Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
El Contrato Nick y (_Tn) (Terminada)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 5 de 29. • Comparte
Página 5 de 29. • 1, 2, 3, 4, 5, 6 ... 17 ... 29
Re: El Contrato Nick y (_Tn) (Terminada)
DaisyB escribió:Nueva lectora!
Amo tu novela es tan asdfghjkl
Siguela, siguela, siguela...
Besos
bienvenida cariño ya mismo sigo la nove me alegra q te este gustando xD
ElitzJb
Re: El Contrato Nick y (_Tn) (Terminada)
Capitulo Cuatro
(Segunda Parte)
1/3
Después de colgar, (_Tn) se preguntó si hacía bien al tontear con su
marido. La sonrisa que le iluminaba la cara amenazaba con dejarle unos
hoyuelos grabados para siempre en las mejillas, así que decidió olvidarse
de cualquier preocupación y disfrutar de que por fin un hombre se
interesara por ella como mujer.
A pesar de que ese hombre era su marido.
La prensa se había rendido, pensó (_Tn) mientras subía las escaleras
que llevaban a su casa. No quedaba ni uno solo de los cuarentones que,
cámara en mano, se escondían entre los arbustos o la enfocaban con el
zoom desde alguna esquina. Entró en casa, tiró las llaves sobre la mesa de
la entrada y se dirigió hacia las escaleras.
Cuando sonó el timbre, se dio la vuelta y abrió la puerta por impulso. A
medio movimiento, se dio cuenta de que seguramente estaba provocando
una fotografía no deseada, una fotografía que haría que al día siguiente
Nick se tirara de los pelos.
Pero la persona que esperaba tras la puerta no era un periodista ni un
fotógrafo a la caza de dinero fácil.
Peor que eso.
Vanessa.
La mujer que la miraba fijamente era todo lo que (_Tn) no era.
Tenía el pelo rubio —tan puro que no podía ser artificial—, los pómulos
muy marcados y los ojos de un azul brillante. Un par de piernas largas y
delgadas asomaban bajo la falda, una pieza de seda hecha a medida que
nunca había colgado de la percha de un centro comercial.
Bueno, al menos Nick tenía buen gusto con las mujeres, eso era
innegable.
—Ya sabes quién soy.
Vanessa van Buren no parecía la típica amante despechada capaz de
presentarse sin avisar, o al menos así lo había creído (_Tn) . Desde la
distancia quizá, pero para llamar a la puerta se necesitaban agallas. Ella
habría apostado por Jacqueline, que era una mujer mucho más
escandalosa.
Pero se equivocaba.
—Y tú sabes quién soy yo.
Vanessa miró a (_Tn) de arriba abajo y una sonrisa le rozó las comisuras
de los labios. Vanessa vestía de Gucci mientras que ella lo hacía de Target.
Una vez, cuando (_Tn) era más joven, antes de la caída en desgracia
de su padre, una amiga le había dado un consejo. Le dijo: «No te metas en
batallas sin tener un arsenal completo». Por aquel entonces, (_Tn) y
una de sus enemigas del instituto estaban intentando captar la atención del
mismo chico. Desde aquel día, nunca salía de su casa sin maquillar o sin
una etiqueta de marca colgando de la espalda.
(_Tn) bajó la mirada, vio los pantalones cortos de algodón que
llevaba y la camiseta con el lema «Los corredores mantenemos el ritmo» y
no pudo reprimir una mueca.
—¿Me vas a invitar a entrar?
Ni en un millón de años.
—No veo para qué.
Vanessa dio un paso al frente y entró de todos modos. (_Tn)
consideró la opción de detenerla, pero para ello habría tenido que
retenerla físicamente. Una imagen así en la portada de las revistas no era
presisamente lo que Nick y ella necesitaban.
(_Tn) cerró la puerta y le bloqueó el paso para que no avanzara.
—Hasta aquí es más que suficiente.
—No tardaré mucho. —Vanessa miró a su alrededor. A pesar de la
situación, aquella mujer era capaz de mantener un control férreo sobre la
ira que se desprendía de su voz—. ¿Qué puede haber visto Nick en ti?
(_Tn) se cruzó de brazos.
—¿Siempre llevas las garras puestas? ¿O te las quitas por la noche?
—Muy lista. ¿Sabías que se acostó conmigo no hará ni dos semanas?
