One Tweet, One Messages (Louis Tomlinson y Amy Letney)

—¿Estás diciendo que nos mudaremos? —Pregunto sonriendo. Aún no lo creía, aún no podía dejar de sonreír como idiota.
—Sí. No lo sé aún. Pero lo haremos, no quiero ver más cicatrices en tus brazos, no quiero más ver cómo te destruyes por dentro mi amor, ni mucho menos quiero ver como Mattie se preocupa por nosotros como si tuviera veinte años.
—Lo sé. Pero papá ¿si mamá trata de buscarnos? —El la miro con media sonrisa, quizás fue por su inocencia, de creer que aún su mamá los quería con ella, quizás fue porque pensó que aún los quería—Creo que… Eso no pasara. ¿Cuándo nos vamos?
—Tenía pensado hacerlo mañana —Miro hacia donde estaba Mattie jugando en aquellos juegos— Pero aún no sé donde quedarnos. Tu abuelo nos invito a quedarnos en su campo, podrías despejar tu mente allá y Mattie divertirse con los animales. Siempre te gusto viajar a visitar al abuelo, pero aún no estoy seguro de…
—¿Podemos ir ya a empacar? —Sonrío.
—Sabía que querrías. No podemos aún, iremos a casa antes que mamá llegue. No le digas que no fuiste hoy a la escuela, sabes cómo se pondrá y…
—Comenzara a compararme con mis primas –Lo interrumpió- lo sé. ¿Por qué se lo diría? ¿Para que lo haga? Sabes que odio que haga eso, pero ¿sabes que es lo que más odio? no poder hablar con ella como hija y madre.
—Mi amor… -suspiro- Me tienes a mí para lo que sea, sabes que puedes contar conmigo –sonrío de lado.
—Lo sé y agradezco mucho eso. Gracias papá.

Sabía que podía contar con él para lo que fuese, el siempre trataba de sacar el lado bueno a todo. El hacia dos papeles a la vez, el de madre y el de padre. Se sacrificaba el doble para que pudieran tener lo que siempre querían, lo contrario de su madre, ella usaba el dinero que ganaba para comprar vestidos, joyas y para ir a fiestas a… quien sabe que.
Miro a Mattie, se había caído, siempre que venía al parque, llegaba a casa con una herida. Corrió hacia el pequeño y este sonreía mientras veía como sangre salía de aquella pequeña herida.

—Mattie –Lo llamo, él no levanto la vista, solo veía como la sangre corría- Mattie – Volvió a llamarlo. Esta vez se agacho y él la miro.
—Mira… A mí me duele ¿Por qué a ti no cuando te cortas? Además, es fea, luego me quedara una cicatriz.
—Es que… yo soy grande pequeñín, no debes cortarte, nunca ¿entendido?
—Lo sé, he tratado de decirte lo mismo, aun eres pequeña –río.
—Tenemos una noticia para ti –Lo tomo en brazos- Dime algo Mattie –Me miro- ¿Eres feliz? –Agacho la cabeza-
—Solo cuando mamá no está, cuando tu sonríes y papá juega conmigo –Levanto su mentón y hizo que la mirara.
—Mattie, no importa si nosotros no tenemos una sonrisa, lo importante es que tú seas feliz y te diviertas. –Solo asintió.

***

—Estás gorda, no te comas eso –Le quito el tenedor con el pedazo de carne que se iba a llevar a la boca. Su Papá la miro mal, lo miro al igual que él a ella para poder susurrarle.
-No importa.

El silencio rondaba en la cena, no acostumbran cenar juntos, su papá siempre cenaba en la habitación de Mattie, para así darle de cenar a él también. La castaña cenaba en su habitación o a veces simplemente no lo hacía porque su mamá no le daba la cena, aunque papá más tarde se encargaba de llevársela. Y su mamá a veces se iba a algún restaurante a cenar con sus amigas.
Hoy su padre le rogó a ella que cenaran todos juntos, ya que sería la última vez que lo harían, ella no sabía que mañana se irían a primera hora, después que ella partiera a su trabajo.
Se irían al campo del abuelo, a su papá le encantaba pasarla allí al igual que a Mattie y a ella, siempre solían cantar en la noche al lado de una fogata. Además allí vivía Andrés, su primo, quizás… el que más quería y apreciaba como él a ella. Estaba ansiosa por irse de ese lugar. No soportaba las burlas de sus compañeros, agradeció que esta semana fuera la última de clases, pero en dos meses tendría que volver a la escuela y quizás, a una desconocida. Tampoco aguantaba las críticas de su madre ni las comparaciones con sus primas.
Su padre dejaría la empresa donde trabajaba con su mamá y se dedicaría a vender ganado, se dedicaría a lo que antes amaba, estar en el campo.
Lo que más quería era llegar a Wisconsin y cabalgar con Andrés como cuando eran niños, ir a sacarle los huevos a las gallinas y luego tirarlos a la cara de Andrés y su papá. Escuchar las historias de terror que su abuelo contaba para asustarlos y no ir hacia el rancho de al lado.

