Quizas es amor...

• Titulo: Quizas es amor.
  
• Autor: Lucean.
  
• Adaptacion: Ninguna, es original.
  
• Genero: Romance, general, adolescencia.
  
• Advertencias: Escenas sexuales leves, vocabulario vulgar.
  
• Otras pags: No.
  

Instituto Hamilton, un lugar en donde la persona de la que menos sospechas podria ser la misma persona que asalto el banco un dia antes, bueno eso es un poco exagerado, el caso es que ¨No te fies de los desconocidos y fijate muy bien quienes son tus amigos¨.

 

Hace 10 años. . .

Amber Clin:
Cabello negro hasta los hombros, totalmente lacio, sin ningun toque en esepecial, solo asi caido, dientes un poco chuecos debido a un accidente ocurrido con su familia hace varios meces, en el cual fallecio su madre, a raiz de eso tambien tenia una cicatriz en la frente que era cubrida por su flequillo, ella misma le habia dicho asu padre que queria el cabello con el flequillo recto, tenia unos ojos color esmeralda hermosos, que eran tapados por unos lentes un poco grandes para la pequeña cara de la niña. Nadie alcanzaba a mirar esos ojos tanhermosos debido a la mirada fria que siempre mantenia.

 

Era la niña genio con la que todos querian sentarse para copiar apuntes y examenes, la misma niña genio que preferia no juntarse con nadie, la misma que se alejaba de todos por que se daba cuenta de sus intenciones, no tenia amigos hasta que llego el.

 

Era un niño flacucho de 7 años tambien, tenia el cabello castaño y los ojos miel, era un pequeño bastante agradable y sonriente, se le formaba un hoyuelo en el pomulo izquierdo cuando sonreia, se acababa de cambiar a la casa de al lado de la pelinegra, hasta ahora habian cruzado tan solo miradillas mientras ambos se escondian detrás de sus padres, ese fin de semana harian una parrillada  para conocerse mejor. El tenia un pequeño hermano de 5 años, con los mismos rasgos que el solo que mas jugueton y risueño, se llamaba Hector, ella tenia una hermana de 4 años que se la vivia fantaseando con sus muñecas, tenia el cabello rubio y los ojos mas claros que ella, era una princesa para su padre, se llamaba Amelie, para todos Amy. Al momento de llegar a casa de Amber, Hector y Amy comenzaron a corretear jugando y divirtiendose.

 

-         ¡Eh, tu!  Te pregunte que si querias jugar – grito el castaño exasperado lanzandole la pelota a la niña, era la sexta vez que se lo preguntaba pero ella ni si quiera se habia dado cuenta por estar mirando los diferentes tonos que habia en el cielo.

-         Em – dudo un poco mientras tomaba la pelota y se la aventaba a la cara, haciendo que el castaño se cayera de espaldas, la chica sonrio – Claro.

-         Me llamo Miguel – Sonrio el chico sorprendido por la actitud de aquella niña, ella se sonrojo, nunca le habian iinvitado a jugar, mucho menos desde aque accidente en el que ella decia que habia quedado fea – ¿Que te paso en los dientes? – Pregunto el niño acercandose, eran los dientes mas chuecos que habia visto en su vida.

-         Nada que te importe – Grito ella mientas comenzo a patear el balon y a jugar por el patio, acto seguido el hizo lo mismo.