A (_Tn) se le ocurrieron un montón de respuestas, pero consiguió
controlarse.
—Nick y yo nunca hemos querido hacerle daño a nadie. —(_Tn)
concentró todas sus fuerzas en evitar la imagen de Nick y Vanessa
bailando un tango desnudos sobre la cama.
—Nick siempre hace daño a todo el mundo... antes o después. Lo
descubrirás pronto.
—Creo que deberías irte. —(_Tn) se moría de ganas de dejar de ser
educada. Aquella no era una mujer enamorada, era una serpiente
preparándose para atacar.
—¿Sabe lo de tu padre? ¿Lo de la sórdida familia que has escondido en
el pasado?
(_Tn) apretó los dientes y hundió las uñas en la carne de sus brazos.
—Nick lo sabe todo.
Por la mirada fría y calculadora de Vanessa, era evidente que sabía algo.
—¿Todo? ¿Estás segura de eso?
No tenía nada que esconder... Bueno, casi nada. (_Tn) había
enterrado sus pecados a tanta profundidad que ni siquiera sus contactos
serían capaces de encontrarlos.
—Hablas como una mujer desesperada, Vanessa, y he de decirte que no
te favorece.
La sonrisa de la otra mujer se desvaneció.
—No hay nada en mí que se parezca remotamente a la desesperación.
Tú, en cambio, eres la viva imagen.
—Ding, ding. Fin del asalto. —(_Tn) abrió la puerta de par en par,
sin importarle quién tomara la foto—. Muévete o te pateo los Prada con
mis Nike.
El corazón le iba a cien por hora, tanto que le apetecía propinarle una
buena patada.
—Ten cuidado, no sabes con quién estás tratando.
(_Tn) se acercó a ella tanto como pudo sin llegar a tocarla.
—Señorita, no tienes ni idea de qué soy capaz. Y pensar que cuando
Nick me habló de lo vuestro, sentí pena por ti. Qué pérdida de tiempo.
No sé en qué estaría pensando Nick .
Los ojos de Vanessa rezumaban veneno. Sin mediar palabra, dio media
vuelta, se puso unas gafas de sol oscuras y salió disparada hacia el
deportivo rojo que la esperaba aparcado en la calle.
(_Tn) no estaba dispuesta a aceptar cuánto le había afectado aquella
conversación, así que, en lugar de dar un portazo, cerró la puerta tras ella
y se apoyó en el marco. Cuando la violencia del encuentro se filtró en su
torrente sanguíneo, las manos empezaron a temblarle descontroladamente.
Oyó el sonido de la gravilla bajo las ruedas de un coche.
—Muy bonito.
Se apartó de la puerta y fue a buscar el bolso. No le apetecía hablar, así
que cogió el móvil, escribió un mensaje y se lo mandó a Nick .
«¿Gano algo si tengo razón?», le preguntó a su marido.
Mientras esperaba una respuesta, cerró la puerta con llave, subió las
escaleras y se dirigió hacia la ducha.
El móvil vibró justo en el momento en que pisaba el último escalón.
«¿Razón en qué?»
«Acabo de conocer a la víbora rubia. No sé qué pudiste ver en ella
además de lo obvio.» Y puesto que no estaba segura de poder hablar,
añadió: «Me meto en la ducha, hablamos después».
(_Tn) tiró el teléfono encima de la cama y se dirigió al lavabo. Poco a
poco, empezaba a recuperar la compostura. Observó su imagen reflejada
en el espejo del lavabo. La niebla de primera hora de la mañana había
causado estragos en su pelo y encima todavía tenía las mejillas coloradas.
—Qué desastre.
Oyó el sonido del teléfono en el dormitorio pero lo ignoró. Luego se
quitó la camiseta y la metió en la cesta de la ropa sucia. Las palabras de su
amiga del instituto resonaban en su cabeza: «Arsenal completo».
—¿Sabes qué, Nick ? Creo que te haré caso con lo de la tarjeta de
crédito.
Con mujeres como Vanessa plantándose en la puerta de su casa, lo
mínimo que podía hacer era vestirse adecuadamente para la batalla. Había
nacido en una familia pudiente y conocía las normas del juego, solo que
había escogido no participar.
Hasta ahora.
