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Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Holiiiiii. Me alegra ver tu comentario, son tan awesomes jashdaksd. Soy la peor persona del mundo por dejarla así, pero verás que en el próximo capítulo querrás amarme más de lo que me amas ahJAJAJAvaleno.En fin, que muchas gracias por leer y sobretodo por comentar. Un beso enorme<3.#Morgenstern escribió:AYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY, JODER!
Te amo pero te odio, sipi. ¿Cómo se te ocurre dejarla ahí? ¿Eh? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuando la seguirás? ¿Quieres que muramos todas por tus increíbles capítulos? ¿Eh? ¿Es eso lo que quieres?
Ah, creo que me motive un poco.
Joder, estoy que no estoy. Srly, estoy impactada. Y nerviosa y alegre, y feliz.
Fuck, malditos feelings >.<
Es el capitulo más awesome que he leído en toda mi fucking life.
Rayis celosa es muy askhjdkasjhdkjashd *-*
Pero después se encuentran en el puente y hablan y luego se declara y, y....awwww :3
¡QUIERO QUE SE BESEN DE UNA JODIDA VEZ!
Rayis, lo siento, soy una vulgar de mierda y uso palabrotas (?)
Y tiene que aparecer el maldito mortífago a fastidiar todo. Ah, los odio a todos...(mentira amo a Bellatrix) :/
Bueno, pequeño saltamontes, aquí te dejo.
Love you so much, Mina.
XOXO<3
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Por Merlín, el Ángel Raziel y... por todo el mundo. Tu comentario es perfección. Srsly, lo amé con todo mi corazón de melón jashdjkasd. Es... es muy lago JAJAJ. Primero te respondo lo más importante porque no puedo enrollarme mucho respondiendo, tengo novelas que comentar y escribir. El mortífago no era ninguno de los que están en la escuela, sino del séquito exterior de Voldemort. Es decir, de fuera, bien lejos, y sobrepasó los muros hechizados del colegio, nada más. Snape, Moody y Karkaroff (yo tampoco sé cómo se escribe aún) son "inocentes".TheGirlImpossible escribió:¡Hello, i'm the doctor!
Ok, vengo a comentarte un comentario largote porque te gusta que te comenten mucho y quiero sacarte una sonrisa enorme(? :D
Ok, no rimo ni por casualidad e.e jaja
¡MINAAAAAAAAA! ¡OMG MINA, VAS A ASESINARME! ¡VAS A ASESINARME!
¡DRACO SE ME DECLAROOOOOOOOOOOOO! ¡DRACO MALFOY ME AMA, ME AMA EH DICHO! :omg: OMG, OMG, OMG es la cosita mas hermosa que escuche -lei- en mi vida *-* okya u.u perdona pero es que me muero!! O__O ame todo lo que el dijo, dios, ese lado sensible y cursi suyo me mato! ¡SO PERFECT! <33
pensé que iba a haber beso, lo juro! no se, me dio un infarto cuando sucedió todo eso porque yo trato de no sacar conclusiones sobre lo que va a pasar xq me gusta sorprenderme, entonces no tenia idea de que el iba a declararse de esa manera, pensé que iban a volver a pelearse o algo por el estilo pero NO le dio a la lengua y hablo como una hora el rubio xD jaja
y luego pensé: Oh, beso!*_____* y chan! que salio un mortifago! -.- ¿Quien era? ¿karkaroff? -ya ni me acuerdo como se escribe su apellido :$- ¿o era el falso moody? ¿Snape? :O OMG no creo que sea el, pero los otros dos dan que pensar, juro que pensé que iban a lastimar a Draco o se la iban a llevar, que suerte que solo fue un duro golpe en la cabeza y que al menos sirvió para unirlos un poco! Dios, ella tiene que contarle TODO a Dumbledore porque no le explico con detalles y es MUY importante que sepa que Voldemort va a regresar! D:
Por otro lado, morí con el cumpleaños de Flitwick y con el discurso vergonzoso de Dumby xD jajaja OMG ya me lo imagino al pequeñín rojo como tomate! amo de esta novela sus lados cómicos es tan divertido poder leer un drama y luego reírte con las cosas que dicen los personas y a la vez suspirar de amor*-* jaja aunque siempre termino lagrimeando como tonta cuando sucede un momento con Draco soy muy llorona xD
por cierto, esa Daphne y su locura por ser la mejor vestida me hace reír mucho xD es toda una loquilla! amo como es Ron de protector con su amiga<3 no se, es tan tierno que quiera cuidarla y se ponga celoso cuando la ve con Malfoy xD lo amo
ahora que se va acercando la primera prueba me pongo nerviosa, ¿que va a suceder? ¿y el beso?
Sabes, no me molesta que la novela se incline mucho al drama porque como sabrás, yo amo el drama! así que para mi esta bien xq algunos problemas no se solucionan en un solo capitulo, muchos tardar varios antes de llegar al lado bueno!
en fin, sabes que amo mucho tu novela y me muero cada que no hay capitulo :(pero por si acaso entro todos los días y a veces varias veces al día para ver si actualizaste!
se que suena obsesiva e.e pero tu novela y la de Susie, son las únicas que leo actualmente así que las espero con ansia
y ame que hubieran dos capítulos*-* me pase toda la noche leyendo<3 haha me despido porque me toca cocinar mañana y lo odio u.u así que debo dormir mucho así me levanto de buen humor (?
Besitos, que estés muy bien!!
Que sepas que me alegro mil que te guste tanto la novela, es un honor y un gusto escribir para lectoras como tú, srsly. Y el capítulo tuve que dividirlo en dos porque onlywn me decía que era demasiado corto y no quería dejaros la primera mitad en ascuas, ya era demasiada intriga e incluso yo tenía ganas de matarme por eso.
Bueno, creo que no tengo nada más que decir, solo darte las gracias por leerme y comentar tan lindo como lo haces, de verdad, eres un cielo de persona. Un beso enorme, estoy deseando leer tu próximo capítulo. Aun no me creo que se esté acabando la novela :c
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
God, siento que te hayan cancelado la cuenta aunque se temporalmente, yo no podría vivir si me la quitasen, sería un pecado capital. Bueno, voy a lo importante: agradecerte este comentario que es jadhjasd. Sé que me quieres matar pero para el próximo me amarás, te lo aseguro. Y sí, Draco es tan lindo, tan tierno, tan... no sé, ¿perfecto? A mí también me gustaría que se me declarasen así, pero mi novio es muy basic y me lo dijo así muy feoJAJAJAJA ay pobre, Dani tkm.#Hope ♡ escribió:MINAAAAA! Soy ~Aguss_Directioner♥, pero me cancelaron la cuenta, por lo que no estan mis comentarios y blablabla. Larga historia. Pasa que no podia poner la fotito de "Leí las reglas" No se porque, y al final me la terminaron cancelando. Bueno, hasta el 9 de Diciembre, pero no quería desaparecerme hasta esa fecha, por lo que me hice otra cuenta. ¡Que es esta! Ahora, los capítulo son malditamente perfectos, como siempre. Te juro que estoy por matarte ¡Ni un beso! Si, bueno, una confesión, ¡Pero ni un puto beso! Dios, que personajes más jodidos los tuyos, ehh. ¿Que decirte? No se como seguir, ah. ¡ME compré BAJO LA MISMA ESTRELLA! kjsahflkas Lo estuve buscando por mil quinientas librerías y al final... lo encontré, en la feria del libro jalshflka.
SEGUILA, y en el proximo capitulo, ¡BESO DRAYITA! Me dio la re ternura la confesión de Draco, no se, yo quiero que alguien se me declare asi, loco. ¡TENGO SOLO UN AÑO MENOS QUE ELLOS! ¿Por que? ¿Donde está mi Draco? Bueno... a esperar otro año.
Como siempre, ame los capis. SEGUILA RÁPIDO. Love ya. <3
Por cierto, a partir de ahora, esta es mi cuenta, ehh.
Y bueno, la seguiré pronto, no mueras. Un beso enorme y mil gracias de nuevo♡
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Hija de ahhhhhhhh, te amo pero por favor siguelaaaaaa haces que me decespere cuando entró y no hay capítulo ..... Dios Draco es tan sensual tierno y perfecto .. amo que esten bien de nuevo! :'D y que sé haya declarado ! Grite como loca al fin !!! Ahhh ahora sólo falta el beso sólo un besito! Jajajajaja por favor siguela plis :D sí no iré y te acostarse en tus sueños! :3
TamiaUnbroken
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Bitchhhhhhhhhhh, te imploro que la sigas, el siguiente capítulo es lo bueno y decides hacerme esperar, ¡no es justo! Ahno, ayer me enfermé y como mínima consideración esperaba capítulo pero no, ahora sabes que estoy en cama y espero mi capítulo, apresúrate enserio quiero ver como :fosforitos: sip, debes seguirla, bueno chau. Tkm.
Besos.
Besos.
tobias.
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Un día vas a hacer que muera, te juro. Juro que fangirlee mucho cuando leí que él se le declaró y todo :') Es que, FUE ÉL!!!! ENTENDES? ÉL! NO ELLA, ÉL!! ah, perdón, pero es que es impresionante que lo haya hecho Draco Malfoy y no ella. Fue demasiado tierno. Aunque, ¡¿EL BESO?! ¡¿DÓNDE ESTÁ MI BESO?!!??!?! Indignación. ah
Me re encantó todo, Mina, fue tan perfe todo, aunque otra gran indignación fue que ME CORTASTE EL PUTO PERFECTO CAPÍTULO AHÍ, JUSTO CUANDO ELLA TENDRÍA QUE DECIRLE QUE TAMBIÉN GUSTA DE ÉL. JODER. ah, amo esa palabra :')
Estoy tan idiota, lo sé.
No sé por qué no te comenté antes, me exaspera no haberlo hecho ya. Siempre todo a último momento yo. Por cierto, lo lamento :c
Te haría un re comentario haciendo fangirleo por todo el capítulo, pero estoy apresurada y sé que si no te comento ahora entonces no lo voy a hacer nunca. Prometo (intentaré) en el próximo capítulo comentar a lo re grande como solía hacer, en serio.
Bueno, eso, te re quiero, a ver si la seguís!! Se te está pegando lo de tardar en subir como yo xd Ok, ¡bai!
Me re encantó todo, Mina, fue tan perfe todo, aunque otra gran indignación fue que ME CORTASTE EL PUTO PERFECTO CAPÍTULO AHÍ, JUSTO CUANDO ELLA TENDRÍA QUE DECIRLE QUE TAMBIÉN GUSTA DE ÉL. JODER. ah, amo esa palabra :')
Estoy tan idiota, lo sé.
No sé por qué no te comenté antes, me exaspera no haberlo hecho ya. Siempre todo a último momento yo. Por cierto, lo lamento :c
Te haría un re comentario haciendo fangirleo por todo el capítulo, pero estoy apresurada y sé que si no te comento ahora entonces no lo voy a hacer nunca. Prometo (intentaré) en el próximo capítulo comentar a lo re grande como solía hacer, en serio.
Bueno, eso, te re quiero, a ver si la seguís!! Se te está pegando lo de tardar en subir como yo xd Ok, ¡bai!
Milapotato
Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
»» Capítulo dedicado a Mila y Ana, ah. Disfrutadlo bitches.
»» No sé si os habréis dado cuenta, pero ya no hay más Rayis, ahora se llama Evelyn. Y su diminutivo es Evy {se pronuncia Ivi}
»» He cambiado todo, me aburría anoche.
»» Y nada, espero que os guste tanto como a mí me ha gustado escribirlo.
»» No sé si os habréis dado cuenta, pero ya no hay más Rayis, ahora se llama Evelyn. Y su diminutivo es Evy {se pronuncia Ivi}
»» He cambiado todo, me aburría anoche.
»» Y nada, espero que os guste tanto como a mí me ha gustado escribirlo.
Capítulo veinticinco.
Leona y serpiente
—¡Me pasaré por ahí Hermione, pero como sea mentira me volveré a la cama y no te hablaré durante todo el día! –chillo a través de la puerta del baño.
Pongo los ojos en blanco cuando escucho un portazo proveniente de la habitación. Perfecto, se ha ido. Me meto en la ducha y dejo que el agua caiga por mi cuerpo. Anoche me duché, pero necesito volver a hacerlo para relajarme, pues no me sienta bien que me levanten cuando estoy teniendo un sueño profundo. Después de secarme, me pongo ropa informal pues el uniforme hoy no es obligatorio. Me visto con unos pantalones tejanos, una camiseta de manga larga fina de color negra y unas zapatillas. Ato mi cabello en una trenza de espiga y lo único reglamentario del colegio que me pongo es la túnica. En la Sala Común me encuentro a Ronald atándose los cordones de sus zapatillas.
—¿A ti también te han dicho que hay una clase obligatoria de duelo en el Gran Comedor? –le pregunto bajando los escalones. El lugar está deshabitado salvo por Weasley y por mí.
—No me lo creí hasta que no vi nadie en la habitación, se habían ido todos.
—Ya, a mí igual. Pero sigo sin creérmelo –me cruzo de brazos y espero a que Ron termine de calzarse.
—Quizá es por lo de anoche –opina él- ¿Te sigue doliendo la cabeza?
—No mucho, es molesto, pero aguantable –respondo encogiéndome de brazos. Cuando está totalmente listo, le propongo salir- ¿Nos vamos?
