaba completamente a favor de su hija, y si hubiera tenido al futuro papá delante le habría sacudido, estaba convencida de que tenían que hablar. A juzgar por lo que (_Tn) le había contado, y según lo que ella misma sabía del joven, en Londres le había sucedido algo muy grave y ni él ni (_Tn) podrían seguir adelante con sus vidas hasta resolver las cosas definitivamente entre los dos.
(_Tn) todavía no había hablado con Nicholas , y su madre había cumplido con su parte del trato y había mantenido el secreto, pero ambas sabían que se le estaba acabando el tiempo. Faltaban pocos días para la boda de Ian y Emma, y tarde o temprano empezaría a notársele el embarazo y alguno de sus hermanos se daría cuenta, o el propio Nicholas , y no quería que se enterasen así.
Era viernes, y (_Tn) iba andando por la calle. Al pasar por delante de la Filmoteca vio que esa noche ponían Sed de mal. Era una de las películas preferidas de Nicholas , y ella lo interpretó como una señal, así que, armándose de valor, lo llamó al móvil y le preguntó si le apetecía verla. Él no pudo disimular lo sorprendido que estaba de escuchar su voz, pero accedió rápidamente a la invitación, y (_Tn) empezó a cuestionarse si había hecho bien en telefonear.
Habían quedado a las ocho delante del cine, pero Nicholas llegó un poco antes y compró las dos entradas; quería asegurarse de que (_Tn) se quedaba al menos a ver la película. Ella llegó puntual, unos minutos antes de la hora acordada, y lo saludó con un sencillo «hola». Nicholas le hubiera dado dos besos, pero se limitó a sonreír y a devolverle el saludo.
Entraron en la sala sin decir nada importante, intercambiando sólo preguntas de cortesía, igual que si fueran dos compañeros de trabajo o unos conocidos. Él tuvo ganas de gritar, y ella sintió unas arcadas que nada tenían que ver con el embarazo. Por suerte, la película empezó en seguida y les proporcionó la excusa necesaria para dejar de fingir, aunque ni siquiera las intrigas de Orson Welles consiguieron que el uno pensara en algo que no fuera el otro. Las luces volvieron a encenderse casi dos horas más tarde y ambos se levantaron de las butacas sin mirarse a los ojos; qué distintas habían sido las cosas antes, cuando iban al cine. Salieron y Nicholas fue el primero en hablar:
—¿Te apetece ir a cenar? —le preguntó.
—No, la verdad es que no. No tengo hambre —añadió. Estaba tan nerviosa que si comía seguro que terminaría vomitando—. Prefiero irme a casa, ¿me acompañas? —Si tenía que hablar con él, prefería hacerlo en la tranquilidad de su apartamento.
—Claro.
Cruzaron en silencio unas cuantas calles, hasta que (_Tn) reinició la conversación:
—¿Cómo te va el trabajo? Supongo que estarás a punto de regresar a Londres, ¿no?
Él se encogió de hombros.
—Mi intervención en el proyecto Marítim ha finalizado —se limitó a decir.
Tanto él como Juan habían recibido muchos elogios por su trabajo, tantos que a Nicholas le habían ofrecido un mejor puesto en la central de Londres. Él lo había agradecido y les había dicho que regresaría pasada la boda de Ian .
Estaba convencido de su decisión, a pesar de que Juan le había dicho que era un idiota y que debería quedarse en España y dar a su relación con (_Tn) otra oportunidad. Su amigo no sabía por qué habían roto, pero no desaprovechaba ninguna oportunidad para recordarle que se estaba equivocando, poniéndose incluso a sí mismo como ejemplo.
Siguieron andando sin decir nada más, y, minutos más tarde, llegaron al portal del edificio donde vivía (_Tn).
—¿Por qué no subes? —lo invitó antes de perder el valor—. Tengo que contarte algo.
Nicholas se quedó mirándola y entonces se acordó del famoso Eric. Seguro que quería decirle que iría acompañada a la boda, o algo por el estilo.
—De acuerdo —dijo Nicholas con la garganta seca.
Subieron y, al entrar, ella se dirigió a la cocina para servirse un vaso de agua.
—¿Te apetece tomar algo? —le ofreció.
—Un poco de agua, si no te importa.
Segundos más tarde, salió de la pequeña cocina con dos vasos y le dio uno. Él lo aceptó. Sus dedos se rozaron con el intercambio, y ambos disimularon.
(_Tn) se sentó en la butaca, en su lugar preferido, y respiró hondo.
—Tengo que contarte algo. Tarde o temprano ibas a enterarte, pero prefiero que lo sepas por mí —empezó, tratando de mirarlo a los ojos, sin demasiado éxito.
—Lo sé, (_Tn).
—¿Lo sabes?
—Sí, y me alegro por ti. Te aseguro que no me importa.
—¿Te alegras por mí?
—Sí, por supuesto, y puedes estar tranquila. No me entrometeré en tu vida.
—No te entrometerás en mi vida —repitió ella, atónita—. ¿Cómo te has enterado?
