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When Summer ends - Louis Tomlinson
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
ahora. Espera un toque, no escribí nada porque estaba leyendo pero ahora subo :BAinhoa escribió:CUANDO VAS A PONER CAPITULO!!!!!!! QUIERO CAPITULO!! YA QUIERO LEER ESTA NOVELA!!
1DemiLovaCB
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
Capitulo 40
tan pronto como sonó el timbre, Amy se levantó, sonriendo como una tonta. Estaba ridículamente ansiosa esa noche. Llevaba un vestido rojo sangre sexy, pero elegante, que le quedaba perfectamente y mostraba sus largas piernas a la perfección. Su rostro estaba iluminado por la emoción y sus ojos brillaban de alegría. Sonreí también, no porque estuviera deseando esa noche, sino porque se la veía muy feliz. Esa noche iba a ser muy larga para mí, era la fiesta de graduación.
Debería haber sido una noche de celebración, llena de emoción igual que Amy, pero en cambio la temía. ¿La razón? No podía ir con quien quería ir. No había manera posible de ir al baile con Louis así que, en cambio, estaba yendo con su hermano. No había querido ir en absoluto, porque no podía ir con él, pero Louis y Amy habían insistido en que era parte del «rito de paso de niña a mujer» o algo así, por lo que fueron, literalmente, los que me obligaron a ir.
Louis se había ofrecido como chaperón en el baile de graduación. Aparentemente dijo que quería estar allí por mí, pero en realidad no podía estar «allí para mí». Dijo que quería ser parte de eso de alguna manera, incluso si solo tenía que pemanecer al margen. Además, dijo que no podía dejar pasar la oportunidad de verme con el vestido de graduación.
Hice una sonrisa forzada y me puse también de pie, alisándome la falda hasta la rodilla del vestido strapless azul eléctrico. La malla negra que estaba en la cima del vestido era suave bajo mis dedos. En silencio me pregunté qué pensaría Louis de mi vestido y si le gustaría. Probablemente le gustaría el pequeño cinturón negro de encaje que estaba justo debajo de mi escote. Estaba para echar un vistazo a esa parte.
—Esos deben ser Ryan y Nick —dijo Amy alegremente, aplaudiendo con entusiasmo.
Asentí y las dos nos dirigimos a la sala y la puerta. Por supuesto, mi padre ya estaba allí hablando con los chicos en susurros. Le hice una mueca a Amy, rezando para que mi padre no ahuyentara a Ryan de ella, amenazándolo con destriparlo si la lastimaba. Nick estaba, por supuesto, acostumbrado a este tipo de cosas así que le estaba sonriendo a mi padre con paciencia.
Saludé discretamente por encima del hombro de mi padre, mirando a Nick con su esmoquin. Se veía increíblemente apuesto esta noche. Su cita era una chica afortunada. En verdad no quería en absoluto ir esa noche, pero Amy y yo prácticamente lo habíamos obligado a hacerlo, si tenía que someterme a un baile, él también. Lo habíamos juntado con Jasmine, una linda morena que era junior en lugar de senior.
Ella era adorable, del tipo artístico tranquilo.
Técnicamente mi cita era Sam, pero habíamos acordado todo eso porque no queríamos que Sam conociera a mis padres, así que Nick me recogería en su lugar y fingiría ser mi cita. Louis aprobó el plan, al parecer no quería que Sam conociera a sus «futuros suegros» antes que él y «manchar el apellido Tomlinson». La brillante respuesta de Sam fue que el nombre Tomlinson ya estaría manchado cuando se enterasen que yo había estado «jodiendo» con mi profesor durante unos de meses. Sonreí al recordar la conversación; fue un día bastante divertido y tomé lugar en frente de sus padres, quienes encontraron todo bastante gracioso.
Cuando mi padre dio un paso atrás e invitó a los chicos al vestíbulo, Nick sonrió.
—Hey, wow, os veis geniales —dijo con entusiasmo. Sonreí y antes de que pudiera responder, me entregó un gran ramo de tulipanes rojos. Jadeé, mirándolo con los ojos muy abiertos ¿Son de él? Qué demonios…
—Er, gracias —murmuré, tomándolo de sus manos y echando una mirada inquieta a Amy. Ella estaba demasiado ocupada comiéndose a Ryan con los ojos para darse cuenta de mi malestar, sin embargo. Él dio un paso más cerca de mí, sonriendo felizmente mientras sostenía una caja que contenía un pequeño brazalete blanco. Mi padre había desaparecido a buscar la cámara o algo, así que tomé mi oportunidad para interrogar a Nick—. ¿Son tuyas?
Negó con la cabeza rápidamente. —Nope. Louis me pidió que te las diese. Y también te tengo que decir que te ves hermosa y que espera que pases un buen rato —respondió.
Mi corazón latía en mi pecho. ¡Qué atento!
Suspiré soñadoramente, pero antes de que pudiera responder, mi padre estaba de vuelta, con mi madre pisándole los talones mientras decía y alababa qué guapos nos veíamos. Nos hicimos un par de fotos y luego, finalmente, nos escapamos al aire frío de la noche.
Era un poco temprano para ser recogidas, eran solo pasadas las siete, pero al parecer íbamos a cenar primero. Cuando nos alejamos de la puerta, miré con los ojos muy abiertos hacia la carretera. Allí aparcada estaba una limusina negra toda brillante y larga. Miré a Nick, sorprendida. Me dijeron que Ryan conduciría esta noche, no esperaba una limusina.
—¿En serio? ¿Una limusina? —Jadeé. Amy chilló al verla.
Nick sonrió y se inclinó a mi oído.
—Louis la pidió —susurró.
¡Oh por dios, es increíble! Mis ojos se llenaron de lágrimas debido a todo lo que había pensado para esa noche, pero sin embargo ni siquiera era quien me llevaba. Amy agarró mi mano y corrimos a través del césped hacia la limusina que estaba esperando. Un hombre con un uniforme negro abrió la puerta para nosotras sonriendo felizmente. Mientras me subía lo primero que vi fue a Sam. Estaba echado en el asiento trasero, observando el cuadro con alivio mientras bebía zumo de naranja de una copa de champán. Me sonrió, con sus ojos barriendo mi cuerpo mientras subía torpemente al auto y caía a su lado.
—Vaya mierda, bombón de nombre, bombón por naturaleza —chifló—. No te laves las manos.
Reí y le robé su bebida, tomé un sorbo y la coloqué contra su lado.
—No te ves tan mal —contesté, mirándolo con su esmoquin.
Amy y Ryan cayeron en la puerta detrás de mí, riéndose de ellos mismos. Ryan negó con la cabeza y golpeó el brazo de Sam.
—No me extraña que mandaras a Nick a buscarla. ¡Su padre es un maldito psicópata! —Soltó la bronca, antes de volverse hacia mí y sonrió disculpándose—. Sin ofender.
Sonreí y agité la mano con desdén. —Sam aún está demasiado asustado para conocerlo —mentí. Ryan por supuesto no sabía sobre Louis, por lo que obviamente, ellos le habían dicho que Sam estaba demasiado asustado para ir hasta la puerta, y había mandado a Nick a buscarme a cambio.
—No me sorprende. Por Dios —murmuró, dejando escapar un gran suspiro antes de darse la vuelta para sonreírle a Amy con dulzura—. Creo que tuviste suerte con tus padres ¿uh? —Ella le sonrió y asintió, se movió hacia arriba y lo besó suavemente, poniendo fin a la conversación.
Nick subió y nos dirigimos hacia la casa de Jasmine, para que él la pudiera recoger también.
[...]
Una hora y media más tarde, habíamos comido y estábamos a punto de dejar el restaurante para ir al baile de graduación. Ya llegábamos elegantemente tarde, pero Sam seguía insistiendo en que necesitaba ir y «perfeccionarse» en el baño antes de que pudiéramos salir. Tomé esa oportunidad para revisar mi maquillaje antes de que fuéramos al gimnasio de la escuela donde celebraban la fiesta esa noche. Quería lucir lo mejor posible para cuando Louis me viera. Los otros chicos todo lo que dijeron fue que esperarían en la limusina, así que seguí a Sam hacia los baños, frunciendo el ceño cuando vi la señal fuera de servicio en los baños de damas.
Sam sonrió y agarró mi mano.
—Vamos al de chicos, nadie lo sabrá —insistió, arrastrándome detrás de él antes de que pudiera protestar.
Chillé y cerré mis ojos con fuerza, pensando que iba a ver un montón de chicos en los urinarios o algo. Sam rio maliciosamente—. Esta vacío, estás a salvo.
Abrí los ojos, y me arriesgué a echar un vistazo alrededor solo para ver que tenía razón, estaba vacío. Le golpeé con mi pequeño bolso azul y fruncí el ceño antes de mirar el único espejo en el baño.
—¡Podrías por lo menos haber revisado primero! —me quejé, sacudiendo la cabeza con incredulidad.
Hizo un sonido burlón. —Como si nunca hubieras visto la cosa de un chico antes —comentó. Cerré los ojos y sacudí la cabeza, decidiendo no responder, lo que le hizo reír perversamente detrás de mí.
Cuando escuché el sonido de una cremallera bajándose, me encogí y silbé una canción para tratar de bloquear el sonido que Sam estaba haciendo ¡Que chico tan asqueroso! Cuando se acercó a mí—. Ya sabes, Louis está celoso porque no podía llevarte a la fiesta —dijo despreocupadamente mientras se lavaba las manos.
Fruncí el ceño y miré su reflejo en el espejo.
—¿Está celoso? ¿Auténticamente celoso? —Hice una mueca. Tal vez no debería ir. Tal vez debería permanecer en mi casa y pretender que estoy enferma, si no quiere que vaya.
Sam negó con la cabeza rápidamente. —No de esa clase de celos, solo que quiere ser el que te recoja. No lo dijo con esas palabras, pero creo que se siente un poco dejado de lado. Asegúrate de compensarlo otra noche —sugirió, moviendo sus cejas.
Le golpeé el brazo por ser ordinario.
—Cállate —murmuré, aplicando otra capa de lápiz labial antes que se secara.
—Está bien, ¿quieres saber algo que te hará decir aww? —Me golpeó con la cadera para sacarme del espejo, para empezar a jugar con su pelo. Asentí, esperando que lo dijera—. Le dije que me aseguraré de que tengas la mejor noche de tu vida ¿Y sabes lo que me dijo? —preguntó, todavía moviendo su cabello.
—Deja de jugar con tu cabello, ¿eres una chica? —supuse, sonriéndole.
Rodó sus ojos y dejó escapar un suspiro dramático. —No eres ni siquiera la mitad de lo graciosa que crees que eres —comentó—. No, de todos modos, dijo: «no quiero que le des la mejor noche de su vida, ese es mi trabajo». Pensé que apreciarías saber eso.
Mi corazón se derritió, y todo lo que quería hacer era llamar a Louis y decirle que siempre me dio la mejor noche de mi vida.
—Aww —reflexioné.
Sam sonrió fanfarronamente. —Te dije que ibas a decir eso.
Suspiré soñadoramente, sólo deseaba poder verlo ahora mismo, lanzar mis brazos alrededor de él y respirar su aroma, eso era como ninguna otra cosa en el mundo.
[...]
En el momento en que llegamos al instituto, estaba ridículamente ansiosa por ver a Louis. Ya lo había visto bien vestido una vez antes, en la boda de su hermana, y no podía esperar para verlo en traje y zapatos otra vez. Suponía que se vería increíble. Dejé que Sam me llevara hacia el gimnasio. El golpeteo de la música ya estaba retumbando en las paredes mientras la banda en vivo hacia un cover de una canción de Maroon 5. Las personas estaban charlando animadamente, mientras esperábamos en la fila desordenada en el pasillo para poder entrar.