—Sí claro –acepta.
Salimos de la Sala Común y bajamos las escaleras movedizas. Los miles de retratos que hay colgados en las paredes nos acusan de llegar tarde, pero los ignoro y sigo yendo al mismo paso lento que Ron. Cuando llegamos al pasillo que conduce al Gran Comedor, nos encontramos con que las dobles y grandes puertas de roble están cerradas, así que con fuerza, Weasley y yo empezamos a empujar de ellas, provocando que se abran de golpe haciéndonos caer al suelo por el exagerado esfuerzo innecesario.
La estancia, llena de alumnos de tercero, cuarto y quinto curso tanto de nuestra casa como de las demás, se burlan o simplemente se dedican a mirarnos con curiosidad. Un par de ojos grises intentan ocultar la diversión de la situación, mas unas carcajadas salen de su garganta. Ronald y yo nos levantamos apurados, limpiándonos el polvo inexistente de nuestras ropas. Observo la estancia con la mirada y me percato que las cuatro mesas han sido retiradas para colocar en su lugar una plataforma que ocupa toda la largaría del Gran Comedor. En ella están subidos Snape y Ojoloco Moody.
—¿Qué me he perdido? –le pregunto a Hermione, la cual me mira de mala manera negando con la cabeza- ¿Qué?
—En realidad no mucho, señorita Maslow –habla el profesor Moody. Las miradas de chicos y chicas más pequeños, mayores o de mi misma edad se centran en mí durante un largo periodo de tiempo, ya que el profesor sigue fijándose en mí- Estábamos informando a sus compañeros del suceso de anoche, el cual vivieron usted y el señor Malfoy.
Y todos a miran a Draco, el cual dirige una mirada fría y dura hacia todos y en seguida dejan de molestarlo. Suelto una carcajada y Hermione me pellizca la mano para que calle y preste atención. Creo que está de mal humor por haber desconfiado de ella.
—Además de un mayor número de hechizos protectores que el director Dumbledore se ha encargado de realizar para hacer el castillo más seguro, nos ha pedido a mí y al resto de profesores que demos una pequeña clase de defensa personal por si la situación, que lo dudo mucho, se repita.
—Para ello haremos una breve demostración de un duelo entre dos alumnos escogidos al azar.
—Pero eso ya lo hicimos en segundo curso cuando Harry venció al basilisco de la Cámara Secreta –anuncia un muchacho de tercero de la casa de los tejones.
—La situación, esta vez, lo requiere de vuelta –dice el profesor Snape- Así pues, subiremos a dos alumnos para que, guiados por ambos profesores, sepan tener la mínima idea de cómo realizar un duelo. Señorita Maslow, suba. Usted será la primera.
—¿Por qué yo? –pregunto.
—Para que la próxima vez que le ataque un mortífago esté preparada –responde con un deje de frialdad y malicia.
—Definitivamente me tienen manía –mascullo abriéndome paso entre el tumulto de alumnos de Hogwarts. Subo unos escalones que hay en el extremo de la plataforma con la ayuda de la mano de un chico Hufflepluf, el cual evita una posible caída gracias a mi falta de equilibrio- Gracias.
Cuando mis pies pisan la empolvada superficie cubierta por una larga alfombra color azul, recorro con la mirada la estancia repleta de ojos que tan solo se fijan en mí y en mis movimientos. Seco el sudor de mis manos en los tejanos y sonrío, aunque solo logro hacer una mueca de horror. Draco, el cual está al lado de su escuadrón de serpientes, incluyendo también a Daphne, me mira y empieza a reírse en voz baja. Pero pronto algo, o más bien alguien, le hace callar.
—Malfoy, suba, usted será el oponente de la señorita Maslow.
—¿Qué? –exclama haciendo que los demás rían.
—Jódete rubio –murmuro por lo bajo con una sonrisa triunfante.
—Suba he dicho.
—No pienso pelear con ella. ¡Es una chica, es mi mejor amiga!
—El mortífago que los atacó no era su mejor amigo, tiene que aprender que en esta vida va a tener que cruzarse con mucha gente que no se ha ganado su amistad y que por tanto abusará de tal hecho. ¡Suba ahora mismo!
Suelto una baja carcajada cuando veo a Draco maldecir algo a medida que se va acercando a la plataforma. Sube las escaleras del extremo contrario al mío sin ayuda alguna, con total elegancia y clase. Y eso me hace fruncir el ceño y gruñir de envidia, ¿por qué todo lo que haga tiene que ser perfecto? Ya en la plataforma, Snape le obliga a quedarse en la punta opuesta a la mía y éste se dirige hacia él. Entonces, con Severus de parte de Malfoy y Ojoloco de la mía, empiezan a hablar.
—Bien, aunque creo que todos vosotros sabéis las reglas del duelo y el procedimiento, vamos a recordároslo. Profesor Snape, si es usted tan amable… -le pide Moody señalándolo con su bastón.
—¡Poneos frente a vuestros contrincantes! –grita Snape sobre la tarima- ¡Y haced una inclinación!
Draco se acerca, y yo también, quedando así el uno en frente del otro. Le guiño el ojo y él gruñe. Procedo a inclinarme con gracia y él me imita, aunque sus movimientos son más ágiles.
—¿Recuerdas cuando te dije que tarde o temprano acabaríamos teniendo un duelo? –le pregunto en voz baja.
—Creo que sí.
—El destino ha querido que sea hoy, cariño –le respondo con retintín.
—Qué hija de puta –murmura haciéndome reír.
—¡Varitas listas! –grita el jefe de la casa Slytherin- Cuando cuente hasta tres, ejecutad vuestros hechizos para desarmar al oponente. ¡Solo para desarmarlo! No queremos que haya ningún accidente o que se repita lo de anoche.
—No pienso hacerlo –se queja Draco.
—¡Una!
—Al mejor de tres. Quien gane se lleva una bolsa con diez galeones.
—Me niego.
—¡Dos!
—No te voy a lanzar ningún hechizo –dice entre dientes, con su varita lista como la mía, pero sin ninguna intención de usarla- No quiero hacerte daño.
—Si lo haces te doy un beso.
—¡Y tres!
Entonces es el primero en lanzar de su varita una luz que consigue hacerme volar por los aires y tirar mi varita a no sé dónde. Me pongo de pie y por muy extraño que parezca, río, aunque el rubio adopta una posición preocupada y seria. Esta situación no le hace gracia por mucho que yo me lo esté pasando bien. Me pongo de pie y una chica que está en primera fila me alcanza la varita. Le lanzo mi primer hechizo. Es así cuando empezamos un duelo; nada de hechizos que te hacen bailar o reír como si te estuviesen matando a cosquillas. Él es bueno defendiéndose, y yo atacando, y parece que la pelea no acaba nunca. En uno de sus ataques consigue hacerme caer de espaldas hasta la punta de la tarima, y Ojoloco me ayuda a ponerme en pie, haciendo que la Marca arda como nunca. No queriendo entonces que me ayude a levantarme, intento entonces no caerme y por tanto defenderme mejor de Draco. Pero no sucede así.
Vuelvo a salir por los aires, esta vez cayendo al suelo con más intensidad. El aire escapa de mis pulmones y no encuentro la forma de hacerle llegar oxígeno de nuevo. Oigo gritos ahogados y exclamaciones hacia mí, pero parecen voces ajenas. La vista se me nubla por unos instantes, aunque logro ver una cabellera negra, una rubia y la de Ojoloco.
—¡Evelyn! –me llama Draco, o al menos, creo que es él.
Palpo el suelo lleno de polvo con las manos y me impulso para quedarme al menos sentada.
—¿Estás bien Maslow? –pregunta Snape- ¿Puedes oírme?
—Levántese señorita, yo le ayudaré.
—¡No, no! –me niego a que Ojoloco me toque- ¡Estoy bien, en serio!
Intento enderezarme yo sola, por mi propia cuenta, pero me tambaleo y eso incita a Alastor Moody a cogerme del brazo para no hacerme caer de nuevo al suelo. Y una ráfaga de imágenes pasa rápida ante mis ojos. Veo dolor, gritos agonizantes, sangre inocente derramada, luces verdes hacia muggles que no saben que está pasando, confusión. Veo una pequeña figura, como un bebé con cara demasiado familiar, como si lo estuviese recordando de un sueño. Sus ojos negros me miran fijamente y una risa malévola brota de su garganta. En mi mente empiezo a oír susurros, los cuales entiendo que pronuncian su nombre, el del mago más oscuro. Voldemort. Y me veo a mí vestida de negro en una fúnebre habitación, con más compañía de la misma. Mortífagos.
Cojo aire, sin saber que he estado sin él todo este rato. Caigo de rodillas al suelo y me suelto de Ojoloco. Estabilizo mi respiración por unos momentos ignorando completamente gritos o comentarios llenos de curiosidad hacia mí. Draco está a mi lado arrodillado, apartando los mechones de cabello que se han escapado de la trenza y ahora cubren mi rostro.
—Evelyn respira, ¿estás bien? Dime que lo estás, por favor.
—Lo mejor será llevarla a la enfermería –dice Snape. Limpio mis lágrimas y busco con la mirada a Harry, pues es el único con quien me apetece hablar sobre lo que acabo de ver.
—¡Potter! –grita Ojoloco, como si me hubiese leído el pensamiento- Potter sube y ayuda a Maslow a llevarla a la enfermería.
—Puedo hacerlo yo, profesor Moody –se ofrece Draco cogiéndome del codo con cuidado y ayudándome a ponerme en pie.
—No te preocupes Draco, ya voy con Harry –digo con algo de dificultad, pues parece que la voz me ha dejado después de tan espeluznantes imágenes.
—Por favor no me odies –me susurra mientras observo a Harry subir las escaleras para venir en mi búsqueda.
—No lo hago –le informo entonces mirándolo a él y frunciendo los labios en un intento de sonrisa- Aún te debo un beso.
Harry me viene a buscar y coge mi mano para ayudarme a bajar las escaleras. Nuestros compañeros se apartan para facilitarnos el paso hacia la salida del Gran Comedor. Una vez cruzadas las puertas, echo a correr hacia el primer pasillo desierto con el que me cruzo, Harry viniendo detrás de mí.
—¡Evy detente, la enfermería no está por ahí! –grita, y cuando me alcanza, ya que me he detenido a descansar apoyada en una pared, susurra- ¿Qué te pasa?
—¡Lo he visto! –bramo cogiéndole de los hombros y aplastándolo contra la pared para que permanezca inquieto ahí, aunque me paso de fuerza y logro hacerle daño- Lo siento.
—¿Qué has visto?
—¡A Voldemort!
—Evy te has dado un golpe en la cabeza y justo anoche te hiciste daño en el mismo sitio.
—No Harry no, te dije que pasaba algo raro con Moody. Cuando me ha ido a coger para ayudarme a levantarme, ha estado cerca de tocar la Marca. Y ahí es cuando he visto un montón de imágenes relacionadas con Voldemort. ¡Incluso estaba yo con el resto de mortífagos!
—¿Hablas en serio, Evelyn?
—¿Cuándo no lo haría tratándose de estos temas? –le respondo con otra pregunta.
—Debemos decírselo a Dumbledore, ¿no?
—No, no creo –niego con la cabeza- La última vez que le dije lo que me pasaba cada vez que Moody estaba cerca, no me ayudó demasiado. Pensó que eran “casualidades”.
—¿Entonces? –pregunta mirándome en busca de alguna solución.
—No lo sé –me deslizo por la pared hasta quedar sentada en el suelo, abrazando mis rodillas. Harry se sienta a mi lado y suspira- ¿Por qué tienen que pasarme estas cosas? ¿No puede haber nada normal en mi vida?
—Te comprendo –dice el azabache mirándome- Pero si te digo la verdad, prefiero esta vida que la que llevo con los Dursley.
—Yo también lo preferiría –respondo soltando una pequeña carcajada.
Nos quedamos callados unos segundos. Sin decir nada, sin pensar en nada, sin hacer nada. Simplemente quietos, escuchando el silencio.
—¿Quieres ir a la enfermería? –pregunta.
—No, quiero dormir y pensar –respondo.
—Suerte que hoy no hay clases en todo el día.
—Me moriría si tuviese que estar en Pociones durante dos horas –digo poniéndome en pie.
—Y que lo digas.
Juntos empezamos a caminar hasta que unos pasos apresurados empiezan a sonar cerca de nosotros, como persiguiéndonos. Harry y yo nos giramos y vemos a Ron, Hermione y Daphne con las respiraciones agitadas.
—No nos han dejado salir hasta que la clase ha terminado –dice Hermione recobrando la compostura- ¿Cómo estás?
Miro a Daphne y capta el mensaje de que el tema es algo delicado y debemos hablar de esto en privado. Muy a mi pesar, invento rápidamente una excusa que hace que me sienta una jodida mentirosa.
—El hechizo de Draco me pilló desprevenida, caí y me golpeé un poco la cabeza. Del golpe me quedé sin respiración y como me intenté levantar muy rápido me mareé.
—¡No puedo con Malfoy! –exclama Ron- ¡No sé si quiera como puedes perdonarlo después de todo lo que te ha hecho! Ya es verdad eso que dicen de que el amor es ciego.
—Cállate Ronald, no tengo ganas de hablar de ese tema –pido ceñuda.
