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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
• CAPITULO 4 (Parte 1) •
Siempre había amado las fogatas. Pero una fogata de noche, compartiendo una manta con Nicholas y teniéndolo pegado a mi lado, con un padre a punto de irse a la cama, iba mucho más allá que cualquier amor.
Ésta era la fogata que superaba a todas las demás fogatas que hayan existido.
—Buenas noches, chicos —dijo papá, estirándose al levantarse. La cena había sido un evento placentero, gracias a que mamá se quedó encerrada en su oficina, regalándole un montón de malas palabras a la persona del otro lado del teléfono. Papá, extraño y todo, fue muy agradable, si podías ignorar el hecho de que la realidad escapaba de sus ojos. Había logrado aceptar esto como un hecho de la vida, y Nicholas tampoco parecía tener ningún problema con ello.
—Buenas noches, papá. —Mi corazón ya se encontraba acelerado. Sabía que una vez estuviéramos solos, algo sucedería entre nosotros. Durante toda la hora, la tensión era demasiada, mientras miradas expectantes, manos jugando hockey de dedos, piernas frotándose entre sí, y palabras no dichas habían hablado mucho más fuerte que cualquier cosa que nos hubiésemos dicho antes.
—Buenas noches, Sr. Larson. Gracias de nuevo por la cena —le dijo Nicholas a papá cuando éste se retiraba, colocando su mano sobre mi rodilla.
—Me gusta tu papá —dijo, mientras su pulgar acariciaba el interior de mi pierna. Fue imposible ofrecerle cualquier otra respuesta además de una sonrisa y un asentimiento—. Aunque todavía no se le puede aplicar ese veredicto a tu mamá —dijo, riéndose.
Otra sonrisa y asentimiento.
—Y me gustas tú —dijo en voz baja—. De hecho, me gustas mucho. —Quitando su mano de mi pierna, la levantó hacia mi rostro. Y luego la otra. Me sostenía tan firmemente que no podía mirar a ningún otro lugar aparte de él, pero lo suficientemente delicado como para poder dejarme ir, si yo lo intentaba.
—También me gustas.
Curvó una ceja y esperó.
—Me gustas mucho —añadí, sintiendo tantas jodidas chispas que podría encenderme en cualquier momento.
Sonriendo, movió su pulgar hacia mi boca. Acarició la línea de mi labio inferior, y me estudió como si fuera algo que él podría poseer.
Yo estaba a favor del empoderamiento de la mujer y todo eso, pero estando detrás del calor de ese toque, solamente quería ser poseída en todas las maneras en que alguna persona pudiera poseerte.
Cuando estuve segura de que ya había pasado más de un minuto, abrí los ojos, pero perdí todo pasar del tiempo después de eso. Sus ojos eran del tono de gris más claro que alguna vez haya visto. —Puedes besarme, Nicholas.
Esperaba cualquier otra cosa menos que su frente se arrugara y que sus ojos se oscurecieran. —Sé que puedo hacerlo —dijo, su voz era tensa—. Sólo que no sé si debería.
Esa aflicción que se originaba justo en el centro de mí ser comenzó a propagarse. Sólo existía una forma de aliviarla. —Deberías besarme, Nicholas.
Sus ojos se volvieron aún más oscuros, pero nunca se apartaron de los míos. —No debería —dijo, deslizando una mano detrás de mí cuello, con uno de sus dedos rozando la piel debajo del cuello de mi camisa—. Pero en este momento, no me importa un cuerno.
Antes de poder comprender sus palabras, sentí sus labios. Eran tan poderosos como sus manos, pero gentiles al mismo tiempo. Separó los labios, y su gruñido vibró contra mi pecho, y antes de poder procesar si debía o no hacerlo, lancé mi pierna sobre su regazo, porque, más allá de cualquier razonamiento coherente, no lo tenía lo suficientemente cerca.
Con su lengua contra la mía, su pecho presionando el mío, sus manos sosteniéndome como si estuviesen tan hambrientas como las mías, me pregunté si este era uno de esos momentos que la gente recordaba en sus días más oscuros y sonreían. Yo no sonreiría solamente, estaría arrastrando este recuerdo en mi memoria hasta el día en que muriera.
Mis manos se deslizaron por debajo de su playera, rodando por su estómago hasta que no había más lugar a dónde ir sino hacia abajo.
—____(tn). —Respiró cuando mis dedos se posaron sobre su cinturón—. Detente. —Sus manos sostuvieron mis caderas firmemente, pero su boca se apoderó de la mía otra vez.
—Me detendré cuando tú lo hagas —murmuré contra su boca.
—Maldición —suspiró, apartándome con sus manos, pero volviendo a darme la bienvenida con su boca.
—Si ya terminaste con ella, ¿puede ser mi turno ahora? —gritó una voz de pronto desde la playa.
—Mierda —siseó Nicholas, levantándome para ponerme de pie en un solo movimiento.
—¿Qué? —murmuré, pasando desordenado debido a los besos. mis manos por mi cabello
—Ve adentro, ____(tn) —dijo, situándose frente a mí—. Ahora mismo.
—¿Por qué? —No me iba a ir a ningún lado. No con el hombre que podría hacerme eso aquí afuera—. ¿Quiénes son ellos? —pregunté cuando unas figuras oscuras caminaron hacia nosotros desde la playa.
Girándose hacia mí, sus ojos se veían tan perturbados que no podía determinar si eran más frenéticos que maniáticos. —No me hagas preguntas, ____(tn) Larson. Mete tu trasero en la casa ahora mismo. — Tomando mis hombros, me giró, y luego me empujó en dirección a la casa—. Ya, demonios.
Tenía un mal genio, lo cual no era bueno. Porque yo también tenía uno.
Me giré de nuevo, y le lancé una mala mirada. —¡Nunca vuelvas a empujarme! —grité—. Y nunca vuelvas a decirme qué hacer.
La expresión de Nicholas se suavizó antes de volverse desesperada. — Por favor, ____(tn). Sólo ve adentro.
Su súplica era tan honesta, y sus ojos tan impotentes, que casi le hice caso. Pero las tres figuras ya se habían acercado.
—¿Has estado evitándonos, Nicholas? —dijo uno, acercándose a la luz de la fogata. No era tan alto como Nicholas, pero sí más robusto. Me miró de arriba abajo como si me desnudara al mismo tiempo, y dijo—: ¿Conseguiste un fresco pedazo de trasero y no tienes la decencia de compartir con tus hermanos?
—¿Hermanos? —murmuré esta vez, permitiendo que Nicholas se colocara frente a mí y que se mantuviese allí.
—Metafóricamente, bebé —respondió el chico robusto—, y hermanos que lo comparten todo. —La amplia espalda de Nicholas era lo único que me salvaba de otra violada con los ojos de parte del chico robusto—. Todo —repitió, contando una historia tonta en una sola palabra.
—Vince —dijo Nicholas, su tono era mórbido—, lárgate de aquí antes de que te obligué.
Vince se rió. —Sé que te gusta un pedazo de trasero, ya sea para patearlo, o para cogerlo, pero dudo que puedas con todos nosotros antes de que te derribemos. —Los otros dos chicos, que debían ser gemelos con una higiene bien particular, entraron al círculo—. Justo antes de que derribemos a tu chica. Cada uno de nosotros derribará a tu chica.
Debí haber estado aterrorizada. Cada instinto de supervivencia en mi interior debería estar trabajando a toda velocidad. Las adolescentes tenían pesadillas con situaciones como éstas.
Pero yo no. Ya sea por los puños tensos de Nicholas, o la furia que descendía de él, o el hecho de que mis instintos de supervivencia habían tomado un hiato, me sentía tan calmada como podía sentirme.
—Averigüemos cómo te salen esos planes —dijo Nicholas, con la mandíbula tensa—. Vamos, buenos para nada. ¿Quién va a ser el primero en venir por mí? —Esperó, llamando a cada uno con su dedo.
