This is my life { Liam Payne }

Nuevo ¿Amigo?
TRES

-Sigo esperando, ¿quién eres?- digo siendo borde mientras me cruzo de brazos mirando fijamente a el rubio que hay delante mía.

Siento algo de ternura al observar su carita de niño bueno y esos ojitos asustados pero escondo mis sentimientos detrás de una máscara de frialdad.

-Yo... lo siento- tartamudea rojo como un tomate mientras comienza a caminar hacia atrás.

- No has respondido mi pregunta- muevo mi mano hacia él.

-Me llamo Niall Horan y... esto... MAMÁ- grita mientras sale corriendo escaleras arriba.

Me quedo petrificada mientras revivo este momento, un chico de por lo menos 19 años se ha puesto nervioso y ha salido corriendo mientras llamaba a su madre tal como haría un niño de 5. Sin poder evitarlo me comienzo a reír fuertemente mientras subo las escaleras.

Al llevar a la cocina ya se me ha parado la risa pero cuando veo que el rubio, Niall, al verme se esconde detrás de una mujer me vuelvo a reír como loca agarrándome el estómago.

-¿Qué ha pasado aquí? -pregunta mi padre haciéndome ponerme seria de golpe.
-Na.. na... nada, solo este chico me ha hecho reír- digo con la cabeza gacha.
-Cariño, me llamo Maura y soy vuestra vecina más cercana, bueno yo no, mi hijo Niall y sus amigos pero yo vivo en un pueblito por aquí cerca.- me explica antes de darme dos besos y un pequeño abrazo.

En cuanto me abraza me quedo un poco sorprendida porque no estoy acostumbrada mucho a las muestras de cariño sinceras pero bueno, ya me ha abrazado y ha sido... agradable.

-Preséntate, cariño- dice mi padre con su falso tono paterno que me hace hervir de rabia pero me aguanto las ganas de golpearlo y me presento.

- yo soy Kate Windflower, encantada de conocerlos y, siento haberte puesto nervioso- digo echando la cabeza hacia un lado sonriendo un poco hacia el rubio que se ha puesto a un lado de su madre.

-Si, si, encantado- dice él, al parecer enfadado de que me haya reído de él por lo que me siento algo mal.

-¿perdón?- digo estupefacta por su actitud.

-Que si, que estoy encantado, adiós, mamá me voy a casa después nos vemos, hasta la noche, señor Windflower- dice Niall saludando a su madre y a mi padre antes de salir rápidamente de la casa rozándome el hombro al pasar por mi lado.

"Esto ha comenzado bien, directo a una preciosa amistad" pienso siendo sarcástica.

No vuelvas a hacer eso.
CINCO.

-Hija, sabes que por el trabajo viajo mucho- "esto no me pinta bien" pienso mirándolo- y, como no quiero que estés sola durante todo el día, Niall se llevará una de las llaves para vigilarte pero cuidado con lo que haces porque estaré atento a TODO lo que hagas- dice y yo entiendo la amenazada encubierta de mi padre "si haces o dices algo inapropiado pagarás por eso".

Asiento suspirando mientras agacho la cabeza y me levanto de la mesa excusándome con un pequeño "con permiso" y, después de dejar mi plato en el fregadero, me encierro en mi habitación. Me tiro en la cama mirando el techo con los brazos detrás de la cabeza.

Es un alivio tener dos semanas de tranquilidad, poder caminar por la casa sin el temor de que el hombre que vive conmigo se haya despertado con mal pie y me golpee o me obligue a hacer cosas que nunca haría pero también me da miedo que un desconocido tenga la llave de mi casa, que pueda entrar cuando quiera, nunca he confiado en nadie más que en Max y no creo hacerlo jamás.

Coloco una mano en mi vientre a la vez que comienzo a sentir los párpados pesados y en menos de lo que tardo en acostarme me duermo.

A la mañana siguiente despierto más cansada de lo habitual. Me siento en el borde de la cama y miro a mi alrededor algo asustada al no encontrar mi maleta y las otras maletas al lado de la puerta. Camino descalza hasta la cocina en busca de algo para comer.

Después de sacar una manzana me siento en la barra con la cabeza apoyada en un armario saboreando mi desayuno.

-Buenos días- oigo murmurar a alguien en la puerta de la cocina por lo que miro al dueño de esa voz y veo a Liam apoyado en el marco de la puerta mirándome y yo lo saludo con un asentimiento antes de bajarme de la barra y caminar hacia mi habitación pero al pasar por al lado suya me coge uno de los brazos apretándome sin querer un moratón haciéndome quejarme de dolor por lo que se sobresalta y levanta la manga de mi pijama viendo mis moratones y una venda que tapa mis cortes.

Sin dejarlo decir nada le doy una cachetada con lágrimas en los ojos.

-No vuelvas a hacer eso- murmuro antes de huir a mi habitación.