—Pues algún día tendrás que hacerlo, ¿no? –pregunta Daphne retóricamente- ¿Cuándo ibas a decirme que Draco se te ha declarado?
Ron gruñe, Harry le aprieta el hombro levemente para intentar relajarlo y Hermione alza una ceja. Yo lamo mis labios, ya que están algo secos y miro a Daphne.
—Pues no sé, fue por la noche y justo después pasó lo del ataque. Hablamos con Dumbledore, fuimos
a la enfermería y yo me fui a mi Sala Común. No te vi en ningún momento, y hoy no he tenido la oportunidad pues he tenido que presentarme a lo del duelo ese de mierda –explico cruzada de brazos- Además, parece que estás totalmente informada sobre el tema, ¿qué más da?
—¡Quiero saber qué opinas al respecto!
—Pero si ya lo sabes, idiota –respondo con tono obvio.
—¿Y? Me gusta recordarlo, además, no es lo mismo que digas que te gusta, a decir que te gusta justo cuando has oído que tú también le gustas.
—Me he liado –comenta Ron en voz alta.
—Ella me ha entendido, es lo realmente importante –suelto una carcajada y la miro- ¿Y bien?
—Estoy cansada –explico suspirando- Quiero darme una ducha y… no sé, pensar.
—Pues piensa con nosotros –propone Daphne rodeándome los hombros y acercándome al trío de oro para abrazarnos todos mutuamente.
—No, en serio. No quiero estar borde con nadie, así que mejor dejadme sola un rato. Necesito… aclarar ideas.
—Está bien –acepta Hermione- Pero no hagas nada raro.
—Tal vez voy a Hogsmeade –propongo.
—¡Te acompañamos! –exclama Ron entusiasmado.
—Sola –hago énfasis en la palabra y pronto se desanima- Lo siento chicos, pero es que no estoy de humor.
—Ven a comer al menos –pide Harry.
—Iré a comer, pero me largaré para salir pronto.
—Acuérdate que mañana hay clases y no puedes llegar tarde –me recuerda Hermione antes de darme la vuelta.
—Lo tengo en cuenta Mione –digo sonriéndole- Nos vemos en la comida chicos, adiós Daph.
—Adiós Rose –se despide de mí usando mi segundo nombre solo para molestarme, pero no me giro para reprocharle nada, estoy demasiado exhausta.
Un par de horas más tarde, después de haber comido en compañía del trío de oro, los gemelos, Ced y Daphne, subo a mi habitación para ponerme el abrigo. Me pongo una camiseta gris y una sudadera del mismo color que abriga bastante; unos tejanos y unas zapatillas anchas grises también. Dejo mi cabello suelto y procedo a salir al vestíbulo para pedirle permiso a McGonagall de ir a Hogsmeade. Se sorprende al ver que voy sola, pero me deja marchar de todas formas. El camino en carruaje es silencioso, pero mi mente está repleto de voces e imágenes, todas vistas en la extraña visión de esta mañana.
Cuando me asomo por la ventana y observo que el paisaje ha cambiado, caigo en que ya estoy en el pueblo. Me bajo del carruaje conducido por thestrals y piso el frío suelo. La sudadera abriga bien, pero no lo suficiente como para soportar el frío, así que decido ir a Las Tres Escobas para pedirme una cerveza de mantequilla. Los pocos alumnos que han decidido pasar un pequeño rato en Hogsmeade se extrañan al verme y más sola, pero hacen caso omiso y siguen con las conversaciones entre ellos y sus amigos. Cuando tengo la copa en la mano y bebo, procedo a ordenar mis pensamientos, que no son pocos ni fáciles de aclarar.
Empiezo por el principio, como es lógico. Pero un principio muy inicial, muy lejano ahora. Cuando Dumbledore vino a sacarme de aquella mansión llena de mortífagos que decían ser mi familia cuando lo único que hacían era mentirme y ocultarme mi verdadera identidad. El descubrir que el ser al que le debía lealtad había matado a mis propios padres y casi intenta hacerlo conmigo me impactó muchísimo, y rápidamente cambié mis ideales para convertirme en una persona totalmente distinta a la que Jack y Alexia me habían enseñado. Después estaba el trío de oro, al que ni por asomo podía ocultarles mi identidad a pesar del terrible miedo que tenía que supieran mi más íntimo y oscuro secreto. Ellos, a pesar de todo, me tratan como alguien normal, cosa difícil de asegurar. No son muchos los que saben que soy mortífaga, o bueno, que era; pero está bien así. Aunque me gustaría reunir el valor suficiente y contárselo también a Draco y a Daphne, pero no sé si estoy dispuesta a dar ese paso. No creo que lo sepan ver del todo bien. También debo añadir el hecho de ser una de los cinco campeones del Torneo. Aún no me explico el hecho de haber quedado seleccionada. Está claro que alguien echó mi nombre y el de Harry en el cáliz de fuego, ¿pero quién? Obvia es la idea de que solo ha podido ser alguien mayor y de Hogwarts, lo difícil es decir quién. Y no puedo ir acusando así porque así, debo estar muy segura y convencida de esa persona. Aunque he de admitir que ni Alastor Moody ni Igor Karkarov me dan buenas vibraciones.
Y cuando pienso que mi vida no puede ser peor o menos normal, aparece un mortífago de la nada que quiere llevarme con él y la resta del séquito porque según dijo “él volverá y deberemos estar todos de su parte”. La idea de tener que estar apoyando sus ideales a la fuerza me hace temblar. Aunque más lo hace el frío de la calle, pues sin darme cuenta estoy de nuevo vagando por los acogedores caminos de Hogsmeade.
Hay unas últimas cosas que tengo más en mente, y son las visiones que he sufrido durante el duelo de esta mañana al tener contacto con Moody. ¿Por qué he visto a Voldemort o a los mortífagos? ¿Por qué con él? ¿Qué tiene que ver con Voldemort?
Y por último está Draco, al cual lo tengo enamorado cosa que en el fondo me disgusta un poco pues la idea me da algo de pavor. No es que no me guste, todo lo contrario, creo que puedo afirmar que desde un principio me llamó bastante la atención y me dio exactamente igual que fuera enemigo de mis mejores amigos, un narcisista, egoísta y racista. Es solo que, nunca he estado comprometida con esta clase de situaciones y no sé si sabré llevarlas del todo bien. Draco me encanta, y todo el mundo lo sabe menos él, así que supongo que he dejarle las cosas claras en cuanto antes. Pero hoy no, tengo mucho que pensar y…
—Mierda –musito cuando unas gotas de lluvia golpean mi frente.
Me pongo la capucha y corro hacia la estación donde en teoría están los carruajes que conducen a los alumnos de Hogwarts hacia el majestuoso castillo. Pero no hay ninguno esperando. Cierro los ojos y froto el puente de mi nariz con frustración. ¿Qué hora será? Busco con la mirada algún reloj y aunque no encuentro ninguno, me doy cuenta que es tarde gracias al cielo, ahora totalmente oscuro. Deben ser pasadas las nueve, la cena seguro que está finalizando. Chasqueo la lengua y me maldigo a mí misma. No corro, pues hay bastante trazo de Hogsmeade a Hogwarts, y más andando. No quiero cansarme a mitad de camino y tener que quedarme a descansar, eso retrasaría más mi hora de llegada. Después de una hora y media de caídas, sollozos de rabia, frío y más lluvia mojándome, llego a los terrenos de Hogwarts.
Entro al castillo y el calor de las antorchas y velas flotantes me acoge, aunque tengo los huesos calados de frío y no creo que dos duchas de agua hirviendo me calmen el intenso tiriteo. Dejo huellas de agua a cada paso que doy, y entonces, unos completamente ajenos a los míos suenan a través de las paredes de la entrada. Es un adulto que viene a ver qué está pasando. Y ese adulto es McGonagall. La situación no puede empeorar más.
—¡Maslow! –grita mi nombre sorprendida y corre hasta a mí, que estoy abrazándome para tratar de entrar en calor- ¿Se puede saber qué te ha pasado? Te fuiste a las cuatro y media del castillo y llegas casi a las once. ¡Hemos mandado a Hagrid para buscarte!
—Me entretuve y los carruajes se fueron, tuve que ir a pie.
—Te compadezco, pero eso no quita lo irresponsable que has sido –contesta en tono severo- No le quitaré ningún punto a Gryffindor porque lo veo injusto, pero quedas castigada sin salidas hasta finales de trimestre, ¿lo has entendido?
—Sí profesora McGonagall –asiento con la cabeza intentando mantener la compostura y no temblar más de frío, lo último que quiero es dar pena.
—Sube a la Sala Común, Potter y los demás están ahí esperándote. Están muy preocupados.
Asiento con la cabeza y se marcha de ahí, dejándome sola en la entrada. Veo una cabeza asomarse detrás de una columna, como asegurándose si pasa alguien que pueda verle. Cuando se da cuenta que no hay nadie salvo yo, sale de su escondite y entonces caigo que es Draco. Avanzo hacia él al mismo tiempo que él avanza hacia mí y cuando quedan pocos pasos para encontrarnos, él acelera su paso y cuando me tiene delante me atrapa entre sus brazos.
—Merlín, Evy, me tenías preocupado. ¿Dónde has estado? –pregunta separándome por los hombros- Estás empapada, toma mi túnica.
Me quita la chaqueta, dejándome tan solo en una fina camiseta de manga corta. Me sonrojo, pero él parece no verlo. Me envuelve con su túnica y el aroma embriaga. Vuelve a abrazarme y su calor corporal traspasa las telas de la ropa, relajando mis tensos músculos por el frío. Aparta varios mechones de pelo que se pegan a mis sienes y mejillas por culpa del agua y besa mi frente.
—¿Cómo se te ocurre, Maslow? Ir sola a Hogsmeade, cuando Daphne me lo dijo pensé que estaba de broma, pero empecé a preocuparme cuando no te vi en la cena. Dios, has sido una idiota.
—Tenía mucho que pensar –respondo entre sus brazos de nuevo- McGonagall me ha castigado sin salir hasta que termine el trimestre.
—Lo sé, lo oí –dice. Ahueco la cabeza en la curva de su cuello y me aferro a su espalda- No hagas estas cosas nunca más.
—Tranquilo, como mucho puedo perderme en los jardines –respondo con una débil carcajada.
—Anda, sube a tu habitación y date una ducha caliente, estás helada y no quiero que enfermes –dice separándose de mí, cogiendo entonces mi rostro entre sus manos- En serio estaba asustado, Evelyn. Pensé que algún otro mortífago te había atacado, o no sé.
—Nada de eso, se me fue la hora y los carruajes ya se habían ido. Tuve que volver a pie.
—Te odio por tenerme siempre tan preocupado –acaricia mis mejillas con sus pulgares y besa mi frente- Vete.
—¿Y tu túnica? –le pregunto.
—Ya me la darás –dice encogiéndose de hombros.
—Está bien, nos vemos mañana Draco.
—Claro –vuelve a cogerme el rostro y a besar mi frente, presionando fuertemente los labios contra la piel mojada, calentándola durante unos instantes- Te quiero.
Se separa de mí y con la intención de girar a la derecha para ir hacia las mazmorras, lo cojo de la muñeca para que no se me escape. Me pongo de puntillas y con mis labios rozo la piel de su mejilla para besarla.
—Te debía un beso –él alza una ceja y me hace reír- Dije que te daría un beso, no dónde.
Él carcajea también y se gira para definitivamente marcharse, al igual que yo, que al llegar a la Sala Común de Gryffindor, me espera una acalorada discusión con Hermione sobre responsabilidades y peligros al cruzar el Bosque Prohibido por haber llegado tarde a la estación de Hogsmeade.
Pongo los ojos en blanco cuando escucho un portazo proveniente de la habitación. Perfecto, se ha ido. Me meto en la ducha y dejo que el agua caiga por mi cuerpo. Anoche me duché, pero necesito volver a hacerlo para relajarme, pues no me sienta bien que me levanten cuando estoy teniendo un sueño profundo. Después de secarme, me pongo ropa informal pues el uniforme hoy no es obligatorio. Me visto con unos pantalones tejanos, una camiseta de manga larga fina de color negra y unas zapatillas. Ato mi cabello en una trenza de espiga y lo único reglamentario del colegio que me pongo es la túnica. En la Sala Común me encuentro a Ronald atándose los cordones de sus zapatillas.
—¿A ti también te han dicho que hay una clase obligatoria de duelo en el Gran Comedor? –le pregunto bajando los escalones. El lugar está deshabitado salvo por Weasley y por mí.
—No me lo creí hasta que no vi nadie en la habitación, se habían ido todos.
—Ya, a mí igual. Pero sigo sin creérmelo –me cruzo de brazos y espero a que Ron termine de calzarse.
—Quizá es por lo de anoche –opina él- ¿Te sigue doliendo la cabeza?
—No mucho, es molesto, pero aguantable –respondo encogiéndome de brazos. Cuando está totalmente listo, le propongo salir- ¿Nos vamos?
—Sí claro –acepta.
Salimos de la Sala Común y bajamos las escaleras movedizas. Los miles de retratos que hay colgados en las paredes nos acusan de llegar tarde, pero los ignoro y sigo yendo al mismo paso lento que Ron. Cuando llegamos al pasillo que conduce al Gran Comedor, nos encontramos con que las dobles y grandes puertas de roble están cerradas, así que con fuerza, Weasley y yo empezamos a empujar de ellas, provocando que se abran de golpe haciéndonos caer al suelo por el exagerado esfuerzo innecesario.
