"Despertar (Vida de una adolescente aburrida)" (Lenin y Helen)

Capitulo 8
…….

Mire en dirección a mi pie, un hilo de sangre flotaba hasta arriba. Ahora estaba segura de que yo bajaba

Aquella persona abajo me protegía de alguna forma.

A pesar de que yo sangraba, el solo hecho de tener en alguien que confiar, me aliviaba en gran parte el dolor

……

4:46

La tele llevaba hablando sola por horas. Tomé el control y la apagué.

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Mi pie estaba más estable, por lo menos lo suficiente como para mantenerme parada.

Me acerqué con temor a la escalera y comencé a bajarla, en el intento de no caerme me vi obligada a terminar por bajar sentada.

Cuando estuve abajo corrí al refrigerador y comí algo apresuradamente.

Me dirigí a cambiar ropa y guardé todo lo necesario en un bolso de mano: Dinero, mi celular (que no ocupaba porque jamás me agrado) y más dinero. No podría necesitar algo más que eso.

Tomé las llaves y salí de casa, hasta un almacén a tres calles de allí.

Aproveché el tiempo que tenía para guardar las llaves en mi bolso, mientras lo hacía me topé con algo nuevo dentro él. Una nueva nota.

La tomé en mis manos mientras seguía caminando.

Bien, pensé. De seguro es de Lenin. No la abriré hasta llegar al almacén.

Suspire mientras cerraba la cremallera del bolso dejando la nota dentro de este.

De una forma involuntaria mis piernas corrieron el resto del tramo que me quedaba para llegar a mi destino.

Dentro del almacén estaba lleno de dulces, golosinas, cecinas… todas las porquerías que podía tener un almacén.

Me acerqué al vendedor. Él era un hombre de contextura ancha, pasaba los 50 y eso era notorio por una calvicie que llevaba sobre su cabeza. Un bigote tapaba completamente sus labios y sus ojos verdes e inconfundibles se veían enormemente agotados.

-Hola-simule una sonrisa

Obtuve una sonrisa por respuesta.

Gracias a las “´pláticas matutinas” de mi madre, sabía que aquel vejete se llamaba Jeff

-¡Vaya, vaya! Si es la pequeña Hel-su voz estaba gastada

Sonreí aún más

-¿En qué puedo ayudarte ahora?-apoyó sus dos brazos sobre un estante que nos separaba a ambos

-Bueno-

Abrí mi bolso y tire mi celular sobre la repisa

-Deseo cargarlo-dije amablemente

-¡No hay problema!-señalo él, mientras tomaba el celular en sus manos-¿Cuánto esta vez?-

-Saldo máximo-dije sin importancia.

Saqué mi billetera y puse el dinero necesario sobre el mesón. Jeff lo tomó satisfecho y se marchó por un pasillo.

Aproveché el momento a solas para tomar la nota de Lenin.

La mire dubitativa en mis dedos.

Lancé un suspiro y me dispuse a abrirla

“Helen, no salgas. Éntrate ya. ¡Ahora!”

Me congelé por unos segundos mirando las palabras escritas por Lenin.

Llegó el señor Jeff a mi lado, con el celular entre sus gorditos dedos.

Doblé torpemente la nota y la guardé cuán posible se me hizo dentro del bolso. Jeff sonrió

-Aquí esta, Helen-me entregó el celular.

Lo tome y le agradecí

-Debo irme, señor Jeff-dije mientras dejaba el celular en mis pantalones

-Ve-el señalo la puerta.

Camine hasta ella, un grito de Jeff me detuvo por unos segundos

-¡No crezcas tan rápido!-grito él, mientras yo salía.

Hice un gesto sin mirar y luego corrí hasta mi casa, totalmente asustada.

¿¡Pero qué demonios significaba aquello!? Lenin deseaba cuidarme de alguna forma, pero no podía entender de qué.

Bueno, si quisiera cuidarme estaría segura de que no se daría la molestia de romper mi cuarto y casi matarme en el intento.

Maldito Lenin.

Busqué torpemente las llaves dentro del bolso, las tome en mis manos y trate de atinarle al picaporte.

