Єℓ Seсяеtо đе ℓa Амaηtе - HarryStyles&Tú~TERMINADA~

El vínculo entre Leo y Harry había sido instantáneo. Instintivo. No hubo ni timidez ni reticencias. Leo había incorporado inmediatamente a Harry a su vida, y Harry no se había resistido.
Mientras los observaba congeniar tan rápido, su corazón se había aplastado y había reconocido una verdad, una verdad que la aliviaba, que le decía que no podía ser de otra manera. Leo necesitaba a Harry, lo merecía.
Y supo, con abrumadora fatalidad, que había un secreto más que tendría que decirle.
Costara lo que costara.
Rezó para tener fuerzas. Fuerza para soportar el amor que aún sentía por Harry Styles, que sentiría hasta el final de sus días, un hombre que no la amaba. Que nunca lo haría. Que nunca lo podría hacer.
Pero sí amar a Leo.

______ se quedó mirando las perlas en el estuche de terciopelo mientras se sentaba en el amplio asiento de cuero del jet ejecutivo que volaba hacia Atenas.
-Permíteme ponértelo -La voz de Harry sonaba ronca.
-N… no, no hay necesidad. Son exquisitas, lo puedo ver -Su voz sonó tensa.
-¿Qué pasa, _____? Te encantaba que te regalara joyas -
La sensualidad en su voz se había esfumado. Sólo había nitidez ahora. Y cuestionamiento.
Ella levantó la cabeza para mirarlo.
-Quizás la madurez me ha hecho superar mi codicia finalmente -respondió ella.
La miró calmadamente -Y quizás -replicó él lentamente -nunca fuiste tan codiciosa como yo pensaba. Quizás nunca me di cuenta de las privaciones que tenía la vida que llevabas. Nunca me di cuenta… -su expresión cambió, -de cuán irreal debió parecerte mi fortuna -
-Era como un niño en una tienda de caramelos -dijo ella, apartando sus ojos de los de él, mirando las nubes tenues del cielo, recordando, -recibiendo los dulces más fabulosos de la tienda de manos del mismísimo Príncipe Encantado. No, no fue mi intención ser codiciosa... pero lo fui. Tomé todas las cosas que me dabas y me deleité en ellas -
Tragó saliva con un nudo en la garganta y se volvió para mirarlo a los ojos -Pero nunca más quiero serlo. Así que por favor... por favor no me regales joyas. Sólo soy tu mujer por el amor de Leo, lo sé. Yo... no quiero, no sé, Harry. Es una lección que aprendí hace tiempo -
Sintió que la emoción la embargaba y se levantó.
-Yo…, voy a ver a Leo, para asegurarme de que esté bien -
Ella corrió a la cabina dormitorio, en la parte trasera del avión, donde un exhausto Leo dormía después de la emocionante boda entre su madre y su estupendo tío Harry. La garganta de _____ estaba apretada.
Tengo que decirle, pensó. Tengo que hablarle de Leo. La verdad...
Lo haría tan pronto como la dura prueba de conocer a los padres de Harry acabara.