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Always | Harry Styles |
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Always | Harry Styles |
—¡Eso es! Lo estás logrando —susurró —lo que por supuesto me hizo perder el equilibrio de nuevo. Me presioné contra él por tercera vez, riendo histéricamente.
OK, esto era realmente divertido y no hacía daño. Usualmente, cuando venía a patinar con Louis y se cansaba de atraparme, simplemente me dejaba caer sobre mi trasero todo el tiempo. En unos treinta minutos estaba por lo general tan magullada y adolorida que me daba por vencida.
—Ves, ahora te estás divirtiendo. —Harry se rió, sacudiendo los cristales de hielo de su espalda y sosteniéndome otra vez. Nos las arreglamos para patinar tres vueltas enteras a la pista antes de volverme a caer. Realmente estaba mejorando.
Después de lo que pareció una eternidad, la pista estaba empezando a estar más llena y mi estómago comenzó a gruñir. Ya me estaba cayendo cada vez menos, pero seguía agarrando sus manos con un apretón mortal.
—¿Qué hora es? —pregunté casualmente cuando nos detuvimos al lado de la pista. El primer período sin duda debía estar casi terminado.
Sacó su móvil del bolsillo y aspiró el aire a través de sus dientes blancos nacarados, produciendo un sonido sibilante. OK, eso no sonó bien, tal vez nos perdimos también el segundo período…
—Eh, ángel, la escuela terminará en más o menos una hora —dijo haciendo una mueca.
—¿QUÉ? —dije casi gritando, lo que le hizo dar un respingo que a la vez me hizo perder el equilibrio. El me agarró y me deslizó a la baranda plástica de la pista para mantenerme de pie, su cuerpo presionado contra el mío, su cara a centímetros de la mía. Mi corazón comenzó a acelerarse de nuevo. Él no se movió. Simplemente se quedó allí mirándome, fijo en mis ojos hasta que comencé a sentirme un poco mareada. De repente me di cuenta de que no estaba respirando, así que tomé aire en un respiro irregular, el cual parecía sacarlo de allí.
Se retiró, pero dejó sus manos en mi cintura, sosteniéndome.
—Será mejor que nos vayamos. Si tu hermano se entera de que he estado contigo durante todo el día, me va a cortar las pelotas —dijo con fingido horror, haciéndome reír.
En lugar de sostener mis manos para ayudarme a llegar al lado, continuó sosteniéndome por la cintura, patinando en reversa mientras me arrastraba. En realidad no sabía qué hacer con mis manos, así que las coloqué sobre sus hombros. Cuando comencé a caerme de nuevo, se agachó y me recogió en sus brazos, manteniendo uno de sus firmes antebrazos bajo mi trasero y forzando mis muslos alrededor de su cintura con la otra mano como si yo no pesara absolutamente nada. Se volteó en el lugar y patinó hacia delante, rápido. En realidad, daba un poco de miedo. Sostuve mi aliento y lancé mis brazos alrededor de su cuello, presionando mi cuerpo contra el suyo tan fuerte como pude, probablemente ahogándolo y sacándole la vida de golpe, pero no se quejó. En lugar de salir por la puerta como esperaba que hiciera, patinó alrededor de toda la pista de nuevo, para luego caminar fuera del hielo y bajarme en una banca.
¿Qué demonios fue eso?
—¿Por qué hiciste eso? —le pregunté, sintiéndome un poco incómoda de haber tenido todo mi cuerpo envolviendo el suyo. Sin embargo, no sé por qué me sentía incómoda al respecto, dado que el envolvía el suyo contra el mío cada noche.
—¿Hacer qué, Ángel? —preguntó, mirando confundido.
Señalé el hielo.
—Patinar una vuelta más. ¿Por qué no simplemente tomaste la salida? Patinaste pasándola —expliqué, frunciendo el ceño, pero al mismo tiempo sonriendo, ¡éste chico es realmente raro!
Parecía un poco incómodo, pero luego reacomodó su expresión a su habitual sonrisa de “hago derretir a las chicas”.
—Me retrasaste todo el tiempo; simplemente quería una vuelta en la que pudiera patinar de frente, eso era todo. —Se encogió de hombros.
Bien, ahora me siento un poco culpable de no haberle permitido divertirse por haberme tenido que cuidar todo el tiempo.
—Harry, ve y patina un poco. Me quedaré sentada aquí, está bien. Tu también debes tener un poco de diversión —le sugerí, regalándole una sonrisa.
Él sonrió.
—Tuve mucha diversión. —Su expresión parecía completamente honesta, se levantó rápidamente y fue por nuestros zapatos.
En el camino de regreso a la escuela pasó por el auto servicio de McDonalds.
—Hola, ¿puedo ayudarle? —preguntó el altavoz.
—Eh, sí, quiero un combo de Big Mac con coca-cola y uno de cuarto de libra con queso con malteada de fresa. ¿Todavía hacen esas cosas de queso fundido? — preguntó Harry.
—Sí lo hacemos —crujió el altavoz.
Él sonrió.
—Genial, un paquete de eso también, por favor. —Sólo lo miré, un poco atónita, acababa de ordenar mi comida y sabía exactamente lo que quería. Se volvió hacia mí y frunció el ceño—. ¿Por qué me miras de esa forma? ¿Me equivoqué? —preguntó, mirando ligeramente preocupado y bajando la ventanilla de nuevo listo para cambiar la orden.
Negué con la cabeza mirándolo con asombro.
—¿Cómo sabes lo que quiero?
Él simplemente se rió y me miró como si hubiese dicho algo estúpido.
—Siempre pides lo mismo Ángel y adoras esas asquerosas cosas de queso pero no las tienen todo el tiempo, así que… —se encogió de hombros y rodó el auto hasta la siguiente ventana.
Bien, ahora está empezando a asustarme. ¿Primero, supo mi talla de zapatos y ahora conoce lo que como en el McDonalds? Quiero decir, sé que probablemente he venido aquí con él y Louis mil veces, pero ni siquiera Louis sabe lo que ordeno y es mi hermano, por amor de Dios. Harry se rió de nuevo y estacionó el auto en un espacio para que pudiéramos comer.
Estaba hablando abiertamente sobre un concierto al que quería ir y de una película que vio la semana pasada sobre zombies que según dijo, me habrían matado del susto. Estaba sorprendida de cuán fácil era hablar con él; nunca había pasado tanto tiempo con él por mi cuenta antes. Usualmente estaba con Louis o con una banda de chicos, o tenía alguna sanguijuela adherida a su cuerpo, o estábamos durmiendo. Era en realidad muy agradable y divertido. No podía dejar de preguntarme por qué escondía su asombrosa personalidad detrás de la fachada de prostituto, con una actitud masculina de cerdo; debería ser así más a menudo.
—¿Puedo hacerte una pregunta, Ángel? —preguntó, mirándome con seriedad.
Asentí con la cabeza y terminé el resto de mi malteada—. ¿No confías en mí?
¿Cómo pudiste pensar que iba a hacerte daño más temprano en la escuela? He tenido muchas oportunidades de tocarte o forzarte a algo más durante los últimos ocho años, ¿no? ¿Por qué crees que te haría daño? —preguntó, luciendo muy triste.
Tomé una respiración profunda.
—Fue solo que me tomó por sorpresa, eso es todo; confío en ti, Harry, de verdad.
Sé que no me harías daño, sólo que es difícil para mí, no me gusta que la gente me toque. —Fruncí el ceño al no querer hablar de esto. Nunca nadie me había presionado por detalles acerca de cómo hacía con mi padre. He rechazado ir a la terapia desde que se fue, mi mamá y Louis han tratado de hablar de eso pero yo simplemente no quería que nadie lo supiera. Estaba avergonzada de eso y de lo que él acostumbraba a hacerme. Nadie nunca me había forzado a hablar de ello y yo los amaba aún más por ello.
Harry tomó mi mano.
—Sé que no, pero nunca te lastimaría. Necesito que lo sepas —dijo trazando círculos en la palma de mi mano. Todavía lucía realmente herido y molesto y quería hacerlo sentir mejor, pero no sabía cómo.
Lo único que podía hacer era decirle la verdad.
—Harry, cuando alguien me toca, mi corazón se acelera y comienzo a sentirme mareada y enferma. Es algo sobre lo que no tengo control. Las únicas personas con las que no me pasa, es con mi mamá, con Louis y contigo. Lamento si te molesto, pero no puedo evitarlo. Confío en ti, de verdad.
Esto parecía hacerlo sentir mejor y su rostro se iluminó.
—OK, está bien. Regresemos antes de que tu hermano tenga a los perros de ataque listos para rasgarme la garganta —sugirió, riendo entre dientes. Me acomodé en mi asiento mientras él manejaba de regreso a la escuela. Entramos al estacionamiento de la escuela cinco minutos antes de la campana de salida.
—Eh, Ángel, probablemente lo mejor sea no contarle nada de lo de hoy a tu hermano. No se supone que pase tiempo contigo —dijo encogiéndose de hombros.
No se supone que pase tiempo conmigo. ¿Qué significa eso?
—¿Por qué no? —pregunté confundida.
Me miró a los ojos de nuevo, haciendo que mi corazón se acelerara un poco.
—Louis lo dijo. Y toma en cuenta de que soy un “desagradable prostituto” como tú tantas veces has dicho. Aparentemente, solo quiero tocar tu muy agradable trasero
—dijo con una sonrisa—. Lo cual estaría más que feliz de hacer, si tú lo quieres. Ya sabes, como pago por la clase de patinaje —bromeó, guiñándome un ojo.
