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[+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: [+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
Chicas! Gracias x los comment!
Como no pude subir ni el maraton ni el capi aqui os traigo el maraton!
Son de 5 capis y son laaaaaargos! Jaja espero que os gusten!
Como no pude subir ni el maraton ni el capi aqui os traigo el maraton!
Son de 5 capis y son laaaaaargos! Jaja espero que os gusten!
StayMemiFaither
Re: [+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
Capítulo 2
1-5
Joseph abrió poco a poco los ojos.
Un dolor punzante le laceraba la cabeza y sentía partes de su cuerpo escocer dolorosamente.
Todo estaba a oscuras y no se veía nada.
¿Cuándo había llegado él a su cuarto? lo último que recordaba era que había estado en el museo tratando de robar un cuadro y que por el camino se había encontrado con la poli más sexy que había visto.
________.
La imagen de la chica tendida debajo de él y jadeando provocó que el cuerpo le estallase en llamas.
La profesión cada vez se volvía más divertida.
Decidió levantarse, sería tarde y tendría que ir a trabajar, a pesar de sus condiciones.
Se levantó de la cama pero se encontró con algo extraño, un mueble que antes no estaba ahí.
Recorrió la estancia a oscuras y a pesar de no ver nada se dio cuenta de que aquel cuarto era más pequeño que el suyo.
Extrañado, recorrió el lugar en busca del interruptor de la luz y cuando lo hubo encendido se quedó pasmado.
Aquello estaba lejos de ser su cuarto, en el que estaba sin lugar a dudas había sido decorado por una mujer.
¿Cómo había llegado él allí? no recordaba haberse ido con ninguna mujer.
Se miró a sí mismo y descubrió que únicamente estaba vestido con sus pantalones, su pecho estaba al descubierto y enrollado en una venda por el bajo vientre.
Entonces recordó todo, el hombre del pasa montañas, iba a reunirse con él en el polígono que quedaba en la parte costera de la ciudad cuando de repente todo había estallado en mil pedazos.
_________ lo había salvado cuando él creía que moriría y con su ayuda consiguió salir de las llamas, y después de eso no recordaba nada más.
Aturdido salió del cuarto, para dar a un pasillo que terminaba en una especie de salón.
Escuchó trastos de la cocina chocando entre sí y con los sentidos alerta fue caminando hasta el lugar de donde procedían.
Atravesó el enorme salón y descubrió que al otro lado de este había un pasillo que daba a una terraza y del que solo contaba con una puerta, seguramente la cocina.
Se acercó y abrió la puerta silenciosamente, para sorprender al intruso, hasta que vio quién era.
_________ le daba la espalda, danzando de un lado a otro de la cocina preparando algo que debía ser el desayuno.
Dejó que su mirada la escanease e inmediatamente la boca se le hizo agua.
La pelinegra llevaba un camisón azul claro que únicamente le llegaba hasta debajo de las nalgas y que marcaba su exquisita figura, eso bastó para poner a Joseph más que caliente.
-¿Es Navidad? sino no me explico el hecho de estar aquí contigo-dijo él asustándola-en tu casa...
__________ se giró para quedar mirando al moreno.
Dios, inmediatamente se sintió babear, aquel pecho era el más exquisito que había visto nunca, bueno, en realidad todo Joseph era exquisito, y aquella forma ardiente con como la miraba hacía que ciertas zonas de ella reaccionasen.
''Céntrate _________, solo es un desconocido al que salvaste ayer por la noche y que se desmayó, nada más''
Si, pero vaya desconocido, ojalá y todos los desconocidos fuesen como él.
Joseph sonrió de una forma tan devastadora que creyó que sus piernas se habían vuelto de gelatina.
Y entonces rememoró lo que él había dicho, el chico estaba pensando algo que no era y por algún motivo eso no la molestó, solamente logró calentarla más.
El moreno se le había acercado peligrosamente y ahora solo se encontraba a dos pasos de ella, a esa distancia ________ se vio envuelta por el delicioso olor a hombre que desprendía Joseph y la llama se prendió en su interior cuando descubrió el bulto que sobresalía de su pantalón.
La boca se le quedó seca y una necesidad imperiosa de bajar la mano allí abajo y comprobar si estaba tan bien dotado como parecía la abrumó.
Josephse endureció más al ver la forma en que ella lo miraba y en como una pequeña capa de sudor recorría su cuerpo llegando al escote que recogía sus perfectos senos.
Pero justo en el momento en que la fue a tocar ella se alejó de él y fue hacia el microondas, de donde sacó un tazón de leche que dejó encima de la mesa.
-Me alegra saber que estas bien-dijo procurando mirar a todos lados menos a él-ayer me dejaste muy preocupada cuando te desmayaste.
El moreno se sentó en una de las sillas que había mientras observaba como sus caderas se movían en un seductor compás mientras ella andaba de un lado para otro.
-¿Qué pasó? no logro recordar lo que sucedió después de que me salvaras, corazón.
La forma en la que dijo corazón hizo que el cuerpo de _______ se convulsionara y que casi un gemido ahogado escapase de su boca.
¿Qué se supone que le estaba pasando?
-Te desmayaste y como las ambulancias no daban abasto te traje a mi casa, no sabía donde vivías así que me pareció la mejor opción-contestó con voz trémula.
Joseph sonrió, entonces había sido ella la que le había quitado la camiseta y quién le había puesto la venda.
La idea de las manos de ___________ recorriendo su cuerpo hizo que un escalofrío le bajase por todo el cuerpo.
-Y dime corazón, ¿debe preocuparme el hecho de que una mujer me haya desnudado mientras estaba desmayado?
________ se detuvo de golpe, sonrojada hasta la médula y negándose a darle la cara, mientras los recuerdos la invadían.
FLASH BACK
Demi y ella llegaron a la puerta de su casa cargando con el cuerpo inconsciente de Joseph.
-Esto si que es un hombre-exclamó la rubia recorriéndolo de arriba a abajo con la mirada-todavía no comprendo como accedí a traerlo a tu casa y no llevármelo a la mía, yo si que lo cuidaría bien.
Ya claro, pensó ________ mientras sacaba las llaves y abría la puerta de su casa.
-La idea es que descanse y que se cure Demi, no que una ninfómana como tú acabe por matarlo, además te recuerdo que tú estás con Jerry.
La rubia profirió un sonido vulgar mientras cerraba la puerta y lo conducían por el pasillo donde se encontraban los cuartos.
Iban a llevarlo al de huéspedes pero ________recordó que lo había estado pintando y que apestaba a pintura.
-¿Lo vas a meter en tu cuarto?-preguntó Demi al ver hacia donde se dirigía su amiga.
________ no contestó, conocía a Demi lo suficiente como para saber que la mente perversa de su amiga estaba trabajando y no quería darle más ideas.
Lo metieron en el cuarto y lo dejaron tumbado en la cama.
-¿De veras no te pone ni un poquito tener a un tío así tumbado en tu cama?-preguntó Demi de repente.
________ se sonrojó por completo y no pudo evitar mirar a Joseph, por su puesto que tenerlo en su cama la ponía cachonda y le daban ganas de...
Sacudió la cabeza y tiró de Demi para fuera.
-¿Qué haces?-se quejó la rubia
-Él necesita descansar Demi y tú y tus estúpidos comentarios no ayudáis-contestó mientras la arrastraba hasta la puerta de salida.
-Lo que a ti te pasa es que quieres quedarte con el bombón tú solita-dijo con picardía-no te culpo, yo haría lo mismo, y bueno...que si que ya me voy Dios, mañana te llamo, pasa una buena noche.
________ le cerró la puerta en las narices mientras su pulso se aceleraba.
Sabía que aquello no estaba bien que debía dejarlo descansar pero sus pies ya la estaban llevando de camino a su cuarto.
Se quedó parada en la puerta mientras lo veía allí tumbado mientras por su mente circulaban imágenes poco sanas de Joseph en su cama...con ella.
Iba a marcharse para apartar esos pensamientos de su cabeza cuando se dio cuenta de que la camiseta del moreno estaba manchada de sangre en el bajo vientre, al parecer estaba más herido de lo que pensaba.
Entró en la habitación y luego al baño que tenía en ella y sacó que kit de primeros auxilios que guardaba en su botiquín.
En la academia de policía le habían dado algunas clases en caso de emergencia así que tendría que ser capaz de ayudar a Joseph de alguna manera.
Volvió al cuarto y se sentó en la cama al lado de él.
Las manos le temblaban mientas indecisa se dirigía a quitarle la camiseta.
Con el corazón en la boca le fue quitando la prenda poco a poco hasta dejar al descubierto un torso de infarto, su cuerpo se incendió inmediatamente en respuesta.
Dios mío, aquel hombre era un auténtico Adonis.
Sin poder detenerse extendió sus manos y tocó aquellos perfectos pectorales.
Cerró los ojos y se mordió el labio, Demi tenía razón, Joseph era la tentación en persona.
Bajó su mano para encontrarse con la más exquisita de las tabletas de chocolate que jamás había tocado y visto, ese hombre era perfecto.
Pero luego sus ojos se clavaron en aquella quemadura fea que tenía en el bajo vientre.
Obligándose a abandonar esos pensamientos libidinosos empezó a hacerle las curas para luego vendarlo.
Luego echó un vistazo a su trabajo y se sonrojó al ver que su mano rozaba el cinturón del pantalón del rubio.
Si la bajase un poco más podría sentir que tan hombre era.
Pero la cordura la detuvo y se obligó a sí misma a guardar el kit de primeros auxilios y salir de cuarto antes de que cometiese una estupidez.
FIN DEL FLASH BACK
-Me limité a curarte, no soy ninguna clase de pervertida-contestó mordazmente.
Él sonrió mientras se levantaba.
Se colocó detrás de ella dejando a __________ apresada entre su cuerpo y la encimera de la cocina.
Llevó sus manos hacia ambos lados de la chica y las apoyó en el frío mármol.
_________ soltó un jadeo cuando sintió la erección de él apretándola en su espalda.
Tenía que apartarlo, era un desconocido y el único testigo del caso, los polis no hacían esas cosas con los testigos.
Pero su mente se nubló cuando sintió la lengua de Joseph en su oreja.
-Personalmente me hubiese gustado estar despierto y así podríamos haber jugado juntos corazón-dijo mientras lamía su cuello y notaba como ________ jadeaba fuerte-aunque bien pensado, este es el momento perfecto para jugar.
La giró bruscamente y estampó su boca contra la de ella apretándola fuerte contra él.
_______ se sintió desfallecer al sentir esa tórrida boca en la suya y aquella devastadora lengua recorriendo con fiereza su cavidad.
Sabía que aquello estaba mal, pero por Dios ese hombre besaba de maravilla y sentir sus manos en su cadera manteniéndola pegada a él la volvían loca.
Llevó sus propias manos al pelo de él topándose con una pequeña coleta la cual le quitó, con sus dedos fuertemente enredados en el cabello del pelinegro lo atrajo más hacia sí.
Joseph sentía que la bestia de su interior tiraba de él, aquella mujer sabía de maravilla.
La alzó con las manos y la sentó en la encimera haciendo que sus intimidades se rozasen a través de la ropa en un lento compás.
Un sonoro gemido escapó de la boca de la chica mientras él empezaba a ocuparse de su cuello y subía una de sus manos hasta uno de sus pechos.
__________ no sabía como su cuerpo era capaz de resistir semejante torrente de lava, en su vida había sentido lo que sentía en esos momentos.
Joseph la aferró más contra él al mismo tiempo que descendía con su boca hasta el escote y ella enredaba sus brazos en su ancha espalda.
''Estoy loca, voy a hacer el amor con un desconocido'' le decía su voz interior, quería apartarlo pero simplemente no podía, lo único que lograba hacer era gemir como una loca y apretarlo más contra ella.
Se sentía desfallecer mientras la lengua de él trabajaba sin control y sus entrepiernas se rozaban una y otra vez.
Si nadie los paraba acabarían haciendo algo de lo que _________ sabía que acabaría arrepintiéndose.
Y justo en ese momento sonó el teléfono de casa.
________ suspiró y con toda su fuerza de voluntad apartó a Joseph.
-Esto no debe volver a pasar, yo soy policía y tú eres un testigo, solamente eso-dijo bajándose de la encimera y colocándose el camisón-desayuna, después tenemos que llevarte a la comisaría para que prestes declaración.
Joseph suspiró y asintió a regañadientes, su cuerpo todavía ardía a causa del deseo insatisfecho pero se obligó a centrarse en su desayuno mientras ella iba a contestar el teléfono, si este nunca hubiese sonado él ahora mismo estaría terminando con lo empezado.
_________ salió de la cocina a pesar de que su cuerpo le gritase que se diese la vuelta y volviese a los brazos de Joseph.
Esto solo era culpa de Demi que anoche le metió ideas indecentes en la cabeza.
Con un suspiró alcanzó el teléfono y contestó.
-¿Diga?
-¿Qué tal con el caramelito?-preguntó Demi al otro lado.
-Está perfectamente gracias-contestó molesta.
-¿Lo has visto desnudo? ¿La tiene gra...?
-¡Demi por favor!-exclamó sonrojada-¿es que no puedes pensar en otra cosa? ¿Solo llamas para eso?
Escuchó como la rubia se reía al otro lado del aparato.
-No, solo quería saber si hoy irías a trabajar.
-Claro que voy, tengo que llevar a Joseph a declarar, es el único testigo que no está herido grave en el hospital.
-Ya bueno, yo hoy me pasaré por tu comisaría.
_________ alzó una ceja.
-¿Y a qué debemos ese gran honor?
-Bueno verás, el jefe-idiota me ha mandado ir a recoger unos informes-rezongó.
-No trates así a Sean, él se porta bien contigo.
-Si, bueno, ahora te tengo que dejar, a lo mejor nos vemos más tarde, adiós.
-Chao.
________ colgó el teléfono y cerró los ojos.
Desde allí escuchaba a Joseph desayunar.
Estaba loca, rematadamente loca.
Dejó el teléfono en su sitio y fue hasta su cuarto para vestirse.
----------
Se encontraba en medio del salón de su apartamento en Los Ángeles con una sonrisa de oreja a oreja.
En su mano tenía un baso de Vodka y sus ojos estaban clavados en la enorme cristalera desde la cual se veía casi toda la ciudad.
Estaba feliz y nada lograría enfadarlo, por fin tras mucho tiempo había logrado lo que tanto ansiaba, acabar con ''Joe''.
Él muy imbécil había caído en su trampa y había ido a encontrarse con él.
Él mismo había visto como estallaba la bomba y Joe quedaba en medio de las llamas antes de marcharse.
Ahora estaría ardiendo en el infierno.
Lo único que quedaba era encontrar lo que él había buscado durante todos estos años y que lo tenía totalmente obsesionado, un objeto de incalculable valor.
El cetro de oro del dios griego Zeus.
Había desaparecido hacía unos cuantos años y él estaba completamente seguro de que estaba en manos de Joe, donde lo tenía, esa era otra cuestión que estaba dispuesto a averiguarlo fuera como fuese.
Sonrió divertido, ¿qué haría Billy ahora sin uno de sus huérfanos-ladrones? él muy imbécil siempre había sido un blando con los críos y por eso fue tan fácil de capturar al noveno de sus ladrones.
Bastó con decirle que si él asistía a la reunión nadie del barrio saldría herido, estúpidos sensiblones, el barrio había estallado igualmente en llamas dejando a todos muertos o heridos de gravedad, ese imbécil incluido.
Solo quedaba una última ficha por mover y esa era el mismo peligris.
En cuanto Billy se enterase de la muerte de su subordinado viajaría de inmediato a Japón para hacerse cargo de todo.
Al estar Joe muerto se vería obligado a sacar todos los objetos robados con los que este se quedaba y llevárselos con él.
Lo único que debía hacer era vigilar a Billy, él mismo le llevaría hasta lo que quería, todo era demasiado simple.
Aún así debía ser cuidadoso, Billy era un hombre extremadamente inteligente y un rival a tener en cuenta.
Sería una lucha interesante.
_________ y Joseph iban caminando por la calle en pleno silencio hacia la comisaría.
La pelinegra se obligaba a mirar fijamente al frente aunque de vez en cuando su mirada escapa de reojo a él.
-¿No tienes familia a la que decirle que estás bien?-preguntó.
Joseph se encogió de hombros.
-No tengo familia.
Eso no era del todo cierto, pero él era lo suficiente mayor e independiente como para andar llamando a Billy, el peligris tendía a aparecer y encerrarlo en casa hasta que considerase que el peligro había pasado, pero Joseph no estaba dispuesto a ser tratado como un niñito y perderse la acción.
Recordaba aquella vez que su hermano Dean, en realidad su mejor amigo ya que él no tenía familia de sangre, se había metido en un lío al robarle un yelmo de César a la camorra napolitana.
Habían sido dos días seguidos de persecución y tiroteo hasta que Billy llegó y sin saber como habló con ellos y consiguió que todo se tranquilizase.
-Pero debes tener alguien que se preocupe por ti, ¿no?
-Si, pero realmente no quieres encontrarte con Billy-dijo Joseph-en cuanto lo vieses no dudarías en arrestarle.
________ se asustó.
-¿Es un delincuente?
-Al menos eso parece-contestó divertido-el Motorista Fantasma al lado de él parece un muñeco de Hello Kitty, en serio, siempre va en moto y con la música rock a todo volumen.
_________ intentó imaginarse al tipo en cuestión y un escalofrío la recorrió de arriba a abajo.
-Seguramente se llevaría bien con Demi, a ella le gustan los tipos duros.
Mientras hablaba Joseph tenía la mirada fija en el pelo de la chica, siempre le había gustado el pelo negro y el de ella era como la noche y muy largo, le daban ganas de estirar la mano y acariciarlo pero sabía que ella no le dejaría.
Esa mañana había dejado muy claro que nada pasaría entre ellos dos y el podría ser un ladrón pero no un hombre desalmado que obligaba a las mujeres a complacerlo.
Es más, estaba seguro de que aunque lo intentase, no saldría bien parado, una mujer policía y con carácter era algo serio a lo que enfrentarse y sinceramente él quería conservar todo su cuerpo intacto.
Sonrió cuando la pelinegra entró en el edificio de la comisaría y le decía al becario que le dijese al inspector Gallagher que se reuniese con ellos en la sala de interrogatorios.
Todo aquello era una pura ironía, él era un ladrón y estaba entrando voluntariamente en una comisaría para reunirse con su peor enemigo, le gustaba aquella situación.
-El inspector Gallagher te hará unas pocas preguntas y luego podrás irte tranquilo a tu casa-dijo ella.
-A mi me apetece más que me interrogues tú, me siento más cómodo-dijo.
________ se vio obligada a tragar el nudo que le apareció en la garganta, debía conservar la calma.
Cuando llegaron a la zona de interrogatorios Robert ya los estaba esperando.
-Este es el testigo del que te hablé ayer por la noche.
________ lo había llamado después de curar a Joseph.
Robert asintió y clavó su vista en el rubio que hacía esfuerzos por no reírse ante la situación.
-Robert Gallagher, solo le haré unas cuantas preguntas y podrá irse-le tendió la mano.
-Joseph Jonas, un gusto conocerlo inspector Gallagher-contestó estrechándosela.
Los tres entraron en la sala de interrogatorios y no salieron hasta una hora después.
Joseph se vio obligado a montarse la historia de su vida ya que si les decía la verdad descubrirían quién era.
Los tres se dirigieron a la entrada donde Joseph tuvo que dejar su número de teléfono por si volvían a necesitarlo, después el inspector Gallagher los dejó solos porque tenía trabajo que atender.
-Eso ha sido todo-dijo ________.
Por fin él se iría, no se volverían a ver y ella podría recuperar su normalidad, pero lejos de agradarla no le apetecía ni un poco dejar que ese Dios masculino la abandonase.
-Si, bueno, me marcho ya, ha sido un placer conocerte ________-dijo con una sonrisa pícara antes de irse.
_______ se quedó en la puerta viendo como él se alejaba, por fin todo volvería a la normalidad.
1-5
Joseph abrió poco a poco los ojos.
Un dolor punzante le laceraba la cabeza y sentía partes de su cuerpo escocer dolorosamente.
Todo estaba a oscuras y no se veía nada.
¿Cuándo había llegado él a su cuarto? lo último que recordaba era que había estado en el museo tratando de robar un cuadro y que por el camino se había encontrado con la poli más sexy que había visto.
________.
La imagen de la chica tendida debajo de él y jadeando provocó que el cuerpo le estallase en llamas.
La profesión cada vez se volvía más divertida.
Decidió levantarse, sería tarde y tendría que ir a trabajar, a pesar de sus condiciones.
Se levantó de la cama pero se encontró con algo extraño, un mueble que antes no estaba ahí.
Recorrió la estancia a oscuras y a pesar de no ver nada se dio cuenta de que aquel cuarto era más pequeño que el suyo.
Extrañado, recorrió el lugar en busca del interruptor de la luz y cuando lo hubo encendido se quedó pasmado.
Aquello estaba lejos de ser su cuarto, en el que estaba sin lugar a dudas había sido decorado por una mujer.
¿Cómo había llegado él allí? no recordaba haberse ido con ninguna mujer.
Se miró a sí mismo y descubrió que únicamente estaba vestido con sus pantalones, su pecho estaba al descubierto y enrollado en una venda por el bajo vientre.
Entonces recordó todo, el hombre del pasa montañas, iba a reunirse con él en el polígono que quedaba en la parte costera de la ciudad cuando de repente todo había estallado en mil pedazos.
_________ lo había salvado cuando él creía que moriría y con su ayuda consiguió salir de las llamas, y después de eso no recordaba nada más.
Aturdido salió del cuarto, para dar a un pasillo que terminaba en una especie de salón.
Escuchó trastos de la cocina chocando entre sí y con los sentidos alerta fue caminando hasta el lugar de donde procedían.
Atravesó el enorme salón y descubrió que al otro lado de este había un pasillo que daba a una terraza y del que solo contaba con una puerta, seguramente la cocina.
Se acercó y abrió la puerta silenciosamente, para sorprender al intruso, hasta que vio quién era.
_________ le daba la espalda, danzando de un lado a otro de la cocina preparando algo que debía ser el desayuno.
Dejó que su mirada la escanease e inmediatamente la boca se le hizo agua.
La pelinegra llevaba un camisón azul claro que únicamente le llegaba hasta debajo de las nalgas y que marcaba su exquisita figura, eso bastó para poner a Joseph más que caliente.
-¿Es Navidad? sino no me explico el hecho de estar aquí contigo-dijo él asustándola-en tu casa...
__________ se giró para quedar mirando al moreno.
Dios, inmediatamente se sintió babear, aquel pecho era el más exquisito que había visto nunca, bueno, en realidad todo Joseph era exquisito, y aquella forma ardiente con como la miraba hacía que ciertas zonas de ella reaccionasen.
''Céntrate _________, solo es un desconocido al que salvaste ayer por la noche y que se desmayó, nada más''
Si, pero vaya desconocido, ojalá y todos los desconocidos fuesen como él.
Joseph sonrió de una forma tan devastadora que creyó que sus piernas se habían vuelto de gelatina.
Y entonces rememoró lo que él había dicho, el chico estaba pensando algo que no era y por algún motivo eso no la molestó, solamente logró calentarla más.
El moreno se le había acercado peligrosamente y ahora solo se encontraba a dos pasos de ella, a esa distancia ________ se vio envuelta por el delicioso olor a hombre que desprendía Joseph y la llama se prendió en su interior cuando descubrió el bulto que sobresalía de su pantalón.
La boca se le quedó seca y una necesidad imperiosa de bajar la mano allí abajo y comprobar si estaba tan bien dotado como parecía la abrumó.
Josephse endureció más al ver la forma en que ella lo miraba y en como una pequeña capa de sudor recorría su cuerpo llegando al escote que recogía sus perfectos senos.
Pero justo en el momento en que la fue a tocar ella se alejó de él y fue hacia el microondas, de donde sacó un tazón de leche que dejó encima de la mesa.
-Me alegra saber que estas bien-dijo procurando mirar a todos lados menos a él-ayer me dejaste muy preocupada cuando te desmayaste.
El moreno se sentó en una de las sillas que había mientras observaba como sus caderas se movían en un seductor compás mientras ella andaba de un lado para otro.
-¿Qué pasó? no logro recordar lo que sucedió después de que me salvaras, corazón.
La forma en la que dijo corazón hizo que el cuerpo de _______ se convulsionara y que casi un gemido ahogado escapase de su boca.
¿Qué se supone que le estaba pasando?