Las chicas se veían elegantes y hermosas en sus vestidos de graduación de varios colores, peinadas y maquilladas. El aroma de varios perfumes estaban mezclados en algo que era casi embriagador mientras estábamos allí, en la fila esperando para que nos tomasen la foto de llegada. Los chicos se veían esencialmente iguales, esmoquin negro, camisa blanca, pero todos ellos tenían corbatas de diferentes colores.
La fila avanzaba con bastante rapidez, y en poco tiempo Sam y yo estábamos en la parte de delante. Su brazo se deslizó alrededor de mi cintura, tirándome hacia él mientras el fotógrafo tomaba un par de fotos antes de sacarnos para que pudiera tomar el retrato de la pareja siguiente. Nick y Jasmine estaban riendo y hablando en un costado por lo que Sam me llevó con ellos, con su brazo todavía en mi cintura.
Eché un vistazo emocionado por la sala, viendo todos los globos dorados y plateados y los carteles que decoraban el lugar. Mesitas redondas con manteles blancos y plateados se habían colocado alrededor del gimnasio. Las luces se habían suavizado y una pequeña vela estaba en cada mesa junto con un arreglo de flores bonitas. Se veía encantador, pero no por eso podía mantener mi atención. Mis ojos recorrieron la multitud, buscando un rostro en particular.
Cuando mi mirada finalmente lo encontró, me sentí mentalmente desmayada. Estaba apoyado contra la pared frente a mí, con una pierna cruzada casualmente sobre la otra, mirando el entorno con tranquilidad. Su cabello estaba desordenado con estilo como de costumbre, y su traje… wow, era todo lo que podía pensar. Me estaba observando; con una sonrisita agradecida en sus labios mientras sus ojos recorrían mi cuerpo lentamente, como si no quisiera perderse ninguna parte.
Antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo, me había alejado de mis amigos y estaba yendo hacia él. Mis pies tenían mente propia mientras se pasaban entre las personas que bailaban, bebían y comían.
Necesitaba llegar a él y decirle hola.
Mientras caminaba hacia él, sus ojos parecieron oscurecerse y su postura cambió cuando se paró derecho. La mirada era como si estuviera maravillado por mí. Supe entonces que aprobaba mi elección del vestido. La señorita Teller estaba de pie y hablaba con un estudiante no demasiado lejos de Louis, así que sabía que teníamos que ser cuidadosos.
Cuando me detuve frente a él, sonrió con su sonrisa de rompecorazones. Mi aliento se atoró en mi garganta mientras su mano se movía y se levantaba, directamente hacia mi rostro. El calor llenó mis mejillas debido a lo íntimamente que me estaba mirando. Podía ver su amor por mí brillando en sus ojos. Pareció como que se descubrió rápidamente; su mano cayó de nuevo a su lado.
No podía dejar de estar decepcionada porque lo único que quería hacer era aplastarme a él y pasar la noche bailando en sus brazos. La manera en que me estaba mirando, hacía a mi corazón latir rápidamente en mi pecho. Amé la forma en que me miró, la mirada que me dio me mostró que mis sentimientos por él eran correspondidos, que todo lo que yo sentía, él también lo sentía. Por lo menos esperaba que, fuese lo que fuera esa mirada, no estuviera en serios problemas.
—Buenas noches, Srta. Henderson. Se ve hermosa esta noche. Mi hermano es un chico con suerte por poder bailar con usted toda la noche —me felicitó.
Sonreí ante sus palabras dulces. Obviamente sabía que tenía que ser cuidadoso también.
—Gracias, Sr.Tomlinson. ¿Vio las flores que Sam compró para mí? Son hermosas, estoy muy agradecida —respondí, dándole las gracias discretamente por mis tulipanes.
Asintió en conocimiento, con una sonrisa formándose en la esquina de sus labios.
—Las vi. Me alegro de que le gustaran —confirmó, alargando el juego.
Un brazo pesado se colgó sobre mi hombro y miré rápidamente para ver que era de Sam.
—Bueno, no vamos a estar aquí toda la noche hablando con los profesores, bombón. Vamos a conseguir un poco de ponche. No estoy seguro de si le han echado alcohol o no ya, así que traje un poco de vodka por si acaso —alardeó, acariciando su bolsillo.
Reí entre dientes cuando Louis gruñó, moviendo la cabeza en señal de desaprobación.
—¿En serio? Soy chaperón, Sam. No puedo permitir que hagas eso, dame la botella —ordenó Louis, tendiendo su mano.
Sam jadeó y frunció el ceño. —¿Qué? ¡De ninguna manera! —se quejó.
Louis movió su mano con impaciencia. —Hay algunos juniors aquí también. Vamos, nada de alcohol —dijo con severidad.
Sam gruñó, sacó la botella de vodka y la puso en la mano extendida de Louis con un gruñido de frustración.
Su otro brazo se tensó sobre mí mientras giraba y me alejaba. Reí ante su dolor y su expresión molesta.
Moviendo mis ojos de nuevo a Louis lo saludé. Espero poder hablar con él más tarde.
—Aww, hombre. ¡Apesta! —gimió Sam—. Perdió totalmente su fiesta de graduación, pero sin embargo ¿no les permite a otras personas pasar un buen momento? —Suspiró dramáticamente—. Bueno, si no podemos ponerle alcohol al ponche entonces vamos a bailar, bombón —sugirió, llevándome a la pista de baile.
[...]
La noche pasó rápido. A pesar de no poder hablar con Louis en ningún momento, pasé un buen rato.
Sam, como siempre, estuvo sembrado y entretenía a todos. Bailé, comí, me reí, generalmente lo disfruté. A lo largo de la noche, mis ojos seguían buscando a mi novio. Estaba haciendo su trabajo perfectamente; dando vueltas por el gimnasio, asegurándose de que todo estuviese en orden y hablando con la gente. Un par de veces, sus ojos atrapaban mi mirada y en esos pocos segundos, cuando nuestras miradas se encontraban, era como si estuviéramos solos, como si fuéramos los únicos dos en toda la sala porque no veía a nadie más.
Alrededor de las diez y media, miré alrededor del gimnasio abarrotado de gente, tratando de ver su cabello castaño, pero no lo veía en ningún lado. No lo había visto hacía mucho tiempo ahora, no desde que lo había oído decirle al director Sherman que iba a revisar los pasillos y asegurarse de que todo estaba bien. ¿Dónde se había metido?
En silencio deseé que esa noche estuviese ya terminada para poder hablar con él por teléfono o algo así.
Odiaba estar tan cerca de él y a la vez tan lejos. Sam tiró de mí con más fuerza contra su pecho mientras continuábamos bailando una canción lenta. La noche ya estaba llegando a su fin; la banda acababa de anunciar que quedaban solo dos bailes. Suspiré con tristeza. Todavía no había llegado a hablar con Louis en privado y agradecerle adecuadamente por la limusina y las flores. Había puesto demasiado esfuerzo para esa noche y yo ni siquiera había sido capaz de decirle lo apuesto que se veía con su esmoquin.
Apreté los dientes con frustración. No puedo esperar por la graduación. Todo estará bien una vez que se acabe. Una vez que esté graduada seré capaz de acercarme a él y hablarle cuando quiera sin que la gente empiece a sospechar. Podré enlazar mis dedos con los de él mientras caminemos por la calle. Me gustaría poder llevarlo a mi casa hacia mis padres y presentárselos como el amor de mi vida. No podía esperar para esas cosas. Sólo un par de semanas más.
—Sam, ¿adónde fue Louis? No lo he visto desde hace rato —susurré, explorando la sala discretamente.
Se encogió de hombros en respuesta.
—No tengo idea. ¿Quieres otro trago? —me ofreció, cabeceando a la mesa donde estaban los refrescos.
Suspiré y asentí, permitiéndole llevarme allí. Vi a Nick bailando con Jasmine; tenía una sonrisa enorme en su rostro mientras hablaban y reían al mismo tiempo y daban vueltas alrededor de la pista de baile.
Sentí una sonrisa aparecer en mi rostro al verlo tan feliz. No había querido venir, pero juzgando su expresión ahora sin embargo probablemente estaba contento de hacerlo. Parecía que estaba pasando un buen rato y ellos hacían en verdad una linda pareja.
Cuando llegamos a la mesa de las bebidas, me di cuenta de que Sam no dejaba de mirar su reloj, y miraba por encima de su hombro un montón de veces.
—¿Qué pasa, Sam? ¿Le echaste alcohol o algo? ¿Por qué estás tan nervioso? —pregunté, agarrando la copa que me estaba ofreciendo.
Suspiró y sacudió su cabeza.
—Sólo estoy esperando algo —respondió, todavía mirando alrededor.
Me reí. ¡Era tan malditamente extraño a veces!
—¿Qué estás esperando? —le pregunté, tomando un bocado de un sándwich de queso y lo mastiqué con disgusto porque se habían puesto un poco rancios en donde habían estado en toda la noche.
Su teléfono sonó y lo sacó de su bolsillo con una sonrisa. Miró la ID pero no respondió, rechazó la llamada y lo volvió a guardar en su bolsillo, todavía sonriendo.
—Necesito ir al baño. Vamos, me puedes mostrar dónde está —dijo, sacándome la copa y poniéndola sobre la mesa antes de que incluso pudiera tomar un trago.
—Sam, ¿qué demonios? Sabes dónde están los baños ¡Ya has estado allí! —protesté, riéndome mientras me arrastraba hacia la puerta y al pasillo.
Asintió.
—Sí, pero esos siempre están ocupados. Muéstrame el camino hacia los otros —sugirió, cabeceando hacia el pasillo.
—Sam, ¿qué? —Gemí cuando tomó mi mano y empezó a caminar, tirando de mí suavemente.
—Vamos, bombón, estoy desesperado —se quejó, haciéndome pucheros. Rodé mis ojos y lo seguí, llevándolo hacia los otros baños del edificio. Sonrió e inclinó la cabeza hacia un lado—. ¿No es esa de allí el aula de Louis? —preguntó, haciendo un gesto en el pasillo con su barbilla.
Asentí en confirmación.
—Sip.
Él sonrió. —Ve a esperar allí mientras echo una meada.
Fruncí el ceño. —Esperaré aquí. No vas a tardar mucho ¿no? —le pregunté sarcásticamente.
Hizo una mueca de disgusto. —No puedo ir si sé que estás esperando aquí afuera, me puedo retrasar.
—¡No parecías tener problema con eso cuando estaba en el mismo baño que tú antes! —lo regañé, sacudiendo la cabeza por el recuerdo.
Rió malvadamente. —Hmm, tienes razón, tal vez deberías venir conmigo de nuevo. Me gustó bastante de una manera perversa, orinar frente a la novia de mi hermano —admitió, levantando una ceja en complicidad.
Reí y rodé mis ojos. Que chico más raro.
—Nunca, pero nunca más. Aún sigo traumatizada. Esperaré en el gimnasio. Voy a buscar a Amy y Ryan —sugerí, girándome para regresar a la fiesta.
Agarró mi mano y negó con la cabeza.
—No quiero volver solo, no podría ser capaz de encontrarte y entonces nos perderemos el último baile. No podemos tener a una chica desaparecida en el último baile, ¿no? —bromeó.
—Bien, entonces esperaré aquí.
Suspiró y sacudió la cabeza con firmeza. —Solo ve a sentarte en el aula de Louis. Si te quedas aquí, entonces serás distraída por tu pequeña mente de peces de colores y terminarás vagando por algún lugar.
—¿Mente de peces de colores? —chillé, golpeando su brazo, pero riéndome al mismo tiempo.
