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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
awww ke tierno :3 ame este cap
madog17Efron:3
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Hola Nueva Lectora!!!
Ame tu novela
La encuentro taaaan! No se que me encanta ese "No se" que tienes sdhhjdgdsjdgas Cuatico xdd
Siguelaaa! Me encanta *-*
Ame tu novela
La encuentro taaaan! No se que me encanta ese "No se" que tienes sdhhjdgdsjdgas Cuatico xdd
Siguelaaa! Me encanta *-*
JavieraSmileee
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Holaa, soy Bianca ^^ tu nueva lectora.
Me encantó tu novela, se ve interesante.
Por favor seguila pronto!
Me encantó tu novela, se ve interesante.
Por favor seguila pronto!
biantommotomlinson
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Hola a Las Nuevas Lectoras ahora la sigo!! :ilusion:
MayraJB
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Cap.7
—Ey, Ángel —dijo Nick, arrojando su brazo alrededor de mi hombro y mirando a
los dos chicos, que de inmediato soltaron la mano y dieron un paso atrás. Me
acerqué al lado de Nick y me presioné contra él con tanta fuerza que dolía—.
Espero que no estuvieran molestando a mi chica —dijo casualmente, pero podía oír
el enfado en su tono de voz. Nick siempre ha sido protector conmigo; una vez un
chico me empujó en un charco cuanto tenía siete, y Nick fue directamente a la casa
del muchacho y le dio un ****azo en la cara.
—De ninguna manera, hombre. Estábamos hablando, eso es todo. —El chico
mintió, levantando las manos inocentemente.
—Está bien. Vamos entonces, Ángel, nos vamos a casa —dijo Nick, guiándome
hacia la puerta. Una vez fuera, se giró para mirarme—. ¿Estás bien? —preguntó,
revisándome preocupado. Estaba bien, mi corazón se detuvo de tratar de salir del
pecho tan pronto como oí su voz.
Asentí y le sonreí gratamente.
—Gracias —murmuré. Abrió la puerta del coche y esperó a que subiese antes de
rodearlo hacia su lado. Una vez dentro arrojó algo en mi regazo, miré hacia abajo a
la barrita de mi chocolate favorito. No pude evitar sonreír—. Gracias, Nick. —Él
siempre hacía cosas dulces como comprarme golosinas, era una lástima que fuese
un gigoló ****a, de lo contrario sería probablemente un buen chico.
Cuando llegué a casa, fui directamente a trabajar en la lasaña para cenar. Nick se
cernía detrás de mí alrededor de la cocina, haciéndome sentir violada mientras
miraba mi cuerpo.
—Por el amor de Dios, Nick, ¡mis ojos están aquí! —dije airadamente,
señalándome la cara.
Se rió.
—Wow, estás verdaderamente de mal humor conmigo hoy, ¿eh? —bromeó,
sonriendo.
—Si, lo estoy. No puedo creerme lo de esta mañana. No me gustan las prisas; me
he visto y sentido como una **** todo el día —dije con acritud.
—Creo que te has visto caliente todo el día —respondió, encogiéndose de
hombros.
—Ugh, ¿puedes dejar de hablarme? No estoy de humor. —Tiré la comida en el
horno y me puse a preparar un poco de ensalada.
—Bien, lo que sea. —Se encogió de hombros otra vez y vino a mi lado,
ayudándome a preparar la ensalada. Estaba tan cerca de mí que podía sentir el
calor que irradiaba de su cuerpo al mío, era extrañamente calmante.
—Voy a ir a hacer los deberes. La lasaña estará hecha en una hora y media;
imagino que te quedas a cenar —dije. No era una pregunta, sabía que lo haría. No
estoy segura de que Jake le pidiese que se quedara conmigo cuando él estaba
fuera, pero Nick lo hacía siempre de todos modos.
—Seguro, viendo cómo me lo preguntas tan educadamente. —Sonrió.
—No estaba preguntando —gruñí sarcásticamente mientras me giraba para
alejarme.
Me agarró la mano y se acercó a mí, estaba tan cerca que mi pecho tocaba el suyo,
podía sentir su aliento soplando en mi cara.
—Ángel, lo siento por lo de esta mañana. Lo hago. Por favor deja de ser toda una
perra conmigo, no te pega —dijo en voz baja.
Respiré hondo y suspiré.
—Está bien, si, lo siento también. Supongo que he sido una zorra contigo —admití,
tratando de apartar la mirada de sus hermosos ojos cafés claro que se sentía como
si estuvieran viendo mi alma.
—Así que, ¿estoy perdonado? —preguntó, sonriendo.
Me gustaba este Nick, él que me cuidaba, él que era diferente cuando estábamos
por nuestra cuenta. Me puso su adorable carita de cachorro a la que no podía decir
que no, y sentí a mi voluntad de odiarlo desmoronarse.
Me reí y puse los ojos en blanco.
—Lo que sea. Voy a ir a hacer los deberes antes de cenar. —Me empujé fuera de su
retención y me alejé rápidamente.
Se sentía raro estar cerca de él de esa manera, todavía podía sentir el hormigueo
de electricidad fluyendo a través de la mano donde nos habíamos cogido, todavía
podía oler su dulce aliento que había soplado en mi cara. No tenía ni idea de la
atmósfera tan rara de la cocina; todo era muy confuso. Negué con la cabeza y
saqué mi tarea de cálculo, tratando de empezarla por lo menos.
Después de cenar en silencio, terminé mi tarea. Sólo eran las ocho y media así que
Nick decidió poner una película. Puso Destino Final, y nos sentamos en el sofá a
verla. Me sentí un poco incómoda por alguna razón que no podía entender. Estaba
sentada aquí como siempre, pero algo se sentía diferente. Le miré a escondidas
varias veces, estaba sentado ahí viendo la película, con una pierna doblada sobre la
otra, el brazo colgando casualmente en el respaldo de mi silla.
Ninguno de los dos se movió hasta que la peli terminó. Ahogué un bostezo.
—Creo que me voy a la cama, Nick, estoy muy cansada. —Murmuré, levantándome
y estirándome como un gato. Cuando lo miré de nuevo, me di cuenta de que me
estaba observando atentamente. Me aclaré la garganta ya que todavía seguía
mirándome fijamente con una extraña expresión en su cara.
—Oh, bien, sí, está bien. Voy directo a casa entonces, estaré de vuelta en media
hora —dijo, poniéndose de pie para salir.
Lo seguí y cerré la puerta detrás de él, un poco desconcertada. ¿Por qué era todo
tan tenso y extraño entre nosotros esta noche? Sería probablemente porque estaba
tan molesta con él esta mañana que hice las cosas un poco torpes.
