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"Amor y otras drogas" (Nick y tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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"Amor y otras drogas" (Nick y tu)
Hey! Hola a todas, quizas algunas ya me conocen, soy Alexandra y bueno, tengo nueva nove así que como no soy buena en lo de la sipnosis o como se llame aquí os dejo el primer capitulo.
Nombre:Amor y otras drogas
Autor: Alexandra
Adaptación:no
Genero: General
Advertencias: Creo que no.
Otras paginas:No.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Como de costumbre, la luz del sol interrumpió my dulce sueño. Estaba acostada en la cama, mis ojos seguían cerrados. Como hacía cada mañana me estiré. Pero al hacerlo sentí un brazo moviéndose encima de mi abdomen. Instantáneamente mis ojos se abrieron como platos. En unos segundos, la pasada noche revivió en mis recuerdos. No estaba en mi cama. Mis ojos volvieron a cerrarse, apretándose fuertemente, deseando que aquello fuera un sueño causado por la resaca, que, aun dormida, me afectaba. Dios. Lentamente despegué los parpados y giré la cara hacia el chico que tenía a mi lado. Me mordí el labio. No estaba nada mal. ¡________! Me gritó mi conciencia.
Lentamente cogí el brazo del chico, que por cierto, estaba muy trabajado, y lo aparté de mi abdomen, sin dejar de mirar fijamente la cara de él para asegurarme que seguía profundamente dormido. Cuando lo conseguí, una fugaz sonrisa atravesó mis labios. Con mucho cuidado de no hacer absolutamente ningún ruido, me levanté de la cama. Cuando esta hizo un pequeño crujido, juro que mi corazón se paro por un segundo. Volví mi cara. Seguía dormido. Solté un silencioso suspiro, di unos pasos y me paré en seco. Mi mirada bajo a mis pies descalzos. ¡Mierda! Tenía que buscar mis tacones. No pensaba irme de aquí sin ellos. Mis ojos vagaron por la habitación en busca de ellos. Cuando los encontré tirados en un rincón caminé hacia allí. Para mi mala suerte, antes de llegar a ellos pisé una parte de parqué que crujió, al igual que minutos antes lo hizo la cama. Mi cabeza giró despacio hacia atrás, otra vez, él chico ya no estaba en la cama. En una mini fracción de segundo se acercó a mí y me acorraló contra la pared.
-¿Quién diablos eres y que haces aquí?
-Eehhh… Tranquilo yo…
-¡Contesta! ¿Qué haces aquí?
-Lo siento, sé que esto es…
-¿Qué-haces-aquí?-Me dijo separando las palabras con una pausa.
-Mira te voy a explicar…
-Sí, eso es justamente lo que quiero que hagas-Rugió él.
-Bien. Ayer en el club, tomé más de lo que debía y mis amigas y yo hicimos una apuesta.
-¿Qué apuesta?-dijo acercándose más a mí y matándome con la mirada. Bueno, era comprensible. Sí yo hubiese encontrando a un tío que no conociese en mi casa probablemente le habría tirado algo a la cabeza.
-Pues…-tragué-Apostamos que podría dormir en tu cama esta noche sin que pasara nada-Dije haciendo una mueca.
-¿Qué?-Cuestionó el abriendo mucho los ojos, estaba sorprendido-¿De quién diablos eres amiga?
-De…Miley Cyrus-Su cara cambio a una expresión que, sinceramente, no sé que expresaba. El se apartó de mí y me dio la espalda. Llevó sus manos hasta su cara y se la cubrió.
-No me lo puedo creer-Digo en un susurro que yo alcancé a oír.
-¿La…La conoces?-me agaché a recoger mis tacones y después lo miré con un gran interrogante en la cara, yo tampoco me lo podía creer. El se dio la vuelta, quedando frente a mí, bajo sus manos y me miró por un momento sin decir nada. Yo arqueé una ceja.
-Es mi ex -Dijo él con fastidio. Mis ojos se salieron de sus orbitas ante esa confesión.
-¿Estas de coña verdad?-Canturreé con una risita nerviosa. Él me miró.
-¿Por qué no te vas?-Se acercó a mí, me cogió del brazo y me sacó del apartamento cerrándome la puerta en las narices. No pensaba quedarme ahí como una idiota. Me puse los tacones y empecé a caminar hacia el ascensor. Esperé unos segundos a que este llegará y cuando las puertas se abrieron entré. Saqué mi móvil y las llaves de mi coche de uno de los bolsillos de mis vaqueros. Inmediatamente marqué el número de Miley. La canción de Rich Girl de Gwen Stefani empezó a sonar, giré los ojos y colgué. Las puertas se abrieron otra vez, pero ahora mostrando la planta baja del edificio. Salí del ascensor y después completamente del edificio. Al salir fuera mis mejillas se sonrojaron por el choque del aire frío de otoño con mi piel caliente. Por mucho que me niegue a reconocerlo: realmente se estaba bien en los brazos de ese chico.
Con dolor de cabeza a causa de la resaca caminé buscando mi coche. Al encontrarlo me subí, puse la música baja y empecé a conducir hacia casa.
Cuando llegué, tiré las llaves en la vasija que había en el mueble del recibidor y caminé hacia el salón, y luego me dejé caer en el sofá.
Necesitaba un baño.
Con mucha pereza, me levanté del sofá y fui hacia mi cuarto. Una vez allí me desvestí y entré al cuarto de baño. Llené la bañera con agua caliente y me sumergí dentro.
Después de prácticamente una hora y media, salí de esta y me puse unos pantalones de chándal y una camiseta de tirantes. Era verdad que fuera hacia frio, pero dentro de mi apartamento la temperatura era superior a los veintisiete grados. Con solo unos calcetines en mis pies me dirigí hacia el tocador que tenia a un lado del ventanal de mi habitación. Me quede atontada unos minutos mirando fuera en la nada. Estaba en el piso treinta y dos, tampoco es que tuviese mucho que ver pero aun así me encantaba ese apartamento. Desde que era pequeña había querido vivir en uno de los numerosos rascacielos de Nueva York. Y lo había conseguido. Sonreí al recordar todas las locuras que hice para conseguir la beca de la universidad.
