La novia de mi mejor amigo (One Direction y Silly Gum)

por **FifteenGirlfriends** Dom 13 Oct 2013, 10:32 am

INTRODUCCIÓN

“Nunca sabes lo que puede pasar” dijo un anónimo con toda la razón del mundo.

Y es cierto.

El ejemplo que os voy a cuestionar es el de dos amigas con una amistad increíblemente grande y fuerte.

Y es que eran dos polos opuestos, uno era blanco y otro negro, uno era si y otro era no, totalmente diferentes una de la otra.

Una de ellas era Dakota.

Hija de el nuevo romance de Hollywood, sus padres Justin Timberlake y Miranda Kerr.

También se relaciona con otras celebridades de el mundo de la música, como su mejor amigo Louis Tomlinson, el integrante de la famosa boyband One Direction.

Sufre de alergia y asma, pero eso no la ha parado para llegar hasta la cima. Trabajando de bailarina para muchos famosos, los que mas destacan son la misma boyband, Little Mix, Cher Lloyd y Justin Bieber.

Y no está sola en su casa, su competencia tanto joven como mayor son sus dos hermanos varones. Larry con veintidós años, ya dicen que el demonio sabe mas por viejo que por diablo,y Billy con diez, pero no dudo de que llegará lejos en la vida.

Por ahora solo se sabe que Larry ha formado un grupo siendo él el bajista.

La otra entrañable chica era Juliette (Julie) Downey:

Juliette, o Julie como le gusta que la llamen. Una chica sarcástica y divertida había hecho amistad con Harry Styles, el solista de la boyband One Direction. Es y será una amistad fuerte ya que se conocen desde los tres años , y aún siguen cuidando día a día su amistad.

Julie es hija de Robert Dawney Jr y Gwyneth Paltrou, la entrañable pareja de Iron man. Pero desgraciadamente, fuera de la ficción es un matrimonio roto, aún así Juliette tiene el apoyo de sus hermanos. Kristen, de veintitrés años, la hermana mayor, la reina de la casa, es estudiante universitaria de psicología. Además de la reina de la casa, había el principito del hogar,Daniel de cinco años, el pequeño se dedica a disfrutar de su tierna infancia. Su único trabajo es jugar y crecer con salud.

Juliette padece asma desde pequeñita.

Julie es cantante, exactamente telonera de One Direction, fue Harry quién metió a la chica en el mundillo de la música. Un mundillo entrañable y maravilloso.

Y así eran ellas.

No eran nada sencillas, mas bien eran únicas y destacables en lo mejor que sabían hacer.

por **FifteenGirlfriends** Dom 13 Oct 2013, 10:34 am

Capítulo 1. El destino decidió unirnos.

(Narrador omnisciente)

Era una tarde de otoño, las hojas marrones caían a paso lento, caían con suma delicadeza rozando el frio suelo.

En Londres, donde hacía demasiado frio como para estar fuera, dos amigos,compañeros de profesión, Harry y Louis, charlaban sobre su vida al lado del fuego de la chimenea de la casa del rizado, en Holmes Chapel.

-Mañana va a venir a ensayar nuestra telonera -sacaba un tema Harry, al que bebía chocolate caliente con nubes grandes y esponjosas-

-¿Y quién es esta vez? -preguntó cansado el castaño, el que pensaba que ese tema no era del todo importante-

-Mi mejor amiga, ya te hablé de ella. -miraba a su compañero mientras explicaba sobre la chica que había compartido su vida desde los tres años. El castaño explotó con una mueca de ignorancia mezclada con confusión. En definitiva, no sabia quien era la gran mencionada telonera.- Julie.

-Ah, claro. Ya se quien es, la chica del pepino -todos en el grupo que rodeaba a esos dos mejores amigos sabían la historia-

La historia empezaba en la casa de la chica de ojos verdes, donde el rizos apostó a su compañera que no sería capaz de meterse un pepino dentro de su boca.

Si lo hizo, y bien, lo que no sabía Harry, es que Julie era muy astuta.

Ella había cortado ese fruto en dos partes horizontalmente lo que hacia que fuera mejor en su boca.

-También vendrá Dakota -dijo Louis cogiendo una nube y se la puso en su boca-

-¿Y es...? -dijo Harry incitando a Tommilson a terminar la frase-

-Mi mejor amiga -no le había dado ninguna pista, el chico era de poca memoria y le hacían memorizar miles de cosas al día, ¿Como iba a acordarse?- La bailarina, -era increíble, seguía igual de perdido- La chica pez

-Ya se quien es. ¿Es guapa?

-Es mi mejor amiga, con eso te vale de aviso, enano.

La chica pez. La única que usaba la estrategia de poner cara de pez cada vez que alguien se sentía mal, también la ponía cuando no. Así era ella, cautivadora.

Cada vez que habría ese piquito de oro, Louis se preguntaba porque aún seguía soltera, si es que con cada palabra, con cada frase, enamoraba.

-¿Sabes...? -decía misteriosamente Styles- Podríamos presentarlas, se llevarían genial. -el castaño no podía estar mas confundido. ¿Presentarlas?- Imagínate, la chica pez y la chica pepino atacan de nuevo.

-Suena como un cómic -decía riendo el zanahorio- Pero apoyo tu idea. Buena idea, es una de tus mejores.

Mañana por la mañana, las dos chicas pertenecientes a cada uno, como mejores amigos, se darían cara por fin.

Los nervios se solidificaban en el ambiente, casi se podían masticar solo con abrir la boca.

…¿Como se llevarían? ¿Harían su grupo de amigos cómo tanto deseaban?...

por **FifteenGirlfriends** Dom 13 Oct 2013, 12:23 pm

Capítulo 2. Pelea de gatas

(Narrador omnisciente)

Dakota se despertó a las ocho para a las nueve estar allí para empezar con el ensayo. Ella sabía que siendo una bailarina, fallar era una tontería, ya que era una secundaria en un escenario lleno de principales e importantes, pero no pensaba hacer tarde, eso no iba con ella.

Se vistió, desayuno, y aun le quedó tiempo para dejar su habitación reluciente para cualquier cosa que podría pasar.

Llego temprano, a las ocho y media, pero mejor si llegaba antes. Allí le esperaba con una sonrisa de oreja a oreja su amigo del alma, Louis.

En cambio, Juliette se despertó tarde, a las nueve menos cuarto. Sabia que si llegaba tarde el primer día no daría buena repetición, así que se levanto de la cama con impulso para ir corriendo vistiéndose y comiendo por el camino.

Dejo su habitación hecha un desastre, pero eso no era lo importante, en ese momento.

Llegó y vió a Harry al lado de la puerta del auditorio donde darían el concierto.

Llegando hacia el escenario, Harry la regaño.

Era extraño verlo así, sabiendo que el era igual de irresponsable que ella.

Subieron a el y vieron a las bailarinas bailando la canción de “Magic” junto a los chicos los cuales bailaban.

Zayn lo intentaba, pero no se quedaba atrás ya que tenia tantas bailarinas coqueteando con él, que le iba bastante bien.

Tras ensayar, detrás del escenario, Dakota bebía un poco de agua recuperando líquido. Julie, en cambio, comía unas galletas, que ofrecía el catering.

-Juls, -la llamaba el regañón- Quiero presentarte una amiga.

-¿Una amiga? -decía con toda la boca llena- Espera, ¿Una amiga que en realidad quieres o una amiga a secas?

-En realidad, no es mi amiga pero no lo deja de ser -la castaña lo escuchaba entre bocados- Es amiga del chico que tanto te hablo, mi mejor amigo

-¿Amiga de Niall? -el negó- ¿De Zayn? -repitió su acción- ¿De Liam? - copio su gesto de antes - ¿De Louis?

-Exacto, creemos que tenéis mucho en común, así que os queremos presentar -decía mientras se dirigían hacia Louis que estaba de espaldas ocultando a la pelirroja.

Julie se acerco a los amigos de el chico que lo acompañaba.

En el primero que se fijó fue Louis.

¿Y como no fijarse?

Era castaño de ojos soñadores y cuerpo firme, estructurado y atractivo.

Intentando quitar su vista de el supuesto ángel que pasaba por sus ojos, se fijo en una pelirroja detrás el.

Pelirroja con ojos azules y encima era una de las bailarinas. Le parecía también muy guapa.

Se sintió un tanto inferior. Los que la rodeaban, los dos chicos y la chica, eran perfectos guapísimos y altos.

Mientras que ella era bajita y común. Lo único que la distinguía de los demás eran sus mejillas sonrosadas, sus pestañas largas y su nariz levemente achatada.

<> pensó ella, si es que si parecía una niña.

Si es que se podía hacer pasar por una de diecisiete, lo que no sabía es que eso era lo que lo hacia tierna.

-Julie, esta es Dakota -dijo el solista principal-

-Dakota, esta es Julie -añadió el otro solista-

Se miraron a los ojos, Dakota iba segura, confiaba en si misma, pero no notó lo mismo en la mirada de la chica que tenía delante.

Sus ojos pasaron de la inseguridad a la alegría comentando una frase, que no le hizo ni la mas mínima gracia a la ojiazul:

-¿Dakota? ¿No es nombre de perro? -Se sentía insegura y se intentó asegurar con el sarcasmo y la ironía, como usaba últimamente.-

La ojiazul se intentó contener. Miró a Louis, el que solo hizo una sonrisa que en el idioma de signos del chico significaba un lo siento en toda regla, miró a Harry y volvió la mirada a la ojiverde.

-¿No eres un tanto pequeña como para ser la telonera de veinteañeros? - ahora iba a contraatacar, iba a haber guerra-

-Tengo diecinueve -señaló al rizado- Igual que Harry, soy suficientemente mayor como para ser su telonera.

-Pues tu cuerpo aún no se ha enterado, tienes cara de niña y eres tan baja como una de diecisiete -pensó rápido, ¿Que decir?, era mayor que ella. Así seria ella la pequeña-

-Prefiero ser esto que ser -se acercaba peligrosamente a la chica de pelo ardiente pero Harry con su brazo la hizo atrás de nuevo mientras hablaba- una idiota creída como tú, y que sepas que no me sacas una cabeza, solo me sacas menos de un palmo.

