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Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
Nombre: Sinfonías del corazón.
Autora: turnyourface [yo]
Adaptación: No.
Género:Drama, Romance.
Advertencias: -Vocabulario vulgar en algunas partes.
-Problemas de adolescentes.
-Mi intención no es ofender a nadie:}.
Otras paginas: No.
Sinopsis:
"Él era verde esperanza y naranja mandarina y no había estación ni anden que marchitara su sonrisa. Jane VonRuerich, era lo contrarió."
Él tenía tanto encanto como una noche de verano. Y eso que a ella jamás le gustaron las noches de verano hasta el momento de conocerlo. Tenía soltura en la forma de reír, de toser, incluso a la hora de sacar a pasear las grullas de origami por el parque. A ella se le atravesaba tanta dulzura en la garganta que se le empañaba los ojos, y cada dos por tres se encontraba a sí misma, haciendo de tripas corazón para no derramar lágrima delante de él.
Él tintaba la vida a su paso. No tenía un color exacto, simplemente era color. A veces verde esperanza y otras, azul medianoche de verano. Hasta la lluvia era rosada, como el vino en otoño.
A ella le gustaba sentarse y observarlo, en silencio. Se enmudecía por miedo a quebrantar su soltura y su vitalidad. Temía corromper con su melancolía toda la felicidad de él y su mundo. Porque eso es lo que ella solía hacer, contagiar y enfermar a la gente que se le acercaba lo suficiente para respirar su tristeza. Y él se acercaba, poco a poco, a la bruma más oscura que nunca había visto. Ella se esforzaba en disfrazarlo de literatura, metáforas o simple cebolla, pero él irlandés era más listo y sin decir nada, trataba de curar el atrofiado corazón de ella con las tiritas de un amor puro e inocente, como el de los niños.
Y aunque ella no lo supiera, él no tenía tanta soltura dentro, sino que sobrecargaba todo con una dosis extra de verano, de azul y de medianoche por ella. Porque Niall creía en el amor y en la felicidad, creía en las sonrisas, en las grullas de origami y en las pecas de ella. Y creía que a veces, son todas esas pequeñas cosas las que hacen la vida mucho más grande.
------------------------------
Está es la primera novela que subiré al foro, espero les guste la sinopsis:}
[Aún no se si necesitaré chicas pero si alguna quiere dejar su ficha, adelante, pero no aseguro nada]
Acepto criticas o sugerencias de todo tipo.
Autora: turnyourface [yo]
Adaptación: No.
Género:Drama, Romance.
Advertencias: -Vocabulario vulgar en algunas partes.
-Problemas de adolescentes.
-Mi intención no es ofender a nadie:}.
Otras paginas: No.
Sinfonías del corazón.
“- Entonces dije: ¿Sabe que usted es culpable de una de las crisis más importantes de mi vida? - Pregunto: ¿Económica? y todavía reía. - Contesté: No, sentimental.”
Sinopsis:
"Él era verde esperanza y naranja mandarina y no había estación ni anden que marchitara su sonrisa. Jane VonRuerich, era lo contrarió."
Él tenía tanto encanto como una noche de verano. Y eso que a ella jamás le gustaron las noches de verano hasta el momento de conocerlo. Tenía soltura en la forma de reír, de toser, incluso a la hora de sacar a pasear las grullas de origami por el parque. A ella se le atravesaba tanta dulzura en la garganta que se le empañaba los ojos, y cada dos por tres se encontraba a sí misma, haciendo de tripas corazón para no derramar lágrima delante de él.
Él tintaba la vida a su paso. No tenía un color exacto, simplemente era color. A veces verde esperanza y otras, azul medianoche de verano. Hasta la lluvia era rosada, como el vino en otoño.
A ella le gustaba sentarse y observarlo, en silencio. Se enmudecía por miedo a quebrantar su soltura y su vitalidad. Temía corromper con su melancolía toda la felicidad de él y su mundo. Porque eso es lo que ella solía hacer, contagiar y enfermar a la gente que se le acercaba lo suficiente para respirar su tristeza. Y él se acercaba, poco a poco, a la bruma más oscura que nunca había visto. Ella se esforzaba en disfrazarlo de literatura, metáforas o simple cebolla, pero él irlandés era más listo y sin decir nada, trataba de curar el atrofiado corazón de ella con las tiritas de un amor puro e inocente, como el de los niños.
