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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
50 sombras de Bieber
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: 50 sombras de Bieber
Perdon por no subir, me fui de vacaciones y no habia wifi :lloro: luego subo!
Laura Bieber <3
Re: 50 sombras de Bieber
Maldición. No puedo ni siquiera obligarme a considerar la lista de comidas. Trago fuertemente, mi boca está seca y lo leo otra vez.
Mi cabeza está zumbando. ¿Cómo puedo estar de acuerdo con todo esto? Y aparentemente es para mí beneficio: explorar mi sensualidad, mis límites, estando segura ¡Oh por favor! Me burlo con enojo. Sirve y obedece en todos los aspectos. ¡Todas las cosas! Sacudo mi cabeza con incredulidad. ¿No es en el matrimonio donde se usan esas palabras… obedecer? Eso me confunde. ¿Las parejas siguen diciendo eso? Solo tres meses, ¿es por eso que ha habido tantas? ¿No las mantiene por mucho tiempo? ¿O han tenido suficiente después de tres meses? ¿Cada fin de semana? Eso es demasiado. Nunca voy a ver a Kate o a los amigos que pueda conocer en mi nuevo trabajo, considerando que consiga uno. Quizá pueda tener un fin de semana al mes para mí. Quizá cuando tenga mi periodo, eso suena… práctico. ¡Él es mi señor! ¡Ser tratada como a él le plazca! Demonios.
Tiemblo ante el hecho de ser azotada o golpeada. Las nalgadas probablemente no sean tan malas, sólo humillantes.
No puedo mirarlo a los ojos. ¿Qué tan raro es eso? Es la única forma de saber lo que está pensando. De hecho, a quién engaño, nunca sé lo que está pensando, pero me gusta mirar sus ojos. Tiene los ojos hermosos: cautivadores, inteligentes, profundos y oscuros con dominantes secretos. Recuerdo su mirada abrasadora y junto mis muslos, retorciéndome.
Y no lo puedo tocar. Bueno, no me sorprende. Y esas reglas tontas… No, no puedo hacer esto.
Pongo mi cabeza entre mis manos. Esto no es una relación. Necesito dormir, estoy muy cansada. Todas las travesuras físicas a las que he estado relacionada las últimas veinticuatro horas han sido, francamente, agotadoras. Y mentalmente… oh Dios, esto es demasiado en lo que pensar. Como José diría, un verdadero mind-fu.ck (dolor de cabeza). Quizá por la mañana esto no parezca un chiste de mal gusto.
Me levanto y me cambio rápidamente. Quizá debería pedir prestado el pijama rosa de franela de Kate. Quiero estar cómoda y reconfortada. Me dirijo al baño en mi camiseta y mis shorts para dormir y me cepillo los dientes.
Me miro en el espejo del baño. No puedes estar considerando esto en serio… Mi subconsciente suena sano y racional, no irritable como es usual. Mi diosa interior esta brincando arriba y abajo, aplaudiendo como una niña de cinco años. Por favor, hay que hacer esto… de otra forma terminaremos solas con diez gatos y tus novelas clásicas.
El único hombre que alguna vez me ha atraído y viene con un contrato de sangre, un azotador y un mundo de problemas. Bueno, al menos me salí con la mía este fin de semana. Mi diosa interna deja de saltar y sonríe serenamente. Oh, si… murmura asintiendo con aire de suficiencia. Me sonrojo ante la memoria de sus manos y su boca en mí, su cuerpo dentro del mío. Cerrando mis ojos, siento el familiar y delicioso jalón de mis músculos internos, muy profundos. Quiero hacer eso una y otra vez. Quizá si solo me apunto para el sexo… ¿Le parecerá eso? Creo que no.
¿Soy sumisa? Quizá me atravesé por ese camino. Quizá me malinterpretó en la entrevista. Soy tímida, si… ¿Pero sumisa? Dejo que Kate me moleste, ¿es lo mismo? Y esos límites suaves, maldición. Mi mente vacila, pero estoy segura que están a discusión.
Regreso a mi habitación. Es demasiado en que pensar. Necesito una mente despejada, una mañana fresca para enfrentar el problema. Pongo los ofensivos documentos de vuelta en mi bolsa. Mañana… mañana es otro día.
Me subo en la cama, apago la luz y me recuesto viendo el techo. Oh, desearía nunca haberlo conocido. Mi diosa interna niega con su cabeza. Las dos sabemos que es una mentira. Nunca me había sentido tan viva.
Cierro mis ojos y floto hacia un sueño profundo con ocasionales sueños de una cama de cuatro postes, esposas e intensos ojos mieles.
Kate me levanta al día siguiente.
—____(tn), te he estado llamando. Debiste de haber estado fuera de combate.
Mis ojos se abren de mala gana. Ella no solo se ha levantado, también salió a correr. Volteo a ver el reloj. Son las ocho de la mañana. Dios santo, he dormido por nueve horas seguidas.
—¿Qué pasa? —murmuro, adormilada.
—Hay un hombre con una entrega para ti. Tienes que firmar.
—¿Qué?
—Vamos. Es grande. Parece interesante.
Brinca de un pie al otro emocionada y va hacia la sala de estar. Salgo de la cama y tomo mi bata que está atrás de la puerta. Un hombre joven, con una coleta, está parado en la sala de estar cargando una caja grande.
—Hola —mascullo.
—Voy a hacer té. —Y Kate se va a la cocina.
—¿Señorita Steele?
E inmediatamente, sé quien envía el paquete.
—Si —respondo cautelosamente.
—Tengo un paquete para usted, pero tengo que armarlo y enseñarle cómo usarlo.
—¿De verdad? ¿Ahora?
—Solo sigo ordenes, señora.
Sonríe con encanto pero con un profesional no-me-trago-nada. ¿Me acaba de llamar señora? ¿Envejecí diez años en la noche? Si así pasó, está en el contrato. Mi boca se tuerce en disgusto.
—Está bien, ¿qué es?
—Una MacBook Pro.
—Por supuesto que sí. —Pongo mis ojos en blanco.
—Aun no están disponibles en las tiendas, señora, es lo último de Apple.
¿Por qué no me sorprende? Suspiro pesadamente.
—Póngala aquí en la mesa.
Entro en la cocina donde está Kate.
—¿Qué es? —dice inquisitivamente, ojos brillantes y cola esponjada.
También durmió bien.
—Es una laptop de parte de Justin.
—¿Por qué te envió una laptop? Sabes que puedes usar la mía. —Frunce el ceño.
No para lo que tiene en mente.
Mi cabeza está zumbando. ¿Cómo puedo estar de acuerdo con todo esto? Y aparentemente es para mí beneficio: explorar mi sensualidad, mis límites, estando segura ¡Oh por favor! Me burlo con enojo. Sirve y obedece en todos los aspectos. ¡Todas las cosas! Sacudo mi cabeza con incredulidad. ¿No es en el matrimonio donde se usan esas palabras… obedecer? Eso me confunde. ¿Las parejas siguen diciendo eso? Solo tres meses, ¿es por eso que ha habido tantas? ¿No las mantiene por mucho tiempo? ¿O han tenido suficiente después de tres meses? ¿Cada fin de semana? Eso es demasiado. Nunca voy a ver a Kate o a los amigos que pueda conocer en mi nuevo trabajo, considerando que consiga uno. Quizá pueda tener un fin de semana al mes para mí. Quizá cuando tenga mi periodo, eso suena… práctico. ¡Él es mi señor! ¡Ser tratada como a él le plazca! Demonios.
Tiemblo ante el hecho de ser azotada o golpeada. Las nalgadas probablemente no sean tan malas, sólo humillantes.
No puedo mirarlo a los ojos. ¿Qué tan raro es eso? Es la única forma de saber lo que está pensando. De hecho, a quién engaño, nunca sé lo que está pensando, pero me gusta mirar sus ojos. Tiene los ojos hermosos: cautivadores, inteligentes, profundos y oscuros con dominantes secretos. Recuerdo su mirada abrasadora y junto mis muslos, retorciéndome.
Y no lo puedo tocar. Bueno, no me sorprende. Y esas reglas tontas… No, no puedo hacer esto.
Pongo mi cabeza entre mis manos. Esto no es una relación. Necesito dormir, estoy muy cansada. Todas las travesuras físicas a las que he estado relacionada las últimas veinticuatro horas han sido, francamente, agotadoras. Y mentalmente… oh Dios, esto es demasiado en lo que pensar. Como José diría, un verdadero mind-fu.ck (dolor de cabeza). Quizá por la mañana esto no parezca un chiste de mal gusto.
Me levanto y me cambio rápidamente. Quizá debería pedir prestado el pijama rosa de franela de Kate. Quiero estar cómoda y reconfortada. Me dirijo al baño en mi camiseta y mis shorts para dormir y me cepillo los dientes.
Me miro en el espejo del baño. No puedes estar considerando esto en serio… Mi subconsciente suena sano y racional, no irritable como es usual. Mi diosa interior esta brincando arriba y abajo, aplaudiendo como una niña de cinco años. Por favor, hay que hacer esto… de otra forma terminaremos solas con diez gatos y tus novelas clásicas.