Mis dedos temblaban y se me hacía imposible.

Termine por abrir la puerta, entré corriendo y cerré atrás de mí.

Jadeé unos segundos, apoyada en mis rodillas para recuperar el aire perdido en la carrera.

Luego de tener todo en orden dentro de mí, tomé el celular y telefoneé a Summer

-¡Como se te ocurre hacerme esto!-su grito me obligo a quitar el teléfono del oído-¡Desapareces y a ti ni te importa tu amiga!-

Siguió chillando por un buen rato, espere a que se calmara y luego volví a poner el celular en mi oído

-¿Estas mejor?-pregunté tirando el bolso sobre el sillón del living

-Sí-suspiro ella

-Bien-dije calmada.

Me dejé caer en el sillón

-¿Dónde demonios te metiste?-

Pensé un poco antes de responderle.

-En casa-pasé una mano por mi pelo

-¿En casa? … ¿Eso es todo?-su voz sonaba incrédula, supongo que lo estaba

-Sí, gracias a que…-me detuve en seco, no podía contarle lo de Lenin. No sabía porque, pero no podía decirle eso-tu torpe amiga se tropezó y casi se mató-continúe la frase con una mentira

-¿Estás bien?-noté un tono de alarma en su voz

-Sí, lo estoy-aseguré-Quizás mañana vaya a la escuela-

-Yo que tú no voy… La genial profesora de Artes decidió que debíamos hacer una estupenda obra con greda, ya sabes, todas te pedirán ayuda a ti-

Muy cierto

-Bien, entonces mañana tampoco me verás por la escuela-logré sonreír por unos segundos

-Está bien-dijo ella, lanzando un suspiro-Cuídate, debo irme. Las malditas clases me esperan-refunfuño

-Cuídate, Sum-corté rápidamente y tire el celular a un lado.

Me hundí por un momento en el sofá, dejando que mis músculos descansaran después de dar una gran carrera a casa. Abrí un ojo y mire al celular, tirado sobre el cuero sintético del sofá. Lo tomé cerrando los ojos y marque el número de mamá sin mirar. Lo sabía de memoria.

-Hola-su tono de voz ya no era tan fuerte, parecía escuchar hablar a un terciopelo.

-Hola… Oye, te llamaba para pedir disculpas por no ir ayer, es que…-

No me dejo terminar.

-Está bien, cariño-

Me reincorpore rápidamente en el sillón. Hace años que mi mamá no me hablaba tan bien

-Como digas… Mamá, intentare de ir hoy. Si es que no puedo, no te preocupes, estoy bien-

-Te quiero-

Corté la llamada y tire el celular aterrorizada. Años, meses y semanas habían pasado y ella no me demostraba su afecto, pero ahora… Luego de un maldito choqué, deseaba ser la madre que siempre quise.

Me la quité de la cabeza para poner en su lugar a Lenin.

¿Qué le había sucedido? ¿Por qué decidió desaparecer? No le encontraba sentido a nada, completamente a nada. El hecho de que no estuviera me hacía sentir indefensa, de alguna forma, el era mi escudo a todo, pero sin él… Yo me convertía en alguien tan indefensa como mi madre.

Cuando volví a tomar conciencia de la realidad, me encontré a parada frente a la puerta principal, tomando el picaporte mientras la empujaba para que se abriera.

Intenté detenerme, pero se me hizo imposible. Decidí correr hacia donde mis pies se dirigieran, no me importaba demasiado.

Pronto estuve frente a la casa de Lenin, la cual se veía vacía.

Entré.

Quedé paralizada allí, sin moverme.

Estaba invadiendo la privacidad de Lenin, y no solo de él, la privacidad de su familia.

Pero él invadía a menudo la mía, lo cual me reconfortó para seguir.

Jamás había estado en su casa, y ahora quería dirigirme a su pieza, no tenía ni idea en qué lugar podría estar. Busqué estúpidamente en el primer piso, tan solo encontré el living, la cocina, un baño y la pieza de sus padres. Subí las escaleras y me dirigí rápidamente a la primera puerta de un pasillo muy largo, donde por lo menos, había cinco piezas.

Cerré la puerta tras de mí.

