Looks Can Be Deceiving [Harry Styles] ||Adaptada|| Terminada

-No Santana – dije riendo – te juro que me levante y me fui.
-Eres bipolar amiga, te tiene loca ese Styles me parece – espetó mientras caminábamos por las frías calles, me rodeé con mis brazos por el frió-
-Es un idiota – me encogí de hombros un poco divertida.
Realmente no podía dejar de pensar en él, pero luego me venia el recuerdo de James. Mañana sería el día en que me pasaría a buscar. Claramente no pensaba decírselo a Santana, ni yo estaba segura de lo que pasaría.
-¿Cómo anda tu relación con Zayn? – mire como la brisa movía la copa de los arboles tranquilamente –
-Bien, muy bien. Él es perfecto para mi – parecía muy feliz. Lamentablemente a mi me parecía un maldito patán que siempre se había burlado de mí.
Me sonrió mostrando su perfecta dentadura. Ella realmente se estaba enamorando y eso me asustaba.

[Al otro día]
[Narra Harry]

‘Oh torn’
La música termino de sonar, suspire demostrando mi nerviosismo. Simon escribió algo en su cuaderno, llevaba lentes negros puestos, una remera blanca y un jean oscuro. Su rostro no mostraba ninguna emoción era igual de duro que en la televisión. Lo único que esperaba era que le hubiese gustado.
El ambiente era tenso, los cuatro lo mirábamos esperando una devolución. Le susurró algo a la mujer a su lado estaba vestida muy formal, junto a un pelo prolijamente recogido, tenia alrededor de unos treinta y pico de años. Realmente atractiva, pero no estaba en momentos para coquetear con nadie. Esto definiría si nuestro sueño se cumpliría.
-Bien chicos, gracias. Los llamaremos – nos miró con una sonrisa comercial en los labios, los cuatro nos miramos algo decepcionados. Nos comenzamos a retirar –. Esperen – nos dimos vuelta – preparen una canción hecha por ustedes. En una semana vendrán nuevamente – comentó en un tono distante, para luego volver a fijar su mirada en el papel en sus manos, salimos del lugar. Y los cuatro comenzamos a saltar y a reír.
Louis gritaba como un maldito desquiciado, mientras que Liam simplemente reía junto a Niall. Zayn y yo nos mirábamos sin poder creerlo, cerrando un abrazo lleno de emociones.
-A escribir se ha dicho –dijo Liam alegre, todos gritamos –

[Narra Elizabeth]

-.. Entonces embarro mi cara con todo el lodo – dijo James riendo, sonreí algo forzada. No podía olvidar todo el mal que me había hecho, realmente me dolía hasta intentarlo- ¿cuéntame como anda tu familia? – preguntó mientras llevaba el chocolate caliente a sus labios –
- Bien, supongo.. – hablé mientras jugaba con la cuchara de mi chocolate caliente, apenas terminamos. Comenzamos a caminar hacia mi casa-
-Esto es incomodo Isa – se cruzo de brazos, mientras caminaba-
-Lo se- me limite a decir-
-Me hace acordar a la vez que golpeé a Marcus y tú no sabias como mirarlo – dijo divertido, esta vez una risilla tímida salió de mis labios, el pareció orgulloso de ello. Ya que hizo el ambiente un poco mas cómodo – ¿lo recuerdas? Fue demasiado incomodo, me acuerdo que fui a la casa ese mismo día y lo único que podía ver era el horrible moretón que le había dejado en el ojo – ambos reímos al unisono, tal vez no seria tan malo esto después de todo –

[Harry]