—Me lo dijo tu hermano.
—¿Mi hermano? —Iba a matar a su madre—. ¿Ian ?
—Sí, Ian . —¿Por qué le parecía tan raro? Él y Ian se veían muy a menudo—. Me dijo que habías empezado a salir con alguien. —Eso no había sido exactamente lo que su amigo había dicho, pero Nicholas aprovechó para sacar el tema y ver si (_Tn) lo confirmaba.
Ella suspiró aliviada. Nicholas no sabía nada del embarazo, y, al parecer, su hermano tampoco.
—No estoy saliendo con nadie —dijo con media sonrisa.
Nicholas tardó varios segundos en reaccionar.
—¿No estás saliendo con nadie? —El corazón empezó a latirle descontrolado y la determinación que lo había mantenido alejado de ella durante todos aquellos días se fue desvaneciendo.
—No, por supuesto que no —añadió, antes de darse cuenta de que era un error.
Todo sucedió tan rápido que, al terminar, ninguno de los dos recordaba quién había sido el primero en besar al otro, pero cuando sus labios se tocaron, ambos supieron que iban a hacer el amor. Cualquier otra cosa era inconcebible. Nicholas la besó sujetándole la cabeza para que (_Tn) no se apartara, y cuando se sació de sus labios descendió por su cuello y su escote. La desnudó en cuestión de segundos, los mismos que tardó ella en hacerlo con él, y se hundió en su interior sin poderlo evitar, respondiendo a una necesidad tan antigua como el tiempo.
(_Tn) le recorrió la espalda con las manos, de aquel modo que a él le hacía perder el control, y, aunque una vocecita le decía que aquello era un error, lo había echado tanto de menos que no le importaba. Igual que las otras veces, Nicholas la abrazó con desesperación, y siguió besándola incluso después de que ambos sucumbieran al placer. Pero de repente sucedió algo, qué, (_Tn) nunca lo supo, pero él se puso tenso y empezó a apartarse.
—Lo siento —fue lo primero que Nicholas dijo.
Ella se sonrojó y se sentó despacio en el sofá.
—Yo no. —Estaba harta de fingir que aquel distanciamiento que se había producido entre los dos le parecía bien—. No lo siento, y sé que tú tampoco —se atrevió a añadir.
Él suspiró abatido y empezó a vestirse, incapaz de sostenerle la mirada.
—Me tengo que ir. —Estaba asustado, se sentía perdido y no quería arrastrar a (_Tn) tras sí—. Será mejor que no volvamos a vernos.
Ella habría hecho cualquier cosa por él, cualquier cosa excepto contarle lo del bebé y que se quedara con ella por lástima, o por cumplir con algún estúpido código de honor propio de siglos pasados.
—Nicholas —lo detuvo con voz firme—, si te vas ahora sin contarme qué demonios sucedió en Londres, y sin decirme qué diablos te pasa —hizo un pausa y esperó a que la mirara a los ojos—, no hace falta que regreses.
Nunca más volvería a ver a una mujer tan bella y decidida como (_Tn) en aquel instante, y al ser consciente de ello sintió un nudo en el estómago y en el alma, pero terminó de abrocharse la camisa.
—No volveré. —Caminó hacia la puerta y se detuvo—. Es mejor así, créeme. —Salió sin mirarla y secándose con el dorso de la mano una lágrima que le resbaló por la mejilla.
Ella lanzó un bol que tenía encima de la mesa contra la puerta y lloró al ver que se hacía añicos, igual que su corazón.
Un par de días más tarde, llamó a su madre y le contó el fiasco de la cita con Nicholas . Elizabeth la escuchó con atención, sintiendo en el alma que la relación entre ellos dos no tuviera un final feliz, y ambas decidieron que lo mejor sería esperar a que hubiera pasado la boda de Ian . Nicholas le había dicho que regresaría a Londres después de ésta, así que esperarían a entonces para contarle al resto de la familia lo del embarazo.
(_Tn) no pretendía ocultárselo a Nicholas para siempre, pero en su mente había decidido que iba a tener al bebé sola, y que ya se lo diría por teléfono cuando estuviera en Londres y no pudiera volver a hacerle daño sólo con mirarla. Mientras, los últimos preparativos para la boda de Ian y Emma consiguieron distraerla lo suficiente, incluso llegó a sonreír en varias ocasiones, a pesar de la envidia que sentía.
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ElitzJb
Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
17. Sed de mal
Parte 2
Especial 3/3
La boda fue preciosa. Emma y Ian pronunciaron sus votos matrimoniales frente a cuarenta invitados. Al terminar la ceremonia, que consistió sólo en un par de lecturas elegidas por los novios, se fueron a celebrarlo a un pequeño restaurante con vistas al mar que había en un pueblo cercano al de la familia Martí.