La estancia, llena de alumnos de tercero, cuarto y quinto curso tanto de nuestra casa como de las demás, se burlan o simplemente se dedican a mirarnos con curiosidad. Un par de ojos grises intentan ocultar la diversión de la situación, mas unas carcajadas salen de su garganta. Ronald y yo nos levantamos apurados, limpiándonos el polvo inexistente de nuestras ropas. Observo la estancia con la mirada y me percato que las cuatro mesas han sido retiradas para colocar en su lugar una plataforma que ocupa toda la largaría del Gran Comedor. En ella están subidos Snape y Ojoloco Moody.
—¿Qué me he perdido? –le pregunto a Hermione, la cual me mira de mala manera negando con la cabeza- ¿Qué?
—En realidad no mucho, señorita Maslow –habla el profesor Moody. Las miradas de chicos y chicas más pequeños, mayores o de mi misma edad se centran en mí durante un largo periodo de tiempo, ya que el profesor sigue fijándose en mí- Estábamos informando a sus compañeros del suceso de anoche, el cual vivieron usted y el señor Malfoy.
Y todos a miran a Draco, el cual dirige una mirada fría y dura hacia todos y en seguida dejan de molestarlo. Suelto una carcajada y Hermione me pellizca la mano para que calle y preste atención. Creo que está de mal humor por haber desconfiado de ella.
—Además de un mayor número de hechizos protectores que el director Dumbledore se ha encargado de realizar para hacer el castillo más seguro, nos ha pedido a mí y al resto de profesores que demos una pequeña clase de defensa personal por si la situación, que lo dudo mucho, se repita.
—Para ello haremos una breve demostración de un duelo entre dos alumnos escogidos al azar.
—Pero eso ya lo hicimos en segundo curso cuando Harry venció al basilisco de la Cámara Secreta –anuncia un muchacho de tercero de la casa de los tejones.
—La situación, esta vez, lo requiere de vuelta –dice el profesor Snape- Así pues, subiremos a dos alumnos para que, guiados por ambos profesores, sepan tener la mínima idea de cómo realizar un duelo. Señorita Maslow, suba. Usted será la primera.
—¿Por qué yo? –pregunto.
—Para que la próxima vez que le ataque un mortífago esté preparada –responde con un deje de frialdad y malicia.
—Definitivamente me tienen manía –mascullo abriéndome paso entre el tumulto de alumnos de Hogwarts. Subo unos escalones que hay en el extremo de la plataforma con la ayuda de la mano de un chico Hufflepluf, el cual evita una posible caída gracias a mi falta de equilibrio- Gracias.
Cuando mis pies pisan la empolvada superficie cubierta por una larga alfombra color azul, recorro con la mirada la estancia repleta de ojos que tan solo se fijan en mí y en mis movimientos. Seco el sudor de mis manos en los tejanos y sonrío, aunque solo logro hacer una mueca de horror. Draco, el cual está al lado de su escuadrón de serpientes, incluyendo también a Daphne, me mira y empieza a reírse en voz baja. Pero pronto algo, o más bien alguien, le hace callar.
—Malfoy, suba, usted será el oponente de la señorita Maslow.
—¿Qué? –exclama haciendo que los demás rían.
—Jódete rubio –murmuro por lo bajo con una sonrisa triunfante.
—Suba he dicho.
—No pienso pelear con ella. ¡Es una chica, es mi mejor amiga!
—El mortífago que los atacó no era su mejor amigo, tiene que aprender que en esta vida va a tener que cruzarse con mucha gente que no se ha ganado su amistad y que por tanto abusará de tal hecho. ¡Suba ahora mismo!
Suelto una baja carcajada cuando veo a Draco maldecir algo a medida que se va acercando a la plataforma. Sube las escaleras del extremo contrario al mío sin ayuda alguna, con total elegancia y clase. Y eso me hace fruncir el ceño y gruñir de envidia, ¿por qué todo lo que haga tiene que ser perfecto? Ya en la plataforma, Snape le obliga a quedarse en la punta opuesta a la mía y éste se dirige hacia él. Entonces, con Severus de parte de Malfoy y Ojoloco de la mía, empiezan a hablar.
—Bien, aunque creo que todos vosotros sabéis las reglas del duelo y el procedimiento, vamos a recordároslo. Profesor Snape, si es usted tan amable… -le pide Moody señalándolo con su bastón.
—¡Poneos frente a vuestros contrincantes! –grita Snape sobre la tarima- ¡Y haced una inclinación!
Draco se acerca, y yo también, quedando así el uno en frente del otro. Le guiño el ojo y él gruñe. Procedo a inclinarme con gracia y él me imita, aunque sus movimientos son más ágiles.
—¿Recuerdas cuando te dije que tarde o temprano acabaríamos teniendo un duelo? –le pregunto en voz baja.
—Creo que sí.
—El destino ha querido que sea hoy, cariño –le respondo con retintín.
—Qué hija de puta –murmura haciéndome reír.
—¡Varitas listas! –grita el jefe de la casa Slytherin- Cuando cuente hasta tres, ejecutad vuestros hechizos para desarmar al oponente. ¡Solo para desarmarlo! No queremos que haya ningún accidente o que se repita lo de anoche.
—No pienso hacerlo –se queja Draco.
—¡Una!
—Al mejor de tres. Quien gane se lleva una bolsa con diez galeones.
—Me niego.
—¡Dos!
—No te voy a lanzar ningún hechizo –dice entre dientes, con su varita lista como la mía, pero sin ninguna intención de usarla- No quiero hacerte daño.
—Si lo haces te doy un beso.
—¡Y tres!
Entonces es el primero en lanzar de su varita una luz que consigue hacerme volar por los aires y tirar mi varita a no sé dónde. Me pongo de pie y por muy extraño que parezca, río, aunque el rubio adopta una posición preocupada y seria. Esta situación no le hace gracia por mucho que yo me lo esté pasando bien. Me pongo de pie y una chica que está en primera fila me alcanza la varita. Le lanzo mi primer hechizo. Es así cuando empezamos un duelo; nada de hechizos que te hacen bailar o reír como si te estuviesen matando a cosquillas. Él es bueno defendiéndose, y yo atacando, y parece que la pelea no acaba nunca. En uno de sus ataques consigue hacerme caer de espaldas hasta la punta de la tarima, y Ojoloco me ayuda a ponerme en pie, haciendo que la Marca arda como nunca. No queriendo entonces que me ayude a levantarme, intento entonces no caerme y por tanto defenderme mejor de Draco. Pero no sucede así.
Vuelvo a salir por los aires, esta vez cayendo al suelo con más intensidad. El aire escapa de mis pulmones y no encuentro la forma de hacerle llegar oxígeno de nuevo. Oigo gritos ahogados y exclamaciones hacia mí, pero parecen voces ajenas. La vista se me nubla por unos instantes, aunque logro ver una cabellera negra, una rubia y la de Ojoloco.
—¡Evelyn! –me llama Draco, o al menos, creo que es él.
Palpo el suelo lleno de polvo con las manos y me impulso para quedarme al menos sentada.
—¿Estás bien Maslow? –pregunta Snape- ¿Puedes oírme?
—Levántese señorita, yo le ayudaré.
—¡No, no! –me niego a que Ojoloco me toque- ¡Estoy bien, en serio!
Intento enderezarme yo sola, por mi propia cuenta, pero me tambaleo y eso incita a Alastor Moody a cogerme del brazo para no hacerme caer de nuevo al suelo. Y una ráfaga de imágenes pasa rápida ante mis ojos. Veo dolor, gritos agonizantes, sangre inocente derramada, luces verdes hacia muggles que no saben que está pasando, confusión. Veo una pequeña figura, como un bebé con cara demasiado familiar, como si lo estuviese recordando de un sueño. Sus ojos negros me miran fijamente y una risa malévola brota de su garganta. En mi mente empiezo a oír susurros, los cuales entiendo que pronuncian su nombre, el del mago más oscuro. Voldemort. Y me veo a mí vestida de negro en una fúnebre habitación, con más compañía de la misma. Mortífagos.
Cojo aire, sin saber que he estado sin él todo este rato. Caigo de rodillas al suelo y me suelto de Ojoloco. Estabilizo mi respiración por unos momentos ignorando completamente gritos o comentarios llenos de curiosidad hacia mí. Draco está a mi lado arrodillado, apartando los mechones de cabello que se han escapado de la trenza y ahora cubren mi rostro.
—Evelyn respira, ¿estás bien? Dime que lo estás, por favor.
—Lo mejor será llevarla a la enfermería –dice Snape. Limpio mis lágrimas y busco con la mirada a Harry, pues es el único con quien me apetece hablar sobre lo que acabo de ver.
—¡Potter! –grita Ojoloco, como si me hubiese leído el pensamiento- Potter sube y ayuda a Maslow a llevarla a la enfermería.
—Puedo hacerlo yo, profesor Moody –se ofrece Draco cogiéndome del codo con cuidado y ayudándome a ponerme en pie.
—No te preocupes Draco, ya voy con Harry –digo con algo de dificultad, pues parece que la voz me ha dejado después de tan espeluznantes imágenes.
—Por favor no me odies –me susurra mientras observo a Harry subir las escaleras para venir en mi búsqueda.
—No lo hago –le informo entonces mirándolo a él y frunciendo los labios en un intento de sonrisa- Aún te debo un beso.
Harry me viene a buscar y coge mi mano para ayudarme a bajar las escaleras. Nuestros compañeros se apartan para facilitarnos el paso hacia la salida del Gran Comedor. Una vez cruzadas las puertas, echo a correr hacia el primer pasillo desierto con el que me cruzo, Harry viniendo detrás de mí.
—¡Evy detente, la enfermería no está por ahí! –grita, y cuando me alcanza, ya que me he detenido a descansar apoyada en una pared, susurra- ¿Qué te pasa?
—¡Lo he visto! –bramo cogiéndole de los hombros y aplastándolo contra la pared para que permanezca inquieto ahí, aunque me paso de fuerza y logro hacerle daño- Lo siento.
—¿Qué has visto?
—¡A Voldemort!
—Evy te has dado un golpe en la cabeza y justo anoche te hiciste daño en el mismo sitio.
—No Harry no, te dije que pasaba algo raro con Moody. Cuando me ha ido a coger para ayudarme a levantarme, ha estado cerca de tocar la Marca. Y ahí es cuando he visto un montón de imágenes relacionadas con Voldemort. ¡Incluso estaba yo con el resto de mortífagos!
—¿Hablas en serio, Evelyn?
—¿Cuándo no lo haría tratándose de estos temas? –le respondo con otra pregunta.
—Debemos decírselo a Dumbledore, ¿no?
—No, no creo –niego con la cabeza- La última vez que le dije lo que me pasaba cada vez que Moody estaba cerca, no me ayudó demasiado. Pensó que eran “casualidades”.
—¿Entonces? –pregunta mirándome en busca de alguna solución.
—No lo sé –me deslizo por la pared hasta quedar sentada en el suelo, abrazando mis rodillas. Harry se sienta a mi lado y suspira- ¿Por qué tienen que pasarme estas cosas? ¿No puede haber nada normal en mi vida?
—Te comprendo –dice el azabache mirándome- Pero si te digo la verdad, prefiero esta vida que la que llevo con los Dursley.
—Yo también lo preferiría –respondo soltando una pequeña carcajada.
Nos quedamos callados unos segundos. Sin decir nada, sin pensar en nada, sin hacer nada. Simplemente quietos, escuchando el silencio.
—¿Quieres ir a la enfermería? –pregunta.
—No, quiero dormir y pensar –respondo.
—Suerte que hoy no hay clases en todo el día.
—Me moriría si tuviese que estar en Pociones durante dos horas –digo poniéndome en pie.
—Y que lo digas.
Juntos empezamos a caminar hasta que unos pasos apresurados empiezan a sonar cerca de nosotros, como persiguiéndonos. Harry y yo nos giramos y vemos a Ron, Hermione y Daphne con las respiraciones agitadas.
—No nos han dejado salir hasta que la clase ha terminado –dice Hermione recobrando la compostura- ¿Cómo estás?
Miro a Daphne y capta el mensaje de que el tema es algo delicado y debemos hablar de esto en privado. Muy a mi pesar, invento rápidamente una excusa que hace que me sienta una jodida mentirosa.
—El hechizo de Draco me pilló desprevenida, caí y me golpeé un poco la cabeza. Del golpe me quedé sin respiración y como me intenté levantar muy rápido me mareé.
—¡No puedo con Malfoy! –exclama Ron- ¡No sé si quiera como puedes perdonarlo después de todo lo que te ha hecho! Ya es verdad eso que dicen de que el amor es ciego.
—Cállate Ronald, no tengo ganas de hablar de ese tema –pido ceñuda.
—Pues algún día tendrás que hacerlo, ¿no? –pregunta Daphne retóricamente- ¿Cuándo ibas a decirme que Draco se te ha declarado?
Ron gruñe, Harry le aprieta el hombro levemente para intentar relajarlo y Hermione alza una ceja. Yo lamo mis labios, ya que están algo secos y miro a Daphne.
