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Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
SIGUELA!
Nicholas! Me alegro, te agradezco que te hayas dignado a decirnos la verdad!
Bueno, bueno!
No te dejare mis hermosos comentarios, porque tengo un examen mañana!
Asi que tengo que estudiar!
Mira que esta Chica Mala, aunque no quiera estudiar, debe hacerlo para conocer a sus amores!
Ya!
Siguela!
Besos xx.
VALENTINA "CHICA MALA CHILENA" *-*
Nicholas! Me alegro, te agradezco que te hayas dignado a decirnos la verdad!
Bueno, bueno!
No te dejare mis hermosos comentarios, porque tengo un examen mañana!
Asi que tengo que estudiar!
Mira que esta Chica Mala, aunque no quiera estudiar, debe hacerlo para conocer a sus amores!
Ya!
Siguela!
Besos xx.
VALENTINA "CHICA MALA CHILENA" *-*
Val x.
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
GlodDeJonas escribió:Interesante capitulo!!!!!
Nick se fue :sad:
Griff es demas de gracioso :P
Bueno, siguela pronto,
ya quiero ver que pasa...
:bye:
Bueno el Nicho no puede abandonar los negocios!
Luego como mantiene la granja! xD
Nos estamos leyendo! ;)
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
Valeefor1D ツ escribió:SIGUELA!
Nicholas! Me alegro, te agradezco que te hayas dignado a decirnos la verdad!
Bueno, bueno!
No te dejare mis hermosos comentarios, porque tengo un examen mañana!
Asi que tengo que estudiar!
Mira que esta Chica Mala, aunque no quiera estudiar, debe hacerlo para conocer a sus amores!
Ya!
Siguela!
Besos xx.
VALENTINA "CHICA MALA CHILENA" *-*
Aunque aún le falta de decirnos muchas cosas más...
*.* Enserio, pues mucha suerte en tu examen! ;)
De seguro te va super bien! ;)
Nos estamos leyendo chica mala!
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
mmmmm creo que la rayis es tia :P siguela porfas... ya hasta tengo guantes para no comerme mis pobres manos continuala porfas esta genial y creo que Nick ya siente algo por la rayis
XOXO
XOXO
Sam
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
• Miseria - Capitulo 9 (Parte 2) •
—No te preocupes —dijo forzando una sonrisa—. No dejaré que nada te pase. —Griff puso un brazo alrededor de mis hombros y me apretó en un abrazo aplastante con un sólo brazo.
Seguimos caminando por el camino de entrada hasta que llegamos a la línea de árboles donde el camino se transformaba en un camino de piedras que conducían al bosque, el mismo camino que Rocco y yo habíamos recorrido la primera vez, cuando llegamos a la granja. Había dos hombres fornidos con ametralladoras en las manos, parados a cada lado del perímetro. Parecían gemelos, usando exactamente la misma remera negra y jeans y anteojos de sol espejados.
Cuando intentamos pasar a través de ellos, ambos rápidamente se acercaron y nos cerraron el paso.
—La chica no sale de la propiedad —dijo el más grande de los dos hombres.
—¡Vamos, hombre! No vamos a ir lejos. No dejaré que nada le pase.
Tengo mi arma por si pasa algo —dijo Griff.
—Lo siento, Griff. Órdenes del jefe. La chica se queda aquí.
—No hay nadie cerca. No le diré a nadie si tú no lo haces. —Griff era denso mostrando encanto.
El tono de voz del hombre se volvió áspero.
—Oye, hombre, si no quieres seguir las reglas y meterte con la chica luego de que te dijeran que no lo hagas, ese es tu funeral. Pero no voy a recibir ningún tiro por ti. Ahora, puedes darte la vuelta y nos olvidaremos de todo esto, o puedes seguir adelante y haré de este tu funeral.
Contuve el aliento mientras Griff se paraba frente a los dos hombres en un callejón sin salida, considerando su próximo movimiento. Me sentí como un enano entre gigantes.
Él se dio la vuelta hacia mí, sonriendo ligeramente.
—Supongo que no vamos a llegar a ningún lado aquí. —Enganchó su brazo alrededor del mío y me llevó lejos.
Caminamos por la línea de propiedad, pasando guardias armados de vez en cuando. Ninguno habló ni con Griff ni conmigo. Griff se mantuvo en silencio, de mal humor. Cuando estuve segura de que estábamos fuera del alcance del oído de los demás guardias, pregunté—: ¿Quién te ordenó que no te metieras conmigo?
—Spider, ¿quién más? —dijo.
No podía imaginarme por qué a Spider le importaría con quién andaba yo.
—¿Por qué?
—Quién sabe por qué hacen estos matones las cosas. No creo que se reconozcan a ellos mismos la mitad del tiempo.
Miré alrededor.
—¿Qué hay allí? Quiero decir, estamos en el medio de la nada. ¿Qué podría ser tan peligroso en la ruta como para que no podamos salir a caminar?
Griff se rió.
—Tienes razón, no hay nada allí. En realidad no es tan así como que te quieran proteger de lastimarte allí afuera. Es más como que te quieren mantener aquí dentro.
—¿Por qué? —volví a preguntar.
—No lo sé —se encogió de hombros Griff—. Una cosa que si sé, sin embargo, es que con el tiempo todo lleva al dinero, para ellos. Así que cualquiera que sea la razón por la cual te mantienen aquí viva, probablemente tenga algo que ver con dinero.
Un escalofrío bajó por la parte posterior de mis piernas.
—Mira a tu alrededor, Pelirroja —dijo—. La gran casa en el medio de la nada, los brutos con las armas. Estas no son vacaciones, y estos tipos definitivamente no son guías de turismo. Son delincuentes. Todos ellos. Excepto por el chico, tal vez; creo que Kid es demasiado joven para entender, pero con el tiempo se volverá como el resto de ellos. No tiene chances de escapar jamás. —Una luz pareció salir de la cabeza de Griff—. Vamos, tengo algo que mostrarte.
Apuramos nuestra caminata hasta casi correr y volvimos por el camino. Pasamos el frente de la casa y seguimos de largo, yendo en dirección opuesta a donde el camino giraba a la derecha. Mientras nos acercábamos a un grupo de arbustos, me encontré con que el camino de entrada seguía a través de los árboles y bajaba por una pequeña colina. Al fondo, había un enorme garaje con otro guardia que iba y venía por la hilera de árboles.