Esperamos por un rato. Ninguno, mucho menos los gemelos olorosos, parecían como si pudieran terminar vivos, o incluso caminando si se enfrentaban a él. Por las miradas que les lanzaban a Nicholas, pensarías que era la muerte en persona con un par de puños que aseguraban una buena golpiza.
—Te dejaremos solo —dijo Vince al final—. Dejaremos que termines con lo que viniste a hacer. Una última jodida de verano.
Nicholas hizo un sonido que parecía más a un animal que a un humano.
—Esa es una movida inteligente, pero no va a salvarte de que te dé una gran paliza la próxima vez que te encuentre por ahí.
—Como siempre, Nicholas, un gran placer —dijo Vince, siguiendo a los gemelos que ya se encontraban a medio camino hacia la playa—. Y un consejo para ti, chica —dijo, moviéndose a un lado para poder mirarme. Cuando lo hizo, una sonrisa tan asquerosa como la propia definición de la palabra curvó sus labios—, cerciórate de que use condón. No quieres contagiarte de lo que ese mujeriego tiene creciendo allí abajo.
Todo el cuerpo de Nicholas se inclinó hacia adelante, quería perseguir a esos chicos y hacerles quien sabe qué, pero se detuvo. Dándome una mirada, sus hombros cayeron y sus brazos se relajaron a sus costados.
Ese tipo había sido lo más insultante, amenazador, burlón, y molesto que podía ser un hombre, sin embargo, Nicholas se quedó aquí. A un paso frente a mí. Un hombre que sin duda, podía terminarlos en diez segundo, juzgando por la ira y la confianza que había presenciado en sus ojos.
Y se quedó allí conmigo. Ya sea para protegerme en caso de que las tres marionetas regresaran o para continuar justo donde lo habíamos dejado, no lo sabía con seguridad. Y no me importaba.
—¡Oye, imbécil! —le grité a cualquiera del trío que se alejaba en dirección a la playa. No podía ver muy bien en la distancia, así que supuse que me miraban cuando se detuvieron. Me cercioré de estar cerca de la luz de la fogata para que pudieran captar claramente mi mensaje. Levantando mi dedo medio, grité—: ¡Tengo mucho de esto para compartir!
—¿Qué demonios estás haciendo, ____(tn)? —siseó Nicholas, volviendo a colocarme detrás. No pensaba en Nicholas como del tipo caballero, pero me gustaba, más de lo que cualquier mujer del siglo veintiuno debería.
—Ni siquiera una fracción de lo que me gustaría —dije, mientras la única respuesta que me dio el trío fue un coro de risas.
—Escucha, me gusta tu actitud de valiente que no acepta mierda de nadie, en serio —dijo Nicholas, girándose para mirarme—, pero no debes meterte con gente como ésta.
—¿Gente como ésta, o hermanos como éstos? —dije, tenía tanta energía nerviosa saliendo dentro de mí debido a lo que había ocurrido durante los últimos diez minutos, que no sabía qué hacer con ella.
Nicholas suspiró.
—¿Esos son tus hermanos? —dije una rápida oración para que no fuese verdad.
—En una forma —respondió, cerrando sus ojos.
—¿En qué forma?
Abriendo sus ojos, buscó mi mano. —En la forma que no es importante.
—Entonces que se jodan —dije, permitiendo que tomara mi mano cuando sabía que no debía hacerlo, antes de tener algún tipo de aclaración de quién o qué era él—. Debí haberlos insultado de nuevo. Son del tipo que solamente ladran.
—No —dijo firme—. Por favor, ____(tn). Éstos son de los bastardos que actúan. Pueden enterrarte los colmillos sin ningún tipo de advertencia. — Tomando mi brazo, me apretó contra sí, y me miró como si pudiera forzar que absorbiera sus palabras—. No te metas con ellos. Si ves que vienen por la acera, cruza la calle.
Esto provocó que rodara los ojos. Seguramente exageraba. No dudaba que los trillizos estúpidos ya hubiesen cumplido con su cuota de marihuana y de dañar propiedad pública, pero no eran lo suficientemente valientes para hacer las cosas que les ganarían un gran tiempo de cárcel si llegaban a atraparlos. La palabra cobarde se hallaba estampada en cada una de sus frentes.
—Mierda, ____(tn) —dijo Nicholas, cruzando los brazos detrás de su cuello y girando hacia la playa—. Precisamente por esto te pedí que te mantuvieses alejada. Para que no te encontraras metida hasta los ojos en mi vida de mierda.
Ahora sus palabras de precaución comenzaban a tener sentido. El por qué decía que debía mantenerme alejada si era inteligente.
La cosa era que, si mantenerme alejada de él me hacía bruta, nunca quería volver a ser inteligente de nuevo.
—Nicholas —dije, enganchando mi dedo en su cinturón. Girándose, me miró con ojos cansados. —¿Sí?
—Bésame.
Y luego de un momento, lo hizo.
No tenía ni idea de qué hora era cuando Nicholas y yo por fin logramos separarnos uno del otro, pero al meterme a la cama esa noche, supe que el sol estaría haciendo su debut en algunas horas, máximo. Eso significaba que tendría que soportar tres horas matadoras de practicar ballet con sólo dos horas de sueño. No me importaba. Cada minuto de mi falta de sueño fue gastado al perderme en los brazos de Nicholas.
Me obligué a cerrar los ojos y a apagar mi mente sobrecalentada, pero a sólo un latido, los abrí de nuevo. Rambo comenzó a ladrar como la advertencia de un huracán.
Salté de la cama y corrí hasta la ventana. Rambo no ladraba; tal vez gruñía, sonreía y daba algún quejido ocasional, pero nunca lo había escuchado chillar de ésta manera. Era como si él, o alguien cerca, estuviese a punto de que le quitaran la vida al ser estrangulado.
No podía distinguir mucho más que el destello de su casita para perros y lo que podrían ser sombras moviéndose por el viento, o personas correteando por el perímetro. Levanté la ventana para poder ver mejor, y una pared de llamas explotó alrededor y por encima de la casita de Rambo.
No fue algo que hubiese pensado. Simplemente fue una decisión del momento. Escalando fuera de la ventana, corrí rápidamente por el techo.
Ésta era la fogata que superaba a todas las demás fogatas que hayan existido.
—Buenas noches, chicos —dijo papá, estirándose al levantarse. La cena había sido un evento placentero, gracias a que mamá se quedó encerrada en su oficina, regalándole un montón de malas palabras a la persona del otro lado del teléfono. Papá, extraño y todo, fue muy agradable, si podías ignorar el hecho de que la realidad escapaba de sus ojos. Había logrado aceptar esto como un hecho de la vida, y Nicholas tampoco parecía tener ningún problema con ello.
—Buenas noches, papá. —Mi corazón ya se encontraba acelerado. Sabía que una vez estuviéramos solos, algo sucedería entre nosotros. Durante toda la hora, la tensión era demasiada, mientras miradas expectantes, manos jugando hockey de dedos, piernas frotándose entre sí, y palabras no dichas habían hablado mucho más fuerte que cualquier cosa que nos hubiésemos dicho antes.
—Buenas noches, Sr. Larson. Gracias de nuevo por la cena —le dijo Nicholas a papá cuando éste se retiraba, colocando su mano sobre mi rodilla.
—Me gusta tu papá —dijo, mientras su pulgar acariciaba el interior de mi pierna. Fue imposible ofrecerle cualquier otra respuesta además de una sonrisa y un asentimiento—. Aunque todavía no se le puede aplicar ese veredicto a tu mamá —dijo, riéndose.
Otra sonrisa y asentimiento.
—Y me gustas tú —dijo en voz baja—. De hecho, me gustas mucho. —Quitando su mano de mi pierna, la levantó hacia mi rostro. Y luego la otra. Me sostenía tan firmemente que no podía mirar a ningún otro lugar aparte de él, pero lo suficientemente delicado como para poder dejarme ir, si yo lo intentaba.
—También me gustas.
Curvó una ceja y esperó.
—Me gustas mucho —añadí, sintiendo tantas jodidas chispas que podría encenderme en cualquier momento.