El único hombre que alguna vez me ha atraído y viene con un contrato de sangre, un azotador y un mundo de problemas. Bueno, al menos me salí con la mía este fin de semana. Mi diosa interna deja de saltar y sonríe serenamente. Oh, si… murmura asintiendo con aire de suficiencia. Me sonrojo ante la memoria de sus manos y su boca en mí, su cuerpo dentro del mío. Cerrando mis ojos, siento el familiar y delicioso jalón de mis músculos internos, muy profundos. Quiero hacer eso una y otra vez. Quizá si solo me apunto para el sexo… ¿Le parecerá eso? Creo que no.
¿Soy sumisa? Quizá me atravesé por ese camino. Quizá me malinterpretó en la entrevista. Soy tímida, si… ¿Pero sumisa? Dejo que Kate me moleste, ¿es lo mismo? Y esos límites suaves, maldición. Mi mente vacila, pero estoy segura que están a discusión.
Regreso a mi habitación. Es demasiado en que pensar. Necesito una mente despejada, una mañana fresca para enfrentar el problema. Pongo los ofensivos documentos de vuelta en mi bolsa. Mañana… mañana es otro día.
Me subo en la cama, apago la luz y me recuesto viendo el techo. Oh, desearía nunca haberlo conocido. Mi diosa interna niega con su cabeza. Las dos sabemos que es una mentira. Nunca me había sentido tan viva.
Cierro mis ojos y floto hacia un sueño profundo con ocasionales sueños de una cama de cuatro postes, esposas e intensos ojos mieles.
Kate me levanta al día siguiente.
—____(tn), te he estado llamando. Debiste de haber estado fuera de combate.
Mis ojos se abren de mala gana. Ella no solo se ha levantado, también salió a correr. Volteo a ver el reloj. Son las ocho de la mañana. Dios santo, he dormido por nueve horas seguidas.
—¿Qué pasa? —murmuro, adormilada.
—Hay un hombre con una entrega para ti. Tienes que firmar.
—¿Qué?
—Vamos. Es grande. Parece interesante.
Brinca de un pie al otro emocionada y va hacia la sala de estar. Salgo de la cama y tomo mi bata que está atrás de la puerta. Un hombre joven, con una coleta, está parado en la sala de estar cargando una caja grande.
—Hola —mascullo.
—Voy a hacer té. —Y Kate se va a la cocina.
—¿Señorita Steele?
E inmediatamente, sé quien envía el paquete.
—Si —respondo cautelosamente.
—Tengo un paquete para usted, pero tengo que armarlo y enseñarle cómo usarlo.
—¿De verdad? ¿Ahora?
—Solo sigo ordenes, señora.
Sonríe con encanto pero con un profesional no-me-trago-nada. ¿Me acaba de llamar señora? ¿Envejecí diez años en la noche? Si así pasó, está en el contrato. Mi boca se tuerce en disgusto.
—Está bien, ¿qué es?
—Una MacBook Pro.
—Por supuesto que sí. —Pongo mis ojos en blanco.
—Aun no están disponibles en las tiendas, señora, es lo último de Apple.
¿Por qué no me sorprende? Suspiro pesadamente.
—Póngala aquí en la mesa.
Entro en la cocina donde está Kate.
—¿Qué es? —dice inquisitivamente, ojos brillantes y cola esponjada.
También durmió bien.
—Es una laptop de parte de Justin.
—¿Por qué te envió una laptop? Sabes que puedes usar la mía. —Frunce el ceño.
No para lo que tiene en mente.
Laura Bieber <3
Re: 50 sombras de Bieber
—Oh,
solo es un préstamo. Quiere que la pruebe.
Mi
excusa suena débil, pero Kate asiente.
Oh
Dios… Engañé
a Katherine Kavanagh por primera vez. Me entrega mi té.
La
Macbook es delgada, plateada y hermosa. Tiene una pantalla grande. A Justin
Bieber le gusta lo grande. Estoy pensando en el lugar donde vive, en su
apartamento.
—Tiene
el ultimo sistema operativo y todos los programas, mas un disco duro de 1.5
terabytes, así que tienes mucho espacio y treinta y dos gigabytes de RAM. ¿Para
qué planeas usarla?
—Uh…
para enviar correos.
—¡Correos!
—Se echa a reír, asombrado, levanta sus cejas con una mirada demente.
—Y
quizás, ¿búsquedas en Internet? —digo patéticamente.
Suspira.
—Bueno,
tiene Internet inalámbrico N y le he puesto sus datos en su cuenta. Está listo
para ir prácticamente a cualquier lugar del planeta. —Lo mira con nostalgia.
—¿Mi
cuenta?
—Su
nueva cuenta de correo electrónico.
¿Tengo una cuenta de correo?
Apunta
un icono en la pantalla y continúa hablando, pero es como sonido de fondo. No
tengo idea de lo que está diciendo y la verdad, no me interesa. Solo dime como
prenderla y apagarla; yo veré el resto. Después de todo, he usado
la computadora de Kate por cuatro años. Kate silba, impresionada cuando la ve.
—Esta
es la nueva generación en tecnología. —Ella levanta su ceja—. La mayoría de las
mujeres reciben flores o joyería —dice sugestivamente, tratando de suprimir una
sonrisa.
Le
frunzo el ceño, pero no puedo mantenerme seria. Rompemos a reír y el señor de
la computadora nos mira perplejo. Termina y me pide que firme la nota de
entrega.
Mientras
Kate despide al señor, me siento con mi taza de té, abro el programa de correo
y ahí está esperándome un correo de Justin. Mi corazón salta desbocadamente. Tengo
un correo de Justin Bieber. Nerviosa, lo abro.
De:
Justin Bieber
Asunto:
Tu Nueva Computadora
Para:
____(tn) Steele
Querida señorita Steele:
Confío en que hayas
dormido bien. Espero que le des un buen uso a esta laptop, como comentamos.
Espero con ansiedad la
cena del miércoles.
Hasta entonces, estaré
encantado de responder cualquier pregunta a través del correo electrónico, si
así lo deseas.
Justin Bieber, Gerente General, Bieber Enterprises Holdings Inc.
Tecleo mi respuesta.
De:
____(tn) Steele
Asunto:
Tu Nueva Computadora (en préstamo)
Para:
Justin Bieber
He dormido muy bien,
gracias… por alguna extraña razón, señor.
Entendí que esta
computadora era un préstamo, por lo tanto, no es mía.
____(tn)
Casi al instante hay
una respuesta.
De:
Justin Bieber
Asunto:
Su nueva computadora (en préstamo)
Para:
____(tn) Steele
La computadora es un
préstamo por tiempo indefinido, señorita Steele.
Percibo, por tu
actitud, que has leído la documentación que te di.
¿Tienes alguna
pregunta hasta ahora?
Justin Bieber, Gerente General, Bieber Enterprises Holdings Inc.
No puedo evitar
sonreír.
De:
____(tn) Steele
Asunto:
Mentes Curiosas
Para:
Justin Bieber
Tengo muchas
preguntas, pero no son apropiadas para hacerlas por correo electrónico y
algunos tenemos que trabajar para ganarnos la vida.
No quiero ni necesito
una computadora por tiempo indefinido.
Hasta luego. Buen día,
señor.
____(tn)
Su respuesta es
inmediata una vez más y eso me hace sonreír.
De:
Justin Bieber
Asunto:
Su nueva computadora (nuevamente en préstamo)
Para:
____(tn)
Steele
Hasta luego, nena.
PD: Yo también trabajo
para ganarme la vida.
Justin Bieber, Gerente
General, Bieber Enterprises Holdings Inc.
solo es un préstamo. Quiere que la pruebe.
Mi
excusa suena débil, pero Kate asiente.
Oh
Dios… Engañé
a Katherine Kavanagh por primera vez. Me entrega mi té.
La
Macbook es delgada, plateada y hermosa. Tiene una pantalla grande. A Justin
Bieber le gusta lo grande. Estoy pensando en el lugar donde vive, en su
apartamento.
—Tiene
el ultimo sistema operativo y todos los programas, mas un disco duro de 1.5
terabytes, así que tienes mucho espacio y treinta y dos gigabytes de RAM. ¿Para
qué planeas usarla?
—Uh…
para enviar correos.
—¡Correos!
—Se echa a reír, asombrado, levanta sus cejas con una mirada demente.
—Y
quizás, ¿búsquedas en Internet? —digo patéticamente.
Suspira.
—Bueno,
tiene Internet inalámbrico N y le he puesto sus datos en su cuenta. Está listo
para ir prácticamente a cualquier lugar del planeta. —Lo mira con nostalgia.
—¿Mi
cuenta?
—Su
nueva cuenta de correo electrónico.
¿Tengo una cuenta de correo?
Apunta
un icono en la pantalla y continúa hablando, pero es como sonido de fondo. No
tengo idea de lo que está diciendo y la verdad, no me interesa. Solo dime como
prenderla y apagarla; yo veré el resto. Después de todo, he usado
la computadora de Kate por cuatro años. Kate silba, impresionada cuando la ve.
—Esta
es la nueva generación en tecnología. —Ella levanta su ceja—. La mayoría de las
mujeres reciben flores o joyería —dice sugestivamente, tratando de suprimir una
sonrisa.
Le
frunzo el ceño, pero no puedo mantenerme seria. Rompemos a reír y el señor de
la computadora nos mira perplejo. Termina y me pide que firme la nota de
entrega.
Mientras
Kate despide al señor, me siento con mi taza de té, abro el programa de correo
y ahí está esperándome un correo de Justin. Mi corazón salta desbocadamente. Tengo
un correo de Justin Bieber. Nerviosa, lo abro.