Los ojos de cada una echaba chispas.

Los amigos se miraron y cogieron a su particular amiga para llevársela a otra parte.

Esto no podía salir peor.

Bueno, siempre se podían pegar, podían llegar a las manos y terminar en la pequeña enfermería que había aparcado al lado del auditorio.

por **FifteenGirlfriends** Dom 13 Oct 2013, 12:25 pm

Capítulo 3. Amor en el estudio

(Narra Julie)

Hoy, martes por la mañana, Julie no podía estar mas molesta con la tonta de la amiga de su chico perfecto.

Estaba en único lugar donde sabía que podía estar tranquila y calmada.

Ese sitio estaba lleno de música por todas partes, lo que la calmaba y la relajaba tanto. Estaba en el estudio.

Practicaba con el piano, intentaba tocar “Lovefool” de The cardigans. Esa canción siempre definió la vida amorosa de la castaña. Su primer verso definía claramente que ella siempre elegía al chico que casi no la amaba, el chico que no la merecía.

Pero algo pasaba, el tercer verso le quedaba mal. Muchísimos intentos después, rendida, puso sus manos entre sus piernas mirando el piano fijamente.

<<¿Por que no le salía?>> pensaba. Si es que siempre le había salido, ¿Por que ahora no?

Suspiró.

La puerta del estudio se abrió dejando pasar a la persona mas inesperada en ese momento. Louis.

Julie volvió a probar y cerca del tercer verso falló una nota.

Suspiró por segunda vez.

Louis la miraba. Miraba como después de tres intentos, sin saber de su presencia, fallaba la misma nota en la misma canción.

Todos sabían que era como un bolo de crema. Parecía muy fuerte pero era mas dulce de lo que parecía.

Gracias a esa personalidad, se acercó a ella sin hacer ruido.

-Hola -dijo asustandola. Dio un pequeño saltito encima de su taburete-

-¡Me has asustado! -giró su cabeza para ver quien era el que osaba en entrometerse y lo vió- Hola -dijo suave y dulcemente-

La observo con curiosidad, su cambio de actitud lo fascinó, como por que era el se había puesto tan mimosa.

-¿Por que fallas? -dijo sin rodeos-

-No...no lo se -dijo mirando fracasadamente el piano- siempre lo hacía bien

-A ver -cogió las partituras de la canción que descansaban en el caballete encima del piano. La miro y las leyó y releyó- Prueba otra vez

Ella empezó su melodía, era suave y sonaba fascinantemente bien y cuando llegaba a esta parte maldita, Louis puso su mano en una de las teclas para que cuando ella tocara se oyera bien.

Así fue, ella siguió la canción hasta el final y lo hizo de cine.

Julie miro a Louis con ojos repletos de euforia. ¡Por fin lo había logrado!

Él sonrió y ella inconscientemente se la devolvió.

Se sentía tan bien por haber ayudado a esa chica tan...¿Única?

Ni él mismo lo sabía que era, solo sabía que le encantaba cada cosa que hacía o que tenía, como su ojos verdes que incitaban a la hipnosis o sus labios, que no eran gruesos como los de Dakota, eran mas bien medianos, tampoco los tenía finos, pero esas puertas hacia su boca estaban gritando que unieran sus dos bocas.

<<¡Resiste!>> decía su voz interna, pero si fuera por su cuerpo ya se habría tirado hacia ella.

Ante la presión en su garganta y la colapsación de palabras en su cuello, decidió que se despediría simpáticamente de ella excusándose por cualquier cosa, él solo había venido a coger la guitarra de Niall y ahora se encontraba a punto de besar a la mejor amiga de su mejor amigo, casi hermano. Lo hizo.

¿Pero que era eso? ¿Insatisfacción? Si, si lo era. Estaba tan insatisfecho por no haberla besado hasta que su aliento solo se convirtiera en vaho. Pero no. No lo iba a hacer.

Con la guitarra del rubio en su mano, la apretó y camino, casi corriendo por ese pasillo que llevaba a la salida del estudio, donde había el bus-tour.

Toda la mañana, y por la tarde, y por la noche, le rondaba esa canción. La ponía en youtube, la tatareaba, la cantaba, etc.

<< Y pensar que esa chica es la mejor amiga de Harry, que seguramente habrá compartido momentos con él: sus desnudos, sus tonterías sin sentido alguno, su afición a los gatos y sus numerosas perversiones>> se puso a pensar el castaño, para nada pensaba que se parecían.

Bueno, los dos eran castaños con ojos verdes, pero no indicaba nada. ¿No? Por supuesto que no, ella era dulce, fina como de porcelana y entregada a su trabajo.

Al contrario de su amigo, era un guarro, no pensaba nunca lo que iba a decir, nunca, y cuando quería era entregado.

por **FifteenGirlfriends** Dom 13 Oct 2013, 12:26 pm

Capítulo 4: ¿Qué rayos está pasando?

(Narra Dakota)

Habían pasado unos dos días desde el fatídico acontecimiento. Tengo a esa chica bajita dentro de mi cabeza día y noche, no la podía sacar de mi mente. Era extraño. A simple vista parece una chica agradable, sus mejillas sonrosadas y sus largas pestañas hacían parecer a cualquier eser vivo insignificante. Julie era agradable a la vista, solo verla te podías imaginar vivir un montón de aventuras a su lado. Cuando Louis me dijo que me presentaría a una chica, la mejor amiga de Harry, me emocioné muchísimo, tenía ganas de tener una mejor amiga, ya que actualmente tenía y tengo un mejor amigo. Tal era mi emoción que llegué al lugar del encuentro media hora antes. El corazón me latía a mil, quería conocer de una vez por todas a la misteriosa Juliette, Julie para los amigos. Al fin llegó el momento. Un chico con los ojos verdes y cabello rizado castaño iba delante de Julie. Debo confesar que no podía quitar la vista de ese chico maravilloso, solo con mirarlo me daba la impresión de que me derretía a sus pies. Parecía que Cupido me había disparado con una flecha para que me enamorara perdidamente de esa fantástico chico. Suspiré. Desvié la mirada del chico del cabello rizado y la fijé en Julie, me quedé en blanco, no sabía que decir. Tenía una chica con cara de niña delante de mí, en cierta forma era atractiva, pero la muy zopenca lo estropeó todo diciendo que Dakota era nombre de perro. La sangre me empezó a hervir, ni siquiera había hablado y ella ya me ultrajó, me faltó al respecto y eso me dolió. Puede que me exaltara demasiado por ese simple comentario, pero cuando iba a primaria sufrí acoso y mis hostigadores usaban la misma ofensa para hacerme daño. Así que me trajo muy malos recuerdos, pero he crecido y he aprendido a contenerme. En ese momento en que ella me atacó verbalmente me intenté reprimir, pero no pude así que también la agredí oralmente. Louis tuvo que frenarme y tranquilizarme. Pasé mucha vergüenza, ya que soy lo que se dice una “niña responsable” y nunca me había metido en un berenjenal como ese. Cogí mis cosas y salí como una bala por la puerta principal del auditorio. Louis me seguía de cerca.

-Dakota, espera, lo siento mucho.

-Ya puedes sentirlo, ya, Tomlinson. No me vuelvas a hablar de esa bruja nunca más.

-Pero yo que sabía que iba a salir tan mal- me recriminó mi mejor amigo.

-Podrías haberte informado como era esa ignorante.

Louis se quedó sin palabras, creo que nunca me había visto tan enfadada. Cogí un taxi y me fui directa a casa, quería llegar a mi vivienda y desconectar un poco. Bajé del vehículo y entré en mi casa. Mi madre estaba jugando con mi hermanito Billy, mi padre ensayando unos pasos de baile y Larry permanecía en su habitación tocando el bajo. Subí a mi cuarto a toda pastilla, cerré la puerta y me desplomé sobre mi lecho. Estaba pensando en las palabras de Louis a la salida del auditorio, me había pasado con él, también cavilaba con Julie, solo con pensar en ella la sangre me burbujeaba. Con tantas emociones me dormí casi en el acto, esa noche soñé con Harry, no me acuerdo muy bien lo que ocurría en el sueño, solo se que estábamos muy felices.

Al día siguiente me pasé toda la mañana ensayando unos pasos de baile para el próximo concierto de One Direction. Por la tarde salí con toda mi familia al parque de atracciones, fue un día esplendido. Llegó la noche. Cené y me duché. Antes de dormir leí un poco, pero alguien llamó a mi teléfono móvil. Lo cogí, era Louis.

-Hola, Dakota.

-Hola, Louis, oye siento lo que te dije a la salida del auditorio.

-No, tranquila.

la voz de Louis era extraña, parecía que me ocultaba algo y, además él nunca había sido tan soso por teléfono.

-Oye, ¿te ocurre algo?- le pregunté intrigada.

-No, nada. ¿te acuerdas de Julie?¿qué pasaría si te dijera que es buena chica y que vale la pena?

-Te dije que no quería saber nada de esa arpía, y ¿por qué me lo preguntas?¿te has visto con ella?

Louis tardó un poco en contestar

-Eeeeehhhh, no

-No me mientas Louis.

-Tranquila Dakota, todo está bien. Buenas noches- Louis colgó.

Era muy extraño, Louis nunca se a comportado así, me ocultaba algo relacionado con “la tapón” (le he puesto ese mote a causa de su baja estatura), pero no quería arriesgarme a sacar conclusiones precipitadas. Pero algo pasaba y estaba dispuesta a descubrirlo.

por **FifteenGirlfriends** Dom 13 Oct 2013, 12:30 pm

Capítulo 5: Un regalo del destino

(Narra Dakota)

Estaba muy enojada con Louis, me ocultaba algo y él nunca lo había hecho, también estaba molesta con “la tapón” cada vez que veía su rostro en mi mente me ponía de mala uva, además no me podía sacar al bellísimo Harry de mi pensamiento, era demasiado guapo para mí, así que ya me “auto-preparé” para tener una negativa de él. Bajé al piso de abajo para desayunar. Mis dos hermanos salvajes estaban en plena lucha de comida, mi madre perdía los nervios detrás de ellos y mi padre les iba amenazando para que parasen. A veces me cuestiono si somos familia. Me hice una tostada y me senté al lado de mi padre.