Sonriendo, movió su pulgar hacia mi boca. Acarició la línea de mi labio inferior, y me estudió como si fuera algo que él podría poseer.
Yo estaba a favor del empoderamiento de la mujer y todo eso, pero estando detrás del calor de ese toque, solamente quería ser poseída en todas las maneras en que alguna persona pudiera poseerte.
Cuando estuve segura de que ya había pasado más de un minuto, abrí los ojos, pero perdí todo pasar del tiempo después de eso. Sus ojos eran del tono de gris más claro que alguna vez haya visto. —Puedes besarme, Nicholas.
Esperaba cualquier otra cosa menos que su frente se arrugara y que sus ojos se oscurecieran. —Sé que puedo hacerlo —dijo, su voz era tensa—. Sólo que no sé si debería.
Esa aflicción que se originaba justo en el centro de mí ser comenzó a propagarse. Sólo existía una forma de aliviarla. —Deberías besarme, Nicholas.
Sus ojos se volvieron aún más oscuros, pero nunca se apartaron de los míos. —No debería —dijo, deslizando una mano detrás de mí cuello, con uno de sus dedos rozando la piel debajo del cuello de mi camisa—. Pero en este momento, no me importa un cuerno.
Antes de poder comprender sus palabras, sentí sus labios. Eran tan poderosos como sus manos, pero gentiles al mismo tiempo. Separó los labios, y su gruñido vibró contra mi pecho, y antes de poder procesar si debía o no hacerlo, lancé mi pierna sobre su regazo, porque, más allá de cualquier razonamiento coherente, no lo tenía lo suficientemente cerca.
Con su lengua contra la mía, su pecho presionando el mío, sus manos sosteniéndome como si estuviesen tan hambrientas como las mías, me pregunté si este era uno de esos momentos que la gente recordaba en sus días más oscuros y sonreían. Yo no sonreiría solamente, estaría arrastrando este recuerdo en mi memoria hasta el día en que muriera.
Mis manos se deslizaron por debajo de su playera, rodando por su estómago hasta que no había más lugar a dónde ir sino hacia abajo.
—____(tn). —Respiró cuando mis dedos se posaron sobre su cinturón—. Detente. —Sus manos sostuvieron mis caderas firmemente, pero su boca se apoderó de la mía otra vez.
—Me detendré cuando tú lo hagas —murmuré contra su boca.
—Maldición —suspiró, apartándome con sus manos, pero volviendo a darme la bienvenida con su boca.
—Si ya terminaste con ella, ¿puede ser mi turno ahora? —gritó una voz de pronto desde la playa.
—Mierda —siseó Nicholas, levantándome para ponerme de pie en un solo movimiento.
—¿Qué? —murmuré, pasando desordenado debido a los besos. mis manos por mi cabello
—Ve adentro, ____(tn) —dijo, situándose frente a mí—. Ahora mismo.
—¿Por qué? —No me iba a ir a ningún lado. No con el hombre que podría hacerme eso aquí afuera—. ¿Quiénes son ellos? —pregunté cuando unas figuras oscuras caminaron hacia nosotros desde la playa.
Girándose hacia mí, sus ojos se veían tan perturbados que no podía determinar si eran más frenéticos que maniáticos. —No me hagas preguntas, ____(tn) Larson. Mete tu trasero en la casa ahora mismo. — Tomando mis hombros, me giró, y luego me empujó en dirección a la casa—. Ya, demonios.
Tenía un mal genio, lo cual no era bueno. Porque yo también tenía uno.
Me giré de nuevo, y le lancé una mala mirada. —¡Nunca vuelvas a empujarme! —grité—. Y nunca vuelvas a decirme qué hacer.
La expresión de Nicholas se suavizó antes de volverse desesperada. — Por favor, ____(tn). Sólo ve adentro.
Su súplica era tan honesta, y sus ojos tan impotentes, que casi le hice caso. Pero las tres figuras ya se habían acercado.
—¿Has estado evitándonos, Nicholas? —dijo uno, acercándose a la luz de la fogata. No era tan alto como Nicholas, pero sí más robusto. Me miró de arriba abajo como si me desnudara al mismo tiempo, y dijo—: ¿Conseguiste un fresco pedazo de trasero y no tienes la decencia de compartir con tus hermanos?
—¿Hermanos? —murmuré esta vez, permitiendo que Nicholas se colocara frente a mí y que se mantuviese allí.
—Metafóricamente, bebé —respondió el chico robusto—, y hermanos que lo comparten todo. —La amplia espalda de Nicholas era lo único que me salvaba de otra violada con los ojos de parte del chico robusto—. Todo —repitió, contando una historia tonta en una sola palabra.
—Vince —dijo Nicholas, su tono era mórbido—, lárgate de aquí antes de que te obligué.
Vince se rió. —Sé que te gusta un pedazo de trasero, ya sea para patearlo, o para cogerlo, pero dudo que puedas con todos nosotros antes de que te derribemos. —Los otros dos chicos, que debían ser gemelos con una higiene bien particular, entraron al círculo—. Justo antes de que derribemos a tu chica. Cada uno de nosotros derribará a tu chica.
Debí haber estado aterrorizada. Cada instinto de supervivencia en mi interior debería estar trabajando a toda velocidad. Las adolescentes tenían pesadillas con situaciones como éstas.
Pero yo no. Ya sea por los puños tensos de Nicholas, o la furia que descendía de él, o el hecho de que mis instintos de supervivencia habían tomado un hiato, me sentía tan calmada como podía sentirme.
—Averigüemos cómo te salen esos planes —dijo Nicholas, con la mandíbula tensa—. Vamos, buenos para nada. ¿Quién va a ser el primero en venir por mí? —Esperó, llamando a cada uno con su dedo.
Esperamos por un rato. Ninguno, mucho menos los gemelos olorosos, parecían como si pudieran terminar vivos, o incluso caminando si se enfrentaban a él. Por las miradas que les lanzaban a Nicholas, pensarías que era la muerte en persona con un par de puños que aseguraban una buena golpiza.
—Te dejaremos solo —dijo Vince al final—. Dejaremos que termines con lo que viniste a hacer. Una última jodida de verano.
Nicholas hizo un sonido que parecía más a un animal que a un humano.
—Esa es una movida inteligente, pero no va a salvarte de que te dé una gran paliza la próxima vez que te encuentre por ahí.
—Como siempre, Nicholas, un gran placer —dijo Vince, siguiendo a los gemelos que ya se encontraban a medio camino hacia la playa—. Y un consejo para ti, chica —dijo, moviéndose a un lado para poder mirarme. Cuando lo hizo, una sonrisa tan asquerosa como la propia definición de la palabra curvó sus labios—, cerciórate de que use condón. No quieres contagiarte de lo que ese mujeriego tiene creciendo allí abajo.
Todo el cuerpo de Nicholas se inclinó hacia adelante, quería perseguir a esos chicos y hacerles quien sabe qué, pero se detuvo. Dándome una mirada, sus hombros cayeron y sus brazos se relajaron a sus costados.
Ese tipo había sido lo más insultante, amenazador, burlón, y molesto que podía ser un hombre, sin embargo, Nicholas se quedó aquí. A un paso frente a mí. Un hombre que sin duda, podía terminarlos en diez segundo, juzgando por la ira y la confianza que había presenciado en sus ojos.
Y se quedó allí conmigo. Ya sea para protegerme en caso de que las tres marionetas regresaran o para continuar justo donde lo habíamos dejado, no lo sabía con seguridad. Y no me importaba.
—¡Oye, imbécil! —le grité a cualquiera del trío que se alejaba en dirección a la playa. No podía ver muy bien en la distancia, así que supuse que me miraban cuando se detuvieron. Me cercioré de estar cerca de la luz de la fogata para que pudieran captar claramente mi mensaje. Levantando mi dedo medio, grité—: ¡Tengo mucho de esto para compartir!
—¿Qué demonios estás haciendo, ____(tn)? —siseó Nicholas, volviendo a colocarme detrás. No pensaba en Nicholas como del tipo caballero, pero me gustaba, más de lo que cualquier mujer del siglo veintiuno debería.