Había cuatro músicos tocando suaves melodías de jazz, regalo de Nicholas , y todo el mundo parecía estar casi tan contento como los recién casados. Incluso los padres de Emma, los doctores, como los llamaba ella, sonrieron en un par de ocasiones. Ian aprovechó que Emma estaba hablando con Raquel para acercarse a Nicholas quien, aunque había participado animadamente en toda la celebración, parecía estar triste. Su amigo estaba apoyado en una pared, con un whisky en la mano, observando la improvisada pista de baile en la que (_Tn) formaba pareja con Eduard, su flamante y orgulloso padre.
—Me prometí a mí mismo que iba a darte algo de tiempo —le dijo Ian apoyándose en la pared junto a él—. Y creo que tres meses son más que suficiente. ¿Puede saberse por qué diablos no estás bailando con ella? Y no se te ocurra volver a soltarme ese rollo acerca de que la decepcionarás.
—Caray, Ian , creo que el matrimonio empieza a afectarte.
—Ríete si quieres, pero no pienso darme por vencido. —Dio un sorbo a la copa que también él sujetaba en la mano—. ¿Te acuerdas de cuando Emma estaba en Nueva York y yo creía que nunca volveríamos a estar juntos?
—Claro que me acuerdo. —Nicholas bebió un poco sin apartar la vista de (_Tn). Estaba preciosa con aquel vestido de seda y aquella sonrisa.
—En esa época conocí a una chica. Lucía, la chica de la inmobiliaria que me encontró el despacho.
—Me acuerdo de ella.
—Pues bien, Lucía era muy agradable, guapa y simpática. Y seguro que habría podido llegar a ser relativamente feliz con ella, pero jamás habría sido como con Emma. ¿Sabes lo difícil que es encontrar a la única persona del mundo que llena todos y cada uno de los rincones de tu alma?
Nicholas miró a su amigo a los ojos.
—No la dejes escapar, Nicholas . —Y, con esa frase, Ian lo dejó allí solo y fue a buscar a Emma, pues sentía la imperiosa necesidad de darle un beso a su esposa.
Él se quedó allí de pie, meditando sus palabras. «Los rincones de tu alma», pensó. Sí, eso era aquel vacío que llevaba días sintiendo, el vacío que amenazaba con engullirlo y no dejarlo escapar.
(_Tn) había salido de su vida, mejor dicho, él la había echado, y ahora se sentía solo, sin rumbo y sin sentido, e incapaz incluso de respirar. Después de la muerte de su padre llegó a convencerse de que (_Tn) estaría mejor sin él, pero ¿y si se equivocaba? ¿Y si lo único que sucedía era que tenía miedo? ¿Y si había cometido el peor error de su vida y ya no podía hacer nada para arreglarlo? Dejó la copa en el suelo y fue a buscarla.
—(_Tn), ¿puedo hablar contigo un segundo? —Nicholas la siguió hasta el pasillo—. No puedes evitarme durante toda la boda.
—La verdad es que sí puedo, lo único que necesito es que tú colabores un poco —contestó ella sin darse la vuelta.
—No tengo intención de hacerlo. —La cogió por la muñeca—. No puedo seguir haciéndolo. Te echo de menos.
Esa confesión, hecha con voz temblorosa, consiguió que (_Tn) se detuviera y bajara la vista. Nicholas estaba casi pegado a su espalda, y ella inclinó la cabeza para mirar cómo sus dedos la rodeaban. Nicholas miró a su alrededor y vio que el pasillo en el que estaban se dividía en dos; hacia la derecha, para ir a los servicios, y hacia la izquierda, en dirección a lo que parecían ser unos despachos. Se decantó por ése y tiró de (_Tn). Cuando creyó que gozaban de la suficiente intimidad, se detuvo y, despacio, la apoyó contra la pared. El pasillo estaba a oscuras, y la única luz provenía de una enorme ventana que había al fondo. Era de noche, pero la luna de invierno ofrecía la suficiente claridad como para poder verle la cara. Y los ojos, aquellos ojos con los que tantas noches había soñado.
—Tenemos que hablar, (_Tn) —le repitió, apoyando las manos a ambos lados de su cabeza.
—No —insistió ella, diciéndose a sí misma que Nicholas le había roto el corazón tantas veces que ahora apenas le quedaba el suficiente como para seguir viviendo. Aunque una voz en su interior no dejaba de repetirle que nunca antes lo había visto tan afectado como en aquellos instantes—. No tenemos nada de qué hablar.
—¿Cómo que no tenemos nada de qué hablar? —A él le tembló la mandíbula—. ¿Acaso te has olvidado de lo que sucedió entre nosotros?
(_Tn) se negó a responder. Nunca se le había dado bien mentir, así que decidió levantar la barbilla y mantenerse impasible.
—Ya te he dicho que no quiero hablar.
—No quieres hablar —repitió él—. Y tampoco quieres verme. Y, por lo que se ve, tampoco estás dispuesta a escucharme. —La miró a los ojos.
—Deja que me vaya, Nicholas —susurró ella, que empezaba a notar que se le llenaban los ojos de lágrimas—. Tú mismo dijiste que era mejor así.