-No, no me dijo eso. Pero nos dijo que volvamos la semana que viene – conté emocionado, la oficina de mi padre se veía mas tenebrosa que de costumbre, y él parecía algo mas viejo, las arrugas y la palidez de la cara lo demostraban. Pero su gran presencia seguía viva como una flor.
-No te emociones, no creo que ese hombre este interesado en la clase de música que tocan – dijo duro, fruncí el ceño –
-Con un ‘me alegro por ti’ estaría bien – me cruzé de brazos, él suspiro sacándose los anteojos y apoyándolos arriba del escritorio, se masajeó lentamente las cien con los dedos-
-Harry realmente me alegro por ti. Pero hay algo que deberías saber. Las cosas en la familia no están del todo bien, no te culpo por eso. Simplemente quiero que veas un poco mas lejos de lo que ves. No todo es color de rosa y la vida te lo demostrara. No confíes en cualquier persona. No te dejes llevar por los impulsos, son puras patrañas – tenia ganas de escupirle, de mandarlo a la mierda, tal vez. El no podía ver feliz a nadie, no le interesaba ver ni feliz a su propio hijo. Hice una mueca de disgusto.
-¿Para ser tan amargado como tú? Prefiero pasar – gruñí saliendo de la oficina dando un portazo, odiaba esto. Realmente lo odiaba. Mi casa se veía tan oscura, tan vacía sin mi madre. ¿Qué era lo que no podía ver? ¿Había algo que estaba pasando que no me estaba dando cuenta?

Camine buscando refugio para leer mi novela tranquila, pero algo llamo mi atención. Era la voz de Harry, ya todos estaban en el comedor. Que raro. Me moví lentamente y fije mi mirada en las dos personas que hablaban en un rincón bastante pegados.
-Susan debo ir. Me llama el director – susurró.
-Extraño que vengas a mi casa… te la pasas mas tiempo con esa idiota que conmigo –su mano comenzó a descender hasta llegar a la entrepierna de Harry, esta escena realmente me daba asco. Él no pareció inmutarse cuando ella me dijo idiota. Ella pego sus labios a los de el, ambos se besaban pasionalmente, sentí como mis mejillas ardían de la ira. – ¿Hoy vendrás a casa? –cuestionó seductora Susan-
-Claro, pero realmente debo ir – casi vomito al sentir el ruido de sus labios chocarse nuevamente, me sentía usada, pero eso debía esperar era Harry Styles. Un maldito idiota. Escuche como el comenzó a caminar hacia la recepción del director así que me escondí entre el bote de basura. Él ni se percato de mi presencia, entro en la oficina. Me sentía mal, furiosa, usada.

[Narra Harry]
-¿Qué pasa ahora Dir? – pregunté agarrando un caramelo de su despacho, y sentándome. Él estaba más serio de lo normal- me he portado bien últimamente, más que molestar a la profesora de filosofía. No he hecho nada. –el trago duro-
-Harry, se que no has hecho nada te portaste muy bien últimamente – él miro algo apenado- han llamado del hospital – fruncí el ceño sin entender, ¿hospital? –
-¿Acaso mi padre esta mal? –pregunté, él negó lentamente-
-Es tu madre, el cáncer empeoro. Y esta muy mal – me quede seco, rebobinen ¿el cáncer?, hice una mueca-
-Debe estar confundido, mi mama no tiene cáncer –espeté negando con la cabeza, dispuesto a pararme –lastima por el chico, -él se paro y sujetó mi brazo-
-Me dijeron que tu no lo sabias, Harry tu madre no se fue a un spa. Nos vinieron a avisar a nosotros todo lo que estaba ocurriendo. Lo lamento tanto, pero al parecer a tus padres se les fue de las manos, ella esta empeorando cada vez mas. Realmente lo lamento – moví mi brazo bruscamente para que me soltara, esto no podía estar ocurriendo-
-¡Mi madre no tiene cáncer! –grité seco-
-Tienes el permiso para salir, me dijo tu padre que vayas a tu casa. El luego te explicara – negué con la cabeza sin poder asimilar las palabras que el director me decía, el ordenaba unos papeles sin mirarme.
-¡MIERDA ACASO NO ME ESCUCHA! –él me miro sorprendido – ¡Mi madre no tiene nada! Esta perfecta – el simplemente se quedo en silencio- esto es una burrada – bufé saliendo del despacho, la secretaria me miraba sin poder creerlo. Cuando comencé a caminar para la salida me choque con alguien-
-¿Acaso no vez a donde vas? –dijo Elizabeth –
-¿Por qué no vez tú a donde vas inútil! – le grité pasando por al lado de ella, casi sin mirarla. Salí del colegio hecho una fiera. Esto no podía ser no podía creerlo tenia ganas de golpear a alguien-
-Harry – escuche que me llamaba ella, me subí a mi moto.
La mire, ella estaba agitada de seguro por correr, solo una palabra había en mi mente ‘cancer’ ¡Esto era lo que mi padre quería decir! ¡Esto era la mierda que mi padre decía! Sentía que mi cabeza daba mil vueltas, prendí mi moto. Ella corrió y se subió atrás mio sin pedirme permiso, arranque a una velocidad mas alta de la que yo manejaba. Todo comenzaba a cerrar en mi mente. El corte de pelo, su ausencia, mi padre cada vez mas gastado. Y yo la había tratado como a una puta.