Sonrió descaradamente. —¡Ve! —insistió, y me dio un empujoncito alentador hacia el aula de Louis—. Estaré afuera y luego podremos bailar.
Suspiré dramáticamente y me alejé de allí, sin tener en realidad la energía para discutir con él sobre ello.
Todo lo que quería era ir a casa ahora; había tenido suficiente esa noche. Esa debería haber sido la noche más especial de mi vida, bailando con el hombre de mis sueños; en su lugar, tenía que pasar la noche con su hermano y buscarlo toda la noche. No era como si hubiera esperado que en mi fiesta de graduación cambiara toda la situación.
Agarré el picaporte y empujé la puerta, solo para ver a alguien sentado en el escritorio delante de mí.
Dejé escapar un pequeño grito antes de que me diera cuenta de que era Louis. Sentí una sonrisa ridícula extenderse en mi rostro mientras se levantaba del escritorio y se dirigía a mí, tomando mi mano y tirando de mí hacia el aula. Cerró la puerta y me empujó contra él, besándome ferozmente. Gemí en su boca por su sabor, su aroma me envolvía haciéndome estremecerme por dentro de felicidad. Rompió el beso y puso su frente contra la mía, una hermosa sonrisa se extendía por su cara.
—Hola —murmuró.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello, inclinando mi cabeza y besándolo otra vez por un segundo.
—Hola —Cerré los ojos y lo atraje más cerca de mí, amando el peso de su cuerpo mientras me presionaba y me atrapaba contra la puerta—. ¿Qué estás haciendo escondiéndote aquí? —murmuré con los ojos todavía cerrados, sólo inspirando su aliento y saboreando el momento.
Se rio suavemente. —No puedo dejar que pase la noche sin bailar con mi chica. Me estaba preguntando si podía tener tu último baile —susurró, su nariz trazaba la mía.
¿Mi último baile? ¿Cómo funcionaría eso?
—¿Huh? —Fue mi brillante respuesta cuando abrí los ojos para mirarlo con curiosidad.
Rio y se movió hacia atrás, tomando mi mano y alejándose de mí. Mientras lo hacía me di cuenta de que las luces no estaban prendidas. En cambio, había pequeñas velas en los escritorios y vi que en varios lugares alrededor del aula se proyectaban sombras. En el escritorio más cerca de mí había un solo tulipán y dos copas de ponche. Miré a Louis con asombro.
Es tan malditamente romántico a veces. Realmente no me merezco a este chico que es tan atento todo el tiempo ¿Había planeado esto para que pudiéramos tener el último baile? ¿Es por eso que Sam estaba tan nervioso e insistió en que nos dirigiéramos a esos baños en cambio? ¿Habían planeado esto desde el principio? Mi corazón se derritió en un charco, y miré a Louis que me observaba atentamente.
—Eres demasiado dulce a veces —respiré, dando un paso hacia delante.
Sonrió. —Y tú estás demasiado hermosa en ese vestido que no estoy seguro de cómo me las estoy arreglando para hablar coherentemente —murmuró, recorriendo con sus manos mis costados, sus dedos trazaban las líneas de mi vestido—. Nunca he visto nada más angelical en mi vida, eres increíble. —Su aliento daba en mi rostro y cuello poniendo a mi piel de gallina por la sensación.
—¡Maldición Louis, deja de hacer que me enamore más de ti! —me quejé bromeando.
Él sonrió e hizo una pequeña reverencia, tendiéndome su mano.
—¿Quisiera la dama pasar el último baile conmigo? —preguntó, en un falso acento británico.
Sonreí e hice una reverencia con mi vestido. —Sería un honor —acepté, tomando su mano. Sonrió y me llevó a su pecho, envolviéndome con sus brazos firmemente. La música del gimnasio estaba vagando por el pasillo hacia su aula; no era fuerte, pero estaba lo suficientemente alta como para que fuese perfecto.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello, pegando mi cuerpo al de él mientras nos balanceábamos al ritmo de la canción. Las velas parpadeaban, proyectando sombras románticas a través de las paredes y el techo. Bajo la luz de las velas, se veía demasiado guapo, la forma en que el tono tomaba sus rasgos lo hacían increíblemente hermoso. E imposiblemente, me encontré enamorándome más de él.
Cuando la canción terminó, se alejó y me besó. Sus labios aclamaban los míos, en un beso tierno y suave, haciéndome sentir ingrávida y como si estuviéramos bailando en una nube.
—Te amo demasiado, preciosa —murmuró, sus labios rozaban los míos mientras hablaba. Yo solo suspire soñadoramente en respuesta, lo que le hizo reír suavemente—. Gracias por el baile —murmuró.
—No. Gracias a ti —contesté, mirándolo con admiración.
Sonrió y se apartó aún más, dejando caer sus brazos de mi lado mientras metía una mano en el bolsillo de su pantalón.
—Por lo tanto, no podía dejar pasar una ocasión especial sin marcarlo con algo —reflexionó, sacando su mano y sosteniendo una bolsita de terciopelo, del mismo tipo que contenía el pequeño anillo encantador que me dio en mi cumpleaños. Tragué saliva e hice un sonido emocionado de aww cuando me di cuenta de que me había comprado otro dije para mi pulsera.
—No tenías por qué hacerlo —murmuré, agarrando la pequeña bolsita y tirando de la cuerda.
—Lo sé, pero quería hacerlo. Quiero darte un dije por todo lo importante en nuestras vidas, así tal vez cuando muramos se lo puedes pasar a nuestros hijos, o si somos muy, muy viejos entonces tendremos tataranietos y se lo puedes pasar a uno de ellos, será una reliquia para entonces —bromeó.
Me reí. —Planeas vivir mucho tiempo —bromeé, sintiendo mis ojos llenarse con lágrimas por la dulzura que salía de su boca como miel.
Sonrió y miro cómo sacaba un pequeño dije de tulipán dorado de la bolsita y lo ponía en la palma de mi mano. Era hermoso y tenía pequeños pétalos rojos.
—Louis —suspiré, sin saber qué decir, ¿cómo hace para hacerme sentir especial todo el tiempo? Parece saber la cosa perfecta para comprar, algo demasiado atento que hace que me duela el corazón.
—Toma, te lo pondré y luego será mejor que vayas a buscar a Sam. La fiesta ha terminado y tengo que ayudar a limpiar —sugirió, acercándose y tomando eso de mi mano. Sonreí y le tendí mi muñeca. Lo enganchó en mi pulsera que me había dado hacia dos meses, y luego me besó en la muñeca. Aspiré una bocanada de aire a través de mis dientes cuando lo hizo, amaba ese pequeño movimiento, y estaba bastante segura de que él también lo sabía porque siempre parecía seguir haciéndolo para ponerme caliente. El maldito chico sabe lo que me vuelve loca.
Cerré los ojos y agarré las solapas de su chaqueta, tirándolo más cerca de mí, aplastando mi pecho contra el suyo.
—Sabes lo que me hace ponerme caliente, eso no fue justo cuando no te estaré viendo en toda la noche —susurré, moviendo la cabeza en señal de desaprobación.
Rio y envolvió sus brazos alrededor de mi cintura.
—Bueno, tal vez tendrás que llamarme y podemos hacer algo al respecto por teléfono, si estás tan caliente —bromeó, tocando mi nariz.
Reí y me sonrojé sabiendo lo que quería decir.
—Tal vez lo haré —le respondí, levantando una ceja sugestivamente.
Tragó con fuerza. Su sonrisa cayó de su rostro; obviamente pensó que reaccionaría distinto.
—¿De verdad? —preguntó sorprendido.
Asentí y me encogí de hombros. Estaba dispuesta a todo lo que él quisiera probar, una pequeña charla sucia debía estar bien, no sería capaz de ver mi rostro sonrojándose por el teléfono de todos modos, y quién sabe, podríamos disfrutar también.
—Segura —suspiré, mirando como sus ojos se abrían. Sonreí, sabiendo que había ganado; estaba sin lugar a dudas más sorprendido que yo—. Será mejor que me vaya. Muchas gracias por hacer mi noche tan especial. Te amo —prometí, poniendo mi mano en la parte posterior de su cabello y empujando su boca hacia la mía de nuevo. Me besó durante unos minutos. El beso fue muy abrasador y mi respiración estaba prácticamente agitada con excitación ¡Si no estuviéramos en el instituto en este momento, entonces le habría desgarrado la ropa!
Un golpe fuerte e insistente en la puerta lo hizo alejarse como si tuviera la peste. Los dos miramos a la puerta con los ojos muy abiertos preguntándonos quién sería.
—No me importa si estás en el medio de algo indecente. ¡Si no dejas que Chloe se vista y la dejas aquí en diez segundos, entonces me uniré! —gritó Sam, riéndose del otro lado de la puerta.
Me eché a reír mientras que Louis dejaba escapar un gran aliento y cerraba sus ojos, pasándose una mano por su cabello. Lo besé en los labios suavemente otra vez.
—¿Quieres que te ayude a apagar las velas? Podemos esperarte y puedes venir con nosotros por una pizza —ofrecí, mirando a las veinte o más velas que había puesto en la sala.
Negó con la cabeza. —No, lo tengo. Deberías ir, tengo que reiniciar todas las alarmas de incendio de todos modos y luego limpiaré el gimnasio ¿Me llamas mañana? —preguntó, acariciando el lado de mi rostro.
Le di una palmada en el trasero y me acerqué a la puerta.
—Te llamo esta noche, ¿recuerdas? —le guiñé un ojo y reí mientras abría la puerta y me dirigía al pasillo para ver a Sam inclinado contra la pared esperándome.
—Tu vestido está al revés, bombón —bromeó, sonriéndome.
—Ja-ja. Vamos a buscar algo para comer antes de que me lleves a casa. Pagaré yo considerando que ayudaste en todo esto —insistí, tomando su brazo con el mío, atravesando los pasillos hacia las limusinas.
Miré el pequeño dije de mi pulsera y suspiré soñadoramente. Realmente era una chica con suerte.
1DemiLovaCB
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
holaaaa!! ya estoy aqui me encantan los capituloss :))!! y gracias por esperarmee!!:DDDDD
mimi94
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
Capitulo 41
Me quedé allí de pie con una sensación incómoda en la boca de mi estómago. Esto era el día por el que habíamos estado esperando. Esto era el día que toda mi vida escolar había estado construyendo. La graduación.
Hoy dejaré este instituto, graduándome con honores y finalmente toda clandestinidad, cuidado, preocupación, todo habrá terminado. Louis y yo podríamos estar juntos sin mirar sobre nuestros hombros todo el tiempo. Una vez esta ceremonia terminara, ya no sería ilegal para mi enamorarme de mi profesor. Claro, que probablemente todavía sería mal visto, pero la gente lo superaría tarde o temprano, de todos modos no me importaba.
Sonreí mientras exploraba la multitud de personas. Vi a mis padres sentados allí, mamá estaba llorando de felicidad con una gran sonrisa en su cara. Un par de filas tras ellos estaban Sam, Johanna y Mark.
Habían insistido mucho en venir y verme graduada, aunque por ahora se mantendrían alejados de mis padres. Llegaría el momento en que se conocieran pero ese día no era hoy.
Vi a los maestros sentados a un lado. Louis me miraba con una sonrisa de orgullo en su cara; sentí una sonrisa boba estirarse en mi cara y rápidamente desvié la mirada antes de hacer algo obvio. Fruncí un poco el ceño, no lo había visto mucho últimamente; había estado estudiando y trabajando duro para poder graduarme, así que no habíamos pasado mucho tiempo juntos.
