The snake beat the lion. [Draco Malfoy]

AnaPaulaHoran escribió:Perdón por no comentar!!! Me encantó el cap!!! Síguela!!!
Besos.

No te preocupes cariño:3 Gracias, hago todo lo que puedo porque les guste, ya subí capítulo, besos.

OMFG!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Cada vez que entraba & veia el capitulo 7, gritaba e imploraba por uno mas... & luego baje un poco.. jeje.
SUBE MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

  :gasp: :gasp: :wut:  
 ESta novela es SUPER!!! jams, jams, jamas, pero JAMAS! pense que draco seria uno de los ganadores,y eso que yo siempre invento locos sueño de draco y yo. pero sobre Scarlett si sospeche, ues, es la protagonista...

Bien, me precento. soy danna. no lucy, soy de venezeula y soy, la esposa de zayn malik, hija de severus snape y la hermana perdida de sirius, sobrina extrañamente de voldemort y hermana de draco XD  okno. jajajajajajajajaja. lo primero si es cierto. bueno. me voy. espero que la sigas  adoro a esa rana XD

LeonelaLavigne escribió:

 DIOOOOOOOOOOOOOOOOOS. ¿TÚ SABES CUÁNTO HE BUSCADO TU PUTA NOVELA? MÁS DE 3 MESES O QUÉ SÉ YO, DESDE LA ÚLTIMA VEZ QUE COMENTÉ, NO SABES LO OBSESIONADA QUE ESTOY CON ELLA. DIOS MÍO, ¿POR QUÉ MIERDA NO LA SIGUES? HASTA TE ESTOY GRITANDO. 

POR FAVOR, POR MÍIII :( ÑASKLDÑASLDKÑASKLDAÑSLKDASÑLDKAS, BESOS PRECIOSA, SÍGUELA, NO PUEDE SER MÁS GENIAL.

 Bueh, si, he sido cruel, no he subido por un mes :( pero... yo... este... ¡Es culpa de las madragoras! *tose* ... no ya, perdón u.u Procuraré subir más seguido, LO PROMETOOOOO! yo también estoy traumatizada, es de las novelas que escribo que en verdad me gusta kajdgldsgkjña he estado escribiendo capítulos, así que los publicaré más a menudo :roll: 

Gracias<333333 :'3

aaaa pero como nos dejas asi espero k la sigas pronto animo.k te esta kedan super

DB

Octubre 31, 1994
Hermione había alcanzado a Scarlett en el baño de chicas. Ella estaba llorando, con sus ojos rojos e hinchados por eso mismo. Podría jurar que su cabeza iba a explotar: tenía muchas cosas que analizar, su cabeza daba vueltas. No tenía idea de cómo había terminado dentro del torneo; uno de sus mejores amigos la odiaba y todo el colegio también. Las posibilidades de que Draco Malfoy, aquel chico que le confesó sus sentimientos hace pocos días, pudiera haberla involucrado en el torneo le daba nauseas. Recordó sus palabras el primer día en Hogwarts: “Deberías participar, imagina si te come un monstruo”. Lloró más con el remordimiento y Hermione solo pudo darle palmaditas en la espalda, hasta que por fin intentó decirle algo que la consolara.

- Hablaré con Ronald, tendrá que entender que tú no eres la culpable de que eso te sucediera, ¿está bien? –preguntó con preocupación en su voz.
- Déjalo así Hermione, solo quiero que esto termine ya –sollozó Scarlett.
- Terminará, pero primero que nada tengo que hablar con Ron, ¿de acuerdo?... –hizo una pausa- Aguarda. ¿Hay algo que no me hayas dicho hasta ahora? Draco te estaba buscando –Scarlett se giró a mirarla.
- Él me confesó que me quería, Hermione. Jamás me había parecido tan sincero, jamás. Entonces me besó –bajó la cabeza, sin dejar de llorar-. Pero fui una tonta, es casi obvio que él fue quien puso mi nombre en el cáliz.
- No tienes pruebas, pero tampoco hay que descartar la posibilidad. Tarde o temprano lo descubriremos Scarlett, te lo prometo. Por ahora ignóralo a él y a todos los demás que se empeñan en mortificarte, ¿bien? –asintió-. Ahora, iré a buscar a Ron. Harry está afuera esperando.