-Te desmayaste y como las ambulancias no daban abasto te traje a mi casa, no sabía donde vivías así que me pareció la mejor opción-contestó con voz trémula.
Joseph sonrió, entonces había sido ella la que le había quitado la camiseta y quién le había puesto la venda.
La idea de las manos de ___________ recorriendo su cuerpo hizo que un escalofrío le bajase por todo el cuerpo.
-Y dime corazón, ¿debe preocuparme el hecho de que una mujer me haya desnudado mientras estaba desmayado?
________ se detuvo de golpe, sonrojada hasta la médula y negándose a darle la cara, mientras los recuerdos la invadían.
FLASH BACK
Demi y ella llegaron a la puerta de su casa cargando con el cuerpo inconsciente de Joseph.
-Esto si que es un hombre-exclamó la rubia recorriéndolo de arriba a abajo con la mirada-todavía no comprendo como accedí a traerlo a tu casa y no llevármelo a la mía, yo si que lo cuidaría bien.
Ya claro, pensó ________ mientras sacaba las llaves y abría la puerta de su casa.
-La idea es que descanse y que se cure Demi, no que una ninfómana como tú acabe por matarlo, además te recuerdo que tú estás con Jerry.
La rubia profirió un sonido vulgar mientras cerraba la puerta y lo conducían por el pasillo donde se encontraban los cuartos.
Iban a llevarlo al de huéspedes pero ________recordó que lo había estado pintando y que apestaba a pintura.
-¿Lo vas a meter en tu cuarto?-preguntó Demi al ver hacia donde se dirigía su amiga.
________ no contestó, conocía a Demi lo suficiente como para saber que la mente perversa de su amiga estaba trabajando y no quería darle más ideas.
Lo metieron en el cuarto y lo dejaron tumbado en la cama.
-¿De veras no te pone ni un poquito tener a un tío así tumbado en tu cama?-preguntó Demi de repente.
________ se sonrojó por completo y no pudo evitar mirar a Joseph, por su puesto que tenerlo en su cama la ponía cachonda y le daban ganas de...
Sacudió la cabeza y tiró de Demi para fuera.
-¿Qué haces?-se quejó la rubia
-Él necesita descansar Demi y tú y tus estúpidos comentarios no ayudáis-contestó mientras la arrastraba hasta la puerta de salida.
-Lo que a ti te pasa es que quieres quedarte con el bombón tú solita-dijo con picardía-no te culpo, yo haría lo mismo, y bueno...que si que ya me voy Dios, mañana te llamo, pasa una buena noche.
________ le cerró la puerta en las narices mientras su pulso se aceleraba.
Sabía que aquello no estaba bien que debía dejarlo descansar pero sus pies ya la estaban llevando de camino a su cuarto.
Se quedó parada en la puerta mientras lo veía allí tumbado mientras por su mente circulaban imágenes poco sanas de Joseph en su cama...con ella.
Iba a marcharse para apartar esos pensamientos de su cabeza cuando se dio cuenta de que la camiseta del moreno estaba manchada de sangre en el bajo vientre, al parecer estaba más herido de lo que pensaba.
Entró en la habitación y luego al baño que tenía en ella y sacó que kit de primeros auxilios que guardaba en su botiquín.
En la academia de policía le habían dado algunas clases en caso de emergencia así que tendría que ser capaz de ayudar a Joseph de alguna manera.
Volvió al cuarto y se sentó en la cama al lado de él.
Las manos le temblaban mientas indecisa se dirigía a quitarle la camiseta.
Con el corazón en la boca le fue quitando la prenda poco a poco hasta dejar al descubierto un torso de infarto, su cuerpo se incendió inmediatamente en respuesta.
Dios mío, aquel hombre era un auténtico Adonis.
Sin poder detenerse extendió sus manos y tocó aquellos perfectos pectorales.
Cerró los ojos y se mordió el labio, Demi tenía razón, Joseph era la tentación en persona.
Bajó su mano para encontrarse con la más exquisita de las tabletas de chocolate que jamás había tocado y visto, ese hombre era perfecto.
Pero luego sus ojos se clavaron en aquella quemadura fea que tenía en el bajo vientre.
Obligándose a abandonar esos pensamientos libidinosos empezó a hacerle las curas para luego vendarlo.
Luego echó un vistazo a su trabajo y se sonrojó al ver que su mano rozaba el cinturón del pantalón del rubio.
Si la bajase un poco más podría sentir que tan hombre era.
Pero la cordura la detuvo y se obligó a sí misma a guardar el kit de primeros auxilios y salir de cuarto antes de que cometiese una estupidez.
FIN DEL FLASH BACK
-Me limité a curarte, no soy ninguna clase de pervertida-contestó mordazmente.
Él sonrió mientras se levantaba.
Se colocó detrás de ella dejando a __________ apresada entre su cuerpo y la encimera de la cocina.
Llevó sus manos hacia ambos lados de la chica y las apoyó en el frío mármol.
_________ soltó un jadeo cuando sintió la erección de él apretándola en su espalda.
Tenía que apartarlo, era un desconocido y el único testigo del caso, los polis no hacían esas cosas con los testigos.
Pero su mente se nubló cuando sintió la lengua de Joseph en su oreja.
-Personalmente me hubiese gustado estar despierto y así podríamos haber jugado juntos corazón-dijo mientras lamía su cuello y notaba como ________ jadeaba fuerte-aunque bien pensado, este es el momento perfecto para jugar.
La giró bruscamente y estampó su boca contra la de ella apretándola fuerte contra él.
_______ se sintió desfallecer al sentir esa tórrida boca en la suya y aquella devastadora lengua recorriendo con fiereza su cavidad.
Sabía que aquello estaba mal, pero por Dios ese hombre besaba de maravilla y sentir sus manos en su cadera manteniéndola pegada a él la volvían loca.
Llevó sus propias manos al pelo de él topándose con una pequeña coleta la cual le quitó, con sus dedos fuertemente enredados en el cabello del pelinegro lo atrajo más hacia sí.
Joseph sentía que la bestia de su interior tiraba de él, aquella mujer sabía de maravilla.
La alzó con las manos y la sentó en la encimera haciendo que sus intimidades se rozasen a través de la ropa en un lento compás.
Un sonoro gemido escapó de la boca de la chica mientras él empezaba a ocuparse de su cuello y subía una de sus manos hasta uno de sus pechos.
__________ no sabía como su cuerpo era capaz de resistir semejante torrente de lava, en su vida había sentido lo que sentía en esos momentos.
Joseph la aferró más contra él al mismo tiempo que descendía con su boca hasta el escote y ella enredaba sus brazos en su ancha espalda.
''Estoy loca, voy a hacer el amor con un desconocido'' le decía su voz interior, quería apartarlo pero simplemente no podía, lo único que lograba hacer era gemir como una loca y apretarlo más contra ella.
Se sentía desfallecer mientras la lengua de él trabajaba sin control y sus entrepiernas se rozaban una y otra vez.
Si nadie los paraba acabarían haciendo algo de lo que _________ sabía que acabaría arrepintiéndose.
Y justo en ese momento sonó el teléfono de casa.
________ suspiró y con toda su fuerza de voluntad apartó a Joseph.
-Esto no debe volver a pasar, yo soy policía y tú eres un testigo, solamente eso-dijo bajándose de la encimera y colocándose el camisón-desayuna, después tenemos que llevarte a la comisaría para que prestes declaración.
Joseph suspiró y asintió a regañadientes, su cuerpo todavía ardía a causa del deseo insatisfecho pero se obligó a centrarse en su desayuno mientras ella iba a contestar el teléfono, si este nunca hubiese sonado él ahora mismo estaría terminando con lo empezado.
_________ salió de la cocina a pesar de que su cuerpo le gritase que se diese la vuelta y volviese a los brazos de Joseph.
Esto solo era culpa de Demi que anoche le metió ideas indecentes en la cabeza.
Con un suspiró alcanzó el teléfono y contestó.
-¿Diga?
-¿Qué tal con el caramelito?-preguntó Demi al otro lado.
-Está perfectamente gracias-contestó molesta.
-¿Lo has visto desnudo? ¿La tiene gra...?
-¡Demi por favor!-exclamó sonrojada-¿es que no puedes pensar en otra cosa? ¿Solo llamas para eso?
Escuchó como la rubia se reía al otro lado del aparato.
-No, solo quería saber si hoy irías a trabajar.
-Claro que voy, tengo que llevar a Joseph a declarar, es el único testigo que no está herido grave en el hospital.
-Ya bueno, yo hoy me pasaré por tu comisaría.
_________ alzó una ceja.
-¿Y a qué debemos ese gran honor?
-Bueno verás, el jefe-idiota me ha mandado ir a recoger unos informes-rezongó.
-No trates así a Sean, él se porta bien contigo.
-Si, bueno, ahora te tengo que dejar, a lo mejor nos vemos más tarde, adiós.
-Chao.
________ colgó el teléfono y cerró los ojos.
Desde allí escuchaba a Joseph desayunar.
Estaba loca, rematadamente loca.
Dejó el teléfono en su sitio y fue hasta su cuarto para vestirse.
----------
Se encontraba en medio del salón de su apartamento en Los Ángeles con una sonrisa de oreja a oreja.
En su mano tenía un baso de Vodka y sus ojos estaban clavados en la enorme cristalera desde la cual se veía casi toda la ciudad.
Estaba feliz y nada lograría enfadarlo, por fin tras mucho tiempo había logrado lo que tanto ansiaba, acabar con ''Joe''.
Él muy imbécil había caído en su trampa y había ido a encontrarse con él.
Él mismo había visto como estallaba la bomba y Joe quedaba en medio de las llamas antes de marcharse.
Ahora estaría ardiendo en el infierno.
Lo único que quedaba era encontrar lo que él había buscado durante todos estos años y que lo tenía totalmente obsesionado, un objeto de incalculable valor.
El cetro de oro del dios griego Zeus.
Había desaparecido hacía unos cuantos años y él estaba completamente seguro de que estaba en manos de Joe, donde lo tenía, esa era otra cuestión que estaba dispuesto a averiguarlo fuera como fuese.
Sonrió divertido, ¿qué haría Billy ahora sin uno de sus huérfanos-ladrones? él muy imbécil siempre había sido un blando con los críos y por eso fue tan fácil de capturar al noveno de sus ladrones.
Bastó con decirle que si él asistía a la reunión nadie del barrio saldría herido, estúpidos sensiblones, el barrio había estallado igualmente en llamas dejando a todos muertos o heridos de gravedad, ese imbécil incluido.
Solo quedaba una última ficha por mover y esa era el mismo peligris.
En cuanto Billy se enterase de la muerte de su subordinado viajaría de inmediato a Japón para hacerse cargo de todo.
Al estar Joe muerto se vería obligado a sacar todos los objetos robados con los que este se quedaba y llevárselos con él.
Lo único que debía hacer era vigilar a Billy, él mismo le llevaría hasta lo que quería, todo era demasiado simple.
Aún así debía ser cuidadoso, Billy era un hombre extremadamente inteligente y un rival a tener en cuenta.
Sería una lucha interesante.
_________ y Joseph iban caminando por la calle en pleno silencio hacia la comisaría.
La pelinegra se obligaba a mirar fijamente al frente aunque de vez en cuando su mirada escapa de reojo a él.
-¿No tienes familia a la que decirle que estás bien?-preguntó.
Joseph se encogió de hombros.
-No tengo familia.
Eso no era del todo cierto, pero él era lo suficiente mayor e independiente como para andar llamando a Billy, el peligris tendía a aparecer y encerrarlo en casa hasta que considerase que el peligro había pasado, pero Joseph no estaba dispuesto a ser tratado como un niñito y perderse la acción.
Recordaba aquella vez que su hermano Dean, en realidad su mejor amigo ya que él no tenía familia de sangre, se había metido en un lío al robarle un yelmo de César a la camorra napolitana.
Habían sido dos días seguidos de persecución y tiroteo hasta que Billy llegó y sin saber como habló con ellos y consiguió que todo se tranquilizase.
-Pero debes tener alguien que se preocupe por ti, ¿no?
-Si, pero realmente no quieres encontrarte con Billy-dijo Joseph-en cuanto lo vieses no dudarías en arrestarle.
________ se asustó.
-¿Es un delincuente?
-Al menos eso parece-contestó divertido-el Motorista Fantasma al lado de él parece un muñeco de Hello Kitty, en serio, siempre va en moto y con la música rock a todo volumen.
_________ intentó imaginarse al tipo en cuestión y un escalofrío la recorrió de arriba a abajo.
-Seguramente se llevaría bien con Demi, a ella le gustan los tipos duros.
Mientras hablaba Joseph tenía la mirada fija en el pelo de la chica, siempre le había gustado el pelo negro y el de ella era como la noche y muy largo, le daban ganas de estirar la mano y acariciarlo pero sabía que ella no le dejaría.
Esa mañana había dejado muy claro que nada pasaría entre ellos dos y el podría ser un ladrón pero no un hombre desalmado que obligaba a las mujeres a complacerlo.
Es más, estaba seguro de que aunque lo intentase, no saldría bien parado, una mujer policía y con carácter era algo serio a lo que enfrentarse y sinceramente él quería conservar todo su cuerpo intacto.
Sonrió cuando la pelinegra entró en el edificio de la comisaría y le decía al becario que le dijese al inspector Gallagher que se reuniese con ellos en la sala de interrogatorios.
Todo aquello era una pura ironía, él era un ladrón y estaba entrando voluntariamente en una comisaría para reunirse con su peor enemigo, le gustaba aquella situación.
-El inspector Gallagher te hará unas pocas preguntas y luego podrás irte tranquilo a tu casa-dijo ella.
-A mi me apetece más que me interrogues tú, me siento más cómodo-dijo.
________ se vio obligada a tragar el nudo que le apareció en la garganta, debía conservar la calma.
Cuando llegaron a la zona de interrogatorios Robert ya los estaba esperando.
-Este es el testigo del que te hablé ayer por la noche.
________ lo había llamado después de curar a Joseph.
Robert asintió y clavó su vista en el rubio que hacía esfuerzos por no reírse ante la situación.
-Robert Gallagher, solo le haré unas cuantas preguntas y podrá irse-le tendió la mano.
-Joseph Jonas, un gusto conocerlo inspector Gallagher-contestó estrechándosela.
Los tres entraron en la sala de interrogatorios y no salieron hasta una hora después.
Joseph se vio obligado a montarse la historia de su vida ya que si les decía la verdad descubrirían quién era.
Los tres se dirigieron a la entrada donde Joseph tuvo que dejar su número de teléfono por si volvían a necesitarlo, después el inspector Gallagher los dejó solos porque tenía trabajo que atender.
-Eso ha sido todo-dijo ________.
Por fin él se iría, no se volverían a ver y ella podría recuperar su normalidad, pero lejos de agradarla no le apetecía ni un poco dejar que ese Dios masculino la abandonase.
-Si, bueno, me marcho ya, ha sido un placer conocerte ________-dijo con una sonrisa pícara antes de irse.
_______ se quedó en la puerta viendo como él se alejaba, por fin todo volvería a la normalidad.
StayMemiFaither
Re: [+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
2-5
3: Fogoso
-¡¿Qué hiciste qué?!-exclamó la rubia levantándose de golpe y dando una fuerte palmada en la mesa.
________se sonrojó mientras veía a todos los lados de la cafetería, todo el mundo la miraba por culpa del grito de Demi.
-Siéntate y deja de gritar, todos nos miran-dijo entre dientes.
La rubia sonrió a los demás a modo de disculpa y luego se sentó clavando de nuevo la vista en ________.
-Tiene que haber un tipo de problema contigo-aseguró, esta vez en voz baja.
________ resopló.
Hacía una semana que había sucedido lo de Joseph y como había estado demasiado ocupada con el asunto del ladrón y de la bomba no había tenido ni un minuto para hablar con su amiga hasta ese día.
Sean había empezado a preocuparse por ella y las horribles ojeras que le coloreaban el rostro y la había mandado descansar.
Por eso ahora se encontraba en una cafetería del centro con la loca de Demi hiperventilando delante de ella.
-Hice lo que tenía que hacer.
-¿Lo qué tenías que hacer?-dijo la rubia sarcástica-yo te diré lo que tenías que hacer, ignorar el teléfono y llevarte a ese tío a tu cama, ¿qué hay mal en ti,__________?
__________ frunció el ceño, que ella se comportase de ese modo no significaba que toda mujer se lanzase encima del primer desconocido que le cayese en el camino.
-No hay nada malo en mí, era necesario que contestase al teléfono, podía tratarse de una emergencia.
-Emergencia es lo que tú interrumpiste cuando atendiste a la llamada-insistió la rubia-Dios, podías haber gozado de ese dios masculino, no importa que yo te llamase.
¿A caso pensaba que ella no era consciente de eso? desde aquel día sufría sueños porno con el tipo en cuestión y eso era algo realmente vergonzoso para una persona como ella.
-No tengo tiempo para andar con tonterías Demi, Sean está preocupado y yo también.
Demi cambió su semblante por uno de seriedad.
-¿A caso ha pasado algo malo?
-En realidad solo es una suposición pero no estoy muy segura-contestó-verás yo creo que fue Joe el que hizo estallar la bomba.
Demi abrió los ojos de par en par.
-Pero eso no puede ser, tú misma declaraste que se fue por el lado contrario a donde estalló la bomba, tendría que ser muy rápido para colocarla y poder escapar.
-Es un ladrón que tiene en jaque a medio mundo, honestamente lo creo capaz de hacer cosas que consideramos imposibles-añadió.
La rubia no contestó, solo se limitó a dejar vagar su mirada por toda la cafetería.
-No sé __________, él es un ladrón y todo eso pero nunca agredió a nadie.
Y eso no tenía nada que ver, siempre había una primera vez para todo, pero Demi tenía razón, al menos hasta que se demostrase lo contrario y lo cierto era que no sabía como.
-¿Entonces que sugieres?
Demi se llevó un dedo a la sien y la miró fijamente.
-Que volváis a interrogar a los testigos, a lo mejor de esta segunda vez podéis sacar algo más en claro, estarán más tranquilos y podrán pensar mejor.
Si, tenía razón, eso era lo que necesitaban hacer.
Fugazmente en su mente volvió a revivir la escena de ella y Joseph besándose en su cocina y no pudo evitar un escalofrío al darse cuenta de que entonces volvería a verlo.
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Esa mañana llegó pronto al trabajo tal y como venía haciendo durante esa semana.
No se había atrevido a salir a robar por miedo a que alguien más saliese herido a causa de una bomba o algo peor.
El tipo del pasamontañas no había vuelto a dar señales de vida más aún así era mejor no arriesgarse y seguir manteniendo la fachada de normalidad durante una o dos semanas más.
A parte de eso era uno de los testigos principales, por lo que la policía podía aparecerse en su casa en cualquier momento y no sería conveniente que lo atraparan en mitad de algo que no debían ver.
Suspiró mientras se llevaba una mano a la frente y se secaba la sudorosa piel.
En el taller hacía un calor insoportable y el hecho de estar tumbado debajo de un todoterreno no ayudaba en absoluto.
-¡Eh, tío! ¿Quieres una cerveza? hace un calor agobiante y están de la nevera-le dijo su compañero Juugo.
Joseph salió de debajo del coche y asintió.
Volvió a llevarse una mano a la frente mientras se apoyaba contra la mesa, esperando a que Juugo volviese con las cervezas.
Se quitó los guantes y los dejó encima del tablero donde estaba el periódico del día.
Al principio no le llamó la atención, no se molestaba nunca en leer los periódicos, pero cuando vio su foto en primera plana en un momento en que no había cometido ningún robo llegó a preocuparse.
Tomó el periódico en las manos y empezó a leer la portada quedándose estupefacto.
''De ladrón a asesino'' rezaba el título.
Abrió por la primera página y continuó leyendo en voz baja.
-''Tras repetir una serie de interrogatorios la policía ha descubierto que el causante del atentado de la semana pasada en el barrio de la costa de LA no es otro sino el famoso ladrón internacional Joe, al que se le atribuyen más de 100 robos en lo que va de año en la región del Pacífico. Esa misma noche había anunciado su aparición en el museo de LA para robar un carísimo cuadro, el cual nunca se llevó, dejando el edificio del museo minutos antes de que la bomba estallase y arrasase con todo. El inspector Gallagher , quien lleva años tratando con este sujeto, asegura que Joe nunca había llegado hasta tales extremos pero que esto solo vale para aumentar su pena de cárcel. Ruega encarecidamente que si alguien lo ha visto o tenga información sobre él que se ponga inmediatamente en contacto con la brigada de robos de la policía metropolitana de LA''
-Nunca creí a Joe capaz de algo así-dijo Juugo tendiéndole una cerveza, la cual Joseph recogió sin apartar la vista del periódico-joder tío, debes estar de los nervios, casi te mata, lo que no sabía yo es que habían vuelto a tomarte declaración.
Esa era la cuestión, no lo habían hecho.
Juugo lo miraba con el ceño fruncido postura que le daba un aire terrorífico si lo unías a su enorme altura y constitución y a su llameante pelo naranja, sin contar que el aceite de coche sobre su piel no daba muy buen efecto, aún así era una de las mejores personas que Joseph había conocido.
Miró el reloj de su muñeca, el cual marcaba la una de la tarde.
-¿Es el periódico de la mañana?-preguntó el moreno.
Si fuera así podría ser que aún siguiesen interrogando a gente y que dieran esa noticia como anticipo.
-No, acaba de llegar al quiosco hará una hora.
Vale, entonces si que ya no había excusa para la policía.
Realmente había creído que ________ no lo dejaría de lado respecto a ese tema, ya no era el hecho de que ahora todos lo verían como un asesino sino el hecho de que a nadie le importase su testimonio, ¿a caso habían descubierto que era falso? imposible, era demasiado bueno mintiendo como para que se diesen cuenta.
-Juugo, tengo que ir a la comisaría, díselo al jefe, nos vemos mañana-dijo mientras se acababa la cerveza.
Su amigo asintió antes de que Joseph saliese todo apurado del taller.
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________ estaba tendida en el sofá de su casa mientras ojeaba los archivos de información sobre Joei.
Con todo lo que allí ponía que había robado el tío bien podía superar con creces la fortuna de Bill Gates.
Ya se imaginaba al seductor ladrón vistiendo un traje con corbata, ¿cómo sería? una gran curiosidad por ver su cara la inundó.
Él era alto y musculoso y tenía unas manos realmente gloriosas, casi podía recordar como la había recorrido aquel día en el museo, con esos roces suaves a los extremos de su cintura mientras su cuerpo se acomodaba encima del de ella.
Y entonces cambió, volvía a estar en aquella cocina, sentada en la encimera y siendo atrapada por los brazos y labios de Joseph.
Cada vez que él había posado sus labios y manos en su cuerpo ella había sentido una enorme llama de deseo hacia él y por no hablar de los tortuosos y placenteros movimientos del miembro del chico rozando su intimidad.
Un gemido inconsciente escapó de su boca.
Por Dios, ¿qué le pasaba que ahora tenía fantasías sexuales con un ladrón y un testigo al mismo tiempo?
Empezaba a creer a Demi cuando decía que había algo malo en ella, nunca le había pasado algo así.
Se obligó a volver a centrarse en el trabajo y a seguir leyendo sobre el ladrón.
Nadie sabía de donde era, hablaba japonés a la perfección pero también lo hacía con el inglés y el hecho de que nadie había visto su cara nunca no ayudaba en nada.
¿Cómo sería, rubio o moreno?
-¡Que más da!-se regañó a sí misma-es un ladrón, como si quiere ser un moco, no debe importarme.
Los únicos datos que guardaban sobre él eran su uniforme negro y que nunca nadie había sido capaz de pillarlo.
Genial, eso la ayudaba mucho.
Los testigos aseguraban que no habían visto a nadie pasar por allí en el momento del atentado pero sí que oyeron ruidos extraños en el edificio donde había sido colocada la bomba pero no se extrañaron ya que a esas horas solían ir obreros que por el día se habían dejado algo en el polígono industrial.
La necesidad de declarar un sospechoso les había obligado a declarar ante la prensa que el principal culpable era Joe, cosa de la que ellos estaban convencidos.
Bien era cierto que no habían interrogado a todo el mundo pero había tantas personas que no había tiempo de volver a interrogarlas uno por uno.
Dejó los papeles tirados en el suelo y dio un suspiro.
Demi se presentaría en cualquier momento por allí para pedirle los detalles del asunto ya que todos los periódicos habían salido a la calle y ella necesitaba estar relajada.
Decidida a tomarse una ducha se levantó del sofá y se fue hacia el baño.
