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50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
nueva lectora<3 :) siguelaaa!!!!!!!!
valeriekehrhahn03
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
~ Maraton ~
El sábado en la tienda es una pesadilla. Estamos asediados por personas que quieren arreglar sus casas ellos mismos. El Sr. y la Sra. Clayton, John y Patrick, los otros dos trabajadores de medio tiempo y yo estamos corriendo. Pero hay un momento de calma alrededor de la hora del almuerzo y la Sra. Clayton me pide que verifique algunas de las órdenes, mientras estoy sentada detrás del mostrador de la caja discretamente comiendo mi bagel.
Estoy enfrascada en la tarea, verificando los números del catálogo con los artículos que necesitamos y los elementos que hemos pedido, mis ojos moviéndose rápidamente del libro de órdenes a la pantalla de la computadora y de regreso, mientras corroboro que las entradas coincidan.
Entonces, por alguna razón, levanto la vista... y me encuentro atrapada en la atrevida mirada marron de Zayn Malik, quien está de pie en el mostrador, mirándome fijamente.
Insuficiencia cardíaca.
—Señorita Steele. Qué sorpresa tan agradable. —Su mirada es firme e intensa.
Mi.er.da. ¿Qué diablos está haciendo él aquí, con su cabello prolijamente despeinado, ropa de exterior, con su sweater tejido color crema, jeans y botas de caminar? Creo que mi boca se ha abierto y no puedo localizar mi cerebro o mi voz.
—Sr. Malik —susurro, porque eso es todo lo que puedo lograr. Hay un dejo de sonrisa en sus labios y sus ojos brillan con humor, como si estuviera disfrutando de alguna broma privada.
—Estaba por el área —dijo a modo de explicación—. Necesito reabastecer el stock de algunas cosas. Es un placer verla de nuevo, Srta. Steele .—Su voz es suave y profunda como el chocolate derretido con caramelo… o algo.
Sacudo mi cabeza para reunir mis ideas. Mi corazón está latiendo frenéticamente y por alguna razón, me estoy sonrojando furiosamente bajo su persistente escrutinio. Estoy anonadada por la visión de él parado frente a mi. Mis recuerdos no le hacían justicia. No es simplemente atractivo, es el resumen de la belleza masculina, te quita la respiración y está aquí. Aquí en la ferretería Clayton. Imagínate. Finalmente, mis funciones cognitivas son restauradas y reconectadas con el resto de mi cuerpo.
—____(tn). Mi nombre es ____(tn) —logro modular—. ¿En qué puedo ayudarlo, Sr. Malik?
Él sonríe y de nuevo es como si fuera el dueño de algún gran secreto. Es tan desconcertante. Tomando una profunda respiración, pongo mi cara profesional de he-trabajado-en-esta-tienda-por-años. Puedo hacer esto.
—Hay algunas cosas que necesito. Para empezar, me gustaría algunos organizadores de cables —murmura, sus ojos marrones tranquilos pero divertidos.
—Tenemos de varios largos. ¿Desea que le muestre? —digo, mi voz suave y profunda. Tómalo con calma, Steele. Un ligero fruncimiento de cejas marca la bella frente de Malik.
—Por favor. Guíeme, Srita. Steele —dice. Trato de parecer despreocupada mientras salgo del mostrador, pero en realidad, estoy concentrándome duramente en no caerme con mis propios pies, mis piernas repentinamente tienen la consistencia de la gelatina. Estoy tan feliz de haber decidido usar mis mejores jeans esta mañana.
—Están con los insumos eléctricos, pasillo ocho. —Mi voz es un poco demasiado fuerte. Miro hacia él y me arrepiento casi de inmediato. Demonios, es atractivo. Me sonrojo.
—Después de usted —murmura, haciendo un gesto con sus manos de largos dedos, bellamente arregladas.
Con mi corazón casi ahogándome, porque está en mi garganta tratando de escapar por mi boca, me dirijo a uno de los pasillos de la sección eléctrica. ¿Por qué está en Portland? ¿Por qué está aquí, en Clayton? Y desde una pequeña y casi no usada parte de mi cerebro —probablemente localizada en la base de mi bulbo raquídeo, en donde habita mi subconciente— llega el pensamiento: está aquí para verte. ¡No puede ser! Lo rechazo inmediatamente. ¿Por qué este hombre de ciudad, hermoso y poderoso querría verme? La idea es absurda y la pateo fuera de mi cabeza.
—¿Está en Portland por negocios? —pregunto y mi voz es muy aguda, como si hubiera aplastado mi dedo con una puerta o algo. ¡Demonios!
¡Trata de parecer tranquila, ____(tn)!
—Estaba visitando la división de granjas de la universidad. Tiene base en Vancouver. Actualmente, estoy fundando algunas investigaciones sobre la rotación de ganado y la ciencia del suelo —dice con naturalidad. ¿Ves? No está aquí para encontrarte en absoluto,se burla de mí, fuerte, orgulloso y enfadado. Me sonrojo ante mis caprichosos y tontos pensamientos.
—¿Todo es parte de tu plan alimenta-al-mundo? —pregunto
—Algo así —reconoce y sus labios se curvan en una media sonrisa.
Mira a la selección de organizadores de cables que tenemos en Clayton. ¿Qué demonios va a hacer con esos? No puedo imaginarlo como un tipo de persona “hagalo usted mismo” en absoluto. Sus dedos viajan por varios de los paquetes mostrados y por alguna razón inexplicable, tengo que mirar para otro lado. Se inclina y elige un paquete.
—Estos funcionarán —dice con su tan secreta sonrisa y me sonrojo.
—¿Algo más?
—Me gustaría un poco de cinta para enmascarar.
—¿Está redecorando? —Las palabras salen antes de que pueda detenerlas. ¿Seguramente contrata trabajadores o tiene un equipo para ayudarlo a decorar?
—No, no redecorando —dice rápidamente, luego sonríe burlonamente y tengo el incómodo sentimiento de que se está riendo de mí.
—Por aquí —murmuro avergonzada—. La cinta de enmascarar está en el pasillo de decoración.
—¿Trabajas aquí desde hace mucho? —Su voz es baja y me está mirando, sus ojos marrones concentrados fuertemente. Me sonrojo aún más brillantemente. ¿Por qué demonios tiene ese efecto sobre mí? Siento como si tuviera catorce años, inoportuna como siempre y fuera de lugar. ¡Ojos al frente, Steele!
—Cuatro años —mascullo mientras alcanzamos nuestro objetivo. Para distraerme, me inclino hacia abajo y escojo los dos anchos de cinta de enmascarar que tenemos en stock.
—Tomaré esa —dice Malik, apuntando suavemente a la más ancha, la cual le paso. Nuestros dedos se rozan muy brevemente y la corriente está ahí de nuevo, corriendo a través de mí como si hubiera tocado un cable expuesto. Me atraganto involuntariamente cuando lo siento, todo el camino hacia abajo a algún lugar oscuro e inexplorado, profundo en mi barriga. Desesperadamente, busco alrededor por mi equilibrio.
—¿Algo más? —Mi voz es áspera y agitada.
—Algo de cuerda, creo. —Su voz refleja la mía, áspera.
—Por aquí. —Inclino mi cabeza hacia abajo para esconder mi recurrente sonrojo y me dirijo al pasillo.
—¿De qué tipo buscaba? Tenemos cuerda sintética y natural de filamento… trenzada… cuerda de cable… —Me detengo ante su expresión, sus ojos oscureciéndose. Dios santo.
—Llevaré cuatro metros y medio de la soga natural de filamento, por favor.
Rápidamente, con dedos temblorosos, mido los cuatro metros y medio en la regla fija, consciente de su mirada marron y cálida sobre mí. No me atrevo a mirarlo. Jesús, ¿sería posible estar aún más conciente de mí misma? Tomando mi cuchillo Stanley del bolsillo trasero de mis jeans, la corto y la enrollo prolijamente antes de atarla en un nudo corredizo. Por algún milagro, me las arreglo para no cortarme un dedo con mi cuchillo.
—¿Fuiste una niña exploradora? —pregunta, labios esculturales y sensuales curvados en sorpresa. ¡No mires su boca!
—Las actividades de grupo organizados no son realmente lo mío, Sr. Malik.
Levanta una ceja.
—¿Qué es lo tuyo, ____(tn)? —pregunta, su voz suave y su sonrisa secreta de vuelta. Lo miro, incapaz de expresarme. Estoy sobre placas tectónicas en movimiento. Trata de parecer tranquila, ____(tn), mi torturado subconsciente me ruega de rodillas.
—Libros —susurro, pero por dentro, mi subconsciente está gritando: ¡Tú! ¡Tú eres lo que me interesa! Lo callo de inmediato, mortificada porque mi psiquis esta teniendo ideas por encima de su nivel.
—¿Qué clase de libros? —Inclina su cabeza hacia un lado. ¿Por qué está tan interesado?
—Oh, ya sabes… lo usual. Los clásicos. Literatura británica, mayormente.
Frota su barbilla con su largo dedo índice y pulgar mientras contempla mi respuesta. O tal vez está muy aburrido y está intentando ocultarlo.
—¿Algo más que necesites? —Necesito poder superar este tema, esos dedos en en ese rostro son tan seductores.
—No lo sé. ¿Qué más me recomendarías?
¿Qué te recomendaría? Ni siquiera sé que estás haciendo.
—¿Para un hazlo-tú-mismo?
Asiente, sus ojos marrones vivos con un secreto humor. Me sonrojo y mis ojos vuelan involuntariamente por sus cómodos jeans.
—Overoles —replico y sé que ya no controlo lo que está saliendo de mi boca. Él levanta una ceja, sorprendido de nuevo.
—No querrás arruinar tu ropa. —Hago un gesto vago en dirección a sus jeans.
—Siempre podría quitármelos —replica.
Siento el color en mis mejillas subiendo de nuevo. Debo estar del color del manifiesto comunista. Deja de hablar. Deja de hablar AHORA.
—Llevaré algunos overoles. No vaya a ser que se me estropee la ropa
—dice secamente. Trato de alejar la inconveniente imagen de él sin jeans.
—¿Necesita algo más? —pregunto tan rápido como le entrego los overoles azules.
Él ignora mi pregunta.
—¿Cómo va el artículo? —Finalmente me ha hecho una pregunta normal, lejos de todas las indirectas y la confusa conversación de doble sentido… Una pregunta que puedo responder. Tomo mis pensamientos firmemente con mis manos como si fuera algo de vida o muerte y elijo la honestidad.
—No voy a escribirlo. Katherine lo hará. La Srta. Kavanagh. Mi compañera de cuarto, ella es la escritora. Está muy feliz por eso. Es la editora de la revista y estaba devastada por no poder hacer la entrevista en persona. —Siento que finalmente puedo respirar, al menos un tema normal de conversación—. Su única preocupación es no tener fotografías originales de usted.
Malik levanta una ceja.
—¿Qué clase de fotografías quiere?
De acuerdo. No había imaginado esto en su respuesta. Sacudo mi cabeza, porque simplemente no lo sé.
—Bueno, estoy por aquí. Tal vez mañana…
—¿Estaría dispuesto a ir a una sesión de fotos? —Mi voz es aguda de nuevo. Kate estará en el séptimo cielo si logro conseguir esto. Y tal vez lo veas de nuevo mañana, ese oscuro lugar en la base de mi cerebro me susurra seductoramente.