De:
Justin Bieber
Asunto:
Tu Nueva Computadora
Para:
____(tn) Steele
Querida señorita Steele:
Confío en que hayas
dormido bien. Espero que le des un buen uso a esta laptop, como comentamos.
Espero con ansiedad la
cena del miércoles.
Hasta entonces, estaré
encantado de responder cualquier pregunta a través del correo electrónico, si
así lo deseas.
Justin Bieber, Gerente General, Bieber Enterprises Holdings Inc.
Tecleo mi respuesta.
De:
____(tn) Steele
Asunto:
Tu Nueva Computadora (en préstamo)
Para:
Justin Bieber
He dormido muy bien,
gracias… por alguna extraña razón, señor.
Entendí que esta
computadora era un préstamo, por lo tanto, no es mía.
____(tn)
Casi al instante hay
una respuesta.
De:
Justin Bieber
Asunto:
Su nueva computadora (en préstamo)
Para:
____(tn) Steele
La computadora es un
préstamo por tiempo indefinido, señorita Steele.
Percibo, por tu
actitud, que has leído la documentación que te di.
¿Tienes alguna
pregunta hasta ahora?
Justin Bieber, Gerente General, Bieber Enterprises Holdings Inc.
No puedo evitar
sonreír.
De:
____(tn) Steele
Asunto:
Mentes Curiosas
Para:
Justin Bieber
Tengo muchas
preguntas, pero no son apropiadas para hacerlas por correo electrónico y
algunos tenemos que trabajar para ganarnos la vida.
No quiero ni necesito
una computadora por tiempo indefinido.
Hasta luego. Buen día,
señor.
____(tn)
Su respuesta es
inmediata una vez más y eso me hace sonreír.
De:
Justin Bieber
Asunto:
Su nueva computadora (nuevamente en préstamo)
Para:
____(tn)
Steele
Hasta luego, nena.
PD: Yo también trabajo
para ganarme la vida.
Justin Bieber, Gerente
General, Bieber Enterprises Holdings Inc.
Laura Bieber <3
Re: 50 sombras de Bieber
jajajajjjajajajajja esas peleas que tienen! jajajaja me encanta esta novela!! (: SIGUELA!
CaarFabrii
Re: 50 sombras de Bieber
Apago
la computadora, sonriendo como una ton.ta. ¿Cómo puedo resistirme al travieso
Justin? Voy a llegar tarde al trabajo. Bueno, es mi última semana, el señor y
la señora Clayton probablemente reducirán mi descanso. Corro a la ducha sin
poder sacudir de mi rostro mi amplia sonrisa. Me
escribió un e-mail!
Soy
como una niña pequeña, eufórica. Y toda la angustia del contrato se desvanece.
Mientras me lavo el cabello, intento pensar en lo que podría preguntarle a
través del correo electrónico. Sin duda es mejor hablar cara a cara de esos
asuntos. ¿Supongamos que alguien hackea su cuenta? Me sonrojo ante el
pensamiento. Me visto rápidamente, gritando un adiós precipitado a Kate y salgo
a trabajar mi última semana en Clayton.
José
telefonea a las once.
—Oye,
¿vamos a tomar un café?
Suena
como el viejo José. Mi amigo no, el… ¿cómo lo llamó Justin? Pretendiente. Uf.
—Si.
Estoy en el trabajo. ¿Puedes llegar aquí a las doce?
—Te
veo entonces.
Él
cuelga y regreso a reabastecer el stock de brochas pensando en Justin Bieber y
su contrato.
José
es puntual. Entra saltando en la tienda, brincando como un cachorro de ojos
oscuros.
—____(tn).
Sonríe
mostrando los dientes con su sonrisa hispano-americana y no puedo seguir
enojada con él.
—Hola
José. —Lo abrazo— Estoy hambrienta. Déjame avisarle a la señora Clayton que voy
a almorzar.
Mientras
caminamos hacia la cafetería local, deslizo mi brazo sobre el de José. Estoy
agradecida por su… normalidad. Alguien que me conoce y comprende.
—Oye
____(tn) —murmura él— ¿Realmente
me has perdonado?
—José,
sabes que no puedo estar molesta contigo durante mucho tiempo.
Él
sonríe.
No
puedo esperar para regresar a casa, enviar un correo electrónico a Justin y tal
vez empezar mi proyecto de investigación.
Kate
está fuera en algún lugar, así que enciendo la nueva laptop y abro mi correo
electrónico. En efecto, hay un correo electrónico de Justin esperando en la
bandeja de entrada. Estoy prácticamente rebotando en mi asiento con regocijo.
De:
Justin Bieber
Asunto:
Trabajando para ganarme la vida
Para:
____(tn) Steele
Querida señorita
Steele:
Espero que hayas
tenido un buen día en el trabajo.
Justin Bieber, Gerente General, Bieber Enterprises Holdings Inc.
Tecleo
una respuesta.
De: ____(tn) Steele
Asunto:
Trabajando para vivir
Para:
Justin Bieber
Señor... he tenido un
día muy bueno en el trabajo. Muchas gracias.
____(tn)
De:
Justin Bieber
Asunto:
¡Haz el trabajo!
Para:
____(tn) Steele
Señorita Steele:
Encantado de que hayas
tenido un buen día.
Mientras estás enviado
mensajes por correo, no estás investigando.
Justin Bieber
Gerente General,
Bieber Enterprises Holdings Inc.
De: ____(tn) Steele
Asunto:
Molestar
Para:
Justin Bieber
Señor Bieber, deje de
enviarme correos electrónicos y podré empezar mi tarea.
Me gustaría otra A
(sobresaliente)
____(tn)
De:
Justin Bieber
Asunto:
Impaciente
Para:
____(tn) Steele
Señorita Steele:
Deje de enviarme
correos electrónicos y haga su tarea. Me gustaría otorgarle otra A. La primera
de ellas fue muy bien merecida.
Justin Bieber
Gerente General, Bieber Enterprises Holdings Inc.
J ;)
Justin
Bieber acaba de enviarme una carita sonriente... ¡Oh Dios mío! Abro Google.
De: ____(tn) Steele
Asunto:
Investigando en Internet
Para:
Justin Bieber
Señor Bieber:
¿Qué sugerirías que
colocara en el motor de búsqueda?
____(tn)
De:
Justin Bieber
Asunto:
Investigando en Internet
Para:
____(tn) Steele
Señorita Steele:
Comienza siempre con
Wikipedia.
No más mensajes de
correo electrónico a menos que tengas preguntas. ¿Entendido?
Justin Bieber
Gerente General,Bieber Enterprises Holdings Inc.
De: ____(tn) Steele
Asunto:
¡Dictador!
Para:
Justin Bieber
Sí... señor. Eres tan
dictador.
____(tn)
De:
Justin Bieber
Asunto:
En Control
Para:
____(tn) Steele
____(tn), no tienes ni
idea.
Bueno, tal vez una
vaga sospecha ahora.
Haz el trabajo.
Justin Bieber
Gerente General,
Bieber Enterprises Holdings Inc.
la computadora, sonriendo como una ton.ta. ¿Cómo puedo resistirme al travieso
Justin? Voy a llegar tarde al trabajo. Bueno, es mi última semana, el señor y
la señora Clayton probablemente reducirán mi descanso. Corro a la ducha sin
poder sacudir de mi rostro mi amplia sonrisa. Me
escribió un e-mail!
Soy
como una niña pequeña, eufórica. Y toda la angustia del contrato se desvanece.
Mientras me lavo el cabello, intento pensar en lo que podría preguntarle a
través del correo electrónico. Sin duda es mejor hablar cara a cara de esos
asuntos. ¿Supongamos que alguien hackea su cuenta? Me sonrojo ante el
pensamiento. Me visto rápidamente, gritando un adiós precipitado a Kate y salgo
a trabajar mi última semana en Clayton.
José
telefonea a las once.
—Oye,
¿vamos a tomar un café?
Suena
como el viejo José. Mi amigo no, el… ¿cómo lo llamó Justin? Pretendiente. Uf.
—Si.
Estoy en el trabajo. ¿Puedes llegar aquí a las doce?
—Te
veo entonces.
Él
cuelga y regreso a reabastecer el stock de brochas pensando en Justin Bieber y
su contrato.
José
es puntual. Entra saltando en la tienda, brincando como un cachorro de ojos
oscuros.
—____(tn).
Sonríe
mostrando los dientes con su sonrisa hispano-americana y no puedo seguir
enojada con él.
—Hola
José. —Lo abrazo— Estoy hambrienta. Déjame avisarle a la señora Clayton que voy
a almorzar.
Mientras
caminamos hacia la cafetería local, deslizo mi brazo sobre el de José. Estoy
agradecida por su… normalidad. Alguien que me conoce y comprende.
—Oye
____(tn) —murmura él— ¿Realmente
me has perdonado?
—José,
sabes que no puedo estar molesta contigo durante mucho tiempo.
Él
sonríe.
No
puedo esperar para regresar a casa, enviar un correo electrónico a Justin y tal
vez empezar mi proyecto de investigación.
Kate
está fuera en algún lugar, así que enciendo la nueva laptop y abro mi correo
electrónico. En efecto, hay un correo electrónico de Justin esperando en la
bandeja de entrada. Estoy prácticamente rebotando en mi asiento con regocijo.