Él se quedó inmóvil, recordando todo lo que había sucedido entre los dos, las palabras de ella, las de él... y lo que le había dicho Ian acerca de encontrar a la única persona capaz de llenar los vacíos de su alma. (_Tn) era esa persona, y, si la perdía, jamás podría ser feliz.
—No puedo, cielo. No puedo —le dijo con voz ronca.
Nicholas movió la mano derecha y la hundió en la melena de ella. Le acarició la nuca con los dedos, deleitándose al sentir que a (_Tn) se le ponía la piel de gallina. Despacio, inclinó la cabeza en busca de su boca, dándole una última oportunidad de apartarse. Ella no lo hizo, sino que abrió un poquito los labios y se le aceleró la respiración. A Nicholas le bastó ese gesto para perder el control y conquistó su boca con desesperación. La besó sin la delicadeza que se suponía que tenía, sin la destreza de un hombre de su edad. Lo hizo con el corazón, con el alma, y con el miedo que comporta saber que sin esa persona nunca estaría completo. El beso siguió y siguió. Pegó su cuerpo al de ella y, cuando sintió que las manos de (_Tn) se aferraban a la solapa de su americana, una avalancha de sentimientos le inundaron con un solo beso. Quizá su corazón y su cerebro por fin habían comprendido que estaba enamorado de aquella mujer, y que sí valía la pena correr el riesgo.
—No, no —susurró ella, a pesar de que apenas unos instantes atrás lo estaba besando con pasión—. Suéltame.
Nicholas la sintió temblar entre sus brazos y la soltó.
—¿Qué pasa? —le preguntó, preocupado de verdad—. ¿Te he hecho daño?
—Ahora no —contestó, segura de que él comprendía a qué se refería.
—(_Tn) —pronunció su nombre emocionado—, no puedo seguir así. Tengo que contarte lo que me ha pasado. Necesito contártelo todo y que tú me digas que no pasa nada, que todo va a salir bien. —Nicholas sabía que se estaba derrumbando, pero ni su alma ni su corazón estaban dispuestos a darle tregua.
Ella se quedó mirándolo, y no se dio cuenta de que estaba llorando hasta que él le secó una lágrima con el pulgar. El gesto la hizo reaccionar y dio un paso atrás.
—Sí que pasa, Nicholas , y no, todo no va a salir bien.
—No digas eso, por favor. —Trató de cogerle de nuevo la muñeca, pero ella volvió a apartarse y él dejó de intentarlo.
—No, Nicholas . No puedo volver a pasar por esto.
—Sé que te he hecho daño, y sé que me he comportado como un imbécil y un cobarde, pero déjame que te lo explique. Cuando murió mi padre...
—No —lo interrumpió ella—. No quiero saberlo. Ya no. Si te escucho, seguro que terminarás por convencerme de que volvamos a estar juntos, y yo —se le quebró la voz—, yo no podría soportar que te alejaras de mí una tercera vez. Además, ya no puedo pensar sólo en mí.
Nicholas sintió esa frase como una punzada en el corazón.
—¿Estás con alguien? —se obligó a preguntarle.
(_Tn) levantó la vista y lo miró a los ojos. Los de él también brillaban por las lágrimas.
—Estoy embarazada.
—¿Cómo...? —Se quedó sin habla.
—Cuando te sometiste al trasplante de médula —respondió escueta—. Del modo tradicional.
—El día que fuimos al cine... —dijo para sí mismo.
—Sí, eso era lo que iba a decirte. —Tragó saliva y se mordió el labio inferior para mantener a raya las lágrimas.
A Nicholas le flaquearon las piernas y tuvo que apoyarse en la pared para no caerse. Desvió la mirada hacia el estómago de (_Tn) y creyó ver una pequeña curva que antes no estaba. Quería levantar la mano y acariciarlo. Quería abrazarla, besarla, pero se quedó paralizado, incapaz de mover una sola articulación, ni decir nada. Iba a ser padre. ¿Y si lo hacía mal? ¿Y si cometía los mismos errores que Harrison había cometido con él? ¿Y si (_Tn) no quería que él fuera el padre de su hijo o hija? Todas esas preguntas lo asaltaron de golpe y terminó por sentarse en el suelo. Y ella malinterpretó completamente su reacción y salió corriendo. Nicholas reaccionó, pero no lo bastante rápido.
Estuvo media hora buscándola, y, al final, Emma se compadeció de él y le dijo que Marc, otro de los hermanos de (_Tn), la había llevado a casa. Emma debió de leerle la mente, cosa nada difícil, pues seguro que su rostro lo delataba, y añadió sin ninguna sutileza que no fuera a buscarla, que (_Tn) no quería verlo. Nicholas sintió como sí lo hubieran golpeado en el esternón, pero aceptó resignado su decisión. Abatido, se despidió de sus amigos y se fue. Se veía incapaz de estar rodeado de tanta gente feliz.