—Kate estará encantada, si conseguimos un fotógrafo.
Estoy tan contenta. Le sonrío ampliamente. Sus labios se se abren, como si estuviera tomando una repentina bocanada de aire y parpadea. Por una fracción de segundo, parece de alguna forma perdido y la tierra se mueve un poco de su eje, las placas tectónicas moviéndose a una nueva posición.
Oh, dios. La mirada perdida de Zayn Malik.
—Hazme saber sobre mañana. —Alcanzando su bolsillo trasero, saca su billetera—. Mi tarjeta. Tiene mi número de celular en ella. Necesitas llamar antes de las diez de la mañana.
—De acuerdo. —Lo miro de nuevo. Kate estará encantada.
—¡____(tn)!
Paul se ha materializado al otro final del pasillo. Es el hermano más joven del Sr. Clayton. Oí que había llegado a casa desde Princeton, pero no esperaba verlo hoy.
—Eh, discúlpeme por un momento, Sr. Malik. —Malik frunce el ceño mientras me giro.
Paul siempre ha sido un amigo y en este extraño momento que estoy teniendo con el rico, poderoso, asombroso y extremadamente atractivo y controlador Malik, es genial hablar con alguien normal.
Paul me abraza fuerte tomándome por sorpresa.
—____(tn), hola, ¡es tan bueno verte! —dice.
—Hola, Paul. ¿Cómo estás? ¿Estás en casa por el cumpleaños de tu hermano?
—Síp. Te ves bien,____(tn), muy bien.
Me mira mientras me examina a la distancia de un brazo. Luego me suelta, pero mantiene un brazo posesivo sobre mi hombro. Cambio mi peso de un pie al otro, avergonzada. Es bueno ver a Paul, pero siempre ha sido confianzudo.
Cuando miro hacia Zayn Malik, está mirándonos como un halcón,ha cambiado del extraño y atento cliente a alguien más, alguien frío y distante.
—Paul, estoy con un cliente. Alguien que deberías conocer —digo, tratando de disuadir el antagonismo que veo en los ojos de Malik. Arrastro a Paul para presentarlo y se miden mutuamente.
— Eh, Paul, este es Zayn Malik. Sr. Malik, este es Paul Clayton. Su hermano es el dueño del lugar.
Y por alguna extraña razón, siento que debo explicarme un poco más.
—Conozco a Paul desde que trabajo aquí, aunque no nos vemos tan seguido. Ha vuelto de Princeton donde estudia administración de empresas. —Estoy balbuceando… ¡Detente ahora!
—Sr. Clayton. —Zayn mantiene su mano extendida, su mirada ilegible.
—Sr. Malik. —Paul devuelve el saludo—. Espera… ¿no es el Zayn Malik? ¿De empresas Holdings Malik?
Paul va de insípido a asombrado en menos de un nanosegundo. Malik le ofrece una sonrisa educada que no llega a sus ojos.
—Guau… ¿hay algo que pueda ofrecerle?
—____(tn) lo tiene bajo control, Sr. Clayton. Ella ha sido muy atenta.
Su expresión es impasible pero sus palabras… es como si estuviera diciendo algo completamente distinto. Es desconcertante.
—Genial —responde Paul—. Te veo luego, ____(tn).
—Seguro, Paul. —Lo miro desaparecer en el almacén.
— ¿Algo más, Sr. Malik?
—Sólo estas cosas.
Su tono es cortante y frío. Diablos… ¿Lo habré ofendido? Tomando una profunda respiración, me giro y voy hacia la caja. Junto la soga, overoles, cinta de enmascarar y organizadores de cables en el mostrador.
—Serían cuarenta y tres dólares, por favor.
Miro a Malik y deseo no haberlo hecho. Está mirandome de cerca. Es inquietante.
— ¿Le gustaría una bolsa? —pregunto mientras recibo su tarjeta de crédito.
—Por favor,____(tn).
Su lengua acaricia mi nombre y mi corazón una vez más está frenético. Casi no puedo respirar. De prisa, pongo sus cosas en una bolsa de plástico.
— ¿Me llamarás si quieres que haga la sesión de fotos?
Es todo sobre negocios otra vez. Asiento, muda de nuevo y devuelvo su tarjeta de crédito.
—Bien. Hasta mañana, quizás.
Se gira para irse, luego hace una pausa.
— Oh… y ____(tn), me alegra que la Srta. Kavanagh no haya podido hacer la entrevista.
Sonríe, luego sale con renovado interés fuera de la tienda, colocando la bolsa plástica sobre su hombro, dejándome como una temblorosa masa de iracundas hormonas femeninas. Paso varios minutos mirando la puerta cerrada por la que salió antes de volver al planeta tierra.
De acuerdo. Me gusta. Ahí, lo he admitido a mí misma. No puedo esconderme más de mis sentimientos. Nunca antes me he sentido así. Lo encuentro atractivo, muy atractivo. Pero es una causa perdida, lo sé y suspiro con un amargo resentimiento. Fue solo una coincidencia, su llegada aquí. Pero aún así, puedo admirarlo desde lejos, ¿no? Ningún mal puede venir de eso. Y si encuentro un fotógrafo, puedo admirarlo seriamente mañana. Muerdo mi labio en anticipación y me encuentro a mi misma entusiasmada como una colegiala. Necesito llamar a Kate y organizar una sesión de fotos.
50 Sombras de Malik
Capitulo 2 [Parte 3]
Capitulo 2 [Parte 3]
El sábado en la tienda es una pesadilla. Estamos asediados por personas que quieren arreglar sus casas ellos mismos. El Sr. y la Sra. Clayton, John y Patrick, los otros dos trabajadores de medio tiempo y yo estamos corriendo. Pero hay un momento de calma alrededor de la hora del almuerzo y la Sra. Clayton me pide que verifique algunas de las órdenes, mientras estoy sentada detrás del mostrador de la caja discretamente comiendo mi bagel.
Estoy enfrascada en la tarea, verificando los números del catálogo con los artículos que necesitamos y los elementos que hemos pedido, mis ojos moviéndose rápidamente del libro de órdenes a la pantalla de la computadora y de regreso, mientras corroboro que las entradas coincidan.
Entonces, por alguna razón, levanto la vista... y me encuentro atrapada en la atrevida mirada marron de Zayn Malik, quien está de pie en el mostrador, mirándome fijamente.
Insuficiencia cardíaca.
—Señorita Steele. Qué sorpresa tan agradable. —Su mirada es firme e intensa.
Mi.er.da. ¿Qué diablos está haciendo él aquí, con su cabello prolijamente despeinado, ropa de exterior, con su sweater tejido color crema, jeans y botas de caminar? Creo que mi boca se ha abierto y no puedo localizar mi cerebro o mi voz.
—Sr. Malik —susurro, porque eso es todo lo que puedo lograr. Hay un dejo de sonrisa en sus labios y sus ojos brillan con humor, como si estuviera disfrutando de alguna broma privada.
—Estaba por el área —dijo a modo de explicación—. Necesito reabastecer el stock de algunas cosas. Es un placer verla de nuevo, Srta. Steele .—Su voz es suave y profunda como el chocolate derretido con caramelo… o algo.
Sacudo mi cabeza para reunir mis ideas. Mi corazón está latiendo frenéticamente y por alguna razón, me estoy sonrojando furiosamente bajo su persistente escrutinio. Estoy anonadada por la visión de él parado frente a mi. Mis recuerdos no le hacían justicia. No es simplemente atractivo, es el resumen de la belleza masculina, te quita la respiración y está aquí. Aquí en la ferretería Clayton. Imagínate. Finalmente, mis funciones cognitivas son restauradas y reconectadas con el resto de mi cuerpo.
—____(tn). Mi nombre es ____(tn) —logro modular—. ¿En qué puedo ayudarlo, Sr. Malik?
Él sonríe y de nuevo es como si fuera el dueño de algún gran secreto. Es tan desconcertante. Tomando una profunda respiración, pongo mi cara profesional de he-trabajado-en-esta-tienda-por-años. Puedo hacer esto.
—Hay algunas cosas que necesito. Para empezar, me gustaría algunos organizadores de cables —murmura, sus ojos marrones tranquilos pero divertidos.
—Tenemos de varios largos. ¿Desea que le muestre? —digo, mi voz suave y profunda. Tómalo con calma, Steele. Un ligero fruncimiento de cejas marca la bella frente de Malik.
—Por favor. Guíeme, Srita. Steele —dice. Trato de parecer despreocupada mientras salgo del mostrador, pero en realidad, estoy concentrándome duramente en no caerme con mis propios pies, mis piernas repentinamente tienen la consistencia de la gelatina. Estoy tan feliz de haber decidido usar mis mejores jeans esta mañana.
—Están con los insumos eléctricos, pasillo ocho. —Mi voz es un poco demasiado fuerte. Miro hacia él y me arrepiento casi de inmediato. Demonios, es atractivo. Me sonrojo.
—Después de usted —murmura, haciendo un gesto con sus manos de largos dedos, bellamente arregladas.
Con mi corazón casi ahogándome, porque está en mi garganta tratando de escapar por mi boca, me dirijo a uno de los pasillos de la sección eléctrica. ¿Por qué está en Portland? ¿Por qué está aquí, en Clayton? Y desde una pequeña y casi no usada parte de mi cerebro —probablemente localizada en la base de mi bulbo raquídeo, en donde habita mi subconciente— llega el pensamiento: está aquí para verte. ¡No puede ser! Lo rechazo inmediatamente. ¿Por qué este hombre de ciudad, hermoso y poderoso querría verme? La idea es absurda y la pateo fuera de mi cabeza.
—¿Está en Portland por negocios? —pregunto y mi voz es muy aguda, como si hubiera aplastado mi dedo con una puerta o algo. ¡Demonios!
¡Trata de parecer tranquila, ____(tn)!
—Estaba visitando la división de granjas de la universidad. Tiene base en Vancouver. Actualmente, estoy fundando algunas investigaciones sobre la rotación de ganado y la ciencia del suelo —dice con naturalidad. ¿Ves? No está aquí para encontrarte en absoluto,se burla de mí, fuerte, orgulloso y enfadado. Me sonrojo ante mis caprichosos y tontos pensamientos.
—¿Todo es parte de tu plan alimenta-al-mundo? —pregunto
—Algo así —reconoce y sus labios se curvan en una media sonrisa.
Mira a la selección de organizadores de cables que tenemos en Clayton. ¿Qué demonios va a hacer con esos? No puedo imaginarlo como un tipo de persona “hagalo usted mismo” en absoluto. Sus dedos viajan por varios de los paquetes mostrados y por alguna razón inexplicable, tengo que mirar para otro lado. Se inclina y elige un paquete.
—Estos funcionarán —dice con su tan secreta sonrisa y me sonrojo.
—¿Algo más?
—Me gustaría un poco de cinta para enmascarar.
—¿Está redecorando? —Las palabras salen antes de que pueda detenerlas. ¿Seguramente contrata trabajadores o tiene un equipo para ayudarlo a decorar?
—No, no redecorando —dice rápidamente, luego sonríe burlonamente y tengo el incómodo sentimiento de que se está riendo de mí.
