Re: ~Never Gonna Be Alone [Nicholas Jonas]

por **Kevonita** Mar 12 Abr 2011, 4:28 pm

52.-

Cuando Nick le prometió a su cuñada que le pagaría el dentista a los niños y él era el que los llevaría personalmente si algo les pasaba, Bea aceptó sin dudarlo y pareció quedarse más tranquila.

—Mientras estabais fuera hemos estado haciendo fotos —nos explicó, mirándonos de manera furibunda—. Ahora necesito unas vuestras por que os ha dado por desaparecer.
—¿Tiene que ser ahora? —protestó Nicholas, que al parecer tenía cosas más importantes que hacerse una mísera foto conmigo. No mentiré: me sentí ofendida. Suerte que mis dotes de actriz no eran tan malos como creía e interpreté lo suficientemente bien mi papel de desinteresada—. He recordado que tengo que hacer una cosa y no puede esperar, de verdad. Luego volveré y te dejaré hacer todas las fotos que quieras —tras esto, giró sobre sus talones y caminó con rapidez hasta adentrarse en casa.

No es que pensara que tenía algo que ocultarme, pero empecé a creer que así era. Rogué por que fuese cualquier cosa menos Jane; quería guardar en mi memoria el recuerdo de un día perfecto y acabaría estropeándome todo si ella aparecía en escena de cualquier forma posible.

Bea me miró sonriendo con complicidad.

—No te preocupes, últimamente hace mucho eso. Ha dejado cocer las neuronas tanto tiempo que ahora están en plena ebullición.
—Si sirve de algo, diré que nunca se me ha dado bien descifrar metáforas… Mis clases de literatura eran una auténtica tortura —aseguré mientras ella se echaba a reír.
—Me refería a que seguramente le ha venido alguna melodía a la cabeza que pega con sus canciones o alguna letra para un nuevo éxito —entrelazó su brazo al mío amistosamente y echó a andar—. O, quién sabe, a lo mejor solo le ha dado un fortísimo dolor de barriga y ha preferido hacernos creer que iba a componer —aventuró.
—Preferiría no haber sabido eso en caso de que fuera verdad —reconocí y esta vez ambas explotamos en carcajadas.
—No sé que es tan gracioso, pero yo también quiero saberlo —Joseph pasó un brazo por los hombros de su mujer y la miró con adoración.
—Créeme, no quieres —negó ella.
—Claro que sí.
—No, Joe, de verdad.
—Que sí —insistió con tozudez. Entonces supe como Joe había utilizado todas sus armas para conquistarla en el pasado—. Venga, dime que es. No se lo diré a nadie.
—¿Alguien quiere galletas recién hechas? —Denisse dejó un plato repleto de ellas encima de la mesa.
—¿Galletas? ¿Se refiere a galletas caseras? —se me iluminaron los ojos.
—Sí. Y con toda humildad, añadiré que las de mi madre son las mejores.

Su mujer le miró significativamente.

—El comentario, desde luego, no tiene nada de humilde —replicó.
—Bueno, las de tu madre tampoco están nada mal —Joe, que intentaba arreglar la situación sola la empeoraba por momentos.

La cara que puso ella me advirtió que tenía que alejarme. Unos pasos más allá escuché el principio de un indignado «Joseph, cómo te atreves a…» que –al parecer– iba a ser una gran reprimenda pero Joe se las arregló acallándola con un beso de película. Ya se sabe, medidas desesperadas…

—Cassie, ¿lo estás pasando bien?
—Si, gracias Anna —sonreí, probando una galleta. Inmediatamente me encontré con mi instinto de autocontrol vociferándome a pleno pulmón que no me abalanzase sobre el plato. Estaban deliciosas, con un toque de canela perfecto.
—¿Dónde está Nick?

Iba a contestar que no lo sabía con exactitud, cuando alguien ronroneó a mi lado:

—¡Hmm…, galletas! —el aludido alcanzó una pasando el brazo por encima de mi hombro y degustó el dulce con devoción.
—Nick, las tuyas son las del plato de la derecha –dijo Denisse con preocupación materna.
—¿Son todas para mí? —Al igual que a mí me había pasado antes, sus ojos sus ojos se iluminaron de placer cuando su madre asintió—. Mama, te quiero. Eres la mejor —y se acercó a darle un beso en la mejilla.
—Un plato entero de galletas… —rezongó Frankie a mi lado con indignación—. Y luego se queja de que mamá sigue tratándolo como a un niño —siguió refunfuñando cuando su hermano se apropió su plato y nadie podía quitarle una. Me pareció escuché gruñir cuando Nick le enseñó la lengua.