—Ni siquiera una fracción de lo que me gustaría —dije, mientras la única respuesta que me dio el trío fue un coro de risas.
—Escucha, me gusta tu actitud de valiente que no acepta mierda de nadie, en serio —dijo Nicholas, girándose para mirarme—, pero no debes meterte con gente como ésta.
—¿Gente como ésta, o hermanos como éstos? —dije, tenía tanta energía nerviosa saliendo dentro de mí debido a lo que había ocurrido durante los últimos diez minutos, que no sabía qué hacer con ella.
Nicholas suspiró.
—¿Esos son tus hermanos? —dije una rápida oración para que no fuese verdad.
—En una forma —respondió, cerrando sus ojos.
—¿En qué forma?
Abriendo sus ojos, buscó mi mano. —En la forma que no es importante.
—Entonces que se jodan —dije, permitiendo que tomara mi mano cuando sabía que no debía hacerlo, antes de tener algún tipo de aclaración de quién o qué era él—. Debí haberlos insultado de nuevo. Son del tipo que solamente ladran.
—No —dijo firme—. Por favor, ____(tn). Éstos son de los bastardos que actúan. Pueden enterrarte los colmillos sin ningún tipo de advertencia. — Tomando mi brazo, me apretó contra sí, y me miró como si pudiera forzar que absorbiera sus palabras—. No te metas con ellos. Si ves que vienen por la acera, cruza la calle.
Esto provocó que rodara los ojos. Seguramente exageraba. No dudaba que los trillizos estúpidos ya hubiesen cumplido con su cuota de marihuana y de dañar propiedad pública, pero no eran lo suficientemente valientes para hacer las cosas que les ganarían un gran tiempo de cárcel si llegaban a atraparlos. La palabra cobarde se hallaba estampada en cada una de sus frentes.
—Mierda, ____(tn) —dijo Nicholas, cruzando los brazos detrás de su cuello y girando hacia la playa—. Precisamente por esto te pedí que te mantuvieses alejada. Para que no te encontraras metida hasta los ojos en mi vida de mierda.
Ahora sus palabras de precaución comenzaban a tener sentido. El por qué decía que debía mantenerme alejada si era inteligente.
La cosa era que, si mantenerme alejada de él me hacía bruta, nunca quería volver a ser inteligente de nuevo.
—Nicholas —dije, enganchando mi dedo en su cinturón. Girándose, me miró con ojos cansados. —¿Sí?
—Bésame.
Y luego de un momento, lo hizo.
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No tenía ni idea de qué hora era cuando Nicholas y yo por fin logramos separarnos uno del otro, pero al meterme a la cama esa noche, supe que el sol estaría haciendo su debut en algunas horas, máximo. Eso significaba que tendría que soportar tres horas matadoras de practicar ballet con sólo dos horas de sueño. No me importaba. Cada minuto de mi falta de sueño fue gastado al perderme en los brazos de Nicholas.
Me obligué a cerrar los ojos y a apagar mi mente sobrecalentada, pero a sólo un latido, los abrí de nuevo. Rambo comenzó a ladrar como la advertencia de un huracán.
Salté de la cama y corrí hasta la ventana. Rambo no ladraba; tal vez gruñía, sonreía y daba algún quejido ocasional, pero nunca lo había escuchado chillar de ésta manera. Era como si él, o alguien cerca, estuviese a punto de que le quitaran la vida al ser estrangulado.
No podía distinguir mucho más que el destello de su casita para perros y lo que podrían ser sombras moviéndose por el viento, o personas correteando por el perímetro. Levanté la ventana para poder ver mejor, y una pared de llamas explotó alrededor y por encima de la casita de Rambo.
No fue algo que hubiese pensado. Simplemente fue una decisión del momento. Escalando fuera de la ventana, corrí rápidamente por el techo.
:enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado:
Me encanta el Nicho! *.*
Esos dos son dinamita juntos! :maloso: :maloso:
:muere: :muere: :muere: :muere: :muere:
Bueno siempre hay alguien o algo que lo arruina huh! :pokerface:
Bueno lo siguiente no les va a gustar nada.....
& bueno, empezaremos con la historia! ;)
Disfruten del capi, las leo después! :hug:
\^.^/
Lu wH!;*
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
le paso algo a rambo???
Esos tipos asquerosos hicieron algo verdad?? :muere:
Nicholas es tan lindo!!!
Aunque me causaron mala espina esos tipos :misery: Que miedo
Siguela!!!
Esos tipos asquerosos hicieron algo verdad?? :muere:
Nicholas es tan lindo!!!
Aunque me causaron mala espina esos tipos :misery: Que miedo
Siguela!!!
aranzhitha
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
Que fue lo que le sucedió a rambo??????.... Quien se atrevió a lastimarlo????..... Aaaaaaaaahhh pero si no podemos mantener las manos alejadas del cuerpo escultural de nick!!!!!!.....
chelis
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
Rambo murió?! ?!!!?! nooooooo yo siempre quize un perro :( ok muy dramatica pero bue
....y GRacias por la bienvenida!! jajaja me encanto el capitulo!! la verdad tenes razon son una dinamita juntos! jajajja y esos tres chiflados que ...hacian ahi que le hicieron al peerro malditos olorosos andantes! jajaj...well eso besos te quiero ..me caistes bien! jajaj ;)
:3
....y GRacias por la bienvenida!! jajaja me encanto el capitulo!! la verdad tenes razon son una dinamita juntos! jajajja y esos tres chiflados que ...hacian ahi que le hicieron al peerro malditos olorosos andantes! jajaj...well eso besos te quiero ..me caistes bien! jajaj ;)
:3
Unbroken!
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
aranzhitha escribió:le paso algo a rambo???
Esos tipos asquerosos hicieron algo verdad?? :muere:
Nicholas es tan lindo!!!
Aunque me causaron mala espina esos tipos :misery: Que miedo
Siguela!!!
:pokerface: :pokerface: :pokerface: :pokerface:
u.u ya verás que paso con Rambo! :sad:
:muere: :muere: :muere: :muere:
Si, esos tipejos hicieron algo! u.u
:enamorado: :enamorado: :enamorado: :enamorado:
El Nicho es perfecto! :(L):
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
chelis escribió:Que fue lo que le sucedió a rambo??????.... Quien se atrevió a lastimarlo????..... Aaaaaaaaahhh pero si no podemos mantener las manos alejadas del cuerpo escultural de nick!!!!!!.....
:lloro: :lloro: :lloro: :lloro: :lloro:
Ya verás que pasa con rambo!
Quien en su sano juicio quiere estar lejos del Nicho! :scratch:
:aah: :aah: :aah: :aah: :aah:
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
Unbroken! escribió:Rambo murió?! ?!!!?! nooooooo yo siempre quize un perro :( ok muy dramatica pero bue
....y GRacias por la bienvenida!! jajaja me encanto el capitulo!! la verdad tenes razon son una dinamita juntos! jajajja y esos tres chiflados que ...hacian ahi que le hicieron al peerro malditos olorosos andantes! jajaj...well eso besos te quiero ..me caistes bien! jajaj ;)
:3
:lloro: :lloro: :lloro: :lloro: :lloro:
Ya verás que paso con rambo! :sad:
JAJAJAJ yo tengo 3 perritos! *.* te paso uno (?
Por nada, gracias por leer, la verdad es que si esos dos juntos! :twisted:
;) nos estamos leyendo! *.*
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
• CAPITULO 4 (Parte 2) •
Lo único que tenía en la mente era salvar a Rambo de otro incendio. Uno del que en verdad tenía la posibilidad de salvarlo.
Cómo o quien había iniciado el incendio no fue ni siquiera una reflexión; simplemente tenía que llegar hasta él. Tenía que salvarlo.
Balanceando mis piernas sobre el borde del techo, mis pies aterrizaron sobre la baranda del porche, y luego sólo me tomó un salto para llegar al suelo. Lo había hecho millones de veces, pero no creo que ésta vez calificara como una escapada.