—¿Qué es esto? —Pregunté cuando nos acercamos.
—Aquí es donde dormimos los no-pandilleros. —Lucía orgulloso de eso.
Caminamos a través de la puerta del costado y nos metimos en el garaje.
El garaje era más bien una sala de exhibición. Aparcados de lado a lado, había una serie de autos. No tenía idea de qué tipo de autos eran, pero lucían muy brillantes. Mientras caminábamos pasando cada auto, Griff nombró con pasión las marcas de los diferentes coches y explicó en gran detalle las particularidades de cada uno: marca, modelo, potencia, par de arranque, motor. Todo estaba más allá de mi comprensión, pero sonaba bien.
Me dijo que el auto que se encontraba estacionado más cerca de la puerta era un Ferrari plateado, brillaba bajo las luces fluorescentes que colgaban encima de él. Al lado de este había un Lamborghini verde lima, seguido de un Porsche rojo, un Rolls Royce color borgoña, un Aston Martin negro y un Maserati amarillo canario —un arco iris de autos caros.
En algunas formas, Griff me recordaba a mi hermano. Bill también había sido un aficionado de los autos. Cuando era adolescente, las paredes de su cuarto habían sido cubiertas de fotos de autos que había arrancado de las revistas. Por supuesto, también tenía fotos de mujeres medio desnudas; aunque estas mujeres solían estar montadas en los autos.
Llegamos al final de la sala de exhibición y caminamos a través de una puerta. Colgando de los clavos de la puerta había placas de autos de todos los estados e incluso algunas de Canadá y México.
—A esto me refiero. Estos tipos son realmente buenos escondiéndose, y me atrevería a apostar que ninguno de esos autos fue comprado en una concesionaria —dijo Griff.
Algo colgando de la pared me llamó la atención. Me acerqué.
En una bolsa de plástico que colgaba de uno de los clavos, había cientos de licencias de conducir. Me quedé asombrada. Inmediatamente reconocí la cara sonriente en la identificación que había encima de la pila.
Era la cara de Bill, aunque la identificación decía que el hombre en la foto era "Buzz Killington" de Arkansas. Saqué la bolsa del clavo y la abrí. Había más licencias que tenían la cara de mi hermano. También encontré tarjetas de otros estados y países con las fotos de Nicholas, Spider y Carly en ellas. Como las de mi hermano, tenían diferentes nombres junto a las caras.
Saqué una de las tarjetas de Bill de la bolsa y me esforcé en tragar. Había pocas fotos de mi hermano. La última foto que había visto de él era una que había sido sacada cuando tenía catorce años: una de esas fotos falsas del colegio, sonrisa incómoda, cabello peinado con gel, el cárdigan amarillo y verde que sólo se usaba por cinco segundos. Esta foto estaba apilada junto al resto de las cosas de la familia que mi padre estratégicamente había dejado en un estante de su oficina detrás de su escritorio: los clientes entonces podían ver las pretensiones de un hombre de familia, pero mi padre le daba la espalda al estante.
Lo peor de todo era que no podía recordar cómo lucía Bill de adulto. En mi mente siempre había tenido catorce. Ahora tenía una foto de mi hermano... como un hombre. Parecía más cansado como adulto, pero por lo menos no había perdido su rizado cabello rubio.
Griff miró por encima de mi hombro a la identificación entre mis manos.
—Me pregunto quién será. No lo he visto por aquí. —Dio un paso atrás y añadió al paso—: Un gamberro como el resto de ellos, estoy seguro.
Debería, podría haber defendido a mi hermano, pero tenía un globo de agua en la garganta amenazando con explotar en cualquier segundo. Y en el fondo, sabía que probablemente Griff tenía razón.
Griff se dirigió al fondo de la habitación y desapareció detrás de otra pared donde las escaleras dirigían a un segundo piso. Metí la licencia de conducir de Bill —o más bien la de Buzz Killington— en mi bolsillo, volví a colgar la bolsa en el clavo y me apuré detrás de Griff, quien ya había subido las escaleras y me esperaba en la cima del segundo piso. Mientras trepaba para encontrarme con él, sonrió y, con un dedo entre los labios, me indicó que me quedara callada.
El segundo piso era un espacio grande abierto cubriendo la longitud completa del garaje. El espacio era oscuro, con cortinas de bolsas negras de basura y sábanas que cubrían los ventanales que flanqueaban a ambos lados del espacio del piso. Cerca de una docena de camas se encontraban alineadas en filas, una fila a cada lado de la habitación. Cuatro de las literas eran ocupadas por hombres durmiendo, uno que reconocí como un guardia nocturno. El sonido de los ronquidos y las respiraciones pesadas hacían eco inquietantemente en las paredes.
Nos dirigimos en puntitas de pie a una de las camas en el medio de la habitación.
—Esta es la mía —susurró, sus mejillas tomando color.
Griff tenía cosas esparcidas por todas partes debajo y alrededor de su cama. Me senté en la cama vacía al lado de la de Griff mientras él hurgaba debajo de la suya, y noté la caja de revistas en el suelo. La de arriba de todo se llamaba "Luchadores de Ring Semanal" con un título en grandes letras rojas que decía "Griffin 'el luchador' Conan: ¿el mejor luchador de lucha libre de peso del mundo?" Debajo del titular había una foto de un Griff con un ojo morado, la cara contusionada, y una mirada amenazante, sacada de la cintura para arriba. Tenía los guantes puestos y sus músculos parecían sobresalir de cada parte de su cuerpo, incluyendo su cuello, que parecía del tamaño de un parquímetro. Una por una, tomé las otras revistas que había allí abajo, la mayoría con una foto de Griff en la tapa, en posiciones similares a la primer revista, o con él sosteniendo cinturones de oro.
Griff finalmente salió de debajo de la cama, sacando unos guantes de lucha parecidos a los que tenía puestos cuando había sido fotografiado en las revistas.
—Este eres tú —murmuré, sosteniendo una de las revistas en alto.
Griff se sentó a mi lado en la cama y observó la revista en mis manos.
—Sí. Ese era yo —dijo sombríamente—. Ese seré yo de nuevo una vez que vuelva a acomodarme económicamente.
—¿No necesitas estar allí fuera si quieres acomodarte?
