Troublemaker [LARRY STYLINSON]

Nombre: Troblemaker.
Autor: Javiera Sandoval (Venom.FuckingNightmare)
Adaptación: No.
Género: Romance, Comedia, Drama.
Advertencias: Violencia, escenas de sexo explícito, palabras altisonantes, entre otras.
Otras páginas: No.

Siempre me he destacado por ser un “chico bien”. No suelo meterme en problemas, mis calificaciones son muy buenas, me llevo bien con el general de los profesores –menos el de gimnasia–, no suelo ir a fiestas, no bebo ni fumo…., en fin, viéndolo bien, soy un nerd. Por ello es que siempre un grupo de chicos está molestándome en la escuela. Para ellos soy “el chico del almuerzo”. Este apodo lo gané producto que siempre me roban el dinero de mi almuerzo o, en el mejor de los casos –que es casi nunca–, les doy almuerzos para que no se lleven el mío.

Sé que tendría que hacer algo para defenderme, pero simplemente no puedo, ellos son grandes, fuertes y de último año –repitentes además–, mientras que yo apenas soy un chico de quince años que no hace deportes y que ama leer y hacer bromas.

Pero todo cambió esta mañana. Les cuento.

Los chicos que siempre me molestan se habían acercado a mí con unas horas de anticipación, en uno de los recesos de la mañana, y me habían acorralado en uno de los desolados rincones del jardín.

–Hola, ¿qué onda? –dijo una relajada voz.

–Vete de aquí, pendejo –respondió uno de mis matones, sin siquiera voltearse a verlo. Por ende, yo tampoco lo podía ver.

–¿Y por qué se supone que tengo que irme yo? Si son ustedes los que están en mi lugar de trabajo –siguió calmo, y habría jurado escuchar cómo encendía un cigarrillo. El olor a humo luego respaldó mi teoría.

–¡Te dije que te fueras…! Noah… –se volteó uno del grupo, furioso al principio, pero pronto esa furia se fue al carajo para ser reemplazada por el pánico.

–¿Ahora sí se irán? –preguntó mirándolo indiferente.

No hubo respuesta, el grupo de matones salió corriendo, dejándome parado como idiota junto a la pared. Ahora podía por fin ver al que había sido mi repentino salvador.

Como mi vista estaba en el suelo, lo primero que logré ver fue que él traía puestas unas botas estilo militar sobre unos pantalones de jeans ajustados y rotos a la altura de las rodillas. Más arriba, al seguir mi recorrido visual, traía una playera color negra con el logo de “The Ramones”, y sobre esta, una chaqueta de cuero negra con detalles blancos.

Si su ropa me impresionó, morí con su rostro y cabello. Sus facciones eran finas y bien definidas; sus labios eran adornados por una argolla al lado inferior derecho; su nariz era simplemente perfecta, ahí no había nada que decir más que tenía un aro en el puente de su nariz. Sus ojos eran de un color muy reservado, pero eso era porque fumaba bajo la sombra de un árbol, pues apenas dio un paso más y llegó a la luz, vi que eran de color celeste intenso.

–¿Pasa algo? –me preguntó con el cigarrillo posado en los labios.

–No, no –balbuceé nervioso.

Era lindo, mucho, y no había nada que decir de su pelo. Color castaño claro a los lados, muy corto, pero la cresta era de un color rubio que se notaba, por lógica, que no era natural.

Ok, acababa de descubrir que mi salvador era un punk, el primero que veía en esta escuela.

–¿Esos chicos siempre te molestan? –preguntó una vez que llegó junto a mí y recargó su espalda contra la muralla para seguir fumando.

–Sí –me encogí de hombros, avergonzado.

–¿Y por qué no haces nada? –me miró intrigado.

–Sólo empeoraría las cosas –suspiré.

Seguimos unos minutos ahí en silencio. Él ya había dejado de fumar, pero permanecía junto a mí con las manos posadas en los bolsillos de su pantalón. Yo, por mi parte, me había sentado en el suelo mirando unas ardillas que correteaban por el jardín.

–Ven conmigo –escuché que dijo de repente, y al voltearme a verlo vi cómo me tendía una mano para ponerme de pie.

–¿A dónde? –pregunté cuando estuve de pie.

–Tú calla y sígueme –me sonrió y, sin soltarme la mano, me hizo escapar de la escuela junto a él.

Quién diría que así conocería a mi primer Troublemaker personal, al primero de los dos que pondrían mi mundo patas arriba, aunque claro, el segundo “chico problema” sería quien además se ganaría mi corazón… Harry.