-¿Cómo has dormido?- me preguntó mi progenitor mientras intentaba poner orden en esa catastrófica cocina.

-Bien- respondí a secas.

Mi madre al fin puso orden y se sentó con los demás a desayunar.

-Dakota, hoy tengo una sesión de fotos, tu padre tiene ensayo con Madonna, Larry ha quedado con el grupo y Billy se va a casa de Fynn.-dijo mi madre sin apartar la vista de su tostada de mermelada.

-¿Y?

-He pensado que podrías visitar el mercadillo de segunda mano que han montado en la esquina.

-Y,¿por qué tendría que ir? O ¿es que quieres que vaya para comprarte algo a ti?- dije yo muy segura.

-Eh... Vale, me has descubierto, quiero que me compres un collar azul que vi el otro día...

-Vale- dije rechistando e interrumpiendo a mi madre para así evitar que se pusiera a hablar del dichoso collar. Mi madre se puso muy contenta cuando accedí ir a comprar su joya.

Mi familia se fue a sus respectivos destinos dejándome sola en casa, me daba mucha pereza ir al dichoso mercadillo de las narices solo por un collar de segunda mano. Me vestí con lo primero que vi, no me arreglé demasiado. Cogí el dinero de mi madre y me fui andando a paso lento mientras escuchaba “I love it” de Icona Pop. Desgraciadamente llegué al estúpido y asqueroso mercadillo. Empecé a buscar el puesto de collares, pero no lo encontraba. Comencé a ponerme de malhumor, daba vueltas por todo el mercadillo sin hallar el puesto de collares, iba tan distraída y tan furiosa que me choqué contra alguien. Me hizo daño, creo que me di con la cremallera de la chaqueta.

- ¡Au! ¡Mira por donde vas, idiota!- exclamé mientras me palpaba mi dolorida nariz.

-Lo siento, Dakota- dijo una voz muy dulce.

Me quedé helada, ¿cómo esa persona sabía mi nombre? Alcé la vista y casi me da algo.

-¡Oh! Harry no sabía que eras tú, es que voy muy agobiada y...

-Tranquila, deja que te mire esa nariz- me interrumpió con toda la delicadeza del mundo, me puso un pañuelo húmedo encima de mi hocico. ¿Cómo ese chico podía ser amigo de esa chica tan vulgar llamada Julie?

-Eh... gracias.

-De nada, mujer.

Harry me mantuvo la mirada, casi podía ver mi reflejo en sus ojos verdes y él podía ver su reflejo en mis ojos azules. Empezó ha acariciarme la cara. La piel se me puso de gallina. Podía notar como su aliento me tocaba la cara, el rizado se iba acercando poco a poco a mi rostro. Me estaba poniendo nerviosa, nunca había tenido un chico tan cerca de mi y dispuesto a hacer lo que Harry pretendía. Dejé de mirarle los ojos, aparté la cara de sus suaves manos y solté un simple “lo siento” con un nudo en la garganta, me fui corriendo, había sido cobarde, muy cobarde, me odiaba a mi misma.

Mientras huía del que hubiera sido mi maravilloso beso de Harry, oía la voz del rizado muy lejos de mi, casi como un susurro.

-Dakota, ¡¿dónde estás?! Perdona si te he incomodado- su voz se iba debilitando, sus palabras salían ahogadas de su dulce garganta. Ese chico no se merecía eso, y yo, la pelirroja miedosa, escondida en un callejón sin salida, dejando sufrir a ese muchacho. Era idiota, me asqueaba a mi misma.

El joven me iba buscando a cada rincón del mercadillo, hasta que dio con la calleja sin salida donde me ocultaba. Entró a paso lento, sin hacer ruido, muy sigilosamente se puso a mi lado.

-Lo siento- dijo con un tono de culpabilidad.

-No, tranquilo, he sido yo, no estoy acostumbrada a que un chico se interese por mi y mucho menos que quiera probar mis labios.

-¿Cómo puede ser? ¡si eres preciosa!- el rizado dijo estas palabras con una gran sonrisa en la cara.- Pues mira por donde a mi me gustas, me encantas y te quiero para mi y me da igual lo que diga Louis de esto, ya que me dejó muy claro que no me acercara a ti.

Poco a poco se volvía a acercar a mis labios. Le puse las manos detrás de la nuca y él las suyas en mi cintura. Pegó los labios en los míos, era maravilloso, Harry hacía fuerza en mi cintura provocando que cada vez estuviera más cerca de su cuerpo. Yo por mi parte, cada vez tenía los brazos más relajados. No podía creer que estuviera besando al chico de One Directon más deseado por las fans, a pesar de que todos los componentes a su manera son lindos. Lentamente desprendimos nuestros labios, nos miramos a los ojos y soltamos una risita tonta.

-Ya nos veremos- dijo Harry muy feliz, acto seguido me dio una tarjetita con su número de teléfono- Recuerda, ni una palabra a Tomlinson, que si no me mata.- Me guiñó su ojo derecho y se fue, cuando llegó al final del callejón se giró y me gritó:

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Llámame!!!!!!!!!!

No podía estar más feliz, era como si dos ángeles se hubieran puesto delante de mi y me hubieran dado un regalo. Me olvidé completamente del dichoso collar de mi madre y me fui a mi casa, en esos momentos todo me daba igual, Harry mi chico perfecto me había besado y dado su número de teléfono, todo era de color rosa. Llegué a mi casa, parecía que iba drogada de lo feliz que estaba.

-Dakota, ¿me has comprado el collar?- dijo mi madre con un tono impaciente.

-No.

-Pero bueno, si te mando algo es para que lo hagas...- En mi mente las palabras de mi madre carecían de sentido, no la estaba escuchando, pasaba de ella, solo podía pensar en Harry- ¿Me has entendido?- concluyó así mi madre su discurso.

-Sí

Subí a mi habitación y me desplomé en el suelo, no podía ser más dichosa, el destino me había obsequiado con un regalo perfecto llamado Harry Styles.

por **FifteenGirlfriends** Dom 13 Oct 2013, 12:37 pm

Capítulo 6. Tarde de cine

(Narra Julie)

Ayer, aburrida de tanto ensayar, las insignificantes siete canciones que iba a cantar en el concierto, pensé en llamar a mi mejor amigo, Harry. Siempre había estado allí cuando me aburría, ¿Por que no ahora?

Marque su numero y tras tres tonos, lo cogió.

Hola, soy tu terremoto

-Hola Julie -dijo como si me llamase así. Chicos así, si me entendían.-

-¿Que haces? - jugaba con un almohadón de el estudio-

-¿Te aburres, verdad?

-Demasiado, te hubiera preguntado por que llevabas, pero hubiera sonado como una acosadora...

-Sabes que me gusta que tú me acoses

-Espera...¿Estás de buen humor? ¿Por qué? ¿Quién es ella? ¿La conozco?

-Em...Si, estoy de buen humor, sí, es por una chica y no te voy a decir nada mas

-¿Por qué? Si a mi me lo cuentas todo -le reprochaba-

-Solo diré que es pelirroja

-¡¿Has estado con la cara caballo?!

-¿Quién? - decía confuso, como si no lo hubiera calado-

-La perrita de Dakota -dije haciendo un voz grave y con cierto asco-

-… -ahora se hacia el loco, la primera fase de la reacción que tiene cuando me cuenta los encuentros que tiene con chicas-

-Me lo tomaré como un sí, pero al menos dime que no has hecho nada raro como darle un abrazo ni nada de eso...

-No, -reía. Estaba mintiendo, era como un tic de sinceridad que tenía el pobre chico- Si tú sabes que estoy de tu parte

-Eso no te lo has creído ni tú, bonito

-Bueno, puede...-si lo ha tenido- que haya tenido un poquito -alargo la palabra, eso era como decir demasiado- de contacto físico

-¿Con legua o sin?

-¿Perdona? -se reía, vaya si había acertado-

-Soy tu mejor amiga, y aún que odie a esta cara caballo cucaracha inmunda y mugrosa, quiero saber como ha sido ese momento de tanta felicidad, que hace que te dure todo el día, por lo visto.

-Sin -dijo como si fuera obvio, pero de él podías esperar cualquier cosa- Fue romántico

-Harry Styles, el romántico, ¿acaso estas cambiando de estatus social o algo parecido? tu eres el mujeriego, cariño.

-En pocos días me convertiré en el romántico de una chica.

-Acs, de eso no quería hablar... -hubo una pausa con gran gran gran incomodidad- ¿Tienes algo que hacer por la tarde? Me aburro

-Emm...esto...yo...eh... -estaba tartamudeando mientras pensaba que decirme. Típico de Styles-

-Lo pillo, tienes planes

-Lo siento. Te lo recompensare, te lo prometo

-Mas te vale, Edward

-Adiós, que pases un día maravilloso

-Igualmente, raro y radical Harry.

Corte la llamada.

Genial, todos me daban de parte.

Haciendo planes para pasar la tarde pensé en ir a ver una película. Y así lo hice.

Conduje hasta allí y mire la cartelera, cuando dos dedos en los lados de mi barriga me despertaron de mi concentración.

-Hey -dijo el ojos azules-

-Hola -dije algo nerviosa, ¿que hacía un chico perfecto en un cine?- ¿Que haces aquí?

-Pues, he acompañado a mis hermanas a ver el pony princesa -me reía, un chico viendo el pony y encima que era princesa. Era como para escribir un chiste. Y su mandíbula se añadió a mis carcajadas- No preguntes. Enserio, me avergüenza y demasiado ir a ver esto.