Griff presionó los labios en una línea.
—Hay un montón de gente poco fiable que está esperando a que les pague. Tengo que saldar todas las malas deudas antes de poder hacer nada más; de lo contrario apareceré muerto antes de que incluso tenga la oportunidad de volver al gimnasio.
—¿Los luchadores no tienen mucho dinero, especialmente los que ganan? —Pregunté, señalando la portada en la que sostenía el cinturón campeón.
—Lo tienen y definitivamente lo tenía —me dijo—. Pero también cometí un montón de errores estúpidos cuando me hallaba en la cima. Me acostumbré demasiado a la gente sirviéndome cuando lo deseara. Deberías haberlo visto, Pelirroja. Podía entrar a cualquier hotel, y enseguida nos daban a mí y a mis amigos la suite ejecutiva. Juegos al azar. Bebidas ilimitadas. Mujeres. Cualquier cosa que pidiera. Pensé que podía salirme con la mía y que el dinero jamás se acabaría. Y fue verdad, por un tiempo —dijo, sus ojos distantes—. Gasté más tiempo de fiesta y me olvidé por completo de las peleas... especialmente de los entrenamientos para las peleas. Comencé a aparecer en el ring inapropiadamente y con resaca. Luego, comencé a pedir dinero prestado para mantener el estilo de vida. Lo perdí todo.
Tomó la revista de mis manos, tirándola arriba de las demás y pateando la caja de vuelta a su lugar debajo de la cama. Levantó la cabeza y forzó una sonrisa.
—Trabajar para estos delincuentes me dará el dinero que necesito para pagar lo que debo. Por lo menos nadie puede venir a buscarme aquí, y puedo mantenerme con vida el tiempo suficiente para conseguir el dinero.
Nos levantamos y caminamos en puntillas de pie a través de los guardias, de vuelta hacia el piso inferior y afuera a la luz radiante del sol. Caminamos a la casa y fuimos a la cocina. Rocco se encontraba sentado en la mesa, a medio camino de terminarse una barra de pan y un tarro de mantequilla de maní. Arreglé un poco de comida para Griff y para mí mientras que Griff le entregaba a un emocionado Rocco los guantes negros que había sacado de debajo de su cama. Rocco se probó los guantes, pero eran una talla demasiado grande.
—Crecerás en ellos —aseguró Griff.
No fue tan malo al principio. Pasé el tiempo con Rocco y Griff.
Íbamos del gimnasio a la pileta, de la cocina a la televisión. Yo observaba a un lado mientras Griff le enseñaba a Rocco cómo pelear y luchar. Griff incluso dejaba a Rocco practicar las piñas en su propia cara. Griff se reía entre dientes cada vez que Rocco le pegaba por primera vez en el rostro, y yo escondía mi cara entre las manos.
—Mandíbula de hierro —nos dijo a Rocco y a mí, golpeándose a sí mismo en la mejilla—. Así fue como pude mantener el título por tanto tiempo. Les dejaba pegarme hasta que se cansaban demasiado o se ponían muy engreídos. Cuando comenzaban a cometer errores, atacaba y acababa contra ellos.
Rocco era como una audiencia cautivada por las historias de lucha de Griff.
Una tarde, incluso comenzamos un juego de fútbol con algunos de los otros guardias. Griff encontró maneras de jugar en la posición contraria a la mía para poder abordarme; pero yo podía correr más rápido que la mayoría de los otros chicos. Rocco lo encontró gracioso.
—No corres como niña —elogió. Era una de las cosas más lindas que me habían dicho.
Me entretenían bien, y funcionó... por un corto tiempo. Pero no dormía. Pasaba las noches rodando por la cama, molestando a Meatball o vagando sin rumbo por la habitación de Nicholas, mirando por la ventana a las noches oscuras u observando la identificación falsa de mi hermano, que había dejado al lado de la luz de noche.
Todos los días esperaba, ansiosa, y cuanto más tiempo pasaba más comenzaba a alejarme de Griff y Rocco y de todos. No quería entretenerme más. Comencé a salir sola, tratando de encontrar un lugar pequeño en el que pudiera estar sola. Eso es lo que hacía cuando Rocco me encontró acurrucada en la biblioteca con un libro. Avanzó pesadamente con una bolsa de frituras de queso Cheetos y se dejó caer en el otro sofá. Nos sentamos en silencio mientras él arrugaba la bolsa y crujía. Se levantó, tomó un libro y lo hojeó, dejándole marcas de dedos naranjas. Lo tiró a un lado, puso los pies sobre la mesa de café, suspiró, volvió a bajarlos, varias veces tiró un almohadón al aire y lo atrapó —dejando más marcas naranjas.
Luego todo el sonido se detuvo. Cuando levanté la mirada de mi libro, me observaba.
—¿Qué está pasando entre tú y mi hermano? —Me preguntó.
El calor me subió hasta el cuello.
—Nada —tartamudeé, atrapada con la guardia baja—. ¿Por qué preguntas?
—Tengo mis razones... y luces como si estuvieras a punto de cortarte las muñecas —observó.
—¿Dónde está Griff? —Pregunté, buscando cambiar de tema.
Se encogió de hombros.
—No lo sé. Sigue durmiendo, supongo.
No me sorprendía. Griff se había vuelto un hombre de ocio, disfrutando de la buena vida sin los jefes.
—Es demasiado viejo para ti —opinó Rocco.
—¿Quién? ¿Griff? —Griff también había comenzado a seguirme, lo que hacía difícil poder estar sola.
—No. Mi hermano.
—¡Nicholas no es demasiado viejo para mí! —casi grité, demasiado rápido. Traté de arreglarlo añadiendo—: ¿No tiene sólo veintiséis?
Levantó una ceja.
—Sí, ¿y tú cuántos tienes?
Dieciocho. No, diecinueve. ¿Cuándo había sido mi cumpleaños? Traté de recordar meses atrás al día que había recibido por correo una tarjeta de cumpleaños, el día exacto de mi cumpleaños —alguien lo había planeado bien. La tarjeta había sido firmada: "Con amor, papá y mamá", con la letra de María, y tenía un cheque en ella. El cheque había sido aprobado por mi padre, lo cual era algo ¿verdad? Excepto que los números fueron escritos con la letra de María, otra vez: los corazones en las íes la delataron. María había sido demasiado generosa con los ceros después de los dos dígitos. No importaba, al final. Arranqué el cheque y lo tiré.