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Continuara...
hola mis amores como me les va
se q provoca fucilar a nick x esa reacción pero
creo q los próximos capítulos lea hará llorar
xq yo llore, en fin espero q hallan disfrutado del
especial nos leemos luego vale se me cuidan :hug:
ElitzJb
Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
AAAAAAAAAA NOOOOOOOOOOOOOOO
pero si nick es un completo tonto... va de error en error....
empezando por dejarla... por no explicarle.. por no buscarla por salir corriendo esa vez en el cine..
y ahora.... por no reaccionar como es debido... agggg...
no lo aguanto... si ya llore como una posesa con estos caps no me imagino con los que sigue...
esta novela es muy hermosa :')
ameee el especial...
POR FAVOR SIIGUELAAAAAAAAAAAAA
pero si nick es un completo tonto... va de error en error....
empezando por dejarla... por no explicarle.. por no buscarla por salir corriendo esa vez en el cine..
y ahora.... por no reaccionar como es debido... agggg...
no lo aguanto... si ya llore como una posesa con estos caps no me imagino con los que sigue...
esta novela es muy hermosa :')
ameee el especial...
POR FAVOR SIIGUELAAAAAAAAAAAAA
Ciin :)
Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
ahhh Nicholas!!
Vas de mal en peor?!!
Ojala que pronto se arreglen!!
Siguela!!
Vas de mal en peor?!!
Ojala que pronto se arreglen!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
Nick Nick Nick las ganas de estrangularte que tengo, Dios, hace algo wacho, tenes que estar con la rayis, Aaaahhhhh que desesperante es....siguela pronto please :-)
Pidgejonas
Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
Si tu dices que lloeraremos... Pues te digo que ya estoy lagrimiando!!!!!!!.... Es que aaaaarrgggg!!!..... Los dos son tan ....... Aaaaaaaaaaaaa sigue porfiiiiisss que ya quiero saber que mas pasa!!!
chelis
Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
18. Up
Nicholas la llamó al móvil ocho veces seguidas hasta darse por vencido, y (_Tn) borró los mensajes sin escucharlos. Antes le había dicho la verdad, no quería saber qué le había pasado, no después de ver que le resultaba tan fácil alejarse de ella. Ya había pasado por ello en dos ocasiones, tres, si contaba la noche en que fueron al cine, y no se veía capaz de sobrevivir a una cuarta. La primera vez, cuando Nicholas dejó de verla después de que ella se atreviera a besarlo le costó un poco superarlo, pero estuvo a punto de conseguirlo. La segunda fue cuando, después de estar con él en Londres, se limitó a llamarla un día y a decirle que lo mejor sería que se tomaran un tiempo. Esa vez fue sin duda la peor de todas; su padre había muerto y él no se lo había contado. «De hecho —pensó (_Tn)—, me necesitaba tan poco que ni siquiera quiso que estuviera a su lado.» Y el día que fueron al cine, el día en que ella le habría contado lo del embarazo, cuando Nicholas le hizo el amor y luego la dejó sin darle otra explicación que aquella tontería de que iba a estar mejor sin él.
Ahora estaba dispuesto a contárselo, genial, pero ahora ella no quería escucharlo. Tenía miedo de creerle, de darle otra oportunidad para que luego, en el futuro, volviera a desaparecer. Y no podía decirse que la noticia del embarazo le hubiera hecho especial ilusión. Casi se había desplomado, y por su rostro pasaron un montón de emociones, y ninguna buena.
Le dolían los pies, y, al desviar la vista hacia abajo, vio que todavía llevaba el vestido de boda y los zapatos de tacón. Con razón estaba tan cansada. Había sido un día muy emotivo, y el encuentro con Nicholas había sido demoledor. Se desnudó y se puso el pijama. No sabía qué hora era, pero tenía que descansar. Al día siguiente sería un gran día; empezaba el resto de su vida.
Nicholas se planteó varias posibilidades, que iban desde plantarse frente al piso de (_Tn) y echar la puerta abajo, hasta regresar a Londres y tratar de olvidarla. La segunda la descartó al instante, la primera iba adquiriendo fuerza por segundos. Necesitaba hablar con alguien; había estado a punto de decirle a una vecina que se había encontrado en la escalera que iba a ser padre. Se tiró de la corbata hasta aflojarla, cogió el móvil y llamó a Miriam Potts. Habría llamado a Kevin , pero no sabía si (_Tn) le había contado lo del embarazo a su familia y no quería meter la pata. Es decir, más de lo que ya la había metido.
—Nicholas —respondió la señora asustada—, ¿sucede algo, sabes qué hora es?
—(_Tn) está embarazada —soltó, y al decirlo en voz alta se le quebró la voz.
—¡Felicidades, cariño! —exclamó la mujer, feliz, perdonándole que le hubiera dado un susto de muerte al llamarla a las dos de la madrugada—. Seguro que estás muy contento.
—Lo estoy. —Y era verdad—. Pero también estoy muy asustado.
—Es normal, pero no tienes nada de que preocuparte, seguro que todo saldrá bien. Lo único que tienes que hacer es cuidar de (_Tn) y del bebé. Serás un padre fantástico.