Y aunque ella no lo supiera, él no tenía tanta soltura dentro, sino que sobrecargaba todo con una dosis extra de verano, de azul y de medianoche por ella. Porque Niall creía en el amor y en la felicidad, creía en las sonrisas, en las grullas de origami y en las pecas de ella. Y creía que a veces, son todas esas pequeñas cosas las que hacen la vida mucho más grande.
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Está es la primera novela que subiré al foro, espero les guste la sinopsis:}
[Aún no se si necesitaré chicas pero si alguna quiere dejar su ficha, adelante, pero no aseguro nada]
Acepto criticas o sugerencias de todo tipo.
Última edición por turnyourface el Dom 07 Abr 2013, 12:26 am, editado 7 veces
turnyourface
Re: Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
holaa! primera lectora... me encantó la sinopsis! se ve como esas cosas de las que quieres leer mas, y mas, y mas! espero la sigas pronto :) besitos!
Invitado
Invitado
Re: Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
(1) ¡Notificación!
▬ Has posteado en una sección equivocada. Cambiaré la novela a la sección correspondiente- en este caso One Direction-.
Atte: Magui, supervisora de Originales.
Magui
Re: Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
Capítulo uno
Tenía las penas repartidas en piezas, por fecha y color, una reliquia para los extraños seres que solían merodear por las esquinas, los pasillos y los salones de su alma.
Anoche cayó un fuerte aguacero.
Era tan fuerte que varias veces me desperté por el ruido que hacía al golpear los postigos.
Mi habitación se iluminaba por los truenos y mis oídos no escuchaban más que autos pasando por las calles y uno que otro rayo cayendo al suelo. Al no poder conciliar el sueño me he pasado la madrugada entera tocando melodías en mi piano de cola en mitad del salón de la casa en la que vivo hace ya dos meses, el cenicero a un lado de este me delata. El olor a cigarrillos y las tazas de café a medio terminar también.
Do, #fa, lam... y la canción sigue sin sonar bien. No encaja. Quizá he perdido el toque especial, quizá debería dejar el piano de lado por un tiempo y esperar a que la inspiración llegue por sí sola. Pero siempre que lo intento termino del mismo modo. ¿Como? Con el cabello despeinado y frustrada, y enojada y miles de cosas más después de una noche fuera de la cama.
Veo el reloj en la mesa ratona y me encuentro con que son las ocho de la mañana. En mi defensa el cielo declara que son las seis apenas. El día está horrible, no tanto como ayer, pero aún así lo está. La lluvia ha cesado convirtiéndose en unas míseras gotas de agua, y todo lo veo gris acompañado de oleadas de frío. Me levanto y camino hacia el baño para darme una ducha.
No tardó más de quince minutos en refregar mi cuerpo hasta conseguir la sensación de estar limpia y lavar mi cabello.
A lo lejos escucho el teléfono sonar, apago el agua lo más rápido que puedo y me enrollo en una toalla, pero aun así siento el frió contra la piel. Corro a través del salón en busca del aparato mientras sujeto la toalla a mi cuerpo y gritó "- Espera, espera, no cuelgues, espera." ¿algo patético no? como si pudiese escucharme.
- ¿Todo bien? - pregunta una ronca voz al otro lado de la línea. Es mi hermano. Lo reconozco.
Asiento y luego me doy cuenta de que no puede verme, así que digo: - Si-
- Ya llevas una semana sin llamar, ¿Hay algo que quieras contarme? - Agregó inmediatamente en tono de burla. No es que tenga que llamarme siempre, no tiene por qué. Pero últimamente me siento más sola de lo normal y por primera vez eso me molesta.