—Diecinueve —zanjé.
—Oh. —Rocco parecía desinflado.
—¿Cuántos años tienes tú?
Pareció pensarlo.
—Dieciocho.
—¿En qué año naciste?
Quedó estancado y cuando no pudo responder lo suficientemente rápido, respondió—: Bien. Tengo dieciséis.
No podía asegurarme de que fuera verdad o no. No importaba mucho.
—¿No deberías estar en el colegio ahora mismo? —Soné como la mamá de alguien. No la mía, sin embargo.
Rocco se encogió de hombros.
—No puedo volver.
—¿Por qué no?
—Me metí en una pelea por una chica.
Esto comenzaba a sonar familiar.
—Pensé que no podías pelear.
—No gané —me dijo—. No volveré hasta que sepa que puedo vencer al otro tipo, de alguna u otra manera.
De repente entendí por qué Rocco estaba tan empeñado en crecer tan rápido.
—¿Qué le pasó a la chica?
Se rió ligeramente entre dientes.
—Lo lamentó por mí, así que se quedó en casa por un tiempo.
—Eso fue amable de su parte.
Sacudió la cabeza.
—En realidad, no: se enganchó con el novio de mi mamá. Nos robaron la televisión antes de irse.
No pude esconder mi sorpresa. Volvió a reírse.
—No podía esperar a deshacerme del novio de mamá. Sólo que no pensé que perdería la tele también.
Volvimos a quedarnos en silencio. Traté de volver al libro. Hubo otro largo suspiro.
—¿Qué estás leyendo?
Bajé el libro.
—Filosofía. —Había encontrado todo un estante dedicado a los antiguos filósofos, de libros usados, muchos de los cuales ya había leído en mi primer año en la clase de filosofía.
—¿Qué es eso?
—¿La filosofía? Aristóteles. Platón. Descartes. Rousseau. Ética. Pienso, luego existo.
Su mirada se encontraba en blanco.
—Es la investigación racional de la existencia, la verdad, las creencias, todas esas cosas.
Parecía incluso más confundido.
—Se supone que te ayuda a entender por qué somos como somos... por qué hacemos las cosas que hacemos... por qué pensamos como pensamos.
—¿A quién te refieres con "somos"?
—A los humanos.
—Ah —dijo y volvió a su bolsa de Cheetos.
Más días pasaron. Algunos parecían como si atender las necesidades de Meatball fuera la única razón por la que abandonaba el cuarto de Nicholas. Otros, solía holgazanear por la casa todo el día en pijama. El insomnio se apoderaba de mí.
En el medio de la noche, escuché mi puerta abrirse, y luego procedió a cerrarse lentamente otra vez. Abrí los ojos para encontrar una figura alta a través de la luz de la luna, que dejaba la habitación y cerraba la puerta detrás de él.
Seguimos caminando por el camino de entrada hasta que llegamos a la línea de árboles donde el camino se transformaba en un camino de piedras que conducían al bosque, el mismo camino que Rocco y yo habíamos recorrido la primera vez, cuando llegamos a la granja. Había dos hombres fornidos con ametralladoras en las manos, parados a cada lado del perímetro. Parecían gemelos, usando exactamente la misma remera negra y jeans y anteojos de sol espejados.
Cuando intentamos pasar a través de ellos, ambos rápidamente se acercaron y nos cerraron el paso.
—La chica no sale de la propiedad —dijo el más grande de los dos hombres.
—¡Vamos, hombre! No vamos a ir lejos. No dejaré que nada le pase.
Tengo mi arma por si pasa algo —dijo Griff.
—Lo siento, Griff. Órdenes del jefe. La chica se queda aquí.
—No hay nadie cerca. No le diré a nadie si tú no lo haces. —Griff era denso mostrando encanto.
El tono de voz del hombre se volvió áspero.
—Oye, hombre, si no quieres seguir las reglas y meterte con la chica luego de que te dijeran que no lo hagas, ese es tu funeral. Pero no voy a recibir ningún tiro por ti. Ahora, puedes darte la vuelta y nos olvidaremos de todo esto, o puedes seguir adelante y haré de este tu funeral.
Contuve el aliento mientras Griff se paraba frente a los dos hombres en un callejón sin salida, considerando su próximo movimiento. Me sentí como un enano entre gigantes.
Él se dio la vuelta hacia mí, sonriendo ligeramente.
—Supongo que no vamos a llegar a ningún lado aquí. —Enganchó su brazo alrededor del mío y me llevó lejos.
Caminamos por la línea de propiedad, pasando guardias armados de vez en cuando. Ninguno habló ni con Griff ni conmigo. Griff se mantuvo en silencio, de mal humor. Cuando estuve segura de que estábamos fuera del alcance del oído de los demás guardias, pregunté—: ¿Quién te ordenó que no te metieras conmigo?
—Spider, ¿quién más? —dijo.
No podía imaginarme por qué a Spider le importaría con quién andaba yo.
—¿Por qué?
—Quién sabe por qué hacen estos matones las cosas. No creo que se reconozcan a ellos mismos la mitad del tiempo.
Miré alrededor.
—¿Qué hay allí? Quiero decir, estamos en el medio de la nada. ¿Qué podría ser tan peligroso en la ruta como para que no podamos salir a caminar?
Griff se rió.
—Tienes razón, no hay nada allí. En realidad no es tan así como que te quieran proteger de lastimarte allí afuera. Es más como que te quieren mantener aquí dentro.
—¿Por qué? —volví a preguntar.
—No lo sé —se encogió de hombros Griff—. Una cosa que si sé, sin embargo, es que con el tiempo todo lleva al dinero, para ellos. Así que cualquiera que sea la razón por la cual te mantienen aquí viva, probablemente tenga algo que ver con dinero.
Un escalofrío bajó por la parte posterior de mis piernas.
—Mira a tu alrededor, Pelirroja —dijo—. La gran casa en el medio de la nada, los brutos con las armas. Estas no son vacaciones, y estos tipos definitivamente no son guías de turismo. Son delincuentes. Todos ellos. Excepto por el chico, tal vez; creo que Kid es demasiado joven para entender, pero con el tiempo se volverá como el resto de ellos. No tiene chances de escapar jamás. —Una luz pareció salir de la cabeza de Griff—. Vamos, tengo algo que mostrarte.