De:
Justin Bieber
Asunto:
Trabajando para ganarme la vida
Para:
____(tn) Steele
Querida señorita
Steele:
Espero que hayas
tenido un buen día en el trabajo.
Justin Bieber, Gerente General, Bieber Enterprises Holdings Inc.
Tecleo
una respuesta.
De: ____(tn) Steele
Asunto:
Trabajando para vivir
Para:
Justin Bieber
Señor... he tenido un
día muy bueno en el trabajo. Muchas gracias.
____(tn)
De:
Justin Bieber
Asunto:
¡Haz el trabajo!
Para:
____(tn) Steele
Señorita Steele:
Encantado de que hayas
tenido un buen día.
Mientras estás enviado
mensajes por correo, no estás investigando.
Justin Bieber
Gerente General,
Bieber Enterprises Holdings Inc.
De: ____(tn) Steele
Asunto:
Molestar
Para:
Justin Bieber
Señor Bieber, deje de
enviarme correos electrónicos y podré empezar mi tarea.
Me gustaría otra A
(sobresaliente)
____(tn)
De:
Justin Bieber
Asunto:
Impaciente
Para:
____(tn) Steele
Señorita Steele:
Deje de enviarme
correos electrónicos y haga su tarea. Me gustaría otorgarle otra A. La primera
de ellas fue muy bien merecida.
Justin Bieber
Gerente General, Bieber Enterprises Holdings Inc.
J ;)
Justin
Bieber acaba de enviarme una carita sonriente... ¡Oh Dios mío! Abro Google.
De: ____(tn) Steele
Asunto:
Investigando en Internet
Para:
Justin Bieber
Señor Bieber:
¿Qué sugerirías que
colocara en el motor de búsqueda?
____(tn)
De:
Justin Bieber
Asunto:
Investigando en Internet
Para:
____(tn) Steele
Señorita Steele:
Comienza siempre con
Wikipedia.
No más mensajes de
correo electrónico a menos que tengas preguntas. ¿Entendido?
Justin Bieber
Gerente General,Bieber Enterprises Holdings Inc.
De: ____(tn) Steele
Asunto:
¡Dictador!
Para:
Justin Bieber
Sí... señor. Eres tan
dictador.
____(tn)
De:
Justin Bieber
Asunto:
En Control
Para:
____(tn) Steele
____(tn), no tienes ni
idea.
Bueno, tal vez una
vaga sospecha ahora.
Haz el trabajo.
Justin Bieber
Gerente General,
Bieber Enterprises Holdings Inc.
Laura Bieber <3
Re: 50 sombras de Bieber
jajajajajajajajajaj me meo de la risa con estos dos! jajaja siguela, me encanta, pasate por mis noves! (:
CaarFabrii
Re: 50 sombras de Bieber
Escribo “sumisa” en Wikipedia.
Media hora más tarde, me siento ligeramente mareada y francamente impactada. ¿Realmente quiero abarrotar mi cabeza con estas cosas? Dios, ¿es esto lo que se obtiene en la Salón Rojo del Dolor? Me siento frente a la pantalla y una parte de mí, una muy húmeda e integral parte de mí de la que me he puesto al corriente recientemente, se ve seriamente encendida. Oh Dios, algunas de estas cosas son calientes. Pero, ¿es esto es para mí? Mi.er.da Santa... ¿podría hacer esto? Necesito espacio. Necesito pensar.
Por primera vez en mi vida, saldré a correr voluntariamente. Encuentro mis feos tenis que nunca utilizo, un pantalón deportivo y una camiseta.
Pongo mi pelo en trenzas, sonrojándome ante los recuerdos que me traen y conecto mi iPod. No puedo sentarme frente a esa maravilla de tecnología y revisar o leer más material perturbador. Necesito consumir parte de esta excedente y enervante energía.
Francamente, siento el impulso de correr al hotel Heathman y exigirle sexo al maniático del control. Pero son casi ocho kilómetros y no creo ser capaz de correr un kilómetro, mucho menos ocho y por supuesto, él podría rechazarme, lo que sería más que humillante.
Kate está caminando desde su automóvil cuando salgo por la puerta. Casi se le caen las compras cuando me ve. ____(tn) Steele con tenis. La saludo con la mano y no me detengo para la Inquisición. Necesito un poco de tiempo formal a solas. Con Snow Patrol sonando en mis oídos, me pongo en camino bajo el atardecer color ópalo y aguamarina.
Corro por el parque. ¿Qué voy a hacer? Lo quiero, pero ¿en sus términos? No lo sé. Tal vez debería negociar lo que quiero.
Repasar ese ridículo contrato línea por línea y decir lo que es aceptable y lo que no. Mi investigación me ha indicado que, legalmente, es inexigible. Él debe saber eso. Me imagino que sólo establece los parámetros de la relación.
Ilustra lo que puedo esperar de él y lo que él espera de mí, mi sumisión total. ¿Estoy dispuesta a darle eso? ¿Soy siquiera capaz?
Estoy atormentada por una pregunta: ¿por qué es así? ¿Es porque fue seducido a una edad tan temprana? No lo sé. Él sigue siendo un misterio.
Me detengo junto a un abeto grande y pongo las manos sobre mis rodillas, respirando con dificultad, metiendo precioso aire en mis pulmones. Oh, esto se siente bien, catártico. Puedo sentir a mi resolución endurecerse.
Sí. Tengo que decirle lo que está bien y lo que no. Tengo que enviarle un correo electrónico con mis ideas y luego podemos discutirlas el miércoles. Tomo una profunda bocanada purificadora y troto de vuelta al apartamento.
Kate ha estado comprando —como sólo ella sabe—, ropa para sus vacaciones en Barbados. Principalmente bikinis y pareos a juego. Va a lucir fabulosa en todos ellos, pero a pesar de eso, me hace sentarme y comentar mientras se prueba cada uno.
Hay muchas maneras para poder decir: luces fabulosa Kate. Ella tiene una figura curvilínea y delgada para morirse. No lo hace a propósito, lo sé, pero arrastro mi lamentable y sudoroso trasero vestido con una vieja camiseta, pantalones deportivos y tenis a mi habitación, con el pretexto de empacar más cajas.
¿Podría sentirme más inadecuada? Llevando la maravillosa tecnología gratuita conmigo, pongo la laptop sobre mi escritorio. Le envío un correo a Justin.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Conmocionada de la universidad
Para: Justin Bieber
Bueno, he visto suficiente.
Fue un placer conocerte.
____(tn)
Presiono enviar, abrazándome a mí misma, riéndome de mi pequeña broma. ¿Le resultará muy divertido? Oh, mi.er.da… probablemente no. Justin Bieber no es famoso por su sentido del humor. Pero sé que existe, lo he experimentado. Tal vez he ido demasiado lejos. Espero su respuesta.
Espero... y espero. Echo un vistazo a mi reloj despertador. Diez minutos han pasado.
Para distraerme de la ansiedad que florece en mi vientre, me pongo a hacer lo que le dije a Kate que estaría haciendo, empacar mi habitación. Empiezo por abarrotar mis libros en una caja. A las nueve, no he sabido nada. Tal vez no está en el hotel. Hago pucheros de mal humor mientras me pongo los auriculares del iPod, escucho a Snow Patrol y me siento en mi pequeño escritorio para volver a leer el contrato y hacer mis comentarios.
No sé por qué levanto la vista, tal vez capto un ligero movimiento por el rabillo del ojo, no lo sé, pero cuando lo hago, él está parado en la entrada de mi habitación, mirándome fijamente. Está usando sus pantalones de franela gris y una camisa de lino blanco, haciendo girar pausadamente las llaves de su coche. Me quito mis auriculares y me quedo paralizada. ¡Mi.er.da!
—Buenas noches, ____(tn).
Su voz es fría, su expresión completamente resguardada y difícil de leer. La capacidad de hablar me abandona. Maldita Kate por dejarlo entrar sin previo aviso. Vagamente, soy consciente de que todavía estoy en pantalones deportivos, sin bañarme y asquerosa y él está gloriosamente delicioso, sus pantalones haciendo eso cuando cuelgan de sus caderas y lo que es más, está aquí, en mi habitación.
—Creí que tu correo electrónico justificaba una respuesta en persona.
Media hora más tarde, me siento ligeramente mareada y francamente impactada. ¿Realmente quiero abarrotar mi cabeza con estas cosas? Dios, ¿es esto lo que se obtiene en la Salón Rojo del Dolor? Me siento frente a la pantalla y una parte de mí, una muy húmeda e integral parte de mí de la que me he puesto al corriente recientemente, se ve seriamente encendida. Oh Dios, algunas de estas cosas son calientes. Pero, ¿es esto es para mí? Mi.er.da Santa... ¿podría hacer esto? Necesito espacio. Necesito pensar.
Por primera vez en mi vida, saldré a correr voluntariamente. Encuentro mis feos tenis que nunca utilizo, un pantalón deportivo y una camiseta.
Pongo mi pelo en trenzas, sonrojándome ante los recuerdos que me traen y conecto mi iPod. No puedo sentarme frente a esa maravilla de tecnología y revisar o leer más material perturbador. Necesito consumir parte de esta excedente y enervante energía.
Francamente, siento el impulso de correr al hotel Heathman y exigirle sexo al maniático del control. Pero son casi ocho kilómetros y no creo ser capaz de correr un kilómetro, mucho menos ocho y por supuesto, él podría rechazarme, lo que sería más que humillante.