—Pues no sé, fue por la noche y justo después pasó lo del ataque. Hablamos con Dumbledore, fuimos
a la enfermería y yo me fui a mi Sala Común. No te vi en ningún momento, y hoy no he tenido la oportunidad pues he tenido que presentarme a lo del duelo ese de mierda –explico cruzada de brazos- Además, parece que estás totalmente informada sobre el tema, ¿qué más da?
—¡Quiero saber qué opinas al respecto!
—Pero si ya lo sabes, idiota –respondo con tono obvio.
—¿Y? Me gusta recordarlo, además, no es lo mismo que digas que te gusta, a decir que te gusta justo cuando has oído que tú también le gustas.
—Me he liado –comenta Ron en voz alta.
—Ella me ha entendido, es lo realmente importante –suelto una carcajada y la miro- ¿Y bien?
—Estoy cansada –explico suspirando- Quiero darme una ducha y… no sé, pensar.
—Pues piensa con nosotros –propone Daphne rodeándome los hombros y acercándome al trío de oro para abrazarnos todos mutuamente.
—No, en serio. No quiero estar borde con nadie, así que mejor dejadme sola un rato. Necesito… aclarar ideas.
—Está bien –acepta Hermione- Pero no hagas nada raro.
—Tal vez voy a Hogsmeade –propongo.
—¡Te acompañamos! –exclama Ron entusiasmado.
—Sola –hago énfasis en la palabra y pronto se desanima- Lo siento chicos, pero es que no estoy de humor.
—Ven a comer al menos –pide Harry.
—Iré a comer, pero me largaré para salir pronto.
—Acuérdate que mañana hay clases y no puedes llegar tarde –me recuerda Hermione antes de darme la vuelta.
—Lo tengo en cuenta Mione –digo sonriéndole- Nos vemos en la comida chicos, adiós Daph.
—Adiós Rose –se despide de mí usando mi segundo nombre solo para molestarme, pero no me giro para reprocharle nada, estoy demasiado exhausta.
Un par de horas más tarde, después de haber comido en compañía del trío de oro, los gemelos, Ced y Daphne, subo a mi habitación para ponerme el abrigo. Me pongo una camiseta gris y una sudadera del mismo color que abriga bastante; unos tejanos y unas zapatillas anchas grises también. Dejo mi cabello suelto y procedo a salir al vestíbulo para pedirle permiso a McGonagall de ir a Hogsmeade. Se sorprende al ver que voy sola, pero me deja marchar de todas formas. El camino en carruaje es silencioso, pero mi mente está repleto de voces e imágenes, todas vistas en la extraña visión de esta mañana.
Cuando me asomo por la ventana y observo que el paisaje ha cambiado, caigo en que ya estoy en el pueblo. Me bajo del carruaje conducido por thestrals y piso el frío suelo. La sudadera abriga bien, pero no lo suficiente como para soportar el frío, así que decido ir a Las Tres Escobas para pedirme una cerveza de mantequilla. Los pocos alumnos que han decidido pasar un pequeño rato en Hogsmeade se extrañan al verme y más sola, pero hacen caso omiso y siguen con las conversaciones entre ellos y sus amigos. Cuando tengo la copa en la mano y bebo, procedo a ordenar mis pensamientos, que no son pocos ni fáciles de aclarar.
Empiezo por el principio, como es lógico. Pero un principio muy inicial, muy lejano ahora. Cuando Dumbledore vino a sacarme de aquella mansión llena de mortífagos que decían ser mi familia cuando lo único que hacían era mentirme y ocultarme mi verdadera identidad. El descubrir que el ser al que le debía lealtad había matado a mis propios padres y casi intenta hacerlo conmigo me impactó muchísimo, y rápidamente cambié mis ideales para convertirme en una persona totalmente distinta a la que Jack y Alexia me habían enseñado. Después estaba el trío de oro, al que ni por asomo podía ocultarles mi identidad a pesar del terrible miedo que tenía que supieran mi más íntimo y oscuro secreto. Ellos, a pesar de todo, me tratan como alguien normal, cosa difícil de asegurar. No son muchos los que saben que soy mortífaga, o bueno, que era; pero está bien así. Aunque me gustaría reunir el valor suficiente y contárselo también a Draco y a Daphne, pero no sé si estoy dispuesta a dar ese paso. No creo que lo sepan ver del todo bien. También debo añadir el hecho de ser una de los cinco campeones del Torneo. Aún no me explico el hecho de haber quedado seleccionada. Está claro que alguien echó mi nombre y el de Harry en el cáliz de fuego, ¿pero quién? Obvia es la idea de que solo ha podido ser alguien mayor y de Hogwarts, lo difícil es decir quién. Y no puedo ir acusando así porque así, debo estar muy segura y convencida de esa persona. Aunque he de admitir que ni Alastor Moody ni Igor Karkarov me dan buenas vibraciones.
Y cuando pienso que mi vida no puede ser peor o menos normal, aparece un mortífago de la nada que quiere llevarme con él y la resta del séquito porque según dijo “él volverá y deberemos estar todos de su parte”. La idea de tener que estar apoyando sus ideales a la fuerza me hace temblar. Aunque más lo hace el frío de la calle, pues sin darme cuenta estoy de nuevo vagando por los acogedores caminos de Hogsmeade.
Hay unas últimas cosas que tengo más en mente, y son las visiones que he sufrido durante el duelo de esta mañana al tener contacto con Moody. ¿Por qué he visto a Voldemort o a los mortífagos? ¿Por qué con él? ¿Qué tiene que ver con Voldemort?
Y por último está Draco, al cual lo tengo enamorado cosa que en el fondo me disgusta un poco pues la idea me da algo de pavor. No es que no me guste, todo lo contrario, creo que puedo afirmar que desde un principio me llamó bastante la atención y me dio exactamente igual que fuera enemigo de mis mejores amigos, un narcisista, egoísta y racista. Es solo que, nunca he estado comprometida con esta clase de situaciones y no sé si sabré llevarlas del todo bien. Draco me encanta, y todo el mundo lo sabe menos él, así que supongo que he dejarle las cosas claras en cuanto antes. Pero hoy no, tengo mucho que pensar y…
—Mierda –musito cuando unas gotas de lluvia golpean mi frente.
Me pongo la capucha y corro hacia la estación donde en teoría están los carruajes que conducen a los alumnos de Hogwarts hacia el majestuoso castillo. Pero no hay ninguno esperando. Cierro los ojos y froto el puente de mi nariz con frustración. ¿Qué hora será? Busco con la mirada algún reloj y aunque no encuentro ninguno, me doy cuenta que es tarde gracias al cielo, ahora totalmente oscuro. Deben ser pasadas las nueve, la cena seguro que está finalizando. Chasqueo la lengua y me maldigo a mí misma. No corro, pues hay bastante trazo de Hogsmeade a Hogwarts, y más andando. No quiero cansarme a mitad de camino y tener que quedarme a descansar, eso retrasaría más mi hora de llegada. Después de una hora y media de caídas, sollozos de rabia, frío y más lluvia mojándome, llego a los terrenos de Hogwarts.
Entro al castillo y el calor de las antorchas y velas flotantes me acoge, aunque tengo los huesos calados de frío y no creo que dos duchas de agua hirviendo me calmen el intenso tiriteo. Dejo huellas de agua a cada paso que doy, y entonces, unos completamente ajenos a los míos suenan a través de las paredes de la entrada. Es un adulto que viene a ver qué está pasando. Y ese adulto es McGonagall. La situación no puede empeorar más.
—¡Maslow! –grita mi nombre sorprendida y corre hasta a mí, que estoy abrazándome para tratar de entrar en calor- ¿Se puede saber qué te ha pasado? Te fuiste a las cuatro y media del castillo y llegas casi a las once. ¡Hemos mandado a Hagrid para buscarte!
—Me entretuve y los carruajes se fueron, tuve que ir a pie.
—Te compadezco, pero eso no quita lo irresponsable que has sido –contesta en tono severo- No le quitaré ningún punto a Gryffindor porque lo veo injusto, pero quedas castigada sin salidas hasta finales de trimestre, ¿lo has entendido?
—Sí profesora McGonagall –asiento con la cabeza intentando mantener la compostura y no temblar más de frío, lo último que quiero es dar pena.
—Sube a la Sala Común, Potter y los demás están ahí esperándote. Están muy preocupados.
Asiento con la cabeza y se marcha de ahí, dejándome sola en la entrada. Veo una cabeza asomarse detrás de una columna, como asegurándose si pasa alguien que pueda verle. Cuando se da cuenta que no hay nadie salvo yo, sale de su escondite y entonces caigo que es Draco. Avanzo hacia él al mismo tiempo que él avanza hacia mí y cuando quedan pocos pasos para encontrarnos, él acelera su paso y cuando me tiene delante me atrapa entre sus brazos.
—Merlín, Evy, me tenías preocupado. ¿Dónde has estado? –pregunta separándome por los hombros- Estás empapada, toma mi túnica.
Me quita la chaqueta, dejándome tan solo en una fina camiseta de manga corta. Me sonrojo, pero él parece no verlo. Me envuelve con su túnica y el aroma embriaga. Vuelve a abrazarme y su calor corporal traspasa las telas de la ropa, relajando mis tensos músculos por el frío. Aparta varios mechones de pelo que se pegan a mis sienes y mejillas por culpa del agua y besa mi frente.
—¿Cómo se te ocurre, Maslow? Ir sola a Hogsmeade, cuando Daphne me lo dijo pensé que estaba de broma, pero empecé a preocuparme cuando no te vi en la cena. Dios, has sido una idiota.
—Tenía mucho que pensar –respondo entre sus brazos de nuevo- McGonagall me ha castigado sin salir hasta que termine el trimestre.
—Lo sé, lo oí –dice. Ahueco la cabeza en la curva de su cuello y me aferro a su espalda- No hagas estas cosas nunca más.
—Tranquilo, como mucho puedo perderme en los jardines –respondo con una débil carcajada.
—Anda, sube a tu habitación y date una ducha caliente, estás helada y no quiero que enfermes –dice separándose de mí, cogiendo entonces mi rostro entre sus manos- En serio estaba asustado, Evelyn. Pensé que algún otro mortífago te había atacado, o no sé.
—Nada de eso, se me fue la hora y los carruajes ya se habían ido. Tuve que volver a pie.
—Te odio por tenerme siempre tan preocupado –acaricia mis mejillas con sus pulgares y besa mi frente- Vete.
—¿Y tu túnica? –le pregunto.
—Ya me la darás –dice encogiéndose de hombros.
—Está bien, nos vemos mañana Draco.
—Claro –vuelve a cogerme el rostro y a besar mi frente, presionando fuertemente los labios contra la piel mojada, calentándola durante unos instantes- Te quiero.
Se separa de mí y con la intención de girar a la derecha para ir hacia las mazmorras, lo cojo de la muñeca para que no se me escape. Me pongo de puntillas y con mis labios rozo la piel de su mejilla para besarla.
—Te debía un beso –él alza una ceja y me hace reír- Dije que te daría un beso, no dónde.
Él carcajea también y se gira para definitivamente marcharse, al igual que yo, que al llegar a la Sala Común de Gryffindor, me espera una acalorada discusión con Hermione sobre responsabilidades y peligros al cruzar el Bosque Prohibido por haber llegado tarde a la estación de Hogsmeade.
…
Mi estómago no aguanta las largas horas sin catar alimento alguno, así que ignorando el hecho de ser las dos de la mañana y que en unas seis horas más hay clases, me levanto de la cama y salgo de la torre Gryffindor para bajar a hurtadillas a la cocina. El castillo de por sí es grande, pero a oscuras da la sensación de que lo es el doble. Guiándome solo gracias a la tenue luz de mi varita, consigo llegar a mi destino para degustar la delicia de alimentos que me he perdido en la cena. Una vez harta de patatas, helado de chocolate, grageas y demás golosinas, salgo de la cocina para volver a mi habitación. Los hombres y mujeres de los retratos se quejan cada vez que la luz da de lleno a sus rostros, y como es divertido ver a cuadros quejarse, lo hago más intencionadamente. Cuando subo las escaleras corredizas, me doy cuenta que estoy en un pasillo equívoco y presa del miedo por perderme otra vez, hago que la luz de mi varita cobre más intensidad. Y maldito el momento en que lo hago, pues al alumbrar hacia el frente me topo con alguien que me hace chillar.
—¡Sht, Evelyn, soy yo! –dice entre susurros tendiéndome una mano para levantarme del suelo. Lo apunto con la varita y suspiro aliviada al ver que es Draco- Baja eso, le vas a sacar el ojo a alguien.
—¿Se puede saber qué haces aquí? ¡Son las casi las tres de la mañana!
—Lo mismo podría decir –se encoge de hombros y ladeo la cabeza, observando lo simple pero guapo que se ve con el pijama. Luce una camiseta blanca de manga corta con cuello de pico que evidencia claramente su leve musculatura. Unos pantalones grises de chándal cuelga de su cintura. Su cabello está despeinado y me llama a gritos para que lo acaricie- ¿Vas descalza?
—¿Estoy merodeando por el castillo a las tres de la mañana y lo único que te interesa es saber que voy descalza?
—Bueno, podría hablar de tu pijama pero te resultaría incómodo saber que luces jodidamente sexy.
—Mhm, vale –respondo incómodamente tapándome con la camisa abierta. Debajo llevo una de tirantes y los pantalones a cuadros hacen conjunto con la camisa de botones ahora cerrada.
—¿Y bien? ¿Vas a responder a mi pregunta?
