La Chica De Intercambio {Harry Styles & _____ Peters}

Es el último día que pasaré en España antes de viajar hacia Inglaterra. Mis amigas y mi familia me ha celebrado una pequeña fiesta de despedida, algo sencillo, ellos saben que odio las cosas exageradas, no me gustan los acomulamientos de personas o la música a tope casi dejándote sorda pero tampoco me gusta esas fiestas aburridas donde nadie hace nada y algunos, incluso, se duermen.

Ellos creen que es una fiesta "sorpresa" pero siempre me entero de cuando alguien me miente o me esconde algo. Mi madre es muy mala mintiendo y mi hermana es más de lo mismo por lo que descubrí rápido lo que planeaban pero, con un poco de interpretación, ellos nunca sabrán que lo sé y disfrutarán pensando que me han sorprendido.

-______, por favor, ¿puedes ir a comprar más chocolate?- pregunta mi madre asomando la cabeza por el umbral de la puerta mientras arruga la nariz, muestra de que me está escondiendo algo.

Sí, la verdad es que soy muy observadora y cada vez que conozco a alguien puedo quedarme media hora escuchando su tono de voz y sus gestos para intentar saber cuando dice la verdad y cuando no. Cuando mi madre me esconde algo arruga la nariz, cuando me miente hace muchos gestos con la cara y juega con su anillo de bodas. Cuando es mi hermana la que me esconde algo juega con su pelo y cuando miente hace lo mismo por lo que con ella es más fácil saber cuando intenta esconder algo.

-Claro, mamá, en media hora vuelvo-digo antes de coger el billete de cinco euros que me tiende y salgo de la casa gritando un "Adiós"

Camino lentamente por las calles mirando a mi alrededor memorizando cada calle, cada objeto, cada graffitti que veo para cuando esté en Inglaterra poder recordar perfectamente como es mi barrio cuando esté lejos y sienta añoranza, como siempre me pasa.

Recuerdo que la primera vez que fui de intercambio pase una semana llorando porque extrañaba mi casa, a mis amigos, a mi familia... pero luego se me ocurrió memorizar todo y cada vez que me siento de bajón solo cierro los ojos y pienso en España. Fue buena idea y gracias a eso pude viajar más y aprender varios idiomas.

Hasta ahora se hablar con mucha fluidez castellano, catalán, inglés, francés, italiano y portugués aunque también se hablar un poco en ruso y chino.

Es divertido saber tantos idiomas y poder viajar a países distintos y una vez allí poder dirigirte a los demás como si llevarás viviendo allí 10 años. Me gusta viajar y como ya estoy acostumbrada a ver tantos paisajes hermosos es bastante difícil sorprenderme. Si tuviera que elegir el lugar que me gustó más visitar fue... París, la ciudad del amor y las luces, ese hermoso sitio donde pasé un verano genial, donde conocí a mi mejor amiga y donde dí mi primer beso.

Fue una chiquillada de niña pequeña pero recuerdo perfectamente a Jason, ese enano que me fastidiaba siempre, me tiraba de la coleta, me levantaba las faldas, me pellizcaba pero fue hasta que no le devolví los golpes que no me confesó que me quería, me causó mucha ternura verlo en el suelo con lágrimas en los ojos confesándome lo que sentía. Recuerdo que me senté a su lado y me acerqué a su cara para dejar caer un pequeño besito en sus labios antes de salir corriendo a lavarme la boca.

A la semana siguiente volví a mi casa y ahora solo habló con él por facebook.

Salgo de mis recuerdos y atiendo el móvil que vibra en mi bolsillo trasero "Mami" pone en la pantalla junto con una foto de ella. Atiendo después de un tercer tono y me llevo el aparto al oído.

-Hija, ¿Te falta mucho por llegar?-pregunta.
-No, ya estoy en la esquina- murmuro sonriendo.
-Vale, amor, intenta tardar lo menos posible, por favor, cuidado- murmura antes de colgar.

Sonrío de oreja a oreja y camino hasta llegar a la puerta de mi casa. Saco las llaves de mi bolso y abro la puerta, las luces están todas apagadas y las persianas bajadas, como ya sé que por aquí deben estar enciendo las luces pero para mi sorpresa no oigo ningún "SORPRESA" de parte de nadie, entrecierro los ojos y voy a la cocina donde encuentro a mi madre buscando en los armarios.

-Toma, mamá- le dejo la bolsa con el chocolate en la barra y la miro extrañada.
-Gracias-dice mirándome.-¿Qué pasa?-pregunta y yo ladeo la cabeza hacia la izquierda.
-¿No habéis hecho nada?-pregunto.
-No entiendo...- responde y yo meneo la cabeza.
-Nada, da igual, voy al jardín a tomar el aire-murmuro antes de andar hacia el exterior de la casa.
-¡SORPRESA!-gritan todos mis amigos mientras yo miro emocionada a mi alrededor.

No sé como lo han hecho tan rápido pero todo el jardín está decorado con pequeñas luces de colores, globos, mesas y pancartas con mi nombre. Esta es la vez que más me han sorprendido, enserio, han hecho que crea que no habían hecho ninguna fiesta y al final sí y para colmo, esta todo precioso.