Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}

por **TheGirlImpossible** Mar 02 Jul 2013, 8:31 pm

¡Holaaaaaaaaa! Perdona que me pase asi de rapido u.u pero ando algo apresurada(? D:
God, no tengo buena semana >.< pero AME el capitulo<3 dios, ese Draco va a matarme*-* como me encanta asi de idiota narcisista mas*____* y ahora van a ser amigos asi q mas motivos para estar cerca<333
Dioooooooos! Ya quiero que la continues pronto, amo tu novela y para mi si escribes perfecto!*-*

Besos!!

por **TheGirlImpossible** Mar 02 Jul 2013, 8:32 pm

Huuy mi comentario no habra sido largo como esperaba u.u :minutodesilencio:
pero pase de pagina asi que felicidades!! :D

por **TamiaUnbroken** Mar 02 Jul 2013, 9:46 pm

Ahhhhh Hola soy nueva lectora, y amo tu novela, demasiado me encantaaaa! Draco es tan tierno, esta cambiando por rayis, que emoción y Cedric es tan divertido es muy buen amigo :D . Simplemente me encanta, haces que sienta que de verdad fuera yo, me imagino todo y hasta me da verguenza cuando los gemelos gritan algo privado, es como que Ahh Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy} - Página 16 167695056

Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy} - Página 16 167695056

jajaja Bueno siguelaaaa estoy muy ansiosa de seguir leyendo tu novela :D.... -Tami

por **.::AbyDeHoran::.** Miér 03 Jul 2013, 12:04 pm

Hola!!!

Soy tu nueva & fiel lectora me ha encantado tu novela, me gusta como escribes y la historia esta Pff fantástica sobre todo porque Maslow es una mortifaga.

Draco encerio en los primeros capitulo pensaba lo mismo que ella que era un "bipolara" sahfdjhs...& a hora son amigos que loco!! kajsjka.

Espero que la sigas pronto (cuando tengas tiempo).

Besos

por **Amy** Jue 04 Jul 2013, 7:11 pm

Holaaaaas, volví.
Este capitulo me encantó.
Estuvo geniaaaaaaal, amo como escribes.
Con esta novela amo más a Draco, de lo que lo amaba :D
Adiós, un beso.
¡Síguela!

por **mary de mellark** Sáb 06 Jul 2013, 9:30 am

me encatoel x el capfue tan AASGFSAFDSFSDFGSGASFDDASDSFSFDASFGAFGJJ
siguela pronto besos ,mary

por **Mina ♡** Miér 10 Jul 2013, 2:01 pm

¡Linduras!

Llevo bastante tiempo sin subir y la verdad es que me siento mal, en cuanto termine de cenar empiezo a responder comentarios y publico el capítulo trece, ¿va? Besos<3.

por **Mina ♡** Jue 11 Jul 2013, 2:31 pm

TheGirlImpossible escribió:¡Holaaaaaaaaa! Perdona que me pase asi de rapido u.u pero ando algo apresurada(? D:
God, no tengo buena semana >.< pero AME el capitulo<3 dios, ese Draco va a matarme*-* como me encanta asi de idiota narcisista mas*____* y ahora van a ser amigos asi q mas motivos para estar cerca<333
Dioooooooos! Ya quiero que la continues pronto, amo tu novela y para mi si escribes perfecto!*-*

Besos!!

Tranquila, no te disculpes. Ya tengo dicho miles de veces que la intención al menos es comentar. Prefiero que te tardes a que seas una lectora fantasma. La sigo esta misma noche, cielo. Un beso a ti también.

por **Mina ♡** Jue 11 Jul 2013, 2:32 pm

TheGirlImpossible escribió:Huuy mi comentario no habra sido largo como esperaba u.u :minutodesilencio:
pero pase de pagina asi que felicidades!! :D

Ay no importa si no es largo, al menos me pasaste de página, como tú dices kajhsdasd. Mil gracias.

por **Mina ♡** Jue 11 Jul 2013, 2:48 pm

TamiaUnbroken escribió:Ahhhhh Hola soy nueva lectora, y amo tu novela, demasiado me encantaaaa! Draco es tan tierno, esta cambiando por rayis, que emoción y Cedric es tan divertido es muy buen amigo :D . Simplemente me encanta, haces que sienta que de verdad fuera yo, me imagino todo y hasta me da verguenza cuando los gemelos gritan algo privado, es como que Ahh jajaja Bueno siguelaaaa estoy muy ansiosa de seguir leyendo tu novela :D.... -Tami

¡Bienvenida! Me alegro que te guste mi novela, leer este tipo de comentarios hace que una quiera seguir escribiendo, ¿sabes? Aprecio mil que te pases, la seguiré esta noche c: ¡Bye!

por **Mina ♡** Jue 11 Jul 2013, 2:50 pm

quinesa Malfoy Potter escribió:
Hola!!!

Soy tu nueva & fiel lectora me ha encantado tu novela, me gusta como escribes y la historia esta Pff fantástica sobre todo porque Maslow es una mortifaga.

Draco encerio en los primeros capitulo pensaba lo mismo que ella que era un "bipolara" sahfdjhs...& a hora son amigos que loco!! kajsjka.

Espero que la sigas pronto (cuando tengas tiempo).

Besos

Hola y bienvenida nueva y fiel lectora kjashdkasd. Me alegro mil que te guste mi novela, la continuaré esta noche. Por cierto, amo tu firma. Lana del Rey me encanta, es una diosa *-*

por **Mina ♡** Jue 11 Jul 2013, 2:52 pm

Amy escribió:Holaaaaas, volví.
Este capitulo me encantó.
Estuvo geniaaaaaaal, amo como escribes.
Con esta novela amo más a Draco, de lo que lo amaba :D
Adiós, un beso.
¡Síguela!

Hola desaparecida, me alegro que te guste como escriba y que sea gracias a mí que ames más a Draco ajsdkhajshd. La sigo esta misma noche, cielo.

por **Mina ♡** Jue 11 Jul 2013, 2:54 pm

mary de mellark escribió:me encatoel x el capfue tan AASGFSAFDSFSDFGSGASFDDASDSFSFDASFGAFGJJ
siguela pronto besos ,mary

Gracias cielo, hoy mismo subo, que anoche dije que subiría pero se me olvidó jakdhasd.

por **lucy99 messer** Jue 11 Jul 2013, 3:42 pm

Mina ♡ escribió:
lucy99 messer escribió:HOLA MUNDO!!!!!!! llego la que manda! okno. yo siempre trato de hacer mis comentarios como testamentos pero nunca me salen, y no se porque!!! yo quiero expresarme atraves de esto para decir que me gusta... NO me encanta tu novela, PERO NO PUEDO!!! nunca me salen los testamentos :evil: como le hace la gente para escribir tanto? no se. La verdad nose porque cuesta tanto, lo único que quiero es expresarme! pero no me sale!!!!:wut: es ostinante. en fin, estaba toda perdida, y hoy fue que pude leer los cap, los cuales estan MUY buenos!!! soy amiga de cedric!!! si!!! ya se me habia olvidado que era mortifaga, por eso cuando rayis le dijo eso a cedric me quede como pero despues me acorde ja! y luego cuando rayis va tarde a clases de adivinacion y se encuentra a draco y se van juntos agarrados de la mano :(L): hermoso!!! pero cuando la profe los detiene (se me olvido como se escribe) y les dice eso tan.... confuso, creo? estuve como. OKEY?... :scratch:

a lo mejor no entiendas bien el comentario, pero esto es lo que tengo en mente, asi que arreglatelas para entenderlo, okno. solo sigue la novela e ignora mi mente tan lkjnklfjffs lo captas?! ok ya, seria....

sigue la novela porfis!!!!!!! no me hagas esperar!! oh bueno subela cuando puedas. NO! mañana! no, cuando puedas... ok ya dejalo. SIGUELAAAAAAA!!! :jajajaj: :jajajaj: adios! :bye:

Hola jeloooou<3.Wow me dejaste un comentario largo asdfghjkl. Me encantan este tipo de comentarios, lo malo es que después no sé qué mierda responder porque no quiero parecer ni muy pesada ni muy borde, ¿u know? ah. Subiré el siguiente capítulo cuando... no sé, capaz cuando haya más comentarios o idk. Es que el capítulo trece ya lo tengo listo, de hecho, tengo hasta el diecinueve, pero esperaré hasta la semana que viene o así, para que no os mal acostumbréis JAJAJA. Es bromi sdfghk. Subiré mañana o pasado, idk. Besos linda, y que sepas que entiendo a la perfección tu comentario y que eres un amor de lectora. Bueno ya chau<3.

OMG! OMG! OMG! OMG! OMG! dijiste que soy un amor!!!! creepygusta

:muack: :amor: :aah:

okya, seriecita. :suspect: gracias, por ser asi de lkjhnñjkkj escritora. y siguela porfis, porque ya no se como controlarme, pues, ya mi mom me a regañado varias vese (todo el dia) por estar hablando de la novela.... en fin. SIGUELA QUE ME DESESSSPEEEERO! (como quiko en el chavo del ocho) ya pues, chao. siguela

por **Mina ♡** Jue 11 Jul 2013, 4:45 pm

$Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy} - Página 16 Tumblr_mlvd0vC15S1r7mqm8o2_250$

Capítulo trece.

Vuelo

Despierto, por muy extraño que parezca, de una noche libre de pesadillas. Y muy a mi pesar, son las seis de la mañana. Ya que falta una hora para en teoría despertarme, decido vestirme e ir a la lechucería a ver a Kliah. Una vez en la torre –la cual huele horrible y está llena de plumas, excrementos y comida de pájaro-, busco a mi lechuza con la mirada, pero no la encuentro. Empiezo a observar las miles de aves que duermen, ululan o simplemente me observan con sus grandes y brillantes ojos. Todo está tranquilo, en silencio. Tan solo se oye el sonido del viento chocar contra las paredes, las alas de las aves rozarse, mi respiración acompasada. Pero pronto este equilibrio de silencio se rompe cuando cuatro lechuzas entran por la ventana de la torre, cargando con un largo paquete. Reconozco a una; Kliah. Deja lo que sea que lleva en el pico, en el suelo, frente a mis pies. Y les doy a cada una, una galleta que encuentro por ahí.
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—Gracias bonita –acaricio el plumaje de mi lechuza y esta vuela hacia su sitio, al lado de otra ave, muy distinta a ella. Negra y con destellos grises, con grandes ojos verdes. Todas son muy bonitas, pero esta destaca entre todas.

Me pongo de cuclillas frente al paquete y lo abro, topándome con una flamante escoba y un par de prendas. Las estiro y compruebo que son dos equipaciones de Quidditch muy distintas. Una verde y plateada, la otra roja y amarilla. Slytherin y Gryffindor. Además de esto, hay una carta, la cual no tardo en guardar en el bolsillo de la túnica. Con cuidado, cargo la flamante Nimbus 2.001 y las ropas colgadas del brazo. Cuando estoy de regreso a la Sala Común, el trío de oro está ahí hablando animadamente.

—¿Dónde estabas? –pregunta Hermione- Te he estado buscando.

—Me he desvelado y he ido a la lechucería.

—¿Eso es una Nimbus 2.001? –pregunta Harry.

—¡Y equipaciones! –brama Ron. Me siento con ellos y dejo la escoba y la ropa encima de la mesa- Pero una es de Slytherin.

—Te va a venir genial para la clase de hoy, Evelyn-dice Harry acariciando el mango de la escoba.

—¿Para qué clase?

—Pues la de vuelo, obvio –responde Ron. Coge el uniforme de los leones y lo alza para verlo- ¿Quién crees que te lo habrá enviado?

—Venía una carta –digo sacando el sobre de mi bolsillo.

—¿Y qué dice?

—No lo he leído todavía –saco la carta y de su interior, el pergamino.

“Tan abrumadora nos ha parecido la noticia de tu ingreso en las clases de vuelo, que no hemos podido reprimir las ganas de hacerte un regalo. No tenemos permitido desvelarte nuestra identidad, pero no te será difícil. Eres una chica lista. Esperamos que te agraden los regalos, aprovéchalos bien.