(Segunda Parte)
1/3
Después de colgar, (_Tn) se preguntó si hacía bien al tontear con su
marido. La sonrisa que le iluminaba la cara amenazaba con dejarle unos
hoyuelos grabados para siempre en las mejillas, así que decidió olvidarse
de cualquier preocupación y disfrutar de que por fin un hombre se
interesara por ella como mujer.
A pesar de que ese hombre era su marido.
La prensa se había rendido, pensó (_Tn) mientras subía las escaleras
que llevaban a su casa. No quedaba ni uno solo de los cuarentones que,
cámara en mano, se escondían entre los arbustos o la enfocaban con el
zoom desde alguna esquina. Entró en casa, tiró las llaves sobre la mesa de
la entrada y se dirigió hacia las escaleras.
Cuando sonó el timbre, se dio la vuelta y abrió la puerta por impulso. A
medio movimiento, se dio cuenta de que seguramente estaba provocando
una fotografía no deseada, una fotografía que haría que al día siguiente
Nick se tirara de los pelos.
Pero la persona que esperaba tras la puerta no era un periodista ni un
fotógrafo a la caza de dinero fácil.
Peor que eso.
Vanessa.
La mujer que la miraba fijamente era todo lo que (_Tn) no era.
Tenía el pelo rubio —tan puro que no podía ser artificial—, los pómulos
muy marcados y los ojos de un azul brillante. Un par de piernas largas y
delgadas asomaban bajo la falda, una pieza de seda hecha a medida que
nunca había colgado de la percha de un centro comercial.
Bueno, al menos Nick tenía buen gusto con las mujeres, eso era
innegable.
—Ya sabes quién soy.
Vanessa van Buren no parecía la típica amante despechada capaz de
presentarse sin avisar, o al menos así lo había creído (_Tn) . Desde la
distancia quizá, pero para llamar a la puerta se necesitaban agallas. Ella
habría apostado por Jacqueline, que era una mujer mucho más
escandalosa.
Pero se equivocaba.
—Y tú sabes quién soy yo.
Vanessa miró a (_Tn) de arriba abajo y una sonrisa le rozó las comisuras
de los labios. Vanessa vestía de Gucci mientras que ella lo hacía de Target.
Una vez, cuando (_Tn) era más joven, antes de la caída en desgracia
de su padre, una amiga le había dado un consejo. Le dijo: «No te metas en
batallas sin tener un arsenal completo». Por aquel entonces, (_Tn) y
una de sus enemigas del instituto estaban intentando captar la atención del
mismo chico. Desde aquel día, nunca salía de su casa sin maquillar o sin
una etiqueta de marca colgando de la espalda.
(_Tn) bajó la mirada, vio los pantalones cortos de algodón que
llevaba y la camiseta con el lema «Los corredores mantenemos el ritmo» y
no pudo reprimir una mueca.
—¿Me vas a invitar a entrar?
Ni en un millón de años.
—No veo para qué.
Vanessa dio un paso al frente y entró de todos modos. (_Tn)
consideró la opción de detenerla, pero para ello habría tenido que
retenerla físicamente. Una imagen así en la portada de las revistas no era
presisamente lo que Nick y ella necesitaban.
(_Tn) cerró la puerta y le bloqueó el paso para que no avanzara.
—Hasta aquí es más que suficiente.
—No tardaré mucho. —Vanessa miró a su alrededor. A pesar de la
situación, aquella mujer era capaz de mantener un control férreo sobre la
ira que se desprendía de su voz—. ¿Qué puede haber visto Nick en ti?
(_Tn) se cruzó de brazos.
—¿Siempre llevas las garras puestas? ¿O te las quitas por la noche?
—Muy lista. ¿Sabías que se acostó conmigo no hará ni dos semanas?
A (_Tn) se le ocurrieron un montón de respuestas, pero consiguió
controlarse.
—Nick y yo nunca hemos querido hacerle daño a nadie. —(_Tn)
concentró todas sus fuerzas en evitar la imagen de Nick y Vanessa
bailando un tango desnudos sobre la cama.
—Nick siempre hace daño a todo el mundo... antes o después. Lo
descubrirás pronto.
—Creo que deberías irte. —(_Tn) se moría de ganas de dejar de ser
educada. Aquella no era una mujer enamorada, era una serpiente
preparándose para atacar.