La habitación parecía ser de Lenin, estaba pintada con un color entre negro y blanco, nada recubría las paredes, solamente los muebles que habían.

No era ordenado, reí levemente por aquello. Me acerqué hasta su cama.

______________

….-¿A qué hora duermes?-le pregunté tragando aire

-Nunca-creó un camino con su aliento por mi cuello….
___________

Quedé en shock, unos días atrás él me había asegurado que no dormía, parecía cierto, pero si es que había una cama en su cuarto significaba que sus padres no tenían la menor idea de lo que era su hijo.

Me alejé rápidamente de aquel lugar, abrí la puerta para salir de la pieza.

Choqué con alguien mientras me detenía en mi carrera por huir.

Él me tenía tomada por los codos.

Levanté la vista para encontrarme con quién más buscaba

-Lenin-dije leve

CONTINUA...

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BUENO CHICAS, ACÁ LES DEJO LA CONTINUACIÓN Y EL FIN DE LA NOVE....

DE CUALQUIER FORMA, SUBIRE EL EPILOGO LUEGO DE ESTE, PARA QUE ENTIENDAN MEJOR (:

LAS AMUU!!

CONTINUACIÓN CAPITULO 8 ...

...Levanté la vista para encontrarme con quién más buscaba

-Lenin-dije leve

-Terca-pronunció él, con una leve sonrisa en su boca-¿Qué hacías en mi cuarto?-

-Intentaba encontrarte-

Nervios tomaron el control de mi cuerpo, haciéndome temblar leve

-Yo que tú, no me buscaría-

-Pero no eres yo-

Lenin me soltó suavemente

-Veté-dijo serio

-No-conteste insegura

Lenin miraba directamente hacía el frente, era como si pudiera notar todo lo que pasaba a nuestro alrededor, más allá de nosotros

-¡Vete!-gruñó

Un ruido sonó por fuera de la casa, llegando hasta dentro. Era un derrapado de auto.

-Muy tarde-dijo

Salió de mi alcance antes de que pudiera hacer algo al respecto, sin pensarlo corrí hasta abajo.

Un chico de cabellera castaña en punta estaba frente a Lenin. Ambos medían lo mismo. Aquel chico lo miraba de una forma en la cual yo me

sentía indefensa, poniendo sus fuertes ojos miel sobre Lenin.

Quedé varada en el comienzo de la escalera, mirando la situación

-Ven con nosotros, Lenin-

-¿Cuál es su problema?-preguntó enfadado.

-Que podrías dañar a alguien-se me heló la sangre.

Mi corazón empezó a latir cada vez más despacio, como si muriera

-Aún no he dañado a nadie-dijo mi amigo en defensa

-¿Seguro?-preguntó ladeando la cabeza

-¿Qué pretendes?-Lenin lo tomó desde la camisa

-Sabes que tu enfermedad no es controlada-él chico comenzaba a asustarme

¿Enfermedad?

Lenin lo soltó de un golpe

-¡No estoy enfermo!-gruño furioso

Él chico me señaló, haciéndome sentir muy pequeña

-¿¡La amas!?-preguntó poniendo su dedo sobre mí cuerpo

Lenin bajó la vista y tardó en pronunciar alguna palabra

-¿Qué incumbe eso aquí?-preguntó Lenin, otra vez con un tono seguro

Aquel chico que estaba en el umbral llegó a mi lado en un abrir y cerrar de ojos, tomó mi brazo y me llevo al lado de Lenin.

Respire con dificultad.

Lenin me miró y puso otra vez sus ojos sobre el adolescente, más furioso que antes

-¿Qué crees?-preguntó el chico, tomando uno de mis brazos-¿Sabes de lo que eres capaz?-

-¿Qué?-pregunte despacio, en un suspiro

-Déjala-ordenó Lenin, mirando seriamente

-¿¡Sabes de lo que eres capaz!?-preguntó otra vez

Me helé, dejé de sentir como la sangre fluía por mi cuerpo. Empezaba a notar la furia en los ojos de Lenin que se posicionaban fuertemente sobre el joven atrás de mí.

-Déjala-repitió

Sentí como mi brazo era soltado por él chico.