Miré a Kevin Segundo, que reía entre dientes con Molly sentada en su regazo mordisqueando con sus dientecitos una galleta, que luego agitó para llamar mi atención.

—¡Assieeee!
—¿Assie? —Repetí, mirando dulcemente a Molly de quien provenía mi nuevo nombre—. Me gusta. Creo que me lo cambiaré, así dejarán de llamarme Cass de Naranja de una vez por todas —murmuré.

Como había sido un comentario más para mí misma que para alguien sin interpelar, no esperaba que alguien me dijera nada.

—¿Quién te llama así? —se interesó Kevin.
—Mi hermana —respondí mordaz—. Ya sabes, es uno de esos insultos infantiles que nunca llegan a desaparecer. Casi me causa un trauma. Desde entonces sentí cierta animadversión hacia dicha bebida.
—Te comprendo —suspiró y me explicó con confianza—.Yo era Dumbo en el colegio. Es una época que prefiero no recordar. Odié a ese pobre animal durante mucho tiempo.
—Yo aún sigo guardando algo de rencor dentro.
—Tú y yo nos habríamos llevado bien.
—Estoy completamente de acuerdo —asentí.
—¡Assie, Assie! —Molly agitaba sus bracitos hacia mí.
—Deja a Cassie, cariño.
—¿Puedo cogerla?
—Creo que es lo que quiere. Pesa un poco —me advirtió Kevin dejándola en mis brazos.

por **Kevonita** Mar 12 Abr 2011, 4:34 pm

53.-

Molly emanaba esa combinación de olores a colonia infantil y polvos de talco que eran capaces de despertar el instinto maternal.

—¿Quién te ha comprado este vestido tan bonito, Molly? Me gusta mucho.
—Papá —confesó señalándole con un rechoncho dedito.
—Claro que sí —sonrió orgulloso—: Una princesa debe ir vestida siempre como una princesa.
—No podría estar más de acuerdo. Es una grandísima verdad.

Kevin me lanzó una mirada cómplice y sonrió encantadoramente. Se volvió a su hija pequeña, extendiendo los pulgares para hacerle unas pequeñas cosquillas en la barriguita que la hicieron reír al mismo tiempo que a él se le iluminaban los ojos de felicidad y orgullo por el fruto de su amor con Melissa.

—¿Quieres quedarte un momento con Cassie, princesa? —Le preguntó con una ternura que me llegó al corazón—. Papá tiene que a coger una galleta ahora que tío Frankie no está vigilando el plato como un halcón a su presa.

Ella se rió inocentemente y negó con la cabeza.

—¿Te importa, Cassie? —cuestionó.
—Desde luego que no. Pero no te alejes mucho, no vaya a ser que me la lleve.

Para estar más cómoda, me recoloqué a Molly en la cadera mientras ella se removía intentando alcanzar un peluche de ardilla que le había regalado su prima Amy.

—Muneco —se limitó a musitar apuntando hacia él. Se lo entregué a lo que ella sonrió feliz. Inocentemente, me lo azuzó por la nariz jugando y haciéndome cosquillas con el peludo animal.
—¿Sabes, pequeña? —Susurré a modo de confidencia—. Me gustaría tener tu edad para poder comenzar de nuevo y hacer las cosas de otra manera desde el principio. Aunque, si te haces una pequeña idea de cómo soy, acertarás pensando que si tuviese otra oportunidad para verle a él volvería a hacerlo todo del mismo modo —suspiré—. Suerte que aún no entiendes nada de lo que te digo, por eso tengo plena confianza en ti. Así me ahorro miradas de compasión. Hazme caso: nunca confíes en los chicos y creas en el amor de las películas por que en la vida real todo es defectuoso.

No sabía que diablos estaba haciendo pero debía encontrar la manera de acabar con todo aquel desastre antes de volverme loca por completo o tendría que comprar ese manual que había visto días atrás en un Walmart donde te aconsejaban «50 maneras de sacártelo de la cabeza» y entre paréntesis añadían «en 10 sencillos pasos» lo que me hizo preguntarme reiteradamente que tipo de confianza tenían las autoras en sus lectoras. Había que desembolsar 16,95 dólares algo que me había echado para atrás de inmediato.

