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Awake |Louis Tomlinson|
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Awake |Louis Tomlinson|
• Titulo: Awake.
• Autor: Sunshine. {Daniela}
• Adaptación: No.
• Género: Generales.
• Advertencias: En si, ninguna.
• Otras páginas: No.
• Autor: Sunshine. {Daniela}
• Adaptación: No.
• Género: Generales.
• Advertencias: En si, ninguna.
• Otras páginas: No.
¿Cómo pude leer las estrellas tan mal?
Me he dado cuenta que la mayoría de las cosas que veo no siempre son lo que parecen.
Desearía haber sabido antes todo lo que sé ahora, de esa manera no me hubiera sumergido como lo hice.
La gravedad duele, duele más de lo que todos piensan, y un día, sin más,despiertas en el concreto, en el mundo real.
Sí, estuve soñando por un largo tiempo.
-----
Ahoy (: Mi nombre es Daniela, pero pueden decirme Dani o.. Sunshine. Tengo 15 años y soy de México.
En fin, este es uno de los primeros fics que escribí y en realidad estoy orgullosa de ello. Me inspiré en muchas cosas, pero principalmente en todos mis miedos y delirios, en todo lo que quiero hacer y lo que tengo pavor que pase. Y, como se podrán haber dado cuenta, la canción de Katy Perry; Wide awake, también fue una gran inspiración para mí, ya que es una de mis canciones favoritas (:
Estoy realmente nerviosa porque soy nueva y supongo que aún no hago la suficiente fama como para llamar la atención, y ahora sólo espero que les guste mi idea, aunque aún no quedó muy clara, ahora tan sólo espero que les guste <3
Nos leemos (?)
En fin, este es uno de los primeros fics que escribí y en realidad estoy orgullosa de ello. Me inspiré en muchas cosas, pero principalmente en todos mis miedos y delirios, en todo lo que quiero hacer y lo que tengo pavor que pase. Y, como se podrán haber dado cuenta, la canción de Katy Perry; Wide awake, también fue una gran inspiración para mí, ya que es una de mis canciones favoritas (:
Estoy realmente nerviosa porque soy nueva y supongo que aún no hago la suficiente fama como para llamar la atención, y ahora sólo espero que les guste mi idea, aunque aún no quedó muy clara, ahora tan sólo espero que les guste <3
Nos leemos (?)
Sunshine.
Re: Awake |Louis Tomlinson|
¡New Reader!
Me encantó el prólogo o sipnosis. Como quieras llamarlo
¡S I G U E L A!
Besos xX
Me encantó el prólogo o sipnosis. Como quieras llamarlo
¡S I G U E L A!
Besos xX
Invitado
Invitado
Re: Awake |Louis Tomlinson|
Vas happenin? nueva y fiel lectora .... necesitas chica para zayn? besos
lilia malik potter
Re: Awake |Louis Tomlinson|
Holaa!! Me encanto la sinopsis! necesitas chicas para Harry??
DJMalik_MyLove
Re: Awake |Louis Tomlinson|
Hola Dani :3
¡Acá una nueva lectora se reporta! Me presento, como mi nombre de usuaria lo dice, soy Marie. Me encanto, la sipnosis esta muy interesante *-* Comienzala cuando puedas, espero con ansias el primer capitulo. Besos <3
¡Acá una nueva lectora se reporta! Me presento, como mi nombre de usuaria lo dice, soy Marie. Me encanto, la sipnosis esta muy interesante *-* Comienzala cuando puedas, espero con ansias el primer capitulo. Besos <3
Parnell.
Re: Awake |Louis Tomlinson|
!Bienvenida! <3 Me alegra tanto que te haya gustado (:Conny escribió:¡New Reader!
Me encantó el prólogo o sipnosis. Como quieras llamarlo
¡S I G U E L A!
Besos xX
En un rato subo capítulo, gracias por comentar.
Sunshine.
Re: Awake |Louis Tomlinson|
!Bienvenida! (: Por ahora no necesito chicas, pero gracias :3lilia malik potter escribió:Vas happenin? nueva y fiel lectora .... necesitas chica para zayn? besos
Sunshine.
Re: Awake |Louis Tomlinson|
Ahoy :3 Me encanta que te encante (?) Y no necesito chicas, ya tengo todos los personajes, gracias :3DJMalik_MyLove escribió:Holaa!! Me encanto la sinopsis! necesitas chicas para Harry??
Sunshine.