-Yo estaba por ver una película, pero si quieres -me miraba expectante, como un espectador mira un truco de magia del mago más impresionante del mundo- Solo si quieres, pero si quieres de verdad

-Sea lo que sea es un sí -dijo rápido para incitarme a seguir-

-Entonces pasare la peli contigo

-Gracias -me cogió de la mano y me besó los nudillos. Instantáneamente, como si hubiera apretado un botón en mi sistema nervioso, sangre y mas sangre se acumulo en mis mejillas haciendo que el lo notara. Sí, lo noto, pero no me soltó las manos. Sentía como si pequeñas corrientes de electricidad pasasen por su palma para llegar a la mía. Giró su cabeza, haciendo admirar su perfil- Mira, ahí están

-¿Gemelas? -dije mirando en su misma dirección, asintió y se agacho para ponerse a su altura ¡Aun seguía con mi mano en la suya!-

-Ya las habéis comprado ¿no? -le preguntó a una de ellas-

-Sí -dijo ella mirando nuestra unión de manos, le dio un codazo a su hermana apuntando con la barbilla mis manos y ella se puso a reír. Solo rezaba por que no dijeran nado sobre eso ni sobre mi incomodidad en mis mejillas-

-Entonces podemos entrar -se dirigían hacia la puerta cuando el caminando tiro de mi, ¡Aun seguía petrificada en el lugar! ¡Avergonzante!-

Entramos y estaba acorralada por miradas y miradas de muchas chicas y chicos.

Las chicas iban delante de nosotros hablando sobre lo bien que estaría el film, nosotros íbamos detrás.

Yo con un enrojecimiento que se me iba pasando y el tan tranquilo, como si nada pasase. Y daba confianza que estubiera tan tranquilo.

Nos sentamos y como no había números para sentarnos, nos sentamos donde quisimos. Las gemelas delante y nosotros detrás.

La película empezaba en cinco minutos aun daban esa música que ponen como entretenimiento de la gente mientras aguarda el comienzo de la película. Y estaba sonado muy buena música, Katy Perry y 30H!3, una de mis canciones favoritas, pero en ese momento solo podía pensar el el pulgar del castaño, se deslizaba hacia arriba y hacia bajos, en un vaivén cariñoso sin soltar mi mano.

-¿Y que hay de tu vida, Julie? -pregunto como si estuviera hablando del tiempo, girando levemente su cabeza hacia mí-

-No mucho, mis padres están ocupados, mis hermanos están de vacaciones y yo no se que hacer nunca y me aburro.

-Padres...-dijo pensativo con una sonrisa - ¿Separados o casados?

-Desgraciadamente, separados.

-Lo siento -dijo borrando su sonrisa de un golpe-

-No pasa nada -dije indiferente- Ya no me molesta, ha pasado a la historia, no me afecta los mas mínimo, al fin y al cabo si así están bien, mejor.

Sonrió con tristeza y sarcasmo en ella.

-¿Y tú? -dije ante su sonrisa-

-Yo nunca conocí a mi padre, cuando mi madre se casó con mi actual padrastro, adoptamos su apellido y nos crió como si de su propia sangre se tratara.

-Vaya – le apreté la mano, esperaba que eso le diera ánimos, ahora era yo la que se sentía mal- Mal pasado, lo siento.

-No importa. -dijo sonriendo, pero aun se notaba esa tristeza en sus ojos-

Una cabeza se asomó a nuestra altura, una de ellas, aún no me sabía los nombres, nos miraba con una compañera a su vera.

-Hola -dijo la de la derecha- ¿Quien eres y como te llamas?

-Julie y soy su telonera -dije con la misma ternura que lo decía la pequeña rubia de ojos grandes-

-¿Sois novios? - dijo la segunda. Ante esa pregunta balbucee todo lo que podía y mas, mientras el castaño se undía en su asiento todo rojo. Y lo que pensaba en ese momento era, todos nos habíamos mirado y mirado, y lo preguntaba su hermana y se hundía en su asiento con vergüenza. Era algo tierno-

-No -dije aparentando indiferencia-

-¿Y lo quieres ser? -pregunto la misma-

-Daisy, no puedes ir preguntando a la gente si quiere ser mi novia. -dijo él aún rojo y molesto-

-¿Y por qué no? -dijo la otra- Ella es bonita y os lleváis bien, además es una de las pocas chicas que hemos visto -puso su mirada de ángel en nuestras manos entrelazadas- que le hayas cogido de la mano.

Louis miro mis ojos y bajo su mirada, pasando por mi brazo hasta llegar al núcleo de el asunto. Separando nuestras manos hizo que se sentaran correctamente y mirasen los trailers que ahora se avecinaban.

-Siento la actitud de mis hermanas -dijo bajándole la sangre de la cara-

-No importa, son muy monas -dije mirándolo a los ojos mientras el hacia lo mismo-

Veía como su sonrisa iba y venia.

Pero lo que preocupaba ahora era que se acercaba mucho a mí, demasiado como para ser solo compañeros o amigos o conocidos, que era el que mejor encajaba con nosotros.

Y ¡Zap! (como diría Zayn) ¡Toma!

Louis se acercaba tanto a mi que cuando se iba acercando a mí en el asiento dio con su cadera en el reposa-brazos.

Mi risa salio sin vacilar dos veces, mientras el se palpaba la zona roja donde había estado el reposa-brazos hacia segundos.

-¡Sh! -nos llamo la atención su hermanita, de la cual desconocía su nombre-

-¡Cállate tú, Phoebe! -dijo en un gemido de dolor algo raro, entre tanto yo tenía mi mano en mi boca intentando cesar mi risa que provocaba lágrimas en mis ojos-

Estuvimos un rato hasta que el castaño dejo de sobarse

y yo deje de reír como una histérica.

Eché un vistazo a la sala. Todo medio llenos de niñas y niños pequeños. Eramos los mayores de la sala, ni madres ni padres. ¡Que patético!

Lo único que había captado de esa película hasta el momento es que un pony tenía que pasar pruebas para que le concedieran la corona y la declarasen reina o princesa o algo por el estilo. A mi estas películas no me van.

Eche otro ojo, pero mejor dicho de reojo, a Louis.

Cayendo del asiento con solo media espalda apoyada en el repaldo y las manos entrelazadas en medio de sus piernas. Su pelo despeinado por el recorrido que hizo para llegar a esa posición y los ojos entrecerrados con una linea en medio de su boca.

Se sintió observado y me miró, mi mirada era de curiosidad y luego se volvió divertida en verlo a él, rápidamente, sin perder tiempo, se puso recto como un empresario en plena reunión.

-Me aburro, ¿y tú? -dije susurrando sin quitar la vista a la pantalla igual que él-

-Demasiado, ni siquiera me he enterado de que iba la película. -dijo susurrando al igual que yo-

-Después de esto, no podre montarme en un pony sin pensar en esa peli

-No eres la única -dijo mirándome. Me giré y cruzamos miradas riendo y así como el que no quiere la cosa- ¿Qué haces mañana?

-Ensayar contigo y los chicos junto a la simpática de tu mejor amiga.

-¿Mi simpática amiga, eh? Si que le has cogido tirria.

-Normal, cualquiera no se la coge con lo grosera que es.

-Te recuerdo -dijo riendo- que tú le dijiste primero que tenía nombre de perro. Además, siempre ha sido acusada de lo mismo y lo ha pasado muy mal, es algo común que te haya cogido tirria a ti también. Pero ella es una chica dulce, es como un bollo.

-¿Un bollo? -dije riendo aún mas-

-Si, tiene una capa fuerte de la cual nadie llega, pero dentro es esponjosa y cremosa.

-¿Por alguna razón tienes hambre? -carcajeaba ante su explicación-

-No, pero es la única forma en que lo puedo explicar.

-Sabes...-se giró para verme pero podía notar como sus ojos bajaban a mi boca y subían a mis ojos todo el tiempo- Me gusta como hablas de tus seres queridos, como hablas con tus hermanas y con tus amigos y tal...

-También me gustas tú, me gusta como hablas y caminas y todo...tu -dijo volviéndose a acercar, sabía que no llegaría tan lejos, aun recordaba su experiencia con el reposa-brazos-

¡Oh dios! Alzo el reposa-brazos hacia arriba y se estaba acercando peligrosamente, ya sabía lo que seguía y no se si me gustaba o me gustaría.

Cinco centímetros, cuatro centímetros, tres centímetros...

-Louis, ya ha acabado la peli

-Eh -dijo separándose de mi, algo aturdido y rojo- Si, claro, eh...vayámonos.

Nos levantamos y salimos del cine. Tras esto, el castaño me insistió, hasta que acepte, en acompañarme hasta casa en su coche.

El coche aparco en la acera cerca de la casa de mi padre y se bajo para acompañarme hasta la puerta.

-Bueno... Aquí estamos -sabía que quería romper el hielo, pero estaba mas cerca de darme un beso, o por lo menos hacer el intento y con este iban tres, que de romper el hielo.

-Si... -sonreía jugando con mis dedos y mirándolas.

Levanto su peso con la punta de los pies y lo bajo para luego, cuando levante la vista, encontrarme con su cara a centímetros de mi cara.

Pero pude notar como miraba hacia arriba y rápidamente giraba su cara para pegar su mejilla con la mía y dar un beso al aire.

-Buenas noches, Julie -dijo nervioso con las manos sudadas frotándose contra los vaqueros rasgados- Señor Downey, bu..bu..buenas...noches.

-Buenas noches -dijo el provocador de esta situación “agradable”-

Vi como Louis se fue hasta el coche y se sentó en el mismo.

-Em, uh...me he dejado el bolso, ¿puedo? -le pregunte a mi padre el cual estaba parado dentro del marco de la puerta mirando a mi nov...a mi amig...ahh...umm...¿Acompañante, quizás?-

-Sí -dijo indiferentemente volviendo hacia dentro. Suspire, a veces podía ser exasperante-

Caminé lentamente hacia el coche donde el chico de ojos azules se tiraba el pelo hacia atrás.