—Yo pregunté primero, responde tú –pido cruzándome de brazos, pero con la varita aún firme para alumbrarle.
—Estaba en la Sala Común leyendo, oí ruidos y decidí ver qué pasaba.
—Tienes el oído fino, entonces.
—Tú turno.
—Tenía hambre.
—¿Y ya está? –pregunta alzando las cejas.
—¿Qué esperabas? ¿Qué fuera al pasillo del tercer piso para buscar al perro de tres cabezas y encontrar la piedra filosofal?
—No, eso lo hizo Potter el primer año –suelto una carcajada y él sonríe- ¿Estás bien?
—Bueno, creo que he comido mucho chocolate pero es que en serio tenía hambre.
—No me refiero a eso, tonta. Digo a lo de ésta mañana.
—Sí, bueno –me encojo de hombros y dejo caer los brazos a cada lado de mi cuerpo- No te creas el gran mago, me pillaste desprevenida.
Él ríe de nuevo.
—Pensé que te había hecho daño.
—Y me lo hiciste –al ver que no arreglo mucho la situación, procedo a seguir hablando- Pero no fue nada, de verdad.
—¿Qué te dijo Madame Pomfrey?
—No fui a la enfermería.
—¿Y qué hiciste con Potter? –pregunta escudriñándome con la mirada, y advierto un tono de celos en su voz.
—Nada, ya sabes. Fugarnos a hurtadillas al baño del segundo piso y tener sexo salvaje mientras Myrtle llora desconsoladamente porque el amor de su vida mantiene relaciones con la Niña Que Sobrevivió.
—Sino fuera porque te conozco y eres demasiado irónica, iría ahora mismo a partirle la boca a Potter.
—Vamos, no perdería la virginidad en un baño.
—Pero sí con él –gruñe cruzándose de brazos, haciendo que se le marquen los músculos y yo alce una ceja.
—Es tan mono y tiene unos ojos tan bonitos –digo suspirando cual enamorada.
—No estás arreglando nada –dice ceñudo.
—Pero tú eres más guapo y estás más… -lo señalo con ambas manos, recorriendo en el aire su figura.
—Dilo.
—Ya sabes, más… -y con el mismo procedimiento y sin encontrar la palabra adecuado, lo suelto- Más bueno.
—¿Algo que no sepa?
—Que eres un idiota –comento cruzándome de brazos y con el ceño fruncido.
—Es broma, es broma –dice riendo y cogiendo mi mano- Aún tienes algo que decirme.
—¿Yo?
—No, Daphne –comenta con sarcasmo- Claro, tú.
—Pues no sé, dime.
—Está relacionado con lo que pasó en el puente la anterior noche.
—No voy a hablar del tema, no me presiones Draco.
—No hablo del mortífago.
—Ya, yo tampoco –él chasquea la lengua pero una sonrisa asoma de la comisura de los labios- Ya sabes la respuesta, desde el primer momento.
—No –se responde él mismo, fastidiado, suponiendo que no siento nada por él.
—No –le niego, pero él entiende lo contrario.
—¿Ves? Sabía que no debía haberte dicho nada. Estábamos mejor como amigos.
—¡No me refiero a no de no, de que no me gustas; sino a no, de que no tienes razón!
Él se irgue de pronto, quedando así más tenso y firme de lo normal. Me mira durante unos breves segundos y aunque mi corazón parece salirse de mi pecho, adopto la posición más seria que puedo.
—Lo sabía, nadie puede resistirse a los encantos Malfoy.
—Oh vamos, cállate –pido avergonzada, dándole un golpe en el pecho.
—¿Y desde cuándo?
—Bueno, me llamaste la atención desde el primer momento, pero no congeniamos bien del todo –explico encogiéndome de hombros- Tenía curiosidad por conocerte, pero tu actitud narcisista, racista y egocéntrica no ayudaba mucho.
Él sonríe de lado como disculpándose.
—Pero cuando pasó lo de Trelawney sí que nos dimos una oportunidad y bueno, eso me gustó. Y tú también. Poco a poco fui viéndote como algo más que un amigo, pero el tema de que no tengo ninguna experiencia con chicos me echaba para atrás. Además, eres el rompecorazones de la escuela, te van detrás miles de chicas y yo pensaba: ¿por qué debería escogerme a mí?
—Y yo te digo: ¿y por qué no?
—Porque soy Evelyn Maslow, una Gryffindor, sangre sucia, amiga de tus enemigos.
—Y bueno, ¿no dicen que los polos opuestos se atraen?
—Sí, pero somos demasiado opuestos –comento bajando la mirada, pues por un momento me siento intimidada de su mirada.
—Y por eso nos atraemos aún más –coge mi mano y tira de ella para pegarme a él. Aparto la mirada molesta, pues sé que nota mi nerviosismo. Él ríe y da un leve golpe en mi mejilla para hacer que lo mire- Vamos, mírame.
—Eres un idiota, sabes que me estoy poniendo nerviosa.
—No tienes por qué –dice- Al fin y al cabo, ¿hay confianza, no?
—Sí bueno, pero que estés a centímetros del chico que te gusta no es como para estar rígida como una tabla. Una tiene sus sentimientos y ganas de desmayarse.
—¿Desmayarse? –Draco ríe y ahueco la cabeza en la curva de su cuello algo avergonzada- Yo es que tengo práctica y sé disimular bien, sino me habría entrado un ataque de histeria.
—No es verdad, lo dices para no hacerme sentir mal –comento con la boca pegada a su camisa, evitando así que mi voz suene del todo clara.
—En serio, estoy temblando.
—¡Qué mentiroso!
—Bueno, pero el corazón me late rápido –me alejo un poco de él y pongo la mano en su pecho, sintiendo el acelerado palpitar de su corazón, y sí, puede que esté algo nervioso, pero no la mitad de lo que yo estoy.
—Normal, estás ante una Maslow –digo poniendo voz seductora.
—¿De quién has aprendido a tener el ego tan subidito?
—De un tal Draco Malfoy.
—Oh, ¿y es guapo?
—Sí, pero no hay que decírselo muy seguido o acaba creyéndoselo demasiado –respondo siguiéndole el juego. Sus manos van a mi cintura, destruyendo toda clase de barreras entre nosotros.
—Mhm, entiendo. Pero él te gusta, ¿no?
—Me ha jodido –y veo como frunce el ceño, molesto y apenado por mi comentario-, la verdad es que ha hecho cosas que me han dolido bastante. Pero a pesar de todo me sigue gustando. Lo quiero, y mucho.
—Ya veo –dice sonriendo. Nos quedamos mirándonos durante unos pocos segundos, con las típicas mariposas revoloteando en el estómago, las sonrisas anchas y el pulso temblando- Siento interrumpir el momento, pero tienes algo aquí.
—¿Dónde? –toco mis mejillas en busca de chocolate, regaliz o cualquier porquería que anteriormente estaba comiéndome con ansia.
—No, ahí no.
Me toco la nariz, la frente, la boca. Pero entonces es él quien me la toca. Quien la besa. Presiona sus labios contra los míos con delicadeza. Y me está besando, joder. Se separa y aunque ha sido corto y breve, me conformo. Aunque a decir verdad, mi fuero interno está pidiendo a gritos que siga besándome.
—Tenías un beso –dice tocando con su pulgar la comisura de mis labios, haciendo que me limpia de comida- Pero ya está, te lo he quitado.
—Creo que te has dejado un poco –contesto.
Me pongo de puntillas y entonces soy yo quien lo está besando. Me sujeto en su pecho, recorriéndolo con los dedos y acariciándolo a través de la tela mientras él hace lo mismo con mi espalda. Me devuelve el beso, y ahora los labios empiezan a moverse más rápido. Y aunque estoy nerviosa y tiemblo por dentro, disfruto como nunca. Y me besa. Y lo beso. Y nos besamos. A tientas doy un paso hacia atrás, y él hace lo mismo, empujándome contra la pared. Oigo quejas por parte de los retratos, pero hacemos caso omiso y continuamos con lo nuestro.
—¡Dichosos adolescentes hormonados, haced esto en vuestras salas comunes! –grita un hombre con voz ronca, como si acabáramos de despertarlo, pues las luces de nuestras varitas apuntan hacia todas las direcciones.
—No pueden irse juntos, ella es una leona y él una serpiente.
—Lo que faltaba en Hogwarts, amores prohibidos.
Suelto una carcajada y Draco ríe en mi boca, incitando y aumentando más la rapidez e intensidad del beso. Mientras nuestras bocas se acarician, ambos vamos caminando, dando pasos en falso y a tientas. Me cuelgo de su cuello y por un momento los pies no tocan el suelo. Me aprieta contra él, sujetándome de la cintura, sirviéndose de ayuda con sus brazos. Y entonces algo se mueve bajo nuestros pies. Suelto un gritito ahogado sobre la boca de mi rubio y me doy cuenta que hemos acabado en las escaleras movedizas.
—Al final nos caemos –digo riéndome y apoyándome en la barandilla opuesta a la suya, quedando en frente.
—Pero nos caemos juntos –avanza hasta mí y me besa otra vez. Y otra, y otra, y así hasta que la escalera llega hasta un punto determinado y del impulso al frenar nos hace separarnos. Draco, delante de mí, aprieta las manos contra la barandilla para no caer, pues por un momento pierde el equilibrio. Y queda cerca de mí, tan cerca que pierdo de nuevo la cordura y vuelvo a besarlo- Creo que hemos llegado a la puerta de tu Sala Común.
—¿Debería entrar?
—Deberías, porque en unas horas hay clases. Pero ahora, que quieras…
Le beso de nuevo, acercándolo gracias al cuello de su camiseta, al cual agarro con fuerza para atraerlo a mí. Ríe a mitad del beso y hago lo mismo. Mi rostro, entre sus grandes manos, empieza a ser besado. Labios, mejillas, frente, párpados, sienes, pómulos.
—Y uno de buenas noches.
Presiona sus labios contra los míos y me separo para correr hacia el retrato de la dama gorda. Digo la contraseña y parece enfadarse por haberla despertado. Doy un paso al interior pero antes de entrar definitivamente…
—¡Eh! –grita, haciendo que me gire- Te quiero, ¿sabías eso?
Sonrío y asiento con la cabeza.
—También te quiero.
Satisfecho con la respuesta, sonríe y se gira para saltar de escalera a escalera antes de que éstas lleguen a juntarse. Niego con la cabeza y me adentro en la estancia, vacía y oscura. No quedan llamas en la leña de la chimenea, y la única luz que alumbra el camino es la de la luna reflejada en la ventana. Recorro la Sala Común de puntillas, sin hacer ruido con mis pisadas, y entro a mi habitación. Corro las cortinas y me tumbo en la cama, pensando en todo lo ocurrido hoy.
Quizá, incluso la parte del duelo ha sido divertida. Exceptuando las visiones, claro. Pero me ha gustado enfrentarme a Draco. Sobre todo a sus besos. Toco mis labios y asimilo que, aunque lo veía imposible, he acabado besándolo. A él. A Draco Malfoy. Al chico que por un momento quería olvidar y odiar para siempre. Pero creo que es verdad eso que nos comentó Trelawney, que estamos hechos para vivir juntos, que nuestros destinos están unidos. Y ahora no hay manera de separarlos, porque al acabar de admitir que nos queremos, hemos hecho más fuertes los lazos. Y por tanto, irrompibles.
—¡Sht, Evelyn, soy yo! –dice entre susurros tendiéndome una mano para levantarme del suelo. Lo apunto con la varita y suspiro aliviada al ver que es Draco- Baja eso, le vas a sacar el ojo a alguien.
—¿Se puede saber qué haces aquí? ¡Son las casi las tres de la mañana!
—Lo mismo podría decir –se encoge de hombros y ladeo la cabeza, observando lo simple pero guapo que se ve con el pijama. Luce una camiseta blanca de manga corta con cuello de pico que evidencia claramente su leve musculatura. Unos pantalones grises de chándal cuelga de su cintura. Su cabello está despeinado y me llama a gritos para que lo acaricie- ¿Vas descalza?
—¿Estoy merodeando por el castillo a las tres de la mañana y lo único que te interesa es saber que voy descalza?
—Bueno, podría hablar de tu pijama pero te resultaría incómodo saber que luces jodidamente sexy.
—Mhm, vale –respondo incómodamente tapándome con la camisa abierta. Debajo llevo una de tirantes y los pantalones a cuadros hacen conjunto con la camisa de botones ahora cerrada.
—¿Y bien? ¿Vas a responder a mi pregunta?
—Yo pregunté primero, responde tú –pido cruzándome de brazos, pero con la varita aún firme para alumbrarle.
—Estaba en la Sala Común leyendo, oí ruidos y decidí ver qué pasaba.
—Tienes el oído fino, entonces.
—Tú turno.
—Tenía hambre.
—¿Y ya está? –pregunta alzando las cejas.
—¿Qué esperabas? ¿Qué fuera al pasillo del tercer piso para buscar al perro de tres cabezas y encontrar la piedra filosofal?
—No, eso lo hizo Potter el primer año –suelto una carcajada y él sonríe- ¿Estás bien?
—Bueno, creo que he comido mucho chocolate pero es que en serio tenía hambre.
—No me refiero a eso, tonta. Digo a lo de ésta mañana.
—Sí, bueno –me encojo de hombros y dejo caer los brazos a cada lado de mi cuerpo- No te creas el gran mago, me pillaste desprevenida.