Re: Awake |Louis Tomlinson|
Ahoy Marie (: Me alegra mucho tenerte por aquí <3Marie. escribió:Hola Dani :3
¡Acá una nueva lectora se reporta! Me presento, como mi nombre de usuaria lo dice, soy Marie. Me encanto, la sipnosis esta muy interesante *-* Comienzala cuando puedas, espero con ansias el primer capitulo. Besos <3
En un ratito más subo el capítulo, gracias por comentar (:
Sunshine.
Re: Awake |Louis Tomlinson|
Wazzup, he llegado ~._.~ primero que nada, siempre me llaman la atención los títulos cortos, que son así : Panconqueso |Hola| <- y es por eso que entré al tema, lol xD
Además, el título está bonito ;-; "Awake" y con leer la sinopsis quedé im-pac-ta-da :meh:
Hay un problema u-----ú el correo ya no me avisa cuando alguien sigue los fics que más me gustan, y entro después de un tiempo y ya tiene como 478397968798 capítulos pero, como una promesa, de Mack {dime así, jujú} me pasaré todos los días para chequear Espero que subas pronto, cambio y fuera ._./
Además, el título está bonito ;-; "Awake" y con leer la sinopsis quedé im-pac-ta-da :meh:
Hay un problema u-----ú el correo ya no me avisa cuando alguien sigue los fics que más me gustan, y entro después de un tiempo y ya tiene como 478397968798 capítulos pero, como una promesa, de Mack {dime así, jujú} me pasaré todos los días para chequear Espero que subas pronto, cambio y fuera ._./
sugar.
Re: Awake |Louis Tomlinson|
+ Capítulo 1.
Miré a mi alrededor. Todo estaba tan nuevo y limpio, tan pulcro y ordenado. Por un momento sospeché que ese no era mi hogar, que mis padres se habían mudado hacía mucho tiempo y ahora vivían los príncipes de la limpieza y el jabón en la que solía ser mi casa.
Cerré la puerta detrás de mí, dejando al invierno y su helado viento fuera. Jalé mi maleta por el pasillo, esperando escuchar voces o el estruendo de los tacones de mi madre contra la duela de madera.
Entonces llegué a la puerta de la que hace tantos años era mi habitación. Era rosa, con una que otra flor morada mal dibujada; aún tenía las alegres calcomanías que le había pegado cuando era niña: Princesas, osos, peces, gatos… todo el universo se encontraba pegado a esa puerta horriblemente decorada.
¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Diez, veinte, quizá treinta años? ¿Por qué todo aún parecía tan… común? Nada había cambiado, todo seguía en su sitio de siempre. Los cuadros, las fotografías, los adornos, las velas… Todo estaba igual, pero un poco más limpio, claramente.
Escuchaba el desdichado tic tac del reloj, el leve sonido de la calefacción y como el aire golpeaba contra las ventanas. Después de eso todo era silencio. Un mudo silencio que devoraba mi alma.
Abrí la puerta y entré.
Mi recamara siempre fue la más fría de la casa, pero aquello era exagerado. Había hielo formado en la esquina de las paredes y un montón de polvo acumulado en los muebles y la cama.
Al parecer nadie había entrado a mi habitación, nadie después de mí.
Dejé la maleta en el suelo. Las lágrimas comenzaban a brotar de mis ojos. Sentía mis mejillas arder, mi cabeza reventar y mis piernas flaquearon al igual que lo hicieron mis brazos.
Era demasiado, incluso para mí.
Vi los numerosos peluches acomodados alrededor de la cama y las fotografías escolares colocadas perfectamente sobre la mesita de noche, todo cubierto por una espesa capa de polvo y vejez.
No supe qué hacer y simplemente lloré, lloré como nunca antes lo había hecho. Todo era tan verdadero, tan firme. Desperté. Desperté del dulce sueño en el que me había sumergido hace años, desperté del castillo de azúcar y el mar de ilusiones. Desperté y vi mi vida desde un punto real. Desde el punto más real que pude crear.
Se vale caer, es lo que digo.
No iba a volver a escuchar la dura voz de mi padre o los tacones de mi madre. Todo estaba muerto. Toda mi vida tenía caducidad y esa era la fecha límite. Todo se había ido, ido como lo hicieron ellos hace días.
Murieron, sí, lo hicieron al igual que mi alma y mi fe. Se llevaron con ellos todo lo que apreciaba, lo que quería, y todo había sido mi culpa por abandonarlos, por irme, por tratar de seguir algo que no me llevaría a ningún lugar.
Todo había sido mi culpa.
—¿Halley? ¿Estás aquí?
