Appreciable (Zayn Malik)

Ficha de la serie

• Titulo: Appreciable
• Autor: {@horanitsmylife}
• Adaptación: No.
• Género: Ficción y romance. 
• Contenido: No.
• Advertencias: No.
• Otras páginas: No.

PROLOGO


Cuando la tímida e inteligente chica Ginger Johnson. Presencia la muerte de su mejor amiga frente a ella, cree su mundo caer encima de ella, una parte de ella fue desgarrada, o eso creyó antes de que un rayo que fue desprendido del cielo le atravesara el cuerpo dejándola con un estado de coma. Han pasado ya tres meses y aquella chica que todos veían sonreír y divertirse junto a su mejor amiga se desvanecía entre la vida y la muerte de aquella habitación del frió hospital. 

El día que los enormes y verdes ojos de Ginger  se abren, todos creen volver a ver la luz, menos ella quien piensa que alguien ha tomado su cuerpo, una persona más fuerte, poderosa. Mientras que Ginger se recupera, pasan cosas fuera de lo normal, los objetos le hacen caso y se mueven, puede prender fuego con un solo chasquido y su mente es una de las muchas maneras de atravesar la privacidad de las personas. 

Dispuesta a buscar información y tratar de darse cuenta que no se está volviendo loca, conoce al nuevo chico del pueblo. Zayn Malik, un tormentoso y temible chico que puede congelarte con esa fría mirada oscura. Tu cuerpo se paraliza con su fría y limitante voz que te hace perder los estribos. El sabe que Ginger  es como él, y el viene por ella. No para conocerla, si no para acabar con ella. 

-¿No cree que es un poco raro, que Fran te haya citado justamente en este maldito bosque donde ni dios sabe que sucede aquí?- le pregunte y ella pareció estar pensándolo pero luego me hizo una señal con su delgada mano, diciéndole que no le interesaba mi teoría. 

-Deja de paranoias, y vamos. Fran ha sido mi novio por tres años y dudo que quiera atacarme o matarme, porque como el dijo. Soy el amor de su vida- haciendo una imitación de su voz, continuamos caminando. 

-No quiero ser portadora de malas noticias, pero creo que me he perdido- jadee con ganas. Pensé que estamos perdidas, pero pensé en la pequeña posibilidad de que mi inteligente amiga usara su cabeza y nos hiciera salir de aquí, ahora no solo estábamos perdidas si no lejos de casa. 

-Ehm… Emily?- 

-¿Qué demonios?- grite cuando, perfectamente el cuerpo de Emily estaba congelado, como un pedazo de pizza después de estar dentro del congelador por una semana. Mis entrañas comenzaron a temblar y levante mi mirada hacia Fran. -¿Qué hiciste?- 

-Se metió en asuntos que nunca tuvo que hacer-

-¿Qué asuntos?-

-Unos asuntos, que no volverán a Salir de su boca-

-¿Qué estas tratando de decir?- 

-¡Esto!- y como si estuviera en una película de ciencia ficción, algo rojo, brillante como un rayo anaranjado que salió de la palma de su mano, atravesó el diminuto cuerpo de Emily haciéndolo desaparecer en cenizas. No tuve tiempo para gritar o impedir hacer algo, solo mis ojos comenzaron a sentirse pesados y el olor de la tierra mojada inundo mis fosas nasales. –Luego vendré por ti, pequeña. De la misma que he venido por tu amiga, solo necesito tiempo. Prometo que no será por mucho, ahora solo te necesito aquí. Pero claro, no me iré tan fácilmente- una abrazadora quemada en mi pierna, hizo que todo mi mundo se oscureciera. 

Levante mi vista hacia el cielo y me pregunte si Emily estaría haya arriba sonriéndome y levantándome los dedos aprobando mi venganza, como la que hicimos hacia nuestra archienemica Cher. Sonreí melancólicamente al recordar su idea de atarla en una cuarto lleno de bombas explosivas y poner tiempo definido. Volví a llorar no solo por una amiga, si no por una hermana, mi compañera de delitos, por la persona que me hacia sonreír en los peores momentos, una de las pocas personas que me conocían a la perfección, una de las pocas personas que no odiaba mis malos chistes. Lo iba matar, posiblemente el me mataría antes, pero podre morir sabiendo que he cumplido mi promesa de luchar hasta final. 

