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Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Eh linda, no te preocupes, yo también he estado un tiempo despreocupada de novelas y comentarios de las demás, la escuela ocupa mucho, te comprendo. Me alegro mil que te hayan gustado y te agradezco que me leas y aprecies mi escritura. Respecto a la reconciliación, pronto vendrá, no te preocupes. Posiblemente esta noche suba el capítulo veinticuatro, ya que llevo mucho tiempo ausente. Gracias por todo de nuevo, un beso bien grande. ¡Adiósss!StayStrongandlove escribió:Mina!, si lo se soy la peor por no comentar en todo este tiempo, pero estoy con las integradoras y todas esas cosas...
Bueno he leído los capítulos y me han gustado mucho, la manera en que rayis se trata de olvidar de Draquis pero no puede me identifica :l. Pero que decirte? cada capítulo que leo es genial, me atrapa más.
No puedo negarte que me dieron ganas de matarlo cuando vi esto sobre que le ha pegado, fue como muy djdndjkd no puede .-.
Pero vale, vale no veo la hora en que estos dos se reconcilien, se aman dios!, tienen que estar juntos, casarse y. okno:B
UN BESO Minaaaa<3 espero que la sigas prontoc:
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Ya subo perra impaciente de mi corazón.AnaPaulaHoran escribió:Ya síguela, Mina, rápido.
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Mina ♡ escribió:Ya subo perra impaciente de mi corazón.AnaPaulaHoran escribió:Ya síguela, Mina, rápido.
:vicplz:
tobias.
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Capítulo veinticuatro.
Parte I: Sentimientos
Al salir de clase oímos a las hermanas Patil hablar sobre un nuevo comunicado en el tablón de anuncios, así que el trío de oro y yo nos dirigimos hacia la zona donde el profesorado cuelga información para sus alumnos. Entre empujones llego al centro de la masa de gente y arranco de la pared el pergamino.
—¿Qué es lo que dice? –me preguntan.
—Mhm, “aprovechando que nuestro querido profesor Flitwick cumple años hoy, celebraremos en el Gran Comedor una fiesta que dará inicio a las nueve y no terminará hasta el amanecer. Dada la finalización del evento hasta tan altas horas de la madrugada, todas las clases del día siguiente quedan suspendidas. Rogamos la asistencia de todos para hacer de esta velada más amena. Gracias” –leo en voz alta, a lo que todos empiezan a escudriñar con el del al lado- ¿Qué? No me lo he inventado, está todo aquí. Esta noche fiesta.
Y cuando la gran masa de alumnos explota en vítores y aclames de alegría, los chicos me sacan de ahí para evitar que me den un codazo en la nariz. Una cabellera pelirroja se nos une al paseo por los pasillos y acabamos hablando del evento de esta noche al que parece estar ansiosa y a la vez desesperada por asistir.
—¡Deberían haber avisado con más antelación, ahora no sé qué ponerme! –exclama histérica, peinándose los rizos con los dedos- ¿Creéis que deba lechucear a mis padres? No, no llegarían a tiempo con la ropa.
—¿Ha dicho lechucear? –pregunta Hermione en voz baja.
—Me temo que voy a tener que pedirle a mi hermana un vestido de los suyos –se pasa las manos por la cara con exasperación y suspira dramática, haciéndome reír- Arrastrarte ante Astoria, qué bajo has caído Daphne.
—Oye mira, no te estreses, ponte unos pantalones, una camiseta simple y unos zapatos. No hay más.
—Que tú vayas a vestir así no quiere decir que yo vaya a ir tan… fea.
—Oye –me quejo cruzándome de brazos.
—Te dejaré unos botines negros de tacón que te encantarán, tenemos la misma talla.
—Lo que sea, pero no te estreses mucho con el vestuario.
—¡Claro, eso lo dices para que no me arregle tanto y entonces ir tú más guapa que yo! –chilla indignada- Pues te diré algo, me voy a poner el vestido más precioso de todo Hogwarts y voy a estar despampanante.
—No te lo niego –confieso riendo- Nos vemos en la fiesta, Daph. Tengo Transformaciones y no quiero llegar tarde.
…
Un par de horas más tarde, la habitación es un revuelo de vestidos, faldas, camisas y zapatos; maquillaje tirado por la cama, música y risitas tontas. Aunque las tontas son mis compañeras, que se arreglan como si fuesen a asistir a la gala de unos Óscars.
—Lavander cariño, deja de empolvarte tanto la cara. Vamos a la fiesta de cumpleaños de un profesor, no de Halloween.
Ella y Parvati gruñen y nos dan la espalda a mí y a Hermione, la cual no duda en echarse unas risas. Ésta viste unos pantalones azules oscuros, una camisa de botones color rosa y unas bailarinas del mismo color. El cabello lo lleva suelto, recogiéndose el flequillo con una pequeña y simple horquilla que despeja su frente de rasgo alguno de pelos sueltos. Maquillaje cero, aunque guapa está de todas formas.
—¿Nos vamos? –pregunta cogiendo su bolsito y pasándose por los hombros.
Asiento con la cabeza y me miro al espejo por última vez. Mi vestimenta{x} se basa en unos tejanos claros algo desgastados, una camisa blanca con encaje bastante bonito y una chaqueta formal de color negra, ya que la tela de la camiseta es bastante fina y hace algo de frío ahí abajo. Mis pies están cubiertos con los botines anteriormente nombrados por Daphne, la cual me había dicho que me presentaría. Son negros y tienen algo de tacón, pero fácilmente manejables como para no hacerme caer por las escaleras. Mi cabello cae por la espalda, trenzado en espiga. Y el único maquillaje de mi rostro son las pestañas, que llevan algo de rímel para hacerlas largas y rizadas, oscuras como la noche. Salimos de la habitación y bajamos las escaleras para llegar a la Sala Común, donde nos encontramos con Ron y Harry.
—Vaya, estáis…
—Guapas –añade el pelirrojo abriendo los ojos, como si el hecho de que Hermione y yo nos arreglemos le sorprenda.
—Gracias –contestamos las dos en una sonrisa.
—Vayámonos.
Los pasillos están atestados de alumnos que bajan también al Gran Comedor, aunque en la escalera de mármol hay una conglomeración de ellos. La mayoría Slytherins, los cuales se me quedan mirando en cuanto paso por ellos. Una mano me sujeta el brazo y cuando me giro decidida a darle un golpe en la cara, me doy cuenta que es Daphne quien me llama. Sonrío y medio aliviada la abrazo tan efusivamente como ella hace conmigo.
—Vamos, ¡halágame!
Observo su vestimenta y río fuerte cuando me percato que se ha arreglado tanto o incluso más de lo que juró por la mañana. Su cuerpo es abrazado por una fina tela color negra con adornos verdes en los bordes, dando una sensación de mayores curvas. Su cabello, rizado y esponjoso está peinado en un elegante recogido sujetado por un broche en forma de serpiente de color negra, al igual que sus zapatos de bailarina.
—Te has lucido, pelo zanahoria –digo riendo.
—Tú también –coge mi mano y me hace dar una vuelta para observarme mejor- ¡Simple pero guapa, estás genial! –besa mi mejilla y lleva sus labios a mi oído para decirme algo- Draco no deja de mirarte, te come con los ojos. Y no me extraña, esos pantalones te hacen las piernas largas y sexys.
—Daphne por favor –pido riendo y apartándome de ella.
—Y con esos taconazos quedas más mayor, estás… ay, pareces mujer y todo.
—No sé cómo debo tomarme esto último, pero… ¿gracias?
—Muchísimas de nadas. Anda, ves con tus amigos, me miran como si te estuviese matando.
—Nos vemos en la fiesta, Daph.
—¡Resérvame un baile!
—¡Ni lo sueñes, no pienso bailar esa música de funeral! –bramo mientras bajo las escaleras. A medida que bajo los escalones acompañada por el trío dorado, alguien me silva logrando que me gire- Idiota.
—Zabini, no es un perro, no le silbes –masculla Draco, el cual luce guapísimo hoy. Bueno, hoy y todos los días.
—Gracias Malfoy, pero sé defenderme yo sola –alza una ceja y da un paso al frente, dejando atrás a los gorilas, Blaise, y a Theodore, los cuales se quedan contemplando a todas las chicas que pasan por su lado- ¿Quieres algo?
Me cruzo de brazos y espero su respuesta, al igual que mis amigos y los suyos, que ahora están pendientes de nuestra conversación.
—De hecho, sí –dice mirándome de arriba abajo y esbozando una sonrisa de lado que hace ponerme los pelos de punta- Vas preciosa, Rose.
Oigo a Hermione gruñir, a Ron crujirse los nudillos y a Harry musitar algo por lo bajini. Mis brazos caen de pronto, a cada lado de mi cuerpo, en cuanto su lengua acaricia mi segundo nombre, dejándome con unas insaciables ganas de aplastarlo contra mí y sentirlo a mi lado una vez más. Pero me limito a demostrar mi orgullo y fruncir el ceño para ser llevada hacia el Gran Comedor por el trío dorado, dejando a las serpientes reír divertidas o comentar “lo pasmada que me he quedado”.
—Esto es horrible –dice una voz a mi lado. Me giro y es Fred el que escolta mi lado derecho.
—Y que lo digas, los aurores deberían encerrar a Dumbledore por permitir que ponga esta música tan horrible –añade su hermano George, que frunce el ceño al ver a la profesora Trelawney bailar como posesa en el centro de la estancia.
—Vamos no os quejéis tanto, tampoco está tan mal –les riñe Hermione adentrándose a la enorme habitación, quedándose con nosotros apartada en un rincón y observándolo todo.
—Tienes razón, la comida está genial –comenta Ron picando de la mesa de al lado. Hay cambios en el Gran Comedor. Han apartado las cuatro mesas y solo han dejado dos a cada punta de la habitación, logrando una pista de baile para todos los alumnos.
—Y Angelina, ¿la has visto George? –pregunta Fred con la boca haciéndosele agua- Vamos con Angelina. Anda vamos, le queda genial esa falda. ¿Verdad que sí, Harry? Angelina siempre está guapísima.
—Parece que a alguien le gusta la leona –digo riendo, cruzándome de brazos- Has dicho su nombre tres veces en menos de un minuto.
—Angelina, Angelina, Angelina –bromea rápidamente- Me gusta, sí. Y seguramente hoy le pido para salir.