Cuando volví al presente, me moví un paso hasta quedar frente al espejo del tocador. Até mi pelo en una cola de caballo. Tenía el pelo color marrón oscuro y ligueramente ondulado, me llegaba hasta la mitad de la espalda más o menos. Suspiré cuando, al mirarme al espejo, vi que unos mechones se habían soltado de la coleta para caer ligeramente a ambos lados de mi rostro, enmarcándolo. Tenía un pelo muy rebelde, lo tenía así desde la infancia.
Volví al salón y entré en la parte de la cocina, cogí mi móvil y de nuevo camine hacia el sofá para volver a tirarme en él. Intenté llamar de nuevo a Miley pero, de nuevo, la irritante cancioncita empezó a sonar. Ya llegada a un punto bastante importante de cabreo, me levanté con gran fastidio y volví a la habitación para cambiarme. Entré en mi vestidor y a la velocidad de la luz elegí la ropa y me la puse. Sin dejar de caminar y levantando los pies, me puse los tacones y cogí mi bolso, las llaves del coche y el móvil. Iba a salir de la casa cuando otra punzada de dolor atravesó mi cráneo.
-¡Mierda!-Susurré llevando mis manos a las sienes y las masajeé para que el dolor cesara.
-Necesito una pastilla.-me informé a mi misma y caminé hacia la cocina. Llené un vaso de agua y rebusqué en uno de los cajones. Al encontrar las pastillas saqué una con desesperación. De repente mi cabeza estaba siendo destruida por punzadas de mortífero dolor. Inmediatamente me llevé la medicina a la boca y con ayuda del agua me la tragué. Cerré fuertemente los ojos y me quedé apoyada en la encimera por unos minutos. Cuando sentí disminuir el dolor, los volví a abrir y esta vez sí que salí de la casa como alma que lleva el diablo.
Otra vez me enfrenté al áspero frio de la calle.
En unos treinta minutos había llegado ya al apartamento de Miley. Con impaciencia, abrí la puerta de mi BMW y salí. A paso apresurado caminé hacia la entrada del gran edificio. Pase con tanta rapidez que ni siquiera pude escuchar lo que el portero me dijo. No me importó, mi rabia en esos momentos era lo suficientemente grande como para que un antipático portero la aumentara más.
Llamé a uno de los enormes ascensores y esperé. Moviendo una pierna nerviosamente. Cuando el ascensor al fin llegó, entré enseguida y apreté el botón del piso 23. Me estaba mordiendo el labio inferior mientras escuchaba la, ya conocida, música de ascensor y soltaba maldiciones por lo bajo.
Cuando este llegó a su destino solté un suspiro de alivio y con paso seguro me dirigí a la puerta con una pequeña placa de metal que indicaba que ese era el apartamento de Miley. Con el ceño fruncido llamé al timbre para ver, segundos después, a Miley saliendo por la puerta. Como ya mencioné, tenía una rabia inmensa. Pasé por el lado de ella sin que me invitara a entrar.
-¡No puedo creer que me hayas hecho esto!-Grité caminando por el largo pasillo que conducía al salón-¿Tu ex? ¿¡Tu ex!?-Rugí yo dándome la vuelta para verla.
-________ tranquilízate no…
-¿¡Tranquilizarme!? Te has aprovechado de que estaba borracha para hacerme aceptar la apuesta de dormir con ese tío solo para…-Entonces me di cuenta-¿Para qué?-Pregunté de repente confusa e intrigada. Ella izo una mueca.
-¡Mira, no tienes ningún derecho a venir a mi casa y empezar a gritarme y cuestionarme!
-¡Si tengo derecho! Tengo el derecho de hacerlo porque soy tu amiga.
-¡Eso no te da ningún derecho! ¡Además, tú y yo ya no somos amigas! ¡Dejamos de serlo en el momento que te acostaste con él! La apuesta era que durmieras con él, ¡no que te lo tiraras!-Yo la miré confusa, me di la vuelta y empecé a caminar de nuevo hacia el salón.
-¡Yo no…!-Me quede helada al llegar a la amplia habitación. Miley, que iba detrás de mí quedó igual que yo.
-¡Mierda! Me había olvidado de el-susurro ella. Yo le dirigí una mirada asesina a Miley.
-Sí, me he dado cuenta que te habías olvidado de mi-Dijo él levantándose del sofá y dando un paso hacia delante. Paseó su mirada de miley a mí y de mí a Miley otra vez. Esa era la situación más incomoda de toda mi vida. Por una largo tiempo todos nos quedamos en silencio. Podía jurar que el continuo y nervioso latido de mi corazón eran capaces de oírlo hasta ellos.
-¿No pensáis hablar?-Preguntó arqueando una ceja y de nuevo moviendo la mirada de una a otra.
-¿Nosotras?-Dijimos Miley y yo a la vez.
-Vosotras sois las que han hecho una apuesta. Además, tú no te has presentado-Me acusó.
-Y tú tampoco-Me defendí yo.
-Yo os presento-Dijo Miley poniéndose entre nosotros.-Nicholas, ________ Russell, mi mejor amiga. ________, Nicholas Jonas, mi ex.
-Oh, ahora soy tu mejor amiga, ya no te importa que, según tu, me haya tirado a tu ex.-La miré.
-Vale…-Levantó las manos a modo de rendición-No te has acostado con el.-Yo solté una risa ahogada.
-¿Cómo estas…?-Me quedé muda. ¿Cómo no me había dado cuenta? No, no podía ser el. Un homicida pensamiento intrigado me obligó a hablar.-¿Has dicho Jonas?
-Sí, creía que ya habíamos pasado la parte de las presentaciones- Me contestó Miley. Mi mirada volvió al hombre de apellido Jonas.
-Nicholas Jonas-Afirmé acercándome a él-Vaya, parece que en 7 años tu personalidad no ha cambiado, Jonas-Una sonrisa torcida se formo en mis labios. Él me miró. De alguna manera yo sabía que ese gesto era de su propiedad y que le molestaba que lo usase contra él.
-¿Perdón?-Arqueó una ceja mirándome incrédulo. Y como si pudiera leer su mente, me adelante a contestar.
-Sí, la misma-Volví a sonreír, esta vez fue una sonrisa normal.-Te acuerdas de mí ¿no?