—Por aquí —murmuro avergonzada—. La cinta de enmascarar está en el pasillo de decoración.
—¿Trabajas aquí desde hace mucho? —Su voz es baja y me está mirando, sus ojos marrones concentrados fuertemente. Me sonrojo aún más brillantemente. ¿Por qué demonios tiene ese efecto sobre mí? Siento como si tuviera catorce años, inoportuna como siempre y fuera de lugar. ¡Ojos al frente, Steele!
—Cuatro años —mascullo mientras alcanzamos nuestro objetivo. Para distraerme, me inclino hacia abajo y escojo los dos anchos de cinta de enmascarar que tenemos en stock.
—Tomaré esa —dice Malik, apuntando suavemente a la más ancha, la cual le paso. Nuestros dedos se rozan muy brevemente y la corriente está ahí de nuevo, corriendo a través de mí como si hubiera tocado un cable expuesto. Me atraganto involuntariamente cuando lo siento, todo el camino hacia abajo a algún lugar oscuro e inexplorado, profundo en mi barriga. Desesperadamente, busco alrededor por mi equilibrio.
—¿Algo más? —Mi voz es áspera y agitada.
—Algo de cuerda, creo. —Su voz refleja la mía, áspera.
—Por aquí. —Inclino mi cabeza hacia abajo para esconder mi recurrente sonrojo y me dirijo al pasillo.
—¿De qué tipo buscaba? Tenemos cuerda sintética y natural de filamento… trenzada… cuerda de cable… —Me detengo ante su expresión, sus ojos oscureciéndose. Dios santo.
—Llevaré cuatro metros y medio de la soga natural de filamento, por favor.
Rápidamente, con dedos temblorosos, mido los cuatro metros y medio en la regla fija, consciente de su mirada marron y cálida sobre mí. No me atrevo a mirarlo. Jesús, ¿sería posible estar aún más conciente de mí misma? Tomando mi cuchillo Stanley del bolsillo trasero de mis jeans, la corto y la enrollo prolijamente antes de atarla en un nudo corredizo. Por algún milagro, me las arreglo para no cortarme un dedo con mi cuchillo.
—¿Fuiste una niña exploradora? —pregunta, labios esculturales y sensuales curvados en sorpresa. ¡No mires su boca!
—Las actividades de grupo organizados no son realmente lo mío, Sr. Malik.
Levanta una ceja.
—¿Qué es lo tuyo, ____(tn)? —pregunta, su voz suave y su sonrisa secreta de vuelta. Lo miro, incapaz de expresarme. Estoy sobre placas tectónicas en movimiento. Trata de parecer tranquila, ____(tn), mi torturado subconsciente me ruega de rodillas.
—Libros —susurro, pero por dentro, mi subconsciente está gritando: ¡Tú! ¡Tú eres lo que me interesa! Lo callo de inmediato, mortificada porque mi psiquis esta teniendo ideas por encima de su nivel.
—¿Qué clase de libros? —Inclina su cabeza hacia un lado. ¿Por qué está tan interesado?
—Oh, ya sabes… lo usual. Los clásicos. Literatura británica, mayormente.
Frota su barbilla con su largo dedo índice y pulgar mientras contempla mi respuesta. O tal vez está muy aburrido y está intentando ocultarlo.
—¿Algo más que necesites? —Necesito poder superar este tema, esos dedos en en ese rostro son tan seductores.
—No lo sé. ¿Qué más me recomendarías?
¿Qué te recomendaría? Ni siquiera sé que estás haciendo.
—¿Para un hazlo-tú-mismo?
Asiente, sus ojos marrones vivos con un secreto humor. Me sonrojo y mis ojos vuelan involuntariamente por sus cómodos jeans.
—Overoles —replico y sé que ya no controlo lo que está saliendo de mi boca. Él levanta una ceja, sorprendido de nuevo.
—No querrás arruinar tu ropa. —Hago un gesto vago en dirección a sus jeans.
—Siempre podría quitármelos —replica.
Siento el color en mis mejillas subiendo de nuevo. Debo estar del color del manifiesto comunista. Deja de hablar. Deja de hablar AHORA.
—Llevaré algunos overoles. No vaya a ser que se me estropee la ropa
—dice secamente. Trato de alejar la inconveniente imagen de él sin jeans.
—¿Necesita algo más? —pregunto tan rápido como le entrego los overoles azules.
Él ignora mi pregunta.
—¿Cómo va el artículo? —Finalmente me ha hecho una pregunta normal, lejos de todas las indirectas y la confusa conversación de doble sentido… Una pregunta que puedo responder. Tomo mis pensamientos firmemente con mis manos como si fuera algo de vida o muerte y elijo la honestidad.
—No voy a escribirlo. Katherine lo hará. La Srta. Kavanagh. Mi compañera de cuarto, ella es la escritora. Está muy feliz por eso. Es la editora de la revista y estaba devastada por no poder hacer la entrevista en persona. —Siento que finalmente puedo respirar, al menos un tema normal de conversación—. Su única preocupación es no tener fotografías originales de usted.
Malik levanta una ceja.
—¿Qué clase de fotografías quiere?
De acuerdo. No había imaginado esto en su respuesta. Sacudo mi cabeza, porque simplemente no lo sé.
—Bueno, estoy por aquí. Tal vez mañana…
—¿Estaría dispuesto a ir a una sesión de fotos? —Mi voz es aguda de nuevo. Kate estará en el séptimo cielo si logro conseguir esto. Y tal vez lo veas de nuevo mañana, ese oscuro lugar en la base de mi cerebro me susurra seductoramente.
—Kate estará encantada, si conseguimos un fotógrafo.
Estoy tan contenta. Le sonrío ampliamente. Sus labios se se abren, como si estuviera tomando una repentina bocanada de aire y parpadea. Por una fracción de segundo, parece de alguna forma perdido y la tierra se mueve un poco de su eje, las placas tectónicas moviéndose a una nueva posición.
Oh, dios. La mirada perdida de Zayn Malik.
—Hazme saber sobre mañana. —Alcanzando su bolsillo trasero, saca su billetera—. Mi tarjeta. Tiene mi número de celular en ella. Necesitas llamar antes de las diez de la mañana.
—De acuerdo. —Lo miro de nuevo. Kate estará encantada.
—¡____(tn)!
Paul se ha materializado al otro final del pasillo. Es el hermano más joven del Sr. Clayton. Oí que había llegado a casa desde Princeton, pero no esperaba verlo hoy.
—Eh, discúlpeme por un momento, Sr. Malik. —Malik frunce el ceño mientras me giro.
Paul siempre ha sido un amigo y en este extraño momento que estoy teniendo con el rico, poderoso, asombroso y extremadamente atractivo y controlador Malik, es genial hablar con alguien normal.
Paul me abraza fuerte tomándome por sorpresa.
—____(tn), hola, ¡es tan bueno verte! —dice.
—Hola, Paul. ¿Cómo estás? ¿Estás en casa por el cumpleaños de tu hermano?
—Síp. Te ves bien,____(tn), muy bien.
Me mira mientras me examina a la distancia de un brazo. Luego me suelta, pero mantiene un brazo posesivo sobre mi hombro. Cambio mi peso de un pie al otro, avergonzada. Es bueno ver a Paul, pero siempre ha sido confianzudo.
Cuando miro hacia Zayn Malik, está mirándonos como un halcón,ha cambiado del extraño y atento cliente a alguien más, alguien frío y distante.
—Paul, estoy con un cliente. Alguien que deberías conocer —digo, tratando de disuadir el antagonismo que veo en los ojos de Malik. Arrastro a Paul para presentarlo y se miden mutuamente.
— Eh, Paul, este es Zayn Malik. Sr. Malik, este es Paul Clayton. Su hermano es el dueño del lugar.
Y por alguna extraña razón, siento que debo explicarme un poco más.
—Conozco a Paul desde que trabajo aquí, aunque no nos vemos tan seguido. Ha vuelto de Princeton donde estudia administración de empresas. —Estoy balbuceando… ¡Detente ahora!
—Sr. Clayton. —Zayn mantiene su mano extendida, su mirada ilegible.
—Sr. Malik. —Paul devuelve el saludo—. Espera… ¿no es el Zayn Malik? ¿De empresas Holdings Malik?
Paul va de insípido a asombrado en menos de un nanosegundo. Malik le ofrece una sonrisa educada que no llega a sus ojos.
—Guau… ¿hay algo que pueda ofrecerle?
—____(tn) lo tiene bajo control, Sr. Clayton. Ella ha sido muy atenta.
Su expresión es impasible pero sus palabras… es como si estuviera diciendo algo completamente distinto. Es desconcertante.
—Genial —responde Paul—. Te veo luego, ____(tn).
—Seguro, Paul. —Lo miro desaparecer en el almacén.
— ¿Algo más, Sr. Malik?
—Sólo estas cosas.
Su tono es cortante y frío. Diablos… ¿Lo habré ofendido? Tomando una profunda respiración, me giro y voy hacia la caja. Junto la soga, overoles, cinta de enmascarar y organizadores de cables en el mostrador.
—Serían cuarenta y tres dólares, por favor.
Miro a Malik y deseo no haberlo hecho. Está mirandome de cerca. Es inquietante.
— ¿Le gustaría una bolsa? —pregunto mientras recibo su tarjeta de crédito.
—Por favor,____(tn).
Su lengua acaricia mi nombre y mi corazón una vez más está frenético. Casi no puedo respirar. De prisa, pongo sus cosas en una bolsa de plástico.
— ¿Me llamarás si quieres que haga la sesión de fotos?
Es todo sobre negocios otra vez. Asiento, muda de nuevo y devuelvo su tarjeta de crédito.
—Bien. Hasta mañana, quizás.
Se gira para irse, luego hace una pausa.
— Oh… y ____(tn), me alegra que la Srta. Kavanagh no haya podido hacer la entrevista.
Sonríe, luego sale con renovado interés fuera de la tienda, colocando la bolsa plástica sobre su hombro, dejándome como una temblorosa masa de iracundas hormonas femeninas. Paso varios minutos mirando la puerta cerrada por la que salió antes de volver al planeta tierra.
De acuerdo. Me gusta. Ahí, lo he admitido a mí misma. No puedo esconderme más de mis sentimientos. Nunca antes me he sentido así. Lo encuentro atractivo, muy atractivo. Pero es una causa perdida, lo sé y suspiro con un amargo resentimiento. Fue solo una coincidencia, su llegada aquí. Pero aún así, puedo admirarlo desde lejos, ¿no? Ningún mal puede venir de eso. Y si encuentro un fotógrafo, puedo admirarlo seriamente mañana. Muerdo mi labio en anticipación y me encuentro a mi misma entusiasmada como una colegiala. Necesito llamar a Kate y organizar una sesión de fotos.
Última edición por Mavy124 el Dom 14 Abr 2013, 8:09 pm, editado 1 vez
Mavy1D
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
50 Sombras de Malik
Capitulo 3 [Parte 1]
Capitulo 3 [Parte 1]
Kate está feliz.
—Pero ¿qué estaba haciendo en Clayton?
Su curiosidad se cuela a través del teléfono. Estoy en el fondo de la sala de archivo, tratando de mantener mi voz casual.