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Joseph entró como una exhalación en la comisaría y pidió por la presencia de ___________.
-La inspectora __________ no está en estes momentos-dijo la becaria lanzándole una mirada por encima de las gafas, bastante insinuadora.
-¿Para que buscas a la inspectora?-preguntó una voz demasiado conocida detrás de él.
Sean lo miraba extrañado.
A Joseph casi le provocó una risa el no oír el tan famoso ‘‘¡cogedlo!'' de su boca mientras estaba en presencia de él, en lugar de eso le dio una mirada de desdén y lo encaró.
-Verá inspector, tengo entendido que estuvieron interrogando a los testigos y yo venía a prestar declaración.
Sean le devolvió la mirada desdeñosa y sonrió de medio lado.
-Sino te llamamos es porque no era necesario, ahora puedes irte, parece que...necesitas un baño.
''Y tú una hostia, imbécil’ dijo a sus adentros.
Llevaba la parte de abajo del buzo de trabajo y una camiseta de tirantes verde ceñida al cuerpo llena de aceite al igual que sus brazos y cara.
-Discúlpeme inspector, tal vez para la próxima recuerde que debo desempolvar mi Armani para venir aquí, de todas formas me gustaría saber donde está _______.
El castaño alzó las cejas.
-La inspectora _________ está en su casa, donde no puede atenderte-dijo antes de marcharse.
-Si tú supieras...-murmuró.
Bien, él tenía que aclarar ciertos puntos con _________, y si ella estaba en su casa allí iría a verla.
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________ salió de la ducha con una tolla envolviendo su cuerpo y otra la cabeza.
Aquella gratificante ducha era lo mejor que su cuerpo había probado en ese día tan agotador, sus tensos y cansados músculos por fin habían tenido un minuto de paz.
Se quedó parada en frente al espejo mientras se secaba el pelo con la toalla y luego lo cepillaba despacio para no hacerse daño.
Seguía siendo la misma desde los 16. Nada había cambiado en ella y mucha gente seguía tomándola por una adolescente a pesar de tener 25 años. La mayoría de las mujeres se sentirían alagadas ante algo así pero a ella en cierto modo la incomodaba ya que a veces hacía que sus compañeros no la tomasen en serio, ni siquiera los hombres de su edad.
Salvo aquellos dos que...
Se sacudió la cabeza, debía dejar de pensar ya en aquello o sino acabaría loca de remate.
Justo cuando iba a empezar a secarse y a vestirse sonó el timbre de su casa, esa debía ser Demi.
Se afincó bien la toalla a modo que no se le cayese y fue directa hacia la puerta, la cual abrió sin miramientos.
Más cual fue su sorpresa al ver que lo único que aquel ser tenía de Demi era el mismo color de ojos.
Joseph se quedó boquiabierto mientras la miraba una y otra vez.
________ era realmente sensual.
La boca se le secó en el mismo momento que unas incesantes ganas de devorarla lo recorrieron.
El pelo le caía largo y mojado por encima de los hombros hasta sus pechos, los cuales solo estaba cubiertos por una fina toalla blanca, igual que el resto del cuerpo.
Su erección fue instantánea, aquello era lo máximo que un hombre podía soportar, ni siquiera comprendía como aún no había hecho nada.
Solamente tendría que extender una mano y arrancar aquella prenda dejándola expuesta a él.
_______ se quedó sin respiración mientras Joseph la devoraba con la mirada, ¿qué hacia él allí?
Su vista viajó por él, desde su cara sudorosa, pasando por sus brazos y camiseta manchados de aceite que conferían un aire demasiado sexy sobre todo cuando la tela estaba tan ceñida a aquel magnifico cuerpo.
Su mirada siguió bajando hacia donde comenzada el buzo hasta aquel bulto que era el miembro del chico.
Su boca se hizo agua y un aguijonazo de deseo la atravesó hasta el centro de su cuerpo.
Dios mío, necesitaba tanto sentir su cuerpo con el de ella que casi dolía y podía ver que él sentía exactamente lo mismo.
Volvió a mirarlo a la cara más él no la miraba a ella, miraba directamente a sus pechos, como si deseara devorarlos allí mismo.
Y ella lo único que pudo hacer fue rogar para sí misma que así fuera.
La mano de Joseph se extendió hasta rozarle con la yema de los dedos la piel que quedaba bajo su seno, aquello se sentía tan suave.
La piel de _________a se encendió y estuvo tentada de agarrarle la mano y guiarla hacia su seno, quería que la tocara. Pero la mano de Naruto descendió.
El chico estaba dispuesto a acercarse a ella para devorarle los labios con pasión cuando un momento de lucidez atravesó a _______quién reaccionó cerrándole la puerta en las narices, de modo que la madera se estampó con fuerza en la cara del moreno, que quedó aturdido y frustrado.
-¡¿Qué coño haces?!-le gritó a la puerta-casi me dejas sin nariz.
La pelinegra escuchaba desde dentro con el corazón a mil, ¿qué pasaba que cada vez que veía a ese hombre perdía la cabeza? y más cuando tenía la puerta abierta y alguien de la calle podía haberlos visto.
Tomó aire una y otra vez intentando calmarse y controlar las llamas del deseo insatisfecho que le corrían por las venas.
Puso en funcionamiento sus piernas y fue a vestirse con lo primero que encontró, una camiseta negra de manga corta y una minifalda vaquera.
Luego ya más calmada volvió a abrir la puerta.
Joseph seguía allí, frotándose la nariz como si fuese un niño.
No supo porque pero aquello la llenó de ternura.
El moreno volvió a mirarla para encontrarla esta vez vestida, aún así lejos de lo que pensó el deseo no disminuyó, esa mujer era una verdadera tentación.
-¿Puedo pasar o vas a golpearme otra vez?-dijo frustrado-porque si es así me apartaré para no acabar en un hospital.
________ se apartó de la puerta y lo dejó entrar.
-No es culpa mía si me encuentro a un tío empalmado y lleno de aceite en mi puerta, no suelo tratar con pervertidos.
Él alzó las cejas y la miró de reojo.
-¿Qué esperabas? una mujer me sale casi desnuda a la puerta y yo no soy ningún jodido imbécil para resistirme a eso-contestó-más bien debería preocuparte el hecho de que has salido casi en bolas a abrirle la puerta a alguien, ¿haces eso con todos? porque si es así, estaré encantado de visitarte más veces.
_________ se sonrojó hasta la médula.
-Y sobre lo de no dejar entrar a alguien empalmado y lleno de aceite a tu casa, felicidades inspectora, acabas de hacerlo-dijo con una sonrisa divertida.
Inconscientemente la mirada de _______ volvió a clavarse en aquel punto específico de su cuerpo el cual pareció endurecerse más ante su mirada.
-¿Qué quieres?-preguntó desviando el tema.
-Saber por qué no se me ha interrogado por segunda vez como a todo el mundo.
-No era necesario-contestó sin mirarle.
Joseph bufó.
-¿Y qué es esa tontería de que Joe es un asesino?
Esta vez _______si que lo miró.
-¿Y qué te hace creer que no le es?
Ups, Joseph se dio cuenta de que estaba entrando en un juego peligroso, ¿cómo podía suceder? él siempre se cuidaba muy bien las espaldas aunque claro con esa maldita pelinegra nunca sabía lo que iba a pasar.
-Lleva años robando y nunca ha hecho daño a nadie-se limitó a decir.
_______ se echó a reír.
-¿Quién eres tú, su niñera? o espera no, creo que ya sé lo que eres, tú eres uno de esos fans de él que andan en esos foros raros de los que Demi no se despega.
Joseph estuvo tentado de decirle que él estaba mucho más allá de eso pero se obligó a controlarse.
-Pues sí, ¿qué pasa?
Ella rodó los ojos de una manera tan sexy que lo endureció hasta el extremo de que le doliese el cuerpo.
-Eres como un niño que a pesar de que todo el mundo le dice que Papá Noel no existe se empeña en seguir creyendo en él.
Joseph se estaba enfadando y dio un paso hacia ella sin ser consciente.
-A veces lo que la mayoría dice no es la verdad.
Ella lo fulminó con la mirada y también se acercó a él.
-Tú lo has dicho, a veces.
Estuvieron durante un minuto entero mandándose miradas de furia mezclada con deseo hasta que _______ se movió hacia la puerta.
-Es mejor que te vayas-dijo.
-Tienes razón, no quiero que me vuelvas a pegar con otro objeto, no hasta que revise mi seguro-dijo quedando en la calle enfrente de ella-aunque pensándolo bien si que hay un sitio en el que me gustaría que me ''golpearas'', ya sabes.
__________ se sonrojó y lo fulminó con la mirada.
¿Cómo se atrevía?
-No conseguirás lo que quieres conmigo-gruñó.
Una sonrisa traviesa atravesó el rostro del moreno.
-Hay una cosa que debes saber ________a, siempre que quiero algo lo consigo.
Dicho esto la agarró por la cintura y estrelló sus labios con los de ella.
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Había estado todo el día siguiendo a Joe ya que le convenía mantenerlo vigilado por si hacía algo que le descubriese donde escondía el cetro pero él muy imbécil solo había estado en el taller y luego en la comisaría.
Había leído los periódicos y se había puesto hecho una furia y eso no hacía más que complacerlo a él.
Ahora estaba escondido viendo como se daba el lote con una de los policías que llevaban su caso.
La chica era guapa pero no para tirar cohetes, Joe solía tener mejor gusto.
Esa mujer debía crearle más curiosidad que solo sexo ya que no era tan tonto como para involucrarse así por así con un poli.
Sonrió, él podría sacar partido de todo aquello.
Después se dio la vuelta y se marchó, dejando a Joe con su mujercita.
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______ gimió cuando la demandante lengua del moreno entró como poseída en su boca mientras sus brazos la apretaban más contra él.
Incapaz de negarse ella llevó sus manos al cuello del chico profundizando más el beso.
Él sabía a gloria.
Joseph no podía estar más que contento de haber ganado por fin la batalla y esta vez nada ni nadie los interrumpiría.
Su cuerpo se estremecía cada vez que los senos de _______ se rozaban con su pecho llegando a desearla hasta unos límites insospechados.
Más aún así de golpe _________ se soltó y le dio una cachetada.
-No vuelvas a hacer eso-dijo antes de entrar en su casa y volver a cerrarle la puerta en las narices.
3: Fogoso
-¡¿Qué hiciste qué?!-exclamó la rubia levantándose de golpe y dando una fuerte palmada en la mesa.
________se sonrojó mientras veía a todos los lados de la cafetería, todo el mundo la miraba por culpa del grito de Demi.
-Siéntate y deja de gritar, todos nos miran-dijo entre dientes.
La rubia sonrió a los demás a modo de disculpa y luego se sentó clavando de nuevo la vista en ________.
-Tiene que haber un tipo de problema contigo-aseguró, esta vez en voz baja.
________ resopló.
Hacía una semana que había sucedido lo de Joseph y como había estado demasiado ocupada con el asunto del ladrón y de la bomba no había tenido ni un minuto para hablar con su amiga hasta ese día.
Sean había empezado a preocuparse por ella y las horribles ojeras que le coloreaban el rostro y la había mandado descansar.
Por eso ahora se encontraba en una cafetería del centro con la loca de Demi hiperventilando delante de ella.
-Hice lo que tenía que hacer.
-¿Lo qué tenías que hacer?-dijo la rubia sarcástica-yo te diré lo que tenías que hacer, ignorar el teléfono y llevarte a ese tío a tu cama, ¿qué hay mal en ti,__________?
__________ frunció el ceño, que ella se comportase de ese modo no significaba que toda mujer se lanzase encima del primer desconocido que le cayese en el camino.
-No hay nada malo en mí, era necesario que contestase al teléfono, podía tratarse de una emergencia.
-Emergencia es lo que tú interrumpiste cuando atendiste a la llamada-insistió la rubia-Dios, podías haber gozado de ese dios masculino, no importa que yo te llamase.
¿A caso pensaba que ella no era consciente de eso? desde aquel día sufría sueños porno con el tipo en cuestión y eso era algo realmente vergonzoso para una persona como ella.
-No tengo tiempo para andar con tonterías Demi, Sean está preocupado y yo también.
Demi cambió su semblante por uno de seriedad.
-¿A caso ha pasado algo malo?
-En realidad solo es una suposición pero no estoy muy segura-contestó-verás yo creo que fue Joe el que hizo estallar la bomba.
Demi abrió los ojos de par en par.
-Pero eso no puede ser, tú misma declaraste que se fue por el lado contrario a donde estalló la bomba, tendría que ser muy rápido para colocarla y poder escapar.
-Es un ladrón que tiene en jaque a medio mundo, honestamente lo creo capaz de hacer cosas que consideramos imposibles-añadió.
La rubia no contestó, solo se limitó a dejar vagar su mirada por toda la cafetería.
-No sé __________, él es un ladrón y todo eso pero nunca agredió a nadie.
Y eso no tenía nada que ver, siempre había una primera vez para todo, pero Demi tenía razón, al menos hasta que se demostrase lo contrario y lo cierto era que no sabía como.
-¿Entonces que sugieres?
Demi se llevó un dedo a la sien y la miró fijamente.
-Que volváis a interrogar a los testigos, a lo mejor de esta segunda vez podéis sacar algo más en claro, estarán más tranquilos y podrán pensar mejor.
Si, tenía razón, eso era lo que necesitaban hacer.
Fugazmente en su mente volvió a revivir la escena de ella y Joseph besándose en su cocina y no pudo evitar un escalofrío al darse cuenta de que entonces volvería a verlo.
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Esa mañana llegó pronto al trabajo tal y como venía haciendo durante esa semana.
No se había atrevido a salir a robar por miedo a que alguien más saliese herido a causa de una bomba o algo peor.
El tipo del pasamontañas no había vuelto a dar señales de vida más aún así era mejor no arriesgarse y seguir manteniendo la fachada de normalidad durante una o dos semanas más.
A parte de eso era uno de los testigos principales, por lo que la policía podía aparecerse en su casa en cualquier momento y no sería conveniente que lo atraparan en mitad de algo que no debían ver.
Suspiró mientras se llevaba una mano a la frente y se secaba la sudorosa piel.
En el taller hacía un calor insoportable y el hecho de estar tumbado debajo de un todoterreno no ayudaba en absoluto.
-¡Eh, tío! ¿Quieres una cerveza? hace un calor agobiante y están de la nevera-le dijo su compañero Juugo.
Joseph salió de debajo del coche y asintió.
Volvió a llevarse una mano a la frente mientras se apoyaba contra la mesa, esperando a que Juugo volviese con las cervezas.
Se quitó los guantes y los dejó encima del tablero donde estaba el periódico del día.
Al principio no le llamó la atención, no se molestaba nunca en leer los periódicos, pero cuando vio su foto en primera plana en un momento en que no había cometido ningún robo llegó a preocuparse.
Tomó el periódico en las manos y empezó a leer la portada quedándose estupefacto.
''De ladrón a asesino'' rezaba el título.
Abrió por la primera página y continuó leyendo en voz baja.
-''Tras repetir una serie de interrogatorios la policía ha descubierto que el causante del atentado de la semana pasada en el barrio de la costa de LA no es otro sino el famoso ladrón internacional Joe, al que se le atribuyen más de 100 robos en lo que va de año en la región del Pacífico. Esa misma noche había anunciado su aparición en el museo de LA para robar un carísimo cuadro, el cual nunca se llevó, dejando el edificio del museo minutos antes de que la bomba estallase y arrasase con todo. El inspector Gallagher , quien lleva años tratando con este sujeto, asegura que Joe nunca había llegado hasta tales extremos pero que esto solo vale para aumentar su pena de cárcel. Ruega encarecidamente que si alguien lo ha visto o tenga información sobre él que se ponga inmediatamente en contacto con la brigada de robos de la policía metropolitana de LA''
-Nunca creí a Joe capaz de algo así-dijo Juugo tendiéndole una cerveza, la cual Joseph recogió sin apartar la vista del periódico-joder tío, debes estar de los nervios, casi te mata, lo que no sabía yo es que habían vuelto a tomarte declaración.
Esa era la cuestión, no lo habían hecho.
Juugo lo miraba con el ceño fruncido postura que le daba un aire terrorífico si lo unías a su enorme altura y constitución y a su llameante pelo naranja, sin contar que el aceite de coche sobre su piel no daba muy buen efecto, aún así era una de las mejores personas que Joseph había conocido.
Miró el reloj de su muñeca, el cual marcaba la una de la tarde.
-¿Es el periódico de la mañana?-preguntó el moreno.
Si fuera así podría ser que aún siguiesen interrogando a gente y que dieran esa noticia como anticipo.
-No, acaba de llegar al quiosco hará una hora.
Vale, entonces si que ya no había excusa para la policía.
Realmente había creído que ________ no lo dejaría de lado respecto a ese tema, ya no era el hecho de que ahora todos lo verían como un asesino sino el hecho de que a nadie le importase su testimonio, ¿a caso habían descubierto que era falso? imposible, era demasiado bueno mintiendo como para que se diesen cuenta.
-Juugo, tengo que ir a la comisaría, díselo al jefe, nos vemos mañana-dijo mientras se acababa la cerveza.
Su amigo asintió antes de que Joseph saliese todo apurado del taller.
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________ estaba tendida en el sofá de su casa mientras ojeaba los archivos de información sobre Joei.
Con todo lo que allí ponía que había robado el tío bien podía superar con creces la fortuna de Bill Gates.
Ya se imaginaba al seductor ladrón vistiendo un traje con corbata, ¿cómo sería? una gran curiosidad por ver su cara la inundó.
Él era alto y musculoso y tenía unas manos realmente gloriosas, casi podía recordar como la había recorrido aquel día en el museo, con esos roces suaves a los extremos de su cintura mientras su cuerpo se acomodaba encima del de ella.
Y entonces cambió, volvía a estar en aquella cocina, sentada en la encimera y siendo atrapada por los brazos y labios de Joseph.
Cada vez que él había posado sus labios y manos en su cuerpo ella había sentido una enorme llama de deseo hacia él y por no hablar de los tortuosos y placenteros movimientos del miembro del chico rozando su intimidad.
Un gemido inconsciente escapó de su boca.
Por Dios, ¿qué le pasaba que ahora tenía fantasías sexuales con un ladrón y un testigo al mismo tiempo?
Empezaba a creer a Demi cuando decía que había algo malo en ella, nunca le había pasado algo así.
Se obligó a volver a centrarse en el trabajo y a seguir leyendo sobre el ladrón.
Nadie sabía de donde era, hablaba japonés a la perfección pero también lo hacía con el inglés y el hecho de que nadie había visto su cara nunca no ayudaba en nada.
¿Cómo sería, rubio o moreno?
-¡Que más da!-se regañó a sí misma-es un ladrón, como si quiere ser un moco, no debe importarme.
Los únicos datos que guardaban sobre él eran su uniforme negro y que nunca nadie había sido capaz de pillarlo.
Genial, eso la ayudaba mucho.
Los testigos aseguraban que no habían visto a nadie pasar por allí en el momento del atentado pero sí que oyeron ruidos extraños en el edificio donde había sido colocada la bomba pero no se extrañaron ya que a esas horas solían ir obreros que por el día se habían dejado algo en el polígono industrial.
La necesidad de declarar un sospechoso les había obligado a declarar ante la prensa que el principal culpable era Joe, cosa de la que ellos estaban convencidos.
Bien era cierto que no habían interrogado a todo el mundo pero había tantas personas que no había tiempo de volver a interrogarlas uno por uno.
Dejó los papeles tirados en el suelo y dio un suspiro.
Demi se presentaría en cualquier momento por allí para pedirle los detalles del asunto ya que todos los periódicos habían salido a la calle y ella necesitaba estar relajada.
Decidida a tomarse una ducha se levantó del sofá y se fue hacia el baño.
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Joseph entró como una exhalación en la comisaría y pidió por la presencia de ___________.
-La inspectora __________ no está en estes momentos-dijo la becaria lanzándole una mirada por encima de las gafas, bastante insinuadora.
-¿Para que buscas a la inspectora?-preguntó una voz demasiado conocida detrás de él.
Sean lo miraba extrañado.
A Joseph casi le provocó una risa el no oír el tan famoso ‘‘¡cogedlo!'' de su boca mientras estaba en presencia de él, en lugar de eso le dio una mirada de desdén y lo encaró.
-Verá inspector, tengo entendido que estuvieron interrogando a los testigos y yo venía a prestar declaración.
Sean le devolvió la mirada desdeñosa y sonrió de medio lado.
-Sino te llamamos es porque no era necesario, ahora puedes irte, parece que...necesitas un baño.
''Y tú una hostia, imbécil’ dijo a sus adentros.
Llevaba la parte de abajo del buzo de trabajo y una camiseta de tirantes verde ceñida al cuerpo llena de aceite al igual que sus brazos y cara.
-Discúlpeme inspector, tal vez para la próxima recuerde que debo desempolvar mi Armani para venir aquí, de todas formas me gustaría saber donde está _______.
El castaño alzó las cejas.
-La inspectora _________ está en su casa, donde no puede atenderte-dijo antes de marcharse.
-Si tú supieras...-murmuró.
Bien, él tenía que aclarar ciertos puntos con _________, y si ella estaba en su casa allí iría a verla.
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________ salió de la ducha con una tolla envolviendo su cuerpo y otra la cabeza.
Aquella gratificante ducha era lo mejor que su cuerpo había probado en ese día tan agotador, sus tensos y cansados músculos por fin habían tenido un minuto de paz.
Se quedó parada en frente al espejo mientras se secaba el pelo con la toalla y luego lo cepillaba despacio para no hacerse daño.
Seguía siendo la misma desde los 16. Nada había cambiado en ella y mucha gente seguía tomándola por una adolescente a pesar de tener 25 años. La mayoría de las mujeres se sentirían alagadas ante algo así pero a ella en cierto modo la incomodaba ya que a veces hacía que sus compañeros no la tomasen en serio, ni siquiera los hombres de su edad.
Salvo aquellos dos que...
Se sacudió la cabeza, debía dejar de pensar ya en aquello o sino acabaría loca de remate.
Justo cuando iba a empezar a secarse y a vestirse sonó el timbre de su casa, esa debía ser Demi.
Se afincó bien la toalla a modo que no se le cayese y fue directa hacia la puerta, la cual abrió sin miramientos.
Más cual fue su sorpresa al ver que lo único que aquel ser tenía de Demi era el mismo color de ojos.
Joseph se quedó boquiabierto mientras la miraba una y otra vez.
________ era realmente sensual.
La boca se le secó en el mismo momento que unas incesantes ganas de devorarla lo recorrieron.
El pelo le caía largo y mojado por encima de los hombros hasta sus pechos, los cuales solo estaba cubiertos por una fina toalla blanca, igual que el resto del cuerpo.
Su erección fue instantánea, aquello era lo máximo que un hombre podía soportar, ni siquiera comprendía como aún no había hecho nada.
Solamente tendría que extender una mano y arrancar aquella prenda dejándola expuesta a él.
_______ se quedó sin respiración mientras Joseph la devoraba con la mirada, ¿qué hacia él allí?
Su vista viajó por él, desde su cara sudorosa, pasando por sus brazos y camiseta manchados de aceite que conferían un aire demasiado sexy sobre todo cuando la tela estaba tan ceñida a aquel magnifico cuerpo.
Su mirada siguió bajando hacia donde comenzada el buzo hasta aquel bulto que era el miembro del chico.
Su boca se hizo agua y un aguijonazo de deseo la atravesó hasta el centro de su cuerpo.
Dios mío, necesitaba tanto sentir su cuerpo con el de ella que casi dolía y podía ver que él sentía exactamente lo mismo.
Volvió a mirarlo a la cara más él no la miraba a ella, miraba directamente a sus pechos, como si deseara devorarlos allí mismo.
Y ella lo único que pudo hacer fue rogar para sí misma que así fuera.
La mano de Joseph se extendió hasta rozarle con la yema de los dedos la piel que quedaba bajo su seno, aquello se sentía tan suave.
La piel de _________a se encendió y estuvo tentada de agarrarle la mano y guiarla hacia su seno, quería que la tocara. Pero la mano de Naruto descendió.
El chico estaba dispuesto a acercarse a ella para devorarle los labios con pasión cuando un momento de lucidez atravesó a _______quién reaccionó cerrándole la puerta en las narices, de modo que la madera se estampó con fuerza en la cara del moreno, que quedó aturdido y frustrado.
-¡¿Qué coño haces?!-le gritó a la puerta-casi me dejas sin nariz.