-Imposible olvidarte Russell. ¿Qué diablos haces en Nueva York?
-Tú mejor que nadie deberías saberlo.
-Ammm…Perdón, sigo aquí.-Nos interrumpió Miley.
-Como sea, yo me largo-Dijo el pasando entre nosotras y volviendo por el pasillo que yo había venido, para dirigirse a la puerta principal.
-Hasta nunca Jonas-Levanté la voz para que pudiera oírme.
-Ojala así sea Russell-contestó segundos antes de salir por la puerta. Yo giré los ojos y caminé hasta el sofá. Una vez allí me deje caer como en el de mi casa.
-Mile’s, por favor tráeme una aspirina, siento que la cabeza me va a estallar, ¡maldita resaca!-Pude oír su risita y después sus tacones golpear en parqué mientras se dirigía a la cocina, para regresar minutos después con un vaso de agua y una aspirina.
-Toma.-Me ofreció ambas cosas-la verdad es que nuca te había visto beber tanto como anoche.-Mientras ella decía eso yo me tomé la aspirina soltando un quejido cuando esta paso por mi garganta, raspándola.
-Oye, había que celebrar, tú misma lo dijiste anoche.
-Sí pero no me esperaba que te lo tomaras tan enserio.
-¿Ahora, porque te quejas? Gracias a que yo haya tenido un momento de estupidez te has vengado de tu ex.- Giré cabeza para verla a ella sentada en un sillón de cuero negro.
-¿Vengarme? ¿Te parece que mandarle a una bailarina profesional para que duerma con él una noche es una venganza?-Dijo apoyando su cabeza en es respaldo del sillón.-Yo diría que le he hecho un favor.
-Miley, no me he acostado con él, ¿Cuántas veces quieres que te lo repita?-Ella suspiró y me observó.
-Ya sé que no te has acostado con él.
-¿Entonces por qué dices que le has hecho un favor?-Miley cerró los ojos y al volverlos a abrir vi como su color cambiaba a un azul claro. No entendía la razón, pero ese cambio en sus ojos sucedía solamente cuando ella confesaba algo.
-Mira…-se puso rígida-Nicholas y yo rompimos el año pasado.
-¿Se puede saber por qué?- me llevé el vaso en el que aun había agua, a los labios y la miré de manera expectante mientras bebía, ella bajo la cabeza y cuando hablo lo izo en un susurro casi inaudible.
-Lo engañe con Josh-Contesto cuando después de estar un buen rato con la boca abierta, las palabras le salieron. Yo me atragante con el agua y de un bote me puse en posición vertical. Mis pulmones se contraían con la fuerte tos. Ella se levanto y me dio ligeras palmaditas en la espalda. Mi cara se estaba amoratando. Cuando recupere el aire y mi cara volvió a la normalidad –parcialmente normal, ya que estaba más blanca que el mármol-
-¿Qué has dicho?-al ver que ya estaba mejor volvió a sentarse frente a mí en el sillón.
-Sí. Fui una tonta y lo engañe con Josh. El muy capullo al día siguiente corrió hasta Nick a contarle que se había tirado a su novia. Nicholas corto con migo instantáneamente.- mis ojos se abrieron como platos y mi boca cayó al suelo. Conocía desde hacia tiempo a Nicholas y sabia que lo que Miley decía era verdad. Con el enorme ego que Nicholas tenía eso debió sentarle como una patada en los riñones.
-Y bueno…-continuo ella-La otra noche cuando lo vi en el club, me sentí mal y pensé que si de alguna manera conseguía emparejarlo contigo, se olvidaría de lo que paso hace un año.-Un largo silencio se apodero de la sala, hasta que mi celebro proceso toda esa información convirtiendo cada palabra en una pieza que se unía a otra para hacerme rabiar de nuevo.
-¡Eso fue una estupidez!
-Lo sé y lo siento-Ella levanto la mirada y la poso en la mía, traspasando mis ojos y hipnotizando a mi celebro convenciéndolo de que decía la verdad. Yo suspiré y la mire, después de oír la historia, solamente una duda me había quedado sin resolver.
-¿Sigues enamorada de él?-solté la bomba sin andarme con rodeos. Ero de irme por las ramas nunca fue mi punto fuerte.
-Pues…-Dudo un rato sin contestar- cuando entraste y la idea de que te hayas acostado con el paso por mi mente…reconozco que sí, pero cuanto de lo grite, me di cuenta que en realidad ya no me importaba.
-Al decirlo en voz alta de diste cuenta.-afirmé. Eso a mí me sucedía a menudo.
-Supongo que sí. Enserio lo siento ________.
-Ya lo sé boba.-me levante del sofá y caminé hacia ella para después abrazarla.
-Oye, ________, por cierto ¿de dónde conoces a Nicholas?
-Larga historia.
-Bueno, sabes que me gustan las historias largas.-Me miro sonriendo. Yo suspire.
-Mañana antes de irme te lo cuento.
-Bien.-ella se levantó y las dos empezamos a caminar hacia la puerta.-Nos vemos mañana a las nueve en el Café Di Roma.-Nos despedimos con un beso en la mejilla y yo me dirigí al ascensor.
Al montarme en este después de unos minutos mi móvil empezó a vibrar en mi bolso. Inmediatamente lo saqué y contesté a la llamada, sin fijarme ni siquiera en quien era la persona que llamaba.
-¿Sí?
-________, soy Taylor, ¿te apetece tomar un café?
-Taylor, claro ¿dónde nos vemos?
-Emm, yo estoy cerca de la casa de Miley, ¿te parece si quedamos en el café que hay dos calles más arriba de su casa? He pateado medio centro comercial, no puedo andar más.-Yo reí ante el suave lloriqueó que ella hizo al otro lado de la línea.
-Claro Tay, no te preocupes, de hecho yo estoy saliendo de casa de Miley.
-¡Genial! Entonces nos vemos allí, adiós.