- Nada, nada... lo usual ya sabes, Ema nos deja a mi y a Morgan con mucho menos tiempo que antes. - Dijo sin darle importancia. Mi hermano había sido padre hace tres semanas de una pequeña adorable, aún no he tenido la oportunidad de verla en persona. Espero poder hacerlo en vacaciones o antes. - ¿Y tú?, ¿que has hecho? ¿has terminado la canción? - Dice luego de dar un profundo suspiro.
- Si, quiero decir no. Me falta el final de la melodía, no logro conseguir que suene bien. Podría decir que eso es todo lo que he hecho. Tampoco es como que la lluvia que ha caído en estas semanas me permita salir mucho de casa. - Desvió la vista al reloj en la pared, esté marca las ocho y media así que subo las escaleras hasta la habitación y sin cortar el teléfono me comienzo a vestir. Lo hubiese cortado, pero me hacía falta cruzar palabras con alguien, y con mi hermano ya casi no hablamos... pensar en lo unidos que éramos antes hace que me duela el pecho.
- Pero hoy es tu primer día en el instituto y tendrás que salir quieras o no... apostaría un café de tus favoritos a que aún no te has vestido. - Río, fue una risa fugaz pero divertida.
- Pues entonces me debes uno, solo me faltan los zapatos y estos no cuentan - Respondí mientras los buscaba bajo mi cama. Es raro vivir sola en otra ciudad, lejos de tu familia (sin mencionar que mi única familia es mi hermano. Al menos la que me queda según mi conocimiento.) Viviendo aún con él no habría tenido que buscar mis zapatos, hubiesen estado perfectamente acomodados en su lugar. Y estoy segura de que él me hubiera ayudado a terminar la canción.
Por el teléfono, al fondo, escucho el llanto de un bebé y se lo que se aproxima.
- Jane, espero tengas un buen día en el instituto y recuerda: trata de ser más sociable. Un amigo no le cae mal a nadie de vez en cuando ¿vale? y quiero que tengas buenas calificaciones... ¿sabes que? olvídalo. Ten un buen día y sé tú misma. Diviértete. Te tengo que dejar, Ema está llorando otra vez. - Pi. Siempre termina en lo mismo. Pero lo entiendo. Al menos se ha acordado de llamarme hoy. Se lo agradezco mentalmente.
Terminó de abrochar mis tacos. No soy de usarlos mucho, pero estos mantienen mis pies calientes, y son cafés y no muy altos. Además podría decir que hasta son lindos. Luego cuelgo mi mochila de cuero a mi espalda y cierro los ojos. Siento mi estomago rugir del hambre, pero aun así no me detengo en la cocina. Tomo mi paraguas transparente del armario de al lado de la salida, y salgo de casa. Doy unos cuantos pasos hasta llegar a mi coche y una vez sentada en este lo pongo en marcha.
Llegó al instituto y me cuesta encontrar un lugar disponible en el aparcamiento. Pero después de un rato lo consigo, está algo alejado de la entrada por lo que al bajar abro el paraguas (con algo de dificultad). Camino con rapidez hacia la entrada, de la entrada hacia mi casillero y del casillero hacia mi primera clase. Ignorando a todos y con la cabeza agachada.
Fui la primera en llegar a la clase de historia, me senté cerca de la ventana y esperé a que la clase comenzará. Las horas pasaban rápido y aún no había cruzado palabras con nadie. Sinceramente tampoco quería hacerlo. En literatura he tenido que hacer un trabajo con chico llamado Liam Payne. Ha sido bastante amable y no me ha mirado en la forma que lo hacen los demás: rara, misteriosa o algo por el estilo. A pesar de que hemos cruzado míseras palabras, sonidos u oraciones cortas.
A la hora del almuerzo se me ocurre ir a la biblioteca, tratando de evitar la comida a toda costa y aprovechar de buscar algún libro que me haga compañía por un rato. Camino a la biblioteca, me cruzó por la sala de música. Divisó un piano a lo lejos y en ese momento no pienso en otra cosa que no fuese tocarlo. Me aseguro de que no hubiese nadie que me viese y entonces entro, y me siento y comienzo a tocar como si mi vida se aferrarse a ello.