Levanté la mirada al escuchar mi nombre. Aún las lágrimas recorrían mis mejillas y el dolor no desaparecía de mi pecho. Escuche tímidos pasos dirigiéndose hacia donde me encontraba.
De seguro era él, mi hermano. Hace años que no lo veía. Se fue a vivir con la abuela cuando aún era una niña y desde ese momento conviví muy poco con él, casi nada diría yo, en realidad nunca volví a ver su rostro desde que salio por la puerta principal de la mano del tío Frank.
¿Han sentido aquella adrenalina que invade tu ser cuando estás a punto de ver a alguien que no has visto en años? ¿Aquel sentimiento de misterio y miedo combinados? No recordaba nada de él a excepción de su nombre. Cuando se fue aún era demasiado pequeña como para memorizar el color de sus ojos o la forma de su nariz.
No fui capaz de moverme, estaba en la oscuridad, en la cruel oscuridad de la culpa y el desasosiego. Caí de rodillas al suelo, levantando una gran ola de polvo. Entonces noté como alguien traspasaba el umbral de la puerta
Sus ojos eran azules con pequeños destellos grises, y su cabello era castaño, suave. Una leve sonrisa se asomaba tímidamente de sus labios, como una especie de ventana hacia la luz en medio de la cruel noche.
No dije nada, la tristeza se había apoderado de mí y había creado un gran nudo en mi garganta. Traté de levantarme del suelo, pero me fue imposible. Traté de respirar, pero el polvo había colapsado mis pulmones. Traté de pensar claramente, pero el miedo a las alturas me invadió de inmediato.
Él se acercó a mí, la sonrisa se había borrado de sus labios y ahora me veía con una gran preocupación en su rostro.
—¿Estás bien?
—¿Louis? —pregunté—. ¿Eres tú?
Sonrió, mientras me tendía una mano para ayudar a levantarme.
La tomé sin decir nada y él rápido me puso de pie.
—Sí, soy yo —contestó, soltando lentamente mi mano.
—Vaya que has crecido —musité, secando con mis dedos las pocas lágrimas que se habían quedado atoradas en mis mejillas.
—Bueno, de los cuatro años a los veinte hay muchos cambios, Halley.
—Tienes razón —murmuré, apenada.
—Sí, tu tampoco eres la pequeña niña de dos años que le teme a la oscuridad ¿cierto? —dijo.
—Supongo que no —susurré.
Después de tantos años, de tantas vivencias, de todo lo malo y lo bueno que ha pasado durante mi vida… le seguía guardando un profundo miedo a la oscuridad, al hecho de estar ahí, en medio de la nada, rodeada por nada, viendo negro. Es aterrador.
Suspiré inconcientemente y levanté del suelo mi maleta. Sentía la mirada de Louis clavada en mi espalda, mirando cada uno de mis débiles movimientos. Sabía perfectamente que quería hablar conmigo, que quería consolarme, que anhelaba decirme cosas como: “ellos estarán ahí, no los veras, pero ahí estarán.” U otras como: “Algún día todos moriremos”, pero por alguna razón no quería escucharlo, no quería escuchar nada, ni siquiera mi voz.
Deseaba quedarme sorda de una vez por todas.
—¿Todo está bien? —me preguntó, mientras cruzábamos el umbral de la puerta de la habitación.
—No —contesté—. Mis padres acaban de morir ¿Cómo esperas que todo esté bien? También eran tus padres ¿no?
Calló, pude notar la mueca de incomodidad que se formó en su boca. Sacudí la cabeza y no se me ocurrió decir nada más.
—Tienes razón —murmuró—. Lo lamento.
Miré sus ojos. Había una culpa gigantesca en ellos, un miedo que hacía que su brillo se opacara. Quería abrazarlo, abrazarlo y de esa manera tratar de corregir mis errores, abrazarlo como lo podría haber hecho con mamá o papá, pero algo me lo impidió, algo más fuerte que yo y mis cursis sentimientos.
Aparté mi mirada y suspiré.
—Te extrañé —susurró—. Te extrañé más de lo que piensas.
Y me abrazó, me abrazó como yo quería hacerlo hace un rato. Solté mi maleta y ésta cayó al suelo. Las lágrimas comenzaron a brotar nuevamente de mis ojos, haciendo que el dolor que atormentaba mi corazón creciera.
En ese momento, todo el miedo que sentía antes se fue, se borró de mi alma. Desapareció, desapareció para siempre.
Cerré la puerta detrás de mí, dejando al invierno y su helado viento fuera. Jalé mi maleta por el pasillo, esperando escuchar voces o el estruendo de los tacones de mi madre contra la duela de madera.