Frunzo el ceño ante la letra, el pergamino y la tinta de la carta. “S. G.” No me suenan para nada esas siglas y puedo jurar que no las he visto en ningún lado. Por un momento pienso en algún familiar, pero Dumbledore no me ha nombrado más familia que Meredith y Christian, los cuales fallecieron durante el Levantamiento de Voldemort. Miro a mis amigos y los tres se encuentran igual de desconcertados que yo.

—¿Quién puede ser? –pregunta Ron.
—Tu familia, tal vez.
—En la información que Dumbledore me dio no decía nada, y si lo decía, no sé si pueden estar o no muertos. Tal vez en el diario de mi madre, o en el álbum de fotos…
—No hay tiempo ahora, tenemos que ir a desayunar o no llegaremos a tiempo a las clases –me interrumpe Hermione cogiendo las cosas de la mesa y llevándolas a mi habitación.

…

Finalmente, a última hora, todas las casas de Hogwarts de nuestro curso se reúnen en el campo de Quidditch para dar comienzo a la dichosa clase de Vuelo a la cual me arrepiento de haberme escrito. Podría estar perfectamente con Hermione dibujando en mi pergamino, durmiendo o quitándome las puntas abiertas. Pero no, yo aquí, a poner mi vida en peligro montada a una escoba que ni siquiera sé si podré dominar. Harry y Ron, vestidos con el uniforme de Quidditch de Gryffindor, al igual que yo, me animan camino al campo. Varios alumnos están ya listos con sus escobas, charlando. Un grupo numeroso de personas con vestimentas verdes, llama mi atención. Pero sobretodo una cabellera rubia.

—Mirad a quien tenemos aquí –habla la voz del chico al que antes miraba. Con su típico arrastre de palabras y su deje de humillación, logra llamar la atención de todos- Cara rajada y la comadreja Weasley.
—Y yo me quedo sin mote, ¿no? –trato de bromear para que se olvide de mis amigos. Él ríe. Mis amigos en cambio me miran algo extrañados.
—¿Tú qué haces en clase de Vuelo? –pregunta.
—Vengo a verte a ti –respondo irónica, él alza una ceja y me hace reír- Pues aprender a volar, cara de culo.
—¿La hija de Meredith Giovanni, campeona mundial de Quidditch, necesita aprender a volar? Pensaba que lo bueno se heredaba –bromea y le pego un puñetazo en el hombro- Ouch.
—No he tocado una escoba en mi vida y tengo miedo, no me estás animando mucho Malfoy.
—¿Soy el único que se pregunta por qué estos dos se tratan como si fuesen amigos de toda la vida? –pregunta Ron para sí mismo en voz alta.
—Tranquila, si te caes, intentaré no recordártelo hasta el día de tu muerte –dice Draco dándome unas palmaditas en el hombro, ignorando el comentario de mi pelirrojo amigo.
—Al final te comes la escoba.
—Ayer dijimos que intentaríamos no discutir y estás empezando mal, Maslow –hace que me reprende pero una lobuna sonrisa escapa de sus labios.
—Pues no me toques las narices, teñido.
—Soy rubio natural –comenta con el ceño fruncido.
—Eso se lo dirás a todas –río, guiñándole un ojo y volviendo donde mis amigos, para formar una línea recta, tal y como pide Madame Hooch al mismo tiempo que se acerca a nosotros con paso y voz firme.
—¡Buenos días! –brama la profesora que aun por su tamaño, impone gracias a sus ojos dorados, pelo levemente canoso y duras facciones- Veo que cada año somos más, me gusta –su vista se topa con la mía- Y alumnos más interesantes. ¿Nombre?
—Maslow, Evelyn Maslow –respondo.
—Oh, conocí a tu madre. Y a tu padre. Ambos eran muy buenos en Quidditch, pero Meredith era… no hay palabras –una sonrisa risueña abandona su rostro tras apenas haberla formado dos segundos atrás- Esperemos que no rompas la tradición.
—Yo también lo espero –susurro cuando esta se aleja para empezar a pasar lista.

Los alumnos nombrados por Madame Hooch tras leer de su lista, alzan sus brazos para hacer notar su presencia. Mi nombre, el cual es anunciado después del Draco, como ya espero, recibe varias miradas por parte de todas las casas.

—Bien, según la nueva iniciativa que Dumbledore ha propuesto para las clases alternativas, estáis aquí reunidos porque según él, quiere erradicar la rivalidad y repulsión entre distintas casas –en especial mira la de Gryffindor y Slytherin- Así que no os sorprendáis al veros todos revueltos en distintas asignaturas de más tarde. También quiero anunciar que este curso será algo distinto a los anteriores. Tendréis una pareja que os durará todo el año, pero esta será de distinta casa y por orden de lista.

Todos se quejan y la profesora, tras aguantar un minuto o así de protestas y comentarios negativos de distintos alumnos, hace silencio en el campo tras el agudo silbar de su silbato. Miro a Malfoy, que está delante de mí, como el resto de los Slytherin, y me sonríe de lado entendiendo perfectamente el motivo de mi mirada. Leo sus labios “pareja, tú y yo, Maslow”, y me guiña un ojo, haciéndome reír.

—No ha sido idea mía sino del director, quejas a él. Aunque no creo que solucionaréis mucho. Como veo caras nuevas en esta clase, os enseñaré lo vital de esta asignatura. Cómo montaros en una escoba y hacerla volar. Así de paso los de cursos pasados lo recordamos un poco.

Tras las lentas y pacientes lecciones de Madame Hooch, soy capaz de hacer elevar mi escoba hacia mi mano tras el tercer intento. Después, nos hace montarnos y subir unos seis metros, cosa que me hace temblar en cuanto miro la distancia que me separa del suelo. Logro bajar sin dificultad y eso me sorprende. Harry y Ron me felicitan y les sonrío, pues para mí es todo un logro.