La pelinegra escuchaba desde dentro con el corazón a mil, ¿qué pasaba que cada vez que veía a ese hombre perdía la cabeza? y más cuando tenía la puerta abierta y alguien de la calle podía haberlos visto.
Tomó aire una y otra vez intentando calmarse y controlar las llamas del deseo insatisfecho que le corrían por las venas.
Puso en funcionamiento sus piernas y fue a vestirse con lo primero que encontró, una camiseta negra de manga corta y una minifalda vaquera.
Luego ya más calmada volvió a abrir la puerta.
Joseph seguía allí, frotándose la nariz como si fuese un niño.
No supo porque pero aquello la llenó de ternura.
El moreno volvió a mirarla para encontrarla esta vez vestida, aún así lejos de lo que pensó el deseo no disminuyó, esa mujer era una verdadera tentación.
-¿Puedo pasar o vas a golpearme otra vez?-dijo frustrado-porque si es así me apartaré para no acabar en un hospital.
________ se apartó de la puerta y lo dejó entrar.
-No es culpa mía si me encuentro a un tío empalmado y lleno de aceite en mi puerta, no suelo tratar con pervertidos.
Él alzó las cejas y la miró de reojo.
-¿Qué esperabas? una mujer me sale casi desnuda a la puerta y yo no soy ningún jodido imbécil para resistirme a eso-contestó-más bien debería preocuparte el hecho de que has salido casi en bolas a abrirle la puerta a alguien, ¿haces eso con todos? porque si es así, estaré encantado de visitarte más veces.
_________ se sonrojó hasta la médula.
-Y sobre lo de no dejar entrar a alguien empalmado y lleno de aceite a tu casa, felicidades inspectora, acabas de hacerlo-dijo con una sonrisa divertida.
Inconscientemente la mirada de _______ volvió a clavarse en aquel punto específico de su cuerpo el cual pareció endurecerse más ante su mirada.
-¿Qué quieres?-preguntó desviando el tema.
-Saber por qué no se me ha interrogado por segunda vez como a todo el mundo.
-No era necesario-contestó sin mirarle.
Joseph bufó.
-¿Y qué es esa tontería de que Joe es un asesino?
Esta vez _______si que lo miró.
-¿Y qué te hace creer que no le es?
Ups, Joseph se dio cuenta de que estaba entrando en un juego peligroso, ¿cómo podía suceder? él siempre se cuidaba muy bien las espaldas aunque claro con esa maldita pelinegra nunca sabía lo que iba a pasar.
-Lleva años robando y nunca ha hecho daño a nadie-se limitó a decir.
_______ se echó a reír.
-¿Quién eres tú, su niñera? o espera no, creo que ya sé lo que eres, tú eres uno de esos fans de él que andan en esos foros raros de los que Demi no se despega.
Joseph estuvo tentado de decirle que él estaba mucho más allá de eso pero se obligó a controlarse.
-Pues sí, ¿qué pasa?
Ella rodó los ojos de una manera tan sexy que lo endureció hasta el extremo de que le doliese el cuerpo.
-Eres como un niño que a pesar de que todo el mundo le dice que Papá Noel no existe se empeña en seguir creyendo en él.
Joseph se estaba enfadando y dio un paso hacia ella sin ser consciente.
-A veces lo que la mayoría dice no es la verdad.
Ella lo fulminó con la mirada y también se acercó a él.
-Tú lo has dicho, a veces.
Estuvieron durante un minuto entero mandándose miradas de furia mezclada con deseo hasta que _______ se movió hacia la puerta.
-Es mejor que te vayas-dijo.
-Tienes razón, no quiero que me vuelvas a pegar con otro objeto, no hasta que revise mi seguro-dijo quedando en la calle enfrente de ella-aunque pensándolo bien si que hay un sitio en el que me gustaría que me ''golpearas'', ya sabes.
__________ se sonrojó y lo fulminó con la mirada.
¿Cómo se atrevía?
-No conseguirás lo que quieres conmigo-gruñó.
Una sonrisa traviesa atravesó el rostro del moreno.
-Hay una cosa que debes saber ________a, siempre que quiero algo lo consigo.
Dicho esto la agarró por la cintura y estrelló sus labios con los de ella.
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Había estado todo el día siguiendo a Joe ya que le convenía mantenerlo vigilado por si hacía algo que le descubriese donde escondía el cetro pero él muy imbécil solo había estado en el taller y luego en la comisaría.
Había leído los periódicos y se había puesto hecho una furia y eso no hacía más que complacerlo a él.
Ahora estaba escondido viendo como se daba el lote con una de los policías que llevaban su caso.
La chica era guapa pero no para tirar cohetes, Joe solía tener mejor gusto.
Esa mujer debía crearle más curiosidad que solo sexo ya que no era tan tonto como para involucrarse así por así con un poli.
Sonrió, él podría sacar partido de todo aquello.
Después se dio la vuelta y se marchó, dejando a Joe con su mujercita.
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______ gimió cuando la demandante lengua del moreno entró como poseída en su boca mientras sus brazos la apretaban más contra él.
Incapaz de negarse ella llevó sus manos al cuello del chico profundizando más el beso.
Él sabía a gloria.
Joseph no podía estar más que contento de haber ganado por fin la batalla y esta vez nada ni nadie los interrumpiría.
Su cuerpo se estremecía cada vez que los senos de _______ se rozaban con su pecho llegando a desearla hasta unos límites insospechados.
Más aún así de golpe _________ se soltó y le dio una cachetada.
-No vuelvas a hacer eso-dijo antes de entrar en su casa y volver a cerrarle la puerta en las narices.
StayMemiFaither
Re: [+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
3-5
4.Pecado
-Buenos días-saludó ________ a los becarios que atendían la entrada de la comisaría.
Todos estaban concentrados en la inmensa cantidad de papeleo en la que estaba sumida la comisaría esos días. Había pasado ya un mes desde lo que había sucedido en el polígono del barrio de la costa de LA pero aún así todos andaban como locos escarbando en toda la información que tenían sobre el ahora asesino Joe.
El ladrón no había vuelto a dar señales de vida, ni siquiera había intentado recuperar el cuadro que no se había llevado el otro día y eso era algo muy inusual en él, pero esa relativa calma no servía para calmar el nivel agobiante de trabajo al que el inspector Gallagher tenía sometido a sus subordinados.
No sería la primera vez que ______ se quedaba hasta las tantas de la madrugada en la comisaría acompañando al inspector jefe en busca de algo que a él le pareciese productivo para el caso.
Siguió caminando hacia el despacho en el que trabajaban, estaba agotada y se quedaba dormida en cualquier sitio, esa noche no se había quedado en la comisaría pero aún así había hecho algo de horas extra en su casa repasando de nuevo los interrogatorios.
Todos aseguraban haber visto a un hombre enmascarado y vestido de negro entre las doce menos cuarto y las doce en punto, todas las descripciones hechas cuadraban perfectamente con el atuendo físico del ladrón pero aún así ella sentía que algo no cuadraba del todo en esa historia, no se lo había dicho a Sean porque no estaba segura, pero ella había pasado cinco minutos completos con el ladrón, desde las doce menos diez a las doce menos cinco, ¿habría tenido tiempo él de montar una bomba en tan escaso período de tiempo?
El impacto había surgido exactamente entre las doce y cinco y las doce y diez, si Joe hubiese ido a colocar la bomba después de haber estado con ella no tendría tiempo de escapar y hubiese sufrido el ataque.
Pero allí no había ni rastro del ladrón, solo habían encontrado a...
Se quedó parada en mitad del pasillo con los ojos abiertos como platos, no era una posibilidad muy fiable porque estaban ausentes de pruebas, pero ella misma había reconocido que había escuchado la voz de Joseph antes y que sus ojos le eran conocidos, ¿podría ser que el moreno fuese Joe?
Pero en contra de eso también existía la posibilidad de que Joe hubiese colocado la bomba a las doce menos cuarto, cinco minutos antes de que ella lo encontrase en el museo, eso explicaría porque no había tenido tiempo de llevarse el cuadro, y justo antes de que la bomba estallase estaría fuera del edificio y tendría diez minutos para alejarse de allí sin resultar herido.
Entró en la oficina con la cabeza hecha un lío.
Para su sorpresa no se encontró con el ya típico cuarto desordenado con todos los papeles tirados por el suelo, sino que todo estaba ordenado perfectamente en su sitio. Después de un mes trabajando allí _______adescubrió que el suelo era de madera.
Escuchaba a alguien removiendo en los papeles pero no podía verlo.
-Buenos días-saludó.
Poco después Sean salió de detrás de unas estanterías. Tenía el pelo desordenado y aún llevaba la ropa del día anterior, lo que sin duda significaba que se había vuelto a quedar trabajando toda la noche. El inspector jefe era una persona extraña, podía pasarse horas hablando de casos policiales en los que había y no había trabajado, pero a la hora de dejar el tema de trabajo era incapaz de mantener una conversación y siempre esquivaba las preguntas volviendo a hablar de algún caso.
Todas las mujeres de la comisaría babeaban por él, el chico lo valía, pero en todo ese tiempo no le había conocido ninguna novia o algún lío, habían llegado a rumorear que era homosexual, pero _______ no creía eso, ella más bien veía al policía como una persona solitaria que no le gustaba hablar de sí mismo.
-Hoy llegas pronto-le dijo él volviendo a lo que hacía.
-Bueno sí, lo cierto es que no dormí bien esta noche y no tenía nada que hacer en casa, ¿has encontrado algo nuevo?-contestó mientras se acercaba a donde estaba él.
-Nada, ¿tú?
-Estuve revisando de nuevo los interrogatorios pero son demasiado confusos, la gente estaba demasiado asustada para fijarse en todos los detalles.
Sean asintió.
-He mandado a Alex y a Dino al lugar de los sucesos para analizar el terreno y conseguir una situación más concreta, hay algo en todo esto que no me cuadra-dijo-el modo en que describieron los testigos la ropa y la forma de actuar de la persona que vieron concuerda exactamente con la de Joe pero él también estaba en el museo y tú lo viste, si colocó la bomba después de que tú lo vieras no tendría tiempo de haber escapado.
-Yo también pensé en eso, ¿pero no puede ser que la colocase antes de ir al museo?
El inspector negó con la cabeza.
-Cada una de las entradas del museo estaba acordonada por policías, es más, los guardias de seguridad aseguran que él llego quince minutos antes que nosotros y que lo oyeron andar de un lado a otro, de modo que solo pudo hacerlo después de encontrarse contigo, sus métodos son más útiles para huir de la policía que para conseguir engañarla y entrar al museo, además la distancia que hay desde el museo hasta el polígono industrial cubre diez minutos si vas a pie.
-Yo solo tardé cinco corriendo-dijo la pelinegra.
-Pero él no podía arriesgarse a hacer ruido, recuerda que cerca había muchos policías de modo que no le quedaba más remedio que ir andando-aclaró-llegaría al polígono industrial alrededor de las doce y cinco, los de laboratorio nos aseguraron que la bomba estaba programada para estallar dos minutos después de ser accionada, Joe no tendría tiempo de escapar.
_________ tragó grueso, aquello solo dejaba una solución posible y no le resultaba especialmente grata.
-Tú encontraste a ese hombre moreno justo en la escena del crimen después de que estallase la bomba ¿no?-preguntó Sean.
________ asintió y él frunció el ceño.
-Tienes que localizarlo e interrogarlo, ahora él es nuestro principal sospechoso.
_______ se quedó muda, ¿interrogarlo? ¿Ella? no estaba segura de querer volver ver a Joseph, bueno sí, quería volver a verlo pero ella sabía lo que sucedía cada vez que estaba cerca de ese hombre.
-¿No puedes hacerlo tú o cualquier otro de los chicos?-preguntó.
-Yo no le caigo bien y Alex y Dino están ocupados, además parece que le caes bien, a ti te dirá más cosas-respondió-así que sácale todo lo que puedas.
________ no dijo nada más.
-Tienes su dirección en uno de esos archivos de ahí-dijo el castaño señalando un montón de papeles que había sobre su mesa-te aconsejaría que antes de ir a verlo preguntases por él en su trabajo y en los sitios que frecuenta para hacerte una idea de como es.
La pelinegra asintió y recogió la carpeta donde ponía Joseph Jonas y empezó a tomar los datos.
Aquel sería un día agotador.
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Billy estaba sentado en la barra de un bar dándole vueltas a su cigarro en la mano.
Su reflejo quedaba reflejado en el baso de vodka que tenía enfrente a medio llenar. Las violáceas ojeras hacían juego con su atuendo negro y con la máscara azul oscuro que recubría la mitad inferior de su cara. Estaba un poco molesto con la temperatura pero ya estaba acostumbrado a tener que sufrir los cambios climáticos de un país a otro.
La semana pasada había estado en Grecia, en la casa que poseía en la famosa isla de Delfos pero una grave situación había requerido su atención y se había visto obligado a viajar a Japón en el último vuelvo ayer por la noche.
Uno de sus cachorros, como el gustaba llamarlos, lo había llamado y lo había citado en aquel lugar, estaba intrigado ya que no solía recibir llamada ninguna de ellos y cuando eso sucedía era porque algo iba realmente mal.
De vez en cuando dirigía su mirada hacia la puerta del local pero por allí solo entraba gente desconocida que se lo quedaba mirando debido a su poco normal atuendo. Su collar de pinchos, su chaqueta de cuero negra y su pantalón ceñido verde oscuro podrían haber pasado por normales sino fuera porque iban acompañados de una camiseta blanca en la que rezaba: ''Yo maté a mi madre y me comí su cadáver'', unas botas de motorista negras con gruesos cordones y un impresionante arete atravesándole la carne de en medio de la nariz.
David hacía años le había apodado con el nombre de Motorista fantasma ya que siempre iba a todos los lados con su amada Harley Davidson negra. Bien, tampoco es que él fuese una persona normal, era el ladrón más buscado de la historia y estaba seguro de ser uno de los hombres más ricos del mundo, nadie nunca llegaría a imaginar que clase de cosas tenía Billy en su poder.
Se acabó su vodka y llamó a uno de los camareros, que se acercó a él con cierto miedo, solía provocar ese efecto, y le pidió otra copa de lo mismo.
En ese momento se abrió la puerta y por ella entró la persona que lo había llamado, sonrió de medio lado al ver a Dean, el octavo de sus ''hijos''. Siempre los apodaba con números ya que era de vital importancia que nadie escuchase sus nombres.
El hombre consiguió montar realmente un revuelo en el público femenino, llevaba una camiseta de manga larga verde claro con el cuello en pico, unos sencillos jeans, unos deportivos y unas gafas de sol negras a juego con su también negro cabello.
Cuando Dean lo hubo localizado se dirigió hacia él y se sentó a su lado pidiendo al camarero lo mismo que bebía Billy.
Dean no le saludó, era el más callado y frío de los nueve y Billy sabía por qué, ninguno de sus ''niños'' había tenido una vida feliz antes de ser lo que ahora eran.
-¿Y bien?-preguntó yendo al grano.
Dean le tiró un periódico encima, sin decirle ni palabra.
Billy lo miró, era una edición de hacía un mes, se preguntaba a que venía aquello pero su cara perdió color cuando vio la foto de Joe leyó el titular. Rápidamente abrió el periódico y leyó atentamente la noticia.
Dean esperó paciente a que su mentor acabase para así poder hablar.
-Y llevamos así un mes entero-dijo con su grave voz-estuve intentando localizarlo por móvil, pero el muy dobe no contesta ni a una triste llamada.
Billy se llevó una mano a la cara, pues si que era grave el asunto.
-¿Por qué no me llamaste antes?
Dean lo miró, alzando las cejas.
-¿Tú que crees? hace cuatro días que llegué a Japón y me llevó tiempo informarme de todo el asunto, el muy imbécil tiene a toda la pasma detrás de él, he preguntado a todos mis contactos y he entrado en su web de fans pero nadie sabe nada, lleva un mes entero sin robar nada, se borró del mapa-contestó-a Nana y a mí casi nos da algo cuando hemos leído esto en los periódicos.
Dean asentía mientras el hombre hablaba.
-¿Quién crees que ha hecho esto? porque conozco a Joe lo suficiente como para saber que esto no es obra de él.
Dean se encogió de hombros.
-Tenemos una lista interminable de enemigos, pudo haber sido cualquiera.
Los dos se quedaron callados mientras pensaban que podían hacer.
El moreno se había metido en un grave problema por lo cual ellos también estaban metidos en un grave problema ya que no podían permitir que ningún miembro de su organización cayese en manos de la policía, tanto por cuestiones de trabajo como por cuestiones de afecto.
Billy los quería a todos como si fuesen sus propios hijos y los nueve entre ellos se querían como si fuesen hermanos, salvando a Nana y a Dean que vivían juntos como pareja.
-Esto es lo que haremos-dijo Billy-yo intentaré encontrar al que anda haciendo esto y tú te pondrás de inmediato a buscar a Joe, dile a Nana que te ayude, ese imbécil me va a oír cuando lo encontréis, ¿vale?
Dean asintió y se levantó.
-Tened cuidado, presiento que esto no es nada bueno-le dijo Billy antes de que se fuese.
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_________ estaba realmente cansada.
Se había pasado toda la mañana y la tarde recorriendo los lugares que solía frecuentar Joseph pero al parecer no había nada extraño en el comportamiento del moreno. El dueño del taller en el que trabajaba lo había definido como una persona trabajadora y generosa, también le había dicho que al principio le había extrañado que alguien rico como él se hubiese empeñado en trabajar en un taller como el suyo, pero al parecer la única ostentación de sus bienes que hacía Joseph era el deportivo rojo que poseía, por lo demás nadie nunca llegaría a imaginar que era una persona del alto nivel.
Su compañero de trabajo había añadido que era un buen amigo y que siempre lo ayudaba si pasaba por algún mal momento económico. Solían salir juntos de noche y Jugo lo había definido como un tipo que se las llevaba a todas de calle aunque a penas si hacía caso a alguna mujer en particular, solo tenía rollos de una noche.
Nada manchaba la impecable y normal vida del rubio, aunque a veces las personas más normales e impecables eran las que escondían más secretos.
Ahora estaba de camino a su casa, hacía rato que había entrado en el barrio residencial de la ciudad y se hallaba rodeada por inmensas casas y los coches más caros que ella jamás había visto, tenía que reconocer que a ella Joseph no le había parecido una persona rica, se lo imaginaba viviendo en un piso de cincuenta metros cuadrados y no en una mansión de dos mil.
No tardó mucho en divisar la mansión blanca donde estaba aparcado un deportivo rojo. Se quedó de piedra al ver cuantos lujos poseía el moreno.
Se acercó a la puerta y tocó el timbre, esperando que alguna sirvienta le abriese.
La puerta se abrió y por ella apareció un Joseph únicamente vestido con una toalla alrededor de sus caderas.
La cara de la pelinegra se puso roja como un tomate mientras él pasaba del asombro a una sonrisa burlesca.
-Parece que estamos destinados a encontrarnos medio desnudos y en la puerta de casa-dijo divertido-¿Ahora es cuando yo te cierro la puerta en las narices o debo esperar primero a que me pegues una bofetada?
________ se sonrojó más al recordar su último encuentro.
-Pasa adentro, la verdad es que no esperaba volver a verte-dijo agarrándola de la mano y haciéndola entrar a su casa.
________ se quedó asombrada ante lo preciosa que era la mansión, las paredes estaban pintadas de dorado y estaban llenas de cuadros que no supo juzgar si eran reales o eran imitaciones, pero que sin duda pertenecían a los más famosos pintores de la historia. Los muebles y las esculturas también eran carísimos pero no tuvo tiempo a fijarse en ello ya que Joseph reclamó su atención.
-¿Y a qué debo tu presencia en mi casa, corazón?-preguntó.
En ese momento ________ se dio cuenta de que todavía la agarraba de la mano, un intenso calor subió por su cuerpo y no pudo evitar pasear durante dos segundos la mirada por aquel esplendido y mojado cuerpo.
-He venido a interrogarte-contestó.
Joseph se sorprendió.
-¿Por qué?
La pelinegra se soltó de su agarre y se alejó dos pasos de él.
-Porque creo que tú eres Joe.
Joseph sintió como todo el mundo se le venía encima, ¿cómo podía ella sospechar de él?
-Eso es una estupidez-contestó totalmente serio.
Ella sonrió irónicamente y extendió los brazos.
-De hecho ver esto me hace sospechar más-dijo.
Joseph frustrado echó a andar hacia el salón de la mansión, seguido de cerca por ella.
Esta vez _______ no se dedicó a admirar la estética del lugar sino a observar atentamente al moreno que tenía en frente. Joseph se sentó en uno de los caros sofás blancos y ella lo imitó, sentándose al lado de él.
-Esta casa la heredé de mis padres, eran banqueros y tenían una gran fortuna, eso no significa que yo sea un ladrón-dijo él.
-Tienes razón, eso no es una prueba, ¿pero qué me dices el hecho de estar en el lugar del accidente?
El moreno resopló. Tenía que tener cuidado con lo que le iba a decir.
-Mucha gente estaba en ese lugar el día del accidente.
-También es cierto, ¿pero qué hacía allí alguien como tú? no tenía motivos para estar en aquel lugar.
El moreno se maldecía en su interior, aquello estaba yendo mal, muy mal.
-Estaba de paseo.
________ se echó a reír.
-Te diré lo que pienso al respeto, Joe abandonó el museo a las doce menos cinco, yo lo vi y puedo afirmarlo-comenzó-la gente afirma haberlo visto por el barrio entre las doce menos cuarto y las doce en punto puede incluso que un poco más tarde, Joe programó la bomba pero los dos minutos que tenía para escapar le fueron insuficientes por lo que él quedó herido en la escena del crimen.
Hijo de puta, ese cabrón lo había pensado todo muy bien para cargarle las culpas a él y ahora su identidad estaba en peligro, debía hacer algo y ya.
Se encogió de hombros.
-Puedes pensar lo que quieras, si yo fuese Joe creo que llevaría puesta la máscara y el traje, no tienes pruebas de que lo que dices sea cierto-dijo con una sonrisa que hizo que todo el cuerpo de la pelinegra se estremeciese de deseo.
Era vergonzoso sentir como cierta zona de ella palpitaba porque él la tocase, lo cierto es que no había dejado de pensar en Joseph desde la última vez que lo había visto, cada noche soñaba que él regresaba para hacerla suya y que le hacía el amor salvajemente.
El moreno era consciente de la forma en que ella lo miraba, devorándolo con la mirada, lo cierto es que él también deseaba el cuerpo de aquella mujer, puede que no fuese una extremada belleza pero había algo en ella que le hacía volverse loco. Sin poder evitarlo estiró una mano hacia ella y le acarició la cara.
_______ fue incapaz de resistir las órdenes que le mandaba su cuerpo y cerró los ojos moviendo su cara al compás de aquella mano que la hacía delirar.
-En estas tres semanas-le susurró Joseph al oído-no he dejado de preguntarme como sonaría tu voz mientras te hago el amor salvajemente.
Aquellas palabras encendieron de tal manera a ________que no pudo evitar soltar un gemido. Aquella era la señal que estaba esperando el moreno, sin previo avisó la agarró fuertemente y le plantó un beso feroz en los labios.
Las terminaciones nerviosas de la pelinegra estallaron cuando la lengua de él se abrió camino en su boca en un devastador beso.
Él no podía aguantarse más, esta vez no le daría tiempo de escapar, decidido como estaba rompió la camiseta de ______ dejándola en un provocador sujetador blanco. Sus manos no se hicieron esperar y recorrieron con furia aquel exquisito cuerpo, acariciando y apretando cada trozo de piel.
_______ se sentía abrumada por las manos del rubio que parecían estar en todas partes de su cuerpo a la vez, acariciándola de forma salvaje mientras su lengua no dejaba de batallar con la suya propia.
Sus manos cobraron vida y pellizcaron y acariciaron aquella fuerte y mojada espalda, um sí, ese hombre era exquisito.
La boca de Joseph abandonó la suya para enterrarse en su cuello, el cual lamió, mordió y tironeó.
-Tienes el sabor más exquisito de la Tierra gatita-dijo en un mormullo ronco.
Aquellas simples palabras bastaron para que el cuerpo de la pelinegra se estremeciese bajo el suyo haciendo que se pusiese duro al instante.
Buscando una posición más cómoda para ambos, la sentó en su regazo de forma que su erección quedó pegada al vientre de la chica. Joseph ahogó un gemido en el hombro de ________ el cual mordía con desesperación mientras sus dedos peleaban contra los botones del pantalón de la chica.