—Estaba en la zona.
—Creo que es una enorme coincidencia, ____(tn). ¿No crees que estaba allí para verte? —especula.
Mi corazón se tambalea ante la perspectiva, pero es una alegría fugaz. La aburrida y decepcionante realidad es que él estaba allí por negocios.
—Estaba visitando la división de agricultura de la universidad. Está financiando una investigación —murmuro.
—Oh, sí. Le está dando al departamento 2.5 millones de dólares.
—¿Cómo sabes?
—____(tn), soy periodista y he escrito un artículo sobre él. Es mi trabajo saber esto.
—Bueno, entonces, ¿quieres estas fotos?
—Por supuesto que sí. La pregunta es, ¿quién va a hacerlo y dónde?
—Podríamos preguntarle a él en dónde. Dice que se va a quedar en la zona.
—¿Puedes comunicarte con él?
—Tengo su número de teléfono celular.
—El soltero más rico, difícil de alcanzar y enigmático en el estado del Washintong, simplemente te dio su número de teléfono celular.
—Eh... sí.
—¡____(tn)! Le gustas. Sin lugar a dudas.
—Kate, está tratando de ser amable.
Pero a medida que digo las palabras, me doy cuenta de que no es cierto… Zayn Malik no es amable. Educado, tal vez. Y una pequeña voz me susurra: tal vez Kate tiene razón.
Mi cuero cabelludo se eriza ante la idea de que quizás, sólo quizás, tal vez le guste. Después de todo, dijo que se alegraba de que Kate no hiciera la entrevista. Me abrazo con silenciosa alegría, balanceándome de lado a lado, considerando por un breve momento con la posibilidad de que tal vez yo podría gustarle. Kate me trae de nuevo a la actualidad.
—No sé a quién vamos a llevar para hacer la toma. Levi, nuestro fotógrafo habitual, no puede. Está en su casa en Idaho Falls por el fin de semana. Se va a molestar por perder la oportunidad de fotografiar a uno de los empresarios líderes de América .
—Hmm... ¿Qué hay de Liam?
—¡Buena idea! Pregúntale, él haría cualquier cosa por ti. Luego llamas a Zayn y averigua dónde nos quiere.
Kate es irritantemente arrogante respecto a Liam.
—Creo que deberías llamarlo.
—¿A quién, a Liam? —se burla Kate.
—No, a Zayn.
—____(tn), tú eres la que tiene la relación.
—¿Relación? —chillo, alzando mi voz unas cuantas octavas. —Apenas lo conozco.
—Por lo menos lo conociste —dice con amargura—. Y parece que quiere conocerte mejor. ____(tn), sólo llámalo —dice y cuelga.
Es tan mandona a veces. Le frunzo el ceño a mi celular y le saco la lengua.
Apenas estoy dejándole un mensaje a José cuando Paul entra en el almacén buscando papel de lija.
—Estamos un poco ocupados allí, ____(tn) —dice sin brusquedad.
—Sí, bueno, lo siento —murmuro, volviendo a salir.
—Así que, ¿cómo es que conoces a Zayn Malik?
La voz indiferente de Paul es poco convincentemente.
—Tuve que hacerle una entrevista para nuestro periódico estudiantil. Kate no estaba bien. —Me encojo de hombros, tratando de sonar casual pero no lo hago mejor que él.
—Zayn Malik en Clayton. Imagínate —resopla Paul, asombrado. Sacude la cabeza como para despejarse—. De todos modos, ¿quieres ir por un trago o algo esta noche?
Cada vez que está en casa me invita a salir y siempre le digo que no. Es un ritual. Nunca he considerado una buena idea tener una cita con el hermano del jefe, además, Paul es lindo en ese estilo de Chico-Americano-hijo de vecino, pero no es un héroe literario, ni con un mínimo esfuerzo de imaginación. ¿Lo es Malik?, me pregunta mi subconsciente, con su ceja simbólicamente levantada. Le doy una palmada para que se calle.
—¿No tienes una cena familiar o algo debido a tu hermano?
—Eso es mañana.
—Quizás en otra ocasión, Paul. Tengo que estudiar esta noche. Tengo mis exámenes finales la próxima semana.
—____(tn), uno de estos días, dirás que sí —dice sonriendo, mientras escapo hacia la sala de ventas.
—Yo hago fotos de lugares ____(tn), no de personas —se queja Liam
—Liam, ¿por favor? —le ruego.
Tomando mi celular, paseo por la sala de nuestro apartamento, deteniéndome frente a la ventana a mirar la pálida luz del atardecer.
—Dame ese teléfono. —Kate me quita el teléfono, sacudiendo su sedoso cabello rubio rojizo por encima del hombro— Escucha, Liam Payne, si quieres que nuestro periódico cubra la entrada de tu show, tomarás esta foto para nosotros mañana ¿Capiche? —Kate puede ser increíblemente difícil.
—Bien. ____(tn)volverá a llamar con la dirección y la hora. Nos vemos mañana. —Cierra la tapa de mi teléfono—Arreglado. Todo lo que necesitamos hacer ahora es decidir dónde y cuándo. Llámalo.
Sostiene el teléfono frente a mí. Mi estómago gira— Llama a Malik, ¡ahora!
Le frunzo el ceño y busco en mi bolsillo su tarjeta. Tomo una respiración profunda, estabilizante y con los dedos temblorosos, marco el número.
--Malik
—Eh... ¿Sr. Malik? Es ____(tn) Steele.
No reconozco mi propia voz, estoy tan nerviosa. Hay una breve pausa. Estoy temblando.
—Señorita Steele. Qué bueno saber de usted. —Su voz ha cambiado.
Se sorprende, creo y suena tan cálido... incluso seductor. Mi respiración se entrecorta y suspiro. Soy consciente de que de repente Katherine Kavanagh me está mirando con la boca abierta y me lanzo hacia la cocina para evitar su escrutinio no deseado.
—Eh… nos gustaría seguir adelante con la sesión de fotos para el artículo.
Respira, ____(tn), respira. Mis pulmones se arrastran en una respiración apresurada.
— Mañana, si eso está bien. ¿Dónde sería conveniente para usted, señor?
Casi puedo escuchar su sonrisa de misterio a través del teléfono.
—Me quedo en el Heathman de Portland. Digamos, ¿a las nueve y media de la mañana?
—Bueno, nos vemos allí.
Estoy toda efusiva y entrecortada… como un niño, no como una mujer adulta que puede votar y beber legalmente en el Estado de Washington.
—Estaré esperándolo, señorita Steele.
Me imagino el brillo perverso en sus ojos avellana. ¿Cómo hace para que cuatro pequeñas palabras contengan tantas tentadoras promesas? Cuelgo. Kate está en la cocina y me observa con una mirada de consternación total y absoluta en su rostro.
—____(tn) Rose Steele. ¡Te gusta! Nunca te he visto o escuchado tan, tan... afectada por nadie. En realidad estás ruborizada.
—Oh, Kate, tú sabes que me sonrojo todo el tiempo. Es un riesgo laboral conmigo. No seas ridícula —le suelto. Parpadea, mirándome con sorpresa —muy rara vez saco mis juguetes del coche— y me arrepiento brevemente—. Sólo lo encuentro... intimidante, eso es todo.
—Heathman, figúrate —murmura Kate—. Voy a llamar al manager para negociar un espacio para la toma.
—Haré la cena. Luego tengo que estudiar.
No puedo ocultar mi irritación con ella mientras abro uno de los armarios para hacer la cena.
Estoy intranquila esa noche, dando vueltas y vueltas. Soñando con ojos mieles, overoles, piernas largas, dedos largos y oscuros, oscuros sitios inexplorados. Me levanto dos veces en la noche, mi corazón latiendo con fuerza. Oh, voy a lucir hermosa mañana durmiendo tan poco, me regaño. Golpeo mi almohada y trato de dormir.
El Heathman está situado en el corazón del centro de Portland. Su impresionante edificio de piedra marrón se terminó justo a tiempo para la ruptura de finales de 1920. José, Travis y yo estamos viajando en mi escarabajo y Kate está en su CLK, ya que no caben todos en mi coche. Travis es el amigo de Liam y su ayudante, está aquí para ayudar con la iluminación.
Kate ha logrado conseguir que nos permitan usar una habitación en el Heathman sin costo alguno por la mañana a cambio de un crédito en el artículo. Cuando ella explica en la recepción que estamos aquí para fotografiar al Gerente General Zayn Malik, instantáneamente nos suben a una suite. Una de tamaño regular, sin embargo, ya que al parecer el Sr. Malik está ocupando la más grande del edificio.
Un ejecutivo de marketing nos muestra la suite… es terriblemente joven y está muy nervioso por alguna razón. Sospecho que es la belleza de Kate y su forma autoritaria lo que lo desarma, porque él es como plastilina en sus manos. Las habitaciones son elegantes, discretas y decoradas con opulencia.
Son las nueve. Tenemos una media hora para arreglarlo todo. Kate está en pleno movimiento.
—Liam, creo que vamos a hacer la toma contra la pared, ¿estás de acuerdo? —No espera por su respuesta—. Travis, limpia las sillas. ____(tn), ¿podrías pedirle al ama de llaves que traiga algunos refrescadores de ambiente? Y Avísale a Malik dónde estamos.
Sí, señora. Ella es muy dominante. Pongo los ojos en blanco, pero hago lo que me dice. Media hora más tarde, Zayn Malik entra en nuestra suite.
¡Santa ****! Lleva una camisa blanca, con el cuello abierto y pantalones de franela gris que cuelgan de sus caderas. Su pelo rebelde aún está húmedo por la ducha. Mi boca se seca mirándolo... es tan malditamente caliente. Malik es seguido dentro de la suite por un hombre de treinta y tantos años, con corte de militar, vestido con un traje oscuro y corbata, que se queda en silencio en un rincón. Sus ojos color avellana nos observan impasibles.
—Señorita Steele, nos encontramos de nuevo.
Malik extiende su mano y la estrecho, parpadeando rápidamente. Oh mi... él es en realidad, bastante... wow. Mientras sujeto su mano, percibo esa deliciosa corriente que atraviesa e ilumina mi cuerpo, me hace sonrojar y estoy segura de que mi respiración errática debe ser audible.
—Señor Malik, le presento a Katherine Kavanagh —murmuro, agitando una mano hacia Kate, que se adelanta, mirándolo a los ojos.
—La tenaz señorita Kavanagh. ¿Cómo está? —Le da una pequeña sonrisa, luciendo genuinamente divertido—. ¿Confío en que se sienta mejor? ____(tn) dijo que estaba enferma la semana pasada.
—Estoy bien, gracias, Sr. Malik.
Le da la mano con firmeza y sin pestañear. Me recuerdo a mí misma que Kate ha estado en las mejores escuelas privadas de Washington. Su familia tiene dinero y ha crecido con confianza y segura de su lugar en el mundo. No asume ningún tipo de basura. Estoy asustada de ella —Gracias por tomarse el tiempo para hacer esto.—Le da una sonrisa amable y profesional.
—Es un placer —responde, volviendo su mirada hacia mí, haciéndome sonrojar otra vez. Diablos.
—Este es Liam Payne nuestro fotógrafo —le digo, sonriéndole a Liam quien me devuelve una sonrisa afectuosa. Sus ojos son fríos cuando mira a Malik.