Hermione abrazó a Scarlett y minutos después se había ido en búsqueda del pelirrojo. Scarlett mojó con agua su rostro una vez más y se limpió con la manga de su suéter. Por regla de Dumbledore, como ese día era la elección de los campeones y el día de Halloween, no había clases.
Scarlett por poco había olvidado que era la noche de Halloween. Intentó despejar su mente de aquellos remordimientos que habitaban en su cabeza y salió del baño. Se dio cuenta que Harry no estaba allí, sino Luna Lovegood, vistiendo un vestido muy curioso color plateado rasgado, y un antifaz de quien sabe qué criatura.

- Hola Luna –sonrió.
- Hola Scarlett, ¿qué tal? –preguntó, sin alguna expresión en su rostro.
- Supongo que bien, quizá –mintió- ¿y tú?
- Bien –hubo un silencio, y habló-. Por cierto Scarlett, yo creo en ti. Es decir, estoy segura en que tú no fuiste responsable de que tu nombre estuviese ahí –sonrió mostrando su dentadura, Scarlett también y la abrazó-. Eres demasiado gentil como para enfrentarte a eso siendo informada de las reglas.
- Oh Luna, muchas gracias. Es lindo tener un par de personas que confíen en ti en estos momentos.
- Para eso están los amigos –sonrió, se apartó de Scarlett y pensó unos momentos, después prosiguió-. Bueno, cambiando de tema, ¿quieres un antifaz? –preguntó.
- ¿Antifaz? ¿Para qué?
- Para esta noche, es Halloween. Y he estado vendiéndolos, yo los fabrico. ¿Te gustaría uno? –sonrió.
- Quizá más tarde, tengo que buscar a Harry… por cierto, ¿no lo has visto? –preguntó.
- Me pareció ver que se dirigía a la torre de Gryffindor, sí, eso creo.
- Muchas gracias Luna.

Caminó escalones arriba y llegó a la sala común cruzando el retrato de la dama gorda. Encontró a los gemelos Fred y George hablando con Hermione. Tosió anunciando su presencia y cuando se giraron sonrió.

- Hola Scarlett, tenemos noticias –dijeron al unísono los pelirrojos.
- ¿Qué clase de noticias?
- Sabemos quienes trabajan en la cocina.
- ¿Qué?
- Sí, lo saben –bufó Hermione-. Y no quieren decirme como entrar a la cocina.
- ¿Cómo lo saben? –interrumpió Scarlett, mirando a los chicos.
- Fuentes cercanas –sonrió Fred.
- Son nada más y nada menos que elfos domésticos –confesó George.
- ¿De verdad? –preguntó Scarlett anonadada.
- Pobres elfos, no se merecen trabajar así sin paga –gruñó Hermione, Fred y George rodaron los ojos.

Siguieron discutiendo de tal cosa hasta que los gemelos partieron al tercer piso, dejando a Hermione y Scarlett a solas.

- Oye, hablé con Ron –dijo Hermione, jugando con sus dedos pulgares y mirando a ellos.
- Y… -dijo Scarlett, indicando que prosiguiera.
- Bueno… él esta realmente enfadado. Se dice últimamente que le gustas a Draco, ya sabes –hizo una pausa-. Él esta… celoso –tosió-. Como ya te dije antes, piensa que ambos lo planearon para estar juntos en el torneo. También le molesta que a él, tu mejor amigo, no le hayas dicho nada…
- ¿Nada de qué?
- De que pusieras tu nombre, ya sabes. Eso piensa él, esta… celoso –gruñó.
- Que tontería, no puede estar celoso –dijo Scarlett.
- Yo no sé más, eso fue lo que él me dijo –soltó de repente y la miró- y hay otra cosa, me dijo que te dijera que Hagrid tiene algo importante que decirte, ésta noche.
- ¿Y como se supone que iré con Hagrid en la noche? ¿Pretende que me expulsen? –estalló.
- Podrías pedirle a Harry su capa.