Di un grito ahogado. Acababa de pasar todo el día con este chico pasándola muy bien y él podía arruinarlo todo en una loca frase.
—Realmente eres un cerdo a veces, ¿sabías? —gruñí saliendo del coche y azotando la puerta. Pisé fuerte en dirección al edificio de matemáticas donde debía estar, para por lo menos aparentar que había estado allí si caminaba en la dirección correcta.
Vi a Louis a caminar hacia el coche, así que le di unos minutos antes de hacer mi camino y meterme en la parte de atrás como si nada hubiera sucedido.
—Oye ¿tuviste un buen día? —preguntó Louis cuando entré en el coche.
—En realidad sí lo hice, todo el día excepto justo al final cuando alguien lanzó un golpe hacia mí —le respondí con un encogimiento de hombros. Louis inmediatamente le dio a Harry una palmada en la parte posterior de la cabeza.
—¡Ay, mierda, ¿Por qué fue eso? —preguntó Harry, frotándose la cabeza.
—Por golpear a mi hermanita. —Louis se encogió de hombros.
—¿Cómo sabes que fui yo? —se quejó Harry. Me reí mientras Harry me lanzaba una mirada sucia y saqué mi iPod.
—_________ viéndose como es viernes... —dijo Louis, apagándose.
Gemí, sabiendo al instante de qué se trataba. Su tradición semanal.
—¡No! ¡Ninguna fiesta! Vamos, Louis, ¿en serio? ¿Tiene que ser en nuestra casa todas las semanas? ¡Ni siquiera hay juego esta noche! Se supone que es una fiesta para después del juego. Quiero decir, ¿nadie más puede hacerla por una semana para que no tenga que limpiar todo después de que se larguen tus idiotas amigos borrachos? —pregunté, mirando a Harry de nuevo.
—¡Oye no me metas en esto; siempre ayudo a limpiar! —exclamó Harry a la defensiva.
Suspiré, sintiéndome derrotada. Mi hermano hacía una fiesta en nuestra casa todos los viernes por la noche porque no teníamos supervisión paterna, así que era más fácil hacerla en nuestra casa. No sé por qué me molestaba en quejarme al respecto, sucedía independientemente de si me gustara o no. Subí el volumen de mi iPod para ahogar la voz de los chicos hablando sobre con quién se iban a enredar y miré por la ventana. Pude ver a Harry tratando de hacer contacto visual conmigo por el espejo pero no le hice caso y fingí que me perdía por completo en la canción.
OK, esto era realmente divertido y no hacía daño. Usualmente, cuando venía a patinar con Louis y se cansaba de atraparme, simplemente me dejaba caer sobre mi trasero todo el tiempo. En unos treinta minutos estaba por lo general tan magullada y adolorida que me daba por vencida.
—Ves, ahora te estás divirtiendo. —Harry se rió, sacudiendo los cristales de hielo de su espalda y sosteniéndome otra vez. Nos las arreglamos para patinar tres vueltas enteras a la pista antes de volverme a caer. Realmente estaba mejorando.
Después de lo que pareció una eternidad, la pista estaba empezando a estar más llena y mi estómago comenzó a gruñir. Ya me estaba cayendo cada vez menos, pero seguía agarrando sus manos con un apretón mortal.
—¿Qué hora es? —pregunté casualmente cuando nos detuvimos al lado de la pista. El primer período sin duda debía estar casi terminado.
Sacó su móvil del bolsillo y aspiró el aire a través de sus dientes blancos nacarados, produciendo un sonido sibilante. OK, eso no sonó bien, tal vez nos perdimos también el segundo período…
—Eh, ángel, la escuela terminará en más o menos una hora —dijo haciendo una mueca.
—¿QUÉ? —dije casi gritando, lo que le hizo dar un respingo que a la vez me hizo perder el equilibrio. El me agarró y me deslizó a la baranda plástica de la pista para mantenerme de pie, su cuerpo presionado contra el mío, su cara a centímetros de la mía. Mi corazón comenzó a acelerarse de nuevo. Él no se movió. Simplemente se quedó allí mirándome, fijo en mis ojos hasta que comencé a sentirme un poco mareada. De repente me di cuenta de que no estaba respirando, así que tomé aire en un respiro irregular, el cual parecía sacarlo de allí.
Se retiró, pero dejó sus manos en mi cintura, sosteniéndome.
—Será mejor que nos vayamos. Si tu hermano se entera de que he estado contigo durante todo el día, me va a cortar las pelotas —dijo con fingido horror, haciéndome reír.
En lugar de sostener mis manos para ayudarme a llegar al lado, continuó sosteniéndome por la cintura, patinando en reversa mientras me arrastraba. En realidad no sabía qué hacer con mis manos, así que las coloqué sobre sus hombros. Cuando comencé a caerme de nuevo, se agachó y me recogió en sus brazos, manteniendo uno de sus firmes antebrazos bajo mi trasero y forzando mis muslos alrededor de su cintura con la otra mano como si yo no pesara absolutamente nada. Se volteó en el lugar y patinó hacia delante, rápido. En realidad, daba un poco de miedo. Sostuve mi aliento y lancé mis brazos alrededor de su cuello, presionando mi cuerpo contra el suyo tan fuerte como pude, probablemente ahogándolo y sacándole la vida de golpe, pero no se quejó. En lugar de salir por la puerta como esperaba que hiciera, patinó alrededor de toda la pista de nuevo, para luego caminar fuera del hielo y bajarme en una banca.
¿Qué demonios fue eso?
—¿Por qué hiciste eso? —le pregunté, sintiéndome un poco incómoda de haber tenido todo mi cuerpo envolviendo el suyo. Sin embargo, no sé por qué me sentía incómoda al respecto, dado que el envolvía el suyo contra el mío cada noche.
—¿Hacer qué, Ángel? —preguntó, mirando confundido.
Señalé el hielo.
—Patinar una vuelta más. ¿Por qué no simplemente tomaste la salida? Patinaste pasándola —expliqué, frunciendo el ceño, pero al mismo tiempo sonriendo, ¡éste chico es realmente raro!
Parecía un poco incómodo, pero luego reacomodó su expresión a su habitual sonrisa de “hago derretir a las chicas”.
—Me retrasaste todo el tiempo; simplemente quería una vuelta en la que pudiera patinar de frente, eso era todo. —Se encogió de hombros.
Bien, ahora me siento un poco culpable de no haberle permitido divertirse por haberme tenido que cuidar todo el tiempo.
—Harry, ve y patina un poco. Me quedaré sentada aquí, está bien. Tu también debes tener un poco de diversión —le sugerí, regalándole una sonrisa.
Él sonrió.
—Tuve mucha diversión. —Su expresión parecía completamente honesta, se levantó rápidamente y fue por nuestros zapatos.
En el camino de regreso a la escuela pasó por el auto servicio de McDonalds.
—Hola, ¿puedo ayudarle? —preguntó el altavoz.
—Eh, sí, quiero un combo de Big Mac con coca-cola y uno de cuarto de libra con queso con malteada de fresa. ¿Todavía hacen esas cosas de queso fundido? — preguntó Harry.
—Sí lo hacemos —crujió el altavoz.
Él sonrió.
—Genial, un paquete de eso también, por favor. —Sólo lo miré, un poco atónita, acababa de ordenar mi comida y sabía exactamente lo que quería. Se volvió hacia mí y frunció el ceño—. ¿Por qué me miras de esa forma? ¿Me equivoqué? —preguntó, mirando ligeramente preocupado y bajando la ventanilla de nuevo listo para cambiar la orden.
Negué con la cabeza mirándolo con asombro.
—¿Cómo sabes lo que quiero?
Él simplemente se rió y me miró como si hubiese dicho algo estúpido.
—Siempre pides lo mismo Ángel y adoras esas asquerosas cosas de queso pero no las tienen todo el tiempo, así que… —se encogió de hombros y rodó el auto hasta la siguiente ventana.
Bien, ahora está empezando a asustarme. ¿Primero, supo mi talla de zapatos y ahora conoce lo que como en el McDonalds? Quiero decir, sé que probablemente he venido aquí con él y Louis mil veces, pero ni siquiera Louis sabe lo que ordeno y es mi hermano, por amor de Dios. Harry se rió de nuevo y estacionó el auto en un espacio para que pudiéramos comer.
Estaba hablando abiertamente sobre un concierto al que quería ir y de una película que vio la semana pasada sobre zombies que según dijo, me habrían matado del susto. Estaba sorprendida de cuán fácil era hablar con él; nunca había pasado tanto tiempo con él por mi cuenta antes. Usualmente estaba con Louis o con una banda de chicos, o tenía alguna sanguijuela adherida a su cuerpo, o estábamos durmiendo. Era en realidad muy agradable y divertido. No podía dejar de preguntarme por qué escondía su asombrosa personalidad detrás de la fachada de prostituto, con una actitud masculina de cerdo; debería ser así más a menudo.
—¿Puedo hacerte una pregunta, Ángel? —preguntó, mirándome con seriedad.
Asentí con la cabeza y terminé el resto de mi malteada—. ¿No confías en mí?
¿Cómo pudiste pensar que iba a hacerte daño más temprano en la escuela? He tenido muchas oportunidades de tocarte o forzarte a algo más durante los últimos ocho años, ¿no? ¿Por qué crees que te haría daño? —preguntó, luciendo muy triste.
Tomé una respiración profunda.
—Fue solo que me tomó por sorpresa, eso es todo; confío en ti, Harry, de verdad.