—Bendita inocencia… —murmuré entre dientes.

Tras una mirada infantil de esas que, con mucha sutileza te dan a entender que les importa un pimiento lo que digas por que tienen mejores cosas que hacer, de pronto mi boca se llenó de pelo rosa artificial de la cola de aquella ardilla que Molly me había tirado significativamente para que me callase de una buena vez. Elvis no tardó en apropiarse de él.

—No, Elvis, dame eso.

Al perro le gustó tanto el juguete que no me hizo el menor caso y mientras lo sacudía en el aire Molly iba aumentando sus carcajadas le señalaba y a veces aplaudía.

Contagiada de repente por la pequeña, me eché a reír despreocupadamente.

—¿De que se ríen, señoritas?

Me estremecí, dando un pequeño brinco que me alejó lo suficiente del pecho de Nicholas que antes estaba situado a mi espalda. Había formulado aquella frase de una forma tan seductora que mi riego cerebral estaba al borde del colapso; incluso se me había secado la boca. Le fulminé con la mirada, acto que el ignoró por que Molly, al parecer, se cansó casi inmediatamente y alzó los bracitos en dirección a su tío que acudió a rescatarla de mí. Sonrió de orgullo y amor a la criatura y me desarmó por completo. No se percató de nada para mi suerte porque la pequeña, como vino a hacer por la mañana, empezó a chafarle los mofletes moldeando las muecas de Nicholas con sus manitas.

—Cosas de chicas —respondí intentando parecer natural y espontánea, lo que me había llevado un tiempo después de su aparición. Haciéndome la misteriosa, sonreí (esperé) encantadoramente—. Me recuerda a ti —confesé señalando a la pequeña entre sus brazos y que estaba segura miraba tiernamente—. Tiene… algo.
—Todos dicen que es su forma de reírse.
—Creo que es algo más que eso. Tiene tus ojos, la misma forma cerrada en el rabillo. No diré el pelo —Nicholas contuvo una risita— porque parece que es algo genético, pero ella hace lo mismo que tú: coloca una manita en su flequillo y empieza a rizarse el ricito de una forma muy graciosa. Me resulta adorable. Y aunque me he dado cuenta de que Kevin tiene pecas por la base del cuello, ella tiene repartidas por la carita graciosamente, parecidas a las tuyas.

Inmediatamente sentí deseos de tirarme a la piscina de nuevo y ahogarme; era la opción más factible después de pensar que la tierra se abriese justo en ese momento y me tragase. Sin embargo, el pareció no haberse percatado de mi desliz.

—Entonces ¿yo también soy adorable?

Estuve tentada a responder afirmativamente. Sin embargo, tragué saliva disimuladamente y traté de fingir indiferencia por duodécima vez aquel día.

—Me parece que eso solo hace efecto por los niños.
—Vaya, eso le hace poco juego a mi ego. Gracias, Cassandra. Por otra parte, es increíble —musitó con aire mustio y tras un breve instante de silencio en el que su sonrisa parecía decir que estaba impresionado, añadió—: Te fijas en los pequeños detalles de forma tan precisa que sorprendente. Eso que has dicho de mí y ahora lo de Molly…
—Se llama observación, Nicholas.
—Exhaustiva —agregó.

Tragué saliva compulsivamente en busca de segundos para encontrar alguna excusa razonablemente creíble.

—Prueba a pasar un día entero con una familia que no conoces. Observar es el método que más te ayuda a averiguar sobre los demás.
—Touché —Un suspiro de alivio escapó de mis labios—. Desde luego te has metido a Molly en el bolsillo.
—No entiendo por qué lo dices.
—Nunca se va con gente desconocida. Quiero decir que ni siquiera se deja coger por Jane.

Camuflé mi sorpresa encontrando en aquella pequeña a una aliada. Sentí que era capaz de darle un abrazo enorme pero corría riesgo de levantar sospechas y la emoción que me embargaba en esos momentos podía dejarla sin aire.

—¿De verdad? —Actuar de forma sencilla fue todo un reto—. Bueno, son niños, ya cambiarán

Eso fue lo que dije aunque para mis adentros deseaba y esperaba que no fuera así.

—Se nota que te adora. Estáis para una foto de esas que enternecen a las abuelas.
—Tengo una faceta “adorablemente enternecedora” según Melissa y Bea. También por criterio de mi madre, claro.

