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Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
La lenta de mi termino de leer!*-*
jajaja ese Ron es un loquillo xD me encanta el<3
y los gemelos! Dios mio que me hicieron reir como una loca :P
me encantan su personalidad y como molestan todo el tiempo xD
¿Harry, Draco o Ced? OMG que dificil, se que ella terminara con Draco*-*
pero no estaria mal poner algo de Harry o Ced(? es que los dos son tan sdnsdfbhjdsbfd amo como es Harry con ella -conmigo- amo leer las novelas con mi nombre *-* y bueno, es que siento q Harry esta demasiado celoso con respecto a Malfoy! :O Gosh!
Y el capitulo de la casa enbrujada fue de lo mejor, te quedo perfecto lo AME! todito*-* jajaja los gorilas de Draco no duraron ni medio segundo en la casa q llorones xD y los mini-momentos entre Draco y yo fueron dsfbhdbhjdf los ame*-* amo como el de pronto deja de ser grosero y es lindo*-*
aunque me dio risa q al final fueran discutiendo :P jaja es raro que dos grupitos enemigos fueran en el carruaje juntos pero ame eso ya quiero que la continues xq en verdad me encanto! Y me encanta tu novela, amo todo de ella*-*
Continuala pronto x favor. Besos!! :D
jajaja ese Ron es un loquillo xD me encanta el<3
y los gemelos! Dios mio que me hicieron reir como una loca :P
me encantan su personalidad y como molestan todo el tiempo xD
¿Harry, Draco o Ced? OMG que dificil, se que ella terminara con Draco*-*
pero no estaria mal poner algo de Harry o Ced(? es que los dos son tan sdnsdfbhjdsbfd amo como es Harry con ella -conmigo- amo leer las novelas con mi nombre *-* y bueno, es que siento q Harry esta demasiado celoso con respecto a Malfoy! :O Gosh!
Y el capitulo de la casa enbrujada fue de lo mejor, te quedo perfecto lo AME! todito*-* jajaja los gorilas de Draco no duraron ni medio segundo en la casa q llorones xD y los mini-momentos entre Draco y yo fueron dsfbhdbhjdf los ame*-* amo como el de pronto deja de ser grosero y es lindo*-*
aunque me dio risa q al final fueran discutiendo :P jaja es raro que dos grupitos enemigos fueran en el carruaje juntos pero ame eso ya quiero que la continues xq en verdad me encanto! Y me encanta tu novela, amo todo de ella*-*
Continuala pronto x favor. Besos!! :D
TheGirlImpossible
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
mary de mellark escribió:síguela pronto plis!!
Besos, Mary
La sigo el fin de semana, o así, idk.
Besos a ti también c:
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Angel With a Shotgun escribió:Vale se que me ha costado leer toda la maratón, pero prometo que lo he echo tanto que no podía parar de leerlo. Te juro que he pasado miedo, joder, a mi me pasa eso y me muer ahí mismo. Mi patata deja de latir hahaha
Enserio que gran maratón, te felicito por lo bien que escribes y amo a Draco y a los gemelos Weasley, son todos unos amores!!
Espero que puedas seguir pronto linda! Besos!!
Holiiiiiii :33
No importa que hayas tardado, al menos leíste y comentaste, que es lo que yo verdaderamente aprecio. ¿Sabes? Yo mientras escribía el capítulo me moría de miedo, JAJAJAJA. Ah re cagona, viste. Me alegro que te haya gustado la maratón, intentaré subir el fin de semana.
Un beso, hermosa.
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Miluh. escribió:Quiero cap!
Para el fin de semana intento subir, I promise c:
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
May · Life are dreams ~ escribió:La lenta de mi termino de leer!*-*
jajaja ese Ron es un loquillo xD me encanta el<3
y los gemelos! Dios mio que me hicieron reir como una loca :P
me encantan su personalidad y como molestan todo el tiempo xD
¿Harry, Draco o Ced? OMG que dificil, se que ella terminara con Draco*-*
pero no estaria mal poner algo de Harry o Ced(? es que los dos son tan sdnsdfbhjdsbfd amo como es Harry con ella -conmigo- amo leer las novelas con mi nombre *-* y bueno, es que siento q Harry esta demasiado celoso con respecto a Malfoy! :O Gosh!
Y el capitulo de la casa enbrujada fue de lo mejor, te quedo perfecto lo AME! todito*-* jajaja los gorilas de Draco no duraron ni medio segundo en la casa q llorones xD y los mini-momentos entre Draco y yo fueron dsfbhdbhjdf los ame*-* amo como el de pronto deja de ser grosero y es lindo*-*
aunque me dio risa q al final fueran discutiendo :P jaja es raro que dos grupitos enemigos fueran en el carruaje juntos pero ame eso ya quiero que la continues xq en verdad me encanto! Y me encanta tu novela, amo todo de ella*-*
Continuala pronto x favor. Besos!! :D
¡Hola de nuevo!
La última vez que leí tu comentario me enamoré, y ahora intuyo que pasará lo mismo. Adoro cuando me dejan comentarios largos, y los tuyos son puras Bíblias ahsdjasd. Me encanta que te haya gustado tanto, tenía miedo de que quedara raro el capítulo de la casa embrujada y que a nadie le acabara gustando. Pero veo que estuvo bueno, ¿no? Verás que por Rayis, los leones y las serpientes se juntarán más shdjgahjkdgadjad. Mil gracias por leer, cielo, me alegro que te guste mi novela.
La seguiré capaz para el fin de semana o tal vez el viernes, igual es que tengo muchos exámenes y proyectos :c
¡Besazos!
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Mina Vega García escribió:May · Life are dreams ~ escribió:La lenta de mi termino de leer!*-*
jajaja ese Ron es un loquillo xD me encanta el<3
y los gemelos! Dios mio que me hicieron reir como una loca :P
me encantan su personalidad y como molestan todo el tiempo xD
¿Harry, Draco o Ced? OMG que dificil, se que ella terminara con Draco*-*
pero no estaria mal poner algo de Harry o Ced(? es que los dos son tan sdnsdfbhjdsbfd amo como es Harry con ella -conmigo- amo leer las novelas con mi nombre *-* y bueno, es que siento q Harry esta demasiado celoso con respecto a Malfoy! :O Gosh!
Y el capitulo de la casa enbrujada fue de lo mejor, te quedo perfecto lo AME! todito*-* jajaja los gorilas de Draco no duraron ni medio segundo en la casa q llorones xD y los mini-momentos entre Draco y yo fueron dsfbhdbhjdf los ame*-* amo como el de pronto deja de ser grosero y es lindo*-*
aunque me dio risa q al final fueran discutiendo :P jaja es raro que dos grupitos enemigos fueran en el carruaje juntos pero ame eso ya quiero que la continues xq en verdad me encanto! Y me encanta tu novela, amo todo de ella*-*
Continuala pronto x favor. Besos!! :D
¡Hola de nuevo!
La última vez que leí tu comentario me enamoré, y ahora intuyo que pasará lo mismo. Adoro cuando me dejan comentarios largos, y los tuyos son puras Bíblias ahsdjasd. Me encanta que te haya gustado tanto, tenía miedo de que quedara raro el capítulo de la casa embrujada y que a nadie le acabara gustando. Pero veo que estuvo bueno, ¿no? Verás que por Rayis, los leones y las serpientes se juntarán más shdjgahjkdgadjad. Mil gracias por leer, cielo, me alegro que te guste mi novela.
La seguiré capaz para el fin de semana o tal vez el viernes, igual es que tengo muchos exámenes y proyectos :c
¡Besazos!
Hoola! :D
oh que genial que te gusten! :'D siempre que puedo dejo comentarios largos xq me gusta escribirlos:D
me pongo triste cuando no los hago tan largos(? u.u
yo AME lo de la casa de los gritos, de verdad me parecio perfecto, mas que bueno!
OMG ame eso de que por ella todo cambie*-* la chica q quizas pueda formar una alianza entre ambas casas(? o al menos hacer cambiar a Draco(? *-* sadbsdfbhdsfjbdf omg te comprendo, igual estoy con lo de la escuela :S nos estan re matando con pruebas y practicos¬¬
pero espero ansiosa a que puedas subir pronto xq amo tu novela!!