—Adelante entonces, no pierda usted el tiempo con su doncella –río moviendo los brazos en dirección a la chica de su edad- Pero no dejes a George de sujeta velas… ¿dónde está George?
—Veo que no pierde el tiempo –comenta Harry mirando a su derecha. Veo como el pelirrojo flirtea con una Ravenclaw vestida con una falda color beige que ríe tontamente mientras se trenza un mechón de cabello con el dedo índice.
Suelto una carcajada y voy con mis amigos hasta un lugar mejor en el que Ron pueda comer más variedad, ya que solo en una esquina no le llega para picotear mucho. Al final acabo bailando con todos, incluso con Daphne, la cual me insiste cinco o seis veces. A medida que la noche va avanzando, mi mente conduce a los mismos pensamientos. Querer hablar con Draco. Ya lo hemos hecho hoy por la mañana, pero la charla ha quedado indecisa y la verdad es que me apetece arreglar las cosas con él. Dispuesta a cambiar la relación distante y odiosa que estamos manteniendo, lo busco con la mirada y lo encuentro en una esquina del Gran Comedor, hablando muy pegado a una francesa de Beauxbatons. Esta carcajea y se acerca a él. Que no se besen, que no se besen. ¡Y se besan, maldita sea! La rubia le ha besado la mejilla a Draco, le ha profanado la piel con sus asquerosos labios. Ésta suelta una carcajada y le coge la mano para sacarlo de ahí, aparto la mirada hacia Daphne y alza una ceja pidiendo una explicación por mi molesto rostro.
—¿Te pasa algo?
—¡Me pasa que voy a matar a alguien!
—¿A quién?
—¡A Malfoy y a su putita! –ella pone los ojos en blanco mientras sigue balanceándose en el mismo metro cuadrado de suelo, disfrutando de la música ahora más movidita- “Vas preciosa, Rose”, seguro que la rubia esa también se llama Rose y estaba practicando para decírselo a ella. ¡Es un mierdas!
—Siempre estáis igual con los celos –masculla Greengrass frunciendo el entrecejo- El día que estéis juntos sacrificaré mi virginal cuerpo a un Dios Todopoderoso por concedernos tal milagro.
—Ya, lo que tú digas. Pero Draco es un idiota, ¿cómo se atreve a dejar que le coquetee y le bese?
—Por hacerle un favor, no creo tener nada serio con ella. No es mi tipo –me giro ante la tan familiar voz y abro los ojos, sorprendida de ver a Draco con una sonrisa de autosuficiencia.
—¡Mierda Malfoy, me has asustado! ¿Tienes complejo de Daphne, o qué?
—¡Eso, idiota! –la pelirroja le golpea el pecho y éste ríe- La única que puede hacer ese tipo de apariciones misteriosas soy yo.
—Lo siento, lo siento. La próxima que haga una entrada te daré créditos.
—No habrá una próxima entrada, lárgate de aquí –le obligo apuntando a una dirección cualquiera con el dedo índice.
—El Gran Comedor no es tuyo, Maslow.
—Pero si estos dos metros cuadrados que uso para respirar y bailar, márchate. ¡Me estás fastidiando la noche!
—La noche te la fastidias tú sola haciendo falsas suposiciones sobre todo lo que crees ver –dice para después darse media vuelta e irse.
—¿Qué ha sido eso? –pregunta Daphne abriendo los ojos, algo asombrada por el comentario del rubio- ¿Indirecta muy indirecta?
—No lo entiendo, no le ha podido dar tiempo a oír toda la conversación. ¿Por qué ha dicho eso de hacerme falsas suposiciones?
—Porque al parecer sí que te ha escuchado hablar sobre él y la rubia de Beauxbatons –responde encogiéndose de hombros- Voy a buscar a Leroy.
—¿No era que tenías prohibido juntarte con él y sus amigos sino tu hermana se enteraba y se lo decía a tus padres?
—Ella está demasiado ocupada en los baños del segundo piso con uno de Durmstrang –dice frunciendo los labios.
—Qué asco –murmuro haciendo una mueca.
—Lo sé, es repugnante –se estremece y me hace reír- Ojalá usen protección, a saber la abominación que puede salir de ahí.
—Vale, me acaba de venir una imagen horrorosa, vete. No quiero que me traumes más.
—De acuerdo, adiós –se despide riendo- ¡Y no rompas muchos cristales!
Pongo los ojos en blanco y sigo su cabellera roja como el fuego perderse ente la multitud. Sonrío y veo cómo mi trío dorado hablan con Dumbledore. También a Cedric bailar con Cho Chang, lo cual me deja un poco sorprendida porque nunca me ha hablado de ella, y simplemente verlos juntos me hace sospechar. Aburrida de estar espiando cada uno de los movimientos de todo el mundo, decido salir del castillo a darme una vuelta por sus lares exteriores. Llego a la entrada de Hogwarts y me abrazo pues el frío me hiela los huesos. Tiro mi chaqueta hacia mí y oigo cómo los tacones resuenan por el helado suelo de piedra, para más adelante resonar en forma de eco, algo sordo y hueco. Estoy pisando madera, la madera del puente en el que alguien está apoyado. A lo lejos no logro identificar quién es, pero cuando paso por su lado y me percato de su rubia cabellera, resoplo resignada haciendo que éste se gire.
—Lo que me faltaba –digo cruzándome de brazos y así aprovechando mi poco calor corporal que aún conservo- No puedo estar en ningún sitio, porque siempre acabo encontrándome contigo.
—Hogwarts es muy grande como para que acabemos topándonos en todos lados –dice con una sonrisa divertida de entre medio- No es una casualidad que siempre nos estemos cruzando.
—Sí, es el destino que nos quiere juntos, ¿no? –ironizo apoyándome en el mismo barandal que él, a su lado, pero lo suficientemente alejada de él.
Un silencio nos invade y hace que nos separemos más de lo que ya estamos. Un muro de cristal se posiciona entre nosotros y por mucho que nos juntemos, hará que no sintamos alejados. Estaremos cerca, pero la distancia siempre será mayor que nosotros y acabará matándonos. Oigo un suspiro salir de sus labios y alzo la vista hacia él.
—¿Qué haremos con lo nuestro, Evelyn? ¿Qué pasará con nosotros?
—Ya no hay nada nuestro. Antes puede que seamos ser un nosotros, pero ya no lo somos. Se acabó.
—¿Y crees que tenemos que hacer como si nada?
—Te recuerdo que tú eres el culpable de que estemos así. Empezaste a insultarme por haber bailado con un chico, y ni que me hubiese violado. Después por lo del Torneo.
—¡Sabes por qué estuve así! –chilla girándose a verme- ¿Cómo quieres que me comporte cuando mi mejor amiga me oculta cosas como éstas?
—Te he dicho mil veces que yo no puse mi nombre en el cáliz, es tu culpa si no me crees.
—No, mi culpa no. Porque es evidente que esto no es lo único que no me has dicho –frunzo el ceño y chasqueo la lengua fastidiada por siempre sacar el estúpido tema del Torneo- ¿Crees que no me he dado cuenta, Evelyn? Tu vida son siempre secretos.
—Hay cosas que es mejor no contar, por el bien común.
—¿Ni a mí? ¿Ni a tu mejor amigo?
—A nadie, Draco.
—¡Pero se supone que soy tu mejor amigo!
—¡Y con secretos o no de por medio, deberías apoyarme de todas formas, como un mejor amigo! –exclamo harta de siempre los mismos argumentos- Además, ¿estabas más pendiente de si te contaba o no que había puesto mi nombre en el cáliz, que morir en las pruebas? Porque Draco, el Torneo es peligroso, ¿no te han dicho que puedo morir? O mejor, ¿que alguien me ha obligado a concursar para matarme?
—¿Que te quieren matar? –pregunta alzando las cejas- Oh vamos, ¿desde cuándo te metes tú en estos líos? Siempre es Potter el de las amenazas a muerte.
—Bueno, pues la cosa ha cambiado. Y mientras yo estoy preocupándome porque dentro de poco tengo la primera prueba, tú te centras en hacerme la vida imposible. ¿Qué clase de “mejor amigo” hace eso?
—En el fondo también estaba preocupado por ti, pero me mataba la idea de que te hubieses presentado. ¡Por eso me enfadé, porque te veía como una masoca del dolor!
—¡Pero que yo no fui, cómo mierda te lo digo!
—¡Pero yo no lo sabía en ese momento!
—¡Se supone que deberías haberlo sabido desde el principio, como Daphne, o Hermione, o Ron! Todos me creyeron menos tú, el más importante. ¿Y después te sorprendes de que no quiera arreglar lo nuestro?
Él suspira, llevándose las manos a la cabeza. Lo miro y frunzo el ceño, apoyándome en una columna de madera que sirve como soporte del puente. Avanza hacia mí y arqueo una ceja por saber qué se propone.
—Lo siento, ¿vale?
—¿Tú te piensas que con un lo siento cutre, voy a perdonarte? ¡Después de todo lo que me has dicho y hecho, ya puedes tirarte por el puente Draco Malfoy!
Suelta una carcajada y bufo enfadada porque encima le hace gracia la situación por la que estamos pasando. Doy un pisotón en el suelo para que mis tacones suenen y así llamar su atención. Logrando mi propósito, alza la vista y me mira con esos ojos grises a los que tantas veces me he quedado parada. Me doy cuenta entonces que unas bolsas oscuras son presentes con la palabra “cansancio” marcada en ellas. Luce cansado en general, como yo de esta situación.
—No es fácil, ¿sabes?
—¿El qué? –pregunto- ¿Odiar a alguien sin motivo?
—Tratar de disculparte cuando nunca lo has hecho –me responde, corrigiéndome al mismo tiempo.
—Pues menuda mierda de disculpa la que has intentado hacer, hijo mío.
—¡Es que no sé cómo hacerlo, me he comportado como un idiota y no sé si después de todo valdrá la pena!
—¡Pues inténtalo!
—¿Y decir qué? –pregunta retóricamente, alzando los brazos con exasperación- ¿Que tengo la culpa de todo? Ya lo sabes. ¿Qué me siento el ser más inútil del mundo? Todos parecen saber eso. ¿Que te necesito, a pesar de demostrar lo contrario? ¿Que me duele el comportamiento que he tenido contigo? ¿Que me arrepiento de no haberte dado la razón, de no haberte apoyado desde el principio con lo del Torneo?