-Adiós.-Colgué justo cuando las puertas del ascensor se abrían. Guarde mi móvil y salí del edificio. El maldito frio consiguió de nuevo erizar mi piel y hacer que un escalofrió subiera por mi espalda hasta llegar a mi nuca y hacerme temblar. Hundí mi cabeza en las solapas de mi chaqueta. Cuando llegue a mi coche una maldición escapo de mis labios. Había estado diez minutos parada al lado del coche buscando las llaves y helándome hasta la medula. Cuando el viento soplo más fuerte, fue como si me devolviera la memoria. Cuando había llegado toda cabreada al apartamento de Miley, lance mis llaves en la pequeña vasija que había en la mesita del recibidor, era una costumbre ya, y que el recipiente fuera prácticamente idéntico al que había en la mesita del recibidor de mi casa tampoco ayudaba a darme cuenta que no era mi casa. Y claro, cabe remarcar, de nuevo, que la rabia que tenía en aquel momento había, parcialmente nublado mi vista.
Miré hacia atrás y empecé a caminar de nuevo hacia el portal del edificio de Miley. Llamé al telefonillo temblando del frío.
-¿Sí?
-Mile’s, oye siento volverte a molestar pero sin querer me he dejado las llaves del coche en la vasija de tu casa, ¿te importaría bajar y dármelas?-Oí su risita y luego escuche u ruido de metal, que supuse eran mis llaves.
-¿Costumbre eh?
-Sí, creo que sí-Sonreí.
-Un momento, ahora bajo.
-Vale.-Esperé unos minutos abrazándome a mi misma y moviéndome constantemente en el mismo lugar para mantener el poco calor corporal que me quedaba; realmente era el otoño más frío que Nueva York había presenciado. El ruido de una pesada puerta abriéndose interrumpió mi cavilación. Era Miley.
-¡Joder! Que frío.-Dijo entregándome las llaves del BMW.
-Totalmente de acuerdo. Gracias y adiós.
-Adiós-Dijo entrando apresuradamente al edificio y temblando. Yo estaba igual que ella así que decidí no entretenerme más y montarme en mi coche para ir a tomar ese café. Necesitaba algo que calentara la sangre dentro de mí.
Al llegar por fin a mi coche y conseguir entrar dentro, encendí la calefacción y deje que mis sonrosadas mejillas se calentaran.
Diez minutos más tarde bajaba de nuevo del caliente ambiente del coche para enfrentarme a la baja temperatura de fuera. Lo bueno fue que rápidamente divisé la rubia melena de Taylor en el interior del café. Esperé unos segundos en el otro lado de la calle para que la interminable hilera de coches pasara y después la crucé en una rápida carrera. Inmediatamente después de entrar en el café, saludar a Taylor con dos besos en la mejilla, pedir un café con leche descafeinado, me senté y respiré profundamente.
-No puedes imaginarte el día que llevo-Informé a Taylor de todo lo que había pasado. Ella no había pronunciado palabra en todo el relato pero al acabar yo estallo en carcajadas, media cafetería se volvió hacia nosotras y nos miro extrañada.
-Taylor, a mi no me hace ninguna gracia.-Susurré yo mientras ella intentaba calmar su risa.
-venga ya ________, reconoce que fue una situación muy cómica.-Volvió a reír aunque esta vez más bajo y yo medite lo que había dicho, para acabar uniéndome a la risa de ella.
-Y bueno ¿de donde conocías al ex de Miley?-Preguntó curiosa mientras sorbía de su café late. Yo suspiré.
-Tay, justo Miley me había preguntado eso antes, le dije que la le contaría mañana, ¿te vienes con nosotras a desayunar y os lo cuento a las dos?-Ella dejo la taza en el plato.
-Claro, ¿a qué hora?
-A las nueve en el Café Di Roma.-sonreí. Cuando ambas dimos el último sorbo a nuestros cafés, nos despedimos y cada una se fue por su lado, ella anunciándome que la había dejado intrigada con el asunto del ex de Miley.
Nombre:Amor y otras drogas
Autor: Alexandra
Adaptación:no
Genero: General
Advertencias: Creo que no.
Otras paginas:No.
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Capítulo 1: 7 años después
Como de costumbre, la luz del sol interrumpió my dulce sueño. Estaba acostada en la cama, mis ojos seguían cerrados. Como hacía cada mañana me estiré. Pero al hacerlo sentí un brazo moviéndose encima de mi abdomen. Instantáneamente mis ojos se abrieron como platos. En unos segundos, la pasada noche revivió en mis recuerdos. No estaba en mi cama. Mis ojos volvieron a cerrarse, apretándose fuertemente, deseando que aquello fuera un sueño causado por la resaca, que, aun dormida, me afectaba. Dios. Lentamente despegué los parpados y giré la cara hacia el chico que tenía a mi lado. Me mordí el labio. No estaba nada mal. ¡________! Me gritó mi conciencia.
Lentamente cogí el brazo del chico, que por cierto, estaba muy trabajado, y lo aparté de mi abdomen, sin dejar de mirar fijamente la cara de él para asegurarme que seguía profundamente dormido. Cuando lo conseguí, una fugaz sonrisa atravesó mis labios. Con mucho cuidado de no hacer absolutamente ningún ruido, me levanté de la cama. Cuando esta hizo un pequeño crujido, juro que mi corazón se paro por un segundo. Volví mi cara. Seguía dormido. Solté un silencioso suspiro, di unos pasos y me paré en seco. Mi mirada bajo a mis pies descalzos. ¡Mierda! Tenía que buscar mis tacones. No pensaba irme de aquí sin ellos. Mis ojos vagaron por la habitación en busca de ellos. Cuando los encontré tirados en un rincón caminé hacia allí. Para mi mala suerte, antes de llegar a ellos pisé una parte de parqué que crujió, al igual que minutos antes lo hizo la cama. Mi cabeza giró despacio hacia atrás, otra vez, él chico ya no estaba en la cama. En una mini fracción de segundo se acercó a mí y me acorraló contra la pared.
-¿Quién diablos eres y que haces aquí?
-Eehhh… Tranquilo yo…
-¡Contesta! ¿Qué haces aquí?
-Lo siento, sé que esto es…
-¿Qué-haces-aquí?-Me dijo separando las palabras con una pausa.
-Mira te voy a explicar…
-Sí, eso es justamente lo que quiero que hagas-Rugió él.
-Bien. Ayer en el club, tomé más de lo que debía y mis amigas y yo hicimos una apuesta.