La pelinegra jadeó con fuerza mientras él le retiraba los pantalones lentamente mientras rozaba con sus dedos la parte interior de sus piernas, empezando por la ingle y acabando en la rodilla, después ella misma se quitó el pantalón dejando paso a una pequeño tanga blanco.
Joseph se relamió los labios con la lengua, si, él probaría cada pedazo de aquel blanco cuerpo, no quedaría un lugar de ella que no conociese la tortura de su boca y sus manos. La pelinegra volvió a apegarse a él buscando con desespero sus labios, aquellos labios que la volvían loca.
Sabía que lo que hacía estaba mal pero él la trataba tan salvajemente que su mente era incapaz de mandarle órdenes claras, todo su razonamiento quedaba nublado por el intenso placer que él le hacía sentir, nadie, ningún hombre en su vida la había hecho sentir tan consciente de ella misma como este.
Joseph le apretó con fuerza las nalgas, pegándola más a él para que ella supiese cuanto disfrutaba él de aquella situación.
__________ sentía que el sujetador le estorbaba cada vez más y lentamente se separó de él para quedárselo mirando fijamente, Los ojos azules del rubio estaban oscurecidos por la intensidad del momento y ver el deseo que ella provocaba en él la calentó a un más.
Se llevó las manos al cierre del sujetador y ella misma se lo desabrochó y lo mando bien lejos, inmediatamente sintió la intensa mirada del chico, más él no se movió, esperando a ver que hacía ella.
-Eso es corazón, desnúdate para mí-fue lo único que dijo.
______ se desconocía a sí misma cuando se inclinó hacia adelante y empezó a trazar círculos lentamente alrededor de los pezones del rubio. Joseph gruñó varias veces, la lengua de esa mujer era la cosa más esplendida que el jamás había sentido sobre su piel, _______era una persona con un carácter pasional aunque se molestaba en ocultarlo tras una vida aburrida.
Mientras ella jugaba con sus pezones le acariciaba el vientre con las manos, rozando de vez en cuando sus brazos contra su hinchado miembro. Buscando corresponderla bajó una de sus manos hacia el borde del tanga y empezó a jugar con su vello púbico provocando que ella misma empezase a moverse para tener más contacto con su mano.
La ojiperla estaba absolutamente convencida que de seguir así moriría, ahora los dedos de Joseph la atormentaban acariciando su clítoris y ella descargaba todo ese placer en seguir con su tarea de lamer todo aquel exquisito cuerpo.
-Dime ________. ¿Cómo se siente cuando un sospechoso te toca así?-dijo introduciendo de improviso dos dedos dentro de ella.
La única respuesta de la chica fue un sonoro gemido, Dios mío había tenido un orgasmo con solo ese gesto, los dedos de él se quedaron quietos en su interior mientras la miraba divertido.
Sabía que estaba jugando con ella, pero en ese momento no le importaba, no le importaba absolutamente nada, solo quería que siguiese con aquella placentera tortura.
-¿Quieres que pare?-le preguntó-dime, corazón.
-Sigue por Dios-gruñó ella entre dientes.
El sonrió y cumplió sus deseos moviendo salvajemente los dedos en su interior.
Joseph se excitaba cada vez más al escuchar como ella se movía y gemía ante su contacto, de seguir así acabaría explotando y solo había un lugar en el que quería explotar, dentro de ella. Retiró sus manos de la entrepierna de la ojiperla recibiendo un gruñido por parte de ella y se desató la toalla que cubría su tan necesitado miembro.
_______ no pudo evitar la tentación de mirar allí abajo, ''Oh, Dios mío'' fue lo único que se le pasó por la cabeza, aquello era más de lo que ella podía soportar. Joseph la atrajo hacia así y la besó ferozmente mientras la penetraba enteramente. Los dos ahogaron sus gemidos en los labios del otro.
Una de las manos de Joseph permaneció en las caderas de la chica, moviéndola de arriba a abajo, mientras que la otra subió hasta uno de sus pechos, con el cual empezó a jugar. El otro recibió la misma atención salvo que con la incansable lengua del ojiazul.
_________ lo único que podía hacer era seguir el ritmo de las penetraciones y llevar sus manos desde los revueltos cabellos del ojiazul a su ancha espalda, la cual rasguñaba con cada potente embestida y con cada mordida que el moreno daba a su torturado pezón.
Sentía que no aguantaría mucho tiempo más de esa forma, moriría, eso es, moriría por tanto placer.
Josephgemía descontroladamente contra la piel de la chica, ella era delirantemente deliciosa, sus manos en su espalda, sus fuertes gemidos, sus paredes rodeando su miembro, era lo más exquisito que él había probado.
Ella sospechaba de él y él debía alejarse de ella pero era absolutamente imposible, imposible del todo.
El móvil de Joseph empezó a sonar encima de la mesita que tenían en frente, el rubio se estiró para apagarlo pero fue _______ quien lo cogió, él la miró confundido mientras no dejaba de penetrarla.
-Fuera teléfonos-dijo la pelinegra mandando el móvil al suelo.
Él se echó a reír y aumentó el ritmo de las penetraciones.
-Eres una mujer mala _________-dijo entre jadeos-no eres tan inocente como aparentas.
-Tú tampoco-dijo antes de que su cuerpo se retorciese en espasmos y otro orgasmo la invadiese.
Verla disfrutar de esa manera y sentir como sus paredes se oprimían contra él fue suficiente para que Joseph explotase dentro de la chica con un sonoro gemido.
________ se derrumbó contra su pecho y cerró los ojos mientras recuperaba el control sobre sí misma.
''Dios mío, que es lo que he hecho'' pensó.
Debería arrepentirse, pero ver allí a Joseoh, junto a ella con los ojos cerrados y jadeando a causa del momento que acababan de vivir le hizo darse cuenta de que era imposible arrepentirse.
Enfadada consigo misma se levantó y empezó a recoger su ropa.
Esto solo había sido un juego para él, un juego para engañarla, ella misma había comprobado que él no tomaba en serio a las mujeres, su compañero de trabajo y más gente se lo habían dicho y ella no era la excepción.
-¿Pasa algo?-preguntó él.
-Pasa que me has engañado perfectamente para que dejase de sospechar de ti porque pensabas que me quedaría colgadita de ti por un simple polvo-dijo-pues estás muy equivocado.
_________ hablaba y se vestía tan rápidamente que apenas dejaba tiempo a que Joseph dijese algo.
-Mañana vendrá Sean interrogarte-dijo ella echándose a andar hacia la puerta.
Él se puso la toalla alrededor de las caderas y la siguió.
-Oye _________ yo...
La pelinegra no le dio tiempo a hablar, de nuevo le había cerrado la puerta en las narices.
--------
Era de noche y Joseph aún seguía pensado en lo que tres horas antes había pasado en el salón de su casa con la policía.
Era cierto que él adoraba a las mujeres pero nunca se metería con una que pudiese meterlo en problemas, ¿entonces cómo era que había acabado enredado con _________? había algo tan irresistible en ella que al verla hacía desearle tocarla y saborearla y ahora que la había tenido deseaba volver a tenerla otra vez. Sin duda alguna aquel había sido el mejor sexo de su vida entera y eso convertía a ________ para él en la cosa más deseable del mundo.
Se había vestido con unos pantalones de chándal y estaba sentado en ese mismo sofá tomando una cerveza cuando vio el móvil en el suelo. Lo recogió para ver quien era el que llamaba pero estaba roto, genial, fantástico, en él tenía guardados todos los teléfonos y ahora no le quedaba otra que comprarse uno nuevo e intentar recuperar la tarjeta intacta.
Alguien llamó al timbre de la puerta y su cuerpo se estremeció al pensar que de nuevo sería la pelinegra. Se sacudió la cabeza tendría que darle borrón y cuenta nueva a esa tarde o acabaría perdiendo su identidad.
Abrió la puerta pero allí no había nadie, solo un extraño papel en el suelo con letras de periódico pegadas en él que hacían un mensaje.
''He conocido a esa poli que tanto te interesa, sería una pena que algo malo le pasase''
Joseph tiró el papel al suelo soltando todo tipo de cacos.
Si la cosa estaba fea ahora se puso peor, el tipo ese lo había estado espiando y se pensaba que él y ________ estaban juntos y eso solo quería decir una cosa.
La pelinegra estaba en peligro.
_______regresó totalmente cansada.
Después de salir de la casa de Joseph había ido a dar una vuelta para relajarse, se había comportado como una descerebrada y ahora debía pagar las consecuencias, es más no se habían protegido, ¿y si él le había contagiado alguna ETS? ¿O si la había dejado embarazada? por no hablar de la posibilidad de que él fuese un ladrón y un asesino.
Realmente estaba loca.
Se quedó extrañada al comprobar que la puerta de su casa no estaba cerrada con llave, que raro, ella siempre pasaba el cerrojo para evitar robos.
Entró a casa y encendió la luz quedándose horrorizada al ver que todas sus cosas estaban revueltas y tiradas por el piso.
Asustada cogió el teléfono y llamó a la policía y después a Demi.
Su amiga le dijo que se tranquilizase y que enseguida iba a buscarla.
¿Quién podría haber echo eso?
Estaba tan asustada que no vio al hombre que tras ella abandonaba la estancia por la puerta.
El hombre maldijo mientras se ocultaba en la calle, pensaba encontrar alguna pista del paradero del cetro en la casa de la pelinegra pero no había encontrado nada y ahora tendría que salir de allí sino quería que la policía lo encontrase.
Todo sería más difícil a partir de ahora, Joe estaba avisado y estaría alerta.
4.Pecado
-Buenos días-saludó ________ a los becarios que atendían la entrada de la comisaría.
Todos estaban concentrados en la inmensa cantidad de papeleo en la que estaba sumida la comisaría esos días. Había pasado ya un mes desde lo que había sucedido en el polígono del barrio de la costa de LA pero aún así todos andaban como locos escarbando en toda la información que tenían sobre el ahora asesino Joe.
El ladrón no había vuelto a dar señales de vida, ni siquiera había intentado recuperar el cuadro que no se había llevado el otro día y eso era algo muy inusual en él, pero esa relativa calma no servía para calmar el nivel agobiante de trabajo al que el inspector Gallagher tenía sometido a sus subordinados.
No sería la primera vez que ______ se quedaba hasta las tantas de la madrugada en la comisaría acompañando al inspector jefe en busca de algo que a él le pareciese productivo para el caso.
Siguió caminando hacia el despacho en el que trabajaban, estaba agotada y se quedaba dormida en cualquier sitio, esa noche no se había quedado en la comisaría pero aún así había hecho algo de horas extra en su casa repasando de nuevo los interrogatorios.
Todos aseguraban haber visto a un hombre enmascarado y vestido de negro entre las doce menos cuarto y las doce en punto, todas las descripciones hechas cuadraban perfectamente con el atuendo físico del ladrón pero aún así ella sentía que algo no cuadraba del todo en esa historia, no se lo había dicho a Sean porque no estaba segura, pero ella había pasado cinco minutos completos con el ladrón, desde las doce menos diez a las doce menos cinco, ¿habría tenido tiempo él de montar una bomba en tan escaso período de tiempo?
El impacto había surgido exactamente entre las doce y cinco y las doce y diez, si Joe hubiese ido a colocar la bomba después de haber estado con ella no tendría tiempo de escapar y hubiese sufrido el ataque.
Pero allí no había ni rastro del ladrón, solo habían encontrado a...
Se quedó parada en mitad del pasillo con los ojos abiertos como platos, no era una posibilidad muy fiable porque estaban ausentes de pruebas, pero ella misma había reconocido que había escuchado la voz de Joseph antes y que sus ojos le eran conocidos, ¿podría ser que el moreno fuese Joe?
Pero en contra de eso también existía la posibilidad de que Joe hubiese colocado la bomba a las doce menos cuarto, cinco minutos antes de que ella lo encontrase en el museo, eso explicaría porque no había tenido tiempo de llevarse el cuadro, y justo antes de que la bomba estallase estaría fuera del edificio y tendría diez minutos para alejarse de allí sin resultar herido.
Entró en la oficina con la cabeza hecha un lío.
Para su sorpresa no se encontró con el ya típico cuarto desordenado con todos los papeles tirados por el suelo, sino que todo estaba ordenado perfectamente en su sitio. Después de un mes trabajando allí _______adescubrió que el suelo era de madera.
Escuchaba a alguien removiendo en los papeles pero no podía verlo.
-Buenos días-saludó.
Poco después Sean salió de detrás de unas estanterías. Tenía el pelo desordenado y aún llevaba la ropa del día anterior, lo que sin duda significaba que se había vuelto a quedar trabajando toda la noche. El inspector jefe era una persona extraña, podía pasarse horas hablando de casos policiales en los que había y no había trabajado, pero a la hora de dejar el tema de trabajo era incapaz de mantener una conversación y siempre esquivaba las preguntas volviendo a hablar de algún caso.
Todas las mujeres de la comisaría babeaban por él, el chico lo valía, pero en todo ese tiempo no le había conocido ninguna novia o algún lío, habían llegado a rumorear que era homosexual, pero _______ no creía eso, ella más bien veía al policía como una persona solitaria que no le gustaba hablar de sí mismo.
-Hoy llegas pronto-le dijo él volviendo a lo que hacía.
-Bueno sí, lo cierto es que no dormí bien esta noche y no tenía nada que hacer en casa, ¿has encontrado algo nuevo?-contestó mientras se acercaba a donde estaba él.
-Nada, ¿tú?
-Estuve revisando de nuevo los interrogatorios pero son demasiado confusos, la gente estaba demasiado asustada para fijarse en todos los detalles.
Sean asintió.
-He mandado a Alex y a Dino al lugar de los sucesos para analizar el terreno y conseguir una situación más concreta, hay algo en todo esto que no me cuadra-dijo-el modo en que describieron los testigos la ropa y la forma de actuar de la persona que vieron concuerda exactamente con la de Joe pero él también estaba en el museo y tú lo viste, si colocó la bomba después de que tú lo vieras no tendría tiempo de haber escapado.
-Yo también pensé en eso, ¿pero no puede ser que la colocase antes de ir al museo?
El inspector negó con la cabeza.
-Cada una de las entradas del museo estaba acordonada por policías, es más, los guardias de seguridad aseguran que él llego quince minutos antes que nosotros y que lo oyeron andar de un lado a otro, de modo que solo pudo hacerlo después de encontrarse contigo, sus métodos son más útiles para huir de la policía que para conseguir engañarla y entrar al museo, además la distancia que hay desde el museo hasta el polígono industrial cubre diez minutos si vas a pie.
-Yo solo tardé cinco corriendo-dijo la pelinegra.
-Pero él no podía arriesgarse a hacer ruido, recuerda que cerca había muchos policías de modo que no le quedaba más remedio que ir andando-aclaró-llegaría al polígono industrial alrededor de las doce y cinco, los de laboratorio nos aseguraron que la bomba estaba programada para estallar dos minutos después de ser accionada, Joe no tendría tiempo de escapar.
_________ tragó grueso, aquello solo dejaba una solución posible y no le resultaba especialmente grata.
-Tú encontraste a ese hombre moreno justo en la escena del crimen después de que estallase la bomba ¿no?-preguntó Sean.
________ asintió y él frunció el ceño.
-Tienes que localizarlo e interrogarlo, ahora él es nuestro principal sospechoso.
_______ se quedó muda, ¿interrogarlo? ¿Ella? no estaba segura de querer volver ver a Joseph, bueno sí, quería volver a verlo pero ella sabía lo que sucedía cada vez que estaba cerca de ese hombre.
-¿No puedes hacerlo tú o cualquier otro de los chicos?-preguntó.
-Yo no le caigo bien y Alex y Dino están ocupados, además parece que le caes bien, a ti te dirá más cosas-respondió-así que sácale todo lo que puedas.
________ no dijo nada más.
-Tienes su dirección en uno de esos archivos de ahí-dijo el castaño señalando un montón de papeles que había sobre su mesa-te aconsejaría que antes de ir a verlo preguntases por él en su trabajo y en los sitios que frecuenta para hacerte una idea de como es.
La pelinegra asintió y recogió la carpeta donde ponía Joseph Jonas y empezó a tomar los datos.
Aquel sería un día agotador.
---------
Billy estaba sentado en la barra de un bar dándole vueltas a su cigarro en la mano.
Su reflejo quedaba reflejado en el baso de vodka que tenía enfrente a medio llenar. Las violáceas ojeras hacían juego con su atuendo negro y con la máscara azul oscuro que recubría la mitad inferior de su cara. Estaba un poco molesto con la temperatura pero ya estaba acostumbrado a tener que sufrir los cambios climáticos de un país a otro.
La semana pasada había estado en Grecia, en la casa que poseía en la famosa isla de Delfos pero una grave situación había requerido su atención y se había visto obligado a viajar a Japón en el último vuelvo ayer por la noche.
Uno de sus cachorros, como el gustaba llamarlos, lo había llamado y lo había citado en aquel lugar, estaba intrigado ya que no solía recibir llamada ninguna de ellos y cuando eso sucedía era porque algo iba realmente mal.
De vez en cuando dirigía su mirada hacia la puerta del local pero por allí solo entraba gente desconocida que se lo quedaba mirando debido a su poco normal atuendo. Su collar de pinchos, su chaqueta de cuero negra y su pantalón ceñido verde oscuro podrían haber pasado por normales sino fuera porque iban acompañados de una camiseta blanca en la que rezaba: ''Yo maté a mi madre y me comí su cadáver'', unas botas de motorista negras con gruesos cordones y un impresionante arete atravesándole la carne de en medio de la nariz.
David hacía años le había apodado con el nombre de Motorista fantasma ya que siempre iba a todos los lados con su amada Harley Davidson negra. Bien, tampoco es que él fuese una persona normal, era el ladrón más buscado de la historia y estaba seguro de ser uno de los hombres más ricos del mundo, nadie nunca llegaría a imaginar que clase de cosas tenía Billy en su poder.
Se acabó su vodka y llamó a uno de los camareros, que se acercó a él con cierto miedo, solía provocar ese efecto, y le pidió otra copa de lo mismo.
En ese momento se abrió la puerta y por ella entró la persona que lo había llamado, sonrió de medio lado al ver a Dean, el octavo de sus ''hijos''. Siempre los apodaba con números ya que era de vital importancia que nadie escuchase sus nombres.
El hombre consiguió montar realmente un revuelo en el público femenino, llevaba una camiseta de manga larga verde claro con el cuello en pico, unos sencillos jeans, unos deportivos y unas gafas de sol negras a juego con su también negro cabello.
Cuando Dean lo hubo localizado se dirigió hacia él y se sentó a su lado pidiendo al camarero lo mismo que bebía Billy.
Dean no le saludó, era el más callado y frío de los nueve y Billy sabía por qué, ninguno de sus ''niños'' había tenido una vida feliz antes de ser lo que ahora eran.
-¿Y bien?-preguntó yendo al grano.
Dean le tiró un periódico encima, sin decirle ni palabra.
Billy lo miró, era una edición de hacía un mes, se preguntaba a que venía aquello pero su cara perdió color cuando vio la foto de Joe leyó el titular. Rápidamente abrió el periódico y leyó atentamente la noticia.
Dean esperó paciente a que su mentor acabase para así poder hablar.
-Y llevamos así un mes entero-dijo con su grave voz-estuve intentando localizarlo por móvil, pero el muy dobe no contesta ni a una triste llamada.
Billy se llevó una mano a la cara, pues si que era grave el asunto.
-¿Por qué no me llamaste antes?
Dean lo miró, alzando las cejas.
-¿Tú que crees? hace cuatro días que llegué a Japón y me llevó tiempo informarme de todo el asunto, el muy imbécil tiene a toda la pasma detrás de él, he preguntado a todos mis contactos y he entrado en su web de fans pero nadie sabe nada, lleva un mes entero sin robar nada, se borró del mapa-contestó-a Nana y a mí casi nos da algo cuando hemos leído esto en los periódicos.
Dean asentía mientras el hombre hablaba.
-¿Quién crees que ha hecho esto? porque conozco a Joe lo suficiente como para saber que esto no es obra de él.
Dean se encogió de hombros.
-Tenemos una lista interminable de enemigos, pudo haber sido cualquiera.
Los dos se quedaron callados mientras pensaban que podían hacer.
El moreno se había metido en un grave problema por lo cual ellos también estaban metidos en un grave problema ya que no podían permitir que ningún miembro de su organización cayese en manos de la policía, tanto por cuestiones de trabajo como por cuestiones de afecto.
Billy los quería a todos como si fuesen sus propios hijos y los nueve entre ellos se querían como si fuesen hermanos, salvando a Nana y a Dean que vivían juntos como pareja.
-Esto es lo que haremos-dijo Billy-yo intentaré encontrar al que anda haciendo esto y tú te pondrás de inmediato a buscar a Joe, dile a Nana que te ayude, ese imbécil me va a oír cuando lo encontréis, ¿vale?
Dean asintió y se levantó.
-Tened cuidado, presiento que esto no es nada bueno-le dijo Billy antes de que se fuese.
--------
_________ estaba realmente cansada.
Se había pasado toda la mañana y la tarde recorriendo los lugares que solía frecuentar Joseph pero al parecer no había nada extraño en el comportamiento del moreno. El dueño del taller en el que trabajaba lo había definido como una persona trabajadora y generosa, también le había dicho que al principio le había extrañado que alguien rico como él se hubiese empeñado en trabajar en un taller como el suyo, pero al parecer la única ostentación de sus bienes que hacía Joseph era el deportivo rojo que poseía, por lo demás nadie nunca llegaría a imaginar que era una persona del alto nivel.
Su compañero de trabajo había añadido que era un buen amigo y que siempre lo ayudaba si pasaba por algún mal momento económico. Solían salir juntos de noche y Jugo lo había definido como un tipo que se las llevaba a todas de calle aunque a penas si hacía caso a alguna mujer en particular, solo tenía rollos de una noche.
Nada manchaba la impecable y normal vida del rubio, aunque a veces las personas más normales e impecables eran las que escondían más secretos.
Ahora estaba de camino a su casa, hacía rato que había entrado en el barrio residencial de la ciudad y se hallaba rodeada por inmensas casas y los coches más caros que ella jamás había visto, tenía que reconocer que a ella Joseph no le había parecido una persona rica, se lo imaginaba viviendo en un piso de cincuenta metros cuadrados y no en una mansión de dos mil.
No tardó mucho en divisar la mansión blanca donde estaba aparcado un deportivo rojo. Se quedó de piedra al ver cuantos lujos poseía el moreno.
Se acercó a la puerta y tocó el timbre, esperando que alguna sirvienta le abriese.
La puerta se abrió y por ella apareció un Joseph únicamente vestido con una toalla alrededor de sus caderas.
La cara de la pelinegra se puso roja como un tomate mientras él pasaba del asombro a una sonrisa burlesca.
-Parece que estamos destinados a encontrarnos medio desnudos y en la puerta de casa-dijo divertido-¿Ahora es cuando yo te cierro la puerta en las narices o debo esperar primero a que me pegues una bofetada?
________ se sonrojó más al recordar su último encuentro.
-Pasa adentro, la verdad es que no esperaba volver a verte-dijo agarrándola de la mano y haciéndola entrar a su casa.
________ se quedó asombrada ante lo preciosa que era la mansión, las paredes estaban pintadas de dorado y estaban llenas de cuadros que no supo juzgar si eran reales o eran imitaciones, pero que sin duda pertenecían a los más famosos pintores de la historia. Los muebles y las esculturas también eran carísimos pero no tuvo tiempo a fijarse en ello ya que Joseph reclamó su atención.
-¿Y a qué debo tu presencia en mi casa, corazón?-preguntó.
En ese momento ________ se dio cuenta de que todavía la agarraba de la mano, un intenso calor subió por su cuerpo y no pudo evitar pasear durante dos segundos la mirada por aquel esplendido y mojado cuerpo.
-He venido a interrogarte-contestó.
Joseph se sorprendió.
-¿Por qué?
La pelinegra se soltó de su agarre y se alejó dos pasos de él.
-Porque creo que tú eres Joe.
Joseph sintió como todo el mundo se le venía encima, ¿cómo podía ella sospechar de él?
-Eso es una estupidez-contestó totalmente serio.
Ella sonrió irónicamente y extendió los brazos.
-De hecho ver esto me hace sospechar más-dijo.
Joseph frustrado echó a andar hacia el salón de la mansión, seguido de cerca por ella.
Esta vez _______ no se dedicó a admirar la estética del lugar sino a observar atentamente al moreno que tenía en frente. Joseph se sentó en uno de los caros sofás blancos y ella lo imitó, sentándose al lado de él.
-Esta casa la heredé de mis padres, eran banqueros y tenían una gran fortuna, eso no significa que yo sea un ladrón-dijo él.