Unos segundos callada hacen que Draco vuelva a iniciar la conversación, o la disculpa, o como lo queráis llamar.
—Sé que la he cagado hasta el fondo, que me he equivocado contigo, que no he sabido tratarte como te merecías, pero al final del día siempre he acabado pensando que quien te hiciera daño lo acabaría matando con mis propias manos. Porque eres importante para mí, Evelyn. Nunca he querido hacerte daño, pero soy idiota y al final acabo haciéndotelo.
—Muy idiota –enfatizo.
—Pero elegiste a este idiota como amigo, recuérdalo.
—Pues últimamente no sé si quiero más idiotas como amigos.
—¡No me digas eso ahora cuando estoy tratando de disculparme, harás que no valga la pena seguir hablando!
—Oh, ¿con que eso soy para ti? ¿A fin de cuentas tirarías la toalla a la mínima? Total, soy una sangre sucia, una traidora. ¡No merezco que Draco Malfoy insista para que lo perdone, porque no soy tanto para él!
—¿En serio piensas eso?
—Es lo que me estás diciendo.
—Nunca le he insistido tanto a nadie para que me perdonara. Nunca, porque hasta ahora no había encontrado a nadie que me importara tanto. Aparte de mi madre, eres la única persona por la que realmente me he quedado noches en vela preocupado. No sé por qué, ni cómo, pero me has logrado cambiar y eso no es algo fácil. Nunca había sido amable con Potter o sus amigos, nunca había pasado por su lado sin insultarles o decirles algo. Y sin embargo llegas tú, y lo consigues. No digas que no vales la pena, porque por ti haría cualquier cosa, Evelyn.
Asimilo las palabras que salen de su boca y frunzo el ceño. ¿Es esto quizá una disculpa y una declaración o me lo estoy imaginando? El caso es que no puedo dejar de ver cómo luce mientras habla. Como llena su frente de arrugas al fruncir el cejo, como retuerce sus dedos por el nerviosismo o cómo se moja los labios cada pocos segundos. Todo en él es perfecto aunque a veces me niegue a admitir. Y saber que es a mí a quien dice estas cosas, hace que me sienta especial.
—Sé que te he jodido, pero por favor, volvamos a comenzar. No sabes la de días que llevo planeando una conversación así para que me perdones. Y créeme que no haría esto por nadie. Me importas, me importas lo suficiente como para arrastrarme ante ti si es lo que deseas. Y joder, a veces soy así, me comporto así, porque me haces serlo. Tengo miedo, me pongo nervioso. A veces pienso que debería echarte incluso la culpa.
—¡La culpa dice! –y todo estado de tranquilidad se esfuma en cuanto dice lo último- Que tengas comportamientos de crío pequeño no quiere decir que sea mi culpa.
—¡Es que no te das cuenta, por eso tienes la culpa!
—¡Vete a tomar por culo con los enigmas, habla claro o me voy, estoy pasando frío solo por tener esta conversación contigo!
—Nunca te has dado cuenta. No sé cómo estás tan ciega con lo evidente que soy, con lo claro que me muestro contigo.
—¿De qué hablas?
—¡Te lo dije, Evelyn! ¡Te lo dije cuando me puse celoso de Cedric hace unas semanas, te dije que abrieses los putos ojos!
—Conmigo no uses palabrotas, vulgar de mierda.
—¡Y sigues siendo la misma ciega de siempre! –chilla pasándose la mano por el cabello- ¿Por qué no te das cuenta de una maldita vez?
—¿Ciega por qué, Draco? ¿De qué no me doy cuenta?
—¡De que me gustas, joder! –exclama a escasos centímetros de mí.
Y no es su corazón esta vez el que late rápido, sino el mío, que parece querer salirse del pecho en cualquier momento. Suelto todo el aire que al parecer hasta ahora he estado reteniendo sin haberme dado cuenta y el oxígeno que sale de mi boca se congela con el frío exterior. Mi pulso parece revolucionarse, acelerarse al igual que los latidos de mi corazón. Y por un momento pienso que tengo una bomba de relojería escondida en el pecho que amenaza con explotar en cualquier momento.
—Me di cuenta desde el primer momento que eras diferente. Y sé que no fue ahí, en la librería, cuando me enamoré de ti, pero entendí que no eras como las demás. Cuando te encontré en el tren, tu valentía, tu coraje me demostró que quizá valía le pena molestarte si podía verte reaccionar de esa manera. Porque sinceramente me encantaba verte enfadada. Y me sigue encantando. Me encanta cuando eres sarcástica, cuando te cruzas de brazos, cuando chillas, cuando no tienes razón y te das cuenta pero sigues insistiendo. Me encanta cuando defiendes a los tuyos de mis insultos y cuando me defiendes de ellos. Me encantas tú y siempre me encantarás. Y dime que me calle ahora si no quieres seguir oyendo más, porque sinceramente seguiría toda la noche hablando sobre lo que me gusta de ti.
Sonrío. He evitado hacerlo hasta ahora, sonreír. Pero finalmente mis labios se curvan hacia arriba y olvido todo odio hacia él. Olvido las ganas que he sentido de matarle todas estas semanas, porque lo único que me apetece ahora es abrazarle con fuerza, y no soltarle.
Clavo la vista, sin querer, en una nube gris que avecina con estrellarse contra los muros de Hogwarts. Pero caigo en que no se dirige al castillo, sino al puente donde Draco y yo estamos. Poco a poco aminora la velocidad y justo detrás de mi rubio, la nube de polvo gris empieza a cobrar forma humana.
Última edición por Mina ♡ el Dom 01 Dic 2013, 8:55 am, editado 2 veces
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Capítulo veinticuatro.
Parte II: Death Eater
Clavo la vista, sin querer, en una nube gris que avecina con estrellarse contra los muros de Hogwarts. Pero caigo en que no se dirige al castillo, sino al puente donde Draco y yo estamos. Poco a poco aminora la velocidad y justo detrás de mi rubio, la nube de polvo gris empieza a cobrar forma humana.
—Draco… -digo mirando detrás de él, cuando esa cosa mira hacia mí, y aunque su rostro está cubierto por una capucha, veo una sonrisa malévola.
—Debí callarme –masculla- Lo sé, soy un gilipollas. Siento haberte rayado con este discurso, sé que no… que no sientes lo mismo por mí.
—No, Draco –frunzo el ceño.
—En serio, da igual. Hagamos como si nada de esto hubiese…
—Oh, el pobre señor Malfoy ha sido rechazado.
Draco se gira, sobresaltado, al escuchar esa voz fría y dura pronunciar su nombre. El hombre alto, desgarbado y con el rostro aún cubierto, ladea la cabeza y muestra una boca con dientes imperfectos llenos de mugre, sarro y caries. Le falta alguna que otra pieza, y un par de dientes están hechos de oro. Suelta una carcajada y el cielo se vuelve plateado por un momento, gracias al trueno que estalla de entre las estrellas.
La marca de mi ante brazo arde como el propio fuego, y escuece como si me estuviese llamando a gritos. Cuanto más se acerca el desconocido a nosotros, más duele. Esto no puede ser bueno. El ardor es familiar y a la vez desconocido, y me avisa de la posible identidad del intruso.
—¿Quién eres? –pregunta el rubio cubriéndome con su cuerpo.
—Eso no es lo importante. Pregunta más bien, qué es lo que quiero.
—¿Y qué es lo que quieres? –inquiere sacando de su bolsillo la varita, pero manteniéndola escondida detrás de la espalda.
—A ella.
Sé entonces que algo está realmente mal y que la situación se está volviendo el doble de peligrosa. Que no es alguien normal y corriente –si se le puede llamar así- con alguna que otra mala intención. Sino que es mucho peor. Es un mortífago. Con cuidado de que no vea mis movimientos, saco mi varita del botín y me la llevo detrás de la espalda, como también ha hecho Draco.
—Él va a volver y quiere que regreses –dice sin que le responda.
—¿Y qué os hace pensar que voy a regresar?
—Si no lo haces por las buenas lo harás por las malas.
—¡Déjala en paz! –brama Draco sacando entonces su varita, dispuesto a atacar. Evito que se lance contra él cogiéndole del abrigo y me mira- ¡No le harás daño!
—Oh, ¿temes por su vida Draco Malfoy? Te diré una cosa. Ella no es quién dice ser.
—Me da igual –dice entre dientes- No le vas a tocar un pelo.
—¿No le has explicado la historia a tu novio, Evelyn Maslow? –y pone énfasis al decir mi apellido. Ríe y sus dientes de oro brillan de nuevo con un segundo rayo.
—Cállate –pido.
—Verás, tu noviecita es una…
—¡Expelliarmus! –grito, sacando de mi varita un rayo rojo que hace lanzarlo varios metros atrás.
Pero se levanta con rapidez y antes de que Draco o yo podamos reaccionar, él ya está formulando hechizos contra nosotros. La primera en caer al suelo soy yo, resbalándome más de lo debido gracias a la lluvia que repentinamente ha empezado a caer, mojando la madera. Cuando mi cabeza golpea una columna que hace de soporte al puente, el dolor profana las sienes hasta llegar con un agudo pinchazo al cerebro. Entumecida, intento levantarme, pero me es en vano. Me llevo una mano a la cabeza para ver cuán grave es la herida hasta que me percato de la sangre manchando mis dedos. Draco entonces me mira y continuando atacando al mortífago, se pone delante de mí para que ninguno de los hechizos me golpee.
—¡Esto no acaba así, Evelyn Rose Maslow! –grita cuando se da cuenta que Draco le lleva ventaja, que tiene todas las de perder- ¡Cuando él regrese volverás a estar de su lado, te guste o no! Porque, volveremos.
Y dicho aquello, su cuerpo vuelve a hacerse una nube enorme de humo. Con ayuda del viento se esfuma del puente, abandonando los lares de Hogwarts, dejándonos a Draco y a mí solos. Éste entonces, al percatarse que sigo sin poder moverme, se deja caer a mi lado y con cuidado pone mi cuerpo sobre su regazo, acunándome. Su cabello está mojado, al igual que sus ropas y las mías. Las gotas de lluvia de su cabello golpean sobre mi frente, haciéndome cerrar los ojos. Entreabro los labios en busca de oxígeno, pues el golpe aún me tiene entumecida física y emocionalmente.
—Ya pasó, Evelyn -dice acunando mi cabeza, besándola seguidas veces- Se ha ido.