—¿Cómo lo sabes? No puede decirse que haya tenido un gran ejemplo.
—Vamos, Nicholas , no digas tonterías.
—No me dirás ahora que te pones del lado de Harrison y Lillian —dijo él, incrédulo, a la defensiva.
—Por supuesto que no. Con lo listo que eres, a veces parece mentira que digas tales estupideces. —Su niñera lo riñó como cuando era pequeño—. Por supuesto que no me pongo del lado de Harrison y de Lillian, ellos no tienen nada que ver con esto.
—Son mis padres —insistió.
—Dime una cosa, Nicholas , ¿por qué me has llamado a mí y no a Lillian? —Él no respondió y siguió con el razonamiento—. ¿A quién tenías más ganas de contarle lo del bebé, a Joe o a Kevin ?
Nicholas sujetaba el móvil con tanta fuerza que tenía los nudillos blancos.
—La familia no es sólo cuestión de genética —prosiguió la mujer—. Serás un gran padre porque llevas años siendo un gran hermano. Si no me crees, pregúntaselo a Kevin y verás cómo él te dice lo mismo. Desde que le conociste, has estado a su lado; lo ayudaste cuando murió su padre, cuando se peleó con Ágata, y estoy convencida de que te dejarías matar para proteger a su hijita. Y serás un gran padre porque llevas un montón de años siendo un gran hijo, algo testarudo, si me lo permites, pero siempre he sabido que me querías y que cuidarías de mí pasara lo que pasase. Así que ahora pásame a (_Tn) para que pueda felicitarla —dijo Miriam también emocionada.
Ella siempre había considerado a Nicholas como a su hijo, y no iba a permitir que la sombra del matrimonio Jonas le impidiera disfrutar de la alegría de ser padre.
Nicholas tardó unos segundos en asimilar lo que Miriam le estaba diciendo. Tenía razón, como siempre. Ella se convirtió en su familia el día en que decidió luchar por él y ayudarlo a superar las trabas de la dislexia. Era más madre ella, que lo había consolado tras cada suspenso, que lo había animado cuando se daba por vencido, y que había celebrado con él todos sus éxitos, que Lillian, que se había limitado a presumir de él cuando podía, y a dejar de hacerlo cuando ya no pudo. Y esa familia había crecido cuando conoció a Kevin , y seguramente también con Zac , Amanda y Ian . Y, ahora, si conseguía convencer a (_Tn) de lo mucho que la amaba, y de que se había comportado como un cobarde, tenía la posibilidad de formar una nueva con ella, y con el bebé que estaban esperando.
—Nicholas , ¿sigues ahí? —preguntó Miriam—. Pásame a (_Tn).
—(_Tn) no está aquí —contestó avergonzado.
—¿Y dónde está? —Lo conocía tanto que había detectado su dolor en la respuesta.
—En su casa. Yo... nos peleamos. Después de lo de mi padre, creí que estaría mejor sin mí y la dejé —confesó, y al oírlo le pareció el razonamiento más absurdo que hubiera escuchado jamás.
—Bueno, ¿y a qué esperas para arreglarlo?
—No sé qué hacer.
—No me vengas con excusas, Nicholas . Un hombre que consiguió aprender a leer a base de fichas de colores es capaz de reconquistar a la mujer que ama. Piensa en algo, no estoy dispuesta a no conocer a mi nieta.
—Gracias, Miriam —dijo con sinceridad.
—De nada, cariño. Y ahora, acuéstate, mañana tienes mucho que hacer.
Se despertó a las seis de la madrugada y fue corriendo a su ordenador. Necesitaba mucho rato para escribir todo lo que tenía en la cabeza.
(_Tn) no abrió los ojos hasta las doce del mediodía, era domingo y, normalmente, ella y su hermana Selena desayunaban juntas en pijama y luego se iban a Arenys a comer con sus padres y el resto de sus hermanos. Pero dado que el día anterior había sido la boda de Ian y Emma, habían decidido cambiar de planes. Selena estaba durmiendo en un hotel, cerca del lugar donde se celebró la fiesta, el mismo en el que ella se habría quedado si no hubiera sucedido lo de Nicholas .
Seguro que toda su familia seguía durmiendo, pensó, mientras se preparaba un zumo; los llamaría más tarde y se reuniría con ellos para comer y contarles lo sucedido. Desayunó sola y, al terminar, decidió conectar el ordenador y ver si así se distraía un poco. Fue al programa de correo y se quedó helada. ¡Tendría cara, el muy cretino! En la bandeja de entrada había un correo de Nicholas y el título era: «No me leas si no quieres, pero no me borres. Por favor». (_Tn) tenía seleccionada la casilla de eliminar, pero no fue capaz de apretar, aunque tampoco lo leyó. Se quedó mirando la pantalla sin saber qué hacer, con el corazón y la cabeza hechos un lío. Por suerte, en aquel instante llamó su hermana Ágata y le dijo que todos la estaban esperando en el hotel. Sonrió y fue a vestirse.
