¿Que Son Ellas? Liam Payne y Gemm CANCELADA

NOMBRE:¿Que Son Ellas?
AUTORA:Amanda Hockin
ADVERTENCIA:no, NO NESECITO CHICAS!!!
GENERO:aventura romance comedia misterio
ADPTACION:si es una adptacion de un libro q me gusto mucho
OTRAS PAGINAS:SI mis otras novelas (en mi firma)

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Sinopsis

La vida de Gemma cambiará por completo cuando, una noche, tres chicas misteriosas que llegan al pueblo en el que reside la unen a ellas para siempre en un ritual, revelándole el secreto de su verdadera naturaleza: son sirenas. Ahora, Gemma es más fuerte y rápida, su belleza es extraordinaria y es inmortal. Pero a cambio de ello deberá abandonar su vida anterior y vagar eternamente con sus nuevas hermanas. De no hacerlo, morirá. La elección parece fácil, pero para Gemma es un precio muy alto: las sirenas son criaturas terrorífi cas de espíritu malvado en cuyos rituales se sacrifi can humanos. Aun así, lo más difícil para ella será renunciar a Liam , el chico al que ama. ¿Podrá hacerlo? Y él, ¿se conformará y la dejará marchar, o luchará hasta el fi nal por su amor?


Trailer

(aser clik enenlase)
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ok me presento soy Linda pero me dicen Lía o Lin ustedes vean eta es mi 2º adpatacion esta es de un libro q me gusto mucho y aqui va

siguela puedo salir con zayn?

zafirocullen escribió:siguela puedo salir con zayn?

en este momento no nesecito chicas pero gracias

Sigue!!! :hug:

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PROLOGO:
"Nuestra"

Incluso a orillas del mar, Thea podía percibir el olor a sangre en su hermana; al inhalar la llenaba de esa hambre tan familiar que obsesionaba sus sueños.
Solo que ahora le repugnaba, dejándoleun gusto horrible en la boca, porque sabía de dónde provenía

.—¿Ya lo hicieron? —preguntó. Estaba parada sobre la costarocosa, con la mirada ija en el mar, de espaldas a su hermana.

—Sabes que sí —dijo Penn. Aunque estaba enojada, su vozaún conservaba ese tono seductor, esa atractiva textura que jamáspodía borrar por completo—. Y no gracias a ti.

Thea la miró por encima de su hombro. Incluso en la pálidaluz de la luna, el negro cabello de Penn brillaba, y su piel bronceada parecía resplandecer. Como acababa de comer, estaba aúnmás hermosa que unas horas antes.
Unas pocas gotas de sangre habían salpicado su ropa, peroconsiguió mantener casi todo el cuerpo limpio a excepción de lamano derecha, cubierta hasta el codo de un tono carmesí.Thea sintió que se le revolvía el estómago, tanto de hambrecomo de asco, y volvió a apartar la mirada.


—Thea. —Penn lanzó un suspiró y se acercó a ella—. Sabesque había que hacerlo.Thea guardó silencio unos segundos. Escuchaba concentradala canción del mar, ese modo tan particular que tenía de llamarla.

—Lo sé —dijo finalmente, esperando que sus palabras no de-lataran sus verdaderos sentimientos—. Pero el momento no podíaser peor. Debimos haber esperado.

—No podía esperar más —insistió Penn, y Thea no podía estarsegura de si decía la verdad o no. Pero Penn había tomado unadecisión y ella siempre conseguía lo que quería.

—No tenemos mucho tiempo —dijo Thea señalando la luna,ya casi llena en lo alto del cielo, y después miró a Penn

.—Lo sé. Pero ya te dije que le eché el ojo a alguien. —Penn lelanzó una amplia sonrisa, revelando sus dientes filosos como navajas—. Y en poco tiempo será nuestra.

Sigue!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

CAPITULO 1

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"NADANDO BAJO LAS ESTRELLAS PARTE 1"


El motor explotó con un extraño ruido seco, como el de un extintor, seguido luego por un inquietante sonidometálico. Después, silencio. Gemma giró la llave con más fuerza, esperando así insuflar vida en su viejo Chevy, pero ahora el mo-tor ni siquiera se molestó en carraspear. El motor había expirado.

—No puede ser que me hagas esto —dijo Gemma, maldiciendoentre dientes.