Sé que no me harías daño, sólo que es difícil para mí, no me gusta que la gente me toque. —Fruncí el ceño al no querer hablar de esto. Nunca nadie me había presionado por detalles acerca de cómo hacía con mi padre. He rechazado ir a la terapia desde que se fue, mi mamá y Louis han tratado de hablar de eso pero yo simplemente no quería que nadie lo supiera. Estaba avergonzada de eso y de lo que él acostumbraba a hacerme. Nadie nunca me había forzado a hablar de ello y yo los amaba aún más por ello.
Harry tomó mi mano.
—Sé que no, pero nunca te lastimaría. Necesito que lo sepas —dijo trazando círculos en la palma de mi mano. Todavía lucía realmente herido y molesto y quería hacerlo sentir mejor, pero no sabía cómo.
Lo único que podía hacer era decirle la verdad.
—Harry, cuando alguien me toca, mi corazón se acelera y comienzo a sentirme mareada y enferma. Es algo sobre lo que no tengo control. Las únicas personas con las que no me pasa, es con mi mamá, con Louis y contigo. Lamento si te molesto, pero no puedo evitarlo. Confío en ti, de verdad.
Esto parecía hacerlo sentir mejor y su rostro se iluminó.
—OK, está bien. Regresemos antes de que tu hermano tenga a los perros de ataque listos para rasgarme la garganta —sugirió, riendo entre dientes. Me acomodé en mi asiento mientras él manejaba de regreso a la escuela. Entramos al estacionamiento de la escuela cinco minutos antes de la campana de salida.
—Eh, Ángel, probablemente lo mejor sea no contarle nada de lo de hoy a tu hermano. No se supone que pase tiempo contigo —dijo encogiéndose de hombros.
No se supone que pase tiempo conmigo. ¿Qué significa eso?
—¿Por qué no? —pregunté confundida.
Me miró a los ojos de nuevo, haciendo que mi corazón se acelerara un poco.
—Louis lo dijo. Y toma en cuenta de que soy un “desagradable prostituto” como tú tantas veces has dicho. Aparentemente, solo quiero tocar tu muy agradable trasero
—dijo con una sonrisa—. Lo cual estaría más que feliz de hacer, si tú lo quieres. Ya sabes, como pago por la clase de patinaje —bromeó, guiñándome un ojo.
Di un grito ahogado. Acababa de pasar todo el día con este chico pasándola muy bien y él podía arruinarlo todo en una loca frase.
—Realmente eres un cerdo a veces, ¿sabías? —gruñí saliendo del coche y azotando la puerta. Pisé fuerte en dirección al edificio de matemáticas donde debía estar, para por lo menos aparentar que había estado allí si caminaba en la dirección correcta.
Vi a Louis a caminar hacia el coche, así que le di unos minutos antes de hacer mi camino y meterme en la parte de atrás como si nada hubiera sucedido.
—Oye ¿tuviste un buen día? —preguntó Louis cuando entré en el coche.
—En realidad sí lo hice, todo el día excepto justo al final cuando alguien lanzó un golpe hacia mí —le respondí con un encogimiento de hombros. Louis inmediatamente le dio a Harry una palmada en la parte posterior de la cabeza.
—¡Ay, mierda, ¿Por qué fue eso? —preguntó Harry, frotándose la cabeza.
—Por golpear a mi hermanita. —Louis se encogió de hombros.
—¿Cómo sabes que fui yo? —se quejó Harry. Me reí mientras Harry me lanzaba una mirada sucia y saqué mi iPod.
—_________ viéndose como es viernes... —dijo Louis, apagándose.
Gemí, sabiendo al instante de qué se trataba. Su tradición semanal.
—¡No! ¡Ninguna fiesta! Vamos, Louis, ¿en serio? ¿Tiene que ser en nuestra casa todas las semanas? ¡Ni siquiera hay juego esta noche! Se supone que es una fiesta para después del juego. Quiero decir, ¿nadie más puede hacerla por una semana para que no tenga que limpiar todo después de que se larguen tus idiotas amigos borrachos? —pregunté, mirando a Harry de nuevo.
—¡Oye no me metas en esto; siempre ayudo a limpiar! —exclamó Harry a la defensiva.
Suspiré, sintiéndome derrotada. Mi hermano hacía una fiesta en nuestra casa todos los viernes por la noche porque no teníamos supervisión paterna, así que era más fácil hacerla en nuestra casa. No sé por qué me molestaba en quejarme al respecto, sucedía independientemente de si me gustara o no. Subí el volumen de mi iPod para ahogar la voz de los chicos hablando sobre con quién se iban a enredar y miré por la ventana. Pude ver a Harry tratando de hacer contacto visual conmigo por el espejo pero no le hice caso y fingí que me perdía por completo en la canción.
Queen.
Re: Always | Harry Styles |
AMÉ EL CAPÍTULO :enamorado: ASDFGHJKZXCVBNKJHGFDSA
SÍGUELA PRONTO.
SÍGUELA PRONTO.
holiscrayolis
Re: Always | Harry Styles |
Me encantó el capítulo!!!
Pero odio que Hazza estropee todo por hablar demasiado ...
Me pareció tierno que sepa tanto de la rayis... un buen novio debería saber cuál es tu comida favorita del McDonald's !!! jajajajja
Tengo ganas de saber qué va a pasar en el próximo cap babe!!!
Síguela pronto x.
{CJ}
Re: Always | Harry Styles |
Holaaa!!! Realmente me encantaron los capitulos !! sigela pronto!! besos xx - tu nueva lectora Rasha
RashaWilliams
Re: Always | Harry Styles |
Hola! Nueva lectora AMO tu nove!
& Elmo dise que tambien y que tenes que seguirla!
Siguelaaaaaaaaaaaaaa
& Elmo dise que tambien y que tenes que seguirla!
Siguelaaaaaaaaaaaaaa
Alby Styles
Re: Always | Harry Styles |
holiscrayolis escribió:AMÉ EL CAPÍTULO :enamorado: ASDFGHJKZXCVBNKJHGFDSA
SÍGUELA PRONTO.
Me alegro que te guste, gracias por leer, la sigo al rato!
Queen.
Re: Always | Harry Styles |
{CJ} escribió:Me encantó el capítulo!!!Pero odio que Hazza estropee todo por hablar demasiado ...Me pareció tierno que sepa tanto de la rayis... un buen novio debería saber cuál es tu comida favorita del McDonald's !!! jajajajjaTengo ganas de saber qué va a pasar en el próximo cap babe!!!Síguela pronto x.
Harry puede arruinar todo tan solo con unas simples palabras, ah! jajajajaj exacto, todos tus novios, futuros novio y/o pretendientes deben saber tus comidas favoritas de McDonald's deber ser como una regla o algo para salir con ellos (?)
Me alegro que te guste, ya la sigo!
Un beso x
Queen.
Re: Always | Harry Styles |
RashaWilliams escribió:Holaaa!!! Realmente me encantaron los capitulos !! sigela pronto!! besos xx - tu nueva lectora Rasha
Hola Rasha bienvenida me alegro mucho que te guste, gracias por leer!
Ya la sigo.
Un beso x
Queen.
Re: Always | Harry Styles |
Alby Styles escribió: Hola! Nueva lectora AMO tu nove!
& Elmo dise que tambien y que tenes que seguirla!
Siguelaaaaaaaaaaaaaa
Hooooooola, bienvenida, me alegro que te guste!
Ya la sigo.
Un beso x
Queen.
Re: Always | Harry Styles |
Después de cenar, Louis y Harry salieron a buscar bebidas para la fiesta como siempre. Así que aproveche la oportunidad de tomar un agradable baño, haciéndome sentir relajada y fresca. Gruñí ante el pensamiento de otra fiesta. Ellos no se ponían salvajes o algo por el estilo, pero se quedarían hasta por lo menos las dos o tres de la mañana. Encima de la falta de sueño, habría un gran desastre que limpiar en la mañana, tanto dentro como fuera.
Me sequé y me envolví en una toalla. Cuando di un paso fuera del baño, choqué directo contra Harry. Sus manos se extendieron para sostenerme, agarrando mi muñeca para que no me cayera. Apreté la toalla más fuerte y traté de calmar a mi acelerado corazón.
—Wow, me gusta tu atuendo —dijo, mirándome de arriba a abajo lentamente.
Retiré sus manos de mí y entré pisoteando a mi habitación, azotando la puerta al pasar.
Tan pronto la puerta se cerró, él tocó.
—¿Qué, Harry? —pregunté amargamente a través de la puerta cerrada.
—Ángel, abre la puerta por favor —pidió, agarrando el pomo.
—Harry, ¿podrías simplemente irte? En serio, ¡no estoy vestida! —Fruncí el ceño y pisé mi pie, y de inmediato me sonrojé y le di gracias a Dios de que él estuviera del otro lado de la puerta y no pudiera verme.
—Ángel, ¿por favor? —rogó.
Me encogí de hombros. Odiaba cuando usaba ese tonito de voz. Era su voz de hora-de-dormir a la que tenía problemas para decirle que no. Arrastré la puerta abriéndola y él me sonrió mientras me pasaba dentro de mi cuarto.
—Bien, ¿qué demonios quieres? —pregunté, caminando hacia mi armario para sacar mi camiseta favorita de las de Harry que encontré en la lavadora. Me la puse, teniendo cuidado de mantener la toalla firmemente enrollada contra mí.
—Hey, me preguntaba dónde estaba esa camiseta —dijo, asintiendo frente a mi camisa.
Jadeé pensando que me pediría que se la regresara. Era mi camiseta favorita. Me la ponía cada vez que comenzaba a sentirme vaga y descansada alrededor de la casa.