Los ladridos de Rambo habían parado cuando las llamas comenzaron, y no estaba segura si la razón detrás de eso era porque se encontraba demasiado asustado como para ladrar o si ya había muerto.
Parecía incorrecto esperar lo primero.
Tomando la manguera conectada a un lado de la casa, la encendí y corrí hasta el patio. Me tomó una eternidad recorrer la distancia en dirección a la playa donde se encontraba la casita. Colocando mi dedo al final de la manguera, regué la puerta de la casita primero, esperando poder apagar las llamas de ahí y así poder abrirla y liberar a Rambo. No podía verlo por todo el fuego, pero tenía que creer que se encontraba bien.
No podría decirte si la risa detrás de mí acababa de comenzar o si ya tenía rato, pero cuando unas palmadas la acompañaron, finalmente los noté.
Manteniendo la manguera en dirección a la casita, miré sobre mi hombro para encontrar a Vince y a los gemelos caminando hacia mí. Sin el formidable cuerpo de Nicholas cubriéndome, ellos, y las miradas amenazadoras en sus rostros, me aterrorizaban.
—Así que, nos encontramos nuevamente —dijo Vince, separándose de los otros dos.
Me sentía como si fuera a vomitar, pero no permití que eso me impidiera responderle. —Tenía la esperanza de que lo hiciéramos, ya que no estaba segura si lograste ver mi mensaje de despedida.
Sabía que era infantil, sabía que era fuera de lugar, y sabía que era inútil contra tres hombres y lo que sea que me harían, pero en ese momento se sintió jodidamente bien.
El rostro de Vince decayó, como si no pudiera creer que le mostraba el dedo cuando era muy probable que mi perro se estuviera incendiando y que tres chicos que personificaban todo lo trastornado me miraban como si yo fuera el próximo paso en su escala de crímenes.
Quitando una mano de la manguera, le volví a mostrar mi dedo.
—Voy a disfrutar ver cómo ardes, perra —dijo, caminando hacia un lado—. Agarren a esa zorra para que le podamos enseñar modales.
Debí haber gritado, debí haber corrido, al menos debí haber soltado la manguera para poder usar ambas manos cuando los gemelos vinieran por mí, pero nunca fui esa chica que hacía lo que debía.
Mantuve la manguera hacia la casita, y miré hacia la casa de Nicholas, esperando a que en cualquier momento saliera corriendo a salvarme. Dos pares de brazos me tomaron por cada lado, retorciéndome con tanta fuerza que la manguera se salió de mis manos.
—¡Es mejor que me suelten ahora mismo! —les grité, luchando contra sus agarres—. A menos que quieran la marca de una golpiza en sus frentes. —Otra mirada por encima de mi hombro reveló que no había señales de Nicholas, ni siquiera el indicio de una luz en su casa.
—No va a venir a rescatarte, cariño —dijo Vince, acercándose—. Nicholas no es el tipo de chico que le gusta ser un héroe. Más bien es del tipo anti-héroe si entiendes lo que digo.
Esto se ganó un par de risotadas a cada lado de mí.
—Ja —resoplé—. Y esto viene de la persona que incendió a un pobre perro sólo para sacar a una chica de la cama e intentar intimidarla. ¿Eso te suena a alguien que podría reconocer a un héroe cuando lo viera? — Desde que tengo tres años, mi mamá me había dicho que mi boca sería mi muerte, y juzgando por el destello de homicida que cruzó por el rostro de Vince, tenía razón.
—¿Cómo me estás llamando exactamente?
Entrecerrando los ojos, enterré mis talones en la tierra. —Un cobarde.
No parecía físicamente posible que un chico tan robusto como él pudiese moverse tan rápido como lo hizo.
—Iba a permitir que vivieras —siseó junto a mi oído, mientras sus manos rodeaban mi cuello—, pero eso fue antes de que hicieras ese comentario. —Sus dedos soltaron mí cuello y fueron por mi cabeza. Sabía lo que iba a hacer, así que me llené de valor, pero esperar el dolor no lo hizo menos doloroso cuando jaló mi cabello tan fuerte que estuve segura que me arrancó la mitad.
—Tienes bonito cabello —dijo, mientras un sonido vagamente familiar se escuchó detrás—. Espero que lo hayas disfrutado.
El desagradable olor fue instantáneo, mucho más instantáneo de lo que le tomó a mi mente procesar y aceptar que éste tipo me achicharró el cabello.
Finalmente, grité.
—Tápale la boca, Zeke —ordenó Vince, empujando a uno de los gemelos—. Maldición. Los dos son unos inútiles.
Ya para este momento podía sentir el calor del fuego acercándose a mí cada vez más, incinerando mi cabello mientras subía. Sabía que no iba a salir de ésta con mi cabello, pero todavía había oportunidad, aunque remota, de salir de todo esto aún con mi vida. Me aferré a eso cuando mordí el interior del dedo de Zeke con tanta fuerza que pude saborear su sangre, y fue eso en lo que creí cuando pisé con todas las fuerzas que mi cuerpo de metro sesenta podía sobre el pie del otro gemelo.
Y allí, puse todas mis esperanzas cuando me di cuenta que no había más manos aprisionándome y que a mí alrededor sólo se escuchaba un trío de jadeos y gruñidos. Sentí el fuego tocando mi cuello, y ahora, en vez del olor a cabello quemado, en el aire, adhiriéndose a la capa de ozono, había un aroma tan horrible como el que me había imaginado que olería la piel quemada.
Corrí hacia el lago. Por supuesto, detenerse, caer al piso y rodar era el método más eficaz para extinguir el fuego, lo sabía en algún lugar de mi arrugada materia gris, pero cuando en verdad te estás quemando y un frío cuerpo de agua se encuentra a menos de seis metros, no piensas. Corres como loca y te lanzas al agua, prefiriendo morirte ahogada en esa agua fría a morirte quemada, si en verdad tuvieras alguna opción.
El agua me quemaba de una forma eufórica y dolorosa. No supe cuánto tiempo me quedé sumergida, pero quería quedarme más tiempo debajo. Allí debajo del agua había calma y silencio, y ningún olor desagradable subiendo por mi nariz. Fue un alivio tan grande, al flotar libre sin nada de fuego recorriéndome, que pensé que morir ahogada no sería una manera tan mala de partir.
Eso fue hasta que un par de manos atraparon mi cuello y me mantuvieron sumergida. El lago pasó de ser un lugar de refugio a ser un enemigo con dientes afilados.
Lo último de mi aliento fue burbujeando hasta la superficie cuando Vince me levantó, con sus manos aún apretadas alrededor de mi cuello. — Si yo fuera un buen chico, simplemente te ahogaría y terminaría con esto de una vez —dijo, llevándome fuera del agua—. Pero no soy un buen chico. —Trastabillé por la arena, y mi mirada pasaba desde la casita del perro envuelta en fuego hasta la silenciosa casa de Nicholas—. Vas a arder, perra.
Fue en éste momento que todo se sintió real. Como si me hubiese convencido a mí misma que todo lo que había ocurrido hasta ese momento había sido sólo una pesadilla, pero ahora me había despertado y sabía que a la duración de mi vida sólo le quedaban pocos minutos.
—Colton, busca la gasolina —dijo Vince, sacando algo de su bolsillo. Era una tira de tela, una mojada tira de tela que apretó bien fuerte—. No quiero despertar a los vecinos. —Me tuvo amordazada tan rápido y tan fuerte que fue muy obvio que ésta no era la primera, segunda, o décima vez que había hecho esto. Se había convertido en un experto en amordazar con el tiempo. Nicholas tenía razón, éstos delincuentes no jugaban.
Entonces, las lágrimas comenzaron. Odiaba llorar. De hecho, lo detestaba con pasión. Pero había algo en saber que iba a convertirme en una antorcha humana a la, ni siquiera legal, edad de diecisiete años, que tenía una muy buena manera de atraer un festival de llanto.