Detuve a tiempo mi cuestionario sobre los hijos que quería tener en el futuro por razones claramente obvias: aquello sólo bastaría para que tuviese preciosos -e inalcanzables- sueños durante las próximas tres semanas con maravillosos niños y niñas de pelo rizado, ojos color chocolate, de labios finos y con pequeñas pecas esparcidas traviesamente por la cara jugando con Nicholas mientras yo les observaba desde el porche de una bonita casa.

Se me encogió el corazón una vez más. Todo el valor que pensé que tenía se esfumó ante aquella imagen que ahora sabía que no había forma de borrar de mi mente. Recompuse una valiente sonrisa en mi rostro por que si no me echaría a llorar desconsoladamente.

—Yo diría que incluso te gusta.
—Así es, pero no se lo digas a nadie —se inclinó un poco hacia mi oído y me confesó—: prefiero que siga siendo un secreto.
—De acuerdo —fingí una risita algo ronca y me crucé de brazos sobre el pecho.

Sin duda, Nicholas sabía conquistar el corazón de una mujer sin hacer muchos esfuerzos y parecía no ser consciente de ello o estaba demasiado enamorado de Jane para darle demasiada importancia a ese hecho.

—¿Qué ocurrió en aquel hotel? —dije de repente, en busca de conversación y librarme de aquella idea de huir.
—¿Cómo dices?
—No te hagas el desentendido conmigo, no funcionará. Antes pensé que ibas a meterle un pedazo de pan en la boca para callar a Melissa. El truco del móvil te funcionó bastante bien.

Su cara enrojeció visiblemente y sin poder evitarlo solté una risita. Molly andaba entretenida rizándole aún más el pelo.

—¿Es tan vergonzoso?
—Las palabras correctas serían “caótico” y “realmente embarazoso”.
—Si me confías la historia, prometo no decírsela a nadie. Y a veces puedo ser tan obstinada como tú, de modo que esta vez voy a ser yo quien no acepte un «no» por respuesta.

Soltó una risita entre dientes y me evaluó un momento con los ojos entrecerrados decidiendo si era digna de saber aquella misteriosa historia. Revisé mi repertorio de sonrisas una vez más y esbocé la más dulce e inocente.

—Jamás confesaré haberlo contado —dijo rápidamente antes de seguir diciendo—: Lo recuerdo como si fuera ayer. Sucedió en Brasil. La caldera de mi habitación se había estropeado y los técnicos del hotel tardarían varias horas para arreglarla. No había modo de que pudiese ducharme a menos que fuese en otra habitación; Kevin estaba durmiendo seguramente y a sabiendas que no podía usar el baño de Joe porque él y su pelo acaparaban el espejo me fui a la de mis padres. Éramos del tipo de banda que va con todo el personal y alquilábamos una planta entera, así que sólo tuve que recorrer seis puertas. Cuando terminé de ducharme me percaté de que me había olvidado la ropa en mi habitación y que para mi mala suerte no había albornoces por que seguramente mi madre o mi padre lo habían usado, de modo que tuve que salir al pasillo con sólo una toalla atada a la cintura. No sé cómo se ocurrió ni cómo consiguieron burlar la seguridad de nuestra planta, pero de pronto me encontré frente a un sigiloso grupo de tres chicas con mi cara y la de mis hermanos en sus camisetas.
—Oh, Dios mío —exhalé, llevándome una mano a la boca—. ¿Qué sucedió?
—Bueno, yo me quedé paralizado y ellas en shock, así que afortunadamente no hicieron fotos —se rió.
—No puedo culparlas —confesé ante su mirada incrédula—. Si yo hubiera tenido semejante experiencia a su edad con Nick Carter me habría desmayado sin más que decir. ¿Qué les pasó?
—El equipo de seguridad las interceptó antes de que todos pudiésemos parpadear dos veces.

Empezaba a dudar si alguna de aquellas afortunadas había parpadeado aunque les dieran la ocasión; apostaría incluso que habrían dejado que se les secasen los ojos antes de perderse tal espectáculo para la vista.

—Se llevaron un buen recuerdo, ya lo creo.
—A juzgar por aquellos tres pares de ojos desmesurados, diría que sí. Circularon rumores por la red, pero como no había pruebas acabaron en el olvido.
—Para tu tranquilidad —me di el placer de completar.
—Obviamente.