Besos!
TheGirlImpossible
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
#Naty escribió:¿No la abandonaras verdad?
¡Ni loca! Esta noche subiré, he estado sin inspiración estos días, lo siento mucho :c
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Capítulo diez.
Maldiciones Imperdonables
Domingo por la mañana. Y esta vez me quedo un rato más en la cama, pero Hermione se despierta y me lanza una almohada, haciéndome gritar del susto y por tanto, despertando a las otras. Ya las cuatro levantadas, empezamos a arreglarnos para bajar a la Sala Común, en ella están Ron y Harry, los únicos. Beso la mejilla del ojiverde y esta enseguida se vuelve color carmesí. Suelto una risita, es muy tímido, pero es demasiado adorable. A Ron simplemente le revuelvo el pelo, me siento a su lado y me quedo mirando a mis dos amigos.
- ¿Qué? –preguntan los dos.
- Ah no sé, pensaba que pasaba algo y quería saber.
- No, no pasa nada –se encoge Harry de hombros. Pero noto que miente. Alzo una ceja y él se pone nervioso.
- Harry James Potter.
- Me ha vuelto a doler la cicatriz –contesta a mi severa e indirecta amenaza.
- ¿Otra pesadilla? –pregunto, confundida. Él asiente con la cabeza.
- Deberías decírselo a Siruis –le aconseja Hermione. Y miro hacia todos lados para ver si hay alguien escuchando- No, no hay nadie, ___.
- No le diré a Siruis que me duele la cicatriz. No quiero preocuparle, bastante tiene con lo suyo –explica, muy serio.
- Como quieras Harry, pero si fuera tú, se lo diría –dice Hermione, levantándose- Ahora vayamos a desayunar.
- E intenta no caerte esta vez –me aconseja Ron, levantándose de su silla.
- Ayer no llegué a caerme.
- Cierto, porque estaba Cedric el héroe para salvarte –dice, pasando por mi lado.
- A veces pareces idiota –le insulto, pegando su hombro no muy fuerte.
- ¿Sólo a veces? –me pregunta Mione retóricamente.
- Muy graciosa, Granger –y el pelirrojo suelta unas falsas carcajadas.
Cuando estamos en el Gran Comedor, mi mirada se posa con la de Draco. Ambos nos detenemos unos segundos en los ojos del otro, y soy la primera en esbozarle una leve sonrisa a la que es correspondida con un asentimiento de cabeza.
- ¿A quién miras? –me pregunta la castaña. Niego con la cabeza y me siento en el sitio de siempre, bueno, o al menos, de hace unos días.
Empezamos a desayunar mientras conversamos animadamente, pero la charla cesa cuando algunas lechuzas empiezan a sobrevolar por las cabezas de los alumnos vestidos de túnicas negras y caras largas por no haber podido dormir todo lo que desean. Una lechuza, marrón con destellos arenosos, se posa delante de mí con una carta en el pico. Miro a mis lados para ver si alguien la reclama, ya que no, no tengo lechuza. Cojo la carta y por muy extraño que parezca, pone mi nombre.
- Qué bonita –dice Hermione, acariciándola.
- ¿Qué dice? –pregunta Ron refiriéndose a la carta que acabo de abrir.
- “Esta lechuza es propiedad de Evelyn Maslow” –leo en voz alta. Y el sello me sorprende, es verde y plateado.
- ¿Cómo la llamarás? –pregunta Harry.
- Mhm… es hembra –digo, analizándola- Kliah.
- ¿Kliah? –repite Ron frunciendo el ceño.
- No sé, es el primero que se me ha ocurrido –me encojo de hombros y acaricio su suave plumaje.
- Pues a mí me gusta el nombre.
- ¿De quién es este pajarraco? –pregunta Fred, que acaba de llegar con su hermano.
- ¿Pajarraco? –le pregunta Ginny retóricamente- Es la lechuza más bonita que he visto antes. Después de Hedwig, claro –dice esto último mirando al ojiverde, el cual se sonroja por segunda vez hoy- ¿Es tuya, Evelyn?
- Sí, es mía –respondo sonriendo- Y no es ningún pajarraco, Fred.
- Vale, vale. No me pegues –comenta riendo- ¿Y cómo se llama?
- Kliah.
- ¿Kliah? –preguntan los dos gemelos a la vez, y acto seguido, se echan a reír- Menudo nombre más raro.
- Podrías haberle puesto Minerva, ya que hablamos de nombres feos…
- O Snape –añade su hermano.
Me giro para ver la mesa de Slytherin, donde todos sus alumnos miran hacia nosotros por culpa de Weasley al pronunciar el nombre del jefe de su casa.
- A lo vuestro, serpientes –digo frunciendo el ceño- Sé más prudente la próxima vez, imbécil.
- Va aprendiendo de los mejores –le susurra el otro Weasley. Ruedo los ojos y sigo desayunando.
Cuando terminamos, nos levantamos y caminamos hacia la salida, donde un grupo de Slytherins, los cuales hablan, nos impiden el paso.
- Para hablar, mejor iros a vuestra Sala Común –dice Hermione, empujándolos levemente y haciendo que las serpientes los miren mal.
Me río y camino detrás de mis amigos, pero un brazo me detiene, haciéndome girar bruscamente. Cuando me topo con unos ojos plateados, el corazón, aunque me cueste admitirlo, se me acelera a un ritmo incontrolable.
- Malfoy.
- Maslow –me imita.
- ¿Qué quieres? –le pregunto. Y entonces me acuerdo que tengo algo de su pertenencia- ¡Oh, me quedé con tu pañuelo, lo siento!
- No te preocupes.
- Mañana te lo traigo.
- ¿Qué haces hablando con la sangre sucia, Draco? –oigo cómo le pregunta la cara perro al rubio.
- ¿A ti qué te pica? ¿Acaso no te has desparasitado?
Y el rubio, junto con sus amigos, sueltan unas carcajadas, pero en cuanto la chica los ve, estos callan; aunque la sonrisa burlona no abandona ninguno de sus rostros.
- Al menos yo no le voy llorando en el hombro de nadie –dice, mirando despectivamente al chico que fue mi pareja en el jodido desafío de visitar la maldita casa de los gritos.
- A ti lo que te pasa es que te habría gustado estar en mi lugar, cacho tonta –le contesto. Ella calla. Y yo, victoriosa, sonrío- La próxima vez, Parkinson, si ves que vas a quedar mal, no me hables, porque es que, en el fondo, me sabe mal hasta humillarte delante de tus amigos.
- ¿Es que no me vais a defender? –pregunta. Crabbe y Goyle callan, sólo queda Malfoy- ¿Draco?
- ¿Yo te pido ayuda cuando me estoy metiendo con Potter? –le responde él con otra pregunta.
- Ya ni te da tiempo a pedir ayuda porque siempre acabas recibiendo por alguna parte –le digo, riendo; pero a él no le hace gracia y poco a poco voy dejando las carcajadas en el aire- Bueno, que tengo cosas que hacer. Pansy, lo dicho, no me hagas perder el tiempo, que como dicen, vale oro. Nos vemos, serpientes.
Me alejo de ellos, sintiendo sus miradas clavadas en mi espalda. Con una media sonrisa, me dirijo hacia mi torre para empezar a ponerme al día con todas las materias. Harry y Hermione me ayudarán ya que no vine los cursos anteriores. Ron simplemente se dedicará a mirar, comer o directamente, dormirse.
Al día siguiente me levanto pronto. Lógico, hay clases. Me visto junto con Hermione, Lavander y Parvati. Bajamos a la Sala Común donde el azabache se encuentra medio dormido en el sofá, al igual que el pelirrojo.
- Eh, vamos ya, hay que desayunar –digo moviéndolos levemente, despertándolos. Estos abren sus ojos y me miran. Pongo bien las gafas de Harry, ya que están algo torcidas, y le ayudo a levantarse- Venga holgazanes, ¿a qué hora os dormisteis anoche?
- Tarde, estuvimos hablando –responde Ron.
- ¿Hablando? –pregunta Hermione- Ni nosotras nos quedamos tan tarde haciéndolo.