De nuevo mis ojos escanearon frenéticamente la casa de Nicholas, desesperada por verlo correr todo el camino hasta la playa para salvar el día.
Suspendiendo el bidón, Vince lo levantó sobre mi cabeza y comenzó a verter la gasolina, dejando que se deslizara sobre mí hasta que hizo un pequeño pozo en el piso a mis pies.
Vomité. Como si mi situación actual no pudiera ponerse aún peor. La cosa menos afortunada de vomitar estando amordazada es que no hay ningún otro lugar para que la sustancia vaya, así que debe volver a bajar.
Y estuve lista para morir, por primera vez en mi vida. De hecho, quería que se apurara y me tomara. El destino finalmente me había alcanzado, listo para hacerme pagar el precio que había estado evitando desde hace años.
Prendiendo un encendedor, Vince me sonrió. —Algo me dice que vas a tener un ataúd cerrado —dijo, separándose, ya que según el galón de gasolina que había vertido sobre mí, iba a encenderme tanto que un satélite podría localizarme.
Cerré los ojos y susurré un oración, que decía cada noche antes de acostarme cuando era niña y luego, cuando esperaba escuchar el grito del fuego arrastrándose por mi cuerpo, escuché otro tipo de grito. Una que era tan desesperado y enrabiado al mismo tiempo que sonaba como si el diablo mismo hubiese decidido hacerle una visita al Lago Sapphire.
Al abrir los ojos, lo primero que vi fue el rostro de Vince eclipsado desde la dominación hasta el miedo, justo cuando algo pequeño lo golpeó directo en medio de sus ojos. Se impulsó hacia tras, tomando su cabeza antes de caerse completamente. El encendedor se apagó y cayó de su mano.
Y luego, Nicholas se encontraba sobre él, apareciendo de la nada y lanzando puño tras puño en cualquier parte de Vince al que pudiera llegar. —¡Vas a tener que amarrarme mejor la próxima vez , enfermo hijo de puta! —A cada palabra le seguía un golpe, y cada uno aterrizaba como un trueno.
Me quedé allí, todavía en shock por apenas haber logrado eludir mi muerte, todavía en shock por haberme enfrentado a la muerte en primer lugar, y ahora, también en shock por ver a Nicholas golpear a otro hombre con tanto odio que parecía como si no le importara matarlo o no.
No me encontraba muy segura entre estar aliviada de que estuviera de mi lado o aterrorizada de que una persona como esa pudiera existir en el mundo.
Deteniéndose abruptamente, Nicholas se giró para mirarme. —____(tn) — dijo, su voz era calmada, sin mostrar ningún rastro de estar sin aliento, como uno esperaría que estuviese—, ve adentro y llama al 911.
Cuando me quedé paralizada en mi lugar, añadió—: Lo tengo controlado. No voy a permitir que te lastimen. —Justo en ese momento, los gemelos cobardes de la esquina unieron fuerzas y vinieron por Nicholas. O por mí, no estaba segura—. Anda, ____(tn) —suplicó, señalando de nuevo hacia la casa—. Yo te protegeré.
Ésta vez, cuando intenté colocar un pie delante del otro, pude lograrlo. Subir por la playa era como si intentara correr un maratón en menos de una hora, mi cuerpo y mis pulmones se sentían demasiado fatigados, pero continué, dando rápidas miradas detrás de mí para cerciorarme de que Nicholas se estuviese defendiendo del trío.
Defenderse sería una forma modesta de decir que era completamente agresivo. No sabía cómo o cuando ese hombre aprendió a pelear así, pero esta noche no pude evitar estar agradecida por ello.
Justo cuando llegué a la esquina de la casa, noté las ____(tn)s rojas y azules, seguidas de un policía alumbrando mi rostro con su linterna.
—Estamos respondiendo a un reporte que alguien al otro lado del lago notó un gran incendio producido por ésta área —dijo, caminando hacia mí mientras su compañero salía detrás de él—. ¿Ha visto algo, señorita?
—Aquí —dije, respirando pesadamente por mi viaje desde la playa—. El incendio es aquí. —Apuntando hacia abajo en la playa, el oficial volvió a mirarme, viéndome de verdad esta vez.
Sus ojos se agrandaron.
—Señorita, ¿necesita atención médica? —preguntó, lentamente caminando hacia mí, como si yo fuera mentalmente inestable, lo cual no se encontraba muy lejos de la verdad, a este punto.
—¿Tal vez? —respondí, insegura. La adrenalina todavía recorría mi cuerpo, y era tan intensa que no podía sentir ninguna de mis lesiones, o comprobar si es que tenía alguna.
—Hal, llama a los paramédicos.
Su compañero asintió y trotó hasta la patrulla.
—De acuerdo, señorita —dijo, deteniéndose frente a mí—. Soy el oficial Murphy. ¿Cuál es su nombre?
—____(tn) —dije, aclarando mi garganta—. ____(tn) Larson.
—Bien, Srta. Larson —dijo el Oficial Murphy, sus ojos me recorrieron, intentando en vano de verme como si nada estuviese realmente mal—. ¿Hay alguien más allí abajo?
—Sí —dije, tomando su antebrazo y jalándolo hasta la playa—. Hay otros cuatro y mi perro. —Aunque si Rambo todavía seguía vivo y sonriente como siempre, eso significaba que los milagros existían, y había aprendido a la mala que creer en milagros era trabajo de los tontos.
—¿Cómo se llaman? —preguntó Murphy, corriendo con prisa delante de mí.
—Sólo sé el primer nombre de tres de ellos. —Tres nombres que no era muy seguro si encontraríamos todavía vivos, y nombres que me querían muerta por ninguna razón lo suficientemente buena además del por qué no.
—¿Y el cuarto? —Murphy se detuvo, mirándome.
Tragué profundo. —Nicholas —dije—. Nicholas Jonas.
—Espera —dijo Murphy, su semblante cambió—. ¿Nicholas Jonas está allí abajo?
Asentí, mi frente se arrugó.
—Mierda —dijo en voz baja, antes de sacar su radio de su bolsillo—. Hal —suspiró—, llama por refuerzos. Nicholas Jonas está aquí.
Hal murmuró otra maldición antes de contestar. —Copiado. Ya mismo estoy llamando refuerzos.
Cómo o quien había iniciado el incendio no fue ni siquiera una reflexión; simplemente tenía que llegar hasta él. Tenía que salvarlo.
Balanceando mis piernas sobre el borde del techo, mis pies aterrizaron sobre la baranda del porche, y luego sólo me tomó un salto para llegar al suelo. Lo había hecho millones de veces, pero no creo que ésta vez calificara como una escapada.
Los ladridos de Rambo habían parado cuando las llamas comenzaron, y no estaba segura si la razón detrás de eso era porque se encontraba demasiado asustado como para ladrar o si ya había muerto.
Parecía incorrecto esperar lo primero.
Tomando la manguera conectada a un lado de la casa, la encendí y corrí hasta el patio. Me tomó una eternidad recorrer la distancia en dirección a la playa donde se encontraba la casita. Colocando mi dedo al final de la manguera, regué la puerta de la casita primero, esperando poder apagar las llamas de ahí y así poder abrirla y liberar a Rambo. No podía verlo por todo el fuego, pero tenía que creer que se encontraba bien.
No podría decirte si la risa detrás de mí acababa de comenzar o si ya tenía rato, pero cuando unas palmadas la acompañaron, finalmente los noté.
Manteniendo la manguera en dirección a la casita, miré sobre mi hombro para encontrar a Vince y a los gemelos caminando hacia mí. Sin el formidable cuerpo de Nicholas cubriéndome, ellos, y las miradas amenazadoras en sus rostros, me aterrorizaban.
—Así que, nos encontramos nuevamente —dijo Vince, separándose de los otros dos.
Me sentía como si fuera a vomitar, pero no permití que eso me impidiera responderle. —Tenía la esperanza de que lo hiciéramos, ya que no estaba segura si lograste ver mi mensaje de despedida.
Sabía que era infantil, sabía que era fuera de lugar, y sabía que era inútil contra tres hombres y lo que sea que me harían, pero en ese momento se sintió jodidamente bien.