-Hola gemelas, -dije a las de detrás y me giré a el chico guapo de delante- Hola ojos azules

-Hola -decía sonriendo de medio lado con el cabello desordenado y mas hacia atrás que hacia delante-

-Me he dejado una cosa -se giro hacia el copiloto mirando el supuesto objeto que había dejado-

-¿El que? -preguntaba confuso frunciendo el ceño y con los ojos a medio cerrar-

-Esto -me empujé dentro, bueno medio dentro, de la ventanilla para alcanzar su boca y darle un beso al que todos llamamos “piquito”. Lo llamamos así por que no se llega tan lejos como para saborear las bocas pero no tan cerca como para no tener contacto físico. Yo no soy de besar en las primeras citas, así que solo juntamos un poco las comisuras.-

por **FifteenGirlfriends** Dom 13 Oct 2013, 12:42 pm

Capitulo 7. ¿Ser o no ser Larry?

(Narra Julie)

Por la mañana, llegué temprano y me puse a ayudar a Josh Devine con la batería, cargar tambores y montar la estructura.

Pude ver como la perrita pelirroja llegaba y acomodaba su bolsa. Y con ella el chico dulce, Louis.

Cruzamos una mirada y instantáneamente, una sonrisa apareció.

-¿Enserio? ¿Con la “tapón”? -decía incrédula-

-¿Qué? -se defendía él-

-Es patético

-Gracias, pero prefiero ser patético con ella.

Este trocito de conversación me servia como para saber que no la había pifiado la noche anterior con el beso “piquito”.

Vi como Harry se acercaba al escenario con sus típicas gafas de sol negras.

-Hola rizitos

-Hola chica pepinillo -dijo con aire divertido y dudoso-

-¿Qué? -recree su expresión en mi rostro-

-¿Por que tan...contenta?

-Mmhh... se podría decir que después que tu me dejaras plantada...

-Y lo siento...

-...Tuve un buen día...

-¿Y eso? ¿Con quién? ¿Que hiciste? ¿Por qué?

-Tuve un buen día con uno de tus amigos, el simpático de ojos azules y pelo castaño, fuimos al cine -respondía sus preguntas una detrás de otra en orden- y por que tú me dejaste sola, te lo recuerdo...

-Amm -parecía molesto. Definitivamente, estaba enfadado, se adelanto dejándome sola.

-Adiós -dije alzando los brazos y dejándolos caer en mis muslos-

*Narra Louis*

Estaba sentado al lado de Niall sobre un altavoz, cuando vi a Harry con cara de tener ganas de atropellar a gente.

-Hola ¿Mal día? -dije sonriendo. Podría estar enfadado, pero al fin y al cabo, yo no podía estarlo después de ayer.-

No dijo nada, solo me empujo hacia un rincón del escenario. Y otro empujón, pero ahora sobre mis hombros.

-¿Pero que te pasa? -ahora si estaba molesto-

-No, ¿que te pasa a ti?

-A mi nada, a ti, vienes me empujas y me gritas ¿Acaso te he hecho algo?

-Si, te has visto con Julie cariñosamente -me empujo otra vez, pero lo retube en mis puños mientras mis nudillos enrojecían- Creí que habíamos prometido que solo las presentaríamos y ya, pero vas tú y ...¿la has besado, verdad?

-Yo...ehh...esto -vi como se me acercaba intentando otro empujón pero antes de que lo hiciera cerré los ojos y no, no pasó-

-Harry -decía ella en un gemido de desesperación-

*Adiós Louis, Hola Julie*

Mi labio superior temblaba y mis ojos ardían.

Los dos hombres mas importantes de mi vida, después de Daniel y mi padre, se estaban peleando y todo causado por mi.

Cuando Dakota salió en mi defensa.

-Harry, tú también me besaste.

Todos nos quedamos callados.

Louis me miraba con tristeza y un lo siento en los labios.

Harry y Dakota se miraban confidencialmente. Y yo no sabía que hacer, si correr o gritar o dejar salir mis lágrimas.

Opté por una mezcla de la primera y la ultima.

Fui hasta el estudio y en una esquina apoyé mi espalda, dejando caer lagrimas sin ton si son, fui cayendo. Mis piernas fallaron el intento de mantenerme de pie y solo pude ponerme abrazando las mismas contra mi pecho.

Estuve allí durante media hora, por lo menos eso calculo.

Y tras unos minutos mas, el sujeto que estaba dentro del marco de la puerta opto por entrar.

Giré la cabeza hacia allá y vi a Niall viniendo.

Había hablado con él un par de veces y me consideraba amiga suya y según el, el también lo hacía.

Se sentó a mi lado con casi la misma posición, solo que él no abrazaba sus rodillas.

-¿Qué haces aquí? -dije con un hilo de voz-

-He ido a coger la guitarra de la sala continua a esta y he odio como un gatito maullaba, así que he venido hacia aquí y resulta que no es una gatito, es una telonera triste y llorona.

-Y muy triste -me reí sobre su comentario pero casi nada-

-¿Y por que esta triste mi telonera favorita? -dijo con voz de niño y con el labio inferior fuera creando un puchero-

-Por que por mi culpa, Louis y Harry se han peleado, Dakota me ha intentado ayudar, pero dudo que haya funcionado.

-No te preocupes -dijo mirándome a mis llorosos ojos dándome un leve golpecito en el hombro- Son Larry, por favor, son Larry, bitch

Me reí por como presentaba a Lou y a Harry, de su mente a mi mente.

-¿No estabas llorando? ¿Acaso eres bipolar, Julie?

-Tu me haces confundirme, hacer que no sepa si estoy llorando o riendo

-¿Crees que ese efecto podrá funcionar para hacerlo pasar a súper poder? -bromeó mientras ponía mi cabeza sobre su hombro y estiraba su brazo sobre los míos apretándome-

-Niall -me miró- ¿Crees que me perdonarán? -mi voz salia temblorosa y miedosa-

-Claro, Harry es tu mejor amigo de la infancia, no creo que por una riña no quiera serlo mas y tratando sobre chicas. Siendo él el ligón del grupo. Y sobre Louis, pues lo que te puedo decir que es un buen chico, por algo es Boo bear, por que es como un osito de peluche y además -hizo una pausa un tanto dramática- le gustas mucho, muchísimo, demasiado. ¡Que pesado está contigo!

Me levanté un poco para alcanzar su mejilla y deposité un beso.

-Gracias Niall -no mirábamos a la misma altura- Eres un buen amigo

Nos sonreímos y oímos la puerta.

Adivina, adivinanza...¿Quien es? Si, Louis.

Entro a media sala y nos contemplo.

Contemplo a el rubio y la castaña, parecíamos una pareja...

Genial, lo que me faltaba para hacer el día redondo.

Niall miró a Louis parado allí en medio y luego a mi a su lado.

-Bueno...Os veo luego -dijo el captando la mirada agresiva de el castaño-

Louis no le quitó la mirada a Niall hasta que este salió de la sala y unos pasos mas por si las moscas.

Seguidamente, corrió hacia a mi y se arrodillo delante. Lo que era un poco incómodo, por que esa camiseta amplia de tirantes dejaba ver su tatuaje, si, ese sobre el pecho.

Nervioso puso sus manos sobre mis rodillas y carraspeo.

-Hola -dijo débilmente-

-Hola -dije yo aún peor, con voz floja y ronca, de tanto llorar, y lo que hacía el colmo con la garganta seca, una cosa terrible si contamos que soy cantante y eso es una pesadilla para cualquiera de ellos-

-¿Como estás? - se mordía el labio con aun mas nerviosismo- No se ni por que digo esto...se ve de lejos que no estás bien...

Me había dejado sin palabras. Primero, me dice: ¿como estás? Que le respondo: ¡Genial, encantada de veros pelear por mi culpa!.

Segundo, se pone nervioso y si el que es como un pilar de tranquilidad se pone así, imaginad como estaba yo.

Tercero, se me presenta lo mas sexy que puede: una camiseta de tirantes que deja ver su pecho, unos pantalones apretaditos y bajos así como se lleva ahora y me refiero a que se le veían los calzoncillos a juego con sus ojos con unas Vans y todo esto conjuntado con una gorra de lana redonda azul que combinaba con esos calzoncillos y sus ojos.

Y cuarto y mas importante, había dicho que se veía de lejos que estaba mal, gracias cariño, yo también te quiero.

¿Ese chico, por alguna razón en concreto, quería matarme?

Ignorando mis ojos abiertos como calabazas en medio de mi cara, seguí acomodándose en medio de mis piernas sentado como un indio mientras utilizaba mis rodillas como reposa-brazos, me miraba.

Levantó la mano suavemente colocándola bajo mi barbilla alzándola, mientras su rostro se acercaba a mi faz.

Nuestras respiraciones chocaban y se mezclaban, jugaban entre ellas bailando.

Mi pecho se desinflaba y inflaba en segundos.

Mi corazón una bomba de relojería.

¿De verdad estaba preparada para mi primer beso, de verdad, con él? No lo se, solo se que parecía que el sí, por que nuestras narices estaban demasiado cerca.

Nuestros labios, por fin, se unieron y se movían saboreándose.

No sabía que hacer, si hacerlo lento o despacio, ¿Tenía que meter lengua? ¿Creería que era fría si no lo tocaba? Estaba totalmente perdida.

Ante mi inseguridad, abrí mis ojos.

Vi como el chico tenia las cejas calmadas, sus ojos cerrados y relajados, sin presiones, ¡Cuanto ansiaba sus ojos azules verdosos!

Los cerré de nuevo.

Tras dos segundos, mi espalda notó su mano. Empezó por la cintura y subía hasta la mitad de ella. Paró.

Estábamos juntos, bueno, nos rozábamos un poco las camisetas, pero podía notar su calor.

Gracias a ese signo, sabía que tenía que reaccionar, acariciándolo o algo parecido igual que él.

Puse mi mano en su nuca y la izquierda en su pecho, donde podía notar su respiración agitada y sus latidos con sus pectorales protegiendo todo esto.

Después de haber puesto mis manos, Louis puso su mano libre un poco mas alta que la ocupada. Temblaba. Lo notaba por como jugaba con el cierre de mi sujetador. La tenia fuera, pero aun así podía notar como jugaba enrollando sus dedos en esa tira y lo desenrollaba, así todo el tiempo.