Recuerdo a mi madre y recuerdo a mi padre, aunque a esté último no lo conocí, de pequeña me gustaba imaginarlo como un héroe -aunque al crecer me di cuenta de que era lo contrario-. Mi madre, murió hace tres años por una enfermedad de la cual nunca quise saber el nombre. Luego de eso me mudé con mi hermano y en ese entonces, su novia Morgen. Siempre sentí que estorbaba y daba problemas. Mi hermano estaba en su último año de universidad y Morgen tenía un trabajo en donde no ganaba mucho. Ver a mi hermano preocupado por dinero rompía algo dentro de mi, y saber que era por mi culpa hacía que los trozos rotos ardieran. El año pasado gané una beca para poder asistir a este instituto en Londres y la casa en la que vivo ahora la he pagado con un poco de dinero que tenía ahorrado, y algo que me ha dado Morgen prometiéndome que no les haría falta y que me dejaría devolverlo luego. Y claro, haciéndome jurar que no se lo diría a Joshua(Josh), mi hermano.
Josh ha superado lo de la muerte de nuestra madre. Yo no. Desde lo sucedido no hablo mucho con las personas(tampoco lo hacía mucho antes), no necesito hacerlo porque no se que decir. Porque me incomoda y me entran ganas de llorar y entonces no me queda de otra que hacerme la fría y arrogante Jane que tanto detesto.
Termino de tocar y me siento peor que antes de venir, pero extrañamente más aliviada. Me pregunto cómo es posible eso. Y entonces veo a alguien en la puerta, apoyado contra el marco de esta y de brazos cruzados, sus ojos de color cafés me incomodan.
- No puedes estar aquí -
Me paro de golpe y me pongo nerviosa.
- L-lo ss-siento. - Doy un respiro hondo para dejar de tartamudear. - Estaba de camino a la biblioteca y he visto el piano, no pude contenerme. -
Un grupo de personas comenzó a entrar al salón de música y quien en ese entonces supuse era el profesor dijo en un susurro: - Hablaremos más tarde sobre eso ¿vale? ahora vete a clases.
Y en menos de segundos ya estaba en el pasillo. Ahora tenía clases de artes. Me apresure porque siempre me ha gustado el ramo.
Cuando entró al aula están todos en silencio, he llegado tarde. El lugar es sensacional, hay todo tipo de decoraciones. Una profesora de cabello alborotado, con un jersey manchado por pintura (supongo) me queda mirando, en el momento pienso que me reprochara. Pero no fue así. Me vió y sonrió, luego con voz animada dijo: “- Oh, pasad, pasad, mientras más seamos mejor” me tomo sin previo aviso de los hombros y me sentó en uno de los taburetes que estaban repartidos en una especie de círculo al rededor de donde se encontraba ella en un principio. Enfrente de los taburetes hay caballetes, uno por persona.
Entonces la profesora dice: - Bueno ya sabéis que aced, podéis comenzad.
Y yo no se que hacer porque me he perdido el comienzo de la clase. Y me da verguenza preguntar.
Me quedo un rato mirando mi lienzo en blanco y luego miró a los demás, todos deslizan sus pinceles, están como idos. Y yo sigo sin saber qué hacer. Entonces siento que alguien palpita mi hombro con suavidad dos veces y dice “- psss”.
Antes de voltear veo a la profesora que ve el trabajo de uno de mis compañeros mientras repite“- Oh, maravilloso, espléndido, sublime.” Y no me preocupo, porque sé no me verá.
- ¿Que? - susurro mientras frunzo ligeramente el ceño.
- ¿Me prestarías tú pincel? el más grande, pero no la brocheta. Mi amigo Harry me ha quitado el mío y lo necesito. Prometo devolvertelo. - Después de decirlo suelta una risa y me sonríe de lado. Yo veo al supuesto Harry (el chico lo ha apuntado con la mirada) y noto como le saca la lengua a su amigo. - ¡Oh! ¡lo he olvidado! soy Zayn Malik. Un gusto. - Estira su mano y yo pongo en esta el pincel que me ha pedido. Mientras levanto las cejas y me doy nuevamente la vuelta.