-Tienes que volver con nosotros-dijo él

-¡No pienso volver allí!-grito Lenin mientras lo empujaba a tres metros de mí

-¿Dónde?-me atreví a preguntar

Lenin me lanzó una mirada fugaz con la cual me dejo totalmente atemorizada

-¿Qué acaso no te das cuenta?-pregunto él chico a varios metros de nosotros

-¿¡De qué!?-le gritó mi amigo

Caí al piso, algo mareada

-¡Helen!-Lenin se agachó a mi lado

-¡La vas a matar!-escuché un grito del mismo chico

Mis ojos comenzaron a cerrarse, mi pulso bajaba cada vez más

-Jamás haría eso-la voz de mi amigo resonó por mi cabeza

Prontamente me sentí envuelta por unos brazos reconfortantes, los brazos de Lenin

-No lo vas a controlar, no otra vez-dijo aquel joven

Años atrás había sentido algo parecido, algo como morir en vida. Tenía unos 5 años y estaba en mi patio, jugando. Cuando de repente apareció alguien. Me quedé inmóvil y lo mire detenidamente. Pero jamás logré diferenciarlo, era como que una luz lo envolvía. Y no podía hacer nada. Yo me quedaba totalmente quieta, sin moverme. No podía. Mi respiración bajaba, mientras la persona delante de mí me observaba, o por lo menos eso sentía. Y mi pulso bajaba. De pronto mi muñeca de juegos se soltó de mis manos. Yo caí al piso mientras me retorcía buscando aire.

Y ahora estaba otra vez en la misma situación, armando un rompecabezas en mi cabeza. Todo calzaba… La aparición de aquel hombre, las
pesadillas, la separación de mis padres, mi vida sin sentido hasta aquel momento… Lenin. Todo estaba en su lugar.

-Lenin… la piroquinesis te está comiendo por dentro –una voz le hablaba a mi amigo

-No la quiero matar-la voz quebrada de Lenin entró por mis oídos

-Ven con nosotros-

-No-dijo Lenin.

Me apretó contra su cuerpo

-Te quiero, Helen-sus palabras fueron como fuego dentro de mis venas.

Y bueno, creo que literalmente era así. Sentía como mi cuerpo se quemaba por dentro, al igual como lo había sentido hace varios años.

Me moví un poco más en busca de aire.

-Escúchame, Lenin-el chico volvió a hablar-concéntrate, lleva el fuego fuera-

Volví a respirar agotada

Lenin me apretaba más contra él

-Lenin, la puedes matar-

-No es lo que deseo, no quiero eso-sus brazos me soltaron por un segundo, dejándome en el suelo

-Lleva el fuego fuera-

-¡No puedo!-le gritó fuertemente

Otra vez lancé aire hacia afuera, me retorcí de a poco a la vez que caía en un sueño, más bien, a la vez que caía en el infierno

-¡Helen!-la voz de mi amigo fue lo último que escuché

………….

-Discúlpame por todo esto-

La persona abajo mío me hablaba

-¿Qué cosa?-pregunte mientras caía

-Esto-explicó él.

La persona era hombre

-No entiendo-dije sin tomar en cuenta el hecho de que me acercaba al suelo

-Bueno, supongo que ya me recuerdas-su voz me sonó algo familiar.

Un recuerdo tomó por completo mi mente:

__________

8 AÑOS ATRÁS....

De pronto el ardor de mi interior desapareció, todo se me hizo más razonable. La persona delante de mí se agachó a observarme, tomó mi muñeca y me la entregó. Quedé inmóvil.

-No-dijo él, para luego marcharse antes de que lo notara

___________

Y bueno, por lo menos yo ya había podido darme cuenta de que su voz era similar a la que había escuchado de pequeña, de hecho me parecía cada vez más similar.