-Tienes razón, eso no es una prueba, ¿pero qué me dices el hecho de estar en el lugar del accidente?
El moreno resopló. Tenía que tener cuidado con lo que le iba a decir.
-Mucha gente estaba en ese lugar el día del accidente.
-También es cierto, ¿pero qué hacía allí alguien como tú? no tenía motivos para estar en aquel lugar.
El moreno se maldecía en su interior, aquello estaba yendo mal, muy mal.
-Estaba de paseo.
________ se echó a reír.
-Te diré lo que pienso al respeto, Joe abandonó el museo a las doce menos cinco, yo lo vi y puedo afirmarlo-comenzó-la gente afirma haberlo visto por el barrio entre las doce menos cuarto y las doce en punto puede incluso que un poco más tarde, Joe programó la bomba pero los dos minutos que tenía para escapar le fueron insuficientes por lo que él quedó herido en la escena del crimen.
Hijo de puta, ese cabrón lo había pensado todo muy bien para cargarle las culpas a él y ahora su identidad estaba en peligro, debía hacer algo y ya.
Se encogió de hombros.
-Puedes pensar lo que quieras, si yo fuese Joe creo que llevaría puesta la máscara y el traje, no tienes pruebas de que lo que dices sea cierto-dijo con una sonrisa que hizo que todo el cuerpo de la pelinegra se estremeciese de deseo.
Era vergonzoso sentir como cierta zona de ella palpitaba porque él la tocase, lo cierto es que no había dejado de pensar en Joseph desde la última vez que lo había visto, cada noche soñaba que él regresaba para hacerla suya y que le hacía el amor salvajemente.
El moreno era consciente de la forma en que ella lo miraba, devorándolo con la mirada, lo cierto es que él también deseaba el cuerpo de aquella mujer, puede que no fuese una extremada belleza pero había algo en ella que le hacía volverse loco. Sin poder evitarlo estiró una mano hacia ella y le acarició la cara.
_______ fue incapaz de resistir las órdenes que le mandaba su cuerpo y cerró los ojos moviendo su cara al compás de aquella mano que la hacía delirar.
-En estas tres semanas-le susurró Joseph al oído-no he dejado de preguntarme como sonaría tu voz mientras te hago el amor salvajemente.
Aquellas palabras encendieron de tal manera a ________que no pudo evitar soltar un gemido. Aquella era la señal que estaba esperando el moreno, sin previo avisó la agarró fuertemente y le plantó un beso feroz en los labios.
Las terminaciones nerviosas de la pelinegra estallaron cuando la lengua de él se abrió camino en su boca en un devastador beso.
Él no podía aguantarse más, esta vez no le daría tiempo de escapar, decidido como estaba rompió la camiseta de ______ dejándola en un provocador sujetador blanco. Sus manos no se hicieron esperar y recorrieron con furia aquel exquisito cuerpo, acariciando y apretando cada trozo de piel.
_______ se sentía abrumada por las manos del rubio que parecían estar en todas partes de su cuerpo a la vez, acariciándola de forma salvaje mientras su lengua no dejaba de batallar con la suya propia.
Sus manos cobraron vida y pellizcaron y acariciaron aquella fuerte y mojada espalda, um sí, ese hombre era exquisito.
La boca de Joseph abandonó la suya para enterrarse en su cuello, el cual lamió, mordió y tironeó.
-Tienes el sabor más exquisito de la Tierra gatita-dijo en un mormullo ronco.
Aquellas simples palabras bastaron para que el cuerpo de la pelinegra se estremeciese bajo el suyo haciendo que se pusiese duro al instante.
Buscando una posición más cómoda para ambos, la sentó en su regazo de forma que su erección quedó pegada al vientre de la chica. Joseph ahogó un gemido en el hombro de ________ el cual mordía con desesperación mientras sus dedos peleaban contra los botones del pantalón de la chica.
La pelinegra jadeó con fuerza mientras él le retiraba los pantalones lentamente mientras rozaba con sus dedos la parte interior de sus piernas, empezando por la ingle y acabando en la rodilla, después ella misma se quitó el pantalón dejando paso a una pequeño tanga blanco.
Joseph se relamió los labios con la lengua, si, él probaría cada pedazo de aquel blanco cuerpo, no quedaría un lugar de ella que no conociese la tortura de su boca y sus manos. La pelinegra volvió a apegarse a él buscando con desespero sus labios, aquellos labios que la volvían loca.
Sabía que lo que hacía estaba mal pero él la trataba tan salvajemente que su mente era incapaz de mandarle órdenes claras, todo su razonamiento quedaba nublado por el intenso placer que él le hacía sentir, nadie, ningún hombre en su vida la había hecho sentir tan consciente de ella misma como este.
Joseph le apretó con fuerza las nalgas, pegándola más a él para que ella supiese cuanto disfrutaba él de aquella situación.
__________ sentía que el sujetador le estorbaba cada vez más y lentamente se separó de él para quedárselo mirando fijamente, Los ojos azules del rubio estaban oscurecidos por la intensidad del momento y ver el deseo que ella provocaba en él la calentó a un más.
Se llevó las manos al cierre del sujetador y ella misma se lo desabrochó y lo mando bien lejos, inmediatamente sintió la intensa mirada del chico, más él no se movió, esperando a ver que hacía ella.
-Eso es corazón, desnúdate para mí-fue lo único que dijo.
______ se desconocía a sí misma cuando se inclinó hacia adelante y empezó a trazar círculos lentamente alrededor de los pezones del rubio. Joseph gruñó varias veces, la lengua de esa mujer era la cosa más esplendida que el jamás había sentido sobre su piel, _______era una persona con un carácter pasional aunque se molestaba en ocultarlo tras una vida aburrida.
Mientras ella jugaba con sus pezones le acariciaba el vientre con las manos, rozando de vez en cuando sus brazos contra su hinchado miembro. Buscando corresponderla bajó una de sus manos hacia el borde del tanga y empezó a jugar con su vello púbico provocando que ella misma empezase a moverse para tener más contacto con su mano.
La ojiperla estaba absolutamente convencida que de seguir así moriría, ahora los dedos de Joseph la atormentaban acariciando su clítoris y ella descargaba todo ese placer en seguir con su tarea de lamer todo aquel exquisito cuerpo.
-Dime ________. ¿Cómo se siente cuando un sospechoso te toca así?-dijo introduciendo de improviso dos dedos dentro de ella.
La única respuesta de la chica fue un sonoro gemido, Dios mío había tenido un orgasmo con solo ese gesto, los dedos de él se quedaron quietos en su interior mientras la miraba divertido.
Sabía que estaba jugando con ella, pero en ese momento no le importaba, no le importaba absolutamente nada, solo quería que siguiese con aquella placentera tortura.
-¿Quieres que pare?-le preguntó-dime, corazón.
-Sigue por Dios-gruñó ella entre dientes.
El sonrió y cumplió sus deseos moviendo salvajemente los dedos en su interior.
Joseph se excitaba cada vez más al escuchar como ella se movía y gemía ante su contacto, de seguir así acabaría explotando y solo había un lugar en el que quería explotar, dentro de ella. Retiró sus manos de la entrepierna de la ojiperla recibiendo un gruñido por parte de ella y se desató la toalla que cubría su tan necesitado miembro.
_______ no pudo evitar la tentación de mirar allí abajo, ''Oh, Dios mío'' fue lo único que se le pasó por la cabeza, aquello era más de lo que ella podía soportar. Joseph la atrajo hacia así y la besó ferozmente mientras la penetraba enteramente. Los dos ahogaron sus gemidos en los labios del otro.
Una de las manos de Joseph permaneció en las caderas de la chica, moviéndola de arriba a abajo, mientras que la otra subió hasta uno de sus pechos, con el cual empezó a jugar. El otro recibió la misma atención salvo que con la incansable lengua del ojiazul.
_________ lo único que podía hacer era seguir el ritmo de las penetraciones y llevar sus manos desde los revueltos cabellos del ojiazul a su ancha espalda, la cual rasguñaba con cada potente embestida y con cada mordida que el moreno daba a su torturado pezón.
Sentía que no aguantaría mucho tiempo más de esa forma, moriría, eso es, moriría por tanto placer.
Josephgemía descontroladamente contra la piel de la chica, ella era delirantemente deliciosa, sus manos en su espalda, sus fuertes gemidos, sus paredes rodeando su miembro, era lo más exquisito que él había probado.
Ella sospechaba de él y él debía alejarse de ella pero era absolutamente imposible, imposible del todo.
El móvil de Joseph empezó a sonar encima de la mesita que tenían en frente, el rubio se estiró para apagarlo pero fue _______ quien lo cogió, él la miró confundido mientras no dejaba de penetrarla.
-Fuera teléfonos-dijo la pelinegra mandando el móvil al suelo.
Él se echó a reír y aumentó el ritmo de las penetraciones.
-Eres una mujer mala _________-dijo entre jadeos-no eres tan inocente como aparentas.
-Tú tampoco-dijo antes de que su cuerpo se retorciese en espasmos y otro orgasmo la invadiese.
Verla disfrutar de esa manera y sentir como sus paredes se oprimían contra él fue suficiente para que Joseph explotase dentro de la chica con un sonoro gemido.
________ se derrumbó contra su pecho y cerró los ojos mientras recuperaba el control sobre sí misma.
''Dios mío, que es lo que he hecho'' pensó.
Debería arrepentirse, pero ver allí a Joseoh, junto a ella con los ojos cerrados y jadeando a causa del momento que acababan de vivir le hizo darse cuenta de que era imposible arrepentirse.
Enfadada consigo misma se levantó y empezó a recoger su ropa.
Esto solo había sido un juego para él, un juego para engañarla, ella misma había comprobado que él no tomaba en serio a las mujeres, su compañero de trabajo y más gente se lo habían dicho y ella no era la excepción.
-¿Pasa algo?-preguntó él.
-Pasa que me has engañado perfectamente para que dejase de sospechar de ti porque pensabas que me quedaría colgadita de ti por un simple polvo-dijo-pues estás muy equivocado.
_________ hablaba y se vestía tan rápidamente que apenas dejaba tiempo a que Joseph dijese algo.
-Mañana vendrá Sean interrogarte-dijo ella echándose a andar hacia la puerta.
Él se puso la toalla alrededor de las caderas y la siguió.
-Oye _________ yo...
La pelinegra no le dio tiempo a hablar, de nuevo le había cerrado la puerta en las narices.
--------
Era de noche y Joseph aún seguía pensado en lo que tres horas antes había pasado en el salón de su casa con la policía.
Era cierto que él adoraba a las mujeres pero nunca se metería con una que pudiese meterlo en problemas, ¿entonces cómo era que había acabado enredado con _________? había algo tan irresistible en ella que al verla hacía desearle tocarla y saborearla y ahora que la había tenido deseaba volver a tenerla otra vez. Sin duda alguna aquel había sido el mejor sexo de su vida entera y eso convertía a ________ para él en la cosa más deseable del mundo.
Se había vestido con unos pantalones de chándal y estaba sentado en ese mismo sofá tomando una cerveza cuando vio el móvil en el suelo. Lo recogió para ver quien era el que llamaba pero estaba roto, genial, fantástico, en él tenía guardados todos los teléfonos y ahora no le quedaba otra que comprarse uno nuevo e intentar recuperar la tarjeta intacta.
Alguien llamó al timbre de la puerta y su cuerpo se estremeció al pensar que de nuevo sería la pelinegra. Se sacudió la cabeza tendría que darle borrón y cuenta nueva a esa tarde o acabaría perdiendo su identidad.
Abrió la puerta pero allí no había nadie, solo un extraño papel en el suelo con letras de periódico pegadas en él que hacían un mensaje.
''He conocido a esa poli que tanto te interesa, sería una pena que algo malo le pasase''
Joseph tiró el papel al suelo soltando todo tipo de cacos.
Si la cosa estaba fea ahora se puso peor, el tipo ese lo había estado espiando y se pensaba que él y ________ estaban juntos y eso solo quería decir una cosa.
La pelinegra estaba en peligro.
_______regresó totalmente cansada.
Después de salir de la casa de Joseph había ido a dar una vuelta para relajarse, se había comportado como una descerebrada y ahora debía pagar las consecuencias, es más no se habían protegido, ¿y si él le había contagiado alguna ETS? ¿O si la había dejado embarazada? por no hablar de la posibilidad de que él fuese un ladrón y un asesino.
Realmente estaba loca.
Se quedó extrañada al comprobar que la puerta de su casa no estaba cerrada con llave, que raro, ella siempre pasaba el cerrojo para evitar robos.
Entró a casa y encendió la luz quedándose horrorizada al ver que todas sus cosas estaban revueltas y tiradas por el piso.
Asustada cogió el teléfono y llamó a la policía y después a Demi.
Su amiga le dijo que se tranquilizase y que enseguida iba a buscarla.
¿Quién podría haber echo eso?
Estaba tan asustada que no vio al hombre que tras ella abandonaba la estancia por la puerta.
El hombre maldijo mientras se ocultaba en la calle, pensaba encontrar alguna pista del paradero del cetro en la casa de la pelinegra pero no había encontrado nada y ahora tendría que salir de allí sino quería que la policía lo encontrase.
Todo sería más difícil a partir de ahora, Joe estaba avisado y estaría alerta.
StayMemiFaither
Re: [+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
N.L.T.J.B.
Re: [+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
4-5
5.Mentiroso
-¡________!
Demi bajó de su coche al borde del infarto cardíaco.
La casa de ________ estaba rodeada por dos coches de policía y Sean se encontraba en la puerta hablando con la pelinegra.
Demi se acercó a ellos y abrazó a su amiga, comprobando primero que nada malo le había pasado.
-¿Te han hecho algo?-preguntó preocupada.
-No, por suerte, cuando llegué ya no había nadie en la casa así que no me pasó nada.
Demi suspiró, llena de alivio.
-De todas formas debes hacer inventario y mirar sino te falta nada-aconsejó Sean-y buscarte un lugar donde dormir, él podría volver.
Demi lo miró con interrogante.
-¿Él?
-Sean cree que fue Joe, piensa que él nos está mandando un aviso para que lo dejemos en paz-dijo la pelinegra.
-Es más, no lo creo, estoy completamente seguro-alegó.
Demi se llevó una mano a la cabeza, ¿por qué Joeharía algo así? la policía siempre había intentado truncar sus planes pero nunca se había comportado de esa manera.
Miró a _______, su amiga estaba más relajada que cuando la había llamado pero aún así podía notar su inquietud.
-¿Puedes llevarla contigo a tu casa?-le preguntó el castaño-sigo diciendo que no es muy seguro que se quede aquí.
La rubia se apenó, su casa era un pequeño apartamento de una sola habitación. No le importaría que ______ fuese a dormir con ella sino fuese por el hecho de que ella dormía con Jerry.
-No tengo sitio-reconoció.
-Yo te invitaría a mi casa-se ofreció Sean-pero solo hay un cuarto y no creo que...
_______ se sonrojó ante la sola mención.
-No pasa nada-contestó-yo veré que hago.
En ese momento se escuchó el sonido de un fuerte frenazo al final de la calle y pronto no tardaron en divisar un deportivo rojo que se acercaba a ellos a toda velocidad con las luces cortas encendidas.
-¿Quién es?-preguntó Seam con cara de disgusto.
_______ iba a decir que no sabía hasta que el coche aparcó y pudo leer la matrícula y ver quién iba sentado en el asiento del conductor.
Joseph bajó del coche con el ceño fruncido.
La tensión en _________ aumentó, ¿qué hacía él allí? su mirada rápidamente viajó por todo él.
Se había vestido con unos jeans y una camiseta azul de manga corta con unas letras negras en el centro incomprensibles. Se había atado el desordenado pelo en su pequeña coleta habitual.
Vale, pusiese lo que se pusiese estaba como un tren.
Un tren con el que se había acostado hacía pocas horas.
La cara se le tiñó de rojo mientras el rubio se acercaba a ellos y por su mente iban viajando imágenes de todo tipo con una clara señal de prohibición para menores de edad.
-Voy a ignorar que trabajo en el departamento de tráfico antes de ponerte una multa como una catedral-dijo Demi cuando el rubio llegó a su altura.
Joseph ignoró el comentario mientras su atención se fijaba en los alrededores, al parecer algo había pasado.
-¿Qué haces tú aquí?-preguntó Sean con un claro tono de hostilidad.
Joseph se quedó en blanco, la sorpresa que había recibido al ver aquello le había impedido urdir una explicación coherente.
-Vine a buscar a _________-se limitó a contestar.
La nombrada se quedó como una piedra, ¿buscarla? ¿A ella? ¿Para qué?
La cara de Sean se contrajo de rabia, ese estúpido le molestaba un montón, con sus aires de tío rico y galán, ¿se creía que podía molestar a ________ o a cualquiera de ellos cuando se le viniese en gana?
-Resulta que estamos ocupados, así que puedes largarte-le dijo.
Josep le lanzó una mirada condescendiente al policía.
-Por que lo digas tú-luego lo ignoró por completo-¿qué ha pasado aquí?
-Alguien entró a robar en la casa de ________ mientras ella estaba fuera-contestó Demi.
Los ojos de Joseph se abrieron como platos y luego se clavaron en ________, se acercó a ella y la agarró de los hombros, comprobando que no le habían hecho daño.
¿Ese tipo se había atrevido a entrar en su casa? ¡Demonios! tenía que hacer algo inmediatamente, se llevaría a _______ con él pero antes tenía que quitarse a la policía de encima.
_______estaba aturdida mientras Joseph miraba a cada trozo y parte de su cuerpo con el ceño fruncido, ¿qué estaba buscando? esa forma de actuar y el modo en que sus manos apretaban sus hombros hizo que un escalofrío le bajase por la columna.
-¿Qué crees que haces?-dijo Sean apartándolo de ella.
Joseph lo encaró molesto.
-Comprobar que no le hayan hecho nada.
-Bueno, bueno, relajaros chicos-dijo Demi interponiéndose entre ellos dos-haremos una cosa, ahora que Joseph está aquí puede ayudarnos a comprobar que no falta nada en la casa, ¿vale?
Sean resopló y se alejó un paso.
-De acuerdo, nos dividiremos en dos grupos, _______ y yo por un lado y vosotros dos por otro.
Joseph lo fulminó con la mirada, él quería ir con Hinata para hacerle ciertas preguntas pero al final se resignó y asintió.
________ se sentía incapaz de apartar los ojos de aquellos dos, saltaba a la vista que ninguno soportaba al otro y sintió alivio cuando Joseph aceptó sin plantarle cara a Sean.
-Entonces comencemos, Joseph y yo vamos al pasillo de la cocina, vosotros mirad lo otro.
Sean asintió.
La pelinegra se dispuso a seguir a Sean hacia el pasillo que les tocaba cuando sintió una punzada de celos al ver que Demi y Joseph se iban juntos.
Demi era hermosa y Joseph...Joseph estaba como un queso, ambos hacían una linda pareja, no como ella que era bajita, flaca y poca cosa. Se reprendió a sí misma por estar pensando en eso, ¿qué le importaba a ella si esos dos acababan teniendo algo? a fin de cuentas ella y Joseph no tenían nada, no había nada entre ellos.
Pero hacía unas horas...Dios todavía podía sentir los labios de él en su boca, ese torrente devastador de emociones mientras le hacía el amor salvajemente.
Se odiaba a sí misma por haber caído tan bajo, solo le quedaba el consuelo de que no volvería a hacerlo otra vez.
Además, aún quedaba la duda sobre él, estaba casi segura de que Joseph era ''Joe'' pero no creía que él fuese el que robó en su casa, ¿o si? solo había dos formas de llegar desde su casa hasta la de ella y por el camino por el cual había ido la pelinegra no había pasado ningún deportivo rojo y mucho menos él a pie, pero pudo haber ido por el otro lado...
Sean ya había empezado a revisar las cosas pero se paró al ver que ella se quedaba quieta en la puerta del cuarto mirando a ninguna parte.
-¿Te encuentras bien?-le preguntó.
_______ salió de su ensoñación y caminó hacia el puñado de cosas que estaban tiradas en el suelo.
-Claro-contestó-empecemos a organizar esto.
Sean la ayudó, no muy convencido.
-¿Y para que crees que vino ese tipo a verte?-preguntó.
Era cierto, ¿a qué había venido Joseph a su casa? ¿A llevarse algo que antes no había podido encontrar? eso en el caso de que él fuese el ladrón, pero sino lo era ¿a qué había ido?
-No tengo ni idea.
Sean asintió.
-¿Cómo te fue en el interrogatorio? porque fuiste a interrogarle ¿no?
________ se molestó ante ese signo de desconfianza, ella era una profesional, aunque aquello no había sido exactamente un interrogatorio.
-Por supuesto que sí, pero no pude sacar nada en limpio, el tío está forrado pero eso no es una prueba definitiva.
-Yo aún así sospecho de él, no me parece de fiar, sobre todo por esa manera de estar obsesionado contigo.
________ casi se echó a reír por eso pero luego se dio cuenta de que Sean estaba muy serio.
-Puede parecerte gracioso pero creo que deberías tener cuidado con él, te mira como si fueses algo... ¿cómo decirlo? algo comestible o por el estilo.
La ojiperla se quedó callada, ¿en verdad Joseph la miraba así?
-Son impresiones tuyas Sean, él solo es un sospechoso, nada más.
------
Demi llevaba todo el rato mirando a Joseph mientras ordenaban la cocina en silencio.
Dios, el tío estaba como quería, pocos hombres de los que ella había visto estaban así de buenos como él, ni siquiera Jerry. Pero ella sabía a lo que atenerse, este chico llevaba escrito en la frente: ''soy propiedad de ________'' y ella estaba decidida a que su amiga no dejase escapar una oportunidad con un trasero tan bonito como esa.
-Bueno yo soy Demi ¿qué tal con _________?-preguntó de golpe.
Joseph dejó lo que estaba haciendo y se la quedó mirando.
-¿A qué te refieres?
¿La pelinegra le había contado lo sucedido esa tarde?
-Bueno no sé, ella me dijo que el día que yo la llamé por teléfono interrumpí algo, ¿no?
Joseph sonrió de medio lado al saber de lo que le hablaba la rubia, bueno creía que ________ no era de las que contaban esas cosas pero a él no le importaba. Ya había decidido que lo único que haría por la ojiperla era vigilarla hasta que el tipo ese lo dejase en paz y después cada uno haría su vida.
-Me jodiste un poco la verdad-contestó-aunque ________-- debió agradecértelo, las últimas veces que nos hemos visto nuestra conversación acabó con ella cerrándome la puerta en los morros.
Demi también sonrió.
-Ya, bueno, ella se hace la difícil pero creo que le gustas-la rubia se acercó a él-es más, me aventuro a decir que ella también te gusta a ti.
Joseph alzó las cejas.
-No es mi tipo.
-Tú tampoco eres su tipo-contraatacó ella encogiéndose de hombros-pero soy demasiado experta en el tema para ver como reaccionáis en cuanto entráis en el campo de visión del otro y, no es que quiera sonar arrogante, pero cuando bajaste del coche la miraste a ella y a mí ni me hiciste caso, normalmente eso suele pasar al revés.
Joseph no necesitaba preguntar eso, el cuerpo de la rubia hablaba por sí solo, era cierto, por ella sentía ese típica atracción animal que sentía por todas las mujeres lindas, pero el deseo que sentía al ver a la ojiperla iba más allá de algo racional o puramente animal.
-De todas formas, ambos podéis seguir negándoos a aceptar lo que hay, pero óyeme una cosa, sino te gusta ¿qué demonios haces aquí?
Esta vez el moreno estaba preparado para contestar.
-También entraron en mi casa a robar mientras estaba en mi cuarto por eso pensé que era buena idea venir a decírselo a _________-contestó.
Demi lo miró con desconfianza, como sino acabase de creerse del todo la respuesta.
-¿Tú también crees que soy el famoso ladrón Joe?-se atrevió a preguntar.
Demi se echó a reír.
-Ni de lejos-contestó-alguien como tú no puede ser Joe.
''Te sorprenderías'' pensó el moreno.
-Además, él no es moreno y mucho menos lleva coleta.
Joseph medio sonrió.
-No puedes saber si es moreno porque lleva una mascara que le cubre casi toda la cabeza.
Demi se encogió de hombros.
-¿Estás reconociendo a caso que tú eres él?
El moreno sonrió ampliamente, tenía que tener cuidado, eso tenía pintas de convertirse en un interrogatorio peligroso.
-Solamente me dedico a responderte lo que es obvio.
Demi volvió a echarse a reír.