[Narra Elizabeth]
Sentía que mi cuerpo decía que lo siguiera, solo seguí mi impulso. Harry arranco a una velocidad bastante alta, paso a varios vehículos, su mirada estaba dura al frente. Comenzamos a ir por unas calles prácticamente vacías, la velocidad comenzaba a asustarme.
-¡Baja! – exclamé, el subió la velocidad, todo pasaba rápido por mis alrededores, ya ni sabia donde estábamos- ¡PARA LA MOTO! –grite, pero el siguió aumentando la velocidad – ¡PARA! ¡PARA POR FAVOR! –supliqué ya completamente asustada, pero el parecía no escucharme. Sentía que en cualquier momento chocaríamos – ¡PARA HARRY! – grite con todas mis fuerzas mi voz salió desgarradora, y él paro la moto tirándola a un costado. Mi respiración era de miedo, que diablos. Harry comenzó a patear un bote de basura.
-¡IDIOTAS! – grito, nunca lo había visto tan violento. Pego su puño contra una pared- ¡ME MINTIERON! ¡ME MINTIERON EN LA CARA MALDITA SEA! – estaba fuera de sí, pateando con fuerza, su rostro estaba rojo por completo. Su mirada perdida. Camine temeraria y lo abrace de atrás.
-Por favor cálmate – el dio una ultima patada de furia hacia una de las paredes y bajo su cabeza, era mas grande que yo, así que apoye mi mejilla contra el centro de su espalda. Su respiración seguía agitada, mi mirada se fijo en su mano. Esta sangraba por el impacto hacia la pared. Pero el parecía ni siquiera notarlo. Luego escuche sollozos.
-Me mintieron – repitió con un hilo de voz y fue ahí cuando me di cuenta que Harry no tenia una vida tan perfecta como yo pensaba.