Luego siento que dice algo, pero lo ignoro.
Me pongo mis audífonos y tomo mi cabello en un rodete para no ensuciarlo. Me dejo llevar por el pincel y la variedad de colores, por el lienzo y la creatividad que me surge sin aviso... me voy a otro mundo donde todo es perfecto y salgo de este fantástico lugar cuando la profesora lanza un chirrido detrás de mi.
- ¡Esto es a lo que me refería! venid, venid todos a mirar. ¡Apresuraos! -
La verdad es que en el rato que quedaba de la clase la profesora se puso a decir cuán maravilloso era y miles de palabrerías, para mí no era tan espléndido. En el lienzo estaba dibujado un lago, encima de este un trozo de madera alzado unos seis centímetros por pájaros atados a cuatro cuerdas. Encima del trozo de madera había una chica tocando un piano negro. Para mi reflejaba el poder de la música. Como me hacía sentir la música.
Por suerte el tema que había dado la profesora había sido libre. Por que me había puesto a dibujar sin ser consciente del todo.
----------------------
No es lo mejor que he escrito, pero lo intento. Es la primera novela que subo al foro, no sean duras(?) ah. Por cierto, acepto criticas de todo tipo.
turnyourface
Re: Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
Avril Jonas Archuleta escribió:holaa! primera lectora... me encantó la sinopsis! se ve como esas cosas de las que quieres leer mas, y mas, y mas! espero la sigas pronto :) besitos!
¡Hola! fjksldfskfs que bueno que te guste<3 gracias por el comentario.
turnyourface
Re: Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
Vane~♥ escribió:Assdkdljkfhfd Segunda Lecora y Muuuuy Fiel,vamos me encantooo es genial,no se como explicarte Hummmm ....es PERFECTA,quiero saber mas,que pasara,:33 tenes que seguirlaaa,besos
Hola<3 ya subí el primer capítulo aunque no es bueno, es algo... aburrido, sin embargo la novela se pondrá mejor después fkdsjlfkfsd (?. Besos.
turnyourface
Re: Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
Magui escribió:(1) ¡Notificación!
▬ Has posteado en una sección equivocada. Cambiaré la novela a la sección correspondiente- en este caso One Direction-.
Atte: Magui, supervisora de Originales.
No lo había notado u.u gracias<3
turnyourface
Re: Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
woow... en serio no es lo mejor que has escrito? psss a mi me encantó igual! es buno que sepas que puedes dar mas, aun que yo me quede encantada con este caaaaaapi! seguila cuando puedas :)
Invitado
Invitado
Re: Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
Capítulo dos (parte 1)
Load up on guns, bring your friends It's fun to lose and to pretend she's overboard and self-assured oh, no, I know a dirty word. I feel stupid and contagious, here we are now, entertain us.
Sacó el paquete de tabaco de mi bolsillo y leo el famoso letrero advirtiendo que el próximo cigarrillo que acerque a mis labios va a acortar mi vida.
- ¿Y crees que no lo se? -Digo indiferente mirando la cajetilla. Giro la rueda de mi mechero y enciendo los diez centímetros de muerte que voy a inyectarme en pleno pulmón izquierdo. Una calada, dos, tres... lo tiro. Ahora ya no me apetece morir.
Quería evitar de cualquier modo ir a casa pero no tengo otro lugar al que ir así que pongo el auto en marcha. Con facilidad salgo del aparcamiento del instituto(a diferencia de mi llegada) y me voy a casa. Al llegar tengo un sabor amargo en la boca. Arrojó las llaves al piso y veo el piano en mitad del salón con las partituras encima y el desastre que he dejado anoche. Se burla de mi.
Decido que está noche voy a salir.
Subo a mi cuarto y me arreglo; me pongo mis pantalones negros y una chaqueta militar. Bajo está llevo una camiseta de the smiths. Recojo mi cabello rubio en un rodete mal hecho, encrespo mis pestañas y me doy una capa con el delineador, tomó mi cartera y me largó de casa. Al pasar por el salón nuevamente siento frustración. Estoy en tensión y necesito relajarme.
-----------
La noche cae y surca el cielo.