Me cambié rápidamente a una camiseta sin mangas y pantalones cortos, me lavé
los dientes, el pelo, y me metí en la cama. Esta estaba fría y era demasiado grande,
al igual que cada noche. Después de unos veinte minutos o así, escuché a mi
ventana deslizarse y cerrarse de nuevo. Ropas cayeron al suelo y luego la cama se
hundió detrás de mí.
—Ey, ¿estás dormida? —susurró.
—No, todavía no —murmuré.
Levanté la cabeza para poder poner uno de sus brazos bajo mi cuello. Apretó el
pecho contra mi espalda y envolvió su otro brazo a mí alrededor, lanzando una
pierna sobre la mía. Le oí suspirar mientras me retorcía para acercarme más a él,
me encantaba que Nick durmiera conmigo, la cama no se sentía bien sin él.
—¿Qué pasa? —pregunté, tirando de sus brazos apretados a mi alrededor y
presionando mi rostro en su brazo, oliendo su increíble aroma que era como
ninguna otra cosa en el mundo.
—Nada, Ángel. Sólo estoy cansado, eso es todo —murmuró contra la parte
posterior de mi cabeza, presionando sus labios en mi pelo.
—Está bien. Buenas noches, Nick —susurré, besando su brazo.
—Buenas noches, Ángel —respondió, besando la parte de atrás de mi cabeza.
—Ey, Ángel —dijo Nick, arrojando su brazo alrededor de mi hombro y mirando a
los dos chicos, que de inmediato soltaron la mano y dieron un paso atrás. Me
acerqué al lado de Nick y me presioné contra él con tanta fuerza que dolía—.
Espero que no estuvieran molestando a mi chica —dijo casualmente, pero podía oír
el enfado en su tono de voz. Nick siempre ha sido protector conmigo; una vez un
chico me empujó en un charco cuanto tenía siete, y Nick fue directamente a la casa
del muchacho y le dio un ****azo en la cara.
—De ninguna manera, hombre. Estábamos hablando, eso es todo. —El chico
mintió, levantando las manos inocentemente.
—Está bien. Vamos entonces, Ángel, nos vamos a casa —dijo Nick, guiándome
hacia la puerta. Una vez fuera, se giró para mirarme—. ¿Estás bien? —preguntó,
revisándome preocupado. Estaba bien, mi corazón se detuvo de tratar de salir del
pecho tan pronto como oí su voz.
Asentí y le sonreí gratamente.
—Gracias —murmuré. Abrió la puerta del coche y esperó a que subiese antes de
rodearlo hacia su lado. Una vez dentro arrojó algo en mi regazo, miré hacia abajo a
la barrita de mi chocolate favorito. No pude evitar sonreír—. Gracias, Nick. —Él
siempre hacía cosas dulces como comprarme golosinas, era una lástima que fuese
un gigoló ****a, de lo contrario sería probablemente un buen chico.
Cuando llegué a casa, fui directamente a trabajar en la lasaña para cenar. Nick se
cernía detrás de mí alrededor de la cocina, haciéndome sentir violada mientras
miraba mi cuerpo.
—Por el amor de Dios, Nick, ¡mis ojos están aquí! —dije airadamente,
señalándome la cara.
Se rió.
—Wow, estás verdaderamente de mal humor conmigo hoy, ¿eh? —bromeó,
sonriendo.
—Si, lo estoy. No puedo creerme lo de esta mañana. No me gustan las prisas; me
he visto y sentido como una **** todo el día —dije con acritud.
—Creo que te has visto caliente todo el día —respondió, encogiéndose de
hombros.
—Ugh, ¿puedes dejar de hablarme? No estoy de humor. —Tiré la comida en el
horno y me puse a preparar un poco de ensalada.
—Bien, lo que sea. —Se encogió de hombros otra vez y vino a mi lado,
ayudándome a preparar la ensalada. Estaba tan cerca de mí que podía sentir el
calor que irradiaba de su cuerpo al mío, era extrañamente calmante.
—Voy a ir a hacer los deberes. La lasaña estará hecha en una hora y media;
imagino que te quedas a cenar —dije. No era una pregunta, sabía que lo haría. No
estoy segura de que Jake le pidiese que se quedara conmigo cuando él estaba
fuera, pero Nick lo hacía siempre de todos modos.
—Seguro, viendo cómo me lo preguntas tan educadamente. —Sonrió.
—No estaba preguntando —gruñí sarcásticamente mientras me giraba para
alejarme.
Me agarró la mano y se acercó a mí, estaba tan cerca que mi pecho tocaba el suyo,
podía sentir su aliento soplando en mi cara.
—Ángel, lo siento por lo de esta mañana. Lo hago. Por favor deja de ser toda una
perra conmigo, no te pega —dijo en voz baja.
Respiré hondo y suspiré.
—Está bien, si, lo siento también. Supongo que he sido una zorra contigo —admití,
tratando de apartar la mirada de sus hermosos ojos cafés claro que se sentía como
si estuvieran viendo mi alma.
—Así que, ¿estoy perdonado? —preguntó, sonriendo.
Me gustaba este Nick, él que me cuidaba, él que era diferente cuando estábamos
por nuestra cuenta. Me puso su adorable carita de cachorro a la que no podía decir
que no, y sentí a mi voluntad de odiarlo desmoronarse.
Me reí y puse los ojos en blanco.
—Lo que sea. Voy a ir a hacer los deberes antes de cenar. —Me empujé fuera de su
retención y me alejé rápidamente.
Se sentía raro estar cerca de él de esa manera, todavía podía sentir el hormigueo
de electricidad fluyendo a través de la mano donde nos habíamos cogido, todavía
podía oler su dulce aliento que había soplado en mi cara. No tenía ni idea de la
atmósfera tan rara de la cocina; todo era muy confuso. Negué con la cabeza y
saqué mi tarea de cálculo, tratando de empezarla por lo menos.
Después de cenar en silencio, terminé mi tarea. Sólo eran las ocho y media así que
Nick decidió poner una película. Puso Destino Final, y nos sentamos en el sofá a
verla. Me sentí un poco incómoda por alguna razón que no podía entender. Estaba
sentada aquí como siempre, pero algo se sentía diferente. Le miré a escondidas
varias veces, estaba sentado ahí viendo la película, con una pierna doblada sobre la
otra, el brazo colgando casualmente en el respaldo de mi silla.
Ninguno de los dos se movió hasta que la peli terminó. Ahogué un bostezo.
—Creo que me voy a la cama, Nick, estoy muy cansada. —Murmuré, levantándome
y estirándome como un gato. Cuando lo miré de nuevo, me di cuenta de que me
estaba observando atentamente. Me aclaré la garganta ya que todavía seguía
mirándome fijamente con una extraña expresión en su cara.
—Oh, bien, sí, está bien. Voy directo a casa entonces, estaré de vuelta en media
hora —dijo, poniéndose de pie para salir.
Lo seguí y cerré la puerta detrás de él, un poco desconcertada. ¿Por qué era todo
tan tenso y extraño entre nosotros esta noche? Sería probablemente porque estaba
tan molesta con él esta mañana que hice las cosas un poco torpes.
Me cambié rápidamente a una camiseta sin mangas y pantalones cortos, me lavé
los dientes, el pelo, y me metí en la cama. Esta estaba fría y era demasiado grande,
al igual que cada noche. Después de unos veinte minutos o así, escuché a mi
ventana deslizarse y cerrarse de nuevo. Ropas cayeron al suelo y luego la cama se
hundió detrás de mí.
—Ey, ¿estás dormida? —susurró.
—No, todavía no —murmuré.
Levanté la cabeza para poder poner uno de sus brazos bajo mi cuello. Apretó el
pecho contra mi espalda y envolvió su otro brazo a mí alrededor, lanzando una
pierna sobre la mía. Le oí suspirar mientras me retorcía para acercarme más a él,
me encantaba que Nick durmiera conmigo, la cama no se sentía bien sin él.
—¿Qué pasa? —pregunté, tirando de sus brazos apretados a mi alrededor y
presionando mi rostro en su brazo, oliendo su increíble aroma que era como
ninguna otra cosa en el mundo.
—Nada, Ángel. Sólo estoy cansado, eso es todo —murmuró contra la parte
posterior de mi cabeza, presionando sus labios en mi pelo.
—Está bien. Buenas noches, Nick —susurré, besando su brazo.
—Buenas noches, Ángel —respondió, besando la parte de atrás de mi cabeza.
MayraJB
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Cap.8
Me desperté a las seis en punto como siempre para apagar mi alarma; la
silencié e intenté, sin éxito, moverme lejos de nick. Tenía mi cabeza en
su pecho y mi pierna encima de su entrepierna, lo cual como siempre, ya estaba
llena de “gloria matutina” que les pasaba a todos los chicos. Él tenía su mano en mi
rodilla, fijando mi pierna ahí, y su otro brazo envuelto tensamente alrededor de mi
cintura. Cuando traté de moverlo, apretó su agarre, murmurando algo en sueño
sobre ya no querer ir más a la universidad.
Moví mi brazo y toqué su estómago.
—Seis en punto —murmuré, tocándolo de nuevo cuando no abrió sus ojos.
Él gruñó y apretó su agarre, moviéndome así que quedé completamente encima de
él. Podía sentir su erección presionando entre mis piernas. Jadeé con la sensación,
era extraño pero en verdad se sintió bien. ¿Qué demonios está mal conmigo?
¡Este es nick por amor de Dios! Traté de liberarme, pero eso sólo nos hizo rozarnos en
lugares en los que preferiría no pensar en el amigo mujeriego de mi hermano, en
un contacto mejor amigo. Mi cuerpo comenzó a cosquillear y no pude evitar que
un pequeño gemido se me escapara de los labios. Oh Dios mío, ¡eso en verdad se
siente bien!
—¿Nick? —le susurré/grité.
Él abrió sus ojos de golpe y me miró, impactado. Su expresión rápidamente cambió
a su sonrisa de marca, la cual quería golpear fuera de su rostro.
—Bueno, buenos días, ángel. Wow, esto es una primera vez —ronroneó, alzando
sus cejas, su sonrisa de asombro.
—¿Me soltarías por amor de Dios? —le susurré grité. Él alzó sus manos a modo de
rendición y rápidamente rodé de encima de él.
—Son las seis —refunfuñé, frunciendo el ceño.
Él se volteó de lado para mirarme.
—Está bien. No estés enojada conmigo todo el día de hoy, por favor. No sabía que
había hecho eso, lo siento, Ángel, ¿está bien? —susurró, besando mi frente antes
de salir rápidamente de la cama para ponerse su ropa.
—Está bien, lo que sea —murmuré, posicionándome en su lugar cálido de la cama
donde había estado acostado.
—Te veré después. —Me dirigió un guiño antes de salir por mi ventana.
Dándome la vuelta, enterré mi rostro en su almohada, todavía puedo olerlo y eso
me hace sentir segura y calmada. Me hundí en un sueño pacifico por otra hora.
Después de vestirme más pacíficamente que ayer, me concentré en mi iPod y
estaba bailando felizmente cuando lo vi comiendo mi cereal de nuevo. ¡Cada jodido
día! Suspiré y robé el cereal de sus manos.
—¡Demonios, Nick, hay como cuatro cereales en las alacenas y sólo comes el mío!
¿Por qué? ¿Lo haces solo para enojarme? —pregunté, frunciendo el ceño, cuando
comencé a masticar mi desayuno.
—Buenos días para ti también, Ángel —dijo educadamente, con una sonrisa de
diversión en su rostro.
—Claro, hola. —Me dejé caer y comí mi cereal mientras Jake entraba en la cocina.
—Hey, chicos, ¿están casi listos para irse? —preguntó Jake, lanzándonos a cada
uno una caja de jugo como siempre.
Ambos asentimos y nos dirigimos al auto de Nick.
Mientras me acercaba a la escuela, Jake me agarró y me llevó para una charla.
—¿Qué pasa? —pregunté, preocupada.
Parecía un poco desesperado; su cabello estaba desorganizado, como si hubiera
estado jalándolo o pasando sus manos por él un montón, sus ojos estaban tensos
con estrés.
—Olvidé que el cumpleaños de Terri es mañana, ¡y no idea de que darle! —chilló
desesperadamente, pasando sus manos por su cabello fuertemente, confirmando
mis sospechas sobre el estilo.
—Cálmate, todavía tienes tiempo. Ahora, ¿qué clase de cosas le gustan? —
pregunté, pensando en Terri y todo lo que sabía sobre ella.
—Quería darle algo que pudiera quedarse con él, pero no sé qué… —Cerró sus
ojos, obviamente entrando en pánico.
—Sean, cálmate. ¿Qué te parece unos lindos pendientes? ¿Le gustan las piedras,
verdad? También podrías darle un nuevo joyero o algo para ponerlas dentro —
sugerí.
Su rostro se iluminó.
—¡Sí! Tiene un gusto por los joyeros antiguo en este momento. ¡Esa es una idea
genial! Oh Dios gracias, ______. ¡Te debo a lo grande! Voy a saltarme la mañana
para poder conseguirla —dijo, sonriendo emocionadamente y corriendo, gritando
adiós por su hombro.
Caminé de regreso al colegio, y noté que no había casi nadie.
**** santa, ¿llego tarde? Comencé a correr por el pasillo; pude ver a Nick y un
par de sus amigos caminando hacia mí.
—Disminuye la velocidad, Ángel, te caerás —gritó Nick, sonriéndome mientras yo
medio corría, medio caminaba hacia él.
Me desperté a las seis en punto como siempre para apagar mi alarma; la
silencié e intenté, sin éxito, moverme lejos de nick. Tenía mi cabeza en
su pecho y mi pierna encima de su entrepierna, lo cual como siempre, ya estaba
llena de “gloria matutina” que les pasaba a todos los chicos. Él tenía su mano en mi
rodilla, fijando mi pierna ahí, y su otro brazo envuelto tensamente alrededor de mi
cintura. Cuando traté de moverlo, apretó su agarre, murmurando algo en sueño
sobre ya no querer ir más a la universidad.
Moví mi brazo y toqué su estómago.
—Seis en punto —murmuré, tocándolo de nuevo cuando no abrió sus ojos.
Él gruñó y apretó su agarre, moviéndome así que quedé completamente encima de
él. Podía sentir su erección presionando entre mis piernas. Jadeé con la sensación,
era extraño pero en verdad se sintió bien. ¿Qué demonios está mal conmigo?
¡Este es nick por amor de Dios! Traté de liberarme, pero eso sólo nos hizo rozarnos en
lugares en los que preferiría no pensar en el amigo mujeriego de mi hermano, en
un contacto mejor amigo. Mi cuerpo comenzó a cosquillear y no pude evitar que
un pequeño gemido se me escapara de los labios. Oh Dios mío, ¡eso en verdad se
siente bien!
—¿Nick? —le susurré/grité.
Él abrió sus ojos de golpe y me miró, impactado. Su expresión rápidamente cambió
a su sonrisa de marca, la cual quería golpear fuera de su rostro.
—Bueno, buenos días, ángel. Wow, esto es una primera vez —ronroneó, alzando
sus cejas, su sonrisa de asombro.
—¿Me soltarías por amor de Dios? —le susurré grité. Él alzó sus manos a modo de
rendición y rápidamente rodé de encima de él.
—Son las seis —refunfuñé, frunciendo el ceño.
Él se volteó de lado para mirarme.
—Está bien. No estés enojada conmigo todo el día de hoy, por favor. No sabía que
había hecho eso, lo siento, Ángel, ¿está bien? —susurró, besando mi frente antes
de salir rápidamente de la cama para ponerse su ropa.
—Está bien, lo que sea —murmuré, posicionándome en su lugar cálido de la cama
donde había estado acostado.
—Te veré después. —Me dirigió un guiño antes de salir por mi ventana.
Dándome la vuelta, enterré mi rostro en su almohada, todavía puedo olerlo y eso
me hace sentir segura y calmada. Me hundí en un sueño pacifico por otra hora.
Después de vestirme más pacíficamente que ayer, me concentré en mi iPod y
estaba bailando felizmente cuando lo vi comiendo mi cereal de nuevo. ¡Cada jodido
día! Suspiré y robé el cereal de sus manos.
—¡Demonios, Nick, hay como cuatro cereales en las alacenas y sólo comes el mío!
¿Por qué? ¿Lo haces solo para enojarme? —pregunté, frunciendo el ceño, cuando
comencé a masticar mi desayuno.
—Buenos días para ti también, Ángel —dijo educadamente, con una sonrisa de
diversión en su rostro.
—Claro, hola. —Me dejé caer y comí mi cereal mientras Jake entraba en la cocina.
—Hey, chicos, ¿están casi listos para irse? —preguntó Jake, lanzándonos a cada
uno una caja de jugo como siempre.
Ambos asentimos y nos dirigimos al auto de Nick.
Mientras me acercaba a la escuela, Jake me agarró y me llevó para una charla.
—¿Qué pasa? —pregunté, preocupada.
Parecía un poco desesperado; su cabello estaba desorganizado, como si hubiera
estado jalándolo o pasando sus manos por él un montón, sus ojos estaban tensos
con estrés.
—Olvidé que el cumpleaños de Terri es mañana, ¡y no idea de que darle! —chilló
desesperadamente, pasando sus manos por su cabello fuertemente, confirmando
mis sospechas sobre el estilo.
—Cálmate, todavía tienes tiempo. Ahora, ¿qué clase de cosas le gustan? —
pregunté, pensando en Terri y todo lo que sabía sobre ella.
—Quería darle algo que pudiera quedarse con él, pero no sé qué… —Cerró sus
ojos, obviamente entrando en pánico.
—Sean, cálmate. ¿Qué te parece unos lindos pendientes? ¿Le gustan las piedras,
verdad? También podrías darle un nuevo joyero o algo para ponerlas dentro —
sugerí.
Su rostro se iluminó.
—¡Sí! Tiene un gusto por los joyeros antiguo en este momento. ¡Esa es una idea
genial! Oh Dios gracias, ______. ¡Te debo a lo grande! Voy a saltarme la mañana
para poder conseguirla —dijo, sonriendo emocionadamente y corriendo, gritando
adiós por su hombro.
Caminé de regreso al colegio, y noté que no había casi nadie.
**** santa, ¿llego tarde? Comencé a correr por el pasillo; pude ver a Nick y un
par de sus amigos caminando hacia mí.
—Disminuye la velocidad, Ángel, te caerás —gritó Nick, sonriéndome mientras yo
medio corría, medio caminaba hacia él.
Última edición por MayraJB el Vie 22 Mar 2013, 12:00 pm, editado 1 vez
MayraJB
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Oooooh quería seguir leyendo :lloro:
Me gusto mucho el capítulo, pero hay una cosa que no entiendo:
1) ¿Quiénes son Sean y Terri? (me perdí de algo)
Y Nick es tan pero tan violablemente tierno :aah:
En fin, espero que la sigas pronto, besos ^^
Me gusto mucho el capítulo, pero hay una cosa que no entiendo:
1) ¿Quiénes son Sean y Terri? (me perdí de algo)
Y Nick es tan pero tan violablemente tierno :aah:
En fin, espero que la sigas pronto, besos ^^
biantommotomlinson
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Dios Siguelaaa ! Muero por otro capitulo :c
JavieraSmileee
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Cap.9
Cuando lo pasé, él sacó su pie para hacerme tropezar, pero antes de que golpeara
el suelo envolvió sus brazos apretadamente alrededor de mi cintura, y me levantó.
—Caray, Ángel, sé que soy caliente, pero no necesitabas caer a mis pies —bromeó,
haciendo reír a todos sus amigos. Lo golpeé en el pecho fuertemente, mirándolo—.
Oh también me gusta un poco rudo, Ángel, sabes eso —dijo, sonriendo
retorcidamente.
Todavía no había soltado mi cintura, dio un paso hacia adelante y presionó su
cuerpo contra el mío, sus manos se deslizaron hacia mi trasero.
—Mmm, genial —ronroneó en mi oído.
Odiaba ser tocada; traía recuerdos de mi padre. Jadeé, y antes de que siquiera
pudiera pensar en lo que estaba haciendo, subí mi pierna y lo golpeé en las
pelotas. Él gruñó y me soltó rápidamente, doblándose por la mitad y agarrando su
ingle.
—¡Mantén tus jodidas manos fuera de mí! —grité, tratando de no llorar. Estaba
luchando por respirar y mis manos estaban temblando.
Me di la vuelta para alejarme corriendo pero me agarró por la mano y me empujó
hacia él de nuevo.
—Ángel, sólo estaba bromeando, sabes que nunca te haría daño —gimió.
Su voz se quebró un poco, sonaba como si tuviera dolor. Miró directamente a mis
ojos; pude ver la honestidad en sus profundos ojos azules acuosos. Me dio un
abrazo y puso sus labios en mi cuello, justo donde se unía con mis hombros y
respiró profundamente por su nariz, enviando a su aliento caliente a bajar por mi
cuello. Esto es lo que siempre hacía para calmarme, cuando lloraba en su hombro;
esta era la única cosa que parecía funcionar. Podía sentir su corazón latiendo
rápidamente contra mi pecho, así que me concentré en hacer juego con mi
respiración y la suya. Respiré su olor hasta que me había calmado. Me moví hacia
atrás y él sólo me estaba mirando, arrepentimiento en su rostro.
—Lo siento. No debería haber hecho eso, Ángel, no pensé —dijo en tono de
disculpa.
Asentí con la cabeza y bufé, limpiándome la cara con la manga.
—Yo también lo siento. ¿Te duele? —le pregunté, haciendo una mueca ante la idea
de cuán fuerte le había dado un rodillazo.
Se encogió de hombros.
—Estoy bien, fue mi culpa —respondió, inclinándose para mirarme a los ojos de
nuevo. Aparté la vista rápidamente, sintiéndome incómoda. Tenía la sensación de
que cuando Nick me miraba a los ojos, podía ver el verdadero yo, el que trataba de
esconderse de todo el mundo, la niña asustada a la que no le gusta que la gente la
toque, porque me traía recuerdos de aquellos domingos y mi padre llevándome al
sofá, guiándome a sentarme en su regazo.
Cuando la gente me tocaba, incluso las chicas, mi corazón se iba a toda marcha y
siempre comenzaba a sentirme enferma. Las únicas excepciones a esto son mi
madre, Jake y Nick. Esta era la razón exacta por la que no tenía citas. La idea de
que alguien me tocara o besara, hacía que mi piel se pusiera de gallina.
Aparté la vista de él y me di cuenta que tenía una gran mancha húmeda en el
hombro en el que había estado llorando. La limpié, frunciendo el ceño.
—He arruinado tu camisa.
—Tengo otras, Ángel, no te preocupes —contestó con una sonrisa fácil, que no era
la sonrisa de satisfacción que le ha dado a otras personas, era una sonrisa sincera,
los que por lo general sólo se consigue en la noche o cuando no había nadie
alrededor.
Miré a mi alrededor y me di cuenta que estábamos solos en el pasillo, me quedé
sin aliento en estado de shock.
—¿Dónde? —murmuré, mirando arriba y abajo del pasillo desesperadamente.
—Ellos fueron a clase —respondió—. Vamos, no hay razón para ir al final, así que
vamos a ir por un trago o algo así. —Me tomó de la mano hacia el
estacionamiento, hacia su coche
—Nick, ¿qué? ¡No puedo faltar a clase! —grité, mirando a mi alrededor
rápidamente para ver si alguien veía a dos estudiantes escapando fuera de la
escuela.
Se echó a reír.
—Vamos, Ángel, una clase no te hará daño. Ya estás diez minutos tarde de todos
modos. —Abrió la puerta del pasajero y me hizo señas para entrar.
Suspiré y de mala gana me subí dentro. Realmente no me importaba pasar tiempo
con Nick, pero eso sólo dependía de cual Nick estaría aquí conmigo, el de la noche
o el del día. El Nick de la noche era considerado, cariñoso y atento. El Nick del día
era un coqueto, un hijo de **** y un pelmazo. Sin embargo, el Nick del día y de la
noche me hacía sentir segura y protegida. Me volví a mirarlo mientras conducía,
tenía una pequeña sonrisa en su rostro.
—¿Qué te pasa? —le pregunté, un poco preocupada de que esto fuera a
convertirse en una especie de broma que iba a acabar mal para mí o
avergonzarme.
—¿Qué quieres decir? ¿No puedo estar contento de que estamos pasando un
tiempo juntos? —me preguntó, y me dio un guiño coqueto. Puse los ojos y gemí.
Genial, una hora con el Nick del día es mi peor pesadilla.
No estaba prestando atención a dónde íbamos, así que me sorprendí cuando nos
detuvimos en el estacionamiento de la pista de hielo. Él sonrió y se levantó, y yo le
seguí con el ceño fruncido.
—¿Qué estamos haciendo aquí? —le pregunté mientras me agarraba la mano y me
llevaba dentro. Tal vez tenían un buen café en el interior o algo, que era la única
razón que se me ocurrió para que me trajera aquí.
Hizo caso omiso de mi pregunta
—Hola, por favor, dos —dijo a la señora detrás del mostrador, entregándole el
dinero. Di un grito ahogado, ¿en realidad íbamos a patinar? Había estado
patinando un par de veces en mi vida, pero era completamente terrible en ello.
—¿Necesitas alquilar patines? —preguntó la señora con una sonrisa amigable,
mientras sus ojos discretamente recorrían el cuerpo de Nick.
—Sí, un once y un cinco por favor —respondió, guiñándome un ojo. Fruncí el ceño
mientras hablaba, preguntándome cómo demonios conocía mi talla de zapatos.
Le pasó dos juegos de patines y él sonrió de nuevo, tomó mi mano y me arrastró a
los bancos. Me di cuenta que la señora no dejaba de ver a Nick mientras se alejó, y
ella se relamía los labios en su trasero. Me reí y puse los ojos en ella, lo cual la hizo
ruborizarse y mirar hacia otro lado.
—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Nick, mirándome extrañamente.
—Tienes otra admiradora —declaré, asintiendo con la cabeza hacia la mujer—.
Simplemente no puedes evitar ser tú mismo, ¿puedes? —bromeé con una pequeña
sonrisa.
Cuando lo pasé, él sacó su pie para hacerme tropezar, pero antes de que golpeara
el suelo envolvió sus brazos apretadamente alrededor de mi cintura, y me levantó.
—Caray, Ángel, sé que soy caliente, pero no necesitabas caer a mis pies —bromeó,
haciendo reír a todos sus amigos. Lo golpeé en el pecho fuertemente, mirándolo—.
Oh también me gusta un poco rudo, Ángel, sabes eso —dijo, sonriendo
retorcidamente.
Todavía no había soltado mi cintura, dio un paso hacia adelante y presionó su
cuerpo contra el mío, sus manos se deslizaron hacia mi trasero.
—Mmm, genial —ronroneó en mi oído.
Odiaba ser tocada; traía recuerdos de mi padre. Jadeé, y antes de que siquiera
pudiera pensar en lo que estaba haciendo, subí mi pierna y lo golpeé en las
pelotas. Él gruñó y me soltó rápidamente, doblándose por la mitad y agarrando su
ingle.
—¡Mantén tus jodidas manos fuera de mí! —grité, tratando de no llorar. Estaba
luchando por respirar y mis manos estaban temblando.
Me di la vuelta para alejarme corriendo pero me agarró por la mano y me empujó
hacia él de nuevo.
—Ángel, sólo estaba bromeando, sabes que nunca te haría daño —gimió.
Su voz se quebró un poco, sonaba como si tuviera dolor. Miró directamente a mis
ojos; pude ver la honestidad en sus profundos ojos azules acuosos. Me dio un
abrazo y puso sus labios en mi cuello, justo donde se unía con mis hombros y
respiró profundamente por su nariz, enviando a su aliento caliente a bajar por mi
cuello. Esto es lo que siempre hacía para calmarme, cuando lloraba en su hombro;
esta era la única cosa que parecía funcionar. Podía sentir su corazón latiendo
rápidamente contra mi pecho, así que me concentré en hacer juego con mi
respiración y la suya. Respiré su olor hasta que me había calmado. Me moví hacia
atrás y él sólo me estaba mirando, arrepentimiento en su rostro.
—Lo siento. No debería haber hecho eso, Ángel, no pensé —dijo en tono de
disculpa.
Asentí con la cabeza y bufé, limpiándome la cara con la manga.
—Yo también lo siento. ¿Te duele? —le pregunté, haciendo una mueca ante la idea
de cuán fuerte le había dado un rodillazo.
Se encogió de hombros.
—Estoy bien, fue mi culpa —respondió, inclinándose para mirarme a los ojos de
nuevo. Aparté la vista rápidamente, sintiéndome incómoda. Tenía la sensación de
que cuando Nick me miraba a los ojos, podía ver el verdadero yo, el que trataba de
esconderse de todo el mundo, la niña asustada a la que no le gusta que la gente la
toque, porque me traía recuerdos de aquellos domingos y mi padre llevándome al
sofá, guiándome a sentarme en su regazo.
Cuando la gente me tocaba, incluso las chicas, mi corazón se iba a toda marcha y
siempre comenzaba a sentirme enferma. Las únicas excepciones a esto son mi
madre, Jake y Nick. Esta era la razón exacta por la que no tenía citas. La idea de
que alguien me tocara o besara, hacía que mi piel se pusiera de gallina.
Aparté la vista de él y me di cuenta que tenía una gran mancha húmeda en el
hombro en el que había estado llorando. La limpié, frunciendo el ceño.
—He arruinado tu camisa.
—Tengo otras, Ángel, no te preocupes —contestó con una sonrisa fácil, que no era
la sonrisa de satisfacción que le ha dado a otras personas, era una sonrisa sincera,
los que por lo general sólo se consigue en la noche o cuando no había nadie
alrededor.
Miré a mi alrededor y me di cuenta que estábamos solos en el pasillo, me quedé
sin aliento en estado de shock.
—¿Dónde? —murmuré, mirando arriba y abajo del pasillo desesperadamente.
—Ellos fueron a clase —respondió—. Vamos, no hay razón para ir al final, así que
vamos a ir por un trago o algo así. —Me tomó de la mano hacia el
estacionamiento, hacia su coche
—Nick, ¿qué? ¡No puedo faltar a clase! —grité, mirando a mi alrededor
rápidamente para ver si alguien veía a dos estudiantes escapando fuera de la
escuela.
Se echó a reír.
—Vamos, Ángel, una clase no te hará daño. Ya estás diez minutos tarde de todos
modos. —Abrió la puerta del pasajero y me hizo señas para entrar.
Suspiré y de mala gana me subí dentro. Realmente no me importaba pasar tiempo
con Nick, pero eso sólo dependía de cual Nick estaría aquí conmigo, el de la noche
o el del día. El Nick de la noche era considerado, cariñoso y atento. El Nick del día
era un coqueto, un hijo de **** y un pelmazo. Sin embargo, el Nick del día y de la
noche me hacía sentir segura y protegida. Me volví a mirarlo mientras conducía,
tenía una pequeña sonrisa en su rostro.
—¿Qué te pasa? —le pregunté, un poco preocupada de que esto fuera a
convertirse en una especie de broma que iba a acabar mal para mí o
avergonzarme.
—¿Qué quieres decir? ¿No puedo estar contento de que estamos pasando un
tiempo juntos? —me preguntó, y me dio un guiño coqueto. Puse los ojos y gemí.
Genial, una hora con el Nick del día es mi peor pesadilla.
No estaba prestando atención a dónde íbamos, así que me sorprendí cuando nos
detuvimos en el estacionamiento de la pista de hielo. Él sonrió y se levantó, y yo le
seguí con el ceño fruncido.
—¿Qué estamos haciendo aquí? —le pregunté mientras me agarraba la mano y me
llevaba dentro. Tal vez tenían un buen café en el interior o algo, que era la única
razón que se me ocurrió para que me trajera aquí.
Hizo caso omiso de mi pregunta
—Hola, por favor, dos —dijo a la señora detrás del mostrador, entregándole el
dinero. Di un grito ahogado, ¿en realidad íbamos a patinar? Había estado
patinando un par de veces en mi vida, pero era completamente terrible en ello.
—¿Necesitas alquilar patines? —preguntó la señora con una sonrisa amigable,
mientras sus ojos discretamente recorrían el cuerpo de Nick.
—Sí, un once y un cinco por favor —respondió, guiñándome un ojo. Fruncí el ceño
mientras hablaba, preguntándome cómo demonios conocía mi talla de zapatos.
Le pasó dos juegos de patines y él sonrió de nuevo, tomó mi mano y me arrastró a
los bancos. Me di cuenta que la señora no dejaba de ver a Nick mientras se alejó, y
ella se relamía los labios en su trasero. Me reí y puse los ojos en ella, lo cual la hizo
ruborizarse y mirar hacia otro lado.
—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Nick, mirándome extrañamente.
—Tienes otra admiradora —declaré, asintiendo con la cabeza hacia la mujer—.
Simplemente no puedes evitar ser tú mismo, ¿puedes? —bromeé con una pequeña
sonrisa.
MayraJB
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
wow kw señora mas sadica caray! y esta chica ke? iba a dejar a nick sin hijos? dios! siguela! :)
madog17Efron:3
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Holaaa, me gusto mucho el capítulo.
Pobre Nick, eso le debe haber dolido :maloso:
Siguela pronto ^^
Pobre Nick, eso le debe haber dolido :maloso:
Siguela pronto ^^
biantommotomlinson
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
NUEVA LECTORA, SIGUELA :)
isstateofgrace13
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Cap.10
—No te preocupes, no estoy interesado en ella —respondió, mirándome como si
quisiera decirme algo.
—¿Preocupada? Nick, yo no estaba preocupada. —Me burlé de eso, mientras
ponía los ojos.
Nos cambiamos a nuestros patines y nos dirigimos hacia el hielo. No había nadie
más allí, probablemente debido a que era sólo justo después de las nueve de la
mañana.
—¿Por qué estamos haciendo esto? Sabes que no puedo patinar. —Hice una
mueca, mirando el hielo, comenzando a entrar en pánico.
Él se rió y tiró de mí hacia el hielo.
—Lo sé, lo recuerdo. No te preocupes, te ayudaré. —Nick y mi hermano jugaban
hockey sobre hielo para la escuela; Jake era el portero y Nick el delantero. Ambos
habían estado patinando desde hace años, pero yo nunca había sido capaz de
hacerlo. Me encantaba ver a la gente patinando y siempre deseé poder aprender,
pero literalmente no podía ponerme de pie. Tomó mis dos manos mientras
resbalaba y me deslizaba por todo el lugar. Él estaba patinando hacia atrás, frente a
mí.
—Estás doblando los tobillos ligeramente, Ángel. Trata de mantenerlos de forma
recta, por eso no tienes ningún control —dijo mirando mis pies.
Me quedé más recta y sentí que mis pies se deslizaban hacia afuera por debajo de
mí, al instante, me agarró por la cintura y se inclinó hacia atrás de manera que
ambos caímos y caí encima de él, su cuerpo rompiendo mi caída. Se rió debajo de
mí, me empujó hasta las rodillas, así que yo estaba a caballo, luego me senté a su
lado. Yo no podía ponerme de pie así que esperé a que se levantara primero.
—Está bien, intentemos el número dos. —Sonrió, tirando de mí a mis pies con
facilidad—. Párate derecha y mantén los pies quietos, te voy a tirar de todo hasta
que puedas conseguir el equilibrio. —Le dio una patada en mis patines con
suavidad, empujándolos para juntarlos a medida que se apoderaba de mis manos
con fuerza.
Me las arreglé para mantenerme en pie durante un tiempo antes de perder el
equilibrio. Una vez más, me agarró por la cintura y se inclinó hacia atrás para que
cayera encima de él.
—¿Por qué sigues haciendo eso? —le pregunté, empujándome a mí misma en una
posición sentada de nuevo. Podía sentir el hielo comenzar a mojar la parte de atrás
de mis jeans, haciéndome temblar.
—¿Haciendo qué? —preguntó, mirándome con una expresión confusa.
—Cada vez que comienzo a resbalarme, te dejas caer haciéndome aterrizar encima
de ti. Te vas a lastimar —expliqué frunciendo el ceño.
Se encogió de hombros.
—Mejor que sea yo que tú —murmuró en voz baja, levantándome a mis pies otra
vez. Me le quedé mirando, sorprendida. ¿Acababa de decir eso? Tal vez le oí mal—.
Estás mejorando, duraste por lo menos un minuto más que la última vez —bromeó
con su sonrisa patentada.
OK, eso se parece más al Nick que conozco, debí haberlo escuchado mal después
de todo.
—Ja, ja. Bueno, un minuto está bien para mí. Sabes que no puedo hacer esto —me
quejé, cayendo de nuevo al instante. Se las arregló para sostenerme sólo agarrando
mis caderas, presionando nuestros cuerpos y levantándome del hielo de manera de
que pudiera colocar mis pies de nuevo desde el principio. Sentí a mi corazón
empezar a latir más rápido, pero no era por el temor habitual de que alguien me
estuviese tocando, era algo más que no podía entender. Me sonrojé y miré hacia
otro lado mientras él me puso de nuevo sobre mis pies.
—¿Por qué te sonrojas? —preguntó, frunciendo el ceño, pero mirando divertido a
la vez.
—No me sonrojo. Hace frío, eso es todo. Mi trasero está congelado, creo. —Me di
la vuelta para mostrarle mis pantalones mojados, frotando mi trasero para tratar de
alejar un poco el frío. Le oí tomar una respiración profunda y dejar escapar un
suspiro. Miré hacia atrás para ver que estaba frunciendo el ceño con los ojos
cerrados, lucía como si estuviera herido o algo.
—¿Estás bien? —le pregunté, todavía frotándome el trasero. Él asintió con la
cabeza y se quitó la camisa, allí parado en sus jeans de corte bajo y su camiseta
apretada que dejaba ver los músculos que tenía debajo. Colocó su camisa bajo mi
cintura y la ató con un nudo en el frente.
—¿Qué estás haciendo?, te vas a resfriar —lo regañé mientras trataba de desatar el
nudo que había hecho.
—No te preocupes, estaré bien. La próxima vez traeré un suéter de repuesto para
tu muy delicado trasero —respondió, agarrando mis manos y empezando a tirar de
mí otra vez.
¿La próxima vez? ¿Qué quiere decir con la próxima vez? No es que no esté pasando
un buen rato, pero estar aquí con Nick, era extraño, se sentía raro. Bueno, eso no
era estrictamente cierto ya que en realidad se sentía bien, por lo que se sentía raro.
—¡Eso es! Lo estás logrando —susurró.
Lo que por supuesto me hizo perder el
equilibrio de nuevo. Me presioné contra él por tercera vez, riendo histéricamente.
OK, esto era realmente divertido y no hacía daño. Usualmente, cuando venía a
patinar con Jake y se cansaba de atraparme, simplemente me dejaba caer sobre mi
trasero todo el tiempo. En unos treinta minutos estaba por lo general tan
magullada y adolorida que me daba por vencida.
—Ves, ahora te estás divirtiendo. —Nick se rió, sacudiendo los cristales de hielo de
su espalda y sosteniéndome otra vez. Nos las arreglamos para patinar tres vueltas
enteras a la pista antes de volverme a caer. Realmente estaba mejorando.
Después de lo que pareció una eternidad, la pista estaba empezando a estar más
llena y mi estómago comenzó a gruñir. Ya me estaba cayendo cada vez menos,
pero seguía agarrando sus manos con un apretón mortal.
—¿Qué hora es? —pregunté casualmente cuando nos detuvimos al lado de la
pista. El primer período sin duda debía estar casi terminado.
Sacó su móvil del bolsillo y aspiró el aire a través de sus dientes blancos nacarados,
produciendo un sonido sibilante. OK, eso no sonó bien, tal vez nos perdimos
también el segundo período…
—Eh, ángel, la escuela terminará en más o menos una hora —dijo haciendo una
mueca.
—No te preocupes, no estoy interesado en ella —respondió, mirándome como si
quisiera decirme algo.
—¿Preocupada? Nick, yo no estaba preocupada. —Me burlé de eso, mientras
ponía los ojos.