Apuramos nuestra caminata hasta casi correr y volvimos por el camino. Pasamos el frente de la casa y seguimos de largo, yendo en dirección opuesta a donde el camino giraba a la derecha. Mientras nos acercábamos a un grupo de arbustos, me encontré con que el camino de entrada seguía a través de los árboles y bajaba por una pequeña colina. Al fondo, había un enorme garaje con otro guardia que iba y venía por la hilera de árboles.
—¿Qué es esto? —Pregunté cuando nos acercamos.
—Aquí es donde dormimos los no-pandilleros. —Lucía orgulloso de eso.
Caminamos a través de la puerta del costado y nos metimos en el garaje.
El garaje era más bien una sala de exhibición. Aparcados de lado a lado, había una serie de autos. No tenía idea de qué tipo de autos eran, pero lucían muy brillantes. Mientras caminábamos pasando cada auto, Griff nombró con pasión las marcas de los diferentes coches y explicó en gran detalle las particularidades de cada uno: marca, modelo, potencia, par de arranque, motor. Todo estaba más allá de mi comprensión, pero sonaba bien.
Me dijo que el auto que se encontraba estacionado más cerca de la puerta era un Ferrari plateado, brillaba bajo las luces fluorescentes que colgaban encima de él. Al lado de este había un Lamborghini verde lima, seguido de un Porsche rojo, un Rolls Royce color borgoña, un Aston Martin negro y un Maserati amarillo canario —un arco iris de autos caros.
En algunas formas, Griff me recordaba a mi hermano. Bill también había sido un aficionado de los autos. Cuando era adolescente, las paredes de su cuarto habían sido cubiertas de fotos de autos que había arrancado de las revistas. Por supuesto, también tenía fotos de mujeres medio desnudas; aunque estas mujeres solían estar montadas en los autos.
Llegamos al final de la sala de exhibición y caminamos a través de una puerta. Colgando de los clavos de la puerta había placas de autos de todos los estados e incluso algunas de Canadá y México.
—A esto me refiero. Estos tipos son realmente buenos escondiéndose, y me atrevería a apostar que ninguno de esos autos fue comprado en una concesionaria —dijo Griff.
Algo colgando de la pared me llamó la atención. Me acerqué.
En una bolsa de plástico que colgaba de uno de los clavos, había cientos de licencias de conducir. Me quedé asombrada. Inmediatamente reconocí la cara sonriente en la identificación que había encima de la pila.
Era la cara de Bill, aunque la identificación decía que el hombre en la foto era "Buzz Killington" de Arkansas. Saqué la bolsa del clavo y la abrí. Había más licencias que tenían la cara de mi hermano. También encontré tarjetas de otros estados y países con las fotos de Nicholas, Spider y Carly en ellas. Como las de mi hermano, tenían diferentes nombres junto a las caras.
Saqué una de las tarjetas de Bill de la bolsa y me esforcé en tragar. Había pocas fotos de mi hermano. La última foto que había visto de él era una que había sido sacada cuando tenía catorce años: una de esas fotos falsas del colegio, sonrisa incómoda, cabello peinado con gel, el cárdigan amarillo y verde que sólo se usaba por cinco segundos. Esta foto estaba apilada junto al resto de las cosas de la familia que mi padre estratégicamente había dejado en un estante de su oficina detrás de su escritorio: los clientes entonces podían ver las pretensiones de un hombre de familia, pero mi padre le daba la espalda al estante.
Lo peor de todo era que no podía recordar cómo lucía Bill de adulto. En mi mente siempre había tenido catorce. Ahora tenía una foto de mi hermano... como un hombre. Parecía más cansado como adulto, pero por lo menos no había perdido su rizado cabello rubio.
Griff miró por encima de mi hombro a la identificación entre mis manos.
—Me pregunto quién será. No lo he visto por aquí. —Dio un paso atrás y añadió al paso—: Un gamberro como el resto de ellos, estoy seguro.
Debería, podría haber defendido a mi hermano, pero tenía un globo de agua en la garganta amenazando con explotar en cualquier segundo. Y en el fondo, sabía que probablemente Griff tenía razón.
Griff se dirigió al fondo de la habitación y desapareció detrás de otra pared donde las escaleras dirigían a un segundo piso. Metí la licencia de conducir de Bill —o más bien la de Buzz Killington— en mi bolsillo, volví a colgar la bolsa en el clavo y me apuré detrás de Griff, quien ya había subido las escaleras y me esperaba en la cima del segundo piso. Mientras trepaba para encontrarme con él, sonrió y, con un dedo entre los labios, me indicó que me quedara callada.
El segundo piso era un espacio grande abierto cubriendo la longitud completa del garaje. El espacio era oscuro, con cortinas de bolsas negras de basura y sábanas que cubrían los ventanales que flanqueaban a ambos lados del espacio del piso. Cerca de una docena de camas se encontraban alineadas en filas, una fila a cada lado de la habitación. Cuatro de las literas eran ocupadas por hombres durmiendo, uno que reconocí como un guardia nocturno. El sonido de los ronquidos y las respiraciones pesadas hacían eco inquietantemente en las paredes.
Nos dirigimos en puntitas de pie a una de las camas en el medio de la habitación.
—Esta es la mía —susurró, sus mejillas tomando color.
Griff tenía cosas esparcidas por todas partes debajo y alrededor de su cama. Me senté en la cama vacía al lado de la de Griff mientras él hurgaba debajo de la suya, y noté la caja de revistas en el suelo. La de arriba de todo se llamaba "Luchadores de Ring Semanal" con un título en grandes letras rojas que decía "Griffin 'el luchador' Conan: ¿el mejor luchador de lucha libre de peso del mundo?" Debajo del titular había una foto de un Griff con un ojo morado, la cara contusionada, y una mirada amenazante, sacada de la cintura para arriba. Tenía los guantes puestos y sus músculos parecían sobresalir de cada parte de su cuerpo, incluyendo su cuello, que parecía del tamaño de un parquímetro. Una por una, tomé las otras revistas que había allí abajo, la mayoría con una foto de Griff en la tapa, en posiciones similares a la primer revista, o con él sosteniendo cinturones de oro.