—No te la regresaré, adoro esta camisa —dije, sacudiendo mi mano en un gesto desdeñoso.
—Es justo. De todas maneras luce mejor en ti —replicó, con una sonrisa, mirando mis piernas.
Suspiré exasperada. ¿Por qué tenía que ser tan coqueto?
—En serio, ¿qué quieres? —repetí, caminando hacia la puerta y colocando mi mano en la manilla, lista para patear su trasero si hacía algún otro comentario coqueto.
—Sólo quería dejar mis cosas. Un cambio de ropa y algunas cosas para mañana, dado que pasaré la noche aquí. —Se encogió de hombros, soltando su bolsa en mi cama.
—¿Y no podías simplemente dármela en lugar de entrar aquí? —pregunté con rabia. ¿Por qué tenía que hacerlo todo tan difícil?
—Podía haberlo hecho, pero me habría perdido el placer de ver tu ardiente trasero en mi camiseta. Creo que es muy sexy que una chica vista ropa de su hombre — ronroneó, escrutándome de nuevo, lo que me hizo estremecer.
Arrastré la puerta abriéndola y lo miré.
—¡Tú no eres mi hombre, así que lárgate! —le solté.
—Lo que digas, Ángel. —Se rió entre dientes y se fue, no sin antes dispararme su sonrisa coqueta.
Sequé mi cabello alisándolo y me apliqué maquillaje. De nuevo, casi nunca usaba maquillaje, ni siquiera en fiestas, así que sólo apliqué un poco de sombra plateada, algo de mascara y cambié mi brillo de labios transparente por uno rosado. Me puse mi brasier y tanga a juego azul media noche y miré a través de mi armario. Las fiestas en nuestra casa siempre eran increíblemente calientes. Louis y Harry prácticamente invitaban a toda la escuela y todo el mundo venía, haciendo que todo el mundo estuviera acalorado y sudoroso por lo que no podía ponerme muchas capas. Halé un par de pantaloncillos bastante cortos de color negro y una camiseta tipo tanque, luego me deslicé en mi collar largo y mis sandalias plateadas trenzadas con un poco de tacón. Me miré en el espejo. Tenía una linda figura, tonificada, no muy delgada y curva en los lugares adecuados. Había salido a mi mamá, con largas piernas, caderas redondeadas, estrecha cintura y pechos ligeramente más grandes que el promedio. No era la chica más atractiva del lugar, pero estaba feliz conmigo misma y eso era todo lo que me importaba.
A Louis no le gustaría este atuendo. Probablemente estaba mostrando demasiada piel para su gusto, a pesar de que estaba completamente cubierta —y comparado con las sanguijuelas que él y Harry solían tener enganchadas alrededor, parecía una monja. Consideré brevemente el cambiarme de ropa antes de decidir lo contrario, no estaría acalorada, toda sudada y vistiendo jeans sólo porque a él no le gustara que los hombres miraran a su hermanita.
Esperé hasta que la fiesta estuviera encendida, de manera de que Louis no me dijera que me cambiara como si fuera una niña pequeña, en frente de todos. Debían haber estado bebiendo por una hora —era patético. Louis me notó y me dio la mirada de la muerte que corría en la familia y me señaló que me regresara a mi habitación, modulándome la palabra “cambio”. Negué con la cabeza y le sonreí dulcemente, mezclándome entre la gente de la fiesta, llegando rápidamente al otro extremo del salón para que no pudiera ver donde estaba.
—Hola Sean —dije, mientras me plantaba cerca de uno de mis mejores amigos.
—Hey chica. Wow, luces ardiente esta noche —dijo mirándome, pero no de la manera pervertida en la que los chicos estaban acostumbrados a hacerlo. Sean y yo habíamos sido amigos por mucho tiempo, él había estado saliendo con la misma chica por los últimos dos años y estaba completamente embobado por ella, lo que resultaba realmente dulce.
—Gracias, tú también luces bien —repliqué, sintiendo y buscando alrededor a mis otros amigos—. ¿Dónde están Kate y Sarah? —pregunté arrugando mi frente. Ellas nunca se pierden estas fiestas, para ellas, eran solo una excusa para pasearse en frente de todos los chicos guapos de la escuela, sobre todo Louis y Harry.
—Están tratando con tu hermano —estableció, señalando a la cocina y riendo.
Miré hacia donde estaba apuntando, para ver a Kate y Sarah riendo incontrolablemente por algo que Louis había dicho. Kate tenía su mano en el brazo de él y Sarah estaba presionada a su lado. Louis lucía completamente desinteresado pero disfrutaba la atención, como siempre. Estaba acostumbrado a que ellas dos estuvieran atentas a cada una de sus palabras, cada vez que venían a mi casa coqueteaban con él descaradamente y se paseaba por allí sin camisa, riendo ante sus lujuriosas expresiones. Rodé mis ojos y regresé mi atención a Sean.
—¿No está Terry esta noche? —pregunté, escaneando la habitación buscándola.
Justo en ese momento, alguien me agarró desde atrás. Deje salir un pequeño grito antes de que hablara y me diera cuenta de que era Harry.
—Luces increíble, pero definitivamente prefiero la toalla —dijo seductoramente en mi oído. Su aliento caliente debajo de mi cuello, haciéndome estremecer. Podía oler la cerveza en su aliento, pero él nunca se emborrachaba. Louis lo hacía, pero Harry siempre parecía ser el que mantenía el control en caso de que las cosas se le salieran de las manos.
—Piérdete —gruñí, volteándome para caminar hacia la cocina. Todavía no había obtenido una bebida.
—¡Hey Ángel, espérame! —dijo, agarrando mi mano mientras continuaba mi camino entre la multitud de gente besándose y apretujándose unos contra otros.
Cuando llegué a la cocina, lo que me dio la bienvenida fue la visión de una chica acostada sobre el mostrador de la cocina y dos chicos tomando shots de su cuerpo. Reconocí a la chica fácilmente por su cabello rojo y su falta de ropa.
Jessica.
Dejó salir un grito entusiasmado cuando entré.
—Harry, ven nene, toma un trago de mi cuerpo —ronroneó seductoramente. Harry apretó mi mano más duro y me hizo una cara de cachorrito, pidiendo ayuda —simplemente me reí y lo presioné hacia ella.
—Anda, Harry, dale a la chica lo que quiere, tú sabes que quieres tomar uno de esos tragos. —Me burlé, riendo histéricamente ante su expresión horrorizada, la cual rápidamente se transformó en una sonrisa de satisfacción.
Agarró mis caderas y me subió al mostrador, dando un paso entre mis piernas de manera de que nuestras caras quedaran a centímetros de distancia.
—En realidad si lo quiero. Acuéstate para mi entonces, Ángel. —Me dio una sonrisa maliciosa, pero sabía que sólo estaba jugando.
—Harry Styles, ¡saca tus coquetas manos de prostituto de mí, ahora! —Le grité en un susurro, lo que lo hizo reír de nuevo. Simplemente negó con su cabeza, luciendo divertido y dando un paso hacia atrás, halándome un poco del mostrador para establecerme de nuevo sobre mis pies.
Tomé un vaso y me serví tres cuartas partes de vodka y le agregué un chorrito de jugo de naranja, preparando un trago de vodka que me tomé de una vez.
—Ángel, tómalo con calma, ¿sí? —Frunció el ceño ante mi trago, sacudiendo la cabeza con preocupación.
—De ninguna manera. Me voy a emborrachar esta noche y no habrá forma de que ordene nada mañana. —Le di unas palmaditas en su pecho y caminé de nuevo hacia mis amigos.
—¡En serio, Harry se está fijando en ti! —chilló Kate en mis oídos por quinta vez.
—¡No lo hace! No seas estúpida, Kate, probablemente está asegurándose de que no vomite, pues le toca limpiar mañana. —Terminé mi bebida y solté mi vaso en la alfombra. Ja, ¡Qué limpien eso en la mañana porque yo no! Comencé a reír histéricamente, lo que hizo que Kate también riera.
—Voy a buscar otro trago —dije por encima de la música.
La canción cambió a “Ella es como una estrella”, de “Taio Cruz”, la cual es la canción favorita de Harry. Sentí a alguien agarrando mi mano y miré hacia atrás para encontrar a Harry sonriéndome, una sonrisa de las verdaderas y no pude evitar sonreírle de vuelta.
—Baila conmigo Ángel —dijo, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.
Estaba tan ebria en ese momento que no me importaba estar bailando con Harry; enrollé mis brazos a su alrededor y apoyé la cara en su cuello. Olía sorprendentemente bien, por lo que me pregunté a qué sabría si lo lamía. Espera, ¿acabo de pensar en lamer a Harry como si fuera un helado o algo? Me eché a reír de mi propia idiotez. Harry me alejó un poco y puso cara de “¿Qué diablos?” lo cual me divirtió todavía más. Rodó sus ojos y sacudió su cabeza, luciendo divertido mientras presionaba su cuerpo contra el mío. La canción no era lenta en realidad, por lo que nos balanceábamos bastante rápido y medio frotándonos el uno contra el otro. Adoro bailar y él era bastante bueno en eso, nuestros cuerpos parecían encajar perfectamente.