Cuando finalmente me puse de nuevo mi ropa, empecé con las despedidas. Muchos besos y palabras cordiales después, me dijeron que esperaban verme de nuevo antes de que volviese a Francia. El destino pareció quedarse guardadas aquellas palabras.

Nicholas me dio dos besos de despedida que volvieron a alterar el mi ritmo cardiaco normal.

—¿Qué es esto? —pregunté cuando me tendió un sobre de un color amarillo bastante llamativo.

Encontré la respuesta en sus ojos.

por Invitado Miér 13 Abr 2011, 12:19 pm

NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, como la puedes dejar asi, tienes que seguirla

por Invitado Miér 13 Abr 2011, 9:39 pm

no la puedes dejar ahi porfa siguela esta genial muero por saber que tiene ese sobre :?: :?: :lol!:

por **next to you** Miér 13 Abr 2011, 9:44 pm

esta genial me encanta sigueelaaaa

por **Sabri** Sáb 16 Abr 2011, 7:31 pm

nooooooooooooooo la podes dejar ahi :(

quiero saber q era y q decia :(

siguelaaaaaaaaa :)

por Invitado Miér 20 Abr 2011, 7:40 pm

Por Dios! Acabo de termina de leer un novela y era HERMOSA! Pero aun asi sigue sin poder ser comparada con la tuya! Tienes la mejor novela que he leido en mi vida! Y se que la inspiracion para semejante cosa tarda en llegar, y que no debe ser muy facil escribir algo demaciado hermoso como lo haces tu, pero por favor, has lo posible por subirla mas seguido, te lo ruego de rodillas! Aun no entiendo como soporto tanto tiempo si tu novela a veces!<3 La necesito! jaja.. Eres una excelente escritora!. Me encantaria que subas mas seguido pero si toma tiempo voy a esperar. Lo unico que te pido es que nunca la dejes de subir, obviamente va a tener un final pero por favor no la dejes a la mitad o sin su merecido final, eso provocaria mi muerte.. jaja. Pero en serio, no nos vallas a abandonar<3

Con mucho amor y admiracion, Pauli.

pd: Perdon si no comento muy seguido eso no quiere decir que no entre seguido para ver si has subido (ha decir verdad entro todo los dias al foro con la esperanza de que halla un nuevo capitulo de tu novela). <3 Lo que escribes me inspira mucho<3

por **macasolci** Miér 20 Abr 2011, 9:31 pm

NOOOOOOOO DIOS, DECIME QUE NO ES LO QUE CREO QUE ES
:(:(:(:(:(:(:( fuck you nicholas, esta es la parte que Cassie se pone a cantar 'you belong with me' jajaja
Dios extrañaba horrores tu novela! NUNCA la abandones, te lo suplico. Creo y confío en que no lo vas a hacer. Pero ni siquiera me dejes con la duda porque muero! :)

por **Sabri** Vie 22 Abr 2011, 9:18 am

subeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee xq no subes? :(

por **NickyBunny** Lun 02 Mayo 2011, 12:46 am

Hola!!! he leído completa tu novela y déjame decirte que es lo mas hermoso que he leído!!!! tu forma de escribir y envolver al lector en la narración es wow increíble!!! y creo que mis palabras se quedan cortas al describir el trabajo que tu has hecho desde el primer momento capturaste mi atención y por lo que veo la de muchas lectoras, que esperaremos con ansias locas que publiques... tu nueva y fiel admiradora y lectora... xoxo

por **Sabri** Mar 03 Mayo 2011, 1:18 pm

ME ENCANTA LA NOVE

:D

qiero cap :P

por Invitado Mar 03 Mayo 2011, 2:49 pm

Sigue porfavoooooooor

por **Sabri** Mar 10 Mayo 2011, 8:39 am

subeeeeeeeeeeee

por **♫ Laura Jonas ♥** Dom 15 Mayo 2011, 11:28 am

nueva lectora

me encanta tu nove, la forma en que escribes y la narras me siento como si estuviera
en ella.
favor siguela para saber que pasa..

byee

por **ItsJonasSupport** Lun 16 Mayo 2011, 1:00 pm

HOLAA SOY TU NUEVA LECTORA(?

SDFDSFD AMO LA NOVE.

ANTES LA LEÍA Y PERDÍ EL LINK, PERO YA ME PUSE AL TANTO DE TODO(?

¡SIGUE PRONTO!

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