Además, aun cuando pasé tiempo con él, últimamente había estado distante, haciendo llamadas telefónicas, enviando emails, hablando con Sam y luego deteniéndose cuando yo entraba en el cuarto. No sabía de qué se trataba, pero esperaba que fuera tan simple como que estuviera comprándome mi regalo de graduación o algo así. Mi mente empezaba a imaginarse cosas horribles, como que tal vez ya no quisiera estar más conmigo, tal vez ahora que la excitación de una relación prohibida había terminado él no me querría. Estaba preocupada porque el último par de semanas empezó a irse los fines de semana con Sam, apagando su móvil para que no pudiera llamarlo. Él dijo que no era nada, que Sam necesitaba desconectarse y estaba teniendo «tiempo de chicos». Así que lo dejé ir, rezando para que no me estuviera engañando o algo así.
Me obligué a mí misma a parar esos pensamientos. Hoy no se trataba de eso, hoy era sobre finalmente entrar a la sociedad como un adulto. Hablaría con Louis más tarde y averiguaría qué estaba pasando, pero por ahora, no necesitaba preocuparme por nada más importante que tropezarme con la parte inferior de mi túnica y caerme de cara delante de todos. A Sam le encantaría.
Distraídamente puse mi mano sobre mi muñeca, cogiendo mi pulsera de dijes y preocupada por los pequeños dijes entre mis dedos tratando de calmar mis nervios. Había añadido un par más a mi pulsera recientemente, uno que él me dio en la noche del baile, el tulipán, también había sido unido por una herradura que me compró cuando tenía mis exámenes y el otro que me dio esta mañana, el pequeño pergamino plateado que era por mi graduación.
Mordiendo mi labio esperé que dijeran mi nombre. Miré cómo Amy saltaba para obtener el suyo, haciendo un dramático arco que hizo que la gente se animara y aplaudiera. Me reí y moví mis ojos hacia Louis otra vez, viendo cómo le aplaudía y sonreía abiertamente. Amy y Louis se llevan muy bien, de hecho él se lleva muy bien con todos mis amigos, solíamos salir bastante. Todo era más fácil ahora que la gente pensaba que estaba con Sam. Nos permitieron salir como un grupo sin nadie preguntando por qué un profesor estaba con nosotros, por lo que a la gente se refería él sólo salía con su hermano, así que no se dijo nada más de eso.
Cuando Erika flotaba en el escenario, todos los chicos gritaron y silbaron mientras paseaba, agitando su trasero y agitando su pelo sobre su hombro, pareciendo una supermodelo. Era la única chica allí que llevó la túnica ceremonial amarilla, y todavía se las arreglaba para parecer una diosa mientras la usaba. Sonreí. Ella no me había molestado desde la mentira que le había dicho, cuando le dije que había grabado las amenazas que me hizo. Se había mantenido fuera de mi camino y yo fuera del de ella. Claro, todavía era maliciosa conmigo y Amy, estaba muy segura de que nunca cambiaría, era parte de su personalidad. Aunque por lo que oí, Erika iba a mudarse a Inglaterra en un par de semanas. Su familia se desarraigaba y se mudaba allá por el negocio de su padre, así que ni siquiera tendría contacto con ella después de que el día terminara.
Nick también tuvo su turno en el escenario; levantando al aire el puño, lo que hizo que su padre gritara e hiciera la misma cosa. Alguien me dio un codazo en la espalda y giré para ver a una chica de mi mismo año frunciéndome el ceño y mirándome como si yo estuviera loca.
—¿Vas a pasar? —me preguntó, señalando el escenario.
La miré con curiosidad hasta que me di cuenta de lo que estaba hablando. Era mi turno de recibir mi certificado. Tragué saliva y agarré mi pulsera fuertemente cuando caminaba en el escenario, tratando de aparentar confianza aun cuando secretamente contaba los pasos en mi cabeza rezando para no caer y avergonzarme a mí misma. Vagamente podía escuchar a papá entre líneas gritando: «Sí, adelante calabaza». Me ruboricé y mantuve los ojos enfocados en el director, quién sonreía y me miraba caminar hacia él.
Cuando me detuve frente a él sonrió abiertamente y me tendió la mano.
—Felicidades —señaló. Me reí y estreché su mano tomando el pequeño pergamino con mi otra mano, sintiendo una explosión de triunfo caer sobre mí. Lo he hecho. Me he graduado. Ahora soy libre para seguir adelante con mi vida, mi vida con Louis.
—Gracias, director Sherman —contesté, prácticamente saltando fuera del escenario mientras Sam gritaba y cantaba: «Arriba, bombón» una y otra vez. Le lancé una mirada de advertencia que sólo lo hizo reírse y guiñarme un ojo.
Cuando llegué al otro lado del escenario agarré a Amy y la abracé fuertemente antes de abalanzarme sobre Nick quien me daba vueltas en un pequeño círculo, riendo. Vimos que el resto de nuestra clase recibía sus certificados, entonces, como por tradición, lanzamos nuestros sombreros. Después de eso fui arrastrada a una embarazosa demostración de afecto por parte de mis padres. Ellos hablaban maravillas sobre mi túnica, mi sombrero, mi certificado, diciéndome cuán orgullos estaban. Posé para cientos de fotos; sería un milagro si pudiera ver bien después de esto considerando los cientos de veces que el flash se disparó en mi cara.
Saludé con la mano a Sam, Johanna, y Mark. Ellos hicieron una salida rápida y discreta después de la ceremonia. Mis padres todavía no conocían a Sam y no quería que lo hicieran. Exactamente no podía presentarles a Sam y luego decirles que estaba saliendo con su hermano, el profesor. Así que por ahora los mantuve a todos lejos los unos de los otros.
Sentí que mi móvil vibraba en mi bolsillo así que lo saqué para ver que tenía un mensaje nuevo de Louis.
Encuéntrame atrás del gimnasio.
No me molesté en contestar. Él sabía que iba a encontrarme con él, no necesitaba confirmarlo. Sonreí a mis padres quienes estaban felices charlando con el padre de Nick y los padres de Amy. Todos estábamos saliendo para la cena de celebración, que sería divertida porque nuestros padres también se llevaban bien.
—Chicos, necesito ir al baño antes de salir —mentí.
Mi padre besó un lado de mi cabeza, sonriendo orgullosamente.
—Bien, calabaza, esperaremos aquí. —Sonreí y salté a ver a Louis y conseguir su abrazo de felicitación.
Me dirigí al lado del gimnasio, no había nadie allí. Fruncí el ceño y me dirigí un poco más lejos, decidiendo esperarlo allí. Tal vez estaba atrapado hablando con alguien.
Antes de saber lo que pasaba alguien me agarró y me arrastró alrededor de la última esquina, detrás de un arbusto, por lo que estábamos fuera de vista. Chillé por el shock, pero sabía que era Louis por su risa.
Giré en sus brazos y sonreí. —Hola —suspiré.
Sonrió y me apretó contra la pared.
—Hola —respondió, besándome suavemente. Gemí en su boca, rezando para que estuviéramos fuera de la vista porque realmente no deberíamos estar haciendo esto aquí. Él estaba obviamente excitado, ya estaba graduada. Rompió el beso dejando besitos desde mi mejilla a mi oído—. Estoy muy orgulloso de ti, preciosa.
—Louis, probablemente deberíamos ir a un lugar más privado —sugerí sin aliento mientras besaba el costado de mi cuello.
Suspiró dramáticamente y me apartó de él, tomando mi mano, con su otra mano subiendo para ahuecar mi cara.
—Necesito hablarte de algo —susurró, besando otra vez mis labios ligeramente—. ¿Podemos ir a algún lado? No quiero llevarte lejos de tu familia ni nada, pero esto es importante.
Tragué nerviosamente. ¿Es algo malo? ¿Por qué parece muy serio?
—Ummm… bien. Se supone que vamos a cenar, pero podría cancelarlo —declaré, haciendo una mueca—. Mis padres se molestarán conmigo, pero supongo que si esto es importante entonces lo haré.
Sacudió la cabeza con rechazo.
—No canceles. Esto puede esperar, pero necesito hablarte hoy, así que tal vez, ¿podríamos reunirnos después de la cena? —sugirió, ladeando la cabeza, mirándome esperanzadamente.
Asentí y me agarré del frente de su camisa, jalándolo hacia mí. No quería dejarlo ir. Estaba un poco asustada. ¿Va a romper conmigo? ¿Va a decirme que quiere a alguien más? ¿O más espacio? ¿Lo estoy agobiando? Sonrió y pasó su pulgar por encima de mi pómulo.
—Luces preciosa con tu túnica, pareces un ángel. —Me halagó, besándome suavemente.
Sentí mis ojos llenarse de lágrimas; no quería que mi tiempo con él terminara. Nunca superaría este hombre; nunca en mi vida sería capaz de encontrar a alguien que me hiciera tan feliz como él lo hacía.
Era el indicado para mí y nunca me recuperaría de esto si terminaba. ¿Cómo le había dejado tener tanto poder sobre mí? ¿Cómo le permití entrar tanto dentro de mí que sería una agonía verlo salir de mi vida?
—¿Hice algo malo? —susurré, tratando desesperadamente no dejar caer las lágrimas.
Frunció el ceño y me miró como si estuviera loca.
—¿Algo malo? No, ¿por qué piensas eso?
—Has estado distante últimamente, has estado ocupado y realmente nosotros no nos hemos visto mucho. ¿Tienes dudas sobre mí? Quieres que….que…. —No podía decirlo, no podía forzar esas dos palabras a salir de mi boca, sabían tan amargo, tan repugnantes que no quería decirlas.
—¿Piensas que voy a romper contigo? —preguntó incrédulamente. Asentí, mordiéndome el labio, esperando a que dijera las palabras y mi mundo colapsara en los abismos del infierno. Frunció el ceño con ira y sacudió su cabeza—. Preciosa, ¿por qué siempre asumes lo peor? ¿Por qué dudas de mi amor por ti todo el tiempo? —preguntó, sacudiendo la cabeza tristemente.
—No soy suficientemente buena para ti. Uno de estos días te darás cuenta, —murmuré.
Cerró los ojos y dejó escapar un gran suspiro, presionó su cuerpo contra el mío.
—Preciosa, yo soy el que no es suficientemente bueno para ti, no al contrario. Te amo. Te amo más que a nada en el mundo y siempre te amaré. Necesitas dejar de dudar de ti misma y dudar de mí. Estás pegada a mí ahora. Por amor de Dios, estás usando mi anillo. ¿No te dice eso que mis sentimientos no cambiarán? —preguntó, presionando su frente a la mía.
Tragué ruidosamente. —Entonces, ¿qué es lo que necesitamos hablar? Pregunté, envolviendo mis brazos en su cuello, tirándolo más cerca de mí, dejando sus dulces palabras arrastrarse sobre mí. Sentí mi cuerpo calmarse y relajarse. Estaba siendo estúpida y tenía razón. Realmente necesitaba dejar de dudar de él, debería saber que me amaba, no debería haber cuestionado eso. Todavía estaba muy insegura porque nunca me sentiría digna de su atención.
Sonrió. —Hablaremos más tarde. Es importante, pero no malo. ¿No empezarás a estresar esa hermosa cabeza con eso, de acuerdo? —Asentí y tiré su boca hacia la mía, besándolo profundamente, mostrándole con ese beso lo mucho que lo amaba, necesita y apreciaba. Se retiró luego de un minuto más o menos—. Deberías irte, tus padres probablemente te estarán buscando. Llámame después y nos encontraremos en algún lugar.
Suspiré, no quería dejarlo aquí en el instituto. Quería llevarlo conmigo, presentarlo a mis padres y que viniera con todos a la cena. Me sentí muy mal por ir a esta ocasión trascendental sin el amor de mi vida.
—Ok. Te amo, Louis. —Lo besé suavemente otra vez, antes de volverme y alejarme de él. Solo di un paso antes de que palmeara mi trasero cuando me marchaba.