Pedirle al señorito Potter su capa podría resultar difícil, aunque no tanto como para preocuparse. Esperó a que diera la noche, y bajaron al Gran Comedor para la cena de Halloween. Scarlett aún no le había preguntado a Harry si le prestaría su capa, pero esperaba que aceptara. Al menos estaba esperanzada que no fuera una broma de Ronald para hacerle pasar un mal rato y fuese cierto que Hagrid la buscaba. Cuando todos los alumnos estuvieron reunidos, el director dio sus palabras y todos le entraron al banquete, incluyendo obviamente a Ronald, que ahora se sentaba junto a Harry y le había obligado a sentarse más lejos de Scarlett y Hermione. A partir del momento en que Hermione le dio a Scarlett el mensaje de Ron, no se ha visto muy animada, y Scarlett no tenía idea por qué. Le dio un mordisco a su trozo de pastel de calabaza y la miró, buscando encontrar sus ojos con los de ella.

- Hermione, ¿me acompañarás con Hagrid? –preguntó, esperando ansiosa un sí por respuesta.
- Lo lamento, Scar… pero no quisiera meterme en problemas y aún tengo deberes por hacer –contestó, provocando que la mirada de Scarlett se derrumbara.
- Tienes algo, a mi no me engañas –soltó Scarlett de repente, provocando que Hermione dejara su bocadillo a medio comer en el plato y la mirara con el ceño fruncido.
- No tengo nada por lo que debas preocuparte –contestó fríamente.
- Sabes que no es así, me preocupa lo que le ocurra a mi mejor amiga, es todo –añadió.
- Después te contaré –miró de reojo a Ron, que estaba comiendo como si su vida dependiera de ello (y depende); miró a su plato y dejó los cubiertos en la mesa-. Se me quitó el apetito… lo siento…

Aquellas fueron sus últimas palabras ahí y se fue a la Gran Escalinata, dejando a Scarlett sola, literalmente. Bien, estaba el resto del colegio ahí, pero actualmente nadie la toleraba. Se encontró con las miradas de muchos otros y decidió ir de una vez por todas con aquel chico de las gafas redondas y la cicatriz en forma de relámpago.

- Harry… ¿podemos hablar? –preguntó, notando como el pelirrojo giraba los ojos y se levantaba junto con su plato para irse a otro sitio en el comedor de Gryffindor.
- Bueno… ¿de qué quieres hablar? –cuestionó después de mirar como su mejor amigo se alejaba de ambos.
- Necesito que me hagas un favor –se sentó en el espacio vacio que había dejado Ron junto a él.
- ¿Cómo de qué?

Bueno, al principio no había sido tan sencillo como lo pensó. Aquella capa era de su padre y no era fácil que la prestara a cualquiera, pero ella no era cualquiera, era su mejor amiga (junto con Hermione, claro). Finalmente lo convenció y ambos se dirigieron a la sala común, después de que Harry le advirtiera a Ron que llegaría en unos minutos.
Scarlett esperó en el sofá rojo frente a la chimenea, y en unos instantes Harry salió del dormitorio de chicos con la capa en sus manos.

- Ten cuidado, está muy oscuro y no sea que te atrapen –sugirió.
- Tranquilo, estaré bien –le sonrió calmando su intranquilidad y se colocó la capa, no dejando rastro visible de su cuerpo, y salió del castillo con su varita a la mano y con cuidado de no chocar con alguien y que la delaten.

Esperó a que algún profesor abriese la puerta principal para salir, y cuando sucedió se dio prisa. Caminó despacio para que la capa no se desbordara de su cuerpo y llegó a la cabaña de Hagrid. Él estaba sentado afuera junto con Fang, y al mirarla quitarse la capa se reincorporó y le sonrió amable como siempre.

- ¿Lista? –preguntó.
- Pero Hagrid, ¿qué querías decirme? –preguntó dudosa con la capa en las manos.
- ¿No te dijo Ron? –preguntó frunciendo el ceño y sacudió la cabeza- bueno, ya lo verás, ven conmigo.

Se adentraron en el bosque y unos metros más adelante se escuchaban rugidos, y no eran de Fang. Se veían luces centelleantes a distancia, rojas, amarillas y naranjas, Scarlett no sabía de qué se trataba o de quién. Hagrid se adelantó emocionado y Scarlett le siguió por detrás. En un momento Hagrid se dio vuelta y la miró.