Sabía que de un momento a otro, nuestras leguas se tendrían que tocar, lo sabía.

Lo sabía porque recordaba como Kristen lo hacía con su novio y luego me lo contaba y cuando preguntaba el por qué de la acción siempre me contestaba con un: <>

Pero no estaba muy segura de hacerlo, nunca lo había hecho y Louis, teniendo veintiuno, tendría experiencia y no quería quedar como una tonta.

*Narra Louis*

Mi corazón latía con tanta fuerza que podía notarlo hacer una carrera en mi garganta.

No sabía si podría mantener el beso por mucho mas tiempo, no quería que notase lo nervioso que me ponía en situaciones como esta.

Me separe de ella lentamente, necesitaba coger oxigeno, estaba jadeando.

Trague saliva y espere tres segundos a estar mas calmado.

Sus ojos me miraban expectantes, para saber que paso daría y que ella me seguiría con él.

Mi corazón se arrugaba pensando si hacia algo mal como reaccionaria. Cualquier cosa podría alegrarle o entristecerle el momento.

Me aproxime a su oído a susurrarle un “te quiero” y me separé. Di un pequeño beso en su comisura.

Salí de aquella sala que solo me incitaría a ella.

Y vi como por el pasillo iban cogidos de la mano, Harry y Dakota.

¿Me abrían visto? ¿Que hacían allí y por qué? ¿Y ante su explicación, por qué de la mano?

por **FifteenGirlfriends** Dom 13 Oct 2013, 12:47 pm

Capítulo 8: La vida es bella

(Narra Dakota)

Estaba sentada en el sofá con la tarjeta del número de Harry en mis manos, me la pasaba entre los dedos, no me atrevía a llamarlo, es más nunca había llamado a un chico excepto a mi mejor amigo Louis, pero esto era totalmente diferente. Mis padres estaban fuera, como no, y Larry y yo estábamos al cargo del pequeño Billy. Al final me decidí y cogí el teléfono con cierto temblor en las manos y con la boca seca, estaba mucho más nerviosa que cuando iba hacer las pruebas de baile para formar parte del espectáculo de algunos famosos. Mis hermanos al instante se dieron cuenta de mi mal estar.

-¿Te ocurre algo?- me preguntó Larry mientras afinaba su bajo.

-Eh...Eh...Eh... NO- respondí casi sin voz.

-No mientas, te conocemos demasiado bien- me echó en cara el pequeño Billy, para tener 10 años es muy espabilado.

Miré a los dos a la vez, no sabía donde meterme, cada vez tenía las manos mas mojadas de sudor, los labios me temblaban. No quería que supieran que estaba en ese estado por un chico.

-¡No me pasa nada, dejadme en paz!- grité mientras me giraba para subir las escaleras e ir a mi habitación, mientras subía pude oír como Billy le decía a Larry: “debe de tener la menstruación y por eso está de mala uva, a mamá le pasa”. Ese condenado crío sabía y sabe demasiado para su edad.

Me senté en la silla de mi escritorio, no me decidía a llamar, estaba muy insegura de mi misma. Empecé a darle vueltas a la cabeza, al fin y al cabo ese chico me volvía loquita, me había besado y me había dado su número de teléfono, quedaba claro que valía la pena llamarlo. Me armé de valor, tomé el teléfono y fui marcando uno a uno los números que había apuntados en el trocito de papel. Empezó a sonar. Me dolía la barriga, todo el cuerpo me temblaba y la cabeza me daba vueltas.

-¿Si?- contestó una voz grave

-Hola, soy Dak...- Harry no me dejó terminar.

-¡Dakota!- creo que nadie había dicho nunca mi nombre con tanto entusiasmo.-Estaba deseando que me llamaras, me dejaste trastocado la otra vez que nos vimos, creo que nunca un beso me había llenado y gustado tanto como el tuyo, pequeña pelirrojilla.

-Me alegro mucho, a mí también me gustó mucho, no puedo dejar de pensar en ese mimo tan bonito.- Me estaba empezando a relajar.

-¿Te apetece quedar en el parque?- Harry cada vez estaba más emocionado.- No puedo esperar un segundo más sin verte.- Esta última frase la dijo con un tono muy dulce.

-Claro, yo tampoco puedo esperar ricitos.- Le dije divertida.

-Jejejeje.-rió el chico muy jovial- Te veo allí en media hora. Adiós pelirrojilla.-colgó.

Di un salto de alegría y satisfacción. Me vestí con un vestido que me compré el otro día, con unas botas calentitas y un gorro de lana con forma de boina y un abrigo rojo, me esmeré demasiado en vestirme. Cogí mi bolso y bajé como un rayo las escaleras.

-¿Dónde vas tan arreglada?- dijo Larry un tanto expectante.

-He quedado - le contesté casi sin inmutarme, no tenía gana de darle explicaciones.

-¿Tienes novio?- dijo Billy para “mejorar” la situación.

-No es asunto tuyo.- Salí por la puerta sin darle ocasión de hablar más a ninguno de los dos.

Llegaba tarde a mi cita por culpa del interrogatorio de mis hermanos, así que me pasé todo el camino corriendo como una posesa. Llegué a mi destino, pero no vi a mi chico así que me puse a esperar al lado de un árbol. De repente unas manos suaves me taparon los ojos.

-¿Quién soy?- dijo una voz juguetona.

-¡Harry!- exclamé y me giré para encontrar su cara.

Allí estaba con su gorro de lana gris y sus ojos verdes mirando a los míos. Me besó y yo se lo devolví.

-Te echaba de menos- me dijo sin quitar la vista de mis ojos azules.

-Y yo a ti mi pequeño rizado.- Le contesté con voz de niña pequeña.

Nos cogimos de la mano, el muchacho me la cogía con fuerza, era como si no me dejara marchar, yo en cambio iba relajada e iba dándole masajes con el pulgar a sus finas manos. Empezamos a andar sin ningún rumbo, íbamos a nuestra bola, nos parábamos de tanto en tanto para echar alguna risa, darnos un abrazo, un beso (solo picos). Vamos la típica parejita feliz y empalagosa. De repente, Harry paró en seco.

-Oye, con las prisas de venir a verte no he comido nada y estoy muerto de hambre, ¿te apetece comer algo?- Dijo el muchacho mientras se pasaba la mano por el estómago. La verdad, yo también tenía hambre, no había comido nada desde el desayuno.

-Claro.

-¡Fantástico!, conozco una heladería muy buena y los precios están bastante bien.

-¿Helado?¿Con el frio que hace?

-Y ¿Por qué no? Las locuras son divertidas. ¿Nunca has hecho una? Siendo la mejor amiga de Louis tendrás que haber hecho alguna.- Harry lo dijo con la mayor seguridad del mundo.

-Pues la verdad es que no, soy una chica “buena” y “responsable” y siempre sigo las normas. Louis dice que llego a ser aburrida.- Mientras lo decía iba agachando la cabeza, pues sabía que a Harry le iba otro rollo completamente diferente.

Podía notar como los ojos del muchacho miraban fijamente mi cabeza agachada. Vi como los dedos del chico se acercaban a mi barbilla y la levantaban.

-A mí no me importa que seas así, yo te quiero tal y como eres y no te cambiaría por nada del mundo, siempre serás mi pelirroja favorita.- Lo dijo con una voz dulce y a la vez melancoliza, sin apartar sus dedos de mi mentón.- Y¿Por qué no vamos a por ese helado?- dijo con una sonrisa tranquilizadora.

Harry consiguió sacarme una sonrisa, poca gente lo a conseguido, incluso a Louis le cuesta lo suyo, lo consigue pero le cuesta. Con Harry fue muy diferente, lo logró casi en el acto, estaba claro que ese chico era el ideal. Nos volvimos a agarrar de las manos y fuimos a esa heladería tan maravillosa de la que había hablado el muchacho. Me pedí un helado de chocolate y Harry uno de fresa, preferimos comernos el congelado en un banco del parque.

-¡Tenías razón! ¡Está súper bueno!- dije encantada mientras no podía para de chupar ese delicioso helado.

-Sí, pero así es más bueno.- Me restregó su helado de fresa por la boca, mientras lo hacía el temor volvió de nuevo, Harry quería jugar y parecía que ya tenía experiencia, mientras que yo no tenía ni idea. Cuando terminó pegó su boca en la mía y me limpió el helado. Me sentía muy rara, nunca había hecho esto, pero me gustó.

-¿Te a gustado?- dijo el muchacho muy pícaro.

-Jejejejeje, sí- dije muy divertida.

Yo le restregué el helado por la mejilla y también se lo limpié de la misma forma que hizo él. El muchacho rió, pero no era una risa cualquiera, era una risotada tímida y llena de alegría. Si tengo que ser sincera nunca había jugado así con un chico, ni nada con lo que hice con él, me sentía llena a pesar de que no hubo lengua por ningún lado. Seguimos jugando con el helado, pero al final nos lo terminamos de forma habitual, como la gente normal y corriente. Nos levantamos del asiento y volvimos a cogernos las manos, todo era preciosa y mágico.

-Dakota, eres la mejor chica que he conocido en toda mi vida, que no sea ni mi madre ni mi hermana.-Dijo sin dejar de andar y mirando al frente. Solté un a risotada leve, no sabía que contestar, me había cogido desprevenida.

-No se que decir, me has cogido desarmada.- Decía esto mientras no dejaba de sonreír.

Harry paró en seco, se acercaba a mí lentamente, quería volverme a besar, pero de la forma que se aproximaba a mi cuerpo parecía que deseaba ir un poco más allá, pero cuando estuvo a punto de saborear mi boca, algo le interrumpió. Era mi teléfono móvil, miré a Harry con una mirada que significaba “disculpa”, respondí rápidamente al móvil.

-¿Si?- respondí impaciente.

-¿Te ocurre algo, pelirroja?- Conocí esa voz en seguida.

-Hola, Louis es que me pillas en un mal momento.- Cuando Harry oyó el nombre de “Louis” puso cara de haber visto un fantasma.