-¿Qué apuesta?-dijo acercándose más a mí y matándome con la mirada. Bueno, era comprensible. Sí yo hubiese encontrando a un tío que no conociese en mi casa probablemente le habría tirado algo a la cabeza.
-Pues…-tragué-Apostamos que podría dormir en tu cama esta noche sin que pasara nada-Dije haciendo una mueca.
-¿Qué?-Cuestionó el abriendo mucho los ojos, estaba sorprendido-¿De quién diablos eres amiga?
-De…Miley Cyrus-Su cara cambio a una expresión que, sinceramente, no sé que expresaba. El se apartó de mí y me dio la espalda. Llevó sus manos hasta su cara y se la cubrió.
-No me lo puedo creer-Digo en un susurro que yo alcancé a oír.
-¿La…La conoces?-me agaché a recoger mis tacones y después lo miré con un gran interrogante en la cara, yo tampoco me lo podía creer. El se dio la vuelta, quedando frente a mí, bajo sus manos y me miró por un momento sin decir nada. Yo arqueé una ceja.
-Es mi ex -Dijo él con fastidio. Mis ojos se salieron de sus orbitas ante esa confesión.
-¿Estas de coña verdad?-Canturreé con una risita nerviosa. Él me miró.
-¿Por qué no te vas?-Se acercó a mí, me cogió del brazo y me sacó del apartamento cerrándome la puerta en las narices. No pensaba quedarme ahí como una idiota. Me puse los tacones y empecé a caminar hacia el ascensor. Esperé unos segundos a que este llegará y cuando las puertas se abrieron entré. Saqué mi móvil y las llaves de mi coche de uno de los bolsillos de mis vaqueros. Inmediatamente marqué el número de Miley. La canción de Rich Girl de Gwen Stefani empezó a sonar, giré los ojos y colgué. Las puertas se abrieron otra vez, pero ahora mostrando la planta baja del edificio. Salí del ascensor y después completamente del edificio. Al salir fuera mis mejillas se sonrojaron por el choque del aire frío de otoño con mi piel caliente. Por mucho que me niegue a reconocerlo: realmente se estaba bien en los brazos de ese chico.
Con dolor de cabeza a causa de la resaca caminé buscando mi coche. Al encontrarlo me subí, puse la música baja y empecé a conducir hacia casa.
Cuando llegué, tiré las llaves en la vasija que había en el mueble del recibidor y caminé hacia el salón, y luego me dejé caer en el sofá.
Necesitaba un baño.
Con mucha pereza, me levanté del sofá y fui hacia mi cuarto. Una vez allí me desvestí y entré al cuarto de baño. Llené la bañera con agua caliente y me sumergí dentro.
Después de prácticamente una hora y media, salí de esta y me puse unos pantalones de chándal y una camiseta de tirantes. Era verdad que fuera hacia frio, pero dentro de mi apartamento la temperatura era superior a los veintisiete grados. Con solo unos calcetines en mis pies me dirigí hacia el tocador que tenia a un lado del ventanal de mi habitación. Me quede atontada unos minutos mirando fuera en la nada. Estaba en el piso treinta y dos, tampoco es que tuviese mucho que ver pero aun así me encantaba ese apartamento. Desde que era pequeña había querido vivir en uno de los numerosos rascacielos de Nueva York. Y lo había conseguido. Sonreí al recordar todas las locuras que hice para conseguir la beca de la universidad.
Cuando volví al presente, me moví un paso hasta quedar frente al espejo del tocador. Até mi pelo en una cola de caballo. Tenía el pelo color marrón oscuro y ligueramente ondulado, me llegaba hasta la mitad de la espalda más o menos. Suspiré cuando, al mirarme al espejo, vi que unos mechones se habían soltado de la coleta para caer ligeramente a ambos lados de mi rostro, enmarcándolo. Tenía un pelo muy rebelde, lo tenía así desde la infancia.
Volví al salón y entré en la parte de la cocina, cogí mi móvil y de nuevo camine hacia el sofá para volver a tirarme en él. Intenté llamar de nuevo a Miley pero, de nuevo, la irritante cancioncita empezó a sonar. Ya llegada a un punto bastante importante de cabreo, me levanté con gran fastidio y volví a la habitación para cambiarme. Entré en mi vestidor y a la velocidad de la luz elegí la ropa y me la puse. Sin dejar de caminar y levantando los pies, me puse los tacones y cogí mi bolso, las llaves del coche y el móvil. Iba a salir de la casa cuando otra punzada de dolor atravesó mi cráneo.
-¡Mierda!-Susurré llevando mis manos a las sienes y las masajeé para que el dolor cesara.
-Necesito una pastilla.-me informé a mi misma y caminé hacia la cocina. Llené un vaso de agua y rebusqué en uno de los cajones. Al encontrar las pastillas saqué una con desesperación. De repente mi cabeza estaba siendo destruida por punzadas de mortífero dolor. Inmediatamente me llevé la medicina a la boca y con ayuda del agua me la tragué. Cerré fuertemente los ojos y me quedé apoyada en la encimera por unos minutos. Cuando sentí disminuir el dolor, los volví a abrir y esta vez sí que salí de la casa como alma que lleva el diablo.
Otra vez me enfrenté al áspero frio de la calle.
En unos treinta minutos había llegado ya al apartamento de Miley. Con impaciencia, abrí la puerta de mi BMW y salí. A paso apresurado caminé hacia la entrada del gran edificio. Pase con tanta rapidez que ni siquiera pude escuchar lo que el portero me dijo. No me importó, mi rabia en esos momentos era lo suficientemente grande como para que un antipático portero la aumentara más.
Llamé a uno de los enormes ascensores y esperé. Moviendo una pierna nerviosamente. Cuando el ascensor al fin llegó, entré enseguida y apreté el botón del piso 23. Me estaba mordiendo el labio inferior mientras escuchaba la, ya conocida, música de ascensor y soltaba maldiciones por lo bajo.
Cuando este llegó a su destino solté un suspiro de alivio y con paso seguro me dirigí a la puerta con una pequeña placa de metal que indicaba que ese era el apartamento de Miley. Con el ceño fruncido llamé al timbre para ver, segundos después, a Miley saliendo por la puerta. Como ya mencioné, tenía una rabia inmensa. Pasé por el lado de ella sin que me invitara a entrar.