Entonces llegué a la puerta de la que hace tantos años era mi habitación. Era rosa, con una que otra flor morada mal dibujada; aún tenía las alegres calcomanías que le había pegado cuando era niña: Princesas, osos, peces, gatos… todo el universo se encontraba pegado a esa puerta horriblemente decorada.
¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Diez, veinte, quizá treinta años? ¿Por qué todo aún parecía tan… común? Nada había cambiado, todo seguía en su sitio de siempre. Los cuadros, las fotografías, los adornos, las velas… Todo estaba igual, pero un poco más limpio, claramente.
Escuchaba el desdichado tic tac del reloj, el leve sonido de la calefacción y como el aire golpeaba contra las ventanas. Después de eso todo era silencio. Un mudo silencio que devoraba mi alma.
Abrí la puerta y entré.
Mi recamara siempre fue la más fría de la casa, pero aquello era exagerado. Había hielo formado en la esquina de las paredes y un montón de polvo acumulado en los muebles y la cama.
Al parecer nadie había entrado a mi habitación, nadie después de mí.
Dejé la maleta en el suelo. Las lágrimas comenzaban a brotar de mis ojos. Sentía mis mejillas arder, mi cabeza reventar y mis piernas flaquearon al igual que lo hicieron mis brazos.
Era demasiado, incluso para mí.
Vi los numerosos peluches acomodados alrededor de la cama y las fotografías escolares colocadas perfectamente sobre la mesita de noche, todo cubierto por una espesa capa de polvo y vejez.
No supe qué hacer y simplemente lloré, lloré como nunca antes lo había hecho. Todo era tan verdadero, tan firme. Desperté. Desperté del dulce sueño en el que me había sumergido hace años, desperté del castillo de azúcar y el mar de ilusiones. Desperté y vi mi vida desde un punto real. Desde el punto más real que pude crear.
Se vale caer, es lo que digo.
No iba a volver a escuchar la dura voz de mi padre o los tacones de mi madre. Todo estaba muerto. Toda mi vida tenía caducidad y esa era la fecha límite. Todo se había ido, ido como lo hicieron ellos hace días.
Murieron, sí, lo hicieron al igual que mi alma y mi fe. Se llevaron con ellos todo lo que apreciaba, lo que quería, y todo había sido mi culpa por abandonarlos, por irme, por tratar de seguir algo que no me llevaría a ningún lugar.
Todo había sido mi culpa.
—¿Halley? ¿Estás aquí?
Levanté la mirada al escuchar mi nombre. Aún las lágrimas recorrían mis mejillas y el dolor no desaparecía de mi pecho. Escuche tímidos pasos dirigiéndose hacia donde me encontraba.
De seguro era él, mi hermano. Hace años que no lo veía. Se fue a vivir con la abuela cuando aún era una niña y desde ese momento conviví muy poco con él, casi nada diría yo, en realidad nunca volví a ver su rostro desde que salio por la puerta principal de la mano del tío Frank.
¿Han sentido aquella adrenalina que invade tu ser cuando estás a punto de ver a alguien que no has visto en años? ¿Aquel sentimiento de misterio y miedo combinados? No recordaba nada de él a excepción de su nombre. Cuando se fue aún era demasiado pequeña como para memorizar el color de sus ojos o la forma de su nariz.
No fui capaz de moverme, estaba en la oscuridad, en la cruel oscuridad de la culpa y el desasosiego. Caí de rodillas al suelo, levantando una gran ola de polvo. Entonces noté como alguien traspasaba el umbral de la puerta
Sus ojos eran azules con pequeños destellos grises, y su cabello era castaño, suave. Una leve sonrisa se asomaba tímidamente de sus labios, como una especie de ventana hacia la luz en medio de la cruel noche.
No dije nada, la tristeza se había apoderado de mí y había creado un gran nudo en mi garganta. Traté de levantarme del suelo, pero me fue imposible. Traté de respirar, pero el polvo había colapsado mis pulmones. Traté de pensar claramente, pero el miedo a las alturas me invadió de inmediato.
Él se acercó a mí, la sonrisa se había borrado de sus labios y ahora me veía con una gran preocupación en su rostro.
—¿Estás bien?
—¿Louis? —pregunté—. ¿Eres tú?
Sonrió, mientras me tendía una mano para ayudar a levantarme.
La tomé sin decir nada y él rápido me puso de pie.
—Sí, soy yo —contestó, soltando lentamente mi mano.
