Goodbye, my love. {LiamPayne}

-Vamos, ____, salta.
-¡Me da miedo! - dije en voz baja, solo para que él me escuchara.
-¿Confías en mí? - me miró tiernamente.
-Sí, por supuesto.
-Entonces salta, te prometo que te agarro. - y sin pensarlo dos veces más, salté.

Sus grandes manos se deslizaron por mi cintura, sosteniéndome fácilmente. Abrí con lentitud mis ojos,  me encontré con su sonrisa burlona.

-¿Segura que quieres hacer esto? - me susurró, apoyando su frente en la mía.
-Más que nada en el mundo. - le di un corto beso  y giré por última vez, para ver a mi hermana con su bata blanca en el balcón de mi habitación.
-¡Suerte, te quiero! Cuídate, por favor. Cuídala Liam, con tu vida. - dijo de brazos cruzados, dejando caer sus lágrimas, en un tono algo elevado pero no lo suficiente para despertar a nuestros padres.
-Claro que si, Julie, te quiero mucho más. Nos veremos pronto, hermana. - ella secó sus lágrimas, yo también limpié las mías.

La saludé con la mano, y las dos sonreímos. Corrí hacia el auto y, de una buena vez, nos largamos de esa estúpida casa.
Apoyé mis brazos en el marco de la ventanilla y posé mis cabeza sobre ellos, dejando que el aire frío golpeé mi cara y alborote mi cabello.

Escaparme de casa con mi novio fue la decisión más difícil y arriesgada de todas, pero a la vez la mejor de todas. Seguir viviendo allí era como una tortura constante, y si le sumábamos a mis estrictos e insoportables padres, lo hacía un infierno. Y lo hizo más infernal cuando les presenté a Liam y ellos me prohibieron verlo, por cuestiones religiosas y por mi edad. Ellos pensaban que una chica de diecisiete años como yo no tendría que tener novio hasta los diecinueve o veinte años, y que era un pecado que me besara o estuviera con él si no me había casado. Siempre fueron así de estrictos y rectos en esos aspectos, pero realmente estaba enamorada de él y no iba a permitir que me vengan con esas estupideces religiosas. Noches enteras me las pasé llorando porque mi padre no me dejaba verlo, hasta que me cansé y me escapé de mi casa para estar con él, y lo hice varias noches hasta que me descubrieron. Ideé un plan en una noche de llanto, y a él no le convenció mucho, pero su situación familiar era peor o igual que la mía, pero con diferentes situaciones.


-Mi amor, esta noche dormiremos, sí? Mañana a la madrugada partiremos a Italia. - dijo estacionando el auto en un barranco donde se podía observar toda la ciudad.
-Mientras nos larguemos de esta ciudad cualquier cosa. - le sonreí, me acerqué un poco a él y le di un beso.
Mis lágrimas comenzaron a fluir poco a poco silenciosamente una vez que Liam ya estaba dormido. Dejar todo esto se me hace muy difícil, por más que sea lo mejor para los dos, tener mi corta edad y fugarte de tu casa es algo no muy fácil. Para él era un poco más normal, ya tenía diecinueve años y era mucho más independiente que yo, que nunca hice algo sin la ayuda de mis padres o de mi hermana.

Pero siempre fui y voy a ser una chica que no le teme a lo nuevo, que es arriesgada y aventurera, por eso este iba a ser un reto completamente nuevo que me da intriga y emoción realizar. Pues, este era solo el comienzo de una nueva historia de amor.