Nicholas le escribió un correo electrónico cada semana. (_Tn) nunca los leía, pero siempre los guardaba en una carpeta. Los recibía los sábados por la mañana, alrededor de las diez, y si eran las once y el ordenador no parpadeaba, se ponía muy nerviosa. Llevaban así casi dos meses, siete semanas para ser exactos, y ninguno de los dos parecía estar dispuesto a dar un paso adelante y terminar su relación.
(_Tn) sabía que Nicholas había regresado a Inglaterra, y que seguía trabajando como arquitecto para el mismo despacho. Kevin se lo había contado, sin ni siquiera tratar de disfrazar los motivos por los que lo hacía. Por su parte, Nicholas sabía que (_Tn) estaba casi de cinco meses, y no porque se lo hubieran contado, sino porque él llamaba a Kevin semanalmente para sonsacarle información. Los dos amigos habían llegado a un acuerdo, más que nada para evitar que la integridad física de Kevin saliera perjudicada; el pobre, era el único que tenía un pie en cada bando, aunque Ágata, su mujer, tenía la teoría de que todos estaban del bando de los dos, pues, en el fondo, lo único que querían era que ambos fueran felices, juntos a poder ser.
El citado acuerdo consistía en que Nicholas sólo le preguntaba a su amigo por el tema del embarazo, y él a cambio le iba soltando a (_Tn) pequeñas dosis de información acerca de Nicholas . Éste quería asegurarse así de que ella, aunque fuera sólo muy de vez en cuando, pensara en él. Lo que peor llevaba Nicholas , aparte de echarla muchísimo de menos, era no poder compartir con ella lo del bebé.
Él hubiera preferido quedarse en Barcelona, pero después de hablar con Kevin y con Ian comprendió que (_Tn) necesitaba espacio, que necesitaba estar sola para aclararse las ideas y organizar su vida, y para recuperarse del dolor que él le había causado. Si se hubiera quedado, habría terminado por seguirla a todas partes hasta conseguir hablar con ella, y quizá entonces la perdería para siempre. Y Ian y Kevin tenían razón, (_Tn) le había aguantado muchas cosas, ya iba siendo hora de que él tuviera la misma paciencia. Lo único que tenía que hacer era ser constante y esperar, y confiar en que ella lo amara lo suficiente como para darle otra oportunidad. Esa última parte era la que le resultaba más difícil. Pero cada noche, cuando se iba a dormir y veía el vacío que había a su lado y en su corazón, se repetía que tenía que seguir luchando, que tarde o temprano (_Tn) lo escucharía... o lo llamaría para decirle que dejara de escribirle.
Selena entró en el apartamento, y, como cada día, fue recibida por la imagen de su hermana sentada en el sofá, con el portátil sobre el regazo y la mirada fija en la pantalla. Aquello no podía seguir así, no era bueno para ninguna de las partes implicadas, y, dado que al parecer tanto (_Tn) como Nicholas eran incapaces de dar un paso en ningún sentido, y ni Kevin ni Ian se atrevían a tomar cartas en el asunto, ella y Ágata habían decidido entrar en acción.
Ágata la había llamado aquella misma mañana para decirle que fuera a verla, que tenía que hablar con ella. Selena , que nunca había podido resistir un misterio, salió corriendo hacia casa de su hermana mayor. Esta le contó que a Kevin se le «habían escapado» varios comentarios acerca de lo abatido y desesperado que estaba Nicholas . Los justos para despertar su curiosidad:
—Cuando piqué y le pedí que desembuchara —le explicó Ágata con una taza de té en la mano—, mi queridísimo marido tardó menos de un segundo en empezar a cantar.
—¿Y? —Selena estaba en ascuas.
—Y ¡es tan romántico! —suspiró Ágata—. Resulta que Nicholas es disléxico...
—¡Disléxico, pero si es arquitecto! —la interrumpió Selena .
—No seas boba, una cosa no tiene nada que ver con la otra. Déjame continuar; Nicholas es disléxico y sus padres nunca lo apoyaron, es más, de pequeño lo trataron como si fuera idiota y llegaron incluso a esconderlo de las visitas.
—Vaya par de cretinos, realmente, hay gente que no se merece tener hijos —sentenció su hermana indignada.
—Pues va a peor. Gracias a la ayuda de su niñera, una señora que creo que se llama Miriam, Nicholas consiguió terminar la escuela, pero cuando quiso ir a la universidad su padre se negó a ayudarlo.
—¿Cuándo te has enterado de todo esto? —Era imposible que Ágata lo hubiera sabido y no se lo hubiera contado antes.
—Ayer por la noche. Nunca había sospechado que Nicholas fuera disléxico, pero la verdad es que ahora entiendo muchas cosas.
—¿Como cuáles?
—Como que nunca mirara las cartas de los restaurantes —le explicó—. Cuando vuelva a verlo, tendrá que darme explicaciones, ¡mira que pensar que sus amigos no íbamos a estar a su lado! En fin, deja que termine de contarte lo de (_Tn).