—Con su permiso, me retiro –Su papá la miro y luego vio su plato, había dejado una buena porción. Pero ya no tenía hambre y dudaba engordar más si es que llegaba a comer.

Subió corriendo las escaleras, para así entrar a su habitación, se dio vuelta y cayo en su cama rendida. Debía hacer las maletas para mañana y despedirse de… ¿De qué? ¿De qué podría despedirse? No tenía nada en este lugar, ella no pertenecía a este lugar.
Tocaron la puerta, así que se levanto a abrir. Mattie estaba del otro lado y sostenía su ¡Phone.

—Se te quedo –Se lo entrego- ¿Hoy puedo dormir contigo?
—Claro… Ve por tu pijama –Le sonrío.
—Pero debo empacar –Se quejo.
—Mañana lo haré yo –sonrío satisfecho y corrió a tirarse en la cama. Rieron y Amy fue a su closet- ¿Puedes sacar la maleta que está bajo mi cama? –Pregunto, sonrío y lo hizo-
—¿Puedo ayudarte a empacar? –Tomo una blusa y la doblo, estaba acostumbrado a ordenar, así que doblar ropa no era la gran cosa. A veces su mamá lo obligaba a hacer cosas que ni un niño de doce debería hacer.
—¿Quieres ayudarme a empacar y no quieres ir a empacar tus cosas? –Río.
—Es que es más divertido empacar contigo, mañana podemos empacar juntos mis cosas.

Río y asintió. Comenzaron a doblar la ropa, para luego meterla a la maleta. Mattie le contaba de su semana en el colegio y de los amigos que tenia. Sonreía al ver cómo le agradaba pasarla en la escuela, realmente le encantaría ser como él. Creía que el papel aquí estaba al revés, el ejemplo a seguir era Mattie, el trataba siempre de hacerlos sonreír y realmente es un pequeño héroe.
Acaricio su rostro, se había quedado dormido luego de terminar de empacar. Lo tapo con las sabanas y luego ella entro al baño a darse una ducha.
Se puso el pijama y se acostó a su lado, tomo la laptop que estaba a su lado y la abrió para entrar a todo lo que fuera una red social. Necesitaba charlar con Camila, hace días no hablaba con ella, quizás era la única chica con la cual podía confiar, a pesar de que estuviera al otro lado del mundo.
No estaba conectada, facebook era un asco, solo insultos hacia artistas e insultos hacia personas ¿Cuándo dejarían la rivalidad? Necesitaba paz mundial aunque eso sonara como si fuese una modelo hueca, realmente lo necesitaba.
Entro a Twitter y nada, solo estúpidos tweets diciéndole que estaba mal lo que hacía ¿A quién le importaba?

Fue directo al Twitter de ‘’Tomlinson’’ como ella lo llamaba. Amaba llamar a la gente por su apellido, aunque a los únicos que los llamaba así era a sus ídolos, en sus sueños y a veces cuando hablaba con sus posters. Si estaba loca, pero la realidad la había obligado a crear un mundo de fantasía, no tenía otra opción para poder sonreír.

‘’@Louis_Tomlinson You’re perfect, I would like to be like you’’
(@Louis_Tomlinson Tú eres perfecto, me encantaría ser como tu)

Twittear.

| Louis |

Había estado revisando su Twitter seguido últimamente, algo le decía que debía hacerlo. Se pasaba casi todo el tiempo pegado a su laptop o su celular. Harry pensaba que su amigo se volvería un adicto a las redes sociales, pero Liam siempre lo convencía de que solo era algo pasajero. En realidad, eso pensaba él, pero sí que se estaba volviendo un adicto a ellas.
Se fue a ‘’Menciones’’ para responder unas cuantas cosas, lo primero que vio, fue lo primero que respondió, volvió a dar en ‘’menciones’’ ya que se había ido a inicio. Sonrío, le llegaban mensajes así seguido. Se fue al perfil de aquella chica, su username le había llamado la atención, su descripción hizo lo mismo ‘‘Si piensas caer, hazlo con una sonrisa. Pero al levantarte asegúrate de que hayan más piedras en el camino, así aprenderás lo que es la vida’’ ¡Mierda! Si que tenía razón ¿Cuántas veces había tropezado? ¿Cuántas veces se quiso rendir? no lo hizo, ahora estaba con los mejores cuatro chicos del mundo y amaba a ver caído para aprender.
Bajo un poco más, vio el Tweet que le había mandado y luego bajo…

‘’ Does the pain that does not go that easy?’’
(¿Por qué el dolor no se va así de fácil?)

Le dio a ‘’Ver foto’’ y apretó los labios. Ahora sabía a lo que se refería la chica con el Tweett ‘’Ella quiere solo una vida perfecta, no ser perfecta’’ pensó.
Le respondió a la imagen, él no dejaría que ella hiciera eso, tenía derecho a vivir y respetar su cuerpo.

‘’Every problem has a solution. Do not you have to fall to learn? That is the way??’’
(Todo problema tiene solución. ¿No que hay que caer para aprender? ¿Aquella es la forma?)
Estaba molesto, esa no era la forma de sacar el dolor, esa no era forma de caer y mucho menos la forma de desahogarse.