Griff finalmente salió de debajo de la cama, sacando unos guantes de lucha parecidos a los que tenía puestos cuando había sido fotografiado en las revistas.
—Este eres tú —murmuré, sosteniendo una de las revistas en alto.
Griff se sentó a mi lado en la cama y observó la revista en mis manos.
—Sí. Ese era yo —dijo sombríamente—. Ese seré yo de nuevo una vez que vuelva a acomodarme económicamente.
—¿No necesitas estar allí fuera si quieres acomodarte?
Griff presionó los labios en una línea.
—Hay un montón de gente poco fiable que está esperando a que les pague. Tengo que saldar todas las malas deudas antes de poder hacer nada más; de lo contrario apareceré muerto antes de que incluso tenga la oportunidad de volver al gimnasio.
—¿Los luchadores no tienen mucho dinero, especialmente los que ganan? —Pregunté, señalando la portada en la que sostenía el cinturón campeón.
—Lo tienen y definitivamente lo tenía —me dijo—. Pero también cometí un montón de errores estúpidos cuando me hallaba en la cima. Me acostumbré demasiado a la gente sirviéndome cuando lo deseara. Deberías haberlo visto, Pelirroja. Podía entrar a cualquier hotel, y enseguida nos daban a mí y a mis amigos la suite ejecutiva. Juegos al azar. Bebidas ilimitadas. Mujeres. Cualquier cosa que pidiera. Pensé que podía salirme con la mía y que el dinero jamás se acabaría. Y fue verdad, por un tiempo —dijo, sus ojos distantes—. Gasté más tiempo de fiesta y me olvidé por completo de las peleas... especialmente de los entrenamientos para las peleas. Comencé a aparecer en el ring inapropiadamente y con resaca. Luego, comencé a pedir dinero prestado para mantener el estilo de vida. Lo perdí todo.
Tomó la revista de mis manos, tirándola arriba de las demás y pateando la caja de vuelta a su lugar debajo de la cama. Levantó la cabeza y forzó una sonrisa.
—Trabajar para estos delincuentes me dará el dinero que necesito para pagar lo que debo. Por lo menos nadie puede venir a buscarme aquí, y puedo mantenerme con vida el tiempo suficiente para conseguir el dinero.
Nos levantamos y caminamos en puntillas de pie a través de los guardias, de vuelta hacia el piso inferior y afuera a la luz radiante del sol. Caminamos a la casa y fuimos a la cocina. Rocco se encontraba sentado en la mesa, a medio camino de terminarse una barra de pan y un tarro de mantequilla de maní. Arreglé un poco de comida para Griff y para mí mientras que Griff le entregaba a un emocionado Rocco los guantes negros que había sacado de debajo de su cama. Rocco se probó los guantes, pero eran una talla demasiado grande.
—Crecerás en ellos —aseguró Griff.
No fue tan malo al principio. Pasé el tiempo con Rocco y Griff.
Íbamos del gimnasio a la pileta, de la cocina a la televisión. Yo observaba a un lado mientras Griff le enseñaba a Rocco cómo pelear y luchar. Griff incluso dejaba a Rocco practicar las piñas en su propia cara. Griff se reía entre dientes cada vez que Rocco le pegaba por primera vez en el rostro, y yo escondía mi cara entre las manos.
—Mandíbula de hierro —nos dijo a Rocco y a mí, golpeándose a sí mismo en la mejilla—. Así fue como pude mantener el título por tanto tiempo. Les dejaba pegarme hasta que se cansaban demasiado o se ponían muy engreídos. Cuando comenzaban a cometer errores, atacaba y acababa contra ellos.
Rocco era como una audiencia cautivada por las historias de lucha de Griff.
Una tarde, incluso comenzamos un juego de fútbol con algunos de los otros guardias. Griff encontró maneras de jugar en la posición contraria a la mía para poder abordarme; pero yo podía correr más rápido que la mayoría de los otros chicos. Rocco lo encontró gracioso.
—No corres como niña —elogió. Era una de las cosas más lindas que me habían dicho.
Me entretenían bien, y funcionó... por un corto tiempo. Pero no dormía. Pasaba las noches rodando por la cama, molestando a Meatball o vagando sin rumbo por la habitación de Nicholas, mirando por la ventana a las noches oscuras u observando la identificación falsa de mi hermano, que había dejado al lado de la luz de noche.
Todos los días esperaba, ansiosa, y cuanto más tiempo pasaba más comenzaba a alejarme de Griff y Rocco y de todos. No quería entretenerme más. Comencé a salir sola, tratando de encontrar un lugar pequeño en el que pudiera estar sola. Eso es lo que hacía cuando Rocco me encontró acurrucada en la biblioteca con un libro. Avanzó pesadamente con una bolsa de frituras de queso Cheetos y se dejó caer en el otro sofá. Nos sentamos en silencio mientras él arrugaba la bolsa y crujía. Se levantó, tomó un libro y lo hojeó, dejándole marcas de dedos naranjas. Lo tiró a un lado, puso los pies sobre la mesa de café, suspiró, volvió a bajarlos, varias veces tiró un almohadón al aire y lo atrapó —dejando más marcas naranjas.
Luego todo el sonido se detuvo. Cuando levanté la mirada de mi libro, me observaba.
—¿Qué está pasando entre tú y mi hermano? —Me preguntó.
El calor me subió hasta el cuello.
—Nada —tartamudeé, atrapada con la guardia baja—. ¿Por qué preguntas?
—Tengo mis razones... y luces como si estuvieras a punto de cortarte las muñecas —observó.
—¿Dónde está Griff? —Pregunté, buscando cambiar de tema.
Se encogió de hombros.
—No lo sé. Sigue durmiendo, supongo.
No me sorprendía. Griff se había vuelto un hombre de ocio, disfrutando de la buena vida sin los jefes.
—Es demasiado viejo para ti —opinó Rocco.
—¿Quién? ¿Griff? —Griff también había comenzado a seguirme, lo que hacía difícil poder estar sola.
—No. Mi hermano.
—¡Nicholas no es demasiado viejo para mí! —casi grité, demasiado rápido. Traté de arreglarlo añadiendo—: ¿No tiene sólo veintiséis?
Levantó una ceja.
—Sí, ¿y tú cuántos tienes?