El rostro de Vince decayó, como si no pudiera creer que le mostraba el dedo cuando era muy probable que mi perro se estuviera incendiando y que tres chicos que personificaban todo lo trastornado me miraban como si yo fuera el próximo paso en su escala de crímenes.
Quitando una mano de la manguera, le volví a mostrar mi dedo.
—Voy a disfrutar ver cómo ardes, perra —dijo, caminando hacia un lado—. Agarren a esa zorra para que le podamos enseñar modales.
Debí haber gritado, debí haber corrido, al menos debí haber soltado la manguera para poder usar ambas manos cuando los gemelos vinieran por mí, pero nunca fui esa chica que hacía lo que debía.
Mantuve la manguera hacia la casita, y miré hacia la casa de Nicholas, esperando a que en cualquier momento saliera corriendo a salvarme. Dos pares de brazos me tomaron por cada lado, retorciéndome con tanta fuerza que la manguera se salió de mis manos.
—¡Es mejor que me suelten ahora mismo! —les grité, luchando contra sus agarres—. A menos que quieran la marca de una golpiza en sus frentes. —Otra mirada por encima de mi hombro reveló que no había señales de Nicholas, ni siquiera el indicio de una luz en su casa.
—No va a venir a rescatarte, cariño —dijo Vince, acercándose—. Nicholas no es el tipo de chico que le gusta ser un héroe. Más bien es del tipo anti-héroe si entiendes lo que digo.
Esto se ganó un par de risotadas a cada lado de mí.
—Ja —resoplé—. Y esto viene de la persona que incendió a un pobre perro sólo para sacar a una chica de la cama e intentar intimidarla. ¿Eso te suena a alguien que podría reconocer a un héroe cuando lo viera? — Desde que tengo tres años, mi mamá me había dicho que mi boca sería mi muerte, y juzgando por el destello de homicida que cruzó por el rostro de Vince, tenía razón.
—¿Cómo me estás llamando exactamente?
Entrecerrando los ojos, enterré mis talones en la tierra. —Un cobarde.
No parecía físicamente posible que un chico tan robusto como él pudiese moverse tan rápido como lo hizo.
—Iba a permitir que vivieras —siseó junto a mi oído, mientras sus manos rodeaban mi cuello—, pero eso fue antes de que hicieras ese comentario. —Sus dedos soltaron mí cuello y fueron por mi cabeza. Sabía lo que iba a hacer, así que me llené de valor, pero esperar el dolor no lo hizo menos doloroso cuando jaló mi cabello tan fuerte que estuve segura que me arrancó la mitad.
—Tienes bonito cabello —dijo, mientras un sonido vagamente familiar se escuchó detrás—. Espero que lo hayas disfrutado.
El desagradable olor fue instantáneo, mucho más instantáneo de lo que le tomó a mi mente procesar y aceptar que éste tipo me achicharró el cabello.
Finalmente, grité.
—Tápale la boca, Zeke —ordenó Vince, empujando a uno de los gemelos—. Maldición. Los dos son unos inútiles.
Ya para este momento podía sentir el calor del fuego acercándose a mí cada vez más, incinerando mi cabello mientras subía. Sabía que no iba a salir de ésta con mi cabello, pero todavía había oportunidad, aunque remota, de salir de todo esto aún con mi vida. Me aferré a eso cuando mordí el interior del dedo de Zeke con tanta fuerza que pude saborear su sangre, y fue eso en lo que creí cuando pisé con todas las fuerzas que mi cuerpo de metro sesenta podía sobre el pie del otro gemelo.
Y allí, puse todas mis esperanzas cuando me di cuenta que no había más manos aprisionándome y que a mí alrededor sólo se escuchaba un trío de jadeos y gruñidos. Sentí el fuego tocando mi cuello, y ahora, en vez del olor a cabello quemado, en el aire, adhiriéndose a la capa de ozono, había un aroma tan horrible como el que me había imaginado que olería la piel quemada.
Corrí hacia el lago. Por supuesto, detenerse, caer al piso y rodar era el método más eficaz para extinguir el fuego, lo sabía en algún lugar de mi arrugada materia gris, pero cuando en verdad te estás quemando y un frío cuerpo de agua se encuentra a menos de seis metros, no piensas. Corres como loca y te lanzas al agua, prefiriendo morirte ahogada en esa agua fría a morirte quemada, si en verdad tuvieras alguna opción.
El agua me quemaba de una forma eufórica y dolorosa. No supe cuánto tiempo me quedé sumergida, pero quería quedarme más tiempo debajo. Allí debajo del agua había calma y silencio, y ningún olor desagradable subiendo por mi nariz. Fue un alivio tan grande, al flotar libre sin nada de fuego recorriéndome, que pensé que morir ahogada no sería una manera tan mala de partir.
Eso fue hasta que un par de manos atraparon mi cuello y me mantuvieron sumergida. El lago pasó de ser un lugar de refugio a ser un enemigo con dientes afilados.
Lo último de mi aliento fue burbujeando hasta la superficie cuando Vince me levantó, con sus manos aún apretadas alrededor de mi cuello. — Si yo fuera un buen chico, simplemente te ahogaría y terminaría con esto de una vez —dijo, llevándome fuera del agua—. Pero no soy un buen chico. —Trastabillé por la arena, y mi mirada pasaba desde la casita del perro envuelta en fuego hasta la silenciosa casa de Nicholas—. Vas a arder, perra.
Fue en éste momento que todo se sintió real. Como si me hubiese convencido a mí misma que todo lo que había ocurrido hasta ese momento había sido sólo una pesadilla, pero ahora me había despertado y sabía que a la duración de mi vida sólo le quedaban pocos minutos.
—Colton, busca la gasolina —dijo Vince, sacando algo de su bolsillo. Era una tira de tela, una mojada tira de tela que apretó bien fuerte—. No quiero despertar a los vecinos. —Me tuvo amordazada tan rápido y tan fuerte que fue muy obvio que ésta no era la primera, segunda, o décima vez que había hecho esto. Se había convertido en un experto en amordazar con el tiempo. Nicholas tenía razón, éstos delincuentes no jugaban.
Entonces, las lágrimas comenzaron. Odiaba llorar. De hecho, lo detestaba con pasión. Pero había algo en saber que iba a convertirme en una antorcha humana a la, ni siquiera legal, edad de diecisiete años, que tenía una muy buena manera de atraer un festival de llanto.
De nuevo mis ojos escanearon frenéticamente la casa de Nicholas, desesperada por verlo correr todo el camino hasta la playa para salvar el día.
Suspendiendo el bidón, Vince lo levantó sobre mi cabeza y comenzó a verter la gasolina, dejando que se deslizara sobre mí hasta que hizo un pequeño pozo en el piso a mis pies.
Vomité. Como si mi situación actual no pudiera ponerse aún peor. La cosa menos afortunada de vomitar estando amordazada es que no hay ningún otro lugar para que la sustancia vaya, así que debe volver a bajar.
Y estuve lista para morir, por primera vez en mi vida. De hecho, quería que se apurara y me tomara. El destino finalmente me había alcanzado, listo para hacerme pagar el precio que había estado evitando desde hace años.
Prendiendo un encendedor, Vince me sonrió. —Algo me dice que vas a tener un ataúd cerrado —dijo, separándose, ya que según el galón de gasolina que había vertido sobre mí, iba a encenderme tanto que un satélite podría localizarme.
Cerré los ojos y susurré un oración, que decía cada noche antes de acostarme cuando era niña y luego, cuando esperaba escuchar el grito del fuego arrastrándose por mi cuerpo, escuché otro tipo de grito. Una que era tan desesperado y enrabiado al mismo tiempo que sonaba como si el diablo mismo hubiese decidido hacerle una visita al Lago Sapphire.
Al abrir los ojos, lo primero que vi fue el rostro de Vince eclipsado desde la dominación hasta el miedo, justo cuando algo pequeño lo golpeó directo en medio de sus ojos. Se impulsó hacia tras, tomando su cabeza antes de caerse completamente. El encendedor se apagó y cayó de su mano.