-¡No puedo creer que me hayas hecho esto!-Grité caminando por el largo pasillo que conducía al salón-¿Tu ex? ¿¡Tu ex!?-Rugí yo dándome la vuelta para verla.
-________ tranquilízate no…
-¿¡Tranquilizarme!? Te has aprovechado de que estaba borracha para hacerme aceptar la apuesta de dormir con ese tío solo para…-Entonces me di cuenta-¿Para qué?-Pregunté de repente confusa e intrigada. Ella izo una mueca.
-¡Mira, no tienes ningún derecho a venir a mi casa y empezar a gritarme y cuestionarme!
-¡Si tengo derecho! Tengo el derecho de hacerlo porque soy tu amiga.
-¡Eso no te da ningún derecho! ¡Además, tú y yo ya no somos amigas! ¡Dejamos de serlo en el momento que te acostaste con él! La apuesta era que durmieras con él, ¡no que te lo tiraras!-Yo la miré confusa, me di la vuelta y empecé a caminar de nuevo hacia el salón.
-¡Yo no…!-Me quede helada al llegar a la amplia habitación. Miley, que iba detrás de mí quedó igual que yo.
-¡Mierda! Me había olvidado de el-susurro ella. Yo le dirigí una mirada asesina a Miley.
-Sí, me he dado cuenta que te habías olvidado de mi-Dijo él levantándose del sofá y dando un paso hacia delante. Paseó su mirada de miley a mí y de mí a Miley otra vez. Esa era la situación más incomoda de toda mi vida. Por una largo tiempo todos nos quedamos en silencio. Podía jurar que el continuo y nervioso latido de mi corazón eran capaces de oírlo hasta ellos.
-¿No pensáis hablar?-Preguntó arqueando una ceja y de nuevo moviendo la mirada de una a otra.
-¿Nosotras?-Dijimos Miley y yo a la vez.
-Vosotras sois las que han hecho una apuesta. Además, tú no te has presentado-Me acusó.
-Y tú tampoco-Me defendí yo.
-Yo os presento-Dijo Miley poniéndose entre nosotros.-Nicholas, ________ Russell, mi mejor amiga. ________, Nicholas Jonas, mi ex.
-Oh, ahora soy tu mejor amiga, ya no te importa que, según tu, me haya tirado a tu ex.-La miré.
-Vale…-Levantó las manos a modo de rendición-No te has acostado con el.-Yo solté una risa ahogada.
-¿Cómo estas…?-Me quedé muda. ¿Cómo no me había dado cuenta? No, no podía ser el. Un homicida pensamiento intrigado me obligó a hablar.-¿Has dicho Jonas?
-Sí, creía que ya habíamos pasado la parte de las presentaciones- Me contestó Miley. Mi mirada volvió al hombre de apellido Jonas.
-Nicholas Jonas-Afirmé acercándome a él-Vaya, parece que en 7 años tu personalidad no ha cambiado, Jonas-Una sonrisa torcida se formo en mis labios. Él me miró. De alguna manera yo sabía que ese gesto era de su propiedad y que le molestaba que lo usase contra él.
-¿Perdón?-Arqueó una ceja mirándome incrédulo. Y como si pudiera leer su mente, me adelante a contestar.
-Sí, la misma-Volví a sonreír, esta vez fue una sonrisa normal.-Te acuerdas de mí ¿no?
-Imposible olvidarte Russell. ¿Qué diablos haces en Nueva York?
-Tú mejor que nadie deberías saberlo.
-Ammm…Perdón, sigo aquí.-Nos interrumpió Miley.
-Como sea, yo me largo-Dijo el pasando entre nosotras y volviendo por el pasillo que yo había venido, para dirigirse a la puerta principal.
-Hasta nunca Jonas-Levanté la voz para que pudiera oírme.
-Ojala así sea Russell-contestó segundos antes de salir por la puerta. Yo giré los ojos y caminé hasta el sofá. Una vez allí me deje caer como en el de mi casa.
-Mile’s, por favor tráeme una aspirina, siento que la cabeza me va a estallar, ¡maldita resaca!-Pude oír su risita y después sus tacones golpear en parqué mientras se dirigía a la cocina, para regresar minutos después con un vaso de agua y una aspirina.
-Toma.-Me ofreció ambas cosas-la verdad es que nuca te había visto beber tanto como anoche.-Mientras ella decía eso yo me tomé la aspirina soltando un quejido cuando esta paso por mi garganta, raspándola.
-Oye, había que celebrar, tú misma lo dijiste anoche.
-Sí pero no me esperaba que te lo tomaras tan enserio.
-¿Ahora, porque te quejas? Gracias a que yo haya tenido un momento de estupidez te has vengado de tu ex.- Giré cabeza para verla a ella sentada en un sillón de cuero negro.
-¿Vengarme? ¿Te parece que mandarle a una bailarina profesional para que duerma con él una noche es una venganza?-Dijo apoyando su cabeza en es respaldo del sillón.-Yo diría que le he hecho un favor.
-Miley, no me he acostado con él, ¿Cuántas veces quieres que te lo repita?-Ella suspiró y me observó.
-Ya sé que no te has acostado con él.
-¿Entonces por qué dices que le has hecho un favor?-Miley cerró los ojos y al volverlos a abrir vi como su color cambiaba a un azul claro. No entendía la razón, pero ese cambio en sus ojos sucedía solamente cuando ella confesaba algo.
-Mira…-se puso rígida-Nicholas y yo rompimos el año pasado.
-¿Se puede saber por qué?- me llevé el vaso en el que aun había agua, a los labios y la miré de manera expectante mientras bebía, ella bajo la cabeza y cuando hablo lo izo en un susurro casi inaudible.
-Lo engañe con Josh-Contesto cuando después de estar un buen rato con la boca abierta, las palabras le salieron. Yo me atragante con el agua y de un bote me puse en posición vertical. Mis pulmones se contraían con la fuerte tos. Ella se levanto y me dio ligeras palmaditas en la espalda. Mi cara se estaba amoratando. Cuando recupere el aire y mi cara volvió a la normalidad –parcialmente normal, ya que estaba más blanca que el mármol-
-¿Qué has dicho?-al ver que ya estaba mejor volvió a sentarse frente a mí en el sillón.