Pude sentirlo excitarse pero no me importó. Harry había estado presionando sus erecciones contra mí desde que yo tenía doce y él catorce. Se despierta con una todas las mañanas y la mayoría de las veces también tiene una cuando se queda dormido. Simplemente lo ignoré. Fue raro la primera vez que pasó y de verdad me volvió como loca. Esa mañana se había ido, tan avergonzado que casi lloraba, por lo que le contó a su padre lo que le había pasado y luego vino la noche siguiente a decirme que era normal en los chicos que eso sucediera porque estaban creciendo y su cuerpo estaba todo lleno de hormonas. Nunca supe si era verdad o no, pero no tenía ninguna razón para dudarlo. Fue embarazoso por un mes o dos, pero luego se convirtió en broma por cierto tiempo y ahora lo ignorábamos completamente. Él se separó un poco para mirarme y darme una de sus agradables sonrisas, por lo que mi boca se curvó devolviéndole una sonrisa. En realidad lucía muy lindo cuando sonreía así y resultaba divertido que me acabara de dar cuenta de eso, dado que lo conocía desde siempre.
Louis apareció de la nada.
—Amigo, ¿qué demonios? ¡Es mi hermanita! —le gritó a Harry, agarrando fuertemente su brazo y empujándolo lejos de mi.
—Louis, hombre, en serio, solo estoy bailando con ella, ¡esa es su canción! —dijo Harry, luciendo realmente enfadado.
—Harry, necesitas permanecer lejos de mi hermana, sólo tiene dieciséis. Sabes por todo lo que ha pasado. ¡No necesita a un tipo como tu persiguiéndola! —le replicó Louis, dando un paso adelante y enfrentando a Harry. Podía decir que estaba borracho por el pequeño toque de rojo en sus orejas, que siempre lo delataban.
—¡Nunca la lastimaría! —gruñó Harry, sus pechos casi tocándose.
—¡No me importa una mierda! ¡Te digo que te mantengas lejos! —gritó Louis. Sólo me encogí de hombros y los dejé en eso, no necesitaba atestiguar su pelea, de cualquier manera, ellos se arreglarían en un par de minutos, siempre lo hacían.
Mientras di la vuelta en la esquina hacia la cocina, choqué con un chico que no conocía. Era quizás un poco mayor que yo, probablemente de la edad de Louis y era realmente apuesto. Tenía cabello negro un poco alborotado, cayendo sobre su frente y prácticamente cubriendo uno de sus ojos marrones. Sonrió y sostuvo mi cintura tratando de estabilizarme mientras lo miraba. Inmediatamente di un respingo dado que él estaba tocándome, pero no demasiado fuerte porque los tragos habían adormecido parte de mi cerebro.
—Bien, hola —ronroneó con una voz sexy
—Hola. —Sonreí. Ya había quitado sus manos de mi cintura, así que di un paso atrás para recuperar un poco de espacio personal.
—Soy Trent. —Sonrió, y cuando lo hizo me di cuenta de que se le formaban unos hoyuelos realmente lindos.
—_______—contesté sin apartar la mirada de su rostro. Era realmente guapo. No lo reconocía de la escuela—. ¿Vas a Penn State? —pregunté curiosa de por qué nadie lo conocía si estaba en la fiesta.
Sacudió su cabeza y sonrió.
—No. En realidad estoy buscando a mi hermanita, pero no puedo encontrarla.
—¿Ah, sí? ¿Quién es tu hermana? —pregunté frunciendo el entrecejo; puedo decirte que alguien tiene como hermano un culo caliente.
—Jessica Sanders —afirmó. No pude evitar la reacción natural de mi cuerpo. Arrugué un poco la nariz, lo cual lo hizo reír—. No eres una gran fanática, ¿no? — preguntó, todavía riendo.
—Oh… eh… Lo siento —balbuceé, mirándolo en tono de disculpa y sonrojándome como loca. ¡No puedo creer que le hice esa cara a su hermana! ¡Qué idiota!
—No te preocupes por eso. Sé que puede llegar a ser un dolor en el trasero.
—Entonces, ¿quieres que te ayude a encontrarla? —Le ofrecí, mirando alrededor de la cocina buscándola. Nop, no está aquí. Me reí al recordar que acababa de salir de la cocina, así que ¡por supuesto que no estaba allí!
—Nah, ya aparecerá. ¿Qué tal si en vez de eso nos tomamos un trago? —sugirió, asintiendo hacia el mostrador de las bebidas.
—Si, seguro. —Sonreí mientras él agarraba dos vasos y una botella de Jack Daniels.
Nos tomamos un par de tragos de eso hasta que me di cuenta que estaba realmente borracha. Me apoyé sobre él pesadamente mientras charlábamos y reíamos sobre cosas al azar que realmente no parecían tener sentido para mí. De repente, me presionó contra el mostrador de la cocina y presionó su cuerpo contra el mío. El pánico familiar comenzó a levantarse mientras mi corazón se aceleraba, él acercaba su cabeza lentamente hacia la mía. Sentí mi boca secarse. Santa mierda.
¡Iba a besarme! ¿Quería eso? ¿Qué pasaría si ponía sus manos sobre mí o algo? Mi mente estaba girando de un pensamiento a otro tan rápido que no podía seguirles el ritmo.
Di un grito ahogado y retiré mi cabeza para atrás, golpeándome con el gabinete detrás de mí lo suficientemente fuerte como para hacer que mis ojos se llenaran de lágrimas. Él negó con la cabeza, mirándome un poco desconcertado y luego chocó sus labios contra los míos. Gemí y empujé su pecho, tratando de alejarlo de mí, pero sus manos estaban sujetando la parte de atrás de mi cuello sosteniéndome en el lugar mientras lo sentía lamiendo mi labio inferior. Apreté mi boca tan cerrada como pude, pero él no se movió. Empecé a volverme loca, literalmente podía sentir el ataque de pánico tomando lugar mientras mi corazón se estrellaba en mis oídos.
La siguiente cosa que sé, es que se ha alejado. Levanté la mirada, desconcertada, para ver a Harry recargado sobre la pared, su brazo cruzando sobre su garganta. Se veía tan enojado, que realmente comencé a sentir pena por el chico, quién ahora estaba empezando a cambiar de tono a un rojo de no ser capaz de respirar.
—¡No la toques, maldita sea! ¿Crees que puedes simplemente entrar como si tal cosa y darle un beso a pesar de que ella no quería? —gruñó Harry con enojo.
Comencé a sentirme enferma, literalmente enferma. Me puse de pie y me tambaleé hacia mi baño, donde vomité lo que parecía ser varios litros de vodka. Gemí y me sonrojé, me comencé a mover para sentarme, cuando me apoyé en las piernas de alguien. No me asusté, podía oler su loción. Sabía que era Harry.
—¿Estás bien? —preguntó, con voz simpática. Pero no pude responderle, sólo me incliné sobre el inodoro y vomité otra botella de vodka. ¡Wow, eso es un desperdicio de dinero!
Harry, bendito sea, me frotaba pequeños círculos en mi espalda y sostenía mi cabello. Después de unos minutos, me sentí mucho mejor.
—¿Quieres ir a la cama? —preguntó, mirándome preocupado.
Asentí con la cabeza.
—Sí, sólo quiero cepillarme los dientes.
Me esforcé por levantarme del piso del baño, pero estaba tan descoordinada que no funcionó muy bien. Harry sonrió y se inclinó, deslizando sus brazos debajo de mí y levantándome fácilmente, como si no pesara nada.
Me senté en la siguiente sección, junto al lavamanos. Tomé el cepillo de dientes y le puse pasta dental. Sonreí débilmente y cepillé mis dientes, asegurándome que todo el sabor a alcohol se había ido.
—¿A la cama? —preguntó, cuando había terminado. Asentí con la cabeza, y me levantó al estilo nupcial y me llevó de vuelta a mi habitación. Había quitado los cobertores y estaba a punto de dejarme en la cama, cuando recordé que todavía llevaba mi ropa de fiesta.
—¡Espera! No quiero ir a la cama con esto —murmuré, mirando hacia mis shorts y mi top, incluso todavía tenía mis joyas y los zapatos también.
Él asintió y me puso de pie, pero casi no podía mantenerme, y sentía como si mis piernas estuvieran estropeándose. Harry puso un brazo alrededor de mi cintura, sosteniendo, y me quitó los collares.
Quité el botón de mi top y lo comencé a sacar por mi cabeza, pero me enredé en el proceso y empecé a reír. Lo oí suspirar, mientras me empujaba para que me sentara en la cama y me quitó el top. Cuando lo miré, vi que tenía una expresión divertida en su rostro. Me puse hacia atrás y me desabroché los shorts, levantando mis caderas mientras bajaban por mi trasero; él los tomó y los haló hacia abajo lentamente, mientras me acostaba en sujetador y tanga. Él mantuvo en el aire mis piernas, mientras me quitaba una por una mis sandalias.
—Bonito —ronroneó, mirándome con su sonrisa marca registrada, pero no me importó; sólo me quedé ahí, riendo, hasta que mi estómago me sacudió de nuevo.
—¡Oh, no! —jadeé, tratando de sentarme, sujetando una mano sobre mi boca.
Rápido como un rayo, me levantó y me llevó de nuevo al baño, sosteniendo mi cabello de nuevo y frotando mi espalda mientras mi estómago se vaciaba.
Después de haber cepillado mis dientes de nuevo, se quitó su camisa y la puso sobre mi cabeza.
—Aquí hay otra para añadir a tu colección de camisas —dijo con una sonrisa fácil, mientras me levantaba, me llevó hacia la cama.
Él caminó hacia la puerta. Pensé que iba a salir y volver a la fiesta, pero no lo hizo, simplemente cerró la puerta y se quitó sus jeans, subiendo a la cama junto a mí. Todavía podía oír la fiesta en el exterior. Harry envolvió sus brazos alrededor de mí y me movió hacia su pecho. No podía dejar de pensar en el tipo que me besó en la cocina. Antes de que supiera que estaba pasando, estaba llorando.