Solo se escuchaba la brisa, solté el abrazo de Harry. Él se dio vuelta escondiendo su rostro en el cuenco de mi cuello y lo volví a abrazar acariciando levemente su cabello. Su respiración era irregular, paso sus brazos por mi costillas y me abrazo estrechándome a su cuerpo. Sentía como si él estuviera tan solo en el mundo, como si tuviera la necesidad de cuidarlo de todo lo que podía pasar. Era la primera vez que Harry me daba esta sensación de vulnerabilidad, normalmente él era un hombre con todas las letras. Sin mostrar demasiado sus sentimientos, pero verlo así me partía el corazón. ¿Qué le habrían hecho para que estuviera así?
Mi mirada se centro en el lugar donde estábamos, a unos solos metros estaba la cabaña donde habíamos venido cuando yo estaba mal. Al parecer Harry siempre que tenía algún problema venia acá. La brisa se tornaba demasiado fresca. La respiración de Harry ahora era tranquila, él tenía las piernas flexionadas por la diferencia de estatura, separo su rostro de mi cuello y me miró. No tenia rastros de ninguna lagrima, pero sus ojos estaban levemente rojos.
-Lo lamento – dijo por lo bajo, mirándome con esos ojos color mar. Que eran tan atrapantes, pude ver la tristeza en ellos. Ya no se veía esa seguridad que normalmente se podría ver. Acaricie su mejilla con mi pulgar en forma de caricia.
-No tienes por que lamentarte- él miro para el lado donde estaba esa pequeña playa, respiro hondo. Tenia aires pensativos. Mire su perfecto perfil dejándome completamente embobada. –Vamos hacia la cabaña, ya hace frió – dije.
Harry caminó conmigo, junto con la moto, la dejo apoyada cerca de la cabaña y ambos entramos, él tenia guardada una de las llaves bajo unas piedras en la entrada, al entrar nuevamente el olor a madera y hogar me invadió y sacudió. Hacia bastante frió. Harry se sentó en el sillón casi desganado, apoyo su rostro escondiéndolo en su mano. Me senté al lado de él, pase mi mano por su espalda que ahora estaba inclinado levemente hacia delante
-Mi madre tiene cáncer – me contó levantando su rostro y mirándome, pude ver que estaba completamente destrozado, no esperaba eso. Tal vez en mi foro interno simplemente esperaba un "Me peleé con un amigo" o tal vez "me expulsaran del colegio" pero esto fue un golpe bajo, pestañee varias veces intentando procesar la noticia, me acerque a el y lo abracé. Él recibió mi abrazo afectuosamente, apoyó su mentón en mi hombro. –Gracias pequeña – musitó cuando se separo de mi. Se veía repentinamente cansado.
-Tal vez tengas que descansar –el simplemente se quedo mirándome, hizo una pequeña mueca y acarició fugazmente mi mentón.
-Si. – se estiro en el sillón apoyando su cabeza en mis piernas. Poniéndose en posición fetal. Realmente esperaba que él se parara y se fuera a la cama a dormir, pero tampoco me molesto este accionar. Comencé a acariciar sus rulos lentamente mientras veía como sus ojos comenzaban a cerrarse.


Me sentía cómoda y calentita. Un olor dulzón llego a deleitarme. Abrí lentamente los ojos intentando acomodarme a la luz que había adentro, aunque no era tanta. Lo primero que vi fue un fuego abundante en la chimenea. Me desperece lentamente para luego darme cuenta que me había quedado dormida, una manta me tapaba. El ambiente estaba cálido gracias a la chimenea. Vi a Harry en la cocina, revolviendo una olla concentrado.
-Me quede dormida – mi voz sonó somnolienta, él se dio vuelta y me miro sonriendo.
-Y si que has dormido –rió divertido – te despertaste justo para probar mi chocolate caliente – apagó el fuego de la hornalla, para luego verter el contenido color marrón en dos vasos humeantes. Caminó hacia mi y me pasó uno, sentándose el al lado mio. Centro su mirada en el fuego. – No es para presumir pero es uno de los mejores –me miró, mientras hacia una mueca divertida.
-Era yo la que te tenia que ayudar y consolar –susurré algo apenada, Harry se acomodo en el sillón apoyando un brazo en el respaldo de este, mirándome –
-Lo estas haciendo, ya estoy mejor. Fue un momento de debilidad - sonó tan seguro de si mismo. Tan seguro que no logro convencerme.
-No tienes por que demostrarme que eres fuerte, Harry. Ya lo sé – él volvió a fijar su mirada en el fuego, algunos minutos se quedo mirando como este chispeaba, pero luego me volvió a ver.
-No lo hago, simplemente que estoy bien así. Tal vez estoy en el ojo de la tormenta. – se quedo nuevamente mirándome- ¡No probaste el chocolate! – me reprochó, reí y lleve el liquido caliente a mis labios. Este endulzó toda mi boca de un chocolate espeso y dulce, realmente era el mejor chocolate caliente que había probado. ¡Y si que estaba caliente! Saqué mi lengua, moviendo mi mano encima de ella intentando darle viento, Harry rió-
-Me olvide de decirte que estaba muy caliente – me miró –. Déjame... – se acercó a mí, acariciando lentamente mi mejilla con su pulgar, estabamos a centímetros – Me haces bien . – su voz se volvió ronca mientras se acercaba a mis labios hasta que los juntó con los suyos, lentamente abrió mi boca dejando entrar su lengua, sus labios se movían con suavidad junto a los míos, el dolor de mi lengua ya había desaparecido. Cuando despegamos nuestras bocas, Harry sonrió de lado – Mmm... chocolate –reí.