-¿Es que un chico no puede llamar a su mejor amiga cuando quiera?- Dijo el muchacho con voz divertida.- Te quería pedir perdón, porque el otro día fui muy brusco contigo por teléfono.-Mencionó la última frase un poco más tristón.

-No pasa nada, sabes que nunca me podría enfadar contigo, eres mi mejor amigo des de la infancia.

-Ni yo contigo, Dakota.

-¡Cuelga ya!- Dijo Harry que permanecía detrás de mí, estaba claro de que tenía miedo de que su mejor amigo, casi hermano lo descubriera.

-¿Con quién estás? He oído una voz.- Me preguntó Louis extrañado.

-Con nadie.-Respondí bruscamente.

-Vamos, no me mientas, tú estás con alguien.- Louis seguía insistiendo.- Te sonará raro pero me ha parecido la voz de Harry.- Mi mejor amigo me estaba poniendo de los nervios.

-Pero que dices, si casi no conozco a ese chico.- Intentaba disimular, pero no soy muy buena.

-Valeeeeeeee.- Louis no parecía del todo convencido.- Oye, te dejo que he visto a una conocida, luego te llamo pelirrojilla.-Colgó.

Suspiré aliviada cuando Louis cortó la conexión, miré

a Harry con ojos de “te voy a matar”. El muchacho se dio cuenta de que había metido la pata hasta el fondo.

-¿Lo he estropeado mucho?.- Me preguntó el chico no muy convencido.

Lo miré con una mirada muy sarcástica. Cogió la indirecta rápidamente.

-Sospecha.- Respondí finalmente.- No me va dejar en paz hasta que no me lo saque. Luego me va a llamar, espero que se olvide, pero en todo caso ya me inventaré alguna excusilla...-Terminé la frase no muy convencida.

-Perdón.

-Déjalo, anda.

-Lo siento, de verdad, si a mi me pregunta le mentiré, no se si va a colar, pero lo intentaré.- Cuando terminó de hablar me pasó el brazo por la espalda y yo el mio por su espalda.

Empezamos a caminar otra vez, sin rumbo alguno, Harry me hablaba, pero no le escuchaba tenía a Louis en la cabeza, como si se hubiera convertido en el dueño de mi pensamiento y todo por esa desafortunada llamada.

-¡Dakota!-Harry se había dado cuenta de que no le escuchaba, y me hizo volver al mundo real con su toque de atención.

-Lo siento.-Me disculpé.-Tengo a Louis en la cabeza.

-No eres la única.- Me confesó el rizado.- Pero tenemos que disfrutar de este momento, no tenemos que dejar que el zanahorio lo estropee, seguro que se olvida.

Asentí, seguimos con nuestro paseo, nuestras risas y arrumacos. En una esquina de la calle había un músico que casualmente estaba cantando “What makes you beautiful”. Harry y yo nos quedamos a ver el espectáculo expectantes. De repente el muchacho me soltó de la mano y me dijo:

-Voy a ayudar a conseguir un poco de dinero a ese pobre hombre.

Harry se puso a su lado y empezaron a cantar a dúo, el músico estaba encantado por dos motivos: estaba consiguiendo más dinero que nunca y cantaba con Harry Styles. Cuando la multitud se dio cuenta de la función se apiñaron todos cerca de los dos intérpretes, mientras yo me quedé perdida entre la muchedumbre, me era casi imposible poder distinguir a mi acompañante, pero yo le seguía animando a pesar de todo. Fue un rato maravilloso, poder ver a mi chico disfrutar mientras ayudaba a otra persona, si él lo pasaba bien yo también. Interpretó con el hombre otras canciones como: “Live while we're young”, “Little things”... No podía parar de reír y lo mejor es que no sabía el porque de mi risa. Cuando el espectáculo hubo terminado el músico dio mil gracias al público y a Harry. El chico le pidió el micrófono al hombre, cosa que me extrañó. Harry empezó a hablar.

-Quisiera dedicarle la función a una chica muy especial.-No podía ser, no me lo creía.- Dakota, por favor ven.

Como he dicho antes no me lo podía creer, todo parecía sacado de un cuento de hadas y lo más extraño es que me pasara a mí, a Dakota Timberlake, una chica normal, que siempre había pasado desapercibida y nunca había llamado la atención de nadie. No me di cuenta y ya estaba casi cerca de la esquina donde había transcurrido todo, era como si mis piernas tuvieran vida propia. Al fin, llegué. Harry me agarró y me besó delante de toda esa gente. Todos aplaudieron como si fuéramos unos recién casados y que se han besado después de que todo el mundo dijera: “¡Qué se besen!”. Harry me agarró de la mano e hizo paso para salir de todo ese gentío.

-¿Qué te a parecido?- me preguntó exaltado.

-Fantástico, sinceramente no me lo esperaba y mucho menos que me sacaras allí delante. Eso solo pasa en las películas.-Le respondí flipando.

-Pues a ti te ha pasado en la vida real.

Todo era maravilloso, no quería que ese día terminara nunca, era demasiado bonito.

-Es tarde, tu familia debe estar preocupada. ¿Te llevo a casa?- Me preguntó mi acompañante, pero no me dio tiempo a responder, Harry se me adelantó.-¡Pero que digo! No hace falta que te pregunte si quieres que te lleve a casa, te voy a llevar te guste o no, no pude permitir que una belleza como tu vuelva sola a casa.- Cuando Harry dijo todo esto parecía que hablaba solo excepto cuando dijo lo de la belleza que no puede volver a casa sola...

Me condujo hasta un coche, muy bonito por cierto, subimos y Harry empezó a conducir.

-Harry, me a encantado la cita, de verdad.

-A mí también, eres con la única chica que he disfrutado de verdad.

Mi casa está muy cerca del parque así que llegamos enseguida. El muchacho paró el coche y se giró hacia mi.

(Narra Harry)

Habíamos llegado a casa de Dakota, maldición, tenía la cara de la muchacha muy cerca de la mía. Me se hacía imposible no besar esos labios carnosillos suyos ni mirarle a sus ojos azules, era observarlos y perder el norte, toda ella era perfecta para mí. Me iba acercando poco a poco a ella, tenía sus labios muy cerca de los míos, no sabía como besarla, sin o con lengua, no lo quería fastidiar ni asustarle, pues para ella todo esto era nuevo. Dakota también se iba acercando cada vez a mí y yo a ella, me dejé llevar por el momento. Nuestros labios se tocaron y fluyó la magia, era un beso diferente a los otros, era como si me dieran una descarga eléctrica, habíamos pasado a otro nivel. Me daba miedo si iba demasiado rápido para ella. Poco a poco despegamos los labios.

-Gracias por acompañarme, Harry.-Me dijo la muchachita mientras bajaba del coche.

Vi como se dirigía hacia la puerta de su casa, se giró y me dijo adiós con la mano. Yo se lo devolví. Al final entró en la casa. Arranqué de nuevo el coche y me fui a mi casa mientras que Dakota se había hecho dueña de mis pensamientos.

(Narra Dakota)

El beso del coche había sido fantástico, me dejó sin palabras. Pero mis padres me sacaron de mis pensamientos. Tenía a mamá y a papá delante de mí.

-Un pajarito me ha dicho que has tenido una cita.-dijo mi madre con voz ñoña, mis estúpidos hermanos lo habían soltado todo.- Al fin mi pequeña a encontrado un chico.- se acercó a mí y me besó la mejilla.

-Pues a mí me gustaba más cuando nadie estaba con ella-dijo mi padre molesto.- ¿Es un buen chico? ¿Quién es?.- Mi padre me estaba bombardeando a preguntas.

-Ya os lo contaré mañana estoy cansada.-Subí a mi habitación, no tenía ganas de dar explicaciones a nadie. Louis se olvidó a llamarme, era una cosa rara en él, algo muy importante debía de haberle pasado.

Me tumbé en la cama y me quede K.O. en el momento.

por **FifteenGirlfriends** Dom 13 Oct 2013, 1:16 pm

Capítulo 9: ¿Ser o no ser Larry? Parte 2

(Narra Dakota)

Hoy tocaba ensayo con la banda, incluso con la “maravillosa” Julie. Louis tenía que pasar a recogerme, por cierto, llegaba tarde. Yo ya estaba delante de la puerta esperando al tardón. Al fin llegó.

-Creí que no aparecerías.

-Gracias, sarcástica.- Louis venía con su típica ropa de ensayar: gorro de lana, Vans, pantalones caídos...- Anda sube al coche que llegamos tarde.

Me apresuré a salir de casa y subir al vehículo de mi mejor amigo, en cuando subí me preguntó:

-¿Me vas a decir con quién estabas o no?

-Con nadie.- Dije “disimulando”.

-No me mientas.- Estaba acorralada así que decidí responderle con otra pregunta para despistarlo.

-¿Y quién era esa conocida tan importante que por su culpa tuviste que colgarme?

El muchacho me dedicó una ojeada casi de reojo y volvió a fijar la vista en la carretera.

-Venga, responde.-Le estaba presionando.

-Oye, hablábamos de ti, no me cambies de tema

-Pues si tú no me dices quien era esa conocida tan importante, yo no te diré con quien estaba.

Estás diciendo que es verdad que estuviste con alguien.

Estaba acorralada al igual que él.

-Está bien.- Accedió el chico.- Estuve con Julie.

-¿Con “la tapón” esa de las narices?- Los colores me estaban subiendo muy rápido.

-Sí, ¿qué pasa?- Louis estaba empezando a mosquearse.

-No, nada que seáis muy felices juntos.-Me estaba poniendo muy sarcástica.

Louis hizo cara de tener mucha paciencia.

-Bueno ya te lo he dicho, te toca a ti.

-No.

-¡Tramposa!, ese era el trato.- Creo que el muchacho se estaba cansando muy rápidamente de mi.