Las lágrimas pican tras mis ojos y los cierro con fuerza para evitar llorar, pues no tengo muchas ganas. Pero el nudo en la garganta es fuerte y envía varios retortijones a mi estómago. Draco me inclina hacia su cuello y apoyo la cabeza en este, y con cuidado, me levanta.
—Puedo andar –digo cuando sus brazos me sujetan para no dejarme caer. Su respiración choca contra mi oído y un escalofrío me recorre de los pies a la cabeza.
—¿Estás segura?
—Sí, no es nada –digo soltándome de su agarre y cayendo al suelo de pie.
—Oh vamos, no hace falta que seas modesta, está claro que te duele.
—¡Claro que me duele, me he golpeado la puta cabeza con una columna! ¡Para tu información me está saliendo hasta sangre, joder!
—Conmigo no uses palabrotas, vulgar de mierda –me imita como anteriormente he hecho con él.
—Cállate –le pido. Entrecierro los ojos para buscar mi varita, la cual ha caído al suelo cuando el hechizo ha rebotado en mí. Rezo internamente para que no se haya caído del puente- ¿Puedes ayudarme a buscar la varita?
—Está aquí –dice pasándomela. La tomo y nuestros dedos se rozan- ¿Segura que puedes caminar?
—No te aproveches de la situación para querer tenerme entre tus brazos –digo frunciendo el ceño y empezando a andar al castillo.
—Tenía que intentarlo –comenta encogiéndose de hombros y corriendo hacia mí ya que le he adelantado un poco- Estás sangrando mucho.
—Oh, ¿no me digas? –pregunto retóricamente llevándome la mano a la herida y viendo la sangre fluir en mis dedos.
—Sht, deja de ser tan sarcástica. A veces irritas demasiado a la gente.
—A mí no me chites, Malfoy.
—Sht.
Suelta una carcajada y me apoyo en su brazo. Mojados, heridos y con frío, caminamos por los terrenos de Hogwarts, haciendo resonar mis tacones sobre el suelo y tratando de ir lo más rápidos posibles por encontrar cobijo bajo los techos calientes y seguros del castillo. En cuanto llegamos, suelto un suspiro de alivio.
—Debemos informar a Dumbledore. Era un mortífago el que nos atacó.
—¿Cómo lo sabes?
—Intuición –respondo mirándolo.
Con los tacones resonando más por el suelo de mármol y haciendo eco por las paredes, llegamos al Gran Comedor, donde todas las miradas se centran en nosotros. Por un momento no sé si es porque interrumpimos el discurso de Dumbledore hacia el profesor Flitwick –el cual tiene las mejillas totalmente sonrojadas, ya sea por el vino o por las bonitas palabras del director-, por el hecho de estar mojados, heridos y yo sangrando de la cabeza y manchando todas mis ropas, o simplemente por estar juntos. El cogiéndome de la cintura como si fuese a caer en cualquier momento y yo sujetándome a él. Y sin discutir. Sin duda creo que es esto último lo que más impacta.
—¡Por Merlín! –exclama la profesora McGonagall al vernos- ¿Qué os ha pasado?
—Buscamos al profesor Dumbledore –hablo ignorando su pregunta.
—¿Alguien me llama? –el alegre director de la escuela borra su siempre reluciente sonrisa al vernos tan magullados- ¿Se puede saber qué os ha pasado ahí fuera para presentaros con este aspecto?
—Creo que sería mejor hablarlo en privado, profesor Dumbledore –pide Draco apretando la mandíbula y también su agarre en mí.
Él asiente con la cabeza y los tres nos alejamos de la curiosa multitud que pone la más posible atención a la breve conversación. Busco con la mirada al trío de oro, a Cedric o a Daphne, aunque solo encuentro la preocupada mirada de Hermione. Al llegar al despacho del director, los retratados de los cuadros hechizados comentan entre sí el aspecto que Draco y yo lucimos.
—Sentaos –nos ofrece cuando él ya ocupado su habitual lugar detrás del gran escritorio lleno de libros, raros artefactos y plumas manchadas de tinta.
Draco retira la silla para que me siente y él hace lo mismo a mi lado. Siento ganas de quitarme la chaqueta pues el calor de la chimenea es abrasador, pero la idea de dejar a plena vista la Marca Tenebrosa de mi antebrazo me hace echarme para atrás. Draco, en cambio, se desprende de su abrigo y lo deja colgando de su regazo tratando de mojar lo más mínimo posible.
—Contadme, ¿qué ha ocurrido?
—Bueno, es una historia bastante larga porque… -interrumpo a Draco cuando veo que está tratando de acortar el momento de su declaración para llegar a los sucesos importantes.
—Un mortífago ha entrado a Hogwarts.
El director alza las cejas sorprendidos y coloca sus gafas correctamente pues estas se deslizan por el puente de la nariz.
—¿Un mortífago, decís? –me mira exclusivamente a mí y asentimos con la cabeza- ¿Y estáis bien?
—Evelyn se dañó la cabeza, pero sí, entre comillas, estamos bien –responde Draco fijándose en mí y escudriñándome con la mirada.
—Bueno, no os preocupéis, me encargaré personalmente de reforzar los hechizos protectores del castillo. No creo que suceda algo así de nuevo. Podéis seguir con la fiesta, aunque yo os recomiendo ir a la enfermería y descansar.
—¿Y ya está? –pregunta Draco.
—¿Qué quieres más, un premio de consolidación?
Me levanto y tiro a Draco de la manga para ponerlo de pie también y así salir del despacho.
—Gracias por la atención profesor Dumbledore, buenas noches.
—Buenas noches a vosotros también –dice sonriéndonos levemente antes de que salgamos de la estancia.
Cuando la puerta se cierra y bajamos las escaleras, dejando atrás la gárgola, me apoyo en una pared para asimilar todo lo sucedido hoy, ya que todo me da vueltas. Primero, he acabado discutiendo con Draco para que después se acabara declarándome. Y para rematar la jugada un mortífago me ha amenazado y avisado que Voldemort volverá y estaré con ellos de forma obligada. Mis peores miedos sucumben a la realidad y chocan contra mí, poniéndome alerta.
—¿Qué pasa, Evelyn? –pregunta Draco cogiéndome de los hombros.
Froto mis sienes circularmente y las lágrimas que anteriormente no he derramado amenazan con salir ahora. Aprieto con fuerza los ojos con ayuda de los puños tratando de ahuyentar las ganas de llorar, pero un jadeo desgarra mi garganta y alerta a Draco, el cual acaba abrazándome. Escondo la cara en su pecho y entonces es ahí cuando rompo a llorar. Acariciando mi melena mojada y enmarañada, ya que la trenza se ha deshecho no sé cómo, trato de calmarme.
—Ya está Evelyn, ya ha pasado todo. Estás bien, estoy contigo. Nadie te hará daño ahora.
Me separo de él y con su pulgar limpia mis lágrimas para después besarme la frente, mostrando así una clara muestra de cariño y preocupación. Coge mi mano y la aprieta para tranquilizarme, y noto como ambos estamos fríos por la lluvia.
—Anda, vayamos a ver a Madame Pomfrey, tiene que mirarte esa herida.
Una vez en la enfermería, le informamos a la dulce anciana lo que ha ocurrido y me da un pequeño bote con un ungüento, el cual huele fatal, para echármelo antes de dormir durante tres noches. Según ella, la herida cicatrizará en breve. Al salir de la desierta estancia, pues todos están o disfrutando de la fiesta o durmiendo, nos paramos en un pasillo.
—Esto huele mal, no pienso echarme esta mierda en el pelo todas las noches.
—No seas exagerada, te curará la herida –dice arrebatándome el ungüento- Además, no creo que sea para tanto –se lleva el bote a la nariz para olerlo y lo aleja rápidamente de él frunciendo el entrecejo- Qué cosa más mala.
—Te lo dije –exclamo quitándole la crema.
Caminamos en silencio –un silencio incómodo- hasta que la escalera de mármol aparece ante nosotros, avisándonos que nuestros caminos se separan aquí ya que mi Sala Común está en las torres de Hogwarts, y la suya está en lo más profundo del castillo, en las mazmorras.
—Supongo que no me contarás lo sucedido hoy –dice rompiendo el silencio, apoyándose en una gárgola que hay al final de la barandilla de las escaleras. Suspiro y lo miro- No entiendo a qué se refería con que tenías que volver.
—Algún día te lo contaré, pero no creo que sea ahora el momento más indicado –me limito a responderle, sin mentirle del todo, solo aplazándole la verdad- No me presiones, Draco. Es un tema complicado.
—Lo entiendo, no te preocupes –dice asintiendo con la cabeza- No quiero volver a estar mal contigo, no después de lo ocurrido esta noche.
—Yo tampoco –contesto en un susurro, mirando el suelo y frunciendo el ceño al no saber si se refiere al ataque del mortífago o a sus palabras.
—No quiero que te sientas obligada a hablar conmigo, hazlo si lo deseas o no porque… -se acerca a mí, tanto que podría cogerme el rostro en cualquier momento y besarme. Pero le interrumpo, y parece que no lo hace.
—No lo estoy haciendo por obligación, quiero volver a ser la misma de antes contigo –respondo sincerándome.
—Ya, cómo antes…
—Draco –lo llamo cuando noto algo de disgusto en su voz.
—Evelyn, yo no sé si podré actuar tan normal después de haberte dicho todo lo que siento por ti. Además, no cuando pareces no corresponderme y…
—Espera, ¿qué? –pregunto abriendo los ojos- En ningún momento te he rechazado o dicho que no me gustases.
—Eso quiere decir que te gusto –dice, y parece ser que vuelve a ser el mismo Draco Malfoy que siempre. Egocéntrico, creído y seguro de sí mismo.
—No he dicho eso.
—No pareces haberlo negado –comenta con una media sonrisa.
Chasqueo la lengua y pongo los ojos en blanco, pero una sonrisa acaba rompiendo de mis labios.
—Mira, déjame preparar un discurso como el tuyo y mañana hablamos.
—¿Habrá frases de amor o te limitarás a usar malas palabras conmigo?
—No soy una vulgar de mierda como tú –digo riendo.
—Sht.