—Vaya que has crecido —musité, secando con mis dedos las pocas lágrimas que se habían quedado atoradas en mis mejillas.
—Bueno, de los cuatro años a los veinte hay muchos cambios, Halley.
—Tienes razón —murmuré, apenada.
—Sí, tu tampoco eres la pequeña niña de dos años que le teme a la oscuridad ¿cierto? —dijo.
—Supongo que no —susurré.
Después de tantos años, de tantas vivencias, de todo lo malo y lo bueno que ha pasado durante mi vida… le seguía guardando un profundo miedo a la oscuridad, al hecho de estar ahí, en medio de la nada, rodeada por nada, viendo negro. Es aterrador.
Suspiré inconcientemente y levanté del suelo mi maleta. Sentía la mirada de Louis clavada en mi espalda, mirando cada uno de mis débiles movimientos. Sabía perfectamente que quería hablar conmigo, que quería consolarme, que anhelaba decirme cosas como: “ellos estarán ahí, no los veras, pero ahí estarán.” U otras como: “Algún día todos moriremos”, pero por alguna razón no quería escucharlo, no quería escuchar nada, ni siquiera mi voz.
Deseaba quedarme sorda de una vez por todas.
—¿Todo está bien? —me preguntó, mientras cruzábamos el umbral de la puerta de la habitación.
—No —contesté—. Mis padres acaban de morir ¿Cómo esperas que todo esté bien? También eran tus padres ¿no?
Calló, pude notar la mueca de incomodidad que se formó en su boca. Sacudí la cabeza y no se me ocurrió decir nada más.
—Tienes razón —murmuró—. Lo lamento.
Miré sus ojos. Había una culpa gigantesca en ellos, un miedo que hacía que su brillo se opacara. Quería abrazarlo, abrazarlo y de esa manera tratar de corregir mis errores, abrazarlo como lo podría haber hecho con mamá o papá, pero algo me lo impidió, algo más fuerte que yo y mis cursis sentimientos.
Aparté mi mirada y suspiré.
—Te extrañé —susurró—. Te extrañé más de lo que piensas.
Y me abrazó, me abrazó como yo quería hacerlo hace un rato. Solté mi maleta y ésta cayó al suelo. Las lágrimas comenzaron a brotar nuevamente de mis ojos, haciendo que el dolor que atormentaba mi corazón creciera.
En ese momento, todo el miedo que sentía antes se fue, se borró de mi alma. Desapareció, desapareció para siempre.
---
Buenas tardes (?) Ahí está el primer capítulo, espero que les haya gustado.
Me alegra mucho ver sus comentarios, suben mi animo demasiado <3
Me alegra mucho ver sus comentarios, suben mi animo demasiado <3
Sunshine.
Re: Awake |Louis Tomlinson|
Hαynes. escribió:Wazzup, he llegado ~._.~ primero que nada, siempre me llaman la atención los títulos cortos, que son así : Panconqueso |Hola| <- y es por eso que entré al tema, lol xD
Además, el título está bonito ;-; "Awake" y con leer la sinopsis quedé im-pac-ta-da :meh:
Hay un problema u-----ú el correo ya no me avisa cuando alguien sigue los fics que más me gustan, y entro después de un tiempo y ya tiene como 478397968798 capítulos pero, como una promesa, de Mack {dime así, jujú} me pasaré todos los días para chequear Espero que subas pronto, cambio y fuera ._./
Oh, una Beta-reader leyendo, es un honor (: A mí igual me gustan los títulos cortos, expresan demasiado en unas simples letras <3
Gracias, Mack (: Y, por cierto, ya subí (?) me alegra mucho tenerte por aquí.
Gracias, Mack (: Y, por cierto, ya subí (?) me alegra mucho tenerte por aquí.
Sunshine.
Re: Awake |Louis Tomlinson|
Me alegra (:Conny escribió:¡Me encantó el capítulo!
¡S I G U E L A!
Besos xX
Después la sigo.
Sunshine.
Re: Awake |Louis Tomlinson|
Hola :) ¡Que hermoso capitulo! ¡Me encanto! :3
Escribes muy bien. Que pena que hayan muerto los padres de Halley :c & me identifico esa parte donde admite tenerle miedo a la oscuridad, no es la unica D:
Siguela pronto, besos linda <3
Escribes muy bien. Que pena que hayan muerto los padres de Halley :c & me identifico esa parte donde admite tenerle miedo a la oscuridad, no es la unica D:
Siguela pronto, besos linda <3
Parnell.
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O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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