—Señor Malik. —Asiente con la cabeza.
—Señor Payne.
La expresión de Malik cambia mucho mientras evalúa a Liam.
—¿Dónde me prefiere? —pregunta Malik.
Su tono suena vagamente amenazante. Pero Katherine no está dispuesta a dejar que José haga un espectáculo.
—Señor Malik, ¿podría sentarse aquí por favor? Tenga cuidado con los cables de la iluminación. Y luego tomaremos también algunas de pie. —Lo dirige a una silla colocada contra la pared.
Travis enciende las luces, encegueciendo momentáneamente a Malik y murmura una disculpa. A continuación, Travis y yo damos un paso atrás y vemos cómo Liam dispara su cámara. Toma varias fotografías, pidiéndole a Malik que se mueva de esta manera, luego de esta otra, que mueva su brazo, que lo baje de nuevo.
Pasando al trípode, Liam toma varias más, mientras que Malik se sienta y posa, paciente y naturalmente, durante unos veinte minutos. Mi deseo se ha hecho realidad: Puedo estar de pie y admirar a Malik de cerca. Dos veces nuestros ojos se encuentran y tengo que alejarme de su mirada turbia.
—Suficientes sentado —dice Katherine de nuevo—. ¿De pie, Sr. Malik? —pregunta.
Él se pone de pie y Travis se escabulle para quitar la silla. El disparador en la Nikon de Liam comienza a hacer clic de nuevo.
—Creo que tenemos suficientes —anuncia Liam, cinco minutos más tarde.
—Grandioso —dice Kate—. Gracias de nuevo, Sr. Malik. —Le da la mano, al igual que Liam
—Estoy ansioso por leer el artículo, señorita Kavanagh —murmura Malik y se vuelve hacia mí, de pie junto a la puerta
—¿Podría caminar conmigo, señorita Steele? —pregunta.
Mavy1D
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
50 Sombras de Malik
Capitulo 3 [Parte 2]
Capitulo 3 [Parte 2]
—Claro —digo, totalmente desconcertada. Miro ansiosamente a Kate, quien se encoge de hombros. Me doy cuenta de que José tiene el ceño fruncido detrás de ella.
—Buen día para todos —dice Malik mientras abre la puerta, parándose a un lado para que yo pueda ir primero.
Infierno Santo... ¿qué es esto? ¿Qué quiere? Me detengo en el pasillo del hotel, moviéndome nerviosamente mientras Malik sale de la habitación, seguido por el Sr. corte de militar en su traje impecable.
—Yo te llamo, Taylor —murmura a corte de militar.
Taylor camina por el pasillo y Malik vuelve sus ardientes ojos marrones hacia mí.
—Me preguntaba si te gustaría acompañarme a tomar café esta mañana.
Mi corazón salta de golpe hasta mi boca. ¿Una cita? Zayn Malik me está pidiendo una cita. Pregunta si deseo tomar un café. Tal vez piensa que no te has despertado todavía, mi subconsciente gime en un modo burlón otra vez. Me aclaro la garganta tratando de controlar mis nervios.
—Debo llevar a todos a casa —murmuro en tono de disculpa, retorciendo mis manos y dedos frente a mí.
—¡Taylor! —llama, haciéndome saltar.
Taylor, que se había retirado por el pasillo, se da la vuelta y se dirige de nuevo hacia nosotros.
— ¿Regresan a la universidad? —pregunta Malik, su voz suave e inquietante. Asiento con la cabeza, demasiado aturdida como para hablar.
—Taylor puede llevarlos. Es mi chofer. Tenemos un amplio 4x4 aquí, así que podrá también con el equipo.
—¿Señor Malik? —pregunta Taylor cuando llega hasta nosotros, dejando algo de distancia.
—Por favor, ¿puedes llevar al fotógrafo, su ayudante y a la señorita Kavanagh de vuelta a casa?
—Por supuesto, señor —responde Taylor.
—Ahí lo tienes. Ahora, ¿puedes acompañarme a tomar un café? —Malik sonríe como si fuera un hecho.
Frunzo el ceño ante él.
—Um, Sr. Malik, eh… esto realmente... mire, Taylor no tiene que llevarlos a casa.
Le doy una breve mirada a Taylor.
—Puedo cambiar de vehículo con Kate, si me da un momento.
Malik muestra una deslumbrante, descontrolada, natural y gloriosa sonrisa mostrando los dientes. Oh mi... y abre la puerta de la suite para que pueda volver a entrar. Me deslizo alrededor de él para entrar en la habitación, encontrando a Katherine sumergida en una discusión con Liam.
—____(tn), creo que definitivamente le gustas —dice sin preámbulos. Liam me mira con desaprobación—. Pero no confío en él —añade. Levanto mi mano hacia arriba con la esperanza de que deje de hablar. Por algún milagro, lo hace.
—Kate, si tomas el Beetle, ¿puedo quedarme con tu auto?
—¿Por qué?
—Zayn Malik me ha pedido que vaya a tomar un café con él.
Su boca se abre. ¡Kate sin palabras! Saboreo el momento. Me toma por el brazo y me arrastra hacia el dormitorio fuera de la sala de estar de la suite.
—____(tn), hay algo en él. —Su tono de voz está lleno de advertencia—. Es hermoso, estoy de acuerdo, pero creo que es peligroso. Especialmente para alguien como tú.
—¿Qué quieres decir con eso de alguien como yo? —le pregunto ofendida.
—Una inocente como tú, ____(tn). Ya sabes lo que quiero decir —me contesta un poco enfadada.
Me ruborizo.
—Kate, solo es un café. Empiezo los exámenes esta semana y tengo que estudiar, así que no me alargaré mucho.
Arruga los labios, como si estuviera considerando mi petición. Al final se saca las llaves del bolsillo y me las da. Le doy las mías.
—Nos vemos luego. No tardes, o pediré que vayan a rescatarte.
—Gracias.
La abrazo.
Salgo de la suite y encuentro a Zayn Malik esperándome apoyado en la pared. Parece un modelo posando para una sofisticada revista de moda.
—Ya está. Vamos a tomar un café —murmuro enrojeciendo de nuevo.
Sonríe.
—Usted primero, señorita Steele.
Se incorpora y hace un gesto para que pase delante. Avanzo por el pasillo con las piernas temblando, el estómago lleno de mariposas y el corazón latiéndome violentamente. Voy a tomar un café con Zayn Malik… y odio el café.
Caminamos juntos por el amplio pasillo hacia el ascensor. ¿Qué puedo decirle? De pronto el temor me paraliza la mente. ¿De qué vamos a hablar? ¿Qué tengo yo en común con él? Su voz cálida me sobresalta y me aparta de mis pensamientos.
—¿Cuánto hace que conoce a Katherine Kavanagh?
Bueno, una pregunta fácil para empezar.
—Desde el primer año de facultad. Somos buenas amigas.
—Ya —me contesta evasivo.
¿Qué está pensando?
Pulsa el botón para llamar al ascensor y casi de inmediato suena el pitido. Las puertas se abren y muestran a una joven pareja abrazándose apasionadamente. Se separan de golpe, sorprendidos e incómodos, y miran con aire de culpabilidad en cualquier dirección menos la nuestra. Zayn y yo entramos en el ascensor.
Intento que no cambie mi expresión, así que miro al suelo al sentir que las mejillas me arden. Cuando levanto la mirada hacia Zayn, parece que ha esbozado una sonrisa, pero es muy difícil asegurarlo. La joven pareja no dice nada. Descendemos a la planta baja en un incómodo silencio. Ni siquiera suena uno de esos terribles hilo musicales para distraernos.
Las puertas se abren y, para mi gran sorpresa, Malik me coge de la mano y me la sujeta con sus dedos largos y fríos. Siento la corriente recorriendo mi cuerpo, y mis ya rápidos latidos se aceleran. Mientras tira de mí para salir del ascensor, oímos a nuestras espaldas la risita tonta de la pareja. Grey sonríe.
—¿Qué pasa con los ascensores? —masculla.
Cruzamos el amplio y animado vestíbulo del hotel en dirección a la entrada, pero Malik evita la puerta giratoria. Me pregunto si es porque tendría que soltarme la mano.
Es un bonito domingo de mayo. Brilla el sol y apenas hay tráfico. Malik gira a la izquierda y avanza hacia la esquina, donde nos detenemos a esperar que cambie el semáforo. Estoy en la calle y Zayn Malik me lleva de la mano. Nunca he paseado de la mano de nadie. La cabeza me da vueltas, y un cosquilleo me recorre todo el cuerpo. Intento reprimir la ridícula sonrisa que amenaza con dividir mi cara en dos. Intenta calmarte, Ana, me implora mi subconsciente. El hombrecillo verde del semáforo se ilumina y seguimos nuestro camino.
Andamos cuatro manzanas hasta llegar al Portland Coffee House, donde Zayn me suelta para sujetarme la puerta.
—¿Por qué no elige una mesa mientras voy a pedir? ¿Qué quiere tomar? —me pregunta, tan educado como siempre.
—Tomaré… eh… un té negro.
Alza las cejas.
—¿No quiere un café?
—No me gusta demasiado el café.
Sonríe.
—Muy bien, un té negro. ¿Dulce?
Me quedo un segundo perpleja, pensando que se refiere a mí, pero por suerte aparece mi subconsciente frunciendo los labios. No, tonta… Que si lo quieres con azúcar.
—No, gracias.
Me miro los dedos nudosos.
—¿Quiere comer algo?
—No, gracias.
Niego con la cabeza y Malik se dirige a la barra.
Levanto un poco la vista y lo miro furtivamente mientras espera en la cola a que le sirvan. Podría pasarme el día mirándolo… Es alto, ancho de hombros y delgado… Y cómo le caen los pantalones… Madre mía. Un par de veces se pasa los largos y bonitos dedos por el pelo, que ya está seco, aunque sigue alborotado. Ay, cómo me gustaría hacerlo a mí. La idea se me pasa de pronto por la cabeza y me arde la cara. Me muerdo el labio y vuelvo a mirarme las manos. No me gusta el rumbo que están tomando mis caprichosos pensamientos.
—Un dólar por sus pensamientos.
Zayn ha vuelto y me mira fijamente.
Me pongo colorada. Solo estaba pensando en pasarte los dedos por el pelo y preguntándome si sería suave. Niego con la cabeza. Grey lleva una bandeja en las manos, que deja en la pequeña mesa redonda chapada en abedul. Me tiende una taza, un platillo, una tetera pequeña y otro plato con una bolsita de té con la etiqueta TWININGS ENGLISH BREAKFAST, mi favorito. Él se ha pedido un café con un bonito dibujo de una hoja impreso en la espuma de leche. ¿Cómo lo hacen?, me pregunto distraída. También se ha pedido una magdalena de arándanos. Coloca la bandeja a un lado, se sienta frente a mí y cruza sus largas piernas. Parece cómodo, muy a gusto con su cuerpo. Lo envidio. Y aquí estoy yo, desgarbada y torpe, casi incapaz de ir de A a B sin caerme de morros.
—¿Qué está pensando? —insiste.
—Que este es mi té favorito.