Mis amigos estelares brillan mínimamente, la contaminación de la ciudad dificulta su entrada a escena y pierden protagonismo.
“-¿Quien se acuerda de mirar las estrellas cada noche? -suspiro”
Llegó a un club no muy lejos de casa, salé música terriblemente pegadiza desde las ventanas y puertas de este. Se oyen baterías, guitarras y voces desgarradas también. Doy una mirada antes de entrar y me bajo la máscara, y aunque me entrecorta la respiración me acostumbro a pausarla y dosificar el oxígeno que entra. Ya no soy ninguna novata en esto de esconderme. Rechino los dientes y tragó una bocanada de aire.
Dentro, el club esta lleno de humo de hielo seco. Luces de todos los colores cubren la pista de baile. Las chicas agitan sus cabellos, los chicos balancean las caderas y la piel desnuda les brilla sudorosa. Algunos bailan (eso parece) con una gran cantidad de balanceos a un lado y a otro, con descensos violentos hacia el suelo, como si uno de ellos hubiese perdido un lente de contacto. La vitalidad maná de ellos, oleadas de energía que les proporcionan una mareante embriaguez también.
No me apetece bailar de momento, así que me voy a la barra.
Me siento en uno de los taburetes y pido un trago fuerte. Tiró la colilla del último cigarrillo que encendí hace unos minutos y bebo del licor que una vez esta en mi boca reconozco: vodka. Me arde la garganta pero ¿que voy a hacer?, dejarlo pasar. Me cruzo de piernas y sigo mirando como los demás bailan de una forma que ahora me parece realmente tediosa y anormal. Incluso cómica.
- ¡Eh! -Mi corazón se alarma y bajo la máscara. Me medio giro y me encuentro unos ojos avellana, una boca perfecta y una cabeza repleta de rulos. El chico de artes.
- ¿Que? - le espeto fría.
- Te visto sola aquí y te he venido a hablar. Soy Harry, nos tocan clases juntos. -El chico está algo colorado, probablemente entrando a estado de ebriedad. Además se le ve feliz, muy feliz. - Eh ¿vamos a bailar?. - Y sin esperar una respuesta me jala del brazo (lo cual me duele, mucho) y me lleva a la pista de baile. En cosa de minutos me suelto y soy una más del montón de las que bailan como retrasadas.
A medida que la noche avanza voy conociendo más a Harry, gritamos, saltamos, bailamos y nos emocionamos. De vez en cuando me cuenta cosas innecesarias como que le gustan los gatos, o cuánto ama cantar o comer tacos. Creo que es efecto del alcohol. Y me dejo llevar junto a él porque por primera vez en meses me estoy divirtiendo. El chico pone su mano izquierda en uno de mis hombros y respira con dificultad. Se le ve agotado al igual que a la mayoría por acá.
- ¿Estas bien? - hago una pausa mirándolo. Me hacía unas señas inentendibles. -¿Quieres ir a sentarte a la barra? - Asintió.
Una vez allí pide (mejor dicho pido por él) un vaso de agua. Luego me lo agradece.
El club no estaba tan lleno como cuando llegamos, me pregunto que hora es.
- ¡Aquí estabas! ¡te estamos buscando desde hace horas! -Grita un chico de ojos grices/azules/verdes. Mencionó tres colores porque la luz del club no me ayuda a distinguir bien algunas cosas. Si puedo notar que es alto y de contextura delgada. También veo que su cabello tiene flequillo y es castaño. Su piel es blanca pero no tanto.
Detrás de él se acercan más chicos saludando a Harry.
-¡Pero sí les he dicho que vendría a ver a Jane! - Espetó furioso. Luego río.
-¡Mentiroso! nos has dicho “voy a hablar con la rubia de la barra” - Se entromete el otro chico de artes -Lo se porque reconozco su peinado con una especie rara de jopo- imitando el acento de Harry y su lenta forma de hablar. Me causa gracia y suelto una risita que pasa desapercibida.
-¡No recordaba su nombre! - Harry estaba estallando a carcajadas.
- ¿Es ella? - me apunta -¿No es la de la clase de artes?