—¿Cuál es el problema, Ángel? —preguntó, mirándome desconcertado.
—¡Ese imbécil se robó mi primer beso! —gemí. Harry se echó a reír y me sentí aún peor. ¡No podía creer que se estaba riendo de mí!—. ¡No es gracioso, Harry! El primer beso de una chica es importante para ella. Sólo porque seas una clase de súper puta a la que no le importa, y probablemente no recuerda su primer beso, no significa que las pequeñas cosas no son importantes —dije, con rabia, golpeando su pecho.
—Ángel, cálmate. Él no te robó tu primer beso —dijo, seriamente, mirando directamente a sus ojos, haciéndome sentir ingravidez con sus estúpidos ojos verdes de mujeriego.
—¿De qué estás hablando? ¡Él lo hizo! Él sólo me besó y me lo robó —gruñí, con una lágrima cayendo de mi ojo. Él la limpió con su pulgar y sacudió su cabeza.
—Sí, él sólo te besó, pero ese no fue tu primer beso. Yo lo fui hace mucho tiempo —explicó, con una media sonrisa que hacía que su rostro pareciera hermoso. ¿De qué diablos estaba hablando? Nunca me había besado. Fruncí el ceño, tratando de recordar.
—¿Recuerdas cuando me lastimé al caer de ese árbol en mi jardín? Tenía nueve años y mi maldita pierna me dolía demasiado, y me preguntaste que podías hacer para que el dolor se fuera. —Él cerró sus ojos y sacudió la cabeza con el recuerdo, con una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.
Di un grito ahogado. Oh, dios mío. ¡Eso es verdad! Él me pidió que lo besara y eso hice, bueno, dos veces en realidad. Dijo que todavía estaba doliéndole y me pidió que lo besé de nuevo. Justo después de eso, Louis salió de la casa y nos sorprendió. Le dio un puñetazo en el rostro a Harry por eso.
Oh, mierda. ¡Harry tenía mi primer beso! No estaba segura de cómo sentirme sobre eso, fue realmente agradable esa vez. Él estaba siendo muy dulce ese día, estaba subiendo al árbol para bajar mi pelota que había quedado atrapada ahí. Supongo que eso era bueno, al menos si Harry tenía mi primer beso, significaba que no fue robado por un imbécil mientras estaba borracha en una fiesta.
Le sonreí y me devolvió la sonrisa.
—Ese también fue mi primer beso, y aún lo recuerdo —dijo en voz baja, guiñando un ojo en broma.
—Bueno, has tenido muchos desde entonces, y algo más —afirmo, refiriéndome a todas las chicas con las que se ha acostado.
—Sí, pero ese es todavía el primero y el mejor —susurró, besando la parte superior de mi cabeza y tirando de sus brazos a mí alrededor, metiendo mi cabeza en el hueco de su cuello.
Me sequé y me envolví en una toalla. Cuando di un paso fuera del baño, choqué directo contra Harry. Sus manos se extendieron para sostenerme, agarrando mi muñeca para que no me cayera. Apreté la toalla más fuerte y traté de calmar a mi acelerado corazón.
—Wow, me gusta tu atuendo —dijo, mirándome de arriba a abajo lentamente.
Retiré sus manos de mí y entré pisoteando a mi habitación, azotando la puerta al pasar.
Tan pronto la puerta se cerró, él tocó.
—¿Qué, Harry? —pregunté amargamente a través de la puerta cerrada.
—Ángel, abre la puerta por favor —pidió, agarrando el pomo.
—Harry, ¿podrías simplemente irte? En serio, ¡no estoy vestida! —Fruncí el ceño y pisé mi pie, y de inmediato me sonrojé y le di gracias a Dios de que él estuviera del otro lado de la puerta y no pudiera verme.
—Ángel, ¿por favor? —rogó.
Me encogí de hombros. Odiaba cuando usaba ese tonito de voz. Era su voz de hora-de-dormir a la que tenía problemas para decirle que no. Arrastré la puerta abriéndola y él me sonrió mientras me pasaba dentro de mi cuarto.
—Bien, ¿qué demonios quieres? —pregunté, caminando hacia mi armario para sacar mi camiseta favorita de las de Harry que encontré en la lavadora. Me la puse, teniendo cuidado de mantener la toalla firmemente enrollada contra mí.
—Hey, me preguntaba dónde estaba esa camiseta —dijo, asintiendo frente a mi camisa.
Jadeé pensando que me pediría que se la regresara. Era mi camiseta favorita. Me la ponía cada vez que comenzaba a sentirme vaga y descansada alrededor de la casa.
—No te la regresaré, adoro esta camisa —dije, sacudiendo mi mano en un gesto desdeñoso.
—Es justo. De todas maneras luce mejor en ti —replicó, con una sonrisa, mirando mis piernas.
Suspiré exasperada. ¿Por qué tenía que ser tan coqueto?
—En serio, ¿qué quieres? —repetí, caminando hacia la puerta y colocando mi mano en la manilla, lista para patear su trasero si hacía algún otro comentario coqueto.
—Sólo quería dejar mis cosas. Un cambio de ropa y algunas cosas para mañana, dado que pasaré la noche aquí. —Se encogió de hombros, soltando su bolsa en mi cama.
—¿Y no podías simplemente dármela en lugar de entrar aquí? —pregunté con rabia. ¿Por qué tenía que hacerlo todo tan difícil?
—Podía haberlo hecho, pero me habría perdido el placer de ver tu ardiente trasero en mi camiseta. Creo que es muy sexy que una chica vista ropa de su hombre — ronroneó, escrutándome de nuevo, lo que me hizo estremecer.
Arrastré la puerta abriéndola y lo miré.
—¡Tú no eres mi hombre, así que lárgate! —le solté.
—Lo que digas, Ángel. —Se rió entre dientes y se fue, no sin antes dispararme su sonrisa coqueta.
Sequé mi cabello alisándolo y me apliqué maquillaje. De nuevo, casi nunca usaba maquillaje, ni siquiera en fiestas, así que sólo apliqué un poco de sombra plateada, algo de mascara y cambié mi brillo de labios transparente por uno rosado. Me puse mi brasier y tanga a juego azul media noche y miré a través de mi armario. Las fiestas en nuestra casa siempre eran increíblemente calientes. Louis y Harry prácticamente invitaban a toda la escuela y todo el mundo venía, haciendo que todo el mundo estuviera acalorado y sudoroso por lo que no podía ponerme muchas capas. Halé un par de pantaloncillos bastante cortos de color negro y una camiseta tipo tanque, luego me deslicé en mi collar largo y mis sandalias plateadas trenzadas con un poco de tacón. Me miré en el espejo. Tenía una linda figura, tonificada, no muy delgada y curva en los lugares adecuados. Había salido a mi mamá, con largas piernas, caderas redondeadas, estrecha cintura y pechos ligeramente más grandes que el promedio. No era la chica más atractiva del lugar, pero estaba feliz conmigo misma y eso era todo lo que me importaba.
A Louis no le gustaría este atuendo. Probablemente estaba mostrando demasiada piel para su gusto, a pesar de que estaba completamente cubierta —y comparado con las sanguijuelas que él y Harry solían tener enganchadas alrededor, parecía una monja. Consideré brevemente el cambiarme de ropa antes de decidir lo contrario, no estaría acalorada, toda sudada y vistiendo jeans sólo porque a él no le gustara que los hombres miraran a su hermanita.
Esperé hasta que la fiesta estuviera encendida, de manera de que Louis no me dijera que me cambiara como si fuera una niña pequeña, en frente de todos. Debían haber estado bebiendo por una hora —era patético. Louis me notó y me dio la mirada de la muerte que corría en la familia y me señaló que me regresara a mi habitación, modulándome la palabra “cambio”. Negué con la cabeza y le sonreí dulcemente, mezclándome entre la gente de la fiesta, llegando rápidamente al otro extremo del salón para que no pudiera ver donde estaba.
—Hola Sean —dije, mientras me plantaba cerca de uno de mis mejores amigos.
—Hey chica. Wow, luces ardiente esta noche —dijo mirándome, pero no de la manera pervertida en la que los chicos estaban acostumbrados a hacerlo. Sean y yo habíamos sido amigos por mucho tiempo, él había estado saliendo con la misma chica por los últimos dos años y estaba completamente embobado por ella, lo que resultaba realmente dulce.
—Gracias, tú también luces bien —repliqué, sintiendo y buscando alrededor a mis otros amigos—. ¿Dónde están Kate y Sarah? —pregunté arrugando mi frente. Ellas nunca se pierden estas fiestas, para ellas, eran solo una excusa para pasearse en frente de todos los chicos guapos de la escuela, sobre todo Louis y Harry.
—Están tratando con tu hermano —estableció, señalando a la cocina y riendo.
Miré hacia donde estaba apuntando, para ver a Kate y Sarah riendo incontrolablemente por algo que Louis había dicho. Kate tenía su mano en el brazo de él y Sarah estaba presionada a su lado. Louis lucía completamente desinteresado pero disfrutaba la atención, como siempre. Estaba acostumbrado a que ellas dos estuvieran atentas a cada una de sus palabras, cada vez que venían a mi casa coqueteaban con él descaradamente y se paseaba por allí sin camisa, riendo ante sus lujuriosas expresiones. Rodé mis ojos y regresé mi atención a Sean.
—¿No está Terry esta noche? —pregunté, escaneando la habitación buscándola.