Hablo en voz baja y entrecortada. Sencillamente, no me puedo creer que esté con Zayn Malik en una cafetería de Portland. Frunce el ceño. Sabe que estoy escondiéndole algo. Introduzco la bolsita de té en la tetera y casi inmediatamente la retiro con la cucharilla. Malik ladea la cabeza y me mira con curiosidad mientras dejo la bolsita de té en el plato.
—Me gusta el té negro muy flojo —murmuro a modo de explicación.
—Ya veo. ¿Es su novio?
Pero ¿qué dice?
—¿Quién?
—El fotógrafo. Liam Payne.
Me río nerviosa, aunque con curiosidad. ¿Por qué le ha dado esa impresión?
—No. Liam es un buen amigo mío. Eso es todo. ¿Por qué ha pensado que era mi novio?
—Por cómo se sonríen.
Me sostiene la mirada. Es desconcertante. Quiero mirar a otra parte, pero estoy atrapada, embelesada.
—Es como de la familia —susurro.
Zayn asiente, al parecer satisfecho con mi respuesta, y dirige la mirada a su magdalena de arándanos. Sus largos dedos retiran el papel con destreza, y yo lo contemplo fascinada.
—¿Quiere un poco? —me pregunta.
Y recupera esa sonrisa divertida que esconde un secreto.
—No, gracias.
Frunzo el ceño y vuelvo a contemplarme las manos.
—Y el chico al que me presentó ayer, en la tienda… ¿No es su novio?
—No. Paul es solo un amigo. Se lo dije ayer.
¿Qué tonterías son estas?
—¿Por qué me lo pregunta? —le digo.
—Parece nerviosa cuando está con hombres.
Maldita sea, es algo personal. Solo me pongo nerviosa cuando estoy con usted, Malik.
—Usted me resulta intimidante.
Mavy1D
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
50 Sombras de Malik
Capitulo 3 [Parte 3]
Capitulo 3 [Parte 3]
Me pongo colorada, pero mentalmente me doy palmaditas en la espalda por mi sinceridad y vuelvo a contemplarme las manos. Lo oigo respirar profundamente.
—De modo que le resulto intimidante —me contesta asintiendo—. Es usted muy sincera. No baje la cabeza, por favor. Me gusta verle la cara.
Lo miro y me dedica una sonrisa alentadora, aunque irónica.
—Eso me da alguna pista de lo que puede estar pensando —me dice—. Es usted un misterio, señorita Steele.
¿Un misterio? ¿Yo?
—No tengo nada de misteriosa.
—Creo que es usted muy contenida —murmura.
¿De verdad? Uau… ¿cómo lo consigo? Es increíble. ¿Yo, contenida? Imposible.
—Menos cuando se ruboriza, claro, cosa que hace a menudo. Me gustaría saber por qué se ha ruborizado.
Se mete un trozo de magdalena en la boca y empieza a masticarlo despacio, sin apartar los ojos de mí. Y, como no podía ser de otra manera, me ruborizo. ¡Mierda!
—¿Siempre hace comentarios tan personales?
—No me había dado cuenta de que fuera personal. ¿La he ofendido? —me pregunta en tono sorprendido.
—No —le contesto sinceramente.
—Bien.
—Pero es usted un poco arrogante.
Alza una ceja y, si no me equivoco, también él se ruboriza ligeramente.
—Suelo hacer las cosas a mi manera, ____(tn) —murmura—. En todo.
—No lo dudo. ¿Por qué no me ha pedido que lo tutee?
Me sorprende mi osadía. ¿Por qué la conversación se pone tan seria? Las cosas no están yendo como pensaba. No puedo creerme que esté mostrándome tan hostil hacia él. Como si él intentara advertirme de algo.
—Solo me tutea mi familia y unos pocos amigos íntimos. Lo prefiero así.
Todavía no me ha dicho: «Llámame Zayn». Es sin duda un obseso del control, no hay otra explicación, y parte de mí está pensando que quizá habría sido mejor que lo entrevistara Kate. Dos obsesos del control juntos. Además, ella es casi rubia —bueno, rubia rojiza—, como todas las mujeres de su empresa. Y es guapa, me recuerda mi subconsciente. No me gusta imaginar a Zayn y a Kate juntos. Doy un sorbo a mi té, y Malik y se pone otro trozo de magdalena en la boca.
—¿Es usted hija única? —me pregunta.
Vaya… Ahora cambia de conversación.
—Sí.
—Hábleme de sus padres.
¿Por qué quiere saber cosas de mis padres? Es muy aburrido.
—Mi madre vive en Georgia con su nuevo marido, Bob. Mi padrastro vive en Montesano.
—¿Y su padre?
—Mi padre murió cuando yo era una niña.
—Lo siento —musita.
Por un segundo la expresión de su cara se altera.
—No me acuerdo de él.
—¿Y su madre volvió a casarse?
Resoplo.
—Ni que lo jure.
Frunce el ceño.
—No cuenta demasiado de su vida, ¿verdad? —me dice en tono seco frotándose la barbilla, como pensativo.
—Usted tampoco.
—Usted ya me ha entrevistado, y recuerdo algunas preguntas bastante personales —me dice sonriendo.
¡Vaya! Está recordándome la pregunta de si era gay. Vuelvo a morirme de vergüenza. Sé que en los próximos años voy a necesitar terapia intensiva para no sentirme tan mal cada vez que recuerde ese momento. Suelto lo primero que se me ocurre sobre mi madre, cualquier cosa para apartar ese recuerdo.
—Mi madre es genial. Es una romántica empedernida. Ya se ha casado cuatro veces.
Zayn alza las cejas sorprendido.
—La echo de menos —sigo diciéndole—. Ahora está con Bob. Espero que la controle un poco y recoja los trozos cuando sus descabellados planes no vayan como ella esperaba.
Sonrío con cariño. Hace mucho que no veo a mi madre. Christian me observa atentamente, dando sorbos a su café de vez en cuando. La verdad es que no debería mirarle la boca. Me perturba.
—¿Se lleva bien con su padrastro?
—Claro. Crecí con él. Para mí es mi padre.
—¿Y cómo es?
—¿Ray? Es… taciturno.
—¿Eso es todo? —me pregunta Malik sorprendido.
Me encojo de hombros. ¿Qué espera este hombre? ¿La historia de mi vida?
—Taciturno como su hijastra —me suelta Malik.
Me contengo para no soltar un bufido.
—Le gusta el fútbol, sobre todo el europeo, y los bolos, y pescar, y hacer muebles. Es carpintero. Estuvo en el ejército.
Suspiro.
—¿Vivió con él?
—Sí. Mi madre conoció a su marido número tres cuando yo tenía quince años. Yo me quedé con Ray.
Frunce el ceño, como si no lo entendiera.
—¿No quería vivir con su madre? —me pregunta.
Francamente, a él qué le importa.
—El marido número tres vivía en Texas. Yo tenía mi vida en Montesano. Y… bueno, mi madre acababa de casarse.
Me callo. Mi madre nunca habla de su marido número tres. ¿Qué pretende Zayn? No es asunto suyo. Yo también puedo jugar a su juego.
—Cuénteme cosas sobre sus padres —le pido.
Se encoge de hombros.
—Mi padre es abogado, y mi madre, pediatra. Viven en Seattle.
Vaya… Ha crecido en una familia acomodada. Pienso en una exitosa pareja que adopta a tres niños, y uno de ellos llega a ser un hombre guapo que se mete en el mundo de los negocios y lo conquista sin ayuda de nadie. ¿Qué lo llevó por ese camino? Sus padres deben de estar orgullosos.
—¿A qué se dedican sus hermanos?
—Elliot es constructor, y mi hermana pequeña está en París estudiando cocina con un famoso chef francés.
Sus ojos se nublan enojados. No quiere hablar de su familia ni de él.
—Me han dicho que París es preciosa —murmuro.
¿Por qué no quiere hablar de su familia? ¿Porque es adoptado?
—Es bonita. ¿Ha estado? —me pregunta olvidando su enojo.
—Nunca he salido de Estados Unidos.
Volvemos a las trivialidades. ¿Qué esconde?
—¿Le gustaría ir?
—¿A París? —exclamo.
Me he quedado desconcertada. ¿A quién no le gustaría ir a París?
—Por supuesto —le contesto—. Pero a donde de verdad me gustaría ir es a Inglaterra.
Ladea un poco la cabeza y se pasa el índice por el labio inferior… ¡Madre mía!
—¿Por?
Parpadeo. Concéntrate, Steele.
—Porque allí nacieron Shakespeare, Austen, las hermanas Brontë, Thomas Hardy… Me gustaría ver los lugares que les inspiraron para escribir libros tan maravillosos.
Al mencionar a estos grandes literatos recuerdo que debería estar estudiando. Miro el reloj.
—Voy a marcharme. Tengo que estudiar.
—¿Para los exámenes?
—Sí. Empiezan el martes.
—¿Dónde está el coche de la señorita Kavanagh?
—En el parking del hotel.
—La acompaño.
—Gracias por el té, señor Malik.
Esboza su extraña sonrisa de guardar un gran secreto.
—No hay de qué, ____(tn). Ha sido un placer. Vamos —me dice tendiéndome una mano.
La cojo, perpleja, y salgo con él de la cafetería.
Caminamos hasta el hotel, y me gustaría decir que en amigable silencio. Al menos, él parece tan tranquilo como siempre. En cuanto a mí, me desespero intentando analizar cómo ha ido nuestro café matutino. Me siento como si me hubieran entrevistado para un trabajo, pero no estoy segura de por qué.
—¿Siempre lleva vaqueros? —me pregunta sin venir a cuento.
—Casi siempre.
Asiente. Hemos llegado al cruce, al otro lado de la calle del hotel. Todo me da vueltas. Qué pregunta tan rara… Y soy consciente de que nos queda muy poco tiempo juntos. Esto es todo. Esto ha sido todo, y lo he fastidiado, lo sé. Quizá sale con alguien.
—¿Tiene novia? —le suelto.
¡Maldita sea! ¿Lo he dicho en voz alta?
Sus labios se arrugan formando una media sonrisa y me mira fijamente.
—No, ____(tn). Yo no tengo novias —me contesta en voz baja.
¿Qué quiere decir? No es gay. Ay, quizá sí lo es. Seguramente me mintió en la entrevista. Por un momento creo que va a darme alguna explicación, alguna pista sobre su enigmática frase, pero no lo hace. Tengo que marcharme. Tengo que poner mis ideas en orden. Tengo que alejarme de él. Doy un paso adelante, tropiezo y salgo precipitada hacia la carretera.
—¡Mierda, ____(tn)! —grita Malik
Tira de mi mano con tanta fuerza que acabo cayendo encima de él justo cuando pasa a toda velocidad un ciclista contra dirección, y no me atropella de milagro.
Todo sucede muy deprisa. De pronto estoy cayéndome, y en cuestión de segundos estoy entre sus brazos y me aprieta fuerte contra su pecho. Respiro su aroma limpio y saludable. Huele a ropa recién lavada y a gel caro. Es embriagador. Inhalo profundamente.
—¿Está bien? —me susurra.