—Balancea esa túnica, preciosa —me halagó, guiñándome un ojo. Me ruboricé e hice una pequeña reverencia antes de caminar rápidamente hacia donde mis padres esperaban y hablaban con Trevor, el padre de Nick. La cena estuvo bien. Nuestros padres estuvieron compartiendo historias de cuando éramos niños, hablando de cómo el tiempo había pasado velozmente y antes de que se dieran cuenta, los pequeños bebés que tuvieron se graduaron en el instituto. Nick, Amy y yo solo nos reímos de cómo recordaban. Era bueno, pero en el fondo de mi mente no podía parar de pensar en Louis.
Constantemente deseaba que estuviera aquí y fuera parte de esto. Él era lo único que faltaba en este cuadro.
Cuando terminamos con la cena, envíe un mensaje a Louis para decirle que estaba hecho y quedamos en media hora. Corrí a mi casa a cambiarme. Cuando llegó la hora, inventé una excusa para mis padres y me dirigí fuera de la casa para ir y reunirme con él y descubrir qué era esa cosa importante que tenía necesidad de hablar.
Corrí hacia su coche que estaba estacionado calle abajo de mi casa. Traté desesperadamente de no estresarme sobre lo que fuera, había dicho que no debía preocuparme, y estaba tratando seriamente de no hacerlo, pero debo ser más pesimista de lo que pensaba porque el miedo de lo que fuera eso me había estado consumiendo.
Cuando me deslicé en el lado del pasajero, él sonrió feliz.
—Bueno, hola, mucho tiempo sin verte —gorjeó.
Sonreí e hice rodar mis ojos juguetonamente. Había sido un largo tiempo para mí, aun cuando solo hubieran pasado unas horas.
—Si han sido años. ¿Cómo has estado? ¿Cuidándote bien? —contesté, siguiendo el juego. Pasé mis ojos sobre él, se veía tan guapo en vaqueros negros y camiseta blanca.
—Sí, bueno gracias. Te ves bien —respondió.
Sonreí y me escabullí sobre mi asiento y presioné mis labios sobre los suyos para silenciarlo.
—Basta de juegos. Vamos a algún lugar y hablemos porque la anticipación de lo que se trate, en realidad me está matando lentamente —me quejé, haciendo un mohín con la mirada.
Sonrió y encendió el auto, conduciendo hasta un parque infantil de juegos que no estaba muy lejos de casa. Nos bajamos y caminamos en el parque abandonado. Se dirigió hacia el banco y se sentó así que hice lo mismo y me senté junto a él, esperando a que lo escupiera.
Se volvió hacia mí, pareciendo un poco nervioso.
—Así que voy a eso entonces —empezó—. Estás totalmente decidida a quedarte aquí para ir a la universidad, ¿verdad? ¿Definitivamente no quieres ir a tu universidad soñada en New York?
¡Ok, no esperaba que esta conversación siguiera por este camino! Asentí en confirmación. Él sabía la respuesta a eso; habíamos hablado mucho de ello durante las últimas semanas. No me marchaba para ir allá; me quedaría aquí con él porque no quería abandonarlo. Habíamos tomado juntos la decisión, como pareja, lo que era mejor para ambos.
Ambos decidimos que permanecer juntos era lo más importante; el lugar no importaba mientras yo estuviera con él. Ya se lo había dicho a mi familia y amigos, le había dicho a Amy que no iría con ella, había rechazado mi lugar en otras universidades. Me quedaría aquí con él. Así que, ¿por qué me estaba preguntando esto ahora?
Asintió. —Ok, entonces, dijiste que he estado distante y ocupado últimamente, así que debería decirte lo que he estado haciendo.
Mi corazón tartamudeó en mi pecho. Sabía que algo había estado haciendo últimamente. El parecía tenso, siempre preocupado en internet.
—Bien, ok —dije con inquietud, pensando que iba a decirme que había estado viendo a alguien más.
Respiró profundamente. —Tengo un nuevo empleo.
Di un grito ahogado, sorprendida.
—¿De verdad? ¿Qué empleo? —pregunté, mirándolo con curiosidad. Todavía no estaba segura de si era algo bueno o malo.
Asintió. —Sí lo tengo. Es otro puesto de profesor, pero no es en esta área, —contestó, levantando una ceja y mirando mi reacción.
¿Se mudará?
—Oh.
Sonrió. —Ya he aceptado el trabajo. Tengo que estar allí en pocas semanas así que me mudaré de aquí.
Podía sentir el horror construyéndose en mi pecho; la histeria estaba amenazando con aplastarme. ¿Louis se mudará lejos de mí? He rechazado las ofertas de todas las universidades para estar aquí con él, pero ¿ya ha aceptado un trabajo en otro lugar? ¿Cómo pudo hacerme esto? ¿Por qué?
Asintió, pareciendo inconsciente de la locura interna que estaba empezando a tener.
—Sí, he estado ocupado últimamente con entrevistas y cosas como esa. Pero me ofrecieron esta oportunidad realmente buena que simplemente no pude rechazar —continuó.
—Oh —mascullé otra vez, realmente no era capaz de formar pensamientos coherentes aparte del hecho de que Louis me estaba dejando. Se había acabado.
Inclinó su cabeza a un lado, mirándome con expectación.
—¿No vas a preguntarme dónde me voy a mudar?
¿Puedo hablar? ¿Si abro mi boca empezaré a gritar? ¿Saldrán palabras si trato de formar una oración? Mi boca estaba tan seca que apenas podía tragar. Lamí mis labios.
—¿Dónde? —susurré, luchando contra la tristeza que trataba de consumirme. Este comenzó como uno de los días más felices de mi vida e iba a terminar en el peor.
Una sonrisa tembló en las comisuras de su boca.
—Aquí vas, dudas de mi amor por ti otra vez —susurró, besándome suavemente. No sabía cómo responder. Por supuesto que estoy dudando de tu amor por mí, ¡estúpido! Renuncié a la universidad de mis sueños por quedarme aquí contigo y tú ¿solo te vas y me dejas aquí? ¿Qué egoísta locura es esa?
—Louis… solo… —No sabía que quería decir. Parte de mi quería llorar, parte de mí quería gritarle, parte de mi quería apretarlo y nunca dejarlo ir.
—El empleo es en New York —dijo, retrocediendo y mirándome esperando mi reacción.
¿New York? ¿Se está mudando a New York?
—¿Es alguna clase de broma de mal gusto? —pregunté sacudiendo la cabeza, no entendía el humor de este chico. Él sabía que quería ir allí, me dejó rechazar la universidad, pero ahora ¿se estaba mudando allí de todas maneras?¿Qué diablos estaba pasando? Me puse de pie, mirándole enojada.
Se rió y tomó mi mano, tirando de mí hacia el banco de nuevo.
—Sí, me voy a mudar a New York. Tengo una gran línea de trabajo allí, está bastante cerca de tu universidad soñada en realidad —comentó, mirándome feliz.
Lo alejé de mí con enojo.
—¿Qué demonios? ¡Rechacé mi lugar allí! ¿Por qué haces esto? Louis por amor de Dios, esto es sólo... —gruñí con frustración y sacudí mi cabeza hacia él.
Él sonrió. —Tú no rechazaste la plaza en realidad. Aceptaste ir. Bien, eso no es estrictamente verdad, Amy aceptó ir, fingiendo ser tú —dijo, encogiéndose de hombros.
¿Qué él…? —¿Ella hizo qué? —mascullé de repente más confundida en cuanto a dónde iba esta conversación.
Suspiró feliz. —Deja de estar enfadada conmigo, puedo ver que estás enojada por tu expresión. Esto es bueno, lo prometo. —Tomó mi mano y se volvió en su asiento para quedar totalmente frente a mí—. Antes de que hablaras con Amy y le dijeras que te quedabas aquí y no irías a New York, hablé con ella.
Le dije que ibas a decirle eso —explicó—. El último par de meses he estado luchando por encontrar un nuevo empleo cerca de la universidad que querías. Ha sido duro porque soy joven y no todos los institutos quieren dar la oportunidad a un joven que solo tiene un año de experiencia enseñando. Pero encontré una eventualmente. Me ofrecieron un puesto, apenas la semana pasada. Está solo a media hora de la universidad de tus sueños —explicó.
Mierda, ¡no lo vi venir! ¿Hablará en serio? —Así que tienes un trabajo en New York, y ¿Amy aceptó mi lugar en la universidad cuando pensaba que yo lo había rechazado? —pregunté, necesitando confirmación.
Asintió. —Sí, fue bastante fácil, ella confirmó a través de internet usando su portátil, y yo intercepté la carta de rechazo que enviaste. —Estuvo de acuerdo, sonriendo tímidamente.
Cerré mis ojos, todavía no estaba segura de qué pensar acerca de esto.
—¿Podrás mudarte a New York conmigo? —susurré.
Se rió. —Me mudaría a la Antártida contigo, preciosa.
—¿Nos vamos a New York? —Jadeé, la realidad de esto bañándome repentinamente
Asintió. Una sonrisa se extendió por su cara.
—Sip, tú yo y Amy.
¿Cómo diablos conseguí este chico? En serio, no lo merecía en absoluto. ¿Estaba dispuesto a dejar a su familia y mudarse al otro lado del país, solo por mí?
—Louis, ¿qué diablos? ¿En serio? —grité, saltando del banco y cubriendo mi boca cuando empecé a reír.
Asintió, extendiéndome sus brazos sobre el respaldo del banco, mirando la personificación de la calma cuando me sonrió.
—En serio —confirmó, encogiéndose de hombros despreocupadamente como si no fuera gran cosa.
Chillé y salté sobre su regazo, haciéndole gruñir antes de reírse también.
—Oh Dios, gracias. ¡Gracias! Eres…. no tengo palabras para describirte. Eres perfecto —dije efusivamente, mirándole con asombro.
Sacudió su cabeza. —No soy perfecto, soy un desordenado nerd de las matemáticas —se burló.
—Corrección, eres mi desordenado nerd de las matemáticas —contesté sonriéndole.
Me sonrió y apretó su mano detrás de mi cabeza, tirando mi boca más cerca de la suya.
—Y tú eres mi Amuleto de la Suerte, preciosa —susurró, antes de presionar sus labios en los míos y besarme tiernamente.
Sonreí contra sus labios, sintiéndome tan feliz que podía estallar en una canción en cualquier segundo.
Entonces me di cuenta. Retrocedí y me estremecí.
—Les dije a mis padres que me quedaría aquí. ¿Cómo les voy a decir que ya no?
Sonrió. —Pienso que podríamos hacerlo juntos. —Me miró un poco nervioso por ello mientras acariciaba mi pelo suavemente.
—¿Por fin te armaste de valor para conocer a mi padre? —bromeé, sabiendo que él había querido hacerlo por meses, pero no podíamos hasta que me graduara.
Asintió. —Finalmente sí —estuvo de acuerdo, siguiendo el juego—. No solo voy a conocer al tipo, también voy a decirle que tomo a su única hija para vivir en pecado, a kilómetros de distancia de su casa. Puedo ver cómo ésa noche terminará mal.
Me reí y presioné mis labios contra los de él, besándolo con fuerza.
—No te preocupes, pasaremos por ello juntos —prometí.
Asintió. —Es por eso por lo que no estoy enloqueciendo. Pase lo que pase después de esto, sé que estará bien, porque estaré contigo. —Me besó otra vez, terminando la conversación.
Me derretí contra él, mi corazón estrellándose en mi pecho mientras me preguntaba cómo era posible ser tan locamente afortunada. Tenía al chico de mis sueños, y nos mudaríamos juntos para que pudiera ir a la universidad de mis sueños. La vida no podría tener algo mejor que esto. No importaba la reacción de mis padres, no lo haría, Louis y yo lo conseguiríamos, conseguiríamos cualquier cosa. Juntos.
ESTE ES EL ÚLTIMO CAPITULO LUEGO SIGUE EL EPILOGO :lloro:
1DemiLovaCB
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
me encanta no quiero que termine noo :( la mejor novela que he leído!!
mimi94
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
Epilogo
Estoy tan nervioso que me siento mal —murmuró Louis, sacudiendo la cabeza, agarrando mi mano con fuerza.
Sonreí y traté de fingir que yo estaba segura, de que todo estaría bien, cuando en realidad sabía que no lo estaría. Estábamos a punto de decirle a mis padres que él era mi maestro, que estuvimos juntos desde el verano pasado y que nos mudábamos a Nueva York juntos. Esto no iba a terminar bien en absoluto.
—¿Preferirías que les dijera por mi cuenta y luego presentarte mañana? Tal vez esa sería una mejor idea —sugerí, haciendo una mueca. Tal vez no se pusieran tan locos si no estamos lanzando todo en sus caras de una sola vez. Yo sabía que mi padre estaría furioso por esto. Él estaría seriamente molesto de que hubiera mantenido esto en secreto; estaría incluso más molesto de que Louis fuera más viejo, pero iba a estar hirviendo de furia de que fuera mi maestro.
Louis sacudió la cabeza y frunció el ceño. —No voy a dejarte que hagas eso tú sola —protestó. Él asintió con la cabeza hacia la puerta—. Vamos, preciosa. Vamos a hacer esto.
Tomé una respiración profunda y metí la llave en la cerradura, abriendo la puerta, sintiendo mi corazón hundirse mientras escuchaba el clic. La TV estaba encendida en el salón, mis padres se estaban riendo de algún programa que estaban viendo. Metí a Louis dentro de la casa conmigo y cerré la puerta silenciosamente detrás de nosotros. Le sonreí tímidamente antes de ir de puntillas y presionar mis labios en los suyos, besándolo suavemente.
—Te amo. ¿Si ellos me echan puedo quedarme en tu casa? —susurré, mirándolo con esperanza.
Él sonrió. —Por supuesto que puedes. Es realmente malo de mi parte esperar que te echen, ¿no? —respondió él, guiñándome el ojo. Me reí y golpeé su pecho con la palma de mi mano, asintiendo hacia el salón. Él sonrió y me besó en la frente suavemente—. Te amo también, por cierto.
Cerré los ojos y tomé un par de respiraciones profundas antes de encaminarnos al salón, viendo a mis padres sentados allí viendo TV, acurrucados en el sofá, compartiendo un tazón de palomitas de maíz. Mi mamá nos vio primero. Ella sonrió feliz, pero luego sus ojos se fijaron en Louis que estaba de pie ligeramente detrás de mí, todavía sosteniendo mi mano en un agarre feroz. Su sonrisa se convirtió más en una educada expresión perpleja mientras lo miraba con curiosidad, como si tratara de averiguar si ella lo conocía o no.
—Er, hola chicos —murmuré, notando cómo mi voz temblaba con los nervios mientras hablaba.
Mi padre, entonces, levantó la vista del televisor y frunció el ceño, su expresión convirtiéndose en el policía malo que acontecía cada vez que conocía a un chico que traía a casa para conocerlos.
—Hola, calabaza —respondió él, su voz tensa, con los ojos fijos en Louis.
Yo estaba sudando. Podía sentirlo formándose sobre mi labio superior, cuando estaba tan nerviosa.
—Er, bueno, tengo a alguien que quiero presentarles —empecé, sin saber cómo iba a poner en marcha esta conversación—. Este es Louis Tomlinson. —Tiré de él un poco hacia delante, asintiendo en su dirección—. Louis, estos son mis padres.
Louis sonrió y dio un paso adelante con la mano extendida. Mis padres se levantaron, también, los ojos de mi madre parpadeando preocupados hacia mi padre. Ella evidentemente sabía cómo era él también.
—Es agradable conocerlos, Sr. y Sra. Henderson. He oído hablar mucho de ustedes —dijo Louis con confianza.
Mi padre levantó una ceja mientras tomaba la mano que Louis le ofrecía y se la estrechó.
—¿En serio? Bueno, nosotros no hemos oído absolutamente nada sobre usted —respondió él, con voz áspera.
¡Oh Dios, por favor, deja que el suelo se abra y me trague!
Louis se echó a reír nerviosamente.
—Sí, lo sé. Siento eso, fue una pequeña complicación. —Estrechó la mano de mi mamá también; ella me estaba mirando con curiosidad, probablemente preguntándose por qué estaba allí de pie con los dientes apretados y las manos apretadas en puños—. Chloe y yo tenemos algunas cosas que tenemos que explicarle. No estoy muy seguro de cómo decirlo realmente —continuó Louis.
Por Dios, ¿él es ajeno a la mirada de muerte que mi padre le está disparando en este momento? ¿A él no le importaba que mi papá se viera como si quisiera arrancarle la cabeza?
La dura mirada de mi padre se volvió hacia mí. —¿Quién es éste entonces, Chloe? —preguntó él. Me estremecí; y yo sabía que él estaba ya molesto porque casi nunca me llamaba Chloe, siempre calabaza.
Me aclaré la garganta. —Este es mi novio —le contesté, tratando de sonar confiada.
La ceja de mi papá se elevó aún más. —Un poco viejo para ti, ¿no es cierto? —respondió él, sus ojos sin dejar los míos.
—No en mi opinión, pero estoy segura de que en la tuya lo será —estuve de acuerdo, deslizando mi mano de nuevo en la de Louis, apretándola suavemente—. Necesitamos hablar de algunas cosas. Estoy segura de que no te va a gustar, pero ¿podrías escúchanos, por favor? —le pregunté, mirándolo suplicante.
—¿Por qué no nos sentamos todos? —sugirió mamá alegremente. Le sonreí agradecida. Ella estaba, obviamente, tratando de ayudarme y mantener a mi papá calmado.
Asentí y tiré de Louis hacia el otro sofá, sentándome y jalándolo hacia abajo a mi lado, presionando su costado, deseando poder esconderme detrás de él o algo así. Mis padres, ambos, estaban mirándome con curiosidad, así que sabía que tenía que continuar la conversación y explicarme.
Tragué con fuerza. —Está bien, ¿así que recuerdas que te dije que yo estaba saliendo con un chico el verano pasado pero que nos separamos? —le pregunté, haciendo una mueca.
Mi padre asintió. —Sí, un chico llamado… —sus ojos se posaron en el amor de mi vida—, Louis —concluyó.
El entendimiento cruzó sus facciones antes de que sus ojos se entrecerraran. —¿Un año? ¿En serio, has estado saliendo durante casi un año y apenas lo has traído a casa? —gritó, sacudiendo la cabeza con enojo.
—Hubo algunas otras cosas que lo hicieron imposible —contrarresté. Esto no iba bien.
—¿Qué otras cosas? Sabes que me gusta conocer a tus novios, Chloe. ¿Por qué estamos conociéndolo ahora? —preguntó papá, mirando de nuevo a Louis.
Louis se removió en su asiento y yo sabía que él estaba a punto de hacerse cargo de la conversación.
Esperaba que mi parte estuviera terminada ya y yo sólo tuviera que añadir a la conversación un poco aquí y allí. Louis se haría cargo de todo y resolvería todo esto bien, él siempre lo hacía.
—Sr. Henderson, conocí a su hija el verano pasado y no sabía qué edad tenía. Pensé que era mayor de lo que era. Empezamos a salir y pasarlo en grande. Pero entonces, al final del verano Chloe volvió al instituto y… bueno, averiguamos que Chloe en realidad era mi… —él tomó una respiración profunda antes de terminar la frase—, estudiante.
Un ceño fruncido cruzó la cara de mi padre cuando captó lo que Louis dijo.
—¿Tu estudiante? ¿Qué significa eso? No entiendo. ¿Estudiante de qué?
Louis se removió en el sofá, su mano apretando la mía.
—Yo terminé la universidad y me fue ofrecido un trabajo en la escuela de Chloe. Soy su maestro de cálculo. Bueno, lo era, ella obviamente se graduó ahora —explicó él.
Los ojos de mi madre se abrieron como platos, pero mi papá aún se veía confundido. Sus ojos se posaron en mí otra vez.
—¿De qué está hablando, Chloe? —preguntó.
Hice una mueca y dejé escapar el aliento que ni siquiera había notado que estaba reteniendo.
—Cuando conocí a Louis el verano pasado, no le dije cuántos años tenía y él asumió que yo era mayor de los diecisiete años. Cuando volví al instituto al comienzo del último año, Louis estaba allí también, pero él era mi maestro… —le expliqué, sólo repitiendo lo que Louis había dicho. Esta vez mi papá entendió bien.
Su cara pasó de confusa a asesinamente enojada mientras saltaba de su silla. Sus ojos eran duros y acusadores a medida que se fijaban en Louis.
—¡Saca tus malditas manos fuera de mi hija! —gritó en señal de advertencia.
Louis asintió y soltó mi mano de inmediato, sosteniendo sus manos inocentemente.
—Sr. Henderson, no es tan malo como suena. Amo mucho a su hija, más que a nada —dijo rápidamente, obviamente tratando de calmar a mi papá.
—¿Usted ha estado utilizando su posición en el instituto para salir con mi hija como una especie de psicópata pedófilo? —escupió mi papá. Él señaló hacia el otro sofá donde estaba sentada mi madre con sus ojos y la boca abiertos de par en par, viéndose como si estuviera en shock—. Sal de ahí y siéntate con tu madre, Chloe. ¡Voy a hablar contigo más tarde!
Tragué saliva y sacudí la cabeza. —No. ¡Papá, en serio, cálmate! ¡Amo a Louis, no es así! No es alguna cosa enferma —grité, mirándolo con asombro. Estaba esperando que se sobresaltara y se enojara, pero parecía que si yo me alejaba de Louis, él lo desgarraría en pedazos.
—¡Muévete al lado de tu madre! —repitió mi padre, con los ojos aún fijos en Louis.
Me levanté y sacudí la cabeza. Yo no iba a dejar que esto terminara en una pelea, claro que podía entender que estuviera enojado, pero no lo dejaría hablarle a Louis así.
—No tienes derecho a estar mirándolo de la forma en que lo haces. Él es una persona increíble y sin embargo, ¡estás mirándolo como si fuera basura! —grité enojada.
La mandíbula de mi papá se tensó mientras su rostro se volvió de un tono más oscuro de rojo.
—¡Él es basura! Por favor, dime que ustedes dos no han tenido… —él se fue apagando, su ceño profundizándose.
Oh Dios.
—Esperamos hasta que cumplí dieciocho años —mentí, haciendo una mueca, con la esperanza de que él no vería a través de mí. Yo era una mentirosa terrible. Mi mamá se movió incómoda sobre sus pies y sabía que ella podía decir que estaba mintiendo. Mi padre, sin embargo, asintió y pareció satisfecho con mi respuesta. Le rogué a mi madre con mis ojos que no dijera nada; si ella intervenía en estos momentos no habría nada que detuviera al puño de mi padre de volar hacia la cara de Louis.
—Bueno, eso es algo bueno supongo —admitió mi padre un poco a regañadientes.
—Eso era lo que Louis quería —le dije rápidamente, tratando de demostrarle a mi papá que él era un buen tipo. Todos estábamos parados ahora. Yo sabía que necesitaba añadir las otras cosas, lo de la universidad y sacar todo a la luz—. Louis y yo hemos decidido que debería ir a la universidad que siempre quise, la de Nueva York —afirmé.
Una sonrisa tembló en las comisuras de los labios de mi padre.