Llegamos al estudio y pude ver como Louis y Julie intercambiaban miradas cómplices, yo volví a expresarle mi opinión sobre todo esto a Louis. Él se fue a sentar con los demás al escenario y Harry hablaba con su mejor amiga, así que opté por ensayar en el escenario mientras charlaba con Liam y Zayn. Al poco tiempo vi como Harry se acercaba a Louis y lo empujaba, hablaba muy violentamente con él sobre de que se había visto con Julie y no de forma amistosa precisamente. La muchacha se ponía de los nervios cuando los veía pelear y los dos se ponían más exaltados. No podía más tenía que ayudar a “la tapón”. Así que confesé que Harry me había besado. A partir de aquí todo se derrumbó, los dos muchachos estaban aún más exaltados y Julie se derrumbó y se fue. Louis comprobó que la muchacha se había marchado para ponerse agresivo con Harry.

-¿Cómo que has besado a mi mejor amiga?- Louis echaba humo por los ojos.

-¡Y tú la mía!-Harry intentaba defenderse, pero le era inútil.

-¡Pero yo al menos no trato a las mujeres como pañuelos sucios, y no quiero que Dakota sufra por ti, cerdo!- Louis cada vez estaba más rojo.

-No te voy a consentir que me insultes y mucho menos que me acuses de mujerigo.- A Harry no le servía para nada defenderse.

-Además a ti te gustan las viejas, a las jóvenes solo las quieres para “usar y tirar.”- El chico cada vez estaba más rabioso.- Paso de que le hagas daño a Dakota, la vas a ilusionar pero luego le harás daño.

-Esta vez no es como las otras, quiero mucho a Dakota y no voy a permitir que me alejes de ella, además no tiene nada que ver la edad, así que cállate de una vez estúpido.

-Es la última vez que me llamas estúpido, caprichoso de mierda, porqué Dakota no es más que un capricho para ti.- Louis cada vez estaba mas violento y agresivo.

-Tu mejor amiga no es ningún capricho para mí, así que hazte a la idea de que nos gustamos.

Bueno, esto ya es el colmo.

Louis se abalanzó sobre Harry mientras le dedicaba unos insultos. Para mí era vivir una pesadilla, esto no podía estar pasando. Intenté separarlos pero fue en vano.

-¡Apártate, Dakota! Esto es por ti.- decía Louis mientras intentaba coger por la espalda a Harry.

Opté por pedir ayuda a Liam y a Zayn.

-¡Parad, ya!- gritaba Liam mientras cogía a Louis por la cintura y lo estiraba hacía él.

-¿Qué hacéis peleando?- decía Zayn muy confuso.- ¡Si sois amigos!.- Mientras decía estas palabras cogía a Harry. Al fin consiguieron separarlos.

-Vete con cuidado, Styles. Si veo sufrir a Dakota por tu culpa te vas a enterar de quien soy yo.- Louis se iba calmando poco a poco.- Se fue por el mismo camino por donde había partido Julie, supongo que iba a consolarla.

Harry bajó del escenario y me abrazó, estuvimos así vario tiempos, pues los dos estábamos muy exaltados. Nos separamos, nos cogimos de la mano y fuimos por el mismo camino que habían partido los dos castaños, pero casualmente nos encontramos a Louis saliendo de una habitación, el chico nos miró con ojos de fuego a nuestras manos unidas, suspiró y expiró con fuerza. Finalmente se fue rechistando por lo bajinis.

por **FifteenGirlfriends** Mar 15 Oct 2013, 9:49 am

Capítulo 10. Reconciliando a Larry

(Narra Julie)

Cuando salí de la habitación, me encontré con una escena bastante divertida. Me subiría el estado de ánimo.

Louis apretaba puños, maldiciendo a diestro y siniestro, mientras veía como Harry, con una sonrisa galante y victoriosa, tenía cogida de la mano a la perrita pelirroja.

-Hola -dije saludando a los asistentes del problema-

Nadie dijo nada. El silencio gobernaba la situación.

Pensé que tendría que mostrar dureza contra la del rizado.

Cogí a Louis de la mano y le besé los nudillos. Rápidamente, puse mi mejor cara contra la desastrosa pareja de delante mio.

A Harry le ardía, o mejor, le hervía la sangre, al mismo tiempo que se le marcaban los dientes debajo de su piel perteneciente a la mandíbula. Parecía un perro marcando territorio, pero si el iba a hacerlo con la pelirroja, yo lo haría con el chico de ojos bonitos.

-Esto no acaba bien -musitaba la perra, y aunque no me caía bien, tenía razón-

-No, esto no acaba aquí -remarcó cada palabra, una por una, el muchacho de verdes ojos-

Con toda la ira que el mundo le había ofrecido, Harry se marchó a pisotones, aun cargando a Dakota de la mano.

Seguidamente, Louis giró levemente su cabeza para observar atentamente nuestras manos entrelazadas. Suavizaba su mirada con cada acaricia con mi pulgar. Acercó su cabeza a mi mejilla y depositó un suave beso, incluso yo pensé que tardaba demasiado en hacer esa acción. Levantó el matojo de manos y miró cada dedo con delicadeza. “Gracias” decía tímido. Le respondí con una ligera sonrisa y me fui.

Iba directa a recoger mis cosas, y realicé esa acción, pero algo o alguien me interrumpió.

-Has sido muy valiente.

-¿Qué? -pregunté girándome para encontrarme cara a cara con la causante de la sonrisa victoriosa de Harry-

-Me refiero que...te has portado muy bien con Louis, suele ser muy retraído al marcar territorio con una chica de por medio. Ahora sé que ricitos puede ser muy protector.

-Gracias -dije secamente, no estaba de humor como para hablar con una de las consecuencias de nuestra riña-

-Tengo una idea, pero te necesito. Por eso te hablo, yo también pienso igual que tú, que nos odiamos. Pero necesito tu ayuda para juntar a esos dos, porque conozco a Louis y no dará su brazo a torcer, y con lo poco que conozco a ricitos, sé que tampoco.

-¿Ricitos? -dije con la duda en la boca, formando una mueca-

-Es un apodo cariñoso -dijo sonrojada, eso me hizo ver que no debía ser tan mala persona como creía-

-Ahm...sigue -dije haciendo un ademán de continuación-

-Pues como tú eres la única que afloja las tuercas a mi amigo, y yo lo soy de tu amigo, podemos juntarles a los dos, pero tenemos que ser las dos, las que colaboremos.

-A ver si lo he entendido... ¿Tú me necesitas para hacer como un experimento extraño con los dos chicos para una reconciliación segura?

-Algo así -dijo con fastidio por la interpretación de su discursito-

-Vale, te ayudaré

Y dejándola con la palabra en la boca, me fui hacia mi coche.

La perrita pelirroja tuvo la idea de juntarles con una cena romántica. Para que viesen el amor que nos profesamos unos por los otros, y para eso, yo y la idiota ojiazul teníamos que llevarnos bien y actuar como si fuésemos amigas de toda la vida. Para esta cena, había elegido mi casa, los dos la conocían muy bien, y con suerte la de ojos azules se perdería.

Pero de mala suerte la mía, llegó antes como habíamos planeado.

Le había pagado la cena en un restaurante a mi padre, y había convencido a Kristen para que hoy se fuera de fiesta. Daniel estaba dormido, lo que no daría problemas a nadie, menos a su cama.

Me arreglé con toda la experiencia que había obtenido toda la vida que había vivido. Carmín, sombra de ojos natural y un poco de colorete adornaban mi cara, haciéndome parecer mas mayor, y con la cara de cría con la que me crearon, estaba mas que agradecida. Llevaba un vestido. Aun no me lo creía, yo, y con un vestido. No solía llevarlos mucho. Lo que con lo que tarde mas fue con el recogido romántico que había diseñado para esta noche tan especial. Mis piernas iban a conjunto de unos tacones de aguja impresionantes, no sé ni como me podía sostener sobre esas monstruosidades de moda.

La perrita pelirroja, ya no parecía tan pulgosa como siempre, para variar.

Llevaba un vestido, no como el mio, era uno de tul, mientras que el mio era totalmente apretado a las curvas de mi cuerpo. (No se ni por que apretado, nunca me habían gustado mis caderas.) Ella también tuvo la idea de combinar su vestido con unos tacones de aguja, solo que un poco mas bajos que los míos, (y por mucho que me esforzase, ella seguía más alta que yo).

Un semi-recogido con maquillaje natural, brillo con una linea en los ojos, en que sus ojos se hacían de notar.

La supuesta cena consistía de puré, de primero, Sunday Roast, un típico plato ingles de segundo, y pudin, de postre.

Lo hicimos entre las dos, fue las dos horas, sin maldecirnos una a la otra, mas largas que habíamos tenido.

Harry fue el que llegó primero. Él pensaba que llegaría y cenaría con su mejor amiga y su “futura” novia. Pero vio como Louis cruzó el umbral de la puerta y su cara demostraba la mala espina que le daba todo esto. Yo hubiera hecho lo mismo, al fin y al cabo, en algo nos parecíamos.

Dakota y yo nos miramos con cara de ver a ver quien daría el primer paso y con mis ojos rogaba que fuera ella. Al final, ella gesticuló algo como: <> o algo así.

Y así se hizo. Las dos saltamos a los brazos de nuestros respectivos nov...amig...¿acompañantes? Si, mejor digamos “acompañantes”.

Al separarnos de sus brazos, Dakota y yo nos volvimos a mirar y dirigimos la mirada al frente donde los dos chicos se miraban con chispas en los ojos.

-Julie, diles lo que pensamos -y la ojiazul se convirtió en la perrita pelirroja al dejarme sola con esos dos chicos delante. Uno que era mayor que yo y otro que me sacaba un par de cabezas-

-Yo...uh...Nosotras somos muy amigas y...-le cogí bruscamente la mano a la perrita- hemos pensado que podríamos hacer una cena, para celebrar nuestra nueva amistad...

-Nacida del odio -me interrumpió ella, y no sabía lo mucho que la odiaba-

-Y pensamos que podríamos invitar a nuestros … -incité a Dakota a hablar-

Se quedó callada. La muy...sabía lo que se hacía, quería que yo lo dijese.

-Nuestros ¿amigos? -dije dudosa mientras la pelirroja hacía comillas con los dedos.-

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