-Sí. Fui una tonta y lo engañe con Josh. El muy capullo al día siguiente corrió hasta Nick a contarle que se había tirado a su novia. Nicholas corto con migo instantáneamente.- mis ojos se abrieron como platos y mi boca cayó al suelo. Conocía desde hacia tiempo a Nicholas y sabia que lo que Miley decía era verdad. Con el enorme ego que Nicholas tenía eso debió sentarle como una patada en los riñones.
-Y bueno…-continuo ella-La otra noche cuando lo vi en el club, me sentí mal y pensé que si de alguna manera conseguía emparejarlo contigo, se olvidaría de lo que paso hace un año.-Un largo silencio se apodero de la sala, hasta que mi celebro proceso toda esa información convirtiendo cada palabra en una pieza que se unía a otra para hacerme rabiar de nuevo.
-¡Eso fue una estupidez!
-Lo sé y lo siento-Ella levanto la mirada y la poso en la mía, traspasando mis ojos y hipnotizando a mi celebro convenciéndolo de que decía la verdad. Yo suspiré y la mire, después de oír la historia, solamente una duda me había quedado sin resolver.
-¿Sigues enamorada de él?-solté la bomba sin andarme con rodeos. Ero de irme por las ramas nunca fue mi punto fuerte.
-Pues…-Dudo un rato sin contestar- cuando entraste y la idea de que te hayas acostado con el paso por mi mente…reconozco que sí, pero cuanto de lo grite, me di cuenta que en realidad ya no me importaba.
-Al decirlo en voz alta de diste cuenta.-afirmé. Eso a mí me sucedía a menudo.
-Supongo que sí. Enserio lo siento ________.
-Ya lo sé boba.-me levante del sofá y caminé hacia ella para después abrazarla.
-Oye, ________, por cierto ¿de dónde conoces a Nicholas?
-Larga historia.
-Bueno, sabes que me gustan las historias largas.-Me miro sonriendo. Yo suspire.
-Mañana antes de irme te lo cuento.
-Bien.-ella se levantó y las dos empezamos a caminar hacia la puerta.-Nos vemos mañana a las nueve en el Café Di Roma.-Nos despedimos con un beso en la mejilla y yo me dirigí al ascensor.
Al montarme en este después de unos minutos mi móvil empezó a vibrar en mi bolso. Inmediatamente lo saqué y contesté a la llamada, sin fijarme ni siquiera en quien era la persona que llamaba.
-¿Sí?
-________, soy Taylor, ¿te apetece tomar un café?
-Taylor, claro ¿dónde nos vemos?
-Emm, yo estoy cerca de la casa de Miley, ¿te parece si quedamos en el café que hay dos calles más arriba de su casa? He pateado medio centro comercial, no puedo andar más.-Yo reí ante el suave lloriqueó que ella hizo al otro lado de la línea.
-Claro Tay, no te preocupes, de hecho yo estoy saliendo de casa de Miley.
-¡Genial! Entonces nos vemos allí, adiós.
-Adiós.-Colgué justo cuando las puertas del ascensor se abrían. Guarde mi móvil y salí del edificio. El maldito frio consiguió de nuevo erizar mi piel y hacer que un escalofrió subiera por mi espalda hasta llegar a mi nuca y hacerme temblar. Hundí mi cabeza en las solapas de mi chaqueta. Cuando llegue a mi coche una maldición escapo de mis labios. Había estado diez minutos parada al lado del coche buscando las llaves y helándome hasta la medula. Cuando el viento soplo más fuerte, fue como si me devolviera la memoria. Cuando había llegado toda cabreada al apartamento de Miley, lance mis llaves en la pequeña vasija que había en la mesita del recibidor, era una costumbre ya, y que el recipiente fuera prácticamente idéntico al que había en la mesita del recibidor de mi casa tampoco ayudaba a darme cuenta que no era mi casa. Y claro, cabe remarcar, de nuevo, que la rabia que tenía en aquel momento había, parcialmente nublado mi vista.
Miré hacia atrás y empecé a caminar de nuevo hacia el portal del edificio de Miley. Llamé al telefonillo temblando del frío.
-¿Sí?
-Mile’s, oye siento volverte a molestar pero sin querer me he dejado las llaves del coche en la vasija de tu casa, ¿te importaría bajar y dármelas?-Oí su risita y luego escuche u ruido de metal, que supuse eran mis llaves.
-¿Costumbre eh?
-Sí, creo que sí-Sonreí.
-Un momento, ahora bajo.
-Vale.-Esperé unos minutos abrazándome a mi misma y moviéndome constantemente en el mismo lugar para mantener el poco calor corporal que me quedaba; realmente era el otoño más frío que Nueva York había presenciado. El ruido de una pesada puerta abriéndose interrumpió mi cavilación. Era Miley.
-¡Joder! Que frío.-Dijo entregándome las llaves del BMW.
-Totalmente de acuerdo. Gracias y adiós.
-Adiós-Dijo entrando apresuradamente al edificio y temblando. Yo estaba igual que ella así que decidí no entretenerme más y montarme en mi coche para ir a tomar ese café. Necesitaba algo que calentara la sangre dentro de mí.
Al llegar por fin a mi coche y conseguir entrar dentro, encendí la calefacción y deje que mis sonrosadas mejillas se calentaran.
Diez minutos más tarde bajaba de nuevo del caliente ambiente del coche para enfrentarme a la baja temperatura de fuera. Lo bueno fue que rápidamente divisé la rubia melena de Taylor en el interior del café. Esperé unos segundos en el otro lado de la calle para que la interminable hilera de coches pasara y después la crucé en una rápida carrera. Inmediatamente después de entrar en el café, saludar a Taylor con dos besos en la mejilla, pedir un café con leche descafeinado, me senté y respiré profundamente.
-No puedes imaginarte el día que llevo-Informé a Taylor de todo lo que había pasado. Ella no había pronunciado palabra en todo el relato pero al acabar yo estallo en carcajadas, media cafetería se volvió hacia nosotras y nos miro extrañada.
-Taylor, a mi no me hace ninguna gracia.-Susurré yo mientras ella intentaba calmar su risa.