Mis entrañas hacían un extraño y diminuto ruido. Todo estaba blanco y mi cuerpo se sentía como si un camión de carga haya caído sobre mí dejándome aplastada como los dibujos animados. Gemí un poco cuando de mi pierna se desprendió una dolorosa pulsada, de inmediato comprendí que seguía viva o que el rayo que me había caído me llevo hacia una galaxia diferente de donde si mis ojos se abren, cientos de aliens estarían alrededor mío. No era que no creyera en seres de otra tierra, era solo que tras lo de Fran podía creer en los unicornios que la marihuana de Daniel solía comentar en clase de biología después de fumarse un porro durante el receso. 

 

Luche por abrir mis ojos pero fue caso perdido, se sentían como cincuenta kilos de pesas que un chico de treinta kilos intenta levantar. Entonces hoy, el constante sonido de algo detrás de mi… pi…pi…pi… y pipi….pi….pi… ese sonido lo he escuchado antes, ese sonido solía provenir de la televisión que Emily y yo solíamos mirar hasta noche en nuestro programa favorito Grey’s Anathomy.

 Estaba en un hospital.

¿Cómo es posible que este aquí?, ¿Cómo me encontraron?, ¿Estaría Emily conmigo?

-Pequeña…- al escuchar aquella voz, mi corazón se partió en pedazos. Era mama, no era su voz de siempre, se escuchaba patosa y ronca. Había llorado, mama había llorado por mi culpa...- Ya han pasado tres meses, ¿No crees que es tiempo de volver?- pensé en fruncir el ceño y preguntarle, ¿Tres meses?, ¿enserio?, tanto tiempo he estado aquí. –Todos te extrañamos, papa te extrema, hasta Mattew te extraña- mi hermano me extrañaba, mi loco y enfadoso hermano me extrañaba, yo también lo extraño. –Debes volver, pequeña. Recuerda que tienes que volver  a la luz, donde perteneces, con tu familia. No puedes dejarnos… no tú-

-Alicia, no puedes estar diciéndole eso ahora. Es como si estuvieras dándole el lecho de muerte- sonreí en mis adentros al escuchar la voz gruesa de papa.

-¿Ha despertado?-

-No aun no- respondió mama hacia una voz desconocida.

-Señora… han pasado ya tres meses, he de recordarle que los pacientes en coma difícilmente vuelven- escuche un lamentoso sollozo de mama. –Hemos esperado mucho tiempo señora, recuerde que…-

-Voy a esperar, no importa cuánto dure, voy a esperar hasta que despierte…- y antes de que la voz pudiera contestar la oscuridad me llevo hacia ella.

Más tarde.

Un sollozo se escapo de mis labios cuando alguien introdujo un filoso y ardiente instrumento en mi muñeca. Comencé a parpadear varias veces sin poder abrirlos de golpe. Trague hondo, cuando un destello me cegó completamente haciéndome cerrar los ojos de nuevo. 

-¿Ginger?- la voz de mama, hizo que mi cuerpo respondiera y volviera a abrir los ojos. Y ahí estaba ella. Sonriéndome de oreja a oreja mientas unas cuantas lagrimas corrían por su bello rostro. Quise estirar mi mano y quitarle esas lagrimas, pero no podía estaba entumida y todo me dolía, lo que era todo.

-ma-ma…mama- susurre dolosamente. Ella hizo una mueca y tiro de alguien para ponerlo en mi campo de visión. Ahí estaba mi padre con la misma sonrisa y lagrimas de mama, sabía que sus lagrimas no eran de tristeza si no de felicidad por haber despertado de coma.

-¿Qué se siente volver a la luz?- la pregunta de papa me hizo reír, pero no tarde tanto en quejarme y llevar mi mano hacia mi costilla. Escuche el seco sonido de mama golpeándole a papa en el brazo.

-¿Qué no ves que le duele?- dijo mama reprimiéndolo. Una leve sonrisa tiro de mis labios, como los había extrañado.

-Es mejor que vaya a ver al doctor, si no tu madre me va dejar en coma a mí también- se burlo.

