"Pide un deseo" (Nick)

Rachel salió corriendo por la puerta al escuchar las palabras más duras de su corta vida de trece años. Sus padres habían estado hablando sobre mudarse y no era lo que ella había planeado desde que conoció a Nick hace cinco años. Desde que ella se había dado cuenta de lo que sentía, no se separaba ni un momento de él.
Llego al jardín de rosas de sus padres y se sentó en la punta de la fuente. Prefería mil veces a Nick y quedarse en una pequeña choza, antes que esta gran casa con extremados lujos. Sus padres no tenían malas intenciones cuando le daban a Rachel todos los gustos, pero ella no necesitaba de todas esas cosas para saber que sus padres la amaban. Es más, prefería las caricias—las cuales demuestran mucho más—a todas estas baratijas.
Enterró su rostro en ambas manos y descargó sus angustias en ellas. Si ella se separaba de Nick, no había cosa que ella aceptaría por parte de sus padres, ni siquiera un te quiero. No se lo creería.
— ¿Cuándo habré yo de saber cómo explicarte que llorar no es ninguna solución para nada?—dijo Nick al escuchar el llanto de su amiga. Le puso los brazos sobre sus hombros y le preguntó después de soltar un suspiro—: ¿Qué sucede?
— Me voy a mudar—volvió a llorar sobre sus manos y Nick le miró asombrado, totalmente pálido.
— ¿Qué?—quitó sus brazos de los hombros de ella, parándose repentinamente y ella lo miró con los ojos aguados—, ¿te vas?—caminó hacia ella con los puños apretados, al igual que los dientes; la tomó por los hombros y mirándola a los ojos, le dijo—: ¿es enserio? –ella asintió y trató de abrazarlo pero el enojado se apartó y la miró con desprecio—. Siempre supe que la gente de “tu sociedad aparte” no era buena. Siempre te usan o te hacen sentir que eres importante, luego te abandonan y dejan a tu fortuna. Pensé que eras la excepción a todos ellos—apuntó a la casa de sus padres y continúo—: pero eres igual a todos los demás ricachones—la miró despectivamente mientras hablaba entre dientes.
— No es así—afirmó Rachel con las lágrimas saliéndole más fuerte y la desesperación rebosando por su boca—: Nicholas, te quiero. —el rió irónico y le dio la espalda, ignorándola por completo y yéndose por los hermosos arbustos cortados como paredes altas a la perfección.
La amistad entre Rachel y Nicholas, no era una amistad de niños. Era lo que uno de verdad podría llamar mejores amigos. Desde el momento en que se conocieron en el cumpleaños de Stephen, el padre de Rachel, habían tenido una gran conexión.
A Nick le había agradado esa niña rica desinteresada, que le había dado comida en la fiesta –a la cual el entró de colado para conseguir un poco de esta—, a quien no le importaba ser como era ella misma en frente a todos y hablaba con él como si fuera que la reputación de su familia, no pudiera estar en juego porque ella le hable. Por las razones por las que Nick se sintió feliz con Rachel, prometió que cuidaría muy bien de la reputación de la familia de la niña, al igual que a ella.
Y nunca nadie se enteró de aquellas visitas a la noche o en el día. Cuando los padres de Rachel se peleaban y ella sufría más que los dos padres peleados. Nadie se enteró de cuando los niños en el colegio la trataban mal y Nick la consolaba. NADIE nunca se enteró de la amistad de ellos dos.
Rachel a los once años, a pesar de su edad, había figurado su gran amor hacia el niño castaño. Pero ese ya no era un niño, era un adolescente, y era tres años mayor que ella. Fue cuando sintió celos de las chicas que fijaban ojos en Nicholas, que se dio cuenta de sus sentimientos. Pero era inútil, él nunca la vería de esa forma.
Rachel salió corriendo tras Nick y lo encontró con una chica afuera de la casa, el se montó en su motocicleta y Katherine subió atrás de él. Ella lo rodeó con los brazos y provocativamente le besó el cuello. Rachel empezó a insultar a la novia de Nick en su mente y caminó hacia ellos con los puños apretados, pero para el momento en que había llegado a la altura de ellos, Nick bufó, luego dijo un <<adiós>>, arrancó la moto y se fue.
Ella miró como él se iba y lamentó lo mucho que la adolescencia lo había cambiado. Probablemente la adolescencia no fue lo que más lo cambio, probablemente fue Kate la que lo cambio. Kate, su actual novia y anterior “amor imposible”, también una de las más hermosas chicas que había visto. Kate era rebelde y entonces Nick dedujo que él debía ser así para que ella le echara un ojo y ¿adivinen qué? ¡Funciono! El corazón de Rachel lo había roto en pedacitos.