Se había matado trabajando para poder comprarse este auto.Entre las largas horas que pasaba entrenando en la alberca y lasque debía dedicar a no retrasarse en la escuela, no le quedabamucho tiempo para un trabajo fijo. No había tenido más opciónentonces que cuidar a los salvajes niñitos de los Tennenmeyer,que, entre otras cosas, le pusieron goma de mascar en el cabelloy salpicaron cloro en su suéter preferido. Pero Gemma resistió todas las pruebas.
Estaba decidida a te-ner su propio auto cuando cumpliera dieciséis años, aunque eso significara tener que lidiar con los Tennenmeyer. Su hermana ma-yor, Harper, tenía el viejo trasto que su padre le había pasado, y le ofreció compartirlo con ella, pero Gemma no aceptó



La razón principal por la que necesitaba su propio coche eraque ni Harper ni su padre veían con muy buenos ojos que Gemma fuera a nadar muy tarde por las noches a la bahía de Antemusa. No vivían muy lejos, pero no era la distancia lo que lesmolestaba. Era el hecho de que fuera a esas horas, precisamentelo que a Gemma más fascinaba. Allí, bajo las estrellas, el agua no parecía tener fin. La bahía se fundía con el mar abierto, que a su vez se fundía con el cielo, y todo se entremezclaba a tal punto que era como si Gemma flotaraen un círculo infinito. Estar allí de noche tenía para ella algo má-gico, algo que su familia parecía no poder entender. Gemma probó a encender de nuevo el auto, pero solo logrósacarle el mismo
clic-clic hueco de la llave. Se inclinó hacia delantecon un suspiro y miró el cielo iluminado por la luna a través del parabrisas resquebrajado. Se estaba haciendo tarde, y aunque sa-liera ahora mismo a pie, no volvería de nadar hasta casi las doce. Eso en sí mismo no le preocupaba demasiado, pero la hora de llegada fijada por su padre era las once. Lo que menos quería era empezar el verano castigada, además de tener un auto inservible.Tendría que dejarlo para otra noche.Salió del carro. Cuando trató de cerrar la puerta con toda su fuerza para descargar su frustración, el coche apenas emitió un quejido, y un pedazo de metal oxidado se desprendió de la parte inferior del chasis.

—Son los trescientos dólares peor gastados de mi vida —mas-culló Gemma.

—¿Problemas con el auto? —preguntó Liam a unos pasos de-trás de ella, sobresaltándola tanto que casi lanzó un grito—. Dis-culpa. No te quise asustar.Se volvió para mirarlo de frente


—No, está bien. —Gemma hizo un gesto con la mano, desestimando la cuestión—. No te oí salir

.Liam vivía en la casa de al lado, tal como había hecho durante los últimos diez años, y no poseía ningún rasgo que pudiera asustar. Al crecer, trató de domesticar su rebelde cabello castaño,pero siempre tenía un mechón parado casi en la frente, un remo-lino que jamás lograría domar. Lo hacía parecer más joven que sus dieciocho años, y cuando sonreía, parecía todavía más chico.Tenía algo inocente, y tal vez por eso Harper jamás pensó en él más que como un amigo. Incluso Gemma lo había descartado como alguien de quien fuera posible enamorarse hasta hacía poco, cuando empezó a notar cambios sutiles en su cuerpo, unos hombros anchos y fuertes brazos que borraron su antiguo aspecto infantil. Era ese nuevo aspecto, esa nueva
masculinidad
en la que comenzaba a transformarse, lo que le provocaba mariposas en elestómago cuando Liam le sonreía. Gemma todavía no estabaacostumbrada a sentirse así en su presencia, de modo que prefe-ría reprimirlo y tratar de ignorarlo.

—Ese montón de chatarra no quiere arrancar —dijo señalan-do al pequeño auto oxidado mientras se acercaba al jardín ve-cino, donde estaba Liam—. Hace solo tres meses que lo tengo, y ya no anda.

—Lo siento —comentó Liam—. ¿Te puedo ayudar en algo?

—¿Sabes algo de mecánica? —preguntó Gemma alzando una ceja.

Lo había visto muchas veces entretenido con videojuegos o conla nariz metida en un libro, pero jamás metido en el coche de un auto. Liam sonrió apenado y bajó los ojos. Había sido bendecido con una piel cobriza, de modo que le resultaba más fácil ocultar su vergüenza, pero Gemma lo conocía lo bastante como para saber que se sonrojaba casi por cualquier cosa.