—Bien, muy bien –Madame asiente con la cabeza en tono aprobatorio hacia los nuevos alumnos, incluyéndome a mí- Veo que no se os ha hecho muy difícil. Entonces, os explicaré lo que quiero que hagáis durante esta clase: con vuestra pareja correspondiente –que espero, más bien os obligo, que mantengáis una convivencia pacífica y sin conflictos- daréis diez vueltas al campo. ¡Nada de carreras! –dice mirando especialmente a unos alumnos de Hufflepluf que ya se habían retado con la mirada- Siempre a la misma altura y velocidad que vuestro compañero. A continuación, cada pareja necesitará una quaffle la cual os lanzaréis a varios metros de distancia. Empezaremos por cinco, continuaremos con diez y finalmente con quince. ¿Alguna pregunta?
—¿Puedo cambiar de pareja? Siento que acabaré tirándola de la escoba si la tengo mucho tiempo cerca –pide una chica de Slytherin mirando con recelo a una de Ravenclaw.
—No. Y ahora, proceded con las actividades que os he recomendado.

Todos se quejan y a regañadientes se dirigen hacia su compañero o compañera que le es correspondido. Harry y Ron me desean suerte, aunque no sé si es por el hecho de tener que subirme a una escoba o por Malfoy. De hecho, ellos no saben que estamos intentando llevarnos bien, así que seguramente siguen pensando que nos llevamos a matar.

—Maslow –el rubio antes citado chasquea los dedos justo delante de mis ojos, haciéndome pestañear varias veces por la sorpresa. Frunzo el entrecejo y lo miro de arriba abajo- ¿Qué?
—Te sienta bien el uniforme –le digo cogiendo mi escoba y caminando a su lado.
—Gracias –dice sonriendo.
—Te advierto de algo, Draco –aviso con tono amenazante mientras me posiciono en la escoba para iniciar los ejercicios que Madame Hooch nos ha asignado- Si me caigo, espero que no rías.
—¿Por qué iba a hacerlo? –pregunta totalmente serio, cosa que me desconcierta.
—Porque eres Draco, Draco Malfoy –alza una ceja- Y eres de Slytherin –forma una fina línea con sus labios- Y yo soy hija de la mejor jugadora de Quidditch, algo irónico si caigo de la escoba.
—Entonces sí que me das motivos para reírme.
—Qué desgracia de pareja me ha tocado –me quejo en voz alta para mí misma mientras pongo los ojos en blanco.
—Oye, más de una querría estar en tu lugar.
—No te creas el ser superior de Hogwarts.
—Lo soy.
—¿Y se puede saber por qué?
—Soy un Malfoy, ¿te parece poco? –suelto una carcajada que le hace fruncir el ceño.
—Quizá deberías replantearte la idea de ser tú el único ser supremo de Hogwarts –alza una ceja- Estás hablando con la niña que sobrevivió a la maldición del temible Lord Voldemort.
—Oh, lo olvidaba –dice sarcástico. Ambos a la vez empezamos a volar- ¿Y dónde tienes tú la cicatriz? ¿Eres una cara rajada como Potter?
—Tengo la cicatriz en la nuca, teñido.
—Soy rubio natural –me repite esta vez mirándome con recelo.
—Eso se lo dirás a todas para sorprenderlas –le guiño un ojo y lo adelanto mientras oigo sus carcajadas tras de mí.
—¿Y a ti te he sorprendido? –pregunta cuando me alcanza.
—Pues, no –miento.
—Seguro –dice sonriéndome.
—Cállate, teñido, y sigue volando.
—¡No caigas de la escoba! –grita cogiendo velocidad y adelantándome bruscamente.
—¡Nada de carreras, bastardo!

Después de diez tormentosas, malditas y demasiado rápidas vueltas, me dejo caer en el césped con los ojos cerrados y deseando que la clase termine ya. Todos se me cruzaban mientras corrían, haciéndome perder el equilibrio, y si no fuera por Draco, habría caído de la escoba un par de veces. Aprovechando que Madame Hooch se ha ausentado unos segundos, me tumbo. Y Draco no tarda en hacerme compañía.

—¿Ya estás cansada? –pregunta. El sol da de lleno a sus ojos y los hace más grises.
—¡Estoy cansada de esta clase en general! –bramo histérica. Una quaffle pasa por mi lado casi dándome, pero la evito gracias a mis rápidos reflejos- ¡Ten más cuidado, oye!
—Lo siento, Evelyn -se disculpa una chica de Ravenclaw.
—Va, tenemos que seguir con los ejercicios –dice Draco levantándose.
—¿Sabes? Creo que me he lesionado.
—Evelyn -su mirada lo dice todo. Es una orden, una orden a levantarme- Ponte en pie.
—Es que te lo juro, me ha dado un tirón en la pierna.

Me tiende su mano como si no tuviese otra opción y de mala gana acepto.

—¿Qué tenemos que hacer ahora?
—Pasarnos la quaffle.

Cojo una que casualmente está parada a veinte centímetros de mí y se la lanzo. Frunce el ceño y me encojo de hombros.

—A distancia –doy unos pasos atrás y se la vuelvo a lanzar- En la escoba –me pongo la escoba entre las piernas, haciendo presión con los muslos para que no caiga, vuelvo a coger la pelota y se la lanzo- ¡En el aire, Evelyn, en el aire!
—¡Es que no te explicas!
—¡Es que eres demasiado absurda!
—¡Tú eres el absurdo! –me mira. Respiro hondo- Hagamos esto de una convivencia más cómoda, ¿quieres?
—Has empezado tú –sentencia para luego dar una patada en el suelo y empezar a volar.
—¡Tú me llamaste absurda! –siempre tengo que tener la última palabra.
—Olvídalo.
—No tengo alzhéimer, no lo olvidaré. Me has llamado absurda y estaré recordándotelo hasta el fin de mis días.
—No si uso un hechizo para que te calles –me amenaza arqueando una ceja.
—¿A que te tiro de la escoba?
—¿A que te tiro yo? –le lanzo la quaffle con todas mis fuerzas y pierde el equilibrio por un momento- Vale, vale. Muy bien. Buen tiro.
—Gracias.
—Lástima que vayas a caer de la escoba.
—No me amenaces, Malfoy –le señalo con el dedo, y eso hace tambalearme- Mierda.
—Prosigamos –pone los ojos en blanco y me lanza el balón, el cual puedo coger dificultosamente- Por poco caes.
—Tira mejor, inútil.
—¿Ya empezamos? –pregunta con tono cansino.
—Tú me provocas.
—Lo que sea, lánzamela.
—¿Por qué?
—Porque es lo que tienes que hacer.
—¿Y si no quiero? –mis labios forman una sonrisa ladeada y oigo una carcajada por parte de Draco.
—Tú misma.