—¡No me chites! –exclamo golpeándole el hombro. Él suelta unas carcajadas que acaba contagiándome y agarra mis manos, con el bote de ungüento aún en ellas. Ambos con las ropas mojadas y pegajosas, nos juntamos más de lo que estamos y él inclina su rostro hacia el mío, humedeciéndose los labios. El pulso se me acelera y no veo tan clara la idea de besarme con él. No ahora cuando tengo un embrollo de sentimientos entumeciéndome- Creo que debería ir ducharme y untarme la crema antes de que se me infecte la herida.
Abre los ojos, pues los ha tenido cerrados hasta ahora, y se separa. Frunce el ceño confuso, haciéndose a la idea de que he rechazado su beso, el de Draco Malfoy. Asiente con la cabeza y hace de sus labios una fina y rosada línea. Sonrío con ternura y me libero de su agarre para acariciarle la mejilla con la mano libre. Él cierra los ojos ante mi tacto y suspira, haciendo chocar su aliento contra mi rostro.
—Buenas noches –coge mi mano hasta llevarla a su boca y besa la palma de ésta, lenta y dulcemente.
—Buenas noches, Maslow.
Y su lengua acaricia mi apellido. Esta vez no usa un tono de voz despectivo o desagradable, sino tierno y cariñoso, burlón y divertido. Me alejo de él con una sonrisa y él desvía su camino de las escaleras hacia otro pasillo que conduce a las mazmorras. Cuando llego a mi Sala Común, esperando la tranquilidad y calor acogedor del ambiente, me encuentro todo lo contrario. Hermione se levanta rápidamente del sofá y corre abrazarme, Harry llama a Ron, el cual se ha quedado dormido, y los dos vienen también a por mí. Los gemelos en cambio, que están contemplando la escena desde unas butacas, se limitan a suspirar aliviados.
—¡Por Merlín, nos tenías asustados! –exclama Hermione soltándome.
—¿Qué ha pasado? –pregunta Ron- McGonagall no nos ha querido contar nada.
—Creíamos que Draco te había herido, llevabais los dos mucho tiempo fuera y pensábamos que estabais en una de vuestras profundas discusiones –dice Harry encogiéndose de hombros.
—Draco es el que ha evitado mi muerte –les informo sentándome en el sofá más próximo a la chimenea, calentándome con el fuego que desprende la leña.
—¿Cómo ha sido eso? –preguntan los gemelos, ahora interesados, inclinándose hacia mí para oír mejor la historia.
—Un mortífago nos atacó –miro a mi alrededor asegurándome de que no hay nadie escuchando la historia- Quería que fuera con él, que volviera con ellos porque decía que Voldemort regresaría y tendría que estar de su lado para cuando regresara.
—¿Y qué pasó entonces? –pregunta Harry, tan tenso como los demás al oír la historia.
—Le ataqué, pero él hizo lo mismo conmigo pero más fuerte. Me acabó estampando contra una columna y me abrí la cabeza. Pomfrey me ha recetado una pomada, estaré bien.
—¿Y Dumbledore?
—No ha querido hablar mucho del tema, no hay nada en realidad. Solo nos ha asegurado que fortificará los hechizos de protección para que nadie más vuelva a burlarlos.
—¿Tienes miedo? –pregunta Fred. Y no hay intento de humillación en su voz, solo interés y preocupación.
—Sí.
—No te preocupes, en Hogwarts estarás a salvo –me dice Harry acariciándome el brazo.
—¿Y qué ha pasado con Malfoy? –el resto de mis amigos mira mal a Ron- ¿Qué? Esa parte de la historia también es interesante.
Suelto una carcajada y procedo a explicarles todo lo ocurrido, haciéndoles prometer que no contarán nada a nadie. Cuando un Ronald enfadado me advierte que esto no le gusta, le comento que mis sentimientos hacia el Malfoy siempre han sido claros y que tendrían que aceptarlo de todas formas. Hermione en cambio sonríe, asintiendo con la cabeza alegre de que por fin vuelva a ser la misma, ya que desde que Draco y yo estamos enfadados, mi humor no ha vuelto a ser jovial y alegre como siempre. Harry se limita a fruncir el ceño y a repetir lo de cada día “si te vuelve a hacer daño se lo haremos a él”. Fred y George, por el contrario, aprovechan para burlarse y hacer jocosas bromas sobre mi futuro matrimonio con el rubio, el número de hijos que tendremos, y las casas que compraremos con nuestra fortuna.
—Me voy ya –anuncio poniéndome de pie después de un rato largo de conversaciones sin sentido- He de curarme la herida.
—Voy contigo, tengo sueño –dice Hermione también levantándose- Buenas noches, nos vemos mañana.
Nos despedimos de los chicos y subimos a nuestra habitación, la cual está vacía de tontas y desagradables compañeras. Primero me ducho yo y después Granger, que se ofrece a aplicarme el ungüento antes de irme a dormir. Amarro mi cabello en una trenza y con el pijama ya puesto, me tumbo en la cama dispuesta a dormir y no despertarme hasta mañana llegada la tarde, aprovechando que las clases se suspenden. Cierro los ojos pero rápidas imágenes de lo sucedido esta noche me mantienen en vela, y aunque lucho por ahuyentarlas, solo consigo retenerlas más y con mayor intensidad. Asustada, me centro en Draco, ya que aparte de haberse declarado, me ha salvado la vida.
Entonces las pesadillas pasan a ser sueños y por fin descanso durante toda la noche, teniendo siempre presentes las palabras del rubio hacia mí, sus caricias en mi piel y sus promesas de que todo estará bien. Sonrío cuando la imagen de Draco Malfoy nervioso llega a mi mente y se queda ahí, con el mismo temblor que sus manos emanaban mientras decía lo mucho que le gustaba. Sin duda, esta noche ha sido una de las más vivas de mi corta vida. Porque a pesar de tener disgustos, he podido presenciar las mejores experiencias que jamás nunca imaginé.
—Draco… -digo mirando detrás de él, cuando esa cosa mira hacia mí, y aunque su rostro está cubierto por una capucha, veo una sonrisa malévola.
—Debí callarme –masculla- Lo sé, soy un gilipollas. Siento haberte rayado con este discurso, sé que no… que no sientes lo mismo por mí.
—No, Draco –frunzo el ceño.
—En serio, da igual. Hagamos como si nada de esto hubiese…
—Oh, el pobre señor Malfoy ha sido rechazado.
Draco se gira, sobresaltado, al escuchar esa voz fría y dura pronunciar su nombre. El hombre alto, desgarbado y con el rostro aún cubierto, ladea la cabeza y muestra una boca con dientes imperfectos llenos de mugre, sarro y caries. Le falta alguna que otra pieza, y un par de dientes están hechos de oro. Suelta una carcajada y el cielo se vuelve plateado por un momento, gracias al trueno que estalla de entre las estrellas.
La marca de mi ante brazo arde como el propio fuego, y escuece como si me estuviese llamando a gritos. Cuanto más se acerca el desconocido a nosotros, más duele. Esto no puede ser bueno. El ardor es familiar y a la vez desconocido, y me avisa de la posible identidad del intruso.
—¿Quién eres? –pregunta el rubio cubriéndome con su cuerpo.
—Eso no es lo importante. Pregunta más bien, qué es lo que quiero.
—¿Y qué es lo que quieres? –inquiere sacando de su bolsillo la varita, pero manteniéndola escondida detrás de la espalda.
—A ella.
Sé entonces que algo está realmente mal y que la situación se está volviendo el doble de peligrosa. Que no es alguien normal y corriente –si se le puede llamar así- con alguna que otra mala intención. Sino que es mucho peor. Es un mortífago. Con cuidado de que no vea mis movimientos, saco mi varita del botín y me la llevo detrás de la espalda, como también ha hecho Draco.
—Él va a volver y quiere que regreses –dice sin que le responda.
—¿Y qué os hace pensar que voy a regresar?
—Si no lo haces por las buenas lo harás por las malas.
—¡Déjala en paz! –brama Draco sacando entonces su varita, dispuesto a atacar. Evito que se lance contra él cogiéndole del abrigo y me mira- ¡No le harás daño!
—Oh, ¿temes por su vida Draco Malfoy? Te diré una cosa. Ella no es quién dice ser.
—Me da igual –dice entre dientes- No le vas a tocar un pelo.
—¿No le has explicado la historia a tu novio, Evelyn Maslow? –y pone énfasis al decir mi apellido. Ríe y sus dientes de oro brillan de nuevo con un segundo rayo.
—Cállate –pido.
—Verás, tu noviecita es una…
—¡Expelliarmus! –grito, sacando de mi varita un rayo rojo que hace lanzarlo varios metros atrás.
Pero se levanta con rapidez y antes de que Draco o yo podamos reaccionar, él ya está formulando hechizos contra nosotros. La primera en caer al suelo soy yo, resbalándome más de lo debido gracias a la lluvia que repentinamente ha empezado a caer, mojando la madera. Cuando mi cabeza golpea una columna que hace de soporte al puente, el dolor profana las sienes hasta llegar con un agudo pinchazo al cerebro. Entumecida, intento levantarme, pero me es en vano. Me llevo una mano a la cabeza para ver cuán grave es la herida hasta que me percato de la sangre manchando mis dedos. Draco entonces me mira y continuando atacando al mortífago, se pone delante de mí para que ninguno de los hechizos me golpee.
—¡Esto no acaba así, Evelyn Rose Maslow! –grita cuando se da cuenta que Draco le lleva ventaja, que tiene todas las de perder- ¡Cuando él regrese volverás a estar de su lado, te guste o no! Porque, volveremos.
Y dicho aquello, su cuerpo vuelve a hacerse una nube enorme de humo. Con ayuda del viento se esfuma del puente, abandonando los lares de Hogwarts, dejándonos a Draco y a mí solos. Éste entonces, al percatarse que sigo sin poder moverme, se deja caer a mi lado y con cuidado pone mi cuerpo sobre su regazo, acunándome. Su cabello está mojado, al igual que sus ropas y las mías. Las gotas de lluvia de su cabello golpean sobre mi frente, haciéndome cerrar los ojos. Entreabro los labios en busca de oxígeno, pues el golpe aún me tiene entumecida física y emocionalmente.
—Ya pasó, Evelyn -dice acunando mi cabeza, besándola seguidas veces- Se ha ido.
Las lágrimas pican tras mis ojos y los cierro con fuerza para evitar llorar, pues no tengo muchas ganas. Pero el nudo en la garganta es fuerte y envía varios retortijones a mi estómago. Draco me inclina hacia su cuello y apoyo la cabeza en este, y con cuidado, me levanta.