Dieciocho. No, diecinueve. ¿Cuándo había sido mi cumpleaños? Traté de recordar meses atrás al día que había recibido por correo una tarjeta de cumpleaños, el día exacto de mi cumpleaños —alguien lo había planeado bien. La tarjeta había sido firmada: "Con amor, papá y mamá", con la letra de María, y tenía un cheque en ella. El cheque había sido aprobado por mi padre, lo cual era algo ¿verdad? Excepto que los números fueron escritos con la letra de María, otra vez: los corazones en las íes la delataron. María había sido demasiado generosa con los ceros después de los dos dígitos. No importaba, al final. Arranqué el cheque y lo tiré.
—Diecinueve —zanjé.
—Oh. —Rocco parecía desinflado.
—¿Cuántos años tienes tú?
Pareció pensarlo.
—Dieciocho.
—¿En qué año naciste?
Quedó estancado y cuando no pudo responder lo suficientemente rápido, respondió—: Bien. Tengo dieciséis.
No podía asegurarme de que fuera verdad o no. No importaba mucho.
—¿No deberías estar en el colegio ahora mismo? —Soné como la mamá de alguien. No la mía, sin embargo.
Rocco se encogió de hombros.
—No puedo volver.
—¿Por qué no?
—Me metí en una pelea por una chica.
Esto comenzaba a sonar familiar.
—Pensé que no podías pelear.
—No gané —me dijo—. No volveré hasta que sepa que puedo vencer al otro tipo, de alguna u otra manera.
De repente entendí por qué Rocco estaba tan empeñado en crecer tan rápido.
—¿Qué le pasó a la chica?
Se rió ligeramente entre dientes.
—Lo lamentó por mí, así que se quedó en casa por un tiempo.
—Eso fue amable de su parte.
Sacudió la cabeza.
—En realidad, no: se enganchó con el novio de mi mamá. Nos robaron la televisión antes de irse.
No pude esconder mi sorpresa. Volvió a reírse.
—No podía esperar a deshacerme del novio de mamá. Sólo que no pensé que perdería la tele también.
Volvimos a quedarnos en silencio. Traté de volver al libro. Hubo otro largo suspiro.
—¿Qué estás leyendo?
Bajé el libro.
—Filosofía. —Había encontrado todo un estante dedicado a los antiguos filósofos, de libros usados, muchos de los cuales ya había leído en mi primer año en la clase de filosofía.
—¿Qué es eso?
—¿La filosofía? Aristóteles. Platón. Descartes. Rousseau. Ética. Pienso, luego existo.
Su mirada se encontraba en blanco.
—Es la investigación racional de la existencia, la verdad, las creencias, todas esas cosas.
Parecía incluso más confundido.
—Se supone que te ayuda a entender por qué somos como somos... por qué hacemos las cosas que hacemos... por qué pensamos como pensamos.
—¿A quién te refieres con "somos"?
—A los humanos.
—Ah —dijo y volvió a su bolsa de Cheetos.
Más días pasaron. Algunos parecían como si atender las necesidades de Meatball fuera la única razón por la que abandonaba el cuarto de Nicholas. Otros, solía holgazanear por la casa todo el día en pijama. El insomnio se apoderaba de mí.
En el medio de la noche, escuché mi puerta abrirse, y luego procedió a cerrarse lentamente otra vez. Abrí los ojos para encontrar una figura alta a través de la luz de la luna, que dejaba la habitación y cerraba la puerta detrás de él.
:amor: :amor: :amor: :amor:
Griff es genial! *.*
& bueno parece que el Nicholas ya volvió!
:aah: :aah: :aah: :aah:
Veremos que depara el futuro para estos dos! ;)
Disfruten del capi!
Nos leemos después!
\^.^/
Lu wH!;*
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
- Manos al cielo- ALELUYA! ALEYUYA! :canto: :canto:
Nicholas "parece" que volvio!
Si es asi! SOY FELIZ :aah: :aah: :aah:
BUENO!
Rocco, solo eres 3 años mayor que yo! WOW! :ñomñom:
Griff, como decirlo amablemente! ESTAS MUY PEGOTE! (siempre al lado de una persona) Dale un respiro a la rayis! :-w-:
Bueno no te quito tiempo
Bueno si, solo para decirte esto!
SIGUELA O CORRERAS CON LA MISMA SUERTE DE LA RAYIS EN CLASH! UN PIANO EN TU CABEZA! :maloso:
Besos xx,
Valentina "Chica Mala Chilena" *-*
Nicholas "parece" que volvio!
Si es asi! SOY FELIZ :aah: :aah: :aah:
BUENO!
Rocco, solo eres 3 años mayor que yo! WOW! :ñomñom:
Griff, como decirlo amablemente! ESTAS MUY PEGOTE! (siempre al lado de una persona) Dale un respiro a la rayis! :-w-:
Bueno no te quito tiempo
Bueno si, solo para decirte esto!
SIGUELA O CORRERAS CON LA MISMA SUERTE DE LA RAYIS EN CLASH! UN PIANO EN TU CABEZA! :maloso:
Besos xx,
Valentina "Chica Mala Chilena" *-*
Val x.
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
HeyItsLupitaNJ escribió:GlodDeJonas escribió:Interesante capitulo!!!!!
Nick se fue :sad:
Griff es demas de gracioso :P
Bueno, siguela pronto,
ya quiero ver que pasa...
:bye:
Bueno el Nicho no puede abandonar los negocios!
Luego como mantiene la granja! xD
Nos estamos leyendo! ;)
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
Jajajajjaja Bueno tienes razon, debe mantener la granja!
pero que comparta un poco mas con la rayis :sad:
bueno, seguire leyendo!!
GlodDeJonas
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
Nick regreso???????
OH POR FAVOR QUE HALLA REGRESADO!!! :corre:
NO PUEDO ESPERAR
NO PUEDO ESPERAR
NO PUEDO ESPERAR!
Ok, no! me estoy volviendo loca :misery:
OH POR FAVOR QUE HALLA REGRESADO!!! :corre:
NO PUEDO ESPERAR
NO PUEDO ESPERAR
NO PUEDO ESPERAR!
Ok, no! me estoy volviendo loca :misery:
GlodDeJonas
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
GUUUUUUAAUUUU!!! ME GUSTO LA HISTORIA DE GRIFF!!!!!!..