-venga ya ________, reconoce que fue una situación muy cómica.-Volvió a reír aunque esta vez más bajo y yo medite lo que había dicho, para acabar uniéndome a la risa de ella.
-Y bueno ¿de donde conocías al ex de Miley?-Preguntó curiosa mientras sorbía de su café late. Yo suspiré.
-Tay, justo Miley me había preguntado eso antes, le dije que la le contaría mañana, ¿te vienes con nosotras a desayunar y os lo cuento a las dos?-Ella dejo la taza en el plato.
-Claro, ¿a qué hora?
-A las nueve en el Café Di Roma.-sonreí. Cuando ambas dimos el último sorbo a nuestros cafés, nos despedimos y cada una se fue por su lado, ella anunciándome que la había dejado intrigada con el asunto del ex de Miley.
Última edición por Alexandra el Dom 25 Mar 2012, 11:05 am, editado 10 veces
Invitado
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Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
¡SEGUNDAAA READEER! Siiigueeela amoore, dimme Katita ;)
Me encanttoo ¡SIGUEEE, SIGUEE!
Me encanttoo ¡SIGUEEE, SIGUEE!
Kat
Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
TERCERA LECTORA
siguela (: debo decir que a mi tambien me encanta Miley y sel
espero que sigas besos
siguela (: debo decir que a mi tambien me encanta Miley y sel
espero que sigas besos
bia.marie♥
Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
Wow Alexandra tu nueva nove esta increible!!!!! me has dejado intrigada con el rollo de donde conoce la rayita a Nick jum... y no fui tu primera lectora pero aca toy tan fielcomo siempre!!!!! sigueeeeeeeeeeee yeah!!!!
NickyBunny
Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
New Reader!!! Hahahahahaha fue buenisimo, Miley tomo venganza, pero no entendi me acoste con Nick o no?
MicaMalik
Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
Bienvenidas a todas! Aclaro dudas:
1º la rayis no se a acostado con Nick, solo han dormido en la misma cama (No se como yo no podría "solo dormir" XD)
2º La nove es mia y si quieren siempre los caps asi de largos tendran que esperar un poquito, mi problema es que tengo muchas ideas y que si no las escribo rapido se me olvidan y me quedo sin ninguna XD pero hoy intentare subir tambien uno largo. Un beso!
PD:Alexandrina!!!Da igual que no seas la primera me alegra que te ayas pasado por aqui!
1º la rayis no se a acostado con Nick, solo han dormido en la misma cama (No se como yo no podría "solo dormir" XD)
2º La nove es mia y si quieren siempre los caps asi de largos tendran que esperar un poquito, mi problema es que tengo muchas ideas y que si no las escribo rapido se me olvidan y me quedo sin ninguna XD pero hoy intentare subir tambien uno largo. Un beso!
PD:Alexandrina!!!Da igual que no seas la primera me alegra que te ayas pasado por aqui!
Última edición por Aly4love el Miér 27 Jul 2011, 4:33 am, editado 1 vez
Invitado
Invitado
Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
Quiieeero cap T.T
Me engaanchee a la noveee! xDD
Pero zii ahi qe sperar para capiz tan largos como eseee
iioo espeero, amorshii! :D
¡SIGUEEEELAAA! ¡CAPI, CAPI, CAPI ,CAPI!
Me engaanchee a la noveee! xDD
Pero zii ahi qe sperar para capiz tan largos como eseee
iioo espeero, amorshii! :D
¡SIGUEEEELAAA! ¡CAPI, CAPI, CAPI ,CAPI!
Kat
Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
Nueva Lectoraaaaaa !!!
muy buena esta nove ..... parece re interesant .....
la vdd t cmprendo .. yo tmpoco se cmo haria para "solo dormir" si estoy cn nick :P seria mas dificil q mision imposible :P jajajajajaja
SIIIGUELAAAAAAAAAAAAAAAA
muy buena esta nove ..... parece re interesant .....
la vdd t cmprendo .. yo tmpoco se cmo haria para "solo dormir" si estoy cn nick :P seria mas dificil q mision imposible :P jajajajajaja
SIIIGUELAAAAAAAAAAAAAAAA
Ciin :)
Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
K pide el pueblo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! CAPITULO!!!!!!!!!!!!!!!!!!! hay Alexandra nos has dejado abandonadas en esta nove que esta espectacular como las otra que escribes claro esta... espero con impaciencia si?????????????? xoxo
NickyBunny
Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
Holaaa!! nueva lectoraaa! :D
Vamos seguilaaa!
esta demasiado buenaa!
me dejaste demasiado intrigadaa!
pon capi si xfaaa!
Vamos seguilaaa!
esta demasiado buenaa!
me dejaste demasiado intrigadaa!
pon capi si xfaaa!
Invitado
Invitado
Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
NickyBunny escribió:K pide el pueblo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! CAPITULO!!!!!!!!!!!!!!!!!!! hay Alexandra nos has dejado abandonadas en esta nove que esta espectacular como las otra que escribes claro esta... espero con impaciencia si?????????????? xoxo
sisisisisisisi !!!!
yo tambien !!!
qiero cap !!!
SIIIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAA
Ciin :)
Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
Chicas lo siento! Ya avise (creo que en la otra nove) que he vuelto al insti asi que no he entrado mucho por aqui! Y como el verano ya llega tengo que salir a patiner, ya saben 'operacion bikini' XD pero hoy intentare escribir los dos caps uno de esta nove y otro de la otra. Probablemente los suba por la tarde. (tarde-noche, sorry)
Última edición por Aly4love el Miér 27 Jul 2011, 4:33 am, editado 1 vez
Invitado
Invitado
Re: "Amor y otras drogas" (Nick y tu)
HeyCrazyFan escribió:Chicas lo siento! Ya avise (creo que en la otra nove) que he vuelto al insti asi que no he entrado mucho por aqui! Y como el verano ya llega tengo que salir a patiner, ya saben 'operacion bikini' XD pero hoy intentare escribir los dos caps uno de esta nove y otro de la otra. Probablemente los suba por la tarde. (tarde-noche, sorry)
ok no problem alice jajaja
yo tmb en verano hacia una operacion bikini jajajajaja
suube cuando puedas :)
Ciin :)
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