Kate está caminando desde su automóvil cuando salgo por la puerta. Casi se le caen las compras cuando me ve. ____(tn) Steele con tenis. La saludo con la mano y no me detengo para la Inquisición. Necesito un poco de tiempo formal a solas. Con Snow Patrol sonando en mis oídos, me pongo en camino bajo el atardecer color ópalo y aguamarina.
Corro por el parque. ¿Qué voy a hacer? Lo quiero, pero ¿en sus términos? No lo sé. Tal vez debería negociar lo que quiero.
Repasar ese ridículo contrato línea por línea y decir lo que es aceptable y lo que no. Mi investigación me ha indicado que, legalmente, es inexigible. Él debe saber eso. Me imagino que sólo establece los parámetros de la relación.
Ilustra lo que puedo esperar de él y lo que él espera de mí, mi sumisión total. ¿Estoy dispuesta a darle eso? ¿Soy siquiera capaz?
Estoy atormentada por una pregunta: ¿por qué es así? ¿Es porque fue seducido a una edad tan temprana? No lo sé. Él sigue siendo un misterio.
Me detengo junto a un abeto grande y pongo las manos sobre mis rodillas, respirando con dificultad, metiendo precioso aire en mis pulmones. Oh, esto se siente bien, catártico. Puedo sentir a mi resolución endurecerse.
Sí. Tengo que decirle lo que está bien y lo que no. Tengo que enviarle un correo electrónico con mis ideas y luego podemos discutirlas el miércoles. Tomo una profunda bocanada purificadora y troto de vuelta al apartamento.
Kate ha estado comprando —como sólo ella sabe—, ropa para sus vacaciones en Barbados. Principalmente bikinis y pareos a juego. Va a lucir fabulosa en todos ellos, pero a pesar de eso, me hace sentarme y comentar mientras se prueba cada uno.
Hay muchas maneras para poder decir: luces fabulosa Kate. Ella tiene una figura curvilínea y delgada para morirse. No lo hace a propósito, lo sé, pero arrastro mi lamentable y sudoroso trasero vestido con una vieja camiseta, pantalones deportivos y tenis a mi habitación, con el pretexto de empacar más cajas.
¿Podría sentirme más inadecuada? Llevando la maravillosa tecnología gratuita conmigo, pongo la laptop sobre mi escritorio. Le envío un correo a Justin.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Conmocionada de la universidad
Para: Justin Bieber
Bueno, he visto suficiente.
Fue un placer conocerte.
____(tn)
Presiono enviar, abrazándome a mí misma, riéndome de mi pequeña broma. ¿Le resultará muy divertido? Oh, mi.er.da… probablemente no. Justin Bieber no es famoso por su sentido del humor. Pero sé que existe, lo he experimentado. Tal vez he ido demasiado lejos. Espero su respuesta.
Espero... y espero. Echo un vistazo a mi reloj despertador. Diez minutos han pasado.
Para distraerme de la ansiedad que florece en mi vientre, me pongo a hacer lo que le dije a Kate que estaría haciendo, empacar mi habitación. Empiezo por abarrotar mis libros en una caja. A las nueve, no he sabido nada. Tal vez no está en el hotel. Hago pucheros de mal humor mientras me pongo los auriculares del iPod, escucho a Snow Patrol y me siento en mi pequeño escritorio para volver a leer el contrato y hacer mis comentarios.
No sé por qué levanto la vista, tal vez capto un ligero movimiento por el rabillo del ojo, no lo sé, pero cuando lo hago, él está parado en la entrada de mi habitación, mirándome fijamente. Está usando sus pantalones de franela gris y una camisa de lino blanco, haciendo girar pausadamente las llaves de su coche. Me quito mis auriculares y me quedo paralizada. ¡Mi.er.da!
—Buenas noches, ____(tn).
Su voz es fría, su expresión completamente resguardada y difícil de leer. La capacidad de hablar me abandona. Maldita Kate por dejarlo entrar sin previo aviso. Vagamente, soy consciente de que todavía estoy en pantalones deportivos, sin bañarme y asquerosa y él está gloriosamente delicioso, sus pantalones haciendo eso cuando cuelgan de sus caderas y lo que es más, está aquí, en mi habitación.
—Creí que tu correo electrónico justificaba una respuesta en persona.
Laura Bieber <3
Re: 50 sombras de Bieber
Capítulo 23
Abro la boca y luego la vuelvo a cerrar, dos veces. La broma cae sobre mí. Nunca en este o cualquier otro universo alternativo, esperé que dejara todo y apareciera.
—¿Puedo sentarme? —pregunta, con sus ojos ahora
bailando con humor, gracias a Dios, ¿tal vez verá el lado divertido?
Asiento con la cabeza. El poder de hablar continúa si aparecer. Justin Bieber está sentado en
mi cama.
—Me preguntaba cómo luciría tu habitación —dice.
Echo un vistazo alrededor, trazando una ruta de escape. No, sólo están la puerta o la ventana. Mi habitación es funcional pero acogedora, con escasos muebles de mimbre blanco y una cama matrimonial de hierro blanco con una colcha a base de retazos, que hizo mi madre cuando estuvo en su "fase-de-hacer-colchas-al-estilo-popular-americano". Todo es de color azul claro y crema.
—Es muy sereno y tranquilo aquí —murmura. No por el momento... no contigo.
Finalmente, mi bulbo raquídeo recuerda su propósito: hablar
—¿Cómo...?
Él me sonríe.
—Todavía estoy en el Heathman.
Lo sé.
—¿Te gustaría beber algo? —La cortesía prevalece sobre cualquier otra cosa que me gustaría decir.
—No, gracias, ____(tn). —Esboza una sonrisadeslumbrante y torcida, con la cabeza inclinada ligeramente hacia un lado.
Bueno, yo podría necesitar algo.
—Así que, ¿fue un placerconocerme?
Santo cielo, ¿está ofendido? Bajo la mirada hacia mis dedos. ¿Cómo voy a sacarme de esto? Si le digo que era una broma, no creo que vaya a quedar impresionado.
—Pensé que responderías por correo electrónico. —Mi voz es baja y patética.
—¿Estás mordiéndote el labio inferior deliberadamente? —pregunta sombríamente.
Parpadeo hacia él, jadeante. Libero mi labio.
—No era consciente de que estaba mordiéndome el labio —murmuro.
Mi corazón late con fuerza. Puedo sentir esa atracción, esa deliciosa electricidad precipitándose entre nosotros, llenando con estática este espacio. Está sentado tan cerca de mí, con sus ojos color mieles, los codos apoyados sobre las rodillas y las piernas separadas.
Inclinándose hacia delante, deshace lentamente una de mis trenzas, sus dedos liberando mi pelo. Mi respiración es superficial y no puedo moverme. Veo hipnotizada cuando su mano se mueve hacia mi segunda trenza, tira de la liga y deshace la trenza con sus largos y hábiles dedos.
—Así que decidiste hacer un poco de ejercicio —susurra, su voz suave y melodiosa. Sus dedos meten suavemente el pelo detrás de mi oreja—. ¿Por qué, ____(tn)?
Sus dedos rodean mi oreja y muy suave y rítmicamente, jala mi lóbulo. Es tan sensual.
—Necesitaba tiempo para pensar —susurro.
Soy como un conejo mirando las luces delanteras de un automóvil, una polilla mirando una llama, un pájaro a una serpiente... y él sabe exactamente lo que está haciéndome.
—¿Pensar en qué, ____(tn)?
—En ti.
—¿Y decidiste que fue un placer conocerme? ¿Te refieres a conocerme en el sentido bíblico?
Oh, ******. Me sonrojo.
—No pensé que estuvieras familiarizado con la Biblia.
—Fui a la Escuela Dominical, ____(tn). Me enseñó mucho.
—No recuerdo haber leído nada sobre pinzas para pezones en la Biblia. Tal vez aprendiste a partir de una traducción moderna.
Sus labios se arquean con un rastro de sonrisa y mis ojos son atraídos por su hermosa boca esculpida.
—Bueno, pensé que debía venir a recordarte cuánto placer fue conocerme.
Oh, Dios. Lo miro con la boca abierta y sus dedos se mueven de mi oreja a mi barbilla.
—¿Qué dice a eso, Señorita Steele?
Abro la boca y luego la vuelvo a cerrar, dos veces. La broma cae sobre mí. Nunca en este o cualquier otro universo alternativo, esperé que dejara todo y apareciera.
—¿Puedo sentarme? —pregunta, con sus ojos ahora
bailando con humor, gracias a Dios, ¿tal vez verá el lado divertido?
Asiento con la cabeza. El poder de hablar continúa si aparecer. Justin Bieber está sentado en
mi cama.
—Me preguntaba cómo luciría tu habitación —dice.
Echo un vistazo alrededor, trazando una ruta de escape. No, sólo están la puerta o la ventana. Mi habitación es funcional pero acogedora, con escasos muebles de mimbre blanco y una cama matrimonial de hierro blanco con una colcha a base de retazos, que hizo mi madre cuando estuvo en su "fase-de-hacer-colchas-al-estilo-popular-americano". Todo es de color azul claro y crema.
—Es muy sereno y tranquilo aquí —murmura. No por el momento... no contigo.
Finalmente, mi bulbo raquídeo recuerda su propósito: hablar
—¿Cómo...?
Él me sonríe.
—Todavía estoy en el Heathman.
Lo sé.