Justo en ese momento, alguien me agarró desde atrás. Deje salir un pequeño grito antes de que hablara y me diera cuenta de que era Harry.
—Luces increíble, pero definitivamente prefiero la toalla —dijo seductoramente en mi oído. Su aliento caliente debajo de mi cuello, haciéndome estremecer. Podía oler la cerveza en su aliento, pero él nunca se emborrachaba. Louis lo hacía, pero Harry siempre parecía ser el que mantenía el control en caso de que las cosas se le salieran de las manos.
—Piérdete —gruñí, volteándome para caminar hacia la cocina. Todavía no había obtenido una bebida.
—¡Hey Ángel, espérame! —dijo, agarrando mi mano mientras continuaba mi camino entre la multitud de gente besándose y apretujándose unos contra otros.
Cuando llegué a la cocina, lo que me dio la bienvenida fue la visión de una chica acostada sobre el mostrador de la cocina y dos chicos tomando shots de su cuerpo. Reconocí a la chica fácilmente por su cabello rojo y su falta de ropa.
Jessica.
Dejó salir un grito entusiasmado cuando entré.
—Harry, ven nene, toma un trago de mi cuerpo —ronroneó seductoramente. Harry apretó mi mano más duro y me hizo una cara de cachorrito, pidiendo ayuda —simplemente me reí y lo presioné hacia ella.
—Anda, Harry, dale a la chica lo que quiere, tú sabes que quieres tomar uno de esos tragos. —Me burlé, riendo histéricamente ante su expresión horrorizada, la cual rápidamente se transformó en una sonrisa de satisfacción.
Agarró mis caderas y me subió al mostrador, dando un paso entre mis piernas de manera de que nuestras caras quedaran a centímetros de distancia.
—En realidad si lo quiero. Acuéstate para mi entonces, Ángel. —Me dio una sonrisa maliciosa, pero sabía que sólo estaba jugando.
—Harry Styles, ¡saca tus coquetas manos de prostituto de mí, ahora! —Le grité en un susurro, lo que lo hizo reír de nuevo. Simplemente negó con su cabeza, luciendo divertido y dando un paso hacia atrás, halándome un poco del mostrador para establecerme de nuevo sobre mis pies.
Tomé un vaso y me serví tres cuartas partes de vodka y le agregué un chorrito de jugo de naranja, preparando un trago de vodka que me tomé de una vez.
—Ángel, tómalo con calma, ¿sí? —Frunció el ceño ante mi trago, sacudiendo la cabeza con preocupación.
—De ninguna manera. Me voy a emborrachar esta noche y no habrá forma de que ordene nada mañana. —Le di unas palmaditas en su pecho y caminé de nuevo hacia mis amigos.
•••
Después de unas cuantas horas, estaba bastante borracha. No me sentía muy estable sobre mis pies, pero continué bailando con mis amigos de todas formas. Harry estaba conversando con alguno de sus compañeros de equipo no muy lejos de mí y continuaba mirándome.—¡En serio, Harry se está fijando en ti! —chilló Kate en mis oídos por quinta vez.
—¡No lo hace! No seas estúpida, Kate, probablemente está asegurándose de que no vomite, pues le toca limpiar mañana. —Terminé mi bebida y solté mi vaso en la alfombra. Ja, ¡Qué limpien eso en la mañana porque yo no! Comencé a reír histéricamente, lo que hizo que Kate también riera.
—Voy a buscar otro trago —dije por encima de la música.
La canción cambió a “Ella es como una estrella”, de “Taio Cruz”, la cual es la canción favorita de Harry. Sentí a alguien agarrando mi mano y miré hacia atrás para encontrar a Harry sonriéndome, una sonrisa de las verdaderas y no pude evitar sonreírle de vuelta.
—Baila conmigo Ángel —dijo, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.
Estaba tan ebria en ese momento que no me importaba estar bailando con Harry; enrollé mis brazos a su alrededor y apoyé la cara en su cuello. Olía sorprendentemente bien, por lo que me pregunté a qué sabría si lo lamía. Espera, ¿acabo de pensar en lamer a Harry como si fuera un helado o algo? Me eché a reír de mi propia idiotez. Harry me alejó un poco y puso cara de “¿Qué diablos?” lo cual me divirtió todavía más. Rodó sus ojos y sacudió su cabeza, luciendo divertido mientras presionaba su cuerpo contra el mío. La canción no era lenta en realidad, por lo que nos balanceábamos bastante rápido y medio frotándonos el uno contra el otro. Adoro bailar y él era bastante bueno en eso, nuestros cuerpos parecían encajar perfectamente.
Pude sentirlo excitarse pero no me importó. Harry había estado presionando sus erecciones contra mí desde que yo tenía doce y él catorce. Se despierta con una todas las mañanas y la mayoría de las veces también tiene una cuando se queda dormido. Simplemente lo ignoré. Fue raro la primera vez que pasó y de verdad me volvió como loca. Esa mañana se había ido, tan avergonzado que casi lloraba, por lo que le contó a su padre lo que le había pasado y luego vino la noche siguiente a decirme que era normal en los chicos que eso sucediera porque estaban creciendo y su cuerpo estaba todo lleno de hormonas. Nunca supe si era verdad o no, pero no tenía ninguna razón para dudarlo. Fue embarazoso por un mes o dos, pero luego se convirtió en broma por cierto tiempo y ahora lo ignorábamos completamente. Él se separó un poco para mirarme y darme una de sus agradables sonrisas, por lo que mi boca se curvó devolviéndole una sonrisa. En realidad lucía muy lindo cuando sonreía así y resultaba divertido que me acabara de dar cuenta de eso, dado que lo conocía desde siempre.
Louis apareció de la nada.
—Amigo, ¿qué demonios? ¡Es mi hermanita! —le gritó a Harry, agarrando fuertemente su brazo y empujándolo lejos de mi.
—Louis, hombre, en serio, solo estoy bailando con ella, ¡esa es su canción! —dijo Harry, luciendo realmente enfadado.
—Harry, necesitas permanecer lejos de mi hermana, sólo tiene dieciséis. Sabes por todo lo que ha pasado. ¡No necesita a un tipo como tu persiguiéndola! —le replicó Louis, dando un paso adelante y enfrentando a Harry. Podía decir que estaba borracho por el pequeño toque de rojo en sus orejas, que siempre lo delataban.
—¡Nunca la lastimaría! —gruñó Harry, sus pechos casi tocándose.
—¡No me importa una mierda! ¡Te digo que te mantengas lejos! —gritó Louis. Sólo me encogí de hombros y los dejé en eso, no necesitaba atestiguar su pelea, de cualquier manera, ellos se arreglarían en un par de minutos, siempre lo hacían.
Mientras di la vuelta en la esquina hacia la cocina, choqué con un chico que no conocía. Era quizás un poco mayor que yo, probablemente de la edad de Louis y era realmente apuesto. Tenía cabello negro un poco alborotado, cayendo sobre su frente y prácticamente cubriendo uno de sus ojos marrones. Sonrió y sostuvo mi cintura tratando de estabilizarme mientras lo miraba. Inmediatamente di un respingo dado que él estaba tocándome, pero no demasiado fuerte porque los tragos habían adormecido parte de mi cerebro.
—Bien, hola —ronroneó con una voz sexy
—Hola. —Sonreí. Ya había quitado sus manos de mi cintura, así que di un paso atrás para recuperar un poco de espacio personal.
—Soy Trent. —Sonrió, y cuando lo hizo me di cuenta de que se le formaban unos hoyuelos realmente lindos.
—_______—contesté sin apartar la mirada de su rostro. Era realmente guapo. No lo reconocía de la escuela—. ¿Vas a Penn State? —pregunté curiosa de por qué nadie lo conocía si estaba en la fiesta.
Sacudió su cabeza y sonrió.
—No. En realidad estoy buscando a mi hermanita, pero no puedo encontrarla.
—¿Ah, sí? ¿Quién es tu hermana? —pregunté frunciendo el entrecejo; puedo decirte que alguien tiene como hermano un culo caliente.
—Jessica Sanders —afirmó. No pude evitar la reacción natural de mi cuerpo. Arrugué un poco la nariz, lo cual lo hizo reír—. No eres una gran fanática, ¿no? — preguntó, todavía riendo.
—Oh… eh… Lo siento —balbuceé, mirándolo en tono de disculpa y sonrojándome como loca. ¡No puedo creer que le hice esa cara a su hermana! ¡Qué idiota!
—No te preocupes por eso. Sé que puede llegar a ser un dolor en el trasero.
—Entonces, ¿quieres que te ayude a encontrarla? —Le ofrecí, mirando alrededor de la cocina buscándola. Nop, no está aquí. Me reí al recordar que acababa de salir de la cocina, así que ¡por supuesto que no estaba allí!
—Nah, ya aparecerá. ¿Qué tal si en vez de eso nos tomamos un trago? —sugirió, asintiendo hacia el mostrador de las bebidas.
—Si, seguro. —Sonreí mientras él agarraba dos vasos y una botella de Jack Daniels.
Nos tomamos un par de tragos de eso hasta que me di cuenta que estaba realmente borracha. Me apoyé sobre él pesadamente mientras charlábamos y reíamos sobre cosas al azar que realmente no parecían tener sentido para mí. De repente, me presionó contra el mostrador de la cocina y presionó su cuerpo contra el mío. El pánico familiar comenzó a levantarse mientras mi corazón se aceleraba, él acercaba su cabeza lentamente hacia la mía. Sentí mi boca secarse. Santa mierda.