—¿Sabe lo de tu padre? ¿Lo de la sórdida familia que has escondido en
el pasado?
(_Tn) apretó los dientes y hundió las uñas en la carne de sus brazos.
—Nick lo sabe todo.
Por la mirada fría y calculadora de Vanessa, era evidente que sabía algo.
—¿Todo? ¿Estás segura de eso?
No tenía nada que esconder... Bueno, casi nada. (_Tn) había
enterrado sus pecados a tanta profundidad que ni siquiera sus contactos
serían capaces de encontrarlos.
—Hablas como una mujer desesperada, Vanessa, y he de decirte que no
te favorece.
La sonrisa de la otra mujer se desvaneció.
—No hay nada en mí que se parezca remotamente a la desesperación.
Tú, en cambio, eres la viva imagen.
—Ding, ding. Fin del asalto. —(_Tn) abrió la puerta de par en par,
sin importarle quién tomara la foto—. Muévete o te pateo los Prada con
mis Nike.
El corazón le iba a cien por hora, tanto que le apetecía propinarle una
buena patada.
—Ten cuidado, no sabes con quién estás tratando.
(_Tn) se acercó a ella tanto como pudo sin llegar a tocarla.
—Señorita, no tienes ni idea de qué soy capaz. Y pensar que cuando
Nick me habló de lo vuestro, sentí pena por ti. Qué pérdida de tiempo.
No sé en qué estaría pensando Nick .
Los ojos de Vanessa rezumaban veneno. Sin mediar palabra, dio media
vuelta, se puso unas gafas de sol oscuras y salió disparada hacia el
deportivo rojo que la esperaba aparcado en la calle.
(_Tn) no estaba dispuesta a aceptar cuánto le había afectado aquella
conversación, así que, en lugar de dar un portazo, cerró la puerta tras ella
y se apoyó en el marco. Cuando la violencia del encuentro se filtró en su
torrente sanguíneo, las manos empezaron a temblarle descontroladamente.
Oyó el sonido de la gravilla bajo las ruedas de un coche.
—Muy bonito.
Se apartó de la puerta y fue a buscar el bolso. No le apetecía hablar, así
que cogió el móvil, escribió un mensaje y se lo mandó a Nick .
«¿Gano algo si tengo razón?», le preguntó a su marido.
Mientras esperaba una respuesta, cerró la puerta con llave, subió las
escaleras y se dirigió hacia la ducha.
El móvil vibró justo en el momento en que pisaba el último escalón.
«¿Razón en qué?»
«Acabo de conocer a la víbora rubia. No sé qué pudiste ver en ella
además de lo obvio.» Y puesto que no estaba segura de poder hablar,
añadió: «Me meto en la ducha, hablamos después».
(_Tn) tiró el teléfono encima de la cama y se dirigió al lavabo. Poco a
poco, empezaba a recuperar la compostura. Observó su imagen reflejada
en el espejo del lavabo. La niebla de primera hora de la mañana había
causado estragos en su pelo y encima todavía tenía las mejillas coloradas.
—Qué desastre.
Oyó el sonido del teléfono en el dormitorio pero lo ignoró. Luego se
quitó la camiseta y la metió en la cesta de la ropa sucia. Las palabras de su
amiga del instituto resonaban en su cabeza: «Arsenal completo».
—¿Sabes qué, Nick ? Creo que te haré caso con lo de la tarjeta de
crédito.
Con mujeres como Vanessa plantándose en la puerta de su casa, lo
mínimo que podía hacer era vestirse adecuadamente para la batalla. Había
nacido en una familia pudiente y conocía las normas del juego, solo que
había escogido no participar.
Hasta ahora.
ElitzJb
Página 5 de 29. • 1, 2, 3, 4, 5, 6 ... 17 ... 29
Temas similares
» Contrato Secreto De Amistad (Nick Jonas)
» Me secuestro Nick Jonas (nick y tu) Terminada
» Fly With Me (Nick y Tu) [Terminada]
» "AGAIN Terminada"[Nick y Tu]
» ¿Tu y Yo? (Nick & Tu) TERMINADA
» Me secuestro Nick Jonas (nick y tu) Terminada
» Fly With Me (Nick y Tu) [Terminada]
» "AGAIN Terminada"[Nick y Tu]
» ¿Tu y Yo? (Nick & Tu) TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 5 de 29.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.