- Bueno, cosas de chicos –Weasley se encoge de hombros.
Llegamos al Gran Comedor, donde centenares de alumnos se apoyan medio dormidos en el hombro de al lado, comen su desayuno con suma lentitud o hacen sus deberes a última hora, ya que en el fin de semana no han hecho prácticamente nada. A medida que nos acercamos a nuestra mesa, localizo un rubio platinado, que ahora me mira también.
- Esperadme en la mesa, ahora voy yo –les digo a mis amigos.
Corro hacia la mesa de las serpientes, donde el grupito de Draco está apunto de sentarse y empezar a desayunar, como el resto de la gente.
- ¡Malfoy! –lo llamo, captando su atención y la de muchos otros. Él no se sienta, al contrario que sus amigos. Me mira y alza una ceja- No me mires así, no voy a llevarte de nuevo a la casa de los gritos.
- Te recuerdo que la que salió llorando fuiste tú, no yo –me dice con tono frío pero con una pizca de diversión en su media sonrisa.
- Vale, ya –digo tajante, pero del mismo modo que él; divertida- No he venido a discutir.
- ¿Entonces a qué has venido? –y me doy cuenta que todas las miradas de su mesa se dirigen a mí y la verdad, no con muy buenos ojos lo hacen.
- Mhm… Ah, ya –contesto acordándome. Saco la varita de mi túnica y apunto hacia las dos grandes puertas- Accio pañuelo.
Y en menos de diez segundos, el pañuelo que antes de ayer me dejó Draco, está ahora en frente nuestro. Lo cojo y se lo extiendo, él, dubitativo, lo acepta.
- Tranquilo, no tiene el olor de una sangre sucia. Lo he lavado –le digo, para tranquilizarlo, pero con la diversión presente en mis ojos.
- ¿Lo has lavado? –pregunta, alzando una ceja- ¿Cómo?
- Magia –respondo inocentemente, encogiéndome de hombros y alzando las manos hasta la altura de estos, mientras esbozo una angelical sonrisa. Y doy media vuelta, dejándolo con cara de tonto, para dirigirme a la mesa de los leones, donde mis amigos esperan impacientes una explicación buena- Hola.
- ¿Qué hacías con Malfoy? –pregunta Ron devorando una tostada.
- Le devolvía su pañuelo.
- ¿Y qué hacías con él? –inquiere el ojiverde.
- Me lo prestó el día que fuimos a la casa de los gritos.
Los chicos no dicen nada, Hermione frunce el ceño y me mira, para después volver a centrarse en su horario. Anuncia en voz alta la clase que tenemos a continuación y durante el resto del día. Cuando el pelirrojo y el azabache oyen ‘Defensa Contra las Artes Oscuras’, atacan el papel de la castaña para ver si se trata de una broma.
- ¿Qué pasa? –pregunto curiosa por su repentina reacción.
- Ojoloco Moody es el profesor –dice Ron con obviedad.
- ¿Y qué pasa? –inquiero de nuevo, como si esa respuesta no me sirviera de mucho. Y no, la verdad es que no me sirve de mucho.
- Que ese profesor mola mogollón –contesta- Fred y George lo tuvieron el viernes y dicen que es el mejor.
- Sin duda –aclaran los gemelos, metiéndose en la conversación- Su ojo distrae un poco, pero la clase es bastante buena.
- Pues a mí no es que me de muy buena espina –comento, frunciendo el ceño a la vez. El recuerdo del aquél repentino dolor en el ante brazo que empecé a sentir el día que el profesor entró a la escuela se hace presente y maldigo en voz baja- No, no me gusta nada.
- Pues tendrás que aguantarte, porque tenemos nuestra siguiente clase con él –y suspiro fuertemente tras oír el anuncio del pelirrojo.
Caminamos hacia la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Una vez ahí, me fijo en los uniformes que son distintos a los de mi casa. Verdes. Plateados. Serpientes. Draco Malfoy. Mis ojos se posan en los del rubio platinado y sigo a Hermione, la cual busca un asiento libre en primera fila. Justo al ladito de los ojos plateados que no han dejado de observarme desde que llegué a la habitación.
- Malfoy mira hacia aquí –me informa la castaña de pelo enmarañado.
Dado que le estoy dando la espalda, giro disimuladamente y sí, él mira hacia aquí. Y su compañera, Pansy Perra Parkinson, le habla, mas este lo ignora totalmente. Cuando siento cierta incomodidad por su insistente mirada sobre mí, me giro, y decido no mirarlo más. Aunque es un poco estúpido pues cada dos por tres lo busco por el rabillo del ojo. Ron y Harry se sientan detrás de nosotras y hablan mientras dejan el pesado libro sobre la mesa, oigo como mis compañeros ojean el manual, pero en cuanto las puertas de la clase se abren, estos dejan su “Investigación”.
- Ya podéis guardar los libros –gruñe Ojoloco Moody caminando ruidosamente hacia la mesa y sentándose detrás de ella- No los necesitareis para nada.
- Esto es emocionante, Harry –oigo como le dice Ron a su amigo.
El profesor empieza a pasar lista y cuando sus labios pronuncian el nombre de mi amigo, Harry Potter, su mirada se llena de brillo, pero un brillo un tanto extraño. No muy peculiar que digamos. ¿Malévolo, se podría decir? Termina con Malfoy y sigue el mío. Sí, después de él voy yo.
- Aquí –digo, levantando un poco el brazo.
- Vaya –dice mirándome con sorpresa. Yo frunzo el ceño- Eres toda una celebridad. El Profeta no deja de poner tu nombre en todas sus páginas. Debes saberlo, no muchos creían que tu existencia fuera real… Y que de pronto, catorce años más tarde, aparezcas de la nada, es todo un misterio. Un misterio que pronto será rebelado –entrecierro los ojos y él esboza una media sonrisa. Hermione está igual de confusa que yo, y ni hablar del resto de la clase. Aunque sé bien a lo que quiere llegar a parar- Al menos, eso espera todo el mundo.
- Hogwarts se acaba enterando de todo –oigo decir a Seamus.
- Dejemos el tema a un lado –y por fin, deja de mirarme- He recibido una carta del profesor Lupin a propósito de esta clase. Parece que sois ya bastante diestros en enfrentamientos a criaturas tenebrosas. Habéis estudiado los boggarts, los gorros rojos, los hinkypunks, los grinylows, los kappas y los hombres lobo, ¿no es eso?
La clase se llena de murmullos, pero estos son cesados cuando la boca del profesor lleno de cicatrices abre la boca de nuevo.
- Pero estáis atrasados, muy atrasados, en lo que se refiere a enfrentaros a maldiciones. Así que he venido a prepararos contra lo que unos magos pueden hacerles a otros. Dispongo de un curso para enseñaros a tratar con las mal…
- ¿Por qué, no se va a quedar más? –deja escapar Ron.
- Supongo que tú eres hijo de Arthur Weasley –el pelirrojo asiente- Sí, solo me quedaré este curso. Es un favor que le hago a Dumbledore: un curso y me vuelvo a mi retiro.
Y eso me hace sonreír de satisfacción. El saber que sólo lo tendré este curso, me alegra bastante. Y sí, sé que ni apenas he tenido una clase con él ya lo odio, pero en serio, este profesor no me gusta nada. Y cuando digo nada, es nada de nada. Absolutamente nada.
- Así que… vamos a ello –prosigue, dando una palmada con sus nudosas y también cicatrizadas manos- Maldiciones. Varían mucho en forma y en gravedad. Según el Ministerio de Magia, yo debería enseñaros las contra maldiciones y dejarlo en eso. No tendrías que aprender cómo son las maldiciones prohibidas hasta sexto curso. Se supone que hasta entonces no seréis lo bastante mayores para tratarlas. Pero el profesor Dumbledore tiene mejor opinión de vosotros y piensa que podréis resistirlo, y yo creo que, cuanto antes sepáis a qué os enfrentáis, mejor.
- Esto será divertido –le susurra Harry a Ronald.