Él ríe de nuevo.
—Pensé que te había hecho daño.
—Y me lo hiciste –al ver que no arreglo mucho la situación, procedo a seguir hablando- Pero no fue nada, de verdad.
—¿Qué te dijo Madame Pomfrey?
—No fui a la enfermería.
—¿Y qué hiciste con Potter? –pregunta escudriñándome con la mirada, y advierto un tono de celos en su voz.
—Nada, ya sabes. Fugarnos a hurtadillas al baño del segundo piso y tener sexo salvaje mientras Myrtle llora desconsoladamente porque el amor de su vida mantiene relaciones con la Niña Que Sobrevivió.
—Sino fuera porque te conozco y eres demasiado irónica, iría ahora mismo a partirle la boca a Potter.
—Vamos, no perdería la virginidad en un baño.
—Pero sí con él –gruñe cruzándose de brazos, haciendo que se le marquen los músculos y yo alce una ceja.
—Es tan mono y tiene unos ojos tan bonitos –digo suspirando cual enamorada.
—No estás arreglando nada –dice ceñudo.
—Pero tú eres más guapo y estás más… -lo señalo con ambas manos, recorriendo en el aire su figura.
—Dilo.
—Ya sabes, más… -y con el mismo procedimiento y sin encontrar la palabra adecuado, lo suelto- Más bueno.
—¿Algo que no sepa?
—Que eres un idiota –comento cruzándome de brazos y con el ceño fruncido.
—Es broma, es broma –dice riendo y cogiendo mi mano- Aún tienes algo que decirme.
—¿Yo?
—No, Daphne –comenta con sarcasmo- Claro, tú.
—Pues no sé, dime.
—Está relacionado con lo que pasó en el puente la anterior noche.
—No voy a hablar del tema, no me presiones Draco.
—No hablo del mortífago.
—Ya, yo tampoco –él chasquea la lengua pero una sonrisa asoma de la comisura de los labios- Ya sabes la respuesta, desde el primer momento.
—No –se responde él mismo, fastidiado, suponiendo que no siento nada por él.
—No –le niego, pero él entiende lo contrario.
—¿Ves? Sabía que no debía haberte dicho nada. Estábamos mejor como amigos.
—¡No me refiero a no de no, de que no me gustas; sino a no, de que no tienes razón!
Él se irgue de pronto, quedando así más tenso y firme de lo normal. Me mira durante unos breves segundos y aunque mi corazón parece salirse de mi pecho, adopto la posición más seria que puedo.
—Lo sabía, nadie puede resistirse a los encantos Malfoy.
—Oh vamos, cállate –pido avergonzada, dándole un golpe en el pecho.
—¿Y desde cuándo?
—Bueno, me llamaste la atención desde el primer momento, pero no congeniamos bien del todo –explico encogiéndome de hombros- Tenía curiosidad por conocerte, pero tu actitud narcisista, racista y egocéntrica no ayudaba mucho.
Él sonríe de lado como disculpándose.
—Pero cuando pasó lo de Trelawney sí que nos dimos una oportunidad y bueno, eso me gustó. Y tú también. Poco a poco fui viéndote como algo más que un amigo, pero el tema de que no tengo ninguna experiencia con chicos me echaba para atrás. Además, eres el rompecorazones de la escuela, te van detrás miles de chicas y yo pensaba: ¿por qué debería escogerme a mí?
—Y yo te digo: ¿y por qué no?
—Porque soy Evelyn Maslow, una Gryffindor, sangre sucia, amiga de tus enemigos.
—Y bueno, ¿no dicen que los polos opuestos se atraen?
—Sí, pero somos demasiado opuestos –comento bajando la mirada, pues por un momento me siento intimidada de su mirada.
—Y por eso nos atraemos aún más –coge mi mano y tira de ella para pegarme a él. Aparto la mirada molesta, pues sé que nota mi nerviosismo. Él ríe y da un leve golpe en mi mejilla para hacer que lo mire- Vamos, mírame.
—Eres un idiota, sabes que me estoy poniendo nerviosa.
—No tienes por qué –dice- Al fin y al cabo, ¿hay confianza, no?
—Sí bueno, pero que estés a centímetros del chico que te gusta no es como para estar rígida como una tabla. Una tiene sus sentimientos y ganas de desmayarse.
—¿Desmayarse? –Draco ríe y ahueco la cabeza en la curva de su cuello algo avergonzada- Yo es que tengo práctica y sé disimular bien, sino me habría entrado un ataque de histeria.
—No es verdad, lo dices para no hacerme sentir mal –comento con la boca pegada a su camisa, evitando así que mi voz suene del todo clara.
—En serio, estoy temblando.
—¡Qué mentiroso!
—Bueno, pero el corazón me late rápido –me alejo un poco de él y pongo la mano en su pecho, sintiendo el acelerado palpitar de su corazón, y sí, puede que esté algo nervioso, pero no la mitad de lo que yo estoy.
—Normal, estás ante una Maslow –digo poniendo voz seductora.
—¿De quién has aprendido a tener el ego tan subidito?
—De un tal Draco Malfoy.
—Oh, ¿y es guapo?
—Sí, pero no hay que decírselo muy seguido o acaba creyéndoselo demasiado –respondo siguiéndole el juego. Sus manos van a mi cintura, destruyendo toda clase de barreras entre nosotros.
—Mhm, entiendo. Pero él te gusta, ¿no?
—Me ha jodido –y veo como frunce el ceño, molesto y apenado por mi comentario-, la verdad es que ha hecho cosas que me han dolido bastante. Pero a pesar de todo me sigue gustando. Lo quiero, y mucho.
—Ya veo –dice sonriendo. Nos quedamos mirándonos durante unos pocos segundos, con las típicas mariposas revoloteando en el estómago, las sonrisas anchas y el pulso temblando- Siento interrumpir el momento, pero tienes algo aquí.
—¿Dónde? –toco mis mejillas en busca de chocolate, regaliz o cualquier porquería que anteriormente estaba comiéndome con ansia.
—No, ahí no.
Me toco la nariz, la frente, la boca. Pero entonces es él quien me la toca. Quien la besa. Presiona sus labios contra los míos con delicadeza. Y me está besando, joder. Se separa y aunque ha sido corto y breve, me conformo. Aunque a decir verdad, mi fuero interno está pidiendo a gritos que siga besándome.
—Tenías un beso –dice tocando con su pulgar la comisura de mis labios, haciendo que me limpia de comida- Pero ya está, te lo he quitado.
—Creo que te has dejado un poco –contesto.
Me pongo de puntillas y entonces soy yo quien lo está besando. Me sujeto en su pecho, recorriéndolo con los dedos y acariciándolo a través de la tela mientras él hace lo mismo con mi espalda. Me devuelve el beso, y ahora los labios empiezan a moverse más rápido. Y aunque estoy nerviosa y tiemblo por dentro, disfruto como nunca. Y me besa. Y lo beso. Y nos besamos. A tientas doy un paso hacia atrás, y él hace lo mismo, empujándome contra la pared. Oigo quejas por parte de los retratos, pero hacemos caso omiso y continuamos con lo nuestro.
—¡Dichosos adolescentes hormonados, haced esto en vuestras salas comunes! –grita un hombre con voz ronca, como si acabáramos de despertarlo, pues las luces de nuestras varitas apuntan hacia todas las direcciones.
—No pueden irse juntos, ella es una leona y él una serpiente.
—Lo que faltaba en Hogwarts, amores prohibidos.
Suelto una carcajada y Draco ríe en mi boca, incitando y aumentando más la rapidez e intensidad del beso. Mientras nuestras bocas se acarician, ambos vamos caminando, dando pasos en falso y a tientas. Me cuelgo de su cuello y por un momento los pies no tocan el suelo. Me aprieta contra él, sujetándome de la cintura, sirviéndose de ayuda con sus brazos. Y entonces algo se mueve bajo nuestros pies. Suelto un gritito ahogado sobre la boca de mi rubio y me doy cuenta que hemos acabado en las escaleras movedizas.
—Al final nos caemos –digo riéndome y apoyándome en la barandilla opuesta a la suya, quedando en frente.
—Pero nos caemos juntos –avanza hasta mí y me besa otra vez. Y otra, y otra, y así hasta que la escalera llega hasta un punto determinado y del impulso al frenar nos hace separarnos. Draco, delante de mí, aprieta las manos contra la barandilla para no caer, pues por un momento pierde el equilibrio. Y queda cerca de mí, tan cerca que pierdo de nuevo la cordura y vuelvo a besarlo- Creo que hemos llegado a la puerta de tu Sala Común.
—¿Debería entrar?
—Deberías, porque en unas horas hay clases. Pero ahora, que quieras…
Le beso de nuevo, acercándolo gracias al cuello de su camiseta, al cual agarro con fuerza para atraerlo a mí. Ríe a mitad del beso y hago lo mismo. Mi rostro, entre sus grandes manos, empieza a ser besado. Labios, mejillas, frente, párpados, sienes, pómulos.
—Y uno de buenas noches.
Presiona sus labios contra los míos y me separo para correr hacia el retrato de la dama gorda. Digo la contraseña y parece enfadarse por haberla despertado. Doy un paso al interior pero antes de entrar definitivamente…
—¡Eh! –grita, haciendo que me gire- Te quiero, ¿sabías eso?
Sonrío y asiento con la cabeza.
—También te quiero.
Satisfecho con la respuesta, sonríe y se gira para saltar de escalera a escalera antes de que éstas lleguen a juntarse. Niego con la cabeza y me adentro en la estancia, vacía y oscura. No quedan llamas en la leña de la chimenea, y la única luz que alumbra el camino es la de la luna reflejada en la ventana. Recorro la Sala Común de puntillas, sin hacer ruido con mis pisadas, y entro a mi habitación. Corro las cortinas y me tumbo en la cama, pensando en todo lo ocurrido hoy.
Quizá, incluso la parte del duelo ha sido divertida. Exceptuando las visiones, claro. Pero me ha gustado enfrentarme a Draco. Sobre todo a sus besos. Toco mis labios y asimilo que, aunque lo veía imposible, he acabado besándolo. A él. A Draco Malfoy. Al chico que por un momento quería olvidar y odiar para siempre. Pero creo que es verdad eso que nos comentó Trelawney, que estamos hechos para vivir juntos, que nuestros destinos están unidos. Y ahora no hay manera de separarlos, porque al acabar de admitir que nos queremos, hemos hecho más fuertes los lazos. Y por tanto, irrompibles.
Última edición por Mina ♡ el Dom 01 Dic 2013, 4:29 pm, editado 2 veces
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Gracias, fea, gracias. TODA la tarde de ayer recargaba y recargaba la página esperando ver un capítulo, pero no, tu disfrutas hacerme sufrir y te tomabas la libertad de tardarte. Ahora te voy a presumir, ¡estoy viendo cazadores de sombras! ah, jodido Jace, jodido Valentine, jodido Magnus, jodido Alec, jodidos todos los malditos sexys, quiero entrar a esos putos libros y violarlos a todos. Es que no, no, no y no, sales muy feliz del cine por haber visto a Finnick Odair y cuando miras a tu alrededor, ¡nada! Ningún chico sexy, ni siquiera pasable, todos feos e idiotas. Me decepciono, voy a entrar en depresión realmente. Fui la primera en comentar a menos de que alguien se me adelante bc tuve que ir a desayunar y mi papá no me dejaba ir porque necesito pasar más tiempo en familia ahque logré escaparme.
Te juro que algún día vas a matarme, pones capítulos tan re jodidamente sensuales donde cualquiera podría convulsionar, en especial yo que ya lo hice. Todo el capítulo lo leí con esa sonrisa idiota de enamorada, como cuando veo a Jace o a Finnick. Bueno gracias a ti cada día me enamoro más de Draco. Te comentaría todo un libro pero tengo que arreglar la casa para Navidad, así es, mi casa es machista. TKM, horrenda.
Besos.
tobias.
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Ahhhhhh se besaron y se quieren, hay qe hacer fiesta por ello , hoy fiesta en casa de Obama todos losseguidores de esta noveoa estan invitados waaaa
Lucile Malfoy Finnigan
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Bueno Mina, ahora tengo que cambiar el nombre del ship, o como se diga. Drevelyn? No, muy largo. DREVY! O DEVY. No se, uno de esos dos, bue. ¡SE BESARON, MIERDA! MIL QUINIENTAS VECES. Encima, era tipo; bueno, ya está, un beso. A no, otro, bueno. NO! OTRO. Y el final... Él tipo "Te quiero" y ella "TE QUIERO" Y yo... "no tengo a nadie que me quiera" Bue, para eso tango a los personajes de los libros.
Como sea, ya quiero que Evy (No me acostumbro, pero me gusta el nombre *_*) Se dé cuenta quien es en realidad Moody. Chan Chan Chan...
jaksdjkl Todo ternurita Draco, mierda. NO LE QUERÍA TIRAR NINGÚN HECHIZO POR MIEDO A LASTIMARLA. Que, bueno, al final la lastimó un poquito, pero la intención es lo que cuenta.