-Me caes bien.
Joseph también se rió.
-Y tú a mí.
Cuando estaban acabando de organizarlo todo ___________ y Sean aparecieron junto a ellos.
-Nosotros ya acabamos, el ladrón no se llevó nada de las habitaciones.
-De aquí tampoco-dijo Demi.
La mirada de Sean fue a clavarse en la azul del moreno con desconfianza.
-Joseph me dijo que habían entrado en su casa a robar mientras estaba en su cuarto.
Sean y ___________ clavaron de nuevo su mirada en el moreno.
-¿Estando en casa no te enteraste de que entraban a robar?-preguntó el castaño con sorna.
-Mi casa es de 1.000 m2 y mi cuarto está en la parte más alejada del segundo piso, a parte las alarmas de seguridad llevan unos días esperando a ser arregladas, por su puesto que no me enteré.
__________ le dio crédito, con lo inmensa que era la casa y sin aparatos de seguridad era imposible darse cuenta de que alguien entraba a robar si te encontrabas lejos de la entrada.
-¿Y por qué no llamaste a la policía?-preguntó Sean.
-¿Qué crees que vine a hacer aquí?-contestó el moreno-lo menos que me esperaba es que a ________ le robasen también.
-Puede que hayas venido aquí con esta teoría para crearte una coartada.
Joseph rodó los ojos, ese tipo si que era duro de roer.
-Si claro y por eso mi casa está totalmente patas arriba.
-Podrías haberlo hecho tú.
-¿Bromeas? acabo de decirte que mi casa es de 1.000 m2 necesitaría dos días enteros para hacerlo yo solo.
-¿Sugieres que ha sido más de una persona?-preguntó esta vez Demi.
-Sino me creéis podéis preguntarle a _________, ella ha pasado la tarde conmigo y mi casa estaba perfectamente, cuando ella me dejó subí a mi cuarto y estuve todo el rato viendo la televisión, debieron ser unas horas, hasta que bajé y me encontré el estropicio.
Eso era cierto, _________ sabía que cuando ella se fue la casa seguía ordenada.
-Lo que dice es verdad-corroboró.
Sean gruñó, derrotado, él estaba seguro que todo aquello era una engañifa del moreno.
-Entonces será mejor que mande un policía a hacer guardia a tu casa-dijo.
-Yo tengo una idea mejor-propuso Demi con un brillo extraño en la mirada-la casa de Joseph es muy grande, ________ no tiene donde quedarse y además es policía, propongo que vaya a quedarse a casa de él.
Joseph la miró completamente sorprendido, Demi acababa de hacerle la cama, él estaba desesperado buscando una forma de quedar a solas con ___________ y la rubia se lo había dejado a huevo.
-Además así ____________ podrá ver si es cierto que su casa está desordenada.
‘‘¡Mierda!'' pensó el rubio.
Su casa estaba de todo menos desordenada.
Con disimulo tanteó uno de sus bolsillos en busca de su aparato de emergencia y apretó el botón, en ese momento le agradecía a su hermano Dean el haber tenido la idea de mecanizar la casa, con ese aparato se produciría un pequeño temblor que bastaría para dejar todo por el suelo pero que no afectaría a la cámaras secretas donde guardaba su tesoro.
''Te quiero hermano'' pensó para sus adentros.
Sean no parecía muy convencido ante la idea pero al final acabó aceptando.
-¿Oye y quién me pide opinión a mí?-preguntó la pelinegra.
Estaba muy bien todo eso, pero al menos deberían preguntarle si ella se quería ir con Joseph.
-No tienes opción-dijo Demi empujándola hacia la calle y luego hacia el deportivo rojo.
Joseph se subió al asiento del conductor con una media sonrisa mientras Demi la empujaba a ella adentro del asiento del copiloto.
-Mañana te mandaré algo de ropa, ya buscaré la dirección de Joseph en la ficha que dejó en la comisaría, ala nos vemos.
___________ fue incapaz de decir nada ya que el coche arrancó a semejante velocidad que su garganta se perdió por el fondo de sus entrañas.
-¿No puedes conducir como una persona normal? soy poli y además quiero seguir viva-dijo.
-Puedes multarme, mi bolsillo no lo notará.
Le creía.
-¿Por qué creo que esto es una especie de conspiración de Demi y tuya contra mí?
-Puedes pensar lo que quieras, pero esto es el método más seguro.
-Claro, tú eres el principal sospechoso, esto no es seguro.
-Me encantará ver como intentas arrestarme-dijo él con tono picante.
La garganta de pelinegra se secó, ¿por qué él tenía que hacer eso? no era justo.
Queriendo defenderse decidió picarlo.
-Bueno ahora progresas, es la primera vez que te veo y no estás empalmado.
Él volvió a sonreír.
-Si te molesta solo tienes que avisar, estaré encantado de repetir lo de esta tarde.
La cara de _________ se puso como un tomate, ¿cómo se atrevía?
-Eso fue un error que no volverá a pasar.
-A mí me parece que no te lo tomaste como un error, recuerda como gemí...
________ le tapó la boca con la mano haciendo que Joseph tuviese que dar un giro brusco con el coche.
-¿Estás loca?-gritó-casi haces que nos matemos.
La pelinegra se quedó pegada al asiento con los ojos abiertos de terror.
-Yo... ¡oye! ¿Y a ti quién te manda provocarme con esas guarradas? además eres tú el que conduce como un loco.
El resto del trayecto fueron en completo silencio, _________ fulminándolo con la mirada y él ignorándola de mala manera.
Empezaba a pensar que no era buena idea vivir ni tan siquiera un día con esa mujer, menudo humor.
Cuando hubo metido el coche en el garaje, ella echó a andar sin hablarle hacia la entrada de casa.
Joseph abrió la puerta rezando para que el aparato funcionase, sino mataría a Dean.
Para su suerte todas las cosas estaban tiradas por el piso, suspiró aliviado.
-¿Ahora me crees?-dijo mirando a __________.
Ella medio había esperado que aquello fuese mentira.
El moreno la miraba divertido.
-Me voy a dormir-gruñó.
Echó a andar, escaleras arriba, seguida de Joseph que no dejaba de reírse.
-Bien, buenas noches-dijo parándose ante la primera puerta que encontró.
-No seré yo el que te detenga si quieres dormir en mi cuarto-dijo divertido.
Ella lo fulminó con la mirada mientras se ponía roja como un tomate y luego le daba la espalda para ir a meterse en otro cuarto.
5.Mentiroso
-¡________!
Demi bajó de su coche al borde del infarto cardíaco.
La casa de ________ estaba rodeada por dos coches de policía y Sean se encontraba en la puerta hablando con la pelinegra.
Demi se acercó a ellos y abrazó a su amiga, comprobando primero que nada malo le había pasado.
-¿Te han hecho algo?-preguntó preocupada.
-No, por suerte, cuando llegué ya no había nadie en la casa así que no me pasó nada.
Demi suspiró, llena de alivio.
-De todas formas debes hacer inventario y mirar sino te falta nada-aconsejó Sean-y buscarte un lugar donde dormir, él podría volver.
Demi lo miró con interrogante.
-¿Él?
-Sean cree que fue Joe, piensa que él nos está mandando un aviso para que lo dejemos en paz-dijo la pelinegra.
-Es más, no lo creo, estoy completamente seguro-alegó.
Demi se llevó una mano a la cabeza, ¿por qué Joeharía algo así? la policía siempre había intentado truncar sus planes pero nunca se había comportado de esa manera.
Miró a _______, su amiga estaba más relajada que cuando la había llamado pero aún así podía notar su inquietud.
-¿Puedes llevarla contigo a tu casa?-le preguntó el castaño-sigo diciendo que no es muy seguro que se quede aquí.
La rubia se apenó, su casa era un pequeño apartamento de una sola habitación. No le importaría que ______ fuese a dormir con ella sino fuese por el hecho de que ella dormía con Jerry.
-No tengo sitio-reconoció.
-Yo te invitaría a mi casa-se ofreció Sean-pero solo hay un cuarto y no creo que...
_______ se sonrojó ante la sola mención.
-No pasa nada-contestó-yo veré que hago.
En ese momento se escuchó el sonido de un fuerte frenazo al final de la calle y pronto no tardaron en divisar un deportivo rojo que se acercaba a ellos a toda velocidad con las luces cortas encendidas.
-¿Quién es?-preguntó Seam con cara de disgusto.
_______ iba a decir que no sabía hasta que el coche aparcó y pudo leer la matrícula y ver quién iba sentado en el asiento del conductor.
Joseph bajó del coche con el ceño fruncido.
La tensión en _________ aumentó, ¿qué hacía él allí? su mirada rápidamente viajó por todo él.
Se había vestido con unos jeans y una camiseta azul de manga corta con unas letras negras en el centro incomprensibles. Se había atado el desordenado pelo en su pequeña coleta habitual.
Vale, pusiese lo que se pusiese estaba como un tren.
Un tren con el que se había acostado hacía pocas horas.
La cara se le tiñó de rojo mientras el rubio se acercaba a ellos y por su mente iban viajando imágenes de todo tipo con una clara señal de prohibición para menores de edad.
-Voy a ignorar que trabajo en el departamento de tráfico antes de ponerte una multa como una catedral-dijo Demi cuando el rubio llegó a su altura.
Joseph ignoró el comentario mientras su atención se fijaba en los alrededores, al parecer algo había pasado.
-¿Qué haces tú aquí?-preguntó Sean con un claro tono de hostilidad.
Joseph se quedó en blanco, la sorpresa que había recibido al ver aquello le había impedido urdir una explicación coherente.
-Vine a buscar a _________-se limitó a contestar.
La nombrada se quedó como una piedra, ¿buscarla? ¿A ella? ¿Para qué?
La cara de Sean se contrajo de rabia, ese estúpido le molestaba un montón, con sus aires de tío rico y galán, ¿se creía que podía molestar a ________ o a cualquiera de ellos cuando se le viniese en gana?
-Resulta que estamos ocupados, así que puedes largarte-le dijo.
Josep le lanzó una mirada condescendiente al policía.
-Por que lo digas tú-luego lo ignoró por completo-¿qué ha pasado aquí?
-Alguien entró a robar en la casa de ________ mientras ella estaba fuera-contestó Demi.
Los ojos de Joseph se abrieron como platos y luego se clavaron en ________, se acercó a ella y la agarró de los hombros, comprobando que no le habían hecho daño.
¿Ese tipo se había atrevido a entrar en su casa? ¡Demonios! tenía que hacer algo inmediatamente, se llevaría a _______ con él pero antes tenía que quitarse a la policía de encima.
_______estaba aturdida mientras Joseph miraba a cada trozo y parte de su cuerpo con el ceño fruncido, ¿qué estaba buscando? esa forma de actuar y el modo en que sus manos apretaban sus hombros hizo que un escalofrío le bajase por la columna.
-¿Qué crees que haces?-dijo Sean apartándolo de ella.
Joseph lo encaró molesto.
-Comprobar que no le hayan hecho nada.
-Bueno, bueno, relajaros chicos-dijo Demi interponiéndose entre ellos dos-haremos una cosa, ahora que Joseph está aquí puede ayudarnos a comprobar que no falta nada en la casa, ¿vale?
Sean resopló y se alejó un paso.
-De acuerdo, nos dividiremos en dos grupos, _______ y yo por un lado y vosotros dos por otro.
Joseph lo fulminó con la mirada, él quería ir con Hinata para hacerle ciertas preguntas pero al final se resignó y asintió.
________ se sentía incapaz de apartar los ojos de aquellos dos, saltaba a la vista que ninguno soportaba al otro y sintió alivio cuando Joseph aceptó sin plantarle cara a Sean.
-Entonces comencemos, Joseph y yo vamos al pasillo de la cocina, vosotros mirad lo otro.
Sean asintió.
La pelinegra se dispuso a seguir a Sean hacia el pasillo que les tocaba cuando sintió una punzada de celos al ver que Demi y Joseph se iban juntos.
Demi era hermosa y Joseph...Joseph estaba como un queso, ambos hacían una linda pareja, no como ella que era bajita, flaca y poca cosa. Se reprendió a sí misma por estar pensando en eso, ¿qué le importaba a ella si esos dos acababan teniendo algo? a fin de cuentas ella y Joseph no tenían nada, no había nada entre ellos.
Pero hacía unas horas...Dios todavía podía sentir los labios de él en su boca, ese torrente devastador de emociones mientras le hacía el amor salvajemente.
Se odiaba a sí misma por haber caído tan bajo, solo le quedaba el consuelo de que no volvería a hacerlo otra vez.
Además, aún quedaba la duda sobre él, estaba casi segura de que Joseph era ''Joe'' pero no creía que él fuese el que robó en su casa, ¿o si? solo había dos formas de llegar desde su casa hasta la de ella y por el camino por el cual había ido la pelinegra no había pasado ningún deportivo rojo y mucho menos él a pie, pero pudo haber ido por el otro lado...
Sean ya había empezado a revisar las cosas pero se paró al ver que ella se quedaba quieta en la puerta del cuarto mirando a ninguna parte.
-¿Te encuentras bien?-le preguntó.
_______ salió de su ensoñación y caminó hacia el puñado de cosas que estaban tiradas en el suelo.
-Claro-contestó-empecemos a organizar esto.
Sean la ayudó, no muy convencido.
-¿Y para que crees que vino ese tipo a verte?-preguntó.
Era cierto, ¿a qué había venido Joseph a su casa? ¿A llevarse algo que antes no había podido encontrar? eso en el caso de que él fuese el ladrón, pero sino lo era ¿a qué había ido?
-No tengo ni idea.
Sean asintió.
-¿Cómo te fue en el interrogatorio? porque fuiste a interrogarle ¿no?
________ se molestó ante ese signo de desconfianza, ella era una profesional, aunque aquello no había sido exactamente un interrogatorio.
-Por supuesto que sí, pero no pude sacar nada en limpio, el tío está forrado pero eso no es una prueba definitiva.
-Yo aún así sospecho de él, no me parece de fiar, sobre todo por esa manera de estar obsesionado contigo.
________ casi se echó a reír por eso pero luego se dio cuenta de que Sean estaba muy serio.
-Puede parecerte gracioso pero creo que deberías tener cuidado con él, te mira como si fueses algo... ¿cómo decirlo? algo comestible o por el estilo.
La ojiperla se quedó callada, ¿en verdad Joseph la miraba así?
-Son impresiones tuyas Sean, él solo es un sospechoso, nada más.
------
Demi llevaba todo el rato mirando a Joseph mientras ordenaban la cocina en silencio.
Dios, el tío estaba como quería, pocos hombres de los que ella había visto estaban así de buenos como él, ni siquiera Jerry. Pero ella sabía a lo que atenerse, este chico llevaba escrito en la frente: ''soy propiedad de ________'' y ella estaba decidida a que su amiga no dejase escapar una oportunidad con un trasero tan bonito como esa.
-Bueno yo soy Demi ¿qué tal con _________?-preguntó de golpe.
Joseph dejó lo que estaba haciendo y se la quedó mirando.
-¿A qué te refieres?
¿La pelinegra le había contado lo sucedido esa tarde?
-Bueno no sé, ella me dijo que el día que yo la llamé por teléfono interrumpí algo, ¿no?
Joseph sonrió de medio lado al saber de lo que le hablaba la rubia, bueno creía que ________ no era de las que contaban esas cosas pero a él no le importaba. Ya había decidido que lo único que haría por la ojiperla era vigilarla hasta que el tipo ese lo dejase en paz y después cada uno haría su vida.
-Me jodiste un poco la verdad-contestó-aunque ________-- debió agradecértelo, las últimas veces que nos hemos visto nuestra conversación acabó con ella cerrándome la puerta en los morros.
Demi también sonrió.
-Ya, bueno, ella se hace la difícil pero creo que le gustas-la rubia se acercó a él-es más, me aventuro a decir que ella también te gusta a ti.
Joseph alzó las cejas.
-No es mi tipo.
-Tú tampoco eres su tipo-contraatacó ella encogiéndose de hombros-pero soy demasiado experta en el tema para ver como reaccionáis en cuanto entráis en el campo de visión del otro y, no es que quiera sonar arrogante, pero cuando bajaste del coche la miraste a ella y a mí ni me hiciste caso, normalmente eso suele pasar al revés.
Joseph no necesitaba preguntar eso, el cuerpo de la rubia hablaba por sí solo, era cierto, por ella sentía ese típica atracción animal que sentía por todas las mujeres lindas, pero el deseo que sentía al ver a la ojiperla iba más allá de algo racional o puramente animal.
-De todas formas, ambos podéis seguir negándoos a aceptar lo que hay, pero óyeme una cosa, sino te gusta ¿qué demonios haces aquí?
Esta vez el moreno estaba preparado para contestar.
-También entraron en mi casa a robar mientras estaba en mi cuarto por eso pensé que era buena idea venir a decírselo a _________-contestó.
Demi lo miró con desconfianza, como sino acabase de creerse del todo la respuesta.
-¿Tú también crees que soy el famoso ladrón Joe?-se atrevió a preguntar.
Demi se echó a reír.
-Ni de lejos-contestó-alguien como tú no puede ser Joe.
''Te sorprenderías'' pensó el moreno.
-Además, él no es moreno y mucho menos lleva coleta.
Joseph medio sonrió.
-No puedes saber si es moreno porque lleva una mascara que le cubre casi toda la cabeza.
Demi se encogió de hombros.
-¿Estás reconociendo a caso que tú eres él?
El moreno sonrió ampliamente, tenía que tener cuidado, eso tenía pintas de convertirse en un interrogatorio peligroso.
-Solamente me dedico a responderte lo que es obvio.
Demi volvió a echarse a reír.
-Me caes bien.
Joseph también se rió.
-Y tú a mí.
Cuando estaban acabando de organizarlo todo ___________ y Sean aparecieron junto a ellos.
-Nosotros ya acabamos, el ladrón no se llevó nada de las habitaciones.
-De aquí tampoco-dijo Demi.
La mirada de Sean fue a clavarse en la azul del moreno con desconfianza.
-Joseph me dijo que habían entrado en su casa a robar mientras estaba en su cuarto.
Sean y ___________ clavaron de nuevo su mirada en el moreno.
-¿Estando en casa no te enteraste de que entraban a robar?-preguntó el castaño con sorna.
-Mi casa es de 1.000 m2 y mi cuarto está en la parte más alejada del segundo piso, a parte las alarmas de seguridad llevan unos días esperando a ser arregladas, por su puesto que no me enteré.
__________ le dio crédito, con lo inmensa que era la casa y sin aparatos de seguridad era imposible darse cuenta de que alguien entraba a robar si te encontrabas lejos de la entrada.
-¿Y por qué no llamaste a la policía?-preguntó Sean.
-¿Qué crees que vine a hacer aquí?-contestó el moreno-lo menos que me esperaba es que a ________ le robasen también.
-Puede que hayas venido aquí con esta teoría para crearte una coartada.
Joseph rodó los ojos, ese tipo si que era duro de roer.
-Si claro y por eso mi casa está totalmente patas arriba.
-Podrías haberlo hecho tú.
-¿Bromeas? acabo de decirte que mi casa es de 1.000 m2 necesitaría dos días enteros para hacerlo yo solo.
-¿Sugieres que ha sido más de una persona?-preguntó esta vez Demi.
-Sino me creéis podéis preguntarle a _________, ella ha pasado la tarde conmigo y mi casa estaba perfectamente, cuando ella me dejó subí a mi cuarto y estuve todo el rato viendo la televisión, debieron ser unas horas, hasta que bajé y me encontré el estropicio.
Eso era cierto, _________ sabía que cuando ella se fue la casa seguía ordenada.
-Lo que dice es verdad-corroboró.
Sean gruñó, derrotado, él estaba seguro que todo aquello era una engañifa del moreno.
-Entonces será mejor que mande un policía a hacer guardia a tu casa-dijo.
-Yo tengo una idea mejor-propuso Demi con un brillo extraño en la mirada-la casa de Joseph es muy grande, ________ no tiene donde quedarse y además es policía, propongo que vaya a quedarse a casa de él.
Joseph la miró completamente sorprendido, Demi acababa de hacerle la cama, él estaba desesperado buscando una forma de quedar a solas con ___________ y la rubia se lo había dejado a huevo.
-Además así ____________ podrá ver si es cierto que su casa está desordenada.
‘‘¡Mierda!'' pensó el rubio.
Su casa estaba de todo menos desordenada.
Con disimulo tanteó uno de sus bolsillos en busca de su aparato de emergencia y apretó el botón, en ese momento le agradecía a su hermano Dean el haber tenido la idea de mecanizar la casa, con ese aparato se produciría un pequeño temblor que bastaría para dejar todo por el suelo pero que no afectaría a la cámaras secretas donde guardaba su tesoro.
''Te quiero hermano'' pensó para sus adentros.
Sean no parecía muy convencido ante la idea pero al final acabó aceptando.
-¿Oye y quién me pide opinión a mí?-preguntó la pelinegra.
Estaba muy bien todo eso, pero al menos deberían preguntarle si ella se quería ir con Joseph.
-No tienes opción-dijo Demi empujándola hacia la calle y luego hacia el deportivo rojo.
Joseph se subió al asiento del conductor con una media sonrisa mientras Demi la empujaba a ella adentro del asiento del copiloto.
-Mañana te mandaré algo de ropa, ya buscaré la dirección de Joseph en la ficha que dejó en la comisaría, ala nos vemos.
___________ fue incapaz de decir nada ya que el coche arrancó a semejante velocidad que su garganta se perdió por el fondo de sus entrañas.
-¿No puedes conducir como una persona normal? soy poli y además quiero seguir viva-dijo.
-Puedes multarme, mi bolsillo no lo notará.
Le creía.
-¿Por qué creo que esto es una especie de conspiración de Demi y tuya contra mí?
-Puedes pensar lo que quieras, pero esto es el método más seguro.
-Claro, tú eres el principal sospechoso, esto no es seguro.
-Me encantará ver como intentas arrestarme-dijo él con tono picante.
La garganta de pelinegra se secó, ¿por qué él tenía que hacer eso? no era justo.
Queriendo defenderse decidió picarlo.
-Bueno ahora progresas, es la primera vez que te veo y no estás empalmado.
Él volvió a sonreír.
-Si te molesta solo tienes que avisar, estaré encantado de repetir lo de esta tarde.
La cara de _________ se puso como un tomate, ¿cómo se atrevía?
-Eso fue un error que no volverá a pasar.
-A mí me parece que no te lo tomaste como un error, recuerda como gemí...
________ le tapó la boca con la mano haciendo que Joseph tuviese que dar un giro brusco con el coche.
-¿Estás loca?-gritó-casi haces que nos matemos.
La pelinegra se quedó pegada al asiento con los ojos abiertos de terror.
-Yo... ¡oye! ¿Y a ti quién te manda provocarme con esas guarradas? además eres tú el que conduce como un loco.
El resto del trayecto fueron en completo silencio, _________ fulminándolo con la mirada y él ignorándola de mala manera.
Empezaba a pensar que no era buena idea vivir ni tan siquiera un día con esa mujer, menudo humor.
Cuando hubo metido el coche en el garaje, ella echó a andar sin hablarle hacia la entrada de casa.
Joseph abrió la puerta rezando para que el aparato funcionase, sino mataría a Dean.
Para su suerte todas las cosas estaban tiradas por el piso, suspiró aliviado.
-¿Ahora me crees?-dijo mirando a __________.
Ella medio había esperado que aquello fuese mentira.
El moreno la miraba divertido.
-Me voy a dormir-gruñó.
Echó a andar, escaleras arriba, seguida de Joseph que no dejaba de reírse.
-Bien, buenas noches-dijo parándose ante la primera puerta que encontró.
-No seré yo el que te detenga si quieres dormir en mi cuarto-dijo divertido.
Ella lo fulminó con la mirada mientras se ponía roja como un tomate y luego le daba la espalda para ir a meterse en otro cuarto.
StayMemiFaither
Re: [+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
5-5
6.Peligroso
Un extraño ruido procedente de la planta baja perturbó su silencioso sueño.
Al abrir los ojos se encontró en la negra y espesa oscuridad del cuarto de huéspedes de Joseph. Suspiró, ella, que había prometido no acercarse nunca más a él y ahora amanecía en su casa.
Se levantó lentamente de la cama mientras prendía el interruptor de la luz.
El cuarto era sumamente acogedor y cómodo, la cama era grande y con suaves sábanas de algodón, las mesillas de noche de caoba fina, al igual que la madera del suelo. El tocador, se le hizo extraña que Joseph tuviese un tocador, parecía muy antiguo, de madera de castaño con un enorme espejo engarzado en la parte superior.