—Creo que eso es una buena idea. Poner un poco de distancia entre vosotros y luego si todavía estáis decididos a estar juntos entonces en el futuro la diferencia de edad no parecerá tan mala. ¿Cuántos años tiene de todos modos?, se ve de alrededor de veinticuatro —preguntó mi papá, mirando a Louis expectante.
—Tengo veintidós años, señor. Tendré veintitrés el próximo mes —respondió Louis—. Um, Sr. Henderson, creo que tiene la impresión equivocada sobre la universidad de Chloe —añadió incómodo.
Fruncí el ceño. Tal vez no deberíamos decirles. Yo puedo pretender que me voy con Amy y que Louis se está quedando aquí. Cuando vengan a visitarme a Nueva York, sólo podría hacer que Louis se alojara en un hotel o algo así todo el tiempo, ellos nunca descubrirían nada diferente. Al menos entonces no tendríamos que lidiar con esto otra vez durante cuatro años, esperaba que mi papá se hubiera suavizado para entonces.
—¿Qué significa eso? —preguntó mi mamá, mirando entre los dos por su confirmación mientras se acercaba al lado de mi papá. Él pasó un brazo alrededor de ella y nos miraba con curiosidad.
—Me voy a Nueva York con Chloe. He asegurado otro puesto de enseñanza en una escuela secundaria cerca de allí. Nos vamos juntos —explicó Louis.
Los hombros de mi padre se pusieron rígidos.
—¡No hay ninguna maldita oportunidad de que eso suceda! —rugió él, haciendo que mis oídos timbraran por lo alto el tono.
Le di a Louis un codazo en las costillas. ¿Por qué él no podía sólo callarse y dejarlo mientras yo estaba por mi cuenta? ¡Por Dios, deberíamos haber discutido este plan en el parque antes! Él deslizó su brazo alrededor de mi cintura, tirando de mí hacia él más cerca.
—Señor —comenzó Louis, pero mi padre lo cortó.
—De ninguna manera, Chloe. ¡No te permitiré que te mudes cruzando la mitad del país con un pervertido! —gritó él.
La rabia hirvió en mi estómago. —¡Louis no es un maldito pervertido, maldición! —grité enojada—. No voy a dejarte que sigas hablando de él así. Yo lo amo. Si no puedes ver lo feliz que me hace entonces ese es tu problema, no el mío. ¡Voy a irme con él a Nueva York y ese es el final de esto, ninguna discusión se necesita aquí! —despotriqué, apretando mis puños con rabia. Quería golpear algo.
¿Dónde estaba Erika cuando la necesitaba? A mí ciertamente me gustaría descargar mis frustraciones en ella.
Mi padre me miró con incredulidad. —¿Así que estás eligiéndolo sobre nosotros? —gritó, haciendo que mamá brincara porque probablemente él le había gritado al oído.
Tragué con fuerza. Yo realmente no quería contestar esa pregunta.
—Estoy esperando realmente que no me hagas elegir. Amo a Louis, voy a estar con él, te guste o no. Yo no quiero elegir entre el chico del que estoy enamorada y mi familia. Por favor, por favor, no me hagas hacerlo, papá, por favor —le supliqué, comenzando a llorar mientras sentía temblar mi labio.
El brazo de Louis se apretó alrededor de mi cintura en apoyo. Vi a mi padre luchar por calmarse, para aceptar lo que le estábamos diciendo. Solo rogaba porque le diera a él una oportunidad. Yo no quería que esto sucediera, pero sabía con cada hueso de mi cuerpo que si me obligaban a tomar una decisión, entonces no sería a su favor.
—¿Así que estás diciendo que vas a estar con él y mudarte con él, sin importar nada más? —preguntó mi papá, su voz rompiéndose mientras me miraba. Su emoción era evidente en su rostro a pesar de que obviamente estaba tratando de mantenerse firme.
—Sí —susurré.
Cerró los ojos y dijo:
—Podría hacerlo arrestar; es ilegal que un profesor salga con una estudiante. No importa que estés graduada, todavía podría denunciarlo —afirmó, sin abrir los ojos.
Di un grito ahogado.
—No —le supliqué.
—Sr. Henderson, estaría perfectamente en su derecho de hacerlo. Si esa es la forma en que desea seguir, entonces Chloe y yo respetaremos eso —dijo Louis encogiéndose de hombros.
Miré a él y fruncí el ceño. —¿Qué demonios? ¡No respetaré eso! Voy a estar seriamente cabreada —espeté. Me volví hacia mi papá y lo miré—. ¡Ni se te ocurra!
Louis sonrió con tristeza. —Preciosa, los dos sabíamos que estaba mal. Si tu papá siente como que tiene que hacer eso, entonces es justo. Ambos respetaremos su decisión —dijo él, mirándome severamente.
—¿Y si te mandan a la cárcel? —preguntó mi padre.
Sentí que mi cuerpo se apretaba ante la palabra cárcel y mis manos agarraron puñados de la camisa de Louis como si eso pudiera mantenerlo de alguna forma conmigo. Louis se encogió de hombros.
—Entonces esperaría que todavía quisieras estar conmigo cuando fuera liberado —respondió él.
—¿Así que si fuera a llamar a la policía si no la dejas en paz, aún así estarías allí parado para el momento que agarrara mi teléfono? —le preguntó mi papá con incredulidad.
Louis se mantuvo de pie y confiado mientras asentía.
—Sí, señor, amo a su hija. Cómo nos conocimos fue lamentable, pero yo no lo cambiaría por nada del mundo. Estaré aquí por tanto tiempo como ella me quiera aquí —respondió él, con los ojos fijos en los de mi padre, su sinceridad clara en el tono de su voz.
Mi padre miró a mi madre quien negó con la cabeza con fuerza. Yo lo vi apretar la mandíbula mientras parecía tomar su decisión.
—Si la lastimas juro por Dios que traeré un montón de mierda sobre ti y te arrepentirás del día en que oíste el nombre de Chloe Henderson —advirtió, su voz amenazadora y llena de promesa.
Louis sonrió. —Señor, yo nunca me arrepentiré, ella es lo mejor que me ha pasado. Le doy mi palabra de que nunca la lastimaré —prometió mientras sostenía su mano hacia mi padre como una especie de ofrenda de paz.
Mi padre miró la mano extendida de Louis.
—Tu palabra no significa nada para mí. Ni siquiera te conozco.
—Y yo tengo mucho tiempo para cambiar ese hecho, señor. Mi plan es estar aquí por un tiempo muy largo. Voy a ganarme su confianza con el tiempo —respondió Louis.
[...]
—¿Preciosa? —Podía oírlo vagamente, mi mente era como una niebla, no tenía ni idea de lo que estaba pasando—. ¿Preciosa? —dijo Louis un poco más fuerte. Su voz cortando a través de la niebla, poco a poco trayéndome de vuelta a la realidad. Gemí y entreabrí un poco mis punzantes ojos, mirando hacia la voz—. Preciosa, tienes que despertar, tenemos visitantes —susurró Louis, acariciando el lado de mi cara.
—Todavía estoy cansada —me quejé, bostezando. Cerré los ojos de nuevo, queriendo sólo otra hora más de sueño, tal vez incluso sólo diez minutos más serían suficientes.
Sentí sus labios presionar contra los míos; sonreí contra sus labios y lo besé con cansancio. No estaba, sin embargo, demasiado cansada para notar el pequeño escalofrío que corrió por el largo de mi columna vertebral, o el cosquilleo en mi estómago, o cómo el pelo en la parte posterior de mi cuello parecía picar.
Sus besos nunca dejaban de sorprenderme, aunque debería haber estado acostumbrada a ellos ya.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello y lo atraje más cerca de mí, haciéndole caer a mi lado en la cama. Él se rió y se apartó un poco mientras deslizaba mi mano hacia arriba por la espalda de su camiseta, hundiendo mis dedos en su piel.
—No demasiado cansada para eso, ¿eh? —bromeó él, besándome otra vez ligeramente Me reí y sacudí la cabeza. —Nunca demasiado cansada para eso, ya lo sabes. —Le guiñé un ojo sugestivamente y él me sonrió. Nunca me acostumbraría a esta felicidad, este júbilo que sentía en su presencia. Louis era y sería siempre, lo mejor que me ha pasado. Bueno, en realidad, tal vez él era la segunda mejor cosa...
—Estaba soñando contigo —murmuré, presionando mi rostro en el costado de su cuello mientras me acurrucaba más cerca de él.
Él se echó a reír.
—Oh, ¿de verdad? ¿Y qué estábamos haciendo? ¿Algo sucio? —preguntó, señalándome ligeramente.
Sonreí y me aparté para mirarlo. —No en realidad. Estaba soñando con el día en que le dijimos a mis padres sobre nosotros —le contesté.
Hizo una mueca y silbó entre dientes. —Tuviste una pesadilla entonces —dijo él, ahuecando el lado de mi cara.
Me reí y agarré su camiseta, rodando sobre mi espalda, tirando de él encima de mí, pero inmediatamente levantó el peso y se cernió sobre mí.
—Sí, tuve una pesadilla, ¿quieres hacerme sentir mejor? —ronroneé sugestivamente.
Él gimió. —Preciosa, tenemos visitantes. Voy a tener que dejarlo para después —respondió, inclinándose y besándome un lado de mi cara. Enredé la mano en la parte posterior de su pelo mientras sus labios viajaban a través de mi piel, haciéndome gemir en voz baja. Su mano se deslizó por mi cuerpo, haciéndome morder mi labio y arquearme hacia él.
De repente la puerta del dormitorio se abrió y oí pequeños pasos corriendo por la habitación, el colchón hundiéndose y escuché un sonido de risitas. Sonreí mientras Louis suspiraba y se alejaba de mí, de algún modo pareciendo reacio; mi conjetura era que había olvidado que teníamos visitantes.
Me sonreí y me senté; sonriendo al chico de cuatro años que estaba saltando sobre el extremo de mi cama como si fuera un trampolín.
Era tan guapo como su padre, con pelo y ojos marrones.
—Logan Tomlinson, deja de saltar en mi cama y ven a dame un abrazo —le ordené, apuntando hacia mí, haciendo un mohín.
Él gritó y se dejó caer sobre su trasero, haciendo que el colchón gimiera de protesta. Él sonrió y se arrastró hacia mí, envolviendo sus bracitos alrededor de mi cuello, abrazándome fuertemente.
—Tía bombón, ¡te lo perdiste! —sonó él.
Rodé los ojos. ¡Ese maldito muchacho todavía no le había dicho a su hijo que dejara de llamarme así!
—Tú también, Logan. ¿Dónde está tu papá? —le pregunté, besando su frente, haciéndole retorcerse y limpiarlo con brusquedad. A él no le gustaba ser besado por chicas. No como su padre...
—Papá está en la cocina comiéndose el pastel ya —él respondió.
Di un grito ahogado y miré a Louis, que inmediatamente saltó de la cama y corrió hacia la puerta gritándole a Sam que dejara el pastel de cumpleaños hasta que todos los demás llegaran. Le sonreí de vuelta a mi sobrino; él se veía muy lindo hoy en su camiseta de Generator Rex que le había comprado la semana pasada.
—¿La camisa te sirvió entonces? —bromeé, tocando la manga de la misma.
Él sonrió y asintió. —¿Viste el espectáculo de ayer? Era tan bueno como lo fue el de Rex... —sonreí y asentí mientras procedía a decirme todo lo que pasó ayer en su programa favorito. El chico hablaba tanto que era casi irreal, pero lo amaba entrañablemente.