Con un brazo me mantiene sujeta, pegada a él, y con los dedos de la otra mano me recorre suavemente la cara para asegurarse de que no me he hecho daño. Su pulgar me roza el labio inferior y contiene la respiración. Me mira fijamente a los ojos, y por un momento, o quizá durante una eternidad, le sostengo la mirada inquieta y ardiente, pero al final centro la atención en su bonita boca. Y por primera vez en veintiún años quiero que me besen. Quiero sentir su boca en la mía
Mavy1D
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
~ Fin del maraton ~
Última edición por Mavy124 el Dom 14 Abr 2013, 8:08 pm, editado 1 vez
Mavy1D
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
valeriekehrhahn03 escribió:nueva lectora<3 :) siguelaaa!!!!!!!!
Acabo de subir un maraton :D
espero seguirte viendo por aqui
Mavy1D
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
Me han encantaaado :D
Me alegro de poder leer este libro ya que todo el mundo habla de el y no he tenido la oportunidad de comprármelo... ME MIRARIAN MAL :(
¡Gracias por hacer una adaptación de este libro!
AAWWW, QUE SE BESEN JAJAJAJA
Menos mal que estaba el para salvarla jeje
Espero que la sigas pronto, un beso hermosa
Me alegro de poder leer este libro ya que todo el mundo habla de el y no he tenido la oportunidad de comprármelo... ME MIRARIAN MAL :(
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Menos mal que estaba el para salvarla jeje
Espero que la sigas pronto, un beso hermosa
Hopeless
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
50 Sombras de Malik
Capitulo 4 [Parte 1]
Capitulo 4 [Parte 1]
Bésame, maldita sea!, le suplico, pero no puedo moverme. Un extraño y desconocido deseo me paraliza. Estoy totalmente cautivada. Observo fascinada la boca de Zayn Malik, y él me observa a mí con una mirada velada, con ojos cada vez más impenetrables. Respira más deprisa de lo normal, y yo he dejado de respirar. Estoy entre tus brazos. Bésame, por favor. Cierra los ojos, respira muy hondo y mueve ligeramente la cabeza, como si respondiera a mi silenciosa petición. Cuando vuelve a abrirlos, ha recuperado la determinación, ha tomado una férrea decisión.
—____(tn), deberías mantenerte alejada de mí. No soy un hombre para ti —suspira.
¿Qué? ¿A qué viene esto? Se supone que soy yo la que debería decidirlo. Frunzo el ceño y muevo la cabeza en señal de negación.
—Respira, ____(tn), respira. Voy a ayudarte a ponerte en pie y a dejarte marchar —me dice en voz baja.
Y me aparta suavemente.
Me ha subido la adrenalina por todo el cuerpo, por el ciclista que casi me atropella o por la embriagadora proximidad de Zayn, y me siento paralizada y débil. ¡NO!, grita mi mente mientras se aparta dejándome desamparada. Apoya las manos en mis hombros, a cierta distancia, y observa atentamente mi reacción. Y lo único que puedo pensar es que quería que me besara, que era obvio, pero no lo ha hecho. No me desea. La verdad es que no me desea. He fastidiado soberanamente la cita.
—Quiero decirte una cosa —le digo tras recuperar la voz—: Gracias —musito hundida en la humillación.
¿Cómo he podido malinterpretar hasta tal punto la situación entre nosotros? Tengo que apartarme de él.
—¿Por qué?
Frunce el ceño. No ha retirado las manos de mis hombros.
—Por salvarme —susurro.
—Ese idiota iba contra dirección. Me alegro de haber estado aquí. Me dan escalofríos solo de pensar lo que podría haberte pasado. ¿Quieres venir a sentarte un momento en el hotel?
Me suelta y baja las manos. Estoy frente a él y me siento como una tonta.
Intento aclararme las ideas. Solo quiero marcharme. Todas mis vagas e incoherentes esperanzas se han frustrado. No me desea. ¿En qué estaba pensando?, me riño a mí misma. ¿Qué iba a interesarle de ti a Zayn Malik?, se burla mi subconsciente. Me rodeo con los brazos, me giro hacia la carretera y veo aliviada que en el semáforo ha aparecido el hombrecillo verde. Cruzo rápidamente, consciente de que Malik me sigue. Frente al hotel, vuelvo un instante la cara hacia él, pero no puedo mirarlo a los ojos.
—Gracias por el té y por la sesión de fotos —murmuro.
—____(tn)… Yo…
Se calla. Su tono angustiado me llama la atención, de modo que lo miro involuntariamente. Se pasa la mano por el pelo con mirada desolada. Parece destrozado, frustrado y con expresión alterada. Su prudente control ha desaparecido.
—¿Qué, Zayn? —le pregunto bruscamente al ver que no dice nada.
Quiero marcharme. Necesito llevarme mi frágil orgullo herido y mimarlo para que se cure.
—Buena suerte en los exámenes —murmura.
¿Cómo? ¿Por eso parece tan desolado? ¿Es esta su fantástica despedida? ¿Desearme suerte en los exámenes?
—Gracias —le contesto sin disimular el sarcasmo—. Adiós, señor Malik.
Doy media vuelta, me sorprende un poco no tropezar y, sin volver a dirigirle la mirada, desaparezco por la acera en dirección al parking subterráneo.
Ya en el oscuro y frío cemento del parking, bajo su débil luz de fluorescente, me apoyo en la pared y me cubro la cara con las manos. ¿En qué estaba pensando? No puedo evitar que se me llenen los ojos de lágrimas. ¿Por qué lloro? Me dejo caer al suelo, enfadada conmigo misma por esta absurda reacción. Levanto las rodillas y las rodeo con los brazos. Quiero hacerme lo más pequeña posible. Quizá este disparatado dolor sea menor cuanto más pequeña me haga. Apoyo la cabeza en las rodillas y dejo que las irracionales lágrimas fluyan sin freno. Estoy llorando la pérdida de algo que nunca he tenido. Qué ridículo. Lamentando la pérdida de algo que nunca ha existido… mis esperanzas frustradas, mis sueños frustrados y mis expectativas destrozadas.
Nunca me habían rechazado. Bueno, siempre era una de las últimas a las que elegían para jugar al baloncesto o al voleibol, pero eso lo entendía. Correr y hacer algo más a la vez, como botar o lanzar una pelota, no es lo mío. Soy una auténtica negada para cualquier deporte.
Pero en el plano sentimental, nunca me he expuesto. Toda mi vida he sido muy insegura. Soy demasiado pálida, demasiado delgada, demasiado desaliñada, torpe y tantos otros defectos más, así que siempre he sido yo la que ha rechazado a cualquier posible admirador. En mi clase de química hubo un tipo al que le gustaba, pero nadie había despertado mi interés… Nadie excepto el maldito Zayn Malik. Quizá debería ser más agradable con gente como Paul Clayton y Liam Payne, aunque estoy segura de que ninguno de ellos ha acabado llorando solo en la oscuridad. Quizá solo necesite pegarme una buena llantera.
¡Basta! ¡Basta ya!, me grita metafóricamente mi subconsciente con los brazos cruzados, apoyada en una pierna y dando golpecitos en el suelo con la otra. Métete en el coche, vete a casa y ponte a estudiar. Olvídalo… ¡Ahora mismo! Y deja ya de autocompadecerte, de castigarte y toda esta mierda.
Respiro hondo varias veces y me levanto. Ánimo, Steele. Me dirijo al coche de Kate secándome las lágrimas. No volveré a pensar en él. Anotaré este incidente en la lista de las experiencias de la vida y me centraré en los exámenes.
Cuando llego, Kate está sentada a la mesa del comedor con el portátil. La sonrisa con la que me recibe se desvanece en cuanto me ve.
—____(tn), ¿qué pasa?
Oh, no… La santa inquisidora Katherine Kavanagh. Muevo la cabeza como hace ella cuando quiere dar a entender que no está para historias, pero no sirve de nada.
—Has llorado.
A veces tiene un don especial para decir lo que es obvio.
—¿Qué te ha hecho ese hijo de puta? —gruñe con una cara que da miedo.
—Nada, Kate.
En realidad, ese es el problema. Al pensarlo, sonrío con ironía.
—¿Y por qué has llorado? Tú nunca lloras —me dice en tono más suave.
Se levanta. Sus ojos verdes me miran preocupados. Me abraza. Tengo que decir lo que sea para quitármela de encima.
—Casi me atropella un ciclista.
Es lo mejor que se me ocurre decirle para que por un momento se olvide de Malik.
—Dios mío, ____(tn)… ¿Estás bien? ¿Te ha hecho daño?
Se aparta un poco y me echa un rápido vistazo para comprobar si todo está bien.
—No. Zayn me ha salvado —susurro—. Pero me he pegado un susto de muerte.
—No me extraña. ¿Qué tal el café? Sé que odias el café.
—He tomado un té. Ha ido bien. Nada que comentar, la verdad. No sé por qué me lo ha pedido.
—Le gustas, ____(tn) —me dice soltándome.
—Ya no. No voy a volver a verlo.
Sí, consigo sonar como si no me importara.
—¿Cómo?
Maldita sea. Está intrigada. Me meto en la cocina para que no pueda verme la cara.
—Sí… No tiene demasiado que ver conmigo, Kate —le digo lo más fríamente que puedo.
—¿Qué quieres decir?
—Kate, es obvio.
Me vuelvo y me coloco frente a ella, que está de pie en la puerta de la cocina.
—Para mí no —me dice—. Vale, tiene más dinero que tú, pero tiene más dinero que casi todo el mundo en este país.
—Kate, es…
Me encojo de hombros.
—¡____(tn), por favor! ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Eres una cría —me interrumpe.
Oh, no. Ya estamos otra vez con ese rollo.
—Kate, por favor, tengo que estudiar —la corto.
Pone mala cara.
—¿Quieres ver el artículo? Está acabado. Liam ha hecho algunas fotos buenísimas.
¿Tengo ahora que ver al guapo de Zayn Malik, quien no siente el menor interés por mí?
—Claro.
Me saco una sonrisa de la manga y me acerco al portátil. Y ahí está, mirándome en blanco y negro, mirándome y encontrándome indigna de su interés.
Finjo leer el artículo, pero no aparto los ojos de su firme mirada avellana. Busco en la foto alguna pista de por qué no es un hombre para mí, como me ha dicho. Y de repente me parece obvio. Es demasiado guapo. Somos polos opuestos, y de dos mundos muy diferentes. Me veo a mí misma como a Ícaro cuando se acerca demasiado al sol, se quema y se estrella. Tiene razón. No es un hombre para mí. Es lo que ha querido decirme, y eso hace más fácil aceptar su rechazo… Bueno, casi. Podré soportarlo. Lo entiendo.
—Muy bueno, Kate —logro decirle—. Me voy a estudiar.
Me propongo no volver a pensar en él de momento. Abro los apuntes y empiezo a leer.
Solo cuando estoy en la cama, intentando dormir, permito que mis pensamientos se trasladen a mi extraña mañana. No dejo de pensar en lo que me ha dicho de que no tiene novias, y me enfado por no haber tenido en cuenta esa información antes de estar entre sus brazos, suplicándole mentalmente con todos los poros de mi piel que me besara. Lo había dicho. No me quería como novia. Me tumbo de lado. Me pregunto si quizá no tiene relaciones sexuales. Cierro los ojos y empiezo a quedarme dormida. Quizá esté reservándose. Bueno, no para ti. Mi adormilada subconsciente me da un último golpe antes de sumergirse en mis sueños.
