-I know that it’s been awhile♥ {Zayn Malik & Tú}

*Flash back*

El moreno se encontraba caminando por el centro de Londres, portando sus lentes de sol y un cigarro en su mano derecha, al cual le daba una calada más a medida que pasaban los minutos. Su mañana había sido tranquila, quizás demasiado para su gusto, por lo que decidió salir de su apartamento a ver que se conseguía en el camino. No tenía rumbo fijo, incluso caminaba por inercia, sus pies llevaban el control de su cuerpo sin saber exactamente a donde se dirigía.

Al caminar se topó con una rubia quién le dedicó una sonrisa, lo saludó a lo lejos y siguió en sus asuntos, sin embargo, Zayn lo máximo que logró fue la simulación de una sonrisa. Se había acostado con aquella chica, pero no recordaba su nombre, usualmente no solía recordar los nombres de aquellas que pasaban por sus sábanas.

Se detuvo frente a una tienda de música, su pasión, y decidió entrar. El cigarro no lo había apagado, y poco le importaba la regla de “no fumar”. Sus dedos se paseaban por los discos, y se detenían en lo que le llamaban la atención.

- ¿No sabes leer acaso? – Le reprochó una voz femenina detrás de él, seguramente alguna molesta empleada de la tienda. El chico subió la mirada hacia el techo y dejó caer el cigarro al suelo para luego pisarlo.

- ¿Feliz? – Respondió de forma tosca.

- Fumar es malo – Se volvió a escuchar aquella voz aún en sus espaldas.
- Dime algo que yo no sepa.

- Bueno, si el señor cree que sabe mucho, debería saber que se puede morir si sigue.

Al chico le había parecido divertido el simple hecho que le pelearan por uno de sus vicios, por algo que no iba a cambiar. Soltó una carcajada y sobre sus talones se volvió hacia la chica. Sin embargo se llevó la sorpresa que esta aún seguía ahí mirándolo expectante, mientras arqueaba una de sus cejas. La chica le había robado el aliento por uno segundos; físicamente era mucho más pequeña que él, vestía de una forma bastante peculiar para como solían vestirse las chicas en Londres, y portaba un disco de vinilo en sus pequeñas manos. Las mejillas de la chica se tornaron de un color carmesí al sentir la penetrante mirada del chico examinándola. La joven carraspeó un par de veces y se movió a un lado para caminar a la caja.

- Entonces, si no fumo, ¿Te podría invitar un café? – El moreno se tomó el atrevimiento de preguntar, esbozándole una de sus encantadoras sonrisas.

*Fin del Flash Back*

PARTE III

Se levantó de la cama con el sumo cuidado de no despertar a su acompañante; se habían dormido tarde y es que un maratón de películas fueron sus planes para ese sábado en la noche ¿Para que ir a clubs, si podía pasarla bien en casa?. El moreno caminó hacia el armario y extrajo de uno de sus pantalones una caja de cigarro, esta se encontraba completa y si echaba cabeza, hacía bastante que no tomaba un cigarrillo; aún compraba las cajetillas, pero siempre terminaba botándolas. Luego de dejar la caja en su lugar se encaminó hacia el baño, deteniéndose frente al espejo antes de entrar a la ducha; con el tiempo había adquirido ojeras, ojeras formadas por los buenos y malos tiempos, estas atesoraban recuerdos inolvidables; por otra parte se encontraba la barba de los tres días, aquella que le hacía ver años mayor a lo que en realidad era, pero no por eso, menos atractivo.

Al entrar bajo la ducha cerró sus ojos mientras los recuerdos iban y volvían; no reprimía ninguno. El tiempo pasado con la chica era maravilloso; tal como el día que accedió ser su novia.

*Flash back*

Llevaban al rededor de ocho meses saliendo; haciendo cosas pocas convencionales para el chico, como lo eran las tardes en la biblioteca o en la tienda de discos, iban al museo a reconocer las obras, e incluso iban alimentar a los patos; y quizás estas eran las cosas más comunes en la vida de Invitado. Cada día lograba abrirse más hacia el moreno, le encantaba jugar con la poca paciencia que este poseía y es que sabía que después de cada molestia, iba sonrisa divertida se iba asomar por sus labios.

- Te he dicho que Snape no es malo - refutó la chica luego de fruncir el ceño y fruncir los labios en un acto bastante infantil para el chico.

- Claro que sí, en todas las películas ha estado en contra de Harry - Le respondió el chico al encogerse de hombros.

- Eso es porque no te has leído los libros - Exclamó Invitado acusando al morocho con su dedo indíce; mientras estaban juntos ella le había hecho leer al menos unos cinco libros, todo un éxito al tener el cuenta que al chico le molestaban.

- Bien bien. Basta de libros, sabes que no los voy a leer - Musitó con desgano, e inmediatamente el puchero en los labios de la chica se formó haciéndola ver como una completa víctima - No, ni con la cara funcionará - Sin embargo, ocurría lo contrario, la cara si funcionaba, tanto que el moreno no podía evitar sonreír.

Mientras ocurría toda esta pequeña "discusión", Zayn llevaba a cuestas a la chica mientras caminaba encima del muelle; habían ido ahí un par de veces a ver el atardecer, otra de las cosas que había adoptado hacer desde que salía con Invitado. Al llegar al final de este, la bajó con sumo cuidado y la depositó sobre el barandal, no sin antes tomarla por la cintura por protección. La primera vez que el chico le había tomado por la cintura, se había llevado una buena bofetada, pero ahora había avanzado bastante porque a la chica había dejado de importarle, aunque su cuerpo seguía estremeciéndose al contacto son sus tibias manos.

- A veces creo que todo fuera más fácil si fuéramos delfines ¿No crees? - Murmuró la chica al ladear el rostro a un lado para admirar el mar.

- ¿Delfines? ¿Por qué delfines?

- Ellos son pacíficos. No como nosotros. Y lo más importante, ellos son libres - Al final de esta frase soltó un ligero suspiro, por lo que volvió el rostro hacia el moreno.

- Yo considero que tú eres un espíritu libre, y no tienes nada que envidiarle a los delfines.

- Yo no lo veo de esa forma. Es diferente.

- No es diferente. Tú eres libre porque no sigues a los demás, actúas como así lo consideras, no necesitas llegar al límite para agradar, sólo lo haces siendo tú; eso es lo que te hace especial - La chica se quedó callada, aunque en ningún momento apartó la mirada de la de él. Por primera vez el chico se sentía nervioso, no entiendía por que ocurría esto - Eres tan maravillosa y diferente en todos los sentidos; y sí tal vez a veces eres muy terca, y quizás muy contestonta, pero eso me encanta.

- ¿Disculpa? - Preguntó perpleja la chica.

- Sí, me encantas desde el primer momento que nos cruzamos; desde el momento que me di cuenta que no eras como las demás. Y yo, creo que me gustas más de lo que deberías - Para este momento, Invitado no hacía más que observarlo con sorpresa.

- Y-yo, no tenía idea...

-Una vez dijiste que debía arriesgarme, y quiero hacerlo. - Y sin dejarla responder o antes que ocurriera algo más; tomó con delicadeza el mentón de la chica y acortó la distancia entre ambos. Al principio cerró los ojos con fuerza esperando el golpe que lo alejaría, sin embargo, este nunca llegó; la chica le estaba respondiendo el beso.

*Fin del flash back*