- ¿Cómo podéis defenderos de algo que no habéis visto nunca? –pregunta el profesor retóricamente- Un mago que esté a punto de echaros una maldición prohibida no va avisaros antes. No es probable que se comporte de forma caballerosa. Tenéis que estar preparados. Tenéis que estar alerta y vigilantes. Y usted, señor Malfoy, preste atención a mi clase.
El rubio recibe la atenta mirada de los muchos presentes en esa aula, cosa que le hace enrojecer y para mi gusto y opinión, vérsele realmente tierno. Sonrío inconscientemente y éste me pilla, pero no pierdo la divertida y dulce sonrisa a la vez. Vuelvo a prestar atención a lo que dice Moody y dejar de envenenarme tanto con esos grises ojos.
- ¿Alguno de vosotros sabe cuáles son las maldiciones más castigadas por la ley mágica? –pregunta, mirando con atención a todos sus alumnos, en busca de manos alzadas.
- Eh… -titubea Ron, cuando Ojoloco se fija en él- mi padre me ha hablado de una. Se llama maldición imperius, o algo parecido.
- Así es –aprueba el hombre- Tu padre la conoce bien. En otro tiempo la maldición imperius le dio al Ministerio muchos problemas.
Moody se levanta con cierta dificultad sobre sus pies, abre el cajón y de él saca un tarro de cristal. Dentro corretean tres arañas. Tres grandes arañas negras con patas increíblemente largas. Oigo un gemido asustadizo por parte de Ron y una carcajada proveniente de mi amigo de gafas redondas. Él y su fobia. Suelto una risita. Moody mete la mano en el tarro, coge una araña y se la pone sobre la palma de su rugosa mano para que todas la podamos ver bien. Luego alza su varita y apunta contra el pequeño animal mientras suelta entre dientes:
- ¡Imperio!
La araña se descuelga de la mano de Moody con un fino y sedoso hilo y empieza a balancearse de atrás para adelante como si estuviera imitando a un trapecista de circo; luego, el insecto estira sus patas hasta ponerlas totalmente rectas y rígidas, y de un salto, se suelta del hilo y cae sobre la mesa, donde empieza a girar en círculos. Moody vuelve a apuntarla y ésta empieza a bailar sobre sus patas traseras. La clase ríe, yo no. No me gusta nada. Al igual que Ojoloco, que está tan serio como yo.
- Os parece divertido, ¿verdad? –pregunta en voz baja mientras la araña empieza a hacerse una bola y empieza a rodar sobre sí misma- Yo podría hacerla saltar por la ventana, ahogarse, colarse por la garganta de cualquiera de vosotros…
Y pienso, en ese mismo instante, en mi amigo Ron.
- Hace años, muchos magos y brujas fueron controlados por medio de la maldición imperius –explica. Y comprendo que se refiere a los tiempos en los que Voldemort había sido todopoderoso- Le dio bastante que hacer al Ministerio, que tenía que averiguar quién actuaba por voluntad propia y quién, obligado por la maldición.
>>Podemos combatir la maldición imperius, y yo os enseñare como, pero se necesita mucha fuerza de carácter, y no todo el mundo la tiene. Lo mejor, si se puede, es evitar caer víctima de ella. ¡ALERTA PERMANENTE! –brama, haciendo que todos nos sobresaltemos.
Moody coge a la araña trapecista bastante torturada por el momento y vuelve a meterla en el tarro de cristal junto con las demás.
- ¿Alguien conoce alguna más? ¿Otra maldición prohibida?
Hermione vuelve a levantar la mano, pero el profesor vuelve a ignorarla, esta vez escogiendo al señor Longobottom. Me sorprendo, ya que jamás había visto a Neville interactuando con la clase.
- ¿Sí? –le pregunta.
- Hay una… la maldición cruciatus –dice este en voz muy baja pero breve.
Y cierro los ojos con fuerza cuando esa palabra se cierne sobre las paredes de mi cerebro, haciendo eco, clavándose con grandes y afiladas jarras, desgarrándome la piel de los recuerdos y picando mis ojos de lágrimas por el dolor. Uno de los mortífagos, años atrás, lanzándome esa misma maldición solo por no haberme reído sobre su “gracioso e ingenioso” comentario hacia los sangre sucia y muggles.
- ¿Estás bien? –me pregunta Hermione en voz baja, acariciando mi brazo derecho.
Pero para cuando me doy cuenta, Alastor Moody está torturando a otra de las arañas con la reciente maldición mencionada. Dolorosamente observo como el insecto empieza a retorcerse, a encoger las patas sobre su cuerpo, rodándose y balanceándose de un lado a otro. El ser no profiere ningún sonido, pero es evidente que de haber podido, hubiera gritado. Mi respiración se vuelve agitada y la boca se me seca cuando el recuerdo de aquella tortura vuelve a hacerse presente. Y misteriosamente, ambas cicatrices empiezan a dolerme, pero levemente.
- ¡Pare! –grita Hermione desesperada, mirándome a mí y a Neville, el cual se aferra al pupitre con los nudillos blancos de hacer fuerza y los ojos llenos de horror.
Moody levanta la varita y la araña se relaja al momento, pero sigue retorciéndose. Cojo una bocanada de aire y trato de respirar como es debido.
- Dolor –dice el profesor con una voz suave- No se necesitan cuchillos ni carbones encendidos para torturar a alguien si uno sabe llevar a cabo la maldición cruciatus… También esta maldición fue muy popular en otro tiempo. Bueno, ¿alguien conoce alguna otra?
Y empalidezco totalmente cuando caigo en cuál es la siguiente maldición prohibida. La letal. La más, posiblemente, inhumana. Ojoloco se levanta de su mesa y camina como puede con esos dos pies izquierdos. Se detiene delante de mí y me mira. Trago saliva y siento la preocupada mirada de Granger sobre mí.
- ¿La sabe, señorita Maslow? –pregunta. Yo asiento levemente con la cabeza, como si fuese a ser yo la que sufriera esa maldición- ¿Podría conjurarla?
- ¿Qué? –pregunto exaltada- Creí que conjurar algo así requeriría problemas con el Ministerio, que estaría prohibido. ¿No sabe usted que…?
- Sí, lo sé. Pero no ocurrirá nada de eso si es con un profesor delante y en una escuela. No se preocupe, a usted no le pasará nada –claro, será la pobre araña la que morirá, no yo.
- Pero…
- Si lo hace, su casa conseguirá setenta y cinco puntos, sino, se los restaré –y Hermione me mira en seguida, al igual que todos. El corazón se me encoge, la respiración se me acelera por completo y la boca se me seca- ¿Señorita Maslow?
Me levanto muy lentamente, resignada, con temor. Veo una sonrisa por parte de Ojoloco. Agarro mi varita y camino junto a él hacia su mesa, donde está apoyado el tarro con la tercera araña. La saca, pero la retiene en su mano, esperándome. Respiro muy profundamente, apuntando con temblor a la araña con mi varita mágica. Las palabras no salen de mi boca, simplemente, no puedo hacerlo. Conjurar la maldición que usó Voldemort para matar a Lily y a James, a mis padres y a muchos brujos y brujas más, es doloroso.
- Vamos Maslow –me anima burlón Draco, sonriendo de lado.
- Cállate Malfoy –lo achanto al instante. Cierro los ojos y Moody abre la mano, mostrando una araña revoltosa sobre su mano. La deja en la mesa y esta corretea por la superficie. Y sin saber cómo, reúno fuerzas y murmuro las dos palabras más difíciles de mi vida: Avada kedavra.
Y una lágrima cae de mi ojo derecho al mismo tiempo que un destello de luz verde y un ruido como de torrente, como si algo vasto e invisible planeara por el aire, haciendo que el ya muerto insecto se desplomara patas arriba, sin ninguna herida, pero indudablemente sin vida.
Algunas alumnas sueltan unos gritos ahogados, Ron se echa para atrás y casi cae de la silla del susto, Harry y Hermione, como el resto de la clase, contemplan la escena estupefactos. Y la mirada plateada que proviene del chico de la mesa de al lado, se entrecierra clavada en mí, como si sintiera compasión.