—Puedo andar –digo cuando sus brazos me sujetan para no dejarme caer. Su respiración choca contra mi oído y un escalofrío me recorre de los pies a la cabeza.
—¿Estás segura?
—Sí, no es nada –digo soltándome de su agarre y cayendo al suelo de pie.
—Oh vamos, no hace falta que seas modesta, está claro que te duele.
—¡Claro que me duele, me he golpeado la puta cabeza con una columna! ¡Para tu información me está saliendo hasta sangre, joder!
—Conmigo no uses palabrotas, vulgar de mierda –me imita como anteriormente he hecho con él.
—Cállate –le pido. Entrecierro los ojos para buscar mi varita, la cual ha caído al suelo cuando el hechizo ha rebotado en mí. Rezo internamente para que no se haya caído del puente- ¿Puedes ayudarme a buscar la varita?
—Está aquí –dice pasándomela. La tomo y nuestros dedos se rozan- ¿Segura que puedes caminar?
—No te aproveches de la situación para querer tenerme entre tus brazos –digo frunciendo el ceño y empezando a andar al castillo.
—Tenía que intentarlo –comenta encogiéndose de hombros y corriendo hacia mí ya que le he adelantado un poco- Estás sangrando mucho.
—Oh, ¿no me digas? –pregunto retóricamente llevándome la mano a la herida y viendo la sangre fluir en mis dedos.
—Sht, deja de ser tan sarcástica. A veces irritas demasiado a la gente.
—A mí no me chites, Malfoy.
—Sht.
Suelta una carcajada y me apoyo en su brazo. Mojados, heridos y con frío, caminamos por los terrenos de Hogwarts, haciendo resonar mis tacones sobre el suelo y tratando de ir lo más rápidos posibles por encontrar cobijo bajo los techos calientes y seguros del castillo. En cuanto llegamos, suelto un suspiro de alivio.
—Debemos informar a Dumbledore. Era un mortífago el que nos atacó.
—¿Cómo lo sabes?
—Intuición –respondo mirándolo.
Con los tacones resonando más por el suelo de mármol y haciendo eco por las paredes, llegamos al Gran Comedor, donde todas las miradas se centran en nosotros. Por un momento no sé si es porque interrumpimos el discurso de Dumbledore hacia el profesor Flitwick –el cual tiene las mejillas totalmente sonrojadas, ya sea por el vino o por las bonitas palabras del director-, por el hecho de estar mojados, heridos y yo sangrando de la cabeza y manchando todas mis ropas, o simplemente por estar juntos. El cogiéndome de la cintura como si fuese a caer en cualquier momento y yo sujetándome a él. Y sin discutir. Sin duda creo que es esto último lo que más impacta.
—¡Por Merlín! –exclama la profesora McGonagall al vernos- ¿Qué os ha pasado?
—Buscamos al profesor Dumbledore –hablo ignorando su pregunta.
—¿Alguien me llama? –el alegre director de la escuela borra su siempre reluciente sonrisa al vernos tan magullados- ¿Se puede saber qué os ha pasado ahí fuera para presentaros con este aspecto?
—Creo que sería mejor hablarlo en privado, profesor Dumbledore –pide Draco apretando la mandíbula y también su agarre en mí.
Él asiente con la cabeza y los tres nos alejamos de la curiosa multitud que pone la más posible atención a la breve conversación. Busco con la mirada al trío de oro, a Cedric o a Daphne, aunque solo encuentro la preocupada mirada de Hermione. Al llegar al despacho del director, los retratados de los cuadros hechizados comentan entre sí el aspecto que Draco y yo lucimos.
—Sentaos –nos ofrece cuando él ya ocupado su habitual lugar detrás del gran escritorio lleno de libros, raros artefactos y plumas manchadas de tinta.
Draco retira la silla para que me siente y él hace lo mismo a mi lado. Siento ganas de quitarme la chaqueta pues el calor de la chimenea es abrasador, pero la idea de dejar a plena vista la Marca Tenebrosa de mi antebrazo me hace echarme para atrás. Draco, en cambio, se desprende de su abrigo y lo deja colgando de su regazo tratando de mojar lo más mínimo posible.
—Contadme, ¿qué ha ocurrido?
—Bueno, es una historia bastante larga porque… -interrumpo a Draco cuando veo que está tratando de acortar el momento de su declaración para llegar a los sucesos importantes.
—Un mortífago ha entrado a Hogwarts.
El director alza las cejas sorprendidos y coloca sus gafas correctamente pues estas se deslizan por el puente de la nariz.
—¿Un mortífago, decís? –me mira exclusivamente a mí y asentimos con la cabeza- ¿Y estáis bien?
—Evelyn se dañó la cabeza, pero sí, entre comillas, estamos bien –responde Draco fijándose en mí y escudriñándome con la mirada.
—Bueno, no os preocupéis, me encargaré personalmente de reforzar los hechizos protectores del castillo. No creo que suceda algo así de nuevo. Podéis seguir con la fiesta, aunque yo os recomiendo ir a la enfermería y descansar.
—¿Y ya está? –pregunta Draco.
—¿Qué quieres más, un premio de consolidación?
Me levanto y tiro a Draco de la manga para ponerlo de pie también y así salir del despacho.
—Gracias por la atención profesor Dumbledore, buenas noches.
—Buenas noches a vosotros también –dice sonriéndonos levemente antes de que salgamos de la estancia.
Cuando la puerta se cierra y bajamos las escaleras, dejando atrás la gárgola, me apoyo en una pared para asimilar todo lo sucedido hoy, ya que todo me da vueltas. Primero, he acabado discutiendo con Draco para que después se acabara declarándome. Y para rematar la jugada un mortífago me ha amenazado y avisado que Voldemort volverá y estaré con ellos de forma obligada. Mis peores miedos sucumben a la realidad y chocan contra mí, poniéndome alerta.
—¿Qué pasa, Evelyn? –pregunta Draco cogiéndome de los hombros.
Froto mis sienes circularmente y las lágrimas que anteriormente no he derramado amenazan con salir ahora. Aprieto con fuerza los ojos con ayuda de los puños tratando de ahuyentar las ganas de llorar, pero un jadeo desgarra mi garganta y alerta a Draco, el cual acaba abrazándome. Escondo la cara en su pecho y entonces es ahí cuando rompo a llorar. Acariciando mi melena mojada y enmarañada, ya que la trenza se ha deshecho no sé cómo, trato de calmarme.
—Ya está Evelyn, ya ha pasado todo. Estás bien, estoy contigo. Nadie te hará daño ahora.
Me separo de él y con su pulgar limpia mis lágrimas para después besarme la frente, mostrando así una clara muestra de cariño y preocupación. Coge mi mano y la aprieta para tranquilizarme, y noto como ambos estamos fríos por la lluvia.
—Anda, vayamos a ver a Madame Pomfrey, tiene que mirarte esa herida.
Una vez en la enfermería, le informamos a la dulce anciana lo que ha ocurrido y me da un pequeño bote con un ungüento, el cual huele fatal, para echármelo antes de dormir durante tres noches. Según ella, la herida cicatrizará en breve. Al salir de la desierta estancia, pues todos están o disfrutando de la fiesta o durmiendo, nos paramos en un pasillo.
—Esto huele mal, no pienso echarme esta mierda en el pelo todas las noches.
—No seas exagerada, te curará la herida –dice arrebatándome el ungüento- Además, no creo que sea para tanto –se lleva el bote a la nariz para olerlo y lo aleja rápidamente de él frunciendo el entrecejo- Qué cosa más mala.
—Te lo dije –exclamo quitándole la crema.
Caminamos en silencio –un silencio incómodo- hasta que la escalera de mármol aparece ante nosotros, avisándonos que nuestros caminos se separan aquí ya que mi Sala Común está en las torres de Hogwarts, y la suya está en lo más profundo del castillo, en las mazmorras.
—Supongo que no me contarás lo sucedido hoy –dice rompiendo el silencio, apoyándose en una gárgola que hay al final de la barandilla de las escaleras. Suspiro y lo miro- No entiendo a qué se refería con que tenías que volver.
—Algún día te lo contaré, pero no creo que sea ahora el momento más indicado –me limito a responderle, sin mentirle del todo, solo aplazándole la verdad- No me presiones, Draco. Es un tema complicado.
—Lo entiendo, no te preocupes –dice asintiendo con la cabeza- No quiero volver a estar mal contigo, no después de lo ocurrido esta noche.
—Yo tampoco –contesto en un susurro, mirando el suelo y frunciendo el ceño al no saber si se refiere al ataque del mortífago o a sus palabras.
—No quiero que te sientas obligada a hablar conmigo, hazlo si lo deseas o no porque… -se acerca a mí, tanto que podría cogerme el rostro en cualquier momento y besarme. Pero le interrumpo, y parece que no lo hace.
—No lo estoy haciendo por obligación, quiero volver a ser la misma de antes contigo –respondo sincerándome.
—Ya, cómo antes…
—Draco –lo llamo cuando noto algo de disgusto en su voz.
—Evelyn, yo no sé si podré actuar tan normal después de haberte dicho todo lo que siento por ti. Además, no cuando pareces no corresponderme y…
—Espera, ¿qué? –pregunto abriendo los ojos- En ningún momento te he rechazado o dicho que no me gustases.
—Eso quiere decir que te gusto –dice, y parece ser que vuelve a ser el mismo Draco Malfoy que siempre. Egocéntrico, creído y seguro de sí mismo.
—No he dicho eso.
—No pareces haberlo negado –comenta con una media sonrisa.
Chasqueo la lengua y pongo los ojos en blanco, pero una sonrisa acaba rompiendo de mis labios.
—Mira, déjame preparar un discurso como el tuyo y mañana hablamos.
—¿Habrá frases de amor o te limitarás a usar malas palabras conmigo?
—No soy una vulgar de mierda como tú –digo riendo.
—Sht.
—¡No me chites! –exclamo golpeándole el hombro. Él suelta unas carcajadas que acaba contagiándome y agarra mis manos, con el bote de ungüento aún en ellas. Ambos con las ropas mojadas y pegajosas, nos juntamos más de lo que estamos y él inclina su rostro hacia el mío, humedeciéndose los labios. El pulso se me acelera y no veo tan clara la idea de besarme con él. No ahora cuando tengo un embrollo de sentimientos entumeciéndome- Creo que debería ir ducharme y untarme la crema antes de que se me infecte la herida.