- Aquí, ponte la capa de Harry, pronto –dijo preocupado y siguió caminando, cuando se detuvo ésta vez Scarlett a través de la capa pudo observar algo que la impactó, dejando caer su boca en forma de la letra O. Eran jaulas enormes, con dragones dentro. Sí, eran dragones. No eran luces centelleantes, era fuego. Su boca se secó admirando los animales y de pronto escuchó una voz detrás de ella. Se asustó y con sigiles se cambió de lugar, temiendo ser descubierta.
- ¡Hagrid! –al mirar a quien hablaba, se percató que era Madame Maxime, la directora del instituto de Beauxbatons y frunció el ceño.
- Señorita Olympe –contestó con una sonrisa de oreja a oreja, Scarlett no comprendía aún.
- ¡Por Merlín! –exclamó Maxime- ¿esos son? ¿Crees que podamos acercarnos? –preguntó emocionada mirando los dragones y sin decir más se acercó al lugar, alejándose de la posición de Hagrid y Scarlett.
- ¿Dragones? –preguntó Scarlett quitándose la capa, consciente que la profesora ya no estaba ahí.
- Sí, eso son, los trajo el hermano de Ron, Charlie, de Rumania –sonrió.
- Pero… ¿por qué? –preguntó confusa, observando a las bestias.
- ¿Por qué? –repitió irónico- Scarlett, es la primera prueba del torneo –contestó.
- ¿QUÉ? –preguntó exaltada, con la mirada llena de terror.
- Es cierto que Ron ya no te habla… -pensó en voz alta- bueno, ahora lo sabes. Supongo que tendrán que vencerlos, no lo sé perfectamente –añadió- no se lo puedes decir a nadie, está estrictamente prohibido que los campeones sepan. Son pruebas secretas, ya sabes –concluyó.

Pero Scarlett ya no había escuchado aquellas palabras. Del horror se había puesto la capa y había partido de ahí, directo al castillo. Entró y subió a la sala común, donde no había nadie aún y se quitó la capa, que la dejó en su dormitorio. Respiró con dificultad. “Es la primera prueba”. Bajó la Gran Escalinata intentando calmarse y volvió al comedor. Miró a Luna con su antifaz grande y le sonrió, aún con los nervios de punta. ¿Por qué Ron quería que supiera eso? Al parecer no la odiaba después de todo, o quizá solo quería hacerle pasar un mal momento. Harry al parecer notó su preocupación y fue hacía ella.

- ¿Qué pasa? –le preguntó tomando sus hombros.
- Aquí no puedo decir nada –dijo con la mirada de espanto y la voz temblorosa.
- Ven.

Se fueron ambos a la sala común, Harry dejando a Ron en el comedor y al llegar se sentaron frente a la chimenea.

- ¿Qué ocurrió? ¿De que te enteraste? –preguntó Harry tomándola por los hombros.
- ¡Son dragones! –chilló Scarlett- la primera prueba Harry, ¡dragones! –repitió.

Los ojos de Harry se abrieron tanto como pudieron y ahora ambos estaban en las mismas. Se giraron al escuchar pasos aproximarse y notaron a Ron dirigirse al dormitorio, sin decir nada.

- ¿Cómo lo sabes? –preguntó él, volviendo a la conversación.
- Hagrid me lo dijo –contestó.
- ¿QUÉ? –preguntó Hermione, que estaba observando desde la puerta del dormitorio de chicas, con la mirada llena de horror- ¿CÓMO? –prosiguió- ¡Bastardos! ¡DRAGONES! ¿Cómo diablos pondrán eso en el torneo? Si esto es la primera prueba, ¡no me imagino lo que sigue! –gruñó.
- Hermione, cállate, se supone que no debo saber nada –contestó Scarlett.
- Vaya. Después de todo Ron si se preocupa por ti –gruñó y se adentró en el dormitorio de nuevo, cerrando la puerta a sus espaldas.
- ¿Qué le sucede? –preguntó Scarlett.
- No lo sé –frunció los labios.