-Se ve que estas mejor – él simplemente se quedo quieto mirándome, mientras sonreía. Seguía en la misma distancia que antes.
-Estoy mucho mejor – me aseguro –

[Narra Harry]

Me encantaba estar así con ella.
-¿No estarán preocupados por ti? – inquirió notoriamente preocupada, ella se preocupaba por mi y eso me fascinaba, como si fuera que me inyectara vida. Estaba en lo correcto, me habían llamado muchísimo a mi celular, pero preferí apagarlo.
-No importan ellos en este momento – le acomodé un mechon de su pelo detrás de su oreja, ella sonrió tiernamente, pero luego la culpa invadió mi ser.
Fruncí el ceño recordando la apuesta. Me estaba acercando demasiado a ella, no debía olvidar que era simplemente una puta apuesta. Estaba jodido.
-¿Qué ocurre? – me preguntó con el mismo tono de preocupación, al ver mi cara seria, mi mirada estaba centrada en el piso. Pero nuestra distancia seguía siendo la misma. Volví a centrar mis ojos en los suyos. Me mordí el labio inferior.
-Tu eres tan buena. Y yo soy un idiota – murmuré casi en susurro –
-No digas eso. Eres muy bueno Harry – repuso tomando un poco del chocolate que ya se había templado y dejar la taza en la mesita chiquita para luego pasar sus brazos por mi cuello, estaba mas tierna que lo normal. Eso me hinchaba el corazón, era la primera vez que estaba tan tiernamente cercano a una chica, pero eso no me sacaba esta culpa de estar utilizándola.
Acomodó su mano en mi mandíbula y se acercó lentamente, capturando mi labio inferior dulcemente. Seguí el beso con lentitud, también era la primera vez que ella tomaba la iniciativa y para ser sinceros me sentía un adolescente tonto, la levante suavemente de los muslos y la senté en mi regazo. Me acomode en el asiento. Separe mi rostro quedando a centímetros, la observé.
-Perdóname – supliqué con apenas un hilo de voz, ella me miro confundida.
-¿Perdonarte? ¿Por que? – miré sus ojos, no podía decírselo.
Realmente no podía decirle que era un maldito estúpido por todo lo que le estaba haciendo. Simplemente me limité a juntar mis labios con los de ella. pero ella separó sus labios de los míos.
-¿Qué es lo que ocurre Harry? –me inspeccionaba con la mirada, junte su frente con la mía.
-Simplemente que soy un idiota insensible – dije. Elizabeth rió, su risa era melodiosa y pegajosa, no: era perfecta. No era una risa de comercial. Pero me volvía loco.
-Aún así te quiero – confesó besando mis labios, al parecer eso se le había escapado pero ahí es cuando me di cuenta. Estaba comenzando a sentir algo por Elizabeth. Tendría que cortar esto de raíz. Debía alejarla de mi. Sino terminara lastimada, y es lo ultimo que quiero. Mi cabeza comenzó a dar mil vueltas realmente debía alejarme de ella, me había dicho que ¿me quería? No. No podría quererme. No PUEDE quererme.