—No —admitió con una leve carcajada y señaló hacia la entra-da para coches donde estaba su Cougar azul—. Pero sí tengo auto.

Sacó las llaves del bolsillo y las hizo girar alrededor del dedo.Por un segundo logró impresionarla, antes de que las llaves se leescaparan de las manos y lo golpearan en el mentón. Gemma con-tuvo la risa mientras él se agachaba apresurado a recogerlas

.—¿Estás bien?

—Oh, sí, estoy bien. —Se frotó la barbilla y se encogió dehom bros, restándole toda importancia—. Entonces, ¿quieres quete lleve?

—¿Estás seguro? Es bastante tarde. No quiero molestarte.

—No es ninguna molestia. —Liam dio unos pasos hacia su auto,esperando que Gemma lo siguiera—. ¿Adónde vas?

—A la bahía.

—Debí saberlo —dijo Liam con una sonrisa—. ¿Tu zambullida nocturna?

—No esnocturna
—dijo Gemma, aunque no estaba demasia-do errada aquella afirmación

.—Vamos. —Liam caminó hasta el Cougar y abrió la puerta—.Sube.

—De acuerdo, si insistes. A Gemma no le gustaba aprovecharse de la gente, pero no que-ría perder una oportunidad de nadar en la bahía. Pasear en auto sola con Liam tampoco le haría mal a nadie. Por lo general, solo lo veía cuando él salía con Harper.

—¿Qué es entonces lo que tiene de fascinante nadar en la bahíaa esta hora? —preguntó Liam una vez que ella subió al auto.

—Jamás se me ocurriría calificarlo como fascinante. —Gemma se ajustó el cinturón de seguridad, después se reclinó en el asien-to—. No sé exactamente qué es. Es solo que… no hay nada que se le parezca

—¿A qué te refieres? —preguntó Liam. Ya había arrancado el auto, pero seguía estacionado, observándola mientras ella trata- ba de explicarse.

—De día hay demasiada gente en la bahía, sobre todo en ve-rano, pero de noche… solo estás tú, el agua y las estrellas. Y está oscuro, así que es como si todo fuera una sola cosa, y formas par-te de ese todo. —Gemma arrugó la frente, pero en sus labios había una sonrisa melancólica—. Bueno, quizá sí es un tanto fascinante—admitió, sacudiendo la cabeza como para sacarse esa idea—.No sé, tal vez no sea más que una tipa rara a la que le gusta nadarde noche.
Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que Liam la habíaestado contemplando todo el tiempo y entonces se volvió para mi-rarlo: tenía una expresión extraña en el rostro, casi de perplejidad.
—¿Qué? —preguntó Gemma, empezando a sentirse incómo-da por la manera en que la veía; luego se acomodó nerviosamenteel cabello detrás de las orejas y se enderezó en el asiento

.—Nada. Disculpa. — Liam. sacudió la cabeza y puso el auto enprimera—. Seguramente ya querrás estar en el agua

.—No estoy apurada ni nada que se le parezca —dijo Gemma,pero no era del todo cierto. Quería pasar el mayor tiempo posibe len el agua, antes de la hora límite para estar de vuelta en su casa.

—¿Todavía entrenas? —preguntó Liam.—. ¿O lo dejaste duran-te las vacaciones de verano?

—No, sigo entrenando —dijo Gemma, bajando la ventanillapara que entrara el aire marino—. Nado todos los días en la alber-ca con el entrenador. Dice que estoy haciendo tiempos realmentemuy buenos

.—¿Nadas todos los días en la alberca, y todavía tienes ganas
de darte una escapada de noche para nadar? —dijo Liam. con unasonrisa irónica—. ¿Cómo es eso?


CONTINUARA...

WOW me encanta tu nove, porfavor seguilaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, pobre Gemma no sabe lo qu le espera....

CAPITULO 1

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"NADANDO BAJO LAS ESTRELLAS PARTE 2"

ATERIORMENTE...

—¿Todavía entrenas? —preguntó Liam.—. ¿O lo dejaste duran-te las vacaciones de verano?

—No, sigo entrenando —dijo Gemma, bajando la ventanillapara que entrara el aire marino—. Nado todos los días en la alber-ca con el entrenador. Dice que estoy haciendo tiempos realmentemuy buenos

.—¿Nadas todos los días en la alberca, y todavía tienes ganas
de darte una escapada de noche para nadar? —dijo Liam. con unasonrisa irónica—. ¿Cómo es eso?

—Es distinto. —Gemma sacó el brazo por la ventanilla y loextendió como si Fuera el ala de un avión —. Cuando nado en la alberca todo se trata de vueltas y cronometraje. Es un trabajo. Enla bahía es más como Flotar y jugar en el agua.

—¿Pero nunca te cansas de estar mojada? —preguntó Liam

.—No. Es como si alguien te preguntara si nunca te hartas derespirar.

—Bueno, de hecho a veces me pasa. Pienso: «¿No sería genial no tener que respirar todo el tiempo?».

—¿Por qué? —preguntó Gemma riendo—. ¿Por qué sería genial?

—No sé. —Liam pareció avergonzarse y torció los labios en una sonrisa nerviosa—. Supongo que lo pensaba sobre todo en las cla-ses de gimnasia, cuando me hacían correr o ese tipo de cosas. Siem-pre me Faltaba el aire.

Liam la miró como para ver si ella pensaba que era un comple-to perdedor por admitir eso, pero le sonrió como única respuesta.

—Debiste venir conmigo a nadar —dijo Gemma—. Así habría estado en mucho mejor condición Física.

—Lo sé, pero soy un friki —aclaró con un suspiro —. Al menos,ahora que terminé la escuela ya me quité de encima todo eso dela gimnasia.

—Pronto estarás tan ocupado en la universidad que ni siquie-ra te acordarás de los horrores de la preparatoria —dijo Gemmacon cierto desánimo.

—Supongo que sí. — Liam arrugó la frente, incómodo.

Gemma se inclinó más hacia la ventanilla, con el codo suspen-dido por fuera y el mentón apoyado sobre su mano, mientrasmiraba las casas y los árboles que iban pasando.
En el vecindarioen donde vivían ella y Liam las casas eran modestas y estaban bastante mal conservadas, pero en cuanto pasaban Capri Lane, todose volvía más limpio y moderno.
Como era época de turismo, todo estaba brillantemente ilu-minado. En el aire flotaba la música de los bares, mezclada conlas conversaciones y la risa de la gente

.—¿Estás contento de escapar de todo esto? —preguntó Gem-ma con una sonrisa irónica, mientras señalaba a una pareja borra-cha que discutía en el bulevar.

—Hay algunas cosas que me va a alegrar mucho no volver aver —admitió, pero al mirarla su expresión se suavizó—. Pero otras que sin lugar a dudas voy a extrañar mucho

.La playa estaba casi desierta, a excepción de unos adolescen-tes que hacían una fogata, y Gemma le indicó a Liam que siguierahasta la costa. La blanca arena dio paso a un terreno más rocosoy escarpado al borde del mar, y en lugar de los estacionamientospavimentados apareció un bosque de cipreses calvos.Liam se esta-cionó sobre una calle de terracería, lo más cerca del agua que pudo.En este lugar tan apartado de todas las atracciones turísticas nohabía gente ni senderos que llevaran hasta el agua. Cuando Alexapagó las luces del Cougar, se los tragó la oscuridad. La única luzexistente provenía de la luna y del lejano resplandor que emitíaa lo lejos el pueblo

.—¿De verdad es aquí donde nadas? —preguntó Liam

—Sí. Es el mejor lugar para hacerlo. —Gemma se encogió dehombros y abrió la puerta.

—Pero es muy rocoso. —Liam bajó del auto y recorrió con lavista las musgosas piedras que cubrían el terreno—. Parece peligroso.

—De eso se trata —dijo Gemma con una sonrisa—. Nadie na-daría aquí

En cuanto bajó del coche, Gemma se quitó el vestido veranie-go, revelando el traje de baño que llevaba abajo. Soltó su oscurocabello, que llevaba atado en una colita, y lo sacudió. Se quitó lassandalias y las arrojó dentro del auto, junto con el vestido.Liam se quedó parado a un costado del Cougar con las manosen los bolsillos, y trató de no mirarla. Sabía que Gemma tenía pues-to un traje de baño, el mismo que le había visto cientos de vecesantes: vivía prácticamente en traje de baño. Pero solo allí con ella,su imagen en bikini se le volvía demasiado presente.De las dos hermanas Fisher, Gemma era sin duda la más bo-nita. Tenía un cuerpo grácil de nadadora, pequeño y delgado, perocon curvas en los lugares apropiados; la piel bronceada, y su cabe-llo oscuro salpicado de reflejos dorados por el cloro y el sol. Sus ojos eran color miel: no era que Liam pudiera verlos en esa penumbra, pero brillaban cuando le sonreía.

—¿No vas a nadar? —preguntó Gemma.

—Oh, no. —Alex sacudió la cabeza y apartó deliberadamentela vista hacia la bahía para evitar mirarla—. Estoy bien. Te esperoen el auto hasta que termines.

—No, ya me trajiste hasta aquí; no puedes quedarte esperan-do en el auto.
Tienes que venir a nadar conmigo.

—No, estoy bien así. —Liam se rascó el brazo y bajó los ojos—.Tú ve a divertirte.

—Anda, Liam. —Gemma frunció los labios, fingiendo estardecepcionada—. Apuesto a que nunca nadaste a la luz de la luna.Y cuando termine el verano, te irás a la universidad. Tienes quehacerlo al menos una vez, o no sabrás realmente lo que es vivir.

—No tengo traje de baño —dijo Alex, pero su resistencia ya estaba flaqueando.

—Métete en boxers


CONTINUARA...

CAPITULO 1

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"NADANDO BAJO LAS ESTRELLAS PARTE 3"

ATERIORMENTE...


—¿No vas a nadar? —preguntó Gemma.

—Oh, no. —Alex sacudió la cabeza y apartó deliberadamentela vista hacia la bahía para evitar mirarla—. Estoy bien. Te esperoen el auto hasta que termines.

—No, ya me trajiste hasta aquí; no puedes quedarte esperan-do en el auto.
Tienes que venir a nadar conmigo.

—No, estoy bien así. —Liam se rascó el brazo y bajó los ojos—.Tú ve a divertirte.

—Anda, Liam. —Gemma frunció los labios, fingiendo estardecepcionada—. Apuesto a que nunca nadaste a la luz de la luna.Y cuando termine el verano, te irás a la universidad. Tienes quehacerlo al menos una vez, o no sabrás realmente lo que es vivir.

—No tengo traje de baño —dijo Liam, pero su resistencia ya estaba flaqueando.

—Métete en boxers



Liam pensó en continuar rehusándose, pero Gemma tenía ra-zón. Ella siempre hacía este tipo de cosas, pero él había pasadocasi toda la preparatoria metido en su cuarto. Además, nadar era mejor que esperar. Y al pensarlo, se diocuenta de que le daba menos miedo meterse
al mar con ella quemirarla desde la playa.

—De acuerdo, pero más vale que no me corte los pies con lasrocas —dijo Liam mientras se quitaba los tenis.

—Prometo mantenerte a salvo. —Gemma se llevó una manoal corazón para garantizarlo.

—Me voy a encargar de que lo cumplas.

Liam se quitó la camiseta y era exactamente como Gemma loimaginaba. Su Figura desgarbada había adquirido un tono y una musculatura que ella no alcanzaba a comprender bien cómo, ya que era un
Fricky confeso. Cuando empezó a quitarse los pantalones, Gemma se dio vuel-ta por cortesía. Aunque en unos segundos lo vería en boxers, le resultaba extraño mirarlo mientras se quitaba los jeans, como si fuera algo sucio.

—¿Y cómo llegamos al agua? —preguntó Liam

—Con mucho cuidado.Gemma iba primero, pisando delicadamente sobre las rocas,y él sabía que no tenía la menor posibilidad de emular su gracia.Se movía como una bailarina, pasando de puntillas de una roca ala otra hasta llegar al agua.

—Vas a encontrar algunas piedras filosas cuando entres en el agua —le advirtió Gemma.

—Gracias por el aviso —masculló Liam, mientras avanzaba lomás cautelosamente que podía. El camino trazado por Gemma,que ella hacía parecer tan sencillo, resultó bastante traicionero y Liam resbaló varias veces

—No te apures. Si vas despacio, no tendrás ningún problema

.—Es lo que trato de hacer.

Para su sorpresa, logró llegar al agua sin desgarrarse los pies.Una vez que se metió en el mar, Gemma le sonrió orgullosa y si-guió caminando mar adentro.

—¿No tienes miedo? —preguntó Liam

.—¿De qué? —Ella ya se había internado bastante en el marcomo para estirarse de espaldas y nadar batiendo las piernas.

—No sé. A los monstruos marinos, o algo así. El agua está tanoscura, no se ve nada. — Liam ahora la tenía por encima de la cin-tura y en realidad no quería seguir adelante.

—No hay monstruos —dijo Gemma entre risas y lo salpicó. Para ayudarlo a relajarse, le lanzó un desafío—. A ver quién llegaprimero hasta aquella roca

.—¿Cuál roca?

—Esa —dijo ella, señalando una inmensa punta rocosa que sobre salía del agua a unos metros de distancia.

—Vas a ganar tú —aseguró Liam.

—Te doy ventaja —ofreció Gemma.

—¿Cuánto?

—Eh… cinco segundos

.—¿Cinco segundos? — Liam pareció sopesar la propuesta

—.Supongo que tal vez podría... —Pero en vez de terminar la frase,se zambulló en el agua y empezó a nadar a toda prisa.

—¡Te doy ventaja! —Le gritó Gemma—. ¡No hace falta que en-cima hagas trampa! Liam nadó lo más rápido que pudo, pero en cuestión de segun-dos Gemma pasó volando a su lado. Era imparable en el agua, y él honestamente nunca había visto nada más rápido que ella. Envarias oportunidades, Liam fue con Harper a competencias de na-tación en la escuela, y fueron pocas las que Gemma no ganó.

—¡Gané! —gritó Gemma cuando alcanzó la roca.

—Como si hubiera habido alguna duda. — Liam se le acercónadando y se aferró a la roca para sostenerse. Le faltaba el aire y se quitó el agua salada de los ojos—. No fue una competenciamuy justa.

—Lo siento —dijo Gemma con una sonrisa. No estaba paranada tan agitada como Liam, pero de todos modos se sujetó de laroca junto a él.—Por alguna razón no creo que realmente lo sientas mucho—dijo

Liam simulando estar ofendido. Su mano se resbaló de la roca y cuando la estiró para volvera sujetarse, la apoyó de manera accidental sobre la de ella. Su pri-mer impulso fue retirarla, entre incómodo y avergonzado, peroun segundo después cambió de parecer.La dejó sobre la de Gemma, ambas mojadas y frías. La sonrisa de Gemma se había vuelto más tierna, y por un momento ninguno de los dos dijo una palabra. Se quedaron así, colgados de la roca, unos segundos más, el único sonido audible era el de las olas golpeando con suavidad contra la roca a su lado. A Gemma le habría encantado quedarse así con Liam un rato,pero una luz se iluminó de golpe en la caleta detrás de él y la distrajo. La pequeña caverna estaba en la boca de la bahía, justo antes de que desembocara oficialmente en el océano, a unos trescientos metros de donde ambos flotaban. Liam siguió su mirada, y un segundo después una risa retumbó en el agua. Retiró su mano de la de Gemma.Un fuego refulgía en la caleta y la luz de sus llamas iluminaba a tres siluetas danzantes que lo abanicaban. Desde esa distancia era difícil ver con claridad qué hacían exactamente, pero era obvio quiénes eran por el modo en que se movían. Todos en el pueblo
las ubicaban, aunque en realidad nadie parecía conocerlas personalmente.


CONTINUARA...

OMAGAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA¡¡¡
S
E
G
U
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SOY TU MILITAR A US ORDENES SARGENTO(OQUESEYO)
JJEEJEJ



S
SE
SEG
SEGU
SEGUI
SEGUIL
SEGUILA
SEGUIL
SEGUI
SEGU
SEG
SE
S

holaaaa! me gusto mucho la historia, la sigues? :D

HOLA, ME LLAMO VALERIA, LLAMAME VAL O VALE SI QUIERES, BU
ENO TE DIGO QUE ESTUVO BUENÍSIMA DEBES SEGUIRLA, ME ENCANTO Y QUIERO QUE LKA SIGAS PORFAVOR, LA NECESITO, SI?, BUENO SUBE CUANDO PUEDAS, BESOS [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

valeeriieedirection escribió:HOLA, ME LLAMO VALERIA, LLAMAME VAL O VALE SI QUIERES, BU
ENO TE DIGO QUE ESTUVO BUENÍSIMA DEBES SEGUIRLA, ME ENCANTO Y QUIERO QUE LKA SIGAS PORFAVOR, LA NECESITO, SI?, BUENO SUBE CUANDO PUEDAS, BESOS [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

hola val la segire la semana que viene por que me tardare mas ya que apartir del capitulo 1 lo tengo que pasar del libro a la compue a y ¡BIENVENIDA VALE!!!