Rápidamente y a una velocidad casi inalcanzable, la escoba de Draco vuela hacia mí y logra tambalearme hasta el punto de hacerme quedar boca abajo. Oigo una risa por su parte y grito su nombre con ira irradiando por todos los poros de mi piel.

—¡Eres un insolente, un maleducado y un imbécil! Ojalá una bludger te rompa la cabeza.
—No deseas eso realmente, Evelyn. Nuestros destinos están unidos, ¿qué será de ti si muero? –puedo notar la diversión en su tono de voz y eso me hace enfadar más.
—¡Bájame de aquí!
—¿Por qué?
—¡Porque tienes que hacerlo, es tu culpa!
—¿Y si no quiero? –repite mis anteriores palabras con una media sonrisa que me llega a poner de los nervios.
—¡Draco Malfoy! –bramo- ¡Más te vale bajarme de aquí, so tonto!
—Si me lo pides así lo único que haré es dejar que la sangre te suba a la cabeza –se cruza de brazos y puedo notar sus músculos tras la tela de la camiseta. Sonríe y suspiro resignada. Me aferro más al mango de la escoba para no caer y suelto un grito hacia él- Sigo esperando, Maslow.
—¡Te voy a matar!
—No sé cómo –ríe y con mi orgullo ya herido, imploro que me baje- ¿Cómo? No te oigo.
—Por Merlín, Draco, bájame de aquí. En serio, no me gusta nada.
—Más fuerte.
—¡Que me bajes ya de aquí pedazo de idiota, si piensas que me voy a casar contigo para que me ayudes lo llevas claro!
—Está bien, está bien –acepta entre risas.

Vuela rápido hasta posicionarse justo debajo de mí. No sé cómo piensa ayudarme desde ahí, el caso es que parece bastante seguro con su decisión y pide que me suelte. ¡Já! Ni que pensara hacerlo. ¿Es que está loco? Podrá ser bueno en Vuelo, pero que no se las dé de súper héroe.

—Suéltate, Evelyn. Yo te cogeré.
—¡No pienso soltarme!
—No caerás.
—¿Cómo estás tan seguro? ¡Mira la altura que hay! –bramo sofocada- ¡Esto es por tu culpa!
—Estoy intentando solucionarlo pero no me dejas, ¡suéltate!
—¡No!
—Evelyn -pide más calmado. Lo miro y suspira- Confía en mí, vamos. No caerás. Lo juro por mi vida.

Respiro lo más hondo que puedo, llenando de aire todos mis pulmones. Cierro los ojos y aflojo el amarre de mi escoba. Siento mi cuerpo descender y aprieto los párpados, pensando que así evitaré que el dolor me carcoma tras impactar en la caída. Pero no es así. Ni hay caída, ni mucho menos dolor. Sus fuertes brazos me han atrapado al vuelo y estoy escondida en su pecho totalmente mareada.

—Te dije que no caerías –dice en mi oído, tensándome por completo. Envuelvo los brazos alrededor de él y me sujeto con fuerza pues sigo temblando- Ya está, Evelyn. Solo ha sido el susto. No te ha pasado nada.
—Por Merlín, qué sensación más espantosa –murmuro finalmente.
—Te juré por mi vida que no caerías –me separo unos centímetros de él para mirarlo a la cara y es tanta la proximidad entre ambos que siento las mejillas encenderse hasta adquirir un tono rosado- Te dejaré en la escoba, vamos.

Su brazo izquierdo se aferra más a mi cintura, y me dejo caer de espaldas en su pecho, como si este fuera un respaldo. Siento su aliento impactar en mi oído y hace ponerme la piel de gallina. Con el brazo derecho guía la escoba hacia la mía y no puedo evitar mirar las venas de las manos marcarse tras su fuerte amarre hacia el mango.

—Gracias –digo cuando éste me ha ayudado a subir a mi Nimbus 2.001.
—No hay de qué –sonríe- ¿Seguimos?
—Mhm.
—No volveré a hacerte caer, ni enfadar, ni nada.
—Está bien –asiento no muy segura.

Pero antes de proseguir con lo que planeábamos continuar, mi atención se centra en la apresurada profesora correr hacia una alumna tendida en el suelo. Entrecierro los ojos ya que no veo muy bien debido a la distancia e identifico a la herida como una chica de Ravenclaw.

—¡Nada de tonterías ni cosas imprudentes, llevaré a Savannah a la enfermería y si pillo a alguien haciendo algo inadecuado será expulsado de Hogwarts en menos tiempo del que se tarda en decir Quidditch!

La compañera de la tal Savannah corre junto a Madame Hooch hacia la enfermería.

—Pobre chica –murmuro mirando a Draco.
—No entiendo cómo gente que no tiene ni idea sobre volar se apunta a este tipo de clases –lo miro con recelo y alzo una ceja. Él inmediatamente se corrige- A excepción de ti, claro. Estás cordialmente invitada a caerte las veces que quieras de la escoba que nadie se reirá ni molestará contigo.
—Eso me gusta más –digo riendo.
—¡Evelyn, cuidado! –oigo la voz de Ronald a lo lejos, con un punto de desesperación en el tono que emplea conmigo.

Pero no me da tiempo a reaccionar ni a apartarme, pues la quaffle impacta directamente en mi escoba, haciéndola voltear y por tanto, tirándome al suelo. La caída es rápida y dolorosa. Aunque después no siento nada más que gritos, lamentaciones y pasos acercándose a mí. Con los brazos extendidos sobre la cara, tapándome los ojos, no puedo ver –ni quiero- nada. Pero distingo perfectamente la fría y ahora preocupada voz de mi compañero de vuelo. Draco.