- Y no lo dudes- advirtió ella y volví a reír. Papa salió de la habitación y mi mirada se poso en los grises ojos de mama. -¿Recuerdas todo lo que paso, antes de estar aquí?- su pregunta fue un tanto directa y dolorosa… asentí cuando flashes volvían a mi mente, Fran expulsando un rayo de fuego hacia Emily haciéndola polvo. El rayo que partió las nubes para luego instalarse en mi pecho. Yo cayendo al mojado y frio suelo, el grito desagarrado de Fran. –Los papas de Emily han venido aquí a visitarte varias veces.- una aguda presión se formo en mi pecho al recordar a Emily. –Están destrozados, el encontrar el cuerpo todo chamuscado de Emily es para crear pesadillas toda la vida-

-¿Chamuscado?- pregunte confundida. El cuerpo de Emily no había sido quemado, había sido destruido, hecho cenizas yo lo vi con mis propios ojos.

 

Después de que mama me explicara todo lo que ha sucedido estos tres meses durante mi ausencia y la de Emily, el doctor entro haciéndome los exámenes diarios y diciéndome lo sorprendido que pude volver a la vida, y me explico que no muchas personas corren con la misma suerte, con una cálida sonrisa de parte mía, me examino y una hora después salió de la habitación dejándome con mi familia.

 

 Ya ha pasado un mes desde que el doctor Fernández, me dio de alta, sin antes darle a mi madre indicaciones sobre mi cuidado y vitaminas que debería de tomar. Despidiéndome y agradeciéndole por todo. En cuanto el calor de mi hogar impregno mi alma, sentí un lio de melancolía cuando la foto de Emily y mía cuando éramos pequeñas estaba colgada a un lado de la puerta. Papa logro sostenerme antes de caer para atrás y pegarme con el concreto del suelo, y quedar en coma nuevamente. Mis lagrimas quemaron mis mejillas y sentí mi cuerpo vaciarse ante la pérdida de mi mejor amiga.

-Tranquila, cariño. Todo está bien- sin responder, con el suéter gris que me protegía del frio, seque mi nariz con el dorso de mi muñeca ignorando la mirada de mama. Trague  y seguí caminando dentro de mi casa bajo mi propia cuenta y claro con papa detrás protegiéndome de cualquier otro mareo.

-¿Puedo ir mañana a visitarla?- pregunte, sin dejar de ver a mi mejor amiga atrapada en una foto. No espere su respuesta, descolgué el cuadro de la pared y saque la foto del marco. Coloque el pedazo de madera sobre la mesa de noche que estaba a un lado con un bello ramo de flores falsas y lleve  a mi pecho a mi mejor amiga. Unas manos se posaron en mis hombros y me tiro hacia su pecho acariciándome el cabello.

-Iremos cuando estés lista, no quiero que te desplomes. Aun sigues frágil, has salido de coma Ginger. No puedo arriesgarme a que vuelvas. No quiero volver a ese infierno-

-pero…-

-Nada de pero, iremos cuando estés mejor. Emily siempre estará contigo, no importa donde este su cuerpo ahora, su alma siempre va permanecer a tu lado como siempre lo estuvo- un sollozo se escapo de mí y me fui sentando en el suelo lentamente hasta que mi espalda se recargo con las paredes color lila y apretaba con fuerza la foto de Emily sobre mi pecho y lloraba sin cesar.

-¿Pueden dejarme sola?- chille y asintieron dejándome sola en la sala. Cuando escuche la puerta de la habitación de cada miembro de mi familia cerrarse, aparte la foto de mi pecho y me quede mirando a la dulce y sonriente Emily quien me veía con amor. –Voy a luchar, no voy a permitir que esto se quede en vano. Voy a pelear por tu muerte- levante mi mirada hacia la ramo de flores marchitas que estaban ahogándose en el florero favorito de mama que estaba sobre la mesa rectangular frente a la televisora, suspire y me sentí como las flores. Marchita  y ahogada en sentimientos estúpidos.

Mordí mi labio y me levante del suelo para caminar hacia el florero y poder apartar las flores marchitas. En cuando el cristal hizo contacto con la palma de mi mano,  un hormigueo despego de estas y en un parpadear el agua que contenía se congelo, al igual que las flores. ¿Qué demonios?