-Lamento no poder controlarme-continuó él-Esto no es de mi conciencia, de verdad, discúlpame, Hel-

-¿sabes mi nombre?-le pregunté despacio

-Y tú el mío-

Tras esas palabras todo se me hizo más claro aún, él era Lenin

-¿Lenin?-pregunté

-Cuando me preguntaste si es que era humano… No te respondí-

-Dijiste que no estaba lista-hice memoria

-Bueno, ahora lo estás-suspiro-¿Has oído hablar de la piroquinesis?-

Unos minutos atrás la había oído, por la boca de aquel joven

-Eso creo-dije leve

-Es incontrolable-miro hacía el piso. Yo me acercaba cada vez más

-No entiendo-repetí

-Te quemé por dentro, Helen-

Caí a su lado. Finalmente caí.

-¿Quemar?-pregunté sin entender

-Discúlpame-tomó mi mano.

-Pero…-

-Nada, ahora te diré quien soy: Tengo una enfermedad, piroquinesis, lo malo es que se me ha mezclado con algo peor: psicoquinesia. Ambas son incontrolables, bueno… Estas condenada desde que naciste-

-¿Qué?-lo interrumpí

-Sabía que algún día terminaría matándote. Pero lo peor es que lo haya hecho ahora-

-¿Estoy muerta?-

Quedé perpleja

-De cualquier forma, este es por lo menos una parte del fin-

Intenté tragar aire, pero era imposible, no era necesario

Se agachó a mi lado

-Tan solo tiene que suceder una cosa… Debes despertar-

Jamás había pensado que era cierto eso, de que cuando morías veías tu vida en un segundo.

Cada recuerdo pasó por mi mente, de hecho, hasta las cosas que no recordaba.

Mi nacimiento, la primera vez que vi a mamá. Mi primer regalo de navidad, la primera vez que anduve en bicicleta. Mi primer amor, mi primer beso, mi desilusión. Amigos, familia, gente casi muerta. Todo transcurría de una forma tan rápida e inexplicable, un sentimiento, una mezcla de emociones me invadían por dentro. Hasta que llegaba al ahora, al despertar de mi ser.
…………………

Solté aire mientras Lenin me apretaba a él. Volví a respirar.

-Despertaste-dijo él, con su dulce voz.

FIN.

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Epílogo

Todo se había acabado para aquel momento, todo era más claro que nunca.

Cuando Lenin me dijo que estaba condenada desde que nací, entendí perfectamente porque: Helen. Mi nombre, mi apodo: Hel (Hell) Infierno en inglés.

Me había quemado por dentro, y de alguna forma, lo había logrado remediar.

Bueno, su llegada a mi vida había sido años antes desde la primera vez que lo vi, en el patio de mi casa a los 5 años. Lenin siempre había estado allí.

De hecho, él había causado todo: La separación de mis padres, mi vida sin sentido, el choque de mi madre. Todo.

Me odiaba por alguna razón que jamás comprendí.

Pero cuando intentó remediarlo, no lo logró. Por algo había desordenado mi cuarto, deseaba que yo me matará a mi misma intentado salir, pero solamente me lastime.

De cualquier forma terminó matándome.

Dándome explicaciones, para luego, devolverme a la vida.

La forma en la cual él lo llamó “Despertar”

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JaviOfJonas escribió:

pato XD escribió:wow bueno la verdad acabo de bucar en google y no sabia que existia la piroquinesis, a mi ambien me parecio interesante y ahora entiendo una parte de la nove. pero lo que no entiendo es como la piroquinesis se relaciona con el divorcio de los padres de Helen, o con el accidente de su madre :confused:

HAY VA LA PSICOQUINESÍS. :P

TAMBIEN LA MENCIONA LENIN.

BUENO, TE EXPLICO YO XD. LA PSICOQUINESIS ES ALGO AVANZADO EN EL CEREBRO QUE TE DA LA CAPACIDAD DE MOVER OBJETOS, Y EN OCASIONES MUY AVANZADAS, LA CAPACIDAD DE INFLUIR EN LA MENTE DE OTROS. POR ESO SON LOS SUEÑOS, EL ACCIDENTE LO PROVOCA LENIN Y LA SEPARACIÓN IGUAL :P

ESO!
XD

HAPPY NEW YEAR

XOXO

JAVI'S JONAS

:affraid: entonces tu nove es mas genial de lo que crei!!! :O y Lenin es un hdp :enfadado: gracias por la explicacion :eh: