~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)

HOLAA :hi:
YA HACE UNOS MESES TERMINE DE LEER UN LIBRO QUE SINCERAMENTE ME DEJO CON LA BOCA ABIERTA, YA QUE ME ENCANTO, CUANDO LO EMPECE A LEER DIJE ESTO DEBE SER UNA PORQUERIA(? JAJAJA
PERO LLEGO UN MOMENTO EN EL QUE NO PODIA DESPEGAR LOS OJOS DEL LIBRO Y NO PODIA ESPERAR A VER LO QUE IBA A PASAR EN LA SIGUIENTE HOJA, Y PARA QUE SE DEN UNA IDEA YA LO RELEI 5 VECES Y NO LES MIENTO JAJAJ.
BUENO, AHORA VOY AL GRANO(? JAJAJA. COMO ME GUSTO MUCHO MUUUCHO ESTA HISTORIA LA QUIERO COMPARTIR CON USTEDES, OBVIAMENTE, ADAPTANDO LA HISTORIA CON JOE.
ASI QUE SIN MAS QUE DECIR LES DEJO LA INTRODUCCION DE LA NOVE Y SI LES GUSTA CREO QUE YA SABEN LO QUE TIENEN QUE HACER, COMENTAR :P
LES MANDO MUCHOS BESOS Y ESPERO QUE LES GUSTE LA HISTORIA TANTO COMO A MI ;)

~Acercate al Viento~

Introduccion

Toda su vida, la fría y bella ________, había conseguido todo lo que deseaba. Ahora anhelaba la cruda pasión de un hombre inalcanzable para ella: un proscrito violento y misterioso, cuyos seguidores idolatran. Un hombre, que la retuvo para pedir un rescate, un hombre que la cambiaría por una fortuna en oro. Pero ________ lo quería sólo a él, con todo el deseo imprudente de su cuerpo y alma.

ACA LES DEJO EL PRIMER CAPITULO Y BASTANTE LARGUITO PORQUE ES EL PRIMERO :D
Y TAMBIEN LES ACLARO QUE EN LOS PRIMEROS CAPS NO VA A SALIR JOE, HAY QUE ESPERAR UN POQUITO, AUNQUE NO MUCHO (:

Capítulo 1
Un trío de brazaletes de oro tintineó cuando __________ Rogers se encaminó hacia el hotel donde trabajaba Brad. Su pelo liso, brillante, leonado, le caía libremente por los hombros.
No había brisa. Más allá de la imponente torre del hotel, las aguas embalsadas del río Colorado estaban lisas como un espejo. En su camino al poniente, el sol de Texas dejaba una larga huella amarilla sobre la superficie. El aire de las primeras horas de la tarde de febrero acarició con agradable frescura las mejillas de __________.
La joven dirigió su mirada color ámbar a su reloj de pulsera y se dirigió a la entrada del hotel. Eran casi las cinco. Otra vez llegaron con retraso. Encogió los hombros en un típico movimiento de no-me-importa, que reveló que estaba acostumbrada a hacerse esperar por la gente. No fue un gesto consciente.
_________ no admitía que era una malcriada, aunque estaba dispuesta a aceptar que como hija única, había sido mimada por una pareja de padres complacientes.
Pero no por Brad. A él no podía manejarlo como a los otros hombres con quienes había salido. Quizá era esa una de las muchas razones, por las cuales estaba tan fascinada por él. Ahora Brad se enfadaría porque ella llegaba tarde. Pero _________ confiaba en que podría hacerle olvidar su desagrado.
Al pensar en eso, una leve sonrisa curvó sus labios sensuales, pintados en un tono rosa viejo brillante. Combinada con la prometedora chispa de sus ojos con pintitas doradas, la sonrisa le dio una expresión de secreto placer, torturante y misteriosa para un observador casual.
____________ casi había llegado a la puerta de entrada cuando vio a Brad a un costado del edificio, hablando con otro miembro del personal del hotel. La luz de sus ojos color castaño fue rudamente acusadora cuando la miró. Él debió verla cuando se acercaba caminando desde la plaza de estacionamiento, sin embargo, no la llamó. Para castigarla, la había dejado perder minutos preciosos buscándolo en el interior del hotel.
___________ se detuvo cerca de la puerta y lo miró, conteniendo el aliento. El pelo rubio de él caía con masculino descuido sobre su frente tostada por el sol. Una virilidad exultante estaba estampada en las hermosas facciones de su rostro, con una sugestión de arrogancia en la posición de la mandíbula. Alto, musculoso, su aspecto de dios solar hubiera acelerado los latidos del corazón de cualquier muchacha. El uniforme del hotel, un blazer de color tostado camello sobre un jersey blanco y pantalones oscuros, acentuaba la masculinidad de su físico.
Cada vez que __________ lo veía, su reacción era la misma. Primero una vaga sensación de sorpresa por haber podido olvidar lo llamativamente apuesto que era él, seguida de un sentimiento de culpa por haberlo hecho esperar, aunque fuera sin intención.
Sin embargo, se le acercó con pasos lentos, graciosos, casi indolentes. Sus labios se abrieron en una sonrisa seductora, con un leve toque de arrepentimiento y disculpas. Los brazaletes tintinearon otra vez cuando ___________ echó hacia atrás su pelo de color oro tostado.
—Siento llegar tarde, cariño —dijo en voz baja y cálida, destinada a calmar la irritación de Brad.
Brad Townsend no devolvió la sonrisa. Saludó rápidamente a su compañero de trabajo y tomó la mano de ____________ como si quisiera destrozarle los dedos. Ella ahogó una exclamación de dolor y él la arrastró a un costado del edificio.
—Brad, me estás lastimando la mano —protestó ___________ cuando se detuvieron, dudando de que él se diera cuenta de su propia fuerza.
Inmediatamente él le soltó los dedos doloridos, la tomó de los hombros y la atrajo con violencia.
—No me gusta que me hagan esperar —gruñó entre susurros contra los labios de ella, una fracción de segundo antes de besarla en forma exigente.
El beso fue una mezcla de castigo y de apasionado dominio. __________ luchó contra su intento de dominación, pese a que se estremecía de deseos de ser poseída. Él la rodeó con los brazos para aplastar cualquier intento de rebelión, en un abrazo que irradiaba calor. Conquistada, ___________ echó la cabeza atrás para dejar que la boca de él explorase la cuerda sensible de su cuello y el hueco de su garganta.
—Lo siento —murmuró con los ojos cerrados mientras una inflamada debilidad se extendía por sus miembros—. No quise llegar tarde.
—Es lo que dices siempre —murmuró él mordiéndole el lóbulo de la oreja.
Ella deslizó sus manos dentro de la chaqueta desprendida para rodearlo con sus brazos y sintió el calor abrasador del cuerpo de él y los músculos elásticos de sus hombros y espalda. Las manos ansiosas de él le acariciaron la cintura y las caderas y la atrajeron con firmeza.
El perfume almizclado que persistía en la cara recién afeitada de él era embriagador. __________ lo aspiró profundamente.
—Me pidieron que me quedara unos minutos después de mi última clase —explicó— y perdí la noción del tiempo.
Él levantó la cabeza.
—¿Qué profesor fue esta vez? No es que tenga importancia. Eres la favorita de todos los profesores —dijo Brad, torciendo levemente los labios.
—Fue Benton. —_________ ignoró el asomo de burla—. Quería hacer algunas sugerencias sobre el bosquejo que presenté para el tema de este semestre.
—Y me tuviste esperando mientras hablabas con ese viejo seco y arrugado —la acusó él.
—Te dije que lo siento.
—Quizá deba comprobar hasta dónde llega la sinceridad de tu arrepentimiento —dijo Brad con ligereza mientras asomaba a sus ojos la luz oscura del deseo.
Con una sonrisa silenciosa, ella se apartó un poco y le apoyó las manos en el pecho para formar un pequeño espacio entre los dos. Sintió bajo sus dedos los fuertes latidos del corazón de él.
—Pero tienes que empezar tu turno dentro de pocos minutos —dijo _________, parcialmente consciente de que no le había dicho exactamente que "no".
—Sí —admitió Brad, bajando la cabeza y rozándole con la boca la curva sensual de los labios—, y hacerte el amor no es algo que quisiera hacer deprisa.
Un calor interior encendió las mejillas de ella. No por timidez. Venía más de una atávica tentación y del temor a explorar lo desconocido.
—No.
Pero __________ no estuvo segura de que se negaba.
La boca de él siguió rozándole los labios hasta que temblaron ansiosos de ser besados. Deliberadamente, Brad ignoró el mensaje. Incapaz de soportar el tormento de esa cercanía sin recibir el beso, _________ metió los dedos entre el pelo dorado de él y lo obligó a bajar la cabeza. La iniciativa le fue quitada cuando él reclamó esos labios dispuestos. El beso se encendió con fiera pasión hasta que __________ se sintió rodeada de llamas. Sus labios fueron abiertos por la urgente exigencia de la lengua de él. Esa sensual exploración de su boca avivó las llamas hasta convertirlas en un infierno devorador que pareció aislarlos del mundo. Pero no fue así.
—¡Ven, Brad! —dijo una voz, baja e impaciente—. Ya son las cinco y dos minutos.
La fría realidad cayó sobre __________ como agua helada en el momento que Brad terminó de repente su beso y levantó la cabeza. Turbada porque alguien había presenciado su conducta de abandono, ____________ aceptó dócilmente el apoyo de los brazos de Brad y dejó que él la protegiera de las miradas indiscretas.
—Iré en unos minutos. Dile al jefe que estoy aquí, pero que estoy ayudando a alguien a poner su automóvil en marcha.
—Te cubriré —dijo la voz en un tono tranquilizador e inconfundiblemente sugestivo—. Llámame si necesitas ayuda.
—No necesitaré ninguna ayuda —dijo Brad con una risa arrogante.
Las pisadas se alejaron. Una vaga sensación de repulsión apartó a ___________ de los brazos de Brad. Sin embargo, la debilidad de la abrumadora pasión que él había encendido la hizo separarse apenas unos centímetros. La volvió la espalda y él, con gran familiaridad, la tomó la cintura desde atrás.
El calor de su aliento le agitó los cabellos de la nuca. __________ se puso rígida pese a la dolorosa insatisfacción que sentía en la boca del estómago. El ligero contacto de las manos de él, pareció quemarla a través de sus ropas y llegar hasta su piel.
—¿Avergonzada? —dijo él en tono suavemente burlón—. Tom sólo vio que nos besábamos. Nada más.
—No es eso.
___________ movió la cabeza a un lado para negar la suposición de él.
Brad inmediatamente sacó ventaja del gesto para sepultar su boca en la sedosa maraña de pelo que caía a lo largo de la curva exterior del cuello de ella. Los sentidos de Sheila saltaron en respuesta a las caricias de esas manos apoyadas sobre su vientre y que la atraía hacia ese pecho musculoso.
—No creo que te des cuenta de lo que me haces —susurró.
—¿Qué te hago?
Brad rió brevemente y se interrumpió para apartarle el pelo de la oreja.
—Eres un tormento para mí, __________ —la acusó con rudeza y apretó los brazos alrededor de la cintura hasta que ella no pudo seguir ignorando la quemante presión de la excitada virilidad de él contra su carne—. Prometes con tus besos, pero cuando llega el momento de seguir adelante, retrocedes. Tendría que arrastrarte a una de las habitaciones del hotel y tomarte ahora mismo.
Sus manos rodearon la hinchazón del pecho de ella.
—No.
—No lo haré. —Brad la hizo volverse para que lo mirara de frente. Ella vio su expresión dura y un poco atemorizadora—. Pero en las últimas semanas, hubo varias ocasiones en que me hubieras dejado que te sedujera con sólo una protesta formal, de modo que no lo niegues.
Un rubor de cólera tiñó las mejillas de ___________. La confianza arrogante de él, en que podría tomarla cuando le diera la gana la irritó, porque sabía muy bien que probablemente era así.
—¿Entonces por qué no me has seducido? —lo desafió.
—Porque, mi muchachita consentida —dijo Brad en tono burlón—, no voy a danzar según tus caprichos como hacen tus otros amiguitos. Cuando hagamos el amor será a invitación tuya y no porque yo haya vencido tus resistencias. Cuando vayamos juntos a la cama será porque tú lo pediste, literalmente. No me importa si es antes o después que nos casemos, pero serás tú quien me invitará.
—Ni lo sueñes —replicó ___________ a la arrogante suposición de él, de que con el tiempo ella le imploraría.
Brad rió y le cubrió la boca con los labios desafiantes, ___________ se resistió unos pocos segundos hasta que el beso produjo su magia y otra vez se aferró a él, olvidando momentáneamente su orgullo.
Por fin él levantó la cabeza y en sus ojos castaños apareció un brillo de satisfacción cuando vio la expresión confundida en la cara de ella. La encandiló con una de sus sonrisas devastadoras.
—Dime que me amas —ordenó Brad, rodeándole la cintura con los brazos.
—Te amo —respondió ella, obediente.
—Y prometerás amarme, respetarme y obedecerme —recitó él.
Ella abrió la boca para obedecer la orden, pero la luz radiante de sus ojos se apagó cuando recordó la discusión con sus padres.
—Lo prometo —consiguió responder ___________ después de varios segundos. Brad notó la vacilación y el leve cambio de expresión. Echó la cabeza atrás para estudiarla y entornó los ojos—. Hablé con papá y mamá sobre nosotros.
—¿Y?
Él apretó la boca en una fina línea.
—Piensan que es un poquito prematuro que hablemos de casarnos —dijo __________.
Él la soltó de repente, se apartó un paso y dio rienda suelta a su ira.
—No soy lo bastante bueno para ti. Eso fue lo que dijeron, ¿verdad? —preguntó en tono salvaje y no esperó la respuesta—. ¿Qué pasa? ¿Soy demasiado pobre para su querida hijita? Supongo que me reprochan que haya demorado siete años para hacer cuatro cursos de colegio superior. ¿Tengo la culpa de no haber nacido con padres ricos como los tuyos y de haber tenido que dedicar parte de mi tiempo a trabajar y ganarme el dinero para volver a mis estudios?
—Brad, por favor… —___________ trató de detener la furiosa tirada—. No es nada de eso. Ellos sólo piensan que no sería sensato que nos casáramos ahora. Tú no te graduarás hasta esta primavera y…
—Y ellos temen que si nos casamos ahora, tendrán que mantenernos… ¡O más específicamente, tendrán que mantenerme a mí! Supongo que creen que me caso contigo por su dinero. ¿Sabes qué pueden hacer con su dinero?
—No es el dinero, exactamente… —___________ era dolorosamente consciente de que hablar de dinero tocaba un nervio muy sensible de él—. Ellos creen que deberíamos esperar un año para casarnos, a fin de que puedas graduarte y conseguir un empleo sin la responsabilidad de una esposa. Un año no es mucho tiempo después de todo, especialmente si nos amamos.
La mirada sombría de él la inmovilizó.
—Dímelo francamente, __________. ¿Tus padres no me aprueban para futuro marido tuyo?
Involuntariamente, ella vaciló. Su padre había manifestado en forma muy obvia que no aprobaba a Brad. Sólo la influencia de su madre había obtenido la concesión de un año de espera. __________ sabía que su padre había accedido con la esperanza de que ella y Brad se separarían antes del año.
—Eso responde a mi pregunta, ¿verdad? —preguntó él torvamente.
—Tampoco es que ellos no te aprueben, exactamente —dijo ___________ con precipitación—. Es sólo que ellos no te conocen tan bien como yo. Además, me consideran una niñita. Les es difícil imaginar que seré la esposa de un hombre prácticamente desconocido para ellos.
—¿Tú quieres esperar un año?
—Claro que no —dijo ella.
—No pareces muy disgustada por la idea.
Él tenía las manos en las caderas, manteniendo abierta su chaqueta.
__________, exasperada, levantó una mano y sus brazaletes tintinearon.
—¿Qué quieres que haga? ¿Qué me golpee el pecho y llore a gritos?
—Supongo que ellos me acusan de ser un cazador de fortunas —dijo él con voz llena de sarcasmo.
—Mis padres no te acusan de nada. —___________ controló con esfuerzo su irritación—. Admito que mi padre no confía exactamente en ti, pero mi madre está dispuesta a concederte el beneficio de la duda. No es un respaldo y tampoco es una condenación.
—¿Y yo tengo que estar agradecido por eso? —dijo Brad en tono despectivamente burlón.
—¡Tú tienes que comprender la posición de ellos! —replicó _________, con exasperación.
Fue evidente que Brad no estaba de acuerdo.
—¿Qué habrías hecho si ellos te hubieran dicho que no te casases conmigo? —preguntó él, entornando los ojos.
—¡Pero no lo dijeron!—protestó ___________.
—Pero si lo hubieran dicho —insistió él.
Rechinando los dientes, ella respondió:
—Si lo hubieran dicho, me habría casado lo mismo contigo.
—¡Vaya si te creo! —Un sonido amargo, sólo remotamente parecido a una carcajada, brotó de la garganta de él—. Sé que hubiera sido sólo cuestión de tiempo para que admitieras que lo pensaste mejor.
—Si estoy pensándolo mejor, no es por nada que me hayan dicho mis padres.
Giró sobre sus talones para alejarse. Esta era una faceta de Brad que ella despreciaba.
Él la aferró de un brazo y la hizo volverse. Cuando ___________ trató de liberarse, aumentó la presión. Sus dedos se hundieron casi hasta el hueso cuando la obligó a que lo mirara a la cara.
—¡Nunca vuelvas a intentar marcharte de mi lado de esa forma! —ordenó Brad.
__________ lo miró sin pestañear, sin dejarse arredrar por la expresión furibunda de él.
—Suelta mi brazo y verás que me marcho otra vez.
—No te suelto. —Una luz extraña asomó a sus ojos—. Eres mía y no te dejo ir.
___________ sintió un temor helado en el estómago.
—Me haces daño, Brad… —Trató de impedir que el pánico se notara en su voz—. Suelta mi brazo.
—Es el dinero, ¿verdad? —Aflojó ligeramente la presión de sus dedos y la mirada vidriosa desapareció de sus ojos castaños—. Has decidido que después de tener todo lo que quisiste en tu vida, no quieres vivir ajustándote a un presupuesto, cuidando hasta el último centavo y privándote de los lujos a los que estás acostumbrada. Es por eso que no quieres casarte conmigo ¿verdad? Porque yo no puedo mantenerte en el estilo al que estás habituada.
—El dinero es en lo único que piensas ¿verdad? —lo acusó _________—. No voy a pasarme el resto de mi vida disculpándome porque mis padres son ricos. Yo no elegí que las cosas fueran así. Tampoco tuve ningún control sobre ello.
—Tú nunca tuviste que pasarte sin él. —Brad apretó los dientes—. Yo en cambio, nunca tuve dinero. Debía pelear con uñas y dientes y a veces hasta tuve que robar para obtener lo que quería. Nunca nadie me dio nada. Siempre están tratando de quitarme lo poco que tengo. Ahora tratan de privarme de ti.
__________ frunció el entrecejo.
—Nadie está tratando de alejarme de ti.
—¿De veras? —replicó él en tono rencoroso y burlón—. Ahora que tus padres no quieren que nos casemos, van a tratar de ponerte en contra de mí. Pagarán a personas para que te cuenten mentiras de mí, hasta que tú las creas. Espera y verás.
—Eso no es cierto. Mis padres no son así.
—Supongo que son puros y blancos como un lirio, igual que tú…
En la línea de su boca se pintaba un rencor despectivo y vagamente salvaje.
—Ciertamente, no son los monstruos que tú estás pintando —estalló ___________.
—Eres ciega o increíblemente ingenua. Yo…
La frase fue interrumpida por una impaciente voz masculina.
—¡Brad!
Brad no intentó disimular el fastidio que le producía la interrupción.
—¿Qué quieres, Tom? —le dijo al intruso, que era el mismo compañero de trabajo de hacía unos minutos.
—No puedo cubrirte toda la noche —dijo el otro—. Será mejor que entres antes que te despidan del empleo.
—Enseguida estaré allí —dijo Brad con un suspiro de fastidio.
—Será mejor que así sea —repuso el otro y se alejó.
La interrupción fue un alivio para _________. No soportaba los comentarios sarcásticos de Brad y sus injustas acusaciones contra sus padres. Sentíase desazonada y sólo quería alejarse para estar sola a fin de poder ordenar sus pensamientos.
—Entra, Brad —murmuró desanimada—. De todos modos, es hora de que yo me marche.
—No te vayas, ___________.
La detuvo, le puso una mano en el otro hombro y la hizo volverse.
Ella siguió evitando su mirada.
—No tiene sentido que me quede. No queda nada por decir.
—__________… —Él pareció buscar desesperadamente una razón y después rió brevemente—. Creo que acabamos de tener nuestra primera discusión.
—Ciertamente, no fui yo la que empecé.
No podía encontrar nada del humor retorcido que Brad veía en el descubrimiento.
—¿No es lamentable? —dijo él.
Le soltó el brazo, empezó a rozarle la mejilla en una caricia tranquilizadora, pero __________ se apartó de su contacto, incapaz de hacer una transición tan rápida de la cólera a la ternura.
—No fue mi intención que nos peleáramos de esta forma —murmuró Brad en tono de disculpa—. Perdí la cabeza, eso fue todo.
—Eso fue suficiente —respondió ella con sequedad.
—__________, mírame. —Cuando ella no obedeció, él le tomó el mentón y la obligó a mirarlo. Sus hermosas y radiantes facciones imploraron perdón—. ¿Cómo puedo hacerte comprender que lo siento?
—Lo has hecho —le aseguró __________—. Has dejado bien claro que no crees que te amo de veras y que piensas que mis padres están conspirando en contra de nosotros.
—No, de ningún modo es así. ¿No comprendes? —Brad la miró con ansiedad a los ojos—. Eres lo único en mi vida que significa algo para mí, _________. Tengo miedo de perderte. Yo…
Una arruga de preocupación apareció en su frente y quedó oculta bajo un mechón de pelo rubio. Su sinceridad tocó a __________ con una mano invisible.
—Brad… —susurró ella, respondiendo al ruego de él.
Un desconcierto nacido en la inseguridad, brilló fugazmente en los ojos castaños y aterciopelados de Brad.
—Tú no comprendes, ¿verdad? Crees que estoy equivocado al sentir así.
—Nadie podrá separarme de ti.
Una semisonrisa le curvó los labios.
—Te he pedido que seas mi esposa, __________… —empezó él.
—Y yo he aceptado —le recordó ella.
—Sí. —Brad asintió con la cabeza—. Pero no tengo nada que ofrecerte excepto mi amor. Te estoy pidiendo que renuncies a todo, por nada.
Con el pulgar le acarició la clavícula, con rítmicos movimientos. Sheila sintió que la magia de esa caricia empezaba a hacer efecto.
—No es un cambio tan malo, cariño. —Sonrió—. El amor no puede poner un techo sobre nuestras cabezas ni comida en nuestras bocas. Se necesita dinero, que yo no tengo.
—¡Ssshhh! —_________ le puso dos dedos sobre los labios—. No quiero volver a oír esa palabra.
Brad le besó las puntas de los dedos y después los apretó con fuerza.
—No quiero volver a decirla, pero el dinero es una de las realidades inmodificables de la vida. No es posible evitarlo simplemente porque es desagradable.
—No me importa. —__________ liberó sus dedos y suavemente le apartó el pelo de la frente—. Dime que me amas, Brad.
—Te amo. —La besó largamente y con pasión para reforzar sus palabras—. Un año… —gimió Brad cuando levantó la cabeza—. No puedo esperar un año.
___________ frotó su frente contra la mandíbula de él en un gesto felino y suspiró.
—Lo sé. —Con renuencia, se irguió contra el abrazo de él—. Y no puedes seguir aquí afuera o perderás el empleo.
Él retiró sus brazos de alrededor de ella y la besó rápidamente.
—Si no hay mucho trabajo en la conserjería, te llamaré esta noche.
—Estaré en casa —prometió ___________.
—Y será mejor que estés sola —rugió Brad, en fingida amenaza.
—Lo pensaré.
_________ rió y se alejó sin volver a besarlo. No quiso prolongar un momento que ya se había extendido demasiado.

Cuando __________ se deslizó detrás del volante de su Thunderbird y encendió el motor, Brad todavía estaba de pie donde ella lo había dejado. Levantó una mano en gesto de despedida cuando ella salió del estacionamiento, _________ respondió de la misma forma, sintiéndose muy contenta.
Cuando conducía por la calle, se sorprendió al descubrir que estaba tarareando la melodía de una triste canción de amor. Los melancólicos versos hablaban de un amor que había fracasado. __________ aferró el volante con irritación y culpó a la canción de recordarle su discusión en vez de la satisfactoria conclusión.
Dinero. Qué cosa estúpida para discutir sobre ella, pensó. __________ se preguntó si la gente pobre era más orgullosa por naturaleza o si Brad simplemente estaba obsesionado por el dinero. Por unos momentos, durante la discusión, había pensado que él era paranoico y hasta había sentido una punzada de incertidumbre.
__________ hizo bajar los cristales de las ventanillas del automóvil y meneó la cabeza, dejando que el viento jugase contra su cara. Todo estaba saliendo bien. De eso se sentía segura. Brad era un diamante en bruto que necesitaba que lo puliesen un poco para encajar en el mundo de ella. Eso era todo. Una vez que lo lograsen, formarían una pareja deslumbrante. Con el dinero de ella y las relaciones de sus padres, el cielo sería el único límite para el futuro de ambos. Radiante, luminoso y sin nubes.

Nueva Lectora

Me encanta tu novela, es preciosa

Porfa, seguila si? :sad:

Besotes.Mar

Flower escribió:BIENVENIDA MERENGADAA (ME GUSTARIA SABER TU NOMBRE, NO CREO QUE TE LLAMES ASI(? JAJAJ), SOS LA PRIMERA LECTORA :happy:
QUE BUENO QUE TE HAYA GUSTADO :D
ASI QUE PROMETO QUE MAÑANA SUBO EL 2DO CAP
MUCHOS BESOS

jaja, no, tranquila, no me llamo Merengada ni soy la marca de las gallewtitas qe me encantan xD , me llamo Marina Belén Stiefel Miller xD jaja, alto nombre el mio

jaja, si qeres te doy mi mail para hablar es : mari_stiefel@hotmail.com

besotes !

MerengadaaxD escribió:

Flower escribió:BIENVENIDA MERENGADAA (ME GUSTARIA SABER TU NOMBRE, NO CREO QUE TE LLAMES ASI(? JAJAJ), SOS LA PRIMERA LECTORA :happy:
QUE BUENO QUE TE HAYA GUSTADO :D
ASI QUE PROMETO QUE MAÑANA SUBO EL 2DO CAP
MUCHOS BESOS

jaja, no, tranquila, no me llamo Merengada ni soy la marca de las gallewtitas qe me encantan xD , me llamo Marina Belén Stiefel Miller xD jaja, alto nombre el mio

jaja, si qeres te doy mi mail para hablar es : mari_stiefel@hotmail.com

besotes !

AAAJAJAJAJA
MAS FACIL, TE VOY A DECIR MARI JAJAJ
Y CUANDO ME CONECTE TE AGREGO :D

Flower escribió:

MerengadaaxD escribió:

Flower escribió:BIENVENIDA MERENGADAA (ME GUSTARIA SABER TU NOMBRE, NO CREO QUE TE LLAMES ASI(? JAJAJ), SOS LA PRIMERA LECTORA :happy:
QUE BUENO QUE TE HAYA GUSTADO :D
ASI QUE PROMETO QUE MAÑANA SUBO EL 2DO CAP
MUCHOS BESOS

jaja, no, tranquila, no me llamo Merengada ni soy la marca de las gallewtitas qe me encantan xD , me llamo Marina Belén Stiefel Miller xD jaja, alto nombre el mio

jaja, si qeres te doy mi mail para hablar es : mari_stiefel@hotmail.com

besotes !

AAAJAJAJAJA
MAS FACIL, TE VOY A DECIR MARI JAJAJ
Y CUANDO ME CONECTE TE AGREGO :D

jaja, es mas facil, me vas a decir como mis profes xD

DAle dale ;)

A NADIE LE GUSTA? :sad:

A mi si me gusta, solo que no estaba conectada cuendo lo subiste!

Pero si me gusta, no vayas a decir lo contrario por que te ahoroco ok? =)

Ahora, si puedo decir esto !

SEGUIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIILA PLIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIS

PorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfaPorfa

Besotes.Mar ;)

JAJAJAJ OK, LA SIGO POR VOS MARI ;)
DENTRO DE UN RATITO SUBO UN CAP
:D

Continuacion del capitulo 2

—¿Qué estás haciendo aquí? —susurró cuando él entró—. Son las tres de la mañana.
La misma luz de luna que había delineado la silueta masculina de él ahora entraba por la puerta de vidrio para iluminar a ___________. Sus piernas desnudas brillaban con sedosa suavidad, la tela roja de su gracioso camisón apenas llegaba arriba de sus rodillas. La mirada de Brad hizo una inspección rápida y completa y llamó la atención de __________ hacia su atuendo amplio pero sugestivo y a delantera abierta de su prenda. Sus dedos se movieron inmediatamente para cerrarla.
—Sé la hora que es —respondió Brad, sonriendo mientras se le acercaba—. Acabo de dejar mi trabajo y tenía que verte.
—Hubieras podido telefonear.
Él le puso las manos sobre los hombros y __________ sintió que se ponía tensa. No parecía correcto que Brad estuviese a esta hora en su dormitorio, aunque ella estuviera planeando casarse con él.
—No se puede hacer esto por teléfono. —La besó en la boca largamente, dulcemente, pero no intentó abrazarla—. ¿Todavía me amas, cariño?
—No pensarás que dejaría de amarte tan pronto, ¿verdad?
De pronto pareció romántico, que Brad hubiera cruzado media Austin en su motocicleta para verla y asegurarse de que ella aún lo amaba.
—¿Dejaste de amarme? —insistió Brad, deseoso de oírla pronunciar las palabras que esperaba.
—No —respondió __________ con un leve movimiento de cabeza—. Todavía te amo.
Él la tomó en brazos, la estrechó con fuerza y apoyó su mentón en el pelo de _________. El abrazo hizo que ella se sintiera amada y segura. No hubo exigencia de besos apasionados. Él sólo parecía querer tenerla en sus brazos.
Con la cabeza apoyada en la base del cuello de él, __________ le pasó un dedo por la solapa del blazer. Un suspiro de felicidad escapó de sus labios mientras sus pestañas aleteaban de contento.
—Corres un gran riesgo viniendo aquí a esta hora —murmuró, mientras él le frotaba la coronilla con el mentón—. En realidad, mi padre no te tiene confianza. Hubieras debido llamar por teléfono en vez de venir.
—Vale la pena correr el riesgo de tenerte en mis brazos y saber que todavía me amas. Me amas, ¿verdad? —Su boca se movió contra el pelo revuelto de ella.
—Sí. Quiero casarme contigo. ¿O crees que tengo la costumbre de admitir hombres en mi dormitorio en medio de la noche?
—Espero que no —respondió Brad con fingida severidad y continuó en un tono más serio—. Probablemente hubiera debido llamarte por teléfono, pero tus padres sin duda hubieran oído la campanilla y levantado el auricular para saber quién llamaba. No podía correr el riesgo de que oyeran nuestra conversación.
Ella unió las cejas en un ceño de desconcierto.
—¿Por qué?
Brad no respondió inmediatamente. Levantó su mano y la apoyó en un costado de la cara de ella.
—Eres muy hermosa, ¿lo sabes? Tenerte por esposa, no será tan malo después que te haya enseñado algunas cositas.
—Mmmm, y tú podrías ser un marido bastante decente —dijo __________, respondiendo al comentario en broma de él—, pero estás saliéndote del tema. ¿Acerca de qué querías hablar conmigo?
—Quizá debía telefonear… —Hubo un relámpago de dientes blancos cuando sonrió—. Es demasiado difícil concentrarse cuando te tengo en mis brazos. Continuamente me distraigo por estos hombros suaves y estas curvas peligrosas. —Deslizó las manos sobre la sedosa tela de las mangas del camisón y le tomó las manos—. Ven. Sentémonos donde podamos hablar.
Sin soltarle la mano izquierda, la llevó hasta la cama. ___________ se sentó cerca de los pies de la misma, doblando las piernas debajo de sí. Brad le soltó la mano para encender la pequeña lámpara de la mesilla de noche. Su suave resplandor lanzó un pequeño círculo de luz sobre la cama.
—Estás haciendo todo muy misterioso —dijo _________, ocultando su desconcierto tras un murmullo burlón.
Brad se sentó sobre el borde de la cama, a un brazo de distancia de __________.
—No es mi intención —dijo él. Una sonrisa contrita curvó la firme línea de sus labios—. Es que desde que nos separamos esta tarde, he estado pensando en lo que dijimos. ___________, yo no puedo esperar un año para casarme contigo.
—Parece una eternidad —admitió ella, con un suspiro de ansiedad.
Brad se inclinó hacia adelante, transmitiéndola una sensación de urgencia.
—No tenemos que esperar para casarnos años. Tienes veinte años. No necesitas el consentimiento de tus padres.
—Lo sé, pero…
—¿Qué se logrará esperando un año? —arguyó él en tono persuasivo—. No tenemos que probarles nada a tus padres… definitivamente, no tenemos que probarles que nos amamos. En cuanto a su aprobación, desearía poder tenerla; pero si ellos prefieren no dárnosla o imponer condiciones, como este año de espera, podemos prescindir de su bendición. Una vez que estemos casados, ellos tendrán que aceptarme.
—¿Estás sugiriendo que deberíamos fugarnos? __________ mordió su labio inferior.
—Sí. No quiero esperar un año, ni seis meses, ni siquiera una semana —declaró él.
—¿Pero y la universidad? ¿Y tu empleo? ¿Dónde viviríamos? —repuso _________, objetando sin proponérselo.
—Sé que casarnos ahora no es ni práctico ni lógico —admitió Brad y se pasó los dedos por el pelo rubio—. Por lo menos deberíamos aguardar hasta el verano, cuando yo me gradúe, pero ¿cuándo fue lógico o práctico el amor? Es una necesidad física y emocional. —Aspiró hondo—. No lo sé… —Soltó el aliento en un largo suspiro—. Quizá no es lo mismo para una mujer que para un hombre. Quizá tú, no sientas estas necesidades tan fuertemente como yo.
—Eso no es verdad —negó ella rápidamente—. Yo también las siento.
Él la miró a la cara por varios silenciosos segundos.
—¿Sabes cuánto deseo proclamar ante el mundo que la hermosa mujer que tengo a mi lado es mi esposa, la señora __________ Townsend?
—Tanto como yo deseo oírtelo decir.
__________ nunca había pensado que Brad era tan romántico. Dominante… sí y hasta posesivo. Pero hasta esta noche no había imaginado que él tenía también esta faceta tradicionalmente romántica. Parecía impropio.
—Entonces fuguémonos y casémonos mañana, a lo más tarde pasado mañana. Podemos ir a México y nos casarían en cuestión de horas.
—Sí, yo quiero hacerlo… —dijo ella, pero el asomo incertidumbre en su voz impidió que fuera un asentimiento total.
—¿Pero qué?
Él dijo las palabra que ella sólo había sugerido.
—Necesito… necesito tiempo para pensar.
Fugarse era la solución obvia, pero __________ no estaba segura de que era la única alternativa, aunque había sido la elegida por su madre.
Él le tomó las manos que ella retorcía sobre su regazo y las sujetó con firmeza.
—Si estás preocupándote por tus padres, cariño, tendrás que elegir. O lastimas a tus padres o me lastimas a mí. Ellos se tienen uno al otro, pero yo sólo te tengo a ti.
Expresado de esa forma, realmente había una sola decisión que ella podía tomar. Él la atrajo hasta ponerla de rodillas y le deslizó las manos alrededor de la cintura. ___________ apoyó sus dedos sobre los músculos de los anchos hombros de él y lo miró a los ojos.
—Fúgate conmigo, __________ —ordenó él, volviendo a ser el Brad autoritario que ella conocía.
—Sí.
La aceptación de __________ no necesitó ninguna elaboración.
Él la atrajo más, apoyó su boca húmeda sobre la de ella y saboreó la dulzura de la rendición en un beso tiernamente apasionado. ____________ se estremeció bajo el amante ardor de la caricia, cuyo calor se difundió por sus venas. Nunca había conocido a nadie que fuese capaz de excitar su deseo como Brad.
Los labios de él le exploraron las mejillas y tocaron las vibrantes puntas doradas de sus pestañas. Siguiendo la grácil curva de la sien, rozó el lóbulo de la oreja y la sensible piel de más atrás, antes de regresar hambriento a la boca. Los sentidos de ella se inflamaron en una trémula respuesta.
Brad la hizo volverse a medias y la empujó hasta hacerle descansar la cabeza sobre la almohada. Continuó explorando la vulnerable blandura de los labios mientras las caricias descendentes de sus manos excitaban un anhelo febril.
Cuando ___________ sintió que los dedos de él desprendían un botón de su camisón escarlata, comprendió que estaba perdiendo el poco control que tenía sobre la situación. La cama sin tender era un escenario demasiado íntimo para que una larga serie de besos apasionados terminara nada más que en eso.
—Brad, no —protestó y trató de detenerlo.
—Sí —insistió él e ignoró las manos de ella que interferían, para desprender con mano experta el resto de los botones. Levantó la cabeza para mirarla con sus ojos oscuros, donde ardían los fuegos del deseo—. No puedo evitar desearte, ___________, no puedo evitar el deseo de hacerte el amor.
Mientras seguía hablando en un murmullo seductor, su mano se insinuó debajo de la sedosa tele del camisón. Se deslizó lenta e instintivamente, siguiendo las costillas, hacia la curva llena del pecho desnudo. ____________ sintió que sus pechos se hinchaban bajo el contacto y fue incapaz de controlar la respuesta de su carne.
—No —dijo, empujándole la mano.
—No te niegues a mí, cariño. —Le rozó la boca con los labios mientras sus manos continuaban acariciando las redondeces erguidas de los pechos—. Tienes unos pechos tan hermosos, tan firmes… Quiero tocarlos y mirarlos y saber que pronto serán solamente míos para que los acaricie.
Con el pulgar, trazó un círculo alrededor del pezón, una vez, otra vez, hasta que quedó duro como un botón. Ella se estremeció, las atormentadoras caricias le dejaban sin voluntad. El camisón cayó a un lado, un fondo escarlata para su torso desnudo y ya no pudo obligarse a objetar.
La luz de la lámpara iluminó el globo de porcelana de su pecho y el rosado capullo de su pezón, bajo la ardiente mirada de Brad. Él pellizcó ligeramente el botón endurecido, estimulándolo aún más. __________ gimió sin querer, con sus sentidos completamente enardecidos.
—Te gusta esto, ¿verdad, mi niña malcriada?
La miró a la cara y su boca se curvó de satisfacción al ver el rubor febril de las mejillas de ella y la trémula humedad de labios jadeantes.
—Es hermoso, ¿verdad? —añadió, dejar de pellizcarle los pezones.
—Sí, sí —gimió ella, torturada por el deseo.
___________ movió la cabeza sobre la almohada cuando dejó de jugar con sus pezones y tomó un pecho por la parte inferior para empujarlo hacia arriba. Con los ojos entornados, vio que él bajaba la cabeza hacia la rosada punta.
—Brad, no, no debes —protestó __________ y gimió cuando sintió que los labios rodeaban su pezón.
La lengua de él lamió el capullo endurecido y lo rodeó una y otra vez, como si saboreara la dulzura de una uva. Cuando Brad lo mordió ligeramente, __________ ahogó una exclamación por el dolor que le resultó extrañamente placentero. Inmediatamente, los labios de él se abrieron sobre el pezón que entró en la boca junto con su rosada base circundante. Cuando él le chupó eróticamente el pecho, __________ sintió que el palpitante dolor de su vientre empeoraba, que el ardiente vacío latía para que lo llenasen.
Inesperadamente, él apartó su atención del pecho para retornar a los labios. Besos duros, crueles, enloquecieron a ___________ por no poder responder con la pasión que la consumía. Por fin, Brad levantó la cabeza, respirando con agitación y la miró con un oscuro fulgor en los ojos que sugería cólera.
—Debería hacerte el amor —dijo con voz ronca—. Aquí en tu propia cama, debajo de la nariz de tu padre. Es lo que él se merece.
Deslizó la mano por el costado del tórax hasta que sus dedos, explorando, encontraron la banda elástica de la cintura de la braga. La levantó apenas lo suficiente para deslizar la punta de los dedos y siguió en línea recta a través de los músculos trémulos del abdomen.
—Brad, no.
Esta vez, la negativa fue definitiva. La expresión de los ojos de él la asustó y la hizo protestar con firmeza.
Él metió una rodilla entre las piernas de ella mientras que con su peso empujaba contra el colchón el cuerpo de ella, que de pronto empezó a resistírsele. ___________ fue consciente de la fuerza superior de él y supo que si él decidía hacerlo, podría someterla.
Brad rió suave y roncamente.
—No voy a hacerte el amor… hasta que tú me lo pidas, ¿recuerdas? —Aflojó ligeramente la presión y dejó de tenerla inmovilizada—. Además, aunque poseyera tu cuerpo, nunca estaría convencido de que eres mía hasta que estemos casados. Quizá tus reglas anticuadas son contagiosas. ¿Tienes un vestido blanco para la ceremonia, mi virginal ___________?
Ella se relajó, ya no sintiéndose amenazada por él.
—Tengo un vestido blanco, pero es muy veraniego.
El oscuro fulgor que estaba acostumbrada a ver volvió a los ojos de Brad.
—No vamos a preocuparnos por las modas —La besó en la mejilla y rodó hasta tenderse al lado de ella. ___________ consciente de su situación y con cierta timidez, cerró la parte delantera de su camisón, sin ver el movimiento burlón de los labios de él. Brad le puso un dedo debajo del mentón y la hizo volverse hacia él—. Te casarás conmigo mañana en México, ¿verdad? —Inmediatamente, sonrió—. No mañana, creo, puesto que ya es hoy, sino mañana por la mañana.
—Nadie podría impedírmelo —murmuró __________ con una lánguida sonrisa.
—Esta noche, durante mi turno, hice algunas averiguaciones. Todo lo que necesitamos para casarnos en México es identificación y una visa de turista —explicó Brad.
—Tengo toneladas de identificaciones —le aseguró ella— tarjeta de estudiante, licencia de conducir, tarjeta de crédito, pasaporte… Seremos felices juntos, querido —Suspiró, se acurrucó contra él y miró el techo con expresión soñadora—. Sé que seremos felices.
—Antes que podamos hacerlo realidad tenemos que casarnos. Y eso significa que tenemos que hacer algunos planes. —Suavemente, la apartó y se sentó—. Este es un caso en que estar acostados no permite pensar correctamente.