Me levanté de la cama y gemí. Yo no había dormido muy bien anoche, otra vez. Solo había ido a recostarme hace una hora antes de que todos llegaran. De hecho, me vendría bien dormir todo el día de hoy sólo para compensar por ello. Cambié mi camisa con Logan saltando en mi cama, hablándome de este nuevo juguete que había visto y que desesperadamente quería para Navidad. Logan y yo éramos cercanos, probablemente porque durante el último año, cuidaba de él mientras Sam estaba en el trabajo.
Él parecía, de alguna manera, un poco como mi hijo también, sin duda lo quería como si fuera mío.
—Vamos entonces, pollo, vamos a ir a ver a todos —sugerí, extendiendo mi mano hacia él cuando estuve vestida y había cepillado mi pelo. Él tomó mi mano y se mantuvo saltando a mi lado mientras salía de la habitación y bajaba las escaleras hasta donde pude oír voces. Una gran cantidad de voces. Sonaba como que todo el mundo ya estaba aquí.
Tan pronto como entré en la cocina, me vi envuelta en un abrazo por Johanna.
—¡Chloe! ¿Te sientes bien? ¿Louis dijo que tuviste una mala noche? —preguntó, mirándome con preocupación.
Agité la mano con desdén. —Estoy bien, no te preocupes por eso.
Me volví a ver a mis padres riendo y hablando con Mark y Sam. Todos ellos lo pasaban en grande, los Henderson y los Tomlinson eran como una familia extendida grande. Todo se arregló entre Louis y mis padres con bastante rapidez. Ellos vieron lo bueno que él era para mí y lo que estaba haciendo por mí al mudarse a Nueva York y dejarme ir a mi universidad ideal. En realidad, lo trataban ahora como al hijo que nunca tuvieron. Era increíblemente dulce ver cómo se desvivían y bromeaban un poco con él. Papá y Louis incluso jugaban racquetball juntos todos los sábados. Era muy bonito.
Cuando mis cuatro años de universidad hubieron terminado, nos mudamos de vuelta aquí para estar más cerca de nuestras familias. Eso había funcionado muy bien, también, teniendo en cuenta que Sam había conseguido embarazar a una chica de una sola noche. La chica le había dicho que iba a hacerse un aborto porque no quería estar atada a un niño, pero él había logrado convencerla de no hacerlo. Tan pronto como dio a luz, ella firmó la custodia completa a Sam, ni siquiera había vuelto a verlo en cuatro años. Era muy triste porque Logan era increíble; ella se estaba perdiendo un chico maravilloso.
Sam era tan totalmente opuesto a lo que yo pensaba que sería. Nunca me lo habría imaginado como un padre soltero, pero lo logró totalmente. Esperaba que algún día conociera a una chica agradable.
Logan me había dicho la semana pasada que a su papá le gustaba la mamá de otro chico en el pre-escolar. Sam se negó a hacer comentarios, pero yo estaba muy segura de que Logan tenía razón, a él definitivamente le gustaba ella. Si era una madre soltera también, entonces probablemente serían muy adecuados. Sam se merecía un final feliz también, así que yo realmente esperaba que tuviera uno.
Cualquier chica sería afortunada de atrapar a un hermano Tomlinson, por lo que sería una locura no darle una oportunidad.
Alguien me agarró de los hombros y me dio la vuelta tan rápido que en realidad me sentí un poco mareada. Miré hacia arriba para ver a Nick y a su esposa, Julia. Sonreí y lo abracé con fuerza.
—Hola chicos, ¡gracias por venir! —dije.
Nick sonrió y me miró como si estuviera loca. —Yo no me perdería esto por nada del mundo, es tradición —respondió. Me reí y abracé a Julia también. Ella era genial. Se habían conocido en la universidad y eran muy felices juntos. Se habían casado unos tres meses atrás; era muy agradable ver a Nick tan feliz.
Amy no pudo venir hoy; ella estaba fuera viajando por el mundo en este momento. Ella y Ryan no lo habían logrado. La larga distancia de la universidad de algún modo arruinó su relación, pero todo fue para mejor porque había conocido a un tío increíble que era un escritor viajero. Él estaba actualmente contratado para viajar por el mundo y escribir reseñas de hoteles, lugares, atracciones turísticas y cosas así.
Por supuesto, él no se iría sin ella, así que ella se había ido, a la vez, por unos meses con él.
Tenía correos electrónicos todo el tiempo que me mantenían al día de dónde estaba, y toda la diversión que estaba teniendo.
Una ovación estalló a mi alrededor, así que me volteé en la dirección de la puerta para ver a Louis entrar.
Sonreí alegremente, mi corazón adolorido de amor por él y la cosita que tenía en sus brazos.
—¡Mamá-mamá-mamá-mamá-mamá! —gorjeó ella, tendiendo sus brazos regordetes por mí.
Sonreí y la tomé en mis brazos, sonriendo. Mi bebé.
Ella era tan hermosa. Tenía los ojos grises de Louis, pero su pelo era de un rubio oscuro como el mío.
Era increíble y era el mismo centro de mi mundo. Yo haría cualquier cosa por mi niñita, absolutamente todo. Incluso quedarme con ella prácticamente toda la noche porque tenía tos y ni siquiera sentía la necesidad de quejarme.
—Hola ahí, hermosa —susurré, acariciándole el pelo suelto.
Ella había ido a dormir también, por eso me fui a tomar una siesta rápida, porque habíamos pasado toda la noche despiertas y cuando la puse a dormir, me fui también antes de que todos llegaran.
Elise no fue planeada; ella fue un accidente completo, pero fue el mejor maldito accidente que me había ocurrido.
Estaba cumpliendo un año hoy y según la tradición Henderson, estábamos almorzando aquí, en nuestra casa. Claro, ya no éramos más exactamente los Henderson, Louis y yo nos habíamos casado mucho tiempo antes de que Elise naciera, pero la tradición todavía se mantenía.
Louis se acercó a mi lado, envolviendo sus brazos alrededor mío y besando el lado de mi cabeza mientras Elise enterraba su cara en mi pelo, sus bracitos regordetes envueltos alrededor de mi cuello mientras la gente comenzaba a cantarle feliz cumpleaños.
Sonreí y besé la parte superior de su cabeza. Ella realmente no entendía lo que estaba pasando hoy, era demasiado joven, pero eso no detendría a los adultos —y a Logan— de comer tanto postre como fuera posible en su honor.
La acomodé en su silla mientras mamá y Johanna empezaban a quitarle las cubiertas a todos los postres en la encimera, repartiendo tazones y cucharas para todos.
Todo el mundo había traído algo con ellos para que Louis y yo no tuviéramos que hacer todo. Vi un pastel ligeramente quemado que estaba desequilibrado y decorado con pegatinas comestibles de Generator Rex; el glaseado tenía un par de huellas dactilares en donde ellos habían empezado ya a comerlo.
Le sonreí a Logan mientras Louis lo levantaba sobre un taburete en el mostrador y le pasaba una taza.
—¿Le hiciste un pastel de cumpleaños a Elise? —le pregunté, sonriéndole con gratitud. Él era un niño tan dulce.
Sam se rió tímidamente. —Sí lo hicimos, pero no teníamos suficiente azúcar como la receta decía, así que no sé cómo sabrá. Aunque el glaseado está bueno —indicó él, pasando su dedo por la parte superior consiguiendo otro poco en el dedo y comiéndola.
Logan jadeó, empujando la mano de Sam lejos de la tarta cuando fue a buscar otra probada.
—¡Papá, deja de tocar mi pastel, le dejarás huellas! —lo regañó, sacudiendo la cabeza. Sam sólo rió más fuerte y consiguió otra muestra, frotándola sobre la punta de la nariz de su hijo, sacándole la lengua. Ellos eran siempre así, estaban bien adaptados.
—¡En este momento, voy por tres años en fila! —dijo Louis, sonriendo con orgullo mientras sonreía en dirección a mi padre.
Este concurso se volvía más feroz cada año. Louis había asumido el liderazgo. Él y Nick eran los únicos que realmente tenían una oportunidad. Louis sufriría por ello toda la tarde, sin embargo, estaría tumbado en el sofá gimiendo y quejándose de ello, pero eso no lo detuvo de comer más en los siguientes cumpleaños de los Henderson.
Nick resopló con disgusto. —En tus sueños, chico-nerd.
Sam se rió y chocó los cinco con Logan. —Estamos trabajando como un equipo este año —declaró Sam, sonriendo con confianza.
Mi padre decidió meter su cuchara en el mismo momento en que Mark lo hizo.
—No hay posibilidad, la edad gana este año —trinó Mark, palmeando su estómago al mismo tiempo que papá decía:
—¡No tenéis nada que hacer, no he comido en dos días!
Levanté las manos para silenciarlos a todos.
—Chicos, chicos, sólo dejad la charla basura. Todos parecéis haber olvidado algo —dije. Todos me miraron con curiosidad.
Sonreí y deslicé mis manos hacia mi vientre hinchado.
—Tengo seis meses de embarazo y estoy comiendo por dos. ¡Les voy a patear el culo este año!
FIN
1DemiLovaCB
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
mee encataa !! no quiero que se acabe pero es la mejor novela que he leido nunca de verdad gracias por ponerla aqui de verdad!! me encatado leerla
mimi94
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
:/
Buéh, el final me decepcionó bastante.
Han pasado tan solo 4 años y los sucesos son muy ficticios. Por ello me imaginaba otro tipo de final más acorde con lo que es la historia. O quizás es que yo no soy muy dada a este tipo de finales "felices" tan idealizados.
En general le doy al relato completo un 6.
Muá. <3
Buéh, el final me decepcionó bastante.
Han pasado tan solo 4 años y los sucesos son muy ficticios. Por ello me imaginaba otro tipo de final más acorde con lo que es la historia. O quizás es que yo no soy muy dada a este tipo de finales "felices" tan idealizados.
En general le doy al relato completo un 6.
Muá. <3
Mslistie
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
Mslistie escribió::/
Buéh, el final me decepcionó bastante.
Han pasado tan solo 4 años y los sucesos son muy ficticios. Por ello me imaginaba otro tipo de final más acorde con lo que es la historia. O quizás es que yo no soy muy dada a este tipo de finales "felices" tan idealizados.
En general le doy al relato completo un 6.
Muá. <3
Pensé lo mismo cuando lo leí.
1DemiLovaCB
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
subiras otra novela si es asi me gustaria leerla !! :) me ha gustado mucho esta
mimi94
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
No lo sé. Yo no escribo fanfics, sólo adapto libros que me han gustado y mientras los he leído me he imaginado a uno de los chicos.mimi94 escribió:subiras otra novela si es asi me gustaria leerla !! :) me ha gustado mucho esta
No sabría decirte cuándo adaptaré otra porque, no sé si encontraré un libro /:
1DemiLovaCB
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
Si es cierto la historia termino muy feliiz, pero creo qe si ubiera terminado diferente de todos modos nos ubieramos quejado asi que que mas da. Me encantoooo, graciias por subir este maravilloso libro ñ_ñ ya mismo empiezo a leer tu otra nove (:
PD: aparte de 50 sombras de grey este es uno de los mejores libros que ee leido (:
PD: aparte de 50 sombras de grey este es uno de los mejores libros que ee leido (:
kariinahoran
Re: When Summer ends - Louis Tomlinson
hahaha gracias ♥ si este es uno de mis libros favoritos, lo malo es que hasta ahora no encuentro otro asíkariinahoran escribió:Si es cierto la historia termino muy feliiz, pero creo qe si ubiera terminado diferente de todos modos nos ubieramos quejado asi que que mas da. Me encantoooo, graciias por subir este maravilloso libro ñ_ñ ya mismo empiezo a leer tu otra nove (:
PD: aparte de 50 sombras de grey este es uno de los mejores libros que ee leido (:
1DemiLovaCB
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