—Claro, sigue. —Selena bebió un sorbo de té y tardó varios segundos en darse cuenta de que no le había echado azúcar.
—Nicholas le pidió a su padre que le pagara la universidad, pero al parecer, el hombre volvió a negarse, así que Nicholas lo amenazó con provocar un escándalo si no le daba el dinero.
—¿En serio?
—No sé todos los detalles, pero el padre de Nicholas terminó por pagar y él perdió el contacto con su familia. Ni sus padres ni sus hermanos quisieron saber nada más de él.
—Vaya —dijo sorprendida Selena , en su familia nunca había sucedido nada tan dramático.
—Todavía no he terminado. —Su hermana levantó las cejas y entonces prosiguió—: Hace unos meses, el padre de Nicholas lo llamó para decirle que estaba enfermo de leucemia y exigirle, no te lo pierdas, exigirle que le donara médula ósea para ver si así se curaba.
—Es como un culebrón.
—Igual. —Ágata cogió en brazos a María, que había empezado a llorar; por lo visto, quería participar en la conversación—. Kevin me dijo que se le escaparon muchos detalles, y que había tardado semanas en sonsacarle toda esa información a Nicholas , pero la cuestión es que al final su padre murió y por eso Nicholas dejó a (_Tn). Según Kevin , el muy idiota llegó a la conclusión de que estaría mejor sin él.
—Cuando los hombres se ponen en plan víctima cometen auténticas estupideces.
—Ya, pues espera. ¿Te acuerdas de que (_Tn) nos dijo que Nicholas no había reaccionado del todo bien al saber lo del embarazo? —Selena asintió y Ágata continuó—: Le dijo a Kevin que se había quedado tan impresionado que había sido incapaz de reaccionar, y que cuando lo hizo (_Tn) ya se había ido.
—¿Y por qué no ha tratado de hacer las paces?
—Ahora viene lo más romántico: la llamó un montón de veces, pero ella no le cogió el teléfono, y también se plantó en su casa, pero ya conoces a (_Tn).
—No le abrió —acertó Selena .
—Entonces Nicholas decidió que le escribiría un e—mail cada semana y que en él le iría contando todo lo que había sucedido antes de conocerla, con la esperanza de que así (_Tn) llegara a comprender que el error tan grande que había cometido era en realidad fruto de sus miedos. Y también le está contando todo lo que está haciendo para prepararse para la llegada del bebé.
—¡OOOOHHHH!
—Lo sé, a mí me pasó igual.
Las dos hermanas sonrieron como bobas durante unos segundos.
—Un momento —dijo Selena —. Nicholas y (_Tn) todavía no han hecho las paces. De hecho, (_Tn) se niega a hablar de él y se pasa todo el día pegada al ordenador.
—Pues no será para leer sus e—mails. Según Kevin , Nicholas está convencido de que (_Tn) los ha borrado o, si los conserva, no los ha leído o no la han hecho cambiar de opinión.
Selena golpeó la mesa de la cocina con los dedos.
—Tenemos que hacer algo —dijo de repente.
—Esperaba que dijeras eso —respondió Ágata.
Al final, ambas hermanas decidieron que lo mejor sería ser directas, así que Selena fue al piso que compartía con (_Tn) dispuesta a interrogar, pero jamás habría creído que su hermana fuera a ponérselo tan fácil. El hecho de pillarla allí, con la mirada clavada en el ordenador, le dio la excusa perfecta:
—¿Se puede saber por qué no has leído los e—mails de Nicholas ?
ElitzJb
Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
aiiiiiiiii
nonononononono por que la dejas asi por favor !!!
estoy que muero por dentro...
nick... a pesar de ser un idiota.. se pasa de tiernoo.. me mata lo que esta haciendo...
la quiero matar a la rayis por no leer sus e-mails.... no me imagino lo que debn decir...
aii dios.... please tienes que seguirla... aunque sea un capi mas !!!
siiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
nonononononono por que la dejas asi por favor !!!
estoy que muero por dentro...
nick... a pesar de ser un idiota.. se pasa de tiernoo.. me mata lo que esta haciendo...
la quiero matar a la rayis por no leer sus e-mails.... no me imagino lo que debn decir...
aii dios.... please tienes que seguirla... aunque sea un capi mas !!!
siiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Ciin :)
Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
awww Nicholas que romantico!!
Ya rayiz perdonalo!!
siguela!
Ya rayiz perdonalo!!
siguela!
aranzhitha
Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
AAAAAAHHHH SON TERCOS LOS DOOOSS!!!
PERO LAS HERMANAS LO ARREGLARAN!!!!!
AAAAAAAAAHHHHH
SIIIGUEEE PORFIISS
PERO LAS HERMANAS LO ARREGLARAN!!!!!
AAAAAAAAAHHHHH
SIIIGUEEE PORFIISS
chelis
Re: Dulce Locura Nicholas y (__Tn) (TERMINADA)
Siguela please, espero que la rayis lea los emails, y deje de ser tan orgullosa y Nick trata de no ser tan idiota y confia en ti...
Pidgejonas
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