Nos cambiamos a nuestros patines y nos dirigimos hacia el hielo. No había nadie
más allí, probablemente debido a que era sólo justo después de las nueve de la
mañana.
—¿Por qué estamos haciendo esto? Sabes que no puedo patinar. —Hice una
mueca, mirando el hielo, comenzando a entrar en pánico.
Él se rió y tiró de mí hacia el hielo.
—Lo sé, lo recuerdo. No te preocupes, te ayudaré. —Nick y mi hermano jugaban
hockey sobre hielo para la escuela; Jake era el portero y Nick el delantero. Ambos
habían estado patinando desde hace años, pero yo nunca había sido capaz de
hacerlo. Me encantaba ver a la gente patinando y siempre deseé poder aprender,
pero literalmente no podía ponerme de pie. Tomó mis dos manos mientras
resbalaba y me deslizaba por todo el lugar. Él estaba patinando hacia atrás, frente a
mí.
—Estás doblando los tobillos ligeramente, Ángel. Trata de mantenerlos de forma
recta, por eso no tienes ningún control —dijo mirando mis pies.
Me quedé más recta y sentí que mis pies se deslizaban hacia afuera por debajo de
mí, al instante, me agarró por la cintura y se inclinó hacia atrás de manera que
ambos caímos y caí encima de él, su cuerpo rompiendo mi caída. Se rió debajo de
mí, me empujó hasta las rodillas, así que yo estaba a caballo, luego me senté a su
lado. Yo no podía ponerme de pie así que esperé a que se levantara primero.
—Está bien, intentemos el número dos. —Sonrió, tirando de mí a mis pies con
facilidad—. Párate derecha y mantén los pies quietos, te voy a tirar de todo hasta
que puedas conseguir el equilibrio. —Le dio una patada en mis patines con
suavidad, empujándolos para juntarlos a medida que se apoderaba de mis manos
con fuerza.
Me las arreglé para mantenerme en pie durante un tiempo antes de perder el
equilibrio. Una vez más, me agarró por la cintura y se inclinó hacia atrás para que
cayera encima de él.
—¿Por qué sigues haciendo eso? —le pregunté, empujándome a mí misma en una
posición sentada de nuevo. Podía sentir el hielo comenzar a mojar la parte de atrás
de mis jeans, haciéndome temblar.
—¿Haciendo qué? —preguntó, mirándome con una expresión confusa.
—Cada vez que comienzo a resbalarme, te dejas caer haciéndome aterrizar encima
de ti. Te vas a lastimar —expliqué frunciendo el ceño.
Se encogió de hombros.
—Mejor que sea yo que tú —murmuró en voz baja, levantándome a mis pies otra
vez. Me le quedé mirando, sorprendida. ¿Acababa de decir eso? Tal vez le oí mal—.
Estás mejorando, duraste por lo menos un minuto más que la última vez —bromeó
con su sonrisa patentada.
OK, eso se parece más al Nick que conozco, debí haberlo escuchado mal después
de todo.
—Ja, ja. Bueno, un minuto está bien para mí. Sabes que no puedo hacer esto —me
quejé, cayendo de nuevo al instante. Se las arregló para sostenerme sólo agarrando
mis caderas, presionando nuestros cuerpos y levantándome del hielo de manera de
que pudiera colocar mis pies de nuevo desde el principio. Sentí a mi corazón
empezar a latir más rápido, pero no era por el temor habitual de que alguien me
estuviese tocando, era algo más que no podía entender. Me sonrojé y miré hacia
otro lado mientras él me puso de nuevo sobre mis pies.
—¿Por qué te sonrojas? —preguntó, frunciendo el ceño, pero mirando divertido a
la vez.
—No me sonrojo. Hace frío, eso es todo. Mi trasero está congelado, creo. —Me di
la vuelta para mostrarle mis pantalones mojados, frotando mi trasero para tratar de
alejar un poco el frío. Le oí tomar una respiración profunda y dejar escapar un
suspiro. Miré hacia atrás para ver que estaba frunciendo el ceño con los ojos
cerrados, lucía como si estuviera herido o algo.
—¿Estás bien? —le pregunté, todavía frotándome el trasero. Él asintió con la
cabeza y se quitó la camisa, allí parado en sus jeans de corte bajo y su camiseta
apretada que dejaba ver los músculos que tenía debajo. Colocó su camisa bajo mi
cintura y la ató con un nudo en el frente.
—¿Qué estás haciendo?, te vas a resfriar —lo regañé mientras trataba de desatar el
nudo que había hecho.
—No te preocupes, estaré bien. La próxima vez traeré un suéter de repuesto para
tu muy delicado trasero —respondió, agarrando mis manos y empezando a tirar de
mí otra vez.
¿La próxima vez? ¿Qué quiere decir con la próxima vez? No es que no esté pasando
un buen rato, pero estar aquí con Nick, era extraño, se sentía raro. Bueno, eso no
era estrictamente cierto ya que en realidad se sentía bien, por lo que se sentía raro.
—¡Eso es! Lo estás logrando —susurró.
Lo que por supuesto me hizo perder el
equilibrio de nuevo. Me presioné contra él por tercera vez, riendo histéricamente.
OK, esto era realmente divertido y no hacía daño. Usualmente, cuando venía a
patinar con Jake y se cansaba de atraparme, simplemente me dejaba caer sobre mi
trasero todo el tiempo. En unos treinta minutos estaba por lo general tan
magullada y adolorida que me daba por vencida.
—Ves, ahora te estás divirtiendo. —Nick se rió, sacudiendo los cristales de hielo de
su espalda y sosteniéndome otra vez. Nos las arreglamos para patinar tres vueltas
enteras a la pista antes de volverme a caer. Realmente estaba mejorando.
Después de lo que pareció una eternidad, la pista estaba empezando a estar más
llena y mi estómago comenzó a gruñir. Ya me estaba cayendo cada vez menos,
pero seguía agarrando sus manos con un apretón mortal.
—¿Qué hora es? —pregunté casualmente cuando nos detuvimos al lado de la
pista. El primer período sin duda debía estar casi terminado.
Sacó su móvil del bolsillo y aspiró el aire a través de sus dientes blancos nacarados,
produciendo un sonido sibilante. OK, eso no sonó bien, tal vez nos perdimos
también el segundo período…
—Eh, ángel, la escuela terminará en más o menos una hora —dijo haciendo una
mueca.
MayraJB
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Bienvenida! espero que te guste la nove! :ilusion:isstateofgrace13 escribió:NUEVA LECTORA, SIGUELA :)
MayraJB
Re: єℓ cнιcσ quє ѕє єѕcαвuℓℓє єn ℓα vєnтαnα ᴅє мι нαвιтαcισn {nιck у тυ} αdαpтαdα {TERMINADA}
Siguelaaaaaaaaaaaaaaa Pliss!
JavieraSmileee
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