—¡Evelyn! –me llama. Siento como él se rodilla a mi lado, coge mi cabeza y la posiciona en su regazo. La palpa en busca de heridas y sangre y creo notar como suspira al no encontrar nada- Por Merlín, Evelyn, ¿estás bien? Contéstame.
—¿Respira? –pregunta alguien que no logro identificar.
—¡Claro que respira!
—Por tu bien, Weasley, más vale que a Evelyn no le pase nada.
—Fue un accidente, no lo hizo a propósito.
—Me vale una mierda –contesta tajante mi rubio sobreprotector que tan sorprendida me deja- Evelyn, ¿me oyes? Si es que sí, aprieta mi mano –sus dedos se entrelazan con los míos y siento un irremediable nerviosismo recorrer toda mi columna vertebral y haciendo palpitar mi corazón con fuerza. Reúno las suficientes fuerzas que me quedan tras el gutural impacto y le doy un leve apretón a su mano- Gracias al cielo, Evelyn. Háblame si puedes, por favor.

Me mantengo callada, un nudo invade mi garganta y no sé si es por el dolor punzante que desgarra cada parte de mi cuerpo, o por la impotencia de no poder mover ni un mísero músculo. Me duele absolutamente todo. Todo me duele.

—Evelyn -me llama Harry- Evelyn, dinos qué tal estás.
—Tenemos que llevarla a la enfermería –dice Ronald.
—Callad –sentencia Draco. Suspira, su pecho se llena de aire y aprieta mi mano con dulzura- Evelyn, vamos, háblame.
—Mhm –murmuro, con la piedra atravesándome la garganta. Logro hacerla bajar gracias a la saliva, reprimiendo así las ganas de llorar.
—Evelyn, Evelyn -me llama Ron- ¡Lo siento tanto, fue un accidente! ¡Te avisé, pero no fue a tiempo! Juro que me siento un imbécil.
—¿Ah sí? –pregunta sarcásticamente Draco- Créeme que ya lo sabíamos.
—Dejad de discutir por mí, creo que estoy viva.
—¡Evelyn! –exclama Harry- Menos mal. ¿Te duele algo?
—Todo –sentencio- Creo que me he roto las costillas y la pierna.
—¿Puedes caminar? –pregunta Ron.
—¿Cómo va a poder caminar, imbécil? –brama Draco enfurecido- Te llevaré a la enfermería, Evelyn. No te preocupes.
—Podemos hacerlo nosotros, somos sus amigos –dice Ron.
—¿Y que vuelvas a hacerla caer de la escoba? No gracias –Draco se agacha y pasa un brazo por mis piernas y otro por la espalda, alzándome. Me aferro a su pecho y me quejo cuando me aprieta demasiado las costillas- ¿Qué?
—No me aprietes tanto del costado –le digo.
—Lo siento –se disculpa.

Empieza a caminar y deja los murmullos atrás. Clava sus talones en el césped y a cada paso que da, su respiración impacta sobre mi cabeza. Apoyo la mía en su hombro y echo una rápida mirada hacia los chicos. Ron me llama, sigue sintiéndose mal por mí. Le alzo el pulgar indicándole que estoy bien. El silencio se hace presente entre ambos y sus pasos resuenan por el pasillo, el cual los convierte en eco para mis oídos. Suelto un suspiro y eso hace que abra la boca.

—Me has dado un susto de muerte –se digna a decir.
—¿Por qué?
—Mierda, Evelyn, creía que te había pasado algo mucho más grave. Que estabas… que no estabas consciente.
—Puedes pensar que estaba muerta, Draco, incluso yo lo pensé.
—Me niego a pensar eso –contesta frunciendo el ceño.
—¿Por qué?
—Porque no, Evelyn. No –responde- Me muero si te pasa algo –suelto un grito ahogado y abro los ojos tanto como puedo. Noto como mi agarre en su cuello se afloja y clavo más las uñas en su piel para erguirme en sus brazos- Parece que te he sorprendido.
—Sí, mucho.
—¿Por qué? –pregunta bajando sus grises ojos hacia mí. Y puedo jurar que al mirarme unos pocos segundos la boca, él se ha lamido los labios.
—Porque eres un Malfoy –respondo en tono obvio.
—Lo dices como si conocieras a toda mi familia.
—Créeme, te sorprenderías al saber a quién conozco –murmuro entre dientes.
—¿Qué has dicho? –pregunta Draco.
—Mhm, que te pica un bicho.
—En serio, Maslow.
—Y en paralelo, Malfoy.
—Eres irritante –el chico pone los ojos en blanco y río.
—Lo sé, me lo dicen mucho.

Durante el resto del trayecto, ambos permanecemos callados. La entrada a la enfermería se alza ante mí y suspiro aliviada, pues el silencio había empezado a incomodarme. Madame Pomfrey y Hooch se giran hacia mí y Draco, alzando las cejas al mismo tiempo. No puedo evitar ponerme roja, gesto que Draco nota y le hace reír levemente. Malfoy le explica lo sucedido a ambas mujeres mientras me lleva hasta la cama más próxima, donde con delicadeza me deja. Le sonrío como agradecimiento aunque este no me responde del mismo modo.

—Señorita Adams, puede marcharse –le avisa la enfermera- Y recuerde venir a visitarme si le duele algo –la chica se despide de nosotros y abandona la gran y ahora vacía sala- Bien, voy a tener que revisarle las zonas donde según ha explicado el señor Malfoy, dice ser que se ha fracturado. Quítese la camiseta.
—¿Qué? –pregunto.
—Despójese de las prendas superiores, excluyendo el sujetador, señorita Maslow.

Siento las piernas temblar. Y seguro que pensaréis que es por la intimidante mirada de Draco, pero no. Es por la simple idea de dejar el tatuaje al descubierto. Me aprieto el ante brazo con fuerza, mirando a Madame Hooch, la cual comprende en seguida el mensaje. Esta le susurra algo a la enfermera, la cual asiente con la cabeza. Miro a Draco y la anciana mujer vuelve a entenderme.

—Señor Malfoy, ¿puede hacerme el favor de abandonar la sala? –le pregunta, aunque obviamente tendrá que obedecer sí o sí.

Él frunce el ceño y me mira, como si no estuviera muy seguro de dejarme sola. Márchate le pronuncio en silencio, solo moviendo la boca. Hace de sus labios una fina línea y suspira, alejándose de la enfermería. Aunque puedo notar cómo no se ha ido lejos, sino que espera en las puertas de la estancia. Me quito la camiseta y no puedo evitar mirar la marca que cubre mi ante brazo.

—Oh, no se preocupe por eso señorita Maslow, el profesor Dumbledore nos informó de su caso –dice Pomfrey.

Después de haberme revisado, me envuelve las costillas con unos vendajes que me aprietan pero no hasta el punto de hacerme daño. También hace lo mismo con el tobillo, inmovilizándomelo por completo. Está fracturado. Y los dedos igual, una serie de flojos vendajes y tiritas los cubren.

—Puede ponerse la camiseta, señorita –me avisa la enfermera. Le hago caso y mientras estoy abotonándome los primeros botones, Malfoy entra a la enfermería sin haber sido llamado- Iré a preparar la poción para volver a reponer y reformar sus huesos. Estos están algo rotos y desencajados del lugar. Le tomará toda la noche aquí, señorita.
—¿Tendrá que dormir en la enfermería? –pregunta el rubio por mí.
—Así es, señor Malfoy –asiente la enfermera para después marcharse.
—Iré a avisar al señor Potter y al señor Weasley para que puedan venir a visitarla –dice Hooch mirándome- Vigílela, Malfoy.

Mi rubio asiente con la cabeza y ríe divertido cuando estamos completamente solos. Alzo la ceja y lo miro, mas este sigue carcajeando, cosa que me hace sonreír finalmente.

—Vigílela, Malfoy –imito a la profesora- Ni que me fuera a fugar.
—Tu cara lo ha dicho todo cuando Pomfrey te ha dicho que tendrías que pasar la noche aquí.
—Oh, lo que me faltaba –me quejo tapándome la cara- No quiero dormir aquí.
—¿Tienes miedo?

Lo miro y él capta el mensaje.

—Esto es demasiado grande para mí, y seguro que habrá ruidos raros –me sincero, haciéndolo sonreír tiernamente- ¿Qué?
—Puedo pasar la noche contigo si quieres.
—Creo que te estás tomando muy en serio lo de Hooch. No tienes por qué vigilarme las veinticuatro horas del día, Draco.
—Entiende, niña tonta, que si me quedo es porque quiero y no por obedecer órdenes.

Le sonrío y le doy un golpe flojo en el hombro, para después apoyarme en este. Aunque rápidamente soy obligada a sentarme bien, pues mis amigos entran corriendo con las respiraciones agitadas hacia mí. Estos empiezan a preguntarme de manera atropellada, la cual cosa hace que no los entienda demasiado bien, provocándome un terrible dolor de cabeza.

—¡Callad! –y de nuevo, Draco impone el silencio entre Harry y Ron- Evelyn está bien. Dentro de lo que cabe, claro. Tiene que pasar la noche aquí, se ha roto unas costillas, el tobillo y un par de dedos. Madame Pomfrey ha ido a preparar la poción. Y tú, Weasley, eres un idiota.
—Me alegro de que estés bien, entonces –dice Ron, el cual recibe unas irónicas miradas por parte de Potter, Malfoy, y obviamente mía- Lo que no me cuadra es, ¿desde cuándo sois tan amigos?
—Es una larga historia –decimos al mismo tiempo, para después mirarnos y reír tontamente.
—¡Evelyn Maslow! –la voz de Cedric me hace voltear en seguida.
—No chilles, te escucha igual –le va contestando enfurruñada mi amiga Hermione. Ambos se acercan a mi cama y me sonríe, Ced me da un abrazo, pero lo aparto en seguida pues me hace daño- ¿Qué tienes?
—Muchos huesos rotos –respondo mirando acusatoriamente a Diggory, y este se encoge de hombros inocentemente- Las costillas, el pie y los dedos.
—Madame Pomfrey es una experta en reparar huesos –dice Hermione- Le regeneró a Harry todo el brazo en segundo curso cuando una bludger lo atacó.
En eso, Draco suelta unas bajas risas.
—Ya no hace falta que te quedes, Malfoy, estamos sus amigos –dice Ron frunciendo el ceño.
—Sí, amigos que la hacen caer de la escoba.
—Draco, ya –le pido cogiéndole del brazo, pues él y Weasley se habían empezado a encarar.
—Ha sido un estúpido accidente.
—Estúpido, al igual que tú –escupe el rubio.
—¡Draco! –bramo parándome entre los dos, pues los empujones pronto se hacen presentes.
—¿Vas a defenderlo solo a él después de lo que su torpeza ha provocado? –pregunta mirándome, concretamente a los vendajes visibles a la vista de cualquiera.
—Solo ha sido un accidente –repito en voz baja- Dejad las peleas. Al menos, intentadlo delante de mí.
—Será difícil –dice Ron.
—Lo mismo digo –añade Draco, sentándose de nuevo a mi lado.
—Cuánto amor se respira en el aire –bromea Cedric, haciéndome reír- Bueno, si vas a pasar la noche aquí, ¿quién quieres que te haga compañía?
—Puedo quedarme contigo si quieres, Evelyn -se propone Hermione.
—No quiero que se quede nadie, así evitaré discusiones –respondo frunciendo los labios- Además, puedo dormir sola.
—Seguro –susurra Draco para sí mismo en tono divertido, recibiendo así un codazo en las costillas- Ouch.

Los pasos apresurados de una mujer, seguramente la señora Pomfrey, resuenan por toda la enfermería y nos hacen callar. Esta llega a nuestro campo de visión y frunce el ceño al ver a tanto alumno junto en su preciada aula de trabajo.

—Señorita Maslow, sí que tiene usted buenos amigos. ¡Mire qué tan preocupados están por su salud, que ni cinco minutos han tardado en venir a visitarla! –exclama mirándolos a todos y entregándome una copa bañada en plata, cuyo en su interior yace un líquido color escarlata, muy oscuro, y con aspecto pastoso.
—Sí, no me puedo quejar –comento mirando asqueada el líquido que refleja mi rostro. Draco se asoma y hace una mueca al notar su olor- Si me quieres, Draco, bébetelo tú por mí.
—Me temo señorita Maslow, que aunque el señor Malfoy la amara, no se bebería su medicamento pues le caería una reprimenda terrible –frunzo el ceño- Todo, señorita Maslow; bébaselo todo.
—Pero –Pomfrey me mira de manera severa y suspiro- Vale, vale.

Los chicos sueltan unas carcajadas y mojo mis labios del rojizo líquido. Trago y la garganta me arde, haciendo que escupa la asquerosa poción que en teoría hará sanar mis huesos.
—¡Qué mal sabe! –exclamo mientras me limpio la comisura de los labios con el dorso de la mano, haciendo que mis amigos estallen a reír.
—¿Qué esperaba, zumo de calabaza? –pregunta la enfermera.
—Creo que eso me suena de algo –recuerda Harry sonriendo levemente.
—Zumo de calabaza no, pero algo más decente que esto.
—No se lo ha acabado aún, así que ya sabe –empuja la copa de nuevo a mis manos y estas se ciernen sobre el vaso- ¡Beba!
—Que sí, que voy –y muy a mi pesar, acabo con la medicina que la señora Pomfrey ha elaborado en un tiempo récord. Coge la copa y niega con la cabeza al ver que sigo poniendo cara de asco- ¿Podré ir a cenar?
—Me temo que no.
—¿Y va a dejar que me muera de hambre?
—No seas exagerada, nosotros te traeremos la cena aquí –dice Hermione- Y también tu pijama, y tu neceser.
—Por favor –pido poniendo los ojos en blanco- Y tráeme el diario y el álbum.
—¿Crees que encontrarás algo sobre tu familia ahí? –pregunta Harry.
—¿Qué me he perdido? –pregunta Cedric.
—Alguien me envió una escoba y el equipo de Quidditch de Gryffindor y Slytherin.
—¿De Slytherin también? –pregunta Draco mirándome. Yo asiento y sonríe, haciéndome arquear una ceja- Seguro que te quedaría mejor que el que llevas puesto.
—¿Cómo estás tan seguro?
—Simplemente, lo sé –río y dirijo la vista hacia Cedric de nuevo, el cual ahora suelta una risita tonta que me hace poner los ojos en blanco.
—A lo que iba. Sí, me han enviado esos regalos. Y venía una nota, donde la firma eran dos iniciales. “S. G”.
—Alomejor es familia de tu madre –opina Ron- Por Giovanni.
—Pues podría ser –digo asintiendo con la cabeza, apoyando su idea- Bien pensado, Ronaldo.
—Es Ronald –se queja con voz cansina.
—Eso, Ronaldo –los chicos se echan a reír y les sigo las carcajadas- No sé, tengo toda la noche para ver quién puede haberme mandado la ropa y la escoba. Por cierto, ¡¿y mi escoba?!
—Le dijimos a Seamus que te la llevara a la torre –dijo Harry. Yo fruncí el ceño no muy confiada- Tranquila, es de fiar.
—No creo que la haga explotar.
—Eso espero –murmuro.

...

Por la noche, Hermione, Harry y Ron me habían traído algo de comida y cenaron conmigo en la enfermería para hacerme compañía. Daphne fue a verme y me pidió perdón por no haber ido antes, pero estaba atareada con los deberes. Draco insistió en quedarse conmigo, pero no le dejé. Y Cedric más de lo mismo, incluso le acabé pegando con los almohadones por pesado.

El diario y el álbum de fotos de mi madre reposan sobre mi regazo, ambos abiertos, en busca de algo que me dé el significado de las siglas “S. G”. Paso de página, y nada. Paso de nuevo, y nada otra vez. Así múltiples veces, hasta que me canso y revoleo los libros que llegan al suelo y caen boca abajo. Chasqueo la lengua y los cojo por el lomo, haciendo que un folio doblado por la mitad, se deslice hacia el frío piso. Frunzo el ceño y me inclino otra vez para agarrar la hoja.

—Qué raro –mascullo.

La abro y observo atenta su contenido. Un árbol genealógico. Y es de mi familia. Rápidamente distingo las iniciales de “S. G”, como Susan Giovanni, la madre de mi madre; mi abuela.

- Por Merlín.

Resigo las líneas del árbol genealógico, las cuales se enlazan con sus respectivos hijos. Al lado de Susan, mi abuela, está la fotografía de un hombre de pelo cobrizo y bigote del mismo color, ojos claros y sonrisa grande. Leopoldo Giovanni. A su lado, su mujer, la madre de la mía, mi abuela. Sigo las líneas hacia abajo, y se separan en dos. Adam y Meredith Giovanni, ambos con un marco dorado a su alrededor.

—No puede ser.

Con mi madre se enlaza otra persona: Christian Maslow. Los dos tienen la misma línea dorada en los bordes. De ellos dos salgo yo, con también un bordeado de oro alrededor. Al lado izquierdo, pasa lo mismo, pero con la familia de mi padre. Aunque esta vez, hay algunas fotos que están como borradas, difuminadas, y caigo en la cuenta que son los fallecidos. Por suerte, gracias a Merlín, los integrantes vivos de la familia son mi abuela Loreen Maslow, mi tía Alice y mi tío Brad, el cual tiene dos hijos: Lena y Alec. Ah, y la gata Violet de Alice, claro, pues esta está emparejada con un tal Cristopher, pero con el que aún no ha tenido hijos.

Me tapo la boca con las manos aún en estado de shock. Tengo familia. Tengo familia y estos saben de mí, saben que existo. No puedo evitar emocionarme, haciendo que de mis ojos caigan algunas pequeñas lágrimas, las cuales son rápidamente retiradas por la manga del pijama. Sonrío y me recuesto en la cama, con los libros abiertos sobre mi pecho, Los vuelvo a ver, releer, tocar y suspirar sobre estos una vez más, así, quedándome rendida ante los brazos de Morfeo, soñando.

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