Y ESOS AUTOS.. SERAN TAMBIEN DEL HERMANO DE ____!!??
YO QUIERO UNOO DE ELLLOS!! EL QUE SEA !!!1... ME FACINAN ESOS AUTOOSS!!!!..
Y SERA QUE ERA NICK???.....
SIGUEE PORFIIISS
Y ANTES SE ME OLVIDABA!!!!!... ME HUBIERA GUSTADO UN HERMANO COO EL DE ELLAA!!! QUE SE PREOCUPARA POR UNO!!!!!!...
NO QUE LOS MIOS ME MOLESTAN!!!!... JAJAJAJAJA AUNQUE YO TAMBIEN LOS SACO DE SUS CASILLAS!!!!!
Y ESOS AUTOS.. SERAN TAMBIEN DEL HERMANO DE ____!!??
YO QUIERO UNOO DE ELLLOS!! EL QUE SEA !!!1... ME FACINAN ESOS AUTOOSS!!!!..
Y SERA QUE ERA NICK???.....
SIGUEE PORFIIISS
Y ANTES SE ME OLVIDABA!!!!!... ME HUBIERA GUSTADO UN HERMANO COO EL DE ELLAA!!! QUE SE PREOCUPARA POR UNO!!!!!!...
NO QUE LOS MIOS ME MOLESTAN!!!!... JAJAJAJAJA AUNQUE YO TAMBIEN LOS SACO DE SUS CASILLAS!!!!!
chelis
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
amo a todos son tan dfghjks
Aunque ya quiero qu pase algo entre Nicholas y la rayiz !!!
A Rocco le gusta la rayiz??!!
Siguela!!!
Aunque ya quiero qu pase algo entre Nicholas y la rayiz !!!
A Rocco le gusta la rayiz??!!
Siguela!!!
aranzhitha
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
Y TODO ESTO ES EXTRAÑO
PERO NICK VOLVIÓ
:jajajaj:
SIIIIII
YUPPPII LO AMOO!!
BUENO MMMM QUIERO SABER QUE ONDA CON LO DE BILL!!
Y ROCCO MI VIDO QUERIENDO HACERSE EL GRANDECITO!!
Y GRIFF AAAWW ES UN AMOR DE BFF´S!! AL IGUAL QUE GRIFF AAWWW ESOS DOS SON HERMOSOS!!
Y YA REGRESO PAPI!!
SIII
SIGUELAAA!!
PERO NICK VOLVIÓ
:jajajaj:
SIIIIII
YUPPPII LO AMOO!!
BUENO MMMM QUIERO SABER QUE ONDA CON LO DE BILL!!
Y ROCCO MI VIDO QUERIENDO HACERSE EL GRANDECITO!!
Y GRIFF AAAWW ES UN AMOR DE BFF´S!! AL IGUAL QUE GRIFF AAWWW ESOS DOS SON HERMOSOS!!
Y YA REGRESO PAPI!!
SIII
SIGUELAAA!!
Pamm Jonas
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
Valeefor1D ツ escribió:- Manos al cielo- ALELUYA! ALEYUYA! :canto: :canto:
Nicholas "parece" que volvio!
Si es asi! SOY FELIZ :aah: :aah: :aah:
BUENO!
Rocco, solo eres 3 años mayor que yo! WOW! :ñomñom:
Griff, como decirlo amablemente! ESTAS MUY PEGOTE! (siempre al lado de una persona) Dale un respiro a la rayis! :-w-:
Bueno no te quito tiempo
Bueno si, solo para decirte esto!
SIGUELA O CORRERAS CON LA MISMA SUERTE DE LA RAYIS EN CLASH! UN PIANO EN TU CABEZA! :maloso:
Besos xx,
Valentina "Chica Mala Chilena" *-*
:aah: :aah: :aah: :aah:
Esperemos que si haya regresado ya! *.*
Griff solo quiere cuidar a la rayiz!
:fiu: :fiu: :fiu:
JAJAJAJ bueno como no quiero acabar con un piano en la cabeza, ya la sigo! ;)
Nos estamos leyendo chica mala!
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
GlodDeJonas escribió:HeyItsLupitaNJ escribió:GlodDeJonas escribió:Interesante capitulo!!!!!
Nick se fue :sad:
Griff es demas de gracioso :P
Bueno, siguela pronto,
ya quiero ver que pasa...
:bye:
Bueno el Nicho no puede abandonar los negocios!
Luego como mantiene la granja! xD
Nos estamos leyendo! ;)
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
Jajajajjaja Bueno tienes razon, debe mantener la granja!
pero que comparta un poco mas con la rayis :sad:
bueno, seguire leyendo!!
xD
& debe de mantener a toda esa gente que le cuida su cara preciosa! ;)
Si lo hace, solo que aún no nos damos cuenta!
Nos estamos leyendo!
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
GlodDeJonas escribió:Nick regreso???????
OH POR FAVOR QUE HALLA REGRESADO!!! :corre:
NO PUEDO ESPERAR
NO PUEDO ESPERAR
NO PUEDO ESPERAR!
Ok, no! me estoy volviendo loca :misery:
Ya verás que pasa! *.*
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crow's Row - Nicholas Jonas & TU (Adaptación) TERMINADA!
chelis escribió:GUUUUUUAAUUUU!!! ME GUSTO LA HISTORIA DE GRIFF!!!!!!..
Y ESOS AUTOS.. SERAN TAMBIEN DEL HERMANO DE ____!!??
YO QUIERO UNOO DE ELLLOS!! EL QUE SEA !!!1... ME FACINAN ESOS AUTOOSS!!!!..
Y SERA QUE ERA NICK???.....
SIGUEE PORFIIISS
Y ANTES SE ME OLVIDABA!!!!!... ME HUBIERA GUSTADO UN HERMANO COO EL DE ELLAA!!! QUE SE PREOCUPARA POR UNO!!!!!!...
NO QUE LOS MIOS ME MOLESTAN!!!!... JAJAJAJAJA AUNQUE YO TAMBIEN LOS SACO DE SUS CASILLAS!!!!!
Wow!
Debo de decir que me encanta tu sexto sentido! ;)
Si de echo los autos son del hermano de la rayiz!
JAJAJAJ si yo también hubiera querido un hermano con él que tuviera un amigo como el Nicholas! :(L):
Nos estamos leyendo! *.*
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
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