Y luego, Nicholas se encontraba sobre él, apareciendo de la nada y lanzando puño tras puño en cualquier parte de Vince al que pudiera llegar. —¡Vas a tener que amarrarme mejor la próxima vez , enfermo hijo de puta! —A cada palabra le seguía un golpe, y cada uno aterrizaba como un trueno.
Me quedé allí, todavía en shock por apenas haber logrado eludir mi muerte, todavía en shock por haberme enfrentado a la muerte en primer lugar, y ahora, también en shock por ver a Nicholas golpear a otro hombre con tanto odio que parecía como si no le importara matarlo o no.
No me encontraba muy segura entre estar aliviada de que estuviera de mi lado o aterrorizada de que una persona como esa pudiera existir en el mundo.
Deteniéndose abruptamente, Nicholas se giró para mirarme. —____(tn) — dijo, su voz era calmada, sin mostrar ningún rastro de estar sin aliento, como uno esperaría que estuviese—, ve adentro y llama al 911.
Cuando me quedé paralizada en mi lugar, añadió—: Lo tengo controlado. No voy a permitir que te lastimen. —Justo en ese momento, los gemelos cobardes de la esquina unieron fuerzas y vinieron por Nicholas. O por mí, no estaba segura—. Anda, ____(tn) —suplicó, señalando de nuevo hacia la casa—. Yo te protegeré.
Ésta vez, cuando intenté colocar un pie delante del otro, pude lograrlo. Subir por la playa era como si intentara correr un maratón en menos de una hora, mi cuerpo y mis pulmones se sentían demasiado fatigados, pero continué, dando rápidas miradas detrás de mí para cerciorarme de que Nicholas se estuviese defendiendo del trío.
Defenderse sería una forma modesta de decir que era completamente agresivo. No sabía cómo o cuando ese hombre aprendió a pelear así, pero esta noche no pude evitar estar agradecida por ello.
Justo cuando llegué a la esquina de la casa, noté las ____(tn)s rojas y azules, seguidas de un policía alumbrando mi rostro con su linterna.
—Estamos respondiendo a un reporte que alguien al otro lado del lago notó un gran incendio producido por ésta área —dijo, caminando hacia mí mientras su compañero salía detrás de él—. ¿Ha visto algo, señorita?
—Aquí —dije, respirando pesadamente por mi viaje desde la playa—. El incendio es aquí. —Apuntando hacia abajo en la playa, el oficial volvió a mirarme, viéndome de verdad esta vez.
Sus ojos se agrandaron.
—Señorita, ¿necesita atención médica? —preguntó, lentamente caminando hacia mí, como si yo fuera mentalmente inestable, lo cual no se encontraba muy lejos de la verdad, a este punto.
—¿Tal vez? —respondí, insegura. La adrenalina todavía recorría mi cuerpo, y era tan intensa que no podía sentir ninguna de mis lesiones, o comprobar si es que tenía alguna.
—Hal, llama a los paramédicos.
Su compañero asintió y trotó hasta la patrulla.
—De acuerdo, señorita —dijo, deteniéndose frente a mí—. Soy el oficial Murphy. ¿Cuál es su nombre?
—____(tn) —dije, aclarando mi garganta—. ____(tn) Larson.
—Bien, Srta. Larson —dijo el Oficial Murphy, sus ojos me recorrieron, intentando en vano de verme como si nada estuviese realmente mal—. ¿Hay alguien más allí abajo?
—Sí —dije, tomando su antebrazo y jalándolo hasta la playa—. Hay otros cuatro y mi perro. —Aunque si Rambo todavía seguía vivo y sonriente como siempre, eso significaba que los milagros existían, y había aprendido a la mala que creer en milagros era trabajo de los tontos.
—¿Cómo se llaman? —preguntó Murphy, corriendo con prisa delante de mí.
—Sólo sé el primer nombre de tres de ellos. —Tres nombres que no era muy seguro si encontraríamos todavía vivos, y nombres que me querían muerta por ninguna razón lo suficientemente buena además del por qué no.
—¿Y el cuarto? —Murphy se detuvo, mirándome.
Tragué profundo. —Nicholas —dije—. Nicholas Jonas.
—Espera —dijo Murphy, su semblante cambió—. ¿Nicholas Jonas está allí abajo?
Asentí, mi frente se arrugó.
—Mierda —dijo en voz baja, antes de sacar su radio de su bolsillo—. Hal —suspiró—, llama por refuerzos. Nicholas Jonas está aquí.
Hal murmuró otra maldición antes de contestar. —Copiado. Ya mismo estoy llamando refuerzos.
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
:sad: :sad: :sad: :sad: :sad: :sad:
Pobresito de Rambo, él no tenía culpa de nada!
OMJ! Se que tienen mil de dudas acerca del pasado del Nicho! :scratch:
En el siguiente capi se resolverán algunas! ;)
Disfruten del capi!
Las leo después! ;)
\^.^/
Lu wH!;*
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
Oh mi dios Oh mi dios!
Siguela esta que Aaaaa!
No me dejes asi!
Siguela
Kiss xx.
Siguela esta que Aaaaa!
No me dejes asi!
Siguela
Kiss xx.
Val x.
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
entonces rambo murio!!! :lloro:
No es justo!! Malditos tipos!!! Ojala se mueran!! :muere:
Todo lo que le hicieron a la rayiz!!!
Pobre de ella!! Pero Nicholas la salvo!!
Siguela!!!
No es justo!! Malditos tipos!!! Ojala se mueran!! :muere:
Todo lo que le hicieron a la rayiz!!!
Pobre de ella!! Pero Nicholas la salvo!!
Siguela!!!
aranzhitha
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
Cielos creo que para la policía nick es un supervillano........ Pero para nosotras es un supersuperheroe!!!!!!!!!....... Y esperemos que si haya un milagro con rambo!!!!!!...... Ojala y este bien
chelis
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
Valeefor1D ツ escribió:Oh mi dios Oh mi dios!
Siguela esta que Aaaaa!
No me dejes asi!
Siguela
Kiss xx.
:pokerface: :pokerface: :pokerface: :pokerface: :pokerface:
Ya sé! u.u
& todo se pondrá mejor!
:-w-: :-w-: :-w-:
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
aranzhitha escribió:entonces rambo murio!!! :lloro:
No es justo!! Malditos tipos!!! Ojala se mueran!! :muere:
Todo lo que le hicieron a la rayiz!!!
Pobre de ella!! Pero Nicholas la salvo!!
Siguela!!!
:lloro: :lloro: :lloro: :lloro: :lloro:
El pobre perrito no se merecía eso! u.u
:muere: :muere: :muere: :muere:
Ojala que se pudran en la cárcel! :maloso: #ehdicho!
:aah: :aah: :aah:
El Nicho es nuestro super héroe! *.*
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
chelis escribió:Cielos creo que para la policía nick es un supervillano........ Pero para nosotras es un supersuperheroe!!!!!!!!!....... Y esperemos que si haya un milagro con rambo!!!!!!...... Ojala y este bien
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Ya verás que siiiii, el Nicho es toda una leyenda en la policía JAJA
:lloro: :lloro: :lloro: :lloro: :lloro:
Noooo, u.u el pobre de rambo no se salvo! :sad:
:aah: :aah: :aah: :aah:
Para nosotras el Nicho es TODO! *.*
\^.^/
Ya la Sigo! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: Crash - Nicholas Jonas & Tu (Adaptación) - TERMINADA!
Hello Girls! :3
Les traigo un capitulo más! ;)
& para las chicas que me siguieron con cazadores de sombras, les tengo una sorpresa.....
TENGO ADELANTOS DEL LIBRO QUE WOOOOOOOOOOOOOW
:xd: :xd: :xd: :xd: :xd: :xd:
CAN'T WAIT!!!!
Están GENIAL! *.*
\^.^/
Ya es subo el capi & los adelantos! ;)
X
:bye:
HeyItsLupitaNJ
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