—¿Te gustaría beber algo? —La cortesía prevalece sobre cualquier otra cosa que me gustaría decir.
—No, gracias, ____(tn). —Esboza una sonrisadeslumbrante y torcida, con la cabeza inclinada ligeramente hacia un lado.
Bueno, yo podría necesitar algo.
—Así que, ¿fue un placerconocerme?
Santo cielo, ¿está ofendido? Bajo la mirada hacia mis dedos. ¿Cómo voy a sacarme de esto? Si le digo que era una broma, no creo que vaya a quedar impresionado.
—Pensé que responderías por correo electrónico. —Mi voz es baja y patética.
—¿Estás mordiéndote el labio inferior deliberadamente? —pregunta sombríamente.
Parpadeo hacia él, jadeante. Libero mi labio.
—No era consciente de que estaba mordiéndome el labio —murmuro.
Mi corazón late con fuerza. Puedo sentir esa atracción, esa deliciosa electricidad precipitándose entre nosotros, llenando con estática este espacio. Está sentado tan cerca de mí, con sus ojos color mieles, los codos apoyados sobre las rodillas y las piernas separadas.
Inclinándose hacia delante, deshace lentamente una de mis trenzas, sus dedos liberando mi pelo. Mi respiración es superficial y no puedo moverme. Veo hipnotizada cuando su mano se mueve hacia mi segunda trenza, tira de la liga y deshace la trenza con sus largos y hábiles dedos.
—Así que decidiste hacer un poco de ejercicio —susurra, su voz suave y melodiosa. Sus dedos meten suavemente el pelo detrás de mi oreja—. ¿Por qué, ____(tn)?
Sus dedos rodean mi oreja y muy suave y rítmicamente, jala mi lóbulo. Es tan sensual.
—Necesitaba tiempo para pensar —susurro.
Soy como un conejo mirando las luces delanteras de un automóvil, una polilla mirando una llama, un pájaro a una serpiente... y él sabe exactamente lo que está haciéndome.
—¿Pensar en qué, ____(tn)?
—En ti.
—¿Y decidiste que fue un placer conocerme? ¿Te refieres a conocerme en el sentido bíblico?
Oh, ******. Me sonrojo.
—No pensé que estuvieras familiarizado con la Biblia.
—Fui a la Escuela Dominical, ____(tn). Me enseñó mucho.
—No recuerdo haber leído nada sobre pinzas para pezones en la Biblia. Tal vez aprendiste a partir de una traducción moderna.
Sus labios se arquean con un rastro de sonrisa y mis ojos son atraídos por su hermosa boca esculpida.
—Bueno, pensé que debía venir a recordarte cuánto placer fue conocerme.
Oh, Dios. Lo miro con la boca abierta y sus dedos se mueven de mi oreja a mi barbilla.
—¿Qué dice a eso, Señorita Steele?
Laura Bieber <3
Re: 50 sombras de Bieber
Su lengua está dentro de mi boca, reclamándome, poseyéndome y me deleito con la fuerza que usa. Lo siento contra la longitud de mi cuerpo. Él me desea y esto le hace cosas deliciosas y raras a mis entrañas. No a Kate en sus bikinis, no a una de las quince, no a la malvada señora Robinson. A mí. Este
hombre hermoso me desea a mí. Mi diosa interior brilla tan resplandecientemente que podría iluminar Portland. Deja de besarme, abro los ojos y lo encuentro mirándome.
Asiento, con los ojos muy abiertos, el corazón rebotando en mis costillas y
la sangre retumbando alrededor de mi cuerpo.
Se desliza lejos de mí y se para al lado de la cama, mirándome, con sus
ojos oscurecidos de deseo. Su mirada es triunfante, mezclada con alivio.
—No —protesto, tratando de patearlo.
—Si forcejeas, ataré tus pies también. Si haces ruido, ____(tn), te
amordazaré. Guarda silencio. Katherine está probablemente afuera escuchando en
este momento.
¡Amordazarme! ¡Kate! Mejor me callo.
—Ahora bien. —Lame su labio inferior lentamente—Estás mordiéndote ese
labio, ____(tn). Sabes el efecto que tiene sobre mí. —Coloca su largo dedo
índice en mi boca, una advertencia.
—Creo que has visto demasiado. —Se ríe con picardía. Se sienta a horcajadas
sobre mí otra vez, levanta mi camiseta y creo que va a quitármela, pero la
enrolla hasta mi cuello, luego la levanta sobre mi cabeza para poder ver mi
boca y mi nariz pero cubre mis ojos. Y como está doblada, no puedo ver nada a
través de ella.
Inclinándose, me besa, sus labios tiernos contra los míos y su peso se
desplaza fuera de la cama. Oigo el chirrido silencioso de la puerta del
dormitorio. Conseguir algo de beber. ¿Dónde? ¿Aquí? ¿Portland? ¿Seattle? Me esfuerzo por escucharlo. Puedo distinguir ruidos bajos y sé que está hablando con Kate, oh, no... está prácticamente desnudo. ¿Qué va a decir ella? Oigo un débil estallido. ¿Qué es eso? Él regresa, la puerta suena una vez más, sus pies andan suavemente a través del piso del dormitorio y hielo tintinea contra cristal cuando gira en el líquido. ¿Qué tipo de bebida? Cierra la puerta y arrastra los pies
quitándose los pantalones. Caen al suelo y sé que está desnudo. Se sienta a
horcajadas sobre mí de nuevo.
hombre hermoso me desea a mí. Mi diosa interior brilla tan resplandecientemente que podría iluminar Portland. Deja de besarme, abro los ojos y lo encuentro mirándome.
Asiento, con los ojos muy abiertos, el corazón rebotando en mis costillas y
la sangre retumbando alrededor de mi cuerpo.
Se desliza lejos de mí y se para al lado de la cama, mirándome, con sus
ojos oscurecidos de deseo. Su mirada es triunfante, mezclada con alivio.
—No —protesto, tratando de patearlo.
—Si forcejeas, ataré tus pies también. Si haces ruido, ____(tn), te
amordazaré. Guarda silencio. Katherine está probablemente afuera escuchando en
este momento.
¡Amordazarme! ¡Kate! Mejor me callo.
—Ahora bien. —Lame su labio inferior lentamente—Estás mordiéndote ese
labio, ____(tn). Sabes el efecto que tiene sobre mí. —Coloca su largo dedo
índice en mi boca, una advertencia.
—Creo que has visto demasiado. —Se ríe con picardía. Se sienta a horcajadas
sobre mí otra vez, levanta mi camiseta y creo que va a quitármela, pero la
enrolla hasta mi cuello, luego la levanta sobre mi cabeza para poder ver mi
boca y mi nariz pero cubre mis ojos. Y como está doblada, no puedo ver nada a
través de ella.
Inclinándose, me besa, sus labios tiernos contra los míos y su peso se
desplaza fuera de la cama. Oigo el chirrido silencioso de la puerta del
dormitorio. Conseguir algo de beber. ¿Dónde? ¿Aquí? ¿Portland? ¿Seattle? Me esfuerzo por escucharlo. Puedo distinguir ruidos bajos y sé que está hablando con Kate, oh, no... está prácticamente desnudo. ¿Qué va a decir ella? Oigo un débil estallido. ¿Qué es eso? Él regresa, la puerta suena una vez más, sus pies andan suavemente a través del piso del dormitorio y hielo tintinea contra cristal cuando gira en el líquido. ¿Qué tipo de bebida? Cierra la puerta y arrastra los pies
quitándose los pantalones. Caen al suelo y sé que está desnudo. Se sienta a
horcajadas sobre mí de nuevo.
Última edición por Laura Bieber <3 el Jue 13 Jun 2013, 2:36 am, editado 1 vez
Laura Bieber <3
Re: 50 sombras de Bieber
—Sí —susurro, porque mi boca está repentinamente seca. Oigo el tintineo del
hielo contra el cristal y lo baja de nuevo, se inclina y me besa, vertiendo un
líquido fresco y delicioso en mi boca cuando lo hace. Es vino blanco. Es tan
inesperado, caliente, aunque está frío y los labios de Justin están
fríos.
Asiento con la cabeza. Tiene un sabor aún más divino porque ha estado en su
boca. Se inclina y tomo otro trago de sus labios... oh Dios.
No puedo evitarlo. Sonrío y se inclina para ofrecerme otro delicioso trago.
Se mueve para estar acostado a mi lado, con su erección contra mi cadera. Oh,
lo quiero dentro de mí.
Me pongo tensa. Mueve la copa otra vez y se inclina, besándome y
depositando un pequeño trozo de hielo con un poco de vino en mi boca.
Lentamente y sin prisa, recorre el centro de mi cuerpo con besos fríos, desde
la base de mi garganta, entre mis pechos, por mi torso y hasta mi vientre. Pone
un pedazo de hielo en mi ombligo en un charco de vino fresco y frío. Eso quema
todo el camino hasta el fondo de mi vientre. Oh.
Mis caderas se flexionan automáticamente.
Gimo y lucho desesperadamente contra el impulso de ladear mis caderas,
tirando de mi restricción. Oh, no... por favor.
—¿Cuán bueno es esto? —susurra, soplando uno de mis pezones.
—Si derramas el vino, no dejaré que te vengas.
El hielo de mi ombligo se está derritiendo. Estoy más que caliente:
caliente, fría y esperando. Queriéndolo, dentro de mí. Ahora.