Abre los ojos, pues los ha tenido cerrados hasta ahora, y se separa. Frunce el ceño confuso, haciéndose a la idea de que he rechazado su beso, el de Draco Malfoy. Asiente con la cabeza y hace de sus labios una fina y rosada línea. Sonrío con ternura y me libero de su agarre para acariciarle la mejilla con la mano libre. Él cierra los ojos ante mi tacto y suspira, haciendo chocar su aliento contra mi rostro.
—Buenas noches –coge mi mano hasta llevarla a su boca y besa la palma de ésta, lenta y dulcemente.
—Buenas noches, Maslow.
Y su lengua acaricia mi apellido. Esta vez no usa un tono de voz despectivo o desagradable, sino tierno y cariñoso, burlón y divertido. Me alejo de él con una sonrisa y él desvía su camino de las escaleras hacia otro pasillo que conduce a las mazmorras. Cuando llego a mi Sala Común, esperando la tranquilidad y calor acogedor del ambiente, me encuentro todo lo contrario. Hermione se levanta rápidamente del sofá y corre abrazarme, Harry llama a Ron, el cual se ha quedado dormido, y los dos vienen también a por mí. Los gemelos en cambio, que están contemplando la escena desde unas butacas, se limitan a suspirar aliviados.
—¡Por Merlín, nos tenías asustados! –exclama Hermione soltándome.
—¿Qué ha pasado? –pregunta Ron- McGonagall no nos ha querido contar nada.
—Creíamos que Draco te había herido, llevabais los dos mucho tiempo fuera y pensábamos que estabais en una de vuestras profundas discusiones –dice Harry encogiéndose de hombros.
—Draco es el que ha evitado mi muerte –les informo sentándome en el sofá más próximo a la chimenea, calentándome con el fuego que desprende la leña.
—¿Cómo ha sido eso? –preguntan los gemelos, ahora interesados, inclinándose hacia mí para oír mejor la historia.
—Un mortífago nos atacó –miro a mi alrededor asegurándome de que no hay nadie escuchando la historia- Quería que fuera con él, que volviera con ellos porque decía que Voldemort regresaría y tendría que estar de su lado para cuando regresara.
—¿Y qué pasó entonces? –pregunta Harry, tan tenso como los demás al oír la historia.
—Le ataqué, pero él hizo lo mismo conmigo pero más fuerte. Me acabó estampando contra una columna y me abrí la cabeza. Pomfrey me ha recetado una pomada, estaré bien.
—¿Y Dumbledore?
—No ha querido hablar mucho del tema, no hay nada en realidad. Solo nos ha asegurado que fortificará los hechizos de protección para que nadie más vuelva a burlarlos.
—¿Tienes miedo? –pregunta Fred. Y no hay intento de humillación en su voz, solo interés y preocupación.
—Sí.
—No te preocupes, en Hogwarts estarás a salvo –me dice Harry acariciándome el brazo.
—¿Y qué ha pasado con Malfoy? –el resto de mis amigos mira mal a Ron- ¿Qué? Esa parte de la historia también es interesante.
Suelto una carcajada y procedo a explicarles todo lo ocurrido, haciéndoles prometer que no contarán nada a nadie. Cuando un Ronald enfadado me advierte que esto no le gusta, le comento que mis sentimientos hacia el Malfoy siempre han sido claros y que tendrían que aceptarlo de todas formas. Hermione en cambio sonríe, asintiendo con la cabeza alegre de que por fin vuelva a ser la misma, ya que desde que Draco y yo estamos enfadados, mi humor no ha vuelto a ser jovial y alegre como siempre. Harry se limita a fruncir el ceño y a repetir lo de cada día “si te vuelve a hacer daño se lo haremos a él”. Fred y George, por el contrario, aprovechan para burlarse y hacer jocosas bromas sobre mi futuro matrimonio con el rubio, el número de hijos que tendremos, y las casas que compraremos con nuestra fortuna.
—Me voy ya –anuncio poniéndome de pie después de un rato largo de conversaciones sin sentido- He de curarme la herida.
—Voy contigo, tengo sueño –dice Hermione también levantándose- Buenas noches, nos vemos mañana.
Nos despedimos de los chicos y subimos a nuestra habitación, la cual está vacía de tontas y desagradables compañeras. Primero me ducho yo y después Granger, que se ofrece a aplicarme el ungüento antes de irme a dormir. Amarro mi cabello en una trenza y con el pijama ya puesto, me tumbo en la cama dispuesta a dormir y no despertarme hasta mañana llegada la tarde, aprovechando que las clases se suspenden. Cierro los ojos pero rápidas imágenes de lo sucedido esta noche me mantienen en vela, y aunque lucho por ahuyentarlas, solo consigo retenerlas más y con mayor intensidad. Asustada, me centro en Draco, ya que aparte de haberse declarado, me ha salvado la vida.
Entonces las pesadillas pasan a ser sueños y por fin descanso durante toda la noche, teniendo siempre presentes las palabras del rubio hacia mí, sus caricias en mi piel y sus promesas de que todo estará bien. Sonrío cuando la imagen de Draco Malfoy nervioso llega a mi mente y se queda ahí, con el mismo temblor que sus manos emanaban mientras decía lo mucho que le gustaba. Sin duda, esta noche ha sido una de las más vivas de mi corta vida. Porque a pesar de tener disgustos, he podido presenciar las mejores experiencias que jamás nunca imaginé.
Última edición por Mina ♡ el Dom 01 Dic 2013, 9:01 am, editado 1 vez
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
PERRRRRRRRRRRRRRRA
¿Cómo te atreves a dejarme así? Puta Rayis, puta tu, putas todos. Yo quería beso y a ti se te ocurre hacer que Rayis rechace el beso. Ah, eres una maldita hija de puta, quiero golpearte, ahora enserio quiero matarte, yo estaba muy feliz porque por fin pondrías un beso y decides no hacerlo. Muere. Fuera de eso amé el capítulo, Draco es tan jodidamente sensual, enserio que yo lo violo si me dijera eso. No tengo inspiración, síguela pronto porque juro que estoy muriendo. TKM, bitch.
Besos.
tobias.
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
HOOOOOOOOOOOOOOOLAP :3
¡Quería haber sido la primera en comentar! D:
Ah, solo escribo para decirte que he leído la mitad de la primera parte del primer capitulo (?), pero me tengo que leer un libro para el instituto y todavía no lo he empezado, so...*-*
Mañana termino de leer y te escribo un superultramegacomentario cool C:
XOXO<3
¡Quería haber sido la primera en comentar! D:
Ah, solo escribo para decirte que he leído la mitad de la primera parte del primer capitulo (?), pero me tengo que leer un libro para el instituto y todavía no lo he empezado, so...*-*
Mañana termino de leer y te escribo un superultramegacomentario cool C:
XOXO<3
#Morgenstern
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Asdfghjklñ.
Ahora no tengo tiempo ni ganas para escribir porque se supone que estoy en el sobre sobando, pero los caps han sido tan sumamente per-fects.
Vamos: que le daba duro contra e muro a Draco ahí mismo ♥
Es tan sersi y tan violable.
Pero ¡¿POR QUÉ LA DEJAS AHÍ, BITCH?!
Bueno, que la sigas lo antes posible o mardisión pa' ti
Besis Mina. TKK very very musho, ah.
PD: Cuando vi tu firma me pareción Shastem Bibah si, estoy medio ciega... , pero ahora no se quien es exactamente ;3
roronoa.
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
¡DOS CAPÍTULOS, SUBISTE DOS CAPÍTULOS!
¡OMG TE AMO! jaja ya me voy a poner a leerlos así comento*-* al fin salí de los examenes que tenia :x así que i'm back al foro y comentar las novelas que leo!
¡OMG TE AMO! jaja ya me voy a poner a leerlos así comento*-* al fin salí de los examenes que tenia :x así que i'm back al foro y comentar las novelas que leo!
TheGirlImpossible
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
AYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY, JODER!
Te amo pero te odio, sipi. ¿Cómo se te ocurre dejarla ahí? ¿Eh? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuando la seguirás? ¿Quieres que muramos todas por tus increíbles capítulos? ¿Eh? ¿Es eso lo que quieres?
Ah, creo que me motive un poco.
Joder, estoy que no estoy. Srly, estoy impactada. Y nerviosa y alegre, y feliz.
Fuck, malditos feelings >.<
Es el capitulo más awesome que he leído en toda mi fucking life.
Rayis celosa es muy askhjdkasjhdkjashd *-*
Pero después se encuentran en el puente y hablan y luego se declara y, y....awwww :3
¡QUIERO QUE SE BESEN DE UNA JODIDA VEZ!
Rayis, lo siento, soy una vulgar de mierda y uso palabrotas (?)
Y tiene que aparecer el maldito mortífago a fastidiar todo. Ah, los odio a todos...(mentira amo a Bellatrix) :/
Bueno, pequeño saltamontes, aquí te dejo.
Love you so much, Mina.
XOXO<3
Te amo pero te odio, sipi. ¿Cómo se te ocurre dejarla ahí? ¿Eh? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuando la seguirás? ¿Quieres que muramos todas por tus increíbles capítulos? ¿Eh? ¿Es eso lo que quieres?
Ah, creo que me motive un poco.
Joder, estoy que no estoy. Srly, estoy impactada. Y nerviosa y alegre, y feliz.
Fuck, malditos feelings >.<
Es el capitulo más awesome que he leído en toda mi fucking life.
Rayis celosa es muy askhjdkasjhdkjashd *-*
Pero después se encuentran en el puente y hablan y luego se declara y, y....awwww :3
¡QUIERO QUE SE BESEN DE UNA JODIDA VEZ!
Rayis, lo siento, soy una vulgar de mierda y uso palabrotas (?)
Y tiene que aparecer el maldito mortífago a fastidiar todo. Ah, los odio a todos...(mentira amo a Bellatrix) :/
Bueno, pequeño saltamontes, aquí te dejo.
Love you so much, Mina.
XOXO<3
#Morgenstern
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
OPD!!!!!!!!! siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Valenessie
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
¡Hello, i'm the doctor!
Ok, vengo a comentarte un comentario largote porque te gusta que te comenten mucho y quiero sacarte una sonrisa enorme(? :D
Ok, no rimo ni por casualidad e.e jaja
¡MINAAAAAAAAA! ¡OMG MINA, VAS A ASESINARME! ¡VAS A ASESINARME!