-Si, es ella. Te lo he dicho antes. ¿Que no escuchas Malik? - Harry se puso serio por unos minutos, luego volvió a reír y le palpó el hombro a su amigo. - ¿Nos vamos ya?
Él asintió y se me quedó viendo por un largo rato: ¿te llevamos a casa?
No tenía de otra, ebria no conduciría. No estaba tan ebria pero tampoco me arriesgaría a mandarme alguna cagada y luego arrepentirme. Así que acepté.
------------
Dividiré algunos capítulos en partes para no no se se os haga tedioso leer tanto:)
Y... lamento no haber podido subiros un capítulo antes, pero en la semana me complico un poco, me dejan toneladas de tareas, me repletan de exámenes, de ves en cuando me llevan al medico y también tengo clases de ingles y piano/guitarra. Algún día de estos colapsaré?).
turnyourface
Re: Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
Vane~♥ escribió:Como recibir criticas si es hermosa :3
Me ha encantado linda Asdjfnvfdddhg *-* seguila
Que bueno que te guste fdsjklfñsdfksl *-*
pensé que nadie la leería u_u
turnyourface
Re: Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
me encantó el cap! hahaha Harry se puso hebrio.. quizá Jane se lleva bien con los chicos! fue genial que se divirtiera jekfbkjbkwe. noooo... no colapses por favor! piensa en que seremos pacientes, y si queres hasta te ayudo con la tarea! no te preocupes, solo segui cuando puedas! besoos
Invitado
Invitado
Re: Sinfonías del corazón [Niall Horan y tú]
Capítulo dos (parte 2)
Well I wonder do you see me when we pass? I half die... Oh... Please keep me in mind; gasping - but somehow still alive this is the fierce last stand of all I am
La mañana siguiente desperté con un dolor de cabeza inmenso. Estaba despeinada y mugrienta acostada en uno de los sillones de mi salón. No recuerdo mucho cómo llegué hasta este, pero si recuerdo que Harry y sus amigos me vinieron a dejar. Y que luego de que se marcharan del pórtico comencé a pelear de manera brutal con la cerradura de la entrada. Hasta allí llegan mis recuerdos desafortunadamente.
Me acomodo con dificultad en el sillón y luego me levanto para ir a tomar una ducha. Me deshago de mi ropa y observo mi reflejo en el espejo.
Miro mis muñecas. Están destrozadas por los cortes que habitualmente me hago. Una pequeña escapada del dolor y el vació que siento dentro, es tonto pensar que cortarme me puede liberar, como si la sangre que sale de unos finos y otros no tan finos trazos me ayudarán de algún modo. Lo irónico es que lo hacen. Me calman por unos minutos. Luego me estrello en picada contra la acera de la realidad.
Todos mis brazos están marcados de espantosas marcas. No me arrepiento, pero tampoco estoy orgullosa.
Luego miro mi estómago y antes de llegar a sentirme desdichada y avergonzada caigo en cuenta de que el espejo se ha empañado por el vapor que se desprende de la ducha, y soy demasiado cobarde para mirar hacia abajo, así que entró sin más en la bañera y dejo que el agua caliente haga a mis cicatrices arder.
Antes de terminar mi baño cambió el agua caliente por la helada.
--
La lluvia del día anterior pasó a ser copos de nieve ligeros, apenas se sienten. Estoy en camino a una biblioteca cercana, por lo que ando a pie. Estoy exageradamente abrigada y algunas personas me miran raro por ello.
Al llegar, desorientada me acerco al mostrador. Una señora de aproximadamente 40-50 años, gafas de lectura, cabello grisáceo recogido en una forma perfecta y nariz puntiaguda me atiende.
- ¿Te puedo ayudar en algo? - Esboza una sonrisa y un mechón de su cabello se suelta. Inmediatamente lo arregla y vuelve su atención hacía mi.
- ¿La sección de fantasía donde esta? -
- Después de la tercera corrida de estantes -Una vez me da la información comienza con un papeleo, como si yo no existiera. Me doy media vuelta y veo gente leyendo, algunos en grupos y otros solos. El silencio me relaja pero no lo suficiente como para sentirme en paz.