—Oh, querida ____(tn), te moviste. ¿Qué voy a hacer contigo?
—Oh, nena —murmura y empuja dos dedos dentro de mí.
—Lista para mi tan pronto —dice él. Mueve sus dedos de un modo tentador
adentro y afuera y me presiono contra él, levantando mis caderas.
Gimo fuertemente mientras mi cuerpo se mueve entre sus dedos expertos. Él
se inclina hacia arriba y saca mi camisa por encima de mi cabeza, así puedo
verlo mientras pestañeo ante la suave luz de mi mesa de noche. Deseo tocarlo.
—Lo sé —murmura.
—Este es tu castigo, tan cerca y sin embargo, tan lejos. ¿Es bueno?—susurra
en mi oído. Gimoteo, exhausta, frustrándome con mi restricción. Estoy
indefensa, pérdida en una tormenta erótica.
—¿Cómo debería fo.llar.te, ____(tn)?
—Por favor.
—Tú… ahora —grito.
Retira su mano y alcanza un paquete de aluminio. Se arrodilla entre mis
piernas y, muy lentamente, me quita mis bragas, mirándome, sus ojos brillando.
Se pone el condón. Lo miro fascinada, anonadada.
—Lo dije como una broma —lloriqueo. Por favor, fo.llá.me ya, Justin.
—¿Una broma? —Su voz es amenazadoramente baja.
—¿Te estás riendo ahora?
Soy sólo un nudo de tensa necesidad sexual. Me mira por un momento,
midiendo mi necesidad, luego me agarra y de repente, me da la vuelta. Me toma
por sorpresa y ya que mis manos están atadas, tengo que apoyarme en mis codos.
Empuja mis rodillas hacia la cama así que mi trasero está en el aire y me
golpea fuerte. Antes de que pueda reaccionar, se inserta dentro de mí. Lloro,
por la palmada y por su repentino asalto y me vengo instantáneamente una y otra
vez, deshaciéndome dentro de él mientras continúa golpeándose deliciosamente
dentro de mí. No se detiene. Estoy agotada. No puedo seguir más… y él sigue,
sigue, sigue y sigue… luego me recupero de nuevo… no del todo… no…
—¿Cuán bueno fue eso? —pregunta por entre sus dientes apretados.
hielo contra el cristal y lo baja de nuevo, se inclina y me besa, vertiendo un
líquido fresco y delicioso en mi boca cuando lo hace. Es vino blanco. Es tan
inesperado, caliente, aunque está frío y los labios de Justin están
fríos.
Asiento con la cabeza. Tiene un sabor aún más divino porque ha estado en su
boca. Se inclina y tomo otro trago de sus labios... oh Dios.
No puedo evitarlo. Sonrío y se inclina para ofrecerme otro delicioso trago.
Se mueve para estar acostado a mi lado, con su erección contra mi cadera. Oh,
lo quiero dentro de mí.
Me pongo tensa. Mueve la copa otra vez y se inclina, besándome y
depositando un pequeño trozo de hielo con un poco de vino en mi boca.
Lentamente y sin prisa, recorre el centro de mi cuerpo con besos fríos, desde
la base de mi garganta, entre mis pechos, por mi torso y hasta mi vientre. Pone
un pedazo de hielo en mi ombligo en un charco de vino fresco y frío. Eso quema
todo el camino hasta el fondo de mi vientre. Oh.
Mis caderas se flexionan automáticamente.
Gimo y lucho desesperadamente contra el impulso de ladear mis caderas,
tirando de mi restricción. Oh, no... por favor.
—¿Cuán bueno es esto? —susurra, soplando uno de mis pezones.
—Si derramas el vino, no dejaré que te vengas.
El hielo de mi ombligo se está derritiendo. Estoy más que caliente:
caliente, fría y esperando. Queriéndolo, dentro de mí. Ahora.
—Oh, querida ____(tn), te moviste. ¿Qué voy a hacer contigo?
—Oh, nena —murmura y empuja dos dedos dentro de mí.
—Lista para mi tan pronto —dice él. Mueve sus dedos de un modo tentador
adentro y afuera y me presiono contra él, levantando mis caderas.
Gimo fuertemente mientras mi cuerpo se mueve entre sus dedos expertos. Él
se inclina hacia arriba y saca mi camisa por encima de mi cabeza, así puedo
verlo mientras pestañeo ante la suave luz de mi mesa de noche. Deseo tocarlo.
—Lo sé —murmura.
—Este es tu castigo, tan cerca y sin embargo, tan lejos. ¿Es bueno?—susurra
en mi oído. Gimoteo, exhausta, frustrándome con mi restricción. Estoy
indefensa, pérdida en una tormenta erótica.
—¿Cómo debería fo.llar.te, ____(tn)?
—Por favor.
—Tú… ahora —grito.
Retira su mano y alcanza un paquete de aluminio. Se arrodilla entre mis
piernas y, muy lentamente, me quita mis bragas, mirándome, sus ojos brillando.
Se pone el condón. Lo miro fascinada, anonadada.
—Lo dije como una broma —lloriqueo. Por favor, fo.llá.me ya, Justin.
—¿Una broma? —Su voz es amenazadoramente baja.
—¿Te estás riendo ahora?
Soy sólo un nudo de tensa necesidad sexual. Me mira por un momento,
midiendo mi necesidad, luego me agarra y de repente, me da la vuelta. Me toma
por sorpresa y ya que mis manos están atadas, tengo que apoyarme en mis codos.
Empuja mis rodillas hacia la cama así que mi trasero está en el aire y me
golpea fuerte. Antes de que pueda reaccionar, se inserta dentro de mí. Lloro,
por la palmada y por su repentino asalto y me vengo instantáneamente una y otra
vez, deshaciéndome dentro de él mientras continúa golpeándose deliciosamente
dentro de mí. No se detiene. Estoy agotada. No puedo seguir más… y él sigue,
sigue, sigue y sigue… luego me recupero de nuevo… no del todo… no…
—¿Cuán bueno fue eso? —pregunta por entre sus dientes apretados.
Última edición por Laura Bieber <3 el Jue 13 Jun 2013, 2:38 am, editado 1 vez
Laura Bieber <3
Re: 50 sombras de Bieber
Me tiendo en la cama, jadeando y agotada, mis ojos cerrados mientras él lentamente se baja de mí. Se pone de pie inmediatamente y se viste. Cuando está completamente vestido, sube de nuevo a la cama, suavemente libera su corbata y saca mi camisa. Flexiono mis dedos y acaricio mis muñecas, sonriéndole al patrón impreso en mis muñecas por la corbata. Coloco bien mi sostén mientras él levanta el edredón y me tapa. Lo miro completamente aturdida y él me son
—Eso fue muy bueno —susurro, sonriendo tímidamente.
—Ahí va esa palabra de nuevo.
—¿No te gusta esa palabra?
—No. No me convence del todo.
—Oh… no lo sé… parece tener un efecto beneficioso en ti.
—Soy un efecto beneficioso, ¿verdad? ¿Podrías herir más mi ego señorita Steele?
—No creo que haya algo malo con tu ego.
Pero incluso cuando lo digo, no siento la convicción de mis palabras, algo elusivo cruza por mi mente, un pensamiento fugaz, pero se va antes de que pueda agarrarlo.
—¿Tú crees? —Su voz es baja. Está tendido junto a mí, completamente vestido, su cabeza puesta en su codo y yo sólo estoy usando mi sostén.
—¿Por qué no te gusta que te toquen?
—Simplemente no me gusta. —Se estira y planta un suave beso en mi frente—. Entonces, ese correo fue tu idea de una broma.
Le sonrío a modo de disculpa y me encojo de hombros.
—Ya veo. ¿Todavía estás considerando mi propuesta?
—Tu indecente propuesta… sí. Tengo unos problemas, sin embargo.
Él me sonríe como si estuviera aliviado.
—Estaría decepcionado si no los tuvieras.
—Iba a enviarte un correo, pero como que me interrumpiste.
—Coitus interruptus.
—Ves, sabía que tenías sentido del humor en alguna parte. —Sonrío.
—Sólo ciertas cosas son graciosas, ____(tn). Pensé que estabas diciendo que no, sin discusión en absoluto. —Su voz se apaga.
—Todavía no lo sé. No me he decidido. ¿Me pondrás un collar?
Levanta sus cejas.
—Has estado haciendo investigaciones. No lo sé, ____(tn). Nunca le he puesto un collar a alguien.
Oh… ¿debería estar sorprendida por esto? Sé tan poco sobre esas cosas… no lo sé.
—¿Te pusieron un collar? —susurro.
—Sí.
—¿La señora Robinson?
—¡La señora Robinson! —se ríe fuertemente, y se ve tan joven y despreocupado, su cabeza cae hacia atrás, su risa contagiosa.
Le sonrío.
—Le diré que dijiste eso, lo amará.
—¿Todavía hablas con ella regularmente? —No puedo alejar el impacto de mi voz.
—Sí. —Ahora su voz está seria.
Oh… y una parte de mí está locamente celosa, estoy perturbada por la profundidad de mi sentimiento.
—Ya veo. —Mi voz es tensa—. Entonces, tú tienes alguien con quien discutir tu estilo de vida alternativo, pero a mí no se me lo permite.
Él frunce el ceño.
