Good Girls love Bad Boys {Louis Tomlinson}

Honey y yo nos pasamos las dos primeras clases hablando de nuestras vacaciones, de lo que habíamos hecho y ella me contó sobre los ligues que tuvo durante el verano, ¿Sabes qué le conté yo? Nada (Que raro de mi...) No le conté nada porque, como siempre, estuve espantando a los chicos.

No me siento orgullosa de esto pero tampoco me afecta, simplemente, me da igual porque no quiero acabar siendo una chica de esas que se creen las promesas de sus "amores de verano" y esperan sus llamadas o, las más soñadoras, los buscan.

Admito que mi peor pesadilla es quedarme sola, y creo que a este paso acabaré así, pero prefiero estar sola que con el corazón roto. Mi padre varias veces me ha preguntado sobre chicos y a mi hermana está cansado de que le hable de ellos. Eso es algo que nos diferencia a mi y a mi hermana.

Ella siempre ha sido la más guapa de las dos, siempre se llevo a los chicos de calle y siempre me sentí la fea, la diferente y las pocas veces que alguien se fijaba en mi ella era la culpable de que ese "alguien" escapara asustado. Pero bueno, supongo que se lo agradezco porque no acabé como ella, no voy por la vida como alma en pena implorando un amor que no es correspondido. Soy feliz y así me voy a quedar.

-... es muy dulce conmigo, ojalá lo vuelva a ver- suspira mi amiga enamorada y la miro fijamente.- ¿Qué pasa?- pregunta al verme.
-Nada, solo... me pregunto si él piensa lo mismo, no quiero herirte pero ¿no has pensado que quizá para ese chico sólo fuiste una chica más?- digo y al segundo me arrepiento de ser tan excesivamente sincera porque veo como una espesa sombra de tristeza cruza por sus ojos y suspiro antes de poner una mano sobre su cabeza y despeinarla.- pero igual no me hagas caso, sabes como soy, seguro se acuerda de ti, nadie es capaz de olvidar a alguien como tú, Honey- digo mostrándole mi mejor sonrisa antes de que me abrace.
-Señoritas, ¿podéis compartir con los demás esa conversación tan entretenida que parece estáis teniendo?-pregunta el profesor y yo agacho la mirada roja como un tomate mientras los demás compañeros se ríen de mi.
-Lo sie...- se abre la puerta de la clase y se ve esa cabellera morada que solo puede pertenecer a una persona, Katie, la directora del instituto, que entra con su habitual paso elegante, su mirada simpática y su sonrisa agradable.

Para ser la directora de un instituto es demasiado joven, 30 años, y no es como las demás directoras que hemos tenido, ella es agradable y muy sociable, todos los estudiantes le tienen mucha confianza y, algunos, hasta confían tanto en ella que le cuentan sus problemas, yo no soy de esas personas.

-Señor Looper, siento la interrumpción pero acaban de llegar los nuevos alumnos, los que te hablé- dice mirándolo fijamente antes de que el profesor asienta y se vuelva a abrir la puerta y por ella pasen cuatro chicos con aspecto de chicos malos, chupas negras, cabellos despeinados, miradas burlonas.

-¿Más chicos como Brad? Por favor, mátame- me quejo en susurros hacia Honey que se ríe mientras mira a los chicos como trozos de carne. -Dime que no te has fijado en ninguno de esos, por favor- suplico mirándola fijamente.
-No me he fijado en uno, me he fijado en los cuatro, ¿los has visto bien?- dice mientras se muerde el labio inferior y yo gruño mientras escondo la cabeza en mis brazos.
-Silencio, por favor, os presento a vuestros nuevos compañeros, Liam, Louis, Zayn, Harry y ... ¿Dónde está...? - sale de la clase para después entrar con una chica preciosa, labios rosados, tez morena, parecida a la de uno de los "malotes" y con buen cuerpo.

Me quedo mirando a la chica y al parecer nota mi mirada sobre ella porque me mira algo sonrojada y me sonríe avergonzada, le sonrío de nuevo, parece agradable, quizá me acerco a ella más tarde se la ve amable.

-Bueno, y esta es María- pronuncia la directora poniendo las manos sobre los hombros de la chica antes de despedirse de todos y salir de la clase dejando a los nuevos de pie al lado de la puerta.

-Haber, vamos a buscaros unos asientos...- murmura el profesor mordiendo el extremo del boli, por su tono sé que no lo dice más que para él mismo.

Como cerca mía están todos los sitios desocupados no me preocupo por mirar donde los coloca y vuelvo a esconder la cabeza en mis brazos esperando que acabe esta tortura de una vez y pueda salir a merendar.

-Allí, al lado de la señorita Windflower- oigo y levanto de golpe la mirada observando como solo queda un chico de pie, moreno, alto, mirada miel verdosa y aspecto peligroso.
-Profe, Honey está sentada aquí, búscale otro lugar, mira, al lado de Terence hay un lugar- digo rápidamente mientras me pongo de pie.
-Señorita, siempre es usted la que me contradice, he dicho que este caballero se va a sentar a su lado y es lo que va a hacer- dice aparentemente enfadado y yo bufo mientras me siento de golpe en mi asiento mientras veo como mi amiga se despide de mi antes de sentarse en el único lugar que queda libre, al otro lado de la clase, y como el moreno se sienta a mi lado.- y, antes de que se me olvide, toma-deja caer su mano con un papel rosado en mi mesa y miro la hoja durante unos segundos antes de negar con la cabeza y ahogo un grito de frustración por lo capullo que es este profesor y me niego a volver a oírlo y me giro a mirar por la ventana perdiéndome en mis pensamientos.

No es justo, no, no lo es, esto no es nada justo. Por querer estar sentada junto a mi amiga, y sobretodo, lejos de este chico, me riñen y me castigan por la tarde. Eso es lo que es el papel, un pase para una muy divertida clase de silencio junto a los rebeldes por la tarde "haciendo deberes". Es la tercera vez durante los cinco años que llevo en el instituto que me castigan y no estoy muy acostumbrada a esto.

-Veo que no me quieres cerca- oigo una voz ronca susurrar cerca mía y me giro a mirar al chico que me habla y esbozo una falsa sonrisa de simpatía.
-Veo que lo has captado- digo bruscamente antes de volver a girarme a mirar la ventana.
-Me llamo Zayn, Zayn Malik, por si te importa- murmura y ruedo los ojos antes de mirarlo.
-Haber, no me importa como te llamas, la edad que tienes ni porqué estás aquí, lo que quiero es que me dejes de hablar, no te quiero cerca y no quiero entablar conversación contigo, no quiero conocerte ni que tú me conozcas a mi, por desgracia nos han sentado juntos pero esa será la única relación que vamos a tener, no quiero ser amiga tuya ni tener nada que ver contigo, espero que de una vez lo captes y me dejes tranquila- suelto todo de golpe mirando fijamente la mirada sorprendida del chico antes de que este se comience a reír como loco haciendo que toda la clase, el profesor incluido, nos mire y me pongo roja de golpe mientras lo miro furiosa sin saber que es lo gracioso que he dicho.
-¡FUERA!- grita el amargado del profesor antes de que, yo, comience a quejarme y salir dando un portazo.

Una vez fuera me siento en el suelo delante de la puerta de la clase escondiendo la cabeza en las rodillas. Un segundo después oigo la puerta abrirse y cerrarse antes de una presencia sentada a mi lado. Sigo en mi posición y no miro a mi nuevo acompañante, ya que sé que es el chico nuevo, Zayn.

-Eres algo amargada para ser tan guapa, ¿sabes?- dice y me giro a mirarlo con la boca abierta por su descaro.