- Setenta y cinco puntos para Gryffindor –anuncia. Me quedo ahí plasmada viendo la muerte que acabo de ocasionar. Una inocente vida arrebatada por unos míseros setenta y cinco puntos. Y reprimo un llanto de impotencia, mas mis ojos arden y se enrojecen. Ojoloco me da unas palmaditas y reacciono- Puede sentarse, señorita Maslow.
Camino arrastrando los pies hacia mi asiento y cuando por fin mi cuerpo está sostenido en algo, me dejo caer en la silla, tapándome la cara con ambas manos. Siento todas las miradas de la clase clavadas en mi espalda, pero no me importa ya que ahora lo que me preocupa es el estado en el que me encuentro ahora. Me siento sucia, mala persona, me siento como los Kavanagh y los miles de súbditos que siguen a Voldemort. Me siento la que siempre he querido evitar.
- No es agradable –dice el profesor con calma después de varios segundos en silencio, el cual se había formado por mi reacción, la cual todo el mundo contempló con atención- Ni placentero. Y no hay contramaldición. No hay manera de interceptarla. Sólo se sabe de dos personas que hayan sobrevivido a esta maldición, y las dos están en esta sala.
- ¿Qué? –preguntan los dos.
- Ah no sé, pensaba que pasaba algo y quería saber.
- No, no pasa nada –se encoge Harry de hombros. Pero noto que miente. Alzo una ceja y él se pone nervioso.
- Harry James Potter.
- Me ha vuelto a doler la cicatriz –contesta a mi severa e indirecta amenaza.
- ¿Otra pesadilla? –pregunto, confundida. Él asiente con la cabeza.
- Deberías decírselo a Siruis –le aconseja Hermione. Y miro hacia todos lados para ver si hay alguien escuchando- No, no hay nadie, ___.
- No le diré a Siruis que me duele la cicatriz. No quiero preocuparle, bastante tiene con lo suyo –explica, muy serio.
- Como quieras Harry, pero si fuera tú, se lo diría –dice Hermione, levantándose- Ahora vayamos a desayunar.
- E intenta no caerte esta vez –me aconseja Ron, levantándose de su silla.
- Ayer no llegué a caerme.
- Cierto, porque estaba Cedric el héroe para salvarte –dice, pasando por mi lado.
- A veces pareces idiota –le insulto, pegando su hombro no muy fuerte.
- ¿Sólo a veces? –me pregunta Mione retóricamente.
- Muy graciosa, Granger –y el pelirrojo suelta unas falsas carcajadas.
Cuando estamos en el Gran Comedor, mi mirada se posa con la de Draco. Ambos nos detenemos unos segundos en los ojos del otro, y soy la primera en esbozarle una leve sonrisa a la que es correspondida con un asentimiento de cabeza.
- ¿A quién miras? –me pregunta la castaña. Niego con la cabeza y me siento en el sitio de siempre, bueno, o al menos, de hace unos días.
Empezamos a desayunar mientras conversamos animadamente, pero la charla cesa cuando algunas lechuzas empiezan a sobrevolar por las cabezas de los alumnos vestidos de túnicas negras y caras largas por no haber podido dormir todo lo que desean. Una lechuza, marrón con destellos arenosos, se posa delante de mí con una carta en el pico. Miro a mis lados para ver si alguien la reclama, ya que no, no tengo lechuza. Cojo la carta y por muy extraño que parezca, pone mi nombre.
- Qué bonita –dice Hermione, acariciándola.
- ¿Qué dice? –pregunta Ron refiriéndose a la carta que acabo de abrir.
- “Esta lechuza es propiedad de Evelyn Maslow” –leo en voz alta. Y el sello me sorprende, es verde y plateado.
- ¿Cómo la llamarás? –pregunta Harry.
- Mhm… es hembra –digo, analizándola- Kliah.
- ¿Kliah? –repite Ron frunciendo el ceño.
- No sé, es el primero que se me ha ocurrido –me encojo de hombros y acaricio su suave plumaje.
- Pues a mí me gusta el nombre.
- ¿De quién es este pajarraco? –pregunta Fred, que acaba de llegar con su hermano.
- ¿Pajarraco? –le pregunta Ginny retóricamente- Es la lechuza más bonita que he visto antes. Después de Hedwig, claro –dice esto último mirando al ojiverde, el cual se sonroja por segunda vez hoy- ¿Es tuya, Evelyn?
- Sí, es mía –respondo sonriendo- Y no es ningún pajarraco, Fred.
- Vale, vale. No me pegues –comenta riendo- ¿Y cómo se llama?
- Kliah.
- ¿Kliah? –preguntan los dos gemelos a la vez, y acto seguido, se echan a reír- Menudo nombre más raro.
- Podrías haberle puesto Minerva, ya que hablamos de nombres feos…
- O Snape –añade su hermano.
Me giro para ver la mesa de Slytherin, donde todos sus alumnos miran hacia nosotros por culpa de Weasley al pronunciar el nombre del jefe de su casa.
- A lo vuestro, serpientes –digo frunciendo el ceño- Sé más prudente la próxima vez, imbécil.
- Va aprendiendo de los mejores –le susurra el otro Weasley. Ruedo los ojos y sigo desayunando.
Cuando terminamos, nos levantamos y caminamos hacia la salida, donde un grupo de Slytherins, los cuales hablan, nos impiden el paso.
- Para hablar, mejor iros a vuestra Sala Común –dice Hermione, empujándolos levemente y haciendo que las serpientes los miren mal.
Me río y camino detrás de mis amigos, pero un brazo me detiene, haciéndome girar bruscamente. Cuando me topo con unos ojos plateados, el corazón, aunque me cueste admitirlo, se me acelera a un ritmo incontrolable.
- Malfoy.
- Maslow –me imita.
- ¿Qué quieres? –le pregunto. Y entonces me acuerdo que tengo algo de su pertenencia- ¡Oh, me quedé con tu pañuelo, lo siento!
- No te preocupes.
- Mañana te lo traigo.
- ¿Qué haces hablando con la sangre sucia, Draco? –oigo cómo le pregunta la cara perro al rubio.
- ¿A ti qué te pica? ¿Acaso no te has desparasitado?
Y el rubio, junto con sus amigos, sueltan unas carcajadas, pero en cuanto la chica los ve, estos callan; aunque la sonrisa burlona no abandona ninguno de sus rostros.
- Al menos yo no le voy llorando en el hombro de nadie –dice, mirando despectivamente al chico que fue mi pareja en el jodido desafío de visitar la maldita casa de los gritos.
- A ti lo que te pasa es que te habría gustado estar en mi lugar, cacho tonta –le contesto. Ella calla. Y yo, victoriosa, sonrío- La próxima vez, Parkinson, si ves que vas a quedar mal, no me hables, porque es que, en el fondo, me sabe mal hasta humillarte delante de tus amigos.
- ¿Es que no me vais a defender? –pregunta. Crabbe y Goyle callan, sólo queda Malfoy- ¿Draco?
- ¿Yo te pido ayuda cuando me estoy metiendo con Potter? –le responde él con otra pregunta.
- Ya ni te da tiempo a pedir ayuda porque siempre acabas recibiendo por alguna parte –le digo, riendo; pero a él no le hace gracia y poco a poco voy dejando las carcajadas en el aire- Bueno, que tengo cosas que hacer. Pansy, lo dicho, no me hagas perder el tiempo, que como dicen, vale oro. Nos vemos, serpientes.
Me alejo de ellos, sintiendo sus miradas clavadas en mi espalda. Con una media sonrisa, me dirijo hacia mi torre para empezar a ponerme al día con todas las materias. Harry y Hermione me ayudarán ya que no vine los cursos anteriores. Ron simplemente se dedicará a mirar, comer o directamente, dormirse.
…
Al día siguiente me levanto pronto. Lógico, hay clases. Me visto junto con Hermione, Lavander y Parvati. Bajamos a la Sala Común donde el azabache se encuentra medio dormido en el sofá, al igual que el pelirrojo.
- Eh, vamos ya, hay que desayunar –digo moviéndolos levemente, despertándolos. Estos abren sus ojos y me miran. Pongo bien las gafas de Harry, ya que están algo torcidas, y le ayudo a levantarse- Venga holgazanes, ¿a qué hora os dormisteis anoche?
- Tarde, estuvimos hablando –responde Ron.
- ¿Hablando? –pregunta Hermione- Ni nosotras nos quedamos tan tarde haciéndolo.
- Bueno, cosas de chicos –Weasley se encoge de hombros.
Llegamos al Gran Comedor, donde centenares de alumnos se apoyan medio dormidos en el hombro de al lado, comen su desayuno con suma lentitud o hacen sus deberes a última hora, ya que en el fin de semana no han hecho prácticamente nada. A medida que nos acercamos a nuestra mesa, localizo un rubio platinado, que ahora me mira también.
- Esperadme en la mesa, ahora voy yo –les digo a mis amigos.
Corro hacia la mesa de las serpientes, donde el grupito de Draco está apunto de sentarse y empezar a desayunar, como el resto de la gente.
- ¡Malfoy! –lo llamo, captando su atención y la de muchos otros. Él no se sienta, al contrario que sus amigos. Me mira y alza una ceja- No me mires así, no voy a llevarte de nuevo a la casa de los gritos.
- Te recuerdo que la que salió llorando fuiste tú, no yo –me dice con tono frío pero con una pizca de diversión en su media sonrisa.
- Vale, ya –digo tajante, pero del mismo modo que él; divertida- No he venido a discutir.
- ¿Entonces a qué has venido? –y me doy cuenta que todas las miradas de su mesa se dirigen a mí y la verdad, no con muy buenos ojos lo hacen.
- Mhm… Ah, ya –contesto acordándome. Saco la varita de mi túnica y apunto hacia las dos grandes puertas- Accio pañuelo.
Y en menos de diez segundos, el pañuelo que antes de ayer me dejó Draco, está ahora en frente nuestro. Lo cojo y se lo extiendo, él, dubitativo, lo acepta.
- Tranquilo, no tiene el olor de una sangre sucia. Lo he lavado –le digo, para tranquilizarlo, pero con la diversión presente en mis ojos.
- ¿Lo has lavado? –pregunta, alzando una ceja- ¿Cómo?
- Magia –respondo inocentemente, encogiéndome de hombros y alzando las manos hasta la altura de estos, mientras esbozo una angelical sonrisa. Y doy media vuelta, dejándolo con cara de tonto, para dirigirme a la mesa de los leones, donde mis amigos esperan impacientes una explicación buena- Hola.
- ¿Qué hacías con Malfoy? –pregunta Ron devorando una tostada.
- Le devolvía su pañuelo.
- ¿Y qué hacías con él? –inquiere el ojiverde.
- Me lo prestó el día que fuimos a la casa de los gritos.
Los chicos no dicen nada, Hermione frunce el ceño y me mira, para después volver a centrarse en su horario. Anuncia en voz alta la clase que tenemos a continuación y durante el resto del día. Cuando el pelirrojo y el azabache oyen ‘Defensa Contra las Artes Oscuras’, atacan el papel de la castaña para ver si se trata de una broma.
- ¿Qué pasa? –pregunto curiosa por su repentina reacción.
- Ojoloco Moody es el profesor –dice Ron con obviedad.
- ¿Y qué pasa? –inquiero de nuevo, como si esa respuesta no me sirviera de mucho. Y no, la verdad es que no me sirve de mucho.
- Que ese profesor mola mogollón –contesta- Fred y George lo tuvieron el viernes y dicen que es el mejor.
- Sin duda –aclaran los gemelos, metiéndose en la conversación- Su ojo distrae un poco, pero la clase es bastante buena.
- Pues a mí no es que me de muy buena espina –comento, frunciendo el ceño a la vez. El recuerdo del aquél repentino dolor en el ante brazo que empecé a sentir el día que el profesor entró a la escuela se hace presente y maldigo en voz baja- No, no me gusta nada.
- Pues tendrás que aguantarte, porque tenemos nuestra siguiente clase con él –y suspiro fuertemente tras oír el anuncio del pelirrojo.
…
Caminamos hacia la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Una vez ahí, me fijo en los uniformes que son distintos a los de mi casa. Verdes. Plateados. Serpientes. Draco Malfoy. Mis ojos se posan en los del rubio platinado y sigo a Hermione, la cual busca un asiento libre en primera fila. Justo al ladito de los ojos plateados que no han dejado de observarme desde que llegué a la habitación.
- Malfoy mira hacia aquí –me informa la castaña de pelo enmarañado.
Dado que le estoy dando la espalda, giro disimuladamente y sí, él mira hacia aquí. Y su compañera, Pansy Perra Parkinson, le habla, mas este lo ignora totalmente. Cuando siento cierta incomodidad por su insistente mirada sobre mí, me giro, y decido no mirarlo más. Aunque es un poco estúpido pues cada dos por tres lo busco por el rabillo del ojo. Ron y Harry se sientan detrás de nosotras y hablan mientras dejan el pesado libro sobre la mesa, oigo como mis compañeros ojean el manual, pero en cuanto las puertas de la clase se abren, estos dejan su “Investigación”.
- Ya podéis guardar los libros –gruñe Ojoloco Moody caminando ruidosamente hacia la mesa y sentándose detrás de ella- No los necesitareis para nada.
- Esto es emocionante, Harry –oigo como le dice Ron a su amigo.
El profesor empieza a pasar lista y cuando sus labios pronuncian el nombre de mi amigo, Harry Potter, su mirada se llena de brillo, pero un brillo un tanto extraño. No muy peculiar que digamos. ¿Malévolo, se podría decir? Termina con Malfoy y sigue el mío. Sí, después de él voy yo.
- Aquí –digo, levantando un poco el brazo.
- Vaya –dice mirándome con sorpresa. Yo frunzo el ceño- Eres toda una celebridad. El Profeta no deja de poner tu nombre en todas sus páginas. Debes saberlo, no muchos creían que tu existencia fuera real… Y que de pronto, catorce años más tarde, aparezcas de la nada, es todo un misterio. Un misterio que pronto será rebelado –entrecierro los ojos y él esboza una media sonrisa. Hermione está igual de confusa que yo, y ni hablar del resto de la clase. Aunque sé bien a lo que quiere llegar a parar- Al menos, eso espera todo el mundo.
- Hogwarts se acaba enterando de todo –oigo decir a Seamus.
- Dejemos el tema a un lado –y por fin, deja de mirarme- He recibido una carta del profesor Lupin a propósito de esta clase. Parece que sois ya bastante diestros en enfrentamientos a criaturas tenebrosas. Habéis estudiado los boggarts, los gorros rojos, los hinkypunks, los grinylows, los kappas y los hombres lobo, ¿no es eso?
La clase se llena de murmullos, pero estos son cesados cuando la boca del profesor lleno de cicatrices abre la boca de nuevo.
- Pero estáis atrasados, muy atrasados, en lo que se refiere a enfrentaros a maldiciones. Así que he venido a prepararos contra lo que unos magos pueden hacerles a otros. Dispongo de un curso para enseñaros a tratar con las mal…
- ¿Por qué, no se va a quedar más? –deja escapar Ron.
- Supongo que tú eres hijo de Arthur Weasley –el pelirrojo asiente- Sí, solo me quedaré este curso. Es un favor que le hago a Dumbledore: un curso y me vuelvo a mi retiro.
Y eso me hace sonreír de satisfacción. El saber que sólo lo tendré este curso, me alegra bastante. Y sí, sé que ni apenas he tenido una clase con él ya lo odio, pero en serio, este profesor no me gusta nada. Y cuando digo nada, es nada de nada. Absolutamente nada.
- Así que… vamos a ello –prosigue, dando una palmada con sus nudosas y también cicatrizadas manos- Maldiciones. Varían mucho en forma y en gravedad. Según el Ministerio de Magia, yo debería enseñaros las contra maldiciones y dejarlo en eso. No tendrías que aprender cómo son las maldiciones prohibidas hasta sexto curso. Se supone que hasta entonces no seréis lo bastante mayores para tratarlas. Pero el profesor Dumbledore tiene mejor opinión de vosotros y piensa que podréis resistirlo, y yo creo que, cuanto antes sepáis a qué os enfrentáis, mejor.
- Esto será divertido –le susurra Harry a Ronald.
- ¿Cómo podéis defenderos de algo que no habéis visto nunca? –pregunta el profesor retóricamente- Un mago que esté a punto de echaros una maldición prohibida no va avisaros antes. No es probable que se comporte de forma caballerosa. Tenéis que estar preparados. Tenéis que estar alerta y vigilantes. Y usted, señor Malfoy, preste atención a mi clase.
El rubio recibe la atenta mirada de los muchos presentes en esa aula, cosa que le hace enrojecer y para mi gusto y opinión, vérsele realmente tierno. Sonrío inconscientemente y éste me pilla, pero no pierdo la divertida y dulce sonrisa a la vez. Vuelvo a prestar atención a lo que dice Moody y dejar de envenenarme tanto con esos grises ojos.
- ¿Alguno de vosotros sabe cuáles son las maldiciones más castigadas por la ley mágica? –pregunta, mirando con atención a todos sus alumnos, en busca de manos alzadas.
- Eh… -titubea Ron, cuando Ojoloco se fija en él- mi padre me ha hablado de una. Se llama maldición imperius, o algo parecido.
- Así es –aprueba el hombre- Tu padre la conoce bien. En otro tiempo la maldición imperius le dio al Ministerio muchos problemas.
Moody se levanta con cierta dificultad sobre sus pies, abre el cajón y de él saca un tarro de cristal. Dentro corretean tres arañas. Tres grandes arañas negras con patas increíblemente largas. Oigo un gemido asustadizo por parte de Ron y una carcajada proveniente de mi amigo de gafas redondas. Él y su fobia. Suelto una risita. Moody mete la mano en el tarro, coge una araña y se la pone sobre la palma de su rugosa mano para que todas la podamos ver bien. Luego alza su varita y apunta contra el pequeño animal mientras suelta entre dientes:
- ¡Imperio!
La araña se descuelga de la mano de Moody con un fino y sedoso hilo y empieza a balancearse de atrás para adelante como si estuviera imitando a un trapecista de circo; luego, el insecto estira sus patas hasta ponerlas totalmente rectas y rígidas, y de un salto, se suelta del hilo y cae sobre la mesa, donde empieza a girar en círculos. Moody vuelve a apuntarla y ésta empieza a bailar sobre sus patas traseras. La clase ríe, yo no. No me gusta nada. Al igual que Ojoloco, que está tan serio como yo.
- Os parece divertido, ¿verdad? –pregunta en voz baja mientras la araña empieza a hacerse una bola y empieza a rodar sobre sí misma- Yo podría hacerla saltar por la ventana, ahogarse, colarse por la garganta de cualquiera de vosotros…
Y pienso, en ese mismo instante, en mi amigo Ron.
- Hace años, muchos magos y brujas fueron controlados por medio de la maldición imperius –explica. Y comprendo que se refiere a los tiempos en los que Voldemort había sido todopoderoso- Le dio bastante que hacer al Ministerio, que tenía que averiguar quién actuaba por voluntad propia y quién, obligado por la maldición.
>>Podemos combatir la maldición imperius, y yo os enseñare como, pero se necesita mucha fuerza de carácter, y no todo el mundo la tiene. Lo mejor, si se puede, es evitar caer víctima de ella. ¡ALERTA PERMANENTE! –brama, haciendo que todos nos sobresaltemos.
Moody coge a la araña trapecista bastante torturada por el momento y vuelve a meterla en el tarro de cristal junto con las demás.
- ¿Alguien conoce alguna más? ¿Otra maldición prohibida?
Hermione vuelve a levantar la mano, pero el profesor vuelve a ignorarla, esta vez escogiendo al señor Longobottom. Me sorprendo, ya que jamás había visto a Neville interactuando con la clase.
- ¿Sí? –le pregunta.
- Hay una… la maldición cruciatus –dice este en voz muy baja pero breve.
Y cierro los ojos con fuerza cuando esa palabra se cierne sobre las paredes de mi cerebro, haciendo eco, clavándose con grandes y afiladas jarras, desgarrándome la piel de los recuerdos y picando mis ojos de lágrimas por el dolor. Uno de los mortífagos, años atrás, lanzándome esa misma maldición solo por no haberme reído sobre su “gracioso e ingenioso” comentario hacia los sangre sucia y muggles.
- ¿Estás bien? –me pregunta Hermione en voz baja, acariciando mi brazo derecho.
Pero para cuando me doy cuenta, Alastor Moody está torturando a otra de las arañas con la reciente maldición mencionada. Dolorosamente observo como el insecto empieza a retorcerse, a encoger las patas sobre su cuerpo, rodándose y balanceándose de un lado a otro. El ser no profiere ningún sonido, pero es evidente que de haber podido, hubiera gritado. Mi respiración se vuelve agitada y la boca se me seca cuando el recuerdo de aquella tortura vuelve a hacerse presente. Y misteriosamente, ambas cicatrices empiezan a dolerme, pero levemente.
- ¡Pare! –grita Hermione desesperada, mirándome a mí y a Neville, el cual se aferra al pupitre con los nudillos blancos de hacer fuerza y los ojos llenos de horror.
Moody levanta la varita y la araña se relaja al momento, pero sigue retorciéndose. Cojo una bocanada de aire y trato de respirar como es debido.
- Dolor –dice el profesor con una voz suave- No se necesitan cuchillos ni carbones encendidos para torturar a alguien si uno sabe llevar a cabo la maldición cruciatus… También esta maldición fue muy popular en otro tiempo. Bueno, ¿alguien conoce alguna otra?
Y empalidezco totalmente cuando caigo en cuál es la siguiente maldición prohibida. La letal. La más, posiblemente, inhumana. Ojoloco se levanta de su mesa y camina como puede con esos dos pies izquierdos. Se detiene delante de mí y me mira. Trago saliva y siento la preocupada mirada de Granger sobre mí.
- ¿La sabe, señorita Maslow? –pregunta. Yo asiento levemente con la cabeza, como si fuese a ser yo la que sufriera esa maldición- ¿Podría conjurarla?
- ¿Qué? –pregunto exaltada- Creí que conjurar algo así requeriría problemas con el Ministerio, que estaría prohibido. ¿No sabe usted que…?
- Sí, lo sé. Pero no ocurrirá nada de eso si es con un profesor delante y en una escuela. No se preocupe, a usted no le pasará nada –claro, será la pobre araña la que morirá, no yo.
- Pero…
- Si lo hace, su casa conseguirá setenta y cinco puntos, sino, se los restaré –y Hermione me mira en seguida, al igual que todos. El corazón se me encoge, la respiración se me acelera por completo y la boca se me seca- ¿Señorita Maslow?
Me levanto muy lentamente, resignada, con temor. Veo una sonrisa por parte de Ojoloco. Agarro mi varita y camino junto a él hacia su mesa, donde está apoyado el tarro con la tercera araña. La saca, pero la retiene en su mano, esperándome. Respiro muy profundamente, apuntando con temblor a la araña con mi varita mágica. Las palabras no salen de mi boca, simplemente, no puedo hacerlo. Conjurar la maldición que usó Voldemort para matar a Lily y a James, a mis padres y a muchos brujos y brujas más, es doloroso.
- Vamos Maslow –me anima burlón Draco, sonriendo de lado.
- Cállate Malfoy –lo achanto al instante. Cierro los ojos y Moody abre la mano, mostrando una araña revoltosa sobre su mano. La deja en la mesa y esta corretea por la superficie. Y sin saber cómo, reúno fuerzas y murmuro las dos palabras más difíciles de mi vida: Avada kedavra.
Y una lágrima cae de mi ojo derecho al mismo tiempo que un destello de luz verde y un ruido como de torrente, como si algo vasto e invisible planeara por el aire, haciendo que el ya muerto insecto se desplomara patas arriba, sin ninguna herida, pero indudablemente sin vida.
Algunas alumnas sueltan unos gritos ahogados, Ron se echa para atrás y casi cae de la silla del susto, Harry y Hermione, como el resto de la clase, contemplan la escena estupefactos. Y la mirada plateada que proviene del chico de la mesa de al lado, se entrecierra clavada en mí, como si sintiera compasión.
- Setenta y cinco puntos para Gryffindor –anuncia. Me quedo ahí plasmada viendo la muerte que acabo de ocasionar. Una inocente vida arrebatada por unos míseros setenta y cinco puntos. Y reprimo un llanto de impotencia, mas mis ojos arden y se enrojecen. Ojoloco me da unas palmaditas y reacciono- Puede sentarse, señorita Maslow.
Camino arrastrando los pies hacia mi asiento y cuando por fin mi cuerpo está sostenido en algo, me dejo caer en la silla, tapándome la cara con ambas manos. Siento todas las miradas de la clase clavadas en mi espalda, pero no me importa ya que ahora lo que me preocupa es el estado en el que me encuentro ahora. Me siento sucia, mala persona, me siento como los Kavanagh y los miles de súbditos que siguen a Voldemort. Me siento la que siempre he querido evitar.
- No es agradable –dice el profesor con calma después de varios segundos en silencio, el cual se había formado por mi reacción, la cual todo el mundo contempló con atención- Ni placentero. Y no hay contramaldición. No hay manera de interceptarla. Sólo se sabe de dos personas que hayan sobrevivido a esta maldición, y las dos están en esta sala.
Última edición por Mina ♡ el Sáb 30 Nov 2013, 4:59 pm, editado 2 veces
Mina ♡
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
Holi :33
No se como pude pensar que no la seguirías u.u Te pido disculpas (:
Este cap fue genial *w* Aunque siempre lo dire ese profesor me da miedo por su ojo. Y mas que nada por que en esta película muere... Nah mejor no lo digo luego arruino las ideas de las escrituras :/
¿Te puedo decir Mica? Si no "tienes inspiración" en estos momentos como sera cuando llegue *O*
Besos xx
Síguela pronto :D
No se como pude pensar que no la seguirías u.u Te pido disculpas (:
Este cap fue genial *w* Aunque siempre lo dire ese profesor me da miedo por su ojo. Y mas que nada por que en esta película muere... Nah mejor no lo digo luego arruino las ideas de las escrituras :/
¿Te puedo decir Mica? Si no "tienes inspiración" en estos momentos como sera cuando llegue *O*
Besos xx
Síguela pronto :D
#Naty
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
OMG... Maldito Ojo Moloco, cómo pudo hacer eso, pobre rayis...
Debes seguirla, quiero saer que va a pasar...
Debes seguirla, quiero saer que va a pasar...
Valenessie
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
SUBISTE CAP AJKDNKJASDNKDF. TE AMO.
Hoa, Minaaaaa.
¿Me extrañabas? ¿Eh, eh? Yo sé que sí, apuesto a que extrañabas mis estúpidos y raros comentarios.
Buaaaaaaaaano, el cap, ay, el cap, QUÉ BUEN CAP. En serio, kjasndk, amo como escribes.
Me encanta ver como le cierran el culo a Pansy, le cabe por turra (? ah.
El nombre de la lechuza me dio ternura, no sé por qué, pero me dio ternura. Encima se le regaló Draqui, ¿algo más tierno y adorable no hay?
LOVE ME, DRACO LUCIUS MALFOY BLACK.
AMO CON TODO MI SER LAS RELACIONES AMOR-ODIO, Y EN TU NOVELA ES ASÍ KAJSDFNKDF. Idk, pero me pueden, y sobre todo si está Draquito sensualón ultraviolable Malfoy.Me encanta inventar nombres a las personas. Encima Hermione ya sospecha de que hay algo, ea ea eae ae a e ae a ahre. AGUANTE, MIONE, LOCO, AGUANTE INTOXICADOS.
Bueno, esto último no lo vas a entender seguro, pero se trata de algo que dicen en una serie argentina que es muy vieja y bueno, es muy gracioso como lo dice la actriz y quedó en la historia. Si no entendiste no importa, porque explicar para la mierda ya es parte de mi ser.
So, como que me re colgué y se me fue la inspiración para poder hacer este puto comentario :c
Bueno, la cosa maravillosa de color rosa (no sé por qué 'rosa', pero rima) es que me gustó el cap, y que me siento mal por la pobre rayis :c
Putos mortífagos. Puto Voldemort. Puto Ojoloco Moody. Puto Draco por ser tan cojible. Ah no, esto último no iba.
A la mierda, amo tu novela y te ruego que la sigas.
Besitossssssss.
Hoa, Minaaaaa.
¿Me extrañabas? ¿Eh, eh? Yo sé que sí, apuesto a que extrañabas mis estúpidos y raros comentarios.
Buaaaaaaaaano, el cap, ay, el cap, QUÉ BUEN CAP. En serio, kjasndk, amo como escribes.
Me encanta ver como le cierran el culo a Pansy, le cabe por turra (? ah.
El nombre de la lechuza me dio ternura, no sé por qué, pero me dio ternura. Encima se le regaló Draqui, ¿algo más tierno y adorable no hay?
LOVE ME, DRACO LUCIUS MALFOY BLACK.
AMO CON TODO MI SER LAS RELACIONES AMOR-ODIO, Y EN TU NOVELA ES ASÍ KAJSDFNKDF. Idk, pero me pueden, y sobre todo si está Draquito sensualón ultraviolable Malfoy.
Bueno, esto último no lo vas a entender seguro, pero se trata de algo que dicen en una serie argentina que es muy vieja y bueno, es muy gracioso como lo dice la actriz y quedó en la historia. Si no entendiste no importa, porque explicar para la mierda ya es parte de mi ser.
So, como que me re colgué y se me fue la inspiración para poder hacer este puto comentario :c
Bueno, la cosa maravillosa de color rosa (no sé por qué 'rosa', pero rima) es que me gustó el cap, y que me siento mal por la pobre rayis :c
Putos mortífagos. Puto Voldemort. Puto Ojoloco Moody. Puto Draco por ser tan cojible. Ah no, esto último no iba.
A la mierda, amo tu novela y te ruego que la sigas.
Besitossssssss.
Milapotato
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
WAAAA GENIAL, GENIALISIMO, GENIALOSO CAP xDD y hermosas historia, PORFAVOR SU BE CAP!!!, son mis últimos días de clase y no tengo nada interesante ke hacer excepto leer, y necesito tu nove xDD , bueno en fin me encanta tu nove esta mas ke genial xDD, el cap anterior a este si me dio miedo... sobre todod por ke lo lei a las 3 de la mañana y con las luces apagadas xDDDD see lo se, soy estúpida lo se xDDD solo ami se me ocurre hacer eso sabiendo ke en mi casa si se aparecen y se mueven las cosas xDD . la verdad estoy muy de acuerdo con ke Crabbe y Goyle hubieran salido corriendo en cuanto vieron esa habitación llena de muñecas xDD yo les tengo un terror ke nmi te imaginas xDD ahhh ke linndos traumas de la niñez ke te dejan marcado de por vida no?? xDDD, creo ke escribi mucho... A la mierda, sigo escribiendo, Draco Sexymenteviolable Malfoy ljsgadjkgfadjgla *O* todo un amor ke lindooooo, lo amo xDD en fin, se me jue la inspiración cuando mas la necesitaba xPP maldita imaginación xDD bueno mejor me voy tenog ke irme asi ke...
Au Revoir
Au Revoir
Ally Malfoy Black
Re: Te haré creer con mi magia. {Draco Malfoy}
O-DIOS-MIO!
Estoy con carne de gallina, madre mía has conseguido que fuera yo la que echaba ese hechizo y me sintiera miserable. Que tensión continua.
Me ha encantado el capítulo y me gusta que haya capítulos así de tensión y de crueldad. En serio escribes genial, te felicito ^^
Espero que puedas seguir rápido y podamos seguir leyendo más capítulos. Increíble!!
Estoy con carne de gallina, madre mía has conseguido que fuera yo la que echaba ese hechizo y me sintiera miserable. Que tensión continua.
Me ha encantado el capítulo y me gusta que haya capítulos así de tensión y de crueldad. En serio escribes genial, te felicito ^^
Espero que puedas seguir rápido y podamos seguir leyendo más capítulos. Increíble!!
Invitado
Invitado
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