—Nunca había pensado sobre eso de esa manera. La señora Robinson fue parte de mi estilo de vida. Te lo dije, ahora es una buena amiga. Si te gustaría, podría presentarte a una de mis antiguas subordinadas, puedes hablar con ella.
¿Qué? ¿Deliberadamente está tratando de ponerme molesta?
—¿Esa es tu idea de una broma?
—No, ____(tn). —Él está perplejo mientras niega con su cabeza seriamente.
—No… haré esto yo sola, muchas gracias —le espeto, subiendo el edredón hasta mi barbilla.
Él me mira, sorprendido.
—____(tn), yo… —Está enredado con las palabras—No quise ofenderte.
—No estoy ofendida. Estoy consternada.
—¿Consternada?
—No quiero hablar con una de tus ex novias… ex esclavas… ex subordinadas… como sea que las llames.
—____(tn) Steele, ¿estás celosa?
Me pongo color carmesí.
—¿Te quedarás?
—Tengo una reunión en el Heathman. Además, no duermo con ex novias, ex esclavas, ex subordinadas o con nadie. El viernes y el sábado fueron excepciones. No pasará de nuevo. —Puedo escuchar la determinación en su suave y ronca voz.
Frunzo los labios.
—Bueno, ya estoy cansada.
—¿Me estás echando? —Él alza las cejas, sorprendido y un poco afligido.
—Sí.
—Bueno, esa es otra primera vez. —Me mira especulativamente—Entonces, ¿no hay nada que quieras discutir ahora? Sobre el contrato.
—No —respondo petulante.
Laura Bieber <3
Re: 50 sombras de Bieber
—Dios, me gustaría darte una buena palmada. Te sentirías mucho mejor y yo también.
—No puedes decir cosas así… todavía no he firmado nada.
—Un hombre puede soñar, ____(tn). —Se inclina y sujeta mi mentón— ¿Miércoles? —murmura, luego me besa suavemente en los labios.
—Miércoles —digo—Te veré afuera. Si me das un minuto. —Me siento y agarro mi camisa empujándolo fuera del camino. Sorprendido y reacio, se levanta de la cama.
—Por favor, pásame el pantalón.
Lo recoge del suelo y me lo entrega.
—Sí, señora. —Está tratando sin éxito de ocultar su sonrisa.
Entrecierro mis ojos en su dirección mientras me pongo los pantalones. Mi cabello es un desastre y sé que tendré que afrontar la Inquisición Katherine Kavanagh cuando él se vaya. Cogiendo un listón para el cabello, camino hacia la puerta de mi habitación, abriéndola ligeramente buscando a Kate. No está en el salón. Creo que puedo oírla en el teléfono en su cuarto. Justin me sigue fuera.
Durante el corto paseo de la habitación a la puerta delantera, mis pensamientos y sensaciones fluyen, transformándose. Ya no estoy enfadada con él, me siento insoportablemente tímida. No quiero que se vaya. Por primera vez, deseo que fuera normal, que quisiera una relación normal que no necesitara de un acuerdo de diez páginas, un azotador y mosquetones en el techo de su sala de juegos.
Abro la puerta y miro abajo hacia mis manos. Ésta es la primera vez que he tenido sexo en mi casa y viendo como ha ido, creo que ha sido malditamente bueno. Mi subconsciente sacude su cabeza. Querías correr hacia Heathman para tener sexo y lo tuviste en tu propia casa. Cruza los brazos y da golpecitos con el pie con una mirada de “¿de qué te quejas?” en su rostro. Justin se para en la puerta y sujeta mi barbilla, forzando a mis ojos a encontrarse con los suyos. Su frente se arruga ligeramente.
—¿Estás bien? –pregunta dulcemente mientras su pulgar acaricia levemente mi labio inferior.
—Sí —respondo, a pesar de que, honestamente, no estoy segura.
Siento un cambio de paradigma. Sé que si hago esto con él, saldré herida. No es capaz, no está interesado ni dispuesto a ofrecerme nada más… y quiero más. Mucho más. La oleada de celos que sentí hace solo un momento me dice que tengo sentimientos más profundos por él de los que me he admitido a mí misma.
—Miércoles —confirma, se inclina hacia adelante y me besa suavemente. Algo cambia mientras me está besando, sus labios aumentan la urgencia contra los míos, sus manos suben de mi barbilla hasta sujetar un lado de mi cabeza, la otra mano en el otro lado.
Su respiración se acelera. Profundiza el beso, acercándose a mí. Pongo mis manos en sus brazos. Quiero pasarlas por su cabello pero me resisto, sabiendo que no le gustaría. Inclina su frente contra la mía, sus ojos cerrados, su voz forzada.
—____(tn) —susurra—. ¿Qué me estás haciendo?
—Podría decirte lo mismo —murmuro de vuelta.
Tomando una profunda respiración, besa mi frente y se marcha. Se pasea con determinación por el camino hacia su coche mientras pasa su mano por su cabello. Mirando hacia arriba mientras abre la puerta del coche, sonríe con su impresionante sonrisa. Mi sonrisa de respuesta es débil, completamente deslumbrada por él y me recuerda una vez más a Ícaro volando demasiado cerca del Sol.
Cierro la puerta principal mientras entra en su coche deportivo. Tengo unas ganas irresistibles de llorar, triste y solitaria melancolía agarra y aprieta alrededor de mi corazón. Corriendo de vuelta a mi dormitorio, cierro la puerta y me apoyo contra ella tratando de racionalizar mis sentimientos. No puedo. Deslizándome al suelo, pongo mi cabeza en mis manos y las lágrimas empiezan a caer.
Kate llama a la puerta suavemente.
—¿____(tn)? —susurra. Abro la puerta. Me mira una vez y lanza sus brazos a mi alrededor.
—¿Qué está mal? ¿Que hizo ese asqueroso y guapo bastardo?
—Oh Kate, qué es lo que no ha hecho.
Me arrastra a la cama y nos sentamos.
—Tienes pelo de sexo horrible.
A pesar de mi patética tristeza, me río.
—Fue buen sexo, para nada horrible.
Kate sonríe.
—Eso está mejor. ¿Por qué estás llorando? Tú nunca lloras. —Recupera mi cepillo de la mesita de noche y sentándose detrás de mí, lentamente empieza a quitar los nudos.
—Solo creo que nuestra relación no va a ir a ninguna parte. —Observo mis dedos.
—¿Creo que dijiste que ibas a verle el miércoles?
—Voy a verlo, ese era nuestro plan original.
—Así que, ¿por qué ha aparecido aquí hoy?
—Le envié un correo.
—¿Pidiéndole que viniera?
—No, diciéndole que no quería verlo más.
—¿Y aparece? ____(tn), eres un genio.
—La verdad es que era una broma.
—Oh. Ahora estoy realmente confusa.
Pacientemente, le explico la esencia del correo sin delatar nada.
—Así que pensaste que respondería por correo.
—Sí.
—Pero en vez de eso, aparece aquí.
—Sí.
—Diría que está completamente loco por ti.
Frunzo el ceño. Justin, ¿loco por mí? Difícilmente. Solo está buscando un nuevo juguete, un conveniente nuevo juguete que se puede llevar a la cama y al que puede hacer cosas indescriptibles. Mi corazón se aprieta dolorosamente. Ésta es la realidad.
—Vino aquí para fo.llar.me, eso es todo.
—¿Quién dijo que el romance estaba muerto? —susurra, horrorizada. He conmocionado a Kate. No pensé que eso fuera posible. Me encojo de hombros, disculpándome.
—Usa el sexo como arma.
—¿Fo.llar.te en sumisión? —Sacude la cabeza con desaprobación.
Parpadeo rápidamente hacia ella y puedo sentir el sonrojo mientras se extiende por mi rostro. Oh… en el blanco, periodista ganadora del Premio Pulitzer, Katherine Kavanagh.
—____(tn), no lo entiendo, ¿tú simplemente dejas que te haga el amor?
—No, Kate, no hacemos el amor: fo.lla.mos, terminología de Justin.
—Sabía que había algo raro respecto a él. Tiene problemas de compromiso.
Asiento, como aprobándolo. Por dentro, estoy triste. Oh Kate... desearía poder contarte todo, todo sobre este hombre extraño, triste y pervertido y que pudieras decirme que lo olvide. Detenerme de ser una idio.ta.
—Creo que todo es un poco abrumador —murmuro. Esa es la descripción insuficiente del año.
Como no quiero hablar más de Justin, le pregunto sobre Elliot. Todo el comportamiento de Katherine cambia con la mera mención de su nombre, se ilumina desde dentro, irradiándome.
—Va a venir el sábado por la mañana para ayudar con la mudanza.
Abraza el cepillo de pelo, el chico la tiene loca y siento una familiar y leve puñalada de envidia. Kate ha encontrado un hombre normal y parece muy feliz.
Me doy la vuelta y la abrazo.
—Oh, quería decírtelo. Tu padre llamó mientras tú estabas… eh, ocupada. Aparentemente Bob ha sufrido alguna lesión, por lo que tu madre y él no pueden llegar a la ceremonia. Pero tu padre estará aquí el jueves. Quiere que lo llames.
—Oh… mi madre no me ha llamado. ¿Bob está bien?
—Sí. Llámala mañana. Es tarde.
—Gracias, Kate. Ahora estoy bien. Llamaré a Ray también mañana. Creo que simplemente voy a acostarme.
Sonríe, pero sus ojos se arrugan con preocupación.
Laura Bieber <3
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