Con renuencia, __________ se sentó a medias apoyándose en la almohada mientras Brad se sentaba en el borde de la cama, frente a ella. ___________ apartó un mechón de pelo de su mejilla.
—¿Cuáles son los planes? —preguntó, segura de que él lo había pensado todo antes de hacerle esta propuesta.
Brad era concienzudo en todo lo que hacía.
—Primero, la cuestión del transporte —empezó él—. Mi motocicleta podría llevarnos y traernos de allí muy económicamente, pero cruzar casi medio estado de Texas no sería muy cómodo contigo, conmigo y con nuestro equipaje. Aunque odio la idea, la lógica sugiere que deberíamos tomar el automóvil que te dieron tus padres. ¿El título está a tu nombre? No querría tener problemas para cruzar la frontera con él.
—Está únicamente a mi nombre —dijo ella—: título, registro, seguro… todo.
—Si vamos a viajar tan lejos para casarnos, sería estúpido no pasar un par de días en México como luna de miel, ¿verdad?
—Absolutamente. —Una amplia sonrisa de asentimiento iluminó la cara de ella y sus ojos de color topacio brillaron de placer—. ¿Adónde iremos en México?
—A Juárez.
—¿Juárez? —repitió ____________, atónita—. Pero eso está a un día de viaje de aquí. ¿Por qué no cruzar a Laredo por Paso Águila? Cualquier sitio estaría más cerca que Juárez.
—Mantén baja la voz. —Brad frunció el entrecejo—. Estoy bien al tanto de las distancias geográficas, pero hay que tener en cuenta otras consideraciones. Si tus padres llegaran a descubrir lo que estamos planeando y trataran de detenernos, inmediatamente supondrán que si cruzamos la frontera elegiríamos algunos de los lugares más cercanos que acabas de mencionar. Estoy seguro de que a tu padre jamás se le ocurrirá que yo podría ser tan “estúpido” como para dirigirme a Juárez. Es un caso de psicología inversa —terminó él, con un leve gesto de afectación en la boca.
—Quizá tengas razón —dijo ___________, pero le pareció que Brad estaba tomando precauciones innecesarias. No le gustaba la forma en que él insistía en ver a sus padres como unos villanos.
—Sé que tengo razón —dijo él con decisión, y ella no intentó discutirle.
Brad hizo pensar a ___________ en un muchachito que estuviera jugando. El pensamiento la hizo sonreír en secreto.
—De todos modos —continuó Brad—, sé manejarme mejor en Juárez que en los otros pueblos de la frontera.
—No he estado en ciudad Juárez desde que era niña. Esta vez, tú puedes actuar como guía y mostrarme lo que haya que ver —sugirió ella.
—Lo haré con placer. —Hubo un brillo provocativo en su mirada cuando recorrió con los ojos las curvas femeninas, acentuadas por el camisón escarlata y las largas piernas desnudas de ___________—. Siempre que no pasemos la mayor parte de nuestro tiempo buscando otra clase de placeres.
Extrañamente, las sugerencias del comentario no estimularon el deseo de __________, quien se sintió vagamente incómoda.
—No podemos pasar todo nuestro tiempo en un cuarto de hotel. —Ensayó un despreocupado encogimiento de hombros—. Alguna vez tendremos que salir para comer.
—Quizá —admitió Brad con una mueca levemente burlona y despectiva en los labios. Se levantó de la cama y se alejó dos pasos, dando la espalda a ___________—. Pero eso nos lleva a otro tema…
Sheila ladeó la cabeza.
—¿Qué?
—Dinero.
Se puso rígida. La discusión de esa tarde todavía era demasiado reciente para que olvidara la amargura y el sarcasmo con que él había encarado ese tema. Se miró los dedos y aferró la delantera de su camisón.
—Creí que no volveríamos a hablar de eso —dijo __________ en voz baja, pero llena de tensión.
—Créeme, no quisiera hacerlo. —Brad se masajeó la nuca; el tono de su voz era sombrío—. No me resulta fácil de decir. Estoy prácticamente en bancarrota. —Suspiró hondo—. El cheque de mi paga de esta semana se fue en pagar la renta. Me quedan sólo unos pocos dólares para llegar hasta el próximo día de pago.
—¡Oh!
Hubo un mundo de comprensión en la breve palabra.
—¡Oh, Dios, detesto esto! —murmuró Brad entre dientes y enderezó los hombros—. ___________, ¿tú tienes algún dinero propio… quiero decir, aparte del fondo de fideicomiso que recibirás cuando cumplas veintiún años? No quiero que acudas a tu padre para pedirle dinero prestado. Me desgarraría las entrañas el tener que fugarme contigo con el dinero de él.
__________ sintió perplejidad. Él en verdad, estaba pidiéndole dinero. Siempre se había mostrado inflexible, casi neuróticamente, acerca de aceptar dinero de ella, no importaba lo apurado que estuviese. Ahora quería usar el dinero de ella para casarse.
Era una buena señal. Significaba que al fin podría persuadir a Brad de que usara el dinero y la herencia de ella para progresar en su carrera sin que se sintiera culpable de vivir a sus expensas. El futuro se anunciaba rosado y brillante. Sus padres se enfadarían por la fuga, pero ____________ sabía que volverían a aceptarla cuando su casamiento con Brad les fuera presentado como un hecho consumado.
—Tengo mi propio dinero —dijo—, una cuenta de ahorros que abrió mi padre para mí con casi diez mil dólares. Se suponía que sería una lección práctica sobre el valor del dinero y que tendría que usarla para mis gastos de este año.
Brad medio se volvió hacia ella.
—¿Pero es tuyo?
—Completamente mío, sin ninguna otra firma necesaria —le aseguró _________.
—Bien. —Brad asintió enérgicamente—. Usaremos eso, entonces. Puedes retirar el dinero mañana y habremos sacado ese obstáculo de nuestro camino.
—¿Y qué hay del empleo y las clases?
—Las clases tendrán que perderse y yo arreglaré para que Tom diga que estoy enfermo. En eso no hay problema. —Se pasó la mano por su espeso pelo rubio—. Los dos tenemos que hacer muchas hoy. Será mejor que marche para que podamos dormir un poco.
—¿Tienes que marcharte? —suspiró __________.
—Es hora. —Asintió con la cabeza—. Te veré esta tarde frente al hotel y entonces podremos decidir dónde y cuándo nos encontraremos. —La besó rápidamente en la boca—. Y recuerda, ni una palabra a nadie sobre nuestros planes. No quiero correr ningún riesgo de que se filtre hasta tus padres.
—Sí —aceptó ella, con reticencia.
—Recuerda cerrar la puerta —dijo él, y sonrió ampliamente—. Piensa, cariño, que en poco más de veinticuatro horas estaremos camino a México.
Una leve sonrisa asomó a los labios de ___________. Cuando él retiró el brazo de sus hombros, ___________ sintió frío. La inquietante sensación se acentuó cuando Brad se perdió en la noche y ella cerró y trabó la puerta. Estaba templando cuando se metió en la cama: Nervios de novia, se dijo a sí misma.

COMENTEN PLISS!
BESOS
:D

AAA ALGO IMPORTANTE QUE QUERIA DECIR
YA FALTA POQUITITO PARA QUE APARESCA JOE
Y AHI EMPIEZA LA ACCION(?
JAJAJAAJ BESOS :D

aaaaaaaaaaaaa me encanto suve nove plissssss aaaa y tmb me encanto tu otra nove aaaaaaaaaa de joe q ya acabaste siguela :D no la dejes :(
quiero ver la accion jajajaja :twisted: bueno espero q sigas bye

¡¡NUEVA LECTORA!!
¡¡SIGUEEEELAA!!