Me dirijo a donde me indicó la bibliotecaria y encuentro un libro que llama mi atención: Cazadores de sombras: ciudad de cristal. Me lo he leído un millar de veces pero aun así lo intentó tomar, pero está demasiado alto para mi alcance. Me pongo en puntillas y aun así no llego.
Un brazo aparece detrás de mi y lo toma.
-Cazadores de Sombras, una de mis sagas favoritas - Me volteo y me encuentro con un chico no muy alto pero sí más que yo, cabello rubio y unos ojos tan cristalinos como el río sucurri. - Toma - vuelve a esbozar una sonrisa y me lo entrega.
- También es de las mías, gracias - Digo obsequiándole una mueca con intención de sonrisa. Me quiero ir a uno de los sofás a leer, pero el chico no se mueve. Siguió sonriendo y me puso raramente incómoda.
- ¿Eres nueva? no te he visto por aquí antes - susurra con un tono divertido.
- Sí - Respondo y me aferró más al libro, el se da cuenta y se hace a un lado dejándome pasar. Le hago una seña de despedida con mi mano izquierda y me dirijo a uno de los sillones.
Después de unos minutos el chico toma otro libro, aparentemente al azar y se sienta en el sofá contiguo al mío. Las horas pasan y de vez en cuando siento su mirada en mi. No me logro concentrar. Me paro y dejo el libro en su lugar de inicio, lo pediría para llevarlo a casa pero sí de compromisos se trata soy un desastre. Las fechas se me olvidan por ser tan distraída. Así que prefiero no hacerlo. El chico se para nuevamente y imitando mi acción deja el libro en su lugar.
- ¿Disculpa...? - Me quedo mirándole y arrastro la frase porque me avergüenza pedirle que deje de hacer lo mismo que yo. Quizá es solo una coincidencia de mal gusto o quizá es que me estoy poniendo demasiado paranoica. Me arrepiento, sacudo la cabeza y me voy a la salida.
Cuando camino de regreso a casa la nieve se intensifica un poco, pero no es problema para caminar. Siento los pasos del sujeto nuevamente y está vez no me contengo, me doy media vuelta y toda mi timidez desaparece.
- ¡¿Podrías dejar de seguirme?! - le espeto con aire de furia.
- Quería comprobar si es que te acuerdas de mi, está claro que no - Soltó una risa, al parecer su sonrisa no se le borraba del rostro por nada.
- ¿Se supone que debería? - Le miró confusa.
- Pues sí, anoche te ido a dejar a casa junto con los chicos - Efectivamente no lo recuerdo, pienso - ¿Va en serio? ¿De verdad no lo recuerdas? -
- ¿Tengo cara de que sí? - Comienzo a caminar hacia mi casa nuevamente seguida por el chico, mientras rebusco en mi bolso mi cajetilla de cigarrillos y enciendo uno.
- Me llamo Niall - no le respondo, pues supongo que ya sabe mi nombre - ¿Sabes? Te ves más linda sin el tabaco en la boca - Mientras espero mi turno para cruzar el peatón me mira y lo miro.
-Pues no, no lo sé, no he pedido tu opinión - Varios han intentado quitarme este vicio antes, pero nadie lo ha conseguido y tampoco nadie lo hará. Porque venga un chico del cual apenas se su nombre y me diga tal cosa no es un motivo para dejarlo. - Vale, Niall -Hago énfasis en su nombre -¿Porque continúas siguiéndome?
- Verás Jane, mi casa queda en está dirección - hunde sus manos en los bolsillos de su chaqueta- ¿Como se si tú no estás siguiéndome? - me da una mirada desafiadora y luego ríe. ¿Es que él no había ido a dejarme a casa anoche? sabe perfectamente donde vivo, por ende su pregunta es innecesaria.
-Gilipollas - Me molesta que sonría a cada rato, es perturbador. O tal ves sea que hoy estoy especialmente de malas, porque se que al llegar a casa veré el piano en la sala y me sentiré frustrada.
turnyourface
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