The Letter {Larry Stylinson} OS

-¡Feliz San Valentín! –Gritó Niall con fervor.

Harry volteo hacia su amigo con una sonrisa adornada de un par de hoyuelos, sus ojos ojos se fijaron en el chico rubio ligeramente sonrojado, podía notar la alegría en los ojos celestes de su amigo. Lo conocía desde que era niño pero a pesar de eso, aún se cuestionaba –y sorprendía– la emoción y euforia con que tomaba ese día, siendo que era un día como cualquier otro para Harry.

-¿Por qué tanta emoción duende? –Preguntó Harry.

-¡Simple! ¡Es San Valentín! ¿Debo tener otra razón? –Respondió Niall con obviedad.

-Pues… ¡Alguna más lógica! Aun no entiendo…

-Es que nunca has pasado un San Valentín con alguien que no sea yo…

-No necesito… -Comenzó a hablar el enrulado pero se calló al instante.

El rostro de Harry se enrojeció de repente, provocando que Niall enarcara una ceja cuestionando a su amigo con la mirada. Los ojos esmeralda de Harry tomaron un brillo distinto al de siempre y una pequeña sonrisa apareció en sus labios, además de que sus mejillas tomaron un color carmesí intenso.

Niall giro sobre sí mismo para mirar lo que los ojos de su amigo veían, suspiro al darse cuenta del porqué de la reacción de Harry. Frente a ellos, a unos metros, estaba el equipo de fútbol soccer y entre ellos estaba Louis.

-Deberías decirle… -Soltó Niall.

-¿Decirle… qué? –Harry miro confundido a su amigo ante su comentario.

-Oh pues que será… ¡Que te gusta!

-¡¿Qué dices duende?! ¡Louis no me gusta! –Habló el menor apenado.

-Eres un idiota ¿sabías?...

¿Era posible que las mejillas de Harry se enrojecieran más? Al parecer si lo era, pues el rostro del ojiverde tomo el color de un tomate al darse cuenta de su error: Niall nunca menciono a Louis.

-Y-yo… no, no me gusta –El enrulado bajo la mirada aún sonrojado.

-¿Cuándo será el día en que lo admitas? Digo merezco saberlo –Bufó el rubio ofendido.- Soy tu mejor amigo ¿cierto?

-Cierto –Respondió con seguridad el ojiverde.

-¿Entonces no me merezco saber que te gusta Louis Tomlinson? –Cuestiono de vuelta.

-¡Shhht! Calla duende, no lo menciones –Harry alzo la mirada encontrándose con la mirada azul de su amigo.- Es que… no, duende, no me gusta.

-¡Vamos admítelo!

-¡No Niall! Además no creo gustarle… soy –Se calló por unos segundos.- Soy un chico… como él…

-Bueno ¿Y qué? Puedes intentarlo

Harry negó con la cabeza ante la absurda idea de Niall. Sus ojos miraron en dirección de su amigo pero no era a él a quién veía, sino a aquel chico de mirada azul como el mar y sonrisa estremecedora. Era simplemente hermoso, por lo que lo que sentía hacia él era casi inevitable. Pero Harry era realista, Louis era un chico completamente heterosexual y nunca se fijaría en él, y por obviedad nunca le daría un oportunidad.

-Aunque sea hazle saber, no sé… Mándale un carta, es San Valentín ¿Por qué no? –Dijo Niall más sereno con la intención de animar a su amigo.- Vamos inténtalo… -Miró a su amigo con una sonrisa antes de alejarse de él.

Una carta, no era mala idea. ¿Pero qué le pondría?

Miro nuevamente hacia Louis provocando un suspiro en si mismo, hacía tiempo que venía sintiendo algo por el ojiazul y por más que intentará ignorar esa sensación, esta nunca desaparecía.

¿Estaría enamorado? ¿Así se sentía?

Camino hacia los casilleros, abrió el suyo, saco unos libros y metio otros. Apenas era medio día y las clases terminaban a las tres de la tarde, se dirigió con pesadez a su aula. La clase de literatura comenzó minutos después de que él entrara.

Se sentía perdido, por lo que no lograba concentrarse pues sus pensamientos estaban en otro lado, exactamente con un chico de mirada azul, cabello castaño y sonrisa perfecta. Además de que se cuestionaba si debía confesársele y las consecuencias que traería esto si es que no resultaba bien.

A Louis lo conocía desde primer semestre –ahora iba en cuarto– y desde el primer momento que le vio, algo dentro de él se contrajo y un sentimiento nuevo apareció. Desde ese día Harry no dejaba de pensar en el chico castaño.

Harry iba corriendo por uno de los pasillos del colegio porque se le hacía tarde para su clase de química –y no debía llegar tarde, ese día tenía examen–, y de un momento a otro se encontraba en el suelo con dolor en el trasero.

“Ow lo siento” Dijo una voz.

Nunca había escuchado una voz como esa, porque no era grave ni muy aguda, era suave y delicada. Harry alzo la mirada para encontrarse por primera vez con ese par de orbes soñadores de color azul.
Un sonrojo apareció en el rostro del chico al recordar aquella ocasión; se reprendió internamente por haber salido corriendo ese día, como si huyera del ojiazul.

Harry miro su libreta por un momento, entonces cogio su bolígrafo para comenzar a escribir en una hoja en blanco. Al principio las palabras que escribia le parecían muy cursis o sino estúpidas, así que se veía en la obligación de arrancar la hoja y volver a comenzar.

La clase de literatura finalizo y la carta estaba lista.



-¿Y qué diré? –Pregunto Harry a Niall.- Hola soy Harry, me gustas mucho y te he escrito una carta –Habló con sarcasmo en sus palabras.

-Solo dásela idiota –Le animo el rubio.

Harry suspiro.- No es fácil… ¿sabes?

-Solo hazlo.