Mavy1D
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
50 Sombras de Malik
Capitulo 4 [Parte 2]
Capitulo 4 [Parte 2]
Y esa noche sueño con ojos avellana y dibujos de hojas en la espuma de la leche, y corro por lugares apenas iluminados por una luz fantasmagórica, y no sé si corro en dirección a algo o huyendo de algo… No queda claro.
Suelto el bolígrafo. Se acabó. He terminado mi último examen. Sonrío de oreja a oreja. Probablemente sea la primera vez que sonrío en toda la semana. Es viernes, y esta noche lo celebraremos. Lo celebraremos por todo lo alto. Seguramente hasta me emborracharé. Nunca me he emborrachado. Miro a Kate, que está en el otro extremo de la clase, todavía escribiendo como una loca. Faltan cinco minutos para que se acabe el examen. Esto es todo. Se acabó mi carrera académica. Ya no tendré que volver a sentarme en filas de alumnos nerviosos. En mi mente doy graciosas volteretas, aunque sé de sobra que mis volteretas solo pueden ser graciosas en mi mente. Kate deja de escribir y suelta el bolígrafo. Me mira también con una sonrisa de oreja a oreja.
De camino a casa, en su Mercedes, nos negamos a hablar del examen. Kate está mucho más preocupada por lo que va a ponerse esta noche. Yo intento encontrar las llaves en el bolso.
—____(tn) , hay un paquete para ti.
Kate está en la escalera, frente a la puerta de la calle, con un paquete envuelto en papel de embalar. Qué raro. No recuerdo haber encargado nada en Amazon. Kate me da el paquete y coge mis llaves para abrir la puerta. El paquete está dirigido a la señorita ____(tn) Steele. No lleva remitente. Quizá sea de mi madre o de Ray.
—Seguramente será de mis padres.
—¡Ábrelo! —exclama Kate nerviosa.
Se mete en la cocina para ir a buscar el champán con el que vamos a celebrar que hemos terminado los exámenes.
Abro el paquete y encuentro un estuche de piel que contiene tres viejos libros, aparentemente idénticos, con cubiertas de tela, en perfecto estado, y una tarjeta de color blanco. En una cara, en tinta negra y una bonita caligrafía, se lee:
“Porque no me dijiste que era peligroso? ¿Porque no me lo advertiste?
Las mujeres saben de lo que tienen que protegerse, porque leen novelas que les cuentan como hacerlo”
Reconozco la cita de Tess. Me sorprende la casualidad de que hace un momento haya pasado tres horas escribiendo sobre las novelas de Thomas Hardy en mi examen final. Quizá no sea casualidad… quizá sea deliberado. Miro los libros con atención. Tres volúmenes de Tess, la de los d’Urberville. Abro la cubierta de uno. En la primera página, en una tipografía antigua, leo:
“London Jack R Olgood MC Alvaine and Co. 1891”
¡Son primeras ediciones! Deben de valer una fortuna. E inmediatamente sé quién me las ha mandado. Kate observa los libros por encima de mi hombro. Coge la tarjeta.
—Primeras ediciones —susurro.
—No… —dice abriendo los ojos incrédula—. ¿Malik?
Asiento.
—No se me ocurre nadie más.
—¿Qué quiere decir la tarjeta?
—No tengo ni idea. Creo que es una advertencia… La verdad es que sigue previniéndome. No tengo ni idea de por qué. No es que me haya dedicado a tirarle la puerta abajo precisamente —digo frunciendo el ceño.
—Sé que no quieres hablar de él, ____(tn), pero no hay duda de que le interesas, te advierta o no.
No me he permitido pensar demasiado en Zayn Malik en la última semana. Bueno… sus ojos avellana siguen invadiendo mis sueños, y sé que tardaré una eternidad en eliminar de mi cerebro la sensación de sus brazos rodeándome y su maravilloso olor. ¿Por qué me ha mandado estos libros? Me dijo que yo no era para él.
—He encontrado una primera edición de Tess en venta, en Nueva York, por catorce mil dólares, pero los tuyos están en mucho mejor estado. Deben de haber costado más —me dice Kate consultando a su buen amigo Google.
—La cita… Tess se lo dice a su madre después de lo que le hace Alec d’Urberville.
—Lo sé —me contesta Kate, pensativa—. ¿Qué intenta decir?
—Ni lo sé ni me importa. No puedo aceptarlos. Se los devolveré con otra cita tan desconcertante como esta de alguna parte confusa del libro.
—¿El pasaje en el que Angel Clare la manda a la mierda? —me pregunta Kate muy seria.
—Sí, ese —le contesto riéndome.
Quiero a Kate. Es leal y me apoya. Envuelvo los libros y los dejo en la mesa del comedor. Kate me ofrece una copa de champán.
—Por el final de los exámenes y nuestra nueva vida en Seattle —dice con una sonrisa.
—Por el final de los exámenes, nuestra nueva vida en Seattle y por que todo nos vaya bien.
Chocamos las copas y bebemos.
El bar es ruidoso y está lleno de gente, de futuros licenciados que han salido a pillar una buena cogorza. Liam ha venido con nosotras. No se graduará hasta el año que viene, pero le apetecía salir. Nos trae una jarra de margaritas para ponernos en la onda de nuestra recién estrenada libertad. Mientras me bebo la quinta copa, pienso que no es buena idea beber tantos margaritas después del champán.
—¿Y ahora qué, ____(tn)? —me grita Liam
—Kate y yo nos vamos a vivir a Seattle. Los padres de Kate le han comprado un piso.
—Dios mío, cómo viven algunos… Pero volveréis para mi exposición, ¿no?
—Por supuesto, Liam. No me la perdería por nada del mundo —le contesto sonriendo.
Me pasa el brazo por la cintura y me acerca a él.
—Es muy importante para mí que vengas, ____(tn) —me susurra al oído—. ¿Otro margarita?
—Liam James Payne… ¿estás intentando emborracharme? Porque creo que lo estás consiguiendo —le digo riéndome—. Creo que mejor me tomo una cerveza. Voy a buscar una jarra para todos.
—¡Más bebida, ____(tn)! —grita Kate.
Kate es fuerte como un toro. Ha pasado el brazo por los hombros de Levi, un compañero de la clase de inglés y su fotógrafo habitual en la revista de la facultad, que ha dejado de hacer fotos de los borrachos que lo rodean. Solo tiene ojos para Kate, que se ha puesto un top minúsculo, vaqueros ajustados y tacones altos. Lleva el pelo recogido, con unos mechones rizados que le caen con gracia alrededor de la cara. Está despampanante, como siempre. Yo soy más bien de Converse y camisetas, pero me he puesto los vaqueros que más me favorecen. Me aparto de Liam y me levanto de nuestra mesa.
Uf, me da vueltas la cabeza.
Tengo que agarrarme al respaldo de la silla. Los cócteles con tequila no son una buena idea.
Me dirijo a la barra y decido que debería ir al baño ahora que todavía me mantengo en pie. Bien pensado, ____(tn). Me abro camino entre el gentío tambaleándome. Por supuesto hay cola, pero al menos el pasillo está tranquilo y fresco. Saco el móvil para pasar el rato mientras espero. A ver… ¿cuál ha sido mi última llamada? ¿A Liam? Antes hay un número que no sé de quién es. Ah, sí. Malik. Creo que es su número. Me río. No tengo ni idea de la hora que es. Quizá lo despierte. Quizá pueda explicarme por qué me ha mandado esos libros y el críptico mensaje. Si quiere que me mantenga alejada de él, debería dejarme en paz. Reprimo una sonrisa de borracha y pulso el botón de llamar. Contesta a la segunda señal.
—¿____(tn)?
Le ha sorprendido que lo llamara. Bueno, la verdad es que a mí me sorprende estar llamándolo. A continuación mi ofuscado cerebro se pregunta cómo sabe que soy yo.
—¿Por qué me has mandado esos libros? —le pregunto arrastrando las palabras.
—____(tn), ¿estás bien? Tienes una voz rara —me dice en tono muy preocupado.
—La rara no soy yo, sino tú —le digo animada por el alcohol.
—____(tn), ¿has bebido?
—¿A ti qué te importa?
—Tengo… curiosidad. ¿Dónde estás?
—En un bar.
—¿En qué bar? —me pregunta nervioso.
—Un bar de Portland.
—¿Cómo vas a volver a casa?
—Ya me las apañaré.
La conversación no está yendo como esperaba.
—¿En qué bar estás?
—¿Por qué me has mandado esos libros, Zayn?
—____(tn), ¿dónde estás? Dímelo ahora mismo.
Su tono es tan… tan dictatorial. El controlador obsesivo de siempre. Lo imagino como a un director de cine de los viejos tiempos, con pantalones de montar, un megáfono pasado de moda y una fusta. La imagen me provoca una carcajada.
—Eres tan… dominante —le digo riéndome.
—____(tn), contéstame: ¿dónde cojones estás?
Zayn Malik diciendo palabrotas. Vuelvo a reírme.
—En Portland… Bastante lejos de Seattle.
—¿Dónde exactamente?
—Buenas noches, Zayn
—¡_____(tn)!
Cuelgo. Vaya, no me ha dicho nada de los libros. Frunzo el ceño. Misión no cumplida. Estoy bastante borracha, la verdad. La cabeza me da vueltas mientras avanzo en la cola. Bueno, el objetivo era emborracharse, y lo he conseguido. Ya veo lo que es… Me temo que no merece la pena repetirlo. La cola ha avanzado y ya me toca. Observo embobada el póster de la puerta del cuarto de baño, que ensalza las virtudes del sexo seguro. Maldita sea, ¿acabo de llamar a Zayn Malik? Mierda. Me suena el teléfono, pego un salto y grito del susto.
—Hola —digo en voz baja.
No había previsto que me llamara.
—Voy a buscarte —me dice.
Y cuelga. Solo Zayn Malik podría hablar con tanta tranquilidad y parecer tan amenazador a la vez.
Última edición por Mavy124 el Lun 15 Abr 2013, 7:26 pm, editado 2 veces
Mavy1D
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
valeriekehrhahn03 escribió:ahhh siguelaaa<33 :D
Ya hay dos nuevos capitulos
Gracias por leer :aah:
Mavy1D
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
Hopeless escribió:Me han encantaaado :D
Me alegro de poder leer este libro ya que todo el mundo habla de el y no he tenido la oportunidad de comprármelo... ME MIRARIAN MAL :(
¡Gracias por hacer una adaptación de este libro!
AAWWW, QUE SE BESEN JAJAJAJA
Menos mal que estaba el para salvarla jeje
Espero que la sigas pronto, un beso hermosa
Jajajaja estabamos igual, tenia ganas de leerlo pero me daba pena irlo a comprar
pero ahora no me arrepiento de haberlo hecho, es simplemente fantastico
ya hay dos nuevos caputulos
gracias por leer :D
Mavy1D
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
ahhh siguelaa <33 cada vez se pone mejor! besos xx
valeriekehrhahn03
Re: 50 sombras de Malik HOT [TERMINADA] ~ Zayn Malik y Tu ~
yeeee me encanto los caps ya se por que nunca me comprarian el libro
Dark.
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