¡Iba a besarme! ¿Quería eso? ¿Qué pasaría si ponía sus manos sobre mí o algo? Mi mente estaba girando de un pensamiento a otro tan rápido que no podía seguirles el ritmo.
Di un grito ahogado y retiré mi cabeza para atrás, golpeándome con el gabinete detrás de mí lo suficientemente fuerte como para hacer que mis ojos se llenaran de lágrimas. Él negó con la cabeza, mirándome un poco desconcertado y luego chocó sus labios contra los míos. Gemí y empujé su pecho, tratando de alejarlo de mí, pero sus manos estaban sujetando la parte de atrás de mi cuello sosteniéndome en el lugar mientras lo sentía lamiendo mi labio inferior. Apreté mi boca tan cerrada como pude, pero él no se movió. Empecé a volverme loca, literalmente podía sentir el ataque de pánico tomando lugar mientras mi corazón se estrellaba en mis oídos.
La siguiente cosa que sé, es que se ha alejado. Levanté la mirada, desconcertada, para ver a Harry recargado sobre la pared, su brazo cruzando sobre su garganta. Se veía tan enojado, que realmente comencé a sentir pena por el chico, quién ahora estaba empezando a cambiar de tono a un rojo de no ser capaz de respirar.
—¡No la toques, maldita sea! ¿Crees que puedes simplemente entrar como si tal cosa y darle un beso a pesar de que ella no quería? —gruñó Harry con enojo.
Comencé a sentirme enferma, literalmente enferma. Me puse de pie y me tambaleé hacia mi baño, donde vomité lo que parecía ser varios litros de vodka. Gemí y me sonrojé, me comencé a mover para sentarme, cuando me apoyé en las piernas de alguien. No me asusté, podía oler su loción. Sabía que era Harry.
—¿Estás bien? —preguntó, con voz simpática. Pero no pude responderle, sólo me incliné sobre el inodoro y vomité otra botella de vodka. ¡Wow, eso es un desperdicio de dinero!
Harry, bendito sea, me frotaba pequeños círculos en mi espalda y sostenía mi cabello. Después de unos minutos, me sentí mucho mejor.
—¿Quieres ir a la cama? —preguntó, mirándome preocupado.
Asentí con la cabeza.
—Sí, sólo quiero cepillarme los dientes.
Me esforcé por levantarme del piso del baño, pero estaba tan descoordinada que no funcionó muy bien. Harry sonrió y se inclinó, deslizando sus brazos debajo de mí y levantándome fácilmente, como si no pesara nada.
Me senté en la siguiente sección, junto al lavamanos. Tomé el cepillo de dientes y le puse pasta dental. Sonreí débilmente y cepillé mis dientes, asegurándome que todo el sabor a alcohol se había ido.
—¿A la cama? —preguntó, cuando había terminado. Asentí con la cabeza, y me levantó al estilo nupcial y me llevó de vuelta a mi habitación. Había quitado los cobertores y estaba a punto de dejarme en la cama, cuando recordé que todavía llevaba mi ropa de fiesta.
—¡Espera! No quiero ir a la cama con esto —murmuré, mirando hacia mis shorts y mi top, incluso todavía tenía mis joyas y los zapatos también.
Él asintió y me puso de pie, pero casi no podía mantenerme, y sentía como si mis piernas estuvieran estropeándose. Harry puso un brazo alrededor de mi cintura, sosteniendo, y me quitó los collares.
Quité el botón de mi top y lo comencé a sacar por mi cabeza, pero me enredé en el proceso y empecé a reír. Lo oí suspirar, mientras me empujaba para que me sentara en la cama y me quitó el top. Cuando lo miré, vi que tenía una expresión divertida en su rostro. Me puse hacia atrás y me desabroché los shorts, levantando mis caderas mientras bajaban por mi trasero; él los tomó y los haló hacia abajo lentamente, mientras me acostaba en sujetador y tanga. Él mantuvo en el aire mis piernas, mientras me quitaba una por una mis sandalias.
—Bonito —ronroneó, mirándome con su sonrisa marca registrada, pero no me importó; sólo me quedé ahí, riendo, hasta que mi estómago me sacudió de nuevo.
—¡Oh, no! —jadeé, tratando de sentarme, sujetando una mano sobre mi boca.
Rápido como un rayo, me levantó y me llevó de nuevo al baño, sosteniendo mi cabello de nuevo y frotando mi espalda mientras mi estómago se vaciaba.
Después de haber cepillado mis dientes de nuevo, se quitó su camisa y la puso sobre mi cabeza.
—Aquí hay otra para añadir a tu colección de camisas —dijo con una sonrisa fácil, mientras me levantaba, me llevó hacia la cama.
Él caminó hacia la puerta. Pensé que iba a salir y volver a la fiesta, pero no lo hizo, simplemente cerró la puerta y se quitó sus jeans, subiendo a la cama junto a mí. Todavía podía oír la fiesta en el exterior. Harry envolvió sus brazos alrededor de mí y me movió hacia su pecho. No podía dejar de pensar en el tipo que me besó en la cocina. Antes de que supiera que estaba pasando, estaba llorando.
—¿Cuál es el problema, Ángel? —preguntó, mirándome desconcertado.
—¡Ese imbécil se robó mi primer beso! —gemí. Harry se echó a reír y me sentí aún peor. ¡No podía creer que se estaba riendo de mí!—. ¡No es gracioso, Harry! El primer beso de una chica es importante para ella. Sólo porque seas una clase de súper puta a la que no le importa, y probablemente no recuerda su primer beso, no significa que las pequeñas cosas no son importantes —dije, con rabia, golpeando su pecho.
—Ángel, cálmate. Él no te robó tu primer beso —dijo, seriamente, mirando directamente a sus ojos, haciéndome sentir ingravidez con sus estúpidos ojos verdes de mujeriego.
—¿De qué estás hablando? ¡Él lo hizo! Él sólo me besó y me lo robó —gruñí, con una lágrima cayendo de mi ojo. Él la limpió con su pulgar y sacudió su cabeza.
—Sí, él sólo te besó, pero ese no fue tu primer beso. Yo lo fui hace mucho tiempo —explicó, con una media sonrisa que hacía que su rostro pareciera hermoso. ¿De qué diablos estaba hablando? Nunca me había besado. Fruncí el ceño, tratando de recordar.
—¿Recuerdas cuando me lastimé al caer de ese árbol en mi jardín? Tenía nueve años y mi maldita pierna me dolía demasiado, y me preguntaste que podías hacer para que el dolor se fuera. —Él cerró sus ojos y sacudió la cabeza con el recuerdo, con una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.
Di un grito ahogado. Oh, dios mío. ¡Eso es verdad! Él me pidió que lo besara y eso hice, bueno, dos veces en realidad. Dijo que todavía estaba doliéndole y me pidió que lo besé de nuevo. Justo después de eso, Louis salió de la casa y nos sorprendió. Le dio un puñetazo en el rostro a Harry por eso.
Oh, mierda. ¡Harry tenía mi primer beso! No estaba segura de cómo sentirme sobre eso, fue realmente agradable esa vez. Él estaba siendo muy dulce ese día, estaba subiendo al árbol para bajar mi pelota que había quedado atrapada ahí. Supongo que eso era bueno, al menos si Harry tenía mi primer beso, significaba que no fue robado por un imbécil mientras estaba borracha en una fiesta.
Le sonreí y me devolvió la sonrisa.
—Ese también fue mi primer beso, y aún lo recuerdo —dijo en voz baja, guiñando un ojo en broma.
—Bueno, has tenido muchos desde entonces, y algo más —afirmo, refiriéndome a todas las chicas con las que se ha acostado.
—Sí, pero ese es todavía el primero y el mejor —susurró, besando la parte superior de mi cabeza y tirando de sus brazos a mí alrededor, metiendo mi cabeza en el hueco de su cuello.
Queen.
Re: Always | Harry Styles |
Me encantó, lo amé, me fascinó.asdfghjkkjhgfdsasdf
Harry es súper ultra mega hiper tierno.
Fue su primer beso. :aah:
¡Haaaaaayyy queeee leeeendoo!
Quisiera tener a alguien así :sad:
Buaaaanooo...
Espero que la sigas pronto.
Harry es súper ultra mega hiper tierno.
Fue su primer beso. :aah:
¡Haaaaaayyy queeee leeeendoo!
Quisiera tener a alguien así :sad:
Buaaaanooo...
Espero que la sigas pronto.
holiscrayolis
Re: Always | Harry Styles |
Exceso de ternura en 1...2...3...
¡¡¡¡ Yo a Hazza me lo comía con Nutella!!!!
Pero que tierno por favor!!!, y además rescatando a la rayis!!!
No lo que no me gusto nada de nada fue la actitud de Louis... sólo estaban bailando!!!!
Pero bueno... espero que puedas seguirla pronto babe!!!
Muchos saludos!!
{CJ}
Re: Always | Harry Styles |
NUEVA Y FIEL LECTORA!
Aiiiii!!!
Harry es tan hajfdkskjsa!!
Me encantaa tu noveee!!! Siiguelaa prontoo!!!
Besos*****
DEEZ
Re: Always | Harry Styles |
holiscrayolis escribió:Me encantó, lo amé, me fascinó.asdfghjkkjhgfdsasdf
Harry es súper ultra mega hiper tierno.
Fue su primer beso. :aah:
¡Haaaaaayyy queeee leeeendoo!
Quisiera tener a alguien así :sad:
Buaaaanooo...
Espero que la sigas pronto.
Lose, yo también quisiera tener alguien así de tierno como el aldksjfks:juay:
Graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaacias por leer! Un beso! x
Queen.
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