ESTOY EN VACACIONES. A, que tenía que ver, bueno, tengo que sacar mi emoción con alguien. Mis papás ya noo me aguantan, mi hermano menos. Solo tengo que ir a buscar el boletín y la nota de la integradora de naturales y bueno, me estoy mordiendo las uñas de los nervios. Es decir, estoy segura de que tengo CASI todo aprovado, el problema es Naturales. En fin, el punto es que ME CAGO DE CALOR, y me tengo que ir a la playa ahora con mis amigos, así que me despido de tí, y me voy (Feel like Julieta Venegas, bue) Te quiero Mina, nos vemos
Como sea, ya quiero que Evy (No me acostumbro, pero me gusta el nombre *_*) Se dé cuenta quien es en realidad Moody. Chan Chan Chan...
jaksdjkl Todo ternurita Draco, mierda. NO LE QUERÍA TIRAR NINGÚN HECHIZO POR MIEDO A LASTIMARLA. Que, bueno, al final la lastimó un poquito, pero la intención es lo que cuenta.
ESTOY EN VACACIONES. A, que tenía que ver, bueno, tengo que sacar mi emoción con alguien. Mis papás ya noo me aguantan, mi hermano menos. Solo tengo que ir a buscar el boletín y la nota de la integradora de naturales y bueno, me estoy mordiendo las uñas de los nervios. Es decir, estoy segura de que tengo CASI todo aprovado, el problema es Naturales. En fin, el punto es que ME CAGO DE CALOR, y me tengo que ir a la playa ahora con mis amigos, así que me despido de tí, y me voy (Feel like Julieta Venegas, bue) Te quiero Mina, nos vemos
#Hope ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
OMGGGGGGGGGGGGG!!!!!!!!!!!!!!!!!
¿HAs visto lo que has escrito mujer? *OOOOOOO*
OH POR MERLÍN Y LOS DIOSES DEL OLIMPO! O___O esa fue la perfeccion pura descrita en un capitulo! O_O creo que fue lo mas increible que pude haber leido luego de esta jodida semana de examenes, fue como, SHIT esto es lectura! no esas cosas de la escuela u.u buu, jaja lo AME*__* completamente
Primero que nada EVELYN! ME LLAMO EVELYN! OMG amo cuando las protagonisas tienen nombre porque finjo con mas emocion ser ellas, es como que 'juego' a ser 'actriz' xD jaja yo y mi cabecilla loca! el punto es que amo el nombre queda perfecto!!
Evelyn Rose Maslow es simplemente perfecto!
Y luego, el cap! OH MY GOD, el capitulo! estoy como una loca comentando xD pero es que, si vieras el efecto que causas con las cosas que escribes, aunque, creo que ya lo sabes xq todas tus lectoras reaccionamos igual :P jaja
¡VIVA MINA!
¡VIVAAAAA! :solteria:
Ok ya .__. me emociono y salgo hablando de cualquier cosa -.-
Draquito y Evy enfrentados en un duelo, uuh que cosa! y el no queria atacarla hasta que ella dijo lo del beso, picaron! :jejeje: jajaja y despues, yo que Evy mejor no le hubiera dicho eso, con los golpes que obtuvo la pobre :S e imagina que solo eso x un beso en la mejilla!! ese Draco deberia aprender a no tomarse tan enserio las cosas¬¬
y luego lo de el falso Moody, agh que le quite sus asquerosisimas (perdon verdadero Moody :( ) manos de encima a Evy!
Mira nada mas lo que ha provocado! la pobre teniendo esas visiones, si hasta me dieron escalosfrios! :| OMG! y luego ella sintiendose tan mal que estuvo fuera por horas! u.u
me encanto la parte en que Draco le dio abrazos y beso su frente, agh pero deberia haberla besado ahi¬¬ se veian tan bonish*-*
jaja pero, volviendo al resto del capitulo (siempre lo comento por partes xD) DIos mio! esa chica es una loquilla, con sus ironias y sarcasmos, con lo suelta que es para hablar de sexo y esas cosas, o sera que soy mas reservada(? el punto es que lo amo xD simplemente amo su forma tan suya de ser!
ahora, ¡EL BESO! *__* Eso es demasiado importante, Evy y Draco se besaron! OMG lo bese, me beso, nos besamos!!
haha creo q lo saque de la nove :P pero OMG fue tan perfecto, tan apasionado, tan lleno de amor y tan tierno me muero de amor, MINA!! nos hiciste esperar demasiado, pero valio la pena xq te quedo precioso, fue perfecto*-* aawwww todavia no puedo creerlo :') si hasta lagrimitas se me saltaron con las ultimas frases del cap, soy tan sensiblona que estaba q moria de felicidad, pero vivi ñ__ñ haha espero la puedas seguir prontito, este capitulo estuvo perfectisimo asi que GRACIIAS enormes por subirlo para nosotras te quiero y te envio muchos besos y abrazos!!
Ten buen fin de semana, el sábado 07 es mi cumpleaños ñ__ñ me vuelvo un año mas viejota D: adios!!
¿HAs visto lo que has escrito mujer? *OOOOOOO*
OH POR MERLÍN Y LOS DIOSES DEL OLIMPO! O___O esa fue la perfeccion pura descrita en un capitulo! O_O creo que fue lo mas increible que pude haber leido luego de esta jodida semana de examenes, fue como, SHIT esto es lectura! no esas cosas de la escuela u.u buu, jaja lo AME*__* completamente
Primero que nada EVELYN! ME LLAMO EVELYN! OMG amo cuando las protagonisas tienen nombre porque finjo con mas emocion ser ellas, es como que 'juego' a ser 'actriz' xD jaja yo y mi cabecilla loca! el punto es que amo el nombre queda perfecto!!
Evelyn Rose Maslow es simplemente perfecto!
Y luego, el cap! OH MY GOD, el capitulo! estoy como una loca comentando xD pero es que, si vieras el efecto que causas con las cosas que escribes, aunque, creo que ya lo sabes xq todas tus lectoras reaccionamos igual :P jaja
¡VIVA MINA!
¡VIVAAAAA! :solteria:
Ok ya .__. me emociono y salgo hablando de cualquier cosa -.-
Draquito y Evy enfrentados en un duelo, uuh que cosa! y el no queria atacarla hasta que ella dijo lo del beso, picaron! :jejeje: jajaja y despues, yo que Evy mejor no le hubiera dicho eso, con los golpes que obtuvo la pobre :S e imagina que solo eso x un beso en la mejilla!! ese Draco deberia aprender a no tomarse tan enserio las cosas¬¬
y luego lo de el falso Moody, agh que le quite sus asquerosisimas (perdon verdadero Moody :( ) manos de encima a Evy!
Mira nada mas lo que ha provocado! la pobre teniendo esas visiones, si hasta me dieron escalosfrios! :| OMG! y luego ella sintiendose tan mal que estuvo fuera por horas! u.u
me encanto la parte en que Draco le dio abrazos y beso su frente, agh pero deberia haberla besado ahi¬¬ se veian tan bonish*-*
jaja pero, volviendo al resto del capitulo (siempre lo comento por partes xD) DIos mio! esa chica es una loquilla, con sus ironias y sarcasmos, con lo suelta que es para hablar de sexo y esas cosas, o sera que soy mas reservada(? el punto es que lo amo xD simplemente amo su forma tan suya de ser!
ahora, ¡EL BESO! *__* Eso es demasiado importante, Evy y Draco se besaron! OMG lo bese, me beso, nos besamos!!
haha creo q lo saque de la nove :P pero OMG fue tan perfecto, tan apasionado, tan lleno de amor y tan tierno me muero de amor, MINA!! nos hiciste esperar demasiado, pero valio la pena xq te quedo precioso, fue perfecto*-* aawwww todavia no puedo creerlo :') si hasta lagrimitas se me saltaron con las ultimas frases del cap, soy tan sensiblona que estaba q moria de felicidad, pero vivi ñ__ñ haha espero la puedas seguir prontito, este capitulo estuvo perfectisimo asi que GRACIIAS enormes por subirlo para nosotras te quiero y te envio muchos besos y abrazos!!
Ten buen fin de semana, el sábado 07 es mi cumpleaños ñ__ñ me vuelvo un año mas viejota D: adios!!
TheGirlImpossible
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Y LOS PUTOS DESTINOS ESTÁN UNIDOS, UNIDOS!!!!!! ESTOY CHILLANDO DE LA EMOCIÓN LA PUTA MADRE. ESTO ES DEMASIADO. JURO QUE MORÍA POR LA FALTA DE AIRE ANTE LO TIERNO QUE FUE, FUE TAN AJKSDFNSKJFNKF. CREO QUE TE AMO, MINA VEGAS. ESTO ES PERFECTO :')
Es que, ajksdfnsdjkf, no puedo más. Esto me arruinó la vida. Quiero que un chico me de el beso así!!! Ahora voy a estar obsesionada con que alguien lo haga, y cuando lo haga voy a decir 'este es mi rubio malfoy, puto de mierda'. Shoro.
Cuando leí que iba dedicado a mí y a ana yo dije 'jodeme que se besan, jodeme, jodeme, jodeme' y entonces empecé a leer y me enamoraba a cada momento del capítulo. Cuando en el duelo ella le dijo que si lo hacía le daba un beso y entonces él lanzó el hechizo fue mucho. Ese fue el comienzo de mi próximo funeral. Aunque sabía que no se lo iba a dar en la boca, tenía la pequeña esperanza de que ese fuera el momento tan esperado. Pero me cagaste, y tuve que esperar a que la hija de mil comiera mientras yo me cagaba de hambre, y después tuvieran esa 'declaración', que por cierto ME MORÍ MUERTA. También morí cuando él decía las estupideces que decía, es tan lindo cuando se pone así de tierno y cursi. En realidad, es lindo siempre, como dijo Evy 'está más bueno'. Evy saaaaaaaaabe. ah
Por cierto, me gusta el nombre Evelyn, queda raro, pero me gusta. Creo que me acostumbré mucho a leerte con rayis y draco que queda muy raro. También queda raro que ella (digo así porque nunca me acuerdo el maldito nombre de la rubia) sea quien protagonice a 'Evy', y bueno, me has dejado bastante impaktada con todo el cambio. De todas formas, me sigue gustando la novela, tu forma de escribir me encanta :3
Pasando todo este lindo hecho, te digo que K PEDO CON EL TEMA DE VOLDY? Me intriga mucho cómo vas a relatar la última prueba y todo el encuentro con el señor tenebroso, qué será de cedric?!?!?! Todavía sigo diciendo que no lo mates, lo ruego. Pido piedad. ahq
Y nada, se me acaba el ingenio para escribir algo más, desgraciada mente. Me ha encantado el capítulo, eso es más que obvio. Espero que la sigas, bitch, o i'll kill u. ah
Te quiero, fea, nos leemos pronto <3
Es que, ajksdfnsdjkf, no puedo más. Esto me arruinó la vida. Quiero que un chico me de el beso así!!! Ahora voy a estar obsesionada con que alguien lo haga, y cuando lo haga voy a decir 'este es mi rubio malfoy, puto de mierda'. Shoro.
Cuando leí que iba dedicado a mí y a ana yo dije 'jodeme que se besan, jodeme, jodeme, jodeme' y entonces empecé a leer y me enamoraba a cada momento del capítulo. Cuando en el duelo ella le dijo que si lo hacía le daba un beso y entonces él lanzó el hechizo fue mucho. Ese fue el comienzo de mi próximo funeral. Aunque sabía que no se lo iba a dar en la boca, tenía la pequeña esperanza de que ese fuera el momento tan esperado. Pero me cagaste, y tuve que esperar a que la hija de mil comiera mientras yo me cagaba de hambre, y después tuvieran esa 'declaración', que por cierto ME MORÍ MUERTA. También morí cuando él decía las estupideces que decía, es tan lindo cuando se pone así de tierno y cursi. En realidad, es lindo siempre, como dijo Evy 'está más bueno'. Evy saaaaaaaaabe. ah
Por cierto, me gusta el nombre Evelyn, queda raro, pero me gusta. Creo que me acostumbré mucho a leerte con rayis y draco que queda muy raro. También queda raro que ella (digo así porque nunca me acuerdo el maldito nombre de la rubia) sea quien protagonice a 'Evy', y bueno, me has dejado bastante impaktada con todo el cambio. De todas formas, me sigue gustando la novela, tu forma de escribir me encanta :3
Pasando todo este lindo hecho, te digo que K PEDO CON EL TEMA DE VOLDY? Me intriga mucho cómo vas a relatar la última prueba y todo el encuentro con el señor tenebroso, qué será de cedric?!?!?! Todavía sigo diciendo que no lo mates, lo ruego. Pido piedad. ahq
Y nada, se me acaba el ingenio para escribir algo más, desgraciada mente. Me ha encantado el capítulo, eso es más que obvio. Espero que la sigas, bitch, o i'll kill u. ah
Te quiero, fea, nos leemos pronto <3
Milapotato
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! AME EL CAPITULO! LO AME!
Al fin se besaron, al fin!! :'D Draco es tan asjhdhjfh! Ese beso fue tan pero tan perfecto!! el momento fue el indicado, todoo! Morí leyendo este capítulo, me encantoo, hay espero que la continues pronto, esta demasiado buena! :'D
Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor! :3
Al fin se besaron, al fin!! :'D Draco es tan asjhdhjfh! Ese beso fue tan pero tan perfecto!! el momento fue el indicado, todoo! Morí leyendo este capítulo, me encantoo, hay espero que la continues pronto, esta demasiado buena! :'D
Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa por favor! :3
TamiaUnbroken
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