¡DRACO SE ME DECLAROOOOOOOOOOOOO! ¡DRACO MALFOY ME AMA, ME AMA EH DICHO! :omg: OMG, OMG, OMG es la cosita mas hermosa que escuche -lei- en mi vida *-* okya u.u perdona pero es que me muero!! O__O ame todo lo que el dijo, dios, ese lado sensible y cursi suyo me mato! ¡SO PERFECT! <33
pensé que iba a haber beso, lo juro! no se, me dio un infarto cuando sucedió todo eso porque yo trato de no sacar conclusiones sobre lo que va a pasar xq me gusta sorprenderme, entonces no tenia idea de que el iba a declararse de esa manera, pensé que iban a volver a pelearse o algo por el estilo pero NO le dio a la lengua y hablo como una hora el rubio xD jaja
y luego pensé: Oh, beso!*_____* y chan! que salio un mortifago! -.- ¿Quien era? ¿karkaroff? -ya ni me acuerdo como se escribe su apellido :$- ¿o era el falso moody? ¿Snape? :O OMG no creo que sea el, pero los otros dos dan que pensar, juro que pensé que iban a lastimar a Draco o se la iban a llevar, que suerte que solo fue un duro golpe en la cabeza y que al menos sirvió para unirlos un poco! Dios, ella tiene que contarle TODO a Dumbledore porque no le explico con detalles y es MUY importante que sepa que Voldemort va a regresar! D:
Por otro lado, morí con el cumpleaños de Flitwick y con el discurso vergonzoso de Dumby xD jajaja OMG ya me lo imagino al pequeñín rojo como tomate! amo de esta novela sus lados cómicos es tan divertido poder leer un drama y luego reírte con las cosas que dicen los personas y a la vez suspirar de amor*-* jaja aunque siempre termino lagrimeando como tonta cuando sucede un momento con Draco soy muy llorona xD
por cierto, esa Daphne y su locura por ser la mejor vestida me hace reír mucho xD es toda una loquilla! amo como es Ron de protector con su amiga<3 no se, es tan tierno que quiera cuidarla y se ponga celoso cuando la ve con Malfoy xD lo amo
ahora que se va acercando la primera prueba me pongo nerviosa, ¿que va a suceder? ¿y el beso?
Sabes, no me molesta que la novela se incline mucho al drama porque como sabrás, yo amo el drama! así que para mi esta bien xq algunos problemas no se solucionan en un solo capitulo, muchos tardar varios antes de llegar al lado bueno!
en fin, sabes que amo mucho tu novela y me muero cada que no hay capitulo :( pero por si acaso entro todos los días y a veces varias veces al día para ver si actualizaste!
se que suena obsesiva e.e pero tu novela y la de Susie, son las únicas que leo actualmente así que las espero con ansia
y ame que hubieran dos capítulos*-* me pase toda la noche leyendo<3 haha me despido porque me toca cocinar mañana y lo odio u.u así que debo dormir mucho así me levanto de buen humor (?
Besitos, que estés muy bien!!
Ok, vengo a comentarte un comentario largote porque te gusta que te comenten mucho y quiero sacarte una sonrisa enorme(? :D
Ok, no rimo ni por casualidad e.e jaja
¡MINAAAAAAAAA! ¡OMG MINA, VAS A ASESINARME! ¡VAS A ASESINARME!
¡DRACO SE ME DECLAROOOOOOOOOOOOO! ¡DRACO MALFOY ME AMA, ME AMA EH DICHO! :omg: OMG, OMG, OMG es la cosita mas hermosa que escuche -lei- en mi vida *-* okya u.u perdona pero es que me muero!! O__O ame todo lo que el dijo, dios, ese lado sensible y cursi suyo me mato! ¡SO PERFECT! <33
pensé que iba a haber beso, lo juro! no se, me dio un infarto cuando sucedió todo eso porque yo trato de no sacar conclusiones sobre lo que va a pasar xq me gusta sorprenderme, entonces no tenia idea de que el iba a declararse de esa manera, pensé que iban a volver a pelearse o algo por el estilo pero NO le dio a la lengua y hablo como una hora el rubio xD jaja
y luego pensé: Oh, beso!*_____* y chan! que salio un mortifago! -.- ¿Quien era? ¿karkaroff? -ya ni me acuerdo como se escribe su apellido :$- ¿o era el falso moody? ¿Snape? :O OMG no creo que sea el, pero los otros dos dan que pensar, juro que pensé que iban a lastimar a Draco o se la iban a llevar, que suerte que solo fue un duro golpe en la cabeza y que al menos sirvió para unirlos un poco! Dios, ella tiene que contarle TODO a Dumbledore porque no le explico con detalles y es MUY importante que sepa que Voldemort va a regresar! D:
Por otro lado, morí con el cumpleaños de Flitwick y con el discurso vergonzoso de Dumby xD jajaja OMG ya me lo imagino al pequeñín rojo como tomate! amo de esta novela sus lados cómicos es tan divertido poder leer un drama y luego reírte con las cosas que dicen los personas y a la vez suspirar de amor*-* jaja aunque siempre termino lagrimeando como tonta cuando sucede un momento con Draco soy muy llorona xD
por cierto, esa Daphne y su locura por ser la mejor vestida me hace reír mucho xD es toda una loquilla! amo como es Ron de protector con su amiga<3 no se, es tan tierno que quiera cuidarla y se ponga celoso cuando la ve con Malfoy xD lo amo
ahora que se va acercando la primera prueba me pongo nerviosa, ¿que va a suceder? ¿y el beso?
Sabes, no me molesta que la novela se incline mucho al drama porque como sabrás, yo amo el drama! así que para mi esta bien xq algunos problemas no se solucionan en un solo capitulo, muchos tardar varios antes de llegar al lado bueno!
en fin, sabes que amo mucho tu novela y me muero cada que no hay capitulo :( pero por si acaso entro todos los días y a veces varias veces al día para ver si actualizaste!
se que suena obsesiva e.e pero tu novela y la de Susie, son las únicas que leo actualmente así que las espero con ansia
y ame que hubieran dos capítulos*-* me pase toda la noche leyendo<3 haha me despido porque me toca cocinar mañana y lo odio u.u así que debo dormir mucho así me levanto de buen humor (?
Besitos, que estés muy bien!!
TheGirlImpossible
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
MINAAAAA! Soy ~Aguss_Directioner♥, pero me cancelaron la cuenta, por lo que no estan mis comentarios y blablabla. Larga historia. Pasa que no podia poner la fotito de "Leí las reglas" No se porque, y al final me la terminaron cancelando. Bueno, hasta el 9 de Diciembre, pero no quería desaparecerme hasta esa fecha, por lo que me hice otra cuenta. ¡Que es esta! Ahora, los capítulo son malditamente perfectos, como siempre. Te juro que estoy por matarte ¡Ni un beso! Si, bueno, una confesión, ¡Pero ni un puto beso! Dios, que personajes más jodidos los tuyos, ehh. ¿Que decirte? No se como seguir, ah. ¡ME compré BAJO LA MISMA ESTRELLA! kjsahflkas Lo estuve buscando por mil quinientas librerías y al final... lo encontré, en la feria del libro jalshflka.
SEGUILA, y en el proximo capitulo, ¡BESO DRAYITA! Me dio la re ternura la confesión de Draco, no se, yo quiero que alguien se me declare asi, loco. ¡TENGO SOLO UN AÑO MENOS QUE ELLOS! ¿Por que? ¿Donde está mi Draco? Bueno... a esperar otro año.
Como siempre, ame los capis. SEGUILA RÁPIDO. Love ya. <3
Por cierto, a partir de ahora, esta es mi cuenta, ehh.
SEGUILA, y en el proximo capitulo, ¡BESO DRAYITA! Me dio la re ternura la confesión de Draco, no se, yo quiero que alguien se me declare asi, loco. ¡TENGO SOLO UN AÑO MENOS QUE ELLOS! ¿Por que? ¿Donde está mi Draco? Bueno... a esperar otro año.
Como siempre, ame los capis. SEGUILA RÁPIDO. Love ya. <3
Por cierto, a partir de ahora, esta es mi cuenta, ehh.
#Hope ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
AnaPaulaHoran escribió:PERRRRRRRRRRRRRRRA¿Cómo te atreves a dejarme así? Puta Rayis, puta tu, putas todos. Yo quería beso y a ti se te ocurre hacer que Rayis rechace el beso. Ah, eres una maldita hija de puta, quiero golpearte, ahora enserio quiero matarte, yo estaba muy feliz porque por fin pondrías un beso y decides no hacerlo. Muere. Fuera de eso amé el capítulo, Draco es tan jodidamente sensual, enserio que yo lo violo si me dijera eso. No tengo inspiración, síguela pronto porque juro que estoy muriendo. TKM, bitch.Besos.
OLA K ASE BITCH.
I know, soy la persona mas cruel del mundo mundial pero es que no hay más, soy drama queen, tenéis que ir haciéndoos a la idea. SOY UNA FUCKING DRAMA QUEEN. Admite que la escena de la declaración ha sido perfect. Admítelo o me rajo las venas porque tuve que repetir esa parte diez billones de veces bc el puto word se cerraba sin guardarse antes y ps claro, se perdía. This is so sad. Pero bueno, ya verás que el próximo capítulo te va a encantar, me vas a amar, me harás altares, llamarás Mina a tus hijas, mascotas (sobretodo perras, porque como soy una perra xd), etc. Y bueno cosita, gracias por leer y comentar. Un beso enorme, chau.
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Estúpido y sensual hurón, yo también le daba duro contra el muro jahsdjkahsd. El de mi firma no es Justin xd es Aaron Johnson, but is mine. La sigo pronto cielo, gracias por leer. Un beso<3.Saru Stark Weasley escribió:Asdfghjklñ.Ahora no tengo tiempo ni ganas para escribir porque se supone que estoy en el sobre sobando, pero los caps han sido tan sumamente per-fects.Vamos: que le daba duro contra e muro a Draco ahí mismo ♥Es tan sersi y tan violable.Pero ¡¿POR QUÉ LA DEJAS AHÍ, BITCH?!Con cariño xDBueno, que la sigas lo antes posible o mardisión pa' tiBesis Mina. TKK very very musho, ah.PD: Cuando vi tu firma me pareción Shastem Bibahsi, estoy medio ciega..., pero ahora no se quien es exactamente ;3
Mina ♡
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