Del techo colgaba una imponente lámpara de lágrimas de cristal muy elegante que hacía juego con el color marrón casi blanco de las paredes.
Pero si la habitación la había sorprendido, el baño la deslumbró, tenía un impresionante jacuzzi y una ducha hidromasaje, aparte de contar con un armario lleno de cremas de todo tipo.
Debía reconocerlo, Joseph tenía un gusto exquisito.
En cuanto entró al cuarto la noche anterior se sorprendió de que esa zona de la casa no estuviese revuelta pero después supo que, quitando los enseres del baño, el resto de muebles estaba completamente vacío.
El ruido extraño que la había despertado volvió a repetirse y eso la hizo reaccionar, ¿y si los ladrones habían vuelto?
Con la templanza digna de una policía como ella, cogió su pistola, la había guardado en un cajón de una de las mesillas, y retiró el seguro.
Abrió la puerta y salió al pasillo en completo silencio, al comprobar la situación descubrió que Joseph no estaba en su cuarto. El temor la alcanzó.
¿Y si le había pasado algo?
El ruido continuaba en la planta baja por lo que no debían haberla escuchado.
Bajó las escaleras suavemente, con la pistola apuntando al frente y todos los sentidos alerta.
A diferencia que la noche anterior se encontró con todo ordenado, que extraño.
El ruido cada vez se escuchaba más cerca pero después de comprobar todos los pasillos fue incapaz de encontrar nada.
Tampoco había rastro de Joseph por ningún sitio, lo que hizo que se preocupase aún más.
Decidió no cejar en la búsqueda y se guió de su oído para saber de dónde venía exactamente el ruido.
Al parecer venía de uno de los pasillos más alejados de la entrada pero allí no había nadie.
Hasta que _______ escuchó unos pases que no venían ni de adelante ni de atrás, sino de abajo.
Con sorpresa descubrió que en el piso del pasillo había una trampilla tan bien disimulada que antes había pasado desapercibida a sus ojos.
Se apartó dos pasos de ella y apuntó hacia allí con la pistola, los pasos cada vez estaba más cerca, y si eran ladrones ella los pondría en su sitio.
La trampilla se abrió y todo sucedió muy rápido.
Joseph había salido con una especie de vasija en la mano cuando vio a _________ delante de él apuntándolo con una pistola.
Del susto perdió el equilibrio y cayó por las escaleras de la trampilla cayendo al suelo, la vasija había resbalado de sus manos y se rompió en mil pedazos.
Maldijo por lo bajo, esa vasija era una pieza muy cara e iba a llevarla al banco para guardarla en el fondo común que tenía con Billy y el resto de sus ''hermanos''.
______ tiró la pistola al suelo y bajó por la trampilla a todo correr, ¿y si Joseph se había matado?
Pero al llegar abajo suspiró cuando vio que el moreno se levantaba, ileso, lo que no podía decirse de la vasija que llevaba antes.
-Por un momento pensé que querías matarme, corrijo, casi me matas-protestó el moreno-no todos los días me encuentro a alguien apuntándome con una pistola, ¿sabes?
-Lo siento, pensé que eran los ladrones que volvieron a entrar-se disculpó mientras empezaba a recoger los pedacitos del suelo.
Joseph sacudió la cabeza y luego se agachó para ayudarla, Billy lo mataría en cuanto se enterase de que había destrozado una de las piezas más valiosas de Japón.
De repente se quedó helado ante la evidencia, la vasija era lo de menos, si Billy tenía noticias de lo que estaba pasando él podría darse por muerto y estaba seguro de que el peligris ya estaba enterado, tenía contactos hasta debajo de las piedras.
________ lo miró preocupado, Joseph se había puesto pálido.
-De verdad que siento lo de la vasija, ¿era muy importante?-preguntó.
-Me la había prestado un banquero por unos días y tenía que devolverla hoy-mintió.
_______ se sintió culpable.
-Ahora tendré que devolvérselo en dinero-la voz le tembló.
La pelinegra consideró eso, si alguien tan rico como Joseph temblaba al hablar de pagar por la vasija podía hacerse idea de cuán cara era.
Joseph pegó un puñetazo en el suelo.
-SI al menos no me hubieses apuntado como si fuese un criminal...
-Oye, que yo solo estaba preocupada, ya te dije que lo sentía.
-Pues muchas gracias-refunfuñó él mientras subía por las escalerillas.
_______ lo siguió, totalmente ofendida.
-Mira, no es culpa mía que esta casa parezca el laberinto del fauno-le dijo mientras el moreno caminaba hacia la cocina-no te encontré en tu cuarto y eso me hizo sospechar, te sorprenderías del índice de casos en el que los ladrones vuelven a robar en sitios que ya lo hicieron en anteriores ocasiones.
Joseph casi se echa a reír, y eso se lo decía a él, quién había robado 200 veces en el museo de Konoha, 400 por cada uno de los museos importantes de Estados Unidos y otros sitios de los que ya no llevaba la cuenta.
-Fue mala idea traerte aquí, ¿Dios es que no puedes ser un poquito normal?-refunfuñó.
________ se quedó petrificada junto al marco de la puerta de la cocina.
-Perdóneme, señor ''ego perfecto'', no te preocupes ahora mismo me largo-dijo girándose en dirección al salón.
Joseph tiró los pedacitos de la vasija, irreconstruible, en la basura y luego fue hacia ella.
De un solo movimiento jaló a _______ hacia atrás y la dejó acorralada entra la pared de la cocina y su cuerpo.
No podía dejarla ir, si lo hacía ella podría estar en peligro o incluso ir a donde sus compañeros policías a contarle lo que cada vez más sospechaba acerca de él.
La respiración de ___________ se aceleró al sentir el cuerpo del rubio tan cerca, su cara estaba a escasos centímetros de la de ella y sus alientos se chocaban en una perfecta sincronía.
Joseph la miró de arriba a abajo prendiendo la llama en su interior, demonios, él siempre lograba eso con ella.
-Tal vez-dijo él acercándose a su oreja-no sea tan mala idea que te quedes en mi casa.
Joseph pegó la nariz al pelo negro de la ojiperla, inspirando el dulce y envolvente aroma, ahora lo único que quería era llevársela a su cuarto y arrancarle la ropa.
-Mmm-susurró ella cuando la lengua del morenio empezó a jugar con el lóbulo de su oreja.
¿Por qué siempre pasa eso? ella quería apartarlo, pero sus brazos caían inertes a cada lado de su cuerpo negándose a apartar aquel cuerpo de de ella, no cuando él se comportaba así.
Joseph deslizó la mano por los bordes de la chaqueta negra que llevaba la pelinegra desde el día anterior y la dejó en una camiseta de tirantes de color gris claro que se le apretaba al cuerpo.
La boca se le hizo agua, él nunca podría ignorar algo así, nunca.
Dejó la oreja de ________ y descendió hasta su hombro para devorar con infinita hambre una de sus clavículas.
La respiración de ________ se hizo más pesada cuando las manos de Joseph volvieron al ataque para masajearle y apretarle los senos por encima de la ropa.
Cansado ya de jugar con su clavícula ascendió y sin previo aviso juntó sus labios con los de ella en un beso arrollador, de esos que sabía que tanto le gustaban a la ojiperla.
Las manos de _______, que hasta entonces habían permanecido fuertemente cerradas a cada lado de su cuerpo, se enredaron en el pelo del moreno, tiró fuerte de la coleta, que era lo único que no le gustaba de él.
Su lengua y la de Joseph protagonizaban una ardiente danza por ver quién lograba dominar a quién.
En un gesto inesperado para el moreno, _______ tomó impulso y rodeó la cintura del chico con sus piernas, haciendo que él acabase de ponerse duro.
Las manos de Joseph la agarraron de los muslos para evitar que cayese al suelo.
Ambos se separaron durante un instante para tomar una bocanada de aire pero poco después volvían a estar besándose frenéticamente.
-¡Traigo un paquete para señorita ________ _________!-exclamó una voz mientras tocaba el timbre de la puerta.
Joseph maldijo, ¿cómo es que siempre pasaba algo como eso?
A regañadientes dejó a ________ en el suelo, que estaba roja como un tomate, y que salió de inmediato de la cocina.
Abrió la puerta mientras luchaba por recobrar la respiración.
El mensajero se la quedó mirando extraño cuando ella firmó y recogió el paquete.
-¿Pasa algo?-preguntó __________.
-Em...bueno verá señorita...-dijo haciendo un gesto que señalaba su clavícula.
_________ descendió la vista hacia su propia clavícula y se puso más roja que nunca, Joseph le había hecho tremendo chupón que hasta el más miope lo vería.
Sintió como otra llama prendía de nuevo en su interior, pero esta vez de furia.
-Gracias por traer el paquete-le dijo al mensajero antes de cerrar la puerta.
Volvió a la cocina en la actitud de una leona, ese atrevido se iba a enterar. Cuando regresó, Joseph estaba sentado tranquilamente tomándose un café.
-¿Quién te manda paquete?-preguntó tan tranquilo.
________ lo odió más solamente por ese hecho.
Dio un golpe en la mesa con la mano, haciendo que se le cayese el café por encima al moreno.
-¡Mira lo que has hecho!-exclamó el chico quitándose de inmediato su camiseta, pues el café prácticamente ardía.
-¡Mira que me has hecho tú a mí!-dijo ella señalando el chupón.
-¿Y tanto escándalo por eso?
________ refunfuñó y con un gruñido se salió de la cocina cargando el paquete. Aún llena de ira lo tiró encima del sofá y sacó la tapa.
Llevaba la misma ropa desde ayer y necesitaba urgentemente ropa limpia.
Sacó la primera prenda de ropa que encontró y se quedó de piedra al ver que aquello no era suyo.
-¿Qué-es-esto?-murmuró.
-Ojojojo-dijo Joseph que apareció tras ella-¿de verdad tú usas eso?
________ se puso roja como un tomate, toda la caja estaba llena de camisetas de tirantes, shorts y mini faldas, por no hablar del calzado y la ropa interior.
Joseph saltó el respaldo del sofá y se sentó junto a ella.
-Al final eres una poli mala ¿eh?-preguntó él divertido mientras le jugaba con el pelo.
-¿Qué crees que haces baboso?-dijo separándose de él-esta ropa no es mía, no sé qué habréis planeado Demi y tú pero esto... ¡me largo de aquí!
________ se levantó del sofá y fue directa a la puerta, la cual se abrió de golpe.
_________ se quedó muda junto a la puerta cuando de repente apareció una chica vestida con un corpiño negro y una falda de vuelo corta y también negra.
Colgando del cuello tenía una enorme cruz plateada que hacía juego con los pendientes de misma forma y material. Tenía el cabello de un rosa claro recogido en dos colas con lacitos de color rojo. Sus labios estaban pintados de un carmesí intenso y llevaba la raya en los ojos que hacían resaltar su magnífica tonalidad verde. Sin duda era una gótica total.
-¿Quién eres tú?-se preguntaron las dos al mismo tiempo.
Joseph se quedó mudo cuando vio a Nana entrar por la puerta. Demonios, aquello no podía estar pasando, no a él.
-Yo soy la hermana de Joe-contestó con una sonrisa.
_______ se quedó helada.
-¡Nana-!-exclamó el moreno.
-No me digas que...ella no lo sabía-dijo llevándose una mano a la boca.
-Ella es policía-susurró Joseph mientras _________ empezaba a alejarse de la puerta y a coger su teléfono móvil.
-Por favor ________, no llames a la policía-pidió él.
Ella lo miró.
-¿Qué no lo haga?-se echó a reír-¡eres ''Joe''!
-Puedo explicarlo-dijo el moreno.
-Puede explicarlo-corroboró Nana.
-Solo necesito que me escuches _________.
6.Peligroso
Un extraño ruido procedente de la planta baja perturbó su silencioso sueño.
Al abrir los ojos se encontró en la negra y espesa oscuridad del cuarto de huéspedes de Joseph. Suspiró, ella, que había prometido no acercarse nunca más a él y ahora amanecía en su casa.
Se levantó lentamente de la cama mientras prendía el interruptor de la luz.
El cuarto era sumamente acogedor y cómodo, la cama era grande y con suaves sábanas de algodón, las mesillas de noche de caoba fina, al igual que la madera del suelo. El tocador, se le hizo extraña que Joseph tuviese un tocador, parecía muy antiguo, de madera de castaño con un enorme espejo engarzado en la parte superior.
Del techo colgaba una imponente lámpara de lágrimas de cristal muy elegante que hacía juego con el color marrón casi blanco de las paredes.
Pero si la habitación la había sorprendido, el baño la deslumbró, tenía un impresionante jacuzzi y una ducha hidromasaje, aparte de contar con un armario lleno de cremas de todo tipo.
Debía reconocerlo, Joseph tenía un gusto exquisito.
En cuanto entró al cuarto la noche anterior se sorprendió de que esa zona de la casa no estuviese revuelta pero después supo que, quitando los enseres del baño, el resto de muebles estaba completamente vacío.
El ruido extraño que la había despertado volvió a repetirse y eso la hizo reaccionar, ¿y si los ladrones habían vuelto?
Con la templanza digna de una policía como ella, cogió su pistola, la había guardado en un cajón de una de las mesillas, y retiró el seguro.
Abrió la puerta y salió al pasillo en completo silencio, al comprobar la situación descubrió que Joseph no estaba en su cuarto. El temor la alcanzó.
¿Y si le había pasado algo?
El ruido continuaba en la planta baja por lo que no debían haberla escuchado.
Bajó las escaleras suavemente, con la pistola apuntando al frente y todos los sentidos alerta.
A diferencia que la noche anterior se encontró con todo ordenado, que extraño.
El ruido cada vez se escuchaba más cerca pero después de comprobar todos los pasillos fue incapaz de encontrar nada.
Tampoco había rastro de Joseph por ningún sitio, lo que hizo que se preocupase aún más.
Decidió no cejar en la búsqueda y se guió de su oído para saber de dónde venía exactamente el ruido.
Al parecer venía de uno de los pasillos más alejados de la entrada pero allí no había nadie.
Hasta que _______ escuchó unos pases que no venían ni de adelante ni de atrás, sino de abajo.
Con sorpresa descubrió que en el piso del pasillo había una trampilla tan bien disimulada que antes había pasado desapercibida a sus ojos.
Se apartó dos pasos de ella y apuntó hacia allí con la pistola, los pasos cada vez estaba más cerca, y si eran ladrones ella los pondría en su sitio.
La trampilla se abrió y todo sucedió muy rápido.
Joseph había salido con una especie de vasija en la mano cuando vio a _________ delante de él apuntándolo con una pistola.
Del susto perdió el equilibrio y cayó por las escaleras de la trampilla cayendo al suelo, la vasija había resbalado de sus manos y se rompió en mil pedazos.
Maldijo por lo bajo, esa vasija era una pieza muy cara e iba a llevarla al banco para guardarla en el fondo común que tenía con Billy y el resto de sus ''hermanos''.
______ tiró la pistola al suelo y bajó por la trampilla a todo correr, ¿y si Joseph se había matado?
Pero al llegar abajo suspiró cuando vio que el moreno se levantaba, ileso, lo que no podía decirse de la vasija que llevaba antes.
-Por un momento pensé que querías matarme, corrijo, casi me matas-protestó el moreno-no todos los días me encuentro a alguien apuntándome con una pistola, ¿sabes?
-Lo siento, pensé que eran los ladrones que volvieron a entrar-se disculpó mientras empezaba a recoger los pedacitos del suelo.
Joseph sacudió la cabeza y luego se agachó para ayudarla, Billy lo mataría en cuanto se enterase de que había destrozado una de las piezas más valiosas de Japón.
De repente se quedó helado ante la evidencia, la vasija era lo de menos, si Billy tenía noticias de lo que estaba pasando él podría darse por muerto y estaba seguro de que el peligris ya estaba enterado, tenía contactos hasta debajo de las piedras.
________ lo miró preocupado, Joseph se había puesto pálido.
-De verdad que siento lo de la vasija, ¿era muy importante?-preguntó.
-Me la había prestado un banquero por unos días y tenía que devolverla hoy-mintió.
_______ se sintió culpable.
-Ahora tendré que devolvérselo en dinero-la voz le tembló.
La pelinegra consideró eso, si alguien tan rico como Joseph temblaba al hablar de pagar por la vasija podía hacerse idea de cuán cara era.
Joseph pegó un puñetazo en el suelo.
-SI al menos no me hubieses apuntado como si fuese un criminal...
-Oye, que yo solo estaba preocupada, ya te dije que lo sentía.
-Pues muchas gracias-refunfuñó él mientras subía por las escalerillas.
_______ lo siguió, totalmente ofendida.
-Mira, no es culpa mía que esta casa parezca el laberinto del fauno-le dijo mientras el moreno caminaba hacia la cocina-no te encontré en tu cuarto y eso me hizo sospechar, te sorprenderías del índice de casos en el que los ladrones vuelven a robar en sitios que ya lo hicieron en anteriores ocasiones.
Joseph casi se echa a reír, y eso se lo decía a él, quién había robado 200 veces en el museo de Konoha, 400 por cada uno de los museos importantes de Estados Unidos y otros sitios de los que ya no llevaba la cuenta.
-Fue mala idea traerte aquí, ¿Dios es que no puedes ser un poquito normal?-refunfuñó.
________ se quedó petrificada junto al marco de la puerta de la cocina.
-Perdóneme, señor ''ego perfecto'', no te preocupes ahora mismo me largo-dijo girándose en dirección al salón.
Joseph tiró los pedacitos de la vasija, irreconstruible, en la basura y luego fue hacia ella.
De un solo movimiento jaló a _______ hacia atrás y la dejó acorralada entra la pared de la cocina y su cuerpo.
No podía dejarla ir, si lo hacía ella podría estar en peligro o incluso ir a donde sus compañeros policías a contarle lo que cada vez más sospechaba acerca de él.
La respiración de ___________ se aceleró al sentir el cuerpo del rubio tan cerca, su cara estaba a escasos centímetros de la de ella y sus alientos se chocaban en una perfecta sincronía.
Joseph la miró de arriba a abajo prendiendo la llama en su interior, demonios, él siempre lograba eso con ella.
-Tal vez-dijo él acercándose a su oreja-no sea tan mala idea que te quedes en mi casa.
Joseph pegó la nariz al pelo negro de la ojiperla, inspirando el dulce y envolvente aroma, ahora lo único que quería era llevársela a su cuarto y arrancarle la ropa.
-Mmm-susurró ella cuando la lengua del morenio empezó a jugar con el lóbulo de su oreja.
¿Por qué siempre pasa eso? ella quería apartarlo, pero sus brazos caían inertes a cada lado de su cuerpo negándose a apartar aquel cuerpo de de ella, no cuando él se comportaba así.
Joseph deslizó la mano por los bordes de la chaqueta negra que llevaba la pelinegra desde el día anterior y la dejó en una camiseta de tirantes de color gris claro que se le apretaba al cuerpo.
La boca se le hizo agua, él nunca podría ignorar algo así, nunca.
Dejó la oreja de ________ y descendió hasta su hombro para devorar con infinita hambre una de sus clavículas.
La respiración de ________ se hizo más pesada cuando las manos de Joseph volvieron al ataque para masajearle y apretarle los senos por encima de la ropa.
Cansado ya de jugar con su clavícula ascendió y sin previo aviso juntó sus labios con los de ella en un beso arrollador, de esos que sabía que tanto le gustaban a la ojiperla.
Las manos de _______, que hasta entonces habían permanecido fuertemente cerradas a cada lado de su cuerpo, se enredaron en el pelo del moreno, tiró fuerte de la coleta, que era lo único que no le gustaba de él.
Su lengua y la de Joseph protagonizaban una ardiente danza por ver quién lograba dominar a quién.
En un gesto inesperado para el moreno, _______ tomó impulso y rodeó la cintura del chico con sus piernas, haciendo que él acabase de ponerse duro.
Las manos de Joseph la agarraron de los muslos para evitar que cayese al suelo.
Ambos se separaron durante un instante para tomar una bocanada de aire pero poco después volvían a estar besándose frenéticamente.
-¡Traigo un paquete para señorita ________ _________!-exclamó una voz mientras tocaba el timbre de la puerta.
Joseph maldijo, ¿cómo es que siempre pasaba algo como eso?
A regañadientes dejó a ________ en el suelo, que estaba roja como un tomate, y que salió de inmediato de la cocina.
Abrió la puerta mientras luchaba por recobrar la respiración.
El mensajero se la quedó mirando extraño cuando ella firmó y recogió el paquete.
-¿Pasa algo?-preguntó __________.
-Em...bueno verá señorita...-dijo haciendo un gesto que señalaba su clavícula.
_________ descendió la vista hacia su propia clavícula y se puso más roja que nunca, Joseph le había hecho tremendo chupón que hasta el más miope lo vería.
Sintió como otra llama prendía de nuevo en su interior, pero esta vez de furia.
-Gracias por traer el paquete-le dijo al mensajero antes de cerrar la puerta.
Volvió a la cocina en la actitud de una leona, ese atrevido se iba a enterar. Cuando regresó, Joseph estaba sentado tranquilamente tomándose un café.
-¿Quién te manda paquete?-preguntó tan tranquilo.
________ lo odió más solamente por ese hecho.
Dio un golpe en la mesa con la mano, haciendo que se le cayese el café por encima al moreno.
-¡Mira lo que has hecho!-exclamó el chico quitándose de inmediato su camiseta, pues el café prácticamente ardía.
-¡Mira que me has hecho tú a mí!-dijo ella señalando el chupón.
-¿Y tanto escándalo por eso?
________ refunfuñó y con un gruñido se salió de la cocina cargando el paquete. Aún llena de ira lo tiró encima del sofá y sacó la tapa.
Llevaba la misma ropa desde ayer y necesitaba urgentemente ropa limpia.
Sacó la primera prenda de ropa que encontró y se quedó de piedra al ver que aquello no era suyo.
-¿Qué-es-esto?-murmuró.
-Ojojojo-dijo Joseph que apareció tras ella-¿de verdad tú usas eso?
________ se puso roja como un tomate, toda la caja estaba llena de camisetas de tirantes, shorts y mini faldas, por no hablar del calzado y la ropa interior.
Joseph saltó el respaldo del sofá y se sentó junto a ella.
-Al final eres una poli mala ¿eh?-preguntó él divertido mientras le jugaba con el pelo.
-¿Qué crees que haces baboso?-dijo separándose de él-esta ropa no es mía, no sé qué habréis planeado Demi y tú pero esto... ¡me largo de aquí!
________ se levantó del sofá y fue directa a la puerta, la cual se abrió de golpe.
_________ se quedó muda junto a la puerta cuando de repente apareció una chica vestida con un corpiño negro y una falda de vuelo corta y también negra.
Colgando del cuello tenía una enorme cruz plateada que hacía juego con los pendientes de misma forma y material. Tenía el cabello de un rosa claro recogido en dos colas con lacitos de color rojo. Sus labios estaban pintados de un carmesí intenso y llevaba la raya en los ojos que hacían resaltar su magnífica tonalidad verde. Sin duda era una gótica total.
-¿Quién eres tú?-se preguntaron las dos al mismo tiempo.
Joseph se quedó mudo cuando vio a Nana entrar por la puerta. Demonios, aquello no podía estar pasando, no a él.
-Yo soy la hermana de Joe-contestó con una sonrisa.
_______ se quedó helada.
-¡Nana-!-exclamó el moreno.
-No me digas que...ella no lo sabía-dijo llevándose una mano a la boca.
-Ella es policía-susurró Joseph mientras _________ empezaba a alejarse de la puerta y a coger su teléfono móvil.
-Por favor ________, no llames a la policía-pidió él.
Ella lo miró.
-¿Qué no lo haga?-se echó a reír-¡eres ''Joe''!
-Puedo explicarlo-dijo el moreno.
-Puede explicarlo-corroboró Nana.
-Solo necesito que me escuches _________.
StayMemiFaither
Re: [+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
Valee' Jonas(: escribió:Nueva Lectora!
Sigueeelaaa!
Bienvenida!!! Espero que te guste la n0ove!!
StayMemiFaither
Re: [+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
YA ests su maraton!!
No me digan que no es largo ehh!!
jaja espero que os gusten!!
No me digan que no es largo ehh!!
jaja espero que os gusten!!
StayMemiFaither
Re: [+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
siempre hacen uno extra plis uno mas nos eas malita
N.L.T.J.B.
Re: [+18]~Exóticos Placeres~[Joe Jonas y Tu] Terminada
Hahaha Ok ahora os subo el extra!
StayMemiFaither
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